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La Autoridad, Pastores, Lideres y Miembros

En el mundo del cristianismo moderno la palabra autoridad suena mucho en los púlpitos
seminarios, institutos, etc.; por lo general se suelen escuchar expresiones como “ora con
autoridad”, “yo soy la autoridad de la iglesia”, “el hermano predica con mucha autoridad”.
Cabe destacar que si el concepto de autoridad que manejamos no es el concepto que Dios
maneja entonces estamos haciendo las cosas mal. Muchos atribuyen la autoridad a gritos o
predicaciones con volúmenes de voz muy altos, la autoridad con jefe y señor de la congregación
o en el caso de los diáconos a jerarquías de mando que los ponen por encima de otros y así
sucesivamente, siendo está ultima la más frecuente donde en vez de pastores somos amos. Por
ello es necesario que entendamos que es autoridad.

Para definir de forma correcta lo que es la autoridad es necesario ir a las Santas Escrituras para
entender cuál es la autoridad bíblica que ha de manejarse dentro de la congregación.

1. 1. LA AUTORIDAD SE OBTIENE CON EL TESTIMONIO.

Mateo 7: 28. Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; 29.
Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

Esta autoridad que maravillaba a la gente era que sus palabras iban acompañada por sus
acciones, lo contrario de los escribas quienes enseñaban y exigían al pueblo cosas que ellos
mismos no cumplían. Nuestras acciones pueden hacer que nuestras palabras tengan o no
autoridad. Por esa razón Pablo le escribe a Timoteo los requisitos que debe poseer un hombre
que anhele el pastorado o el diaconado en la iglesia:

2 de Timoteo: 1. Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea.

2. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;

3. no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable,


apacible, no avaro;
4. que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad

5. (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);

6. no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.

7. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en
descrédito y en lazo del diablo.

8. Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos
de ganancias deshonestas;

9. que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.

10. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son
irreprensibles.

11. Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.

12. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.

13. Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha
confianza en la fe que es en Cristo Jesús.

Aquí vemos ciertas exigencias dadas por Dios para todos aquellos que están en el gobierno de la
Iglesia y el propósito de ello es que el pastor y el diacono tengan autoridad, en el verso hace el
énfasis “para que no caiga en descrédito , creo que los pastores y lideres debemos ocuparnos
en nuestras vidas personales en cuanto comunión y obediencia a Dios en todos los aspectos
antes de pretender estar enseñando y exigiendo a otros en cuanto a su vida cristiana, muchas
veces estamos tan inmersos en la obra del Señor que olvidamos al Señor de la obra y ese
activismo mal sano se puede traducir en descuido en las áreas personales, vitales para un buen
testimonio.

Otro aspecto es que un pastor o diacono sin autoridad de testimonio no debe bajo ningún
motivo estar en el gobierno de la iglesia ya que causará más daño que bien. Los pastores
debemos ser muy cuidadosos al momento de nombrar líderes en nuestras iglesias, ya que
muchas veces lo hacemos por sus habilidades y no por sus frutos y madurez lo que conlleva a la
desunión del cuerpo de Cristo y rebeldía porque al no haber una autoridad de testimonio no
hay respeto.
Romanos 2: 1. Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas;
pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.

Romanos 2: 21. Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que
no se ha de hurtar, ¿hurtas? 22. Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que
abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? 23. Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la
ley deshonras a Dios? 24. Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los
gentiles por causa de vosotros.

Lo expresado aquí arriba es el resultado de no tener esa autoridad no dada por un hombre, sino
de la autoridad dada por Dios a través de los frutos de nuestra fe, frutos que dan evidencia que
somos buena tierra.

La autoridad que tenemos no es humana es espiritual, pero esa autoridad espiritual no me la da


un certificado o un titulo, esa autoridad la da el caminar continuamente con Dios, donde El
habla y yo escucho, Él manda y yo obedezco, El corrige y yo cambio, eso me otorga autoridad e
incluso ante las equivocaciones que a veces tenemos como líderes, el que reconozcamos,
aprendamos y corrijamos fortalece nuestra autoridad, cuando mi autoridad es humana, tapo
mis defectos, errores y equivocaciones con mi cargo de dueño y señor de la iglesia. Por esa
razón debemos preocuparnos por una autoridad Espiritual genuina.

1 Corintios 2:15: En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

Solo los que poseen autoridad espiritual pueden corregir a otros.

Gálatas 6:1: Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois
espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que
tú también seas tentado.
¿Se imaginan a una persona que no posea autoridad espiritual corrigiendo? ¿Cuál sería la
reacción de la persona que está siendo corregida? Hoy en día los lideres y pastores hacemos
más uso de la autoridad que nos otorga un titulo que la autoridad que de nuestras vidas y es
algo en el que debemos reflexionar si en verdad queremos servirle al Señor.

2. 2. LA AUTORIDAD ES PARA EDIFICACIÓN.

