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DEBERES DEL CRISTIANO

Rom. 12:1-8.

Introducción: Cuando una persona es rescatada de las garras de las tinieblas, viene


con hábitos que son totalmente diferentes a los hábitos que se practican  en el Reino
de Dios. De acá el nueve creyente    debe cumplir ciertos deberes que tienen que ver
con Dios y con su prójimo.  En esta ocasión analizaremos cuales son esos deberes que
los creyentes debemos cumplir.  

I.     Consagración.
 El término "consagración" deriva del latín " consecratio –onis", es decir hacer sagrado. En sentido
más amplio el término significa aquello que pertenece a un orden de cosas reservadas, inviolables,
aquello que debe ser objeto de respeto  por parte del creyente.
La Biblia nos dice que es creyente debe consagrar su:

1. Cuerpo, esto no se refiere a someter el cuerpo bajo rigurosos proceses de  mortificación
con ayunos,       aislamientos y otro tipo de sacrificio, cuando habla de someter el cuerpo
en sacrificio vivo y santo se refiere a vivir santa mente, Rom. 6:19; “Hablo como
humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis
vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para
santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.”  
2. Mente, es la parte del alma donde están los pensamientos, ideas y razonamientos del ser
humano. Los malos pensamientos, las cosas negativas, la concupiscencia, la lascivia, etc.
La mente es la que muchas veces no permite que el cristiano se desarrolle en la vida
espiritual y material, por eso la Biblia nos manda a que cambiemos nuestra mentalidad.
Rom.12:2; “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

II.   Actitud correcta en relación a los dones, talentos y  habilidades que Dios
nos da.

Otro de los deberes del creyente es tener actitudes correctas en relación a lo que Dios le
da. Estas actitudes son.

1. Un  corazón sin de orgullo. Rom. 12:3; “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a
cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que
debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios
repartió a cada uno.” Modestia sobre si mismo. Las habilidades, talentos y dones
espirituales provienes de Dios, El nos lo da por su misericordia y esa es la razón por la
que no nos debe llenar de orgullo aquellas cosas que hemos recibido de parte de Dios y
tenemos para bendición de los demás.
2. Comprender que somos uno en el Señor y que dependemos los unos de los otros;
Rom.12:4-5; Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros,
pero no todos los miembros tienen la misma función,   así nosotros, siendo muchos,
somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
III.           Relación con los hermanos de la fe. 
La relación con los hermanos de la iglesia de Cristo debe ser  de:
1. Amor sincero. Rom 12:9-10; “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo,
seguid lo bueno.  Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a
honra, prefiriéndoos los unos a los otros.”
2. Servicio diligente. Rom.12:11; “En lo que requiere diligencia, no perezosos;
fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;”
3. Actitud positiva Rom. 12:12; “gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación;
constantes en la oración;”
IV.  Relación con los no creyentes.

Sin duda alguna, nuestra relación con el no cristiano es muy importante por tal razón
debo estar:
1.  Viviendo en paz. Algo que debe  caracterizar al cristiano es que debe vivir en  paz con las
personas. Rom. 12:17-18; “No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno
delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad
en paz con todos los hombres.”
2.  Evitando venganzas. El creyente ya no debe tener deseos de venganza, sino que deja
que Dios se encargue  de ese asunto; Rom. 12:19; “No os venguéis vosotros mismos,
amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la
venganza, yo pagaré, dice el Señor.
3. Sirviendo al enemigo. El cristiano debe aprender a servir aun a sus a la  gente no
cristiana, para que a través de nuestro servicio puedan convertirse: Rom. 12:20; “Así que,
si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues
haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza”
4. Venciendo al mal. Algo que debe caracterizar al cristiano es el buen testimonio delante de
las personas no creyentes; Rom. 12:21; “No seas vencido de lo malo, sino vence con
el bien el mal.”
 
Conclusión: Todo esto  demuestra una vida  superior y esto es posible si el Señor
Jesucristo reina en nosotros y estamos rendidos al Espíritu Santo.

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