Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Praxis Psicosocial Comunitaria. Campos Epistémicos y Prácticas Participativas
Praxis Psicosocial Comunitaria. Campos Epistémicos y Prácticas Participativas
1
2
Praxis psicosocial comunitaria
en salud. Campos epistémicos
y prácticas participativas
Graciela Zaldúa
María Marcela Bottinelli
compiladoras
3
xxxxxxxxx, xxxxxxxxxxxxx
Praxis psicosocial comunitaria en salud. Campos epistémicos y
prácticas participativas - 1a ed. - Buenos Aires : Eudeba, 2010.
xxx p. ; 15,7x23 cm. -
ISBN XXX-XXX-XX-XXXX-X
CDD XXX.X
Eudeba
Universidad de Buenos Aires
© 2010
Editorial Universitaria de Buenos Aires
Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires
Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202
www.eudeba.com.ar
Impreso en Argentina.
Hecho el depósito que establece la ley 11.723
4
ÍNDICE
ÍNDICE .................................................................................................................5
III.1. Contextos críticos en salud. Los efectos y las voces de los médicos/as de
las guardias hospitalarias
por Graciela Zaldúa, María Marcela Bottinelli, María Teresa Lodieu, Paula Gaillard,
Mariela Nabergoi
5
INDICE
6
INDICE
CAPÍTULO V.GÉNERO
7
PRESENTACIÓN DE LOS RECORRIDOS EPISTÉMICOS,
LAS PRÁCTICAS PSICOMUNITARIAS
Y LAS DECISIONES METODOLÓGICAS
9
GRACIELA ZALDÚA Y MARÍA MARCELA BOTTINELLI
10
PRESENTACIÓN DE LOS RECORRIDOS EPISTÉMICOS, LAS PRÁCTICAS PSICOMUNITARIAS
las nociones lineales de explicación para buscar abordajes que nos permitan tra-
bajar desde la complejidad misma de nuestras prácticas y procesos sin renunciar
a su democratización desde su focalización hasta las variaciones en la interpre-
tación, lectura y sentido de los datos mismos.
Las ciencias sociales tienen un compromiso pues, que supera la descripción
y explicación para convertirse además en denunciantes de las realidades sociales
que denotan las claves emancipatorias de la opresión.
Pensamos nuestro trabajo desde la perspectiva de la Epidemiología Crítica,
basada en un modelo integral de desarrollo humano, de humanización de la vida, de
denuncia y de lucha frente a las inequidades. Se constituye así no sólo en una pers-
pectiva conceptual sino en un instrumento ético de construcción de ciudadanía,
con las dificultades que esta tarea implica, incluso habiendo mostrado sus potencia-
lidades teóricas y prácticas para abordar los problemas de Salud Colectiva.
Desde esta perspectiva vemos la materialización de la afirmación de István
Mészaros: “Cualquiera sean las pretensiones de la presente ‘globalización’, no
puede haber universalidad en el mundo social sin una igualdad sustancial.” [...
sin embargo, el sistema capitalista en todas sus formas históricas demuestra que]
“la potencialidad de la tendencia universalizadora del capital se convierte en la
realidad de una alienación y una cosificación deshumanizante”.1
De allí surge nuestra postura metodológica basada en una ética relacional,
que desde la planificación misma, mediante estrategias como la gestión asociada
y los procesos de investigación-acción participante, permita la producción de
conocimientos desde la implicación misma de los actores a partir de procesos de
participación empoderante no como “invitados ocasionales” ni como “fuentes
de información” sino como protagonistas en los diferentes niveles posibles de
acción en la producción de conocimientos y por tanto en las claves para com-
prender y accionar sus posibilidades de intervención social.
Por lo expuesto hasta aquí nuestra tarea no se agota en la identificación de
variables, en la observación y descripción de fenómenos empíricos o en la enu-
meración de factores de riesgo. El desafío que plantea cada uno de los textos que
aquí se presentan es el de abordar la complejidad del trabajo, desde la salud co-
lectiva hasta las afectaciones en el modo de vida y la subjetividad, identifican-
do, desde una ética relacional y participativa, tanto sus aspectos negativos como
los positivos, los destructivos como los protectores, los activos y los potenciales
desde la construcción intersubjetiva e interdisciplinaria de los abordajes.
La metodología planteada, asimismo se propone una vigilancia epistémica
que considere la contextualidad histórico-cultural, la reflexibilidad en relación
con la producción de conocimientos y la problematización de la realidad y la
1. Mészáros, I. (2001): El Siglo XXI. ¿Socialismo o Barbarie? Buenos Aires, Ediciones Herramienta,
p. 13.
11
GRACIELA ZALDÚA Y MARÍA MARCELA BOTTINELLI
12
PRESENTACIÓN DE LOS RECORRIDOS EPISTÉMICOS, LAS PRÁCTICAS PSICOMUNITARIAS
Juntamente con las dimensiones planetarias emergentes de los negocios, las finan-
zas, el comercio y el flujo de información, se pone en marcha un proceso localizador,
de fijación de espacios. Dos procesos tajantes en la divisoria de existencias de pobla-
ciones enteras y los distintos segmentos de sus vidas... ser local en un mundo global
es una señal de penuria y degradación social. Los procesos globalizadores incluyen
una segregación, separación y marginación progresiva. Desempleos, migraciones
son las emergentes condiciones de existencia poblacionales y sus efectos son la mar-
ginación, segregación y expulsión social.
El contenido y práctica en salud, atravesados por las consecuencias de las
transformaciones de las condiciones de vida, generaron brechas en el acceso
al derecho a la salud. Esta afectación de la producción de los actos de salud y
los derechos es la que nos propusimos abordar desde la Psicología social comu-
nitaria y los valores de autodeterminación, justicia distributiva y prácticas de
empoderamiento ante la opresión y subordinación.
Los objetivos de este programa investigativo fueron: propiciar el monitoreo
estratégico de necesidades, representaciones y prácticas en escenarios sanitarios
y facilitar la co-construcción de estrategias de promoción y prevención de salud,
desde una Ética Relacional.
Los temas y perspectivas de los artículos de contextos críticos, género,
derechos sexuales y reproductivos, psicodinámicas del trabajo, movimientos
sociales, colectivos de trabajadores, temas de salud y salud mental son produc-
ciones del equipo integrado por María Teresa Lodieu y María Pía Pawlowicz
como investigadores principales, las becarias María Belén Sopransi, Marie-
la Nabergoi, Malena Lenta, Mariquena Gambetta y los/las investigadoras/es
Hugo Leale, Ana Tisera, Kattya Pérez Chávez, Paula Gaillard, Verónica Velo-
so, Roxana Longo, con la codirección de María Marcela Bottinelli y la direc-
ción de Graciela Zaldúa.
Los colectivos de trabajo de equipos de salud, bancarios, mujeres en si-
tuación de prostitución, adolescentes, integrantes de movimientos sociales y
asambleas barriales co-suscriben las producciones que serían impensables sin
sus aportes a la autonomía, participación y la promoción de un verdadero ethos
democrático, en términos de Castoriadis.
13
CAPÍTULO I.
INTRODUCCIÓN A UNA PERSPECTIVA CRÍTICA
EN INVESTIGACIÓN
I.1. Cuestiones desde la Epidemiología crítica: trabajo y salud∗
por Graciela Zaldúa, María Teresa Lodieu,
María Marcela Bottinelli, María Pía Pawlowicz
17
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ
néutica crítica los aspectos ideológicos subyacentes a toda práctica social plan-
tean revelar las fuentes de dominación y coerción de los discursos y las acciones,
y construir proyectos enmarcados en una praxis emancipadora.
En relación con las problemáticas de los trabajadores de la salud, desde
la perspectiva de la Epidemiología Crítica nuestra práctica investigativa nos
permite constatar la materialización de la afirmación de István Mészaros: “Cua-
lesquiera sean las pretensiones de la presente ‘globalización’, no puede haber
universalidad en el mundo social sin una igualdad sustancial”[...sin embargo, el
sistema capitalista en todas sus formas históricas demuestra que] “la potencialidad
de la tendencia universalizadora del capital se convierte en la realidad de una
alienación y una cosificación deshumanizante” (cursivas en el original) (Mészaros,
2001:13).
Sostenemos que las condiciones de trabajo en salud en los espacios públi-
cos reflejan los avatares del conjunto social y, en particular, del declive persis-
tente de las relaciones contractuales y de las condiciones de vida de los actores
del sector. Paradoja siniestra de la hegemonía neoliberal que libera mercados
y desregula protecciones en la globalización de la periferia, pero controla la
fuerza de trabajo, a través de la flexibilización, precarización y/o desempleo.
Los cambios productivos y la regresividad del empleo incrementaron la in-
equidad en nuestro país, incluyendo a vastos sectores en la pobreza e indigencia
y las consecuencias han sido el aumento de la demanda hacia el sector público
y una transformación de sus características. Los trabajadores de la salud quedan
sitiados ante las necesidades crecientes y los límites de las prácticas. El avance
de la concentración monopólica, el antagonismo radical entre capital y trabajo
y las múltiples contradicciones en las que se manifiesta, posicionan a las institu-
ciones y a los actores del sector salud en un complejo campo de batalla. Si bien
las metáforas guerreras han sido tradicionales en la literatura sanitaria y en los
programas preventivos –no podemos dejar de mencionar que el nacimiento de
la “salud pública” estuvo relacionado con la necesidad de tener hombres fuertes
para conformar los ejércitos– actualmente, los profesionales de la salud reiteran
su estar en la trinchera y en una lucha frente a la cual no poseen los recursos vi-
tales: el desempleo, el hambre, la violencia devastan los cuerpos de la población
que deben asistir. Nuevas y viejas dolencias demandan respuestas, aumentando
con la crisis la falta de registro temprano de las alertas, o la inaccesibilidad
económica a los centros de salud. Problemas de salud que con una intervención
temprana son de simple resolución, se tornan de difícil resolución frente a la
consulta tardía y generan posturas de impotencia, o temor frente a juicios de
mala praxis. Las expresiones de los profesionales enunciadas en las entrevistas
en profundidad ilustran estas situaciones: “Terror a que llegue un paciente grave
por la desprotección en que estamos” (psicólogo, Centro de salud); “Algunos sí
tienen problemas sociales como la falta de trabajo. Hay muchos casos de aplas-
18
CUESTIONES DESDE LA EPIDEMIOLOGÍA CRÍTICA: TRABAJO Y SALUD
tamiento subjetivo, el país te aplasta subjetivamente, ¿qué hacés con esa gente?”
(psiquiatra, Centro de salud).
Asimismo, el avance de la tecnología médica y farmacológica los enfrenta
a contradicciones dilemáticas entre las posibilidades científicas, –y por ende el
mandato social profesional– y las condiciones reales de su práctica cotidiana.
La devastación opera también en los recursos materiales y simbólicos para la
atención y el cuidado de los sujetos más vulnerables. El mecanismo de culpabi-
lización y rechazo frente al acto de salud imposible se impone como operatoria
ideológica de un hacer, sin saber (Zizek, 2003). Las creencias prácticas operan
en esta delegación a los otros, al punto de confirmar esta afirmación de Slavoj
Zizek: “una ideología triunfa en realidad cuando incluso los hechos que a pri-
mera vista la contradicen empiezan a funcionar como argumentaciones en su
favor” (Zizek, 2003: 366). Los mecanismos de despersonalización defienden de
la tensión del hacer y obliteran el cuestionamiento de los condicionantes socia-
les y culturales, cosificando al “otro”.
Los trabajadores de la salud, sometidos a la lógica del capital, afectados
por una polaridad destructiva entre ritmos laborales intensificados y el desem-
pleo mantienen con dificultad los ideales profesionales. Las características de
las situaciones actuales del trabajo en el sector salud aunadas a las tensiones
inherentes al trabajo con la incertidumbre, el sufrimiento y la muerte marcan
no sólo la complejidad en la que se desarrollan los actos de salud sino también
los efectos en la morbimortalidad de los trabajadores del sector: “Me agarré púr-
pura por estrés. Estaba trabajando en terapia (Terapia Intensiva) y acá (Centro
de salud). Antes en terapia me pinchaba con agujas, me pasó de cortarme con
un bisturí...” (enfermera, Centro de salud); “...a veces me pongo a llorar en
casa, por ver a los chicos que atiendo como están. Me siento cansada” (médica,
Centro de salud).
19
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ
que el “para todos” era sólo para “algunos”: los datos epidemiológicos muestran
los perfiles diferenciales entre los distintos sectores sociales. Veenstra (2001)
afirma que en la mayoría de los países occidentales se constata una relación di-
recta entre el estatus social de los individuos y la salud. En Quebec, la esperanza
de vida en los hombres es de setenta y seis años, sin embargo, en la población
más desfavorecida este indicador desciende a setenta y un años y llega a ochenta
años en el sector más favorecido de la población (Leroux et al. 2002).
En la publicación Salud Materno Infantil Juvenil en cifras 2001 editada por
UNICEF y la Sociedad Argentina de Pediatría (2001: 14) se informa sobre los
diferenciales de la mortalidad materna: la tasa por cien mil R.N.V. en 1999 para
la Provincia de Formosa fue de 161, mientras que la total del país es de cuaren-
ta y uno por mil R.N.V. Desigualdades extremas entre las tasas de mortalidad
materna por regiones que muestran las inequidades frente al acceso a la salud
en nuestro país.
Según ONUSIDA los adolescentes constituyen grupos de alta vulnerabili-
dad, la gran mayoría de las personas HIV positivos se infectan en la adolescen-
cia y un alto porcentaje tiene relaciones sexuales sin protección.
En particular, son alertas epidemiológicos dos aspectos relacionados con las
cuestiones de género: la situación de los embarazos adolescentes y el aumento del
HIV en mujeres. La doctora Gabriela Hamilton, Directora del Programa Nacio-
nal de Lucha contra el Retrovirus del Humano, SIDA y ETS, afirma que inter-
nacionalmente está demostrado que la prevalencia del virus disminuye cuando
el ingreso de las personas aumenta. Si la epidemia es cada vez más joven y, a su
vez, la prevalencia aumenta en relación con la pobreza, los jóvenes pobres están
expuestos a un doble factor de riesgo. Sin embargo, es necesario reconocer que
además de los aspectos de etapas vitales y de clase social, las cuestiones de género
acompañan esta triple inequidad.
Autores latinoamericanos, Gastao W. de Souza Campos, Eduardo Menén-
dez (1998) realizan contribuciones relacionadas con el nivel discursivo de la
Salud Pública y las prácticas. La distancia entre los postulados de integralidad
del sistema de salud y el requerimiento de una puerta de entrada que asegure
el acceso y recepción de los problemas, es decir su universalidad y de la in-
tervención personalizada como proyecto terapéutico, es decir equidad y alta
resolutividad, nos advierte de sus límites o fracasos. Insuficiencias y malestares
en los usuarios, que ante lo esperado y no encontrado en las respuestas de salud,
provocan efectos de desilusión y deslegitimación de los escenarios y actores.
Estas tensiones carecen de espacios para potenciar un análisis crítico de la red
de determinaciones complejas de los procesos de salud-enfermedad-atención y
los efectos de competencia y responsabilidad de los actores del sector.
Repensar el concepto de Georges Canguilhem (citado por Souza Campos,
1998) sobre la salud como la mayor o menor capacidad de cada uno para gas-
20
CUESTIONES DESDE LA EPIDEMIOLOGÍA CRÍTICA: TRABAJO Y SALUD
21
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ
Luchar en pro de una sociedad más justa y solidaria es muy difícil. Exceso de
derrotas, exceso de pragmatismo, de realismo cínico. El pensamiento ‘neoli-
beral’ tiene un peso muy grande, todos estamos obligados a cargarlo. Algunos
para mejor disfrute propio y personal; otros solamente para combatirlo mejor
(Souza Campos, 1998:80).
22
CUESTIONES DESDE LA EPIDEMIOLOGÍA CRÍTICA: TRABAJO Y SALUD
1. “Estudio del Síndrome de Burnout en Hospitales Públicos” (UBACyY PT 57) Directora Graciela
Zaldúa y “Estudio de las condiciones de producción de los actos de salud en Hospitales Públicos”.
(UBACyT P065). Directora Graciela Zaldúa y Codirectora María Marcela Bottinelli.
23
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ
24
CUESTIONES DESDE LA EPIDEMIOLOGÍA CRÍTICA: TRABAJO Y SALUD
25
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ
26
CUESTIONES DESDE LA EPIDEMIOLOGÍA CRÍTICA: TRABAJO Y SALUD
Bibliografía
27
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ
28
I.2. Contextos críticos en salud*
por Graciela Zaldúa, María Teresa Lodieu,
Paula Gaillard, Ana Tisera y María Pía Pawlowicz
1. Introducción
2. Metodología
3. Objetivos
29
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
4. Fundamentación
30
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD
31
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
4.3.1. Privatización
32
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD
4.3.2. Privatización-mercantilización
Laurell (1994) sostiene que ubicar a la salud como actividad privada tiene
como objetivo convertirla en un nuevo campo de acumulación capitalista. “Esta
intención se inscribe en la ofensiva de recuperación de los servicios sociales para
la empresa privada, o sea su re-mercantilización, que constituye uno de los móviles
del actual ataque al Estado de Bienestar en todo el mundo” (Laurell, 1994:26).
