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AL H. JURADO DE ENJUICIAMIENTO
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Es decir que ese jurado decidió diferir -para el momento de la
sentencia- la resolución sobre cuál es el objeto procesal, si aquel que surge del auto de
apertura de causa dictado por el Jurado -art. 24 ley 9.283- o el ilegalmente ampliado
por el acusador que detenta las funciones del MPF.
1
Cfr. Art. 24 de la ley 9.283 y arts. 212 y 403 inc. 2 CPPER.
2
Plasmado en la Constitución provincial, art. 64.-
3
Roxin Claus-Schünemann Bernd, “Derecho Procesal Penal”, Traducción de la 29 ed., Ediciones Didot,
2019, §20 nº marg. 2 -pg. 239/240.
3
consecuencia del principio acusatorio: por regla el juez se debe ocupar sólo de los
hechos y de las personas que han sido previamente acusadas. B) El imputado debe
estar protegido ante el riesgo de que el tribunal amplíe arbitrariamente la
investigación. Por medio de la determinación del objeto procesal, se tienen que evitar
los abusos muy conocidos en los antiguos procesos inquisitivos. c) Otra consecuencia
del principio acusatorio es que el objeto del proceso indicado por la fiscalía al tribunal
debe estar exactamente precisado. Una designación deficitaria del hecho representa
un obstáculo procesal.”4.-
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Roxin-Schunemann, op. cit., §40 nº marg. 12, pg. 485. El texto prosigue refiriendo al efecto adicional
vinculado a la defensa: “Además, el escrito de acusación tiene una “función informativa”. Si del escrito
de acusación no resulta claro de qué se tiene que defender el imputado, se tiene que rechazar la apertura
del procedimiento. Ese déficit puede ser saneado en el juicio oral -a diferencia del incumplimiento
procesal relativo a la falta de función delimitadora”. Entendemos que sólo en este aspecto se detiene el
voto de la Sra. Presidenta de ese HJE.-
4
acto “jurisdiccional” válido en los términos de la doctrina de arbitrariedad de sentencias
de la CSJN5.-
De lo dicho hasta aquí, queda claro que el cuestionado auto, por ser
inmotivado, arbitrario y contradictorio en sus términos, nos coloca en un absoluto
estado de indefensión. No se trata de que el acusado sea capaz de argumentar sobre
cada acusación (de hecho, las ampliaciones infundadas e inconsistentes son
argumentalmente fáciles de rebatir), sino de que no debe sorprendérselo en las etapas
procesales consecutivas con el agregado nuevos hechos que no integraban el proceso
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“...los agravios sustentados en la doctrina de la arbitrariedad de las sentencias suscitan cuestión
federal bastante para su tratamiento por la vía intentada, pues si bien es cierto que se relacionan con
cuestiones ajenas –como regla y por su naturaleza- al remedio contemplado en el art. 14 de la ley 48,
no lo es menos que cabe hacer excepción a ese principio cuando el pronunciamiento parte de una
afirmación dogmática de quienes lo suscriben, dando satisfacción sólo aparente a la exigencia de ser
derivación razonada del derecho vigente con adecuada referencia a los hechos de la causa, lo que
impone su descalificación como acto judicial válido” (Fallos 319:2749).
5
según se dispuso en etapas anteriores. Es una regla tendente a evitar la arbitrariedad,
los excesos de quien detenta el poder fáctico de juzgar a otro.-
6
Cfr. Art. 403 inc. 2 del CPPER. Al respecto, también, la jurisprudencia de Fallos: 298:308; 306:467;
312:540; 325:1530, en la cual se expresa que “las garantías del debido proceso y defensa en juicio exigen
que la acusación, considerada como una etapa sustancial en la integración de todo proceso penal por
medio del cual se delimita el objeto procesal, describa con precisión la conducta imputada, a los efectos
que el procesado pueda ejercer con plenitud su derecho a ser oído y producir la prueba en su descargo,
así como también el de hacer valer todos los medios conducentes a su defensa, que prevén las leyes de
procedimientos”.-
6
acusatorio primero y el de correlación o congruencia luego, impide toda modificación
del hecho, particularmente, su ampliación -como la que realizara la acusación en este
caso, y admite el tribunal-.
7
Jauchen Eduardo, Tratado de derecho Procesal Penal TI, Ed Rubinzal Culzoni, Santa fe 2012, pág
708.-
7
dice diferir el planteo para el momento de la sentencia, esto no es cierto o, mas
precisamente, es directamente falso.
