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REPRESENTACIONES SOCIALES DEL NARCOTRÁFICO

EN ADOLESCENTES ESCOLARIZADOS

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD

DOCTORADO INTERINSTITUCIONAL EN PSICOLOGÍA

CONSEJO NACIONAL DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Presenta

OSCAR ULISES REYNOSO GONZÁLEZ

Director

DR. RUBÉN SOLTERO AVELAR

Lectores

DRA. MARÍA DE LOURDES VARGAS GARDUÑO

DR. FRANCISCO QUIÑONEZ TAPIA

Sinodales

DR. JUAN FRANCISCO CALDERA MONTES

DR. DAVID MORENO CANDIL

GUADALAJARA, JALISCO

ENERO DE 2020
AGRADECIMIENTOS
Quisiera comenzar agradeciendo a mi esposa, Mayra, y a mis hijos, Julieta y Leonardo, por
el cariño, apoyo y, sobre todo, paciencia, que me brindaron durante todo el doctorado. Son
ellos quienes le dan sentido a todo lo que hago.

También agradezco a mis padres, Toño y Conchis, porque sentaron las bases de mi interés
por el estudio y me motivaron a seguir por el camino correcto. A mis suegros, Josefina y José
Ángel, por el cariño y confianza depositada en mí. A mis amigos y maestros, Rosario y Juan,
quienes me han guiado y acompañado en toda mi formación académica.

Particularmente, sobre la elaboración del trabajo de investigación, éste no hubiera sido


posible sin el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Fue gracias
a la beca recibida que pude dedicarme completamente a mis estudios.

Quisiera agradecer la asesoría, libertad y confianza que me brindó mi director, el Dr. Rubén
Soltero Avelar, tanto en la consolidación del tema, como en el cambio de paradigma que me
sugirió. Aunque fue difícil al inicio, valió la pena. También a la Dra. María de Lourdes
Vargas Garduño, que con minuciosas revisiones mejoró enormemente la calidad de la
investigación, así como al Dr. Francisco Quiñones Tapia, por su acompañamiento en todo el
proceso. En este rubro también debo de agradecer la asesoría de Aarón González Palacios,
quien me convenció del potencial de las representaciones sociales.

Finalmente, quisiera aprovechar este espacio para externar una sincera disculpa al Dr. David
Moreno Candil. Estas líneas son testimonio de la admiración y el reconocimiento a su trabajo.
RESUMEN
El presente estudio tuvo como propósito analizar la configuración de las representaciones
sociales del narcotráfico de un grupo de adolescentes escolarizados de la región Altos sur del
estado de Jalisco, México. Se identificaron los elementos de campo, actitud e información de
las representaciones, así como los procesos de objetivación y anclaje. Adicionalmente, éstas
fueron comparadas de acuerdo al sexo, escolaridad y tipo de escuela de los participantes. La
investigación se desarrolló bajo el enfoque cualitativo de investigación, tomando a la teoría
de las representaciones sociales, bajo la perspectiva estructural, como marco interpretativo
del estudio. Participaron 160 adolescentes de Jalostotitlán, municipio ubicado en la región
antes mencionada, elegidos a través de un muestreo por conglomerados, considerando el
sexo, la escolaridad y el tipo de institución en la selección. Para la recolección de información
se usó la técnica de listados libres, el cuestionario y el dibujo o soporte gráfico, mientras que
en el análisis de los datos se utilizó el análisis prototípico de importancia-frecuencia y las
redes semánticas. Los resultados mostraron que la estructura de la representación social está
conformada por los instrumentos, características, acciones, actores, consecuencias y
propósitos del narcotráfico. De forma particular, sobresalen las drogas y las armas como
instrumentos o herramientas, la riqueza como característica, el tráfico de drogas como su
actividad fundamental, los narcos como los actores centrales y la muerte como la
consecuencia inevitable. Finalmente, las drogas y el dinero son los elementos que dan sentido
a la existencia del narcotráfico, su propósito y razón de ser. La actitud de los adolescentes
hacia el narcotráfico es predominantemente negativa, sustentada en las consecuencias
adversas de su existencia. En pocas ocasiones se pueden encontrar posturas ambivalentes o
indiferentes a sus acciones y, en mucha menor proporción actitudes positivas que enaltecen
los beneficios personales de riqueza, poder u opulencia que puede caracterizarlos. Los
adolescentes encuentran en las noticias y la televisión las fuentes centrales de información
sobre el tema, sin embargo, en los procesos de socialización con la familia, amigos y
compañeros en la escuela se configura la representación social del narcotráfico. En tal
configuración, las narcoseries y los narcocorridos juegan un papel importante, aunque en la
mayoría de los casos no determinará su actitud el fenómeno.

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ÍNDICE

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ....................................................................... 9

1.1 Introducción ............................................................................................................. 9

1.2 Antecedentes .......................................................................................................... 20

1.2.1 Análisis sobre el contenido narcocultural ....................................................... 20

1.2.2 La opinión, representación o memoria colectiva hacia el narcotráfico .......... 21

1.2.3 Factores que influyen en el mantenimiento del narcotráfico .......................... 27

1.3 Justificación ........................................................................................................... 28

1.4 Planteamiento del problema................................................................................... 29

1.4.1 Objetivo general de investigación .................................................................. 29

1.4.2 Objetivos específicos de investigación ........................................................... 29

1.4.3 Pregunta general de investigación .................................................................. 29

1.4.4 Preguntas específicas de investigación ........................................................... 30

1.4.5 Supuestos de la investigación ......................................................................... 30

2. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL ...................................................................... 31

2.1 Las representaciones sociales ................................................................................ 31

2.1.1 El origen de las representaciones sociales: Emilie Durkheim ........................ 31

2.1.2 El concepto de Representaciones sociales: Serge Moscovici ......................... 33

2.1.3 Epistemología de las representaciones sociales.............................................. 35

2.1.4 Conformación de las representaciones sociales.............................................. 37

La objetivación ........................................................................................ 37

Anclaje .................................................................................................... 38

2.1.5 Dimensiones de las representaciones sociales ................................................ 38

La información ........................................................................................ 39

4
La actitud ................................................................................................. 39

El campo de la representación ................................................................. 40

2.1.6 Enfoques en las representaciones sociales...................................................... 40

El enfoque procesual ............................................................................... 40

El enfoque estructural.............................................................................. 41

2.2 La adolescencia ...................................................................................................... 43

2.3 Narcotráfico y narcocultura ................................................................................... 46

2.3.1 Conceptualización .......................................................................................... 46

2.3.2 Historia del narcotráfico en México ............................................................... 48

Primeros años (de principios del siglo a 1940) ....................................... 49

Auge y conformación del monopolio de las drogas (1940-1980) ........... 51

Fragmentación y ruptura (1980-1990) .................................................... 56

Guerras y captura del parcial del estado (1990-2006)............................. 59

Del 2006 a 2012, el inicio de la guerra contra las drogas ....................... 65

Del 2012 a la actualidad .......................................................................... 67

3. METODOLOGÍA DEL ESTUDIO .............................................................................. 71

3.1 Diseño y análisis de datos ...................................................................................... 71

3.1.1 El campo de la representación ........................................................................ 72

3.1.2 La actitud ........................................................................................................ 82

3.1.3 La información ............................................................................................... 83

3.1.4 Los procesos de objetivación y anclaje .......................................................... 84

3.1.5 La comparación del campo y la actitud de la representación según el sexo,


escolaridad y tipo de escuela de los estudiantes ........................................................... 85

3.2 Participantes ........................................................................................................... 86

3.2.1 Criterios de Inclusión y exclusión: ................................................................. 90

5
3.3 Instrumentos........................................................................................................... 90

3.3.1 Presentación y asentimiento ........................................................................... 90

3.3.2 Cuestionario sociodemográfico ...................................................................... 91

3.3.3 Objetivación y anclaje .................................................................................... 91

3.3.4 Ejercicio de asociación jerárquica .................................................................. 92

3.3.5 Cuestionario sobre acercamiento a la narcocultura ........................................ 92

3.4 Procedimiento ........................................................................................................ 94

3.5 Consideraciones éticas ........................................................................................... 95

3.6 Prueba piloto .......................................................................................................... 96

4. RESULTADOS ............................................................................................................ 97

4.1. Configuración del campo de la representación ...................................................... 97

4.1.1. El análisis prototípico de importancia/frecuencia .......................................... 98

4.1.2. El análisis de redes semánticas ..................................................................... 100

4.1.3. El significado de los cognemas .................................................................... 101

4.1.4. La reordenación de los cognemas ................................................................. 108

4.1.5. El análisis prototípico de importancia/frecuencia por categorías ................. 111

4.1.6. El análisis de redes semánticas por categorías ............................................. 113

4.2. El elemento de la información ............................................................................. 115

4.3. La parte actitudinal .............................................................................................. 118

4.4. Los procesos de objetivación y anclaje ................................................................ 121

4.5. Comparación entre sexo, escolaridad y tipo de escuela ....................................... 125

4.5.1. Sexo .............................................................................................................. 125

4.5.2. Escolaridad ................................................................................................... 131

4.5.3. Tipo de escuela ............................................................................................. 138

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES ................................................................................... 145

6
Sobre los resultados del estudio ..................................................................................... 145

Sobre la metodología utilizada ....................................................................................... 158

Sobre las limitaciones del estudio .................................................................................. 161

Sobre las líneas de investigación y estudios posteriores ................................................ 163

Conclusiones................................................................................................................... 164

REFERENCIAS ................................................................................................................. 167

ANEXOS ............................................................................................................................ 179

Anexo 1 Instrumento de recolección de datos ................................................................ 181

Anexo 2 Consentimiento informado .............................................................................. 184

Anexo 3 Proceso de sinonimia ....................................................................................... 185

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1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

CAPÍTULO I

1.1 Introducción

El narcotráfico es el comercio ilícito de sustancias que se encuentran prohibidas por la ley.


Al mencionar “comercio” se hace alusión a las actividades de cultivo, fabricación,
distribución y venta de las mismas, siendo la marihuana, heroína, cocaína y metanfetamina
(es sus diferentes variedades) las más populares (UNODC, 2017).

Si bien el origen de estas actividades se remonta a principios del siglo XX (Valdés, 2013), la
distinción o señalamiento de las sustancias prohibidas o drogas ilegales, decretados por los
distintos estados o gobiernos, ha sido transformada a lo largo de los años, por ejemplo, desde
considerar ilegal el comercio de alcohol en los Estados Unidos de América, hasta la reciente
legalización de la marihuana en algunos países.

Lo cierto es que, como menciona la Organización de las Naciones Unidas a través de su


departamento contra la Droga y el Delito (UNODC, 2017), el narcotráfico es una industria
que tiene un gran mercado (principalmente en Norteamérica y Europa) y, por tanto, produce
millones de dólares anuales en sus distintas actividades, convirtiéndolo en un negocio
rentable pero altamente peligroso y dañino. Incluso, en el informe Mundial sobre las Drogas
(2016), el mismo organismo señala que la marihuana sigue siendo el producto de mayor
tráfico, aunque las llamadas drogas sintéticas continúan en ascenso debido a la diferencia en
cuestión de volumen, logística y ganancia. Un kilogramo de cocaína, por mencionar un
ejemplo, tiene un volumen mucho menor que la marihuana, lo que facilita su traslado, la
logística de entrega y, adicionalmente, representa una exponencial diferencia de ganancia
entre ambos productos.

El tráfico de drogas es clasificado como un delito y un problema a combatir bajo dos tipos
de discurso, uno “médico – jurídico” y otro “económico – político” (Ovalle, 2005). El
discurso “médico – jurídico” hace hincapié en que las drogas son un peligro para la propia
humanidad dadas sus características de dependencia, nocividad y apertura. La dependencia
se coloca en primer lugar, ya que obliga a las personas a continuar consumiendo sin importar
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

las consecuencias; es decir, desde la forma de adquirir el dinero a través del robo o venta de
bienes personales o ajenos, hasta las eminentes consecuencias de violencia y separación
familiar. Esto conlleva a cometer actos que, sin tener un juicio comprometido por las drogas,
jamás habrían considerado realizar. La nocividad, en segundo lugar, por los estragos que
éstas generan en el cuerpo, como el deterioro de los órganos, aspectos estéticos de la piel, el
rostro y las funciones cerebrales, sobre todo de las llamadas drogas duras (heroína, cocaína
metanfetaminas, entre otras). Por último, la apertura, donde el acercamiento a una droga
incita al individuo al consumo de otras más peligrosas, aumentando el nivel de adicción y
dependencia que llevarán al sujeto a la muerte por sobredosis. En resumen, este discurso
sataniza por completo el uso de las drogas señalando sus características adversas.

Por otra parte, el discurso “económico – político”, como señala Arieta (2001, citado por
Ovalle, 2005) tuvo su génesis en el momento en que son detectadas las grandes ganancias
del narcotráfico. Se señaló el impacto que generaba los miles de millones de dólares de este
negocio que llegan a las naciones productoras y consumidoras, lo cual provocaba corrupción,
desmoralización y violencia. El narcotráfico, como todo tipo de mercado ilegal, por
naturaleza, necesita de la violencia para funcionar. Normalmente, el estado resguarda y
asegura las transacciones económicas para generar la confianza entre comprador y vendedor,
sin embargo, al actuar fuera y contra del estado, el narcotráfico no cuenta con protección de
manera oficial, por lo que los procesos de compra y venta no funciona a través de la
confianza. Ellos deben establecer sus propias reglas y necesitan mecanismos que aseguren el
cumplimiento de los acuerdos, por lo que hacen uso de la violencia como mecanismo para
certificar el cumplimiento de convenios. Una menor confianza resulta en una mayor
tendencia a no cumplir los pactos entre los distintos actores, lo que llevará a mayores
conflictos. En tal sentido, en lugar de trabajar con el valor de la confianza, se opera mediante
el miedo, buscando ser lo más temible posible para evitar el incumplimiento de acuerdos,
mientras se usan estrategias como la corrupción, las amenazas y, principalmente, la violencia
para establecer las reglas (Valdés, 2013).

Ambos discursos señalan al narcotráfico como un problema severo que aqueja a la sociedad
y representa un peligro por el tipo de mercancía con la que trafica y las consecuencias
sociopolíticas y económicas que conlleva. Bajo estos argumentos, distintos organismos

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

nacionales e internacionales alrededor del mundo persiguen constantemente a los individuos


involucrados en estas transacciones, acción que provoca enfrentamientos y disputas entre los
bandos.

Con respecto de su acción y conformación, aunque el narcotráfico puede ser practicado por
individuos particulares que siembran y venden al menudeo, su estructura más convencional
la constituyen grupos de individuos organizados jerárquicamente denominados cárteles. Los
cárteles son los encargados del comercio de drogas en un determinado espacio geográfico,
con una clientela establecida y rutas de transporte y comercio delimitadas. Sus actividades
generalmente sobrepasan el narcotráfico, dedicándose también a la extorsión, secuestro, robo
y otras formas de crimen organizado. Dado que su funcionamiento es completamente similar
a una organización empresarial, sus integrantes tienen distintos roles y funciones: un área de
dirección en la que el líder o líderes toman las decisiones importantes; un área de cultivo,
fabricación o recolección de materia prima; un área de logística, distribución y venta; y, la
más importante, un área de seguridad y respaldo (Valdés, 2013).

Para entender el fenómeno del narcotráfico debe ponerse especial atención a tres aspectos
principales. En primer lugar, la evolución del narcotráfico a lo largo de los años como
empresa ilegal que comenzó como micronegocio, hasta convertirse en una de las empresas
más redituables. En segundo lugar, el aumento en la demanda de consumo en los Estados
Unidos y el posicionamiento de la Casa Blanca ante las drogas. Por último, la relación del
narcotráfico con la política, la forma en que las instituciones intervinieron y los mecanismos
de coerción del narcotráfico (Valdés, 2013).

En relación el último aspecto, en el transcurso de la última década, el narcotráfico en México


se ha convertido en uno de los problemas más graves y preocupantes del país, incluso,
algunos autores señalan a este periodo como uno de los más violentos en la historia, con
enfrentamientos entre la policía y las bandas criminales, desapariciones forzadas,
evacuaciones masivas en zonas de conflicto y la continua lucha por el territorio y las plazas
(Animal Político, 2016; Langer, 2015; Proceso, 2016).

Esto no significa que el narcotráfico en México tuvo sus inicios en la década pasada, sino
que, como muchos autores mencionan (Reyes, Moslares, & Paola, 2015; Moreno, 2014;

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

Moreno, Burgos & Valdéz, 2016; Pereyra, 2012; Ramírez & Guillén, 2012), la estrategia
nacional contra el narcotráfico emprendida por el expresidente Felipe Calderón enfatizó el
enfrentamiento entre la policía y las bandas criminales. Sin realizar, por ahora, un análisis
sobre la efectividad y pertinencia de este combate al narcotráfico, y aunque mucho se ha
mencionado sobre la supuesta relación entre el estado mexicano y los distintos grupos
delictivos para privilegiar la persecución de unos y la protección de otros (Valdés, 2013), sus
consecuencias derivaron en una continua lucha entre las diversas fuerzas armadas del estado
y los cárteles mexicanos, donde se han cobrado numerosas vidas para ambos bandos, junto a
las muertes de personas inocentes dentro del fuego cruzado en las llamadas zonas de conflicto
y plazas estratégicas, principalmente en estados en los que se desarrolla el cultivo o se tiene
un punto central de comercio con los Estados Unidos: Baja California Norte, Chihuahua,
Tamaulipas y Sinaloa.

Hasta el momento se ha expuesto al narcotráfico como un tipo de comercio ilegal que tiene
fuertes repercusiones políticas, económicas, sociales y sanitarias en la población donde se
lleva a cabo, pero en tal descripción de la problemática, además, quedan pendientes otro tipo
de manifestaciones que provocan en la comunidad. En particular, el incremento de violencia
pública durante el combate al narcotráfico y la disputa entre los distintos cárteles por el
monopolio del poder ha provocado distintos efectos sociológicos, psicológicos y hasta
económicos en la comunidad mexicana en general, principalmente sobre la percepción de
inseguridad y corrupción gubernamental (Ramírez & Guillén, 2012), pero también, causando
el cierre de negocios y la emigración de las zonas de mayor enfrentamiento (Schwarz, 2014).

En este mismo sentido, además de las trágicas consecuencias enunciadas, existe otra secuela
sumamente compleja en todo este proceso, la cual consiste en un mayor acercamiento a la
idiosincrasia, prácticas, conductas y cosmovisión de los narcotraficantes y cárteles. Para
entender esta problemática es preciso describir que el narcotráfico, además de llevar a cabo
las actividades antes mencionadas, contiene una fuerte carga identitaria entre sus miembros
que les permite distinguirse y dar cohesión al grupo, es decir, una narcocultura. La
narcocultura puede entenderse como las manifestaciones comportamentales, expresiones
artísticas y prácticas discursivas de aquellos que presentan un vínculo laboral, familiar o
simplemente sentimental con el narcotráfico.

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

Una de las manifestaciones más evidentes de la narcocultura se expresa a través de la música,


en particular de los llamados narcocorridos. Estas composiciones exhiben historias, hazañas
o declaraciones de los narcotraficantes, denotando poder, opulencia y supremacía frente al
gobierno u otros contrincantes. Los narcocorridos representan uno de los aspectos más
importantes en la manifestación de dicha cultura. Como señala Mondaca (2012):

Por los narcocorridos pasan los sujetos simbólicos representantes del mundo narco,
sus objetos concretos –vestimenta, vehículos, música, joyas, bebidas, celebraciones y
más–, sus elementos subjetivos –creencias, valores, códigos, éxito, poder, ilegalidad,
fracasos y triunfos–. Pero no sólo eso, los contenidos del género apelan a sentidos de
identidad que tengan que ver con la pertenencia, el arraigo, el territorio, los lazos
familiares, la lealtad, de códigos, entre otros, que forman parte de un universo
simbólico creador y (re)creador de visiones del mundo en términos de una ética y
estética (p. 15).

Al convivir los narcotraficantes en sociedad, exteriorizan sus prácticas discursivas,


convirtiéndolos en epicentro de cambios y transformaciones sociales y culturales
relacionadas con nuevas pautas de relación, valores y legitimación. Por tanto, se genera un
escenario o entidad sociocultural que agrupa un conjunto de prácticas que se asocian al
narcotraficante: derroche, opulencia, transgresión, desobediencia y violencia, por mencionar
algunas (Ovalle & Giacomello, 2006); sin olvidar que los conceptos que eran propios de los
narcotraficantes, comienzan a ser cotidianos para el resto de las personas (Ovalle & Díaz,
2014).

Al igual que el propio narcotráfico, la narcocultura no tiene su origen en años recientes, ya


que es posible rastrear algunos vestigios de composiciones e historias con contenido
narcocultural desde varias décadas atrás, sin embargo, su popularización se ha incrementado
exponencialmente debido a una serie de factores. En primer lugar, la normalización y
enunciación del tema en todo el país a través de los medios de comunicación masiva y las
redes sociales. En segundo, el éxito de grupos musicales y producciones televisivas con un
fuerte contenido narcocultural que, debido a distintas plataformas de música y video, tuvieron
una mejor distribución y un mayor alcance a distintos tipos de audiencia. Su contenido
exponía una visión distinta al discurso médico-jurídico y económico-político que satanizaba
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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

al narcotráfico, mostraron en cambio, una perspectiva que enaltecía al narcotraficante como


héroe, con valores familiares, dedicación y un fuerte lazo religioso. Estos factores, en
conjunto, colocaron los ingredientes necesarios para la popularización de la narcocultura.
Incluso, en este momento existen un mundo de negocios que comercializan con películas,
canciones u objetos relacionados con la narcocultura que generan cuantiosas ganancias
debido a su demanda (Schwarz, 2014).

La narcocultura representa, por tanto, un gran problema social dado el contenido y el mensaje
que proyecta a través de distintos actores, series televisivas, películas y composiciones
musicales ya que:

- Presenta la idea del narcotraficante como un héroe con poder, dinero y lujos
- Muestra al narcotráfico como una opción de empleo que ofrece cuantiosas ganancias
- Ilustra una vida llena de aventura, intriga y emociones
- Exhibe un sentimiento de rechazo a la autoridad y al gobierno
- Exterioriza un sentido de fraternidad y lealtad entre sus integrantes
- Su discurso muestra un alto contenido de violencia, homofobia, machismo y
distorsión religiosa

Un breve vistazo a los contenidos de la narcocultura (dígase música o producciones


televisivas) permite detectar fácilmente que, tanto el narcotraficante como el individuo
relacionado con la narcocultura, presenta una clara distorsión en la interpretación ética del
bien y el mal que, además, viene acompañada de una creencia espiritual distorsionada de la
religión católica. Una seguridad completa en que sus acciones están justificadas por la
búsqueda de un bien mayor, bajo la anuencia y protección de distintos santos o vírgenes que
interceden a su favor frente a sus enemigos y perseguidores.

El contenido narcocultural, aunado a la inseguridad, condiciones económicas adversas,


corrupción, enriquecimiento ilícito y pocas oportunidades de trabajo (por mencionar algunos
aspectos) pone sobre la mesa los ingredientes necesarios para ver, en la figura del
narcotraficante, la imagen de un héroe que encarna el hartazgo del pueblo y en el narcotráfico
como una opción de empleo para salir de la pobreza. De hecho, en ocasiones se ha percibido
a los narcotraficantes como una especie de “Robin Hood Mexicano”, ya que parte de sus

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

ganancias son utilizadas para beneficiar los pueblos donde radican, creando escuelas,
hospitales, iglesias y viviendas para los pobladores. Incluso, desarrollando tareas que
corresponden al gobierno, dado que éste se muestra incapaz de cumplir. Todo ello distorsiona
la percepción sobre la naturaleza y origen de su riqueza para resaltar, en cambio, su poder,
estatus y valores de comunidad.

En tal sentido, la imagen proyectada sobre el narcotráfico y la narcocultura resulta bastante


contradictoria; por un lado, un discurso sobre los peligros y consecuencias negativas que su
presencia ocasiona, por otro, la idea de una vida llena de lujos, riqueza, poder y emociones.
Ante tal disparidad, resulta de suma importancia conocer la forma en que los individuos
perciben al narcotráfico y los narcotraficantes, es decir, los elementos que conforman la
representación hacia el capo o sicario y sus actividades, los aspectos más importantes de éste
y el propio aspecto emocional implicado.

Una forma adecuada de atender a tal proposición puede ser a través de la teoría de las
representaciones sociales. De forma resumida, esta teoría estudia el pensamiento ingenuo, el
sentido común o la visión del mundo, para entender las interacciones y las prácticas sociales
(Abric, 2001a). Las representaciones sociales se forman en la interacción social, y son
representaciones de algo o alguien de carácter simbólico. Su formación se realiza a través de
dos procesos a saber: el anclaje, que se refiere a la clasificación, denominación e integración
de algo desconocido a nuestro sistema de categorías, y la objetivación, que consiste en que
conceptos abstractos adquieran una entidad tangible (Garrido & Álvaro, 2007). Las
representaciones sociales:

funcionan como un sistema de interpretación de la realidad que rige las relaciones de los
individuos con su entorna físico y social, ya que determinarán sus comportamientos o sus
prácticas. Es una guía para la acción, orienta las acciones y las relaciones sociales. Es un
sistema de pre-descodificación de la realidad puesto que determina un conjunto de
anticipaciones y expectativas (Abric, 2001a, p. 13).

Aunque existen distintas escuelas dentro de las representaciones sociales, cada una con
sugerencias específicas sobre la forma de entender y desarrollar su postura, la propuesta de

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

Abric (2001a) sobre el núcleo central resulta idónea para un adecuado acercamiento al tema
del narcotráfico y la narcocultura.

Conocer las representaciones sociales que los individuos construyen hacia el narcotráfico es
un aspecto de suma importancia debido principalmente a la función de éstas como sustento
de la conducta, es decir, que determinadas acciones de un individuo parten de la
representación que estos tienen a ciertos objetos, sucesos, personas o hechos. En otras
palabras, conocer la representación social del narcotráfico permite identificar el interés,
aceptación y hasta la intención de los individuos de pertenecer o ingresar a una organización
criminal (De la O & Flores, 2012).

Ante tal situación, la delimitación del problema de la representación del narcotráfico resulta
un poco más evidente, es decir, dado el aumento de conflictos y la popularización de la
narcocultura, se ha normalizado la violencia como un aspecto cotidiano o natural, que reduce
la sensibilidad ética de las acciones de estos grupos, asumiendo la justificación de su
conducta en las circunstancias adversas del país y la borrosa e intangible promesa de una
vida de lujos, dinero y poder que en la integración con el narcotráfico puede encontrarse,
generando, por tanto, un actitud positiva hacia éste.

Es preciso señalar que los adolescentes son quienes se encuentran más vulnerables ante el
contenido narcocultural, específicamente aquellos cuya edad se ubica entre los 12 y los 18
años y cursan la secundaria o el bachillerato. Esta etapa del desarrollo es más susceptible a
las imágenes emitidas por la narcocultura, ya que se caracteriza por una serie de cambios
biológicos, psicológicos, sociales y culturales, los cuales a su vez conllevan un conjunto de
conflictos existenciales, identitarios, de socialización y de la personalidad. Estos suceden de
forma simultánea y manifiestan la transición entre la etapa infantil y la etapa adulta, a la par
de su preparación académica e inserción a las actividades económicas, sociales y políticas
(Cisneros, 2014).

En consecuencia, las riñas familiares y escolares, las preocupaciones sobre la aprobación,


atención, reconocimiento, demostración de poder y ostentación son situaciones que los
caracterizan y, ante ellas, las muestras de desobediencia, desafío y rebeldía en el contexto
familiar y escolar son más que habituales. En tal sentido, la imagen proyectada por la

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

narcocultura pareciera embonar en dichas necesidades y conflictos, al configurar la idea del


narcotraficante como un personaje desafiante, en contra de la autoridad y las normas, con
dinero, poder y reputación.

El contenido narcocultural puede llegar a los adolescentes a través de series, películas o


canciones que se encuentran al alcance de cualquier individuo con acceso a una televisión o
internet. Otra forma de acceder a dichos contenidos es mediante la socialización con
miembros familiares, con amigos o compañeros de la escuela. En particular, el contexto
escolar es el campo perfecto para la expresión y consolidación de las representaciones
sociales de los adolescentes sobre cualquier fenómeno de la realidad. Estas representaciones
sociales, como sustento de la conducta, permiten detectar la información, creencias y
disposiciones de los adolescentes hacia el narcotráfico, así como la posibilidad de su ingreso
e integración a este tipo de actividades.

En una organización criminal, los adolescentes pueden llevar a cabo distintas labores, ya que
es más fácil pasar desapercibidos y cuentan con acceso a lugares que el narcotraficante
común no. De este modo, se reclutan estudiantes que sean capaces de vender sustancias
dentro de las instituciones escolares, son contratados como vigilantes o halcones para
supervisar o cuidar lugares o personas y usados como mulas para transportar dinero o
sustancias sin ser detectados. Los adolescentes pueden considerarlo una aspiración o
posibilidad de empleo ante un contexto de desigualdad o pobreza, asumiéndolo como una
salida fácil y efectiva para mejorar la calidad de vida, sin un análisis de las consecuencias
que ello podría conllevar (Moreno & Flores, 2015; Ovalle, 2010). Por tanto, existen
estudiantes que se dedican a la venta de sustancias, quienes deben buscar consumidores
potenciales entre sus compañeros, vecinos y amigos. Consecuencia de lo anterior, existe un
mercado de sustancias ilegales en el entorno inmediato de los adolescentes, desde los
alrededores del barrio hasta dentro de las propias instituciones escolares. Aunque cualquier
estudiante es vulnerable a esta situación, los blancos idóneos suelen ser los estudiantes menos
adaptados al entorno escolar, quienes muestran signos de desobediencia y una actitud positiva
hacia la transgresión de normas sociales.

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

Todos los aspectos anteriores dejan clara la susceptibilidad de los adolescentes frente al
fenómeno del narcotráfico y la importancia de conocer la estructura de estas representaciones
sociales.

Aunado a lo anterior, uno de los aspectos principales de la representación social del


narcotráfico y el narcotraficante recae en el contexto específico del estudio. No es lo mismo
estudiar la construcción social de la realidad de un adolescente o joven de la frontera entre
México y Estados Unidos y otro del centro del país. El contexto donde estos se desenvuelven
influye determinantemente en la representación del narcotráfico, así como la percepción de
los ciudadanos hacia la corrupción, la violencia y la lucha del gobierno mexicano frente a
éste (Vilalta, 2015). Existen algunos estudios sobre las representaciones sociales de
adolescentes y jóvenes hacia el narcotráfico, la narcocultura o los narcotraficantes en diversos
contextos del territorio mexicano. La gran mayoría se desarrollaron en zonas con una fuerte
presencia de violencia y tráfico de drogas, donde la problemática es una cuestión casi
cotidiana y tienen décadas de convivencia con el crimen organizado. La problemática diaria,
la lucha continua y el entorno de violencia son elementos que configuran las representaciones
sociales de estos individuos sobre el narcotráfico y los narcotraficantes.

Una situación distinta ocurre en otras partes de la República, donde el narcotráfico no


representa un problema alarmante en el sentido de que no son plazas o territorios en disputa
o de trasiego de droga a los Estados Unidos y, ante tal situación, no son más que espectadores
ajenos a la sensación de vivir en continuo conflicto. Sin embargo, existen otros contextos que
se encuentran en un umbral diferente, aquellos lugares en los que el problema del narcotráfico
comienza a ser un aspecto emergente a partir de la lucha entre el estado y los cárteles y que
han tenido como consecuencia el desequilibrio de poder y la disputa por los territorios. Un
ejemplo de este tipo de contexto se presenta en la región Altos Sur del estado de Jalisco.

Esta región está constituida por los municipios de Acatic, Arandas, Cañadas de Obregón,
Jalostotitlán, Jesús María, Mexticacán, San Ignacio Cerro Gordo, San Julián, San Miguel el
Alto, Tepatitlán de Morelos, Valle de Guadalupe y Yahualica de González Gallo (INAFED,
2010). Tiene una población de 413,972 habitantes que representan el 5.2% del total de
personas en el estado. La sede de la región se encuentra en el municipio de Tepatitlán. La
zona se caracteriza económicamente por la producción de cultivos de maíz, trigo, agave, maíz
18
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

forrajero, frijol, maíz asociado, pasto y alfalfa. Aunque todos los municipios que integran la
región son reconocidos por sus actividades peculiares, destacan la producción tequilera de
Arandas y la industria avícola y empacadora de Tepatitlán (INAFED, 2010). En el aspecto
social, la región es conocida popularmente por ser muy conservadora. Además de ello,
presenta uno de los porcentajes más elevados de población católica con un 98.72% del total
de ciudadanos, el cual es mucho mayor al 93.74% reportado para todo el estado (IIEG, 2017).
Algunos municipios de la región se caracterizan por los altos niveles de migración a Estados
Unidos, donde ciertos miembros de la familia buscan mejores oportunidades en el país del
norte, sin embargo, esta tendencia se ha reducido considerablemente en los últimos años
(Durand & Arias, 2014).

Respecto al tema del narcotráfico, la región Altos Sur de Jalisco fue testigo de una transición
de mando entre el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Desde la
década de los ochenta, el territorio había sido custodiado por el Cartel de Sinaloa, sin que se
presentara algún tipo disputa significativa por el dominio de la plaza. Sin embargo, como se
mencionó con anterioridad, a partir de la denominada guerra contra el narcotráfico, en todo
el territorio nacional se desarrollaron enfrentamientos armados que ocasionaron un
desequilibrio de poder y nuevos actores en escena.

Este proceso en la región fue particularmente violento (Osorio, 2015), con algunos
enfrentamientos armados, exposición de cadáveres en lugares públicos y narco-mantas
(Osorio, Reza, & Cobián, 2015; Osorio, 2013; Proceso, 2011). Incluso, actualmente
continúan los enfrentamientos de forma intermitente en algunos municipios de la región
(Reza, 2018).

Particularmente, hay un municipio dentro de la región que ha sido en los últimos meses
blanco de numerosos enfrentamientos entre los cárteles y la policía, que lo han llevado,
incluso, a ser noticia a nivel nacional, a saber, Jalostotitlán. Este municipio ha estado
enmarcado por una reciente ola de violencia que han sensibilizado a sus pobladores de
manera significativa. Tan solo en 2018 se reportaron pugnas con armas de fuego en las calles
de la ciudad (Reza, 2018). Sin embargo, es preciso señalar que todos estos cambios se dan
en un contexto que desconoce el lado violento del narcotráfico, poniendo en boca de todos el
tema de la inseguridad, el tráfico de drogas, los cárteles y los capos. Situar en el centro de la
19
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

visión y discusión pública tales temas, conlleva a la construcción social del narcotráfico y la
narcocultura, consolidando creencias, sentimientos, disposiciones, objetos e información de
todo tipo en el imaginario colectivo. Es por ello por lo que, reconocer las representaciones
sociales de las personas en este tipo de contexto, se vuele pertinente e interesante.

Después de la exposición de la problemática mencionada en conjunto, surge la propuesta de


investigar y conocer las representaciones sociales sobre el narcotráfico en la población más
vulnerable ante ello, es decir, de los adolescentes de secundaria y bachillerato del municipio
de Jalostotitlán de la Región Altos sur de Jalisco.

1.2 Antecedentes

Uno de los aspectos principales en el proceso de investigación radica en la localización de


autores y trabajos que sobre el tema de interés se han realizado. Este proceso permite conocer
los hallazgos, la población analizada y, principalmente, la forma en que el fenómeno ha sido
conceptualizado y abordado. Con respecto del tema del narcotráfico o narcocultura se hizo
una búsqueda profunda en la literatura especializada (en idioma español), encontrándose
algunos trabajos sobre el tema.

En dicha búsqueda, se encontraron investigaciones bajo la perspectiva cualitativa,


predominantemente desde la óptica de las representaciones sociales. Los estudios giran
entorno a tres aspectos, en primer lugar, los que realizan un análisis sobre el contenido
narcocultural, es decir, un abordaje de producciones artísticas, musicales o literarias donde
aspectos del narcotráfico o la narcocultura se encuentran implícitos o explícitos en ellos. En
segundo lugar, los que abordan, en distintos contextos y poblaciones, la opinión,
representación, imagen o memoria colectiva hacia el narcotráfico o elementos de la
narcocultura. Por último, trabajos que describen los factores que influyen en el
mantenimiento o continuidad del narcotráfico.

1.2.1 Análisis sobre el contenido narcocultural

Uno de los aspectos mayormente estudiados en esta sección son las producciones musicales
con temática narcocultural. Alarcón (2018), Corona (2010), Lara (2004), Maihold y Sauter
(2012) y Mondaca (2012) señalan el papel fundamental que juegan los narcocorridos en el

20
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

análisis de la narcocultura, así como la telenovela y el cine. Además, indican que los
narcocorridos mejoran el entendimiento que se tiene del narcomundo y funcionan como guías
tanto ideológicas como conductuales, puesto que, de una manera u otra, hacen tangible esa
realidad del imaginario social. Mondaca, Cuamea y Payares (2015) al analizar el contenido
de dos producciones de narcocorridos junto al discurso de jóvenes entrevistadas y de grupos
de discusión, concluyeron que los hombres son quienes deciden sobre el cuerpo de la mujer,
a cambio de lujos y una vida llena de ostentaciones. Además, recalcan el uso de la violencia
de manera instrumental para ejercer control sobre la mujer. Conclusiones similares son
mencionadas por Cabañas (2012), quien señala que existe una hipersexualización de las
mujeres y una hipermasculinidad en las narconovelas. En la misma línea, algunos estudios
analizan el contenido misógino, machista y hasta homofóbico presente en las manifestaciones
culturales del narco (Bernabéu, 2017; Biron, 2015; Núñez M., 2017; Núñez G., 2018;
Ramírez, 2010). Por su parte, Núñez G. (2017) al analizar un narcocorrido y una versión
parodiada del mismo, dio cuenta de una hombría deslizada del “hombre héroe” al “hombre
centrado en sí mismo”, señalando la homofobia presente en los narcocorridos. Por otro lado,
Ovalle y Díaz (2014) indicaron que como consecuencia de la constante exposición a la
narcocultura por parte de los medios a través de narcocorridos, series de televisión y
películas, conceptos propios de la narcocultura han traspasado esos límites, lo cual ha
ocasionado que se utilicen en una manera descontextualizada y por personajes que no están
involucrados en el crimen organizado, es decir, que términos como levantón, ajuste de
cuentas, entre otros, sean usados de manera cotidiana fuera de contexto.

1.2.2 La opinión, representación o memoria colectiva hacia el narcotráfico

Estos estudios resultan de mayor importancia para la presente investigación, puesto que
representan antecedentes directos de la problemática abordada. Los trabajos analizan, en
distintos contextos y poblaciones, la opinión, representación, imagen o memoria colectiva
hacia el narcotráfico o elementos de la narcocultura (Almanza, Gómez, Guzmán & Cruz,
2018; Álvarez, 2019; Campbell, 2007; Chávez, 2019; Herrera & Jiménez, 2018; Moreno,
Burgos, & Valdez, 2016; Moreno & Flores, 2015; Ovalle, 2007; 2005; Prieto & Carrillo,
2014; Reyes, Larrañaga, & Valencia, 2017; Santiago, 2012; Vilalta, 2015; Villatoro, 2012).

21
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

Particularmente, debido a la perspectiva del presente estudio, las investigaciones que


merecen atención principal son aquellos que abordan las representaciones sociales de un
grupo de personas hacia el narcotráfico, el narcotraficante o la narcocultura. En específico,
los trabajos con dicha perspectiva son los de Ovalle (2005), Santiago (2012), Prieto y Carrillo
(2014), Moreno, Burgos y Valdez (2016), Reyes, Larrañaga y Valencia (2017), Herrera y
Jiménez (2018), Almanza, Gómez, Guzmán y Cruz (2018) y Chávez (2019). La tabla 1.1
muestra un resumen de tales estudios, indicando el contexto, los participantes, el enfoque
teórico de las representaciones sociales y el objeto de representación.

Tabla 1.1
Estudios sobre representaciones sociales del narcotráfico
Enfoque y Objeto de
Autores Año Sujetos de estudio
Estrategia representación
Enfoque procesual y
Universitarios de
estructural
Ovalle 2005 Tijuana, Baja California, Narcotráfico
Entrevistas y
México
cuestionarios
Universitarios de Enfoque procesual
Inseguridad y
Santiago 2012 Tijuana, Baja California, Entrevistas y grupos
narcotráfico
México focales
Niños y adolescentes del Soporte gráfico y
Prieto y Carrillo 2014 Narcocultura
norte de Jalisco, México narrativas
Enfoque estructural
Universitarios de
Reyes, Larrañaga y Cuestionario de Narcotráfico y
2015 Culiacán, Sinaloa,
Valencia evocación de Violencia
México
palabras
Población general de Enfoque estructural
Moreno, Burgos y Apatzingán, Michoacán Cuestionario de
2016 Narcotráfico
Valdez y Culiacán, Sinaloa, evocación de
México palabras
Enfoque estructural
Universitarios de
Reyes, Larrañaga y Cuestionario de
2017 Culiacán, Sinaloa, Narcotraficante
Valencia evocación de
México
palabras
Enfoque procesual
Estudiantes de
Grupos focales y
Herrera y Jiménez 2018 bachillerato de Tuxtla Narcotráfico
entrevistas
Gutiérrez, Chiapas
semiestructuradas
Enfoque procesual
Almanza, Gómez, Adolescentes de
2018 Entrevista Narcotráfico
Guzmán y Cruz Tamaulipas, México
semiestructurada
Estudiantes de Enfoque procesual
telebachillerato de un Entrevistas y
Chávez 2019 Narcocultura
contexto rural (Cosío, observación
Aguascalientes, México) participante
Fuente: Elaboración propia

22
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

Para dar un orden cronológico a tales investigaciones, es preciso comenzar con Ovalle
(2005), quien realizó un estudio en la ciudad de Tijuana para analizar las representaciones
sociales de jóvenes universitarios hacia el narcotráfico. La autora aborda, en un primer
momento, las dimensiones de información, actitud y campo de representación social sobre el
narcotráfico. La primera dimensión, información, hace alusión a la organización de los
conocimientos que tiene un grupo sobre un determinado objeto (Moscovici, 1979). En ésta,
los estudiantes plantean que las informaciones recibidas de distintas fuentes (conversaciones
cotidianas, los periódicos, la música, los noticieros, las películas y otras formas de
comunicación) se entrecruzan y contradicen entre sí. Sin embargo, identifican al narcotráfico
como un delito (99%), como una actividad rentable (92.5%) y peligrosa (92.5%). Del mismo
modo, consideran que es fácil entrar al negocio de las drogas (72%) y que su actividad ha
aumentado (58%). La segunda dimensión, actitud, representa la posición del grupo social en
un sentido favorable o desfavorable hacia el objeto. En ella, se encontró un mayor
desacuerdo, ya que consideran la venta y tráfico de drogas como reprobables (81%) y como
un crimen hacia la juventud (81%). De igual manera mencionan sentirse incómodos al
compartir un mismo espacio con el narco (58%) y no aprobar la pena de muerte para los
narcotraficantes (56.5%). Además de ello, algunos los consideran personas valientes (22%)
y exitosas (28%). Cuando se les preguntó su emoción hacia ellos, lo más mencionado fue la
indiferencia (45%) seguido de la repulsión (20.5%), el miedo (16%) y la lástima (14.5%). En
la última dimensión, el campo de la representación social, entendida como la organización y
estructura de las representaciones sociales, se configuró un núcleo central de la siguiente
forma: “Delito”; “Muy rentable”; “Realidad cotidiana en Tijuana”; “Actividad riesgosa”;
“Problema de seguridad pública sin solución desarrollada gracias a la complicidad de
autoridad y gobernantes”. Las conclusiones del estudio indican dos tipos de representación
social: la indiferencia y la satanización.

En esta misma línea, Santiago (2012), también en la ciudad de Tijuana, Baja California,
abordó las representaciones sociales de universitarios hacia el narcotráfico y la inseguridad.
Del mismo modo, en el estudio se devela la información, actitud y estructura de las
representaciones sociales. Con respecto a la información, el autor señala el conocimiento de
los participantes hacia el fenómeno del narcotráfico, el cual, de forma consensuada es

23
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

considerado un problema grave, pero no así su opinión, ya que para algunos éste es
consecuencia de otros problemas más importantes, mientras que, para otros, es necesaria una
estrategia de confrontación. En este elemento, Santiago (2012) recalca el peso que tienen
noticias, informes, testimonios, reportajes, novelas, series televisivas, películas y música en
la configuración de las representaciones sociales. En el caso de la dimensión actitudinal, se
muestra un rechazo hacia el narcotráfico, centrado en la necesidad de combatirlo. Por último,
en el campo de la representación, se manifiestan los conceptos de hombre, prepotencia,
violencia, crueldad y avaricia (centrado en lo económico). Del mismo modo, sobresalieron
el poder y la jerarquía dentro de su organización. El estudio también mostró una diferencia
entre las representaciones sociales de los jóvenes de acuerdo a su estatus socioeconómico y
una tendencia a considerar a la mujer como objeto de satisfacción.