33
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
4.3.4. Alienación-autonomía
Los trabajos de salud son producto del sistema de relaciones en que están
inmersos y al mismo tiempo son también productores de este sistema. Sujeto y
objeto todo el tiempo. Objeto producido por el mercado, por las políticas guber-
namentales, por el saber estudiado en disciplinas, por las leyes o valores cultura-
les, los trabajadores tienden a sufrir pasivamente los efectos de la maquinaria so-
cioeconómica, alienándose. Pero en tanto profesionales de la salud participan en
la construcción del saber disciplinar, influencian políticas, contribuyen a la deter-
minación del valor de uso para la vida. Quiere decir que como trabajadores de la
salud pueden operar con diferente grado de autonomía. En consecuencia, el grado
de alienación de los trabajadores en relación con el objetivo (misión), al objeto y
medios de trabajo de los sistemas de salud puede variar conforme a la coyuntura o
conforme a la propia actuación como actores sociales (de Souza Campos, 1997).
En este sentido, es nuestro objetivo relevar los procesos de alienación y desgaste y
colaborar en el proceso de recreación de la autonomía y de la creatividad.
34
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD
35
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
36
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD
la guardia psiquiátrica, puesto que sólo es señalada por el cuarenta y cuatro por
ciento de los profesionales.
En cuanto a las propuestas de solución a los problemas de trabajo que presen-
tan como alternativas las siguientes posibilidades: implementación de espacios de
reflexión, implementación de espacios de formación, planificación de la asistencia
y la prevención, aumento de los niveles de la organización, aumento de la remu-
neración, aumento del equipamiento, los resultados pueden verse en el Anexo 3.
En espacios de reflexión, la guardia de la maternidad cuenta con el ma-
yor porcentaje de profesionales que marcan este rubro, un sesenta y cuatro por
ciento. Una observación a realizar es que ésta es una respuesta de género, en la
maternidad más del sesenta por ciento son profesionales mujeres. En los otros
servicios de guardia, este rubro también es marcado por los profesionales.
En espacios de formación, nuevamente en la Guardia de la maternidad
el sesenta por ciento del personal marca este rubro y podemos señalar que esto
también responde a una característica de género, observada no sólo en los ser-
vicios de guardia.
En el rubro planificación de asistencia y de prevención, en los tres servicios
es señalado por el sesenta por ciento o más de los profesionales, y alcanza un
setenta por ciento en la maternidad.
Todas las guardias parecen requerir un mayor nivel organizativo, los porcen-
tajes son casi semejantes y corresponden a un setenta y cuatro por ciento en el
polivalente y en el psiquiátrico y un setenta y siete por ciento en la maternidad.
El aumento de la remuneración también es señalada por el sesenta y tres
por ciento (maternidad) y el setenta y cuatro por ciento (guardia del hospital
polivalente) de los profesionales.
En relación con el equipamiento, las cifras son muy dispares y parece ser
algo muy necesitado por la guardia del hospital polivalente, ya que el ochenta
y siete por ciento de los profesionales marca este rubro como una solución a
problemas en el trabajo.
5. Análisis cualitativo2
37
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
5.1. Subjetividad
38
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD
mi mucama me parece nimio porque los seres humanos se dividen entre los que
respiran y los que no respiran” (H.3).
Esta misma situación parece estar presente en cierta irritabilidad con que los
profesionales reciben a “los que vienen por un simple resfrío”. La guardia parece
ser el lugar de recepción no sólo de las urgencias sanitarias, sino un lugar adonde
acude todo aquel a quien le pasa algo, o que necesita algo aunque no esté claro para
el mismo sujeto qué le pasa y qué necesita: “Parece que todos se vienen a atender
a la guardia” (H.1). Esta concurrencia, que para los profesionales es innecesaria, se
torna abusiva en el marco de la sobredemanda actual que impacta en las guardias.
Modificaciones comportamentales: Los bajos salarios y la proletarización del
trabajo médico determinan que los profesionales encuentren más fácilmente
trabajo en las guardias médicas que en otros sectores y, al mismo tiempo, una vez
dentro de una institución, la posibilidad de realizar varias guardias a la semana,
es bastante factible; algunas guardias son estables otras son por reemplazos. Las
guardias repetidas a lo largo de la semana modifican totalmente el ritmo bioló-
gico, la vida cotidiana y el bienestar del profesional. Sin embargo, la situación
económica obliga aceptar estas situaciones laborales: “Cuando hacía tres guar-
dias a la semana, cada vez que me despertaban de noche para una emergencia
estaba tan irritable que todos huían de mi lado” (H.3).
Mecanismos de renegación: son habituales para enfrentar el monto de angus-
tia; muchas veces no hay conciencia del estrés hasta que eclosiona alguna situa-
ción: enfermedad, accidente, irritabilidad. Las sintomatologías que acompañan
las prácticas de salud en los profesionales investigados son: hipertensión, úlcera
erosiva, colon irritable, tabaquismo, irritabilidad, dificultades en el dormir. Nos ha
sido relatado también un caso de púrpura e infartos de miocardio.
Pérdida de las coordenadas espacio-temporales: La discontinuidad en los espa-
cios familiares cotidianos y desubicación temporal por los ritmos de las guardias
y las dificultades para reponerse del desgaste laboral, conducen a estas expre-
siones:
“Es un día y el otro para recuperarse”, (H.1), “Somos diferentes, un día a
la semana estas afuera de tu casa y eso pesa” (H.2), “Hay días que no sé quién
soy” (H.2).
Proyectos personales-profesionales: Las restricciones salariales son una cons-
tante y hacen que los trabajos de guardias se prolonguen en el tiempo: “Nunca
pensé que me iba a jubilar en la guardia” (H.1) o el único proyecto es la subsis-
tencia económica: “Sé que me liquido, pero no me queda otra que hacer varias
guardias” (H.1).
Contradicción en relación a la guardia: Coinciden, en algunos profesionales,
dos situaciones contradictorias, por un lado el deseo de dejar la guardia por lo
estresante del trabajo, lo impredecible, el ritmo acelerado que exige la urgencia,
la alteración de la vida cotidiana, y por otro lado la imposibilidad de pensarse
en un trabajo pasivo y “aburrido” de consultorio.
39
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
40
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD
41
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
tigativo se realiza en forma independiente, día por día. Las condiciones de trabajo,
las problemáticas y las dinámicas grupales adquieren características particulares en
cada día de guardia, si bien en este trabajo no enfocamos estas diferencias.
Una de las formas de enfermedad o de falta de salud, es la sintomatología
psicosomática. Los trabajadores de la salud presentan habitualmente esta sintoma-
tología. En este sentido, nuestro dispositivo tiende a poner de manifiesto estas pro-
blemáticas a fin de realizar un proceso de resignificación. Las eclosiones somáticas
coinciden generalmente con acontecimientos que sobrepasan la capacidad de to-
lerancia del sujeto. “El cuerpo psicosomático no habla, sino que obra” (McDougall,
1991). Históricamente los fenómenos psicosomáticos se han asociado con el con-
cepto de “elexitimia” –del griego a=sin, lexis=palabra o afecto–. El sujeto carece
de palabras para nombrar sus estados afectivos o no llega a distinguir unos de otros
–por ejemplo, el miedo de la irritación, la angustia de la tristeza–. (Sifneos, citado
por Mc Dougall, 1991). La aparición de sintomatología orgánica, que puede ser
grave y poner en peligro la vida misma, es una señal de alarma que emite el cuerpo,
y que indica el momento de fractura con la sobreadaptación a la realidad laboral.
En la investigación, se utilizan técnicas gráficas para visualizar la locali-
zación e intensidad de las cargas laborales. La propuesta concreta consiste en
visualizar el propio cuerpo en situación laboral y localizar en él las zonas de
mayor tensión, con el objetivo de producir un efecto sensibilizador. En el equi-
po de guardia de un hospital polivalente, la consigna de visualizar el cuerpo en
situación laboral despierta algunas resistencias. Sólo una médica dibuja su cuer-
po con rasgos humanos, los demás médicos/as utilizan figuras unidimensionales
–tipo fosforito– o bidimensionales sumamente esquemáticas.
La localización gráfica de las tensiones en la zona de la cabeza fue marca-
da. Las asociaciones al respecto tuvieron que ver con el “dolor de cabeza”, el
“desequilibrio”, “el estrés”, “el cansancio”, no sólo en relación con el trabajo
en la guardia sino también con el “día después” de la misma. Desde una lectura
simbólica, la cabeza representa la “sede” de las funciones del pensar, la inteli-
gencia y también de la atemperación de los afectos. Una diferencia interesante
en relación con el género fue la localización de las cargas en las piernas y pies
por parte de las médicas. El corazón y los pulmones fueron indicados por pro-
fesionales que habían sufrido episodios graves relacionados con dichos órganos
–infarto y ataques somáticos– estando en el trabajo, y permitieron el relato y la
verbalización de tales episodios. El impacto de las cargas laborales en el cuerpo
fue verbalizada finalmente por una médica como un “síndrome gripal”: dolor de
cabeza, dificultad para pensar, embotamiento, dolor de espalda y de los múscu-
los. Esta definición causó sorpresa y asentimiento en todo el grupo.
El dibujo, como un testimonio personal y grupal, funciona en algunos ca-
sos como objetivación de problemáticas corporales no conscientes relacionadas
con el trabajo; en otros, indica las secuelas del daño somático atribuible al estrés
laboral. La discusión grupal de los gráficos, tanto de las características que tien-
42
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD
den a repetirse como aquellas que se destacan por su singularidad –por ejemplo
en relación con el género, en relación con la práctica de la especialidad– es el
punto de partida para la elaboración de estrategias preventivas adecuadas a las
necesidades de cada colectivo laboral en particular.
Las técnicas gráficas se revelan como un instrumento valioso para visualizar
la localización e intensidad de dichas cargas y los aspectos de la actividad des-
plegada en el trabajo, es decir su “saber hacer”. A partir de su implementación
conjuntamente con dispositivos grupales se puede resignificar el cuerpo vivido
en el trabajo y sus riesgos, así como potenciar la elucidación de las prácticas y la
articulación con requisitos psíquicos, cognitivos, sociales y éticos.
Dentro del dispositivo implementado a demanda en una guardia hospita-
laria, en un momento de circularidad del malestar con quejas recurrentes, una
técnica utilizada en el enfoque de administración estratégica (SWOT: streng-
ths, weaknesses, opágs.rtunities, threats o FODA: fortalezas, oportunidades,
debilidades y amenazas) facilitó poner en la escena grupal nudos críticos del
funcionamiento interpersonal e institucional. M. Rovere (1993) a partir de una
analogía con programas de juegos computacionales define cuatro niveles en la
planificación. El primer nivel es de instrumentación de objetivos, y en cómo
lograrlos. El segundo nivel, definido como DOFA –inversión silábica que no
altera el sentido–, lo caracteriza como detección de obstáculos y facilitadores
para desarrollar la capacidad de enfrentar y/o aprovechar eventos circunstancias
o hechos que se interponen entre el presente y la situación objetivo. El tercer
nivel, de mayor complejidad, se desarrolla cuando los obstáculos y factores faci-
litadores son sujetos, con recursos de poder, pero en una confrontación bajo re-
glas. Y el cuarto nivel remite a cuando se enfrentan las reglas mismas. En los dos
últimos (niveles) se jerarquiza el quién y señala como propiamente estratégico
al referirse a cambios en la correlación de fuerza entre dos o más actores sociales,
para avanzar significativamente al poner el objetivo al alcance.
Dentro de la psicodinámica grupal, esta técnica operó como facilitador para
poner en común obstáculos de orden administrativo, edilicio, técnico, organi-
zacional, y los efectos de los acosos vivenciados. Poder reconocer la potencia
subjetiva ligada al reconocimiento y el lazo entre miembros del equipo permitió
dimensionar los vínculos grupales como fortalezas y visibilizar escenarios más
innovadores y posibles estrategias de prevención y protección de la salud.
7. Discusión
43
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
Anexo I
Estudio comparativo de Guardias
Inventario de Burnout
44
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD
Anexo II
Estudio comparativo de Guardias
Situaciones productoras de estrés
Anexo III
Estudio comparativo de Guardias
Propuestas de resolución de problemas
Bibliografía
45
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD, ANA TISERA Y MARÍA PÍA PAWLOWICZ
46
I.3. Salud mental: territorios y narrativas
entre la reproducción y la transformación1
por Graciela Zaldúa, María Teresa Lodieu, María Marcela Bottinelli, María Pía Pawlowicz,
Kattya Pérez Chávez, Paula Gaillard, Ana Tisera, Mariela Nabergoi
1. Introducción
47
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
48
SALUD MENTAL: TERRITORIOS Y NARRATIVAS ENTRE LA REPRODUCCIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN
49
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
50
SALUD MENTAL: TERRITORIOS Y NARRATIVAS ENTRE LA REPRODUCCIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN
51
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
52
SALUD MENTAL: TERRITORIOS Y NARRATIVAS ENTRE LA REPRODUCCIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN
entre los jueces y el equipo terapéutico en los casos de personas con sufrimiento
mental y sujetas a la jurisdicción judicial. Se requiere en cada caso, en cada
situación, afirmar la estrategia terapéutica singular, la libertad y la autonomía
como valor.
Los territorios citados no agotan la problematización, pero aportan a los di-
lemas que se plantean en relación con la asistencia del sufrimiento psíquico y la
autonomía; a la igualdad y la ciudadanía con la necesidad de atención y protec-
ción. Asimismo, como dimensiones a interrogar, están algunas cuestiones estra-
tégicas planteadas alrededor de los procesos de reformas en curso, que instalan
un contexto de incertidumbre y malestar cuando se limitan a la reformulación
de servicios o a propuestas normativas y/o jurídicas. Estas modalidades provocan
un franco rechazo cuando se suponen encubridoras del desmantelamiento o de-
safinación y se intentan realizar sin el protagonismo de los actores del sector. A
su vez, el otrora trabajo vivo con potencial creativo e instituyente de ciudadanía
en una provincia del interior, puede afectarse por el no reconocimiento y la ne-
gación de la existencia como trabajador activo de Salud mental. Los obstáculos
económicos y políticos del escenario actual, de reducción de gastos o incumpli-
miento salarial entre otros, representan políticas de producción de salud mental
y la innovación frente a viejos o nuevos problemas del sector.
3. Metodología
2. Se presentan resultados cualitativos sobre las condiciones de trabajo y salud de servicios de salud
de zonas sanitarias diferentes: de una provincia del interior del país, de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires y Gran Buenos Aires. Las muestras están conformadas por un total de 120 profesio-
nales de salud mental, en su mayoría médicos psiquiatras que se distribuye en cantidades similares
por distrito.
53
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
54
SALUD MENTAL: TERRITORIOS Y NARRATIVAS ENTRE LA REPRODUCCIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN
55
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
56
SALUD MENTAL: TERRITORIOS Y NARRATIVAS ENTRE LA REPRODUCCIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN
57
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
o usuarios: “Aquí estamos para que nada cambie” (médico, GBA); “No hay
deseo de cambio, sino de reducción” (psicóloga, CABA).
Sistematizamos en las siguientes dimensiones, las percepciones subjetivas
de sufrimiento de los trabajadores de salud mental: a) malestar económico, b)
sentimientos de aislamiento, c) sentimientos mortificantes, d) agotamiento, e)
obstáculos a los proyectos de vida. Como efecto de la situación de resistencia a
los cambios y de la crisis en el cuidado de las personas se manifiestan, en varios
trabajadores, afecciones íntimas y profundas en su singularidad.
Estas frases se relacionan también con una falta pero, desde propuestas
enunciativas, imaginan posibilidades diferentes, y esbozan territorios democra-
tizantes en los niveles de las condiciones de trabajo, la planificación y la gestión
y el lugar de los profesionales:
“Es necesaria la oportunidad para un tiempo de reflexión laboral e insti-
tucional; disponer de directivas claras desde la dirección para una mayor
operatividad institucional” (médico, GBA).
“Resulta imprescindible la reducción de las horas de guarida continua que no
debería superar las doce horas” (médico, CABA).
Mejorar el aspecto laboral de las guardias en lo que se refiere al hábitat en el
que se permanece durante las mismas” (médico, CABA).
“Promover la postergada ley de salud” (médico, CABA).
“Legitimar Salud mental, con concursos, nombramientos, presupuesto” (psi-
cólogo, CABA).
58
SALUD MENTAL: TERRITORIOS Y NARRATIVAS ENTRE LA REPRODUCCIÓN Y LA TRANSFORMACIÓN
5. Conclusiones
59
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
Bibliografía
60
CAPÍTULO II.
MOVIMIENTOS SOCIALES
II.1. La praxis psicosocial comunitaria en salud,
los movimientos sociales y la participación1
por Graciela Zaldúa, María Belén Sopransi y Verónica Veloso
Introducción
63
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
64
LA PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA PARTICIPACIÓN
piquetes. Se juega en los hechos, en el sentido de exceso, que requiere no ser vis-
to, y como lo hace se inscribe ideológicamente, como esos peligrosos, diferentes,
resistentes, disruptivos, en el universo simbólico de los incluidos.
