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UNIDAD II
El Talión
Impone la regla que importa la retribución del mal por un mal igual. Ojo por ojo, diente por diente,
etc. El principio que informa la Ley del Talión es el de la proporción entre el daño causado y el castigo que se im -
pone al culpable, y evita las reacciones indeterminadas de los perjudicados (es decir, la pena no puede ir más
allá del daño cometido).
La venganza de Sangre
La injusticia consiste en el agravio al ofendido o a sus parientes, quienes pueden hacerse justicia
por mano propia. La venganza de la sangre, asume carácter colectivo, es un derecho y un deber de la familia;
sea con el pago de una multa, sea golpeando o azotando al culpable.
Esta venganza se manifiesta con la reacción de todos los miembros del clan ofendido, quienes per-
siguen al autor y lo castigan por mano propia. Poco a poco este derecho se va restringiendo, hasta que sólo
comprende a los parientes más próximos. Los germanos denominaban faida al estado de enemistad creado en-
tre la familia del ofendido y la del ofensor.
La compasión
La compasión consiste en el reemplazo de la pena por un pago en dinero (que se daba en países
que manejaban la moneda). Era voluntario al principio – ya que el agraviado podía aceptar o no el pago de la
moneda – y luego fue legal, pues tiene por objeto evitar las luchas y los males que ellas ocasionaban.
La pena Pública
Cuando el Estado se fortalece y comprueba que la venganza de sangre y las demás formas primiti -
vas de represión turban la paz de la sociedad y destruyen la familia, interviene con la pena pública y caracteriza
como delitos, en primer término, los que atentan contra su propia existencia y así, sucesivamente, los que ata-
can al orden público o a los bienes religiosos o públicos.
La pena tiene función retributiva e intimidatoria, pues se trata también de impedir la actividad delic-
tuosa del agente.
Evolución Posterior
Cuando el Estado se fortalece y comprueba que la venganza de sangre y las demás formas primiti -
vas de represión turban la paz de la sociedad y destruyen la familia, interviene con la pena pública y caracteriza
como delitos, en primer término, los que atentan contra su propia existencia y así, sucesivamente, los que ata-
can al orden público o a los bienes religiosos o públicos.
La pena tiene función retributiva e intimidatoria, pues se trata también de impedir la actividad delic-
tuosa del agente.
Antigüedad
a) Derecho Hebreo: para el conocimiento del derecho penal hebreo, es fundamental el estudio de la
legislación Mosaica. Esta legislación se caracterizó por una paulatina suavización de las penas, con carácter ge -
neral para toda clase de delitos, con la sola excepción de los contrarios a la divinidad, a las buenas costumbres
y a la moral.
En lo que respecta al derecho penal, en caso de acumulación de delitos se aplicaba la pena más
grave y cuando se trataba de reiteración de condenas se agravaba el castigo.
b) Derecho Romano:
1) Los primeros tiempos: antes de la fundación de Roma, la pena tuvo carácter de reparación religio-
sa. La venganza privada es obligatoria para quienes pertenecen a la familia y a la gens.
2) Fundación de la ciudad: en este período se va afirmando el principio de la venganza pública, ejer-
cida por el poder político.
3) La República: se acentúa la pérdida del carácter compensador de las sanciones penales, como
consecuencia del divorcio existente entre el Estado y el culto.
Sobresale en un primer período la Ley de las XII Tablas, en la época clásica, el derecho penal roma -
no sufre una nueva modificación con las leyes Cornelia y Julia, con las que se prohíbe la venganza privada,
siendo la represión penal función exclusiva del poder público y la naturaleza de la pena se vuelve intimidatoria.
4) El Imperio: los tribunales de los funcionarios imperiales se convierten en el órgano ordinario de la
justicia penal.
La graduación de las penas se hace basándose en discriminaciones y teniendo en cuenta circuns-
tancias atenuantes y agravantes; pareciera que fuese pena la tentativa y el homicidio culposo.
CENTRO DE ESTUDIANTES-CONDUCE FRANJA MORADA
II. Evolución del Sistema Penal Franja Morada Derecho Penal I
Edad Media
a) Derecho Germánico: en un principio el derecho era considerado como el orden de la paz, su vio-
lación representaba la ruptura de esa paz.
En los casos de ofensa pública el culpable podía ser matado por cualquiera; si lo hacía el poder pú -
blico, tenía carácter de expiación religiosa; cuando se trataba de delitos privados, se producía la faída, que era
una pena establecida en el interés privado, por lo cual su ejecución quedaba en manos de la familia de la vícti-
ma, para la que no sólo era un derecho sino un deber.
Tiempo después la pena descansa en la idea de la venganza del poder público. El Estado sólo repri -
me los hechos contrarios a sus propios intereses hasta que el poder público asume por completo la punición, de-
jando a los particulares sólo el resarcimiento del daño.
b) Derecho Canónico: las ideas de este derecho, en materia penal, pueden sintetizarse así:
1) Elemento Subjetivo: se dio significado claro al elemento subjetivo de la infracción.
