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ANTECEDENTES:

INTERNOS: Seguidamente de la promulgación de las leyes de reforma, (Que fueron un gran


precedente de todo el movimiento cristero) Como la ley Álvarez, la Ley Juarez y la ley Ocampo, se
le quito poder a la iglesia sobre el estado, pero con cierta libertad en la forma de manejar su vida
civil-espiritual. Con el ocaso del Porfiriato, en la primera década del siglo XX, emergieron
nuevamente tendencias anticlericales que se expresaron durante la Revolución mediante actos de
violencia y una legislación restrictiva, fijada en la Constitución de 1917. El día 14 de noviembre de
1921, ocurrió un atentado en la Antigua Basílica de Guadalupe, con la finalidad de destruir la
imagen de la Virgen de Guadalupe, sin embargo, por causas aún desconocidas, el cuadro no sufrió
daño alguno, por lo que muchos indicaron que fue un milagro; esto causó enojo en la feligresía
mexicana y dio una razón para levantarse en armas. Después de un período poco tranquilo
durante los gobiernos de Carranza y Obregón, la presión anticlerical se intensificó con la elección
de Plutarco Elías Calles a la presidencia. En 1925, con apoyo de la Confederación Regional Obrera
Mexicana (CROM) se creó la Iglesia Católica Apostólica Mexicana (ICAM) para romper con el
Vaticano.

EXTERNOS: Hablamos de inicios del siglo XX, el estallido de la revolución rusa y la primera guerra
mundial aún era muy tangible y reciente, tras eso el mayor beneficiado de toda esta inestabilidad
fueron los Estados Unidos, fue entonces que quedaron como el principal exponente del
imperialismo después de las demás potencias en la segunda mitad del siglo IX. Ante tal escenario y
después de todo el caos de la revolución el gobierno americano sentía desconfianza en todas las
administraciones gubernamentales que regían al País (Mexico). En la presidencia de Plutarco Elías
Calles se intento obtener la confianza con la correcta implementación de los artículos
constitucionales, entre ellos el artículo 130.

DESARROLLO:

La guerra Cristera o Cristiada, fue un conflicto posrevolucionario acontecido entre los años 1926 y
1929, en el cual una gran cantidad de ciudadanos mexicanos tomaron parte, siendo así uno de los
CONFLICTOS armados en México de mayor importancia por el número de personas civiles
combatientes y por el aparato militar que movilizó el gobierno de Plutarco Elías Calles para
combatirles. Así, el gobierno de Plutarco Elías Calles decidía cuantos sacerdotes debían de servir
en cada templo, tenían que registrarse en una especie de censo y debían de ser mexicanos por
nacimiento para poder así realizar sus actividades de culto religioso. Todos los sacerdotes
extranjeros fueron expulsados del país, por ningún motivo podía la Iglesia involucrarse en asuntos
políticos, además de tener prohibido sostener o abrir colegios, ya que, en el artículo tercero
constitucional, se enfatizaba el carácter laico de la educación, y que además sólo al Estado le
correspondía su impartición y control. Con estas medidas, claramente anticlericales y
antieclesiásticas, se desencadenenaría la llamada guerra Cristera. Las primeras acciones armadas
importantes al inicio de la Cristiada tuvieron lugar en los estados de Zacatecas, Jalisco, Nayarit,
Guanajuato y Michoacán, la lucha fue en su mayor parte en zonas rurales de México. El ejército
cristero, muy a pesar de las limitantes de su origen, hasta cierto punto improvisado, logró reclutar
y armar gente que al grito de ¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe! , provocó un gran
problema al gobierno durante los tres años que duró el conflicto. Algunos de los principales
líderes cristeros fueron Pedro Quintanar, Enrique Gorostieta Velarde, Jesús Degollado Guízar y
Victoriano Ramírez López, a quien apodaban el catorce.

