El gobierno siempre ha tratado de restarle poder a la iglesia y aprovecharon la
oportunidad actual del país para imponer nuevas políticas en contra de la iglesia como por ejemplo prohibir las manifestaciones de fe fuera del hogar lo cual representaba una restricción a la libertad de expresión y al principio de libertad religiosa. No es sorpresa que los creyentes se opusieran a estas medidas pues sintieron descontento ante estas duras prohibiciones. La guerra cristera fue una lucha armada entre el gobierno y la iglesia; sin embargo el enfrentamiento era desigual porque por un lado el gobierno era quien tenía más poder pues contaba con armamento y un ejército. Mientras tanto, el ejercito cristero estaba mayormente compuesto por autoridades locales y campesinos. San José Sánchez Del Río, fue un joven que insistió en pertenecer a las tropas cristeras y se armo de valor al estar dispuesto a derramar su sangre por Cristo, jamás abandono su fe aunque se lo pidieran. Jamás me ha parecido justo el tener que obligar a alguien a abandonar su fe y la guerra cristera fue un momento cruel pues torturaban a aquellos que se oponían a las leyes, esto posiblemente genero miedo entre los creyentes ante cualquier circunstancia y algunos no tuvieron opción que abandonar la religión ya que el gobierno estaba sobre la iglesia, eso le permitía influenciar a otras personas para que pudieran seguir ganando. La historia de José Sánchez es muy motivadora pues encontró un modelo a seguir en Jesús; y tanto su padre como su padrino de primera comunión le propusieron varias ofertas para que se alejara de la lucha; el siempre mantuvo firme su fe aun así fuera en alguna circunstancia peligrosa. Incluyendo a José Sánchez, desafortunadamente la lucha provocó miles de muertes, y esta lucha no hubiera ocurrido si el presidente Calles se hubiera mantenido neutral en cuanto a las creencias del pueblo en vez de querer eliminar la religión a la fuerza y derramando sangre. Este movimiento tuvo un gran impacto social en el país pues ocasionó que muchas familias migraran a otras ciudades o países para alejarse lo más posible de la violencia y seguir profesando sus creencias sin problemas. Al final de la guerra las actividades religiosas estaban paralizadas pero con la entrada del el presidente Emilio Portes Gil se volvieron a reanudar cuando promulgó que la Iglesia podía seguir cumpliendo con sus tareas de manera legal sin que intervinieran en asuntos políticos.
Manual de Procedimiento de Auditoría para El Control de Los Activos en La Empresa Comercializadora Distrimar 2019 C.a., Sector Las Américas, Municipio San José de Guanipa.