La Psicología social comunitaria desde la perspectiva crítica y de la liberación
interroga las dimensiones de la participación y el compromiso comunitario, en sus
efectos de satisfacción de necesidades, de promoción de ciudadanía y de la sociedad
civil. Desde el dominio de los valores puede promover la autodeterminación, el
empoderamiento en la diversidad y la justicia distributiva para el bienestar subjeti-
vo y comunitario. El bienestar y la justicia emergen como componentes centrales y
necesidades personales, relacionales y colectivas están estrechamente ligadas. Para
Prilleltensky (2001) las necesidades personales y relacionales conciernen princi-
palmente al dominio psicológico y aunque necesarias son insuficientes para deter-
minar el bienestar. Postula las necesidades de políticas justas de acceso a servicios
de atención de salud, de educación pública, de seguridad, de justicia, de vivienda,
de empleo, de protección contra la explotación, y a su vez, la atención universal en
salud, las redes de cuidado infantil y seguridad social como garantía del aumento
del bienestar público y privado de los ciudadanos (Sen, 1999).
Sin embargo, queda por fuera de estas explicaciones el antagonismo social
real, dirá Zizek:
65
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
66
LA PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA PARTICIPACIÓN
67
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
68
LA PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA PARTICIPACIÓN
69
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
70
LA PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA PARTICIPACIÓN
Durante la década del cincuenta en varios países del Tercer Mundo se ge-
neralizaron los esfuerzos por incentivar el desarrollo de programas sociales que
involucraban a la población, especialmente rural. En el sector salud, la PS tuvo
una incorporación relativamente tardía, llegó amalgamada con otros programas
de desarrollo rural integrado. La PS en salud está referida al proceso de salud /
enfermedad / atención. El hito que marca definitivamente la inclusión de las
propuestas participativas en salud es la conferencia de Alma Ata en 1978:
6. Scott (2000) postula: “Siempre que limitemos nuestra concepción de lo político a una actividad
explícitamente declarada, estaremos forzados a concluir que los grupos subordinados carecen in-
trínsecamente de una vida política o que ésta se reduce a los momentos excepcionales de explosión
popular. En ese caso, omitiremos el inmenso territorio político que existe entre la sumisión y la
rebelión y que, para bien o para mal, constituye el entorno político de las clases sometidas. Sería
como concentrarse en la costa visible de la política e ignorar el continente que está detrás”.
7. Para Basaglia (1976) la creación de formas alternativas en las relaciones sociales que respeten la
humanidad de los sujetos es un componente central de las prácticas desinstitucionalizadoras.
8. Atención Primaria de la Salud.
71
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
9. Acerca de la historia del Movimiento de Trabajadores Desocupados, ver Zibechi, 2003, capítulo
4 y Oviedo, 2001.
72
LA PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA PARTICIPACIÓN
10. Un estudio sobre el impacto de la situación sanitaria en el 2002 dentro de estos colectivos se
puede consultar en Sopransi, M.B., Veloso, V., Sasia, R., Udrisard, G., 2003.
73
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
11. Un análisis sobre los cambios en la subjetividad a partir de la participación en los MTDs se
puede ver en: Sopransi, M.B. y Veloso, V., 2004.
12. Los objetivos centrales definidos desde el Foro Social de Salud son: Promover y defender la idea
de un sistema público y gratuito, igualitario y de calidad, accesible a todas las personas que habitan
el suelo argentino. Propiciar el derecho a la salud como derecho humano y social inalienable, dere-
cho de ciudadanía. Generar redes que articulen distintos actores sociales (médicos, otros profesiona-
les de salud, trabajadores de salud, pacientes, organizaciones sociales, barriales y humanitarias, etc.),
favoreciendo el protagonismo de todos los actores sociales en la lucha para impulsar mecanismos de
participación democrática en la redefinición de las políticas públicas para el área nacional, regional
y local. Promover el intercambio de experiencias y el debate de propuestas superadoras en cada uno
74
LA PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA PARTICIPACIÓN
de los campos problemáticos hallados: desnutrición, crisis del sistema público de salud y de la segu-
ridad social, barreras de accesibilidad a los servicios de salud, acceso a medicamentos, problemas de
salud mental y discapacidad y problemas de salud ambiental. En www.forosalud.org.ar.
13. “EI rizoma es un sistema acentrado, no jerárquico y no significante, sin General, sin memoria
organizadora o autómata central, definido únicamente por una circulación de estados. Un rizoma no
empieza ni acaba, siempre está en el medio, entre las cosas, inter-ser […] el rizoma tiene como tejido
la conjunción ‘y...y...y’”. Los tres primeros principios del rizoma son conexión, heterogeneidad y
multiplicidad. Deleuze y Guattari, 1994, cap. I.
75
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
Bibliografía
14. Conjuntos de relaciones históricas “depositadas” en los cuerpos individuales bajo la forma de
esquemas mentales y corporales de percepción, apreciación y acción (habitus) y la distribución des-
igual del capital material y simbólico entre las clases sociales (Bourdieu y Wacquant, 1995: 23).
76
LA PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA PARTICIPACIÓN
77
II.2. Vulnerabilidad, género y prácticas de autonomía
en dos organizaciones de trabajadores desocupados
en General Mosconi y conurbano bonaerense1
por Graciela Zaldúa, María Belén Sopransi y Roxana Longo
Introducción
79
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
80
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
81
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
82
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
parte, al manejo de los recursos y las estrategias que utilizan las comunida-
des, familias y personas para enfrentar los efectos del evento. Las fuentes de
este abordaje provienen de estudios sobre desastres naturales, en la evalua-
ción de riesgos y estrategias de afrontamiento y a su vez de cientistas sociales
anglosajones que utilizan el enfoque de vulnerabilidad en la explicación
de los cambios en las condiciones de vida y los eventos socioeconómicos
traumáticos (Chambers, 1989 y 1995; Buchanan-Smith y Maxwell, 1994;
Bayliss Smith, 1991).
Además de las dimensiones en la vida social y sus relaciones, la vulnerabili-
dad en la salud se torna manifiesta por el patrón de inequidades entre las presta-
ciones en diferentes sectores sociales, es decir, entre servicios privados y públicos.
Los problemas de accesibilidad, calidad y oportunidad conjugan una problemática
de inequidad manifiesta y de vulnerabilidad en los derechos de ciudadanía.
Otra perspectiva que revisaremos de la vulnerabilidad como constructo
complejo es la del campo de la intervención comunitaria de la abogacía social
por los derechos de grupos o individuos frágiles jurídica o políticamente en la
promoción, protección o garantía de sus derechos de ciudadanía (Alves, 1994).
Estas perspectivas son hoy ampliadas en función de la inclusión en conjuntos
que operan dimensiones biológicas de sensibilidad, culturales, económicas, polí-
ticas y subjetivas. Debate epistémico que no está cerrado y que puede ampliar el
horizonte de las políticas y los programas de salud, más centrados en la categoría
de riesgo y sus sucedáneos comportamientos y grupos de riesgo que han mostra-
do sus límites y sus cargas discriminatorias.
El derecho a la salud está consagrado constitucionalmente e incluido en
diversos instrumentos internacionales con igual jerarquía. La ley básica de sa-
lud de la CABA plantea, a través del sistema público, acciones de promoción,
protección, prevención, atención y rehabilitación y sus componentes centrales
se refieren a salud integral, universal, accesible, gratuita y equitativa a todas las
personas sin excepción, residan o no en la ciudad. La Ley de Salud Sexual y de
Procreación Responsable de CABA postula el acceso de varones y mujeres a la
información y a las prestaciones, métodos y servicios necesarios para el ejercicio
responsable de sus derechos sexuales y reproductivos; el derecho de obtener in-
formación relacionada con la prevención del VIH-SIDA y otras enfermedades
de transmisión sexual, y de contar con la presencia de profesionales y agentes
de salud capacitados en sexualidad y procreación. A nivel nacional, en el 2002
se sanciona la Ley nº 25.673 que crea el Programa Nacional de Salud Sexual y
Procreación Responsable. Sus objetivos son: alcanzar el nivel más elevado de
salud sexual y procreación responsable para toda la población; disminuir la mor-
bimortalidad materno infantil; evitar los embarazos no planificados; promover
la salud sexual de las /los adolescentes; contribuir a la prevención y detección
precoz de infecciones transmitidas sexualmente, de VIH-SIDA y patologías
83
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
84
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
85
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
86
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
vez, expresa la capacidad para darse normas a sí mismo, sin influencias externas
o internas, se opone a heteronomía. Sin embargo, es un constructo polisémi-
co que se despliega en diversos campos: filosóficos, psicológicos, sociopolíticos,
educacionales, de género.
Para Kant es un imperativo categórico y su interrupción significa violar la
libertad individual. Para Stuart Mill la autonomía se relaciona con la utilidad
y todo acto ético se vincula con la finalidad. Desde las perspectivas psicológi-
cas, la integración del sí mismo en la identidad personal y el desarrollo de la
autonomía moral son centrales en las dinámicas psicogenéticas. Esta dimensión
subjetiva se relaciona con la intersubjetividad y posibilita una ética de la res-
ponsabilidad solidaria.
El nacimiento de un proyecto de autonomía y de una actividad política
autónoma, reflexiva y democrática requiere de una subjetividad reflexiva, co-
rrelativa al proyecto de autonomía propuesto. Se trata de un sujeto que no es
simplemente conciente, sino que es capaz de cuestionar las significaciones y las
reglas que recibió de su sociedad (Castoriadis, 1997).
La autonomía supone, pues, un proceso de autoanálisis y una búsqueda
prolongada y conflictiva sustentada en el reconocimiento del otro y en el auto-
reconocimiento, así como en la recuperación del valor de la dignidad. La auto-
nomía no está dada, sino que es una conquista; sin embargo, se trata de una con-
quista a realizar juntas y dialógicamente. Autonomía supone audacia para crear
significados y valores nuevos, al desafiar significados estériles y cristalizados.
Desde esta autonomía, no la impuesta por estructuras instituidas, se posibilitan
nuevas lógicas instituyentes, de redes interactivas y soportes solidarios, y a su
vez, se propicia una subjetividad más libre de mandatos e inercias paralizantes.
En el campo jurídico la autonomía implica un poder de derecho público,
con posibilidad de darse la propia ley, con sujeción a ciertas restricciones. Las
diferencias entre autonomía y autarquía se entienden a partir de que la primera
puede dictar sus propias normas y regirse por ellas, y la autarquía recibe la Ley
de afuera, aunque pueda darse su propio estatuto, sujeto a la norma que fuera
aprobada por el ente central.
En términos políticos se vincula con la independencia o no ingerencia
de los partidos o los proselitismos de la esfera del poder dominante. A su vez,
se relaciona con la autodeterminación y autoorganización, y constituye un eje
central en las perspectivas políticas del Autonomismo, corriente que promue-
ve el desenvolvimiento autónomo del poder político dominante y hace eje en
la democracia asamblearia. Con bases en el llamado socialismo libertario, sus
orígenes se remontan al obrerismo italiano, la participación directa de los traba-
jadores en las fábricas y las perspectivas situacionistas. Algunos referentes son
Negri, Hardt, Virno, Holloway, Marcos, quienes transitan caminos teóricos y
prácticos diversos.
87
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
88
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
89
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
90
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
La situación actual nos muestra que 3,5 millones de jóvenes (entre cator-
ce y veinticuatro años) viven en hogares pobres en nuestro país. De ellos, 1,3
millón son indigentes. La pobreza entre los adolescentes de catorce a diecinue-
ve años promedia el cincuenta y cinco por ciento, mientras que la indigencia
alcanza al veintiuno por ciento. En cuanto a los jóvenes adultos entre veinte y
veinticuatro años, la pobreza promedia el cuarenta por ciento y la indigencia el
catorce por ciento (A. López, 2006). Los jóvenes tienen menor tasa de partici-
91
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
pación laboral. Los datos de la EPH del INDEC correspondientes al primer tri-
mestre del 2006 indican que los ingresos que perciben los jóvenes (de dieciocho
a veinticinco años) son 37,5 por ciento inferiores a los que reciben en promedio
el conjunto de la población. Por otra lado, la población juvenil es la que más
afectada está por los procesos de flexibilización laboral vigente. La fuerza laboral
precarizada es del 74,5 por ciento para los jóvenes, mientras que para el conjun-
to de la población es del 60,2 por ciento.
La vulnerabilidad de ingresos que afecta buena parte de la población argen-
tina es la que obliga prematuramente a que los jóvenes tengan que salir a buscar
trabajo. El funcionamiento del mercado laboral actual hace sentir sus efectos
plenos dentro de este grupo (C. Lozano, 2006).
Teniendo en cuenta la heterogeneidad regional, se debe aclarar que en el
NOA y NEA son regiones que siguen mostrando los mayores índices de pobreza e
indigencia y vulnerabilidad entre los jóvenes. En la provincia de Salta se consoli-
da la desigualdad social, y se acrecientan los índices de salteños empobrecidos.
Acá en Mosconi es lindo dentro de todo, lo único feo hay es que no hay
trabajo. Es feo porque tenemos tantas riquezas naturales.
Los jóvenes no tenemos capacitación. Las empresas petroleras no capacitan
y tampoco toman gente.
92
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
Quizás uno no tiene trabajo por tres meses o más y los viejos te dicen anda
a buscar laburo y la cosa con ellos se pone áspera. En parte tiene razón, pero no
hay laburo.
La percepción de los adultos hacia los jóvenes está relacionada con una
gran preocupación por el avance del consumo de drogas y alcohol que se visua-
liza fuertemente en los últimos años. En relación con estas problemáticas en las
entrevistas en profundidad se registraron los siguientes relatos de trabajadores
de la salud, vecinos, docentes e integrantes de organizaciones de desocupados:
93
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
Las versiones de los actores frente a la situación por una parte es de pre-
ocupación por la incidencia y por otra, se instalan los mandatos ideológicos de
responsabilidad familiar y del universo de ideales y principios de la familia y las
identidades tradicionales. No se pone en cuestión la ambigüedad y contradic-
ción con que se trata la sexualidad adolescente, momento de requerimientos e
impulsos, y por otro lado las dinámicas sociales que prolongan su dependencia y
no descentran la identidad femenina de la función materna. La incapacidad para
regular la fertilidad y la falta de acceso a métodos anticonceptivos es un tema que
fue señalado como carencia de estrategias de prevención y escasa sensibilidad de
género en las políticas públicas de la región.
94
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
95
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
96
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
97
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
que podíamos utilizar, que ya tenía una historia [...] y así nos fuimos juntando
y empezó a surgir, se rearmó” (RS MTD Almirante Brown, mujer, cincuenta
y un años). Este momento de flujo estuvo signado por varias movilizaciones y
negociaciones vinculadas al Ministerio de Salud y de Educación, pasando en el
territorio por el relevamiento sistemático de las problemáticas y los recursos de
salud en los barrios y culminando en el proyecto de creación de postas sanitarias
en los comedores comunitarios de los movimientos participantes y la formación
de promotores en salud. La situación en el 2005 señala un nuevo momento de
reflujo:
98
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
99
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
fue pensado como un espacio amplio debido a las características que tiene el
trabajo en salud, pero se volvía dificultosa la relación con actores sociales que
no estuvieran nucleados en el frente en donde coordinaban varios de los movi-
mientos integrantes.
La burocratización de los movimientos es un reflejo de la relación con el
Estado, que impone tareas administrativas-burocráticas para la gestión de recur-
sos. Esto repercute al interior de la organización y obstaculiza el acceso a los bie-
nes exigidos con pleno derecho: complicaciones que presentan los formularios
y los trámites, tiempo y recursos humanos perdidos en acciones que no tienen
sentido en sí para los sujetos. Se produce un desgaste del movimiento que redi-
recciona tiempo y recursos quitándolos a las tareas territoriales cotidianas que
dan vida al movimiento. Los tiempos de la burocracia no son los tiempos de los
movimientos. La burocratización, como estrategia del Estado aplicada a los pla-
nes sociales, se constituye en una de las principales formas de incidencia en la
organización interna de los movimientos; todos los movimientos participantes
de la coordinación en salud tienen equipos exclusivos de gestión.
En el trabajo en salud, los intentos por sortear estas barreras se dirigen a
buscar interlocutores-facilitadores válidos dentro de la estructura del Estado,
que en general se encuentran en los niveles inferiores (trabajadores de la salud y
de la educación de instituciones públicas): “en este laburo de las organizaciones
sobre las salitas, que en realidad todos los movimientos han trabajado, hemos
tenido hasta ahora logros buenos en distintos lugares, por eso me convenzo más
todavía de que todos no tienen la misma predisposición” (RS MTD La Plata,
varón, veinticinco años).
A pesar de la incidencia de la burocratización estatal en las organizaciones,
el movimiento antiburocratizante forma parte de la creatividad que éstas des-
pliegan. La asamblea abierta a todos los integrantes, la rotación en los roles de
referencia, las reedición de formas del cooperativismo en la organización de los
emprendimientos productivos, se resisten a esa lógica a través de los principios
de la democracia directa (participación, horizontalidad, consenso).
