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ENERGÍA SOLAR

La energía solar es una fuente inagotable de energía renovable, y es una alternativa


sostenible y limpia frente a fuentes de energía contaminantes. A través de las instalaciones
fotovoltaicas y termosolares, esta energía se transforma en electricidad limpia,
contribuyendo a la lucha contra el cambio climático, evitando cada año toneladas de
emisiones de gases de efecto invernadero.

La energía solar es una forma de energía renovable obtenida directamente del sol. Se
aprovecha la radiación solar o el calor para generar electricidad, lo que la convierte en una
alternativa limpia y sostenible a las fuentes de energía convencionales que producen emisiones
contaminantes.

Se trata de una fuente inagotable y abundante de energía, puesto que el sol emite
continuamente enormes cantidades de radiación que pueden ser aprovechadas. Además, su
utilización contribuye a reducir la dependencia de combustibles fósiles y a mitigar el cambio
climático al no generar emisiones de gases de efecto invernadero durante su operación.

La energía solar se obtiene mediante tecnologías como la fotovoltaica y la termosolar. La


fotovoltaica convierte directamente la luz solar en electricidad a través de paneles solares,
mientras que la termosolar utiliza espejos para concentrar el calor del sol y generar vapor que
acciona turbinas para producir electricidad.

Ventajas de la energía solar

Las ventajas de la energía solar son variadas, evidentes en algunos casos, pero sobre todo son
indicativas de cómo nos puede proporcionar energía limpia y abundante. De hecho, dado que
proviene del sol, tenemos asegurado un suministro constante durante unos cuantos miles de
millones de años más, lo que la convierte en una energía renovable, que proviene de una
fuente inagotable.

La siguiente ventaja, por orden de relevancia, es que la generación de energía solar no produce
emisiones de gases de efecto invernadero, lo que ayuda a mitigar el cambio climático y reduce
el impacto ambiental de su explotación. Enlazando con este tema, otra ventaja de los sistemas
de energía solar es que tienden a tener costes de operación y mantenimiento bajos, lo que
puede contribuir a un suministro energético más estable y predecible.

A su vez, la utilización de la energía solar implica reducir la dependencia de los combustibles


fósiles, no renovables. Esto ayuda a ser menos vulnerables a las fluctuaciones en los precios y
contribuye a mantener un mix energético bien balanceado.

Otra ventaja destacable es que se trata de una fuente de energía generada de manera natural,
y además se puede considerar como descentralizada: la energía solar se puede gestionar en
diversos lugares, desde los grandes campos fotovoltaicos hasta las instalaciones comerciales y
residenciales más pequeñas.

Tal y como comentamos anteriormente, una vez instalados, los sistemas que procesan la
energía solar conllevan unos costes operativos y de mantenimiento relativamente bajos.
Además, los usuarios particulares y empresas pueden generar su propia electricidad, lo que
contribuye a tener una red eléctrica más eficiente e implica ahorro para el consumidor.
¿Cómo funciona la energía solar?

El proceso de captación de la energía solar se divide en cuatro fases bien diferenciadas cuando
hablamos de la energía solar fotovoltaica: captación de la luz, generación de la corriente
eléctrica, transformación a corriente alterna y almacenamiento o transporte.

En primer lugar, tenemos la captación de la luz a través de las placas solares fotovoltaicas. Estas
están compuestas por celdas fotovoltaicas que contienen, a su vez, capas de materiales
semiconductores. Estos materiales son capaces de absorber fotones y liberar electrones.

Los electrones liberados por estos materiales generan una corriente eléctrica que fluye a través
de los conductores presentes en la instalación. Esa corriente continua se envía al inversor,
donde se transforma en corriente alterna, apta para su almacenamiento o transporte (¿Quieres
saber más sobre las diferencias entre corriente alterna y corriente continua?).

En el caso de la energía termosolar, la captación de la luz se realiza a través de espejos y


receptores de calor. El proceso de aprovechamiento de la energía termosolar para producir
electricidad se basa en principios similares a los de las máquinas de vapor, que lo utilizan para
mover una turbina que activa un generador eléctrico.

