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Dermatomas:

qué son y cuál es su función


Los dermatomas son regiones de la piel con características muy particulare

El sistema nervioso es uno de los primeros elementos que se desarrollan durante la etapa
prenatal.
A lo largo de las semanas, y a medida que el embrión y feto crecen en tamaño, la
distribución de los distintos nervios aferentes y eferentes de la médula espinal también va
desarrollándose.
Esto permite la adecuada distribución de los mismos por toda la piel, por lo que existe una
correspondencia directa entre estas regiones cutáneas y la médula espinal.
Este hecho tiene importancia clínica para diversas enfermedades, ya que facilita el
diagnóstico topográfico y etiológico de dichas condiciones.

Un dermatoma  es una región de la piel cuya sensibilidad se


encuentra bajo el control de un solo nervio raquídeo junto con su ganglio espinal
correspondiente.
Una organización semejante ocurre con los miotomas, solo que estos son músculos
inervados por su raíz nerviosa correspondiente.
La médula espinal se organiza en una serie de segmentos delimitados tanto por su
ubicación en la columna vertebral (como la región cervical, dorsal y lumbar) como por los
nervios que entran y salen de la estructura.
En cada segmento existen dos nervios con disposición anterior (uno a la derecha y otro a la
izquierda) que salen de la médula espinal y llevan información motora, mientras que en la
región posterior entran dos nervios de cada lado que transportan información sensitiva.

Los nervios hacen sinapsis en unas estructuras paravertebrales llamados ganglios, los


cuales son masas que contienen numerosas neuronas
tanto presinápticas como postsinápticas, siendo lugares vitales para garantizar la adecuada
transmisión de la información nerviosa
Parte de estos nervios se distribuyen en la piel, por lo que el área inervada por los nervios
que se encuentran en relación con un solo segmento espinal se denomina dermatoma.

La disposición de los mismos es transversal en todo el tronco, mientras que en los


miembros adopta una distribución un poco más irregular, debido a la rotación natural que
sufren los miembros durante el desarrollo prenatal.
Tipos y localización de los dermatomas

En el cuerpo humano encontramos un total de 30 dermatomas (las raíces nerviosas son 31,
pero C1 no tiene una raíz nerviosa sensitiva) y para distinguirlos más fácilmente vamos a
nombrarlos en función de la raíz nerviosa a la que se asocia.
Dermatomas vinculados a las raíces cervicales y torácicas.

C2- parte posterior media de la cabeza y mandíbula inferior.

C3- parte posterior baja de la cabeza y parte superior del cuello.

C4-parte inferior del cuello.

C5-área de las clavículas, hombros superiores.

C6- parte externa del brazo, hombros y dedo pulgar de la mano.

C7- parte superior de la espalda, parte posterior del brazo, dedos índice y medio de la mano
C8-parte superior de la espalda, parte interior del brazo, dedos meñique y anular de la
mano.

Dermatomas torácicos
Son 12:

1- parte superior del pecho y la espalda, axila, parte delantera del brazo.

T2- parte superior del pecho y la espalda.

T3- parte superior del pecho y la espalda.

T4- parte superior del pecho (área de los pezones) y espalda.

T5- pecho medio y espalda.

T6- pecho medio y espalda.

T7- pecho medio y espalda.

T8- abdomen superior y parte media de la espalda.

T9- abdomen superior y parte media de la espalda.

T10- abdomen (área del ombligo) y parte media de la espalda.

T11- abdomen y parte media de la espalda.

T12- parte inferior del abdomen y parte media de la espalda.

Dermatomas lumbare
Dermatomas conectados a las raíces lumbares y sacras. Imagen creada a partir de las
imágenes de SERVIER MEDICAL ART
L1- parte baja de la espalda, caderas, ingle.

L2- parte baja de la espalda, parte delantera e interior del muslo.

L3- parte baja de la espalda, parte delantera e interior del muslo.


L4- parte baja de la espalda, parte delantera del muslo y la pantorrilla, área de la rodilla,
parte interna del tobillo.
L5- parte baja de la espalda, parte delantera y exterior de la pantorrilla, parte superior e
inferior del pie, los primeros cuatro dedos del pie.
Dermatomas sacros
S1- parte baja de la espalda, parte posterior del muslo, espalda e interior de la pantorrilla,
último dedo del pie.
S2- nalgas, genitales, parte posterior del muslo y pantorrilla.
S3- nalgas, genitales.
S4- glúteos.
S5- glúteos.
Dermatoma coccígeo
Área del cóccix
Si bien existe sensibilidad superficial, profunda y propioceptiva, aquella que es inherente a
la piel se limita a la superficial.
Mediante la presencia de diversos “receptores” (neuronas especializadas) presentes en la
epidermis y la dermis, es posible la captación de diversos estímulos externos.
Estos pueden ser de diferentes tipos y, dependiendo de esto, el receptor será específico
para cada uno de los estímulos.
Por ejemplo, la sensibilidad dolorosa viene a cargo de terminaciones nerviosas libres (que
no tienen una estructura especializada), los corpúsculos de Pacini aportan información
sobre la presión, los de Ruffini sobre el calor, los de Krause sobre el frío y los
de Meissner sobre el tacto.

importancia de los dermatomas

Dermatomas.
La principal utilidad de los dermatomas en la práctica clínica es la existencia del dolor
referido. Este es un concepto que se aplica a la sensación de dolor que afecta a un
determinado dermatoma pero que realmente refleja la afección de algún órgano interno o
de la integridad del nervio desde su origen hasta su final.
En este caso, existen numerosas patologías que pueden producir dolor referido.
Las radiculopatías y mielopatías pueden ser provocadas por varias condiciones, como las
hernias discales.
En estos casos, las alteraciones de la función sensitiva son relevantes y, dependiendo
del dermatoma, es posible identificar clínicamente cuál es la localización inicial de la
lesión, ya que cada dermatoma se corresponde con un segmento medular específico.
Algunos virus tienen afinidad por estructuras nerviosas, entre los que destaca el herpes
zoster, el cual suele encontrarse latente en los nervios y ganglios luego de una infección
primaria, proliferando mucho tiempo después ante cualquier estímulo estresante.
En estos casos, la afección de los nervios se hace evidente, provocando erupciones
cutáneas en forma de vesículas muy características asociadas a dolor intenso.
De hecho, la observación minuciosa de los pacientes afectados por el virus del herpes
zoster hecha por el neurólogo británico Henry Head (1861-1940) permitió la descripción
inicial de los dermatomas.

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