100
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
organización te reclama salir a pelear en algún sentido para cambiar eso” (RS
MTD Almirante Brown, mujer, cincuenta y un años).
La actitud crítica se despliega a través de la inclusión de capitales simbó-
licos como la formación en los talleres de promotores de salud que apuestan a
multiplicar el trabajo en salud del MTD, apropiándose del conocimiento como
una herramienta más de lucha.
Dentro del taller se cuestiona el poder médico hegemónico:
Porque es un tema que está en la cabeza de todos los compañeros, (...) hay
algo que es el del médico, el médico tiene toda la palabra ahí, más en un
barrio, hay una cuestión de trabajarle la cabeza a la gente para que se desva-
lorice, digamos, qué voy a saber yo cómo tratar este tema, cómo voy a influir
yo en estas cuestiones, que al médico uno va y le dice: ‘me pasa esto’ y el
médico le dice: ‘bueno, tomá esto cada ocho horas y chau’. Entonces todas
esas cuestiones ponen trabas, digamos para trabajar, más allá de la situación
política puntual que se vive en cada municipio, es como algo que está en
toda la sociedad (RS MTD La Plata, varón, veinticinco años).
Creo que para todos los que hemos hecho el curso hubo mucho cambios,
[…] fue muy importante en muchos sentidos. Primero, en cambiar como
persona, quizás en uno mismo, lo otro es que tenés la posibilidad de aprender,
de enterarte muchas cosas que de repente vos ignorabas como ciudadano,
el poder de repente manejarte con respecto a determinada cuestión en el
barrio, […] y tener la posibilidad de decir: ‘bueno, hoy puedo ir y sentarme
con este señor y hablar de igual a igual, porque sé de lo que estoy hablando’,
esto creo que fue una de las cosas que los talleres de promotores de salud a
más de uno de nosotros nos enseñó mucho” (RS MTD Berazategui, mujer,
cincuenta y siete años).
101
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
como ruptura del sistema regido por un clientelismo asistencialista, que opaca
el “saber exigir” ante el Estado. Desde allí, la actividad se dirigió, siguiendo la
línea de la ciudadanía plena y activa, a controlar el accionar de las instituciones
y a mejorar su función de servicio. Esta transformación colectiva de la realidad
tiene lugar en y más allá del mismo proceso construyendo pensares, saberes y
haceres comunitarios, dando espacio a procesos de empoderamiento.
El reconocimiento del derecho a la salud y de ser sujeto de ese derecho
apuntala el proceso señalando a quien debe garantizarlo:
Yo personalmente soy una persona que no tengo por qué ir a mendigar por
otro lado a que me den las cosas si el Estado es el responsable, y el Estado me
tiene que dar la medicación que yo necesito y la atención que yo necesito,
[…] en el tiempo que necesita mi dolencia […] y como yo soy atendida tiene
que ser atendido el vecino” (RS MTD de Almirante Brown, mujer, cincuen-
ta y un años).
102
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
“...se hace un análisis de que mas allá de que el Estado es un actor importante
que tiene mucho que ver con lo que nos pasa en la salud, también el capital
privado influye mucho en cómo vivimos nuestra salud” (RS MTD de Almi-
rante Brown, mujer, cincuenta y un años).
“CAEME en ese momento era una de las más fuertes y era la que nucleaba
a todos los laboratorios digamos multinacionales […] cuando nosotros mo-
vilizamos a CAEME que fue el 9 de enero del 2003, cosa inédita para ese
momento, en plena 9 se Julio nos pusieron doble cordón de infantería y no
nos dejaron avanzar; eso muestra lo que siempre mueven las empresas farma-
céuticas” (RS MTD La Plata, varón, veinticinco años).
Esta cuestión de organizar […] digamos, es por los derechos que tienen que te-
ner todos los compañeros y cuáles son sus necesidades, porque en la Argentina
hace más de cuarenta años de políticas de clientelismo, de comprar y que te
den, pero no es sólo que me den, me den y yo no sé reclamar, […] o sea, en las
épocas de elecciones todo el mundo tiene medicamentos, alimentos, campañas
de vacunación, después nada” (RS MTD Avellaneda, mujer, treinta años).
103
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
derecho propio: queremos un trabajo digno, una salud digna, una educación
(RS MTD Berazategui, mujer, cincuenta y siete años).
A mí me dicen: ‘vos tenés cincuenta años, vos no tenés cinco chicos’, pero
tengo a mis nietos. Yo no quiero que el día de mañana ellos estén como yo
estoy hoy, que tengan que salir a quemar una goma o que me los mate la
policía. No lo hago por mí: lo hago por el de al lado, el del frente, por mis
nietos, están ellos. […] Para algo sirve el que yo pueda hacer esto... para darle
un sentido a mi vida también. Para eso me sirvió mucho el movimiento (RS
MTD Almirante Brown, mujer, cincuenta y un años).
104
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
por ciento dice no tener acceso (con un alto porcentaje de varones jóvenes).
Con respecto al acceso a métodos de prevención del embarazo no deseado, el
cuarenta y siete por ciento señala que los centros de salud brindan charlas sobre
planificación familiar, preservativos y anticonceptivos (27,3 por ciento mujeres
jóvenes nombran los anticonceptivos). Con respecto a las estrategias utilizadas
por los que no tienen acceso, las principales son la gestión desde el área de salud
del MTD y la compra individual.
El tema es que vos tenés que salir a pelear, los centros de poder están en un
paisaje dominado por otra clase social, y entonces, lo tenés que disputar con
esa clase (RS, varón, veinticinco años).
Creo que esto es algo que se da en los movimientos y que es muy importan-
te y es que si bien hay una cuestión reivindicativa, la cuestión política va
mucho mas allá de la cuestión de los derechos porque justamente hay una
propuesta de cambio social y hay una propuesta de pensar otro mundo y
otra sociedad, una sociedad más justa basada en otros valores: de solidaridad,
de cooperación, de recuperación de la dignidad humana. Entonces, en este
sentido, trabajamos por el derecho a la salud, por la reivindicación de ese
derecho, pero se va un paso más allá y eso tiene que ver con ese concepto de
la lucha (RS MTD Avellaneda, mujer, treinta años).
105
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
106
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
107
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y ROXANA LONGO
Bibliografía
108
VULNERABILIDAD, GÉNERO Y PRÁCTICAS DE AUTONOMÍA EN DOS ORGANIZACIONES ...
109
CAPÍTULO III.
TRABAJO Y SUBJETIVIDAD
III.1. Contextos críticos en salud. Los efectos y las voces
de los médicos/as de las guardias hospitalarias
por Graciela Zaldúa, María Marcela Bottinelli, María Teresa Lodieu,
Paula Gaillard, Mariela Nabergoi
Introducción
Antecedentes
*. El presente trabajo es un producto del proceso de investigación dentro de una línea de trabajo que
el equipo ha desarrollado en el marco de los siguientes proyectos: Investigación trienal UBACyT
“Praxis Psicosocial Comunitaria en Salud”, 2004-2007; Investigación bianual UBACyT “Estudio
de las condiciones de producción de los actos de salud”, 2001-2004; Investigación trienal UBACyT,
“El Síndrome de Burnout en personal de Hospitales Públicos”, 1998-2000.
1. Esta denominación ha sido utilizada inicialmente para describir el estrés de los profesionales de
la salud. Otra denominación que suele encontrarse en la literatura en español es el Síndrome de
quemarse en el trabajo.
113
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU Y OTROS
114
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD. LOS EFECTOS Y LAS VOCES DE LOS MÉDICOS/AS ...
Marco teórico
Contexto socioeconómico
115
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU Y OTROS
116
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD. LOS EFECTOS Y LAS VOCES DE LOS MÉDICOS/AS ...
Síndrome de Burnout
Metodología
117
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU Y OTROS
118
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD. LOS EFECTOS Y LAS VOCES DE LOS MÉDICOS/AS ...
119
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU Y OTROS
120
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD. LOS EFECTOS Y LAS VOCES DE LOS MÉDICOS/AS ...
121
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU Y OTROS
Análisis cualitativo
122
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD. LOS EFECTOS Y LAS VOCES DE LOS MÉDICOS/AS ...
123
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU Y OTROS
impide historizar el vivir cotidiano, borra el pasado y el futuro, y dificulta las posi-
bilidades de proyectar.
Proyectos profesionales: En relación con el futuro profesional, la expresión
de sus ideales o las consideraciones que realizan a fin de enriquecer su vida
profesional y/o la del servicio se encuentra escasamente representada. Incluso,
aparece marcada desde la falta, lo que podría ser o estar pero que muestra sólo
su ausencia: “Antes pensaba que la guardia era una primera etapa profesional,
ahora sé que me voy a morir aquí haciendo guardias...” (H1).
Colectivo de trabajo
124
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD. LOS EFECTOS Y LAS VOCES DE LOS MÉDICOS/AS ...
125
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU Y OTROS
Conclusiones
126
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD. LOS EFECTOS Y LAS VOCES DE LOS MÉDICOS/AS ...
Bibliografía
127
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU Y OTROS
128
CONTEXTOS CRÍTICOS EN SALUD. LOS EFECTOS Y LAS VOCES DE LOS MÉDICOS/AS ...
129
III.2. Representaciones profesionales e identidad profesional
en los trabajadores de la salud∗
por Graciela Zaldúa, María Marcela Bottinelli, María Teresa Lodieu,
Paula Gaillard, Mariela Nabergoi
Introducción
131
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD Y OTROS
132
REPRESENTACIONES PROFESIONALES E IDENTIDAD PROFESIONAL EN LOS TRABAJADORES DE LA SALUD
133
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD Y OTROS
134
REPRESENTACIONES PROFESIONALES E IDENTIDAD PROFESIONAL EN LOS TRABAJADORES DE LA SALUD
Craig Calhoun (1997) ha argumentado que, mientras que los modos rela-
cionales de la identificación (identificación de sí mismo u otros por medio de su
posición en una red relacional) siguen siendo importantes en muchos contextos
hoy en día, en cambio, la identificación categorial (identificación en base a ser
miembro de una clase por compartir un atributo categorial: raza, nacionalidad,
género, profesión, etc.) es característica de la modernidad.
El otrora lugar social valorado que otorgaba el médico un mandato “sagra-
do” y que estructuraba la imagen del profesional y de su identidad en relación
con el papel “misional” (Arturo Roig, 1991) ha sufrido embates diversos. Sin
embargo, en el imaginario profesional, esta representación antes hegemónica
sigue permaneciendo como ideal o como expectativa y el choque en las prác-
ticas de salud con situaciones, actitudes y comportamientos de los pacientes o
familiares o del medio que descoloca al profesional médico de ese lugar esperado
produce malestar y diversas manifestaciones:
Ejemplo: “Ahora el lugar del médico es muy distinto del de antes. Antes al
médico se lo esperaba…Ahora hay mucha agresión…” (pediatra).
En otros casos, si bien la identidad siempre es definida en la diferencia
con otros, es posible observar que la identidad profesional puede, por un lado,
generar sentimientos de orgullo y pertenencia, pero también puede organizarse
a partir de la estigmatización y segregación del otro, del exogrupo:
Ejemplo: “Un día les vamos a decir que el nene no tiene nada y van a sacar el
revólver y nos van a pegar un tiro. No te hacen caso con las dietas, vos les explicas
todo y después le dan chocolate. Siento que te están tomando el pelo” (pediatra).
Los efectos de las políticas neoliberales tanto en el sector salud (desman-
telamiento de las instituciones de salud, precarización laboral, subempleo o so-
breempleo), las condiciones de salud de la población usuaria y el malestar de los
ciudadanos por el avasallamiento de sus derechos crea situaciones propiciadoras
de enfrentamientos y violencias.
Las imágenes del público usuario que pueden inferirse de expresiones de
los profesionales, también revelan esta dinámica: el “malón”, la “presión” de la
sala de espera.
En otras ocasiones, son los otros colectivos profesionales los estigmatizados
y hacia los que se dirige la hostilidad de un grupo:
Ejemplo: “Ahora nos valoran (los trabajadores sociales) porque con la cri-
sis no hay más que dar y sólo queda escuchar” (psicóloga).
Las distancias entre las representaciones profesionales, la identidad profe-
sional y las condiciones del ejercicio laboral crean una serie de tensiones coti-
dianas propiciadoras del desgaste laboral-Burnout.
Ejemplo: “Ahora estamos para contener, es una mierda el laburo. Somos
funcionales al sistema…Estamos laburando peor que las primeras asistentes so-
ciales. No tiene nada que ver con lo que nos formamos” (trabajadora social).
135
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD Y OTROS
136
REPRESENTACIONES PROFESIONALES E IDENTIDAD PROFESIONAL EN LOS TRABAJADORES DE LA SALUD
de incapacidad para modificar las condiciones que producen malestar a los pro-
fesionales y la propuesta de una solución posible:
Ejemplo: “Tenemos que mejorar la comprensión de todo este sistema que,
aparentemente es incomprensible, pero que es comprensible desde un punto de
vista más global. Tendríamos que hablar de política, de distribución de la riqueza,
del trabajo, del bienestar de la gente. Pero ese es otro tema que no me compete
y del que yo no puedo hablar como puedo hablar de medicina y de mi trabajo
específicamente. Yo puedo dar alguna idea de lo que me compete a mí, pero creo
que el problema es infinitamente más grave y que está fuera de nuestros alcances”
(médica).
Conclusiones
Bibliografía
137
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA TERESA LODIEU, PAULA GAILLARD Y OTROS
138
III.3. Praxis y territorios. Estrategias de prevención
y promoción de salud con trabajadores de subterráneos*
por Kattya Pérez Chávez, Malena Lenta y Patricia Brousson
1. Introducción
139
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
2. Marco teórico
140
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
141
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
142
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
otra parte, entre los casi diez millones de asalariados, casi el cuarenta por ciento
está subocupado, otro treinta y cuatro por ciento, sobreocupado y el veintiséis
por ciento trabaja entre treinta y cinco y cuarenta y cinco horas semanales (Ber-
múdez, 2005). El desempleo estructural, crónico e irreversible constituye una
realidad y un dispositivo de control social para los sectores ocupados: al afectar
soportes del narcisismo, reconocimiento de necesidades y funciones identifica-
torias, forma parte del conjunto de medidas destinadas a la supresión de dere-
chos y reclamos tanto como de la adscripción a una clase, suplantada por la difu-
sa condición de “pobre” con sus gradientes: estructurales, nuevos pobres, etc. La
contraparte es el estímulo al forjamiento de una subjetividad complaciente con
el poder en identificación con los intereses, marcas e imágenes empresariales.
No obstante esto, el desafío a la desocupación está en curso a través de
las estrategias de recuperación de fuentes laborales y se abren asimismo nuevas
perspectivas con la lucha por disminuir las horas de trabajo, por el consiguiente
reparto de las mismas y por la conservación del nivel salarial.
143
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
144
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
145
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
3. Metodología
4. Desarrollo
146
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
Cronología
147
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
Primer momento
148
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
Segundo momento
149
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
150
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
Tercer momento
5. Resultados
151
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
2. Tráfico
152
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
153
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
tante del trato continuo con los usuarios y la presión de resolver dificultades
sin los recursos apropiados. Por ello, también “Cansancio - estrés - angustia”
y “Poca tolerancia a los otros” reciben un alto puntaje (trece por ciento cada
una). “Es mucha gente la que pasa por el subte y no todos los días uno viene
predispuesto. Un día todo bien y otro día viniste de mal humor, todo mal.” dice
uno de los boleteros al completar el cuestionario.
El puntaje que obtiene “Ritmo biológico” (trece por ciento) habla de la
sujeción de los ritmos biológicos al puesto de trabajo organizado sin tener en
cuenta al trabajador o trabajadora. Más aun, en este sector es en el que más se
impusieron las formas flexibilizadas de contratación, incluso la venta de boletos
en kioscos licitados se enmarca en una reestructuración que tiende a la inten-
sificación de los ritmos de trabajo. “La discriminación es tan grande que hasta
tenemos uniformes distintos, no tenemos relevos ni para ir al baño, en algunas
estaciones. Los que aceptan la flexibilización (vender caramelos, sobres de Su-
sana Giménez), se les da otra ropa” señala uno de los boleteros.
4. Tráfico 5. Boletería
154
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
6. Boletería
7. Tráfico
5. 3. Propuestas de solución
155
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
156
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
cómo las diferencias en el uso de los espacios se traducía en juicios sobre las con-
ductas adecuadas y no los estilos de vida de unos, unas y otros en la convivencia
cotidiana; también como dificultades en la comunicación, en ser escuchado/a
por el otro, tanto como los modos de comunicación y de relación entre los gé-
neros, entre los diferentes segmentos generacionales y diferencias particulares.
El uso de los graffitti tiene en esto cierta importancia.
