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Facultad de Ciencias Sociales y Comunicaciones

Escuela de Psicología

“Como el consumo de marihuana afecta los adultos jóvenes de Chile”

Psicología comunitaria

trabajo práctico

Integrantes: Marcó Acevedo, Tamara Gallardo, Alexandra Gómez, Bárbara González, Matías
Fierro, Valentina Martínez.

Profesor: Miguel Salazar Muñoz.

Puerto Montt, 2022.


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Introducción

Recibiendo el nombre científico de cannabis sativa, esta droga de carácter psicotrópica


es conocida popularmente como marihuana, y es una de las sustancias ilegales más utilizada a
nivel mundial, encontrándose uno de los porcentajes más altos de consumo en nuestro país,
según los resultados arrojados por estudios que refieren esa estadística como tal. Si bien, esta
droga está asociada a una menor mortalidad que muchas otras sustancias, no se descarta de
ninguna manera los riesgos existentes para la salud, especialmente para los usuarios que han
comenzado su consumo a temprana edad y antes de los 25 años, pues su cerebro aún se
encuentra en proceso de desarrollo.

El cannabis es un término genérico utilizado para designar los diversos preparados


psicoactivos de la planta del cannabis, según la Organización Panamericana de la Salud. De
acuerdo con estudios realizados por Senda, Chile tiene una de las mayores tasas de consumo
de cannabis en Latinoamérica

En Chile y otros países latinoamericanos, la forma más habitual de consumo es fumando


la “hierba” extraída de las plantas de cannabis; sin embargo, una tercera parte del mercado
chileno utiliza “marihuana prensada” ya que, por lo general suele ser más sencilla de acceder, lo
cual aumenta los riesgos en el individuo, pues como su nombre vulgar lo indica viene “prensada”,
es decir está alterada con diversos químicos y sustancias peligrosas y altamente adictivas.
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1. Análisis y descripción del problema

En el día de hoy existe una amplia variedad de prevalencia de registro de consumo de


cannabis dentro de las regiones de la OMS. En lo que respecta a las encuestas realizadas,
existen variaciones entre los países en la evaluación de la frecuencia de consumo, y los grupos
se dividen de distinta manera o difieren en cuanto a los entornos donde se ha encuestado a
adolescentes y adultos jóvenes, ya sea, en escuelas y hogares. Como bien se sabe, el consumo
de marihuana en jóvenes se ha transformado en uno de los mayores problemas de salud a nivel
mundial. En la población chilena, este consumo alcanza su mayoría en jóvenes de 19 a 25 años
de edad de acuerdo con “Conace”, consejo nacional para el control de estupefacientes. Dentro
de la población anteriormente mencionada se encuentran jóvenes universitarios, ya sean adultos
independientes o que viven con su familia.

De acuerdo con el Senda, está constatada la potencialidad del cannabis como un gatillador de
psicosis, cuadros de delirios y/o alucinaciones de personas en riesgo.
Si bien es cierto que no todo usuario de cannabis tendrá la necesidad de experimentar otro tipo
de sustancias catalogadas como más peligrosas, el riesgo se encuentra presente.
Además, es importante mencionar el peligro de condicionar o limitar las posibilidades de vivir
libre y como el consumo de cannabis afecta autónomamente el desarrollo personal en los
adolescentes. También crea una dependencia psicológica: el usuario apetece la droga por sus
efectos.

En Chile el consumo de marihuana no está ausente en los escolares y es más común el


cannabis en los escolares que otras drogas. El consumo de marihuana es el doble, el de cocaína
de 1,9%, el de tranquilizantes sin receta es 6,6 veces mayor que el consumo de la población
general. (SENDA,2021).

