Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DESGLOSES
3.1. Los Reyes Católicos: unión dinástica e instituciones de gobierno.
La unión dinástica lograda por el matrimonio de de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se
conformó mediante la Concordia de Segovia (1475), por la que cada monarca tenía el papel
de consorte en los reinos del otro y cada territorio conservó sus fronteras, leyes e instituciones,
aunque en muchas ocasiones tomaron decisiones y actuaron conjuntamente.
Respecto a la Corona de Castilla, los años de guerra civil habían favorecido el crecimiento del
poder y la ambición de los nobles. Para acabar con esto, los Reyes restauraron la Santa
Hermandad, con el objetivo de mantener el orden público, utilizándola en muchos casos para
castigar la desobediencia nobiliaria. En 1480, organizaron el Consejo Real de Castilla,
encargado de las labores administrativas y el asesoramiento de los Reyes, creando comités
específicos que acabarían dando lugar a nuevos consejos independientes. También ampliaron
la red de tribunales reales mediante Audiencias y Chancillerías y consolidaron la figura del
corregidor en las principales ciudades. En cuanto a las Cortes, su capacidad de control sobre
la monarquía era mínima.
En la Corona de Aragón, Fernando combinó una doble política autoritaria y pactista. En la
Constitució de l'Observança, las Cortes de Cataluña fijaron la obligación del monarca de
gobernar según las leyes del país, pero reconocieron el principio de autoridad real. El rey dictó
la Sentencia Arbitral de Guadalupe, por la que se suprimieron los malos usos a cambio de
indemnizaciones a los señores. Creó el Consejo de Aragón para toda la Corona y se
consolidó la figura de los virreyes, que actuaban como representantes del rey en los distintos
reinos, recaudaban impuestos en las ciudades del realengo, defendían el territorio y presidían
la Real Audiencia.
También en el aspecto religioso se notó la tendencia autoritaria de la monarquía, con la
expulsión de los judíos que se negaran a convertirse al cristianismo, la conversión forzosa de
los musulmanes (moriscos) y la creación del Tribunal de la Inquisición (1478), encargado de
perseguir la disidencia religiosa, especialmente a los falsos conversos.
3.3. El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I. Política interior y conflictos
europeos.
La herencia dinástica de los Reyes Católicos recayó, en 1516, en su nieto Carlos de
Habsburgo, quien reunió las Coronas de Castilla y Aragón y poco después heredó también los
territorios de sus abuelos paternos y acabó siendo proclamado emperador en Alemania. Así
sus dominios se extendían por la mayor parte de la península Ibérica (con sus colonias
americanas) y los Países Bajos, y partes de Borgoña, Italia y el imperio alemán. Semejante
herencia le convertía en el soberano teóricamente más poderoso de Europa, pero la enorme
extensión y dispersión de su imperio acarreaba enormes dificultades para administrarlo y
defenderlo. Su reinado empezó con una doble crisis, ya que el joven desconocía las
costumbres hispánicas, nombró a sus consejeros flamencos para cargos en Castilla y pidió
dinero a las Cortes para su política alemana. En 1520 se produjo el levantamiento de las
Comunidades en Castilla (revuelta antiautoritaria de las oligarquías urbanas, que defendían
sus intereses económicos y el papel de las Cortes como contrapeso al poder real), y por las
mismas fechas tuvo lugar el levantamiento de las Germanías en Valencia y Mallorca (revuelta
de carácter antinobiliario, llevada a cabo por los gremios urbanos y el campesinado). En ambos
casos, la alianza de la alta nobleza con el rey aplastó los levantamientos, reforzando el poder
político de la monarquía y el predominio socioeconómico de la alta aristocracia, a costa de las
libertades e intereses de las ciudades.
Carlos I tenía una política exterior de gran envergadura, en defensa de su herencia territorial,
de su visión autoritaria de la monarquía y de su pretensión de ser el líder de la Cristiandad, lo
que le llevó a hacer frente a tres conflictos principalmente:
La rivalidad con Francia por la hegemonía europea y el control de Milán, que llevó a varias
guerras con un resultado final en general favorable a Carlos.