2) Clasificación de los delitos: se distinguió la moral del derecho y se subdividieron los delitos en tres
categorías: a) delicta eclesiástica: que atenta contra el derecho divino y es de exclusiva competencia de la Igle-
sia; b) delicta mere secularia: que lesionan tan sólo el orden humano y se penan por el poder laico; c) delicta
mixta: que violan tanto una esfera como la otra y son penados por ambos poderes.
3) Las penas: San Agustín sostiene que la pena es esencialmente retribución. Para Santo Tomás de
Aquino los fines de la pena son múltiples: la venganza, la intimidación y la enmienda y Aristóteles la incluye den -
tro de la justicia conmutativa, por medio de la cual se entrega la igual por lo igual. La pena puede ser de tres cla -
ses: a) proveniente del mismo delincuente: el arrepentimiento; b) procedente de los hombres; y c) emanada de
Dios.
c) Los Glosadores y los Prácticos: la recepción es el resurgimiento de las instituciones del Dere-
cho Romano a través de los ordenamientos, recopilaciones y demás textos legales.
En una etapa son los Glosadores quienes se ocupan de aclarar e interpretar el “ Corpus Iuris” de
Justiniano. Sobre esta labor se desarrolla la obra de los posglosadores o comentaristas. Estos también trabajan
sobre el derecho vigente y las costumbres prácticas de los tribunales locales. A partir del siglo XVI, por obra de
los Prácticos se sistematizan los trabajos con carácter más general.
d) Derecho Hispánico:
1) El “Fuero Juzgo” (libro de los jueces): se establece en España la monarquía goda, y es tarea
constante la que persigue la compilación y uniformidad de las leyes, es así como se producen las leyes visigo -
das.
2) Los Fueros Locales: desaparece la monarquía visigoda y surgen fueros impregnados de marcado
espíritu localista, y desprovistos por completo del sentido de orden que inspiraba la legislación visigoda. Reapa-
recen la horca, la lapidación, el despeñamiento y la muerte en la hoguera. En lo procesal se aceptan los juicios
de Dios, la prueba del fuego, la del agua caliente y el duelo.
3) El Fuero Real de España: obra del Rey Alfonso X, destinado a regir aquellos lugares que carecie-
ran de ley escrita. Cuando comenzó su vigencia, se notaron sus defectos pero se trató de corregirlos con las Le -
yes de Estilo. Su redacción estuvo inspirada en su mayor parte en la tradición jurídica española.
4) Las Partidas: con las VII partidas del Rey Alfonso, se produce la recepción en España. Este Códi-
go se inspira en el Derecho Romano, en el Canónico y en la Partida I, en la que se trata las fuentes del derecho,
constituye un tratado de Derecho Eclesiástico.
Las disposiciones penales están contenidas en la Partida VII, y han sido tomadas del Código de Jus-
tiniano.
Las Partidas asignan a la pena función retributiva e intimidatoria, se aplica persiguiendo que el autor
reciba el castigo que merece y para que sirva de escarmiento a los demás. Acepta la inimputabilidad de los lo -
cos y los menores, distinguen el dolo y la culpa. A pesar de la publicación de las Partidas, permanecieron en vi-
gor el Fuero Juzgo y el Fuero Real.
5) Los ordenamientos y recopilaciones: estos surgen por la preocupación de los distintos gobiernos
por organizar el ordenamiento legal español. Entre los primeros cabe recordar el Ordenamiento de Alcalá, las
Ordenanzas Reales de Castilla y las Leyes de Toro.
Con la Nueva Recopilación se trató de poner orden en la dispersa legislación ibérica, cuyo propósito
no fue logrado y se llegó así a la Novísima Recopilación; a pesar de ello no se logró una real solución.
Edad Moderna
Alemania recibe al Derecho Romano, primero en la Bambergensis (ordenanza criminal realizada por
Juan de Sharzemberg) y luego en el Código de Carlos V, llamado La criminna.
a) Constitutio criminales Bambergensis: con ella su autor se propuso dar autoridad y certidumbre
al ordenamiento jurídico, sometido en su época a los cambios incesantes de la jurisprudencia, de ella surgió la
Constitutio criminales Carolinae (La Carolina), que es el primero y único Derecho Penal Común del Reich hasta
1.870.
Ésta admite la analogía. Advierte, expresamente, a los jueces y legisladores que deben pedir conse-
jo a los juristas en caso de duda. Acepta como formas de culpabilidad el dolo y la culpa, reconoce la tentativa.
El Código de 1.921
a) El Proyecto de 1.906 sirvió de base diez años más tarde al diputado Moreno. Moreno aceptaba
tomar como base el Proyecto de 1.906 con numerosas variantes: supresión del libro sobre “faltas”, abolición de
la pena de muerte; disminución del mínimo de la penalidad en el homicidio para dejar mayor libertad a la apre -
ciación judicial: aumento de la penalidad en los delitos contra la honestidad.
