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El consumo de alcohol y otras drogas es un comportamiento que data de hace miles de años.

A través del tiempo, el hombre siempre ha consumido sustancias que modifican el

funcionamiento normal del sistema nervioso central. El alcohol y los opiáceos fueron las

primeras sustancias psicoactivas empleadas con esta finalidad ya alrededor del 5,000 A.C. y

se estima que el cáñamo que da origen a la marihuana (cannabis sativa) se cultiva en China

desde hace unos 4,000 años.

En el Perú, los incas e incluso sus antecesores empleaban las hojas de la coca como

analgésico y energizante de uso cotidiano en las tareas agrícolas. Además de asignarle fines

mágico-religiosos en sus fiestas y celebraciones, costumbre que se mantiene incluso hasta

nuestros días. Sea por placer, con fines médicos o recreativos, para hacer frente a los

problemas o para intentar regular sus estados emocionales, el hombre ha hecho uso de plantas

y productos químicos diversos, preparados en diversas formas. Hoy estos productos son

definidos como drogas, muchas de ellas tienen poder adictivo.

El consumo de drogas ilegales en los adolescentes presenta aspectos preocupantes para la

humanidad, empezando por el tipo de sustancia consumida, la frecuencia de uso, el aumento

del número de consumidores junto con un descenso en la edad de iniciación; desencadenando

múltiples problemas sociales como la desocupación, delincuencia, violencia, promiscuidad y

el deterioro de los vínculos familiares, por el comportamiento alterado que tienen después de

consumir.4 Estas actitudes atentan 10 contra la moral, la integridad física y las buenas

costumbres de la población, y por ende, desarticula el núcleo principal de la sociedad, que es

la familia.

Con mayor frecuencia los adolescentes consumen marihuana, cocaína, anfetaminas, heroína,

inhalaciones, entre otros, con el propósito de buscar nuevas sensaciones y experiencias que

normalmente no encuentran en las sustancias legales. Drogas, cuya producción y consumo


son penalizados, socialmente no son permitidas y porque se asocian a redes subterráneas de

comercialización que son objeto de persecuciones policiales. 4

Como se mencionó anteriormente la drogadicción es uno de los problemas peligrosos que

aqueja a la juventud y que causa muchos daños dejando huellas imborrables, no sólo en la

vida de los que la consumen sino también en las personas de su entorno, especialmente en la

familia. 6 Algunos adolescentes consideran a la drogadicción como el medio fácil de huir de

la realidad que les rodea, la mayoría busca llenar un vacío o tratar de superar diversos

problemas familiares y emocionales. A través del consumo de estas sustancias experimentan

una serie de emociones, sentimientos, reacciones y actitudes, pero también les trae consigo

vivencias negativas.

Existen una serie de comportamientos que adoptan los adolescentes bajo los efectos de las

drogas, como conducir un auto o una moto, tener contactos o relaciones sexuales sin medir las

consecuencias, crear problemas de convivencia en la familia, involucrarse en peleas y actos de

violencia callejera.7 Según investigaciones los adolescentes al iniciarse en el consumo de

drogas, piensan que pueden controlarlo y dejar de consumir cuando quieren. Sin embargo, con

el tiempo se encuentran dependientes de éste, llegando a ser drogadictos, ocasionando un

incremento de los problemas familiares, ya que la droga consumida es más fuerte, y al no

querer o poder dejarla, muchas veces los adolescentes optan por abandonar el hogar,

exponiéndose de esta manera a riesgos de gran magnitud como contraer enfermedades, ser

golpeados, soportar abusos, explotación, hambre y abandono.

En el Perú, existen dos particularidades relacionadas al consumo de las drogas, en primer

lugar la hoja de coca ha sido usada desde tiempos remotos como estimulante en ceremonias

religiosas y como elemento vinculante en las relaciones sociales y en segundo lugar el Perú es
un productor de cocaína destinada a comercializar con los mercados internos y externos,

siendo difícil prescindir de estas sustancias.4

Según la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (DEVIDA), en el Perú, el

consumo de drogas por los adolescentes y jóvenes ha ido incrementándose. El uso de las

drogas legales reporta 77.7%, a diferencia de las drogas ilegales que reportan 5.1 %. La

población escolar de nivel secundario, consumen alcohol en un 53,4% y el tabaco en 52,7%

seguido de otras drogas un 18.3%.

El consumo de drogas en adolescentes, se vuelve cada día más común en las escuelas y los

barrios, convirtiéndose en un problema grave de salud pública, difícil de solucionar,

produciendo cada año más muertes, enfermedades y discapacidades que cualquier otra causa

susceptible de ser prevenida.

