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Justificación

La COVID-19 es la enfermedad viral causada por el nuevo coronavirus conocido como

SARS-CoV-2. La OMS tuvo noticia por primera vez de la existencia de este nuevo virus el

31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos de «neumonía vírica» que

se habían declarado en Wuhan (República Popular China).

No existe un tratamiento específico para la enfermedad, el tratamiento es sintomático e

incluye la administración de oxígeno para los pacientes muy graves y las personas en riesgo

de presentar un cuadro grave de la enfermedad, y apoyo respiratorio más avanzado, como

ventilación mecánica, para los pacientes en estado crítico. ( OMS, 2020)

El papel de enfermería en esta crisis sanitaria ha sido de vital importancia pues han sido

ellos quienes han estado al frente de esta pandemia cubriendo las necesidades de cada

paciente y haciendo todo lo posible por mantenerlo con vida, y en ocasiones afrontando el

dolor de los pacientes y las familias al no tener los recursos necesarios para atenderlos de la

mejor manera.

Con este estudio se dará a conocer la vivencia que mediante la evolución de la pandemia ha

experimentado el personal de enfermería a lo largo de la crisis sanitaria aumentando el

cuidado para cumplir el compromiso profesional y ético realizando un desempeño, contacto

directo con el paciente al estar más expuestas al contagio ya que es una enfermedad de alto

riesgo, esperando que los resultados obtenidos pueden ser de mucha utilidad para ayudar a

mejorar las condiciones de la atención del personal de enfermería


Planteamiento Del Problema

Como sabemos los brotes infecciosos siempre han existido desde hace siglos atrás y estos

han ocasionado grandes números de muerte, pero actualmente contamos con grandes

avances médicos los cuales son una ventaja, pero tenemos algo en contra a lo cual

llamamos la industrialización, esta actividad tecnológica donde una persona puede viajar

hoy desde América y aparecer mañana en un continente completamente diferente como

Asia o viceversa, esto ha ayudado a que un simple brote se convierta en pandemia, que no

da tiempo para que las organizaciones de la salud puedan respaldar sus regiones o plantear

medidas de seguridad, tanto para el personal de salud y para la población en general.

En pleno siglo 21 el mundo ha sido atacado por un virus denominado coronavirus SARS-

CoV-2, de reciente aparición que se identificó por primera vez en Wuhan (China) en

diciembre de 2019. El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS)

declaró la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 una emergencia de salud pública de

preocupación internacional, el 12 de febrero la OMS denominó a esta nueva enfermedad

covid-19. El 11 de marzo de 2020, el Director General de la OMS, doctor Tedros Adhanom

Ghebreyesus, declaró la covid-19 como una pandemia. (OPS, 2020)

La pandemia de covid-19, ha ejercido una enorme presión en todos los sectores tanto

empresariales, económicos, y sobre todo en especial en los sistemas y los trabajadores

sanitarios por la enorme proporción de infección y la vulnerabilidad que el sector salud

tiene y lleva acarreando en los países sud desarrollados. Esto obligo a que algunos países y

sus instituciones de salud se vieran con la presión en la dotación de personal de salud de


primera línea y, por otra, la disponibilidad de equipo biomédico y suministro de insumos

como de Equipo de Protección Personal (EPP).

Cabe recalcar que el personal de enfermería es el grupo que sobresale dentro de los

proveedores de cuidados de primera línea; otorga atención directa a personas, familias y

comunidades, además de atención hospitalaria. De acuerdo con una investigación de la

revista elsevier “enfermería es el grupo ocupacional más grande en el sector de la salud a

nivel mundial, representando aproximadamente el 70% de las profesiones de la salud”

(Febré, 2018).

La pandemia de COVID-19 ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de los sistemas de

salud, así como el déficit de profesionales de enfermería para enfrentar la situación desde la

primera línea de atención. Para contener y mitigar la COVID-19 en la Región de las

Américas es fundamental contar con equipos de protección individual idóneos y suficientes,

acciones de formación continua, condiciones laborales dignas, protocolos acordes a los

estándares internacionales, equipos multidisciplinarios e interdisciplinarios, herramientas

tecnológicas en el marco de la telesalud y voluntad política desde las instancias directivas

de las instituciones de salud. Si se tienen en cuenta y se implementan las medidas

anteriores, los profesionales de enfermería tendrán la oportunidad de demostrar todo su

potencial como gestores del cuidado mediante acciones de educación y orientación,

implementación de prácticas de autocuidado, y comunicación asertiva dirigida a la persona,

la familia y la comunidad. El apoyo que puede brindar el personal de enfermería en este

escenario es fundamental para mitigar las dificultades que presentan los servicios de salud,

así como para favorecer las medidas de protección personal y la abogacía en beneficio del

ser humano. (Cassiani, 2020)


En cuanto a Honduras el personal se vio expuesto a trabajar a pesar que las condiciones

dentro de las áreas que se destinaron para atender estos miles de casos, aunque estas áreas

no fueran la adecuadas, ni óptimas para desempeñar su labor, viéndose expuesto a la

aglomeración de pacientes, también a la falta de personal de salud, que según el centro de

salud para la democracia (cespad) “la cobertura de enfermeras para el 2019 es de 2 por cada

10,000 habitantes, y ocho auxiliares de enfermería por cada 10,000 habitantes. Este es un

indicador de los más bajos en comparación con la recomendación de la Organización

Mundial de la Salud (OMS), que es de 50 enfermeras por cada 10.000 habitantes” (Fiallos,

2019). Esto deja en evidencia la falta de personal al momento de enfrentarnos ante dicha

pandemia en el año 2020, y por ende a la exposición directa del mismo.

