nuestro carácter para ser pasivos y, eventualmente, perderemos la habilidad para defendernos a nosotros mismos y aquellos que amamos. Julián Assange
A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA SOCIEDAD ENTRERRIANA:
Despojados de toda simpatía partidaria y/o afiliación sindical, nos colocamos en
“modo autoconvocados” como trabajadores de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, que ha pasado los 23 años de su historia, en forma vilipendiada. No hemos podido “zafar” de los motes que nos han colocado. Por ejemplo: “agujero negro de la provincia”, “bolsa de trabajo” y otros tantos. En tanto trabajadores autoconvocados, cualquiera sea la tarea, queremos manifestar y denunciar en los medios de comunicación y dar a conocer a la sociedad entrerriana los atropellos a nuestros derechos de los que estamos siendo objeto. Como es de público conocimiento, los trabajadores de UADER somos remunerados con horas cátedras por nuestro trabajo como personal administrativo o de servicios. No es algo que nosotros hayamos elegido, es algo que nos imponen al emplearnos. Esta situación, que se ha prolongado por más de 15 años, no ha sido solucionada por ninguna gestión. Todas han expresado promesas que se las llevó el viento. Nunca hubo una solución concreta, a pesar de las tantas propuestas que se le han presentado a los funcionarios. Las cuales fueron abandonadas en un cajón. Una posible solución, era convertir esas horas cátedras en cargos, para generar estabilidad laboral a todos los trabajadores. Esto nunca sucedió por las internas y el desinterés del sistema político, como sucede últimamente en distintos organismos, cada cambio de gestión viene acompañado con nuevo personal, nuevos tratos personales, etc., con conductas que rozan el desprecio a los agentes que ya pertenecían a las instituciones. La "solución" que han encontrado las actuales autoridades de la UADER fue cortar el hilo por el lado más débil, dar de baja todas las horas. Esto resultó en más de 100 trabajadores que han visto vulnerados sus derechos laborales. Entre esos casos, contamos con administrativos que se quedaron sin trabajo de un día para el otro o que han visto su sueldo reducido en un 50%. Todo esto, sin aviso previo, sin causa ni justificación. Es simple y llanamente un ajuste con persecución política, laboral e ideológica. Los mismos funcionarios que se jactan de conducir "la universidad más grande de Entre Ríos", se dan el lujo de prescindir de sus trabajadores. Los discursos son contradictorios con los hechos. Los derechos laborales, consagrados en la Constitución Nacional, las leyes nacionales y provinciales de trabajo, están siendo quebrantados y manoseados constantemente. Los Derechos Humanos que tanto se inculcan desde el inicio de la vida universitaria a los estudiantes, están siendo vulnerados puertas adentro (Declaración Universal de los DDHH, Art 23º, puntos 1 y 3) (Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, Recordatorio 2.b, 2.d, 2.e). Las autoridades se manejan como patrones de estancia y se creen dueños de la institución, haciendo con los empleados lo que se les antoja en el momento. Así tenemos, por ejemplo, compañeros que no pueden hacer uso de los derechos que tienen ganados porque el jefe de turno no se los permite o traslados de área sin argumentos, que sólo responden a castigos por no plegarse a las órdenes de los superiores. Tenemos un antecedente que surgió hace 11 años y que fue una lucecita muy tenue que daba un marco de estabilidad. Se trata de la Resolución N° 1516/12 del Consejo Superior. Dejaba a todos los trabajadores con estabilidad a partir del 30 de octubre de 2012. A partir de ese momento, que fue unas semanas antes de la tan ansiada “normalización”, hubo sentimiento de fiesta ante esos derechos reconocidos y que empezaban a sostener un sentido de pertenencia a la UADER. Pero la cosa no fue así: se gestaron listas de personas que eran alcanzadas por esa icónica norma para que uno a uno sea “comprado”, con promesas de cargos, pases a otros tramos y un montón de maniobras más que tenían carácter de “renuncia” a la resolución en cuestión. El último llamamiento fue a renunciar a las horas tuteladas por otras de carácter interino. Luego, inventaron un "Tipificador Docente", el cual se aprobó por Consejo Superior. En ese plenario se aclaró que no se utilizaba para perjudicar a los trabajadores. Se creaba para regularizar los cargos docentes. La norma tenía vacíos legales, ante consultas de los Consejeros, las autoridades explicaron en dicha sesión que "en ningún momento se enmarca en relación a los trabajadores administrativos actuales que hoy tengan horas cátedras", con lo cual se iban a usar para nuevas designaciones. Pues bien, no se usó el Tipificador Docente para regularizar las funciones docentes sino que se utilizó de manera retroactiva, a todo el personal administrativo y de servicios generales, confirmando así las sospechas que en aquel plenario del año 2021 teníamos todos. Los trabajadores fueron obligados a firmar el pase de sus horas cátedras al tipificador docente, bajo amenaza de perder las horas. Aún así, quienes se negaron a firmar, fueron castigados con la baja de horas cátedras. Y quienes sí firmaron el pase al tipificador docente también vieron la caída total de sus horas cátedras. Se inventó un “Tipificador de Funciones” que le daba un carácter más precario a las horas y que obligaba al trabajador a prestar funciones fuera del horario y lugar de trabajo, los fines de semana e incluso en otras ciudades. La solución era crear cargos, en lugar de eso, precarizaron a todos los trabajadores. Ergo, la estabilidad se fue al tacho. Estas funciones docentes no eran más que una estafa, se designaba a personal administrativo o de servicios en funciones docentes pero seguían cumpliendo las tareas administrativas o de servicios que cumplían antes de ser pasados al tipificador. El miedo cunde en UADER, lo que hace a situaciones de abuso de poder que, por el mismo sentimiento, no es denunciado como es debido. Entonces, todas esas prácticas se van naturalizando y calan hondo en el corazón de la cotidianeidad laboral. Los trabajadores están sumidos en el miedo de perder su trabajo por cualquier cosa que hagan o manifiesten, situación que no se corresponde con el carácter democrático del que tanto se pregona. Mucho menos, con el respeto a los derechos humanos de los que siempre hizo gala la UADER. Todo queda en discursos vacíos, la universidad está siendo desguazada, respondiendo a intereses políticos sin que ninguna autoridad provincial haga algo para parar esta sangría. Llamamos a todos los claustros a sumarse a esta lucha para frenar la destrucción de la UADER. Como trabajadores -empleados públicos dependientes del Gobierno de la Provincia de Entre Ríos-, exigimos la reincorporación de los compañeros despedidos, poder desempeñar nuestro trabajo bajo reglas claras, con estabilidad, sin miedo, sin presiones, sin amedrentamiento y sin amenazas. Somos empleados provinciales, no meros rehenes de gestiones que asumen y pasan.
Formula Denuncia para Sorteo de Juzgado - Averiguacion de Delito - Ignacio Agustin Torres - Gobernador de Chubut - Chantaje en Grado de Tentativa - 26.02.2024