2 Corintios 13:10: Por esto os escribo estando ausente, para no usar de severidad cuando esté
presente, conforme a la AUTORIDAD que el Señor me ha dado para edificación, y no para
destrucción.

La autoridad que tenemos sobre el rebaño debe ser para la edificación y crecimiento del mismo,
algunas medidas a tomar en muchos momentos serán severas o contundentes pero la finalidad
siempre debe ser la edificación. La autoridad nunca debe ser para conseguir mis deseos
personales, mi autoridad la cual fue dada por Dios es para conseguir los propósitos de Dios
Padre, no los nuestros.

NUNCA bajo ningún concepto debemos utilizar la autoridad que tenemos sobre el rebaño como
plan de venganza o quitar a cualquiera que estorbe en mis deseos egoístas los cuales son
totalmente humanos y afectan la iglesia del Señor, aunque suene duro o imposible suele
suceder con mucha frecuencia. Muchas veces hay miembros que están haciendo una muy
buena labor para la iglesia y para el Señor y los líderes prohíben esas cosas solo por el hecho de
ellos no estar de acuerdo, en ese momento su autoridad es para destrucción y no para
edificación.

Un pastor que se salga de lo escritural en cuanto a la autoridad o mal interprete lo que es la


autoridad y abuse de ella, no puede recibir el tan valioso titulo de siervo del Señor.

3 3. LOS MIEMBROS TIENEN QUE OBEDECER LA AUTORIDAD


Cuando en la iglesia se maneja una correcta autoridad, los miembros están en la obligación de
estar sujetos y en obediencia a sus pastores y líderes, con honra y reverencia.

1 Tesalonicenses 5:12: Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre
vosotros, y os PRESIDEN en el Señor, y os amonestan;

Cuando el miembro no se sujeta a sus pastores y lideres y se molestan siempre que son
amonestados o se rebelan contra las autoridades, estamos hablando de un miembro que no es
espiritual, de lo contrario es un rebelde carnal y desobediente. ¿Qué dice la Biblia?

Los rebeldes no conocen a Dios.

Tito 1:16. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y
rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.

Los que se oponen a las autoridades se oponen directamente a Dios

Romanos 13: 1. Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad
sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. 2. De modo que quien se
opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación
para sí mismos.

¿Qué se debe hacer con un rebelde que no corrige rebeldía hacia la autoridad?

Tito 3:10: Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo,

Mateo 7: 15. Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te
oyere, has ganado a tu hermano. 16. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para
que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17. Si no los oyere a ellos, dilo a la
iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

¿HASTA QUE PUNTO SE PUEDE OBEDECER A LOS PASTORES Y SUJETARME?

Hebreos 13:17: Obedeced a vuestros PASTORES, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no
quejándose, porque esto no os es provechoso.

La Biblia explícitamente manda sujeción a los pastores y lideres pero esa obediencia y sujeción
siempre debe ser en El Señor si yo como pastor me salgo de lo establecido por Dios en su Santa
Palabra NINGÚN MIEMBRO está en la obligación de obedecerme y sujetarse a mí, pero en el
caso contrario si el pastor o el líder actúa sujeto a lo establecido en la Palabra cada persona
debe estar sujeta en obediencia y respeto.

¿PUEDEN LOS HERMANOS DE LA IGLESIA CONFRONTAR A SUS LÍDERES Y PASTORES?

SI, Primero deben tener la autoridad bíblica para poder hacerlo y ya se explico brevemente lo
que es la autoridad. Vamos a un pasaje Bíblico a ver qué ocurrió con un Apóstol que se desvió
de lo establecido.

Gálatas 2: 11. Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de
condenar.12. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero
después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.13.
Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue
también arrastrado por la hipocresía de ellos. 14. Pero cuando vi que no andaban rectamente
conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives
como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?
Pedro podría ser uno de los apóstoles que sirvieron junto a Cristo, el apóstol a quien el mismo
Jesús le entregó las llaves del Reino, quien presenció la muerte del Señor y presenció su
resurrección; pero cuando se salió de lo establecido fue confrontado delante de todos, en la
iglesia el gobierno debe ser plural no individual para que cuando uno de los que están en
eminencia se desvíe otros puedan traerlo de vuelta a lo establecido. ¿Cómo reaccionaría un
pastor hoy en día al ser confrontado? ¿Nosotros como pastores poseemos madurez para recibir
corrección?

Todo lo referente a autoridad debemos llevarlo a la luz de la espiritualidad y la espiritualidad


puede entenderse como madurez y obediencia a Dios Padre de lo contrario la tergiversación
siempre estará presente y si a eso le aunamos nuestros deseos personales las cosas se
complicarían un poco más. Solo resta sujetarnos solo a los Escrito y dejar de meter tanto
humanismo y formatos del mundo a nuestras iglesia que en muchas ocasiones hieren en vez de
sanar; destruyen en vez de edificar; alejan en vez de acercar.

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