La enfermedad por el virus SARS-CoV-2, representan un reto para los trabajadores de la

salud ya que se enfrentan a un riesgo mayor de infección que la población general debido al

riesgo de exposición durante sus actividades laborales, también al desconocimiento de la

situación en cuanto al virus se refiere, si las medidas de protección son las necesarias para

evitar el contagio.

Sin pensarlo, la pandemia del covid-19 ha afectado la vida de los profesionales de la salud,

el personal de enfermería está acostumbrado a enfrentarse constantemente a la enfermedad

y a la muerte. Los enfermeros atienden sus pacientes con seguridad, ya que tienen el

conocimiento de las patologías y conocen protocolos claros a seguir para poder tratarlas, sin

embargo, el atender a pacientes con enfermedades contagiosas representa un reto en la vida

diaria. El aumento en la transmisión y propagación de este virus, y el incremento de

muertes resulta un escenario muy estresante para el profesional de la salud, el reto de


atender diariamente a pacientes infectados o sospechosos, cuando no existe la certeza de

que los equipos de protección son los adecuados.

El profesional de salud no solo está poniendo en riesgo su salud física, sino también su

estado emocional y presenta problemas de estrés, depresión, insomnio, negación e ira,

pudiendo ser debido a desgaste físico, psicológico y emocional, la pérdida de compañeros

de trabajo sin poder elaborar un duelo, los ataques y discriminación por la población, la

separación de las familias por el miedo a contagiarlos y la falta de equipo básico y

adecuado de protección. (Grajales, 2020)

Los profesionales de la salud, como se ha observado, están expuestos a una exposición

prolongada al virus, por lo cual la investigación pretende identificar ¿Cuál es el

afrontamiento y vivencias del personal de Enfermería en la atención de pacientes con

COVID-19 en los centros de triaje del distrito central de Honduras en el periodo de

octubre-noviembre del 2021?


Tema
“Afrontamiento y vivencias del personal de Enfermería en la atención de pacientes con
COVID-19 en los centros de triaje del Distrito Central en el periodo de octubre-noviembre
del 2021.”
Objetivo de la investigación
Analizar las experiencias del personal de enfermería en la atención de pacientes con
COVID-19 en los diferentes triajes del Distrito Central.
Objetivos
Objetivo General:
● Describir el afrontamiento y vivencias del personal de Enfermería en la atención de
pacientes con COVID-19 en los centros de triaje del Distrito Central en el periodo
de octubre-noviembre del 2021
Objetivos Específicos:
● Caracterizar socio demográficamente al personal de Enfermería que labora en los
centros de triaje.
● Conocer el afrontamiento del personal de Enfermería en la atención de pacientes
con COVID-19.
● Describir las vivencias del personal de Enfermería en tiempos de COVID-19.

Pregunta de la investigación
¿Cuál es el afrontamiento y vivencias del personal de Enfermería en la atención de
pacientes con COVID-19 en los centros de triaje?

Viabilidad
Este estudio es viable considerando que se cuenta con el suficiente recurso humano para
planificar y ejecutar la investigación por parte de los estudiantes de la clase de
Enfermería y Salud Familiar III, el recurso financiero es proporcionado por cada uno de
los estudiantes, se dispone de tiempo para realizar este proceso, los investigadores
cuentan con los conocimientos necesarios sobre el tema y el acceso geográfico es
accesible en tiempo y en medio de movilización.
Marco Teórico

Afrontamiento y vivencias del personal de Enfermería en la atención de


pacientes con COVID-19

COVID 19
Los coronavirus son un grupo de virus que pueden causar enfermedades en animales y
humanos, específicamente infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común
hasta enfermedades mas severas.

El ultimo coronavirus descubierto causa la enfermedad COVID -19. (Despacho de


comunicacion y estrategia presidencial, 2021)

COVID 19 en Honduras
El COVID-19 se detectó por primera vez en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei,
China. El 26 de febrero, Brasil reportó el primer caso de Coronavirus en América Latina.
14 días después, el 11 de marzo, se confirmaron los dos primeros casos en territorio
hondureño, momento donde la Organización Mundial de la Salud declaraba al COVID-19
como una pandemia. (Despacho de comunicacion y estrategia presidencial, 2021)

Sistema de Salud de Honduras frente al COVID 19


La enfermedad Covid-19 ha hecho colapsar el sistema de salud hondureño, que ya se
encontraba en condiciones precarias, antes de la pandemia. La situación ha empeorado más
en la medida que la curva de casos sigue en ascenso. 

La pandemia no es el principal problema para Honduras en este momento, a ello se suma la


falta de gestión gubernamental para hacerle frente a la emergencia. En el país se ha vuelto
común escuchar a médicos, enfermeras y personal de laboratorio, pidiendo equipo de
bioseguridad y mejores condiciones en los centros hospitalarios. (Vatican News, 2020)

De acuerdo al Plan de Respuesta Humanitaria ante el COVID 19 de la Organización de las


Naciones Unidas (ONU), Honduras antes de la pandemia ya atravesaba la crisis de
emergencia humanitaria más grande de su historia, la cual develó la baja capacidad de
respuesta del Sistema Nacional de Salud y en especial de las Redes Integradas de Salud,
que es caracterizada por el número insuficiente de recursos humanos (médicos, enfermeras
y promotores de salud), una distribución deficiente e inadecuada de los mismos en atención
primaria, bajo porcentaje de medicamentos y suministros en establecimientos de salud,
poca disponibilidad de herramientas y equipos para diagnóstico y tratamiento oportunos.

