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1972-2000
NUEVA SEDE DE GAS NATURAL, Barcelona, 1999-2006
Carolina B. García
El nombre del arco es vida; su obra es muerte. ¿Quién se sustraerá al fuego que no se oculta?
Heráclito
Sólo la palabra precede a la acción. Así lo entendía uno de los maestros de Miralles, Paul 1 Maqueta de la nueva sede de Gas Natural, Barcelona,
2000. Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
Ricoeur.1 Cuando se acaba el tiempo de la acción, el de la vida, únicamente la palabra con- Imagen cedida por Benedetta Tagliabue
serva su poder. Es quizá por ello por lo que, a medio camino entre Houston y Barcelona, © Estudi Miralles Tagliabue, EMBT.
el proyecto para la nueva Sede de Gas Natural en Barcelona sólo debe ser entendido e
interpretado desde la palabra. Una TORRE, una PUERTA y una LLAMA. Y desde la
conciencia de que el tiempo de la vida, el de la acción, se acaba, Miralles vuelve a recurrir
a la arquitectura que se construye como yuxtaposición de palabras. Así su primer proyecto
en Hostalets de Balenyà.2 Y el que debía ser su primer «rascacielos» construido.3 Cuando
un arquitecto se enfrenta al eterno desafío del quid tum? albertiano, emerge la bella res
combinatoria de las palabras. Palabras que legitiman su presencia desde la tradición de la
arquitectura. Modelos ya conocidos que se inscriben en la historia del solar construyendo
la última alegoría arquitectónica de su obra en forma de imágenes que se constelan en la
última red de significados e interpretaciones que interactúan abiertamente con la tradición
de la ciudad.
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«dinamismo-estático» de las vanguardias, realizaban ejercicios de equilibrio horizontal.
Así, el Wolkenbügel o Rascacielos Horizontal de Lissitzky del año 1923, artefacto que debía
flotar sobre la plaza Nikitsky de Moscú, se erige como el resultado de las correspondencias
entre artes gráficas y arquitecturas al derivar, tal y como afirma el autor, de su famoso
Proun 82. América legaba a la historia la acumulación vertical del capitalismo, mientras
Rusia desafiaba las leyes del equilibrio universal con los postulados de su revolución. Y
entre América y Rusia, una nueva Europa que desde 1929 debía conciliar los extremos
ideológicos de ambas potencias. «¡Pero esto es Europa! Su misión consiste en crear el equi-
librio entre los dos grandes continentes, entre los polos de la atención mundial de hoy.»5
2 Un eco con el que se emparentará la propuesta de Miralles. De hecho, la transgresión del
modelo que Miralles-Tagliabue proponen es el aspecto más valorado por el jurado en su
veredicto final. Al concurso restringido, convocado en julio de 1999 y en el que la compa-
ñía escoge un antiguo solar de la empresa en Barcelona, se invitó a ocho equipos de arqui-
tectos catalanes.6 Los proyectos se presentaron el 29 de octubre del mismo año. El día 3 de
noviembre se acuerda, por unanimidad, la selección de las propuestas de los dos equipos
compuestos por Martínez Lapeña-Torres y Miralles-Tagliabue, quedando la decisión en
manos de la compañía, que se decantó finalmente por la firma EMBT. Del extracto de la
opinión del jurado, destaca que la propuesta de Martínez Lapeña-Torres «representa una
muy sabia síntesis tanto de la experiencia contemporánea de los rascacielos y de las torres
como de la memoria de algunas arquitecturas representativas de Barcelona, […] se signi-
3
fica como una recapitulación de todo un período de la arquitectura moderna». Modelos
ya conocidos, que se valen del preciado calificativo de sabia síntesis, que parecen tener
en cuenta la historia como leitmotiv de su arquitectura. Sin embargo, de la propuesta de
EMBT cabe esperar lo contrario, ya que «constituye una apuesta por el futuro, un intento
de invención de una nueva tipología de edificio en altura, altamente representativo que,
al mismo tiempo, aporta espacios públicos de gran calidad, […] supone una apuesta por
la arquitectura inédita y por la experimentación, intento que puede ser positivo para la
empresa y para la ciudad poder disfrutar de una obra tan impactante y sugerente». Pues es
la necesidad de la invención de una nueva tipología de edificio en altura lo que persigue
la compañía, a pesar de que en ningún momento se menciona la palabra «torre» o «rasca-
cielos», algo de lo que ya nos ha hablado Juan José Lahuerta.7
El modelo A pronto encontrará su homónimo en las dos torres análogas del cintu-
rón litoral que rematan el eje monumental de la rambla Marina. Del mismo modo que el
modelo B se reconoce en las viejas y vecinas construcciones del barrio de La Barceloneta,
4
construyendo en voladizo una nueva puerta urbana de acceso a éstas. La operación de
simbiosis con el entorno parece, de momento, coherente. Un assemblage que, como el
propio Miralles afirmaba, «huye de considerar los edificios en altura desde cualquier
2 Wolkenbügel, Moscú, 1923. El Lissitzsky. apriorismo». A pesar de ello, son algunos los ejemplos que permiten entender la operación