Tipos de energía solar

La energía solar se obtiene a través de dos principales tecnologías: la energía fotovoltaica y la


energía termosolar, ya sea para generar electricidad, en el primer caso, o calor en el segundo.
Esta generación se produce de manera limpia y sostenible, pero ¿cómo funcionan estas
tecnologías?

- Energía solar fotovoltaica

La energía solar fotovoltaica se basa en el efecto fotovoltaico, que es la capacidad que tienen
ciertos materiales (generalmente silicio) para generar electricidad cuando son expuestos a la
luz solar.

- Energía termosolar

La energía termosolar o solar térmica aprovecha el calor del sol para generar electricidad
mediante la utilización de espejos y receptores de calor. Esos espejos, llamados helióstatos,
reflejan y concentran la luz solar hacia un receptor, en el cual esa luz solar concentrada calienta
un fluido térmico (por ejemplo, aceite) hasta altas temperaturas. Ese fluido sirve para calentar
agua y generar, a su vez, el vapor de agua.

A continuación, el vapor se dirige a una turbina que impulsa un generador eléctrico, en el que
se produce la electricidad. Además, en algunas instalaciones, parte del calor que se recibe del
sol se almacena en sales fundidas o materiales cerámicos para poder seguir generando
electricidad incluso cuando el sol no está presente, como durante la noche o en días nublados.

- Energía solar pasiva

La energía solar pasiva se refiere al uso de la luz y el calor directamente, sin transformarla en
otra energía diferente. Una casa pasiva, por ejemplo, puede incluir desde su fase inicial de
diseño los elementos adecuados para recolectar, almacenar y distribuir la energía solar en
forma de calor en el invierno, así como repeler el calor externo cuando es verano. Este tipo de
construcciones permiten un considerable ahorro energético, de hasta un 70 %.

Existen diversas maneras de lograr este aprovechamiento energético: utilizando grandes


ventanales para absorber la máxima cantidad de luz solar en invierno; disponiendo los cristales
de forma que queden orientados al sol; o utilizando materiales de masa térmica que absorben
y almacenan el calor durante el día, entre otras soluciones.

Las principales ventajas de la energía solar pasiva tienen que ver con su escaso o nulo
mantenimiento y que no se requieren costes adicionales para realizar su cometido. Por
añadidura, es una tecnología que no emite gases contaminantes durante su funcionamiento.

ENERGIA HIDROELÉCTRICA

La energía hidráulica, también conocida como energía hidroeléctrica, es aquella que se genera
al transformar la energía potencial existente entre dos masas de agua situadas a distinta altitud
o cota en energía eléctrica. Para aprovechar dicha diferencia de altura, se construyen
infraestructuras hidráulicas capaces de extraer el máximo potencial de este recurso autóctono.
El resultado es una energía renovable y limpia, ya que evita que se utilicen combustibles fósiles
y reduce las emisiones de dióxido de carbono, limitando la contaminación y el efecto
invernadero.

Los seres humanos llevan siglos aprovechando la energía de las corrientes fluviales, empleando
ruedas hidráulicas giradas por los ríos para moler grano e incluso para fabricar telas. La energía
hidroeléctrica se convirtió en una fuente de electricidad a finales del siglo XIX, después de que
el ingeniero británico-estadounidense James Francis construyera la primera turbina de agua
moderna. En 1882 comenzó a funcionar la primera central hidroeléctrica del mundo en
Appleton (Wisconsin), en Estados Unidos.

1. Recurso reutilizable; El agua de lluvia almacenada por las precipitaciones es


aprovechada por varias centrales hidráulicas conectadas entre sí a través de los
embalses.
2. Función de control; Los embalses permiten regular el caudal de un río para evitar, por
ejemplo, crecidas peligrosas.
3. Almacenamiento; Las centrales de bombeo permiten almacenar energía a gran escala.
4. Instalaciones duraderas; Las centrales hidroeléctricas tienen una larga vida útil.
5. Económica; La inversión inicial es intensiva y los costes de explotación reducidos.
6. Complemento a otros tipos de energía; Es un respaldo esencial para el desarrollo de
otras tecnologías renovables como la solar y la eólica.
7. Sostenible; Aprovecha el valor energético del agua, no produce emisiones
contaminantes y contribuye a la reducción de la emisión de gases de efecto
invernadero.
8. Flexible; Permite un respuesta rápida a las variaciones de demanda.