Prieto y Carrillo (2014) realizaron un estudio para detectar las representaciones sociales hacia
los narcocorridos en niños, adolescentes y jóvenes del norte del estado de Jalisco, México.
Para ello, se les pidió a los participantes más jóvenes (estudiantes de primaria), que dibujaran
y describieran la historia en torno a los acontecimientos que expresan los narcocorridos en
sus letras, así como las circunstancias asociadas a su concurrencia. Por otro lado, para los
adolescentes y jóvenes (secundaria, preparatoria y nivel superior) se optó el método de la
narración. Los autores, además, a través de un cuestionario, identificaron que el 44% de los
participantes manifiestan un agrado por los narcocorridos, que el 45% siente emoción o
adrenalina al escucharlos, y el 96% no siente miedo al respecto. Por tanto, Los autores
concluyen que los niños, adolescentes y jóvenes conocen bastante sobre los cantantes,
canciones y temas de los narcocorridos, así como las manifestaciones de violencia que su
contenido expresa.

Siguiendo la línea del tiempo, Reyes, Larrañaga y Valencia (2015) contrastaron las
representaciones sociales de jóvenes universitarios del estado de Sinaloa frente a dos objetos,
el narcotráfico y la violencia. Con respecto al narcotráfico, la estructura de la representación
denotó en el núcleo central los cognemas “Drogas”, “Violencia”, “Tráfico de drogas”,
“Adicciones” y “Trabajo”, mientras que en el caso de la violencia, se agruparon los cognemas
“Golpes”, “Maltrato”, “Verbal”, “Físico”, “Agresión”, “Agresividad”, “Muertes”,
“Balaceras”, “Asesinatos”, “Asaltos”, “Inseguridad”, y “Persona”. Posteriormente, al realizar

24
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

un análisis categorial, particularmente en el caso del narcotráfico, se conformaron las


dimensiones de “Consecuencias del narcotráfico”, “Actividad económica”, “Características
positivas del narcotraficante” y “Hechos violentos y actos delictivos del narcotráfico”. El
estudio concluye que, aunque ambos objetos comparten ciertos elementos, existe una
relación de encaje, integrándose la representación del narcotráfico dentro de la de violencia.

Por otro lado, en el estudio emprendido por Moreno, Burgos y Valdés (2016), al analizar 240
cuestionarios realizados en las ciudades de Culiacán y Apatzingán con población general,
concluyeron que la representación social del narcotráfico se estructura en dos aristas;
manifestaciones culturales y daño social. Mientras que en la ciudad de Culiacán el núcleo
central está conformado por las manifestaciones culturales (narcocorridos, carros, mujeres),
en la ciudad de Apatzingán, el daño social (violencia, inseguridad) fue el núcleo central.

Un par de años más tarde, los propios Reyes, Larrañaga y Valencia (2017) analizaron la
representación social del narcotraficante en una muestra de jóvenes universitarios del estado
de Sinaloa. Mediante un cuestionario de evocación libre y jerarquizada se identificó la
estructura de la representación. Los resultados indicaron que el núcleo central quedó
conformado por los cognemas “Dinero”, “Autos”, “Violento”, “Persona”, “Drogas”,
“Lujos”, “Poder”, “Corrupto”, “Agresivo”, “Ropa”, “Tiene” y “Vestido”, lo cual señaló dos
tipos de valoración, una positiva enfocada a los lujos, y una negativa, centrada en las
conductas. El mismo estudio realiza una análisis categorial, en el que se agruparon las
características positivas del narcotraficante, las negativas, su comportamiento y sus hechos
delictivos.

El siguiente trabajo en la lista es el de Herrera y Jiménez (2018), quienes recientemente


realizaron un estudio sobre las representaciones sociales de la cultura del narcotráfico en
estudiantes de bachillerato de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Los hallazgos destacan en primera
instancia una visión del narcotráfico como negocio o comercio ilícito y su carácter
internacional. Del mismo modo, se mencionaron las consecuencias, como la muerte (propia
o de terceros) y el castigo (cárcel); su motivación, como el salir de la pobreza u obtener
dinero, mujeres y poder; así como la importancia del núcleo familiar para ingresar o no
ingresar a estas actividades delictivas. Por último, los autores abordaron la influencia de los
medios masivos de comunicación, particularmente sobre el tema de las expresiones
25
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

musicales, novelas y series en torno al narcotráfico que son distribuidas en diversas


plataformas. Aunque se advirtió que los jóvenes conocen tales expresiones y en ocasiones
disfrutan de su contenido, muchos de los participantes remitieron cierto grado de indiferencia
hacia los mismos.

En el mismo año, Almanza, Gómez, Guzmán y Cruz (2018) abordaron las representaciones
sociales del narcotráfico de un grupo de adolescentes del estado de Tamaulipas. El estudio,
mediante entrevistas semiestructuradas realizadas a diez hombres, pudo detectar los términos
(como se le nombra al fenómeno), actividades (como robar, matar, traficar, vender), actores
(halcones, narcos, mulas, sicarios y capos), motivos para ingresar (dinero, falta de
oportunidades, sacar adelante a la familia, poder), consecuencias negativas (muerte, temor,
problemas familiares cárcel, estar alerta siempre) y beneficios (ninguno y dinero) entorno al
fenómeno del narcotráfico.

Finalmente, Chávez (2019) recientemente presentó algunos avances en su estudio de


representaciones sociales de la narcocultura en jóvenes de un entorno rural dentro del estado
Aguascalientes. En sus resultados preliminares, la autora, utilizando observación
participante, entrevistas a profundidad y grupos focales, ha delimitado algunas categorías de
análisis centradas en la percepción de inseguridad, la presencia de narcotraficantes, la
normalización de la violencia y su relación con el crimen organizado. A estas se suman los
narcocorridos, consumo de drogas, las problemáticas en la comunidad, la conducta ante el
consumo de drogas y las características sobre los jóvenes.

Como es posible apreciar, los estudios anteriormente citados fueron realizados en el contexto
mexicano, predominantemente en zonas donde la presencia del narcotráfico se manifiesta de
manera constante, notablemente en el estado de Sinaloa.

Algunos otros estudios que salen de la lógica de las representaciones sociales son aquellos
que cuestionan a los propios actores del narco-mundo sobre su conducta y sucesos vinculados
a estos. Por ejemplo, Campbell (2007) en su trabajo sobre el narco-folklore: narrativas e
historias de la droga en la frontera, encontró a través del análisis de historias una
ambivalencia considerable en cuanto a sus conductas ilegales, como lo es el asesinato, ya que
las personas expresaban sentirse orgullosas de sus actos criminales, pero al mismo tiempo se

26
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

avergonzaban de ellos. En la investigación “Ajustes de cuentas”: Muertes violentas y


narcotráfico, Ovalle (2007) al realizar entrevistas a individuos pertenecientes al narcotráfico,
concluyó que la violencia según estos, es necesaria para el control interno del crimen
organizado, sin embargo, señala que evitan llamar a los asesinatos como tal, refieren
expresiones como “este tipo de cosas” o “se toman estas medidas”.

Por otro lado, algunos trabajos han resaltado la vulnerabilidad de distintas poblaciones al
fenómeno del narcotráfico. Por ejemplo, mediante el trabajo realizado por Vilalta (2015) se
pudo conocer el impacto que tiene el narcotráfico, específicamente sobre la percepción del
grado de amenaza, de acuerdo a la región geográfica de la población. Los resultados
concluyeron que, la zona norte del país desde el año 2008 al año 2012, mantuvo un grado de
percepción grave sin tener algún cambio estadísticamente significativo. En cambio, en la
región sur, su percepción se modificó estadísticamente, ya que, a través del tiempo esta fue
señalándose más grave. En el mismo sentido, Moreno y Flores (2015) en su trabajo sobre la
aceptación y rechazo al narcotráfico, encontraron que las personas jóvenes expresan menor
distancia y mayor contacto social hacia los narcotraficantes en comparación con los adultos.

1.2.3 Factores que influyen en el mantenimiento del narcotráfico

En los trabajos realizados por Cisneros (2014) y De la O & Flores (2012) revelan que la
pobreza y la violencia juegan un papel fundamental en el establecimiento y fortalecimiento
del narcotráfico, siendo la población juvenil la más propensa a caer en las redes del
narcotráfico. Además, se considera que el crimen organizado les ha ofrecido aspectos que
dentro de la legalidad no han conseguido, como lo es la pertenencia a un grupo social, la
facilidad económica, prestigio y poder. En cambio, el estudio realizado por Gómez, Almanza
y Ariagor (2016), señala que la violencia e inseguridad consecuencia del narcotráfico ha
llevado a los jóvenes a consumir sustancias de fácil acceso, esto a manera de evitación hacia
los integrantes del crimen organizado, los cuales de esta forma intentan reclutarlos a sus
redes. En otras palabras, los jóvenes optan por el alcohol o el tabaco para para evitar el
contacto con el narcotráfico.

En otro aspecto, Wilches (2014) hace énfasis en el fallo del sistema educativo, y lo señala
como un culpable en la inclusión de los jóvenes en el crimen organizado. Considera que, la

27
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

educación hoy en día tiene como objetivo crear trabajadores y no pensadores, lo que lleva a
los jóvenes a desear tener grandes entradas de dinero de manera más rápida que estudiando
aproximadamente catorce años. Por tanto, concluye que es urgente una reestructuración
educativa, en la cual se busque formar ciudadanos y no el prestigio social y económico.

1.3 Justificación

Después de lo hasta ahora mencionado, resulta pertinente realizar un bosquejo de los


elementos que sostienen y justifican un estudio sobre representaciones sociales del
narcotráfico a fin de demostrar que los beneficios que se extraen de éste sobrepasan las
posibles desventajas. Haciendo referencia a la propuesta de Hernández, Fernández y Baptista
(2014), un trabajo de investigación debe sustentarse en cinco aspectos: conveniencia,
relevancia social, practicidad, valor teórico y utilidad metodológica.

En tal sentido, la investigación servirá para conocer las representaciones sociales del
narcotráfico de los adolescentes y jóvenes de la región Altos sur del estado de Jalisco; en
primera instancia, su relevancia social recae en dos aspectos particulares del mismo: la
juventud y el fenómeno del narcotráfico. Al hacer hincapié en la vulnerabilidad de los
adolescentes y jóvenes ante el constante bombardeo de contenido narcocultural y la siempre
presente oferta del narcotráfico para involucrar nuevos actores en sus actividades y en el
consumo, el estudio hace un llamado implícito a los padres de familia y la comunidad en
general para repensar la forma en que el narcotráfico es visto por una población altamente
vulnerable, reconsiderar la accesibilidad de contenido narcocultural para estos, así como un
fuerte llamado a la supervisión y retroalimentación por parte de los padres y maestros ante
éste y otros fenómenos similares.

Del mismo modo, al referirse a la practicidad, se refiere a si la propia investigación


responderá y solucionará un problema específico. En este caso vale la pena aclarar que si
bien la investigación no es la solución al problema del narcotráfico ni genera una estrategia
para disminuir el interés de la juventud al contenido narcocultural; en cierto sentido, sienta
las bases para una posterior intervención al detallar los elementos centrales de la
representación social del narcotráfico e ilustrar de forma clara, la manera en que puede
generarse un cambio de actitud hacia éste.

28
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

En cuanto al valor teórico, la investigación no representa el primer acercamiento al tema del


estudio, ni la primera propuesta con la teoría de las representaciones sociales como sustento
epistemológico enfocada en población joven. Sin embargo, el estudio sí representa el primer
acercamiento en la región Altos Sur de Jalisco, la cual podría caracterizarse como una zona
de reciente conflicto territorial entre distintos cárteles y, por tanto, con una problemática
sobre narcotráfico emergente.

Por último, aunque del estudio no se obtendrá un nuevo instrumento ni una forma innovadora
en el acercamiento al fenómeno de estudio, si brindará nueva información para continuar los
estudios sobre el narcotráfico y las representaciones sociales.

1.4 Planteamiento del problema

1.4.1 Objetivo general de investigación

- Analizar la configuración de las representaciones sociales del narcotráfico de los


adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco.

1.4.2 Objetivos específicos de investigación

- Conocer el campo de la representación social (núcleo central y periferia) del


narcotráfico de los adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco.
- Identificar el elemento actitudinal de la representación social del narcotráfico de los
adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco.
- Identificar el elemento de la información de las representaciones sociales del
narcotráfico de los adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco.
- Analizar la forma en que los procesos de objetivación y anclaje configuran las
representaciones sociales del narcotráfico de los adolescentes escolarizados del
municipio de Jalostotitlán, Jalisco.
- Contrastar los elementos de campo y actitud de las representaciones sociales del
narcotráfico según el sexo, la escolaridad y el tipo de escuela de los adolescentes
escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco.

1.4.3 Pregunta general de investigación

29
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Capítulo I
Oscar Ulises Reynoso González

- ¿De qué forma están configuradas las representaciones sociales del narcotráfico de
los adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco?

1.4.4 Preguntas específicas de investigación

- ¿Cuál será el campo de la representación social (núcleo central y periferia) del


narcotráfico de los adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco?
- ¿Cómo se presentará el elemento actitudinal de la representación social del
narcotráfico de los adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco?
- ¿Cómo se presentará el elemento de la información de las representaciones sociales
del narcotráfico de los adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán,
Jalisco?
- ¿De qué forma se configuran los procesos de objetivación y anclaje de las
representaciones sociales del narcotráfico de los adolescentes escolarizados del
municipio de Jalostotitlán, Jalisco?
- ¿Existirán diferencias significativas en los elementos de campo, actitud e información
de las representaciones sociales del narcotráfico según el sexo, la escolaridad y el tipo
de escuela de los adolescentes escolarizados del municipio de Jalostotitlán, Jalisco?

1.4.5 Supuestos de la investigación

- Se espera que el campo de la representación esté constituido por cognemas que


definen el narcotráfico de acuerdo con sus actividades y consecuencias, mostrando
una actitud negativa hacia el mismo y un rechazo por involucrarse en sus actividades.
Adicionalmente el elemento de la información estará constituido por aspectos
provenientes de redes sociales y medios de comunicación, pero entrelazados a las
expresiones culturales del narcotráfico. Por último, se encontrarán diferencias sutiles
en los componentes de la representación social al compararlos según el sexo y la
escolaridad de los estudiantes.

30
2. MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL

CAPÍTULO II

Dentro del marco teórico se encuentra esbozada la postura ontológica, epistemológica y


metodológica que sustenta el estudio. Como menciona Alexander (1992) la teoría es una
generalización separada de los particulares, es decir, una explicación general, una abstracción
extraída de un caso concreto. Dado que este estudio tiene como sustento la teoría de las
representaciones sociales, es menester realizar un breve bosquejo que ilustre su contenido y
utilidad para el análisis del tema de narcotráfico. Es pertinente que dentro de tal bosquejo se
haga alusión no solo a los conceptos, modelos y enfoques que sustentan las representaciones,
sino también al origen de su creación, los autores principales y los aspectos implícitos que la
subyacen.

Como el propio Alexander menciona, las teorías son propuestas por personajes particulares
y, como tales, mantienen una cuestión de tiempo y espacio específico. Éstas surgen ante
determinadas circunstancias y contexto que la dotan de sentido. Conjuntamente, cualquier
teoría, explícita o implícitamente, es construida bajo distintos aspectos ideológicos, modelos
y métodos, sin mencionar las presuposiciones de acción (racional-no racional) y orden
(colectivo-individual) que estructuran la visión de realidad.

En tal sentido, la presente sección incluirá no solo una descripción de la teoría de las
representaciones sociales y el enfoque que permea la visión de este trabajo, sino, en la medida
de lo posible, la mención de sus representantes, su origen, su fundamento epistemológico,
ontológico y metodológico que permita entender su utilidad para el abordaje del tema de
narcotráfico. Adicionalmente, el capítulo incluye un breve abordaje al concepto de
adolescencia, considerando los aspectos físicos, cognitivos y psicosociales que engloban a
esta etapa del desarrollo. Por último, se integra también una descripción del concepto de
narcotráfico y de la narcocultura, seguido de una revisión histórica del fenómeno en México.

2.1 Las representaciones sociales

2.1.1 El origen de las representaciones sociales: Emilie Durkheim


MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Nacido el 15 de abril en Epinal, Francia (Garrido & Álvaro, 2007), Emilie Durkheim es el
principal antecedente en el desarrollo posterior de las representaciones sociales (Ramírez,
2007; Wagner & Flores, 2010). Su trabajo giró en torno a la reflexión sobre la influencia de
las grandes estructuras de la sociedad sobre los pensamientos y acciones del individuo
(Ritzer, 1993). La concepción de los hechos sociales, la división social del trabajo, el suicidio,
la religión y el reformismo social son las temáticas sobre las que Durkheim dirigió su
atención.

Para entender el pensamiento de Durkheim es necesario posicionarnos en la Francia de


finales del siglo XIX y comprender la visión de la sociología de la época, buscando
legitimidad entre la filosofía y la psicología. En sus esfuerzos, a través del término “hecho
social”, Durkheim buscó tratar como cosas a las normas y estructuras sociales con el objetivo
de ser abordadas empíricamente y separar a la filosofía de la sociología, de igual manera, la
separó de la psicología a través de la distinción de éstos como aspectos externos y coercitivos
(Ritzer, 1993). Los hechos sociales, a su vez, se podían clasificar en materiales (sociedad,
componentes estructurales -iglesia, estado, etc.- y componentes morfológicos -distribución
de la población, o canales de comunicación-) e inmateriales (moralidad, conciencia colectiva,
representaciones colectivas y corrientes sociales).

Estos últimos son esencialmente importantes debido a la distinción que plantea para
separarlos de la psicología, ya que, al ser hechos sociales que no existen materialmente,
podría decirse que concurrían únicamente en la conciencia de los individuos. Sin embargo,
Durkheim enfatizó que, si bien podían tener características psicológicas, pertenecían a otro
nivel: “Las mentes individuales formando grupo mediante la fusión y la conjunción,
producen un ser, psicológico si se quiere, que constituye una individualidad psíquica de un
tipo diferente” (Durkheim, 1964, p. 103, citado por Ritzer, 1993). La conciencia colectiva
según Durkheim es:

El conjunto de las creencias y de los sentimientos comunes al término medio de los


miembros de una misma sociedad, constituye un sistema determinado que tiene su
vida propia […], es independiente de las condiciones particulares en que los
individuos se encuentran colocados; ellos pasan y ella permanece […]. Se trata, pues,
de cosa muy diferente a las conciencias particulares, aun cuando no se produzca más
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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

que en los individuos. Es el tipo psíquico de la sociedad que tiene sus propiedades,
sus condiciones de existencia, su manera de desenvolverse, como todos los tipos
individuales, aunque de otra manera.

Sin embargo, este concepto que resultó de utilidad para describir los hechos sociales
inmateriales, le pareció posteriormente vago y amorfo, por lo que fue abandonándolo y
sustituyéndolo por el concepto de representación colectiva. Esta reformulación del concepto
puede definirse como sustratos específicos de la conciencia colectiva, independiente de los
individuos y separado de la conciencia individual (Ritzer, 1993). Es sin duda la crítica que
realiza Serge Moscovici, autor de la teoría de las representaciones sociales sobre el trabajo
de Durkheim acerca de la representación colectiva (Farr, 1986; Garrido & Álvaro, 2007), la
que da pie a la construcción de su tesis sobre el Psicoanálisis, su imagen y su público
(Moscovici, 1979). Otras influencias teóricas en sus ideas pueden rastrearse en los trabajos
de Piaget, Lévy-Bruhl, Freud, Heider, Berger y Luckman (Araya, 2002), así como en los de
Wundt y Mead (Mora, 2002).

2.1.2 El concepto de Representaciones sociales: Serge Moscovici

Nacido el 14 de junio de 1925 en Brăila, Rumania, de origen judío y formado en Francia,


Serge Moscovici es considerado uno de los personajes fundamentales en el desarrollo
contemporáneo de la psicología social. Antes de trasladarse a Francia y comenzar sus
estudios, fue prisionero en su país debido a la persecución judía y sentenciado a trabajos
forzados (Garrido & Álvaro, 2007). Al llegar finalmente al país galo en 1948, comenzó su
trayectoria académica. El impacto de su teoría es observado en la psicología europea,
latinoamericana e incluso norteamericana a través de múltiples trabajos que toman la teoría
de las representaciones sociales como sustento teórico, aunque ésta estuvo ignorada y
rezagada durante mucho tiempo por la comunidad científica, entre otras cosas por la
popularidad del conductismo, la influencia del psicologismo y el rechazo estadunidense por
el trabajo de origen europeo, especialmente francés (Ibáñez, 2003).

Aunque su obra giró en torno a distintas aristas, desde los procesos de influencia social de
las minorías hasta la teoría de la conversión, es en su trabajo pionero, “El Psicoanálisis, su
imagen y su público”, donde comienza a retomar y reformular los planteamientos expuestos

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

por Durkheim. En éste, Moscovici hace alusión a la forma en que los conceptos propios del
psicoanálisis (como inconsciente, represión, desplazamiento, proyección, etc.) eran usados
en la sociedad francesa para describir y comprender aspectos de tipo psicológico, pero sin la
referencia teórica. Tomando como base el concepto de representación colectiva desarrollado
por Durkheim, así como la crítica sobre el estudio de las actitudes y el individualismo
metodológico de la psicología social cognitiva, Moscovici propone que el centro de atención
debe estar dirigido a las formas de conocimiento grupales, socialmente compartidas y
recreadas en la cotidianidad original (Garrido & Álvaro, 2007).

Para entender de mejor manera el concepto de Representación social, resulta pertinente


consultar y retomar la definición que sus principales teóricos proponen. Para Moscovici la
representación social puede definirse como:

Sistema de valores, nociones y prácticas que proporcionan a los individuos los medios
para orientarse en el contexto social y material para dominarlo […] proponiendo a los
miembros de una comunidad como medio para sus intercambios y como código para
denominar y clasificar con claridad las partes de su mundo, de su historia individual
o colectiva. La representación social es un Corpus organizado de conocimientos y una
de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres hacen inteligible la
realidad física y social, se integran en un grupo o en una relación cotidiana de
intercambios, liberan los poderes de su imaginación (Moscovici, 1979, p. 18).

Por otro lado, Jodelet, otra de las más importantes representantes e impulsoras de la teoría,
las define de la siguiente manera:

El concepto de representación social designa una forma de conocimiento específico,


el saber del sentido común, cuyos contenidos manifiestan la operación de los procesos
generativos y funcionales socialmente caracterizados. En sentido más amplio, designa
una forma de pensamiento social. Las representaciones sociales constituyen
modalidades de pensamiento práctico, orientados hacia la comunicación,
comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal. En tanto que tales,
presentan características específicas a nivel de organización de los contenidos, las
operaciones mentales y la lógica (Jodelet, 1986, p. 474).

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
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En tal sentido, Abric (2001a) menciona que para entender la dinámica de las interacciones
sociales y aclarar los determinantes de las prácticas sociales es indispensable abordar el
pensamiento ingenuo, el sentido común, la identificación de la visión del mundo que los
individuos o grupos construyen y utilizan para actuar o tomar posición.

El propio Abric sostiene que las representaciones sociales son necesarias en las prácticas y
en la dinámica de las relaciones sociales porque responden a cuatro funciones fundamentales:
la función de saber, que es útil para entender y explicar la realidad, permitiendo a los actores
adquirir conocimientos y transmitirlos; la función identitaria, que posibilita la distinción
personal y la pertenencia y especificidad de los grupos; la función de orientación, que sirve
como una guía para la acción y conduce los comportamientos y las prácticas; y por último la
función justificadora, que permiten a los actores explicar y justificar sus conductas en una
situación particular. De acuerdo con Perera (2003) se agregarían un par de funciones. En
primer lugar, una sustitutiva, ya que las representaciones sociales actúan como imágenes que
sustituyen la realidad a la que se refieren, al mismo tiempo que participan en la construcción
del conocimiento sobre dicha realidad. En segundo lugar, una función icónica-simbólica, ya
que permite hacer presente un fenómeno, objeto o situación de la realidad social, mediante
las imágenes o símbolos que sustituyen esa realidad, una especie de práctica teatral, que
recrea la realidad de modo simbólico.

Resumiendo lo anterior, la representación es una forma de conocimiento, formada


socialmente con el objetivo de crear una realidad común, para un conjunto social y es, por
tanto, producto y proceso (Abric, 2001a). De acuerdo con Valencia (2007), por un lado, se
considera producto debido a que los sujetos le asignan un contenido y la organizan en
discursos sobre la realidad. Por otro, se le concibe como acción debido a que es un
movimiento de apropiación de la realidad a través de un proceso mental, pero producido
colectivamente. Por lo tanto, dicha forma de conocimiento es compartida por los integrantes
de un grupo social homogéneo (Flamant, 2001).

2.1.3 Epistemología de las representaciones sociales

Como se mencionó en la introducción del texto, es necesario comprender la naturaleza de las


representaciones sociales. Para comenzar a discutir sobre dicho aspecto, es necesario

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
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plantearse algunas preguntas señaladas por Araya (2002) sobre la forma en que el mundo es
entendido:

- ¿Cómo forman las personas su visión de la realidad?


- ¿Se forman de manera individual o social?
- ¿De qué manera influye esta visión?

Para responder estas interrogantes debe considerarse que, aunque cada persona formula su
propia imagen y opinión de la realidad, no significa que tal construcción sea individual, sino
que la inserción y pertenencia de las personas a grupos y categorías constituyen una fuerte
influencia en la concepción particular de la realidad, generando visiones compartidas e
interpretaciones muy similares. Por tanto, la realidad de la vida cotidiana es una construcción
intersubjetiva:

El medio cultural en que viven las personas, el lugar que ocupan en la estructura
social, y las experiencias concretas con las que se enfrentan a diario influyen en su
forma de ser, su identidad social y la forma en que perciben la realidad social (Araya,
2002, p. 14).

La teoría de las representaciones sociales presenta una interesante propuesta para evitar el
determinismo social y el determinismo individual. Ya que, si bien reconoce la capacidad
reflexiva y de agencia del sujeto en la construcción de su realidad subjetiva, subraya
tajantemente el origen social de la misma y la importancia de la pertenencia a determinados
grupos sociales para su formulación. En tal sentido, la representación no es propiedad
exclusiva del sujeto, sino un conocimiento compartido por una colectividad. Es por ello por
lo que la representación tiene como función dotar de sentido a la realidad, reconocer la
identidad y ser una guía para la acción y justificar la conducta.

En resumen, la teoría de las representaciones sociales implica el abandono de la distinción


sujeto-objeto, ya que no son distintos entre ellos, es decir, estimulo-respuesta indisociables,
se forman en conjunto. Un objeto no existe, sino que es y existe para un individuo o grupo y
en relación con ellos. La relación sujeto-objeto determina al propio objeto y siempre de forma
social (Abric, 2001a).

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

2.1.4 Conformación de las representaciones sociales

De acuerdo con el propio Moscovici (1979) las representaciones sociales son formadas o
construidas a partir de dos procesos: la objetivación y el anclaje. En primera instancia, la
objetivación conlleva al desarrollo de un esquema conceptual, es decir, a duplicar una imagen
que tiene un objeto real como referencia. En segunda instancia, mediante el proceso de
anclaje, “la sociedad cambia el objeto social por un instrumento del que puede disponer, y
este objeto se coloca en una escala de preferencia en las relaciones sociales existentes” (p.
121). A estos dos procesos, podrían sumarse el fondo cultural acumulado en la sociedad a lo
largo de su historia, es decir, creencias, valores, referencias históricas y culturales que
conforman la memoria y la identidad colectivas. Del mismo modo, a esta conformación se
incluiría el conjunto de prácticas sociales que se encuentran relacionadas con las diversas
modalidades de la comunicación social, resaltando el peso que tienen los medios de
comunicación para transmitir valores, conocimientos, creencias y modelos de conductas
junto a la comunicación interpersonal (Araya, 2002). No obstante, los procesos de
objetivación y anclaje requieren de un acercamiento particular.

La objetivación

Para entender de mejor manera en que consiste el proceso de objetivación, vale la pena
realizar un pequeño ejercicio de reflexión. En un sinfín de ocasiones, las personas hacemos
referencia a conceptos, objetos o situaciones que no tienen una realidad concreta. Podemos
hablar de inteligencia, amor o depresión sin que estos conceptos tengan una realidad concreta.
Pensemos en la criatura mítica del dragón, el cual podríamos definir como un animal
parecido a un lagarto, con la capacidad de volar y, en ocasiones, de expulsar fuego por la
boca. Lo cierto es que estos especímenes no existen en la realidad, pero tenemos una imagen
clara sobre su aspecto, su características y hasta su temperamento. Valencia (2007), menciona
como ejemplo el caso del chupacabras, una criatura que fue creada para responder a una
serie de ataques recibidos a ciertos animales de granja.

Objetivación es convertir lo invisible en perceptible, el proceso de transformar conceptos


abstractos en experiencias o materializaciones concretas (Araya, 2002). Jodelet (1989),
menciona que en este proceso se encuentran involucradas tres fases distintas. En primera

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Capítulo II
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instancia, la selección y descontextualización, la cual consiste en la retención particular de


información en función de criterios culturales y normativos, es decir, que las personas
separan el contenido de la fuente y son apropiadas de acuerdo al sistema ambiente de valores.
En segunda instancia, se da la conformación del núcleo figurativo. En este caso, el discurso
se concretiza formando imágenes, convirtiendo ideas abstractas en formas icónicas. De
acuerdo con Araya (2002) esta simplificación es lo que les permite a las personas conversar
y comprender las cosas de forma más simple, y que, a través de su uso, en diferentes
circunstancias, se convierte en un hecho natural. Por último, la fase de naturalización alude
al proceso de unificar la imagen con la realidad, a fin de que ésta no solo se considera como
un producto heurístico, sino que verdaderamente sustituye al objeto real para constituir la
imagen de un referente para un grupo de personas. De acuerdo con Rodríguez (2007), la
objetivación sería el proceso de recuperación de saberes sociales en una representación social
en la que se hace concreto lo abstracto a través de la emergencia de imágenes o incluso
metáforas.

Anclaje

El anclaje es el proceso continuo a la objetivación que consiste en la inclusión del objeto de


representación en un marco de referencia conocido y preexistente; del mismo modo que se
anida en la dinámica social, haciéndolas instrumentos útiles de comunicación y comprensión
(Araya, 2002), consiste en su enraizamiento en el espacio social para utilizarlo
cotidianamente (Valencia, 2007). De acuerdo al propio Moscovici (1979, p. 121), “la
sociedad cambia el objeto social por un instrumento del que puede disponer, y este objeto se
coloca en una escala de preferencia en las relaciones sociales existentes”.

2.1.5 Dimensiones de las representaciones sociales

Abric (2001a) menciona que las representaciones sociales están constituidas por un conjunto
de informaciones, creencias, opiniones y actitudes sobre un objeto particular. Además de
ello, tal conjunto de elementos se encuentra organizado en una estructura. De acuerdo con
Moscovici (1979), las representaciones sociales poseen tres dimensiones: la actitud, la
información y el campo de representación o la imagen. Dependiendo del grupo social

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abordado y su relación con el objeto de representación, será la cantidad de información que


se tenga al respecto.

La información

Esta dimensión de las representaciones sociales hace referencia a la organización de


conocimientos que un grupo posee sobre un objeto determinado (Moscovici, 1979). En tal
sentido, se considera no solo la cantidad de información que puede tenerse, sino la calidad,
la profundidad y las fuentes. De acuerdo con Araya (2002), la calidad y la profundidad hacen
referencia a la riqueza de las explicaciones que los sujetos conforman de la realidad en sus
relaciones cotidianas. No obstante, es necesario destacar que las ubicaciones sociales y
pertenencias grupales interfieren en la precisión de la información disponible. Por último,
con respecto a la fuente, la información puede surgir de un contacto directo con el objeto, de
las prácticas que un individuo desarrolla en relación con él o a través de los medios de
comunicación, como la televisión, la radio o el internet.

La actitud

El concepto de actitudes es uno de los más utilizados en la psicología, incluso el propio


Moscovici (1979) menciona que la psicología social era la ciencia de las actitudes. En su
forma original, la teoría tripartita sostenía que las actitudes estaban compuestas por estos tres
componentes (Fabrigar, MacDonald, & Wegener, 2005). De acuerdo con Sammut (2015),
las actitudes son cognitivas si se basan en información y hechos, son afectivas si se originan
a través de emociones y valores, y comportamentales si provienen de las observaciones de la
conducta de las personas hacia un objeto de actitud. Tradicionalmente, el afecto se ha
utilizado para describir los sentimientos positivos y negativos que uno tiene hacia un objeto
de actitud. La cognición para referirse a las creencias que uno tiene sobre éste, y el
comportamiento se ha utilizado para describir acciones y respuestas abiertas.

Las actitudes son por tanto elementos fundamentales en la conformación de las


representaciones sociales, principalmente para la estructuración de conocimiento social
(Parales & Vizcaíno, 2007). La dimensión actitudinal descubre la orientación global hacia el
objeto de representación (Moscovici, 1979), esta orientación puede ser positiva o negativa,
favorable o desfavorable (Araya, 2002).

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El campo de la representación

Esta dimensión alude a la idea de imagen, de modelo social, al contenido concreto y limitado
de las proposiciones que se refieren a un aspecto preciso del objeto de representación
(Moscovici, 1979), es decir, a la ordenación y a la jerarquización de los elementos que
configuran el contenido de la representación social. En palabras de Araya (2002):

El campo de representación se organiza en torno al esquema o núcleo figurativo que


es construido en el proceso de objetivación. Este esquema o núcleo no sólo constituye
la parte más sólida y estable de la representación, sino que ejerce una función
organizadora para el conjunto de la representación, pues es él quien confiere su peso
y su significado a todos los demás elementos que están presentes en el campo de la
representación (p. 41).

2.1.6 Enfoques en las representaciones sociales

Existen tres escuelas que trabajan bajo el enfoque de las representaciones sociales (Rateau &
Lo Monaco, 2013) la escuela clásica, enfocada al proceso de constitución de la
representación, la escuela de Aix-en-Provence, centrada en la estructura y la escuela de
Ginebra, interesada en las condiciones de producción y circulación de las representaciones.
Las primeras dos representan los enfoques principales: procesual y estructural. Para
comprender adecuadamente los enfoques en el desarrollo de la teoría de las representaciones
sociales debe retomarse la idea de que éstas son pensamiento constituyente y al mismo
tiempo pensamiento constituido.

El enfoque procesual

Puede decirse que es el enfoque tradicional y ortodoxo, se caracteriza por considerar que para
acceder al conocimiento de las representaciones sociales se debe partir de la hermenéutica,
centrada en el análisis de producciones simbólicas, de los significados y del lenguaje a través
de los cuales los seres humanos construyen el mundo en el que habitan (Banchs, 2000). El
procedimiento más popular en el enfoque es recopilar información discursiva obtenida de
forma espontánea o mediante entrevistas o cuestionarios, aunque también pueden utilizar
obras literarias, grabaciones o material audiovisual (Araya, 2002). Se caracteriza por ser una

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
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aproximación cualitativa, enfocada en la diversidad y en los aspectos significantes de la


actividad representativa; por tener una base de referentes teóricos procedentes de la filosofía,
la lingüística y la sociología; además está centrada sobre el objeto de estudio en sus
vinculaciones sociohistóricas y por una definición del objeto como instituyente (Banchs,
2000).

El enfoque estructural

Desarrollado por Abric con base en la teoría del núcleo central, el enfoque estructural
presupone un interés por el contenido de la representación, los elementos principales y
periféricos que la componen. El propio Abric (2001a) menciona que:

Toda representación está organizada alrededor de un núcleo central. Este es el


elemento fundamental de la representación puesto que a la vez determina la
significación y la organización de la representación. El núcleo central —o núcleo
estructurante— de una representación garantiza dos funciones esenciales: Una
función generadora […] mediante el cual se crea, se transforma, la significación de
los otros elementos constitutivos de la representación y una función organizadora […]
es el núcleo central que determina la naturaleza de los lazos que unen, entre ellos los
elementos de la representación. Es, en este sentido, el elemento unificador y
estabilizador de la representación.

La teoría del núcleo central se basa en la premisa de que, independientemente del objeto
social, cualquier representación social está organizada en un sistema dual. La función
principal de este sistema es mantener la estabilidad de la representación dentro del grupo que
la transmite, es decir, el sistema estabiliza los significados que los miembros del grupo
asocian con el objeto de la representación. Esta estabilización depende de la capacidad del
sistema para preservar el consenso dentro del grupo al tiempo que permite algunas
divergencias individuales (Moliner & Abric, 2015). Del mismo modo, Moliner (2007) agrega
sobre el núcleo central o matriz las funciones de denotación (ya que proporciona etiquetas
verbales que permiten a los individuos evocar o reconocer el objeto de la representación sin
recurrir a discursos extensos o al análisis a profundidad), agregación (considerando que
permite a los individuos reordenar, con un mismo término, experiencias discordantes y

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

contextualizadas) y federalismo (puesto que permite a cada uno evocar el objeto de la


representación, a la vez que permite la coexistencia de la gran variedad de experiencias
individuales).

Para entender con mayor profundidad la función del núcleo central y su importancia en torno
a la representación, es necesario hacer un ejercicio de abstracción imaginando dos círculos,
de diferentes tamaños, uno incrustado en el otro. La imagen completa hace alusión a la
representación social, una construcción colectiva que puede ser definida o expresada por
particulares. El círculo interior se refiere al núcleo central, protegido, constante, permanente
y resistente al cambio. El círculo exterior es la periferia, elementos secundarios que
componen a la representación pero que son más propensos a la transformación, adición o
modificación.

Si se pensara en dos representaciones sociales provenientes de grupos diferentes sobre un


objeto o fenómeno particular, ambas podrían tener los mismos elementos, pero no por ello
se podría concluir que son iguales. Es la estructura y la organización del núcleo central la que
permite comparar las representaciones y detectar diferencias entre ellas. Es por ello por lo
que no basta con conocer los elementos de una representación para reconocerla y
especificarla, es necesario acercarse a la organización de su contenido (Abric, 2001a).
Resulta claro en este sentido que la estructura de la representación sea de suma importancia;
la duda, por tanto, recae en la forma en que debe estructurarse la representación, es decir,
cómo reconocer que elementos forman parte del núcleo y cuales pertenecen a la periferia.

De inicio, la interrogante podría ser respondida a través de la cuantificación, simplemente


contando la cantidad de veces que, dentro del discurso, un elemento es mencionado. No
obstante, no basta con el nombramiento continuo de un elemento para ser considerado parte
del núcleo central de la representación, sino que debe ponerse atención especial a los nexos
del elemento con el resto del discurso, es decir, cuando un elemento es continuamente
utilizado con la función de dotar de sentido al resto. El núcleo central “es determinado en por
la naturaleza del objeto representado […] por la relación que el sujeto/grupo mantiene con
dicho objeto y […] por el sistema de valores y normas sociales que constituyen el entorno
ideológico del momento y del grupo (Abric, 2001a, p. 22).

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Aunque el núcleo central es la parte más importante de la representación, los elementos de la


periferia juegan un papel indispensable: “Constituyen lo esencial del contenido de la
representación, su lado más accesible, pero también lo más vivo y concreto” (Abric, 2001a,
p. 23). La periferia está constituida por información seleccionada e interpretada, juicios
formulados al respecto del objeto y su entorno, estereotipos y creencias. De igual forma están
jerarquizados, pueden estar más o menos cercanos a los elementos centrales. Su función recae
en la concreción, la regulación y la defensa (Abric, 2001a). La concreción es su función de
anclaje, ya que sirve para identificarla con aspectos concretos y fácilmente entendibles y
transmisibles. La regulación es la función de adaptación de la representación al cambio o
evolución del contexto del individuo o del grupo. Por último, la función de defensa hace
alusión a la protección del núcleo respecto a la nueva información, manejando las
contradicciones y las deformaciones.

2.2 La adolescencia

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la adolescencia es el periodo de


crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta,
entre los 10 y los 19 años (OMS, 2019). Papalia, Duskin y Martorell (2012) la definen como
“la transición del desarrollo entre la niñez y la adultez que implica importantes cambios
físicos, cognoscitivos y psicosociales” (p.354). Para algunos autores, existen tres etapas o
periodos dentro de la adolescencia. En primera instancia, la adolescencia temprana, la cual
puede ubicarse entre los 10 y 13 años. Posteriormente, la adolescencia media, que va de los
14 a los 17 años. Por último, la adolescencia tardía, que comienza a los 18 y puede extenderse
hasta más de los 21 (Allen & Waterman, 2019).

Frecuentemente se asocia la adolescencia con la pubertad, asumiendo que ambos procesos


comienzan de forma simultanea. La pubertad se entiende como el proceso que conduce a la
madurez sexual o fertilidad, es decir, cuando el individuo cuenta con la capacidad de
reproducirse (Consuegra, 2010). No obstante, se ha comprobado que en distintas sociedades
tales procesos pueden presentarse de forma dispar (Papalia, Duskin, & Martorell, 2012).

Al hablar de las transformaciones comunes a dicha etapa, podemos mencionar aspectos


físicos, cognoscitivos y psicosociales. Con respecto a los cambios físicos, la adolescencia se

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Capítulo II
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caracteriza por el desarrollo hormonal, la maduración de los órganos sexuales y el


crecimiento. Además, debido a que el cerebro no ha terminado de madurar, los adolescentes
procesan la información sobre las emociones con la amígdala y no con el lóbulo frontal, lo
que conlleva a realizar juicios menos exactos y razonados. En el ámbito cognoscitivo, los
adolescentes llegan a la etapa conocida como “operaciones formales”, en la que el lenguaje
y el pensamiento sufren cambios estructurales que incrementan su capacidad reflexiva y el
razonamiento deductivo. Por último, en el tema psicosocial, se focaliza la atención en la
búsqueda de la identidad, la sexualidad, las relaciones con la familia, los amigos y la sociedad
en general (Papalia, Duskin, & Martorell, 2012).

Particularmente, en el sistema educativo mexicano, la formación secundaria forma parte del


tercer nivel de educación básica, antecedido por el preescolar y la primaria. En este nivel, los
estudiantes ingresan entre los 11 y 12 años, es decir, son matriculados en la etapa de
adolescencia temprana. La secundaria tiene una duración convencional de tres años (primero,
secundo y tercer grado), por lo que, al terminar, los alumnos tendrán una edad promedio entre
los 14 y 15 años, adentrándose en la etapa de adolescencia media. En el caso de los
estudiantes de educación media superior, bachillerato o preparatoria, debido a que
generalmente ingresan al finalizar los estudios secundarios, tienen entre 14 y 15 años, aunque
es bastante común que algunos esperen uno o más años para ingresar al nivel medio superior
al finalizar la secundaria. La duración de grado puede variar entre los dos y cuatro años,
siendo convencionalmente tres.

El aspecto psicosocial del adolescente merece una revisión más profunda a la luz del contexto
del estudio, es decir, abordar aquello que caracteriza al adolescente de la región Altos sur de
Jalisco. Específicamente, la adolescencia durante la secundaria es asociada con el abandono
de la niñez. Al existir una separación entre el grado de primaria y secundaria, el adolescente
comienza a percibir que la infancia ha quedado atrás y comienza un periodo de readaptación
a nuevas circunstancias y exigencias. Del mismo modo, en esta etapa comienza la búsqueda
de una identidad propia y es común que los adolescentes entren continuamente en conflicto
con sus gustos, intereses y aptitudes, sin mencionar que la opinión que sus pares tengan hacia
ellos, es decir, la reputación, comienza a tomar una gran relevancia. Incluso, algunos actos
de rebeldía, cuestionamiento o desobediencia a las normas pueden ser algo convencional.