El sistema de salud cuenta con alrededor de 8,000 camas y 37 Unidades de Cuidados


Intensivos (UCI), con una ocupación de más del 70 por ciento, tanto en la red hospitalaria
pública como privada, según proyecciones de la OPS/OMS, lo que representa un gran
desafío para atender la emergencia.

Según el Plan de Respuesta, hay un deterioro de la situación de derechos humanos con un


sistema de salud deficiente y colapsado y una escasez de agua, y las demandas del personal
sanitario van en aumento. (Canahuati, 2021)

Características socio-demográficas del personal de Enfermería que


labora en los centros de triaje.

Según cifras proporcionadas por OMS, las enfermeras representan casi el 50 % de la fuerza
laboral de salud. De los 43,5 millones de trabajadores de la salud en el mundo, se estima
que 27,9 millones son enfermeras, de las cuales, solo 19,3 millones son enfermeras
profesionales, sin embargo, el 50 % de los estados miembros de la OMS informa tener
menos de tres profesionales en enfermería por cada 1.000 habitantes, cifra que preocupa, ya
que al pronosticar un alto número de contagios, la poca cantidad de enfermeras
profesionales por cada 1000 habitantes, y la alta carga laboral, exponen particularmente a
las enfermeras a riesgos relacionados con su labor en los diferentes servicios. (Canales
Romero, 2021)

En China encontraron que el personal de salud que se enfrentó al cuidado de los pacientes
con COVID-19 presentaba alteraciones en la salud mental tales como estrés, ansiedad,
depresión, insomnio, negación, ira, miedo y deterioro en su bienestar. El confinamiento, el
estar en un ambiente cambiante y diferente, puede acarrear preocupación, convirtiéndose en
una primera señal de adaptación, pues significa reconocer lo desconocido y el posible daño
que pueda causar. La gran mayoría de los profesionales de la salud se enfocan en las
características clínicas y epidemiológicas de la enfermedad, la caracterización genómica del
virus y las políticas de salud pública para enfrentar la pandemia. Sin embargo, a pesar de la
relevancia de los problemas en la salud mental durante la pandemia, es poca la información
disponible en el contexto de la COVID-19 en este sentido. (Juan Rojas, 2021)

Por otro lado, en Honduras un informe del Foro Nacional de Convergencia (FONAC),
revela que más de 100 centros de triaje y estabilización han suspendido labores en
diferentes municipios del país, lo que a criterio de esta plataforma de la sociedad civil se
constituye en un mayúsculo problema ya que hace incrementar la demanda de servicios
hospitalarios en los nosocomios de los más importantes centros urbanos del país. (FONAC,
2021)

“Durante este mes de junio, el número de triajes cerrados fue de 109, 20 más que el mes de
mayo, lo que es una señal inequívoca que la atención en los municipios a los pacientes
sospechosos o contagiados de la COVID-19, se reduce, y automáticamente se incrementa la
presión a los hospitales; hay una tendencia ascendente en el cierre de triajes, pues mientras
en abril la cantidad de triajes sin operar era 72, en mayo fue de 89 y ahora son 109” dijo el
secretario ejecutivo del FONAC, Omar Edgardo Rivera Pacheco. (FONAC, 2021)

Afrontamiento del personal de Enfermería en la atención de pacientes con


COVID-19.

Rol del personal de enfermería en medio de la pandemia del COVID-19

Las enfermeras en los escenarios donde se enfrenta la COVID-19 realizan las acciones
necesarias para cumplir con el compromiso profesional y ético de cuidar. Es decisiva su
contribución, ya que debe proveer atención y cuidados directos que ha salvado vidas y
reducido el sufrimiento, brindar apoyo emocional, educar a pacientes y sus familias,
coordinar acciones de prevención y control de infecciones, como parte de un equipo de
salud para ofrecer atención efectiva a los pacientes infectados.
Las enfermeras son fundamentales para aplicar los cuidados al paciente hospitalizado con
COVID-19, prevenir y detectar complicaciones de forma precoz y colaborar con el equipo
clínico, para valorar la respuesta del paciente al tratamiento frente al coronavirus.

La atención a la pandemia también aumentó la carga laboral de los profesionales en


enfermería, pues tuvieron que extremar las medidas de bioseguridad, hacer planes de
contingencia en tiempo récord y aprender nuevos protocolos de cuidado que cambiaban de
manera frecuente. Desde el inicio de la emergencia sanitaria, en la página del Ministerio de
Salud y Protección Social de Colombia abundan resoluciones y decretos con nuevas
recomendaciones para toda la población y especialmente para los prestadores de servicios
de salud; este continuo cambio ha aumentado la complejidad de la situación, porque puede
llevar a pensar que este es un aprendizaje sobre la marcha. (Juan Rojas, 2021)

Cuando los pacientes llegan al escenario de atención a la salud, la enfermera debe indagar
información sobre los síntomas y signos que presente y sobre sus antecedentes patológicos
personales y familiares, además de precisar mediante el examen físico información
necesaria para la toma de decisiones médicas y de enfermería, por ejemplo, los signos
vitales y la temperatura.

Luego, colabora con la realización de las pruebas diagnósticas de la infección por el


coronavirus y para la evaluación del paciente: hemoquímica, perfil de sepsis, radiografías
de tórax, entre otros exámenes complementarios, lo que se ha referido por diferentes
investigadores.