3 Proun 82, 1923. El Lissitzsky.
de Miralles-Tagliabue insertada en una tradición de edificios en altura. El complejo de
4 Romeo and Juliet, SpringGreen, Wisconsin, 1895.
apartamentos de Hans Scharoun en Stuttgart, de 1954, constituye un referente visual en
Frank Lloyd Wright. la composición de su volumetría. Romeo, torre fálica de 19 pisos. Julieta, galería abierta
en forma de semicírculo, erótico assemblage de dos tipologías antagónicas. De hecho, fue
Adolf Loos quien, en su famoso ensayo «Ornamento y delito», definió la cruz como el
primer ornamento de origen erótico.
5. Erich Mendelsohn: Russland, Europa, Amerika. Ein
Architektonischer Querschnitt, Berlín: Rudolf Mosse, 1929.
La primera obra de arte, el primer acto artístico que el primer artista, para librarse de sus excreen- La cita se ha traducido a partir de la versión en inglés apa-
cias, untó en la pared. Una línea horizontal: la mujer yaciendo. Una línea vertical: el hombre recida en la reedición bilingüe de este libro en la editorial
Birkhäuser Verlag. Basilea, Berlín, Boston, 1989, pág. 170.
penetrándola.8
6. El concurso de ideas restringido —en cumplimiento del
artículo 7 de la Propuesta de Modificación— propuso a los
siguientes equipos de arquitectos: Manuel Brullet-Alfonso
Un supuesto origen mítico al que no sólo acude este proyecto del admirado de Luna, Miquel Espinet-Antoni Ubach, Carlos Ferrater,
Scharoun. La Bolsa de Königsberg (1922) y el Palacio de Negocios en la Friedrichstrasse Enric Henry, Josep Antoni Llinàs, Josep Antoni Martínez
de Berlín (1921) son otros ejemplos. Si bien los ejemplos de Sharoun nunca desafiaron Lapeña-Elías Torres, Josep Martorell-Oriol Bohigas/David
Mackay, Enric Miralles-Benedetta Tagliabue. La ausencia
las leyes de la estática. de nombres destacados fuera de las fronteras catalanas se
En una de sus últimas entrevistas, Miralles afirmaba: justificaba en la buscada perpetuación de la historia de la
compañía en los proyectos de los hombres que se encar-
garon de construir la arquitectura de la democracia, cuyas
Almacenar, que es también un poco la explicación del proyecto de la Nueva Sede de Gas afinidades políticas eran de sobras conocidas.
Natural; no considerar los edificios en altura como una especie de apriorismo formal, sino 7. Juan José Lahuerta: «Sulla sede di Gas Natural», Casabella,
verlos, por razones de densidad, como algo donde tienes que ir almacenando cosas. La torre de núm. 754, págs. 87-88.
8. Adolf Loos: «Ornamento y delito», en Escritos I, 1897-
Gas resulta de coger las viviendas que hay al lado, levantarlas, y encima ponerles otras. Como 1909, Madrid: El Croquis Editorial, 1993, págs. 346-347.
aquellos edificios altos de los años veinte, en los que cosas distintas iban almacenándose —más Se trata de la conferencia pronunciada por Loos en 1908,
cuya primera edición se desconoce. Posteriormente fue
que confiar en el estilismo, o en la cuestión icónica, de la que a veces es difícil escapar—. Se trata
publicada en Cahiers d’Aujourd’hui (1913) y en Frankfurter
de explicar el almacenamiento de las cosas —cómo entras, cómo mueves las cosas, cómo sales—; Zeitung, el 24 de octubre de 1929.
es algo que empezamos a hacer también nosotros en otros proyectos.9 9. Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla: «Apuntes de una
conversación informal (con Enric Miralles)», El Croquis
(Madrid), núm. 100-101 (2000), pág. 16.