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Capítulo II
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Específicamente, el adolescente de secundaria de la región Altos sur de Jalisco se caracteriza


por pasar la mayor parte de su día en clases, ya que, dependiendo del tipo de institución,
pueden estar en la escuela entre siete y ocho horas. En algunos casos pueden integrarse al
mundo laboral ayudando a sus padres en sus actividades, participando en el negocio familiar
o responsabilizándose de algunas tareas en el hogar. De hecho, algunos de ellos abandonarán
sus estudios para dedicarse a ello de tiempo completo, usualmente en actividades agrícolas y
ganaderas. Generalmente, pasan su tiempo libre viendo televisión, en YouTube o jugando
videojuegos. También es común que muchos de ellos tengan su primera relación de noviazgo,
la cuales pueden ser breves o llegar a ser bastante formales. En la región es bastante común
que se tenga un primer acercamiento al alcohol en esta etapa, comúnmente en celebraciones
familiares como bodas o XV años.

En relación con los adolescentes de bachillerato, la parte de la socialización y los lazos entre
sus pares toman significativamente una mayor importancia. Las relaciones de noviazgo son
más comunes y el acercamiento al alcohol, tabaco u otras drogas es más habitual. El
bachillerato exige una menor cantidad de tiempo en el horario de clases, por lo que es común
que muchos estudiantes comiencen a tener empleos de medio tiempo y haya espacios para la
socialización y la amistad. También es usual que en esta etapa los adolescentes comiencen a
tener redes sociales y el tema de la reputación y lo que piensen los demás se intensifica.

Es en esta edad que llega el momento de decidir el rumbo de su vida, es decir, escoger una
carrera universitaria, abandonar la escuela, viajar a los Estados Unidos por mejores
oportunidades de trabajo, quedarse en el negocio familiar o buscar un empleo temporal en
espera de una mejor decisión. En tal sentido, esta preocupación puede abrumar a los
adolescentes, quienes comienzan a ver no solo que la niñez ha quedado atrás, sino que la vida
adulta, con todas las sus responsabilidades, les espera con las puertas abiertas. Es por ello
por lo que generalmente, comienzan a mostrarse más maduros que los estudiantes de
secundaria.

El narcotráfico para ambos grupos de adolescentes se presenta en un momento de cierta


vulnerabilidad. Por un lado, aspectos de la narcocultura, que enaltecen valores que pueden
ser importantes para ellos, como la unión, la lealtad y el prestigio. Por otro lado, el consumo
de drogas, que puede presentarse como una salida ante los problemas que percibe el
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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

adolescente, sin mencionar que el integrarse a sus actividades puede representar un empleo
que le deje ganancias en un contexto de necesidad. En tal sentido, se realiza a continuación
un breve abordaje al tema del narcotráfico, su historia, conceptualización y expresiones.

2.3 Narcotráfico y narcocultura

2.3.1 Conceptualización

El narcotráfico es definido como el comercio de sustancias que se encuentran prohibidas por


la ley, el cual incluye las actividades de cultivo, fabricación, distribución y venta de las
mismas (UNODC, 2017). Con respecto de su acción y conformación, aunque el narcotráfico
puede ser practicado por individuos particulares que siembran y venden (narcomenudeo), su
estructura más convencional la constituyen grupos de individuos organizados
jerárquicamente denominados cárteles. Los cárteles son los encargados del comercio de
drogas en un determinado espacio geográfico, con una clientela establecida y rutas de
transporte y comercio delimitadas. Sus actividades generalmente sobrepasan el narcotráfico,
dedicándose también a la extorsión, secuestro, robo y otras formas de crimen organizado.
Dado que su funcionamiento es completamente similar a una organización empresarial, sus
integrantes tienen distintos roles y funciones: un área de dirección en la que el líder o líderes
toman las decisiones importantes; un área de cultivo, fabricación o recolección de materia
prima; un área de logística, distribución y venta; y, la más importante, un área de seguridad
y respaldo (Valdés, 2013).

Un aspecto que ha caracterizado al narcotráfico es la violencia. De hecho, el propio Valdés


(2013) al cuestionarse sobre porque el narcotráfico es necesariamente violento, concluye que
casi por naturaleza, el mercado ilegal es violento. Al actuar fuera y contra del estado, no
cuentan con protección legal, ya que los procesos de compra y venta funciona a través de la
confianza y de la seguridad de que la relación se encuentra amparada por un tercero vigilante,
en el caso moderno, el estado. En el mercado legal, debido a la magnitud de los procesos
económicos, se solucionó a través del estado de derecho: Un marco normativo e instituciones
que implementan su funcionamiento. Caso contrario sucede en la economía ilegal, ya que
ésta no cuenta con este respaldo. Ellos deben establecer sus propias reglas y necesitan

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

mecanismos que aseguren el cumplimiento de los acuerdos, por lo que hacen uso de la
violencia como mecanismo para certificar el cumplimiento de convenios.

Por tanto, una menor confianza es igual a una mayor tendencia a no cumplir acuerdos que
llevará a mayores conflictos. En tal sentido, en lugar de trabajar con el valor de la confianza,
se opera con miedo y se usa la violencia para establecer las reglas. Así, quién decide y pone
las reglas es el más poderoso o quien tenga la mayor capacidad de violencia. Estas empresas
son o deben de ser monopólicas, por lo tanto, implica ser violento frente a la competencia
para garantizar sus reglas y el cumplimiento de acuerdos (mientras más cruel mejor).

Por otra parte, el concepto de narcocultura se utiliza como una palabra derivada del propio
narcotráfico, pero su empleo presenta cierta ambigüedad, refiriéndose en ocasiones a las
expresiones artísticas o una especie de estilo de vida (Becerra, 2018). De acuerdo con Becerra
(2018), el concepto de narcocultura como una orientación estética (Mondaca, 2014) hace
referencia a elementos simbólicos, que permiten la interpretación y significación del
narcotráfico por distintos grupos sociales, lo cual incluye las expresiones musicales, series,
películas e, incluso, religión. Otra visión más general del concepto podría definir a la
narcocultura como un estilo de vida, es decir, como una especie de acciones, enunciados y
objetos que resultan trascendentes en la conformación de patrones de significado; estos son
utilizados par la comunicación de experiencias, concepciones y creencias entre los individuos
(Thompson, 2006; citado en Becerra, 2018). De hecho, también existe una fuerte discusión
sobre si la narcocultura debe considerarse una subcultura, una cultura en sí misma o una
contra cultura (Astorga, 2004; Córdova, 2007; Mondaca, 2012; Sánchez, 2009; citados en
Becerra, 2018).

Finalmente, la propia Becerra (2018) concluye que el término puede ser utilizado como un
conjunto de construcciones simbólicas, como generadora de expectativas de vida y como
elemento legitimador del tráfico de drogas. Lo que conlleva a interpretar a la narcocultura
como las manifestaciones comportamentales, expresiones artísticas y prácticas discursivas
de aquellos que presentan un vínculo laboral, familiar o simplemente sentimental con el
narcotráfico.

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Como sucede con el narcotráfico, la narcocultura no tiene su origen en años recientes, ya que
es posible rastrear algunos vestigios de composiciones e historias con contenido
narcocultural desde varias décadas atrás como parte de la herencia de la tradición oral
(Corona, 2010). No obstante, se ha convertido en fenómeno sumamente popular debido a
varios aspectos. Primero, por la normalización y enunciación del tema en todo el país a través
de los medios de comunicación masiva y las redes sociales. Segundo, por el éxito de grupos
musicales y producciones televisivas con un fuerte contenido narcocultural que, debido a
distintas plataformas de música y video, tuvieron una mejor distribución y un mayor alcance
a distintos tipos de audiencia. Su contenido muestra una perspectiva que enaltece al
narcotraficante como héroe, con valores familiares, dedicación y un fuerte lazo religioso.
Estos factores, en conjunto, colocaron los ingredientes necesarios para la popularización de
la narcocultura. Incluso, en este momento existe un mundo de negocios que comercializan
con películas, canciones u objetos relacionados con la narcocultura que generan cuantiosas
ganancias debido a su demanda (Schwarz, 2014).

2.3.2 Historia del narcotráfico en México

Para abordar la historia del narcotráfico en México es preciso realizar una serie de
delimitaciones temporales para ubicar los acontecimientos más relevantes y entender el
panorama actual del tráfico de drogas. En primera instancia, conviene segmentar la historia
en dos grandes secciones: antes y después de la guerra contra el narcotráfico, considerando a
dicho evento como un hito trascendental. Dentro de la historia previa, conviene retomar la
división propuesta por Valdés (2013), quien divide el periodo en cuatro secciones:

- Primeros años (de principios del siglo a 1940)


- Auge y conformación del monopolio de las drogas (1940-1980)
- Fragmentación y ruptura (1980-1990)
- Guerras y captura del parcial del estado (1990-2006)

En la historia posterior, se enunciarán los acontecimientos recientes que explican el panorama


actual del narcotráfico. Es preciso señalar que el objetivo de esta sección es solo realizar un
breve bosquejo del relato del tráfico de drogas, tomando como base el estudio de Valdés

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Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

(2013). Por ello, se recomienda consultar dicha fuente, así como los textos de Astorga (2005)
y Grillo (2011) para profundizar en algunos elementos.

Primeros años (de principios del siglo a 1940)

Aunque pudiera sonar extraño, a principios del siglo pasado los productos derivados de la
amapola y la marihuana no eran considerados ilegales, de manera que productos extraídos de
la amapola se vendían de forma común. Incluso, la heroína y el vino de coca tenían un uso
medicinal, por lo que eran importados o producidos principalmente en Sinaloa. Además,
como señala Astorga (2005), en las farmacias o boticas se indicaba la forma en que debía
prepararse y consumirse.

Particularmente, los chinos fueron quienes trajeron la semilla y el conocimiento para


transformar la flor en opio. La marihuana, por otro lado, tenía un uso recreativo y no había
estigma en su consumo. A principios del siglo, Hamiltom Wrigth, personaje estadounidense
considerado el padre de los guerreros contra las drogas, propició que en México se generara
una visión negativa y racista hacia las drogas y los chinos. De acuerdo con Astorga (2005),
en 1909 se establece una reunión Internacional en Shanghái y en 1912, en la Haya, se realizó
una la Convención Internacional del Opio, donde México comienza a ratificar los tratados en
contra de las drogas. Hamilton inicia una campaña racista contra las drogas, provocando que
en 1914 el Congreso Estadounidense apruebe la primera ley de Narcóticos, la cual pretendía
regular el consumo. En 1920, México prohíbe cultivar y comercializar la marihuana y en
1925, Plutarco Elías Calles establece un decreto para fijar las bases de los opiáceos. Esto
provocó que en algunos años fuera legal en México, pero no en Estados Unidos, generando
un negocio en la venta ilegal a ese país (Valdés, 2013).

Valdés (2013) señala con respecto al opio la existencia de un consumo local de chinos y
mexicanos en Sinaloa. Era un consumo en las clases altas en fumaderos y centros
especializados. Su organización funcionaba en forma de redes, a través de boticas, farmacias
y droguerías, incluso se podía vender un kilogramo en dos semanas. En resumen, estas
boticas eran los principales centros de distribución. Por otro lado, en el caso de la marihuana,
había un mayor consumo respecto al opio y existían muchas redes de venta y distribución (se
encontraban plantíos en 18 estados). Había enormes plantaciones y la iglesia en los pueblos

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

avisaba de la presencia de la policía para eliminar los paquetes. Debido a que había muchos
campesinos involucrados, era una industria colectiva, aunque es preciso señalar que, aunque
éstos obtenían una ganancia de los cultivos, los intermediaros eran los verdaderos
negociantes y beneficiarios de las plantaciones, dejando siempre en desventaja a los
campesinos frente a las autoridades. Entonces, el beneficio de plantar amapola o marihuana
no representaba demasiada diferencia económica respecto a los productos habituales y eran
ellos quienes arriesgaban en mayor medida con el menor porcentaje de ganancias. Siempre
los intermediarios y distribuidores tenían las mayores ganancias. No hay datos exactos sobre
la distribución a Estados Unidos, pero es probable que en el norte se diera a través de las
conexiones y redes de los chinos. Como se mencionó anteriormente el conocimiento y
negocio sobre los productos de la amapola les pertenecía, pero éste les fue arrebatado de
forma sumamente violenta. La expropiación del negocio a los chinos se dio mediante una
campaña basada en el racismo, ya que los calumniaban de inmorales e inmundos. Los
cazaban y enviaban fuera del estado, quedándose con sus propiedades.

De acuerdo a Valdés (2013), otro aspecto de suma importancia a rescatar en este periodo y
que es una constante en la historia del narcotráfico es la fuerte influencia de los Estados
Unidos y sus políticas frente a las drogas. Después de la prohibición de heroína y coca en
1917, se prohibió el uso recreativo de la marihuana y en 1937 se declara ilegal su posesión y
comercio. En 1930 se crea el Federal Bureau of Narcoties (FBN) siendo Harry Anslinger su
director por 32 años. Junto a William Randolph Hearst (dueño de los principales periódicos
de la época) difundieron la imagen de la marihuana como veneno, agente de agresividad y
generadora de crímenes, incluso, usaron un caso en Florida de un joven que mató a su familia
bajo el supuesto efecto de la marihuana. Simultáneamente en México, José Siurob, quien fue
titular del departamento de salubridad, señalaba al país como un centro de concentración de
y distribución de estupefacientes (Astorga, 2005).

Además de ello, Valdés (2013) muestra que estos actores impulsaron lo suficiente para que
la Casa Blanca presionara a los países productores para adoptar las mismas políticas
prohibicionistas. Sin embargo, los gobiernos no son monolíticos, ya que están compuestos
por multiplicidad de agencias con intereses diferentes y contradictorios que no pudieron
tomar la medida como fue dictada, sin mencionar que no contaban los recursos necesarios

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

para atender la demanda. En particular, el estado mexicano se encontraba débil después de la


revolución y la guerra cristera para instrumentar casi cualquier política de este tipo, sin
embargo, adquiere entonces el compromiso prohibicionista de EUA, pero sin la capacidad
de respaldarlo. En ningún informe de la época se muestra alguna acción o preocupación por
el consumo de drogas, a pesar de sí tener un marco prohibicionista, incluso, no se encargaba
una institución policiaca de tal tarea, sino el departamento de salubridad. En realidad, México
era incapaz de destruir los plantíos, tenía pocos policías, mal pagados y con incentivos
suficientes para ser parte del problema. Por eso, se dice que la línea entre autoridad y
narcotráfico no era clara, ya que a los policías se les pagaba con droga, convirtiéndolos en
vendedores, como fueron los casos de Esteban Cantú, quien tenía 1800 hombres a su cargo
y de Vaca Martínez, quien había sido jefe de la policía de narcóticos, pero que terminaría
convirtiéndose en narcotraficante (Valdés, 2013).

Todo esto terminaría cuando en 1940 entra en vigor un reglamento, decretando la persecución
y denuncia de los consumidores y los traficantes (Astorga, 2005). En resumen, podría decirse
que el narcotráfico en este periodo se caracterizó por ser un negocio de alta rentabilidad, con
una estructura criminal basada en redes familiares y comunitarias, donde la violencia y
corrupción tienen lugar en un estado de derecho poco prioritario, todo ello bajo una relación
asimetría entre México y los EUA (Valdés, 2013).

Auge y conformación del monopolio de las drogas (1940-1980)

De acuerdo con Valdés (2013), para entender en términos generales esta etapa del
narcotráfico deben tenerse en cuenta principalmente dos aspectos: el aumento exponencial
de la demanda de drogas en Estados Unidos, que lo convirtieron en el mayor consumidor a
nivel mundial, y las políticas cambiantes hacia las drogas en su propio territorio como parte
de una campaña política en plena guerra fría. De hecho, la dinámica económica del mercado
de las drogas en este periodo se modificó considerablemente. Con respecto al opio, su uso se
incrementó aceleradamente debido a que Estados Unidos lo usaba en la elaboración de la
morfina que sus soldados heridos necesitaban en la segunda guerra mundial (Astorga, 2005).
Lamentablemente para ellos, una consecuencia adversa de tal guerra fue la obstaculización
de las rutas de comercio, lo que provocó un gran desabasto de goma de amapola. Aunque no
existe ningún documento que lo avale, Grillo (2011) argumenta que el gobierno
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Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

estadounidense solicitó apoyo a México para que de forma secreta y clandestina enviará
cargamentos de opio. Este proceso era oculto para evitar las críticas que a ambos gobiernos
podían hacerse ante la contradicción evidente en el cultivo y distribución de drogas. Esto
provocó que, al finalizar la guerra, miles de soldados estadounidenses fueran adictos a la
heroína. A pesar de ello, existen registros de destrucción de plantíos en los estados de Sinaloa,
Durango, Chihuahua y Sonora (Valdés, 2013).

Según el propio Valdés (2013), los datos sobre el consumo en los años cuarenta y cincuenta
son bastantes escasos, no obstante, la información sobre las empresas o narcotraficantes de
dicha etapa lo son aún más. Existen algunos señalamientos sobre figuras públicas,
principalmente gobernadores, que serían los encargados del tráfico de drogas de la época.
Suenan los nombres de Abelardo L. Rodríguez (exgobernador de Sonora), Pablo Macías
Valenzuela y Rodolfo Loaiza (exgobernadores de Sinaloa), Juan Felipe Rico y Alberto V.
Aldrete (exgobernadores de Baja California), quienes transportaban la droga mediante
aviones, usando una producción dispersa y oculta. Durante esta etapa surgió el laboratorio
como un nuevo eslabón en el proceso, así como la presencia de agentes estadounidenses que
establecerían lazos de compra y financiamiento, iniciando las relaciones binacionales en el
tráfico de drogas. El fenómeno comienza a visualizarse de forma distinta, ya que comienza a
crecer considerablemente el número de personas implicadas en el negocio, de distintas clases
sociales y ocupaciones. Además, comienza la explotación a los campesinos, a quienes se les
cobraba un impuesto por supuesta protección y anuencia para controlar las ganancias y la
producción (Valdés, 2013).

Con respecto a la marihuana, en los años sesenta en Estados Unidos hubo una revolución de
pensamiento en contra de las ideas conservadoras, impulsada por valores libertarios que,
entre sus características, se identificó una actitud positiva hacia las drogas, la libertad sexual
y el rock and roll (Valdés, 2013). En particular, el consumo de marihuana creció
exponencialmente, principalmente entre la población joven, incluso algunas estadísticas
señalan que uno de cada cuatro jóvenes sabía lo que era el consumo de marihuana. De
acuerdo con Astorga (2005), el incrementó también se debió a los estudiantes y a los
soldados. Este aspecto tiene una relevancia particular para México, puesto que aportaba el
75% de la marihuana consumida en dicho país. Además de ello, el consumo de opiáceos

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

aumentó. EUA presionó al gobierno turco para controlar el tráfico al prohibir el cultivo de
amapola (apoyado por el gobierno francés), lo cual beneficio bastante a los productores
mexicanos que aumentaron su demanda y producción. México cubría entre el 80 y 90 por
ciento del consumo entre 1970 y 1975 (Valdés, 2013).

El gusto de la juventud norteamericana por las drogas propició que aumentará la producción
en estados como Nuevo León, San Luis Potosí, Michoacán, Guerrero y Oaxaca, además del
llamado triángulo dorado (la región comprendida entre los estados de Chihuahua, Sinaloa y
Durango en el noroeste del país). La marihuana tenía un precio en el mercado estadounidense
de 60 dólares el kilogramo. Valdés (2013) refiere que no eran los campesinos quienes se
veían más beneficiados en la venta, ya que a estos solo se les pagaba cinco dólares por
kilogramo, dejando la mayor parte de las ganancias a los recolectores y vendedores. A pesar
de esta situación, para el campesino promedio resultaba más redituable plantar marihuana
que cualquier otro tipo de cultivo, por lo que la voz se pasó rápido entre las familias de
campesinos, dando lugar a múltiples cultivos en lugares casi abandonados o sin vigilancia
por el estado. A partir de ello, se establecieron lazos y acuerdos para que el ejército
persiguiera y destruyera algunos plantíos, principalmente de los sembradores independientes
que carecían de acuerdos con el gobierno, ya que el ejército destruía algunas parcelas, pero
nunca todas. La demanda era de tres mil toneladas al año, lo cual significó un ingreso de poco
más de ocho toneladas diarias a Estados Unidos. En tal sentido, esto implicaba una logística
para la recolección, empaquetado, traslado a la frontera, diversificar los mecanismos de cruce
(aviones, túneles, mulas, corrupción) y compradores al mayoreo en las ciudades cercanas
(Valdés, 2013).

De acuerdo con Valdés (2013), existe un problema para detectar lo ocurrido entre 1950 y
1980 con los líderes del narcotráfico. De hecho, existen registros que mencionan a ciertos
políticos (principalmente gobernadores y jefes de policía, como se mencionó anteriormente)
que se encargaban del negocio. Posteriormente, debido al aumento de producción, una buena
red de recolección, con gente en los estados productores y en los cruces fronterizos, el
negocio quedó principalmente en personajes de Sinaloa de forma casi monopólica. En esta
etapa se tienen también registro de muchos decomisos, principalmente en aeropuertos
(Astorga, 2005). Adicionalmente, se cree que utilizaban la estrategia de poner al mando gente

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

local en otros estados, principalmente caciques, para asegurar un mejor conocimiento de las
condiciones sociales y políticas, lo cual permitía evitar conflictos violentos para someter
organizaciones locales, comprar a la autoridad y la organización de tareas productivas. Se
podría concluir que las empresas del narcotráfico de la época operaban mediante el concepto
y la organización del negocio: una plaza o territorio, acuerdo con autoridades, pagar la plaza
y tener los recursos para explotarlas; utilizaban la violencia como mecanismo para establecer
liderazgo y acuerdos, la relación con la autoridad para tener complicidad y anuencia, el
vínculo familiar para poder perdurar, tener confianza y establecer una organización
económica y rentabilidad del negocio (Valdés, 2013).

Siguiendo a Valdés (2013), esta era la forma en que las empresas criminales funcionaban en
dicha época, pero fue el cambio de la política estadounidense a finales de los años sesenta la
que transformaría drásticamente tales condiciones, principalmente, la lucha contra el
narcotráfico emprendida por el presidente Nixon en 1969. Para entender este proceso, habría
que abordar ligeramente el contexto norteamericano de la época, sobre todo en el aspecto del
consumo de drogas. A pesar del boom de las drogas en los años sesenta, éstas no
representaban un tema en la agenda de los presidentes estadounidenses, ya que la prioridad
en el momento era la guerra fría con la Unión Soviética. Tenían muchos problemas sociales
como la discriminación racial, la pobreza y las manifestaciones antibélicas, y la estrategia de
los gobiernos socialdemócratas para solventarlos fue el impulso de programas sociales de
apoyo (La Gran sociedad). En 1968 hubo elecciones y, contra todo pronóstico, el ganador de
la contienda electoral fue Richard Nixon sobre el demócrata Johnson, principalmente por el
uso del tema de las drogas durante su campaña. La postura demócrata era la de apoyar el
gasto social, argumentando que los problemas, crímenes y pobreza eran en parte
responsabilidad de todos. Los conservadores republicanos argumentaban, por el contrario,
que se necesitaba de la corrección, la mano dura y el castigo frente al crimen. En su estrategia
utilizaron datos sobre el crimen y consumo de droga, pero para lograr impactar a la población
necesitaban equipar la marihuana con las drogas duras, es decir, relacionar el consumo de
marihuana con la rebelión y los valores antiestadounidenses o comunistas. Por tal motivo,
vincularon el movimiento afroamericano por los derechos civiles y a los jóvenes blancos con
ideas antibélicas con el uso de las drogas (Valdés, 2013).

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Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Del mismo modo, notaron que la contracultura estaba relacionada con el uso de la marihuana
y la satanizaron para tener una ventaja en la elección. Convencieron al electorado del valor
negativo de las drogas equiparando los efectos, el daño a la salud y la adicción a la marihuana
con los de la heroína, todo ello con el apoyo de los medios de comunicación (Valdés, 2013).
Johnson intentó acomodarse a la tendencia y creó el BNDD (Bureou of Narcotics and
Dangerous Drugs), antecedente de la DEA, lo que terminó dando mayores facultades a los
policías, pero sin efecto en su campaña. Además de ello, con lo acontecido en Vietnam, la
muerte del senador Kennedy, el aumento de la violencia, el asesinato de Martin Luther King
y la elección de Nixon a la presidencia, las drogas quedaron en la mira de la persecución
norteamericana y, por tanto, en México, su principal proveedor. A partir de tal momento,
Estados Unidos estableció los términos de la guerra contra las drogas responsabilizando a los
países productores, de forma unilateral y asimétrica en sus relaciones con dichas naciones.
México no tenía la capacidad de llevar a cabo las estrategias solicitadas por Estados Unidos,
quien ordenaba sin ningún tipo de apoyo. Nixon intento presionar al gobierno mexicano con
la operación “Intercepción”, cerrando la frontera en 1969; tal estrategia no funcionó, incluso
fue contraproducente debido al tráfico y la pérdida de mercancía en la frontera, por lo que la
frontera fue reabierta. Aunque existieron algunos decomisos, se evidenció que el consumo
de drogas más peligrosas aumentó considerablemente al detener el tráfico de marihuana.
Debido a ello, el plan "Intercepción" fue cambiado por el de "Cooperación" que proponía
destruir las drogas desde su origen. Se creó la ODA (Office of Drugs Abuse) que al fusionarse
con el BNDD constituirían la DEA. Era mejor llevar la guerra contra las drogas fuera de
Estados Unidos para evitar y trasladar la corrupción y la desorganización a las naciones
productoras (Valdés, 2013).

A finales de la década (1976) se puso en marcha la operación “Cóndor”, la cual pretendió


erradicar los sembradíos de Sinaloa para eliminar el problema de la droga en México. Esto
tuvo consecuencias en la entidad con la entrada de miembros del ejército, provocando
violencia, la pérdida de los cultivos y la movilización de los líderes del cartel hacia
Guadalajara (Valdés, 2013). Lo cierto es que el gobierno mexicano jugó las dos caras de la
moneda. Muestra acciones contra el narco y al mismo tiempo existe rastro que inculpa a
elementos del estado de todos los niveles en actividades relacionadas a éste. Los líderes

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políticos asumían un rol de control y represión a los traficantes y productores al tener el sartén
por el mango. El narco sobornaba a funcionarios menores, pero sucumbían con los mayores.
De esta forma, los gobernantes mantenían el control del territorio, las rutas y la distribución.
Al mismo tiempo impedían la consolidación de los narcotraficantes como poder autónomo,
aunque sería solo de forma temporal. Estos tratados fueron informales y tácitos, ya que se
evidenciaron en las relaciones sociales de políticos y narcos en la vida cotidiana. Ellos
ganaban protección y los otros ofrecían migajas en los decomisos que les permitían obtener
asensos y el aplauso del gobierno de Estados Unidos (Valdés, 2013).

De acuerdo con Valdés (2013), la relación era compleja entre el gobierno y el narcotráfico
ya que, aunque permitían sus actividades, esporádicamente realizaban decomisos y
detenciones de capos para alinearse a los requerimientos estadounidenses. Esto provocó que
la confianza del narco al gobierno y sus alianzas se debilitará. Aunado a ello, había un
problema de presupuesto con la PGR ya que ésta debía mantenerse mediante recursos
propios, ocasionado que realizaran acuerdos con delincuentes para obtener sobornos o
traficar con los propios decomisos. Terminaron por monopolizar el mercado de las drogas
con el cartel de Sinaloa, facilitando la organización y el control de éstos. El estado sería por
tanto el mayor responsable de sentar las bases del narcotráfico como lo conoces en la
actualidad, puesto que, como se verá en el siguiente apartado, hubo una ruptura entre ambos
bandos.

Fragmentación y ruptura (1980-1990)

En los años ochenta, el narcotráfico era dominado por la organización de Sinaloa,


identificado como Cartel de Guadalajara. Como fue mencionado en la sección anterior, los
miembros del cartel huyeron de Sinaloa debido a la operación “Condor” y se trasladaron a
Guadalajara debido a la relación que existía con Javier García Paniagua, (director de
seguridad federal y originario del ese estado), ya que tenía redes de apoyo (Valdés, 2013).

El cartel era dirigido por Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido también como el "jefe de
jefes". Él era policía, pero se hizo amigo cercano del gobernador Leopoldo Sánchez y al
morir Pedro Avilés, el y Don Neto (Ernesto Fonseca) asumen el liderazgo de la organización.
Se dicen muchas historias sobre Félix Gallardo, ya que se le identifica como un buen líder,

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Capítulo II
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justo, y que brindó gran apoyo al estado de Sinaloa, incluyendo a la Universidad. En la


organización figuraban familias como los Caro Quintero, los Zambada, los Beltrán Leyva,
los Carrillo Fuentes, los Guzmán Loera y los Arellano Félix. Había otros personajes que no
pertenecían a los clanes familiares como “El güero” Palma Salazar, Juan José Esparragoza
“El Azul”, entre otros. También existían miembros o exmiembros de la policía como Rafael
Muñoz Talavera y Rafael Aguilar Guajardo. Cada familia tenía la función de encargarse del
transporte y cruce de droga en un territorio específico, todos al mando de Miguel Ángel
(Valdés, 2013).

En la misma década se presentaron una serie de cambios importantes en el negocio del tráfico
de drogas, principalmente con la comercialización de la cocaína. Aunque es originaria de
Bolivia y Perú, fueron los colombianos quienes en los años setenta se convirtieron en los
abastecedores de la cocaína. Ésta fue bien recibida en Estados Unidos y rápidamente se
convirtió en una droga popular que comenzó a generar numerosos adictos, lo que la convirtió
en una amenaza. De hecho, por esta sustancia el gobierno de Reagan en 1982 le declararía
nuevamente la guerra a las drogas. La violencia en Estados Unidos aumentó, lo que provocó
que el gobierno utilizara al ejército y la marina para perseguir al narcotráfico (Valdés, 2013).

Como parte de la solución, se optó por cerrar la ruta del Caribe, ya que la mayor parte de la
droga llegaba por Florida. Esto conllevaría a utilizar la vía terrestre mexicana como puerta
trasera. Para ello, se dio una asociación con los carteles mexicanos, quienes se convirtieron
en los mejores socios de los colombianos. Se llegó a un acuerdo con los carteles mexicanos
para que estos trasladaran la drogas a los Estados Unidos y fuera entregada a las redes de
distribución colombianas. Este trato los volvió multimillonarios, ya que el consumo de
marihuana iba a la baja y las ganancias por el traslado de cocaína era significativamente
mayores. Eso les dio mucho poder y capacidad de convertirse en una empresa sofisticada. Se
dice que hubo una excelente relación entre los carteles colombianos y mexicanos (ante la
ausencia de conflictos) aunque, en el futuro, serían los mexicanos los más beneficiados
(Valdés 2013).

Con respecto al consumo de marihuana, éste alcanzó su punto más alto en 1979, pero se
redujo significativamente, hasta perder una tercera parte de los consumidores para 1990. A
pesar de ello, se tenía un complejo sistema de producción, en la que participaban miles de
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trabajadores, con sistemas de riego sofisticados para producir la llamada "sin semilla", una
especie de marihuana de mucha calidad (Valdés, 2013). Este sitio de producción conocido
como “El Búfalo”, tenía más de 12,000 jornaleros de distintas partes del país. Fue descubierto
por Alfredo Zavala en noviembre de 1984, quien se lo comunicó a Enrique Camarena, un
agente de la DEA que apoyaba al gobierno mexicano en la lucha contra el narcotráfico. Este
descubrimiento desembocó en un operativo en el que fueron destruidas más de 11 toneladas
de marihuana, aunque los líderes pudieron escapar, incluyendo al cabecilla principal, Rafael
Caro Quintero (Astorga, 2005). En venganza, tanto el agente Camarena como Alfredo Zavala
fueron secuestros en febrero de 1985, hecho que viniera a transformar por completo el
fenómeno del narcotráfico. Estados Unidos, indignado por los hechos, tomó fuertes medidas
contra el gobierno mexicano, cerrando las fronteras y realizan declaraciones que señalaban a
México como un país sumamente corrupto. Antes de saberse que ambos personajes habían
sido asesinados, representantes de la policía mexicana respondieron a las acusaciones,
señalando que no había un nexo entre los narcotraficantes y la policía, subrayando incluso,
la ausencia de cualquier tipo de corrupción (Astorga, 2005).

Fue un mes después que los cuerpos fueron encontrados, generando una ola de cambios que
incluyeron el encarcelamiento de militares y líderes mexicanos. Se señalo a los
narcotraficantes como orquestadores de los asesinatos, particularmente a Rafael Caro
Quintero, como tercero al mando, Miguel Ángel Félix Gallardo, como segundo, y a Ernesto
Fonseca como el padrino mayor (después se sabría que el más importante era Miguel Ángel)
(Astorga, 2015). Todos ellos fueron capturados, a Caro Quintero en Costa Rica, a Don Neto
en Puerto Vallarta y finalmente a Félix Gallardo, años más tarde, en Guadalajara. Las
aprehensiones dieron a conocer la complicidad de diferentes agentes del gobierno con los
narcotraficantes, incluso, con fuertes lazos de amistad y familia entre ellos (Astorga, 2005).

Este error generó muchos cambios en la organización del narcotráfico y la relación con el
estado, ya que la ausencia de un líder generó una fractura entre los principales representantes.
Aunque hubo un esfuerzo por dejar una separación justa y clara de los territorios, ésta no se
respeto, lo cual provocó la generación de tres organizaciones principales: Los Arellano Félix
en Tijuana, Los Carrillo Fuentes en Ciudad Juárez y Los Guzmán y Zambada en Sinaloa.

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Adicionalmente, había otros jefes sin clanes familiares como Aguilar Guajardo "El güero
palma", Rafael Chao y Emilio Quintero (Valdés, 2013).

En resumen, los cambios ocurridos durante la década fueron trascendentales para entender el
contexto del narcotráfico actual. Valdés (2013) señala como elementos principales el cambio
en el mercado de las drogas, con la caída de la marihuana y el ingreso de la cocaína; las rutas
modificadas para el trasiego de sustancias; la pérdida de una organización adecuada y una
relación con el estado de beneficio mutuo, insostenibles con la captura de Caro Quintero,
Don Neto y Félix Gallardo (Valdés, 2013).

Guerras y captura del parcial del estado (1990-2006)

Esta etapa se distinguió principalmente porque México se llenó de empresas dedicadas al


tráfico de drogas, primero, porque Estados unidos seguía demandando una gran cantidad de
estupefacientes, segundo, porque al no existir una empresa monopólica que evitará el ingreso
de nuevas empresas, proporción la creación de nuevas y tercero, al ser disuelta la Dirección
Federal de Seguridad, organismo encargado de los acuerdos con el narcotráfico, se rompió
la barrera política que impedía la creación de nuevos grupos (Valdés, 2013).

De acuerdo con Valdés (2013), la captura de Miguel Ángel, Ernesto Fonseca y Caro Quintero
generó que el territorio nacional fuera dividido en diferentes plazas. Cada plaza era
controlada por un líder, generalmente por un clan familiar. Se dice que esta división fue
organizada por el propio Miguel Ángel desde la cárcel y González Calderoni, comandante
de la Policía Judicial de México, pero, sin la figura de un dirigente para toda la organización,
los acuerdos a los que llegarían serían violados, generando un ciclo de violencia que aun no
ha terminado. Para entender esta división, es preciso conocer a los distintos grupos que se
hicieron cargo de las plazas más importantes del trasiego de estupefacientes, específicamente
los Arellano Félix, la organización de Ciudad Juárez, el Golfo-Zetas, los Valencia y la
Familia michoacana, la organización de Colima y, finalmente, el cartel de Sinaloa.

- La plaza de Tijuana y los Arellano Félix

La ciudad de Tijuana era una plaza de suma importancia, ya que se trasladaba la droga a los
estados de California, Washington, Nevada y Oregón. En un principio era operada por Javier

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Caro Payan (primo de Caro Quintero) y José Contreras Subías. Benjamín Arrellano Félix se
unió como ayudante al salir de la secundaria cuando vivían en Guadalajara y después lo
siguieron sus hermanos. Un tío de ellos ya vivía en Tijuana, Jesús Labra Avilés, "EL Chuy",
quien ya tenía experiencia en el negocio y se sumó como asesor al equipo. Los Arellano Félix
se hicieron de la plaza al ser capturados en el extranjero los jefes anteriores. Ellos vendían
las cuatro drogas principales y su fuerte era el trasiego de droga y no la producción. Cuando
Rafel Chao cae, aprovecharon para quedarse también con Mexicali. Se caracterizaron por
tener la protección completa de la policía mediante sobornos cuantiosos. A la captura de
Miguel Ángel, la plaza empezó a ser disputada, pero pudieron mantenerla debido a que tenían
un liderazgo familiar, una red de protección política y policiaca, un área de operaciones y
logística eficiente, disciplina sustentada en el miedo a la violencia y una enorme complicidad
social. Fueron las continuas disputas con el Chapo Guzmán y el resto de los grupos por la
plaza de Tijuana que llevó a terminó dicha organización a principios de los 2000 (Fernández,
2001; Blancornelas, 2006; Gómez y Fritz, 2005; citados en Valdés, 2013).

- La plaza de Ciudad Juárez

Al igual que Tijuana, esta plaza siempre ha sido muy disputada. Con acceso al Paso, Texas,
es la ruta ideal para llevar droga por los estados del centro de Estados Unidos hasta Chicago.
A la muerte de Pablo Acosta, se quedó a cargo Rafael Agilar Guajardo, un exagente que
había sido integrante de la Dirección Federal de Seguridad. Por su parte, Amado Carrillo,
mejor conocido como “El señor de los cielos”, ya pertenecía a esta organización. Estuvo en
la cárcel un año y regresó fortalecido para integrarse al negocio. Hubo tensión entre Amado
y Aguilar, lo que culminó con el asesinato de Aguilar en 1993. Con Aguilar muerto, el Chapo
en la cárcel y sus antiguos socios capturados, Amado Carrillo controló la organización de
Juárez. Se caracterizó por no ser excesivamente violento (como sucedía con Tijuana) y por
hacer acuerdos con las altas jerarquías. Al contar con la protección más alta, no fue necesario
tener un área de fuerza grande, es decir, tener una unidad especializada en su organización
para el combate. Esta estrategia sirvió, pero en 2004 al acentuarse el conflicto con Sinaloa,
tuvo que crear su propio ejército. A la muerte de Amado en 1997 le sucedió su hermano
Vicente, junto a Ricardo "El Doctor" García Urquiza. Aunque siempre la intención fue la de
formar una gran red, nunca pudieran ganar la plaza de Tijuana ni expandirse al noreste (De

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Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Mauleón, 2010; Andrade, 1999; Fernández, 2001; Ravelo, 2011; Gómez y Fritz, 2005;
Grayson, 2010; citados en Valdés, 2013).

- La organización del Golfo y los Zetas

En ciudades como Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros no había rastro de paso de drogas
hasta finales de los ochenta. Retomando la captura de Félix Gallardo, no hay encargado para
la zona, sino que se crea el cartel del golfo con Juan García Ábrego. Se cree que algunas
fuerzas corruptas del estado tenia inversiones allí. De hecho, debido a la ausencia de un clan
familiar, el liderazgo por el cartel del golfo constantemente estuvo en disputa. En 1996
Ábrego fue capturado y Oscar Malherbe, uno de sus operadores se queda al frente. No
obstante, también es capturado rápidamente, dejando sin cabeza al cartel. Fue entonces
cuando surgen tres aspirantes: Baldomero Medina "El rey de los tráileres", Salvador "Chava"
Gómez y Osiel Cárdenas. Hubo un intento por asesinar a Baldomero, pero al sobrevivir
decide no pelear la plaza y retirarse a Tampico. Osiel terminó asesinando a Chava y
quedándose con el negocio. Uno de los aspectos más relevantes de esta organización fue la
creación de un brazo armado, “los Zetas” quienes fueron conformados inicialmente por Osiel
como una especie de guardia personal. Usaban soldados o exsoldados sumamente
especializados, lidereados inicialmente por Arturo Guzmán Decena, el “Z-1”. Osiel es
aprehendido en 2003 y se queda a cargo su hermano Ezequiel "Tony tormentas" y Eduardo
Costillas "El Cos". En realidad, había cinco líderes, ya que éste seguía dando órdenes desde
la cárcel y Miguel Ángel Treviño, el “Z-40”, y Heriberto Lazcano "El Lazca" lideraban a los
Zetas. Aunque los Zetas en un principio eran los sicarios de la organización y recibían un
sueldo por sus funciones, comenzaron a demandar una mayor participación en las actividades
del cartel, lo que conllevó a una expansión territorial, la cual incluyó a Michoacán, dándoles
mucha ventaja operativa para el traslado de drogas. Además, ellos comenzaron con la
diversificación del narcotráfico, el cobro de piso y la extracción de rentas sociales. En cada
ciudad, negociaban con los criminales locales, a fin de cobrarles una cuota por protección.
Ellos terminaban vendiendo sus drogas y extorsionando a los negocios. Finalmente, el Golfo
y los Zetas se separaron en 2010 (Fernández, 2001; Ravelo, 2011; Gómez y Fritz, 2005;
Grayson y Logan, 2012; citados en Valdés, 2013).

- La organización de los Valencia en Michoacán


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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Particularmente, esta fue una de las organizaciones más discretas. De hecho, las autoridades
mexicanas no se habían dado cuenta de su existencia. Localizados en Michoacán, Luis
Valencia Valencia y Armando Valencia Cornelio tenían un perfil bajo y buenas relaciones.
Ellos trasladaban la droga a ciudad Juárez, hasta que entraron en conflicto con los Zetas;
después se aliaron con el Chapo Guzmán. Estados Unidos aportó inteligencia para atraparlos,
pero lograron escapar. Armando fue capturado hasta 2003 y su primo Luis y sus hermanos
quedaron a cargo, pero estos tenían problemas con la invasión de los Zetas. Debido a los
ataques de estos últimos, los Valencia tuvieron que cambiar de estilo y generar su brazo
armado, "la familia michoacana". Debido a que Michoacán era un punto estratégico para el
trasiego de droga desde el puerto de Lázaro Cárdenas, su dominio era crucial. Después de la
invasión de los Zetas y la pérdida de la plaza, Michoacán fue el territorio piloto para
experimentar el nuevo modelo de negocio. Ante las extorsiones y el cobro de piso, los
michoacanos se revelaron, y crearon la Familia, con el objetivo de expulsar a los Zetas de
Michoacán. Los cabecillas fueron Nazario Moreno González "El Chayo", Jesús Méndez
Vargas, alias "El Chango" y Servando Gómez "La Tuta". Al recuperar la plaza, la familia
siguió con el modelo impulsado por los Zetas, pero mejorado, pues tuvieron estrategias para
vincularse con la sociedad, poniendo a su gente en el ayuntamiento y amenazando a los
alcaldes (Finnegan, 2010; Gómez y Fritz, 2005; Grayson y Logan, 2012; Grillo, 2011; citados
en Valdés, 2013).

- La organización de Colima

Esta organización realmente duro muy poco y era bastante pequeña en comparación con las
anteriores, se enfocó principalmente en las metanfetaminas y en los ingredientes necesarios
para su fabricación. Fue dirigida por los hermanos Contreras Amezcua, quienes de forma
accidental entraron al negocio. Uno de los hermanos fue capturado en 1993, por lo que
tuvieron más cuidado al comprar la materia prima a través de empresas farmacéuticas,
utilizando barcos principalmente. Finalmente, ambos fueron capturados en 1998. Aunque
efímera, su organización se caracterizó porque decidieron traficar con drogas sintéticas y no
competir con otras organizaciones, así como por su modelo de tipo empresarial y la ausencia
de violencia (Gómez y Fritz, 2005; citados en Valdés, 2013).

La organización de Sinaloa
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Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

De acuerdo con el reparto hecho por Calderoni y Gallardo, Ismael "El Mayo" Zambada habría
quedado a cargo de Sinaloa. Éste hizo alianzas con el Chapo, encargado de Tecate, con el
Güero Palmas, líder en San Luis Colorado y Mexicali y, finalmente, con Juan José
Esparragoza “El azul”. Después extenderían su territorio hasta Hermosillo y Nogales (con la
caída de Emilio Caro Payán). El Chapo Guzmán se convirtió en el líder e incluyó a su familia
y a los Beltrán Leyva en el negocio. La organización se caracterizó por sus habilidades para
pasar droga a Estados Unidos por diversos medios. Aunque no tuvieron problemas para
recuperar Mexicali y Nogales, la ambición los llevó a querer la codiciada plaza de Tijuana,
lo cual desembocó en una lucha larga y costosa. En esta pelea muere el cardenal Posadas
Ocampo en un supuesto fuego cruzado en el Aeropuerto de Guadalajara en 1993,
ocasionando que el gobierno actuará rápido y capturará al Chapo en la frontera con
Guatemala. Fue sentenciado a 20 años de prisión en Almoloya. Con el Chapo capturado
en1993, Amado Carrillo tomó las riendas de la federación, haciendo una alianza entre el
cartel de Juárez y el de Sinaloa, hasta fallecer en 1997. En el tiempo que estuvo preso, sus
competidores, los Arellano Félix y el cartel del Golfo se fortalecieron. No obstante, en 2001
el Chapo se escapa de Puente Grande con el objetivo de recuperar su poder, por lo que
reorganizó la empresa. Buscó como mejorar la producción, se alió con el cartel de Ciudad
Juárez y sus enemigos se debilitaron con la captura de Osiel Cárdenas y de Benjamín
Arellano Félix (Astorga, 2005; Bieth, 2011; Grillo, 2011; Ravelo, 2011; citados en Valdés,
2013).