Entre los riesgos psíquicos y mentales respecto de la tarea y del puesto
aparecen los conflictos con los otros, tanto con los compañeros como con los
usuarios y se expresan generalmente en la poca tolerancia hacia los demás, la
irritabilidad, el agotamiento, ya sea durante la jornada laboral o al momento de
salir del trabajo (dibujo 1).
Junto con la propuesta de soluciones los trabajadores/as destacan que hay
Dibujo1 Dibujo2
5.5. Cierre
157
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, MALENA LENTA Y PATRICIA BROUSSON
6. Discusión
158
PRAXIS Y TERRITORIOS. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y PROMOCIÓN DE SALUD CON TRABAJADORES ...
Bibliografia
159
III.4. El trabajo bancario en contextos críticos:
un estudio de caso∗
por Graciela Zaldúa, María Marcela Bottinelli,
María Pía Pawlowicz, Mariela Nabergoi
Introducción
*. Trabajo publicado en las Memorias de las XII Jornadas de Investigación y Primer Encuentro de
Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Avances, nuevos desarrolos e integración regional.
4 al 6 de Agosto de 2005, Buenos Aires, Tomo II, Año 2005, págs. 156-158. Una versión ampliada
se publicó bajo el título “El desgaste laboral en los trabajadores bancarios de la Ciudad de Buenos
Aires” en R. Gil-Monte y B. Moreno (coord.). El síndrome de quemarse por el trabajo (burnout):
Grupos profesionales en riesgo, Madrid, Pirámide, 2007, págs. 203-218.
161
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ, MARIELA NABERGOI
162
EL TRABAJO BANCARIO EN CONTEXTOS CRÍTICOS: UN ESTUDIO DE CASO
Aspectos metodológicos
163
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ, MARIELA NABERGOI
Resultados
A. Síndrome de Burnout
164
EL TRABAJO BANCARIO EN CONTEXTOS CRÍTICOS: UN ESTUDIO DE CASO
165
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, MARÍA PÍA PAWLOWICZ, MARIELA NABERGOI
(cincuenta y seis por ciento versus treinta y cuatro por ciento en los varones)
y “denuncia de las irregularidades” (treinta por ciento versus veinte por ciento
en los varones).
Claramente, el aumento de horas de trabajo y la polivalencia acrecientan
las cargas estresantes, con dificultad de tramitarlas con las estrategias defensivas
disponibles.
La mayoría señala como motivo de sobrecarga laboral el cúmulo de tareas
(cuarenta por ciento), ligada a la falta de organización, al poco personal, a la
falta de tiempo para concluir el trabajo del día, utilizando muchas veces las
palabras “exceso o excesivo” (tareas, trabajo, etc.). Otros motivos incluyen la
capacitación, motivos gremiales o solidarios, por gusto, por costumbre.
Conclusiones y discusión
166
EL TRABAJO BANCARIO EN CONTEXTOS CRÍTICOS: UN ESTUDIO DE CASO
Bibliografía
167
III.5. Salud en el problema de la prostitución femenina∗
por Kattya Pérez Chávez, Cynthia Bruno, Rosana Peirano,
Gabriela Estelle, Alina Piatelli, Vanina Delbene
Introducción
Antecedentes
169
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
170
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
Marco teórico
171
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
Metodología
Objetivos generales
172
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
Técnicas
173
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
Análisis
Resultados alcanzados
Evaluación ex ante
1) Generalidades
174
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
2) Salud
175
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
que expresa A cuando dice “consulto al ginecólogo, en el Muñiz o por las chicas
de AMMAR para saber cómo está mi cuerpo porque se rompen los profilác-
ticos”. N. dice: “consulto 0800 mujer, te dan turno en hospitales públicos, yo
pido uno diferente cada vez porque me da vergüenza que se den cuenta de qué
trabajo...una mujer normal no consulta cada tres meses...”
El mecanismo de disociación se observa también en el HTP por ejemplo
a través de las asimetrías entre ambos lados que presentaban los dibujos de la
persona y el árbol.
3) Reproducción social
176
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
4) Subjetividad
177
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
Evaluación ex post
178
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
Discusión
179
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
Conclusiones
180
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
a) Entrevista zona
b) Inicio zona
181
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
c) Antigüedad
d) Motivos de trabajo
e) Ocupación anterior
a) Edad
182
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
b) Procedencia
c) Residencia
d) Estudios
Bibliografía
183
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
184
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
185
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, CYNTHIA BRUNO, ROSANA PEIRANO, GABRIELA ESTELLE Y OTROS
Anexo 2
1) Edades
Edad %
18 a 25 72
Más de 30 10
2) Alfabetización: 40%
3) Procedencia
Lugar Cantidad
Rusia 253
Francia 226
Uruguay 230
Argentina 160
España 91
Italia 76
Motivos %
Dinero 63,7
Gusta el trabajo 15
Abandono conyugal o seducción 0,2
186
SALUD EN EL PROBLEMA DE LA PROSTITUCIÓN FEMENINA
5) Empleos anteriores
Empleo %
Sin empleo regular 50
Costureras 10,1
Modistas 10,3
187
CAPÍTULO IV.
INFANCIAS Y ADOLESCENCIAS
IV.1 La mirada de los profesionales sobre los adolescentes.
Representaciones y prácticas en el marco del sistema
de protección integral∗
por Garciela Zaldúa, María Marcela Bottinelli, Paula Gaillard, María Pía Pawlowicz,
Mariquena Gambetta, Roxana Longo y Romina Moschella
Introducción
Metodología
*. Este trabajo fue presentado y publicado en las Memorias de las XIV Jornadas de Investigación en
Psicología, Tomo II, Facultad de Psicología-UBA, 2007 págs. 311-313.
191
GARCIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, PAULA GAILLARD, MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y OTROS
¿Qué es la adolescencia?
192
LA MIRADA DE LOS PROFESIONALES SOBRE LOS ADOLESCENTES. REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS...
193
GARCIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, PAULA GAILLARD, MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y OTROS
Comunidad y familia
194
LA MIRADA DE LOS PROFESIONALES SOBRE LOS ADOLESCENTES. REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS...
195
GARCIELA ZALDÚA, MARÍA MARCELA BOTTINELLI, PAULA GAILLARD, MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y OTROS
Conclusiones
1. Los detalles de este proceso unidireccional y discrecional entre la institución y los usuarios ya
fueron descriptos por Erving Goffman (1961).
196
LA MIRADA DE LOS PROFESIONALES SOBRE LOS ADOLESCENTES. REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS...
Bibliografía
197
IV.2 Proyectos de vida privados y públicos
de mujeres adolescentes pobres con y sin hijos∗
por María Pía Pawlowicz y Graciela Zaldúa
Introducción
*. Este artículo fue publicado en la Revista de Investigación en Salud, Secretaría de Salud Pública,
Municipalidad de Rosario, Vol. 6, nº 1 y 2, 2005.
199
MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y GRACIELA ZALDÚA
yN) del Ministerio de Salud de Nación señala que no sólo deben considerarse
los riesgos que la maternidad temprana trae aparejados para el futuro de esas
adolescentes, sino que se incrementa en forma muy importante el riesgo de sus
hijos, comparado con el de otros niños de madres mayores. Advierten que no se
trata de razones biológicas sino sociales, psicosociales y culturales: la pobreza, la
nutrición deficiente, el bajo nivel educativo, la carencia de contención afectiva
durante el embarazo, la falta de controles durante el embarazo, entre las más re-
levantes, como en otros países de la región, afectan principalmente a los jóvenes
de los sectores populares (Vuegen, 2003).
Las muertes de adolescentes, que representan la cuarta parte del to-
tal de muertes maternas, están relacionadas con trastornos hipertensivos y
con abortos. Si comparamos las maternidades adolescentes por regiones en
el conjunto del país, la desigualdad es altamente significativa. Las tasas de
fecundidad adolescente más altas son de la Provincia del Chaco, de ciento
once por mil y en la provincia de Jujuy, de ochenta y dos por mil, mientras en
la Ciudad de Buenos Aires llegaba a veinte por mil, según datos del INDEC
de 1999.
Estudios desde el enfoque de género, guiados por los supuestos de la per-
sistencia de imágenes de hombre y mujer que responden a las concepciones
tradicionales del rol, aumentan la probabilidad de embarazo en la adolescencia,
al reproducir conductas reproductivas “riesgosas” entre los jóvenes de ambos
sexos. Ni las imágenes de género igualitarias ni las conductas sexuales de cuida-
do son posibles en las condiciones que impone la pobreza extrema (Pantelides
y Geldstein, 2001). A su vez, en otras investigaciones afirman que, en térmi-
nos generales, la familia reproduce las condiciones de clase y la transmisión
intergeneracional de la pobreza, ya que el modelo materno es fundamental para
la adquisición de patrones de conducta relacionados con la salud reproductiva
(Geldstein y Delpino, 1998).
Desde el punto de vista psicológico la maternidad consiste en sostener
la indefensión y desamparo de un cachorro humano. Para poder investir a
ese hijo por venir, se requiere sostener un proyecto personal de tener un
hijo, no sólo embarazarse. Esta singularidad, en muchos casos alejada de la
maternidad idealizada, está atravesada por deseos, anhelos, circunstancias
adversas o facilitadoras que constituirán sus condiciones de posibilidad y
sus límites para advenir como elección o imposición del destino biológico.
Indagar proyectos de vida y la centralidad o no de la maternidad en adoles-
centes de sectores populares es una perspectiva para contribuir a incluir los
aspectos de la subjetividad en el diseño de espacios y programas de salud
adolescente.
200
PROYECTOS DE VIDA PRIVADOS Y PÚBLICOS DE MUJERES ADOLESCENTES POBRES CON Y SIN HIJOS
Metodología
Resultados
¿De qué adolescentes hablamos cuando nos referimos a los barrios pobres
del Gran Buenos Aires? De una adolescencia muy signada por un territorio de-
lineado geográfica y simbólicamente, un espacio particular compartido: “el ba-
rrio”. El barrio en el que habitan sus familiares, parejas y amigos; escena de la
cotidianeidad de su inclusión afectiva relacional.
La misma disposición arquitectónica implica que los pobladores se encuen-
tren, miren y crucen permanentemente. Son monoblocks de tres pisos, con pasi-
llos angostos, escaleras compartidas que recorren entradas a diferentes departa-
mentos, ventanas enfrentadas a pocos metros, balcones en los que asiduamente
201
MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y GRACIELA ZALDÚA
se sientan por la tarde a mirar el barrio mientras toman algo. Transparencias que
hacen borroso el adentro y el afuera de la convivencia y la intimidad.
Violeta, de diecisiete años, que tuvo su primer hijo a los catorce años
dice:
Acá en este barrio, acá como en todos los barrios iguales. Yo estaba acostum-
brada a ver chicas, jóvenes, que estaban embarazadas o que…tienen chicos
muy chicos. En Capital no se ve. Acá vivimos todos juntos, nos conocemos
todos, es un pañuelo esto. Allá no. Porque cada uno está en su casa, nadie se
mete con nadie y acá es una cosa que nos importa la vida de todos…
Proyectos y adolescencia
202
PROYECTOS DE VIDA PRIVADOS Y PÚBLICOS DE MUJERES ADOLESCENTES POBRES CON Y SIN HIJOS
proyecto identificatorio (…) Todo niño debe apoyarse en lo que haya de cierto
proyecto identificatorio familiar referido a él, proyecto en el que se producirá
el encuentro con los ideales de esa familia. De la textualidad de ese proyecto el
sujeto va extrayendo (como de un archivo) los materiales para ir haciéndose un
ser” (Rodulfo, 1986).
El trabajo de proyectar el futuro parte del trabajo de autobiografía del
yo historiador. En la adolescencia se articulan estos dos trabajos: el de pro-
yectar y el de historiar. Para Piera Aulagnier (1991) “retiramos de la in-
vestidura del tiempo pasado, esa parte de libido que nos permite investir el
tiempo futuro”. Se trata de la reconstrucción de la propia historia libidinal
e identificatoria del sujeto (Hornstein, 1989 y 1992) que implica trabajos
de resignificación, de religazón y retranscripción de la trama de marcas de
emociones y de representaciones de acontecimientos en la vida de un sujeto.
Los proyectos permitirían a los adolescentes anticipar/se, ensayando diferen-
tes papeles, situaciones, realidades, finales. La adolescencia se configura así
como un “inmenso campo transicional de ensayo, un verdadero laboratorio
de experiencias, juegos a ser ‘como si’…, tanteos, vacilaciones, respuestas
cuya ‘intensidad patológica’ no debe ocultarnos su transitoriedad, identifica-
ciones alternadamente alienantes y lúdicas, etc. De esa miríada de conductas,
fantasías y acciones (o actuaciones) emergerá un día una radical transforma-
ción realizada” (Rodulfo, 1993).
Entre las adolescentes con hijos aparece con recurrencia la tríada de pro-
yectos de ser madre-ama de casa-esposa. Con una fuerte identificación con la
casa y el espacio de lo doméstico, valoran e idealizan la maternidad. Organizan
los proyectos con una lógica de medios y fines, en tanto son proyectos que no
tienen un fin en sí mismo sino que permiten acceder a otros. Las adolescentes
madres planifican una serie de proyectos en los que uno tiene como finalidad el
logro de otro. Los denominamos proyectos intermedios y finales por ser análogos
a la clasificación que se realiza de los objetivos en metodología de la investiga-
ción científica. La secuencia que aparee con más frecuencia, como se observa
en el diagrama, es:
203
MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y GRACIELA ZALDÚA
TERMINAR
EL SECUNDARIO
TRABAJAR
Ahora lo que quiero es hacer algo por la Yeorgi, por la nena, trabajar, para que
no le falte nada a ella…Quiero trabajar y ser modista, o sea costurera, estudiar
para eso, para coser… (Lidia, veintiún años, primer hijo a los dieciocho).
204
PROYECTOS DE VIDA PRIVADOS Y PÚBLICOS DE MUJERES ADOLESCENTES POBRES CON Y SIN HIJOS
Este mandato tradicional es sostenido con fijeza e idealización por las ma-
dres adolescentes, que valoran y proyectan ser madres. Planifican tener por lo
menos dos hijos, y la mitad de este grupo quiere tener entre tres y cinco hijos.
En muchos casos significan al hijo como algo propio, que les ha permitido iden-
tificarse y acceder a una posición e identidad de adulta y Madre. La maternidad
es naturalizada desde una concepción de su propia vida como inscripta en una
“racha”, como destino o fatalidad de la repetición del linaje familia…
“Tengo una hermana. El mismo caso así como yo… también soltera, ella
tiene seis nenas ahora. Tiene veintitrés, así que: sigue la racha.1 Mi mamá
también. A mí me tuvo de soltera, yo de soltera y mi hermana de soltera. Mi
abuela también. La tuvo a ella de soltera”. (Gladys, veinte años, primer hijo
a los quince).
205
MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y GRACIELA ZALDÚA
hombres cuiden a los chicos (…) La mujer es para la casa (Nancy, dieciséis
años, primer hijo a los quince).
206
PROYECTOS DE VIDA PRIVADOS Y PÚBLICOS DE MUJERES ADOLESCENTES POBRES CON Y SIN HIJOS
207
MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y GRACIELA ZALDÚA
Casi todas las adolescentes sin hijos también ejercen o han ejercido la fun-
ción materna con hermanos menores y sobrinos, valoran la maternidad y pelean
ser madres, pero a diferencia de las adolescentes madres, todas afirman decidi-
damente que quieren tener dos hijos. A su vez, tienen una representación de la
maternidad con menos exigencias, con críticas al desempeño de esta función y
relativizan las representaciones de acuerdo con las particularidades de cada mujer.
Sostienen una postura crítica con respecto a la consideración de la maternidad
como ideal de perfección e incondicionalidad instintivamente femenina. Así es
que la trilogía de proyectos de ser ama de casa-madre-esposa aparece con menos
recurrencia, a largo plazo y articulada con proyectos de trabajo extradoméstico
para el que planean realizar una carrera o formación específica.
De esta forma jerarquizan los proyectos educativos por sobre formar una familia
y tener hijos. El espacio de la escuela es nombrado y valorado tanto como el del
barrio y les ofrece posibilidades distintas de circular por lo público. El ámbito educa-
tivo les brinda modelos y referentes que les permiten fantasear futuros alternativos.
Esto es evidente en relatos de varias de las entrevistadas que expresan la importan-
cia que han tenido determinadas profesoras como modelos y confidentes.
Esta riqueza y diversidad de identificaciones a partir de conocer otras formas
de ser mujer y los fuertes ideales de sus padres frente a la espera de tener una hija
“diferente” les posibilita postergar la maternidad. Es interesante que la mitad de
las que no tienen hijos presenta un perfil similar cualitativamente, ya que perte-
necen a familias numerosas y tienen hermanas y hermanos mayores que tuvieron
hijos siendo adolescentes. Las entrevistadas de este perfil basan su identidad en
“ser diferentes” de las hermanas. Significante de la diferencia que opera a nivel
del ideal del yo y posibilita “romper con la racha”, romper con la repetición de la
historia familiar-barrial naturalizada como un destino fatal. Sueño de sus madres
y padres por el que han advenido al lugar de la diferencia respecto de sus herma-
nas. Desde sus padres se anticipa a nivel inconsciente un destino diferente.
