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Habilidades del siglo XX1

Las habilidades del ser humano son necesarias en todos los ámbitos, econòmico, social y por

supuesto en la educación, antes, es necesario aclarar que se entiende por educación, Bula

(2010) lo explica de la siguiente manera:

Diremos pues que una habilidad es la capacidad de responder exitosamente a un

conjunto de situaciones que, gracias a la experiencia involucrada, se presentan

fenomenológicamente a quien es hábil como solicitando determinadas respuestas

adecuadas. Un corolario de esta definición es que la persona hábil en una determinada

habilidad experimenta un mundo diferente que quien no lo es (con respecto al

epígrafe, para mí Venus es sencillamente invisible durante el día). De este corolario se

sigue otro: las habilidades transforman a las personas, son maneras de hacer y

maneras de ser. (p.4)

Las habilidades educativas que son necesarias, tanto de los maestros, así como de los

alumnos, van cambiando y variando de acuerdo a la época en el que se vive, así como de las

circunstancias, características y contextos en donde se da la educación, sin embargo, para el

siglo XXI podríamos tomar en cuenta las siguientes: pensamiento crítico, colaboración y

trabajo en equipo, creatividad, comunicación, resiliencia, responsabilidad y sobre todo,

adaptabilidad, pues al vivir en una sociedad líquida, en la cual se viven cambios

constantemente, es necesario saber acoplarnos, Villegas (2017) citado por Sepulveda (2022)

propone habilidades sociales para el siglo XX1:

Habilidades sociales, tales como el respeto, el comportamiento apropiado de acuerdo

al contexto y la resolución de conflictos; habilidades de comunicación oral, escrita y

no verbal; habilidades de pensamiento de orden superior, implicando el

pensamiento crítico, la toma de decisiones y la resolución de problemas; y


habilidades intrapersonales tales como el autocontrol y la autopercepción positiva.

(pp.19-20)

Por otra parte, existen habilidades que son necesarias para la educación inclusiva en la

formación de futuros docentes, pues al hablar de inclusión, es necesario saber de qué manera

se implementará y con qué herramientas, habilidades, conocimientos y estrategias Bolivar

(2020) explica lo siguiente:

En este sentido, las habilidades tienen el potencial para ser eje central de las

herramientas metodológicas que posibilitarían al licenciado construir espacios

efectivos de educación inclusiva, pues con ellas se pretende desarrollar destrezas que

faciliten nuevas maneras de enfrentar estos escenarios; aunque las instituciones deben

garantizar herramientas mínimas para la implementación de estos ambientes, el

panorama no es alentador en muchos espacios, debido, entre otros aspectos, a:

Instituciones que carecen de condiciones mínimas, como infraestructura adecuada y

recursos de trabajo; el desconocimiento de acciones efectivas por parte de docentes y

directivos; o falta de apoyo institucional; todo ello es apenas un ejemplo de los

eventos que restringen y frustran la apertura a la educación inclusiva. (p.104)

Brecha Digital

La brecha digital es probablemente un concepto con el que se inicia la reflexión alrededor del

tema del impacto social de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Se percibe

que estas tecnologías van a producir diferencias en las oportunidades de desarrollo de las

poblaciones y que se establecerá una distancia entre aquellas que tienen o no tienen acceso a

las mismas. Rodríguez (2006) nos comenta al respecto que: “La brecha digital es una

metáfora adecuada para describir la desventaja de aquellos que no son capaces o que deciden

no hacer uso de las tecnologías de la información para sus actividades diarias” (p.25).
Como puede deducirse, el concepto de brecha digital se ha modificado a través del

tiempo. En un principio se refería básicamente a los problemas de conectividad.

Posteriormente, se empieza a introducir la preocupación por el desarrollo de las capacidades

y habilidades requeridas para utilizar las TIC (capacitación y educación) tal como lo explica a

continuación Rodríguez (2006):

El problema del acceso a la red no se puede plantear como un asunto de ganar o

perder, es necesario tener acceso a la red y permanecer en ella. La brecha no podrá

cerrarse si solamente se tiene la intención de lograr el acceso y no se le da importancia

a su uso, pues en realidad su utilización es lo más importante en el momento de

definir el significado de brecha digital. (p.25)

En este sentido, las más importantes mediciones de la brecha digital (e-readiness,

UIT) están relacionadas con el grado de masificación del uso de las TIC entre países,

regiones, grupos o personas y se mide por variables como la disponibilidad de computadoras,

la densidad telefónica y la velocidad de acceso por persona. Rodríguez (2006) señala que:

Los elementos que se pueden analizar para entender el problema de la brecha son

muchos, pero entre los más importantes están los relacionados con el estatus

económico, el género, la edad, el nivel educativo, la localización geográfica, la

pertenencia a ciertos grupos étnicos y el nivel educativo. (p.25)

El problema de hablar de la brecha como una sola es que, entonces, se buscan

soluciones únicas y generalizables. En realidad se debería de hablar de las brechas digitales,

dadas por la condición de género, edad, cultural, localización geográfica o socioeconómica y

por las combinaciones entre estos factores. De esta manera, el abordaje conceptual,

metodológico y los recursos y acciones para enfrentarlas estarían relacionados con las

condiciones específicas de las mismas.


Referencias

Bolivar, C. (2020) Habilidades del siglo XXI: una apuesta para la formación de licenciados

en escenarios de educación inclusiva. Educación y ciudad. (38) 99-106.

Bula, G. (2010) Cinco habilidades para el siglo XXI. Sustentabilidad. 1 (1) 14-31.

Sepulveda, F. Constanza, M. Caro, C. Prácticas y percepciones docentes para la enseñanza y

aprendizaje de habilidades del siglo XXI en establecimientos educativos de nivel

secundario. Revista Electrónica de Tecnología Educativa. (81) 19-33.

Rodríguez Gallardo, A. (2006). La brecha digital y sus determinantes.

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