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A su turno, el Jurado Carubia complementó el objeto delineado por
la Jurado Rondoni, y circunscribió el objeto procesal a lo siguiente:
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Esos son los límites que establece el voto de la Jurado Rondoni. La
jurado no realizó referencia alguna a que en el trámite de la causa se haya favorecido a
algún imputado o se hayan perseguido fines extra-procesales. Esto significa que el
quebranto del deber de objetividad lo vincula exclusivamente con los dos datos que
consigna como disparadores de su duda. El desvalor que se atribuye, entonces, se
reduce a la no excusación, sin consecuencia alguna para la investigación. El
razonamiento que la jurado Rondoni formula es que existen, concurren, o son ciertas,
dos situaciones que generan sospecha sobre el cumplimiento del supuesto “deber” de
inhibirse. Mientras que el voto del Jurado Carubia, precisa aún más el objeto procesal,
al hacer referencia expresamente al ocultamiento o negación de esta “comunidad de
intereses” que adscribe, señalando además que la inhibición fue “tardía”.
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Lo mismo pude decirse vgr. cuando se admite como prueba la
declaración del propio Opromolla, siendo que la relación de amistad con el marido de
la acusada no se encuentra controvertida, como tampoco lo está la copropiedad de los
inmuebles que tuvieron en común -cuestión además acreditada por prueba documental
independiente-, como bien advirtió -en su momento- la jurado Rondoni en su voto.
Siendo que se trata de cuestiones no controvertidas, pese a lo cual el HJE ha
considerado que se trata de prueba pertinente y no sobreabundante, no cabe extraer otra
conclusión que se lo convoca para intentar acreditar los hechos que, por fuera del objeto
procesal, introdujo el acusador.
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Sabido es que el TEDH tiene sólidamente establecida la doctrina de prohibir, bajo pena de nulidad
radical, las denominadas “investigaciones prospectivas”, conocidas en el ámbito anglosajón como
“fishing expeditions”, así como las llamadas “causas generales”, dirigidas a la búsqueda, con ánimo
persecutorio, de información vinculada a desconocidas aunque sospechadas infracciones penales por
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algunas de las hipótesis de acusación que, como estamos viendo, encabeza ese
parcializado Tribunal (no sólo el acusador ad-hoc). Hacemos notar, que si ese HJE
tuviera dudas sobre la integridad de mi patrimonio, debió utilizar la instancia prevista
en el art. 25 de la ley 9283 (“Información sumaria” que se realiza con anterioridad a la
apertura de causa)9, en lugar de modificar los hechos en la instancia intermedia o
incluso en el debate oral.-
parte de bien determinadas personas a quienes se intenta forzadamente encausar por motivos
generalmente políticos o económicos.
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No podemos dejar de vincular la decisión de no utilizar los 20 días que irroga la información sumaria
conforme art. 25 ley 9283 (pese a la curiosidad sobre mi patrimonio puesta de manifesto por los
Jurados), en el afán de interferir en la actuación del MPF en el marco del debate oral que se celebraba
en las causas acumuladas Nº 4.385 y 11.808 “Urribarri y ots. s/ Peculado y ots”, atento a que la
suspensión de mis funciones se concretó durante la intervención en ese debate que había comenzado el
16 de septiembre de 2021. La demora en el tiempo conspiraba con el afán de interrumpir esa actuación.-
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Todo lo cual nos permite anticipar, como señala la citas de los
procesalistas que realizáramos, que también se violará este principio al momento del
dictado de la sentencia10.
Con lo dicho hasta aquí, hemos puesto en evidencia cómo ese HJE
ha desatendido la llamada “etapa intermedia” del procedimiento (émulo de un
procedimiento penal), sustrayendo sus deberes de control y saneamiento en esta etapa,
y tomando como única medida el cercenamiento de la prueba de la defensa.
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Roxin-Schuneman, op. y lug. cit. en texto vinculado a notas 3 y 4; Jauchen Eduardo, op. y lug. citados
en nota 8.-
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En efecto, como una nueva concreción fáctica de la manifiesta
parcialidad que venimos denunciando en ese HJE, puede observarse el tratamiento de
la prueba ofrecida por ambas partes.-
a. Prueba ilegal.
Se debe revocar vuestra decisión de admitir la prueba documental
ofrecida por el ilegítimo acusador, en cuanto la misma implica el quebrantamiento de
disposiciones legales vigentes que resguardan el secreto fiscal y profesional.
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En efecto, y atento a que ese HJE carece de potestades
jurisdiccionales -cfr. CSJN en Fallos 326:4816, 332:2504, 327:46-, no se encuentra
facultado para disponer, el levantamiento del secreto fiscal regulado en el art. 101 de la
Ley procedimiento Tributario, Nº 11.683 y modif., lo que -en su caso- deberá ser
requerido a un juez competente.-
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También solicitamos la revocación y nulidad de la prueba ordenada
que refiere a una investigación emprendida en esta instancia procesal, y
absolutamente ajena al objeto del presente procedimiento (aún al ampliado que ese HJE
ha admitido por fuera del marco normativo que debería regir este proceso).-
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Nótese que la transcripción de la petición de prueba realizada por acusador ilegal es tan literal, que
incluso se han transcripto a la resolución del HJE los furcios lingüísticos que había cometido el particular
acusador.-
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lo reconoce expresamente. De allí que esta cláusula de la resolución de admisión de
prueba, deba ser dejada sin efecto de manera inmediata.-
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Desconocemos el motivo por el cual se ha elegido el año 2008 como límite de la investigación emprendida,
ya que ingresé al poder Judicial de Entre Ríos el 15 de marzo de 2006. Si la fecha tuviera que ver con la
atribución ampliada que propone el acusador ad-hoc, no hemos observado que refiera a ninguna fecha anterior
a 2009 (el año de mi casamiento).-
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Idem nota anterior.-
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“DOCUMENTAL: la incorporada e individualizada en el Punto VII – PRUEBA –
DOCUMENTAL”.
i. Testigos expertos.