208
PROYECTOS DE VIDA PRIVADOS Y PÚBLICOS DE MUJERES ADOLESCENTES POBRES CON Y SIN HIJOS
En parte esta posición subjetiva y familiar se asocia con que insisten con salir
del barrio, circulan por otros espacios geográficos-simbólicos, y son más autóno-
mas en relación con su pareja, con el dinero, con el futuro. Han podido investir
otros proyectos, otros futuros posibles y postergar la maternidad, pero a costa de
un tipo de relación con los padres de mucho control, de cuidados especiales y de
sobreprotección y sobreexigencia. Pareciera que estas familias apuestan a que
algunos de sus miembros rompan con las repetidas historias de exclusión social.
209
MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y GRACIELA ZALDÚA
No vas a ser una mantenida. Está bien que tenés que atender a tus hijos, a tu
esposo y dedicarte a la casa, pero también te tenés que independizar. No me
parece que la mujer se tiene que quedar en la casa así esclava, y nada más. Para
mí también tiene que ir a trabajar, y dedicarse a sus cosas. No siempre metida
en la casa y nunca se arregla, nada (Catalina, diecinueve años, sin hijos).
210
PROYECTOS DE VIDA PRIVADOS Y PÚBLICOS DE MUJERES ADOLESCENTES POBRES CON Y SIN HIJOS
flexibles, autorizan las modulaciones individuales. “Es por donde se observan las
diferencias interindividuales, ya que gracias a él la representación puede anclar-
se en la realidad del momento. Sensible, dócil y determinado por el contexto
inmediato, permite la elaboración de representaciones sociales individualizadas
organizadas en torno de un núcleo central común” (Abric, 1994).
En el caso de las adolescentes sin hijos, se trata de representaciones sociales
que no necesariamente tienen un correlato en las prácticas. Consideran positivo
que la mujer trabaje extradomésticamente y valoran la independencia, el “pro-
gresar”, salir de la casa, dedicarse a sus cosas, tener tiempo para una y para “arre-
glarse”. Sus relaciones de pareja son de menor subordinación que en el caso de las
madres adolescentes. Esto se evidencia en que algunas dicen que sin preservativo
no tienen relaciones sexuales o que la mujer tiene que manejar su propio dinero.
Las que no tienen hijos proyectan un vínculo en el que se piensan a sí
mismas como diferentes de su pareja. La autonomía en la relación de pareja es
expresada no sólo en los proyectos sino también en la negociación con su pareja
de métodos anticonceptivos, en poder poner en palabras temas relacionados
con la sexualidad y con el manejo del dinero. Estas diferencias se asocian a la
postergación de la maternidad. En fin, el empoderamiento, la autonomía como
mujeres y la posibilidad de negociar y de decir “no” son rasgos que se observan
más recurrentemente en las adolescentes sin hijos.
Últimas reflexiones
211
MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y GRACIELA ZALDÚA
nocimientos: el otro excluido de los que no son sólo diferentes (como antiético
a lo que es opuesto, pero complementario) pero, son ajenos, extraños, diversos o
inesperados. Analéctica, del griego anas, significa del más allá, de otro lugar, desde
otra perspectiva, perplejidad de otro complementario. Esta postulación de Dussel
contribuye a resignificar la dimensión de los actores/as en la construcción y trans-
formación social y de posibilitar, a partir de reconocer sus propias necesidades,
deseos y anhelos, decidir sus prioridades y responsabilizarse de sus actos.
Los proyectos de vida y la centralidad de la maternidad en las adolescentes
pobres pueden titubear como destino manifiesto, a través de la historización y
la posibilitación de otras marcas que sostengan la diversidad de soportes iden-
tificatorios. La desnaturalización de las construcciones histórico-culturales de
la sexualidad, de la feminidad-masculinidad tradicional, facilitará reinterpre-
taciones y nuevos modos relacionales. La valoración, los conocimientos, los
lenguajes como construcciones revistados desde una perspectiva de género
posibilitarían instituir nuevos agenciamientos de poder, no sexista, acordes
a los intereses personales y sociales de las mujeres jóvenes, en particular, de
los sectores populares. En síntesis, una subjetividad femenina, no esencialista,
como proyecto y posibilidad de construir sus propias trayectorias, de autono-
mía y de ciudadanía plena, es decir de nuevos agenciamientos de igualdad y
equidad.
Agradecimientos
Bibliografía
212
PROYECTOS DE VIDA PRIVADOS Y PÚBLICOS DE MUJERES ADOLESCENTES POBRES CON Y SIN HIJOS
213
MARÍA PÍA PAWLOWICZ Y GRACIELA ZALDÚA
214
IV.3 Actos de salud con niño/as y jóvenes.
Persistencias, desenclaves y reflexividad∗
por Kattya Pérez Chávez, Paula Gaillard, Mariela Nabergoi,
Roxana Longo, Leticia Grippo, Dolores Pérez
Introducción
215
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, PAULA GAILLARD, MARIELA NABERGOI Y OTROS
216
ACTOS DE SALUD CON NIÑO/AS Y JÓVENES. PERSISTENCIAS, DESENCLAVES Y REFLEXIVIDAD
Metodología
Marco teórico
217
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, PAULA GAILLARD, MARIELA NABERGOI Y OTROS
218
ACTOS DE SALUD CON NIÑO/AS Y JÓVENES. PERSISTENCIAS, DESENCLAVES Y REFLEXIVIDAD
Identidad y episteme
219
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, PAULA GAILLARD, MARIELA NABERGOI Y OTROS
220
ACTOS DE SALUD CON NIÑO/AS Y JÓVENES. PERSISTENCIAS, DESENCLAVES Y REFLEXIVIDAD
Crono topos
221
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, PAULA GAILLARD, MARIELA NABERGOI Y OTROS
222
ACTOS DE SALUD CON NIÑO/AS Y JÓVENES. PERSISTENCIAS, DESENCLAVES Y REFLEXIVIDAD
Desarrollo
223
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, PAULA GAILLARD, MARIELA NABERGOI Y OTROS
“Favorece la salud que las madres vengan a hacer los controles periódicos,
que sean obedientes en cuanto a las indicaciones, que son atentas, que escuchan
los consejos, que vienen al consultorio de niños sanos en forma periódica, con
las cuales podés charlar y ves que lo que les estás comentando les llega” (hospital
general).
La construcción dominante de las identidades puede generar sentimien-
tos de orgullo y pertenencia y organizarse a partir de la estigmatización y
segregación del otro, del exo-grupo. Persistencia de lógicas hegemónicas que
en el contexto de estallido de instituciones sociales hacen de obstáculo al
reordenamiento ético-epistémico-político que posibilite otras condiciones
para el acogimiento en salud: “En los adolescentes la anemia es una situa-
ción de todos los días... comen mal, comen toda esa comida chatarra que
está impuesta por el mercado, eso es real. Otro hecho real es que los padres
trabajan, están pauperizados, no tienen ganas de cocinar ni aún estando en
la casa. No sé qué les pasa, falta de educación de la familia, de los padres, de
todos” (CESAC).
224
ACTOS DE SALUD CON NIÑO/AS Y JÓVENES. PERSISTENCIAS, DESENCLAVES Y REFLEXIVIDAD
ellos... chicos que antes iban a escuelas privadas y ahora van a escuelas estatales,
antes tenían obra social y ahora no tienen. Se ve mucha desocupación, desempleo
o subempleo, el que tenía casa propia ahora no la tiene... “(CESAC); “Gente
muy necesitada a nivel económico, social, mucha gente desempleada. Esto es una
diferencia con el hospital porque al hospital va gente de todo nivel económico,
va en realidad gente de clase media... La gente que tiene muy bajos recursos ya
no puede llegar al hospital” (CESAC); “Los más pobres ya no llegan al hospital,
viene la clase media. Los pobres van a la salita porque no tienen plata para pagar
el pasaje, con lo cual hubo una gran recarga del sistema periférico de salud” (hos-
pital general).
La aparición y la exclusión de actores sociales en los espacios tradicionales
en salud, implica problematizar la espacialización terciaria. La reorganización de
la espacialidad se basa en un cambio en la estructura de la relación entre lo visible
y lo invisible. Entre las palabras y las cosas, se traban nuevas alianzas (Foucault,
1986).
225
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, PAULA GAILLARD, MARIELA NABERGOI Y OTROS
226
ACTOS DE SALUD CON NIÑO/AS Y JÓVENES. PERSISTENCIAS, DESENCLAVES Y REFLEXIVIDAD
cosa que no es posible con la situación actual del sistema de salud y del estado
socioeconómico del país” (hospital monovalente).
La otra geografía
227
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, PAULA GAILLARD, MARIELA NABERGOI Y OTROS
Discusión
228
ACTOS DE SALUD CON NIÑO/AS Y JÓVENES. PERSISTENCIAS, DESENCLAVES Y REFLEXIVIDAD
lidad. En el sistema de salud, los padecimientos, los modos de vida, las voces, se
dividen entre la demanda institucional o legítima y lo que excede, extraterritoria-
lidad de lo “extrahospitalario” o “extramuro” de la prevención: el desempleo, el
reparto de la leche, los incumplimientos del tratamiento, así como el conjunto de
problemas que enfrentan a los trabajadores de la salud con el límite de aceptado y
categorizado según estándares permitidos en la atención infanto-juvenil.
La disposición con que los trabajadores toman las propuestas reflexivas, así
como las enseñanzas que puedan incorporarse a la salud colectiva a partir de las
experiencias de asambleas, requieren de una perspectiva dialógica. El desarrollo
del diálogo José Luis Rebellato (2000), supone valores éticos fuertes: creer en
la dignidad de las otras personas, que se avanza en lo dialógico sin coaccionar
(el diálogo excluye la coacción). Además, estar dispuesto a problematizar los
propios valores y posturas, supone una actitud de reconocimiento de que, en el
diálogo con el otro, es posible descubrir la novedad de valores:
Bibliografía
229
KATTYA PÉREZ CHÁVEZ, PAULA GAILLARD, MARIELA NABERGOI Y OTROS
230
ACTOS DE SALUD CON NIÑO/AS Y JÓVENES. PERSISTENCIAS, DESENCLAVES Y REFLEXIVIDAD
231
IV.4 Vulnerabilidad y arte. Experiencias creativas como espa-
cios de salud en áreas marginales urbanas∗
por Hugo Leale y Rosana Peirano
Introducción
Experiencias
*. Este trabajo fue presentado y publicado en las Memorias de las XI Jornadas de Investigación.
Psicología, Sociedad y Cultura, realizadas el 29 y 30 de julio de 2004, Buenos Aires, Argentina,
págs. 204-206, Tomo II, 2004.
233
HUGO LEALE Y ROSANA PEIRANO
234
VULNERABILIDAD Y ARTE. EXPERIENCIAS CREATIVAS COMO ESPACIOS DE SALUD EN ÁREAS MARGINALES URBANAS
—“Vos parate de esta manera, yo vengo, hago una vertical, vos te agachás, yo
quedo subido a tus hombros, y una vez arriba hago malabares con estas cla-
vas”—, lo ensayan, una y otra vez, lo van modificando. En un momento de esa
improvisación llaman a un coordinador y le muestran esa secuencia que han
armado; el coordinador les sugiere cambiar un movimiento y les explica: —“de
esta otra manera lo hacen más fácil para ustedes y queda más lindo”. Toman la
sugerencia y siguen practicando; parece que han armado una “rutina” (así lla-
man ellos, los acróbatas o malabaristas, a estas secuencias de movimientos).
Tal vez esta secuencia en algún momento se integre a un espectáculo, tal
vez sólo quede como un ejercicio, como una práctica construida creada por
ellos. Esos dos chicos estaban jugando y en el desarrollo de ese juego produjeron
algo, quedó un producto creado por ellos. Los –productos de la creatividad in-
dividual y colectiva– movimientos, rutinas, “gags”, “sketchs” quedan como algo
que se aporta a la realidad, se “verifican” en la realidad. Aquí reside buena parte
de la fuerza de estas experiencias (Winnicott, 1972).
Los participantes hacen una experiencia completa de construcción par-
tiendo de un juego inicial; aparece una idea difusa o confusa, la van desplegando
y pueden llegar a darle una forma final; o incluso descartarla como cuando los
chicos destruyen el castillo de arena que les llevó varias horas construir. Las
prácticas artísticas canalizan la expresión individual y grupal en una búsque-
da estética, y posibilitan el despliegue de significaciones nuevas en la acción
dialectizadora del proceso-producto artístico. Proceso-producto que condensa y
sintetiza emociones, percepciones, ideas, historias y significaciones subjetivas e
intersubjetivas. Antes o después de la práctica todos se sientan en ronda, en el
suelo: “Todos en el mismo nivel”, dice una de las coordinadoras. La ronda es un
espacio que abre la palabra: “¿qué estuvo trabajando cada uno?”, ¿qué estuviste
haciendo?”. Todos pueden mirarse, encontrarse y recuperar colectivamente los
aprendizajes de cada uno de ellos. Cada uno puede aprender de lo que otro
aprendió.
¿Qué cambió para los participantes? “Ahora están mejor plantados, cambió
la valorización de sí mismos, su autoestima. En este aspecto hay mucho creci-
miento, más allá de la técnica, de lo específico de las técnicas del circo”.
Las producciones del cuerpo en movimiento comprenden: la imagen cor-
poral, la concientización del esquema corporal individual y lo relacional en
el cuerpo grupal integrándose las cualidades interoceptivas, exteroceptivas y
comunicacionales del movimiento expresivo. Lo postural, el eje corporal, el
espacio, el equilibrio, las emociones, la percepción del otro y su interrelación se
instalan desde la especificidad de las técnicas circenses vinculadas directamente
al cuerpo y su acción, las relaciones interpersonales, la conciencia de sí y la
creatividad. Se vigorizan las condiciones de posibilidad de apropiación de las
vivencias acontecidas en las actividades como analizadores de temas-problemas
235
HUGO LEALE Y ROSANA PEIRANO
236
VULNERABILIDAD Y ARTE. EXPERIENCIAS CREATIVAS COMO ESPACIOS DE SALUD EN ÁREAS MARGINALES URBANAS
Bibliografía
237
IV.5 Praxis psicosocial comunitaria en salud:
las representaciones y las prácticas de salud en los adolescentes∗
por Graciela Zaldúa, María Teresa Lodieu, María Marcela Bottinelli,
María Pía Pawlowicz, Dora Koloditsky
Introducción
Marco teórico
*. Este trabajo fue presentado y publicado en las Memorias de las XI Jornadas de Investigación.
Psicología, Sociedad y Cultura, Buenos Aires. Argentina, 29 y 30 de julio de 2004, págs. 145-147,
Tomo II. 2004.
239
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
240
PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD: LAS REPRESENTACIONES Y LAS PRÁCTICAS DE SALUD ...
241
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
242
PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD: LAS REPRESENTACIONES Y LAS PRÁCTICAS DE SALUD ...
Objetivo general
Específicos
Metodología
243
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
Resultados preliminares
Bibliografía
244
PRAXIS PSICOSOCIAL COMUNITARIA EN SALUD: LAS REPRESENTACIONES Y LAS PRÁCTICAS DE SALUD ...
245
CAPÍTULO V.
GÉNERO
V.1 Representaciones y prácticas en los actos de salud
desde los discursos de género*
por Graciela Zaldúa, María Teresa Lodieu, María Marcela Bottinelli,
María Pía Pawlowicz, Paula Gaillard y Andrea Barbieri.
Introducción
*. Artículo publicado en Sánchez Vidal, A.; Zambrano Constanzo, A., y Palacín Lois, M. (comps)
(2004): Psicología Comunitaria Europea: Comunidad, Poder, Ética y Valores. European Commu-
nity Psychology: Community, power, ethics and values, Barcelona, Univesitat de Barcelona, págs.
413-423.
249
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
Metodología
En relación con los estudios del trabajo o de los trabajadores existe la ten-
dencia a la homogeneidad, sin referirse al género de los actores sociales. Consi-
deramos que su análisis es esencial en la medida en que las relaciones de clase
y género son estructurantes y fundantes en la sociedad, en oposición a otras re-
laciones (maestro-alumno, médico-paciente, jóvenes-viejos) que son relaciones
contingentes (Hirata et al., 1997). Las relaciones de género y de clase organizan
la totalidad de las prácticas sociales y transversalizan la sociedad.
Desde la epidemiología crítica, que estudia la producción y distribución
de los procesos de salud-enfermedad-atención en el marco del contexto socio-
histórico, la categoría género es un analizador valioso de la salud de las mujeres.
La utilización del enfoque de género permite analizar una de las tantas formas
simbólicas de que se vale la cultura para institucionalizar la diferencia entre
hombres y mujeres.
El concepto de género, utilizado como analizador de la relación entre los
sexos, es concebido como un constructo social y cultural que se genera sobre
una base biológica. Al resaltar el aspecto relacional se rechaza paralelamente
determinismo biológico de las definiciones normativas en cuanto a la feminidad
y la masculinidad y se relevan los orígenes sociales de las identidades subjetivas.
