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De movimientos a partidos.

La cristalización electoral de la protesta


From movements to political parties.
The electoral crystallization of protest
*Josep Lobera,
Universidad Autónoma de Madrid. Departamento de Sociología. España/Spain
josep.lobera@uam.es
Recibido/Received: 16/04/2015
Aceptado/Accepted: 14/05/2015

Resumen Abstract
El paso de movimientos sociales a formaciones po- The passage of social movements to political
líticas ha sido escasamente tratado en la literatu- parties has been barely treated in the academic
ra académica, aunque reúne un interés creciente. literature, but it meets a growing interest. In
En España, ciertas continuidades entre el 15-M y Spain, certain continuities between 15-M and the
la emergencia de nuevos partidos pueden ser ob- emergence of new parties can be observed. This
servadas. En este artículo, se plantean tres ideas article raised three ideas about the passage of
sobre el paso de movimientos a partidos y se po- social movements to political parties, which are
nen en relación con contribuciones que siguen en presented in relation to subsequent articles in this
esta misma sección. En primer lugar, el 15-M está section. First, the 15-M is far from being a clearly
lejos de ser un bloque claramente delimitado, por defined block, so its extension into representative
lo que su extensión hacia la política representativa politics cannot be treated in a unique way; it is
no puede ser tratada de manera única; es preciso necessary to identify different levels in which this
identificar distintas formas en las que este paso o extension takes place. Second, the relationship
extensión a la dinámica de partidos tiene lugar. En between three processes of change is analysed:
segundo lugar, se explora la relación existente entre the erosion of political support since 2008, the
tres procesos de cambio: la erosión del apoyo polí- public’s support for the 15-M demonstrations in
tico desde 2008, el apoyo a las movilizaciones del 2011, and the emergence of new parties in 2014
15-M en 2011 y la emergencia de nuevos partidos and 2015. Finally, it is emphasized the importance
en 2014 y 2015. Por último, se subraya la importan- of introducing the analysis of ‘cross-sectionalism
cia de introducir el análisis de ‘la transversalidad with different intensities’ that occurs within pu-
con intensidades distintas’ que tiene lugar entre la blic opinion in these three processes.
opinión pública en estos tres procesos de cambio.
Palabras clave: Nuevos partidos políticos, movi- Keywords: New political parties, social movements,
mientos sociales, institucionalización, 15-M, Po- institutionalization, 15-M, Podemos.
demos.

*Autor para correspondencia / Corresponding author: Josep Lobera; dirección postal: Departamento de Sociología.
c/ Francisco Tomás y Valiente, 5. Universidad Autónoma de Madrid, 28049 Madrid
Sugerencia de cita / Suggested citation: Lobera, J. (2015). De movimientos a partidos. La cristalización electoral de la protesta.
Revista Española de Sociología, 24: 97-105

RES n.º 24 (2015) pp. 97-105. ISSN: 1578-2824


De movimientos a partidos. La cristalización electoral de la protesta

Las movilizaciones que se originaron el 14 y movilizaciones del 15-M y la emergencia de nue-