El número de muertos fue elevado, algunos historiadores hablan de 50,000, otros de más de
200,000 vidas perdidas, lo cierto es que la represión al movimiento armado durante la guerra
Cristera por parte del gobierno fue muy dura; persiguió a todo aquel que osara desafiar lo
establecido en la Ley Calles, al grado de fusilar sacerdotes por oficiar misa.

Las negociaciones se dieron con el embajador de Estados unidos Dwight Morrow, en ellas se
logró un acuerdo de amnistía general para todos los levantados en armas y a cambio se
devolvieron las casas curales y se derogaron algunas de las políticas de la ley Calles. Finalmente
se llegó al final de las hostilidades estableciendo un modus vivendi en el que este renunciaba a
la aplicación de la ley Calles. Para el 27 de junio de 1929 los servicios religiosos en las iglesias se
reanudaron.

• Personajes, mártires y demás involucrados

Quienes participaron en la Guerra Cristera pueden dividirse en dos bandos; el católico,


conformado por obispos, intelectuales, y cristeros -combatientes armados-, mientras que en el
otro bando estaba el gobierno, el Ejército Federal y aunque parezca increíble, también había un
sector campesino.

CONTENIDO LEGAL:

Desde la época en la que con las Leyes de Reforma se buscaba que la Iglesia católica perdiera el
gran poder monetario y político que tenía, gobierno e Iglesia vivieron enfrentados. Este conflicto
se agravó para 1926 al implementar el gobierno los artículos de la constitución de 1917,
específicamente el 3 y el 130, de forma radical, para controlar totalmente a la Iglesia, reforzando
estos principios con la llamada Ley Calles

Hay que mencionar que la Ley Calles fue una modificación al Código Penal en 1926 por el
presidente Plutarco Elías Calles, para limitar las manifestaciones religiosas con el fin de contar con
instrumentos más precisos para ejercer los controles que la Constitución de 1917 estableció en el
artículo 130 como parte del modelo de sujeción de las Iglesias al Estado, En esta constitución,
relevante hasta nuestro tiempo; se le negaba la personalidad jurídica a la iglesia; prohibía la
participación la participación del clero en la política, así como el culto público fuera de los
templos.

La ley reglamentaria del 130 constitucional facultaba, siguiendo el dictado de la Constitución, a los
gobernadores de los estados de la república a imponer cuotas y requisitos especiales a los
"ministros del culto". Tal fue el caso de los gobernadores más radicales, como Tomás Garrido
Canabal, del estado de Tabasco, quien decretó normas que iban incluso más lejos, pues obligaban
a los "ministros del culto" a ser personas con estado civil de casados para poder oficiar; en
Chihuahua se pretendió forzar a la Iglesia católica a operar con un número mínimo de presbíteros
y en Tamaulipas se prohibió oficiar a los sacerdotes extranjeros.

Confrontada con esta situación, la Iglesia intentó reunir dos millones de firmas para proponer una
reforma constitucional. La petición de los católicos mexicanos fue rechazada. Los católicos
llamaron y realizaron un boicot para no pagar impuestos, minimizar el consumo de productos
comercializados por el Gobierno, no comprar billetes de la Lotería Nacional, ni utilizar vehículos a
fin de no comprar gasolina. Esto causó severos daños a la economía nacional, al tiempo que sirvió
para que las posiciones de distintos grupos dentro de la propia Iglesia católica en México se
radicalizaran.

CONSECUENCIAS:

• ¿Qué consecuencias tuvo esa ley?: A lo largo de los años siguientes las relaciones entre
la iglesia y el Gobierno Mexicano fueron oscilando según el gobierno de turno. Por mas
que los cristeros se hayan extinto, algunos consideran que obtuvieron la victoria, esto se
ve plasmado en que hoy la tradición católica en México continua vigente, aunque detrás
de ella haya ocurrido tan feroz derramamiento de sangre
• ¿Donde se ven esos Cambios?:

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