Reyna Pastor (1994) plantea que el constructo de género se “articula a partir de
250
REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS EN LOS ACTOS DE SALUD DESDE LOS DISCURSOS DE GÉNERO
251
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
El acto médico forma parte hoy de una prestación sanitaria que lo incluye
junto a otros actos médicos y no médicos. El binomio médico-paciente se ha
tornado un cuatrinomio: médico(s)-paciente-institución-sistema. La modalidad
individual-liberal de ejercicio profesional ha sido transformada por la organiza-
ción administrativa del sistema sanitario. La situación de intimidad y de un co-
nocimiento más profundo entre los participantes tradicionales del acto de salud
(médico-paciente) ha desaparecido en las prácticas de los servicios de salud. Esta
situación conlleva una serie de consecuencias tanto positivas como negativas.
Por un lado, la relación asimétrica médico-paciente se modifica, el paciente y/o
los familiares pueden oponerse o criticar la actuación profesional en grados de
intensidad diversos al punto de recurrir a un juicio de mala praxis. La autoridad
médica y el “saber hacer” pueden ser cuestionados. Una defensa factible por par-
te del profesional es la “despersonalización”, la distancia frente a paciente. Sin
embargo, el malestar de los trabajadores de la salud se expresa mediante una
reiterada queja: la falta de reconocimiento a la labor profesional. Si bien la falta
de reconocimiento afecta a los trabajadores de la salud de ambos sexos, son las
mujeres quienes más manifiestamente expresan la desazón que les provoca:
Una médica emergentóloga comenta que para compensar el malestar en
la práctica asistencial conduce una audición radial, en relación con recono-
cimiento por parte del público radioescucha sostiene que se dirigen a ella con
afecto, llamándola “doctorcita” o por su nombre, sin embargo, afirma: “y por
esto que me juego la vida, nada” (se refiere al trabajo en la guardia médica).
Si reflexionamos sobre estos hechos tenemos que constatar que, si bien la prác-
tica profesional en el sector salud ha sido modificada por las políticas de salud, por
la tecnología médica, las representaciones sobre los comportamientos y acciones
posibles de los actores intervinientes en un acto de salud condicionan las relaciones
entre los mismos y determinan diversos efectos subjetivos. Si bien, el trabajador de
la salud es un elemento más en ese “cuatrinomio”, las expectativas del profesional o
de los pacientes y/o familiares pueden no encuadrarse dentro de esta nueva modali-
dad asistencial y afectar las condiciones de producción de los actos de salud.
Estudios de la OMS muestran el proceso de creciente feminización de la
profesión médica, pero cuando se comparan los cargos laborales, la jornada la-
boral y la remuneración parecería existir un mercado para los hombres y otro,
con sueldos más bajos y menores perspectivas de carrera, para las mujeres, ade-
más son discriminadas en cuanto a la probabilidad de ocupar cargos de alto
rango, de conducción y de supervisión. La discriminación se prolonga al campo
académico universitario en la que se detecta una escasez de mujeres al frente de
cátedras y departamentos.
252
REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS EN LOS ACTOS DE SALUD DESDE LOS DISCURSOS DE GÉNERO
Problemáticas relevadas
Doble Jornada laboral: Una de las consecuencias de este rol atribuido social-
mente a la mujer es considerar el ámbito doméstico como natural de las
mujeres; esto implica la acumulación de dos tipos de trabajos: un trabajo
remunerado en el ámbito laboral y un trabajo no remunerado en el ámbi-
to doméstico: “... cuando yo tengo una chica enferma tengo que estar yo y
cuando tenía a mi esposo (...) y estaba enferma alguna de las nenas tenía que
faltar, ahí falta la madre, el hombre no falta nunca al trabajo porque tiene a
la mujer y sino es soltero, tampoco falta, la responsabilidad es de la madre.....,
ellos no están atados al hogar”. (P. 45, HP)
253
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
en eso. [...] Yo sé que corro con mucha desventaja con gente que no tiene otra
cosa que la carrera...” (DI. 34, HC).
Segregación horizontal: Las representaciones sociales relativas a la femineidad,
la atribución de rasgos esencialmente femeninos y la consecuente socialización-
sujetación a esos patrones determina que en el sector médico, las mujeres médicas
encuentren una fuerte resistencia para desarrollarse en especialidades tipificadas
como masculinas. Las especialidades de neurocirugía, cirugía, anestesiología y
traumatología suponen una serie de atributos masculinos: fortaleza, mayor capaci-
tación, frialdad, conocimiento técnico y acciones resolutivas, que si bien no son
más que atributos sociales adjudicados a la masculinidad crean una red simbólica
resistencial que dificulta la inserción de las mujeres. Otras especialidades médi-
cas son calificadas como más “femeninas”. Neonatología, obstetricia, pediatría,
ginecología, suponen un mayor grado de afectividad y tareas donde se proyectan
las labores domésticas de la mujer como el cuidado y atención de los hijos o las
funciones reproductoras de la mujer, como es el caso de la ginecología:“... la ciru-
gía, la traumatología, son más masculinas, en pediatría hay muchas mujeres [...] lo
pediátrico es muy lindo, a las mujeres les encantan los niños...” (E. 47, RM); “..
Hay especialidades más especificas de varones por ejemplo traumatología, anes-
tesiología y en cirugía también, en oncología y en pediatría, ginecología hay más
mujeres, dermatología, clínica médica hay bastantes mujeres...” (G. 42, HC).
Segregación vertical: La asimetría de estatus adscriptos a cada género en la
economía de los intercambios simbólicos explica el hecho de que las mujeres en
la mayoría de las sociedades estén ubicadas en posiciones sociales inferiores. Esta
segregación vertical se visibilizó claramente en el cuerpo médico donde se halló
un registro mínimo de mujeres médicas que ocupan puestos jerárquicos. La esca-
sa participación de las mujeres médicas en puestos de responsabilidad jerárquica
dentro de los órganos de poder del sistema de salud público convalida el lugar
social asignado a la mujer en la sociedad patriarcal, más aun en el orden de lo
público, la subordinación y la obediencia deben ser las marcas: “...que los hombres
ocupen más jefaturas creo que es discriminatorio, no es por capacidad, porque en
el pensamiento popular se cree que el hombre está más capacitado para un puesto
jerárquico que una mujer... [...] Hace poco hubo un concurso para Jefe de Gineco-
logía del hospital (X) y se presentaron dos médicas y un hombre y las dos médicas
mujeres que se presentaron tenían mucho más currículum que el médico varón
y, salió elegido él. [...] Las comisiones de dirección científica, las asignaturas de
cátedra, los adjuntos, los jefes de servicio son todos hombres” (G. 42, HC).
En los tres hospitales de los que se extrae la muestra de profesionales médi-
cas y médicos que presentamos en este trabajo, de los puestos jerárquicos de los
servicios indagados, los resultados indican que un ochenta y dos por ciento de
los profesionales médicos ocupan cargos jerárquicos frente a un dieciocho por
ciento de las mujeres médicas (ver tabla).
254
REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS EN LOS ACTOS DE SALUD DESDE LOS DISCURSOS DE GÉNERO
Médicas Médicos
Frecuencia % Frecuencia %
4 18 18 82
Inventario de Burnout
255
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
Tanto en las médicas como en los médicos, en ambos casos el setenta y tres por
ciento presenta puntajes indicativos de las dificultades en la relación con los
pacientes – sobreexigencia– y malestar frente a la falta reconocimiento de la
labor profesional.
La categoría que muestra un mayor porcentaje de médicas con puntajes
indicativos del malestar comparado con los resultados de los médicos es mani-
festaciones del Burnout, que refiere a la repercusión del estrés laboral en la salud
del profesional, en las relaciones personales y en el trabajo, el porcentaje de
médicas es del cincuenta y tres por ciento y el porcentaje de médicos es del
cuarenta y cuatro por ciento.
En la categoría realización personal-profesional, sólo un veinticinco por
ciento de las médicas manifiesta su disconformidad con su situación personal-
profesional.
En cuanto a los promedios de las siete categorías, el porcentaje de médicas
con puntajes más altos es mayor que el de los médicos (treinta y uno por ciento
y veintidós por ciento respectivamente).
Frente a una pregunta con opciones múltiples que indaga las situaciones
productoras de malestar en el trabajo, las respuestas mayoritarias de las médicas
y de los médicos coinciden en dos rubros: las situaciones de maltrato y despro-
tección social. Sin embargo, los porcentajes marcan para las mujeres médicas un
cincuenta y cuatro por ciento en “situaciones de maltrato” y un sesenta y nueve
por ciento en “situaciones de desprotección” mientras que para los médicos va-
rones esta cifra desciende al cuarenta y cuatro por ciento y al cincuenta y uno
por ciento respectivamente (ver Gráfico).
Médicas Médicos
256
REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS EN LOS ACTOS DE SALUD DESDE LOS DISCURSOS DE GÉNERO
Propuestas de resolución
257
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
258
REPRESENTACIONES Y PRÁCTICAS EN LOS ACTOS DE SALUD DESDE LOS DISCURSOS DE GÉNERO
Conclusión
259
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA TERESA LODIEU, MARÍA MARCELA BOTTINELLI Y OTROS
Bibliografía
Benería, L. (1994): “Mujer, salud y trabajo: una visión global” en Revista Quadern
Caps nº 21, Barcelona, Isis Internacional, Centro de documentación.
Hirata, H. y Kergoat, D. (1997): La división sexual del trabajo, Buenos Aires,
Asociación Trabajo y Sociedad, PIETTE - CONICET.
Llovet, J. J. (1997): “Transformaciones en la profesión médica: un cuadro de
situacional final del siglo”, IV Congreso Latino Americano de Ciencias
Sociales y Medicina, Cocoyoc, México, Mimeo.
Maslach, C. y Jackson, S. E. (1982): MBI. Maslach Burnout Inventory Manual,
Palo Alto, California, Consulting Psychologist Press.
Moreno, B. y Oliver, C. (1992): “El MBI como escala de estrés en profesiona-
les asistenciales: adaptación y nuevas versiones”, Ponencia en el Congreso
Iberoamericano de Psicología, Madrid, 04 al 07 de Julio de 1992.
McDougall, J. (1991): Teatros del cuerpo, París, Julián Jekenes.
Pastor, R. (1994): “Mujeres, Género y Sociedad” en Knecher, L. y Panaia, M.
(comp.): La mitad del país. La mujer en la sociedad argentina, Buenos Aires,
Centro Editor de América Latina CEAL.
— “Asimetría genérica y representaciones del género”, en Fernández, J. Género
y Sociedad, Madrid. Pirámide.
Rivera Delgado, A. M. (1997): Presencia del Síndrome de Burnout en médicos del
Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, Tesis de Maestría, Facultad
de Psicología, México D.F., Universidad Nacional Autónoma de México.
Thébaud, F. (2000): “Introducción”, en Duby, G. y Perrot, M., Historia de las
mujeres, T. 5, Madrid, Taurus.
Zaldúa, G.; Fabi, G. y di Marco, G. (2000): “La Prevención desde una perspecti-
va de género. Análisis de los problemas relevantes en salud de las mujeres”
en Zaldúa, G. (comp.): Género y salud, Buenos Aires, Eudeba.
260
V.2 El ethos de cuidado y las cuestiones de género*
por Graciela Zaldúa
Los mandatos tradicionales del cuidado de los otros y las otras por las
mujeres siguen interpelando al feminismo y al movimiento de mujeres, por su
enunciación misma y por los efectos en relación con la condición de género y
el nexo entre capitalismo y patriarcado. El trabajo doméstico y de cuidado, por
una parte, garantiza la realización del plusvalor y, por otro, la de control y tutela
sobre las mujeres. La división sexual del trabajo, los espacios de lo público y pri-
vado y la familia son las claves de las relaciones de producción y reproducción
de las asimetrías.
Cuestiones vinculadas a las posiciones sociales y a la producción de subje-
tividades son espacios de realización de las normalizaciones y naturalizaciones
sexistas o clasistas. Resistencias y acciones transformadoras cuestionaron los
mandatos económicos, jurídicos, transgrediendo las identidades inmutables de
los discursos, las censuras, en el doble juego de resistencia e insurgencia. Como
señala Butler, la acción renovable de la performatividad de género, como mo-
dalidad de poder, entendido como repetición de normas institucionalizadas y
prácticas discursivas que realizan o producen lo que nombran, puede dar lugar a
la desobediencia y transgresión de la estructura de doble sometimiento psíquico
y social. Las posiciones que cuestionan el orden de sometimiento abren caminos
y tiempos múltiples y diversos. Pero, a pesar de la heterogeneidad histórico-
biográfica de las trayectorias de las mujeres, las condiciones de subordinación
sexista permiten visibilizar los vínculos entre hombres y mujeres como relacio-
nes de opresión y, a la vez, como espacios políticos de resistencia.
Consideremos el siguiente hecho: hijos e hijas, ancianos y ancianas, los
hogares, los espacios institucionales y comunitarios, etc. vinculados a la cotidia-
nidad de la reproducción social y biológica son naturalizados como a cargo de
las mujeres. Las asignaciones no sólo describen lo que debemos hacer las muje-
res, sino también nos prescriben con los discursos que refuerzan los mandatos.
Las prácticas sociales y discursivas se actualizan en las significaciones ima-
ginarias, se naturaliza el mandato con prescripciones, deberes, sanciones, cul-
pas, como si fuera un destino que no puede transgredirse sin consecuencias.
Estas normas que generan matrices de relaciones y prescriptivas se rela-
cionan con otras subordinaciones y opresiones estructurales que las sobredeter-
*. Publicado en Korol, C. (comp.) (2007): Hacia una Pedagogía Feminista. Géneros y Educación Po-
pular. Buenos Aires, Editorial El Colectivo-América Libre, págs. 99-105.
261
GRACIELA ZALDÚA
262
EL ETHOS DE CUIDADO Y LAS CUESTIONES DE GÉNERO
263
GRACIELA ZALDÚA
264
EL ETHOS DE CUIDADO Y LAS CUESTIONES DE GÉNERO
265
GRACIELA ZALDÚA
Bibliografía
266
CAPÍTULO VI.
TRANSFERENCIA TÉCNICA Y DISPOSITIVOS DE INTERVENCIÓN
VI.1 Dispositivo taller: modalidad de construcción de saberes
y prácticas autogestivas en salud*
por Graciela Zaldúa, María Belén Sopransi y Verónica Veloso
269
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
270
DISPOSITIVO TALLER: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE SABERES Y PRÁCTICAS AUTOGESTIVAS ...
271
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
272
DISPOSITIVO TALLER: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE SABERES Y PRÁCTICAS AUTOGESTIVAS ...
sólo de ‘desarrollo’ para los pueblos de base, un proceso que incluye simul-
táneamente educación de adultos, investigación científica y acción política,
y en el cual se consideran el análisis crítico, el diagnóstico de situaciones y
la práctica como fuentes de conocimiento. La IAP implica adquirir expe-
riencias e información para construir un poder especial, el poder popular
que pertenezca a las clases y grupos oprimidos y a sus organismos, con el fin
de defender justos intereses de estos y avanzar hacia metas compartidas de
cambio social en un sistema político participativo.
273
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
274
DISPOSITIVO TALLER: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE SABERES Y PRÁCTICAS AUTOGESTIVAS ...
275
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
276
DISPOSITIVO TALLER: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE SABERES Y PRÁCTICAS AUTOGESTIVAS ...
277
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
278
DISPOSITIVO TALLER: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE SABERES Y PRÁCTICAS AUTOGESTIVAS ...
la salud se condensa en que “no hay que esperar hasta llegar a una situación de
urgencia, sino que hay que hacer algo todos los días para mantenerse sano y rea-
lizar controles periódicos de la salud aunque no se tengan síntomas de ningún
malestar”, afirmación que destaca la problemática de la equidad en el acceso.
La alimentación y el acceso a los alimentos que cada uno necesita según
su edad y su estado aparecen en su dimensión política como algo fundamental
relacionado con la salud, como parte de la lucha por el derecho a ella. Una
compañera del MTD sintetiza muy bien esta situación: “para mantenerse sano
hay que comer todos los días”.
En este eje, también se visualizan otros aspectos subjetivantes: el bien-
estar, el poder disfrutar, tener momentos placenteros y el compartir cosas con
los demás ayudan a mantener la salud. Como parte constitutiva del cuidado
de la salud aparecen: la lucha por el derecho a la salud, la organización, el co-
nocimiento y la exigencia de los derechos, la concientización, el desarrollo de
poder popular, la resistencia, la unidad y el despliegue de recursos y potencias
colectivas. La importancia de trabajar en red con otros sectores que compartan
la posición, como algunos trabajadores de la salud y estudiantes, se muestra
como fundamental para potenciar el trabajo y multiplicar la efectividad de las
acciones (Gráfico 3).
Expectativas:
279
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
280
DISPOSITIVO TALLER: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE SABERES Y PRÁCTICAS AUTOGESTIVAS ...
Comentarios finales
281
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
282
DISPOSITIVO TALLER: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE SABERES Y PRÁCTICAS AUTOGESTIVAS ...