15 de mayo 2011 han recibido numerosa atención vos partidos en 2014 y 2015; y 3) la importancia
mediática y académica. ¿Cómo se formaron? ¿Qué de introducir el análisis de ‘la transversalidad con
impacto tuvieron? Son preguntas que seguirán intensidades distintas’ que tiene lugar entre la opi-
siendo objeto de estudio durante los próximos años. nión pública en estos tres procesos de cambio.
La emergencia mediática e institucional de nuevas Si bien en esta serie de artículos trataremos
formaciones políticas plantea nuevas preguntas en principalmente del paso del 15-M a los partidos
torno a la cristalización electoral de los movimien- de mayor impacto, como Podemos y los procesos de
tos de protesta. Existe numerosa literatura sobre confluencia municipalistas, es importante destacar
movimientos sociales y más aún sobre partidos que, aunque en menor medida, los intentos de in-
políticos, pero el paso de movimientos sociales a fluir electoralmente y extender el movimiento a la
formaciones políticas ha sido escasamente tratado esfera de la política representativa han estado pre-
en ambas. sentes prácticamente desde los inicios de las movi-
En esta serie de artículos de la sección de De- lizaciones. En 2012 y 2013 aparecieron propuestas
bates, pretendemos reflexionar sobre esta cuestión para la creación de un frente electoral de izquier-
desde diversos prismas. En su artículo, Irene Mar- das como, por ejemplo, Ahora tú decides, Alternati-
tín plantea tres modelos de partido-movimiento: vas desde Abajo —en un principio participado por
Podemos, Syriza, y las plataformas ciudadanas Izquierda Anticapitalista, quien en enero de 2014
como Barcelona en Comú o Ahora Madrid, ade- se uniría a Podemos— o Confluencia - grupo de
más de abordar las similitudes de Podemos con trabajo compuesto por activistas de Juventud Sin
el Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia. Por Futuro, Democracia Real Ya, Constituyentes y par-
su parte, Kerman Calvo y Iago Álvarez analizan la tidos de izquierda cuyo objetivo era “impulsar un
emergencia de Podemos como la solución arbitrada programa político elaborado desde la base”.1 En di-
por un sector del quincemayismo para resolver la ciembre de 2012, aparece la Red Ciudadana Parti-
dificultades de articulación política dentro del mo- do X (también conocida como Partido X), impulsado
vimiento. Además, los autores profundizan en las por personas cercanas a las movilizaciones y a los
dificultades de integración del feminismo tanto en movimientos de la cultura y software libres, y que
el 15-M como en Podemos. Finalmente, Joan Subi- podemos considerar como el primer partido surgido
rats presenta algunos rasgos que permiten situar a la estela del 15-M.
la crisis de los partidos tradicionales en un cambio Los intentos de dar el salto a la política par-
de época, para después extraer conclusiones sobre tidista se han repetido desde distintos grupos de
la evolución de los nuevos movimientos sociales, activistas, antes, durante y tras el 15-M. Pero será
con una mirada específica sobre la cristalización Podemos el primero en obtener representación po-
de estos movimientos en Podemos y Barcelona en lítica, con cinco eurodiputados en las elecciones
Comú. europeas de mayo de 2014 —apenas cuatro meses
En este artículo, pretendo exponer tres ideas después de su presentación oficial—, por lo que
centrales sobre el paso de movimientos a partidos, gran parte del análisis que planteamos se centrará
así como ponerlas en relación las contribuciones en esta formación.
que siguen en esta sección. Estas tres ideas son
que 1) el movimiento 15-M está lejos de ser un blo-
que claramente delimitado, por lo que su extensión El movimiento transversal (pero
hacia la política representativa no puede ser trata- con distintas intensidades)
da de manera única; es preciso identificar distintas
formas en las que este paso o extensión a la diná- Durante los meses previos a las movilizaciones,
mica de partidos tiene lugar; 2) plantear la relación el clima social ya estaba cargado con las claves que
existente entre tres procesos de cambio: la erosión
del apoyo político entre 2008 y 2014, el apoyo a las 1 https://confluyentes.wordpress.com/

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irrumpirían en las calles y plazas a partir del 15-M, síntoma, una expresión de un cambio profundo que
según mostraban las sucesivas encuestas de opi- venía produciéndose previamente en torno a la re-
nión: solo el 19% de los españoles creía que el PP y lación de los ciudadanos con las instituciones polí-
el PSOE representaban los intereses de la mayoría de ticas. Más concretamente, los datos mostraban que
los ciudadanos —tan solo el 21% entre los votan- ese cambio no se producía únicamente en sectores
tes socialistas y el 25% entre los populares— y una determinados de la población. Al contrario, los dis-
amplia mayoría no se sentía identificado ideológica- tintos grupos de población, independientemente de
mente con ningún partido político ni veía represen- su ideología política, su edad, su nivel de estudios,
tados sus intereses por ninguno (Lobera y Ferrándiz, su lugar de residencia o su situación ocupacional,
2013:52-3). Por su parte, el barómetro del CIS de se veían afectados por esa corriente profunda de
mayo de 2011 identificaba a la clase política como cambio de actitud hacia la clase política —a la que
la tercera causa de preocupación para los españoles se percibía cada vez más alejada de los intereses
(22,1%), sólo por detrás del desempleo (84,1%) y de los ciudadanos— y, consecuentemente, hacia el
los problemas económicos (46,5%). funcionamiento de la política. Esta transversalidad
es, además, muy similar a la que observamos en
Desde 2008, se constata una seria y gradual el apoyo a las movilizaciones de mayo de 2011 por
erosión de los distintos indicadores de apoyo polí- parte de la ciudadanía, como hemos mostrado en
tico en España, especialmente aquellos referidos a estudios previos.3
la aprobación de cargos públicos, confianza en las Por transversalidad entendemos un apoyo ma-
instituciones democráticas y evaluación del funcio- yoritario en los distintos sectores sociales, pero no
namiento de la democracia.2 Esta erosión se inten- necesariamente con una misma intensidad en to-
sifica a partir de mayo de 2010, coincidiendo con dos ellos, por lo que no implica uniformidad. Así,
el giro de las políticas del Gobierno Zapatero para observamos que el aumento de la desconfianza
hacer frente a la crisis económica. Los datos de opi- hacia la clase política fue transversal entre los
nión ponen de manifiesto una ruptura de confianza españoles, como también lo fue el apoyo a los prin-
del PSOE con su propio electorado —y, por exten- cipales argumentos desarrollados entorno a las
sión, con el resto de la ciudadanía— que es doble: protestas del 15-M: mayoritario entre los distintos
por un lado, a nivel de ‘contrato ideológico’, por otro, grupos sociodemográficos, aunque se observen in-
de confianza en su eficacia para salir de la crisis. tensidades distintas en ambos casos.4 Así, en el
Esto contribuye de manera decisiva a la profun- análisis del apoyo o rechazo de los ciudadanos al
dización del malestar con el funcionamiento de la 15-M, en Lobera y Sampedro (2014) observamos
política entre una parte importante de la población tres elementos clave:
y se llega a una situación anómala en noviembre de —El 15-M presenta un amplio apoyo entre la
2011: nunca antes los dos principales candidatos a población (3/4 sobre argumentos centrales y 1/2
presidir el Gobierno de España acudían a una cita sobre su estrategia).
electoral con porcentajes tan bajos de confianza. —Ese apoyo es mayoritario en todos los secto-
Alfredo Pérez Rubalcaba, inspiraba poca o ninguna res sociales, según ideología, edad, sexo, situación
confianza a tres de cada cuatro electores (75%) y laboral y hábitat. En algunos sectores pueden ma-
lo mismo le ocurría al candidato popular, Mariano nifestarse apoyos más intensos que en otros, pero
Rajoy, entre dos de cada tres ciudadanos (67%). en todos ellos son mayoritarios.