La ética en el desempeño de la Enfermería resulta importante por la trascendencia de su


encargo social: la atención técnica y el cuidado humano de personas vulnerables, y la
familiaridad y cercanía que con ellas se establece. En situaciones de pandemia debe ser la
garante de los derechos del paciente al acompañamiento, a la seguridad, y al apoyo
espiritual, protegiéndolo de prácticas incompetentes o no seguras de la actividad sanitaria,
no obstante, salvo excepciones, no debe asumir riesgos desproporcionados de contagio y,
por tanto, debe trabajar con respeto a las normas de seguridad que se establecen para evitar
la infección. (Yaritza Lahite, 2020)
Rol de Enfermería en los triajes
Los pacientes con síntomas graves por infección del coronavirus se ingresan en la sala de
emergencias. En cambio, aquellos con síntomas leves o moderados son referidos a alguna
de las tiendas de campaña que el hospital ha instalado en el estacionamiento de vehículos.
Durante esta crisis de salud mundial, el hospital ofrece acceso y atención de salud a todas
las personas, independientemente de su estado migratorio o de si cuentan o no con un
seguro de salud. (Johis Ortega, 2020)

Cuando los pacientes llegan a la tienda de campaña, un equipo de enfermeras y enfermeros


les pregunta por su historial médico y controla nuevamente los signos vitales y la
temperatura. Luego, se les envía a otra estación para hacerles la prueba del coronavirus y
para ello se obtiene una muestra del interior de las fosas nasales. También se les hacen las
pruebas de influenza y de faringitis estreptocócica y, si es necesario, se realiza una
radiografía del tórax. Finalmente, los pacientes pasan al área donde les examinan
enfermeros de práctica avanzada. (Johis Ortega, 2020)

Impacto psicológico y afrontamiento del personal de enfermería ante el COVID-19.


-Impacto Psicológico
Frente a la emergencia sanitaria a causa del COVID-19, el personal de salud presenta
mayor afección psicológica, reportando síntomas de ansiedad, depresión, estrés
postraumático, miedo a contagiarse, frustración, desesperanza y preocupación, a causa de
las largas jornadas de trabajo, horarios irregulares, escases de prendas de protección, el
colapso de los hospitales, todo esto repercutiendo en su calidad de vida, desempeño laboral
y en su capacidad de captación, dificultando la lucha contra este virus; para poder
sobrellevar estos acontecimientos, es importante la influencia del nivel de resiliencia y las
estrategias de afrontamiento que ponga en marcha cada individuo. (Peñafiel, 2021)

Los efectos del aislamiento y el miedo al contagio, si no son bien canalizados producen
efectos drásticos en la salud mental y física de los individuos. Las emociones negativas se
expanden en el personal de la salud, tanto de primera como segunda línea, debido a las
condiciones laborales, se encuentran al límite por el agotamiento físico, incremento de
número de pacientes, verse expuestos ante el sufrimiento ajeno y muerte, necesitando así
apoyo psicológico independientemente de su función o exposición al virus. Estos
problemas de salud mental repercuten sobre la calidad de atención del personal de salud; es
necesario reconocer los mecanismos de defensa generados para afrontar este impacto,
dando así a las denominadas estrategias de afrontamiento. (Peñafiel, 2021)

La ansiedad es considerada una emoción común en las personas, siendo la respuesta de


miedo o inquietud a situaciones desconocidas, de no adaptarse el individuo de manera
correcta puede desencadenar en un trastorno patológico. En la actualidad debido a la lucha
contra el COVID-19 los profesionales de salud se muestran ansiosos, transformándose en
un problema frecuente y con la necesidad de proteger de manera urgente su salud mental.
(Peñafiel, 2021)

Por otra parte, la depresión es un trastorno mental frecuente, que impide la interacción
normal en la vida diaria, caracterizada por episodios recurrentes de tristeza, culpa,
desinterés, falta de autoestima, entre otras; siendo un problema de salud pública por sus
repercusiones biológicas, psicológicas y relacionales. Dependiendo de la intensidad,
frecuencia y duración la depresión puede causar graves estragos a nivel personal, social y
laboral, lo que desemboca en desesperanza, irritabilidad, frustración e impidiendo tomar
decisiones. (Peñafiel, 2021)

En condiciones normales las enfermeras experimentan altos niveles de estrés, en especial


las que laboran en los servicios públicos de salud, organismo encargado de mantener,
restaurar y promover la salud de las personas, en tiempos de pandemia el estrés se
incrementa aún más, solo con pensar que aumentara el número de personas, que requieren
atención médica, actuar con urgencia, contar con los recursos tecnológicos y otros que
desembocan en un mayor estrés, que de no ser tratado se pueden traducir en cuadros
mentales mayores. (Canales Romero, 2021)

Los enfermeros y enfermeras estuvieron expuestos a niveles moderados y altos de estrés en


