Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La ciencia
entre método y anarquía. Buenos Aires: Editorial Bonaletra
Alcompás
El problema de la demarcación
El denominado problema de la
demarcación es uno de los
principales obstáculos a que los
filósofos de la ciencia se ven
obligados a enfrentarse. En su
versión más general, se trata de
identificar un criterio que permita
trazar, o delimitar con precisión, el
confín entre la ciencia y otros
ámbitos del pensamiento humano
como la metafísica, la religión o la
pseudociencia. No es del todo
banal establecer qué es lo que hace
científica una teoría y cuándo, en
cambio, es apropiado desestimarla
por falta de cientificidad o por
menor cientificidad. Lo mismo
sirve a la hora de juzgar
determinadas disciplinas.
Pongamos un ejemplo para ambos casos: ¿en base a qué podemos afirmar
que la teoría de la evolución de Darwin es científica y, en cambio, no
considerar científica la teoría creacionista? ¿En base a qué estamos
dispuestos a considerar la astronomía una ciencia, y en cambio etiquetamos
la astrología como una pseudociencia? Obviamente, la comunidad de
eruditos defiende la cientificidad de la teoría de la evolución y de la
disciplina astronómica, pero lo cierto es que habría que justificar por qué las
consideramos científicas.
¿Qué es una hipótesis científica? Una hipótesis científica dice algo sobre el mundo. Por
ejemplo, «Todos los cuerpos se atraen recíprocamente según la ley del inverso del cuadrado
de la distancia». El contenido informativo de una teoría así es enorme. La evidencia
disponible es una información fáctica respecto a algo localizado en el espacio-tiempo, un
fragmento de universo. Por lo tanto, está claro que si asumimos que todos los hechos son
equiprobables, tenemos una infinidad de hechos para añadir a una teoría científica y, puesto
que podemos producir solo una cantidad finita de pruebas, la probabilidad p será siempre 0.
(Lakatos y Feyerabend, 1995, p. 70)
A→B
A
_____________
B
A→B
B
_____________
A
El falsacionismo dogmático
Una vez visto que las teorías científicas no pueden ser ni demostrada ni
hacerlas probables, el falsacionismo dogmático establece que la evidencia
empírica contraria y consolidada es el único árbitro para poder juzgarlas.
Para el falsacionista dogmático, las teorías científicas son conjeturas
Algunas de ellas serán falsadas por la evidencia empírica contraria; otras,
en cambio, serán capaces de superar ese control. Las teorías falsadas
deberán ser abandonadas. En ese caso, estamos frente a una perspectiva
opuesta respecto a la precedente, puesto que este criterio de demarcación
nos sirve para establecer no qué teorías conservar, sino qué teorías
desestimar. Lakatos afirma que el falsacionismo dogmático es una postura
empírica (por eso también se le denomina naturalista), pero no inductivista:
es empirista ya que asume la evidencia empírica como banco de pruebas
para aceptar o rechazar una teoría; no es inductivista porque concibe las
teorías como audaces especulaciones que en ningún caso derivan de los
hechos. La honestidad intelectual del falsacionista dogmático exige
establecer por adelantado qué experimento decisivo podría contradecir una
teoría concreta. Si ese experimento falsa realmente la teoría, entonces esta
debe ser desestimada. Además, quien comparte la postura del falsacionismo
dogmático considera que el progreso de la ciencia se produce a través de
continuos cambios de teorías por medio de hechos puros y simples.
[1] una contrastación es […] un enfrentamiento entre teoría y experimentación […] y [2] el
único resultado interesante de ella es la falsación.
[1'] las contrastaciones se hacen entre teorías rivales y experimentos y [2'] los únicos
descubrimientos interesantes resultan más de la confirmación que de la falsación (véase
Lakatos y Musgrave 1970/1976, p. 190).
Pero no se descubre la nube. ¿Abandona nuestro científico la teoría de Newton junto con la
idea del planeta perturbador y de la nube que lo oculta? No. Sugiere que existe un campo
magnético en esa región del universo que inutilizó los instrumentos del satélite. Se envía un
nuevo satélite. Si se encontrara el campo magnético los newtonianos celebrarían una victoria
sensacional. Pero ello no sucede. ¿Se considera este hecho una refutación de la ciencia
newtoniana? No. O bien se propone otra ingeniosa hipótesis auxiliar o bien… Toda la
historia queda enterrada en los polvorientos volúmenes de las revistas, y nunca vuelve a ser
mencionada. (Lakatos y Feyerabend 1995, pp. 97-98)
Desde el punto de vista del demarcacionismo, en cambio, se distingue entre trabajos buenos
y malos, independientemente de quien los haya escrito. También hemos examinado distintas
variantes del demarcacionismo, como el inductivismo, del cual se ha demostrado la
imposibilidad lógica.
¿Qué nos dice este criterio y qué observaciones podemos extraer de él?
Por tanta, es evidente que para Lakatos existe una estrecha relación
entre la distinción núcleo / cinturón protector y la distinción heurística
negativa / heurística positiva. La heurística negativa nos impide someter al
núcleo de una teoría a análisis y adaptaciones. En este caso, nos
enfrentamos a un elemento puramente convencionalista: son los científicos
los que establecen cuál es el contenido irrenunciable de una teoría. Sin
embargo, Lakatos considera que su metodología racionaliza el
convencionalismo clásico, ya que admite que en ciertas condiciones los
científicos están autorizados a abandonar incluso el núcleo de la teoría. Eso
puede suceder, por ejemplo, si el programa de investigación deja de
anticipar hechos nuevos.
Que el equilibrio dinámico de los sistemas en los estados estacionarios […] está gobernado
por las leyes ordinarias de la mecánica, mientras que tales leyes no se cumplen para la
transición.
Que el estado permanente de cualquier sistema atómico, esto es, el estado en que la energía
emitida es máxima, queda determinado por la condición de que el momento angular de cada
electrón alrededor del centro de su órbita es igual a h/2w (Lakatos y Musgrave 1970/1976,
p. 218).