La reflexión del arquitecto arranca con las arquitecturas en altura de los años vein- 10. Nos referimos al concurso para los archivos de
Orenstadt, que aparece junto al ejemplo del concurso de
te, aquellas que él tanto admiraba, como la torre de 1919, del constructivista Ladovsky, Gas Natural en la entrevista que nos ocupa. «El de los
miembro del Zivskulptarkh, modelo que el propio Miralles no tuvo ningún reparo en Archivos en Orestadt es algo parecido; por ahí empezaron
los edificios a almacenar cosas en altura.» En Emilio Tuñón
robar para algunas de sus propuestas de concursos que nunca vieron la luz.10 Arquitecturas
y Luis Moreno Mansilla, art. cit., 16 . Se trata de un método
que almacenaban «cosas», volúmenes en vertical que desafían toda ley de equilibrio clá- de trabajo que tiene su origen en las arquitecturas rusas de
sico, como la propuesta de Mélnikov para la nueva sede del diario Pradva, en 1924. Este los años veinte, y que Louis I. Kahn junto a Anne G. Tyng
recuperan para la torre que debía acoger la nueva sede del
mismo año, Moisei Gínzburg explicaba en su libro Estilo y Época cómo la vanguardia rusa Ayuntamiento de Filadelfia en 1957. Así expone Kahn su
había conquistado un nuevo dinamismo, todo ello gracias a unos gráficos elementales propuesta en la memoria: «La torre de malla espacial se
que representaban la búsqueda de nuevos equilibrios según el período histórico que los desarrolló para satisfacer el deseo de mostrar una de las
ilimitadas posibilidades de la construcción tridimensional.
comprendiera. Esquemas de equilibrios elementales para las arquitecturas de Grecia y el […] Se trata de una exploración de las formas resultantes
Renacimiento italiano, equilibrios más complejos en los ejemplos del gótico y el barroco, de extender un sistema de malla espacial triangular en
dirección vertical». En Louis I. Kahn: «Toward a Plan for
y como paradigma de la modernidad, una flecha horizontal que bien podría representar el Midtown Philadelphia», Perspecta 2: The Yale Architectural
modelo B en voladizo del assemblage de Miralles-Tagliabue, y que allí Gínzburg representa Journal, 1953, págs. 10-27. (Trad. esp.: Louis I. Kahn:
con el concurso para el Palacio del Trabajo de los hermanos Vesnín. Escritos, conferencias y entrevistas (ed. Alessandra Latour),
Madrid: El Croquis editorial, 2003, págs. 52-53.) En el caso
Pero entre la macla del modelo A-TORRE y el modelo B-ALERO o PUERTA, que de Enric Miralles, encontramos por primera vez el gesto de
constituye, como hemos visto, un ejercicio para ser medido desde su tradición arquitectó- «acumular» en vertical en la propuesta del concurso para
el Museo de Arte Contemporáneo de Zaragoza, del año
nica más inmediata, se convoca el espacio de la «representación» o la «alegoría», aquel en 1994. Enric Miralles: Obra Completa, Madrid: Electa, 1996,
el que muchos proyectos del arquitecto parecen definirse. En palabras de Miralles: «un día págs. 170-171.
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Si hubiera de grabar a la entrada de la población un jeroglífico que representara lo que fue y
lo que es ahora, pintaría a la izquierda una sombra, y a la derecha un sol, con este mote en
medio de los dos cuerpos, escrito en latín, EL SEÑOR HA HECHO ESTO, ES ADMIRABLE
A NUESTROS OJOS, y al pie: ANTES ERAIS OSCURIDAD, AHORA SOIS LUZ, del
Evangelio de San Mateo, 21,42, es el primer mote, y de la Carta de San Pablo a los Efesios, 5,8
el segundo.13
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del gusto de Miralles, como atestiguan algunos de los documentos gráficos que él mismo
coleccionaba y a los que hemos tenido acceso gracias a la última publicación de EMBT
en 2009.19
Dice el propio Miralles:
Tantas veces he representado la destrucción de un edificio para encontrar cuál era su forma,
o para hacer aparecer cuál había sido su proceso de formación, su hacerse. Y ocurría que en
cualquiera de los estados de deformación y ruina, la construcción conservaba sus mejores cua-
lidades...20
[…] para comprender bien el gesto de este hombre, basta observar que hay dos tipos de trabajo:
el trabajo que destruye y el trabajo que construye. Hay oficios que consisten únicamente en
demoler. Hay oficios que demuelen y construyen. Pero no hay ocupación humana que no haga
más que construir. En efecto, sólo el trabajo destructivo es lo propio del hombre, y es innato en
él, es adecuado a su naturaleza.23
14 Ésta es la naturaleza del trabajo destructivo, del que Miralles tomaba buena nota,
a raíz de las imágenes que pertenecen a la publicación italiana con la que arrancábamos.