Existe suficiente información epidemiológica para sostener que los púberes y adolescentes son
los más vulnerables al consumo de sustancias legales, ilegales y drogas médicas, dado que su
identidad se encuentra en un estadio de formación, además de la marcada fluctuación de
estados de ánimo que los sensibiliza al uso experimental y recreativo. (UNODC/2013)

Los países de América Latina muestran cambios en el consumo de marihuana en el último


periodo, según los datos de la OEA (2019): Dentro de nuestro país la prevalencia de consumo de
marihuana en Chile pasó desde casi el 4% en 1994 al 14,5% en 2016; sin embargo, entre 1994 y
2006 el cambio fue menos abrupto que hacia el final de la serie, e incluso hubo un descenso
importante del consumo al 4,6% entre 2006 y 2010. A partir de entonces el consumo pasó del
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4,6% en 2010 al 14,5% en 2016. La brecha según sexo se ha mantenido a lo largo de toda la
serie de estudios en la población general, con tasas de consumo más altas entre los hombres
(gráfico 3.5). El consumo entre los hombres pasó del 6,4% en 1994 al 18,4% en 2016 y el de las
mujeres del 1,9% al 10,6% en el mismo período.

De acuerdo con Senda 2019, la marihuana se posicionó como la segunda droga más consumida
de forma ocasional, mensual o semanal por parte de los universitarios, pese a que presentó un
descenso significativo pasando de 14,5% a 12,7%.

De acuerdo a los estudios realizados por el enpg en el 2020, ratificó una tendencia a la baja en el
consumo de marihuana en la población general pasando de un 12,7% en el 2018 a un 11.4% en
el 2020. (ENPG,2021).

Según el enpg en el 2020, el descenso en la utilización de cannabis se explica,


fundamentalmente, por la caída en el nivel socioeconómico bajo (que pasó de un 12,4 a un
9,4%). (ENPG,2021) Además, en estudios previos realizados por Senda, se puede evidenciar
que 31,0% de los ofrecimientos se realizaron en el barrio o comuna y 29,3% en fiestas durante
2018. Finalmente, se realizaron evaluaciones a nivel nacional para posicionar el promedio de
consumo de acuerdo a diversos factores como el sexo, edad y nivel socioeconómico,
reportándose que, los consumidores de marihuana en el último año que declaran síntomas de
dependencia han oscilado entre 14% y 20% en casi toda la serie, Senda 2002-2008. A su vez, en
el caso de la prevalencia de uso de marihuana “en los últimos 12 meses”, se aprecia un aumento
significativo en las regiones de Arica y Parinacota, Coquimbo y Aysén, mientras se observan
descensos en las regiones de Valparaíso, Metropolitana y Los Ríos.

1.1 Causas
El uso de las drogas empieza por variados factores uno de ellos sería “los factores sociales y
contextuales, los cuales aumentan la probabilidad de comenzar a consumir cannabis” (Lascala,
et al., 2005, p.4). Con factor social, quiere decir en cómo la sociedad nos causa la presión de dar
el primer paso de ser consumidor, la presión que existe dentro de su núcleo; para un adolescente
que recién está desarrollándose puede usar drogas para poder encajar con amigos o para
impresionar a un nuevo grupo de jóvenes.

Para Ferguson, Horwood y Beautrais (2003) otro factor importante sería:

La dependencia, los patrones de consumo de cannabis intensivo o de riesgo, el consumo


persistente y el inicio temprano en el consumo del cannabis. Las personas en las que el
consumo temprano de cannabis (entre los 14 y los 16 años de edad) se asocia a efectos
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positivos tienen un riesgo elevado de dependencia del cannabis en etapas posteriores de la vida.
(p.5)

Por lo que menciona King (2004) se ha investigado que el entorno familiar influye a una de las
causas de ser consumidor, debido que, los entornos familiares positivos son factores de
protección en el desarrollo de la infancia y la adolescencia. Es menos probable que los adultos
jóvenes que han contado con el apoyo consistente de sus padres durante la adolescencia
presenten problemas por consumo de drogas. El núcleo familiar dependerá si afectará de forma
positiva o negativa dentro del desarrollo del individuo, debido que, hay sujetos que se encuentran
con una mala relación familiar, sin embargo, estos adolescentes que se criaron dentro de este
entorno no necesariamente se convertirán en consumidores.

Otros factores específicos de causa o riesgo serían:

● Antecedentes familiares de adicción o abuso de sustancias nocivas.