Principales tipos de centrales hidroeléctricas

Según su funcionalidad, las centrales hidroeléctricas se clasifican en:

- Centrales de agua fluyente: El funcionamiento de la central se adapta al régimen de


caudales que discurre por el río, sin alterarlo. Estas centrales no poseen una gran
capacidad de almacenamiento y tienen un funcionamiento continuo, aunque variable a
lo largo del año. La energía producida no se puede adaptar a las necesidades de
cobertura de la demanda eléctrica.
- Centrales de regulación: Este tipo de instalación permite almacenar agua y regular su
funcionamiento para atender las necesidades de la demanda. La capacidad de
almacenamiento se consigue mediante un embalse situado aguas arriba de la central y
dependiendo de su capacidad se habla de regulación estacional, anual e, incluso,
hiperanual.
- Centrales reversibles o de bombeo: Estas instalaciones, al tiempo que generan
electricidad, son capaces de acumular energía eléctrica bombeando agua a un embalse
superior. Además, es más rentable y aporta estabilidad, seguridad y sostenibilidad al
sistema eléctrico, al producir gran cantidad de energía con un tiempo de respuesta
muy rápido y sin crear ningún tipo de emisión a la atmósfera. Iberdrola es líder en
almacenamiento de energía por esta tecnología.

¿Cómo funciona una central hidroeléctrica?

Las centrales hidroeléctricas convierten en energía eléctrica la diferencia de energía potencial


que tiene una determinada masa de agua al trasladarla entre dos puntos situados a distinta
altitud o cota.

1. Presa; La presa, situada en el cauce habitual del río, acumula agua para formar el
embalse. Eso permite que el agua adquiera una energía potencial que después se
transformará en electricidad
2. El agua situada detrás de la presa discurre a través de una entrada y es conducida a
través de una tubería forzada
3. La energía potencial se va transformando en energía cinética a medida que el agua
circula por la conducción
4. Turbina; Al llegar a las salas de
máquinas, el agua actúa sobre las
paletas de la turbina transformando su
energía cinética en mecánica de
rotación
5. Desagüe; El agua, una vez que ha
cedido su energía, es conducida río
abajo a través del canal de desagüe
6. Generador eléctrico; El eje de la turbina
está unido al del generador eléctrico,
que al girar convierte la energía
rotatoria en electricidad
7. Tendido eléctrico
8. Transformador
9. Rejas filtradoras
10. Tubería reforzada
11. Eje
12. Agua en movimiento
13. Agua aprovechada para otros usos
como el riego
ENERGÍA EÓLICA

La energía eólica es aquella que se obtiene a partir de la fuerza del viento. ¿Cómo? A través de
un aerogenerador que transforma la energía cinética de las corrientes de aire en energía
eléctrica. El proceso de extracción se realiza principalmente gracias al rotor, que transforma la
energía cinética en energía mecánica, y al generador, que transforma dicha energía mecánica
en eléctrica. Hablamos de una energía renovable, eficiente, madura y segura clave para la
transición energética y la descarbonización de la economía.

Cómo funciona la energía eólica. Características

Para aprovechar la energía cinética del viento y convertirla en energía eléctrica, es necesario,
tal y como ya hemos comentado, el uso de un aerogenerador. El óptimo aprovechamiento de
estos gigantes —suelen tener entre 80 y 120 metros de altura— depende de la fuerza del
viento. Por ello, los parques eólicos, que agrupan un gran número de aerogeneradores y hacen
posible la obtención de esta energía en grandes cantidades, deben implantarse en lugares
donde la presencia del viento sea predominante.

Los aerogeneradores han de orientarse en la dirección del viento —esto sucede gracias a una
veleta que se encuentra en la góndola—. A partir de ahí, la fuerza de las corrientes de aire
pondrá en funcionamiento las tres principales partes del aerogenerador:

- El rotor: compuesto por tres palas y el buje que las une, su función es captar la fuerza
del viento y convertirla en energía mecánica de rotación.
- La multiplicadora: unida al motor mediante un eje, su función es elevar la velocidad de
giro de 30 revoluciones por minuto
(rpm) a 1500 rpm.
- El generador: este elemento se encarga
de convertir la energía mecánica de
rotación en energía eléctrica.