La fragmentaciones de los grupos del narcotráfico vino acompañada de enfrentamientos, ya


que, al descabezar a la federación, hubo un conflicto por el control de las organizaciones, los
territorios y el resto de las actividades ilegales. Para ganar este control, se necesita de la
violencia. A pesar de que se había hecho un acuerdo para respetar el derecho de piso después
de que las plazas habían sido divididas, nadie respetó los acuerdos y la ambición por el poder
predominó. Las luchas se dieron principalmente en Tijuana, el Golfo y Ciudad Juárez.

Con respecto al choque entre las organizaciones de Tijuana, Sinaloa y Ciudad Juárez, aunque
en algún momento eran amigos, la enemistad se originó a que el Mayo Zambada no pagaba
el derecho de piso. Quisieron matarlo, pero debido a una confusión salió ileso. El Chapo y él
se unieron para enfrentar a los Arellano Félix. Al intentar negociar, los Arellano mataron a

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Capítulo II
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su amigo el Rayo López, lo que causó la ira del Chapo. Todo ello conllevó a una violenta
confrontación por la plaza de Tijuana. Al final, todos serían apresados, habiendo dejado una
mancha de sangre en el país. Otra fuerte confrontación se dio después de la captura de Osiel
Cárdenas en 2003, pues se pensó que el territorio del Golfo podría obtenerse. El Chapo
organizó una invasión a manos de los Beltrán Leyva y Edgar Valdez Villareal “La Barbie”.
Sin embargo, después de varios ataques, no pudieron capturar la plaza.

En Ciudad Juárez, aunque habían permanecido como socios durante mucho tiempo, la
ambición rompió los tratados entre el Chapo y Vicente Carrillo (hermano de Amado que
quedó al mando después de su muerte). En la disputa, el Chapo por venganza mató a Ramon
Carrillo, hermano de Vicente. Este respondió con la muerte de Arturo Guzmán, “El pollo”,
hermano de guzmán que estaba preso en la cárcel. La batalla no cesó hasta 2008, cuando los
Beltrán Leyva rompen con el Chapo y se unen a Juárez. Del mismo modo, la guerra se
extendió hasta Michoacán, con la disputa entre los Valencia, la Familia y los zetas.

De acuerdo con Valdés (2013), para entender este cambio es necesario entender algunas
transformaciones en el sistema político mexicano. En primera instancia, anteriormente en
México, con un sistema presidencialista, se le otorgaba todo el poder al ejecutivo, quien,
desde un partido hegemónico, controlaba todo y a todos, lo que aseguraba un alto grado de
disciplina para acatar las órdenes. Cuando el partido hegemónico comienza a perder poder,
y la oposición inicia a obtener algunos puestos, el sistema comenzó a debilitarse. México
obtuvo una división de poderes y una mayor autonomía en los estados, que, si bien
representaba un logro democrático al obtener autonomía, la libertad significó una diferencia
en los objetivos e intereses de los distintos grupos.

El narcotráfico seguía necesitando acordar con los distintos niveles policiacos, pero las reglas
habían cambiado. La policía dejó de ser solo corrupta, ya que comenzó a participar en el
narcotráfico y sus actividades, es decir, hubo una captura del estado. Se dice que el estado
estaba capturado debido a que un grupo de individuos legales o ilegales influían en la
formulación de leyes, decretos, regulaciones y políticas públicas en busca de beneficios que
perjudican a los demás, gracias a la capacidad de violencia, por lo tanto, se perdió la
democracia y el estado de derecho.

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
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Del 2006 a 2012, el inicio de la guerra contra las drogas

Todo el país estaba dividido para las principales organizaciones, se veía a Los Zetas y a
Sinaloa (que también se le conocería como organización del Pacífico) como las dos más
grandes; atrás de ellos, las organizaciones de Tijuana, Juárez y La familia, como estructuras
de carácter regional. Éstas encontraron en México las condiciones para crecer, incluso
diversificando sus actividades: producir, trasportar y cruzar cuatro tipos de droga;
confeccionar un sistema de protección policiaco muy complejo; un área administrativa de
nóminas, compra de insumos y sistemas de cobro, así como estructuras para el lavado de
dinero. Por último y más importante, un brazo armado, con grupos paramilitares para la
protección, armados con equipo de uso militar.

Como también se relató, los conflictos entre éstas se acentuaron, generando una escala de
violencia y asesinatos nunca vista en el país. Particularmente, a finales de 2006 había tres
guerras en proceso: Tijuana contra El Pacífico; El golfo contra El Pacífico; y Los Zetas contra
la familia michoacana. Algunos grupos utilizaban otras actividades para incrementar sus
ganancias, a través de los secuestros y las extorsiones principalmente, así como con el control
de las redes de narcomenudeo. Sin mencionar que había poca capacidad de la policía, pocos
agentes, instalaciones, readaptaciones deficientes y gobiernos municipales secuestrados. En
palabras del propio Valdés (2013), se sabía que había un cáncer, pero no se sabía hasta que
punto estaban invadidos.

Todo ello sentó las bases para que Felipe Calderón, presidente electo en 2006, emprendiera
la lucha contra el narcotráfico. Se podría decir que en diciembre de este año se inicia la
confrontación contra el crimen organizado, con el operativo realizado en Morelia. De hecho,
los gobernadores dieron su apoyo a Felipe Calderón y a la estrategia contra el narco en una
conferencia nacional de gobernadores celebrada en febrero de 2007 en Tlaxcala. La estrategia
consistía en poner en marcha un operativo militar para detener la movilidad de los criminales
y desarticular a las organizaciones, usando a la marina y al ejército, en sustitución de las
deficientes fuerzas policiacas. Tan solo en 2007 se registraron un total de 2819 asesinatos,
cifra que aumentaría exponencialmente año con año (Valdés, 2013).

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

Con respecto a los asesinatos es necesario realizar un pequeño apunte. De acuerdo al propio
Valdés (2013), al presentarse un caso de asesinato, se consideraban múltiples elementos para
discernir si la acción fue ejecutada por el crimen organizado, es decir, analizando las
víctimas, posibles victimarios y otras características de suceso. La tarea es sumamente
complicada porque en ocasiones no se tiene ninguna información al respecto, sobre todo para
reconocer las razones por las que la acción fue realizada. Aunque pueda ubicarse que el
crimen fue cometido por un cartel particular, no se puede saber si la victima era un
delincuente o tenía una relación directa o indirecta con la organización o con un contrincante.
En tal sentido, el registro se hacía de acuerdo a la forma, es decir, si había sido una ejecución
(homicidio después de una captura), por enfrentamiento, ya sea en un conflicto entre
miembros del narcotráfico, o entre estos y las fuerzas de estado. Finalmente, está el homicidio
por agresión, que es cuando de forma unilateral, una agente del estado es atacado por el
crimen organizado estando vulnerable (sin pelea).

Para el año siguiente se multiplicó el número de asesinatos, los cuales eran mayoritariamente
ejecuciones (mas del 80%). Las batallas antes mencionadas continuaron, acentuándose la
guerra entre el cartel del pacífico y los Beltrán Leyva. En enero de 2008 el ejército detiene a
Arturo Beltrán Leyva, “El Mochomo", supuestamente a través de un aviso dado por el Chapo
Guzmán a las fuerzas del ejército. Como venganza, en mayo del mismo año, Edgar Guzmán
López, hijo del Chapo Guzmán, fue asesinado en la cárcel. Este fue un nuevo punto de
inflexión que desató la violencia en Sinaloa y en otros estados con presencia de ambas
organizaciones. Los Beltrán Leyva se aliaron con los enemigos de Sinaloa, es decir, Ciudad
Juárez y Los Zetas, aumentando los conflictos. Juárez y todo el estado de Chihuahua se
llenaron de sangre y llegó a ser la ciudad más peligrosa del país. Ambos frentes se reforzaron
con bandas locales para desarrollar subgrupos de choque, los “Mexicles” y los “Artistas
asesinos” se unieron a Sinaloa, mientras que a la “La Línea”, el brazo armado de la
organización de Juárez, se aliaron “Los Aztecas”. En otro frente, la lucha entre Tijuana y el
Pacífico se había incrementado por la detención de Francisco Javier Arellano Félix en 2006.
El mandó quedaría en Eduardo Arellano, "El Doctor", que sería aprehendido en 2008. La
cifra de asesinatos en 2008 sería de 6824, mientras que el año siguiente aumentaría a 9612
(Valdés, 2013).

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MARCO TEÓRICO Y CONCEPTUAL
Capítulo II
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Para 2010 hubo tres nuevos conflictos. Primero en los estados de Tamaulipas y Nuevo León,
Veracruz, San Luis Potosí y Zacatecas por la ruptura de Los Zetas y el cartel del Golfo. Se
cree que Los Zetas querían mayor participación en el tráfico de drogas y no solo en los
negocios externos. Cuando tuvieron poder suficiente, quisieron desplazar a sus socios,
peleando en las ciudades más importantes de la plaza: Nuevo Laredo, Reynoso, Matamoros,
Tampico, Monterrey, Saltillo, Piedras Negras, Veracruz y Boca de río. Esto llevó a una
alianza entre Sinaloa, El Golfo y la Familia michoacana; así como nuevos enfrentamientos
entre El Pacífico y Los Zetas en Jalisco, Nayarit, Guerrero y Veracruz. De hecho, el mayor
número de víctimas se observa en el conflicto del golfo con los zetas entre 2010 y 2011, con
15259 y 16897 asesinatos respectivamente (Valdés, 2013).

Otro conflicto se dio por la separación de la organización de los Beltrán Leyva en muchas
bandas delictivas. Los estados de Guerrero y Morelos sufrieron en mayor medida,
principalmente en Acapulco y Cuernavaca, dos grandes centros turísticos. Por si fuera poco,
otro conflicto se dio en Jalisco y Colima, donde grupos que eran parte del cartel de Sinaloa
(antes Los Mata-Zetas) se conformaron como el “Cartel Jalisco Nueva Generación” y
pelearon contra “La resistencia", creada a partir de la Familia Michoacana. Cada grupo tiene
batallas para defender su territorio, intentar expandirse y asegurar los acuerdos (Valdés,
2013).

Del 2012 a la actualidad

El mapa actual de los cárteles ha cambiado significativamente. De hecho, actores que no


figuraban en los últimos años del sexenio de Felipe Calderón han tenido una enorme
relevancia en el dominio de plazas importantes, mientras que otros que tenían un amplio
dominio, casi han desaparecido. No obstante, lo que aun no ha cambiado es la violencia que
caracteriza la guerra, ya que para 2017 se tendría un registro de 188,000 muertos en la batalla
contra el narcotráfico desde 2006 (Najar, 2017).

Es preciso comenzar describiendo a uno de los nuevos actores, el Cartel Jalisco Nueva
Generación (CJNG), que en este último periodo se convertiría en una de las organizaciones
dominantes. En un inicio, el grupo era parte del Cartel de Sinaloa, conocidos como “Los
Mata Zetas” y estaban bajo las órdenes de Ignacio coronel "El Nacho", uno de los fundadores

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Capítulo II
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(Najar, 2017). En 2010 “El Nacho” es abatido por la Marina y, al ser el vínculo con el cartel
de Sinaloa, provocó que la banda se independizara. La organización comenzaría a pelear por
el territorio con el cartel de Sinaloa y los Caballeros Templarios (Najar, 2015). De acuerdo
con el propio Najar (2017), El CJNG opera principalmente en Jalisco, Nayarit, Colima y
Michoacán. Tiene presencia en Mexicali, en el Estado de México, Querétaro, San Luis
Potosí, Veracruz, Guerrero y Oaxaca. Su rápido ascenso se debe a una eficiente estructura
financiera y militar, así como por la debilitación de sus enemigos con la captura de sus líderes.

Por otro lado, el Cartel de Sinaloa perdió algunas zonas importantes, principalmente por el
CJNG, pero también pudo extender su territorio al derrotar a organizaciones rivales en
violentos enfrentamientos (Najar, 2017). Uno de los golpes más fuertes que recibió Sinaloa
fue la captura del Chapo Guzmán en 2014. No obstante, a solo un año de su captura y a 14
años de su primera huida, se escapó de la cárcel del Altiplano en julio de 2015 (BBC, 2016).
El suceso puso en vergüenza al gobierno de Enrique Peña Nieto, el cual ya estaba siendo
cuestionado simultáneamente por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. No
obstante, sería recapturado en enero de 2016, no sin antes haber causado polémica por una
reunión realizada con la actriz Kate del Castillo (Paullier, 2016). A pesar de esta captura, el
cartel de Sinaloa sigue teniendo presencia en muchas zonas del país.

De igual forma, en Chihuahua, el Cartel de Juárez ha perdido mucho del territorio y ahora
solo tiene presencia en algunas regiones montañosas y en la fronteriza Ciudad Juárez. Algo
similar ocurrió con la organización de Tijuana y con los Beltrán Leyva. La primera perdió el
control de la península de Baja California y actualmente solo controlan la ciudad que lleva
su nombre. El segundo perdió la mayor parte del estado de Sonora, quedándose solo con la
capital y parte de la zona costera (Najar, 2017).

Otro cambio se dio con Los Zetas, ya que la captura de muchos de sus líderes y los conflictos
provocaron que perdieran gran parte de su territorio, quedándose solo con una sección de
Coahuila y Tamaulipas, Campeche, Tabasco y Quintana Roo, el principal destino turístico
del país. De hecho, el territorio que controlaban anteriormente es parte del imperio del CJNG
(Najar, 2017). En la Figura 2.1 se muestra la transición en el dominio de los territorios del
narcotráfico entre los años 2010 y 2017.

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Oscar Ulises Reynoso González

Figura 2.1
Zonas de influencia del narcotráfico en México (2010 -2017)

Región Altos Sur Región Altos Sur

de Jalisco de Jalisco

Fuente: BBC (Najar, 2017)

Aunque todos estos conflictos se suscitaron después del comienzo de la guerra contra las
drogas, pareciera no ser justa la atribución de la violencia a las acciones emprendidas por el
expresidente, ya que, como se ha observado a lo largo de este resumen, los ingredientes que
conformaron el contexto se fueron generando desde décadas atrás. No obstante, existen
muchos autores que señalan esta acción como la detonante (Reyes, Moslares, & Paola, 2015;
Moreno, 2014; Moreno & Valdéz, 2016; Pereyra, 2012; Ramírez & Guillén, 2012). Es
preciso indicar también en este punto que hay opiniones muy diversas en torno al tema. De
hecho, hay quienes sustentan, como es el caso de Zavala (2018), que no existen grandes
organizaciones del crimen organizado que se encuentren por encima del estado, de hecho,
retomando entrevistas realizadas a narcos colombianos y trabajos como los de Astorga y
Grillo, Zavala intenta demostrar que la imagen del narcotraficante y los cárteles son una
especie de espejismo o mito creado por el propio estado para responder a los intereses de
Estados Unidos. De ser así, mucho de lo que se ha narrado hasta ahora sobre el narcotráfico
no sería más que un cuento de hadas relatado al pueblo mexicano para explicar las acciones
que el propio gobierno ha efectuado.

Si bien valdría la pena realizar un abordaje en mayor medida sobre las ideas de Zavala (2018)
y discutir sobre las visiones hacia el tráfico de drogas, tal acción sobrepasa el objetivo del
presente estudio. Sin embargo, independientemente de cual es la versión que se apega en

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Capítulo II
Oscar Ulises Reynoso González

mayor medida a la realidad, en lo que no hay duda es que el fenómeno del narcotráfico existe
en el imaginario colectivo, que el consumo de sustancias es real y que los homicidios y
violencia generada por sus acciones repercuten en la sociedad.

70
3. METODOLOGÍA DEL ESTUDIO

CAPÍTULO III

El presente capítulo tiene como propósito describir la forma en que los objetivos del estudio
fueron desarrollados. El método de toda tesis se encuentra determinado por la postura
ontológica y epistemológica del marco de referencia del estudio, ya que ésta señala la forma
en que es concebido el objeto, la manera en que puede conocerse y, por tanto, la metodología
que para alcanzarse es necesaria. Considerando que la postura teórica que envuelve la
presente investigación son las representaciones sociales, es preciso indicar las distintas
formas en que, bajo esta perspectiva, es posible analizar el objeto de estudio, detallando
especialmente aquellas que fueron utilizadas en el trabajo.

Es importante señalar que para el cumplimiento de los objetivos de la investigación se realizó


una abordaje multimetodológico. Inicialmente se usaron algunas técnicas tradicionales para
conocer la estructura de la representación, como fue el análisis de prototípico de
importancia/frecuencia, pero también se recurrió a estrategias adaptadas de otros campos de
la psicología, como las redes semánticas naturales, las cuales brindaron un complemento
favorable en el proceso de interpretación. Posteriormente, para profundizar sobre los
cognemas enunciados, se hizo una adaptación de la técnica de listados libres (Bernard, 2006),
la cual tiene su origen en la antropología cognitiva y permitió redefinir la estructura de la
representación. De igual forma, se recurrió al uso del cuestionario para conocer la actitud de
los adolescentes hacia el narcotráfico y abordar su cercanía o simpatía con distintos
elementos de la narcocultura. Por último, se utilizó el soporte gráfico, ya que se les pidió a
los participantes realizar un dibujo sobre aquella imagen que venía a su mente al escuchar la
palabra narcotráfico.

Todas las estrategias citadas anteriormente fueron empleadas para responder a cada una de
las preguntas del estudio, por lo que será necesario profundizar en la descripción de sus
características, procedimientos y análisis.

3.1 Diseño y análisis de datos


METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

El presente estudio responde al enfoque cualitativo de investigación (Hernández, Fernández,


& Baptista, 2014; Taylor, Bogdan, & Piatigorsky, 1998). De acuerdo con la clasificación de
Creswell (Creswell, 2007), el diseño podría catalogarse como fenomenológico, es decir, lo
que varias personas experimentan en común respecto a un suceso o proceso; en este caso,
centrado en la experiencia frente al narcotráfico. Adicionalmente, el marco interpretativo que
da sentido al análisis es el enfoque estructura de las representaciones sociales (Álvarez-
Gayou, 2003).

Existe una multiplicidad metodológica en el estudio de las representaciones sociales, con


base en los enfoques cuantitativo, cualitativo y mixto de investigación (Flick, Foster, &
Caillaud, 2015). Como ha sido mencionado en reiteradas ocasiones, el presente estudio
realiza un abordaje multimetodológico, ya que se utilizan diversas técnicas de recolección de
datos y análisis para desarrollar los objetivos. Estos enunciados que detallan las pretensiones
del estudio fueron construidos a partir de los elementos que conforman las representaciones
sociales, es decir, el campo de la representación (estructura de la representación en núcleo
central y periferia), la actitud y la información. También se incluyó un objetivo que buscaba
denotar la forma en que los procesos de objetivación y anclaje configuran las
representaciones sociales. Adicionalmente, se planeó una comparación entre los elementos
del campo y la actitud de la representación según el sexo, la escolaridad y el tipo de escuela
de los adolescentes. En tal sentido, esta sección está destinada a esclarecer, describir y
justificar las estrategias utilizadas para cada uno de los objetivos de la investigación.

3.1.1 El campo de la representación

Este elemento de la representación hace referencia al orden y jerarquía de los elementos que
configuran su contenido, es decir, del tipo de organización interna que adoptan esos
elementos cuando quedan integrados en la representación (Araya, 2002). Existen muchas
formas para analizar la estructura de la representación. El propio Abric (2001b) presentó una
propuesta para organizar tales métodos, dividiendo el proceso en tres fases: identificar el
contenido de la representación, identificar las relaciones y jerarquías entre los elementos y,
por último, el control de la centralidad. Además, señaló cuales son los métodos más
adecuados de acuerdo con la perspectiva específica de las representaciones sociales. Con
respecto a la identificación del contenido de la representación, Abric (2001b) menciona dos
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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

tipos de métodos de recolección a saber, los interrogativos y los interpretativos. Los primeros
integran técnicas que se enfocan al discurso de los respondientes, cuestionando sobre
aspectos específicos del objeto de representación. Se incluyen la entrevista, el cuestionario,
las tablas inductoras, dibujos y soportes gráficos, así como la aproximación monográfica.
Los segundos se refieren a expresiones verbales de tipo más espontáneo, controlado y, en
opinión del propio Abric, más auténticas. Incluyen técnicas como la asociación libre y la
carta asociativa.

Por otra parte, los métodos que buscan las relaciones entre elementos, su importancia relativa
y su jerarquía hacen relucir los beneficios de las técnicas de recolección asociativa, donde el
sujeto realiza un trabajo de autoanálisis para poder comparar y jerarquizar los conceptos
evocados en la asociación, lo que permite reducir significativamente la interpretación del
investigador y facilitar el análisis de los resultados (Abric, 2001b). En este tenor, existen dos
tipos de métodos, por un lado, los utilizados para detectar los lazos entre los elementos, que
incluyen las técnicas de constitución de pares de palabras, la comparación pareada y la
constitución de conjunto de los términos; por otro, los métodos para jerarquizar los ítems
incluyendo las técnicas de los tris jerarquizados sucesivos (se pide a los participante que,
entre un grupo de elementos, seleccione la mitad de ellos a partir de su mayor importancia.
El proceso se repite con los restantes a fin de obtener los elementos centrales) y las elecciones
sucesivas por bloques (que otorga valores numéricos a los ítems para establecer un orden).

Por último, los métodos de determinación y control del núcleo central son usados en dos
sentidos, confirmar la postura teórica del núcleo central de la representación y la
contrastación empírica del mismo núcleo evidenciados en otros procesos. Las técnicas
enmarcadas en esta fase son: la técnica de cuestionamiento de núcleo central, el método de
inducción por guion ambiguo y el método de esquemas cognitivos de base. La técnica de
cuestionamiento del núcleo central consiste en crear un texto a partir de un ejercicio previo
de asociación que contenga los términos que se suponen forman parte del núcleo central. Se
muestra el texto al participante y se modifican detalles específicos. Al preguntar al
participante sobre la modificación del sentido del texto, se pueden distinguir si aquello que
fue cambiado forma parte del núcleo o la periferia. El método de inducción por guion
ambiguo resulta algo complicado, dado que se solicita al respondiente generar un par de

73
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

discursos ambiguos para poder confirmar la estructura de la representación. Por último, el


método de esquemas cognitivos de base trabaja a partir de un conjunto de pares de ítems y
se analiza el tipo de relación entre ellos y, por tanto, la centralidad (Abric, 2001b). La figura
3.1 presenta un esquema de los métodos en las representaciones sociales anteriormente
citados y las técnicas asociadas a identificar el contenido de la representación, las relaciones
y la jerarquía entre elementos y el control de la centralidad.

Figura 3.1
Métodos en las representaciones sociales
Entrevista

Encuesta

Métodos Tablas inductoras


interrogativos

Dibujos y
soportes gráficos
Métodos para
identificar el
contenido de la Aproximación
monográfica
representación

Asociación libre
Métodos
asociativos
Carta asociativa

Constitución de
pares de palabras
Métodos para
identificar las
relaciones entre Comparación
Métodos en las elementos, su pareada
importancia
representacion Métodos para relativa y su
es sociales identificar las jerarquía Constitución de
relaciones y conjunto de
términos
jerarquías entre
elementos Los tris
jerarquizados
Métodos de sucesivos
jerarquización de
los ítems Las elecciones
sucesivas por
bloques
Técnica de
cuestionamiento
del núcleo central

Métodos de El método de
control de la inducción por
centralidad guión ambiguo

El método de los
esquemas
cognitivos de
base

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

Fuente: Elaboración propia con base en Abric (2001b)

Si bien estos métodos son bastante ilustrativos y brindan una guía adecuada para conocer la
estructura de la representación social, no son los únicos existentes. Incluso, algunos de ellos
pueden tener adecuaciones o modificaciones para abordar de mejor manera la identificación
del contenido, las relaciones y la confirmación de los elementos que conforman la estructura.

Para decidir sobre las estrategias particulares a utilizar, en primera instancia se analizaron las
virtudes, ventajas y desventajas de los métodos interrogativos y asociativos. Por un lado, los
métodos interrogativos son más profundos y permiten conocer en mayor medida el proceso
de configuración de la representación, por otro, el carácter espontáneo de los métodos
asociativos elimina la barrera de formulación de discurso, permitiendo una expresión de las
ideas libre y sin barreras. Las desventajas de los métodos discursivos recaen sobre su interés
en la construcción del discurso. Dado que su propósito es la formulación de una narrativa a
partir de la cual se pueda sustraer la representación, el proceso de su construcción transgrede
el sentido de expresión natural del respondiente en la búsqueda de una coherencia lógica del
discurso, así como las limitaciones de la enunciación de ideas que el propio lenguaje
representa. La desventaja de los métodos asociativos es que requieren de un complemento,
ya que la mera enunciación de los elementos no es suficiente para comprender su contexto.
Por ejemplo, en el tema de narcotráfico, el sujeto podría enunciar un concepto que podría ser
bastante ambiguo o aplicado a distintas aristas del fenómeno. Si se enunciará la palabra
“corrupto”, por mencionar un ejemplo, no podría tenerse certeza de que ésta se refiera a la
corrupción del estado, a la naturaleza de los cárteles u otro aspecto particular. Es por ello por
lo que, el propio Abric, sugiere la utilización de técnicas complementarias como la carta
asociativa.

Particularmente, la técnica de asociación libre consiste en brindar al sujeto uno o más


términos inductores para que éste enuncie todos los conceptos, términos, expresiones o
adjetivos que considere vinculados al objeto de representación. Abric (2001b) menciona que
el carácter espontáneo de este ejercicio y su propiedad proyectiva permite acceder al universo
semántico del objeto de estudio y actualizar elementos implícitos o latentes que en las
producciones discursivas serían ahogados o enmascarados. Tomando de referencia el trabajo
de Grize, Vergès y Silem (1987), Abric (2001b) señala que primeramente se debe situar y

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

analizar el sistema de categorías utilizado por los sujetos que permita delimitar el contenido
mismo de la representación y, posteriormente, extraer los elementos organizadores de ese
contenido. En tal sentido se utilizan tres indicadores: la frecuencia del ítem en la población,
su rango de aparición en la asociación y la importancia del ítem para los sujetos.

Sobre ello, Dany, Urdapilleta y Lo Monaco (2015) resaltan particularmente el método de


importancia/frecuencia, el cual centra su atención en la frecuencia de aparición de una
palabra o cognema y la importancia que le es dada por el sujeto. El ejercicio consiste en pedir
de igual forma una serie de palabras asociadas a un concepto estímulo o palabra inductora.
Posteriormente, el respondiente debe jerarquizar los cognemas de acuerdo a la importancia o
cercanía con el concepto estímulo. Para calcular el valor de frecuencia, simplemente se
contabilizan las veces que un mismo cognema es enunciado por distintos participantes. La
importancia, por otro lado, es identificada al promediar la posición del cognema en la
jerarquización del sujeto.

En tal sentido, el estudio se decantó por usar la técnica de asociación libre, particularmente
la de importancia/frecuencia, para conocer el contenido de la representación. Sin embargo,
fueron usadas dos técnicas diferentes de análisis para conocer no solo el contenido de la
representación, sino adentrarse a la relación y jerarquía entre los elementos. En primer lugar,
se analizó la matriz de cognemas mediante un análisis prototípico, el cual consiste en
conformar una especie de cuadrante a partir de la segmentación de las puntuaciones de
frecuencia total e importancia promedio. Para realizar tal proceso, el primer paso consiste en
dividir en dos ambos indicadores mediante un punto de corte (generalmente a través del
promedio) de tal forma que pueda clasificar un cognema con baja o alta frecuencia, así como
baja o alta importancia.

Bajo tal lógica, los cognemas que son clasificados con alta frecuencia e importancia
conformarían tentativamente el núcleo central de la representación. Posteriormente, aquellos
que denotaran una alta importancia, pero baja frecuencia entrarían en la zona de conflicto o
contraste, una sección encaminada a plantear la división del núcleo central de sus elementos
periféricos. Enseguida, los cognemas con alta frecuencia, pero baja importancia,
conformarían la primera periferia, mientras que los que obtuvieran una baja puntuación en

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

ambos ejes se anidarían en la segunda periferia. La figura 3.2 muestra la conformación de


tales cuadrantes.

Figura 3.2
Cuadrantes del análisis prototípico

Fuente: Elaboración propia con base en Dany, Urdapilleta y Lo Monaco (2015)

Este análisis genera un acercamiento certero al contenido de la representación y de manera


aproximada a la relación y jerarquía entre sus elementos. Sin embargo, considerando la
recomendación de Abric (2001b) sobre la pluralidad metodológica, se optó por confirmar el
contenido y la relación entre cognemas mediante una segunda técnica, a saber, el análisis de
redes semánticas naturales modificadas.

Este procedimiento usado en la búsqueda de significados psicológicos tiene su origen en los


trabajos de Tulving sobre memoria episódica y semántica a través de sistemas
computacionales (Valdez, 2004). Por memoria episódica se refería a aquella que captura y
recibe información temporal de eventos o situaciones. La memoria semántica, esencial en
este aspecto, organiza el conocimiento acerca de palabras y símbolos verbales, significados,

77
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

referentes y relaciones entre ellos. A su manera, Figueroa, González y Solís (1981) usarían
el concepto de memoria semántica para detectar el significado psicológico a través de la
enunciación de conceptos relacionados a una palabra estímulo, proponiendo que el estudio
de las redes semánticas debía ser “natural,” es decir, no computacional. De forma abreviada,
está técnica solicita al individuo la definición de un concepto central o nodo mediante el uso
de cinco palabras sueltas (como mínimo), para después jerarquizarlas según su importancia
o relación con el vocablo estímulo a través de valor o peso semántico. Posteriormente, Reyes
(1993) realizaría algunas adecuaciones al proceso para ampliar el espectro de análisis.

Resulta evidente la similitud que guarda está técnica con el ejercicio de asociación libre
enunciado por Abric (González, Campos, Soltero, Correa y Reynoso, 2018). El uso de la
técnica de redes semánticas comienza con la elaboración de una matriz de análisis con las
palabras enunciadas por los respondientes. El paso inicial consiste en detectar el tamaño o
riqueza de la red, es decir la cantidad de palabras definidoras usadas por los participantes. De
ella debe generarse una matriz con las palabras definidoras y su frecuencia de aparición en
cada uno de los lugares de la jerarquía. Para cada palabra deben de calcularse su frecuencia
de aparición en cada una de las posiciones de la jerarquización. Cada posición tiene un
respectivo valor o ponderación que será multiplicado por la cantidad de veces que aparezca
la palabra en dicho nivel. En el caso de la frecuencia de cada palabra jerarquizada en primer
lugar, ésta será multiplicada por la ponderación diez, la frecuencia de aparición en segundo
lugar por nueve y así sucesivamente hasta llegar a la frecuencia del puesto diez que será
multiplicada por uno. Cada producto de la frecuencia y la ponderación recibe el nombre de
Valor ponderado. Posteriormente se suman todos los valores ponderados para identificar su
importancia total en la red; a este valor se le conoce Peso semántico (Reyes, 1993), aunque
su nombre original era Valor M Total (Álvarez-Gayou, 2003). Cada palabra definidora tendrá
su propio peso semántico. En la figura 3.3 se muestra la estructura de la matriz resumida.

Figura 3.3
Matriz de frecuencias en las redes semánticas

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

Fuente: Elaboración propia con base en Reyes (1993)

El paso siguiente consiste en seleccionar las palabras definidoras con mayor peso semántico,
ya que al ordenarlas de mayor a menor peso es posible detectar el grupo de vocablos más
importantes conocido como conjunto SAM (Álvarez-Gayou, 2003) o Núcleo de la red (Reyes,
1993). Figueroa et al. (1981 citado en Reyes 1993) menciona que el número ideal de palabras
definidoras para el establecimiento de la red es diez, mientras que Bravo (citado en Reyes
1993) sugiere el uso de hasta 15 definidoras. Otro criterio para establecer Núcleo de la red es
el propuesto por Reyes (1993) quien, refiriendo que las formas anteriormente citadas son
arbitrarias y carecen de sustento teórico, hace alusión al discernimiento utilizado por Cattell
para el establecimiento del número de factores en un análisis factorial exploratorio, es decir,
el punto de inflexión de la recta en el gráfico de sedimentación. Para hacer uso de tal criterio
es necesario trazar un gráfico de puntos, en dónde el eje horizontal muestre las palabras
enunciadas de mayor a menor y el eje vertical exponga su frecuencia. Una vez colocados los
puntos correspondientes, se unen gráficamente para crear una curva que, por lógica,
comenzará en el punto más alto y terminará en el punto más bajo. Para establecer la cantidad
de palabras principales, se consideran la cantidad de vocablos que se encuentren antes del
punto de inflexión, es decir, cuando la línea trazada sea paralela al eje horizontal.

El siguiente valor es denominado Distancia semántica cuantitativa (Reyes, 1993). Este


permite establecer la diferencia semántica entre las palabras que forman parte del núcleo de
la red debido a que el peso semántico obtenido necesita de un parámetro más claro para el
contraste. Su cálculo se realiza otorgando al vocablo con mayor peso semántico el valor de
100%; posteriormente, a través de una regla simple de tres, se calculan los valores del resto
del núcleo para identificar las distancias entre ellos.

El último valor es el denominado Carga afectiva (Reyes, 1993), el cual tiene como objetivo
detectar el tipo de contenido del núcleo. Para ello, se categoriza cada vocablo en positivo,

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

negativo o descriptivo tomando como como base la palabra estímulo. Aunque este valor
depende en gran medida de la interpretación del investigador, la frecuencia permite observar
la connotación emocional de la red. La misma Reyes sugiere ejecutar una prueba de X2 para
determinar diferencias significativas entre los valores esperados y los obtenidos.

Como se puede apreciar, la redes semánticas naturales comparten bastantes elementos del
método importancia/frecuencia, sin embargo, mantienen ciertas diferencias en el análisis de
la matriz de cognemas. Es por ello por lo que, para confirmar el contenido, la jerarquía y
relación de los elementos, fue sumado al análisis el proceso de redes semánticas naturales
modificadas.

Lo cierto es que, antes de comenzar con los análisis de importancia/frecuencia y redes


semánticas, fue necesario considerar un par de aspectos. En primera instancia, para poder
llevar a cabo el análisis desde ambos enfoques, fue necesario establecer como mínimo la
enunciación de cinco cognemas a cada participante, así como un límite de diez de palabras,
para evitar problemas en la ponderación de los valores en el análisis de redes semánticas. En
segunda instancia fue necesario realizar un ejercicio de sinonimia sobre la matriz de palabras.
Este proceso consiste en detectar las diversas formas en que un mismo concepto puede ser
enunciado. Para realizar el proceso de sinonimia de forma adecuada es necesario establecer
ciertas fases en su ejecución. Primero se deben agrupar los conceptos que difieran entre sí
por una cuestión de cantidad o número (plural-singular), como se presentó, por ejemplo, en
los cognemas “arma” y “armas”. Después se analiza la posibilidad de homologar palabras
cuyo significado es prácticamente el mismo (sinonimia simple), como sucedió con los
cognemas “armas” y “pistolas”. Por último, pueden aglutinarse las palabras que forman parte
de un grupo semántico más grande (sinonimia complementaria), como fue el caso de los
conceptos “marihuana” y “cocaína”, que fueron agrupadas en el cognema “drogas”. Este
ejercicio es bastante interpretativo, por lo que se sugiere que, al ejecutarse, se cuente con una
triangulación entre investigadores. En el Anexo 3 se muestra el proceso de sinonimia de este
estudio.

Regresando al tema del análisis prototípico y de redes semánticas, una de las grandes
limitaciones que pueden atribuírseles a ambos procesos es la poca certeza que puede tenerse
sobre el significado de los cognemas enunciados para los participantes. Por ejemplo, en el
80
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

contexto de este estudio, si alguien menciona la palabra “dinero”, establece un vínculo entre
tal cognema y el fenómeno del narcotráfico. Sin embargo, poco se puede concluir sobre la
relación que guardan tales palabras, es decir, al mencionar “dinero” podría referirse a explicar
la razón por la cual existe en el narcotráfico [“El narcotráfico existe para obtener dinero”].
Del mismo modo, podría hacer referencia a una característica del Narcotráfico [“Los
narcotraficantes tienen mucho dinero”] así como a un instrumento o herramienta [“El
narcotráfico utiliza el dinero para comprar armas”].

Es por ello por lo que se utilizan algunas técnicas complementarias, como la entrevista o los
grupos focales, para profundizar sobre los conceptos enunciados en los ejercicios de
asociación. Sin embargo, en lugar de optar por alguna de estas estrategias que implicaban un
segundo acercamiento a la población de estudio, se utilizó una versión modificada de la
técnica de “listados libres” la cual es usada el área de antropología cognitiva (Betancourt,
Zambrano, Valadez, & Soltero, 2014; Bernard, 2006; Hudelson, 1994). La estrategia consiste
en preguntar a los participantes sobre la relación que guarda la palabra estímulo y el cognema
enunciado, es decir, se cuestiona la forma en tales conceptos se encuentran vinculados entre
sí. Directamente se cuestiona al participante acerca del porqué una palabra fue enunciada.

Está técnica complementaria ofrece distintas ventajas en el proceso de identificación del


campo de la representación. En primer lugar, permite profundizar y entender de mejor manera
el significado de los cognemas, ya que es posible identificar la forma en la que cada
participante vincula la palabra evocada y el estímulo. Además de ello, permite detectar
distintas categorías entre las palabras, es decir, agrupar diversos cognemas que se asocian de
forma similar con el fenómeno de estudio. Por ejemplo, cuando un participante menciona la
palabra “muerte” y se le cuestiona sobre la relación que guarda con la palabra estímulo
(narcotráfico), este podría responder que “la muerte es algo que pasará si te involucras en el
narcotráfico”. Un breve análisis permite identificar que tal respondiente vincula el cognema
“muerte” y el narcotráfico en forma de “consecuencia”, ya que considera que la muerte es el
resultado de involucran en él. Si otro participante nombrará la palabra “guerra” y mencionara
como vínculo con el tema que “es el fruto del narcotráfico”, de igual forma se podría agrupar
en la categoría de “consecuencias”.

81
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

Algo que podría complicar este proceso son los conceptos con múltiples significados, es
decir, aquellos que pueden agruparse en más de una categoría (como se explicaba en párrafos
anteriores con el ejemplo del cognema “dinero”, el cual podría ser nombrado como una razón
que explica el narcotráfico, como herramienta o como característica). Sin embargo, es posible
detectar de forma clara la forma en que el participante relaciona el cognema enunciado y la
palabra estímulo y agrupar el cognema en más de una categoría en función de la atribución
dada por el respondiente.

En tal sentido, considerando la categoría asignada a cada uno de los cognemas evocados por
los participantes, es posible reorganizar el análisis prototípico y de redes semánticas por
categoría como método de control de la centralidad, es decir, para confirmar la estructura de
la representación social de los adolescentes.

Este proceso consiste en volver a ejecutar el análisis prototípico de importancia/frecuencia y


el de redes semánticas, pero bajo una clasificación previa de los cognemas en sus respectivas
categorías. De este modo, al encontrar la estructura de la representación, pudo identificarse
el sentido particular de cada cognema enunciado y confirmar dicha estructura.

3.1.2 La actitud

El elemento actitudinal de la representación hace referencia a la estructura particular de la


orientación en la conducta de las personas, su función es dinamizar y regular su acción. Por
ello, se considera como una orientación global positiva o negativa, favorable o desfavorable
de una representación (Araya, 2002). Aunque es poco común que un estudio bajo el enfoque
estructural de las representaciones sociales centre su atención en la dimensión actitudinal, se
optó por abordar someramente tal elemento.

Es verdad que existe la posibilidad de hacer una interpretación de la polaridad de las propias
palabras evocadas en el ejercicio de asociación realizado para conocer el campo de la
representación, es decir, analizar cada cognema para calcular el valor de la Carga afectiva en
las redes semánticas; sin embargo, se optó por el uso de un cuestionario complementario. De
acuerdo a la propuesta de Cuevas (2016), para adentrarse al campo de la actitud es necesario
preguntar acerca de la forma en que el sujeto valora el objeto de representación, para que
puedan emanar aspectos positivos o negativos del mismo.

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

En tal sentido, se decidió preguntar directamente a los participantes acerca de su opinión con
respecto al tema del narcotráfico, de tal suerte que el respondiente pudiera explayar su
contestación sin ningún tipo de sugestión o coerción por denotar elementos positivos o
negativos.

Para analizar la información obtenida, las respuestas se clasificaron en tres categorías, a


saber, negativa, neutra/ambivalente y positiva. En primer lugar, se clasificaron los discursos
en forma negativa cuando los respondientes manifestaban una desaprobación, rechazo o
desacuerdo con algún aspecto del narcotráfico. En segundo lugar, las respuestas se asignaron
como neutras/ambivalentes cuando los adolescentes no emitían ninguna valoración o cuando
presentaban argumentos tanto positivos como negativos de forma disonante. Por último, se
clasificaron las respuestas como positivas si denotaban una simpatía, aprobación o gusto por
algún aspecto del narcotráfico.

Del mismo modo, para profundizar en el elemento actitudinal, se identificaron los motivos o
argumentos de los adolescentes para fundamentar su postura frente al narcotráfico.

3.1.3 La información

El elemento de la información hace referencia a los conocimientos que tiene una persona o
grupo sobre un objeto o situación social determinada, distinguiendo la cantidad de
información que se posee y su calidad. Del mismo modo se considera el origen o la fuente,
ya que la información puede surgir de un contacto directo con el objeto o de las prácticas que
una persona desarrolla en relación con él (Araya. 2002).

En este caso, se utilizó una serie de preguntas en forma de cuestionario, abordando en primera
instancia lo que los adolescentes habían escuchado sobre el tema del narcotráfico.
Intencionalmente la pregunta fue realizada de un modo específico para que el estudiante no
emitiera su juicio u opinión sobre el fenómeno, sino que explayara la información que sobre
el tema había escuchado. En segunda instancia se abordaron las fuentes de información, es
decir, las referencias y formas en las que el adolescente adquirió tal conocimiento.

Adicionalmente, considerando la importancia dada a las expresiones culturales del


narcotráfico, se hicieron algunas preguntas referentes a las llamadas narcoseries y

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

narcocorridos. Se cuestionó sobre conocer o no conocer tales producciones, su agrado o


desagrado y sobre las creaciones televisivas o musicales que habían visto o escuchado en su
casa, escuela o comunidad.

Para analizar tal información, se realizó un análisis de frecuencia y porcentaje con respecto
a las respuestas dadas por los participantes, así como una revisión de los motivos o razones
sobre el agrado o desagrado por las manifestaciones convencionales de la narcocultura.

3.1.4 Los procesos de objetivación y anclaje

El proceso de objetivación se refiere a la transformación de conceptos abstractos extraños en


experiencias o materializaciones concretas. Por medio de él, lo invisible se convierte en
perceptible. Su conformación consta de tres fases, la construcción selectiva, el esquema
figurativo y la naturalización. Por otra parte, el anclaje consiste en la inserción del objeto de
representación en un marco de referencia conocido y preexistente, es decir, la inserción de
las representaciones en la dinámica social, haciéndolas instrumentos útiles de comunicación
y comprensión (Araya, 2002).

Estos dos procesos que abonan a la forma en que son conformadas las representaciones
sociales fueron abordados en el estudio mediante la técnica de soporte gráfico. A través de la
realización de un dibujo por parte de los participantes, se buscaba identificar la forma en que
los mismos objetivaban el fenómeno del narcotráfico. Adicionalmente a tal boceto, se les
solicitaba una pequeña descripción en forma de historia para profundizar sobre los elementos
que conformaban sus dibujos.

Para realizar un análisis adecuado de la información obtenida, se optó por generar una
clasificación de los distintos tipos de dibujos, concentrándose principalmente en los
elementos seleccionados y las acciones manifiestas. Se evitó, en la medida de lo posible,
realizar interpretaciones más allá de lo evidentemente tangible. Si bien un proceso de
interpretación profunda podría resultar bastante interesante e ilustrativo en el estudio de las
representaciones sociales de los adolescentes hacia el narcotráfico, tal acción sobrepasa los
objetivos de su inclusión en el estudio. Lo cierto es que la técnica de soporte gráfico abona
de manera considerable a conocer el campo de la representación a fin de ver plasmadas los

84
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

elementos que en el ejercicio asociativo fueron enunciados, como una especie de


confirmación.

