Está en la página 1de 5

En el ámbito energético, el autoconsumo se basa en la autogeneración de

electricidad mediante la instalación de cualquier tipo de generadores eléctricos


basados en fuentes de energía renovable. La Ley 24/2013 del Sector Eléctrico, en
su artículo 9, define el autoconsumo eléctrico como «el consumo por parte de uno o
varios consumidores de energía eléctrica proveniente de instalaciones de
generación próximas a las de consumo y asociadas a los consumidores.
El autoconsumo eléctrico permite a cualquier persona o empresa producir y
consumir su propia electricidad instalando en su hogar, local o comunidad de
vecinos paneles solares fotovoltaicos u otros sistemas de generación renovable.

¿Qué es el autoconsumo energético?


Esta modalidad de consumo, además de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero a la atmósfera y mejorar la eficiencia energética, fomenta el uso de las
energías renovables, indispensables para llevar a cabo una transición energética
justa e inclusiva en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones
Unidas.

Una instalación de autoconsumo está formada por una o varias infraestructuras de


generación y por los consumidores asociados, constituyendo una unidad que
administrativamente se identifica mediante un Código de Autoconsumo (CAU). La
planta generadora se puede configurar con cualquier tecnología renovable para la
generación eléctrica, como pueden ser la solar fotovoltaica, la eólica, la
hidroeléctrica, la cogeneración renovable o la biomasa eléctrica. Los consumidores,
se conectan a la instalación generadora asociada bien directamente (lo que se
denomina conexión en red interior o mediante líneas directas), bien utilizando la red
de distribución o transporte (conocida como conexión a través de la red).

Este sistema energético permite utilizar de forma inmediata toda la producción de


sus instalaciones de generación, comprar, en caso de necesidad, a la red o
almacenar el «excedente» para su consumo posterior o venta.

Ventajas del autoconsumo


El autoconsumo genera efectos muy positivos en la economía, el sistema eléctrico,
el medioambiente y los consumidores:

Fomenta la electrificación de la economía y la generación de valor: el


autoconsumo es una herramienta fundamental para avanzar en la
descarbonización de la economía por su capacidad de electrificar los
consumos a través de fuentes de generación 100% renovables. Además, es
una actividad de generación distribuida que se realiza en las inmediaciones
de los consumidores por lo que fomenta la actividad económica y la creación
de empleo local.
Mejora la eficiencia energética del sistema eléctrico: su carácter distribuido
contribuye a reducir las pérdidas de energía en las redes y disminuye
también la necesidad de desarrollar nuevas infraestructuras.
Facilita la consecución de los objetivos medioambientales y de lucha contra el
cambio climático: el autoconsumo de energía renovable favorece la reducción
de emisiones de gases de efecto invernadero. La infraestructura de
producción se instala además en entornos ya modificados por el hombre
(como las urbes o las zonas rurales habitadas), por lo que su impacto
medioambiental es mínimo. Asimismo, el despliegue del autoconsumo
permite acelerar el ritmo de instalación de renovables, ya que facilita la
participación de todos los agentes sociales, como los hogares, las pymes o
las administraciones.

Impulsa el consumo energético sostenible: gracias a la monitorización de su


instalación, los consumidores pueden conocer en todo momento su
producción y consumo energético. Por último, esta modalidad permite a la
ciudadanía en general participar en el sistema energético en línea con los
Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Tipos de autoconsumo

Estas son las principales opciones de autoconsumo para generar energía renovable:
Autoconsumo fotovoltaico En el autoconsumo de energía solar
se emplean paneles solares. Se trata de una instalación que produce electricidad
utilizando módulos fotovoltaicos capaces de transformar la radiación solar
directamente en energía eléctrica. Los paneles solares contienen células
fotovoltaicas que al recibir la luz de forma directa se ionizan y liberan electrones.
Estos electrones al interactuar entre sí generan corriente eléctrica. En los últimos
años, está adquiriendo especial relevancia la energía agrovoltaica, una modalidad
de consumo que se basa en aprovechar la misma superficie para instalar paneles
solares y producir bienes agrícolas o ganaderos. Esta fórmula innovadora favorece
la generación distribuida y el autoconsumo, ya que la electricidad generada se
puede destinar a las necesidades de las propias explotaciones, reduciendo su
dependencia energética y los gastos asociados.

En un momento en el que la responsabilidad hacia nuestro planeta y el


medioambiente es un objetivo prioritario, conviene saber qué es exactamente la
energía solar, cómo funciona y cómo extender su uso como fuente de generación
eléctrica.

¿Qué es la energía solar?


La energía solar es aquella que se obtiene a partir del sol en forma de
radiación electromagnética (luz, calor y rayos ultravioleta). Mediante la
instalación de paneles solares o colectores, se puede utilizar para obtener
energía térmica (sistema fototérmico) o para generar electricidad (sistema
fotovoltaico).
La energía solar es uno de los principales tipos de energía renovable y tiene un
papel clave en la transición energética. Ayuda a impulsar economías más limpias
que protejan el medio ambiente, mejoren el bienestar de las personas y garanticen
la sostenibilidad de las empresas.

Los avances tecnológicos han transformado la energía solar en una de las más
eficientes y económicas del sector de las renovables. Así pues, esta fuente
inagotable de energía además de contribuir a la sostenibilidad del planeta atrae la
inversión, genera empleo y aumenta la competitividad de las empresas.