Cada uno de los aerogeneradores que


componen un parque eólico están unidos entre
sí por cables subterráneos que llevan la energía
eléctrica a una subestación transformadora. De
ahí es transportada a los hogares, las fábricas o
las escuelas, entre otros, a través de las redes de
distribución de las distintas compañías
eléctricas.

Partes de un aerogenerador

ENERGÍA GEOTÉRMICA

La energía geotérmica permite utilizar el calor del interior de la tierra para obtener electricidad,
agua caliente y calefacción, ofreciendo una alternativa a los combustibles fósiles. Aunque es un
tipo de energía renovable con muchos años de historia, sigue siendo una gran desconocida.
Descubre en qué consiste la geotermia, cómo funciona y cuáles son sus ventajas.

¿Qué es la energía geotérmica?

La etimología griega del nombre nos da muchas pistas sobre lo que implica la geotermia: geō
(tierra) y thermós (calor). Es decir, la energía que proviene del calor de la tierra. El Consejo
Europeo de la Energía Geotérmica (EGEC) la define como “la energía almacenada en forma de
calor por debajo de la superficie de la tierra”. Esta definición hace referencia al calor
almacenado en rocas, suelos y aguas subterráneas, cualquiera que sea su temperatura,
profundidad o procedencia.

Se considera una energía renovable y limpia. El calor que proporciona es ilimitado y la


temperatura del subsuelo es muy estable, lo que permite obtener rendimientos energéticos
elevados.

Existen diferentes tipos de energía geotérmica dependiendo del tipo de recurso natural del que
se extraiga (de agua caliente, pozos secos, géiseres, vapor seco), la profundidad de perforación
(superficial, desde algunos metros hasta grandes profundidades por encima de 10 Km) o la
temperatura del agua (de alta a baja temperatura), entre otros.

Para qué se utiliza la energía geotérmica

La geotermia se puede utilizar para producir electricidad o para usos térmicos. Las
posibilidades de este tipo de energía dependen fundamentalmente de la temperatura a la que
se encuentren los recursos geotérmicos:

- A baja temperatura (menos de 100 grados centígrados). La energía obtenida se usa


para el aprovechamiento térmico en procesos industriales y agrícolas, en sistemas de
calefacción y refrigeración urbanos y para generar agua caliente sanitaria.
- A media temperatura (entre 100 y 150 grados centígrados). Sus aplicaciones son
principalmente térmicas (calefacción, agua caliente sanitaria…) en el ámbito industrial,
residencial y en el sector servicios. De forma minoritaria, se emplea en la generación
de energía eléctrica.
- A alta temperatura (más de 150 grados centígrados). Se aprovecha para producir
energía eléctrica. También se aprovecha ocasionalmente en sistemas de calefacción
geotermal.

Cómo extraen energía las centrales geotérmicas

La tierra está compuesta por varios estratos o capas rocosas que van desde el centro hasta la
zona más superficial. El núcleo del planeta está conformado por una masa sólida e
incandescente compuesta por minerales, rocas fundidas y gases, entre los que predominan el
hierro y el níquel. Por encima del núcleo está el manto, también bastante fluido y caliente y
finalmente la corteza terrestre, la capa más superficial que aun así es de aproximadamente 20
km de espesor.

Cuando el agua de las precipitaciones se filtra a través de la corteza terrestre, forma masas de
agua (corrientes profundas y acuíferos) que, al entrar en contacto con el calor del subsuelo,
dan lugar a una reserva geotérmica formada por agua y vapor a elevadas temperaturas. En
ocasiones el calor existe, pero no el acuífero, por lo que para explotar la energía geotérmica
hay que inyectar algún fluido que permita extraerla (normalmente agua).
Las centrales geotérmicas extraen la energía térmica en forma de agua caliente y vapor. En la
superficie se aprovecha esa energía bien directamente separando el vapor de la mezcla con un
separador ciclónico o bien indirectamente utilizando un intercambiador de calor. El agua
sobrante se reinyecta de nuevo en el subsuelo para reiniciar el ciclo y el vapor obtenido se
envía a una turbina para generar electricidad.

¿Cómo funciona una central geotérmica?

