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Sede: Posadas
Fecha: 07-03-22
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Este sistema rige su funcionamiento mediante dos principios, la eficiencia
funcional con mínimo gasto energético y la preservación de sus estructuras.
Para llevar a cabo dichos procesos de autorregulación, requiere de componentes
fisiológicos básicos como el esquelético, articular, neuromuscular y de oclusión;
formando parte del soporte necesario para evaluar el funcionamiento del mismo,
de manera aislada y combinada. Y las unidades funcionales que son cráneo-
cervical, cráneo-mandibular, cráneo-facial, linguo-hioidea y velo-faríngea.
Unidades funcionales
El componente neuromuscular ejecuta las funciones del sistema de modo
operativo, que se activa mediante la recepción de información sensitiva-
sensorial, para luego, dirigirse hacia los centros motores generando la
contracción muscular isotónica o isométrica, logrando una actividad motriz
automática.
Unidad funcional: clasificación de la neuro-musculatura del SE en unidades
operativas, que permite evaluar y tratar la acción muscular con un rol
determinado pero independiente del resto, por lo que de manera grupal, es
fundamental para realizar un movimiento como resultado de dicha función.
Clasificación:
Unidad funcional cráneo-cervical: Se encarga del sostén de la postura cráneo-
mandibular en reposo. Se relaciona con:
Ubicación del cráneo respecto a la columna cervical, al tronco y la
mandíbula al cráneo.
Se constituye por músculos flexores (esternocleidomastoideo, escalenos
y rectos anteriores) y extensores (complejo occipital, esplenios, trapecios
y complexos).
Su punto de origen es craneal hasta insertarse en las estructuras
vertebrales y cintura escapular, estabilizando la cabeza. Además,
intervienen los músculos del cuello e infrahioideos fijando el cráneo y el
H. Hioides.
Unidad funcional cráneo-mandibular: Se observa la dinámica de la
mandíbula.
Proporciona a la mandíbula el sostén de la postura en reposo mientras se
realiza la función respiratoria, y en los desplazamientos durante la
deglución.
Se constituye por músculos mandibulares que se dividen en extensores o
depresores (vientre anterior del digástrico, genihioideo y milohioideo);
flexores o elevadores (suprahioideos, musc. temporal y masetero,
pterigoideos internos y externos); propulsores (pterigoideo externo, fibras
oblicuas del pterigoideo medial y del masetero); retropulsores (vientre
posterior del digástrico) y de lateralidad (temporal, pterigoideo interno y
externo)
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Unidad funcional cráneo-facial: Se observa la motricidad orofacial.
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Bibliografía:
Chiavaro, N. (2011). “Funciones y disfunciones estomatognáticas. 1ª
Edición. Librería AKADIA, Editorial. Capitulo 1, 2. Buenos Aires.