En su gran parte, las protestas que se iniciaron


en mayo de 2011 deben ser interpretadas como un 3 Véase, por ejemplo, Lobera y Sampedro (2014) y Sam-
predro y Lobera (2014).
2 Para un análisis más detallado del proceso de erosión 4 El análisis de esta transversalidad la esbozamos en Lo-
de los distintos indicadores de apoyo político ver Lobera bera y Ferrándiz (2013) y la desarrollamos en Lobera y
y Ferrándiz (2013). Sampedro (2014) y Sampedro y Lobera (2014).

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—El apoyo mayoritario se observó desde los esquema derecha izquierda —como veremos más
primeros días de las protestas y se mantuvo tras el adelante. Las distintas intensidades ayudan a ex-
giro de protesta política que supuso el 25S. plicar los comportamientos distintos entre colecti-
vos, así como la posterior cristalización partidista,
Por otro lado, esta transversalidad tiene su co- antes en la izquierda que en la derecha, así como
rrespondencia en el propio discurso y los eslóganes entre los jóvenes antes que entre las personas de
del 15-M. A pesar de que el contenido de sus pro- mayor edad.
puestas tenía una orientación marcadamente pro-
gresista (Chaves Giraldo, 2012:10), el discurso del
15-M aspiraba a superar el eje izquierda-derecha Los contornos del movimiento
para dar cabida a grandes mayorías (“Somos el
99%”) —en un intento de alineamiento de marcos Una primera dificultad en la caracterización del
con el mayor número posible de grupos sociales y 15-M radica en la definición de sus contornos. El
facilitar movilizaciones masivas— como se des- movimiento es heterogéneo y con colectivos e indi-
prende de su Manifiesto: “Somos personas nor- viduos implicados bajo diferentes formas e inten-
males y corrientes. Somos como tú: gente que se sidades y con características ideológicas y socio-
levanta por las mañanas para estudiar, para traba- demográficas distintas. ¿Es el 15-M sus ‘centros’,
jar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y sus partes más movilizadas y movilizadoras? Es
amigos. (…). Unos nos consideramos más progre- una parte importante, en efecto, pero su caracteri-
sistas, otros más conservadores. Unos creyentes, zación sería incompleta si no abarca sus periferias,
otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, menos movilizadas, menos visibles, pero más nu-
otros nos consideramos apolíticos”.5 merosas y que incluye a colectivos e individuos aún
más diversos que se sienten identificados con las
A las pocas semanas de eclosionar, una amplia protestas y con sus demandas.6
mayoría afirmaba estar de acuerdo en los plantea- Así, el 15-M presenta contornos difusos, tanto
mientos fundamentales de las protestas. El marco en sus formas de expresión, como en la delimita-
generado por las protestas logró ser respaldado de ción de sus participantes, en su acotación temporal
manera transversal entre la ciudadanía, aunque y espacial, así como en su impacto en el campo
con distintas intensidades que se irían desarrollan- electoral. Sabemos cuándo empieza pero resulta
do a medida que avanzaron —algo más de apoyo complicado establecer una fecha en la que deja de
entre los más jóvenes y quienes tienen ideología de estar presente en la sociedad. Conocemos sus prin-
izquierda. Así, se observaron diferencias previsibles cipales argumentos pero es difícil excluir a partidos
en el comportamiento de cada uno de los colectivos políticos que no hayan recibido un impacto o una
sociales, según sus características específicas influencia de ellos. Sabemos quién era el núcleo
—se movilizaron más los jóvenes que las personas promotor pero la identificación con el 15-M está di-
de edad avanzada, y más quienes afirmaban tener fuminada por sectores sociales heterogéneos.
una ideología de izquierda que de derecha— y se- Pero la complejidad en la delimitación del 15-M
rían estos colectivos asimismo quienes apoyarían aumenta con su dimensión digital. El uso de las
antes a las nuevas formaciones políticas que apa- nuevas tecnologías, desde el propio nacimiento del
recerían posteriormente. movimiento (@axebra et al., 2012), profundiza la
práctica política de red distribuida: ha convertido en
La transversalidad ayuda a explicar la virali- actores políticos a personas dispersas que han en-
dad, la rápida expansión del movimiento en todo
el territorio, así como la afectación a lo largo del 6 Esta identificación más amplia se refleja cuantitati-
vamente en los estudios demoscópicos —del CIS y
5 Manifiesto disponible en http://www.democraciareal- otros—, por ejemplo, cuando siete de cada diez es-
ya.es/manifiesto-comun/ pañoles dicen apoyar las reivindicaciones del 15-M.