1. Se extrae una mezcla de vapor y


agua de la reserva geotérmica
mediante un pozo subterráneo.
2. La mezcla llega al separador
ciclónico, donde se disocia el vapor
de las moléculas de agua.
3. El agua en estado líquido se
devuelve al subsuelo para que se
vuelva a calentar.
4. El vapor extraído hace girar una
turbina (energía mecánica), que a su
vez activa un generador de energía
eléctrica.
5. El generador transforma la energía
mecánica en energía eléctrica.
6. Un transformador envía la energía eléctrica a las subestaciones, que se encargan de
trasladarla a la red de distribución.
7. El vapor sobrante se condensa, se vuelve a inyectar en el subsuelo y el proceso se
repite de nuevo.

ENERGÍA MAREOMOTRIZ

La energía mareomotriz, también llamada energía oceánica, es un tipo de energía renovable


que es capaz de aprovechar el movimiento de las mareas y transformarlo en energía eléctrica.

La energía mareomotriz es por tanto una fuente de energía limpia e inagotable, por lo que es
una opción perfecta para avanzar hacia un sistema energético más sostenible.

Los diferentes tipos de energías marinas

Antes de seguir profundizando en la energía mareomotriz y su papel en la transición energética


conviene aclarar que nuestros océanos nos pueden aportar energía de maneras muy diversas:

- Energía mareomotriz: tal y como hemos visto, se aprovecha la subida y la bajada de las
mareas que produce la atracción gravitatoria ejercida por el Sol y la Luna sobre nuestro
planeta. Un fenómeno natural fácilmente previsible a partir del cual el movimiento del
agua se puede transformar en electricidad.
- Energía undimotriz: También conocida como energía olamotriz, aprovecha el
movimiento de las olas. En este caso, la radiación del Sol causa un calentamiento
desigual de la Tierra que provoca el desplazamiento de las masas de aire y la formación
de los vientos que causan el oleaje.
- Energía de corrientes: Se emplea la energía cinética de las corrientes marinas.
- Energía del gradiente térmico o maremotérmica: basándose en la diferencia de
temperatura entra las aguas de la superficie y las profundas, se aprovecha la energía
térmica del mar.
- Energía del gradiente salino o energía azul: Se obtiene energía a partir de la diferencia
en la concentración de sal que hay entre el agua del mar y la de los ríos.

Ventajas tiene la energía mareomotriz

- Es una energía limpia y renovable; Se trata de una fuente de energía inagotable que
además no emite ningún gas de efecto invernadero, ni necesita combustibles
adicionales, por lo que es respetuosa con el entorno.
- Es altamente predecible; Los ciclos de las mareas son fáciles de predecir y, por tanto,
de gestionar. Se puede conocer con antelación la potencia que puede ofrecer cada
central mareomotriz, por lo que se trata de un sistema de producción de electricidad.
- Es eficaz a bajas velocidades; La energía de las mareas puede generar electricidad a
velocidades muy bajas ya que en su caso lo importante es el alto volumen de la masa
de agua y no tanto la rapidez de su desplazamiento.

BIOMASA

La biomasa es una fuente de energía heterogénea ya que puede aparecer en diversas formas:
residuos agrícolas (rastrojos), forestales (limpieza de montes y cuencas de ríos),
agroalimentarios (residuos de la industria ganadera o aceite industrial) y la propia materia
orgánica que generamos los seres humanos en forma de basura.

El material más utilizado en la producción de bioenergía es la madera, ya sea en forma de


pellets, astillas, briquetas, serrín o leña; gracias a la combustión de estos materiales orgánicos,
podemos obtener calor, combustibles y electricidad. En países como España, con un rico
entorno natural y una extensa producción agrícola y ganadera, la posibilidad de contar con la
energía obtenida a partir de la biomasa es una magnífica noticia, ya que resulta mucho más
sencillo acceder a las materias primas necesarias para su producción.

Cómo se aprovecha la energía de la biomasa

La biomasa puede aprovecharse para producir calor, electricidad o combustibles. Además, su


adaptabilidad permite utilizarla tanto a pequeña escala (por ejemplo, en la caldera de una
vivienda o edificio) como a gran escala (en plantas de biocombustibles).