3.1.5 La comparación del campo y la actitud de la representación según el sexo,


escolaridad y tipo de escuela de los estudiantes

Finalmente, como objetivo adicional, se realizó una comparación entre las representaciones
sociales de distintos subgrupos, es decir, según el sexo de los adolescentes (hombres y
mujeres), su escolaridad (secundaria y el bachillerato) y el tipo de escuela a la que pertenecían
(pública y privada).

Este contraste fue realizado considerando únicamente el campo de la representación y la parte


actitudinal (dejando fuera de la comparación el elemento de la información y los procesos de
objetivación y anclaje). En el caso del campo de la representación, se utilizó en primera
instancia el análisis prototípico de importancia/frecuencias por categorías, con el fin de
comparar la posición de los cognemas dentro de los cuadrantes segmentados en sus
respectivas dimensiones. Posteriormente, dadas las propiedades de orden y distancia que
brindan las redes semánticas naturales, se utilizó el peso y la distancia semántica de los
cognemas para contrastar los grupos mediante el uso de la estadística. Con respecto al
elemento actitudinal, se compararon las actitudes de los respectivos grupos mediante una
prueba de proporciones y a través de un análisis de contenido de los argumentos en las
respuestas catalogadas como negativas, neutras/ambivalentes y positivas.

La tabla 3.1 muestra los métodos específicos y las técnicas de análisis para cada uno de los
objetivos del estudio.

Tabla 3.1
Procesos, métodos y técnicas de análisis
Objetivos Método específico Técnicas de análisis
Asociación jerárquica (Identificar el - Análisis prototípico de
contenido de la representación) importancia/frecuencia
Conocer el campo de la Asociación jerárquica (Identificar las - Redes semánticas naturales
representación social relaciones y jerarquías entre elementos) modificadas
Asociación jerárquica y listado libres
- Listados libres
(Control de la centralidad)

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

- Análisis prototípico de
importancia/frecuencia por categorías
- Redes semánticas naturales
modificadas por categoría
Identificar el elemento - Frecuencias y porcentajes
Cuestionario
actitudinal - Análisis de contenido
Identificar el elemento - Frecuencias y porcentajes
Cuestionario
de la información - Análisis de contenido
- Análisis categórico de los dibujos
Analizar los procesos de
Soporte gráfico - Reconocimiento de elementos en los
objetivación y anclaje
dibujos
- Listados libres
- Análisis prototípico de
importancia/frecuencia por categorías
Contrastar los elementos Asociación jerárquica y listado libres - Redes semánticas naturales
de campo y actitud modificadas por categoría
- Estadística inferencial sobre el peso
semántico y la distribución de las
actitudes
Fuente: Elaboración propia

3.2 Participantes

Como se ha advertido con anterioridad, la población de estudio de la presente indagatoria


son los adolescentes de la región Altos sur del estado de Jalisco, específicamente de la ciudad
de Jalostotitlán. Con respecto a los adolescentes, el interés está centrado en aquellos que se
encuentran cursando la secundaria y el bachillerato, con edades comprendidas generalmente
entre los 12 y 18 años. Como también fue mencionado en secciones anteriores, este estrato
de jóvenes se encuentra especialmente vulnerable al fenómeno del narcotráfico por aspectos
biológicos, sociales y culturales, razón que motiva su determinación como población diana.

Respecto a la estimación de la muestra del estudio, es menester esclarecer una serie de


aspectos con relación a la representatividad, la cantidad y la selección. La representatividad
y la cantidad de participantes, hace alusión a la propiedad de la muestra que otorga la certeza
y confianza de que los hallazgos emanados de ésta representan a la población de estudio y
que, por tanto, sean generalizables (Teddlie & Yu, 2007). Tal preocupación es de suma

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METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

importancia en los estudios bajo el enfoque cuantitativo, cuyo fundamento estadístico es


relevante para el análisis. En el enfoque cualitativo la representatividad y el tamaño muestral
no son asunto prioritario, ya que más allá de pensar en la generalización de resultados su
atención recae en la profundidad del estudio, encontrando el supuesto de representatividad
en la saturación de la información con una menor cantidad de participantes (Álvarez-Gayou,
2003). De igual manera, en el proceso de selección, el enfoque cuantitativo alienta a la
aleatoriedad, a considerar que todos los miembros de una población tienen la misma
probabilidad de ser incluidos, mientras que, en el enfoque cualitativo, las muestras son
propositivas, buscando casos extremos, intensidad, máxima variación, homogeneidad, casos
típicos, confirmatorios, entre otros (Suri, 2011).

Aunque en el párrafo anterior se hizo alusión a la forma en que las condiciones de saturación
establecen el tamaño muestral de los estudios cualitativos, existe una propuesta de Romney,
Weller y Batchelder (1986) sobre la forma de estimar una cantidad muestral adecuada
considerando el nivel de competencia cultural del individuo y la teoría bayesiana de
probabilidad. Esta idea sostiene que un individuo con competencia cultural es aquel que tiene
el dominio de un conocimiento específico al pertenecer a un grupo y que es posible detectarlo
mediante el consenso. Sin pretender realizar un abordaje profundo sobre los cálculos
utilizados para las estimaciones muestrales de los autores, ellos concluyeron que, para
determinar la cantidad de participantes en un estudio, debe considerarse el grado de
confiabilidad deseado y el nivel de competencia cultural del sujeto sobre el tema en cuestión.

En el texto, Romney, Weller y Batchelder (1986) presentan un cuadro de doble entrada para
determinar la cantidad muestral adecuada según el grado de competencia cultural y nivel de
confianza deseado. En el caso de la confiabilidad, es una convencionalidad en las ciencias
sociales trabajar con un 95% de seguridad, por lo que, para estimar la muestra necesaria haría
falta considerar el grado de competencia cultural de los sujetos. Determinar la competencia
cultural de un sujeto con respecto a un tema en particular es posible mediante el consenso. A
mayor grado de consenso, significa que un grupo de personas comparte elementos, visiones
u opiniones consistentes. En tal sentido, si el sujeto carece de tal conocimiento, su respuesta
tenderá a estar más alejada al consenso, es decir, de quienes tienen competencia cultural.

87
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

Entonces, ¿qué tanta competencia cultural tendrá los adolescentes con respecto al tema del
narcotráfico? Una forma de conocer tal competencia es mediante el conocimiento del sujeto
sobre el tema en cuestión, es decir, si el sujeto ha sido receptor de contenidos narcoculturales,
como series y expresiones musicales que están disponibles para todo el público. Si los
adolescentes tienen relación o conocimiento de ello, por tanto, se configurará una
representación compartida del fenómeno. En tal sentido, al explorar tal información en la
población de estudio (n=764) mediante una encuesta previa acerca de las manifestaciones
culturales más representativas del narcotráfico, un 81.4% (76.1% en secundaria y 83.2% en
bachillerato) mencionó conocer al menos una narcoserie, mientras que el 73% (62.4% en
secundaria y 76.7% en bachillerato) mencionó conocer los narcocorridos, cantantes o grupos
musicales del género.

Al parecer, el acercamiento de los estudiantes con las manifestaciones culturales del


narcotráfico expresa un grado de competencia cultural bastante alta. En tal sentido, el tamaño
muestral para el estudio requiere menor cantidad de personas. Haciendo referencia
nuevamente a la tabla de Romney, Weller y Batchelder (1986), cuando se demuestra una
competencia cultural cercana al 70% y estableciendo un nivel de confianza del 95%, se
necesitarían 9 personas por grupo de análisis. Sin embargo, con el objetivo de aumentar el
margen de seguridad del estudio, se aumentó el nivel de confianza a 99% y se disminuyó la
estimación de competencia cultural de los sujetos a 60%. En tal caso, el tamaño muestral
sugerido es de 20 observaciones por grupo (Romney, Weller, & Batchelder, 1986). Si se
tienen ocho grupos de comparación con respecto al sexo (hombres-mujeres), la escolaridad
(secundaria-bachillerato) y el tipo de escuela (pública-privada) el tamaño muestral total del
estudio son 160 participantes.

Una vez estimada la cantidad muestral adecuada, es menester determinar la forma en que
tales sujetos serán seleccionados. Tomando en cuenta que la población o universo de interés
son adolescentes escolarizados que se encuentren cursando la secundaria y el bachillerato en
la ciudad de Jalostotitlán y considerando las condiciones del estudio, se hizo una
combinación de supuestos desde las perspectivas cualitativa y cuantitativa para su selección.
Aunque el supuesto de aleatoriedad o representatividad no es de suma importancia en los
estudios cualitativos, los sujetos fueron seleccionados de forma probabilística mediante un

88
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

muestreo por racimos o clústeres, donde cada miembro de la población de estudio tuvo la
misma probabilidad de ser elegido. Los racimos fueron representados por las instituciones de
educación, seleccionando cuatro de ellas de forma azarosa (dos de escolaridad secundaria de
carácter público y privado y dos de nivel bachillerato en la misma situación).

Una vez elegidas las instituciones, se realizó de forma aleatoria la selección de participantes
dentro de ellas de acuerdo con las cuotas establecidas previamente. La figura 3.4 resume tal
proceso.

Figura 3.4
Proceso de selección de la muestra

Hombres de Secundaria
Privada
20 participantes
Secundaria Privada
40 participantes
Mujeres de Secundaria
Privada
Escolaridad 20 participantes
secundaria
80 particpantes Hombres de Secundaria
Pública
20 participantes
Secundaria Pública
40 participantes
Mujeres de Secundaria
Pública
160 20 participantes
participantes en
total Hombres de Bachilerato
Privado
20 participantes
Bachillerato Privado
40 participantes
Mujeres de Bachilerato
Privado
Escolaridad 20 participantes
bachillerato
80 particiapntes Hombres de Bachilerato
Público
20 participantes
Bachillerato Público
40 participantes
Mujeres de Bachilerato
Privado
20 participantes

Fuente: Elaboración propia

La edad promedio de los participantes del estudio fue de 15.35 (13.83 para los estudiantes de
secundaria y 16.88 para los de bachillerato). Con respecto a las condiciones socioeconómicas
de los participantes, la muestra total obtuvo una media de 157 puntos en la escala AMAI
(descrita en la sección de instrumentos), particularmente, los alumnos de instituciones
públicas mostraron un promedio 134 (categoría “C-”), mientras que los estudiantes de
instituciones privadas obtuvieron una media de 179 (categoría “C+”), lo cual denota una clara
diferencia en la solvencia económica entre las familias de tales grupos de estudiantes.

89
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

3.2.1 Criterios de Inclusión y exclusión:

Para formar parte de la muestra del estudio, los alumnos debían ser alumnos regulares de
cada una de las instituciones, tener entre 12 y 15 años en el caso de los estudiantes de
secundaria y entre 15 y 18 en los de bachillerato. Adicionalmente, solo se incluyó a los
alumnos que acataban todos los elementos señalados en el apartado de consideraciones éticas.
Quienes por alguna circunstancia no cumplían con alguno de los criterios antes mencionados,
fueron reemplazados por otros estudiantes con las mismas condiciones, de forma aleatoria.

3.3 Instrumentos

Los instrumentos del estudio podrían catalogarse en escenario, materiales e instrumentos de


recolección de información. Con respecto al escenario, es decir, el lugar en donde se llevó a
cabo el estudio, los alumnos fueron entrevistados en las propias instalaciones de cada
institución, solicitando un aula con mesas y sillas, buena iluminación y privacidad. Los
materiales e insumos necesarios para llevar a cabo el estudio fueron lápices, borradores,
sacapuntas y las hojas impresas del instrumento de recolección de información.

El instrumento de recolección quedó integrado por distintos aparatados de acuerdo con los
objetivos y técnicas descritas en el apartado de diseño, comenzando por la presentación y
asentimiento, el cuestionario sociodemográfico, el ejercicio de soporte gráfico, el ejercicio
de asociación y un cuestionario sobre acercamiento a la narcocultura. A continuación, se
describe cada uno de estos apartados.

3.3.1 Presentación y asentimiento

Inicialmente se realizó una descripción breve del objetivo del estudio, dándole información
al participante sobre el tema a tratar y las condiciones de su involucramiento. Se hizo
mención sobre la entrega previa del consentimiento informado firmado por los padres y se
solicitó su asentimiento para continuar (Cozby, 2005).

- “El presente estudio tiene la intención de conocer tu opinión sobre el tema del
narcotráfico, por lo que se te harán una serie de preguntas y actividades
relacionadas con ello. Te agradeceremos tu esfuerzo y sinceridad al momento de
responder a lo que enseguida se te pide. Debido a que eres menor de edad, es

90
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

necesario que hayas entregado el consentimiento informado firmado por tus padres
para participar en este estudio. Una vez teniendo la aprobación de tus padres, te
pedimos de favor, firmes el formato en donde aceptas participar en la investigación.
Nos comprometemos a respetar el anonimato y la confidencialidad de tus respuestas,
las cuales se usarán exclusivamente para fines académicos”.

3.3.2 Cuestionario sociodemográfico

Este segmento integró una serie de preguntas para registrar el sexo, la edad, la escolaridad,
el grado y el tipo de escuela de los participantes. Adicionalmente se incluyeron una serie de
preguntas para estimar el nivel socioeconómico de los respondientes de acuerdo con el
cuestionario AMAI (2018), el cual fue creado por la Asociación Mexicana de agencias de
Inteligencia de Mercado y Opinión. Éste permite agrupar y clasificar a los hogares mexicanos
en siete niveles, de acuerdo con su capacidad para satisfacer las necesidades de sus
integrantes. Las preguntas que integran el cuestionario pueden consultarse en la página
electrónica del AMAI (https://www.amai.org/).

3.3.3 Objetivación y anclaje

El primer ejercicio consistió en un soporte gráfico. Se les solicitó a los estudiantes que
realizarán un dibujo con respecto al tema del narcotráfico. La instrucción específica fue la
siguiente:

- “Te pediremos que dibujes la imagen que se te viene a la cabeza cuando escuchas la
palabra Narcotráfico. Puedes realizar el dibujo como mejor te parezca”

Como se mencionó en párrafos anteriores, el soporte gráfico es de suma utilidad para ver los
procesos de objetivación y anclaje de la representación. Adicionalmente, para evitar
especulaciones, se pidió a los participantes reflexionar sobre el dibujo realizado mediante
una historia que describirá su bosquejo, así como una interrogante sobre su elección:

- “Relata la historia que describe lo que dibujaste”


- “¿Por qué dibujaste eso?”

91
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

Intencionalmente se ejecutó este ejercicio en primer lugar para que la idea del dibujo no fuera
contaminada por los cuestionamientos posteriores del instrumento de recolección, evitado así
la sugestión del contenido.

3.3.4 Ejercicio de asociación jerárquica

En esta sección se utilizó la técnica de asociación para denotar el campo de la representación.


Para llevarse a cabo, se detalló nuevamente el objetivo del estudio y se hizo una descripción
del ejercicio, ya que probablemente los participantes no estarían familiarizados con el
proceso. La indicación se realizó de la siguiente manera:

- “Este ejercicio se llama "redes semánticas" y consiste en decirte una palabra


estímulo y que tú menciones al menos cinco palabras que mejor definan el concepto.
Estas palabras pueden ser verbos, adverbios, sustantivos o adjetivos, pero no pueden
ser frases, sino solo palabras. Después de haber nombrado las palabras, deberás
ordenarlas según su importancia para definir la palabra estímulo, comenzando con
la de mayor importancia y terminando con la de menor. La palabra estímulo para la
actividad será "NARCOTRÁFICO". Primero escribirás al menos cinco palabras que
se te vienen a la mente y posteriormente las ordenarás de la más relacionada a la
menos relacionada.

Al terminar de jerarquizar las palabras o cognemas enunciados, se les pedía a los participantes
que describieran por qué habían nombrado tales conceptos, es decir, que esclarecieran la
relación de aquello que fue expresado y la palabra estímulo. La indicación se hizo de la
siguiente manera:

“Ahora te vamos a pedir que respondas por qué asociaste cada una de tus respuestas
con la palabra “Narcotráfico. Yo he respondido [Colocar la primera palabra enunciada]
porque […]. Yo he respondido [Colocar la segunda palabra enunciada] porque […] (y así
sucesivamente de acuerdo a la cantidad de palabras que fueron nombradas).

3.3.5 Cuestionario sobre acercamiento a la narcocultura

La intención de esta sección fue detectar el elemento de la información de la representación


social del narcotráfico, complementando la parte asociativa del estudio. Por lo tanto, se

92
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

hicieron una serie de cuestionamientos acerca de lo que el respondiente sabía sobre el tema
y la fuente de tal información. También en esta sección se preguntó acerca de la opinión de
los participantes hacia el narcotráfico, solicitando una especie de valoración. Esta pregunta
en particular tenía la intención de conocer el elemento actitudinal de la representación.
Adicionalmente se incluyeron una serie de preguntas sobre su acercamiento a las
manifestaciones culturales del narcotráfico. Los reactivos de esta sección se muestran a
continuación:

- “¿Qué has escuchado sobre narcotráfico?”


- “¿Dónde lo has escuchado?”
- “¿Qué opinas sobre el narcotráfico?”
- “¿Conoces alguna narcoserie o película? (por ejemplo, El infierno, El señor de los
cielos, La reina del sur etc.) (sí – no)”
- “¿Te gustan las narcoseries? (sí – no)”
- “¿Cuáles son las razones por las que te gustan o no te gustan las narcoseries?”
- “¿Cuál de ellas has visto? (sí – no) [se mencionan las series más populares con dicho
contenido, así como la opción para mencionar otras: El señor de los cielos, Narcos,
La reina del sur, El Chapo, El Chema, El infierno (película), Pablo Escobar, Las
muñecas de la mafia y Rosario Tijeras]”
- “¿Conoces los narcocorridos? (sí – no)”
- “¿Te gustan los narcocorridos? (sí – no)”
- “¿Cuáles son las razones por las que te gustan o no te gustan los narcocorridos?
(abierta)”
- “¿Cuáles narcocorridos conoces? (abierta)”
- “¿Qué cantantes o grupos de narcocorridos conoces? (abierta)”
- “¿Cuáles son las razones por las que te gustan o no te gustan los narcocorridos?
(abierta)”

Se optó por que este elemento del instrumento apareciera en último lugar, específicamente
después del ejercicio de asociación jerárquica, para evitar que las respuestas de los
estudiantes estuvieran condicionadas o sesgadas por tales cuestionamientos. En el Anexo 2
se muestra el instrumento de recolección utilizado.

93
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

3.4 Procedimiento

Para facilitar la descripción del proceso de investigación, se enunciarán las actividades


realizadas a través de fases, desde la aprobación institucional hasta el análisis de datos.

- Fase 1: Aprobación institucional

La primera fase está relacionada con el respaldo institucional del proyecto de investigación,
así como la anuencia de los directores y lectores de éste. Una vez cumplido dicho requisito,
se dio marcha al proceso de recolección de información o trabajo de campo.

- Fase 2: Selección de instituciones

Esta parte del proceso tiene que ver con la designación de las entidades educativas sobre las
que fue desarrollado el estudio. Como se mencionó en el apartado de participantes, un
muestreo por conglomerados determinó las cuatro instituciones de educación secundaria y
media superior.

- Fase 3: Solicitud a las instituciones receptoras

Una vez designadas las instituciones para el trabajo, se realizó un acercamiento inicial con
las autoridades de dichas escuelas. Se presentó el proyecto de investigación a los actores
pertinentes, resaltando los objetivos del estudio y la justificación del mismo. Después de
confirmar la anuencia de la institución se establecieron acuerdos para el acercamiento a la
población estudiantil y la entrega de un reporte de resultados al finalizar el proceso. Debido
a que el trabajo se realizaría con menores de edad, se entregó un formato de consentimiento
informado para los padres de familia.

- Fase 4: Preparación de instrumentos

Como parte previa al trabajo de campo, se alistaron los instrumentos de recolección de


información necesarios, así como los formatos de consentimiento informado.

- Fase 5: Selección de estudiantes y entrega de formato de consentimiento

Bajo las condiciones de aleatoriedad mencionadas en el apartado de participantes, se


seleccionaron los estudiantes de distintos grupos de secundaria y bachillerato para la

94
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

recolección de información. Una vez elegidos, se les entregaba el formato de consentimiento


informado para que fuera firmado por los padres de familia o tutores. Si estos no autorizaban
la colaboración o el participante extraviaba el consentimiento, se impedía su involucramiento
en la investigación. En tales casos, los alumnos eran intercambiados de forma aleatoria por
otro estudiante en condiciones similares (misma institución, escolaridad y sexo). Es necesario
detallar que la tasa de rechazo fue bastante alta, ya que aproximadamente el 10% de los
padres de familia negó o rechazó la participación de sus hijos.

- Fase 6: Asentimiento

Una vez seleccionados los grupos de estudio, y como sucedió con las autoridades escolares,
se presentó el proyecto de investigación a los propios participantes con el fin de recibir su
asentimiento. Los objetivos del estudio se explicaron de forma clara y breve, pero cuidando
en todo momento que la propia instrucción y el conocimiento de los objetivos de la
investigación no tuvieran un efecto de disposición reactiva en sus respuestas.

- Fase 7: Recolección de información

Después de llevar a cabo las fases anteriores, se inició con la aplicación del instrumento de
recolección de datos. El proceso se desarrolló en grupos pequeños (alrededor de 10 personas),
con una duración promedio de 25 minutos en bachillerato y 35 en secundaria.

- Fase 8: Purificación de datos

Al terminar el trabajo de campo se realizó una revisión exhaustiva de las respuestas de los
participantes, a fin de detectar errores o inconsistencias en el llenado de los instrumentos. En
tal inspección se detectaron respuestas inapropiadas, datos ausentes o alejadas del objetivo
del estudio, por lo que se hicieron algunas aplicaciones adicionales para evitar resultados
incorrectos o conclusiones equivocadas.

- Fase 9: Creación de base de datos y análisis de la información

Al terminar la recolección de información y los ajustes necesarios, fue generada una matriz
de datos.

3.5 Consideraciones éticas

95
METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Capitulo III
Oscar Ulises Reynoso González

Respecto a los aspectos éticos implicados en el presente estudio, se hace mención en primer
lugar al anonimato y confidencialidad de las instituciones implicadas y sus estudiantes.
Aunque tal enunciación no representa una afrenta a las entidades participantes, se procuró
que ello quedará a completo resguardo del investigador.

A pesar de que la presente investigación puede catalogarse como de riesgo mínimo, por
tratarse de menores de edad, se solicitó, a través de las instituciones involucradas, la anuencia
de los padres o tutores. Esta anuencia fue complementada con el asentimiento de los propios
participantes. En el consentimiento informado se explicaba a los padres de familia que en
ningún momento se preguntaría a los adolescentes sobre su cercanía o conocimiento de
personas dedicadas al narcotráfico, con el fin de no atentar contra su seguridad.

Como medida adicional, se estableció un acuerdo para la entrega de un informe particular a


cada institución, en la cual se detallen los resultados de la aplicación junto con algunas
directrices de acción de acuerdo a los hallazgos encontrados.

3.6 Prueba piloto

Se desarrolló un pequeño ejercicio de práctica con el objetivo de calcular el tiempo de


aplicación, los posibles imprevistos, confusiones en las instrucciones o cualquier tipo de
contingencias que pudieran presentarse en la ejecución del estudio. Para tal acción se llevó a
cabo una serie de actividades con 10 estudiantes, seis de ellos fueron hombres y siete mujeres,
cuatro de nivel secundaria y seis de bachillerato. En la fase de creación del dibujo, los
estudiantes no tuvieron inconveniente en su ejecución, al igual que respondiendo las
preguntas sobre narcocultura. Por tanto, fue posible concluir la idoneidad de los instrumentos
seleccionados para la investigación.

96
4. RESULTADOS

CAPÍTULO IV

En primer lugar, se abordará la configuración del campo de la representación, obtenida a


través del uso del análisis prototípico de importancia/frecuencia y de las redes semánticas
modificadas. Como se verá en el análisis, mediante el cuestionamiento de las palabras fue
posible realizar una nueva propuesta para conocer la configuración o estructura de la
representación.

En segundo lugar, se atenderá el elemento de la información, el cual fue abordado mediante


un cuestionario que indagaba sobre las fuentes de información, el conocimiento previo sobre
el tema y la cercanía y simpatía por el contenido narcocultural más convencional, es decir,
las narcoseries y los narcocorridos.

En tercer lugar, se atendió el elemento actitudinal, el cual fue abordado mediante dos
estrategias distintas. Primeramente, categorizando las respuestas del cuestionario, a fin de
detectar las posturas negativas, positivas y neutras o ambivalentes. Después, de forma
interpretativa, analizando los argumentos que sustentan las actitudes hacia el narcotráfico.

En cuarto lugar, se abordaron los procesos de objetivación y anclaje, los cuales fueron
analizados mediante producciones gráficas desarrolladas por los adolescentes. Si bien no se
hace una interpretación profunda sobre los elementos dentro de los dibujos, el análisis
ejecutado permitió detectar la forma de objetivación del narcotráfico y confirmar la presencia
de elementos que son centrales para la compresión del fenómeno.

En quinto y último lugar, se muestra el contraste entre los elementos de la representación


social (estructura y actitud únicamente) según el sexo (hombres y mujeres) escolaridad
(secundaria y bachillerato) y tipo de escuela (pública y privada) de los adolescentes.

4.1. Configuración del campo de la representación

Es preciso indicar que en el desarrollo de esta sección se probaron un sinfín de


combinaciones, estrategias y técnicas de análisis de datos con la finalidad de contrastar los
hallazgos y confirmar, bajo diversos medios, la configuración del campo de la representación
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

social del narcotráfico. Inicialmente se realizó un análisis prototípico de


importancia/frecuencia sobre la matriz de cognemas. Posteriormente se realizó en la misma
base un análisis de redes semánticas. Después, a partir del núcleo de la red, se abordó el
significado de los cognemas mediante la relación de estos con la palabra estímulo. Este
proceso permitió identificar categorías o clases en los que se agrupaban las respuestas, lo que
llevó a realizar una nueva clasificación de los conceptos nombrados y generar un nuevo
análisis prototípico de importancia/frecuencia y de redes semánticas de forma más detallada.

4.1.1. El análisis prototípico de importancia/frecuencia

El proceso comenzó realizando un análisis prototípico de importancia/frecuencia sobre la


matriz de cognemas. Como se mencionó en la sección del método, este proceso se realizó en
la matriz corregida (revisión de plurales, sinonimia simple y sinonimia complementaria) y
con base a la interpretación del gráfico de Cattell, fue ejecutado considerando como mínimo
la presencia de cuatro frecuencias por cognema. Los resultados muestran un total de 40
palabras distribuidas en los cuatro cuadrantes. Los puntos de corte para la asignación de
palabras a cada sección fueron de 25.83 para las frecuencias y 4.34 para la importancia. Esto
indica que la primera sección se constituyó por cognemas con frecuencia e importancia por
encima de los límites, el segundo por una frecuencia menor al límite, pero una importancia
superior, el tercero por una frecuencia superior al límite, pero una importancia menor y, por
último, la cuarta sección, se conformó por palabras que presentaron una frecuencia e
importancia menor a los límites señalados. Como indica la Figura 4.1, en el primer cuadrante
se presentaron las palabras “drogas” (F=167; I=3.2), “armas” (F=158; I=4.0), “dinero”
(F=124; I=4.0), “muerte” (F=102; I=3.9) y “narcos” (F=28; I=3.6). Estos elementos
representan de forma tentativa la parte central o el núcleo de la representación.

El segundo cuadrante integra los elementos de contraste, los cuales dotan de sentido a los
elementos centrales y sirven de vínculo entre el núcleo central y la periferia. Esta sección se
integró por las palabras “violencia” (F=25; I=3.6), “traficar” (F=17 I=3.8), “ilegal” (F=14;
I=3.0), “carteles” (F=13; I=3.7), “peligro” (F=8; I=3.1), “lavado-de-dinero” (F=6; I=3.7),
“venta” (F=5; I=3.6), “territorio” (F=5; I=3.2), “prostitución” (F=4; I=3.5) y “delincuencia”
(F=4; I=3.0).

98
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Figura 4.1
Análisis prototípico

Fuente: Elaboración propia con base en los resultados del software IraMuTeQ Alpha 2

El tercer cuadrante, la primera periferia, se constituyó por los cognemas “lujos” (F=39;
I=5.3), “secuestros” (F=33; I=5.0), “balaceras” (F=30; I=5.1), “asesinatos” (F=30; I=4.9),
“cárcel” (F=28; I=6.7), “mujeres” (F=27; I=6.1) y “camionetas” (F=26; I=5.3). El cuarto
cuadrante o segunda periferia quedó conformado con los cognemas, “corrupción” (F=18;
I=4.9), “inseguridad” (F=18; I=5.4), “poder” (F=16; I=4.4), “sangre” (F=12; I=5.7),
“adicción” (F=11; I=4.7), “narcocorridos” (F=9; I=7.1), “robos” (F=9; I=5.2), “crimen”
(F=8; I=4.6), “miedo” (F=8; I=5.1), “guerra” (F=7; I=5.3), “policías” (F=7; I=5.7),
“trasporte” (F=7; I=5.1), “destrucción” (F=6; I=4.8), “extorsión” (F=6; I=4.8), “venganza”
(F=5; I=8.4), “putas” (F=5; I=7.8), “tortura” (F=4; I=7.0) y “Colombia” (F=4; I=7.2).

99
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

4.1.2. El análisis de redes semánticas

Haciendo alusión nuevamente del apartado metodológico, el estudio pretende combinar dos
técnicas de análisis, el prototípico de importancia/frecuencia y las redes semánticas naturales.
En tal sentido, antes de comenzar a discutir sobre la estructura y elementos que conformaron
el campo de la representación, se optó por realizar un análisis de redes semánticas
modificadas para contrastar y confirmar la información obtenida. Para ello, se usó la misma
matriz de palabras y el criterio de Cattell para estimar la cantidad de palabras que conforman
el llamado Núcleo de la red. En el proceso se identificaron 15 palabras definidoras, “drogas”
(DS=100), “armas” (DS=84.8), “dinero” (DS=66.8), “muerte” (DS=55.5), “lujos” (DS=17.1),
“secuestros” (DS=15.2), “violencia” (DS=14.2), “asesinatos” (DS=14.0), “narcos”
(DS=14.0) “balaceras” (DS=13.6), “camionetas” (DS=11.3), “mujeres” (DS=10.1), “traficar”
(DS=9.4) y “cárcel” (DS=9.2). La tabla 4.1 y la figura 4.2 muestran un resumen de tales
resultados.

Tabla 4.1
Redes semánticas modificadas
Palabras Orden 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
F I PS DS
Definidoras Ponderación (10) (9) (8) (7) (6) (5) (4) (3) (2) (1)

Drogas Frecuencia 44 39 26 20 7 11 10 6 2 2 167 3.2 1300 100.0


Armas Frecuencia 18 15 34 35 27 11 8 4 4 2 158 4.0 1103 84.8
Dinero Frecuencia 22 28 16 10 12 13 7 6 5 5 124 4.0 868 66.8
Muerte Frecuencia 27 12 11 13 10 10 6 7 3 3 102 3.9 721 55.5
Lujos Frecuencia 2 2 4 5 7 8 5 3 3 0 39 5.3 222 17.1
Secuestros Frecuencia 0 5 3 4 7 8 2 3 0 1 33 5.0 197 15.2
Violencia Frecuencia 3 6 7 2 2 2 0 2 1 0 25 3.6 184 14.2
Asesinatos Frecuencia 1 5 3 5 5 2 5 1 2 1 30 4.9 182 14.0
Narcos Frecuencia 8 4 0 4 2 2 3 0 2 0 25 3.7 182 14.0
Balaceras Frecuencia 2 2 3 6 4 4 6 0 2 1 30 5.1 177 13.6
Camionetas Frecuencia 0 5 1 3 4 4 4 3 2 0 26 5.3 147 11.3
Mujeres Frecuencia 0 0 2 6 5 4 1 4 2 3 27 6.1 131 10.1
Traficar Frecuencia 4 2 4 0 3 1 1 1 1 0 17 3.8 122 9.4
Cárcel Frecuencia 0 1 0 2 7 3 4 4 5 2 28 6.7 120 9.2
Fuente: Elaboración propia con base al formato propuesto por Reyes (1993).
Nota: F= Frecuencia total; I= Importancia promedio; PS= Peso semántico; DS= Distancia Semántica

100
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Sobre estos hallazgos sobresale la similitud entre la zona central del análisis prototípico de
importancia/frecuencia y las cuatro primeras definidoras del núcleo de la red en el ejercicio
anterior (drogas, armas, dinero y muerte).

En el resto de las palabras dentro del núcleo de la red se combinaron cognemas que se
encontraban en el cuadrante de contraste (violencia, traficar e ilegal) y en la primera periferia
(lujos, secuestros, asesinatos, balaceras, camionetas, mujeres, cárcel). Las diferencias
encontradas entre ambos análisis se deben principalmente a que el análisis prototípico
establece puntos de corte para la frecuencia y la importancia para determinar su ubicación en
los cuadrantes, mientras que las redes semánticas modificadas generan una puntuación al
combinar ambos indicadores. A pesar de tales diferencias, se puede constatar que los
elementos centrales en ambos casos son los mismos.

Figura 4.2
Distancia semántica del núcleo de la red
drogas
0
ilegal armas
10
20
cárcel 30 dinero
40
50
60
traficar 70 muerte
80
90
100
mujeres lujos

camionetas narcos

balaceras secuestros

asesinatos violencia

Nota: Se invirtieron los valores para que los cognemas con mayor puntuación aparezcan de forma más cerca al
centro del círculo.
Fuente: Elaboración propia.

4.1.3. El significado de los cognemas

El proceso siguiente consiste en abordar los cognemas que constituyen el campo de la


representación y discutir sobre el significado que los adolescentes vierten en ellos. Esta

101
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

acción puede ser bastante interpretativa, ya que, si el investigador no utiliza algunas técnicas
complementarias para profundizar en los cognemas, puede caer en demasía en la subjetividad
de su visión y no en la del grupo de referencia. Por tal circunstancia, siguiendo los
lineamientos de la técnica de listados libres usada en el área de antropología cognitiva
(Betancourt, Zambrano, Valadez, & Soltero, 2014; Bernard, 2006; Hudelson, 1994), se les
preguntó a los participantes sobre la relación que existía entre el narcotráfico y la palabra
enunciada, es decir, cuestionando acerca del significado particular de los cognemas escritos.
En tal sentido, a continuación, se enlista la asociación entre la palabra estímulo y los
cognemas que integran el núcleo de la red (“drogas”, “armas”, “dinero”, “muerte”, “lujos”,
“narcos”, “secuestros”, “violencia”, “asesinatos”, “balaceras”, “camionetas”, “mujeres”,
“traficar”, “cárcel” e “ilegal”).

- Drogas

Este cognema fue por mucho la palabra con mayor evocación por parte de los adolescentes.
Debido a que el concepto engloba algunos otros sinónimos o tipos de sustancias como la
marihuana, la cocaína o el alcohol, la frecuencia total de la palabra supera el número de
participantes, ya que algunos respondientes incluían distintos tipos de drogas en el ejercicio
de evocación y que fueron unificados en el proceso de sinonimia. Con respecto al significado
de la palabra para los adolescentes, una gran parte de las respuestas hizo alusión a las drogas
como una especie de instrumento o insumo que es vendido para obtener ganancias (p.ej. “Es
lo que venden”; “Es lo que trafican y venden a la gente”; “Es lo que les deja dinero y es lo
que producen”). Desde esta visión las drogas representan una herramienta de los
narcotraficantes para obtener ganancias a través de su cultivo, fabricación, distribución o
venta. En el mismo sentido, las respuestas hicieron alusión a las drogas no solo como objeto
de consumo o venta para las personas, sino como una sustancia que es consumida por los
propios miembros del narcotráfico (p.ej. “Lo consumen y lo venden”; “Es algo que
distribuyen y los principales consumidores son ellos y eso hace que tengan plaza”). Por otro
lado, la palabra drogas también fue concebida como la razón o motivo de existencia del
narcotráfico, es decir, como un elemento que explica la existencia o permanencia del
fenómeno (p.ej. “Es el porqué de que exista el narco”; “Es el motivo por el que existe”; “Es
el principal motivo de todo”).

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RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

- Armas

El cognema “armas” también fue uno de los más evocados. El término encierra distintos tipos
de armamento o municiones, como pistolas, balas, granadas, cuchillos y bombas. El
significado o relación que guarda la palabra armas con el narcotráfico es bastante similar al
de drogas, ya que, predominantemente, fue señalado como un instrumento del narcotráfico y
sus miembros (p.ej. “Es lo que usan”; “Usan para intimidar y matar”; “Porque las tienen para
defenderse”). Algunos incluso señalaron que, así como el martillo es una herramienta para el
carpintero, las armas son el utensilio de trabajo para el narcotráfico (p.ej. “Son sus
herramientas”; “Porque básicamente es una herramienta de trabajo”). Por otra parte, las
armas fueron relacionadas con el narcotráfico en un sentido distinto al de una herramienta,
es decir, haciendo alusión a un rasgo o una característica de las personas que se encuentran
vinculadas al narcotráfico (p.ej. “Todos los que están en eso tienen una”; “Es lo que
caracteriza a un narcotraficante”; “Es lo que representa al narcotráfico”). De hecho, como se
verá posteriormente en la presentación de los dibujos realizados por los adolescentes, las
armas se muestran como un accesorio, como si fueran joyas, alhajas o adornos que denotan
la relación del individuo con el crimen organizado.

- Dinero

El cognema “dinero” tuvo tres distintos significados para los adolescentes. En mayor medida,
la palabra fue relacionada con el narcotráfico como un elemento que explica sus existencia,
como motivación de sus actividades o aspiración de las personas para involucrarse (p.ej. “La
mayoría de los que entran al narco es por ganar dinero”, “Es el porqué de que exista el narco”;
“Todo lo hacen por el dinero”). En segundo lugar, el cognema fue asociado con el
narcotráfico como elemento o característica, algo así como un rasgo de las personas que lo
integran (p.ej. “Tienen demasiado dinero”; “Es lo que los narcos tienen”; “Porque son ricos
por la droga, creo”). Estas oraciones indican que los narcotraficantes son vistos por los
adolescentes como personas acaudaladas o poseedoras de fortunas, aspecto que será
importante retomar posteriormente. Por último, la palabra dinero se asoció al narcotráfico
como insumo, herramienta o utensilio para lograr un objetivo y no solo como objetivo en sí
mismo (p.ej. “Es importante para moverse o pagarles a sus mandaderos”; “Para comprar
armas”; “Porque sin dinero no se puede comprar lo que se ocupa, ya sea armas, carros, etc.”).
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RESULTADOS
Capitulo IV
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- Muerte

El cognema “muerte” englobaba los conceptos de muerto, muertes y muertos. Fue uno de los
cognemas más difíciles de conceptualizar, ya que, mayoritariamente, la palabra muerte se
relacionó al narcotráfico en forma de consecuencia, es decir, como resultado final de
pertenecer o integrarse al narcotráfico (p.ej. “Muchas personas que se relacionan con el narco
terminan asesinadas”; “Son las consecuencias que se llevan a cabo”; “Es la manera más
probable de terminar siendo narcotraficante”). Los adolescentes indicaban que,
independientemente del dinero o los lujos que el narcotráfico pudiera ofrecer,
irremediablemente culminaría con la muerte de las personas inmersas. Sin embargo, la
muerte como consecuencia no solo aplica a los integrantes del narcotráfico, sino también a
personas que no se encuentran relacionadas con él (p.ej. “El narcotráfico trae muchas
muertes”; “Gracias a los combates que realizan los bandos para tomar el poder del
narcotráfico y mueren inocentes”; “Todos los días muere gente a causa del narcotráfico”).
Además de manifestarse como consecuencia, el cognema muerte también se presentó como
acción o actividad común dentro del narcotráfico, incluso, como una especie de estrategia
(p.ej. “Matan mucha gente”; “Siempre matan para ser los únicos o cuando alguien traiciona”;
“Porque eso es lo que hacen los narcos”).

- Lujos

La palabra “lujos” fue pronunciada por los adolescentes en dos sentidos distintos. En primera
instancia, fue nombrada como un elemento que explica o motiva la existencia del
narcotráfico, como un aspecto a obtener o un beneficio de sus actividades (p.ej. “Piensan
"voy a ganar mucho dinero, lo primero que voy a hacer es comprar una casa para la familia"”;
“Casi siempre lo primero que hacen es comprarse casas, carros y buena ropa”; “Es lo que
desean conseguir rápido y sin esfuerzo”). Además de ser un factor motivante o un beneficio,
en una segunda instancia, los lujos también hicieron referencia a una elemento o aspecto que
caracteriza al narcotráfico, los narcotraficantes y las personas que directa o indirectamente
se relacionan con él (p.ej. “Tienen exceso de lujos”; “Es lo que las esposas o la familia de
ellos traen”; “Gracias a que tienen demasiado dinero, tienen lujos excéntricos y en ocasiones
ridículos”).

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RESULTADOS
Capitulo IV
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- Narcos

Este cognema se integró al conjuntar distintas palabras que hacían alusión a los personajes
centrales del narcotráfico, tales como “narcos”, “narcotraficante”, “jefes” “reyes” o nombres
de personajes representativos como “El Chapo” o “Mencho”. Sin excepción, la relación entre
estos cognemas y el narcotráfico fue la de actor, orquestador, organizador, líder o responsable
de las actividades del narcotráfico (p.ej. “El encargado de todo”; “Son las personas que los
venden las drogas”; “Porque ellos son los que hacen todo eso.”).

- Secuestros

El cognema “secuestros” se vinculó particularmente al narcotráfico como una acción o una


estrategia. Los adolescentes afirmaron que el secuestro era una actividad bastante común para
el narcotráfico y era utilizada como una estrategia de negocios para obtener dinero (p. ej.
“Secuestran gente por dinero”; “Siempre secuestran para obtener dinero.”; “Porque los
secuestran para ganar dinero”). Sin embargo, el secuestro no solo fue enunciado como una
forma de obtener ganancias, sino como un medio de intimidación o venganza (p.ej. “Los
narcos los usan para una venganza contra uno que no cumplió”; “Porque no les dan lo que
quieren así que se meten con los familiares”; “Para que la gente se atemorice”).

- Violencia

La palabra “violencia” fue nombrada por los adolescentes para hacer referencia a una
característica básica de las actividades o personas involucradas con el narcotráfico, así como
un elemento presente en algunas novelas o series televisas que incluyen en su temática
contenido narcocultural (p.ej. “En el ambiente del narcotráfico siempre es violento, golpes,
muertes y demás”; “El narcotráfico es muy violento con las demás personas”; “En muchas
de las series hacen ver el narcotráfico como digo violento”). Adicionalmente, la violencia y
el narcotráfico también se encuentran asociados en forma de causa y efecto, considerando a
la violencia como una consecuencia del fenómeno (p.ej. “Es algo que ocasiona el narco, pero
nos afecta a todos”; “Es lo que causa el narcotráfico.”; “Porque causa demasiada violencia”).

- Asesinatos

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RESULTADOS
Capitulo IV
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Este cognema en particular fue bastante difícil de abordar debido a su cercanía semántica con
la palabra muerte. Sin embargo, debido a que “muerte” en la mayoría de las ocasiones hacía
referencia a una consecuencia más que a una acción, se decidió analizarla por separado. Los
adolescentes relacionaron este cognema con el narcotráfico en forma de una acción, planeada
deliberadamente para matar a un individuo. (p.ej. “Los narcos matan mucha gente”; “Es lo
que normalmente creo que hacen los narcos”; “Porque matan sin piedad”). En la narrativa
que explica la relación entre el cognema y el narcotráfico, muchos participantes expresaron
algunas razones que pudieran explicar el asesinato, como los son la venganza, traición,
pertenecer a otro cartel o como reprimenda a una acción equivocada (p.ej. “Si alguna persona
les queda mal o es de otro cartel, es lo que hacen”; “Matan a las personas que a veces andan
en malos pasos”; “Es lo que les hacen al robarles o traicionarlos”).