En la portada, una ilustración de Mario Sironi nos interesa. En primer plano, un cuerpo
sin vida yace frente al volumen negro prominente de un barco, del que emerge hacia el
cielo una gran llama de fuego. Al fondo, la ciudad, con sus viejas construcciones tradi-
cionales, se convierte en el testigo mudo de la barbarie, construcciones donde siempre
está presente la presencia vertical de los aviones de bombardeo. Las páginas interiores no
hacen más que ahondar en la destrucción masiva que supuso la ofensiva en la primavera
13 Fábrica de Catalana de Gas. La torre de les Aigües
desde el interior, 1905. Josep Domènech Estapà. del 38, como ya hemos evidenciado.
14 Gasómetros junto al mar, 1930.
Pero entre las imágenes de destrucción de la Contienda Civil destaca una, por
su extraordinario parecido mimético con la sección de la llama de gas que Miralles-
15 Catalogna. Documentario fotografico dell’assedio
aéreo, fotografía interior, 1938. Tagliabue buscaban —representar—. Una imagen del pasado que encuentra sus reso-
nancias en el último documento que Miralles nos legó: la maqueta del edificio de Gas
Natural.24 Otro tipo de découpage. Se trata de una fotografía tomada por el fotógrafo de
guerra Lladó, de la calle de la Ruda de Madrid, conservada en el Archivo Fotográfico del
Patronato Nacional de Turismo.25 Pronto la imagen que aquí vemos se incorporaría como
documento gráfico en gran cantidad de carteles y folletos de propaganda de guerra de
la época. El primero en hacerlo fue el panfleto Ayuda a Madrid, de 1936. Más tarde lo
haría la Generalitat de Cataluña, en los carteles para el Comissariat de Propaganda, donde
la imagen de la ruina de la calle de la Ruda aparece tratada con el recurso gráfico de una
explosión junto a la imagen, en primer término, de mujeres y niños que huyen de las
consecuencias de la destrucción.26
Fue Benjamin el pensador de la precariedad, de la ruina y el fragmento. En su 15
escrito El carácter destructivo, publicado el 20 de noviembre de 1931, exponía el siguiente
manifiesto:
19. Mark Wigley: «After life, in progress», El Croquis, núm.
El carácter destructivo sólo conoce una consigna: hacer sitio; sólo una actividad: despejar. Su
144, (2009), pág. 14.
necesidad de aire fresco y espacio libre es más fuerte que todo odio. […] 20. Enric Miralles: «Al margen de otras consideraciones», El
Al carácter destructivo no le ronda ninguna imagen. Tiene pocas necesidades y la mínima sería Croquis, núm. 70 (1994), 36-39; ídem: «Dos Cubiertas (2)»,
saber qué es lo que va a ocupar el lugar de lo destruido. […] en Enric Miralles, Martínez Lapeña & Torres Tur: arquitectos
El carácter destructivo es una señal. […] catalanes, Santiago de Chile: Ediciones ARQ, 1995, págs.
El carácter destructivo no está interesado en absoluto en que se le entienda.27 90-101.
21. Red.: «Nueva Sede de Gas Natural», El Croquis, núm.
144 (2009), pág. 196.
Bajo la señal del carácter destructivo en la futura obra de Miralles-Tagliabue, el 22. «Sastres», en el original francés tailleurs, es decir, «cor-
tadores», como en alemán: schneidern. El oficio opuesto al
solar que la compañía Gas Natural ocupará a partir de 1954 va gestando y acumulando de costurera.
trazas invisibles de su historia. A las trazas que el arquitecto-poeta, a través de la palabra, 23. Adolf Loos: «Beauté de la destruction ou destruction de
devolverá a la vida, poco les importan las imágenes. Como dice el filósofo, tienen pocas la beauté?», Paris-Soir (5.04.1925). Trad. cast.: Adolf Loos:
«¿Belleza de la destrucción o destrucción de la belleza?», en
necesidades y la mínima sería saber qué es lo que va a ocupar el lugar de lo destruido. Escritos II, 1910-1932, Madrid: El Croquis Editorial, 1993,
Bajo esta señal, casi como una premonición benjaminiana, la crítica poco entendió del págs. 223-224.