● Falta de aptitudes adecuadas para enfrentar los problemas.

● Preexistencia de uno o más trastornos de salud mental.

● Fácil acceso a la marihuana.

1.2 Consecuencias
Como bien se sabe ser consumidor de cualquier sustancia trae consecuencias a corto plazo o
largo plazo, todo esto va a depender del uso que le el sujeto/a a lo que está consumiendo. Si uno
es consumidor recurrente es probable que con el paso del tiempo se necesiten dosis mayores de
la droga. Los intentos por suspender el consumo de la droga pueden causar deseos intensos de
consumirla y hacerte sentir físicamente mal.

La marihuana trae muchos beneficios que atribuyen efectos terapéuticos, se le puede dar un
buen uso, pero todo esto depende de la dosis y la vía de administración, así como de la edad,
expectativas, salud mental y salud física del individuo por el cual, si le damos un mal uso esto
conlleva a una serie de riesgos significativos.

Según Reece (2009), se podría decir que las consecuencias del consumo crónico de altas
concentraciones de marihuana se han asociado con la aparición y agravamiento de alteraciones
psiquiátricas, como psicosis, esquizofrenia, depresión y trastorno bipolar. En estudios forenses
se observó que los casos más violentos de muerte por suicidio en accidentes automovilísticos se
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asociaron con el uso de marihuana. El uso crónico de marihuana también se ha asociado con
alteraciones cognitivas, como disminución de la memoria y falta de concentración.

Por lo tanto, ser consumidor de cannabis traerá un impacto no solo a nivel fisiológico y biológico,
sino que también psicológico, como dificultades para poder estudiar, problemas de
concentración, abstracción, memoria y aprendizaje. Además, puede causar reacciones agudas
de ansiedad y, en personas con predisposición a padecer trastornos mentales, puede provocar la
aparición de estos trastornos o agravar los que ya se padecen.

Según la revista. médica de Chile (2019): Las consecuencias adversas se reportan adicción,
alteraciones neuroendocrinas, deterioro cognitivo y riesgo de psicosis. Lo anterior es relevante ya
que muchos consumidores de Cannabis son adolescentes. Considerando los efectos
relacionados con la remodelación de circuitos cerebrales que neurotransmisores, hormonas y
otros compuestos ejercen durante la pubertad y adolescencia(...).

Desde un punto de vista endocrino, la marihuana alteraría los niveles de hormonas


reproductivas. Un estudio clásico en The New England Journal off Medicine informó que en
varones su consumo frecuente se relaciona con niveles de testosterona más bajos respecto a
quienes nunca consumieron. Estos efectos endocrino-reproductivos son relevantes en
adolescentes que consumen Cannabis; pues tales eventos que activan el eje hipotalámico-
hipofisario-gonadal se dan en la pubertad y se consolidan en la adolescencia. La exposición
crónica a Cannabis durante la adolescencia tiene efectos en algunas zonas cerebrales (e.g.,
corteza prefrontal, núcleo accumbens y área tegmental ventral)1, viéndose afectados procesos
relacionados con la recompensa y la cognición(...)

Se sabe que durante pubertad y adolescencia diversos compuestos participan en fenómenos


organizacionales (e.g., mielinización, poda neuronal, apoptosis, remodelación dendrítica y cambios
epigenéticos), configurando estructuralmente algunos circuitos cerebrales. En la adultez esto permitirá la
manifestación de comportamientos específicos como respuestas a los compuestos que ahora activan dichos
circuitos. La adolescencia es, entonces, una 〈 ventana organizacional crítica 〉 para que el cerebro se
desarrolle adecuadamente, ventana que puede ser afectada por Cannabis y otras drogas(...)