- Métodos termoquímicos; Son los que transforman la biomasa a partir del calor; se
utilizan en los materiales con menos humedad.
- Métodos bioquímicos; Se recurre a determinados microorganismos que degradan las
moléculas de la materia orgánica. Se aplican a los materiales con más contenido en
humedad.

Producción de biocombustibles

- Biocombustibles de primera generación: Se obtienen a partir de cultivos agrícolas


alimentarios (por ejemplo, aceites vegetales).
- Biocombustibles avanzados o de segunda generación: Proceden de los residuos de los
cultivos, las industrias alimentarias, los residuos urbanos y los obtenidos a partir de
cultivos agroforestales no destinados a la alimentación. También pueden extraerse de
plantas acuáticas y algas cuyo contenido en aceite es superior al 50%. Aunque estos
últimos aún no se han puesto a la venta, los estudios demuestran su gran potencial.
- Adicionalmente existen rutas en desarrollo en los que mediante modificación genética
de ciertos microorganismos se consigue mejorar la captación y almacenamiento del
CO2.

En la actualidad, los biocombustibles más utilizados son el bioetanol y el biodiésel, aunque


están surgiendo otras alternativas muy interesantes, como el hidrobiodiésel (HVO), o el biojet
(SAF).

- Bioetanol: Como un sustituto de la gasolina, en la actualidad se obtiene de cultivos


tradicionales como el maíz, la remolacha, la caña de azúcar y ciertos cereales.
- Biodiésel: Deriva de grasas como de aceites vegetales, grasas animales y grasas de
cocina recicladas, y puede mezclarse con el diésel obtenido a partir del petróleo.

Como fuente de energía alternativa, podríamos considerar el hidrógeno, ya que es un


elemento abundante en el planeta y se le podría sacar provecho.

HIDRÓGENO

El hidrógeno es un combustible limpio. Cuando se consume en una celda de combustible, solo


produce agua. Se puede emplear para almacenar, transportar y proporcionar energía. El
hidrógeno se puede producir a partir de una variedad de recursos energéticos, como gas
natural, energía nuclear, biomasa, energía eólica y energía fotovoltaica.

Estas cualidades convierten al hidrogeno en combustible atractivo para aplicaciones de


transporte y generación de electricidad. Se puede usar en industrias, viviendas,
almacenamiento de energía o movilidad sostenible.

El hidrógeno puede obtenerse de diversas maneras. Unas formas son más eficientes que otras.
Una de las alternativas más importantes para generar hidrógeno gaseoso es a partir de agua
mediante electrolisis. Sin embargo, existen otros métodos igualmente efectivos que son
actualmente utilizados en la industria.

CÓMO FUNCIONA EL COMBUSTIBLE DE HIDRÓGENO

El hidrógeno presurizado entra en la pila por la


parte del ánodo, forzando este gas a través del
catalizador mediante presión. Cuando la molécula
de hidrógeno entra en contacto con el platino del
catalizador, se divide en dos iones (H+) y dos
electrones.
Los electrones son conducidos a través del ánodo para llegar al circuito externo. Este proceso
genera electricidad que se emplea en el motor eléctrico generando el movimiento en la
máquina.

En el cátodo, el oxígeno pasa a través del catalizador y forma dos átomos de oxígeno cargados
muy negativamente. Eso atrae a los iones de antes (H+) y se combinan junto con 2 electrones
que vuelven del circuito externo. Todo junto forma una molécula de agua (H2O), que es
expulsada como residuo del proceso.

¿POR QUÉ NO USAMOS HIDRÓGENO COMO COMBUSTIBLE?

Cada día tenemos menos motivos para evitar este combustible limpio, sin embargo, aun
quedan unos inconvenientes que conducen a emplear otro tipo de combustibles. Los
principales motivos son:

- Es un combustible costoso económicamente. Aunque el hidrógeno es muy abundante,


hacerlo útil para transformarlo en una celda de combustible aun es una alternativa
desfavorable.
- Es inflamable. Por ese motivo, la seguridad de los elementos de carga de hidrógeno
sigue siendo una preocupación.
- Hay pocas instalaciones que producen hidrógeno a gran escala. Esto repercute en el
suministro y en el precio final de este combustible.
- Es difícil de almacenar. Se trata de una diferencia de otros combustibles tradicionales,
como el carbón, que es sencillo y se puede hacer casi de cualquier manera.

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