el ámbito laboral a lo largo de esta pandemia. El estrés influye en la salud mental y supone
una carga emocional importante, pudiendo tener un impacto negativo en nuestra calidad de
vida. Las reacciones de estrés agudo que se observan a diario en el ámbito laboral, a
menudo progresan hacia síndromes ansioso-depresivos y psicosomatizaciones, llegando a
desarrollar a largo plazo estrés postraumático u otras patologías cardiovasculares. (Natalia
Rodriguez, 2021)
Dentro de las manifestaciones clínicas del estrés se encuentran:
● Emocionales: impotencia, frustración, hostilidad, miedo, culpa, irritabilidad,
tristeza, anestesia emocional, enojo, dificultad para mantener el equilibrio
emocional, disminución del apetito sexual.
● Cognitivas: confusión o pensamientos contradictorios, dificultad para concentrarse,
fallo de memoria, pensamientos obsesivos, dudas, pesadillas, imágenes intrusivas,
negación, sensación de irrealidad.
● Físicas: dificultades respiratorias, aumento de la sudoración, temblores, cefaleas,
mareos, problemas gastrointestinales, contracturas musculares, incremento de la
presión arterial, taquicardias, parestesias, agotamiento físico, insomnio, debilidad
alteraciones del apetito.
● Conductuales: hiperactividad, aislamiento, evitación de situaciones, personas o
conflictos, verborrea, llanto incontrolado, dificultad para el autocuidado y
descansar/desconectarse del trabajo.
Por otro lado, del manejo inadecuado del estrés crónico derivando en el Síndrome de
Burnout. El agotamiento continuo en el trabajo, tanto físico como mental, se ve reflejado en
un mayor riesgo de incidentes de seguridad del paciente, despersonalización, peor calidad
de atención debido a la baja profesionalidad y una reducción en la satisfacción del paciente.
(Natalia Rodriguez, 2021)
-Afrontamiento

A partir de lo mencionado anteriormente, se desprende que el afrontamiento es una


herramienta que deben utilizar las enfermeras de las unidades de emergencias de los
hospitales públicos para hacer frente a todo el estrés que se activa ante una situación
impuesta como es el COVID-19. Esto puede hacerse solucionando el problema,
removiendo el estímulo o acomodándose a la preocupación sin encontrar una solución al
problema (Frydenberg y Lewis, 1993), Lip y Rocabado (2005), mencionan que hay
destrezas que las personas utilizan para interactuar efectivamente con el mundo que las
rodea y enfrentar eventos, retos y estrés. Las aptitudes de adaptación cuando son efectivas
permiten a las personas ser autosuficiente, resolver problemas y tomar decisiones, cuando
se tienen pocas opciones o aptitudes deficientes para hacer frente al estrés se incrementa la
vulnerabilidad a un rango de enfermedades a través de los sistemas inmunológicos y
hormonales. (Canales Romero, 2021)

El afrontamiento es un regulador entre el evento estresor y la persona; de actuar de manera


óptima, no presentará ninguna alteración en ella; y, en caso contrario, podría estar sometido
a un ambiente poco beneficioso a nivel ambiente e individual. El afrontamiento al Estrés en
las perspectivas que consideran al estrés como interacción, el énfasis se pone en los factores
psicológicos subjetivos que median entre los agentes estresantes y las respuestas
fisiológicas de estrés.

Otra función del afrontamiento es la dirigida al problema, es decir, focalizan su atención en


cambiar la relación ambiente-persona actuando sobre el ambiente o sobre sí mismo
manejando o alterando la fuente de estrés, quienes centran sus motivaciones en ellos
mismos, es decir, personas individualistas donde la satisfacción personal en términos de
refuerzo proviene de sí mismos y que no perciben la necesidad de buscar afuera la
aprobación, reevalúan cognitivamente la situación estresante de manera racional
focalizándose en el problema. (Canales Romero, 2021)

-Estrategias de Afrontamiento

Estrategias centradas en el problema:

Las estrategias centradas en el problema suelen ser utilizadas en condiciones de estrés visto
como controlable: son estrategias orientadas hacia la tarea, para alcanzar la resolución y/o
modificación del problema.

Estrategias centradas en las emociones:

Las estrategias centradas en las emociones tienden a ser utilizadas cuando percibimos el
evento estresante como incontrolable, como lo que se puede experimentar ante el peligro:
se intenta afrontar el problema centrándose en las emociones y liberarlas e intentar
relajarse.

Estrategias basadas en la evitación:

Las estrategias basadas en la evitación tienden a manejarse en aquellos momentos en los


que la persona asume aplazar el afrontamiento activo por la necesidad de ordenar y hacer
acopio de sus recursos psicosociales antes de afrontar activamente la situación: son
estrategias centradas en la evasión, en la distracción, en tomar distancia del evento
estresante, o volcarse en otra actividad para no pensar. (Castagnetta, 2020)

Vivencias del personal de Enfermería en tiempos de COVID-19.

La realidad a la cual la humanidad ha tenido que enfrentarse producto de la pandemia por


COVID-19 ha implicado para el personal de la salud, y el de enfermería de manera
específica, un gran reto de brindar cuidado a los pacientes, mientras se cuida a sí mismo de
un contagio.

Los profesionales en enfermería, hombres y mujeres, se han enfrentado a la pandemia


soportando una gran presión que incluye el estar expuestos a un alto riesgo de sufrir la
infección del COVID-19, a la inadecuada protección para evitar ser contaminadas, sentir
frustración y discriminación, pasar al aislamiento, interactuar con pacientes cargados con
emociones negativas, perder el contacto con su familia y el agotamiento físico y mental.
(Juan Rojas, 2021)

En un estudio realizado en el Hospital José Carrasco Arteaga el personal de enfermería


relató como resultado en sus vivencias Se presentan reacciones negativas como miedo,
incertidumbre, positivas como la satisfacción del deber cumplido al ver la recuperación de
los pacientes. Señala la entrevistada: “Al llegar al turno me notificaron que por la
contingencia debía cambiarme de servicio a donde están los pacientes con Covid-19, no
tenía idea de cómo colocar y retirarse las prendas de protección, pero aprendí, bañarse
varias veces durante el turno, me mudé al albergue por protección de mi familia, para no
contaminarlos. Pero como todos los días llego con una sonrisa y sin miedos a demostrar mis
conocimientos y a pedirle a Dios que pase pronto”. (María)