- Balaceras

La palabra “balaceras” englobó algunos términos similares como enfrentamientos, peleas y


tiroteos, ya que estos hacían referencia a una confrontación armada entre diferentes bandos.
La relación del cognema con el narcotráfico fue descrita por los adolescentes como una
acción o como una actividad cotidiana entre las personas que integran el narcotráfico (p.ej.
“Suele pasar mucho en el narcotráfico”; “Porque dos narcos se enfrentan a balazos”; “Porque
se agarran con balazos con los policías”). Algunos incluso hicieron referencia a situaciones
que pasaron en su contexto (p.ej. “Porque en mi localidad hay balaceras”; “Siempre hay una
cuando vienen”; “Es lo que se vive hoy en día”).

- Camionetas

Dentro del cognema “camionetas” se agruparon todas las palabras que hacían referencia a
vehículos motorizados. La palabra fue relacionada de tres maneras distintas con el
narcotráfico: como instrumento, como característica y como una especie de beneficio. Al
hablar del cognema como instrumento, los adolescentes describieron las camionetas como
una herramienta de trabajo para trasportar productos (p.ej. “Para trasportar la droga”; “Es en
lo que llevan la mercancía”; “Porque es para llevar las drogas”), para trasladarse, escapar o
protegerse (p.ej. “Ellos es en los que se mueven”; “Los usan para escapes”; “Es para
protegerse de los enemigos”). El cognema también fue nombrado para hacer referencia a una

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RESULTADOS
Capitulo IV
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característica del narcotráfico, indicando que es común observar a las personas involucradas
en estas actividades con vehículos lujosos (p.ej. “Tienen muchos carros que son muy caros”;
“Traen unas camionetas muy bonitas”; “Es la forma en que nosotros los vemos”). Por último,
la palabra camionetas fue vinculada al narcotráfico como una especie de beneficio o
aspiración por parte de las narcotraficantes (p.ej. “Piensan con el dinero que voy a ganar, me
voy a comprar un carro último modelo”; “Es un lujo que se dan los narcos”; “Pueden tener
muchos carros nuevos”).

- Mujeres

La inclusión de este cognema dentro del núcleo de la red requiere de un abordaje particular.
Para comenzar, los adolescentes vincularon la palabra mujeres como un actor más dentro de
mundo del narcotráfico, pero con facetas bastante diferentes. La mayor parte de las veces, al
enunciar la palabra mujer, ésta se vinculó al narcotráfico como un objeto, es decir, como algo
que los narcotráficos pueden conseguir u obtener gracias a su riqueza, influencia o poder
(p.ej. “Pueden tener la mujer que quieran”; “Porque teniendo dinero pueden tener mujeres”;
“Al tener dinero y fama hay mujeres”). En otras ocasiones se vinculó la palabra mujeres con
el narcotráfico en forma de víctima de trata o prostitución (p.ej. “Las venden para poder sacar
dinero”; “Trafican mujeres”; “Las prostituyen, las maltratan”). También, aunque en menor
cantidad de veces, se mencionó a la mujer como un individuo que intencionalmente se
relaciona con personas del mundo del narcotráfico y las acompaña por interés, sacar ventaja
u obtener un beneficio (p.ej. “Las mujeres andan con los sicarios por dinero”; “Siempre están
para los hombres ricos que les compran todo -no todas las mujeres-”; “Las mujeres les
interesa el dinero y no les importa quien sea”). De hecho, no se presentó alguna respuesta
que vinculara a la mujer como narcotraficante.

- Traficar

El cognema “traficar” fue enunciado para hacer referencia a una actividad específica del
narcotráfico, es decir, su función más importante, la venta de sustancias que se encuentran
prohibidas por la ley. Los adolescentes hicieron hincapié en la ilegalidad de tal acción y en
su carácter de delito (“Los narcos, su principal negocio es el tráfico”; “Es lo principal que
hace un narcotraficante”; “Porque es un delito”).

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RESULTADOS
Capitulo IV
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- Cárcel

La última palabra dentro del núcleo de la red fue “cárcel”, la cual fue enunciada para referir
una consecuencia de involucrarse en el narcotráfico. La mayoría de los adolescentes
mencionan que, tarde o temprano, el destino de las personas que se involucra en estas
actividades delictivas será la prisión (p.ej. “Donde acaban los narcotraficantes”; “Porque
quien realiza esto se llevará a la cárcel”; “Allí es donde van a parar todos al final”).

4.1.4. La reordenación de los cognemas

Cuestionar a los participantes sobre los cognemas empleados permitió identificar la relación
que guardan éstas con la palabra estímulo y así evitar suposiciones por parte del investigador,
tratando de hipotetizar dicha vinculación. No obstante, lo esencial del ejercicio fue que
permitió detectar una serie de bloques temáticos, categorías o clases a los que podrían
integrarse los cognemas, algo así como un campo semántico asignado a través del discurso
de los respondientes.

Después de abordar todas las palabras enunciadas, fueron detectadas seis categorías o clases
sobre las cuales se organizan los cognemas. En primer lugar, se identificó la categoría
instrumentos, que incluía una serie de herramientas utilizadas por el narcotráfico,
específicamente insumos u objetos que auxilian a los involucrados en el desarrollo de sus
actividades (“armas”, “camionetas”, “cartel –mensajes-”, “dinero”, “droga”, “mercado”,
“órganos” y “radios”, “sembradíos”). La pregunta que resume esta clase es: ¿Qué objetos son
utilizados por el narcotráfico?

Una segunda categoría denominada características, incluyó una serie de elementos,


posesiones o valores que, para los respondientes, caracterizan al narcotráfico; adjetivos en su
gran mayoría (“ambición”, “analfabetas”, “armas -portación-”, “buchón”, “camionetas”,
“control -de sí mismos-”, “corrupción”, “crimen -criminales-”, “delincuencia -delincuentes-
”, “dinero”,, “ego-alto”, “encapuchados”, “envidias”, “excesos”, “facilidad -ingresar-”,
“familia”, “feos”, “gente-que-necesita-ayuda”, “gente-sin-temor-de-dios”, “hombres”,
“huachicoleros”, “ilegal”, “impunidad”, “inseguridad -viven-”, “inteligentes”, “lealtad”,
“lujos”, “maldad”, “miedo”, “narcocorridos”, “negocio”, “peligro”, “popularidad”, “putas”,
“seguridad”, “señores”, “series”, “terroristas”, “trabajo” y “violencia”). La pregunta que

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RESULTADOS
Capitulo IV
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integra estos elementos a la clase es: ¿Qué elementos, posesiones o valores caracterizan al
narcotráfico?

La tercera categoría se integró por un conjunto de palabras que mostraban estrategias,


actividades o acciones que realiza el narcotráfico (“abuso”, “adicción”, “amenazas”,
“asesinatos”, “balaceras”, “contrabando”, “contratos”, “control (controlan)”, “corrupción”,
“crimen”, “decisiones”, “delincuencia”, “demandas”, “desapariciones”, “destrucción”,
“dinero”, “drogas”, “esconderse”, “explotaciones”, “extorsión”, “golpes”, “guerra”, “lavado-
de-dinero”, “levantones”, “llamadas”, “lujos”, “muerte”, “mujeres”, “persecución”, “poder”,
“prostitución”, “robos”, “sangre”, “secuestros”, “sexo”, “tortura”, “traficar”, “trasporte”,
“tratos”, “vender”, “venganza”, “venta”, “viajes”, “vida”, “violación”, “violencia”). La
pregunta que agrupa los elementos a la clase es: ¿Qué acciones realiza el narcotráfico?

La cuarta categoría fue denominada actores, ya que se integró por distintas por distintas
personas, grupos, instituciones, países o estados (“carteles”, “Colombia”, “Estados-Unidos”,
“gobierno”, “halcones”, “inocentes”, “México”, “mujeres”, “niños”, “personas”, “policías”,
“putas”, “sicario”, “trabajadores”). La pregunta que abrevia la clase es: ¿Quiénes son los
actores que se encuentran relacionados al narcotráfico?

La quinta categoría denominada consecuencias, al reunir cognemas que hablaban sobre las
secuelas, principalmente negativas, que conllevan la existencia y actividades del narcotráfico
(“adicción”, “angustia”, “cárcel”, “consecuencia”, “crimen”, “desesperación”,
“destrucción”, “dinero”, “enfermedades”, “guerras”, “heridos”, “inseguridad”, “miedo”,
“muerte”, “peligro”, “posesión”, “preocupación”, “problemas”, “salud”, “sangre”,
“sufrimiento”, “tragedia”, “traición”, “vida” y “violencia”). La pregunta que agrupa los
cognemas a la clase es: ¿Qué es lo que provoca el narcotráfico?

Por último, se configuró la categoría denominada propósito, el cual integró algunos


cognemas que, por un lado explicaban la existencia del narcotráfico y, por otro, mostraban
elementos o beneficios que motivan sus actividades (“camionetas”, “dinero”, “diversión,
“drogas”, “familia”, “lujos”, “miedo”, “muerte”, “pasado”, “pobreza”, “poder”, “respeto”,
“territorio”, “viajes”). Un par de preguntas resumen el contenido de la clase ¿Por qué existe
el narcotráfico? y ¿Qué se obtiene del narcotráfico?

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RESULTADOS
Capitulo IV
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Tabla 4.2
Categorías o clases de la representación
Categoría/clase Pregunta implícita Cognemas que los integran
¿Qué objetos son utilizados por el “armas”, “camionetas”, “cartel (mensajes)”, “dinero”, “droga”,
Instrumentos
narcotráfico? “mercado”, “órganos” y “radios”, “sembradíos”
“ambición”, “analfabetas”, “armas (portación)”, “buchón”, “camionetas”,
“control (de sí mismos)”, “corrupción”, “crimen (criminales)”,
“delincuencia (delincuentes)”, “dinero”,, “ego-alto”, “encapuchados”,
“envidias”, “excesos”, “facilidad (ingresar)”, “familia”, “feos”, “gente-
¿Qué elementos, posesiones o valores
Características que-necesita-ayuda”, “gente-sin-temor-de-dios”, “hombres”,
caracterizan al narcotráfico?
“huachicoleros”, “ilegal”, “impunidad”, “inseguridad (viven)”,
“inteligentes”, “lealtad”, “lujos”, “maldad”, “miedo”, “narcocorridos”,
“negocio”, “peligro”, “popularidad”, “putas”, “seguridad”, “señores”,
“series”, “terroristas”, “trabajo” y “violencia
“abuso”, “adicción”, “amenazas”, “asesinatos”, “balaceras”,
“contrabando”, “contratos”, “control (controlan)”, “corrupción”,
“crimen”, “decisiones”, “delincuencia”, “demandas”, “desapariciones”,
“destrucción”, “dinero”, “drogas”, “esconderse”, “explotaciones”,
Acciones ¿Qué acciones realiza el narcotráfico? “extorsión”, “golpes”, “guerra”, “lavado-de-dinero”, “levantones”,
“llamadas”, “lujos”, “muerte”, “mujeres”, “persecución”, “poder”,
“prostitución”, “robos”, “sangre”, “secuestros”, “sexo”, “tortura”,
“traficar”, “trasporte”, “tratos”, “vender”, “venganza”, “venta”, “viajes”,
“vida”, “violación” y “violencia”
¿Quiénes son los actores que se “carteles”, “Colombia”, “Estados-unidos”, “gobierno”, “halcones”,
Actores encuentran relacionados al “inocentes”, “México”, “mujeres”, “niños”, “personas”, “policías”,
narcotráfico? “putas”, “sicario” y “trabajadores”
“adicción”, “angustia”, “cárcel”, “consecuencia”, “crimen”,
“desesperación”, “destrucción”, “dinero”, “enfermedades”, “guerras”,
¿Qué es lo que provoca el
Consecuencias “heridos”, “inseguridad”, “miedo”, “muerte”, “peligro”, “posesión”,
narcotráfico?
“preocupación”, “problemas”, “salud”, “sangre”, “sufrimiento”,
“tragedia”, “traición”, “vida” y “violencia”
“camionetas”, “dinero”, “diversión, “drogas”, “familia”, “lujos”,
¿Por qué existe el narcotráfico? y
Propósito “miedo”, “muerte”, “pasado”, “pobreza”, “poder”, “respeto”, “territorio”
¿Qué se obtiene del narcotráfico?
y “viajes”

Fuente: Elaboración propia

El proceso denotó la localización de algunos cognemas en más de una clase o categoría, como
fue el caso de la palabra dinero, la cual, como se mencionó anteriormente, se describió como
instrumento, característica y propósito. También fue posible detectar algunos errores en el
ejercicio de sinonimia, específicamente en la agrupación de algunos cognemas, debido a
ligeras incongruencias entre la enunciación de la palabra y la vinculación descrita, ya que la
descripción realizada por el participante pareciera pertenecer a otro cognema bastante similar
o dentro de un campo semántico muy cercano.
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RESULTADOS
Capitulo IV
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Un ejemplo bastante claro se dio en la palabra “muerte”. Durante la primera fase de revisión
de los conceptos evocados, se detectaron algunas palabras cercanas a ésta, como muertos,
muertes o matar. Dado que matar es más una acción que una consecuencia (como podrían
serlo las palabras muerte, muertes o muertos), se decidió agrupar la palabra matar dentro del
cognema “asesinar” haciendo referencia a la acción de matar intencionalmente y apiñar las
otras palabras en el cognema “muertes”. Si embargo, al momento de revisar las respuestas
de los participantes, en ocasiones la asociación entre muerte y narcotráfico en la palabra
“muertos” hacía referencia en mayor medida a la palabra “matar” o “asesinatos” que al
cognema nombrado (p.ej. “Matan a muchas personas”; “Porque si no es como ellos quieren
amenazan con matar”; “Casi siempre anda persiguiendo y matando”). Considerando éste y
algunos otros casos, algunas palabras fueron modificadas para que coincidieran con la
descripción realizada, siempre y cuando el campo semántico estuviera relativamente cercano
al expresado.

4.1.5. El análisis prototípico de importancia/frecuencia por categorías

Después de realizar los ajustes mencionados, la matriz corregida permitió generar un nuevo
análisis prototípico de importancia/frecuencia, el cual no solo confirmó la estructura de la
representación en sus componentes centrales y periféricos, sino que evidenció las categorías
o dimensiones sobre las cuales se construyen. La figura 4.2 muestra el resultado del análisis
y la tabla 4.3 informa sobre la frecuencia total e importancia promedio de cada dimensión.

Como puede apreciarse en la figura 4.2, el núcleo central de la representación quedó


constituido por ocho cognemas: “drogas” y “armas” en la dimensión de instrumentos;
“dinero” en la categoría características; “traficar” en la dimensión de acciones; “narcos” en
la categoría de actores; “muerte” en la dimensión de consecuencias; y finalmente “dinero” y
“drogas” en la categoría de propósito.

A diferencia del análisis anterior, se agregaron al núcleo central de la representación los


cognemas “narcos” y “traficar”, dentro de las dimensiones de actores y acciones,
respectivamente. Este proceso permitió calcular la frecuencia e importancia de los cognemas
en cada categoría o dimensión, a fin de detectar su jerarquía total en la representación social
de los adolescentes. La tabla 4.3 muestra tales resultados.

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RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Figura 4.2
Análisis prototípico de importancia/frecuencia por categorías

Fuente: Elaboración propia con base en el análisis de importancia/frecuencia

La categoría que presenta la mayor frecuencia e importancia es la de instrumentos,


evidenciando su valor preponderante en la representación social de los adolescentes sobre el
narcotráfico. posteriormente, se presenta en orden de frecuencia la categoría de acciones,
consecuencias, características y propósitos. por último, es la dimensión de actores la que se
presentó en menor medida y con la menor importancia promedio.

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RESULTADOS
Capitulo IV
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Tabla 4.3
Frecuencia e importancia por dimensiones
Categoría/Dimensión Frecuencia total Importancia promedio
Instrumentos 305 3.72
Acciones 237 4.99
Consecuencias 183 4.67
Características 174 4.75
Propósitos 158 4.07
Actores 111 5.08
Cognemas sin clasificación 20 -
Total 1188 -
Fuente: Elaboración propia

4.1.6. El análisis de redes semánticas por categorías

Como medida adicional para confirmar la estructura encontrada en el análisis prototípico de


importancia/frecuencia por categorías, se llevó a cabo un segundo análisis de redes
semánticas con la matriz de cognemas modificada. Como se puede apreciar en la figura 4.3,
los resultados son sumamente similares a los obtenidos en el análisis prototípico, con algunas
diferencias en cuestión de la distancia entre cognemas, pero confirmando la estructura de la
representación.

Debido a que se utilizó la distancia semántica cuantitativa para colocar los cognemas en las
distintas áreas del gráfico, se guardó una relación proporcional, es decir, los antiguos
cuadrantes fueron generados a partir de una segmentación de cada 25 unidades de distancia
semántica. Esta división podría hacernos pensar que el núcleo central estaría conformado por
los elementos que obtuvieron una distancia entre 100 y 75 unidades, una zona de contraste
conformada por los cognemas que obtuvieron entre 75 y 50 unidades y finalmente una
primera y segunda periferia con el resto de los valores. Sin embargo, no es la intención del
gráfico plantear dicha suposición.

Valdría la pena realizar nuevos estudios para determinar los puntos de corte en la Distancia
Semántica Cuantitativa y segmentar los componentes de la estructura de la representación de
forma acertada, es decir, poder identificar y delimitar claramente el núcleo de la
representación, la zona de conflicto o contraste y la periferia con base en las unidades de
distancia semántica cuantitativa.

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RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Figura 4.3
Análisis de redes semánticas modificadas bajo categorías

Fuente: Elaboración propia

Finalmente, después de todos los análisis y procesos realizados, se pueden concluir que la
estructura de la representación social del narcotráfico de los adolescentes está conformada
por conceptos vinculados a sus instrumentos, características, acciones, actores,
consecuencias y propósitos, particularmente, por las armas y las drogas como insumo para
sus acciones, la riqueza como característica asociada a su modo de vida, el tráfico de drogas
como su actividad principal, los narcotraficantes como los actores y agentes de su

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RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

funcionamiento, la muerte, como la consecuencia final de involucrarse en sus actividades y


el dinero y las drogas como elementos que explican la existencia y continuidad del
narcotráfico.

4.2. El elemento de la información

Si bien los datos que son obtenidos del ejercicio de asociación realizado con anterioridad
pueden ser utilizados para vislumbrar el elemento de la información, se decidió que para
abordar esta parte de la representación se hiciera uso de un cuestionario, el cual permitió
profundizar sobre los hallazgos encontrados. En primera instancia, se pidió a los participantes
que describieran lo que ellos habían escuchado sobre el tema del narcotráfico.
Intencionalmente la pregunta fue realizada de un modo específico para que el estudiante no
emitiera su juicio u opinión sobre el fenómeno, sino que explayara la información que sobre
el tema había escuchado. Nuevamente, las respuestas de los adolescentes versaron sobre las
dimensiones encontradas en los análisis anteriores, ya que, dentro del discurso, se
combinaron temáticas referentes a los instrumentos, características, acciones, actores,
consecuencias y propósito del narcotráfico (p.ej. “Que es una práctica ilegal que daña a todo
el país genera violencia y temor en las personas. Los narcotraficantes venden drogas y causan
balaceras y conflictos”; “Es un movimiento ilegal que realiza la venta de narcóticos, que
promete dinero, fama, lujos, etc. pero en realidad siempre hay muerte, aunque obtengan esos
lujos. El narcotráfico también se involucra con corrupción, ya que hay veces que los narcos
toman decisiones de índole del gobierno”; “Pues he escuchado que es gente que a veces
alguna ocupa dinero por necesidad se mete en es, pero hay personas que siempre están ahí,
solo para diversión o personas que quieren hacer el mal”).

En una segunda instancia se preguntó a los adolescentes acerca de las fuentes de información
sobre el tema del narcotráfico. La gran mayoría mencionó más de una referencia, siendo la
televisión y las noticias la fuente principal. También con un alto porcentaje se presentó la
comunidad como fuente de información, ya que mencionaron que el narcotráfico es una
temática de la cual se dialoga con otros. Aunque en menor porcentaje, el hogar y los amigos
también estuvo presente, así como el hogar y las series televisivas. Por último, aparecieron
las canciones, periódicos y el radio. La figura 4.4 resumen tal información.

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RESULTADOS
Capitulo IV
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Figura 4.4
Fuentes de información

Fuente: Elaboración propia

Como se puede apreciar en la figura anterior, se registró de forma separada las respuestas de
“televisión” y “series/noveles” debido a que fue imposible argüir a que elemento específico
de la televisión hacían referencia. Sin embargo, muchos de los participantes, hicieron
manifiesto su conocimiento del fenómeno a través de series televisas de contenido
narcocultural, resaltando la importancia de tales producciones en la configuración de la
representación social del narcotráfico.

En tal sentido, se hicieron algunas preguntas referentes a las expresiones más convencionales
de la narcocultura, las llamadas narcoseries y narcocorridos. Se cuestionó sobre conocer o no
conocer tales producciones, si les agradaban y cuáles de ellas habían visto al menos una vez.

Las respuestas de los estudiantes fueron bastante interesantes, ya que más del 90% mencionó
conocer las narcoseries o películas y los narcocorridos. No obstante, al preguntar sobre el
agrado o desagrado por tales expresiones, poco más de la mitad de los estudiantes manifestó
116
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

una simpatía por ver series y películas con contenido narcocultural, mientras que el agrado
por los narcocorridos fue un poco menor. La tabla 4.4 muestra los porcentajes exactos.

Tabla 4.4
Acercamiento a la narcocultura
No Sí
Pregunta
N % N %
¿Conoces las Narcoseries o películas? 11 6.9% 149 93.1%
¿Te gustan las Narcoseries o películas? 77 48.1% 83 51.9%
¿Conoces los Narcocorridos? 15 9.4% 145 90.6%
¿Te gustan los Narcocorridos? 90 56.3% 70 43.7%
Fuente: Elaboración propia

De manera adicional, se les preguntó a los estudiantes acerca de las razones o motivos por
los que les gustan o disgustan los Narcocorridos y las Narcoseries y películas. La tabla 4.5
resumen tal información.

En el caso de las Narcoseries y películas, las razones que mencionaron los adolescentes para
explicar su disgusto por las mismas se relacionaron principalmente con el contenido violento,
el desinterés y la imagen que proyectan sobre los narcotraficantes. Los que afirmaron un
agrado por tales contenidos hicieron referencia principalmente a lo entretenido, interesante y
emocionante de sus historias, así como la expresión de la realidad política, corrupción y
funcionamiento del estado mexicano. Un pequeño porcentaje de respondientes mencionaron
que les gustaba el poder, lujos, respeto y superación que se mostraban en tales producciones.

Para los narcocorridos la situación fue bastante similar. Los adolescentes que mostraron un
desagrado por dichas expresiones musicales explicaron su desdén por el tema del narco, lo
inapropiado, ofensivo o vulgar de sus letras y el rechazo al género musical por sí mismo. De
igual forma mencionaron el desinterés, desconocimiento, desaprobación y rechazo al
posicionamiento de los narcotraficantes como héroes en tales composiciones. Los
adolescentes que mostraron un agrado por los narcocorridos mencionaron el gusto por el
ritmo, la historia (generalmente verdadera, para ellos); en menor frecuencia se mencionó la
influencia de otros y la moda.

117
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Tabla 4.5
Razones del gusto o disgusto por las Narcoseries y Narcocorridos
Pregunta Respuesta
Razón Frecuencia Porcentaje
Mucha violencia/ Sangre/ Trafican droga 28 36.4%
Aburridas/ No me llaman la atención 22 28.6%%
¿Te gustan las Narcoseries o películas?

Hacen ver a los narcos como héroes/ Incitan a unirse 8 10.4%


No No son aptas para mi edad 7 9.1%
Está mal verlas 7 9.1%
Me dan miedo/ Me ponen nervioso/ Hacen daño 4 5.2%
Irrelevantes/ Falsas/ Irrelevantes 2 2.6%
Total 78 100.0%
Contenido emocionante/ chido/ entretenimiento 36 43.5%
Temas interesantes/ Historias 18 21.7%
Muestran la realidad (gobierno, corrupción, etc.) 17 20.6%
Sí Aprendo cosas 6 7.2%
Me gusta el poder y lujos/ Que no se dejan de nadie/
4 4.8%
Superación
Muchachas guapas 1 1.3%
Total 82 100.0%
Hablan sobre el narcotráfico 27 30.0%
No son apropiados/ Son malos/ Feos/ Vulgares 22 24.4%
¿Te gustan los Narcocorridos?

No me gusta el ritmo/ letra/ género musical 18 20.0%


No No los conozco/ No los escucho/ No me interesa 12 13.3%
Incitan o apoyan al narcotráfico 7 7.8%
No me dejan 1 1.1%
Misóginos 1 1.1%
Total 88 100.%
Gusto por el ritmo 46 65.6%
Historia/ verdad 16 22.9%
Sí No especificado 4 5.7%
Otros escuchan 4 5.7%
Tendencia/ Moda 2 2.9%
Total 72 100%
Fuente: Elaboración propia

Por último, al preguntar sobre las series o narcopelículas que los adolescentes habían visto al
menos una vez, las más populares fueron: “El señor de los cielos” (46.3%), “El Chapo”
(40.0%), “Pablo Escobar” (37.5%), “La reina del sur” (33.1%), “Rosario Tijeras” (28.1%),
“Narcos” (26.9%), “El Chema” (26.9%) y “El infierno” (19.4%). En cuestión de los grupos
o cantantes de narcocorridos, el 75% de los adolescentes fueron capaces de mencionar al
menos uno. Particularmente, fueron nombrados 42 diferentes cantantes o agrupaciones,
siendo los más citados “T3r elemento” (34.4%), “Gerardo Ortiz” (30.6%); “Calibre 50”
(16.3%), “Alfredo Olivas” (13.8%), “El Komander” (12.5%), “El de la guitarra” (8.8%) y
“Los plebes del rancho” (8.1%).

4.3. La parte actitudinal


118
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Aunque la parte actitudinal comenzará a ser abordada hasta este momento, fue evidente que
en distintas partes de los análisis anteriores se mostraron algunos pequeños destellos,
principalmente cuando se les preguntó a los adolescentes sobre lo que habían escuchado
acerca del narcotráfico. Aunque una forma de detectar la actitud de los respondientes podría
darse al abordar los cognemas, se decidió que mediante la herramienta de cuestionario se
tendría una perspectiva más clara y sin necesidad de realizar un trabajo demasiado intuitivo.
Para generar el discurso de los jóvenes sobre su posicionamiento frente al narcotráfico, se les
cuestionó de forma tal que ellos dirigieran la respuesta hacia cualquier aspecto del mismo.

Para facilitar el análisis se clasificaron las respuestas de los adolescentes en tres categorías,
a saber, negativa, neutra/ambivalente y positiva. En primer lugar, se clasificaron los discursos
en forma negativa cuando los respondientes manifestaban una desaprobación, rechazo o
desacuerdo con algún aspecto del narcotráfico (p.ej. “Opino que es una acción con la que no
estoy de acuerdo, porque perjudica a las personas, su salud e incluso su familia”; “Es una
acción ilícita que no debería de suceder ya que solo trae desgracia y acciones violentas que
no solo afecta a las personas que están involucradas, sino también a gente inocente. Es un
movimiento que no debería de existir y nadie debería unirse a él”; “Opino que está mal pues
daña a los países y corrompe su gente, sus políticos, provoca violencia y hace países violentos
y más horribles muertes por gente inocente”).

En segundo lugar, se clasificaron las respuestas como neutras/ambivalentes cuando los


adolescentes no emitían ninguna valoración o cuando presentaban argumentos tanto positivos
como negativos (p.ej. “Que no es malo mientras no lastimen a nadie inocente, pero preferiría
que no existiera”; “Causa mucha violencia, pero el lado bueno es que ayuda a la comunidad
y te das buenos lujos”; “Que me da igual si hay o no”).

En tercer lugar, se clasificaron las respuestas de los adolescentes como positivas si denotaban
una simpatía, aprobación o gusto por algún aspecto del narcotráfico (p.ej. “Que con eso te
puedes hacer rico y comprar lo que quieras”; “Que a veces puede ser bueno porque ayudan a
la comunidad”; “Que mientras que no se metan con los inocentes todo está bien y que no por
ser narcos son malos”). La tabla 4.6 muestra la frecuencia con la que se presentaron los tres
distintos tipos de respuesta.

119
RESULTADOS
Capitulo IV
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Tabla 4.6
Frecuencia de los tipos de actitud
Tipo de actitud Frecuencia total Porcentaje
Negativa 122 76.3%
Neutra/ambivalente 32 20.0%
Positiva 6 3.8%
Total 160 100%
Fuente: Elaboración propia

Estos resultados confirman que la actitud de los adolescentes hacia el narcotráfico es


generalmente negativa, de rechazo o desaprobación, ya que más de tres cuartas partes de los
encuestados así lo manifestaron. En segundo lugar, aparecen las respuestas
neutras/ambivalente con un 20.0% del total y finalmente una pequeña proporción de
participantes que mostraron un cierto tipo de simpatía por alguno de los elementos del
narcotráfico.

A partir de las respuestas de los adolescentes fue necesario realizar un análisis interpretativo
para detectar los motivos que fundamentan sus posturas. En el caso de las respuestas
negativas se mencionaron como argumentos:

- La forma en que sus actividades afectan a la sociedad


- La condición de ilegalidad de sus acciones, de actuar fuera de la ley
- Lo malvado y antiético de sus acciones
- El dinero, lujos, poder y ganancias obtenidos de forma ilegal
- La violencia y miedo que generan en la población
- El problema que representa a nivel mundial
- La necesidad de hacerle frente y combatirlo
- La injusticia de sus lujos y estilo de vida
- Los beneficios de que no existiera o desapareciera
- Los daños a la salud y adicción que generan los productos que trafica
- Los asesinatos a personas inocentes y no inocentes
- La falsedad de ser una opción para salir de la pobreza
- El engaño y aprovechamiento de personas con necesidad
- La visión negativa que provocan de México para el mundo
- La corrupción que provocan en el gobierno a través de la búsqueda del poder

120
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

- La mala influencia que sus manifestaciones culturales representan para los


adolescentes y jóvenes
- El desprecio por las actividades que realizan que van más allá del tráfico de drogas,
como la prostitución, el secuestro, la venta de órganos y la extorsión

Los casos ambivalentes o neutrales son aquellos que presentaron argumentos positivos y
negativos sobre la existencia del fenómeno o simplemente quienes no fueron capaces de
posicionarse al respecto. La gran mayoría de estas respuestas reconoce las consecuencias
negativas del narcotráfico, pero coloca sobre una balanza los beneficios que de ella se
obtienen, tanto personales (el dinero, los lujos y la posibilidad de empleo), como para la
comunidad (el apoyo que brinda el narcotráfico a la sociedad en la construcción de obras o
caridad). Algunas respuestas también intentaron justificar el ingreso de las personas al
narcotráfico por necesidad económica o por obligación, como si los individuos fueran
coaccionados para sumarse a sus actividades (p.ej. “Que es malo y bueno a la vez, porque
cometen muchos crímenes y cosas así, pero bueno porque a veces las personas no tienen otra
opción”; “Opino que lo hacen por necesidad pero exceden e involucran a personas inocentes
y está mal hecho”; “Cada persona puede hacer lo que quiera y no sabemos si algún
narcotraficante está allí por obligación, etc.”).

Por último, los adolescentes con postura positiva mencionaron los beneficios económicos, el
apoyo a las comunidades, su deseo de evitar la confrontación directa al sugerir que los dejen
trabajar o simplemente sosteniendo que el narcotráfico “está chido”.

4.4. Los procesos de objetivación y anclaje

Como ya fue mencionado en el apartado del método, una forma apropiada de cercarse a los
procesos de objetivación y anclaje es mediante el uso del dibujo. Solicitando a los
adolescentes que dibujaran lo que venía a su mente cuando escuchaban la palabra
narcotráfico, permitió detectar los elementos principales que forman parte de la objetivación
concreta de la representación.

Al abordar los dibujos realizados por los estudiantes, se pudo hacer una segmentación de las
obras en dos clasificaciones, las situacionales/procesuales y las elementales/muralistas. Los
dibujos situacionales/procesuales fueron diseños que mostraban una acción o proceso del

121
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

narcotráfico, es decir, trazaban una situación con la que asocian el narcotráfico. Las
situaciones que se mostraron fueron las amenazas, asesinatos, consumo de drogas, balaceras,
extorsión, fabricación, resguardo, secuestro, trasporte y venta de drogas. En esta misma
clasificación, hubo dibujos que mostraban secuencias temporales o procesos, que mostraban
la inclusión de las personas al narcotráfico, sus actividades y por último sus consecuencias.
La figura 4.5 muestra algunas de las obras de los estudiantes.

Figura 4.5
Dibujos situaciones/procesuales

Fuente: Dibujos realizados por los participantes

Por otra parte, los dibujos clasificados como elementales/muralistas fueron aquellos que
presentaban de forma aislada algunos elementos vinculados con el narcotráfico, pero
dibujados en forma separada o conjunta. También se consideran en esta clasificación a los
diseños que mostraban una especie de collage o bosquejo que vislumbraba de forma

122
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

particular su visión sobre el fenómeno. La figura 4.6 muestra algunas de las obras que se
clasificaron bajo esta denominación.

Figura 4.6
Dibujos elementales/muralistas

Fuente: Dibujos realizados por los participantes

Al hacer un recuento sobre los tipos de dibujo y las situaciones que en ellos se manifiestan,
se detectó que cuando los adolescentes objetivan el concepto de narcotráfico mediante una
situación, lo hacen mayormente mediante la imagen de una venta de drogas (transacción entre
dos personas haciendo un intercambio), los asesinatos (la acción de matar a una o varias
personas a través de diversos medios, pero generalmente por arma de fuego) y las balaceras
o enfrentamientos (la lucha entre los miembros de una organización contra la policía u otro
grupo de personas que implica autos, armas y muertes) (Figura 4.7).

123
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Figura 4.7
Clasificación de los dibujos

Fuente: Elaboración propia

Aunque no era la intención inicial del análisis, fue posible detectar la presencia constante de
distintos elementos en los dibujos, principalmente de los cognemas que fueron enunciados
posteriormente en el núcleo central de la representación. En tal sentido, se realizó un análisis
de frecuencia de distintos cognemas de la representación que se manifestaron constantemente
en los dibujos. La tabla 4.10 muestra tales hallazgos.

Tabla 4.10
Cognemas de la representación dentro de los dibujos
Cognema Frecuencia Porcentaje
Drogas 130 81.3%
Armas 124 77.5%
Narcos 96 60.0%
Dinero 79 49.4%
Muertes 66 41.3%
Asesinatos 41 25.6%
Camionetas 41 25.6%
Balaceras 28 17.5%
Lujos 22 13.8%
Carteles 21 13.1%
Fuente: Elaboración propia

Los resultados encontrados confirman una vez más la configuración de la representación


social de los adolescentes, ya que los elementos que se presentaron en mayor medida dentro
de los dibujos son también los elementos centrales de la representación social encontrados

124
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

por distintos métodos. Si bien el análisis de los dibujos podría ser más profundo e
interpretativo, estos solo fueron abordados con el objetivo de conocer la forma en que se
desarrollan los procesos de objetivación y anclaje y, no intencionalmente, para confirmar la
estructura de la representación social.

4.5. Comparación entre sexo, escolaridad y tipo de escuela

En el siguiente apartado se realiza una serie de comparaciones sobre la estructura y la actitud


de las representaciones sociales, específicamente contrastando los grupos a partir del sexo
(hombres y mujeres), la escolaridad (secundaria y preparatoria) y el tipo de escuela (pública
y privada). Para tal acción se utilizó en primera instancia el análisis prototípico de
importancia/frecuencias por categorías, con el fin de comparar la posición de los cognemas
dentro de los cuadrantes segmentados en sus respectivas dimensiones. Posteriormente, dadas
las propiedades de orden y distancia que brindan las redes semánticas naturales, se utilizó el
peso y la distancia semántica de los cognemas para contrastar los grupos. Finalmente se
compararon las actitudes de los respectivos grupos mediante una prueba de proporciones y a
través de un análisis interpretativo de los argumentos en las respuestas catalogadas como
negativas, neutras/ambivalentes y positivas.

4.5.1. Sexo

- La estructura de la representación social en el contraste por sexo

Para hacer una diferenciación acertada sobre la estructura de la representación social de


hombres y mujeres se optó por realizar una comparación sobre el núcleo central y la zona de
contraste de ambas representaciones a partir de una análisis prototípico por categorías.
Aunque los elementos periféricos pudieran detectar mayores elementos de contraste y
acentuar las diferencias entre representaciones, se decidió centrarse únicamente en el núcleo
central y en los elementos dentro de la zona de contraste de la estructura. En la figura 4.7 se
muestran los hallazgos.

125
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Figura 4.7
Núcleo central y zona de contraste por sexo

Nota: Los recuadros de color rojo indican las diferencias de posición y aparición entre representaciones
Fuente: Elaboración propia

Puede apreciarse que los núcleos de ambas representaciones son bastante similares, ya que
muestran siete cognemas de forma idéntica y solo un par de diferencias. En el núcleo central,
las categorías de acciones, actores, consecuencias y propósito fueron idénticos; la diferencia
principal reside en que las mujeres identifican al “dinero” (dentro de la dimensión de
instrumentos) como parte importante en la definición del narcotráfico. Del mismo modo, las
féminas conciben a las armas (dentro de la categoría de características) de manera
fundamental. Los hombres por otra parte realzan el concepto de dinero (como característica
o atributo del narcotráfico) dentro del núcleo central, es decir, el identificar a los miembros
del narcotráfico como poseedores de riqueza.

Es dentro de la zona de contraste donde se encuentran la mayor cantidad de divergencias, ya


que hombres y mujeres solo coincidieron en cuatro cognemas. En la categoría de
características, “ilegal” y “violencia” se mantuvieron iguales, pero las mujeres acentuaron
los cognemas “asesinatos”, “peligro” y “lujos”, mientras que los hombres “crimen” y
“armas”. En la dimensión de acciones, las féminas resaltaron las palabras “lavado-de-dinero”
y “prostitución”, mientras que los hombres subrayaron los cognemas “robos” y “levantones”.
En la categoría de actores la coincidencia fue en la palabra “carteles”, sin embargo, las

126
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

mujeres enunciaron de forma particular el concepto de “sicario” y en los hombres se


integraron los cognemas “gobierno” y “policías”. No se encontraron similitudes en la
dimensión de consecuencias, ya que en la representación de la mujeres aparecieron los
cognemas “violencia” y “desesperación” y en la de los hombres solo “adicción”. Por último,
en la dimensión de propósito, los grupos coincidieron con el concepto “territorio”, y se
diferenciaron con los cognemas de “familia” y “poder”.

Los resultados confirman la estabilidad del núcleo central de la representación, ya que su


estructura se mantiene estable y resistente al cambio. Conforme se alejan del núcleo, se van
presentando mayores diferencias entre hombres y mujeres (Abric, 2001b). No obstante, esta
estructura presenta muchos inconvenientes para hacer comparaciones entre los grupos, ya
que una pequeña variación entre la frecuencia o la importancia de un cognema podría
colocarlo en un cuadrante distinto, aun cuando sean prácticamente igual de significativo o
sustancial.

En tal sentido, debido a que el análisis prototípico no permite detectar de forma clara las
diferencias entre los elementos, se optó por realizar una comparación de acuerdo al peso
semántico de las palabras enunciadas. La tabla 4.11 muestra el peso y la distancia semántica
total y por sexos. Para contrastar el peso semántico se utilizó la prueba U de Mann Whitney
al considerar la ausencia de distribución normal. Por último, se agregó una prueba de
magnitud o tamaño del efecto (r de Rosenthal) para determinar el tamaño de las diferencias.

Tabla 4.11
Redes semánticas por sexo
Total Hombres Mujeres
Palabras Categoría Z p r
PS DS PS DS PS DS
drogas Instrumento 1004 100 503 100 501 100 -.681 .496 0.05
armas Instrumento 941 93.7 473 94.0 468 93.4 -.504 .614 0.04
muerte Consecuencia 578 57.6 250 49.7 328 65.5 -1.247 .212 0.10
dinero Propósito 516 51.4 283 56.3 233 46.5 -.792 .429 0.06
asesinatos Acciones 372 37.1 149 29.6 223 44.5 -1.535 .125 0.12
dinero Características 210 20.9 125 24.9 85 17.0 -1.074 .283 0.08
narcos Actores 206 20.5 80 15.9 126 25.1 -1.196 .232 0.09
drogas Propósito 200 19.9 110 21.9 90 18.0 -.453 .650 0.04
secuestros Acciones 197 19.6 93 18.5 104 20.8 -.256 .798 0.02
balaceras Acciones 177 17.6 84 16.7 93 18.6 -.428 .669 0.03
traficar Acciones 177 17.6 88 17.5 89 17.8 -.165 .869 0.01
dinero Instrumento 151 15.0 61 12.1 90 18.0 -.588 .556 0.05
armas Características 139 13.8 66 13.1 73 14.6 -.351 .726 0.03
mujeres Actores 132 13.1 91 18.1 41 8.2 -1.263 .206 0.10

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RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

lujos Propósito 130 12.9 87 17.3 43 8.6 -1.248 .212 0.10


violencia Características 124 12.4 55 10.9 69 13.8 -.125 .901 0.01
cárcel Consecuencia 120 12.0 52 10.3 68 13.6 -.701 .483 0.06
ilegal Características 112 11.2 40 8.0 72 14.4 -1.142 .253 0.09
poder Propósito 106 10.6 70 13.9 36 7.2 -1.085 .278 0.09
inseguridad Consecuencia 96 9.6 6 1.2 90 18.0 -3.378 .001 0.27
carteles Actores 90 9.0 57 11.3 33 6.6 -1.143 .253 0.09
lujos Características 89 8.9 55 10.9 34 6.8 -1.556 .120 0.12
corrupción Acciones 86 8.6 69 13.7 17 3.4 -2.235 .025 0.18
camionetas Instrumento 79 7.9 34 6.8 45 9.0 -1.441 .150 0.11
crimen Características 67 6.7 61 12.1 6 1.2 -2.615 .009 0.21
violencia Consecuencia 67 6.7 28 5.6 39 7.8 -0.41 .968 0.03
sicario Actores 62 6.2 26 5.2 36 7.2 -.359 .720 0.03
lavado-de-dinero Acciones 60 6.0 29 5.8 31 6.2 -.299 .765 0.02
adicción Consecuencia 53 5.3 35 0.0 18 10.6 -.727 .467 0.06
peligro Características 53 5.3 0 7.0 53 3.6 -2.696 .007 0.21
robos Acciones 52 5.2 22 4.4 30 6.0 -.991 .321 0.08
miedo Consecuencia 43 4.3 11 2.2 32 6.4 -1.897 .058 0.15
guerra Consecuencia 40 4.0 36 7.2 4 0.8 -1.940 .052 0.15
territorio Propósito 39 3.9 15 3.0 24 4.8 -.459 .647 0.04
camionetas Características 38 3.8 10 2.0 28 5.6 -1.441 .150 0.11
policías Actores 37 3.7 20 6.4 17 1.0 -.327 .743 0.03
extorsión Acciones 37 3.7 32 4.0 5 3.4 -1.674 .094 0.13
narcocorridos Características 35 3.5 21 4.2 14 2.8 -.363 .716 0.03
camionetas Propósito 35 3.5 26 5.2 9 1.8 -1.336 .182 0.11
destrucción Acciones 27 2.7 1 0.2 26 5.2 -1.381 .167 0.11
trasporte Acciones 27 2.7 16 3.2 11 2.2 -.447 .655 0.04
Nota: PS= Peso semántico; DS= Distancia Semántica; Z= Valor de la prueba de U de Mann Whitney; r=
Tamaño del efecto (r de Rosenthal). Los valores subrayados en amarillo indican diferencias significativas.
Fuente: Elaboración propia

A diferencia del análisis prototípico, el contraste sobre el peso semántico entre los grupos
permite detectar de forma más clara las diferencias entre mujeres y hombres, combinando la
frecuencia y la importancia en un solo valor. En la comparación, no se encontraron
diferencias significativas en los elementos centrales de la representación, ya que las
diferencias se acentuaron exclusivamente en cuatro cognemas. En las mujeres los cognemas
“inseguridad” (Z=-3.378; p=.001; r=.27) y “peligro” (Z=-2.696; p=.007; r=.21) se
presentaron con mayor peso semántico, los cuales hacen referencia a una consecuencia y una
característica negativa generada por el narcotráfico; es decir, que tanto la percepción de
peligro como de inseguridad es más importante para ellas. En los hombres, las palabras
“corrupción” (Z=-2.235; p=.025; r=.18) y “crimen” (Z=-2.615; p=.009; r=.21) se mostraron
de forma predominante en la comparación. En la mayoría de los casos en los que fue
nombrada la palabra “corrupción” se hacía referencia a una acción del narcotráfico en la que
se compra, intimida o acuerda con la autoridad (policías, gobierno, presidentes, etc.) la

128
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

anuencia de sus actividades. En el caso del “crimen”, se nombró como característica,


identificando que el narcotráfico es por sí mismo un delito.

