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Los mapuches rogaban a los dioses por lluvia en el lago Lácar, donde vivía el monstruo Caicaifilú. Un mensajero advirtió que Caicaifilú causaría una gran inundación por enojarse. Algunos hombres y animales escaparon a una montaña, donde la serpiente Trentrén los protegió haciendo crecer la montaña y derrotando a Caicaifilú, deteniendo la inundación. Los mapuches agradecieron a Trentrén.
Los mapuches rogaban a los dioses por lluvia en el lago Lácar, donde vivía el monstruo Caicaifilú. Un mensajero advirtió que Caicaifilú causaría una gran inundación por enojarse. Algunos hombres y animales escaparon a una montaña, donde la serpiente Trentrén los protegió haciendo crecer la montaña y derrotando a Caicaifilú, deteniendo la inundación. Los mapuches agradecieron a Trentrén.
Los mapuches rogaban a los dioses por lluvia en el lago Lácar, donde vivía el monstruo Caicaifilú. Un mensajero advirtió que Caicaifilú causaría una gran inundación por enojarse. Algunos hombres y animales escaparon a una montaña, donde la serpiente Trentrén los protegió haciendo crecer la montaña y derrotando a Caicaifilú, deteniendo la inundación. Los mapuches agradecieron a Trentrén.
En los tiempos de antes, si no llovía, los mapuches
iban al lago Lácar, donde vivía Caicaifilú, golpeaban el agua
y rogaban a los dioses que les dieran la lluvia. Una de esas veces, apareció un hombre que dijo estar mandado por los dioses y contó que Caicaifi/ú, monstruo mitad serpiente y mitad caballo, se iba a enojar y que todo se iba a inundar. Para salvarse, debían ir a la montaña y pedirle a la serpiente Trentrén, que habitaba en ella, que los ayudara. Nadie le hizo caso. Ese año, los mapuches hideron sus rogativas como de costumbre. Y pronto llovió y llovió. Caícaifilú estaba furiosa y golpeaba el agua con su cola para que el agua subiera todavía más. Algunos hombres se acor- Al comienzo de los tiempos, hubo una gran ne- daron del mensajero y empezaron a subir la montaña. Tam- vada. Un ratón hizo un agujero en la bolsa de la piel que con- bién fueron los animales. Trentrén se despertó y. para que no tenía el calordel sol,y el calor se espardó por la tierra y fundió se murieran, se encorvó e hizo crecer la montaña. Cuando /as nieves. El agua se elevó hasta la parte más alta de los pinos Caicaiftlú quiso ir a sacar a los mapucjJes de la cueva adonde más altos y continuó ascendiendo hasta que las montañas se habían metído,Trentrén le dio un golpe con la cola y la quedaron sumergidas. Un anda no había advertido a sus ami- tiró al fondo del lago. Ahí una roca la sepultó. Al poco tiem- gos que la inundación se produciría, pero no lo escucharon. po dejó de llo~e,r. Entonces los mapuches hicieron una gran Todos se ahogaron menos él, que había construido una gran rogati.va para agradecer a Trentrén. canoa. Allí flotó y rescató a los animales que encontró. Luego Fuente: C. Fernández (comp.), Relatosy romanceadas mapuches, envió al castor, la nutria, la rata almizclera y el pato, para Buenos Aires, Ediciones del Sol, 1989. tratar de encontrar tierra. Sólo el último regresó trayendo lo- do en el pico. El anciano puso el lodo sobre el agua, lo sopló,y éste se expandió formando una isla lo bastante grande co- mo para acogerlo a él y a todos los animales. Leyenda de los Chippewa, aborígenes de América del Norte. Fuente: O. ViLaliano, L9endas de la tierra, Barcelona,
Salva!, 1994.
Una reina o diosa, llamada
o Nu Kua, luchó con el jefe de una tribu vecina y logró vencerlo. Mortificado por el hecho de haber sido sometido por una mujer, éste se golpeó la cabeza contra el Bambú Celestialy produjo un agujero en la bóveda del cielo. Por allí cayó agua en grandes cantidades. Nu Kua tomó piedras de cinco colores distintos, las deshizo has- ta transformarlas en polvo y mezcló una argamasa con la cual remendó el orifi- do. Así detuvo la inundación. Leye nda china. Fuenle: D. Vitaliano, Lg,ndas d, la tierra, Barcelona, Salvat, 1994.