Se observa nerviosismo, palabras entrecortadas, lágrimas en los ojos, manos temblorosas,


por el miedo al contagio. Otra enfermera refiere: “En el servicio de UCI todos los días
llegan pacientes y nos da miedo, el miedo es constante, mueren, dejan la cama, bajan de
otro servicio y luego mueren otra vez, el traje te ahoga, te asfixia, no puedes salir al baño a
realizar tus necesidades, debes rotar cada seis horas. Me encuentro aislada de mi familia,
solo me dejan la comida en mi puerta y se retiran. (Rosa Minchala, 2021)

Las sensaciones desagradables que los profesionales no pueden elaborar, compartir o


canalizar, se manifiestan en agotamiento, pérdida de control sobre sus actuaciones, bien por
exceso o por defecto, falta de autoridad, disminución de su autoestima, temor, rechazo,
frustración, enfado, etc., que pueden dificultar su tarea cotidiana, haciéndoles más
insensibles hacia las necesidades de los pacientes 10. Estas acciones se relacionan con las
vivencias manifestadas por el personal encuestado del estudio frente a la enfermedad. (Rosa
Minchala, 2021)

1.Marco contextual

1.1 Generalidades
De forma genérica el contexto es toda situación que rodea a un acontecimiento o a un
fenómeno. Puede referirse a un entorno físico o simbólico, o a las circunstancias que
condicionan un hecho o mensaje y su interpretación.

De manera mas especifica, en base al proyecto de investigación se dice del entorno en el


que transcurre cualquier hecho o acontecimiento y que generalmente incide o influye en
su desarrollo. Medio humano (familiar, escolar, institucional o social) en el que aparecen y
evolucionan los problemas y síntomas, y en el que es necesario volver a situarlos para
darles sentido y posibilitar su comprensión.

1.2 Contexto

El personal sanitario ha resultado


fuertemente afectado con la pandemia, debido al creciente contagio y el incremento de la
carga viral, como por la falta de protección de bioseguridad, lo que ha originado un
pronunciado repunte en los contagios de las y los trabajadores
de Salud. Pero los riesgos van más allá de la posibilidad de contraer COVID-19 al realizar
su trabajo, e involucran el exceso de horas de trabajo, la angustia psico-
lógica y el cansancio (Amnistía Internacional, 2020b), lo cuales son mayores en personal
sanitario en estado de embarazo, enfermedades colaterales o de edad avanzada.

La pandemia está afectando el derecho a la vida y a la salud del personal sanitario. Al 19


de julio se registraban 2,943 trabajadoras y trabajadores de la salud contagiados por el
virus, de los cuales la mayoría del personal eran mujeres, un 69% del total. Igualmente, el
número de muertes tiene un comportamiento hacia el alza. Según los gremios de la
Salud, al 20 de julio se habían registrado 42 fallecimientos, en su mayoría hombres.
Si bien no hay una relación directa de causalidad, tanto en Honduras como en el mundo
se reconoce que los Estados no están garantizando la salud y la vida de los trabajadores
sanitarios, entre tanto, no garantizan su acceso y disponibilidad del equipo de
bioseguridad en cantidad y calidad. El Estado hondureño incumple su responsabilidad
constitucional de proteger la salud y vida del personal sanitario, cuando de acuerdo a los
recursos proyectados, apenas ha ejecutado el 11% del mismo. La encuesta de
Transformemos Honduras revela que casi un tercio del personal sanitario no cuenta con
EPP y el 73% de los médicos y 58% de las enfermeras o enfermeros han tenido que
adquirir de su propio bolsillo los insumos sanitarios necesarios para su labor.
El derecho al trabajo para el personal de salud está siendo afectado. Aunado a las
condiciones desfavorables que ya enfrentan y a sus altos riesgos, el Estado no está
honrando el pago puntual de los salarios de médicos y enfermeras, especialmente de
aquellos que han sido contratados en el marco de la emergencia sanitaria para atender a
pacientes infectados por el COVID.
Igualmente, la sobrecarga de trabajo está afectando la salud física y síquica de este
personal.
Hay un fuerte consenso en la opinión ciudadana de que esto está relacio-
nado con una débil gestión gubernamental de la pandemia, con una errada estrategia
sanitaria y epidemiológica, sin planificación y administración sustentada técnicamente y
con talento estratégico. Además, en un contexto
de amplias denuncias sobre la corrupción pública en la compra de equipo médico e
insumos de bioseguridad y de bloqueo del acceso a la justicia de los funcionarios públicos
y particulares responsables de la malversación de
los recursos públicos.