Mención aparte merece el análisis del cognema “mujeres” en este proceso. Ya se había
mencionado anteriormente que los adolescentes vincularon dicho concepto como un actor
más dentro de mundo del narcotráfico, pero con facetas bastante diferentes. Pudo detectarse
que tanto hombres como mujeres, la mayor parte de las veces que enunciaron la palabra
“mujer” la vincularon al narcotráfico como un objeto, es decir, como algo que los
narcotráficos pueden conseguir u obtener gracias a su riqueza, influencia o poder. Sin
embargo, en lo que discreparon fue en las ocasiones donde se vinculó la palabra “mujeres”
con el narcotráfico en forma de víctima de trata o prostitución, ya fueron los hombres quienes
realizar tal descripción. Por otro lado, fueron las féminas quienes vincularon el concepto de
“mujer” en el narcotráfico como un individuo que intencionalmente se relaciona con personas
inmiscuidas en el asunto y las acompaña por interés, sacar ventaja u obtener un beneficio.

Estos contrastes permiten concluir que las diferencias por sexo en la estructura de la
representación social se centran en una mayor importancia para las mujeres sobre las
características y consecuencias negativas del narcotráfico, acentuando el peligro y la
inseguridad. Por otro lado, los hombres identifican en mayor medida sus acciones,
particularmente los arreglos y acuerdos que deben realizarse con la autoridad para su
funcionamiento.

- La actitud de la representación social en el contraste por sexo

Para hacer una comparación adecuada sobre las actitudes hacia el narcotráfico entre hombres
y mujeres, se realizaron dos procesos, el primero de tipo estadístico, con el objetivo de
contrastar las proporciones de cada sexo después de clasificar las respuestas obtenidas a la
pregunta “¿Qué opinas sobre el narcotráfico?” en negativas, neutras y positivas; el segundo,
de tipo interpretativo, para analizar las respuestas de cada grupo, abordando los argumentos
que sostienen tanto hombres como mujeres.

Para realizar el contraste estadístico se utilizó la prueba de X2. La tabla 4.12 muestra los
cuadros de contingencia y el resultado de la prueba estadística.

129
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Tabla 4.12
Actitud hacia el narcotráfico por sexo
Negativa Neutra/ambivalente Positiva Total
60 15 5 80
Hombres
75.0% 18.8% 6.3% 100%
62 17 1 80
Mujeres
77.5% 21.3% 1.3% 100%
X2 .138 .156 2.771
p .710 .693 .096
Fuente: Elaboración propia

Los resultados muestran que las proporciones son bastante similares, ya que las respuestas
de tipo negativas y neutras/ambivalentes obtuvieron casi la misma proporción (75.0% y
77.5% en el primer caso; 18.8% y 21.3% en el segundo). Las diferencias más notables se
dieron en la frecuencia de respuestas categorizadas como positivas, ya que en los hombres se
presentaron el 6.3% de los casos y en las mujeres solo en el 1.3%. A pesar de estas
diferencias, la prueba estadística no indicó la presencia de diferencias significativas en
ningunas de las proporciones.

Estos hallazgos podrían sugerir que no existen desacuerdos o discrepancias en las actitudes
de hombres y mujeres hacia el narcotráfico. Sin embargo, al realizar un análisis interpretativo
de las respuestas en cada categoría se observó lo siguiente. En las contestaciones que se
clasificaron como negativas, mujeres y hombres coinciden en sus argumentos, señalando que
el narcotráfico no debería de existir, resaltando lo perjudicial para la sociedad y los
individuos, su carácter negativo, malvado, peligroso y acentuando las consecuencias
adversas en cuanto al miedo, la desgracia, la muerte (inocente o no), la mala influencia para
los jóvenes, sin olvidar el dinero mal habido o sucio y la injusticia de su riqueza y estatus.

Las respuestas ambivalentes se presentaron de diversas maneras. En la mayoría de los casos


los participantes enunciaban dos argumentos, uno positivo y otro negativo sobre el
narcotráfico. En otras ocasiones daban mayor énfasis a un aspecto positivo sobre el tema,
pero concluían la oración con un “[…]sin embargo, es malo”. Otros simplemente respondían
con indiferencia o declaraciones neutrales que no emitían una valoración. Al comparar estas
respuestas entre hombres y mujeres se detectó que las féminas aludían en mayor medida a
que no era posible saber las razones que habían llevado a las personas a involucrase en el

130
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

narcotráfico. Los hombres en cambio sopesaron la mayor parte de las veces algunas “ventajas
o beneficios” como el dinero, los lujos, la calidad de vida y el apoyo de los narcotraficantes
a la población, con algunas “desventajas” como los crímenes, el riesgo, la muerte, la cárcel
y la inseguridad.

Por último, dentro de las repuestas categorizadas como positivas, los hombres mencionaron
la riqueza, los lujos, la ayuda a la comunidad e, incluso, las ventajas que podrían conllevar si
el gobierno los dejara trabajar. Mientras que la respuesta femenina solo mencionó que ser
narcos no los hace malvados, siempre y cuando respetan a las personas que no se involucran.

Después de analizar la parte de estadística y la parte interpretativa, podría concluirse que, si


bien la proporción de respuestas negativas, neutras/ambivalentes y positivas son similares,
los argumentos que sostienen su posicionamiento difieren entre sí. Los hombres valoran en
mayor medida los lujos, el dinero y el poder como elementos positivos o de ambivalencia,
colocando en el otro lado de la balanza las consecuencias negativas de estos aspectos. Las
mujeres atienden a la inocencia o el desconocimiento de las razones que impulsaron a los
narcotraficantes a involucrarse en ello, así como su indiferencia condicionada al no
involucramiento de su persona, familia o gente inocente.

4.5.2. Escolaridad

- La estructura de la representación social en el contraste por escolaridad

Nuevamente, para hacer una diferenciación acertada sobre la estructura de la representación


social entre los estudiantes de escolaridad secundaria y preparatoria se optó por realizar una
comparación exclusivamente sobre el núcleo central y la zona de contraste de ambas
representaciones a partir de una análisis prototípico de importancia/frecuencia por categorías.
En la figura 4.8 se muestran los hallazgos.

A diferencia del análisis realizado por sexo, puede apreciarse que la estructura de las
representaciones por escolaridad, secundaria y preparatoria, son bastante disímiles. En el
núcleo central, ninguno de las categorías se presentó de forma idéntica, ya que solo el
cognema “drogas” dentro de la dimensión de instrumentos y “dinero” en la categoría de

131
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

propósito fueron constantes. Incluso, en la zona de contraste, solo “cárteles” e “ilegal” en las
categorías de actores y características respectivamente, se mostraron persistentes.

Figura 4.8
Núcleo central y zona de contraste por escolaridad

Nota: Los recuadros de color rojo indican las diferencias de posición y aparición entre representaciones
Fuente: Elaboración propia

En la dimensión de Instrumentos, en el núcleo central de los estudiantes de secundaria se


posicionaron los conceptos de “dinero”, “drogas” y “armas”, mientras que en los de
bachillerato apareció únicamente “drogas”, mandando el concepto de “dinero” a la zona de
contraste. Esto indica que, en la imagen del narcotráfico de los estudiantes de secundaria, las
armas como herramienta son un elemento de suma importancia. Las diferencias entre las
representaciones se acentúan en la dimensión de características, ya que los estudiantes de
secundaria posicionan “dinero” como elemento central, mientras que los bachilleres colocan
a la “violencia” en tal lugar. Esta discrepancia muestra como los alumnos de más baja
escolaridad posicionan un aspecto “positivo”, como la riqueza, en su visión, mientras que los
alumnos con un número mayor de años de estudio colocan un aspecto más “negativo”, es
decir, la violencia como característica del fenómeno. Las diferencias continúan en la
categoría de acciones, ya que, dentro del núcleo central, en los bachilleres se presentó el
cognema “traficar” y no se posicionó alguno para los estudiantes de secundaria. Incluso, solo
se presentaron dos cognemas dentro de esta categoría, “traficar” y “levantones” en la zona

132
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

de contraste. La diferencia en la cantidad de conceptos nombrados en esta dimensión puede


indicar que las acciones no forman parte importante de la representación social de los
estudiantes de secundaria, pero sí para los de preparatoria, quienes identifican en primera
instancia “traficar” y posteriormente, en la zona de contraste, “robos”, “prostitución”, “vida”
y “lavado de dinero”.

Siguiendo con la dimensión de actores, las discrepancias continúan. En este caso son los
estudiantes de secundaria quienes incluyen más elementos dentro de él, ya que en los
bachilleres solo se muestra el cognema “cárteles” en la zona de contraste, mientras que en el
primer grupo se repite tal cognema en el mismo lugar, pero se suman “narcos” en el núcleo
central y “niños” y “sicario” en la zona siguiente. Quizá la divergencia más palmaria se
presenta en la categoría de consecuencias, ya que en la estructura de la representación de los
estudiantes de secundaria no se mostró ningún elemento, mientras que los bachilleres
incluyeron “muerte” y “violencia” en el núcleo central y “adicción” y “salud” en la de zona
de contraste. Por último, en la categoría de propósito, mientras que los estudiantes de
secundaria solo identificaron los cognemas “dinero” y “drogas” como elementos que
explican el origen o motivación del narcotráfico, los estudiantes de bachillerato incluyeron
una cantidad considerada de conceptos, tales como “familia”, “territorio”, “diversión” y
“camionetas” en la zona de contraste y “dinero”, “drogas” y “poder” en la zona nuclear.

Después de exponer las diferencias principales entre estas representaciones, es posible notar
un mayor grado de reflexión sobre el fenómeno de parte de los estudiantes de bachillerato,
no solo por la cantidad mayor de conceptos enunciados, sino porque fueron ellos quien
aludieron con mayor énfasis sobre las consecuencias negativas del narcotráfico, además
identificaron los elementos que originan y dan sentido al narcotráfico, más allá del dinero y
las drogas, sin olvidar mencionar las acciones que son llevadas a cabo por sus integrantes.
La estructura de la representación de los estudiantes de secundaria pareciera ser precaria,
estar más centrada en una imagen benevolente, que ignora las consecuencias del narcotráfico
y acentúa características como la riqueza.

No obstante, como se describió en la comparación por sexo realizada con anterioridad, esta
estructura presenta muchos inconvenientes para hacer comparaciones entre los grupos, ya
que una pequeña variación entre la frecuencia o la importancia de un cognema podría
133
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

colocarlo en un cuadrante distinto, aun cuando sean prácticamente igual de significativo o


sustancial.

Por tal razón, nuevamente se realizó una comparación sobre el peso semántico de las palabras
enunciadas. La tabla 4.13 muestra el peso y la distancia semántica total y por escolaridad. De
igual forma, para contrastar el peso semántico se utilizó la prueba U de Mann Whitney al
considerar la ausencia de distribución normal. Por último, se agregó una prueba de magnitud
o tamaño del efecto (r de Rosenthal) para determinar el tamaño de las diferencias.

Tabla 4.13
Redes semánticas por escolaridad
Total Secundaria Preparatoria
Palabras Categoría Z p r
PS DS PS DS PS DS
drogas Instrumento 1004 100 609 96.4 395 100.0 -2.841 .005 0.22
armas Instrumento 941 93.7 632 100.0 309 78.2 -5.175 .000 0.41
muerte Consecuencia 578 57.6 192 30.4 386 97.7 -3.794 .000 0.30
dinero Propósito 516 51.4 210 33.2 306 77.5 -2.062 .039 0.16
asesinatos Acciones 372 37.1 249 39.4 123 31.1 -2.692 .007 0.21
dinero Características 210 20.9 98 15.5 112 28.4 -.532 .595 0.04
narcos Actores 206 20.5 147 23.3 59 14.9 -1.905 .057 0.15
drogas Propósito 200 19.9 86 13.6 114 28.9 -1.234 .217 0.10
secuestros Acciones 197 19.6 105 16.6 92 23.3 -.768 .443 0.06
balaceras Acciones 177 17.6 103 16.3 74 18.7 -1.142 .254 0.09
traficar Acciones 177 17.6 75 11.9 102 25.8 -.682 .495 0.05
dinero Instrumento 151 15.0 121 19.1 30 7.6 -2.857 .004 0.23
armas Características 139 13.8 41 6.5 98 24.8 -2.237 .025 0.18
mujeres Actores 132 13.1 73 11.6 59 14.9 -.952 .341 0.08
lujos Propósito 130 12.9 66 10.4 64 16.2 -.608 .543 0.05
violencia Características 124 12.4 51 8.1 73 18.5 -.629 .529 0.05
cárcel Consecuencia 120 12.0 49 7.8 71 18.0 -.649 .517 0.05
ilegal Características 112 11.2 57 9.0 55 13.9 -.042 .967 0.00
poder Propósito 106 10.6 16 2.5 90 22.8 -2.665 .008 0.21
inseguridad Consecuencia 96 9.6 8 1.3 88 22.3 -3.359 .001 0.27
carteles Actores 90 9.0 67 10.6 23 5.8 -1.790 .073 0.14
lujos Características 89 8.9 62 9.8 27 6.8 -.934 .350 0.07
corrupción Acciones 86 8.6 13 2.1 73 18.5 -2.305 .021 0.18
camionetas Instrumento 79 7.9 73 11.6 6 1.5 -3.328 .001 0.26
crimen Características 67 6.7 42 6.6 25 6.3 -.667 .505 0.05
violencia Consecuencia 67 6.7 3 0.5 64 16.2 -2.631 .009 0.21
sicario Actores 62 6.2 49 7.8 13 3.3 -1.103 .270 0.09
lavado-de-dinero Acciones 60 6.0 41 6.5 19 4.8 -1.650 .099 0.13
adicción Consecuencia 53 5.3 17 2.7 36 9.1 -.750 .453 0.06
peligro Características 53 5.3 0 0.0 53 13.4 -2.696 .007 0.21
robos Acciones 52 5.2 25 4.0 27 6.8 -.308 .758 0.02
miedo Consecuencia 43 4.3 7 1.1 36 9.1 -1.916 .055 0.15
guerra Consecuencia 40 4.0 9 1.4 31 7.8 -1.170 .242 0.09
territorio Propósito 39 3.9 6 0.9 33 8.4 -1.376 .169 0.11
camionetas Características 38 3.8 27 4.3 11 2.8 -.741 .459 0.06
policías Actores 37 3.7 21 3.3 16 4.1 -.380 .704 0.03

134
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

extorsión Acciones 37 3.7 13 2.1 24 6.1 -.824 .410 0.07


narcocorridos Características 35 3.5 15 2.4 20 5.1 -.299 .765 0.02
camionetas Propósito 35 3.5 13 2.1 22 5.6 -.464 .643 0.04
destrucción Acciones 27 2.7 23 3.6 4 1.0 -1.370 .171 0.11
trasporte Acciones 27 2.7 11 1.7 16 4.1 -.453 .651 0.04
Nota: PS= Peso semántico; DS= Distancia Semántica; Z= Valor de la prueba de U de Mann Whitney; r=
Tamaño del efecto (r de Rosenthal). Los valores subrayados en amarillo indican diferencias significativas.
Fuente: Elaboración propia

La comparación del peso semántico entre los grupos confirmó algunas de las observaciones
realizadas en el análisis prototípico. Se presentaron diferencias en los elementos con mayor
peso semántico y en muchos cognemas posteriores. Para dar orden a la enunciación de las
diferencias, se iniciará por aquellos cognemas en los que los alumnos de bachillerato
mostraron más importancia y posteriormente los de secundaria.

Comenzando con los bachilleres, las palabras que mostraron mayor diferencia semántica, de
acuerdo a la prueba de tamaño del efecto, son “muerte” (Z=-3.794; p=.000; r=.30)
“inseguridad” (Z=-3.359; p=.001; r=.27) y “violencia” (Z=-2.631; p=.009; r=.21), todas ellas
en la categoría de Consecuencias. También se observaron diferencias en la dimensión de
Propósito, específicamente en los cognemas “poder” (Z=-2.665; p=.008; r=.21) y “dinero”
(Z=-2.062; p=.039; r=.16). Por último, se identificaron otras dos diferencias en la dimensión
de Características, particularmente en los cognemas “peligro” (Z=-2.696; p=.007; r=.21) y
“armas” (Z=-2.237; p=.025; r=.18).

Siguiendo con los alumnos de secundaria, las diferencias se encontraron predominantemente


en la categoría de Instrumentos, particularmente en los cognemas “armas” (Z=-5.175;
p=.000; r=.41), “camionetas” (Z=-3.328; p=.001; r=.26), “dinero” (Z=-2.857; p=.004; r=.23)
y “drogas” (Z=-2.841; p=.005; r=.22). Por último, también se presentó una diferencia en el
cognema “asesinatos” de la categoría de Acciones (Z=-2.692; p=.007; r=.21).

Después de observar las discrepancias encontradas pueden confirmarse los hallazgos citados
en el análisis prototípico, ya que, nuevamente, las diferencias más grandes se mostraron en
la importancia dada por los estudiantes de bachillerato a las consecuencias negativas del
narcotráfico: muerte, inseguridad y violencia. También su reflexión sobre el tema fue
evidenciada en la dimensión de propósito, siendo mayormente capaces de distinguir la
naturaleza que da origen al narcotráfico que sus pares de secundaria.

135
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

De igual forma, estos últimos mostraron una mayor importancia por elementos
instrumentales, tales como drogas, dinero, camionetas y armas, confirmando un núcleo de
representación centrado en las herramientas del narcotráfico y sus acciones, pero no en las
consecuencias, propósito o características.

- La actitud de la representación social en el contraste por escolaridad

Nuevamente, para hacer una comparación adecuada sobre las actitudes hacia el narcotráfico
entre los estudiantes de preparatoria y secundaria, se realizaron dos procesos, el primero de
tipo estadístico, con el objetivo de contrastar las proporciones de cada grupo después de
clasificar las respuestas obtenidas a la pregunta “¿Qué opinas sobre el narcotráfico?” en
negativas, neutras y positivas; el segundo, de tipo interpretativo, para analizar las respuestas
de cada grupo.

Para realizar el contraste estadístico se utilizó la prueba de X2. La tabla 4.14 muestra los
cuadros de contingencia y el resultado de la prueba estadística.

Tabla 4.14
Actitud hacia el narcotráfico por escolaridad
Negativa Neutra/ambivalente Positiva Total
65 11 4 80
Secundaria
81.3% 13.2% 5.0% 100%
57 21 2 80
Preparatoria
71.3% 26.3% 2.5% 100%
X2 2.209 3.906 .693
p .137 .048 .405
Fuente: Elaboración propia

Los resultados indican que la actitud predominante en ambos grupos es la negativa,


ligeramente mayor en el caso de los alumnos de secundaria, pero sin ser estadísticamente
significativo (X=2.209; p=.137). Enseguida se presenta la postura neutra o ambivalente,
caracterizada por la presencia simultanea de argumentos positivos y negativos, o mediante la
indiferencia sobre el tema, la cual se presentó en mayor medida en los estudiantes de
bachillerato de forma significativa (X=3.906; p=.048). Por último, la proporción de las
respuestas catalogadas como positivas fue bastante bajas, que, aunque fue mayor para los
estudiantes de secundaria, no representa un diferencia estadísticamente significativa
(X=.693; p=.405).

136
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

El aumento significativo en la postura ambivalente de los estudiantes de bachillerato podría


representar evidencia que indique nuevamente una mayor reflexión sobre el tema, ya que
abordan el fenómeno de forma más integral. Sin embargo, es necesario atender la parte
interpretativa de las respuestas para detectar las discrepancias en las actitudes de estos grupos
de forma más acertada.

En las contestaciones que se clasificaron como negativas, ambos grupos respondieron de


forma similar, señalando que el narcotráfico no debería de existir, resaltando lo perjudicial
para la sociedad y los individuos, su carácter negativo, malvado, peligroso y acentuando las
consecuencias adversas en cuanto al miedo, la desgracia, la muerte de los involucrados y no
involucrados, la mala influencia para los jóvenes y el dinero obtenido de forma ilícita. No
obstante, muchas de las respuestas de los estudiantes de secundaria solo mencionaban frases
como: “Es malo” o “No debería de existir”; es decir, sin explicar claramente su
posicionamiento y solo manifestando su rechazo.

Por otra parte, en las respuestas ambivalentes, aunque la proporción fue mayor para los
bachilleres, en la interpretación se presentaron argumentos bastante similares, ya que en
ocasiones expresaban dos ideas, una positiva y otra negativa, también en ambos se
presentaron respuestas con indiferencia o declaraciones neutrales que no emitían una
valoración. Lo cierto, es que, aunque el contenido era bastante similar, la estructura de los
argumentos era notablemente mejor en lo bachilleres, lo cual resulta lógico o esperado ante
los distintos años de escolaridad de los grupos.

Quizá en las respuestas de tipo positivo las diferencias en cuanto al contenido fueron más
notorias, ya que los estudiantes de secundaria aludieron mayormente a lo divertido que podría
ser entrar al narcotráfico y a la riqueza que de éste podría obtenerse, mientras que los
estudiantes de bachillerato consideraron las ventajas que podrían conllevar si el gobierno los
dejara trabajar y el desconocimiento de los motivos que llevaron a las personas a involucrarse
en el negocio.

Finalmente, después de analizar la parte de estadística y la parte interpretativa, podría


concluirse que ambos grupos de estudiantes manifiestan en mayor medida una actitud
negativa, mostrando argumentos similares, pero mejor formulados por los bachilleres,

137
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

quienes, además, muestran una mayor reflexividad sobre el tema al obtener una proporción
mayor de posturas ambivalentes. Por último, al hablar de las posturas favorables, las cuales
se presentaron en mucha menor proporción, los estudiantes de secundaria se mostraron
interesados en la diversión y la riqueza que podría conllevar el integrarse al narcotráfico,
mientras que los preparatorianos aluden al desconocimiento de los motivos que llevaron a las
personas a involucrarse dichas actividades y señalando que el integrarse al narcotráfico no es
evidencia de que un individuo sea malvado.

4.5.3. Tipo de escuela

- La estructura de la representación social en el contraste por tipo de escuela

Del mismo modo que en las secciones anteriores, para hacer una diferenciación acertada
sobre la estructura de la representación social entre los estudiantes de instituciones públicas
y privadas, se optó por realizar una comparación sobre el núcleo central y la zona de contraste
de ambas representaciones a partir de una análisis prototípico por categorías. En la figura 4.9
se muestran los hallazgos.

Figura 4.9
Núcleo central y zona de contraste por tipo de escuela

Nota: Los recuadros de color rojo indican las diferencias de posición y aparición entre representaciones
Fuente: Elaboración propia

138
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Como puede apreciarse en la figura 4.9, el núcleo de la representación se observa


medianamente estable, ya que alrededor de la mitad de los cognemas se presentaron de forma
equivalente en la parte central de ambos grupos. Sin embargo, el mayor número de
discrepancias se detectó en la zona de contraste.

Abordando de forma inicial la dimensión de instrumentos, en el núcleo central ambos grupos


posicionaron los conceptos de “armas” y “drogas”, pero se diferenciaron con respecto al
cognema “dinero”, ya que los estudiantes de instituciones públicas lo posicionaron como un
elemento central y los de privada no, colocando tal concepto en la zona de contraste. Dentro
de la categoría de características, la similitud se mostró en el concepto de “dinero” en la
parte central y “violencia”, “ilegal” y “crimen” en la zona de contraste. Las diferencias se
observaron en la mayor importancia dada al cognema “armas” para las instituciones privadas
y la inclusión de la palabra “peligro” en la zona secundaria.

Las mayores divergencias entre las representaciones de estos grupos se presentaron en la


dimensión de acciones, ya que no coincidieron en ningún elemento. Por un lado, los
participantes de escuelas públicas posicionaron únicamente “traficar” en el núcleo central y
“corrupción”, “robos”, “extorsión”, “vida”, “prostitución” y “lavado-de-dinero” en la zona
de contraste. Por otro lado, los alumnos de escuelas privadas colocaron “asesinatos” y
“balaceras” en el núcleo y “traficar” y “levantones” en la zona de contraste. Al parecer, los
estudiantes de escuelas privadas dan una importancia mayor a las acciones negativas del
narcotráfico, ya que los enfrentamientos y muertes son mencionadas de forma central y el
grupo de contraste solo mencionó de forma importante la acción de vender drogas.

Siguiendo con la dimensión de actores, las discrepancias continúan. En este caso los
estudiantes de instituciones públicas no posicionaron ningún elemento en el núcleo central e
incluyeron los cognemas “narcos”, “cárteles”, “niños” y “personas” en la zona de contraste.
Los de instituciones públicas colocaron el concepto “narcos” en el núcleo central y, en la
zona de contraste, coincidieron en “cárteles” y se diferenciaron en “sicario”. Continuando
con la categoría de consecuencias. Se presentó una similitud exacta en núcleo de la
representación de ambos grupos, ya que el cognema “muerte” apareció de forma semejante,
pero discreparon en el área de contraste, ya que los alumnos de escuela privada incluyeron
los cognemas “violencia” y “adicción”, mientras que en los de pública solo se presentó
139
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

“salud”. Por último, en la dimensión de propósito, los grupos solo fueron semejantes al
incluir el cognema “drogas” en el núcleo central, pero discreparon en el resto de los
elementos, ya que los de instituciones públicas colocaron también “dinero” en dicha sección
y “territorio” y “familia” en la de contraste, mientras que los de privada incluyeron en esa
última zona “poder”, “camionetas” y “diversión”.

Después de exhibir las diferencias principales entre estas representaciones, se observan un


par de elementos interesantes. En primer lugar, el concepto “dinero” formó parte del núcleo
central de los estudiantes de escuelas públicas en tres categorías distintas, es decir, como
instrumento, característica y propósito, mientras que en las respuestas de los alumnos de
instituciones privadas solo se incluye como característica. Al recordar que una de las
características que hace diferentes a estos grupos es el nivel socioeconómico de sus familias
(en promedio C+ en las familias de los estudiantes de escuelas privadas y C- en las familias
de los estudiantes de educación pública), resulta interesante vincular la aparición del dinero
como un elemento importante, lo cual podría señalar una posible carencia, aspiración o,
incluso, admiración. En segundo lugar, la importancia dada por el grupo de estudiantes de
institución privada a las consecuencias del narcotráfico habla de una mayor sensibilidad y
prioridad a las acciones negativas del narcotráfico que no muestran los estudiantes de
escuelas públicas.

No obstante, como se describió en las comparaciones por sexo y escolaridad realizadas con
anterioridad, esta estructura presenta muchos inconvenientes para hacer comparaciones entre
los grupos, ya que una pequeña variación entre la frecuencia o la importancia de un cognema
podría colocarlo en un cuadrante distinto, aun cuando sean prácticamente igual de
significativo o sustancial.

Es por ello por lo que, nuevamente, se realizó una comparación sobre el peso semántico de
las palabras enunciadas. La tabla 4.15 muestra el peso y la distancia semántica total y por
escolaridad. De igual forma, para contrastar el peso semántico se utilizó la prueba U de Mann
Whitney al considerar la ausencia de distribución normal. Por último, se agregó una prueba
de magnitud o tamaño del efecto (r de Rosenthal) para determinar el tamaño de las
diferencias.

140
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

Tabla 4.15
Redes semánticas por tipo de escuela
Total Privada Pública
Palabras Categoría Z p r
PS DS PS DS PS DS
drogas Instrumento 1004 100 534 100.0 470 87.0 -1.447 .148 .11
armas Instrumento 941 93.7 401 75.1 540 100.0 -2.145 .032 .17
muerte Consecuencia 578 57.6 322 60.3 256 47.4 -1.454 .146 .11
dinero Propósito 516 51.4 250 46.8 266 49.3 -.114 .909 .01
asesinatos Acciones 372 37.1 165 30.9 207 38.3 -1.150 .250 .09
dinero Características 210 20.9 95 17.8 115 21.3 -.589 .556 .05
narcos Actores 206 20.5 150 28.1 56 10.4 -2.543 .011 .20
drogas Propósito 200 19.9 96 18.0 104 19.3 -.074 .941 .01
secuestros Acciones 197 19.6 128 24.0 69 12.8 -1.813 .070 .14
balaceras Acciones 177 17.6 107 20.0 70 13.0 -.245 .807 .02
traficar Acciones 177 17.6 70 13.1 107 19.8 -1.080 .280 .09
dinero Instrumento 151 15.0 38 7.1 113 20.9 -2.326 .020 .18
armas Características 139 13.8 98 18.4 41 7.6 -1.960 .050 .15
mujeres Actores 132 13.1 74 13.9 58 10.7 -.296 .768 .02
lujos Propósito 130 12.9 47 8.8 83 15.4 -1.163 .245 .09
violencia Características 124 12.4 80 15.0 44 8.1 -1.128 .259 .09
cárcel Consecuencia 120 12.0 76 14.2 44 8.1 -1.533 .125 .12
ilegal Características 112 11.2 82 15.4 30 5.6 -1.720 .085 .14
poder Propósito 106 10.6 56 10.5 50 9.3 -.030 .976 .00
inseguridad Consecuencia 96 9.6 63 11.8 33 6.1 -.842 .400 .07
carteles Actores 90 9.0 51 9.6 39 7.2 -.598 .550 .05
lujos Características 89 8.9 48 9.0 41 7.6 -1.513 .130 .12
corrupción Acciones 86 8.6 43 8.1 43 8.0 -.480 .631 .04
camionetas Instrumento 79 7.9 20 3.7 59 10.9 -1.703 .089 .13
crimen Características 67 6.7 47 8.8 20 3.7 -1.297 .195 .10
violencia Consecuencia 67 6.7 52 9.7 15 2.8 -1.334 .182 .11
sicario Actores 62 6.2 37 6.9 25 4.6 -.359 .720 .03
lavado-de-dinero Acciones 60 6.0 33 6.2 27 5.0 -.957 .338 .08
adicción Consecuencia 53 5.3 21 3.9 32 5.9 -.714 .475 .06
peligro Características 53 5.3 41 7.7 12 2.2 -1.194 .232 .09
robos Acciones 52 5.2 15 2.8 37 6.9 -.419 .675 .03
miedo Consecuencia 43 4.3 28 5.2 15 2.8 -.409 .682 .03
guerra Consecuencia 40 4.0 17 3.2 23 4.3 -.380 .704 .03
territorio Propósito 39 3.9 0 0.0 39 7.2 -2.264 .024 .18
camionetas Características 38 3.8 12 2.2 26 4.8 -.068 .946 .01
policías Actores 37 3.7 34 6.4 3 0.6 -1.955 .051 .15
extorsión Acciones 37 3.7 10 1.9 27 5.0 -.855 .392 .07
narcocorridos Características 35 3.5 35 6.6 0 0.0 -3.077 .002 .24
camionetas Propósito 35 3.5 16 3.0 19 3.5 -.425 .671 .03
destrucción Acciones 27 2.7 15 2.8 12 2.2 -.447 .655 .04
trasporte Acciones 27 2.7 2 0.4 25 4.6 -1.381 .167 .11
Nota: PS= Peso semántico; DS= Distancia Semántica; Z= Valor de la prueba de U de Mann Whitney; r=
Tamaño del efecto (r de Rosenthal). Los valores subrayados en amarillo indican diferencias significativas.
Fuente: Elaboración propia.

Al contrastar los pesos semánticos, solo se encontraron diferencias significativas en seis


cognemas. Para los estudiantes de escuelas privadas, los cognemas “narcos” (Z=-2.543;
p=.011; r=.20) en la dimensión de actores, “dinero” (Z=-2.326; p=.020; r=.18) en la categoría

141
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

de características y “narcocorridos” (Z=-3.077; p=.002; r=.24) también en dicha dimensión,


mostraron un mayor peso semántico. Por otra parte, dentro de la representación de los
estudiantes de instituciones públicas, los cognemas “armas”, tanto en la dimensión de
instrumentos (z=-2.145; p=.032; r=.17) como en la de características (z=-1.960; p=.050;
r=.15) y “territorio” (z=-2.264; p=.024; r=.18) mostraron un peso semántico
significativamente superior.

Al abordar estos hallazgos resulta complejo detectar un cierto patrón, ya que los resultados
se muestran distintos a los encontrados en el análisis prototípico. De forma contraria, no se
observa que el grupo de estudiantes de instituciones públicas muestre una mayor importancia
al dinero o la riqueza en ninguna de las dimensiones, en cambio, fue el grupo de los alumnos
de escuela privada quien le dio mayor peso en la categoría de características. Tampoco se
evidenció diferencia alguna en la dimensión de consecuencias, en donde los estudiantes de
escuelas privadas habían denotado mayor importancia.

Al no obtener resultados similares entre los análisis no queda más que tomar los hallazgos
mencionados con anterioridad de forma cautelosa, ya que será necesario indagar en mayor
medida mediante nuevos estudios sobre esta condición, a fin de obtener mayor certeza y
conclusiones apropiadas.

- La actitud de la representación social en el contraste por tipo de escuela

Nuevamente, para hacer una comparación adecuada sobre las actitudes hacia el narcotráfico
entre los estudiantes de escuelas públicas y privadas, se realizaron dos procesos, el primero
de tipo estadístico y el segundo de tipo interpretativo. En el primer proceso, se utilizó la
prueba de X2. La tabla 4.16 muestra los cuadros de contingencia y el resultado de la prueba
estadística.

Como sucedió en las comparaciones anteriores, los resultados indican que la actitud
predominante en ambos grupos es la negativa, incluso, significativamente mayor en el caso
de los alumnos de escuelas privadas (X=4.970; p=.026). Enseguida se presenta la postura
neutra o ambivalente, caracterizada por la presencia simultanea de argumentos positivos y
negativos, o mediante la indiferencia sobre el tema, la cual se presentó un poco mayor en los
estudiantes de instituciones públicas, pero no de forma significativa (X=2.500; p=.114). Por

142
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

último, la proporción de las respuestas catalogadas como positivas fue bastante baja y aunque
fue mayor para los estudiantes de escuelas públicas, ésta no representa un diferencia
estadísticamente significativa (X=2.771; p=.096).

Tabla 4.16
Actitud hacia el narcotráfico por tipo de escuela
Negativa Neutra/ambivalente Positiva Total
67 12 1 80
Privada
83.8% 15.0% 1.3% 100%
55 20 5 80
Pública
68.8% 25.0% 6.3% 100%
X2 4.970 2.500 2.771
p .026 .114 .096
Fuente: Elaboración propia

Al parecer, los estudiantes de escuela privada muestran un mayor desagrado por el fenómeno
del narcotráfico que los respondientes de escuela pública, ya que el 83,8% expuso
argumentos que lo desaprueban y solo uno de los estudiantes mostró una actitud favorable.
Sera necesario entonces abordar la parte interpretativa de las respuestas para detectar las
discrepancias en las actitudes de estos grupos de forma más acertada.

Nuevamente en las declaraciones que se clasificaron como negativas, ambos grupos


respondieron de forma similar, señalando que el narcotráfico no debería de existir, resaltando
lo perjudicial para la sociedad y los individuos, su carácter negativo, malvado, peligroso y
acentuando las consecuencias adversas en cuanto al miedo, la desgracia, la muerte de los
involucrados y no involucrados, la mala influencia para los jóvenes y el dinero obtenido de
forma ilícita.

Por otra parte, en las respuestas ambivalentes, aunque la proporción no fue estadísticamente
diferente, en la interpretación se presentaron argumentos distintos. Comúnmente, las
respuestas en esta clasificación expresaban dos ideas, una positiva y otra negativa. Eso
sucedió en ambos grupos. Sin embargo, también se presentaron respuestas de indiferencia o
declaraciones neutrales que no emitían una valoración, pero predominantemente en el grupo
de estudiantes de escuelas públicas.

De nuevo, en las respuestas de tipo positivo las diferencias en cuanto al contenido fueron
más notorias, ya que los estudiantes de escuelas públicas aludieron mayormente a lo divertido

143
RESULTADOS
Capitulo IV
Oscar Ulises Reynoso González

que podría ser entrar al narcotráfico y a la riqueza que de éste podría obtenerse, mientras que
los estudiantes de escuelas privadas consideraron las ventajas que podrían conllevar si el
gobierno los dejara trabajar y el desconocimiento de los motivos que llevaron a las personas
a involucrarse en el negocio.

Finalmente, al igual que en las comparaciones anteriores, después de analizar la parte de


estadística y la parte interpretativa, podría concluirse que ambos grupos de estudiantes
manifiestan en mayor medida una actitud negativa, pero, principalmente los estudiantes de
escuelas privadas. También fue notaria una mayor proporción de respuestas con cierto grado
de indiferencia al fenómeno del narcotráfico de parte de los estudiantes de escuelas públicas.
Sin embargo, valdría la pena continuar los estudios sobre el tema para profundizar en mayor
medida sobre estos hallazgos.

144
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Esta sección final tiene como objetivo discutir y reflexionar sobre los hallazgos del estudio.
Para ello, en primera instancia se enunciarán los resultados principales de esta indagatoria,
comparándose con los de otras investigaciones y subrayando sus diferencias y similitudes.
Del mismo modo, se realizan algunas conjeturas para explicar los hallazgos a la luz del
contexto. Este proceso se desarrolla con cada una de las partes del estudio.

En segunda instancia, se discuten elementos de índole metodológico entorno a las ventajas,


desventajas y fortalezas de las distintas estrategias utilizadas en el estudio. En tercera
instancia, se enuncian las limitaciones del estudio, es decir, aquellos elementos que
representan una amenaza o debilidad en las distintas fases del proceso de investigación.
Posteriormente, se menciona las posibles líneas o sugerencias para continuar con el estudio
de las representaciones sociales del narcotráfico. Finalmente, se agrega un pequeño apartado
de cierre, en la que se resumen los hallazgos principales y se realizan las conclusiones que
de ellos se obtienen.

Sobre los resultados del estudio

- El elemento del campo

De entrada, con respecto al campo, se realizaron múltiples análisis para confirmar su


estructura. En un primer momento, el núcleo de la representación social quedó constituido
por los cognemas “Drogas”, “Armas”, “Dinero”, “Muerte” y “Narcos”. No obstante, al
realizar una análisis interpretativo entre el cognema y la palabra estímulo, fue posible
profundizar en mayor medida y detectar seis categorías: Instrumentos, Características,
Acciones, Actores, Consecuencias y Propósito.

La primera dimensión, Instrumentos, hizo alusión a las herramientas e insumos del


narcotráfico, en otras palabras, a aquellos utensilios e instrumentos que requiere para llevar
a cabo sus actividades. En esta dimensión se ubicaron los cognemas “drogas” y “armas” en
el núcleo central, “dinero” en la zona de contraste y “camionetas” en la segunda periferia. Es
evidente la importancia que representan las drogas como insumo principal del narcotráfico,
ya que es aquello que se vende o trafica, su materia prima y su producto. Las armas, por otra
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

parte, también se integran a esta categoría porque se describieron como herramientas de


trabajo. Así como el martillo y los clavos son las herramientas del carpintero, las armas
forman parte del equipo de trabajo del narcotráfico. En este caso, el uso de armas está
claramente vinculado a la necesidad de demostrar poder, ya que, considerando lo mencionado
por Valdés (2013), es necesario utilizar el miedo como estrategia para el cumplimiento de
los acuerdos, dada la ausencia de una instancia que asegure o de confianza a las transacciones.
Por tanto, las armas representan una forma de intimidación, una amenaza y una herramienta
de protección, tanto para la competencia entre cárteles como para su lucha contra sus
perseguidores. Por otra parte, el incluir al concepto “dinero” en esta categoría implica su
reconocimiento como insumo para sus actividades. Si bien este concepto fue multifacético al
aparecer en múltiples dimensiones, se reconoce como un elemento importante en el engranaje
del narcotráfico. Incluso, de acuerdo a los propios estudiantes, el dinero se necesita para el
pago de sobornos, para la compra de droga y armas o para el pago de los sicarios. Por último,
el concepto de “camionetas” agrupó a todos los medios de transporte utilizados para el
traslado de drogas. Del mismo modo, las camionetas son vistas como una herramienta de
trabajo, necesaria para trasladarse a sí mismos y su producto, incluso, como un instrumento
de protección, al ser descritas en ocasiones como blindadas. Es interesante observar que fue
nombrada la palabra “camioneta” predominantemente y no otros medios de transporte como
automóvil, carro, camión o tráiler, lo que lleva a cuestionarse de donde viene la idea de que
el narcotraficante utiliza camionetas o trocas, es decir, es algo proyectado por la narcocultura
o es fuente de la observación directa.

La segunda categoría, Características, hace referencia a los adjetivos o cualidades propias


del narcotráfico, de los miembros que lo conforman, o de quienes se vinculan y relacionan
con él. En este caso se ubicó el cognema “dinero” en el núcleo central, “armas”, “violencia”,
“ilegal”, “crimen” y “peligro” en la zona de contraste y “lujos”, “narcocorridos”,
“camionetas” y “corrupción” en la segunda periferia. Llama fuertemente la atención que la
característica principal del narcotráfico sea el dinero, es decir, que lo que reluce en mayor
medida es la riqueza que tienen sus involucrados. Los estudiantes identifican que quienes son
partícipes del tráfico de drogas tienen ganancias sustanciales que los hacen ricos o con un
fuerte poder adquisitivo, lo cual es reforzado con el cognema “lujos” y “camionetas” en la

146
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

segunda periferia. Esta caracterización del narcotráfico y el narcotraficante ya había sido


mencionada por Reyes, Larrañaga y Valencia (2017), ya que “dinero” y “lujos” forman parte
del núcleo central de la representación del narcotraficante en Sinaloa, en donde también se
incluyen la ropa y el vestido como características. Además, la inclusión del cognema “armas”
muestra cómo se reconoce que el uso de las pistolas también forma parte de una ornamenta
que caracteriza al narcotraficante. Por otro lado, en la zona de contraste se encontraron
aspectos que pudieran considerarse negativos, como “violencia”, “ilegal”, “crimen” y
“peligro”. Todas estas características vislumbran el reconocimiento de la ilegalidad del
narcotráfico, en otras palabras, la conciencia de que el tráfico de drogas es una actividad
ilegal y un crimen que se caracteriza por ser altamente riesgoso. Además de los cognemas
“lujos” y “camionetas” ubicados en la segunda periferia, se mostraron los conceptos de
“corrupción” y “narcocorridos”. El incluir como característica del narcotráfico a la
corrupción alude a una identificación de la forma en que funciona el narcotráfico, es decir,
que se deben de realizar acuerdos con figuras del estado para llevar a cabo sus actividades.
Finalmente, se incluyó a los narcocorridos, los cuales fueron vistos como algo que los
caracteriza, es decir, que ellos escuchan y a la vez, que utilizan para manifestarse y narrar sus
historias.

La tercera categoría, Acciones, incluyó palabras que ilustraban las actividades que el
narcotráfico y sus integrantes ejecutan. En el núcleo de la representación se ubicó el cognema
“traficar”, en la zona de contraste “lavado de dinero”, en la primera periferia “asesinatos”,
“secuestros” y “balaceras” y, por último, en la segunda periferia, “corrupción”, “robos”,
“extorsión”, “venganza”, “destrucción”, “transporte” y “tortura”. Resulta esperado que el
núcleo de la representación en esta categoría se conforme por el cognema “traficar”, ya que
éste alude a la actividad principal del narcotráfico, agregando el lavado de dinero, como la
forma de eliminar todo rastro sobre el origen de tales ganancias. No obstante, es interesante
observar que los estudiantes identifican otras actividades que se vinculan al tráfico de drogas,
como los secuestros, los robos, la extorsión y la tortura. Estas acciones fueron citadas con un
alto grado de desaprobación, ya que son vistas como actividades secundarias del tráfico de
drogas para obtener mayores ganancias. Los asesinatos también son vistos como una acción
sumamente común en el narcotráfico, en algunas ocasiones, como algo planeado,

147
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

intencionado y hasta con cierto grado de placer y, en otras, como algo circunstancial o como
parte común de las confrontaciones. En realidad, este aspecto es bastante preocupante, ya
que se observa cierta normalización frente a estas acciones violentas, lo cual ya ha sido
evidenciado por otro estudios (Moreno, Burgos, & Valdez, 2016). Particularmente, el
cognema “balaceras” (que integra también los conceptos de “guerra” y “enfrentamientos”)
llama fuerte la atención, considerando que dentro del contexto estudiado se han presentado
distintas confrontaciones entre los cárteles y las distintas fuerzas policiales del estado. Esto
muestra cierto grado de vulnerabilidad y sensibilidad de los participantes ante las acciones
que ocurren en su contexto.