Tuvo que frenar la expansión del imperio turco en dos zonas tanto por tierra, defendiendo las
tierras de su familia en Hungría y Austria, como en el Mediterráneo, donde Carlos lanzó una
ofensiva en la costa norteafricana y ocupó Túnez, pero la amenaza turca siguió presente.
Frente a la incipiente reforma protestante en Alemania, Carlos V defendía un imperio católico
en el conflicto con Martín Lutero y los príncipes protestantes. Inicialmente pretendió que
católicos y protestantes acercaran posiciones, y se esforzó por mantener la unidad del Imperio.
Cuando las negociaciones fracasaron, se llegó al enfrentamiento bélico, que no terminó hasta
la Paz de Augsburgo (1555), que al reconocer la libertad religiosa para los protestantes,
suponía un fracaso para las pretensiones autoritarias del emperador.
Carlos abdicó al año siguiente y repartió sus posesiones entre su hermano Fernando y su hijo
Felipe.
3.8. Principales factores de la crisis demográfica y económica del siglo XVII y sus
consecuencias.
El siglo XVII se caracterizó por una prolongada crisis económica en la mayor parte de Europa.
En el caso español se combinaron una importante caída de la población con el agotamiento
económico provocado por las constantes guerras. La crisis demográfica tuvo diversas causas,
como las todavía frecuentes epidemias, la expulsión de los moriscos y las dificultades
económicas, que favorecieron la emigración o la escasez de matrimonios, además de la
elevada mortandad de hombres jóvenes en las guerras europeas.
La crisis económica, patente en la caída de la producción agraria, la disminución de la
ganadería la ruina de la industria textil castellana y el acaparamiento por extranjeros del
comercio con América, estaba mayormente provocada por las dificultades de la Hacienda
real. Las crecientes deudas generadas por las guerras provocaron sucesivas bancarrotas y la
contratación de préstamos cada vez más usurarios a banqueros extranjeros. En su búsqueda
desesperada de nuevas fuentes de ingresos, la monarquía recurrió a las alteraciones
monetarias, la creación de nuevos impuestos, la exigencia de “donativos voluntarios” a nobleza
e Iglesia, la venta de cargos públicos (extendiendo la corrupción administrativa), y la venta de
vasallos, privilegios de villazgo y títulos nobiliarios.
Todas estas medidas significaban una continua presión sobre las clases más productivas
(campesinos y burgueses), que acabaron arruinándose o abandonando sus actividades a favor
de la marginalidad (mendicidad, bandolerismo), de las actividades improductivas (eclesiásticos,
rentistas), de la emigración a las colonias o alistándose en el ejército, contribuyendo así a la
caída de la demografía y de la producción. Mientras, crecía el número de los nobles (por la
venta de títulos y señoríos), aunque muchos de ellos tenían serios problemas para mantener el
nivel de vida que se les suponía, y de los clérigos, no todos con la vocación y la formación
adecuadas.
A finales de siglo, en parte gracias a las reformas promovidas por los validos de Carlos II
(devaluación del vellón, Junta de Comercio) se empiezan a ver en las regiones litorales
signos de recuperación, tanto de la natalidad, como de la producción y el comercio, mientras
la España interior pierde progresivamente peso demográfico y económico.
VOCABULARIO
Tratado de Alcaçovas
Tratado firmado en 1479 que puso fin a la guerra de Sucesión castellana (1475-1479). Por él,
Alfonso V de Portugal renunciaba a la corona castellana por la que había luchado en nombre
de su prometida, Juana la Beltraneja. Por su parte, los Reyes Católicos cedían a Portugal la
exploración y conquista de la costa atlántica africana, a excepción de las islas Canarias y un
pequeño territorio enfrente de las mismas.
Santa Hermandad
Institución que centralizó las diversas milicias locales de Castilla, bajo el control de los
Reyes Católicos. Estas milicias, pagadas por las ciudades, tenían competencias de
mantenimiento del orden (como fuerza policial y judicial) y a veces fueron utilizadas por
la monarquía en sus guerras. La Junta general fue disuelta en 1498, permaneciendo las
hermandades locales como cuerpo de seguridad interna, aunque con eficacia decreciente
hasta su extinción en el siglo XIX.