CESPAD. Desproteger a quienes nos protegen: Riesgos del personal


sanitario para enfrentar la pandemia. Julio de 2020
Los principios fundamentales que caracterizan a un sistema de triaje estructurado y
moderno son:
a) Ha de ser un sistema de triaje de cinco niveles de priorización, normalizado y dotado de
un programa informático de gestión del triaje, que permita el registro de la clasificación, el
control de todos los pacientes dentro y fuera del servicio y el control de tiempos de
actuación
b) Ha de ser un modelo integrador de los aspectos más relevantes, con relación a los
actuales triajes de cinco categorías, a los que ha de ser necesario aportar aspectos de
revisión y adaptación al entorno sanitario donde se aplique.
c) Se ha de constituir en un modelo de calidad, con objetivos operativos, propuestas como
indicadores de calidad del triaje, fiable, válido, útil, relevante y aplicable.
d) Ha de ser un sistema de triaje de enfermería no excluyente, integrado en una dinámica
de servicio donde se prioriza la urgencia del paciente, sobre cualquier otro
planteamiento estructural o profesional, dentro de un modelo de especialización de
urgencias.
e) Ha de ser un modelo dotado de un programa informático de ayuda a la decisión clínica
en el triaje, evaluado y validado, con ayuda continua y con registro anamnésico
del triaje.
f) Ha de ser un sistema integrado en un modelo de mejora continua de la calidad, con
monitorización de indicadores de calidad del triaje, que defina un estándar de motivos de
consulta a urgencias y permita, entre otros, evaluar la casuística del
servicio.
Se ha de poder integrar en un modelo global de historia clínica electrónica, integradora de
la actividad médica y de enfermería, estandarizada y acorde con estándares de calidad,
que permita un total control de la gestión clínica y administrativa del cuarto de urgencias.
h) Ha de proponer adaptaciones estructurales y de personal en el cuarto de urgencias,
acordes con las necesidades de calidad del sistema de triaje y formación específica
para el personal de triaje.
i) Ha de ser un sistema de triaje estructurado holístico, de aplicación tanto en el
terreno de la urgencia hospitalaria como extrahospitalaria, aplicable tanto a niños
como a adultos, y con independencia del tipo de hospital, dispositivo o centro de
asistencia.

Funciones De un triaje
a) Identificación de pacientes en situación de riesgo vital.
b) Asegurar la priorización en función del nivel de clasificación.
c) Asegurar la reevaluación de los pacientes que deben esperar.
d) Decidir el área más apropiada para atender a los pacientes.
e) Aportar información sobre el proceso asistencial.
f) Disponer de información para familiares.
g) Mejorar el flujo de pacientes y la congestión del servicio.
h) Aportar información de mejora para el funcionamiento del servicio.

Componentes esenciales en el proceso de un triaje


Para una completa valoración en el proceso de triaje, los componentes imprescindibles
serán:
a) Disponer de un adecuado sistema informático.
b) Contar con una persona adecuada y formada, normalmente, una enfermera.
c) Material de exploración básico: oxímetro, medidor de temperatura, tensiómetro,
glucómetro, termómetro, etc.
d) Tener un sistema de comunicación eficaz.
e) Medidas de bioseguridad, desecho de residuos biológicos y sistemas de
autoprotección.
5.1.6 Perfil ideal de una persona para la realización de un triaje
a) Empatía
b) Tacto
c) Paciencia
d) Organización
e) Experiencia
f) Juicio clínico
g) Capacidad de toma de decisiones
h) Buena comunicación
i) Formación específica en urgencias, emergencias y cuidados críticos.
5.1.7 Función de las enfermeras
a) Recepción del paciente.
b) Valoración inicial del paciente.
c) Hacer preguntas relacionadas con el motivo de la consulta y los antecedentes del
paciente para poder realizar una clasificación y definición de la gravedad del cuadro.

Es importante obtener la mayor información posible.


d) Realización de una inspección general.
e)Toma de constantes vitales y evaluar si la persona precisa de un electrocardiograma.
f) Tener en cuenta que si se duda en qué nivel de triaje clasifica al paciente, siempre
se elegirá el nivel de mayor gravedad.
g) Informar al paciente y familiares de las necesidades y del tiempo de espera.
Mayo, 2021. EVALUACIÓN DE LOS CENTROS
DE ESTABILIZACIÓN Y TRIAJE
A NIVEL NACIONAL.(I PARTE). Recuperando
de:https://www.cna.hn/2021/05/19/evaluacion-de-centros-de-estabilizacion-y-triaje-de-
honduras-parte-ii/

el principal objetivo de los centros de triaje, evitar que las personas se compliquen y
lleguen a buscar asistencia médica en una fase grave de la enfermedad.
“Los triajes han sido de gran apoyo para los hospitales, no solamente del Hospital
Escuela, sino para todos los que están priorizados en manejar el COVID-19”.

https://www.ip.gob.hn/en-mas-de-50-ha-disminuido-la-busqueda-de-atencion-por-covid-
19-en-heu

La vida en los centros de triaje es caótica: muchas personas entran y salen, nerviosas y
cabizbajas. Enfermeras y médicos lucen agotados, y el personal de limpieza a quienes no
se les paga ni siquiera el salario mínimo desinfectan con velocidad las instalaciones.
Todos pasan el día enfundados en trajes grises con los que apenas se les puede ver los
ojos.

Según cifras oficiales, en Honduras existen 73193 casos positivos para Covid-19 hasta la
noche del 24 de septiembre, de los cuales el 26.6 % (19496) han sido detectados en el
departamento de Francisco Morazán. Con la pandemia, hemos aprendido que lo que
antes era una iglesia, ahora se ha convertido en un centro de triaje (o centro de atención
primaria), o lo que antes era un bazar o incluso edificios gubernamentales que tienen un
ala destinada a esto.

El gobierno hondureño aprobó 450 millones de dólares provenientes del Banco


Interamericano de Desarrollo (BID) para la instalación de centros de triaje en todas las
municipalidades, pero no hay información pública sobre los habilitados en el Distrito
Central, donde actualmente funcionan siete. Algunos funcionan recién desde hace dos
meses, y el personal médico y de limpieza contratados por el programa Código Verde
durante la emergencia trabaja en turnos de seis horas durante el día y doce horas durante
la noche, los siete días de la semana para atender hasta 120 personas por turno aunque
esta cantidad puede variar y bajar hacia el fin de semana.