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contrado en las redes sociales un espacio de comu- supone el movimiento. En esto ha residido parte de
nicación y expresión política, mientras que, a su vez, su éxito y de su limitación. Kerman Calvo y Iago Álva-
algunos de esos espacios digitales se han converti- rez (2015) analizan las limitaciones del movimiento
do en sujetos políticos (Sampedro y Lobera, 2014). y cómo se producen mutaciones o hibridaciones que
El medio digital permite un sistema pluriárquico: buscan superar situaciones de bloqueo.
cualquiera puede proponer una acción política cuyo
alcance dependerá de las simpatías y acuerdos que
suscite la propuesta, a la vez que evoluciona con la Las mutaciones del 15-M
inclusión de nuevos actores (De Ugarte, 2007). Tanto
en la práctica política digital como en “las plazas”, El ciclo de protestas iniciado con el 15-M se ha
los sujetos políticos individuales se difuminan y ad- desarrollado de forma particularmente dinámica,
quieren mayor relevancia los espacios cooperativos por lo que las concepciones estáticas —tanto del
para la acción política. En este sentido, el 15-M se propio movimiento como de sus efectos— pueden
puede interpretar como un meta-sujeto político, com- dificultar seriamente su análisis. Las nuevas po-
puesto por —y resultado de— diferentes espacios sibilidades de articulación y organización de las
presenciales (como asambleas) y digitales (como redes sociales, junto con el carácter difuso de los
foros, redes, etc.) que se retroalimentan y adquieren contornos del 15-M, han facilitado una significativa
las características propias de unos sujetos políticos transformación de las primeras formas de protesta
(Lobera y Sampedro, 2014). y organización dando lugar a nuevos colectivos e
En su artículo, Joan Subirats (2015) plantea las identidades en un plazo de tiempo relativamente
ventajas que ofrece Internet a los movimientos so- corto.7 Las distintas mutaciones e hibridaciones del
ciales, que desarrollan nuevas formas de organiza- 15-M son numerosas y diversas, como la emergen-
ción, de coordinación en la dispersión y, en concre- cia pública de la Plataforma de Afectados por la Hi-
to, la importancia que han tenido las redes sociales poteca (PAH), las distintas mareas y los escraches.
para la extensión territorial de fenómenos como las Para comprender su naturaleza, es preciso acer-
mareas o la PAH y, por otro lado, de la Assemblea carse a los núcleos dinamizadores de las primeras
Nacional Catalana-ANC en Cataluña en estos úl- protestas: Democracia Real, movimientos contra la
timos años. Pero, además, Subirats vincula estas precariedad, V de vivienda, la PAH, Juventud sin
prácticas de los movimientos sociales con el origen futuro, movimientos altermundistas, movimientos
de las nuevas las nuevas configuraciones políticas, estudiantiles contra la Ley Bolonia, movimientos de
que tienden “a articularse en forma de maraña en- la cultura y software libres, etc. —muchos de ellos
trelazada de pequeños grupos, redes sociales y con participando en activismos múltiples.
múltiples conexiones” (íbid). Los nuevos partidos, El alineamiento de marcos logrado por el 15-M,
continúa, destacan por el uso táctico y estratégico en un momento previo a unas elecciones munici-
de las tecnologías de la comunicación, a efectos, pales y autonómicas, resultó sumamente eficaz y
sobre todo, de organización y de participación, de desembocó en una movilización viral contra el fun-
manera mucho usar “de manera más desarrollada cionamiento de la política institucional. Su men-
que los partidos tradicionales” (íbid). saje fue capaz de albergar una gran diversidad de
Así, en el uso de las nuevas tecnologías encon- posiciones entre la opinión pública, traspasando
tramos una de las continuidades entre las movi- fronteras ideológicas y recorridos previos, generan-
lizaciones y los nuevos partidos. Pero, como era de do un ecosistema diverso. Pero, al mismo tiempo,
esperar, en estos su vinculación con la organización las especificidades sectoriales de cada movimien-
interna del partido ha sido distinta que en los movi- to parecían tener dificultades para aprovechar la
mientos sociales. En el 15-M no existía una dirección
identificable ni un plan previo: el enjambre de sus 7 Un mapa de algunas de las mutaciones del 15-M pue-
acciones es el resultado de esa interacción política de ser consultado en http://www.yometiroalmonte.
distribuida, pluriárquica y sin contorno definido que es/2014/04/08/mapa-mutaciones-15-M/