Capitulaciones de Santa Fe
Acuerdo firmado por los Reyes Católicos con Cristóbal Colón en 1492 por el que
patrocinaron su expedición hacia las Indias por el oeste. Además, se le prometían los
títulos de almirante, virrey y gobernador general de los territorios que descubriese y el
10% de las riquezas que se obtuviese.
Tratado de Tordesillas
Acuerdo firmado entre Castilla y Portugal en 1494, por el que se establecían nuevos
límites para la futura expansión de ambas monarquías, situando la línea divisoria 370
leguas al oeste de Cabo Verde, lo que permitió a los portugueses colonizar Brasil.
Regencia
Gobierno de un reino durante la minoría de edad, la incapacidad por enfermedad o la ausencia
del legítimo monarca. Puede ser unipersonal (en cuyo caso suele ejercerla un pariente
próximo) o colegiada.
Casa de Contratación
Institución establecida en 1503 para fomentar y regular el comercio y la navegación con los
territorios españoles en Ultramar.
Humanismo
Movimiento intelectual desarrollado en Europa durante los siglos XIV y XV que, rompiendo las
tradiciones escolásticas medievales y exaltando en su totalidad las cualidades propias de la
naturaleza humana, pretendía descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida tomando
como maestros a los clásicos griegos y latinos, cuyas obras redescubrió y estudió.
Unión de Armas
Proyecto de reforma del conde-duque de Olivares, consistente en la creación de un ejército
permanente de 140.000 hombres, al que los distintos reinos de la monarquía hispánica
aportarían en función de su riqueza y población. El objetivo era doble: aliviar la carga que sufría
Castilla para sostener los esfuerzos militares de los Habsburgo y contribuir al sentimiento de
unidad entre los territorios y los súbditos de Felipe IV. La oposición de los reinos de la Corona
de Aragón, especialmente Cataluña, que se negó en redondo a contribuir, llevaron al fracaso
del proyecto.
Paz de Augsburgo
Paz religiosa firmada por el emperador Carlos V y los príncipes protestantes alemanes en
1555. Se concedió a los príncipes el derecho de seguir la confesión religiosa que quisieran y se
reconocieron sus derechos sobre las incautaciones a la Iglesia.
Bancarrota
Situación en la que un deudor no puede hacer frente a los pagos que tiene pendientes. La
Hacienda real española la tuvo que declarar varias veces entre los siglos XVI y XVII, al haber
una desproporción entre los crecientes gastos militares y los menguantes ingresos fiscales,
especialmente si se retrasaba la llegada de la flota de Indias con las remesas de metales
preciosos americanos. A corto plazo, la situación se resolvía renegociando los préstamos, y
después se aumentaban los impuestos y la demanda de créditos a banqueros extranjeros,
agravando el problema a largo plazo.
Consejos
Organismos encargados de asesorar al monarca en la Edad Media, se diversificaron a partir de
los Reyes Católicos, hasta configurar un sistema polisinodial característico de la monarquía
española en la Edad Moderna. Los consejos territoriales se ocupaban de la administración
(leyes, nombramientos, etc) de los distintos reinos (Castilla, Italia, etc), mientras que los
consejos técnicos lo hacían de temas específicos (Hacienda, Inquisición, etc). El papel de los
secretarios reales y las consultas e informes era vital para la coordinación del sistema.
Audiencias
Órganos que ejercían las funciones judiciales. Existían varias en el territorio de Castilla y sobre
estas estaba el Consejo de Castilla, que actuaba como tribunal de justicia. Con el tiempo, se
extendieron por todos los reinos de la monarquía española, adquiriendo en algunos casos
también competencias administrativas.
Junta de comercio
Organismo creado por Carlos II que pretendía estimular el desarrollo de la industria para frenar
la invasión de productos del exterior, reajustando la moneda y eliminando el vellón (moneda
con un valor de cambio superior al del valor del metal con el que estaba fabricada). Dio lugar a
la pérdida de valor oficial de la moneda, disparándose así la inflación, pero frenando el
desajuste de los precios y sentando las bases de la recuperación económica.