24. Descripción de la maqueta expuesta por EMBT.
por qué de una LLAMA DE GAS o del por qué de una PUERTA en aquel lugar. No eran Materiales: madera; escala: 1:100; dimensiones: 200x280x100
imágenes, aunque sus herederos se apoderaron rápidamente de ellas. Era la única manera cm aprox.; estado actual: en el archivo EMBT; presentación:
de poder finalizar aquel proyecto. También fue Benjamin quien denunció el hastío del exhibida en la exposición Barcelona in Progress, celebrada en
el edificio Fórum entre mayo-octubre 2004, Barcelona.
mundo que se sumergía en la anestesia de la imagen. «¿No se alimentará la complacencia 25. AGA_F_04038_53153_001. Referencia: 53.153 Archivo
en el mundo de las imágenes de una obstinación sombría en contra del saber?».28 Como Fotográfico del Patronato Nacional de Turismo.
26. Y fue Josep Renau quien firma el cartel que vemos en la
si el edificio hubiera caído en una obstinación sombría en contra del saber, no eran imá- imagen, en el que la fotografía de los restos del edificio de
genes que buscaban el diálogo con las edificaciones de la vecina Barceloneta aquello que Madrid aparece como telón de fondo, junto a la expresión
le daba forma, sino un umbral en el que culmina el eje triunfal que Miralles tomó en de terror de una madre y su hijo bajo el vuelo vertical de
los aviones de guerra, frente a la pregunta incriminatoria:
herencia. El eje de la poesía.29 Un eje que, desde Verdaguer hasta Salvat-Papasseit, cons- ¿Qué haces tú para evitar esto?
truía con las palabras el espacio en el que desea habitar el poeta. Que se formula siempre 27. Walter Benjamin: «El carácter destructivo», en Discursos
interrumpidos I (pról., trad. y n. Jesús Aguirre), Madrid:
desde una ausencia.
Taurus, 1973, págs. 159-161.
Así lo recordaba Maurice Blanchot en su ensayo La part du feu: 28. Ídem: «La lejanía y las imágenes», op. cit., pág. 152.
29. «El placer del soñador reside por tanto en poner un
La imagen, en el poema, no es la designación de una cosa, sino la manera con que se realiza término a la naturaleza en el marco de desvaídas imágenes.
Conjurarla bajo una llamada nueva es el don del poeta.» En
la posesión de esta cosa o su destrucción, el medio que el poeta ha encontrado para vivir con Walter Benjamin, op. cit., pág. 153.
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ella, por ella o contra ella. […] La imagen es ante todo una imagen porque es la ausencia de lo 16 Maqueta de Gas Natural, Barcelona, 2000. Enric
Miralles y Bendetta Tagliabue.
que ella nos da, y nos lo hace alcanzar como la presencia de una ausencia, requiriendo, por ese Imagen cedida por Benedetta Tagliabue
camino en nosotros, el movimiento más vivo para poseerla.30 © Estudi Miralles Tagliabue, EMBT.
Decido no separarme de Darrieux hasta que me explique qué está mirando con tanta fijación
desde lo alto del paseo de Sant Joan. Me cuenta finalmente que mira el rascacielos de Gas
Natural que, hace ya tres años, impide que desde lo alto del paseo pueda verse el mar como se
había visto siempre hasta que lo taparon con ese edificio desafortunado y nada utópico.31
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Sentado sobre el depósito de gasolina de un aeroplano, con el vientre caliente por la cabeza 22 Detalle del fragmento de la Sede de Gas Natural lla-
mado «el capitel». Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
del aviador, sentí la ridícula inutilidad de la vieja sintaxis heredada de Homero. ¡Violenta nece-
sidad de liberar las palabras, sacándolas de la prisión del período latino! Naturalmente, como
todo imbécil, tiene una cabeza previsora, un vientre, dos piernas y dos pies planos, pero jamás
tendrá dos alas. ¡Apenas lo necesario para caminar, para correr algunos instantes y pararse casi
en seguida resoplando!