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movilización del consenso indignado. Ante estas fluencia del 15-M sobre la política representativa
dificultades muchos de esos activistas promovie- ha sido significativa y multifacética.
ron hibridaciones de sus activismos previos con el El movimiento 15-M está lejos de ser un bloque
marco abierto por el 15-M —como los activistas de claramente delimitado. Al contrario, presenta unos
mareas o la PAH—, desembocando en iniciativas contornos difusos, por lo que su extensión a la es-
diferenciadas del movimiento general, más espe- fera de la política representativa no puede interpre-
cíficas, más identificables, con una mayor capaci- tarse de manera única. Para facilitar el análisis de
dad de actuación pero (re)estableciendo su marco esta extensión proponemos considerar en ella tres
de actuación específico dentro del meta-marco del capas o niveles básicos:
15-M. De esta manera, el 15-M va perdiendo pro- —En un primer nivel, la creación y organiza-
gresivamente activismo efectivo y queda como un ción de nuevas formaciones por parte de activistas
meta-marco amplio, generalista —casi inoperati- más o menos involucrados en la organización del
vo— pero que permite vincular iniciativas diversas 15-M.
y específicas, dotándolas de fuerzas renovadas al —En un segundo nivel, el cambio de patrones
alinearlas con un nuevo consenso movilizador. de voto por parte de electores que han visto afec-
Kerman Calvo y Iago Álvarez (2015) recuperan el tada su percepción del panorama electoral por las
argumento de las ‘generaciones políticas’ y proponen movilizaciones del 15-M —aunque no participaran
la coexistencia de, al menos, dos ‘tipos’ de activistas necesariamente en ellas;
dentro del movimiento 15-M: los ‘nuevos 15-Mayis- —En un nivel más externo de influencia del
tas’, recién llegados a la participación política activa movimiento en la esfera partidista, observamos
en 2011, y los ‘15-Mayistas veteranos’, personas con cómo el 15-M ha sido capaz de influir y provocar
experiencia en otros movimientos sociales y políticos, cambios en el funcionamiento de los partidos tradi-
analógicos y/o digitales. Así, los activistas veteranos cionales, más allá de las intenciones de sus impul-
habrían buscado e impulsado las mutaciones e hi- sores. Prácticamente todos los partidos han intro-
bridaciones ante la incapacidad de generar consen- ducido cambios estéticos o de fondo en la línea de
sos dentro del propio movimiento más amplio. Para demandas quincemayistas con vistas a satisfacer
Calvo y Álvarez, la generación de nuevas formaciones a una parte importante de sus propios electorados
políticas y, en concreto, el surgimiento de Podemos que simpatizaba con los nuevos marcos de consen-
es “la respuesta más visible ante el nerviosismo de so establecidos por el movimiento.
los 15-Mayistas veteranos” ante “el riesgo de la pa- Esta diferenciación por capas de extensión del
rálisis, anquilosamiento e irrelevancia asociados a movimiento a la esfera de la política representativa
un movimientos social poco vertebrado y muy volca- plantea distintas cuestiones. ¿Existen nuevas for-
do a la discusión on-line” (íbid). maciones políticas más vinculadas que otras a la
organización interna del 15-M? ¿Hay partidos que
absorben más que otros las dinámicas movilizado-
La cristalización electoral ras y discursivas del 15-M? ¿Hay partidos tradicio-
nales que se han visto más afectados en su resul-
La protesta puede interpretarse, como señala tado electoral que otros por el cambio de actitudes
Kasse (2007: 789), como una forma no institu- políticas que ha acompañado al movimiento?
cionalizada normal de implicación política. No es Como señalan Joan Subirats y de Kerman Calvo
extraño, por tanto, que un movimiento de protesta y Iago Álvarez en sus artículos, la Red Ciudadana
pueda —y desee— extenderse hacia la esfera de Partido X sería la formación política, tanto en su
la política representativa. Esta extensión puede te- funcionamiento como en sus aspiraciones, más
ner múltiples facetas, desde la influencia en la re- afín al movimiento 15-M. Por otro lado, Irene Martín
generación de partidos ya existentes, pasando por (2015) pone de relevancia la dificultad de encontrar
la promoción activa ciertos patrones de voto, hasta el nexo organizativo entre el 15-M y el origen de Po-
la creación de nuevas formaciones políticas. La in- demos, “pero esto no impide que pueda haber exis-