Asimismo, el abuso en el consumo de drogas también puede estar asociado a factores sociales,
tales como familiares, socioeconómicos, relaciones interpersonales, entre otros. Lo que,
consecuentemente, puede ocasionar delincuencia y violencia hacia sí mismo y los demás,
causada ya sea por el efecto de la sustancia y/o la necesidad que siente el adicto por obtener la
droga.
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Finalmente, el abuso de toda sustancia traerá consecuencias a nuestra vida, con el tiempo se
puede observar los verdaderos riesgos. Todo esto dependerá en la medida de cuánto tiempo lo
lleva consumiendo y por cuantas dosis. Sin embargo, las personas que tienen una dependencia
a la marihuana están menos motivadas y menos satisfechas con sus vidas.

1.3 Formas de abordaje que se han realizado en instituciones y comunidad:

El abordaje frente al consumo problemático de drogas, en este caso particular la marihuana en


Chile, se puede llevar a cabo con el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del
Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), dicho servicio fue creado el 21 de febrero de 2011 bajo
la ley 20.502; siendo responsables de elaborar y ejecutar políticas de prevención frente al
consumo, a través de la elaboración de una estrategia nacional.

Instituciones policiales como carabineros de Chile, PDI también abordan el tema, desde un
contexto diferente, combatiendo desde las calles el llamado narcotráfico. Según el Ministro del
Interior y Seguridad Pública, con el trabajo de las policías nacionales se ha logrado, en lo que va
del 2021, sacar de circulación más de 197 millones de dosis de drogas. Esto permite disminuir el
consumo de cannabis y otras drogas en la población general. (SENDA, 2021) Este servicio
tiene la misión de entregar políticas de prevención y rehabilitación del consumo de drogas, con el
fin de elaborar una estrategia de fortalecimiento de las comunidades educativas para la
prevención del consumo de marihuana y otros estupefacientes, además de otorgar dichas
herramientas a las comunidades educativas para beneficiar sobre los factores preventivos de las
comunidades. De igual manera elabora estrategias dirigidas a los tratamientos, rehabilitación e
integración social, de las personas afectadas por este consumo desmedido. Tiene por objeto la
ejecución de las políticas en materia de prevención del consumo de estupefacientes, sustancias
psicotrópicas e ingestión abusiva de alcohol, y de tratamiento, rehabilitación y reinserción social
de las personas afectadas por dichos estupefacientes, en especial, en la elaboración de una
estrategia nacional de drogas y alcohol (Ley N° 20.502, 2011) (SENDA,2021).

Las maneras de operar del senda, son mediante el apoyo, impulso y ejecución, de técnicas
financiadas, crea proyectos, actividades y capacitaciones focalizadas en la prevención del
consumo de drogas, dando a entender los factores de riesgos y además integrar maneras de
rehabilitación. (SENDA, 2019-2020).

Por otra parte, en el año 2010 se crea un programa llamado fono drogas y alcohol 1412, la
finalidad de este programa es atender de manera gratuita y confidencial, por medio de una
plataforma telefónica las demandas ciudadanas, creadas por esta problemática del consumo de
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drogas, su principal foco es entregar información oportuna y brindar apoyo a estos individuos.
Está dirigido por profesionales especializados en áreas psicosociales, además de entregar
consejería e intervenir en crisis.

Si bien Senda está encargada de la prevención del consumo de drogas y alcohol en la población
en general, tiene un fin de priorizar en el consumo que refiere a niños y adolescentes. Senda
consigna que la reducción de prevalencia del consumo de sustancias en niños, niñas y
adolescentes constituye una obligación legal, moral y política. El programa fono drogas y alcohol
1412 cuenta con una vinculación estrecha con el senda, además cuenta con protocolos de
derivación, dirigidos a los tratamientos e integraciones que en SENDA promueve.

En el año 2020 se realizó una primera evaluación de este programa, algunos resultados fueron
que hasta la fecha se han derivado un total de 64 casos de tratamientos, de estos casos un 53%
son mujeres y un 72% de estos individuos son personas mayores de 18 años. Si bien este
programa está dirigido a lo largo de todo el país, un 43% de estos individuos son locatarios de la
región metropolitana.