Las viejas sintaxis de Homero han de ser abolidas. Es por ello necesario el eco de
la destrucción que direccione la literatura hacia otro posible origen. O bien la arquitec-
tura hacia otra posible construcción. Y es aquí donde el gesto de Miralles encontraba sus
resonancias en la erótica del ornamento de Loos. La presencia de una vertical junto a una
horizontal no era más que el intento desesperado de situar la propuesta de su torre en un
origen común. En el origen de todo lenguaje. Pero recordemos que la cruz no es más que
un ornamento. Una imagen. A la que le pueden simultanear infinitud de equivalentes,
del mismo modo que la nueva sintaxis futurista acogía la libre asociación entre verbos,
imágenes o signos de puntuación. No es de extrañar que tan sólo unos meses después de
39. Se trata de la exposición On-Site: New Architecture in
que la maqueta de la estructura del edificio fuera adquirida por el MoMA para formar Spain, celebrada en el MoMA del 12 de febrero al 1 de
parte de la exposición On-Site,39 Llàtzer Moix se refiriera a ella como «no una torre al uso, mayo de 2006. Junto a la maqueta de la estructura del
edificio de Gas Natural —adquirida el 19 de septiembre
[…] sino una peculiar construcción integrada por cuatro cuerpos, uno de los cuales sus del mismo año— se exhibía la maqueta de la Torre Cube
creadores denominan el “portaaviones”».40 de Carme Pinós en Guadalajara, Mexico, propiedad tam-
El equilibrio horizontal de los constructivistas rusos es consumido desde la nada bién de dicha institución, con registro 82.2006. Como
fondos del MoMA, dos obras de Enric Miralles en forma
ingenua imagen del ala de un avión. Como los Savoia S.81 italianos que bombardearon de maqueta, que bien podrían ser interpretadas como un
el solar de Catalana de Gas años antes; o como los Caproni C.61 que ilustraban las pági- inicio y un final en su carrera: el Cementerio de Igualada
[83.2006] y la torre de Gas Natural [78.2006].
nas del Vers une Architecture de Le Corbusier, o incluso las alas que reclamaba Marinetti 40. Llàtzer Moix: «El espejo del cielo», La Vanguardia
como brazos al hombre. Se creaba así «la psicología intuitiva de la materia», sin necesitar (22.12.2005), VIVIR en Barcelona, pág. 7.
expresar los fragmentos de la sensibilidad futurista mediante la sintaxis tradicional e inte- 41. Otro ejemplo de «psicología intuitiva de la materia»
es el recientemente aportado por Juan José Lahuerta al
lectiva.41 Él mismo se dedicará a publicitar sus ideas revolucionarias sobre la escritura en rescatar en su ensayo «Mies popular» la portada de la revista
sus Parole in Libertá el mismo año, o más tarde en su famoso «romanzo explosivo», 8 Anime Algo del 12 de abril de 1930. En ella aparece un inquietante
fotomontaje. Al equilibrio vertical que encarna el capitalis-
in una Bomba. Conocidos es por todos la confianza ciega que los futuristas depositaron en
mo del Empire State Building se le contrapone el equilibrio
la I Gran Guerra, como el primer acontecimiento capaz de destruir el pasado y preparar horizontal de la máquina, en este caso no un avión de
al mundo para la nueva revolución cultural. guerra, sino un desproporcionado dirigible. En Juan José
Lahuerta: Humaredas. Arquitectura, ornamentación, medios
Pero prestemos atención al tercer elemento que acaba prefigurando la imagen impresos, Madrid: Editorial Lampreave, 2010, pág. 312.
final del edificio. A la TORRE vertical y la PUERTA horizontal o «portaaviones»42 se le 42. «El ala portaaviones —prosigue Tagliabue— es un ele-
adjunta aquello que Miralles definió como una LLAMA DE GAS. El espacio del poeta, mento muy espectacular, que hemos materializado con la
colaboración del ingeniero Julio Martínez Calzón. Antes
que como ya intuyó Gaston Bachelard en su ensayo Fragments d’une Poétique du Feu, lo pre- consultamos con otros estructuristas, que no se atrevían a
side «una belleza específica que nace del lenguaje, a través del lenguaje, por el lenguaje».43 sostenerla sin ayuda de un pilar en un extremo. Calzón, en
cambio, ha ideado un estructura similar a la de un puente,
Un nuevo lenguaje de sintaxis abolida. Así es como las palabras que recobran la historia sostenida por una gran viga única, y ha logrado que esta
invisible de La Barceloneta convocan esa belleza y libertad futurista. Entre muchas, EL parte del edificio esté suspendida en el vacío.»
FUEGO se encuentra siempre presente en el trabajo de su poeta, Salvat-Papasseit. De esta 43. Gaston Bachelard: Fragmentos de una poética de fuego,
Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, 1992, pág. 43. Edición
manera combina la influencia vanguardista con las imágenes extraídas de la vida cotidiana original Fragments d’une Poétique du Feu, París: Presses
de su barrio, donde vivió una temporada junto a su mujer y sus dos hijas, en el número Universitaires de France, 1988.
401
11 de la calle de Ginès i Partagàs. Uno de los poemas, titulado Columna Vertebral: Sageta 23 Maqueta de la nueva sede de Gas Natural, Barcelo-
na. Enric Miralles y Benedetta Tagliabue. On-Site: New
de Foc proclama: Architecture in Spain, exposición celebrada en el MoMA
del 12 de febrero al 1 de mayo de 2006.
