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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE

MÉXICO
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
SISTEMA UNIVERSIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA –
SUAyED
LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA
ACTIVIDAD 3.2 SÍNTESIS DEL MARXISMO

ALUMNA : ALMA JENNY CRUZ


DOMINGUEZ
MATRÍC : 422042015
ULA
SÍNTESIS DEL MARXISMO

El socialismo científico nació en la primera mitad del siglo XIX, fundado por Karl Marx y Federico
Engels, quienes presentaron varias obras.

El marxismo se caracterizaba por una unión constante entre los problemas y la acción, siendo
fruto de toda cultura anterior, por lo que podemos encontrar en el marxismo, lo mejor que hay en
la cultura del pasado. Sus fuentes son la economía política inglesa, el socialismo francés y la
filosofía clásica alemana.

Lo que Marx extrajo de la filosofía clásica alemana, le dio el nombre de “el lado activo del
conocimiento” y se refiere a “armas ideológicas para luchar contra las ideas del materialismo
inglés, de inspiración empirista y según las cuales el conocimiento era simplemente un efecto
pasivo” (Curiel Méndez & et.al., 1981, pág. 223).

Por otro lado, de la filosofía de Hegel, considera aspectos como Las Leyes del desarrollo y los
conceptos de enajenación y del hombre producto de su trabajo.

En 1886, se publica una crítica sobre Feuerbach (quien influyó ampliamente en el pensamiento de
su época), donde se consideraba que con él se representaba el fin de todo pensamiento alemán; al
respecto, el marxismo lo considera como una transición entre la filosofía de la burguesía a la
filosofía del proletariado.

Por su parte, Engels hace referencia al escrito de Feuerbach (1840-41) titulada La esencial del
cristianismo, y realiza una crítica a la religión, considerándose una victoria decisiva contra las
potencias del pasado. De tal modo que, Marx y Engels se enfocan en el radicalismo político de los
jóvenes Hegelianos, que buscaban responder a toda teología mediante la razón. Con esto,
buscaban influir en un cambio, pero no de las condiciones materiales, sino del contenido de la
conciencia.

Las aportaciones de Feuerbach le permitieron a Marx tomar conciencia de su propio pensamiento,


hasta llegar a la creación del materialismo histórico; donde la principal crítica que realiza al
materialismo de Feuerbach es la falta de consideración de la práctica concreta del hombre.

Sin embargo, el marxismo enfatizó su valor en las luchas proletariadas, surgiendo como una
filosofía nueva, dejando de ser una reflexión abstracta, para pasar a realizar sistema de
interpretación y pensamientos constructivos integrados a la acción, que busquen cambiar la
realidad, pues nace de la lucha del hombre contra la naturaleza y la sociedad; de tal manera que el
marxismo transforma a la filosofía en “el arma eficaz del proletariado que lucha por su libertad”
(Curiel Méndez & et.al., 1981, pág. 230).

El marxismo tiene una estrecha relación con el desarrollo de la ciencia, surgiendo al mismo tiempo
las condiciones sociales para una liberación de la explotación (marxismo) y las condiciones
culturales para una conciencia clara de la experiencia humana (ciencia); de tal manera que los
trabajos de Marx y Engels aportan a la filosofía materialista los conocimientos necesarios para
completar y transformar la comprensión de la condición humana; siendo la concepción dialéctica y
materialista de la naturaleza, la historia y el pensamiento; el punto de partida del sistema de Marx
y Engels.
El marxismo no se entiende como un dogma, sino como una doctrina que busca enriquecerse sin
cesar para progresar hacia la verdad, mediante el análisis de la realidad.

Así pues, se sirvió de los avances científicos del siglo XIX, como lo fue el transformismo; al igual
que la publicación de Darwin “El origen de las Especies” (1859). Debido a ello, el marxismo se
considera una verdadera ciencia de las sociedades, pues une la ciencia económica y la historia con
sus conflictos de clase, haciendo también de las luchas revolucionarias, una ciencia.

En estas luchas revolucionarias, el hombre como ser social, lucha contra la naturaleza; aunque es
indispensable considera que la naturaleza se transforma debido al hombre, prueba de que la
inteligencia del hombre ha crecido logrando aprender cómo transformar la naturaleza; siendo
estas reflexiones de Engels las que definen los fundamentos de la concepción marxista del
conocimiento; donde la práctica y el trabajo hacen posible el desarrollo de la conciencia; lo que
nos permite concluir que el conocimiento científico de la realidad tiene su origen en la práctica
histórica de la humanidad.

Por otro lado, el punto de convergencia que Marx encuentra en la filosofía alemana, la economía
política inglesa y el socialismo francés, es el análisis de la enajenación, entendiéndose como la
pérdida de lo que constituye la esencia del hombre y la dominación del objeto sobre el sujeto.