La Cámara de Diputados despachó favorablemente el proyecto de 1.917, pasando a la de Senado -
res, la cual a su vez emitió despacho en 1.919 con algunas modificaciones, por lo que volvió a la Cámara de ori -
gen en 1.921, donde recibió sanción definitiva ese mismo año. El Código rige desde el 29 de abril de 1.922.
b) Estructura del Código: el Código Penal Argentino se divide en dos libros. El Libro I denominado
“Disposiciones Generales” comprende los siguientes títulos: I) Aplicación de la ley penal; II) De las penas; III)
Condenación condicional; IV) Reparación de perjuicios; V) Imputabilidad; VI) Tentativa; VII) Participación crimi -
nal; VIII) Reincidencia; IX) Concurso de delitos; X) Extinción de acciones y de penas; XI) Del ejercicio de las ac-
ciones; XII) De la suspensión del juicio a prueba; XIII) Significación de conceptos empleados en el Código.
El Libro II, constituido por la parte especial, abarca los títulos que a continuación se nombran, te -
niéndose en cuenta el bien jurídico protegido por la ley: I) Delitos contra las personas; II) Delitos contra el honor;
III) Delitos contra la honestidad; IV) Delitos contra el estado civil; V) Delitos contra la libertad; VI) Delitos contra la
propiedad; VII) Delitos contra la seguridad pública; VIII) Delitos contra el orden público; IX) Delitos contra la se -
guridad de la Nación; X) Delitos contra los poderes públicos y el orden constitucional; XI) Delitos contra la admi -
nistración pública; XII) Delitos contra la fe pública.
Proyectos de Reforma
a) Proyecto de 1.937: en 1.936 Coll y Gómez fueron designados por el Poder Ejecutivo para redac-
tar un proyecto de reformas al Código Penal, pero produjeron un proyecto completo de código, sustentado en los
principios de la Escuela Positiva.
El Proyecto está dividido en dos libros. El Libro I contiene las disposiciones generales, y los 10 títu -
los que lo integran versan sobre las siguientes materias: aplicación de la ley; el delito; el delincuente; régimen de
minoridad; las sanciones; la imposición de las sanciones; condena de ejecución condicional; reparación de per -
juicios; las acciones; extinción de las acciones y sanciones.
En el Libro II, se consignan las disposiciones relativas a los delitos en particular. El título I se refiere
a los delitos contra las personas; el II a los delitos contra la honestidad; el III a los delitos contra el estado civil; el
IV a los delitos contra la libertad; el V a los delitos contra los derechos intelectuales; el VI a los delitos contra el
patrimonio; el VII a los delitos contra la seguridad pública; el VIII a los delitos contra la seguridad de la Nación; el
IX a los delitos políticos; el X a los delitos contra el orden público; el XI a los delitos contra el sentimiento nacio-
nal; el XII a los delitos contra la administración pública; el XIII a los delitos contra la fe pública; el XIV a los delitos
contra el comercio, la industria y la economía pública.
b) Proyecto de 1.941: Peco, diputado nacional, presentó un proyecto del código del cual es autor,
que esta precedido por una exposición de motivos en la cual se califica a la obra de neopositivista. El Proyecto
recibe los principales fundamentos de la defensa social, la sanción para todo delito o autor de hecho considera-
do como delito, la peligrosidad criminal y el arbitrio judicial, como base de la reforma penal argentina.
Este Proyecto, que fue presentado a la Cámara de Diputados el 25 de septiembre de 1.941, ha sido
calificado por su propio autor como de estructura neopositivista
El Libro I del proyecto está dividido en tres títulos: se trata en primer lugar de la aplicación de la ley;
el Título II se refiere al delito, al delincuente, la responsabilidad y las causas que la excluyen, dividiéndose estas
últimas en causas de justificación, de inimputabilidad y de inculpabilidad. Finalmente en el Capítulo 4º del Título
II, el Proyecto se ocupa de la “peligrosidad”. El Título III se consagra a la “sanción”, pero diferenciándose las me -
didas que son penales, de las curativas, educativas y eliminatorias.
En el Libro II están definidos y sancionados los delitos en particulares. El plan que se sigue, tenien-
do en cuenta el sujeto titular de los bienes jurídicos lesionados. El orden que se sigue es muy similar al del Pro -
yecto anterior.
c) El Proyecto de 1.951: en 1.951 el Poder Ejecutivo remitió al Congreso un proyecto de Código pe-
nal, que fue preparado por Benedetti de la Dirección General de Institutos del Ministerio de Justicia, proyecto
que no fue tratado por el Poder Legislativo.
d) El Proyecto de 1.960: por encargo del Poder Ejecutivo de la Nación, Soler preparó el Antepro -
yecto de Código Penal, que fue remitido por su autor, al Ministerio de Educación y Justicia en el año 1.960. Este
Proyecto tampoco fue tratado por el Congreso Nacional. Las disposiciones de la parte general están distribuidas
en siete títulos, algunos de ellos subdivididos en capítulos. La parte especial está distribuida en 17 títulos.
e) El Proyecto de 1.973: poco conocido es el proyecto de reformas a la Parte General del Código
Penal llevado a cabo en 1.973 por una Comisión designada que estaba integrada por Soler, Aguirre Obarrio,
Marquardt y Cabral. Sus 111 artículos integraban sus 6 títulos dedicados sucesivamente a la ley penal, al delito,