La cuarta categoría, Actores, alude a las personas, instituciones o lugares que protagonizan o
se vinculan con el tráfico de drogas. En este caso, “narcos” conformó el núcleo central de la
dimensión, “cárteles” y “sicarios” la zona de contraste, “mujeres” la primera periferia y
“policías”, “putas” y “Colombia” la segunda periferia. Los estudiantes ubican al
narcotraficante como el actor principal del tráfico de sustancias, incluso, algunos de ellos
fueron capaces de detectar a ciertos personajes, actuales y pasados, relacionados con el tema.
Particularmente, citaron al Chapo Guzmán, líder del cartel de Sinaloa y actualmente preso en
Estados Unidos, al Mencho, presunto líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y
hasta a Pablo Escobar, famoso líder colombiano del cártel de Medellín. Sin duda, los
estudiantes reconocen en esta figura al líder de la operación, al jefe, al patrón, al encargado.
No obstante, también reconocen la presencia de agrupaciones, es decir, a los cárteles, como
un conjunto de personas que se encarga de planear y organizar las operaciones, así como a
los sicarios, quienes serían los encargados de asesinar, torturar y proteger a los
narcotraficantes.

Como se mencionó en el sección de resultados, el cognema mujeres fue un caso especial.


Este concepto que aparece en la primera periferia de esta categoría fue nombrado con tres
acepciones distintas. En primera instancia, como objeto, como algo que se puede adquirir o
poseer por los narcotraficantes, en segunda, como víctima, es decir, como personas
explotadas o esclavizadas en la prostitución y, por último, como manipuladoras, en otras
palabras, como individuos que intencionalmente se vinculan y relacionan con los integrantes
del narcotráfico para acceder a los beneficios de la riqueza. Esta situación ha sido ya abordada

148
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

en otros estudios, particularmente en los de Mondaca, Cuamea y Payares (2015) y Ovalle y


Giacomello (2006). Resulta interesante que en el discurso de los jóvenes no se mencionó a
la mujer como narcotraficante, considerando que tal papel se ha expresado en distintas series
televisivas (La reina del sur y Rosario Tijeras, por mencionar un par de ejemplos). Valdría la
pena realizar un abordaje particular sobre la manera en que los y las adolescentes de esta
región conciben el rol de la mujer en el narcotráfico.

En esta misma dimensión se presentaron los cognemas “policías”, “putas” y “Colombia” en


la segunda periferia. Comenzando con la primera palabra, ésta fue nombrada para aludir al
conjunto de fuerzas policiales del estado. Resalta el hecho que, de forma unánime, los
adolescentes ven en la policía la contraparte del narco, sus perseguidores, quienes intentan
atraparlos y detenerlos. Aunque la palabra corrupción fue citada en las categorías anteriores,
ningún estudiante mencionó que las fuerzas policiales estuvieran coludidas con el crimen
organizado. Tal adjetivo si aparece cuando el cognema “gobierno” fue citado, es decir, que
la corrupción la ubican en las autoridades y no en el cuerpo policial (el cognema “gobierno”
no se muestra en la estructura debido a que fue nombrado en menos de cuatro ocasiones).
Esto podría indicar que los adolescentes conciben a los policías como una fuerza del estado
que puede estar dirigida a perseguir o permitir el narcotráfico dependiendo de las órdenes
dadas por los altos funcionarios. No obstante, valdría la pena analizar en mayor medida la
forma en que distintas áreas del gobierno son percibidas por los estudiantes. La segunda
palabra en esta sección, “putas”, fue nombrada para referirse a la contratación de mujeres
para disfrute de los narcotraficantes, algo que ya había sido mencionado en el cognema
“mujeres”. Por último, “Colombia”, fue citada para referirse al lugar donde comenzó el
tráfico de drogas (según los estudiantes) y como lugar emblemático del fenómeno. Aunque
otros lugares, como México, Estados Unidos y Sinaloa fueron citados, ninguno de ellos
obtuvo la frecuencia necesaria para aparecer en el campo de la representación.

La quinta categoría, Consecuencias, aglutinó una serie de cognemas que mostraban el lado
negativo y consecuente del narcotráfico. En el nucleó central apareció la palabra “muerte”,
en la zona de contraste “violencia”, en la primera periferia “cárcel” y en la segunda periferia
“inseguridad”, “adicción”, “miedo” y “guerra”. De forma contundente, los estudiantes
consideran que la muerte es el destino principal de las personas que se involucran en el tráfico

149
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

de drogas. El hecho de que tal concepto se integré al núcleo central de la representación del
narcotráfico podría ser una buena señal, ya que, si la consecuencia natural o evidente de
integrarse a las actividades del narcotráfico es la pérdida de la vida, resultaría entonces menos
deseado o atractivo pensarlo o considerarlo como una opción viable para conseguir dinero o
ganarse la vida. Sin embargo, esto tendría que tomarse con cautela, ya que, aunque saber que
la muerte es una de las consecuencias posibles de integrarse al narcotráfico, las condiciones
de pobreza y necesidad podrían llevar a cualquier persona a verlo como una oportunidad de
mejorar sus condiciones de vida, aun sabiendo que la muerte puede estar próxima. En la
misma línea, los estudiantes consideraron la violencia como otra consecuencia del
narcotráfico y, aunque no hubo una definición particular de este concepto, puede inferirse, a
partir de las respuestas, que se refieren a los enfrentamientos, balaceras y muertes, como una
percepción general de conflicto. Por otra parte, ya dentro de la primera periferia, se incluyó
el cognema “cárcel”, para designar un desenlace alternativo para los narcotraficantes, que, si
bien no fue tan citado como la propia muerte, muchos insistieron en que la mayoría de los
involucrados terminarían allí tarde o temprano. La inclusión de este cognema también es un
aspecto rescatable, ya que tener presente que la cárcel será una consecuencia ineludible,
debería incrementar la desaprobación o el rechazo hacia el mismo. Finalmente, los elementos
que se encontraron en la segunda periferia mencionaron aspectos negativos para la sociedad,
como la inseguridad, el miedo y la guerra. De hecho, es necesario resaltar que el miedo fue
la única emoción que se incluyó en el campo de representación, por lo que es preciso traer a
colación el contexto del estudio, considerando que los recientes enfrentamientos que se han
dado lugar en dicha región, han generado cierta susceptibilidad en la población, a fin de
sentirse inseguros y temerosos. Aunado a ello, se encuentra el cognema “adicción”, que como
se cita en Ovalle (2005), se señala el discurso médico-jurídico sobre la nocividad,
dependencia y apertura de las sustancias con las que trabaja el narcotráfico.

Por último, la sexta categoría, Propósito, se integró por cognemas que explicaban la razón
de ser del narcotráfico, aquello que le daba justificación o beneficio. En el núcleo central se
presentaron los cognemas “dinero” y “drogas”, en la zona de contraste “camionetas” y
“territorio”, en la primera periferia únicamente “lujos” y en la segunda periferia la palabra
“poder”. De entrada, los cognemas que integran el núcleo central en esta dimensión, “dinero”

150
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

y “drogas”, muestran de forma clara la razón de ser del narcotráfico. En otras palabras, el
narcotráfico existe porque hay sustancias prohibidas que son deseadas por determinadas
personas y que, al venderlas, se obtienen cuantiosas ganancias. En el mismo tenor, la riqueza
viene acompañada de un estilo de vida particular, el cual se caracteriza por tener camionetas
y otros lujos (cognema que incluyó palabras como casas, viajes, joyas, etc.). Además, los
cognemas “territorio” y “poder” aluden a un propósito adicional, el cual es mantener el
control en determinadas zonas o poblaciones. Siendo el narcotráfico una actividad ilegal, ésta
es perseguida por el estado, pero también, por distintas agrupaciones o cárteles que compiten
por las ganancias. En tal sentido, la búsqueda del poder y la disputa por el territorio se
convierte en una situación que genera enfrentamientos. En general, este factor representa uno
de los mayores riesgos de la imagen proyectada por la narcocultura, ya que en ella se incluyen
aspectos que muestran los beneficios del narcotráfico, el dinero, las camionetas y los lujos.
A pesar de ello, estas situación se muestra en menor medida de como se presenta en otros
estudios, como por ejemplo en el de Moreno, Burgos y Valdés (2016) y el de Reyes,
Larrañaga y Valencia (2015) llevados a cabo en Sinaloa, los cuales integran en su núcleo
elementos positivos del narcotráfico. De forma general, la estructura de la representación
social resulta más similar a los resultados presentados por Ovalle (2005) y Santiago (2012)
en el contexto de Baja California y los de Almanza, Gómez, Guzmán y Cruz (2018) en
Tamaulipas, en donde las consecuencias adversas y el daño causado por el narcotráfico son
parte central.

Estas diferencias en el contexto sinaloense ya han sido abordadas por Moreno, Burgos y
Valdés (2016), quienes al contrastar las representaciones sociales entre Culiacán (Sinaloa) y
Apatzingán (Michoacán) detectaron que para los primeros el narcotráfico es un componente
arraigado en la cultura que forma ya parte de su propia identidad. Esto, sin duda, confirma el
vínculo entre la representaciones sociales, la identidad y el contexto. Por tanto, al ser el
narcotráfico un elemento emergente en la región Altos sur de Jalisco, la configuración de las
representaciones sociales encuentra su núcleo en una visión centrada en la consecuencias,
acciones, propósito y características del fenómeno.

- El elemento actitudinal

151
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

Por otra parte, el elemento actitudinal se mostró fuertemente negativo, ya que tres cuartas
partes del estudiantado planteó argumentos centrados en las consecuencias adversas del
narcotráfico, particularmente, en la forma en que sus actividades afectan a la sociedad
(miedo, violencia, inseguridad), la ilegalidad y maldad de sus acciones, el dinero, lujos, poder
y ganancias obtenidos de forma ilícita, la necesidad de hacerle frente y combatirlo, los
beneficios de que no existiera o desapareciera, los daños a la salud y adicción que generan
los productos que trafica, los asesinatos a personas inocentes y no inocentes, la falsedad de
ser una opción para salir de la pobreza al engañar y aprovecharse de personas con necesidad,
la visión negativa que provocan de México para el mundo, la corrupción que provocan en el
gobierno a través de la búsqueda del poder, la mala influencia que sus manifestaciones
culturales representan para los adolescentes y jóvenes y, por último, el desprecio por las
actividades que realizan que van más allá del tráfico de drogas, como la prostitución, la venta
de órganos y la extorsión. Nuevamente, los resultados son similares a los citados por
Almanza, Gómez, Guzmán y Cruz (2018), así como los Ovalle (2005), quien habla de la
satanización de las acciones emprendidas por estas personas.

El hecho de que las respuestas negativas sean mayoría y que los adolescentes sean capaces
de nombrar una serie de argumentos en contra del narcotráfico es indicio de que, en su visión,
el tráfico de drogas es algo reprobable y que las consecuencias negativas son más importantes
que los supuestos beneficios que éste pueda otorgar. No obstante, llama la atención las
posturas ambivalentes, citadas por el 20% de los estudiantes, aquellas que mencionaron por
una lado aspectos detestables, pero por otro, los beneficios personales y colectivos del
narcotráfico, la condición de pobreza y el desconocimiento de los motivos que pueden llevar
a alguien a inmiscuirse en éste. Este tipo de respuestas tienen presente el lado adverso del
narcotráfico, ya que mencionan uno o varios argumentos en tal sentido, pero, del mismo
modo, detectan algunos aspectos en los que puede ser beneficioso. Valdría la pena indagar
en mayor medida sobre este tipo de respuestas, ya que sería pertinente reconocer si esta
postura es producto de una reflexión sobre el fenómeno o solo una ligera confusión frente a
la imagen expuesta por las manifestaciones narcoculturales.

Las respuestas positivas, en cambio, fueron presentadas en mucha menor proporción, ya que
se presentaron en menos de 4% de los casos. Éstas aludieron a la diversión y ganancias que,

152
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

en su perspectiva, serían obtenidas al involucrarse en sus actividades delictivas. En este punto


valdría la pena cuestionarse acerca de los factores que podrían determinar una postura
positiva, negativa o ambivalente hacia el fenómeno, considerando que los adolescentes se
encuentran expuestos al mismo contexto.

- El elemento de información

El elemento de la información confirmó la estructura del campo de la representación e ilustró


las fuentes del tal contenido, ubicándolas principalmente en la televisión y noticieros, la
comunidad, la familia y los amigos. Como señalan Herrera y Jiménez (2018), los medios
masivos de comunicación representan una fuerte influencia en la distribución de las
expresiones musicales, novelas y series en torno al narcotráfico.

Con respecto al acercamiento de los adolescentes con la narcocultura, llama fuertemente la


atención que más del 90% conoce tanto los narcocorridos como las producciones televisivas,
series y películas con contenido narcocultural. Sin embargo, el gusto por las mismas
disminuye significativamente, ya que el 51.9% manifestó agrado por las narcoseries y 43.7%
por los narcocorridos. Con respecto a las razones que mencionaron para explicar su disgusto
por las series y películas, éstas se relacionaron principalmente con el contenido violento, el
desinterés y la imagen que proyectan sobre los narcotraficantes, mientras que quienes
afirmaron un agrado por tales contenidos, hicieron referencia principalmente a lo entretenido,
interesante y emocionante de sus historias, así como la expresión de la realidad política,
corrupción y funcionamiento del estado mexicano. Un pequeño porcentaje de respondientes
mencionaron que les gustaba el poder, lujos, respeto y superación.

En cierta medida, es verdad que tales contenidos pueden ser emocionantes, ya que se
muestran persecuciones, enfrentamientos, escapes y conflictos amorosos que mantienen al
espectador a la espera de la resolución. De hecho, muchas series utilizan acontecimientos
reales para desarrollar sus historias y señalan explícitamente la forma en que el gobierno se
involucra en las negociaciones. Quizá fue esta la razón por la que muchos admitieron su gusto
por las narcoseries, debido a que las mismas expresan “la realidad de la política” o “la
realidad de lo que pasa en México”.

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

Por otro parte, quienes manifestaron un desagrado por las narcoseries y películas denotaron
claramente una actitud negativa hacia el contenido narcocultural y los narcotraficantes, una
indiferencia ante tales contenidos, llegando incluso a satanizarlas en ocasiones. Algunos
pensaron que ver ese tipo de contenido o tener un gusto por él, conlleva a apoyar al
narcotráfico y vuelve vulnerable a los espectadores para involucrarse en sus actividades. En
tal sentido, sería pertinente profundizar en mayor medida sobre sus respuestas y las razones
por las que mantienen tales creencias.

El gusto o disgusto por los narcocorridos fue bastante similar, ya que hubo un desprecio por
el contenido narcocultural, especialmente un desdén por ser inapropiados, feos o vulgares,
así como cierto desaire por su ritmo, letra y género musical. También hubo algunos que
indicaron que tener gusto por los narcocorridos era apoyar o estar de acuerdo con sus
actividades. Quienes manifestaron un gusto por dichas producciones argumentaron un gusto
por el ritmo y las historias que cuentan. A esto se agregaron los procesos de influencia social
o los movimientos de moda o tendencia como razones para escucharlos.

Habría que detenerse en este punto para reflexionar sobre las respuestas afirmativas en ambos
casos. Una de las ideas expresadas por los propios estudiantes en esta sección, es que tener
gusto por las narcoseries o los narcocorridos equivale a estar de acuerdo con sus actividades.
No obstante, habría que cuestionarse si esto es así. Específicamente, la mayoría de las razones
que dieron los adolescentes con respecto al agrado por tales expresiones no ilustra de forma
clara algún tipo de apoyo hacia el narcotráfico. El aspecto preocupante en este caso serían
las respuestas que hicieron referencia a un cierto tipo de admiración, particularmente sobre
el modo de vivir y los lujos de los narcotraficantes, así como al uso de la fuerza para obtener
poder y respeto. Aunque la frecuencia de tales respuestas fue muy baja, es preciso tomarlas
en cuenta. Ante esto, resulta pertinente profundizar en mayor medida sobre la forma en que
tales participantes conciben el fenómeno del narcotráfico y como éste puede percibirse como
una oportunidad de trabajo o una aspiración.

- Los procesos de objetivación y anclaje

En esta sección se analizó la forma en que el narcotráfico es objetivado, es decir, la imagen


que es construida sobre el fenómeno. Como se mencionó en el método y los resultados, para

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

esta actividad se solicitó un dibujo o soporte gráfico, en el que se les pedía a los participantes
que ilustraran la imagen que venía a su mente al escuchar la palabra narcotráfico. Los
resultados mostraron dos tipos de dibujos, situaciones/procesuales y elementales/muralistas.
Los primeros fueron dibujos que mostraban acciones o procesos del narcotráfico, es decir,
ilustraban una situación con la que asocian el narcotráfico, como las amenazas, asesinatos,
consumo de drogas, balaceras, extorsión, fabricación, resguardo, secuestro, trasporte y venta
de drogas. Del mismo modo, se presentaron dibujos que mostraban secuencias temporales o
procesos, que denotaban la forma de inclusión de las personas al narcotráfico, sus actividades
y por último sus consecuencias. Los segundos fueron aquellos que presentaban de forma
asilada algunos elementos que vinculaban con el narcotráfico, dibujados en forma separada
o conjunta. También se consideran en esta clasificación a aquellos que mostraban una especie
de collage o diseño que evidenciaba de forma particular su visión sobre el fenómeno. Resulta
interesante que los dibujos situacionales/procesuales que se repitieron en mayor medida
fueron la venta de drogas, los asesinatos y los enfrentamientos. Cuando fue dibujada la venta
de drogas, generalmente se aludía a dos personas, un traficante y un comprador, en donde se
veía cómo el primero entregaba drogas (dibujado en ocasiones como una bolsa o paquete) a
cambio de dinero. En el caso de los asesinatos, se mostraba una escena en la que una persona
(narco) había disparado a otra que se encontraba en el suelo desangrándose. Finalmente, los
enfrentamientos mostraban a dos bandos (en ocasiones dos cárteles o la policía) disparándose
entre ellos con todo tipo de armamento. Este último tipo de dibujos se encuentra nuevamente
vinculado a lo ocurrido dentro del contexto, particularmente a los enfrentamientos que en
meses pasados se llevaron a cabo en la localidad de Jalostotitlán y sus alrededores.

Es interesante que al identificar los elementos presentes en ambos tipos de dibujo y


contabilizarlos, exista mucha similitud entre el recuento y el núcleo central de la
representación obtenido del análisis prototípico. En otras palabras, la proporción de
elementos presentes en los dibujos de los adolescentes y las palabras jerarquizadas son
sumamente semejantes. Esto podría representar una forma adicional de confirmar el núcleo
central de una representación. Lo cierto es que utilizar los dibujos para develar las
representaciones sociales no es algo nuevo, ya que el estudio de Prieto y Carrillo (2014)

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

utilizó los dibujos y las narrativas para acceder al pensamiento colectivo de niños y
adolescentes sobre la narcocultura.

- La comparación por sexo

Con respecto a la comparación por sexo, se observa que las mujeres están mayormente
centradas en las consecuencias adversas del fenómeno, mientras que los hombres acentuaron
los beneficios, ya que se presentaron diferencias estadísticamente significativas en los
cognemas “inseguridad”, “peligro”, “corrupción” y “crimen”. Estos contrastes permiten
concluir que las diferencias por sexo en la estructura de la representación social se centran
en una mayor importancia para las mujeres sobre las características y consecuencias
negativas del narcotráfico, acentuando el peligro y la inseguridad. Por otro lado, los hombres
identifican en mayor medida sus acciones, particularmente los arreglos y acuerdos que deben
realizarse con la autoridad para su funcionamiento.

Tales hallazgos se confirman en el elemento actitudinal, ya que después de analizar la parte


de estadística y la parte interpretativa, podría concluirse que, si bien la proporción de
respuestas negativas, neutras/ambivalentes y positivas son similares, los argumentos que
sostienen su posicionamiento difieren entre sí. Los hombres valoran en mayor medida los
lujos, el dinero, el poder como elementos positivos o de ambivalencia, colocando en el otro
lado de la balanza las consecuencias negativas de estos aspectos, mientras que las mujeres
atienden a la inocencia o el desconocimiento de las razones que impulsaron a los
narcotraficantes a involucrarse en ello, así como su indiferencia condicionada al no
involucramiento de su persona, familia o gente inocente. Estas diferencias entre hombres y
mujeres también son señaladas por Reyes, Larrañaga y Valencia (2015), donde las mujeres
enfatizan la valoración negativa del narcotráfico más que los hombres.

- La comparación por escolaridad

En el caso de la escolaridad, las diferencias entre los estudiantes de secundaria y bachillerato


fueron notables. En la comparación estadística, para el caso de los bachilleres los cognemas
“muerte”, “inseguridad”, “violencia” (del factor consecuencias), “poder”, “dinero” (del
factor propósito), “peligro” y “armas” (de la dimensión de características) fueron de mayor
importancia, mientras que para los de secundaria fueron “armas”, “camionetas” “dinero”

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

“drogas” (de la dimensión de instrumentos) y “asesinatos” (en el factor de acciones). Estas


diferencias reflejan que los estudiantes de bachillerato dan mayor peso a las consecuencias
adversas del narcotráfico, es decir, la violencia, la inseguridad y la muerte, mientras que los
de secundaria acentuaron los instrumentos o elementos que los caracterizan como las armas,
los lujos y las camionetas.

Además, en la parte actitudinal, aunque ambos grupos de estudiantes manifiestan en mayor


medida una actitud negativa, los bachilleres formulan su postura de manera más profunda,
mostrando una mayor reflexividad sobre el tema, incluso obteniendo una proporción mayor
de posturas ambivalentes. Por último, al hablar de las posturas favorables, las cuales se
presentaron en mucha menor proporción, los estudiantes de secundaria se mostraron
interesados en la diversión y la riqueza que podría conllevar el integrarse al narcotráfico,
mientras que los preparatorianos aluden al desconocimiento de los motivos que llevaron a las
personas a involucrarse dichas actividades y señalando que el integrarse al narcotráfico no es
evidencia de que un individuo sea malvado. Todo esto podría confirmar que el trayecto
educativo genera en los estudiantes una visión más profunda de la realidad, llevando a
concebir el fenómeno del narcotráfico de forma más crítica y considerando tanto los aspectos
negativos como los positivos.

- La comparación por tipo de escuela

Comparar las representaciones sociales de los alumnos pertenecientes a instituciones


públicas y privadas tenía como intención analizar la influencia del nivel socioeconómico en
la visión del narcotráfico. Aunque al aplicar un cuestionario para su estimación se evidenció
un mayor nivel adquisitivo en los adolescentes de escuelas de paga con un par de estratos de
diferencia, no es un hecho infalible, es decir, que ocurra en todos los casos o que, de forma
automática, que el cursar en una institución de educación privada sea señal de un nivel
socioeconómico mayor. Sin embargo, aunque pudo haberse hecho una lista ordenada con los
participantes de acuerdo al resultado del cuestionario y generar dos grupos artificiales a partir
de un punto de corte para tener una segmentación más concreta en la variable de
comparación, tal opción resulta poco apropiada para los fines del estudio. Considerando que
las representaciones sociales son configuradas en la colectividad y que la propia escuela es
un punto de reunión para la socialización, se optó por la primera opción.
157
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

No obstante, al momento de analizar el campo de la representación, no pudieron detectarse


hallazgos claros, ya que no coincidieron los resultados del análisis prototípico y la
comparación estadística del peso semántico. En un primer momento, el concepto “dinero”
había representado un elemento central para los adolescentes de instituciones públicas, lo
cual podría señalar una posible carencia, aspiración o, incluso, admiración. Por otra parte, los
estudiantes de institución privada priorizaron las consecuencias del narcotráfico como
sinónimo de sensibilidad y repudió a sus acciones. Lamentablemente, en un segundo
momento, los hallazgos no fueron confirmados en el análisis estadístico, lo cual hace poco
confiables tales interpretaciones. En tal sentido, los resultados se toman con cautela y se
sugiere indagar en mayor medida sobre las posibles diferencias que el nivel socioeconómico
pudiera generar.

En el caso de la actitud, las diferencias se encontraron en la proporción de respuestas


negativas, ya que los adolescentes de escuelas privadas mostraron de forma significativa un
mayor número de contestaciones bajo tal valoración. En el caso de las respuestas
ambivalentes, se presentaron respuestas de indiferencia o declaraciones neutrales que no
emitían una posición. Esto sucedió predominantemente en el grupo de estudiantes de escuelas
públicas. Posiblemente, los estudiantes de escuelas privadas, con mayor nivel
socioeconómico, tiendan a ver de forma más negativa al narcotráfico al ver amenazado su
estilo de vida o por creer que tienen más que perder ante un robo, secuestro o cuota de piso.
No obstante, es precios señalar que estas conclusiones son en cierta medida aventuradas y
sería necesario indagar en mayor profundidad para clarificar los hallazgos.

Sobre la metodología utilizada

Mención especial merece la revisión de los distintos métodos utilizados en el estudio. Para
dar orden a tal discusión, se abordará cada una de las técnicas utilizadas.

- Dibujo o soporte gráfico

Como menciona De Alba (2010), usar el dibujo para develar las representaciones sociales
puede ser una valiosa herramienta, ya que expresa la realidad social en un juego de
representaciones y de significados que será descifrado en el contexto del productor y el
espectador. Particularmente, no es la primera vez que se usa dicha técnica para analizar las

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

representaciones sociales del narcotráfico. Prieto y Carrillo (2014) utilizaron el dibujo y la


narrativa para conocer la forma en que niños, adolescentes y jóvenes concebían el tema del
narcotráfico y la narcocultura. No obstante, el análisis de los mismos se realizó de una forma
distinta. En este caso, después de solicitar a los participantes que dibujaran aquello que venía
a su mente al escuchar la palabra narcotráfico, se decidió por analizar sus producciones de
forma elemental, es decir, identificando los elementos presentes y las acciones o procesos
manifiestos. Es preciso indicar en este momento, como lo señala De Alba (2010) y Barthes
(1986), que existen dos mensajes dentro de una expresión gráfica. El primero de ellos es la
imagen en si misma, es decir, su análogo de realidad, aquello que pretende capturar y exponer
de forma denotativa. El segundo es de tipo connotativo, implícito o latente, que van más allá
de lo que es dibujado, es un mundo de significados que reflejan el contexto sociocultural. En
este trabajo, el análisis se centró únicamente en el primer aspecto del dibujo, considerando
exclusivamente aquello que es fácilmente tangible y detectable, dejando de lado la parte
interpretativa y oculta de tales expresiones.

En tal abordaje se evidenció un aspecto importante sobre el campo de la representación.


Cuando se enlistaron los elementos mostrados en los dibujos y se contabilizó su presentación
en todas las producciones, fue evidente la similitud de dicho recuento con el análisis
prototípico de importancia/frecuencia. De hecho, los cinco elementos que se presentaron con
mayor frecuencia en los dibujos “Drogas”, “Armas”, “Narcos”, “Dinero” y “Muertes” son
exactamente los mismos que conformaron el núcleo de la representación.

Aunque la intención de utilizar el soporte gráfico fue la de denotar los procesos de


objetivación y anclaje, fue interesante la congruencia encontrada entre los elementos del
dibujo y el núcleo de la representación. En tal sentido, resulta conveniente que la técnica de
dibujo pueda ser usada en otras investigaciones como un método complementario para
confirmar la estructura de la representación social. No obstante, habrá que reconocer sus
limitaciones, considerando la dificultad que representa la identificación de ciertos cognemas
relacionados con elementos o situaciones difícilmente objetivables como “corrupción”,
“malo”, “inseguridad”, entre otros.

- El análisis prototípico y las redes semánticas

159
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

Aunque provienen de dos tradiciones distintas, es innegable la similitud existente entre estas
dos técnicas de investigación (González, García, Solero, Correa y Reynoso, 2018). El análisis
prototípico de importancia/frecuencia tiene como ventaja su capacidad de generar un
cuadrante que delimita, con base en la jerarquía y las veces que son nombrados los cognemas,
los elementos centrales y los periféricos. No obstante, su uso es poco eficiente en la
comparación, ya sea entre los propios elementos que la conforman, como en el contraste entre
grupos. Por otro lado, la técnica de redes semánticas, a través de la frecuencia y la
importancia, brinda un par de valores numéricos (peso y distancia semánticos cuantitativa)
sumamente útiles para ejecutar comparaciones.

Considerando las ventajas y desventajas de ambas técnicas, se optó por usarlas de forma
conjunta en la develación de las representaciones sociales, usando el análisis prototípico
como estratega principal y las redes semánticas como táctica de confirmación y contraste
entre grupos. Si bien los resultados pudieron volverse un poco repetitivos, la combinación de
análisis brindó una mayor certeza en la conclusiones.

- El análisis prototípico y de redes semánticas por categorías

Como fue descrito en el apartado metodológico, además de solicitar a los participantes una
serie de cognemas asociados a la palabra narcotráfico y su posterior jerarquización, se les
pidió que describirán de forma breve la relación que guardaba la palabra estímulo y el
cognema nombrado, es decir, que detallarán porque había sido éste mencionado. De hecho,
tal cuestionamiento permitió detectar la presencia de significados distintos para un mismo
cognema y a partir de allí integrar un mismo cognema en más de una categoría.

Esta estrategia no es novedosa, ya que ha sido usada en la antropología cognitiva y en otros


estudios de representaciones sociales. Del mismo modo, el análisis de redes semánticas por
categorías tampoco es algo nuevo, ya que ha sido utilizado en otras indagatorias para
profundizar en la estructura del núcleo de la red y hacer análisis más minuciosos.
Probablemente, la novedad se encuentra en la recreación de análisis prototípico y las redes
semánticas a partir de la interpretación dada a cada uno de los cognemas y de su clasificación
en alguna de las categorías o dimensiones emergentes.

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

Finalmente, contrastando ambos análisis ejecutados por categorías con sus versiones previas
a la interpretación, es notable el aumento en la profundidad y precisión brindada, ya que no
solo fue posible mencionar los elementos que conforman el núcleo central de la
representación, sino explicar, en buena medida, lo que cada uno de ellos significa. Valdría la
pena reflexionar si esta técnica es viable o puede ser utilizada en el abordaje de otros objetos
de representación, a fin de sugerir su uso en futuros estudios.

- El análisis estadístico e interpretativo de la actitud

Para analizar el elemento actitudinal en este estudio se utilizó una única pregunta: “¿Qué
opinas sobre el narcotráfico?”. Su contenido fue analizado en dos formas. En primera
instancia a través de una categorización, al clasificar la respuesta en tres modalidades:
negativa, neutra/ambivalente o positiva. En segunda instancia, analizando las respuestas de
los participantes para delimitar los argumentos que sustentaban su postura hacia al
narcotráfico. El primero, de carácter numérico, fue sumamente útil para conocer la
proporción de respuestas, así como para realizar la comparaciones mediante pruebas
estadísticas. El segundo, de tipo interpretativo, permitió profundizar en los significados que
tiene el narcotráfico para los adolescentes.

Si bien el análisis fue bastante amplio e interesante, el hecho de abordar este elemento de la
representación exclusivamente con una pregunta dejó de lado la consideración de algunos
aspectos que pudieron abonar a conclusiones más certeras. Por ejemplo, aunque se detectó si
existía una actitud positiva o negativa, no fue posible delimitar la intensidad del rechazo o la
aprobación. Del mismo modo, no se realizó ninguna pregunta adicional para abordar las
razones o explicaciones de su actitud, es decir, el porqué argumentaban a favor o en contra
del narcotráfico.

Sobre las limitaciones del estudio

Aunque en ocasiones previstas y en otras imprevistas, toda investigación tiene limitaciones,


y es preciso que sean enunciadas. Es un hecho que reconocer las limitaciones de un estudio
no es una tarea tan simple como parece, en especial, cuando implica un ejercicio de
autocrítica sobre algo que con tanto esmero y trabajo se ha realizado. No obstante, es
responsabilidad del autor detectar las posibles deficiencias o acotaciones en su estudio, a fin

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

de informar a otros investigadores interesados en el tema sobre posibles consideraciones


especiales. De hecho, esta declaración personal no implica desaprobar o desacreditar el
esfuerzo realizado, sino que brinda la oportunidad de generar una postura crítica hacia uno
mismo y su trabajo con el mero objetivo de mejorar. En tal sentido, más a manera de ensayo
que de informe, exhibiré las limitaciones del estudio.

Un aspecto para considerar es la selección de la muestra. Si bien hay un sustento teórico en


la delimitación de la cantidad y se realizó una selección de forma aleatoria, solo participaron
adolescentes de la ciudad de Jalostotitlán, lo cual podría limitar las conclusiones del estudio.
Aunque es cierto que los estudios cualitativos no enfocan sus esfuerzos a generalizar los
hallazgos encontrados, sino a maximizar la profundidad del estudio, es preciso indicar tal
limitación.

En cuestión del tema de representaciones sociales, de acuerdo con Abric (2001b), después de
encontrar la estructura y los elementos que conforman el núcleo y la periferia de la
representación, es necesario utilizar alguna estrategia para tener un control de la centralidad,
a lo que sugiere utilizar la técnica de cuestionamiento del núcleo central, la inducción por
guion ambiguo o los esquemas cognitivos de base. En este estudio no se utilizó ninguna de
estas estrategias, ya que se realizó un análisis por categorías y se utilizaron las redes
semánticas para confirmar la estructura de la representación. Si bien la estrategia utilizada
funcionó de forma adecuada, no se siguieron las sugerencias del autor antes mencionado para
establecer control de la centralidad. Sería necesario confirmar que el proceso ejecutado
podría servir como sustituto al cotejar los hallazgos entre las técnicas, pero como no se realizó
tal acción, esto representa una limitación.

Aunque el instrumento de recolección de información era bastante extenso, no indagó sobre


algunos otros elementos que hubieran sumado al análisis, como la posible cercanía de los
adolescentes con personas involucradas con el narcotráfico. No obstante, dicha omisión fue
intencional, debido principalmente a que no se quería poner en una situación de riesgo a los
participantes y al propio investigador.

Es preciso señalar que durante la semanas en las que se realizó el trabajo de campo, hubo un
enfrentamiento entre un grupo de personas armadas (integrantes de un cártel) y distintas

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

fuerzas policiales. El hecho conllevó a posponer el trabajo de campo debido a que la mayoría
de las estudiantes no acudió a clases durante esa semana. Es sumamente probable que tal
acontecimiento repercutiera o condicionara significativamente las respuestas de los
participantes.

En un aspecto sumamente personal, con respecto al tema del narcotráfico, he de mencionar


que su abordaje fue sumamente agotador. De hecho, considero que el desarrollo del tema es
uno de los elementos más débiles de la tesis. Aunque los referentes utilizados fueron
sumamente útiles para conocer los conceptos clave e historia del narcotráfico, el hecho de
tratar con dicho tema para desarrollar el planteamiento del estudio exigió un esfuerzo
adicional. A pesar de que solo se abordó la representación social que los adolescentes
construyen sobre el fenómeno, es decir, tocando el tema de forma tangencial, fue un poco
desagradable estar al tanto de las acciones del crimen organizado, sus repercusiones, su
historia y las consecuencias detrás de la venta de drogas. En tal sentido, expreso mi mayor
admiración a quienes se dedican al estudio del tema, tanto en la investigación periodística
como académica.

Sobre las líneas de investigación y estudios posteriores

En esta sección se enuncian los aspectos a los que se les pudiera dar continuidad en estudios
posteriores a partir de los hallazgos encontrados o las deficiencias detectadas. En primer
lugar, como fue mencionado con anterioridad, valdría la pena ahondar en mayor medida
sobre el tema de la actitud hacia el narcotráfico, ya que el estudio pudo detectar el tipo de
actitud y los argumentos que la sustentan, pero dejó de lado el grado o la intensidad de estas
actitudes y las experiencias o razones que los llevaron a formular sus argumentos.
Posiblemente, las entrevistas o los grupos de discusión podrían servir para tal acción.

En segundo lugar, cuando se abordó el gusto por las expresiones más populares de la
narcocultura, se encontraron algunas respuestas que referían que el gusto por las series se
debía a una admiración por la historia de los narcotraficantes, como ejemplo de superación.
Aunque este tipo de contestaciones se presentó en una proporción demasiado baja, valdría la
pena que se le diera seguimiento, a fin de conocer un poco más sobre la experiencia personal

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

de dichos estudiantes y conocer los factores que llevan a declarar una admiración por los
narcotraficantes.

En tercer lugar, valdría la pena que en estudios posteriores se pudieran identificar algunos
otros factores o variables que influyen en la configuración de las representaciones sociales,
principalmente, sobre el aspecto actitudinal. Adicionalmente, convendría que los estudios se
desarrollaran no solo con adolescentes escolarizados, sino que la muestra se ampliará a
jóvenes no escolarizados o población general.

Finalmente, con base en los resultados, podrían diseñarse talleres o intervenciones enfocadas
a prevenir el involucramiento de los adolescentes y jóvenes en el narcotráfico, acentuando
las consecuencias adversas del fenómeno a nivel social y personal, una reflexión crítica de
los contenidos de la narcocultura (sin ser prohibicionista) y un guía para los padres de familia
que auxilie en la prevención del delito.

Conclusiones

Después decenas cuartillas, puede concluirse sobre las representaciones sociales del
narcotráfico de los adolescentes escolarizados de la región altos sur de jalisco lo siguiente:

- La estructura de la representación social está conformada por los instrumentos,


características, acciones, actores, consecuencias y propósitos del narcotráfico. De
forma particular, sobresalen las drogas y las armas como instrumentos o
herramientas, la riqueza como característica, el tráfico de drogas como su actividad
fundamental, los narcos como los actores centrales y la muerte como la consecuencia
inevitable. Finalmente, las drogas y el dinero son los elementos que dan sentido a la
existencia del narcotráfico, su propósito y razón de ser.
- La actitud de los adolescentes hacia el narcotráfico es predominantemente negativa,
sustentada en las consecuencias adversas de su existencia. En pocas ocasiones se
pueden encontrar posturas ambivalentes o indiferentes a sus acciones y, en mucha
menor proporción actitudes positivas que enaltecen los beneficios personales de
riqueza, poder u opulencia que puede caracterizarlos.
- Los adolescentes encuentran en las noticias y la televisión las fuentes centrales de
información sobre el tema, sin embargo, en los procesos de socialización con la

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

familia, amigos y compañeros en la escuela se configura la representación social del


narcotráfico. En tal configuración, las narcoseries y los narcocorridos juegan un papel
importante, aunque en la mayoría de los casos no determinará su actitud el fenómeno.
- Las imágenes que vienen a la cabeza de los adolescentes al escuchar la palabra
narcotráfico se vinculan predominantemente al proceso de venta de drogas, a los
enfrentamientos armados, balaceras, personajes del ámbito y las acciones que los
caracterizan.
- Al comparar las representaciones sociales por sexo, las mujeres le dan mayor
importancia a las características y consecuencias negativas del narcotráfico,
acentuando el peligro y la inseguridad, mientras que los hombres identifican en mayor
medida sus acciones, particularmente los arreglos y acuerdos que deben realizarse
con la autoridad para su funcionamiento. Además, los hombres valoran en mayor
medida los lujos, el dinero y el poder como elementos positivos o de ambivalencia,
colocando en el otro lado de la balanza las consecuencias negativas de estos aspectos,
mientras que las mujeres atienden a la inocencia o el desconocimiento de las razones
que impulsaron a los narcotraficantes a involucrarse en ello, así como su indiferencia
condicionada al no involucramiento de su persona, familia o gente inocente.
- En la comparación por escolaridad, los estudiantes de bachillerato dieron mayor
importancia a las consecuencias negativas del narcotráfico: muerte, inseguridad y
violencia. Incluso, mostraron un mayor grado de reflexión sobre el tema al distinguir
de mejor manera los factores que originan el narcotráfico. Los estudiantes de
secundaria, en cambio, centraron su visión en los elementos instrumentales, como
drogas, dinero, camionetas y armas, confirmando un núcleo de representación
centrado en las herramientas del narcotráfico y sus acciones, pero no en las
consecuencias, propósito o características. Aunque la actitud se presentó en
proporciones similares, los argumentos eran formulados de mejor manera por los
bachilleres, quienes mostraron una mayor reflexividad sobre el tema al obtener una
proporción mayor de posturas ambivalentes. De hecho, en las posturas positivas,
algunos estudiantes de secundaria se mostraron interesados en la diversión y la
riqueza que podría conllevar el integrarse al narcotráfico, mientras que los
preparatorianos aluden al desconocimiento de los motivos que llevaron a las personas

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DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Oscar Ulises Reynoso González

a involucrarse dichas actividades, señalando, además, que el integrarse al narcotráfico


no es evidencia de que un individuo sea malvado.
- Finalmente, puede observarse la fuerte influencia del contexto en la configuración de
las representaciones sociales del narcotráfico, considerando que tanto el campo de la
representación como la actitud se orientaron principalmente sobre las consecuencias
adversas del fenómeno y las acciones que, dentro de la región, se han desarrollado en
los últimos años.

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178
ANEXOS
- Anexo 1: Instrumento de recolección de datos
- Anexo 2: Consentimiento informado
- Anexo 3: Proceso de sinonimia
ANEXOS
Oscar Ulises Reynoso González

Anexo 1 Instrumento de recolección de datos

Hoja 1

180
ANEXOS
Oscar Ulises Reynoso González

Anexo 1 Instrumento de recolección de datos

Hoja 2

181
ANEXOS
Oscar Ulises Reynoso González

Anexo 1 Instrumento de recolección de datos

Hoja 3

182
ANEXOS
Oscar Ulises Reynoso González

Anexo 1 Instrumento de recolección de datos

Hoja 4

183
ANEXOS
Oscar Ulises Reynoso González

Anexo 2 Consentimiento informado

184
ANEXOS
Oscar Ulises Reynoso González

Anexo 3 Proceso de sinonimia

Fase 1: plural-singular, femenino-masculino acentuación y ortografía

- Armas: (armas-blancas) - Destrucción (destrucción- - Muerte (muertes, muertos,


- Asesinatos (asesinato) de-propiedades) muerto)
- Autos: (autos-lujosos) - Dinero (dinero-fácil, - Negocio (negocios)
- Balaceras (balacera, dinero-robado, dinero- - Pistolas (pistola)
balazos) sucio) - Policías (policía)
- Camionetas (camioneta, - Drogas (droga) - Robos (robo)
camionetas-blindadas, - Enfermedades - Secuestros (secuestro)
camionetas-negras) (enfermedad) - Sicarios (sicario)
- Carteles (cárteles) - Enfrentamientos - territorio (terreno)
- Casas (casa, casas- (enfrentaciones) - Tortura (torturación,
grandes) - Esconderse (escondite) torturas)
- Cocaína (coca) - Extorsión (extorsiones) - Tragedia (tragedia)
- Cuchillos (cuchillo) - Guerra (guerras, guerrilla) - Trasporte (trasportes)
- Daño (daña, dañarse) - Ilegal (ilegalidad) - Venganza (venganzas)
- Delito (delitos) - Matanza (matanzas, - Ventas (ventas, veta-de-
- Desintegración matazón) sustancias)
(desintegración-familiar) - Miedo (miedos) - Viajar (viajes)

Fase 2: Sinonimia simple

- Adicción (drogarse, consumo, inhalar, - Gobierno (política)


consumidores, enfermedades, vicio) - Ilegal (cosas-ilegales)
- Armas (pistolas, balas, cuchillos, utensilios, - Lujos (cosas-de-lujo, buena-vida)
granada, navajas, munición, bomba) - Maldad (gente-mala)
- Asesinatos (matar, matanza) - Mansiones (casas, casa, casas-grandes)
- Balaceras (enfrentamientos, conflicto, peleas, - Marihuana (mota)
tiroteos) - Miedo (temor, susto)
- Buchón (buchonas) - Mujeres (viejas)
- Camionetas (autos, carros) - Narcocorridos (corridos, música, banda)
- Cárcel (prisión, condenas) - Narcos (narcotraficante, jefes)
- Carteles (clubs, grupos, mafia) - Prostitución (trata-de-blancas, tráfico-de-
- Cocaína (perico) mujeres)
- Corrupción (soborno) - Putas (prostitutas)
- Crimen (delito) - Robos (rateros)
- Destazar (cortar, destazamiento) - Seguridad (guardias)
- Destrucción (daño) - Territorio (plaza)
- Dinero (riqueza, oro) - Traficar (tráfico-de-armas, tráfico, traficantes)
- Diversión (emociones) - Trasporte (aviones, distribución)
- Drogas (tachas, mota) - Vida (vida-inocente)

Fase 3: Sinonimia complementaria


- Drogas (marihuana, cocaína, alcohol)
- Lujos (joyas, mansiones)
- Narcos (chapo, mencho, capos, reyes)
- Sicarios (asesinos, matones)
- Asesinatos (destazar)

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