Experiència, moral, sistemes de govern, sistemes filosòfics, religions: Sofismes els sofismes per a
qui només veuen amb els ulls del cervell.44
Ojos del conocimiento contra los que se opone el camino del fuego, «SEMPRE
AMUNT». Antes de la publicación de su segundo libro, Salvat escribe intensamente en
revistas y periódicos como La Columna de Foc, de Reus, o Mar Vella, una revista de La
Barceloneta dirigida por su amigo Tomás Garcés, donde Salvat-Papasseit publica, en el
número 4, su segundo manifiesto Concepte del Poeta, el mismo 1919, donde establece la
trilogía FUEGO-PALABRA-DIOS, que son «el pecho y la mente y el brazo de todo poeta.
Como una arquitectura que se llamará Miguel Ángel o Leonardo da Vinci, o Bernard
Palissy, o Ramon Llull, o Goethe: incluso Nietzsche como Cristo, incluso Napoleón
como san Francisco».45 En el año 1921 publicaría L’irradiador del Port i les gavines, un con-
junto de poemas poco unitario, donde la dualidad del título —entre el maquinismo del
irradiador y el elemento naturalista de la gaviota— presidirá todo el libro y marcará un
cambio respecto a Poemes en ondes hertzianes, a la búsqueda de una poética personal con
fórmulas pertenecientes a la poesía tradicional, hacia una mitificación de la realidad coti-
diana, en la que el hombre y la máquina están condenados a convivir. O en palabras del
propio Manfredo Tafuri, entre lo «todo dicho» de la técnica y el «silencio» de la poesía,
el largo camino del ir nombrando humano, el renacer invisible de la tierra en nuestras
palabras, según el poeta Rainer Maria Rilke.
No es de extrañar, que entre las últimas de Salvat-Papasseit, rescatadas de su lecho 44. Joan Salvat-Papasseit: Obra Completa. Poesia i prosa (ed.
Carme Arenas Noguera), Barcelona: Galàxia Gutenberg,
de muerte, bajo el cojín de la cama en la casa de La Barceloneta, un 7 de agosto de 1924, 2006, págs. 46-47. «Experiencia moral, sistemas de gobier-
nos regalara los siguientes versos: no, sistemas filosóficos, religiones: Sofismas los sofismas
para quien ve solamente con los ojos del cerebro.» Joan
Salvat-Papasseit: Poesía completa (1894-1924), Barcelona: La
Mai no he tingut fortuna, ni mai no la tindré. Poesía, Señor Hidalgo, 2008.
Però la joia és meva, perquè la sé mentir, 45. «[…] el pit i la ment i el braç de tot poeta. Com una
Professió del poeta que sóc. Arquitectura que es dirà Miquel Àngel o Leonardo da
Vinci, o Bernard Palissy, o Ramon Llull, o Goethe: àdhuc
Segons la predicció, la mort em pendrà amb foc, perquè en foc interior em consum.46 Nietzsche com Crist, àdhuc Napoleon com Sant Francesc.»
El tercer texto programático de Salvat llegaría el mes de
julio del mismo año, «Contra els poetes amb minúscula.
No es el único poeta que ante la presencia de la muerte convoca la imagen del Primer manifest català futurista», publicado en el mes de
FUEGO. Hugo von Hofmannsthal, años antes de sumir la escritura en una de sus más julio en una hoja suelta impresa en una sola cara, donde
lamenta que, «després de Maragall, Poeta ple de fe i de
terribles crisis con su famosa Carta a Lord Chandos, escribía en el año 1899 el poema romanticisme, que és el que més escau a tot Poeta, no es
Criaturas de la Llama, donde reclama que «todos somos criaturas de la llama. La mariposa, trova a Catalunya un Poeta veritat i representatiu» [«des-
la intensidad de una corta y frágil vida se convierte en color. Cerca de la muerte nace mi pués de Maragall, Poeta lleno de fe y de romanticismo,
que es lo más indicado a todo Poeta, no encontramos en
orgullo y mi crueldad. […] Amo mi muerte, la llama, más que nada». Para seguir con Cataluña un Poeta de vedad y representativo.»]
Bachelard, quien afirma que «las imágenes poéticas de Prometeo designan siempre una 46. «Nunca tuve fortuna, ni nunca la tendré / pero el gozo
es mío, porque lo sé mentir, / Profesión del poeta que soy. /
acción psíquica que eleva la naturaleza del hombre. Una estética del psiquismo, es decir, Según la predicción, la muerte me atrapará con fuego, pues
una actividad psíquica que consolida y dinamiza la vida del espíritu, podrá colocarse bajo un fuego interior me consume.»