Al respecto, Marx escribe en su obra “El capital”, donde muestra cómo el producto del trabajo
reviste la apariencia de una realidad ajena que le domina. Por su parte, Hegel considera que la
enajenación no permite al espíritu reconocer en lo que se ha creado su propia obra. De tal forma,
que la enajenación tiene significaciones filosóficas, económicas, jurídicas y revolucionarias, siendo
la forma más corriente de enajenación, “la venta”.

“Marx descubre en la economía política la clave de los conceptos más abstractos de la filosofía”
(Curiel Méndez & et.al., 1981, pág. 246), encontrando en el trabajo el único creador de riqueza,
cuestión que le permitió formular las primeras nociones de El Capital, refutando la fórmula
trinitaria de los economistas clásicos que establecían el capital como producto del interés, la tierra
como producto de la renta y el trabajo como producto del salario.

En sus manuscritos se refiere a la propiedad privada (enajenación del hombre) como una
expresión material de la vida humana, conceptualizando al capital como trabajo enajenado;
también considera que “el capital es el hombre completamente enajenado de sí mismo y el dinero
es el poder enajenado de la humanidad” (Curiel Méndez & et.al., 1981, pág. 247); de tal modo que
considera a la enajenación económica la raíz de todas las enajenaciones. Marx consideró el
momento más crítico de la enajenación con la sociedad capitalista.

En un régimen capitalista las clases explotadas y explotadoras están enajenadas pero de formas
distintas: Las clases explotadoras (burguesía) tienen disposición de riquezas y poderío creados por
el trabajo, mientras que las explotadas (proletariado) están desposeídas de riquezas y su actividad
es productora al buscar el poder que les fue arrebatado y que llegó a serles ajeno, pondrá fin a su
enajenación, dando como resultado una lucha de clases del proletariado; siendo su victoria la
conquista de la libertad y del advenimiento del humanismo. Una vez destruido el modo de
producción capitalista, el proletariado conquistará el poder.
“Para Marx y Engels la ideología consiste en las ideas de la clase dominante y se vincula con la
propiedad de los medios de producción en cada época histórica” (Curiel Méndez & et.al., 1981,
pág. 272), donde el estado es una comunidad ilusoria.

Marx y Engels retomaron la historia del capitalismo en el Manifiesto del Partido Comunista (1848),
donde plantean una estrategia para la derrota del régimen burgués; además de analizar las
contradicciones capitalistas; presentado un proyecto para la sociedad del futuro, proponiendo una
sociedad comunista, sin clases y sin explotación de hombres; derivado del triunfo de la clase
proletariada sobre las clases dominantes, que al ser vencidas, se eliminarán las viejas relaciones de
producción, dando paso a este nuevo orden social.

Por el lado educativo, Marx y Engels no realizaron un análisis relativo a la escuela; sino que la
problemática educativa es abordada de modo ocasional y fragmentada en sus críticas de las
relaciones sociales.

Sus planteamientos emancipatorios de la clase proletariada, busca la formación de una nueva


sociedad para un nuevo hombre, que busque la construcción de una nueva sociedad; donde
evidentemente la formación de este nuevo orden requiere la implementación de una educación
como papel fundamental.

Otro elemento que consideran en sus aportaciones, se refiere a la explotación de los niños y
adolescentes por parte de los intereses del capital, cuestión que sacrificaba el desarrollo físico e
intelectual de los menores por los intereses de la producción, dejando a un lado las escuelas;
cuestión que preocupó a Marx y Engels y que los animó a procurar mejores condiciones
educativas, por lo que consideraron necesario “procurar a los hijos de los proletariados una
preparación adaptada a la vida en la sociedad presocialista y socialista” (Palacios, 1984, pág. 336),
procurando eliminar la miseria de los proletariados en la sociedad de clases y humanizar a la
sociedad.

En los Principios del Comunismo, Engels establece la prioridad de acabar con la propiedad privada
y asegurar la existencia digna del proletariado e implementar educación para el trabajo fabril.
Además, en el Manifiesto comunista, se establecen las siguientes medidas: Defender la educación
pública y gratuita de todos los niños y la abolición del trabajo infantil en las fábricas.

Marx propone en su obra “El Capital” un régimen combinado del trabajo productivo con la
enseñanza, haciendo alusión a las aportaciones de Owen sobre la enseñanza basada en un trabajo
productivo con la finalidad de producir hombres plenamente desarrollados.

Además de fundar sus principios educativos, Marx y Engels legislan las cuestiones educativas en las
fábricas mediante las escuelas de trabajo, mediante la educación socialista, que busca la
participación de niños y jóvenes en el proceso de producción.
Referencias
Curiel Méndez, M., & et.al. (1981). Aspectos filosóficos del socialismo utópico. Algunos espectos
histórico-económicos del socialismo científico en Marx y Engels. En Historia de las Ideas II
(págs. 221-250 Y 257-283). México: Universidad Pedagógica Nacional.

Palacios, J. (1984). La perspectiva sociopolítica del marxismo. En La cuestión escolar. (págs. 331-
350). Barcelona: Laia.

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