Gráfico 1:
Gráfico 2:
Gráfico 3:
283
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y VERÓNICA VELOSO
Bibliografía
284
DISPOSITIVO TALLER: MODALIDAD DE CONSTRUCCIÓN DE SABERES Y PRÁCTICAS AUTOGESTIVAS ...
285
VI.2. Espacios asamblearios y transformación comunitaria*
por Graciela Zaldúa, Roxana Longo, Sandra Estrada Maldonado y María Belén Sopransi
Introducción
El espacio asambleario
287
GRACIELA ZALDÚA, ROXANA LONGO, SANDRA ESTRADA MALDONADO Y MARÍA BELÉN SOPRANSI
última dictadura militar que disciplinó con el terror, y los procesos democráticos
posteriores continuaron los endeudamientos sistemáticos, la desocupación, la
vulneración laboral y social del ajuste neoliberal. Estas operatorias de destitu-
ción de ciudadanía afectaron las condiciones de vida y la producción de subjeti-
vidades (Zaldúa, 2002). La conjugación histórica de ambos (dictadura-neolibe-
ralismo) instó a que la ciudadanía se reservara toda actitud crítica y colectiva de
resistencia y compromiso social; además de poseer una capacidad instrumental
de penetrar y moldear al imaginario social y la vida cotidiana (Rebellato, 1999).
Pero si bien este nuevo tipo de colonización fue y es difícil de resistir, a partir de
diciembre de 2001 se inauguraron o consolidaron nuevos tipos de organizaciones
y movimientos sociales. Las asambleas populares, si bien han decrecido cuanti-
tativamente, han comenzado a construir, al menos algunas, nuevas relaciones,
nuevos vínculos y formas de sentir y hacer política rompiendo con estructuras
tradicionales. En ellas los nuevos protagonismos ponen en cuestión el sentido
habitual de la participación. En estos puntos de resistencia nos encontramos
con nuevos instituyentes que, en la mayoría de los casos son protagonizados por
mujeres. La presencia de las mujeres en los nuevos movimientos sociales propo-
ne la reflexión de la configuración, la dinámica, las necesidades y las prácticas
de los sujetos involucrados en el proceso, puesto que enhebra nuevos desafíos
sociales, políticos y culturales al calor de luchas emancipatorias. Las mujeres
desafían, en muchos casos sin saberlo, un mandato social impuesto que intentan
desarmar desde su accionar en la cotidianeidad asamblearia.
288
ESPACIOS ASAMBLEARIOS Y TRANSFORMACIÓN COMUNITARIA
Nos posicionamos para realizar este proceso desde una ética dialógica que
supone ubicarnos desde el punto de vista de la otra y recorrer un camino donde
juntas leemos y construimos la realidad: co-descubrimiento y co-transforma-
ción. Los temas a tratar en cada encuentro surgieron de los intereses del grupo.
La planificación del taller ha sido horizontal, compartida y consensuada conjun-
tamente con las compañeras de la asamblea una semana antes del taller. Allí se
definió la modalidad y también se elaboró la convocatoria para el taller que fue
publicitado en el diario, en los negocios del barrio y a través del boca a boca. Los
talleres fueron mensuales (primer lunes de cada mes) y tuvieron dos horas de
duración. Se inauguraron el 8 de marzo de 2004 y 2005 con una actividad por el
día internacional de la mujer y culminaron en diciembre con una síntesis de los
temas abordados y un festejo de fin de año.
289
GRACIELA ZALDÚA, ROXANA LONGO, SANDRA ESTRADA MALDONADO Y MARÍA BELÉN SOPRANSI
Asamblea 20 de Diciembre
290
ESPACIOS ASAMBLEARIOS Y TRANSFORMACIÓN COMUNITARIA
291
GRACIELA ZALDÚA, ROXANA LONGO, SANDRA ESTRADA MALDONADO Y MARÍA BELÉN SOPRANSI
Comentarios finales
Aun cuando las poblaciones con las que se trabajó tienen características
disímiles, al implementar el modelo IAP pudimos constatar la plasticidad que
brindan las técnicas utilizadas: cualitativas y participativas. Esto nos lleva tam-
bién a identificar similitudes en los procesos vividos por ambas poblaciones que
comparten el dispositivo asambleario. Si bien ambos sectores pasan mediante
esta participación a ser de hecho visibilizadas socialmente, las intervenciones
relatadas abrieron espacios para repensar en colectivo estos procesos que tenían
efectos concretos, pero no eran del todo resignificados.
Esta perspectiva de la IAP permitió también la co-construcción de saberes
diversos en torno a las dimensiones de género, participación y ciudadanía. Es
importante destacar que, a pesar de las diferencias específicas, en ambos colecti-
vos de mujeres se observan condiciones similares en las tensiones y transforma-
ciones vividas en el pasaje del ámbito privado al público que supone la entrada
de la mujer en la participación política. Estos efectos subjetivos se materializan
en cambios en el posicionamiento en relación con reconocerse sujetos activos
de derecho a través del proceso de empoderamiento del colectivo de mujeres.
Sus testimonios sus gestiones, sus fantasías, sus festejos, sus duelos retroalimen-
tan las iniciativas y la validez epistemológica y psicopolítica1 de la IAP.
Bibliografía
1. Prilleltensky (2004)
292
ESPACIOS ASAMBLEARIOS Y TRANSFORMACIÓN COMUNITARIA
— (1988): Los dominios del hombre: las encrucijadas del laberinto, Barcelona, Ge-
disa.
Foucault, M. (1996): Las redes del poder, Buenos Aires, Almagesto.
Guerrero, M. (2002): “Emergencia y desafíos de las asambleas barriales”, en
Revista Herramienta.
Montero, M. (2003): Teoría y práctica de la psicología comunitaria. La tensión entre
comunidad y sociedad, Buenos Aires, Paidós
Prilleltensky, I. (2004): “Validez psicopolitica: el próximo reto de la Psicología
Comunitaria”, en Montero, M.: Introducción a la Psicología Comunitaria:
desarrollo, conceptos y procesos, Buenos Aires, Paidós.
Rebellato, J. L. (1999): “Ética, derechos humanos y salud. Reflexiones finales”,
en Osimani, M. L. Derechos humanos y salud integral, Montevideo, IDES.
Seoane, J. (2001): “Protesta social, ajuste y democracia. La Encrucijada Lati-
noamericana”, en Observatorio Social de América Latina.
Vargas, V. (2001): Los feminismos latinoamericanos en su tránsito al nuevo mile-
nio. (Una lectura político personal), Perú, Lima, Centro de la mujer peruana
“Flora Tristán”.
Zaldúa, G. (2000): Género y salud, Buenos Aires, Eudeba.
293
VI.3 Ciudadanía, accesibilidad a la salud
y afectaciones subjetivas y colectivas*
por Graciela Zaldúa, María Belén Sopransi, Mariela Nabergoi,
Roxana Longo, Sandra Estrada Maldonado y Verónica Veloso
Introducción
*. Publicado en las Memorias de las XIV Jornadas de Investigación en Psicología, Tomo II Facultad de
Psicología-UBA, 2007, págs. 205-207.
1. “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y
el bienestar, y en especial, la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez
u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”
(artículo 25, inciso 1).
295
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI, MARIELA NABERGOI Y OTROS
296
CIUDADANÍA, ACCESIBILIDAD A LA SALUD Y AFECTACIONES SUBJETIVAS Y COLECTIVAS
Accesibilidad a tratamientos
Hay muchas dificultades para sostener los tratamientos, cualquier ser huma-
no no tiene un tratamiento digno. En Mosconi hay tres mil jubilados y no
se llegan a cubrir las necesidades de todos. Lo que hacemos muchas veces es
cuando alguien termina un tratamiento con medicamentos y le sobran nos
las da así cubrimos lo que pueda necesitar otro. Pero en los que son crónicos,
el cien por ciento no está medicado, ni tratado. Lamentablemente carece-
mos de todo (médica).
El hospital público tiene Remediar pero por lo que veo lo que dan son sólo
antibióticos y quizás el mismo para diferentes patologías. Además todo es
inyectable, desde el más chico al más grande reciben tratamiento inyectable.
Como les decía, con suerte el hospital público llega a abastecer diez días en
el mes de medicamentos, se atienden entre doscientas y trescientas personas
por día (enfermera).
La gente viene a la consulta por la diabetes y siempre que charlo con ellos
sale el tema de YPF, que no están jubilados, y que con ciento cincuenta pesos
del plan no pueden vivir. La cantidad de diabetes aumentó en los últimos
cuatro años, tanto en mujeres como varones y así se van muriendo por falta
de tratamiento (médico).
297
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI, MARIELA NABERGOI Y OTROS
2. Manual de Recursos de la OMS sobre salud mental, derechos humanos y legislación, OMS 2006,
p. 31.
298
CIUDADANÍA, ACCESIBILIDAD A LA SALUD Y AFECTACIONES SUBJETIVAS Y COLECTIVAS
Los derechos que fueron señalados por los promotores como vulnerados
en las situaciones descriptas fueron: Artículo 3°, cobertura universal, acceso
y utilización equitativa de los servicios, acceso a la información; Artículo 4°,
inexistencia de discriminación, acceso a la historia clínica y a información com-
prensible, libre elección de profesional y efector, internación conjunta madre-
niño, gratuidad de la atención; Artículo 21°, vigilancia epidemiológica y sani-
taria, internación de baja y mediana complejidad, diagnóstico y tratamiento
oportuno.
La iniciativa de los grupos subalternos, que encuentran el ejercicio de su
derecho a la salud vulnerado, junto con la participación de ONGs y de la Uni-
versidad Pública, abre la posibilidad de apropiación de los derechos, de prácticas
autorreflexivas-iluminativas, de monitoreo participativo de la salud comunita-
ria, de gestión de los recursos en salud, que producen cambios subjetivos mate-
rializables en nuevas formas de exigencia de una ciudadanía plena.
299
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI, MARIELA NABERGOI Y OTROS
d) Discapacidades
300
CIUDADANÍA, ACCESIBILIDAD A LA SALUD Y AFECTACIONES SUBJETIVAS Y COLECTIVAS
Comentarios finales
Bibliografía
Breilh, J. (2005): Informe alternativo en salud: una herramienta de los pueblos. Ob-
servatorio Latinoamericano de Salud, Quito, Centro de Estudios y Aseso-
ría en Salud–CEAS.
301
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI, MARIELA NABERGOI Y OTROS
302
VI.4. Salud mental, desinstitucionalización y rehabilitación*
por Ana Tisera y Daniel Moreno
Introducción
Desinstitucionalizacion y rehabilitación
*. Publicado en las Memorias de las XIV Jornadas de Investigación en Psicología, Tomo II, Facultad de
Psicología-UBA, 2007, págs. 189-191.
303
ANA TISERA Y DANIEL MORENO
su letra los principios que sustentan la reformulación del actual sistema de aten-
ción de salud mental que se caracteriza por ser fundamentalmente un modelo
reduccionista y hospitalocéntrico.
En relación con el Plan de salud mental referido, se llama a la creación y
desarrollo de una diversidad de dispositivos de rehabilitación y resocialización,
planteados en el artículo 14º de la Ley mencionada que siguen en la actualidad
sin ponerse en práctica.
Esos efectores permitirían llevar adelante una política de desinstitucionali-
zación de personas internadas (o en situación de crisis) y priorizarían formas de
atención ambulatoria.
La demanda de re-estructuración de la asistencia psiquiátrica en América
del Sur comenzó en la década del ochenta, y se oficializa en los noventa con la
Declaración de Caracas (Venezuela, 1990), en la que se prioriza la descentrali-
zación del hospital psiquiátrico y la creación de estructuras alternativas.
La Conferencia Regional reunida en dicho país convocó a los líderes
de la conducción de políticas y acciones sanitarias de los países latinoame-
ricanos conjuntamente con técnicos y parlamentarios. Allí se señala que la
psiquiatría convencional no permite alcanzar los objetivos compatibles con
una atención comunitaria, descentralizada, participativa, integral, continua
y preventiva.
El hospital psiquiátrico, como única modalidad asistencial, aísla al usuario
de su medio, y genera, en consecuencia, mayor discapacidad social; pone en
peligro los derechos humanos y civiles del enfermo y requiere la mayor parte
de los recursos financieros y humanos. Allí instan a la revisión crítica del papel
hegemónico y centralizador del hospital psiquiátrico en la prestación de servi-
cios y promocionan modelos alternativos centrados en la comunidad y dentro
de sus redes sociales.
Contexto nacional
304
SALUD MENTAL, DESINSTITUCIONALIZACIÓN Y REHABILITACIÓN
305
ANA TISERA Y DANIEL MORENO
Objetivo general
Metodología
306
SALUD MENTAL, DESINSTITUCIONALIZACIÓN Y REHABILITACIÓN
idea de proceso por sobre la de resultado. Sabemos que cada proceso de reforma
en esta área, tanto en el ámbito internacional como las experiencias locales, es
único y original. No existen recetas que se puedan aplicar sin tener en cuenta la
voz de los propios actores sociales.
Instrumentos
1. Cuestionarios.
2. Observación participante en dispositivos del área de rehabilitación
3. Observación participante en grupos focales.
307
ANA TISERA Y DANIEL MORENO
Conclusiones
En el contexto actual, la lucha por los derechos civiles debe ser algo prio-
ritario. No tener acceso a la salud, al trabajo, a la educación, a la integración
social, en definitiva es no tener acceso al ejercicio de la ciudadanía, situación que
genera un notorio sufrimiento psíquico. Creemos, entonces, que toda interven-
ción en salud mental está necesariamente ligada a la defensa de estos derechos.
Entendemos que el derecho al trabajo y la participación en la producción
regeneran los vínculos y la apropiación social de lo producido rompe el circuito
alienante que lo excluye.
Creemos que esta integración puede llevarse a cabo a través de nuevos
espacios organizacionales que generen redes entre los diferentes actores de la
comunidad, y favorezcan la autonomía de las personas y el pleno ejercicio de sus
derechos y obligaciones ciudadanas.
La existencia de intervenciones comunitarias que integren a distintos ac-
tores sociales (comunidad hospitalaria, familia, amigos, etc.) o dispositivos al-
ternativos (empresas sociales) permiten abordad la temática de la externación y
tienden a romper con el aislamiento asilar.
Sin embargo, la ausencia de dispositivos señalados en las normativas vi-
gentes (Hogares tutelares, más casa de medio camino, etc.) hace que el panora-
ma de los monovalentes no haya variado demasiado en los últimos años y que la
cantidad de pacientes sea tan elevada y con un giro cama de años.
Si bien una serie de dispositivos con abordaje comunitario existen al inte-
rior del monovalente, éstos no son suficientes para acelerar las externaciones o al
menos hacer más fluido el tránsito por el hospital de nuestros pacientes mentales.
Los puntos de conflicto se centran en que los objetivos de los dispositivos elegi-
dos entran en contradicción con los objetivos de la institución que no se integra
en una red de servicio con la comunidad como indican las normativas vigentes.
Bibliografía
308
SALUD MENTAL, DESINSTITUCIONALIZACIÓN Y REHABILITACIÓN
309
VI.5. Investigación-acción participativa con colectivos
de migrantes en organizaciones comunitarias*
por Graciela Zaldúa, María Belén Sopransi y Sandra Estrada Maldonado
Introducción
*. Publicado en las Memorias de las XV Jornadas de Investigación en Psicología, Tomo II, Facultad de
Psicología-UBA, 2007, págs. 188-190.
311
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y SANDRA ESTRADA MALDONADO
312
INVESTIGACIÓN-ACCIÓN PARTICIPATIVA CON COLECTIVOS DE MIGRANTES EN ORGANIZACIONES COMUNITARIAS
313
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y SANDRA ESTRADA MALDONADO
314
INVESTIGACIÓN-ACCIÓN PARTICIPATIVA CON COLECTIVOS DE MIGRANTES EN ORGANIZACIONES COMUNITARIAS
315
GRACIELA ZALDÚA, MARÍA BELÉN SOPRANSI Y SANDRA ESTRADA MALDONADO
Comentarios finales
Bibliografía
316
INVESTIGACIÓN-ACCIÓN PARTICIPATIVA CON COLECTIVOS DE MIGRANTES EN ORGANIZACIONES COMUNITARIAS
317
318
VI.6 Gestión asociada en la articulación
universidad-comunidad. Proyectos diagnóstico
comunitario y encuesta autogestionada de vivienda
Por la universidad: María Marcela Bottinelli, Mariela Nabergoi y Francisco M. Díaz
Por el barrio: Virina Rojas, Eva Torres, Felipe Vera, Juanita Escobar, Marta Orduñez,
Norma Torres, Julio Sarico, Gloria Quesnel, Pedro Escalante y otros
*. Este trabajo fue publicado parcialmente en las actas del Primer Congreso Nacional “Pensando lo
Audiovisual en Ciencias Sociales y Humanidades” bajo el título “Investigar, aprender y transferir.
El proceso de producción audiovisual como objeto, método y medio de investigación, producción y
participación”, Buenos Aires, 22 al 24 de Abril de 2009.
319
María Marcela Bottinelli y Mariela Nabergoi
Bibliografía