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SOBRE EL NEOCONSTITUCIONALISMO Y SUS PRECURSORES

Juan Antonio García Amado

Ana Estefanía Beltrán Rivera


Universidad Pontificia Bolivariana

En principio, en el texto se expone un atisbo de contexto histórico del


neoconstitucionalismo. Se entrevé una dificultad, gracias al planteamiento del autor, para
determinar o, mejor, concretar los caracteres fundantes de esta doctrina, en la medida de
que hay aspectos dispersos que son comunes a ciertos doctrinantes, pero a otros no; si bien
existen múltiples teóricos y doctrinantes en esta materia, existen tantas posiciones y
“verdades como cuantos de estos hay. Ciertamente se esperaría una obra magistral o
central, ya que, esta teoría es la base del derecho constitucional actual.

A efectos de dar respuesta a la cuestión de qué razones permiten afirmar que el


neoconstitucionalismo o nuevo derecho es una ideología antidemocrática sobre el
Dderecho, hay que plantear: primero, el fenómeno de lo jurídico no se puede separar de lo
político, y la política responde a las relaciones de poder y a las relaciones sociales. Por
consiguiente, el contenido de la norma depende de las decisiones políticas; segundo, las
constituciones modernas dan forma al gobierno estatal y limitan el poder público. Tanto así,
que en virtud de la Constitución Ppolítica de 1991 se establece que el Eestado colombiano
es social, pluralista y democrático; de igual manera, establece unos principios fundantes, o,
como se nombran en el texto, unos derechos generalísimos; También llamados derechos
fundamentales, los cuales son meras concreciones con la capacidad suficiente para rellenar
cualquier laguna del sistema jurídico de turno. En su amplitud justifican perfectamente la
extensión de los poderes de los jueces, cercenando la discrecionalidad.

Retomando, el neoconstitucionalismo es entendido como un sistema axiológico de valores,


los cuales son un conjunto de transcripciones de los sentires de la comunidad, el Dderecho
Cconstitucional es la moralidad politizada. Dicho esto, el neoconstitucionalismo es una
ideología antidemocrática, en concreto, por dos aspectos, según el texto. El primero tiene
que ver con la institucionalidad; resulta que, el Eestado democrático moderno no solo es
manifestación de la voluntad de las mayorías, sino que requiere por parte del estado la
creación de unos sistemas, tramites e instituciones con los cuales garantizar, el Eestado es
garante de los derechos humanos, el disfrute de sus derechos a las personas que habitan
determinado territorio bajo su jurisdicción. Entonces, el estado en cooperación con diversas
instituciones lleva a cabo esta tarea; sin embargo, esta teoría pone en jaque instituciones
democráticas consolidadas por razones legitimas que justifican su existencia. Es decir, hay
una esfera interna donde usualmente los estados no deberían intervenir. Ya que, como es
pluralista reconoce la autonomía normativa de asociaciones privadas e, incluso, a centros de
culto religioso donde no puede entrar a valorar en virtud de esta autonomía
constitucionalmente otorgada; pero ya en pugna, en presencia de un conflicto de intereses
las instituciones —académicas, médicas, policiales, militares, civiles, etc.— suelen perder
ante la interpretación que determinadas corporaciones realicen de los derechos fundantes,
incluso, puede haber una interpretación que ate al juez o a la corporación ahora y
posteriormente no, y no hay que lugar a preguntarse el porqué, o la fuente de esta
valoración objetiva jurídicamente positivizada, ya que, la moral social cambia.

El segundo tiene que ver la participación social. Si bien es comprensible que en los estados
democráticos haya cuestiones que no se pueden colocar a disposición de la comunidad, es
decir, hay circunstancias en que la voluntad mayoritaria no puede decidir; pero, en general,
y de forma indirecta, las personas determinan la moralidad política de su estado, y sus
representantes legislan en función de necesidades o intereses de su comunidad; por tanto, es
antidemocrático privar a las mayorías decidir en los asuntos controversiales. Ahora el
sistema de pesos y contrapesos se desdibuja, todas las ramas parecen trabajar en pro de
ideologías internacionales, en vez de ser consecuente con las realidades sociales de su
entorno, por esto, se considera antidemocrático, puesto que propenden por una trasmutación
del sistema sin considerar los principios democráticos que son voluntad del pueblo.

Considero que lo dicho por el dDoctor Amado es acertado. En mi opinión, la


institucionalidad de los pueblos, y más los subdesarrollados, está en crisis; si bien las
políticas públicas deberían responder y ser consecuentes con los contextos nacionales la
verdad es que parecen estar más encaminadas a satisfacer estándares impulsados por las
demás naciones. La base del Dderecho Cconstitucional de un eestado debería ser producto
de decisiones políticas de sus nacionales de manera directa o indirecta, por medio de sus
representantes, democráticamente electos; además, las instituciones consientesconscientes
de su entorno se les atribuye la tarea interpretativa de las normas. Es decir, en virtud de la
globalización es casi no se interrelacionen los estados, tanto así que hay una tendencia de
unificar la legislación por medio de tratados o pactos, pero extrapolar métodos, mecanismos
o conceptos de otros sistemas jurídicos, incluso constitucionalmente diversos, y adaptarlos
y aplicarlos a los contextos políticos, sociales, culturales y jurídicos es complejo.

Las normas jurídicas están respondiendo a valores morales adoptados por manipulación; no
son producto de un ejercicio efectivo y diciente racionalmente, sino que responden a
políticas extrínsecas. De estas trasmutaciones en las esencias de los ordenamientos de los
estados no se pretende dar juicios de valor, simplemente acotar que son producto de un afán
de unificar el derecho, y, por tanto, moraliza y absolutiza el derecho constitucional sin el
intervencionismo de su pueblo, supuestamente soberano. Como conclusión de lo expresado
antes, un ejemplo claro es Colombia y los recientes avances realizados por la Corte
Constitucional, de los cuales no se hace juicio de valor, sino que, se comenta que no son
consecuentes con el sistema de creencia que impera en el Eestado. Incluso, las instituciones
no están preparada para implementar estas políticas, fue precipitado sin primero educar en
otros puntos principales. Parecen decisiones influenciadas por estándares de
organizaciones, occidentales, o puesta en marcha de acuerdos internacionales.

¿Referencias?

Errores de ortografía y redacción: 10 errores.

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