El contenido del estudio está organizado en cmco capítulos: El primer capítulo comprende la

introducción, en el cual se describe el planteamiento del problema delimitando el objeto de

estudio, el segundo capítulo consta del marco teórico el mismo que describe los

antecedentesde estudio, conceptos y teorías que sustentan el trabajo; el tercer capítulo

explicita los criterios metodológicos utilizados; el cuarto capítulo detalla los resultados y

discusión; el quinto capítulo contiene consideracioJfeS finales y recomendaciones.

MARCO TEÓRICOCONCEPTUAL

2.1. Antecedentes del estudio.

Entre los estudios de investigación que abordan el tema de drogadicción en la adolescencia

encontramos los siguientes:

Estudios realizados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el 2009 a nivel

de América, sobre el consumo de drogas ilegales en los adolescentes, se estima que la edad de
inicio se da entre los 9 y 15 años, variando las edades según países. En Argentina, la mayor

proporción de consumidores fue entre las edades de 10 a 15 años. En el sondeo anual que

realiza Canadá, el 13% de consumidores activos se encontraban entre 9 y 14 años y todos

convivían con padres consumidores. En Venezuela se reportó en una encuesta epidemiológica

que el 21,1% de los estudiantes son consumidores iniciando entre las edades de 10 a 11 años.

En República Dominicana existe una fuerte asociación entre los profesores consumidores y

los escolares, además refleja que el 30% de los alumnos de secundaria son consumidores de

algún tipo de drogas. 11. En Estados Unidos el Diario de estudios sobre alcohol y drogas en el

año 2010 realizó la investigación: "Los adolescentes latinos en EEUU consumen drogas por

presión social: estudio", en el cual se obtuvo que el 22% habían probado alcohol, 10% el

cigarrillo y 7% la marihuana. Los estudiantes hispanos fueron los que más reportaron haber

probado el alcohol, los cigarrillos o la marihuana. Luego los estudiantes afroamericanos,

seguidos por los caucásicos, los de origen asiático fueron los que menos habían probado

cualquier sustancia. 12

Factores sociales

Influencias parentales.- La familia ejerce una gran influencia sobre el consumo de drogas en sus

miembros, puede actuar elicitando, neutralizando o inhibiendo tales conductas (Denton y Kampfe,

1994). Según Bailey y Hubbard (1991) existen diferencias desde el punto de vista evolutivo que

influyen en la iniciación del consumo de drogas. Los padres tienen mayor influencia en la niñez y en

los adolescentes más jóvenes, ésta disminuirá progresivamente conforme aumenta la edad.
En las primeras fases de consumo, el comportamiento de los padres es crítico, y de su actuación va a

depender que el adolescente se inicie en el consumo de cerveza, vino, experimentando cada vez con

bebidas de más alta graduación. En fases posteriores a la iniciación, la calidad de las relaciones

padre-hijo cobra importancia, si los vínculos son estrechos el consumo se frenará, de lo contrario

evolucionará a formas más graves de abuso (Rhodes y Jason, 1990).

El modelo directo de los padres, las relaciones familiares deficitarias, actitudes de sobreprotección

materna con conducta paterna ineficaz, prácticas educativas inadecuadas caracterizadas por una

excesiva permisividad o dureza, incomunicación y tensión, se encuentran relacionados con un mayor

consumo de drogas (Hualde, 1990).

Influencias de los hermanos. La presencia de hermanos mayores es un claro factor de riesgo (Brook,

Whiteman, Gordon y Brook, 1989; García Señorán, 1994). Las influencias pueden deberse al

modelado directo que ejercen sobre la conducta de los más pequeños; a sus actitudes y

orientaciones hacia el consumo; juegan un papel importante en la elección de los compañeros de sus

hermanos pequeños; también pueden actuar como una fuente de suministro de drogas. Los

hermanos podrían considerarse como un subgrupo especial de compañeros, cuya influencia sería

menor que la de los propios compañeros pero mayor que la de los padres.

Influencias de los compañeros-amigos. Los amigos desempeñan un papel muy importante en el

mundo del adolescente; este hecho ha sido demostrado repetidamente al observar la similaridad del

comportamiento entre los miembros de un grupo o pandilla. La mayoría de los adolescentes que

consumen drogas son introducidos en el consumo por sus amigos, bien porque sus compañeros los

presionan o porque necesitan sentirse aceptados por su grupo. Por ello tratarán de desarrollar las

actividades valoradas por sus compañeros, sean éstas admitidas socialmente o no.

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