En las zonas de triaje las personas pueden optar por la prueba rápida y si en esta el
resultado es positivo, se les aplica ahí mismo el hisopado cuyo resultado tarda 48 horas.
Si las personas no necesitan estabilización u oxígeno para su recuperación, realizarán su
cuarentena en casa, de lo contrario algunos centros de triaje cuentan con una área para
estabilizar a los pacientes, pero, «estos solo es para estabilizarlos, para que puedan ser
trasladados a los hospitales», insiste Rony Antúnez, doctor jefe del triaje del Centro Cívico
Gubernamental, con capacidad para 25 pacientes en su área de estabilización.

los triajes de la capital hondureña no se darían abasto ante un posible contagio masivo
ahora que el gobierno ha comenzado la re apertura económica en esta zona y que ha
flexibilizado las medidas de restricción que durante la pandemia se habían mantenido.

https://contracorriente.red/2020/09/25/la-atencion-primaria-a-la-pandemia-en-tegucigalpa-
%EF%BB%BF/
1.3 Ubicación
Los triajes seleccionados se encuentran el en distrito central, francisco moranzan.

Marco Conceptual
COVID 19: Los coronavirus son un grupo de virus que pueden causar enfermedades en
animales y humanos, específicamente, infecciones respiratorias que pueden ir
desde el resfriado común hasta enfermedades más severas.
El último coronavirus descubierto causa la enfermedad COVID-19.

Virus: Microorganismo compuesto de material genético protegido por un envoltorio


proteico, que causa diversas enfermedades introduciéndose como parásito en una
célula para reproducirse en ella.
Pandemia: epidemia que se ha extendido por varios países, continentes o todo el
mundo y que, generalmente, afecta a un gran número de personas.
Infecciones respiratorias: La Infección Respiratoria Aguda (IRA) constituyen un
grupo de enfermedades que se producen en el aparato respiratorio, causadas por
diferentes microrganismos como virus y bacterias, que comienzan de forma
repentina y duran menos de 2 semanas.
Contagio: Transmisión de una enfermedad por contacto con el agente patógeno
que la causa.
Ansiedad: Estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa
excitación y una extrema inseguridad.
Angustia que acompaña a algunas enfermedades, en especial a ciertas neurosis.

Depresión: Enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una profunda


tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y
disminución de las funciones psíquicas.

Insomnio: Es un trastorno del sueño frecuente que puede causar dificultad para
conciliar el sueño o mantenerlo, o puede hacer que te despiertes demasiado
temprano y no puedas volver a dormirte.

Negación: Es un mecanismo de defensa que consiste en enfrentarse a los


conflictos negando su existencia o su relación o relevancia con el sujeto. Se
rechazan aquellos aspectos de la realidad que se consideran desagradables.

Ira: El enojo o el enfado es una reacción emocional que se produce cuando una
persona considera que existe o se va a producir un resultado negativo para sus
intereses, que se podría haber evitado si alguien los hubiera tenido en cuenta y
hubiera actuado de otra forma.

Salud mental: Es el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el
entorno socio-cultural que los rodea, incluye el bienestar emocional, psíquico y
social e influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante
momentos de estrés. La salud mental es la base para el bienestar y
funcionamiento efectivo de una persona y su comunidad.
Triaje: método que utilizan los servicios de salud para clasificar a los pacientes
según su prioridad para la atención, la evacuación o el transporte.
Hemoquimica: Prueba de una muestra de sangre que se realiza para medir la
cantidad de ciertas sustancias en el cuerpo. Estas sustancias incluyen electrolitos
(como sodio, potasio y cloruro), grasas, proteínas, glucosa (azúcar) y enzimas.
Brote: Dos o más casos asociados epidemiológicamente entre sí. La existencia de
un caso único bajo vigilancia en una zona donde no existía el padecimiento se
considera también un brote.
Radiografía de tórax: Radiografía de las estructuras ubicadas en el interior
del tórax. Un rayo X es un tipo de radiación de alta energía que puede atravesar el
cuerpo y plasmarse en una película para tomar imágenes de las áreas internas
del tórax; estas se pueden usar para diagnosticar enfermedades.
Derechos del paciente: son derechos subjetivos de la persona humana
relacionados con su estado de salud-enfermedad.
Afección psicológica: Las enfermedades o trastornos mentales
son afecciones que impactan su pensamiento, sentimientos, estado de ánimo y
comportamiento. Pueden ser ocasionales o duraderas (crónicas)
Nosocomio: Hospital
Psicomatizaciones: Se denomina aquel trastorno psicológico que se origina en la
psiquis y luego se manifiesta en el cuerpo, provocando alguna consecuencia en el
organismo.
Falta de autoestima:  Percepción de nosotros mismos que nos impide percibirnos
como personas valiosas, talentosas o simplemente tener un juicio objetivo
respecto a quiénes somos.
Desesperanza: Estado de ánimo del que no tiene esperanza o la ha perdido.
Estrés: Conjunto de alteraciones que se producen en el organismo como
respuesta física ante determinados estímulos repetidos, como por ejemplo el frío,
el miedo, la alegría, etc.
Patologías cardiovasculares: Tipo de enfermedad que afecta el corazón o los
vasos sanguíneos.
Síndrome de Burnout: El síndrome de Burnout, traducido al español como
síndrome de agotamiento, fue un concepto acuñado en 1969 por H.B. Bradley y se
refiere a los efectos negativos del clima organizacional y que repercuten en la
motivación de los empleados, llegando incluso a tener síntomas de depresión.
Recursos Psicosociales: aquellas condiciones presentes en una situación laboral
directamente relacionadas con la organización del trabajo y su entorno social, con
el contenido de trabajo y la realización de la tarea y que se presentan con
capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud (física, psíquica o social)
del trabajador.

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