La subjetividad como tercera tópica psicoanalítica.
Conceptos de su metapsicología y clínica.
La noción que se ha tenido del psicoanálisis desde el siglo XIX ha ido cambiando conforme el tiempo y las condiciones sociales de las épocas dado que lo que se ha concebido como el ser humano ha ido en un lado a otro en diferentes paradigmas en los cuales no se ha determinado como una cosa en concreto. Para esto el autor plantea que la subjetividad entre en tercer lugar o más bien como una tercera tópica en el psiquismo del ser humano, la cual es indisoluble ante las otras dos tópicas y su discurso social. Para esto la concepción de un psicoanálisis individualista en el cual solo se centra aspectos de uno solo a lo que hoy en día está en el paradigma de que el ser humano es un ser social. Con ello se ha planteado una meta psicología en la cual podrá ser útil para otros modelos de terapia clínica como la típica psicoanalítica, la grupoanalítica la cual en se aplica en grupos pequeños a grupos grandes, multifamiliar etc. Con diversos autores se ha ido un cambio paulatino en el cual diversos conceptos han ido cambiando como lo fue en su tiempo en las diversas escuelas del psicoanálisis al igual que su heterodoxia. Antecedentes como en la línea francesa, inglesa, americana, sudamericana etc. para ello como se plantea es que la subjetividad se ha de adecuar a la tercera tópica en forma dinámica, tópica y económica al igual que en utilidad clínica. Hoy en día varios autores plantean que estamos en una postmodernidad pues de cierta manera se escapa de la objetividad que ha estado de manera hegemónica, pues hoy en día la subjetividad tiene que entrar en esta era post moderna dado que en mucho tiempo se ha confiado en el conocimiento científico y de lado al menos en la filosofía en la cual ha encontrado su extensión en muchas ramas de esta como la hegeliana llegando a interpretaciones intersubjetivas. “Desde esta posición se podría enunciar que la subjetividad está configurada por este par en lo discursivo y representacional Esta particular conformación de las representaciones y discursos, al que denominaré “procesos discursivos de la subjetividad” (PDS)” Hemos de entender que el psiquismo no puede ser seguido de forma lineal y compleja ni reduccionista pues las formaciones psíquicas varían según en la cultura pues están formando a la personalidad. En el siglo XIX con Freud se concibe que la cultura era una restricción a los impulsos humanos en los que se ha de mantener un orden social establecido pues estas vienen de una sublimación siendo una renuncia a las satisfacciones de pulsiones libidinales. Finalizando dado que la personalidad son definidas como las formaciones bio- psicológicas integradas a niveles de organización (consciente e inconsciente) y a una jerarquización dinámica que ha de determinar la estabilidad y consistencia a la par de una coherencia en la forma (ello, super yo y yo). A la par que queda en tres sistemas como el intrasubjetivo (el yo y los instintos centrados en este) en el intersubjetivo (la validación de estos mediante otra persona) y en el transubjetivo (la subjetividad del colectivo)