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tido un vínculo organizativo a posteriori”, es decir, 15-M han tenido el mismo éxito electoral —compa-
“que la organización de Podemos haya utilizado, o remos, por ejemplo, el Partido X y Podemos. O veamos
se haya superpuesto, a la estructura organizativa cómo Ciudadanos, sin una vinculación orgánica con
del 15-M”. Sobre esta conexión, resultan interesan- el 15-M, aparece con fuerza como alternativa política
tes las declaraciones en diciembre de 2014 de Juan en el centroderecha. ¿Por qué el éxito de Podemos,
Carlos Monedero, entonces secretario de Proceso Barcelona en Comú y Ahora Madrid pero no de IU,
Constituyente y Programa de Podemos: “Venimos Equo o Partido X? ¿Por qué emerge Ciudadanos y no
del 15-M pero no somos el 15-M, somos la politi- se consolidó UPyD? Las posibles respuestas apuntan
zación de sus argumentos”.8 O las de Iñigo Errejón, a un sumatorio de factores.
director de campaña del partido en mayo de 2014: La existencia de un sustrato crítico con el fun-
“Estuvimos en el 15-M y aprendimos mucho en las cionamiento de los partidos políticos existentes y la
asambleas. Sin este movimiento, Podemos no hu- creación de un nuevo marco de consenso parecen
biese sido posible”.9 ser dos condiciones necesarias pero no suficientes
En su artículo, Irene Martín (2015) aporta una la emergencia de nuevos partidos políticos. Tanto
valiosa reflexión sobre sobre distintos modos de en el caso de Podemos como el de Ciudadanos, han
cristalización partidista de movimientos analizando sido precisos, además, elementos como la visibili-
distintos modelos de partidos-movimiento – aque- dad mediática, el uso del líder político en la fase
llos partidos que mantienen rasgos organizativos de emergencia, la habilidad en el debate público,
y programáticos similares a los de un movimiento la novedad (aparecían sin facturas pendientes) y el
social. La autora subraya las principales diferen- enfoque transversal del discurso político —ambos
cias entre Syriza, Podemos y las confluencias mu- partidos insisten en desmarcarse del eje izquierda-
nicipalistas Ahora Madrid y Barcelona en Comú. derecha y establecer el nuevo marco de nueva y vieja
Además, propone analizar la situación actual a la política. Es el eje de renovación de la política, de re-
luz de experiencias anteriores y, más concretamen- generación democrática, el nuevo marco establecido
te, a partir de la experiencia de los movimientos/ por los nuevos políticos aparecidos a la estela de la
partidos verdes en Europa y Oceanía. Como señala indignación con el funcionamiento de la política. En
Irene Martín, dos de los aspectos que comparte la este sentido, resulta muy significativo que nueve de
emergencia actual de partidos-movimiento con los cada diez de quienes declaran que van a votar a Po-
casos anteriores son el haber surgido en un mo- demos y Ciudadanos en mayo de 2015 afirman que
mento en el que el centro-izquierda está debilitado lo harán para renovar el sistema político.10
y el haber sido capaces de cambiar la lógica de la Así, el movimiento de protesta parece ser, al
competición partidista redefiniendo las categorías menos en este caso, un paso intermedio que fa-
políticas de referencia. cilita la aparición de nuevos marcos de consenso,
En el escenario electoral español han ido apa- discursos puente que vinculan la interpretación de
reciendo recurrentemente diversos partidos —recor- los hechos que hacen individuos con la interpreta-
demos los casos ‘recientes’ de UPyD o Equo— pero ción del movimiento, en el sentido planteado por
estos no habían logrado cambios en los patrones de Snow et al. (1986:476). Pero no necesariamente la
voto como los que se perfilan en 2015, con la emer- organización del movimiento será la misma que or-
gencia de nuevas formaciones. Pero, al mismo tiem- ganice el partido, tampoco serán los partidos más
po, no todos los partidos surgidos de la estela del vinculados al movimiento los que necesariamente
aprovechen, en mayor medida, el potencial electo-
8 Europa Press, 14/12/2014 http://www.europapress. ral del movimiento.
es/nacional/noticia-monedero-podemos-venimos-
15-no-somos-15-somos-politizacion-argumen-
tos-20141214135257.html
10 Encuesta disponible en http://politica.elpais.com/po-
9 El Mundo, 26/05/2014 http://www.elmundo.es/espan litica/2015/01/31/actualidad/1422718489_860472.
a/2014/05/26/53833e00e2704e530f8b4579.html html

