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En abril se cumple el primer año de la moratoria de tres meses

aprobada por el Gobierno para facilitar la adaptación de las empresas


a la reforma laboral, cuya evolución en los últimos meses ha estado
marcada por grandes dientes de sierra de una comparativa
distorsionada entre los datos de antes y después de la nueva
norma que regula las relaciones entre el trabajador y la empresa.

A la espera de conocer los datos de abril, ya con plena vigencia de la


reforma tanto en los datos actuales como en los de un año antes,
el primer trimestre del año refleja el vuelco experimentado por
los contratos, que arrojan un descenso global del 30% de las
altas, desde las 23.333 alcanzadas de enero a marzo de 2022 a las
16.339 del mismo periodo del presente ejercicio, con un fuerte
aumento del 58,66% de los indefinidos -de 3.508 a 5.566- frente al
también sustancial descenso de los temporales del 45,65% -de
19825 a 10.773-.

a caída generalizada es consecuencia directa del cambio de


modelo que apuesta por el empleo indefinido frente al eventual, lo
que ha provocado un trasvase de gran parte de contratos temporales
a la modalidad de fijo discontinuo, con lo que trabajadores que con
anterioridad podían encadenar varios contratos en un mismo mes,
ahora firman un solo contrato, sujeto a los periodos de actividad o
inactividad.

De esta forma, los contratos indefinidos han pasado a representar


del orden de un tercio del total -uno de cada tres en el primer
trimestre del año-, cuando antes de la reforma difícilmente llegaban
al 5% por la supremacía absoluta de los temporales, cuyo peso en el
nuevo reparto se diluye hasta el 66% y con clara tendencia a seguir
adelgazando.

Los fijos discontinuos a tiempo parcial sustituyen a


los contratos temporales
e los nuevos contratos indefinidos del tipo fijo discontinuo sólo
resuelven a medias el problema de la precariedad, ya que, por poner
un ejemplo, cerca del 44% (43,82%) de las contrataciones del mes
de marzo fueron a tiempo parcial, según refleja el último informe
estadístico del Servicio Andaluz de Empleo.

En el mismo se observa la especial incidencia de esta limitación de la


jornada laboral en el municipio jerezano, que casi duplica la media
andaluza de poco más del 25% en los contratos a tiempo parcial, y
que supera en casi diez puntos a la media provincial del 34%.

Además, Jerez también supera con creces las medias andaluza y


provincial de contratos temporales, en este caso con un 66,2% de la
primera frente al 53,5 y el 60,8% de la segunda y la tercera,
respectivamente.

En cuanto a la evolución del mes de marzo, en la ciudad se


registraron 2.111 contratos indefinidos, el 27,32% más que en un
mes antes y el 7,60% más que en el mismo mes del año anterior. Las
contrataciones temporales ascendieron a 4.138, el 38,62% más que
en febrero y el 30,6% menos que en marzo de 2022.

En marzo se firmaron en Jerez 6.249 contrataciones, 1.606 más que


en febrero tras un alza del +34,6%. 3.373 de los contratos suscritos
corresponden a los hombres, que saldan marzo con un incremento
mensual del 30,4% y una caída interanual del
20%. Las mujeres, por su parte, firmaron 2.876 contrataciones, que
en su caso suponen un aumento en el último mes del 39,8% y
un descenso en los últimos doce meses del 22,3%.

Evolución por sectores


Por actividades, los servicios, en volumen, y la industria, en términos
relativos, encabezan el repunte mensual, que en los primeros se
traduce en 1.348 contratos más que elevan su total del mes hasta
4.686 (40.38%), mientras que la segunda arroja un incremento del
51,9%, con 433 contratos en marzo y 148 más que en febrero.

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