En un momento en el que la responsabilidad hacia nuestro planeta y el


medioambiente es un objetivo prioritario, conviene saber los diferentes tipos de
energía solar, su funcionamiento y cómo extender su uso como fuente de
generación eléctrica.

Energía solar fotovoltaica Este tipo de energía solar funciona por


medio de un sistema fotovoltaico. Se trata de una instalación que produce
electricidad utilizando módulos fotovoltaicos, los cuales son capaces de transformar
la radiación solar directamente en energía eléctrica. Los paneles solares contienen
células fotovoltaicas que, al recibir la luz de forma directa, se ionizan y liberan
electrones que al interactuar entre sí generan corriente eléctrica.

La energía fotovoltaica ha recibido un impulso en los últimos años con la llegada de


las comunidades solares y el ahorro energético que suponen las nuevas
instalaciones de autoconsumo solar. Además, la llamada energía agrovoltaica
también está adquiriendo especial relevancia dentro del sector agrícola.

Energía solar térmica

Los equipos de energía solar térmica utilizan colectores o captadores solares para
transformar la radiación solar en calor. Estos captadores recogen y almacenan la
radiación solar para calentar el agua que más tarde se utiliza como apoyo a los
sistemas de calefacción o agua caliente para uso higiénico, residencial o industrial.

Existe otra variante llamada energía termosolar de concentración, también conocida


por sus siglas inglesas CSP (Concentrated Solar Power). En esta ocasión el
sistema funciona con una serie de lentes o espejeos que concentran la luz solar en
una superficie concreta. La energía que se genera a través de este procedimiento
se destina a la producción de electricidad, utilizando el calor para hervir agua que
produzca vapor y movilice, por ejemplo, las turbinas de un generador.

¿Qué ventajas tiene la energía solar?Como hemos visto la


energía solar es una fuente de energía limpia y por tanto ayuda a reducir la huella
de carbono de manera significativa. Estas son algunos de sus beneficios: Gracias a
sus numerosos beneficios, la energía solar es una de las energías renovables más
relevantes. Es una energía sostenible que ayuda a reducir la huella de carbono, ya
que no genera gases de efecto invernadero. A continuación, te mostramos las
principales ventajas y beneficios de la energía solar:

Es una energía totalmente renovable: A diferencia de los combustibles fósiles, la


energía solar es una fuente de energía inagotable con un potencial de
aprovechamiento en casi cualquier parte del planeta.
Es 100% limpia: La energía solar, al aprovechar la luz y calor del sol, y por tanto
no generar gases de efecto invernadero, ayuda a reducir la huella de carbono
contribuyendo a una mayor sostenibilidad del medioambiente para el planeta.
No genera ruidos: Esto permite instalar huertas solares en diferentes espacios
sin que altere la vida acústica de las personas o preservando la fauna
medioambiental sin que su entorno sufra alteraciones.
Es adaptable y fácil de instalar: Se puede instalar en diversas estructuras y es
muy buena opción para sitios cuyo acceso a la red eléctrica sea complicado.
Los paneles solares tienen la facilidad de que se pueden instalar en tejados,
suelos, paredes o postes. Sus instalaciones pueden ser en una pequeña
vivienda o en plantas de generación a gran escala. Para una familia con un
consumo medio, basta con instalar entre 6 y 10 placas solares en su hogar
con Solar360, podemos ayudarte con todo el proceso.

Energía solar térmica. El funcionamiento de la energía solar térmica es


relativamente sencillo. Consiste en un sistema de captación de la energía
solar (captador solar), un dispositivo de almacenamiento de la energía
obtenida (depósito acumulador) y, por último, un medio de distribución del
fluido caloportador para su consumo.
Energía solar fotovoltaica. El efecto fotovoltaico se produce cuando los fotones
que viajan a través de la luz del sol chocan con las celdas de los paneles
solares y producen electrones. Los electrones se desplazan intercambiando
posiciones y creando un flujo de electricidad entre las capas del panel solar.
Cuanto más intensa es la luz, mayor es el flujo de electricidad.

Qué usos y aplicaciones tiene la energía solar?La


innovación tecnológica en el campo de las energías renovables ha permitido la
aplicación de la energía solar en múltiples ámbitos Electricidad: la instalación de
paneles fotovoltaicos para la producción de energía eléctrica es el uso más
extendido de la energía solar. Calefacción: mediante el uso de paneles solares
térmicos, la radiación solar se puede utilizar para calentar el agua que alimente los
radiadores y el suelo radiante de una vivienda. Agua caliente: la energía solar
térmica en el hogar es una alternativa realmente interesante para la producción de
agua caliente sanitaria por su eficiencia y sostenibilidad. Riego: entre los diferentes
usos de las placas fotovoltaicas está la generación de energía eléctrica para el riego
agrícola. La principal ventaja de este sistema es que la temporada de mayor
demanda de agua en el campo suele coincidir con la de más radiación solar.
Iluminación: la energía solar fotovoltaica permite la automatización del alumbrado
público, lo que supone un interesante ahorro energético y una decidida apuesta por
las fuentes de energía renovable.

Las universidades en todo el mundo están adoptando gradualmente fuentes de energía


renovable para reducir su huella de carbono y contribuir a la lucha contra el cambio
climático.

Las fuentes de energía renovable más comunes utilizadas en las universidades incluyen
paneles solares, turbinas eólicas, sistemas de cogeneración, energía geotérmica y biomasa.
Es posible que la Universidad del Valle utilice una o varias de estas fuentes de energía
renovable para satisfacer sus necesidades energéticas.

También podría gustarte