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Esta emergencia de nuevos partidos se pro- alineamiento de marcos que ha supuesto y sin la
duce a pesar de sectores significativos dentro de posterior emergencia de Podemos, sería difícil pen-
las asambleas del 15-M que se oponían a la par- sar en una la emergencia actual de Ciudadanos en
ticipación en la política representativa desde el el escenario electoral nacional. Es por ello que no
movimiento o incluso propugnaban la abolición podemos excluir del análisis el cambio en el pano-
del sistema representativo. Como señala Irene Mar- rama electoral del centroderecha, aunque segura-
tín (2015), la posición en las asambleas sobre la mente sea una de las derivadas más alejadas de la
creación de partidos políticos no fue en absoluto previsión de los propios dinamizadores de la indig-
unánime, como tampoco existió consenso sobre el nación ciudadana hacia los partidos políticos.
apoyo o no a las nuevas formaciones como Pode- Por último, es preciso señalar que las formas
mos. También Calvo y Álvarez (2015) subrayan este que adopte la extensión hacia la esfera de la polí-
punto: el discurso expresado por buena parte de los tica representativa de un movimiento de protesta
participantes “en las asambleas, foros y eventos de transversal y masivo como el 15-M escaparán, en
protesta vinculados con la indignación aborrecen gran medida, al control desde el propio movimiento
cualquier insinuación de incorporación y participa- —principalmente, porque están sujetas a múltiples
ción en la política institucional de antes”. factores, muchos de ellos externos al propio movi-
Es importante destacar que no solo la izquierda miento. Esta pérdida de control de la extensión elec-
se ha visto afectada por el cambio de fondo en las toral del movimiento es especialmente aguda en sus
actitudes hacia el funcionamiento de la política que niveles o capas más externas, como el cambio de
venimos analizando —también el centro y la derecha patrones de voto o procesos de regeneración. Algu-
ideológica se han visto afectados profundamente por nos nuevos partidos están más cerca de la lógica or-
él. Recordemos que una mayoría de los ciudadanos ganizativa y los contenidos del 15-M —como la Red
que se ubicaban ideológicamente en el centro y el cen- Ciudadana Partido X—, pero no necesariamente son
troderecha mostraron, durante su primer año, acuerdo los que reciben un mayor apoyo electoral entre los
con los argumentos del 15-M y simpatizaban con las distintos grupos de simpatizantes del movimiento.
protestas (Sampedro y Lobera, 2014). Resulta enton- Los activistas o simpatizantes nucleares del 15-M
ces razonable pensar que la influencia del movimiento, tenderán a adherirse a partidos como Partido X, Aho-
más allá de las intenciones de sus promotores, pudiera ra Madrid, Barcelona en Comú o Podemos ­—algunos
influir también en los votantes del centroderecha, bien de forma crítica—. Los simpatizantes más externos
impulsando reformas en partidos de esta franja, bien al movimiento tienen un rango de cristalización mu-
abriendo espacio para la aparición de nuevos parti- cho más amplio: pueden optar por algunas de estas
dos como parece haber sido el caso de Ciudadanos. formaciones o formaciones previas minoritarias,
Resulta llamativo que las pautas de emergencia de nuevas formaciones no vinculadas al 15-M como
Ciudadanos recuerdan a las observadas en Podemos Ciudadanos o volver a opciones previas —PP, PSOE,
en sus primeros meses de irrupción, tanto en el creci- CIU, etc.—. Este comportamiento diferenciado de los
miento rápido de su intención de voto, como en la alta simpatizantes más externos será mucho más depen-
valoración de su líder, como en la captación de voto de diente de las estrategias de campaña electoral y, es-
un espectro ideológico muy amplio a ambos lados del pecialmente, de la evolución de la batalla partidista
centro —al menos en un primer momento. en los medios de comunicación de masas.
¿Se puede vincular Ciudadanos a la existencia
del 15-M? Ciudadanos no tiene una vinculación
orgánica con el 15-M, no forma parte de su ecosis- A modo de conclusión
tema, pero ha incorporado en su discurso algunas
de sus demandas y los nuevos marcos de consenso, Como se ha visto, la influencia electoral del
especialmente aquellos vinculados con la regene- 15-M no resulta fácil de delimitar y presenta un
ración, la transparencia, la lucha contra la corrup- grado significativo de transversalidad, aunque con
ción. Sin la visibilidad mediática del 15-M, sin el resultados ciertamente distintos según los grupos