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el signo de Prometeo». Una actividad psíquica que los autores del siglo XVII trataron de
ejemplificar en sus tratados de alquimia,47 donde el fuego elemental interior, que es el alfa
y el omega de la obra, penetraba en todos los demás, y unía, por su acción magnética,
todos los elementos de la cadena.
Miralles sabía que nunca vería acabado aquel concurso que acababan de ganar
en octubre de 1999. Sabe que se muere a partir de marzo del año siguiente. Como buen
poeta, enunció las palabras que construirían su arquitectura: TORRE-PUERTA-FUEGO.
Una tríada que el ángel del lenguaje le dictaba. Ese ángel al que Miralles acudió a lo largo
de su vida, en su casa de la calle de Mercaders y en las calles de Roma.48 Un ángel del len-
25 guaje que nació de la mano de Rainer Maria Rilke, aquellos años de la preguerra cuando
25 Les Constructeurs, 1951. Fernand Léger. se creía que el fin de nuestro mundo estaba próximo. Rilke, ante el fin de sus días, en el
Sanatorio de Valmont, antes de entrar en coma el 26 de diciembre de 1926, escribió en su
libreta a lápiz, con letra clara:
Este libro ha sido posible gracias a la beca concedida por el Ministerio de Ciencia A las siguientes instituciones por facilitar el acceso y la reproducción de sus
e Innovación, «Barcelona, Arquitectura y Ciudad, 1975-1992», con registro HAR instalaciones:
2008-06439-C03-01, y que fue imprescindible para la producción previa del
número monográfico de la revista DC papers dedicado a la figura de Enric Miralles Ayuntamiento de Hostalets de Balenyà
en 2009, así como el simposio celebrado en el CUIMPB el mismo año bajo el título Biblioteca de Palafolls
«Alegoría del tiempo: la arquitectura y el universo de otro Enric Miralles». Escuela-Hogar de Morella
Instituto de enseñanza secundaria La Llauna en Badalona
A Benedetta Tagliabue, por la consulta y cesión de parte del material Jaume Trilla
perteneciente a la Fundació Enric Miralles. Josep Ustrell
Palacio de los Deportes de Huesca
A Carme Pinós, por la cesión de parte del material perteneciente al estudio Carme
Pinós. A Consuelo Trapote Castro, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura
de Barcelona, por facilitarnos el acceso a los expedientes académicos de Enric
David Bestué, Vicens Bigas y David Cabrera por la cesión desinteresada de sus Miralles, y César Díaz Gómez por su visita a La Mina de Barcelona.
fotografías de autor.
Y finalmente, a Mireia Fornells, tanto por su dedicación como gestión del material
A los autores de los textos, más allá de las palabras que los acompañan. de archivo al frente del estudio Miralles / Tagliabue EMBT.
A las siguientes instituciones por la cesión desinteresada de su material de archivo: Sin ellos, este libro no hubiera sido posible.
Ayuntamiento de Huesca
Ayuntamiento de Morella
Biblioteca de Palafolls
Escuela-Hogar de Morella
Instituto de enseñanza secundaria La Llauna
Mercados Municipales de Barcelona
La arquitectura de Miralles tiene un trasfondo inequívoco: medir a la disciplina
con el devenir. Por ello, no es de extrañar que la reflexión sobre el tiempo sea
aquello que conduce su trabajo. Tiempo implícito y provocador cuando Blanchot
anunciaba que, en el recuerdo, se liberaba el pasado. Así Miralles, al preguntarle
un estudiante que le aclare qué entiende por tiempo, responde: “…entiendo el
tiempo físico que se obtiene en un lugar determinado…Cuando empiezas a traba-
jar la primera pregunta a hacerse es ¿cual es la naturaleza del momento en el que
empiezas? Eso no implica continuidad con el pasado. Si crees que el pasado es un
aspecto del futuro, entonces te sorprenderías de lo que puedes hacer.”
Esta presencia del tiempo en la actividad del arquitecto que Miralles desarrolla tie-
ne un final previsible: “Un proyecto no cierra, diálogos: siempre deja cosas inaca-
badas, porque es imposible resolverlas y porque así es mejor. El diálogo puede re-
sumirse en el próximo proyecto recuperando finales perdidos, trabajando con ellos
en el tiempo. La duración del proyecto se traspasa de uno a otro, con relaciones
invisibles y razones secretas que continúan existiendo”. Miralles quiso representar
ese devenir en sus proyectos y lo enunció sin ambigüedades: “En el Parlamento de
Edimburgo estamos interesados en mantener esta especie de temblor”.