Ese HJE ha considerado que es “inconducente e impertinente
respecto del hecho objeto del proceso, además de sobreabundante”, la comparecencia
a prestar declaración testimonial de los siguientes testigos:
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jurídicas (que ni siquiera han sido individualizadas en la apertura de causa ni en la
acusación, tal como objetamos en el punto III.4 del escrito de defensa -pg. 39-), aparece
como marcadamente irreal.-
Por otro lado, aún para el caso de los Jurados que poseen título de
abogado, la cuestión que se debate no es de aquellas que integren los conocimientos
básicos de la carrera de abogacía, sino que tiene particularidades especialísimas
vinculadas al rol del MPF a partir de la asunción constitucional del sistema acusatorio
en el proceso penal, por lo cual también para estos casos los conocimientos técnicos
especializados de quienes se desempeñan en ámbitos similares, son de especial
relevancia.-
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móviles de Alicia Milena Simonelli empleada del estudio contable Integral Asesoría,
Cdor. Guido Krapp -testigo en el presente debate- y Cdor. Héctor Gustavo Falco socio
de ese estudio contable).-
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demostrando que ninguno de los integrantes del estudio contable estaba en
conocimiento de los allanamientos o medida alguna realizada en la causa “Beckman”.
Por otro lado, en relación con ítem f.ii, vemos que en la ilegal
ampliación del objeto procesal realizada por el acusador ad-hoc y admitida por ese HJE
que se ha afirmado expresamente que mi esposo, Luis Sebastián Orlando Bertozzi, era
“socio profesional” de Opromolla (cfr. pg. 5 -primer renglón- del escrito de acusación),
por lo que la demostración -a través de ese informe telefónico- de la inexistencia de
aquel vínculo societario es claramente pertinente.-
A tal punto ambos extremos son relevantes para esta defensa, que
sobre ellos argumenté expresamente en los escritos defensivos que obran a fs. 21/59
(pg. 12/13) y 621/639 (cfr. pg. 17, 18 y 21, bajo el título “d) Las falsedades sobre la
pertenencia de mi esposo al estudio contable sito en calle Misiones 276”), refiriendo
lo siguiente:
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parte 3), podremos concluir que no registra llamada o conversación alguna con
Orlando Bertozzi, y ni siquiera obra su número de teléfono registrado entre los
contactos. Dejo ofrecidos tales informes periciales sobre los teléfonos celulares,
los que deberán ser requeridos a los Sres. Fiscales Patricia Yedro e Ignacio
Aramberry.
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“Por cierto, la pericia del teléfono celular del mendaz testigo
(Informe C1838), que se presentó a sí mismo como habitual hacedor de trámites
para el Estudio Contable de calle Misiones, más allá de que tenía casi todas las
conversaciones borradas por su usuario, nos informa también de que no tenía
ningún agendamiento, ni comunicación, ni ningún registro de llamadas con el
Sr. Orlando Bertozzi (dejo ofrecido también este informe pericial, que deberá
ser requerido a los Fiscales actuantes)”.-
Por tales razones, solicitamos que revoque el punto IV.B del auto
de admisión de prueba, y haga lugar a la producción del informe señalado en el punto
1.f del escrito defensivo.-
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que existía una relación personal entre la suscripta y Opromolla al menos desde el año
2009.
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realizarse a costa de los derechos y garantías de las partes ("OAO Neftyanaya
Kompaniya Yukos v. Russia", § 540), y que el imputado deberá contar con la
oportunidad de organizar su defensa de manera apropiada y sin restricciones ("Can
v. Austria", § 53; "Gregačević v. Croatia", § 51).
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Es ello así, pues la realización de este enjuiciamiento se vincula
estrechamente con la investigación los hechos de corrupción, relacionada centralmente
con un deber más general de garantizar el Estado de Derecho. Para ello es de vital
importancia, que especialmente en las investigaciones de corrupción, los Estados se
ocupen de proteger la independencia de la función judicial. Me refiero a la actuación
de los funcionarios judiciales (preponderantemente fiscales y jueces) sin
condicionamientos que puedan interferir en su actuación.
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administración de justicia independiente e imparcial que la Provincia debe asegurar
(art. 5, CN).
VI. PETITORIO
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