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De movimientos a partidos. La cristalización electoral de la protesta

sociales. Es preciso poner en relación esta influen- Referencias


cia con procesos más amplios de cambio en la
opinión pública española acerca de sus actitudes Calvo, K. y Álvarez I. (2015), “Limitaciones y exclu-
hacia el sistema político. Observamos, pues, que siones en la institucionalización de la indigna-
15-M es un síntoma de un cambio profundo, no la ción: del 15-M a Podemos”, Revista Española
causa primera de la aparición de partidos como Po- de Sociología RES, 24.
demos sino un proceso de visibilización de un ma- Chaves Giraldo, P. (2012), “La movilización de los
lestar mayoritario que articula un discurso marco indignados: una explicación sociopolítica”,
compartido por muchos ciudadanos. Paideia: Revista de Filosofía y Didáctica Filosó-
La emergencia de nuevos partidos políticos, en fica, 32 (94):141-162.
distintos espectros ideológicos, puede ser interpre- De Ugarte, D. (2007), El poder de las redes. Madrid,
tada como una trasformación del ecosistema del
Biblioteca de las Indias Electrónicas.
15-M —entendido este como un ecosistema amplio
Lobera, J. y Ferrándiz, J. P. (2013), “El peso de la
y difuso que visibiliza un cambio profundo en las
actitudes políticas. Ciertas continuidades entre los desconfianza política en la dinámica electoral
“nuevos partidos” y el 15-M pueden ser observadas. en España”, en I. Crespo et al. (ed.) Partidos,
Las más significativas están relacionadas con el uso medios y electores en procesos de cambio. Las
de su argumentario, el marco de consenso abierto Elecciones Generales españolas de 2011. Va-
por el movimiento, el uso de las TICS para la orga- lencia, Editorial Tirant Lo Blanch, pp. 41-65.
nización y la participación (en mayor medida que los Lobera, J. y Sampedro, V. (2014), “La transversali-
partidos tradicionales), así como la aspiración de dad del 15-M entre la ciudadanía” en E. Serra-
transversalidad presente en el movimiento. A pesar no et al. (ed.), 15-MP2P. Una mirada transdis-
de estas continuidades, la diversidad de formas en ciplinar del 15-M, 470-489. Barcelona, UOC.
que el ecosistema 15-M cristaliza en el ámbito elec- Kasse, M. (2007), “Perspectives on Political Parti-
toral se produce más allá del control o previsión de
cipation”, en J. D. Russell y H. D. Klingemann
los activistas más involucrados en el movimiento.
(eds.), The Oxford Handbook of Political Beha-
Mucho queda por hacer en el análisis de la
viour, Nueva York, Oxford University Press.
cristalización electoral de los movimientos. En la lí-
nea propuesta por Irene Martín, comparaciones con Martín, I. (2015), “Tres modelos de partido-movimien-
distintos casos pueden contribuir a la generación to”. Revista Española de Sociología RES, 24.
de tipos ideales de partidos-movimiento. En cada Sampedro, V. y Lobera, J. (2014), “The Spanish 15-M
caso, resultaría especialmente interesante pro- movement: a consensual dissent?” Journal of
fundizar en cómo la aparición de nuevos partidos Spanish Cultural Studies, 15.1: 68-80.
puede vincularse a una estrategia de superación Snow, D. A., Rochford, E. B., Worden, S. K., Benford,
del bloqueo de movimientos asamblearios por par- R. D. (1986), “Frame alignment processes, mi-
te de activistas veteranos, como apuntan Kerman cromobilization, and movement participation”,
Calvo y Iago Álvarez para el caso del 15-M. Tam- American Sociological Review, 51, 464-481.
bién es preciso estudiar, como anota Joan Subirats, Subirats, J. (2015), “Todo se mueve. Acción colec-
el uso de las nuevas tecnologías en los partidos-
tiva, acción conectiva. Movimientos, partidos e
movimiento y hasta qué punto se asemeja o difiere
instituciones”. Revista Española de Sociología
este uso del observado en los movimientos que les
preceden. Por otro lado, en futuras investigaciones RES, 24.
nos proponemos elaborar indicadores que faciliten @axebra Tomás, C., Alcazan, Arnaumonty, Sunotis-
la comparación entre distintos procesos de crista- sima, Toret, Quodlibetat, Takethesquare, Levi, S.
lización electoral y que contemplen las diferencias (2012), Tecnopolítica, internet y r-evoluciones.
de comportamiento entre grupos sociales ante la Sobre la centralidad de redes digitales en el
emergencia de nuevos partidos. #15-M. Barcelona, Icaria.

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