En el año 2020 se realizaron un total de 20.867 atenciones telefónicas, a lo largo de todo Chile.
Durante este periodo se logra una tasa de atención de 71,5% con un porcentaje de satisfacción
de un 96.3%. (SENDA. 2019-2020)

Otro programa destinado al abordaje del consumo de drogas es Bibliodrogas, se trata de la


primera biblioteca de acceso ciudadano, en el cual se encuentran materiales bibliográficos sobre
drogas y alcohol. El principal foco de este programa es crear un espacio de encuentro que
permita a la ciudadanía encontrar información necesaria, con la finalidad de sustentar sus dudas.
Por medio de informaciones fidedignas y concretas.

Algunos datos importantes a abordar sobre este programa es que la biblioteca cuenta con
alrededor de 7.482 textos asociados a esta temática, Bibliodrogas es una plataforma digital, que
nos permite ingresar a estos textos de manera online, sin embargo, cuenta con espacios
destinados como bibliotecas municipales, y bibliotecas de educación superior, algunas
universidades que cuentan con este programa son la universidad Santo Tomás (sede Arica)
universidad la frontera, universidad magallanes, entre otras.

Otro programa dirigido a este abordaje de la problemática en un ámbito comunitario, es la


atención ciudadana, este programa cuenta con una oficina de información, reclamos y
sugerencias (OIRS) la cual nos permite estar en contacto con el SENDA.
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La OIRS en el año 2020 ha recibido un total de 373 consultas a nivel nacional, de las cuales 73
han sido reclamos, los cuales han sido respondidos en un 100%. La finalidad de este programa
es escuchar a la ciudadanía chilena y atender sus dudas, quejas y sugerencias, que permitan
tener una mejor funcionalidad respecto al abordaje del consumo de drogas.
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Referencias:

● Washington, D.C.(2019) Preparado y publicado por la Comisión Interamericana para el


Control del Abuso de Drogas (CICAD), Organización de los Estados Americanos (OEA),
Informe sobre el Consumo de Drogas en las Américas. Recuperado el 09 de mayo del
2022, de http://www.cicad.oas.org/main/pubs/Informe%20sobre%20el%20consumo
%20de%20drogas%20en%20las%20Am%C3%A9ricas%202019.pdf

● Senda (2018). Décimo tercer estudio nacional de drogas en población general de Chile,
2018. Observatorio Chileno de drogas, 27-40. Recuperado el 09 de mayo de 2022, de
https://www.senda.gob.cl/wp-content/uploads/2020/02/ENPEG-2018.pdf

● Washington, D.C. (2018). “Efectos sociales y para la salud del consumo de cannabis sin
fines médicos”: Organización Panamericana de la Salud;. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0
IGO. Recuperado el 09 de mayo de 2022, de
https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/34944/9789275319925_spa.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

● Villanueva, Cleva. (2010). Los pros y los contras del uso de la mariguana. Cuicuilco,
17(49), 13-30. Recuperado el 10 de mayo de 2022, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
16592010000200002&lng=es&tlng=es.

● Cortés, Manuel E., Bernal, Yanara, Orellana, Renán. (2019). Cannabis and the teenager's
brain. Revista médica de Chile, 147(4), 533-534. https://dx.doi.org/10.4067/S0034-
98872019000400533

● Senda (2019-2020). Innovación y evidencia al servicio de las personas. Ministerio del


interior y seguridad pública, 29-43. Recuperado el 10 de mayo de 2022. De
https://www.senda.gob.cl/wp-content/uploads/2021/05/Innovacion-y-evidencia-al-servicio-
de-las-personas.pdf

● SENDA. (2021). Décimo Cuarto Estudio Nacional de Drogas en Población General 2020.
SENDA. Recuperado 10 de mayo de 2022, de https://www.senda.gob.cl/estudio-de-
senda-confirma-tendencia-a-la-baja-en-el-consumo-de-marihuana-y-cocaina-y-un-
descenso-en-las-personas-que-declaran-haberse-embriagado-con-alcohol/
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● S. (2021, 9 febrero). Estrategia Nacional de Drogas 2021–2030. Senda. Recuperado 10


de mayo de 2022, de
https://www.senda.gob.cl/wp-content/uploads/2021/02/Estrategia-Nacional-de-
Drogas-version-web.pdf

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