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3°golpe militar de argentina (23 de septiembre de 1955 – 1 de mayo de 1958)

En el poder: Juan Domingo Perón

Derroco:  Pedro Eugenio Aramburu

un golpe de Estado liderado por las Fuerzas Armadas provocó la caída del gobierno de Juan
Domingo Perón. Ese día y los siguientes, distintos levantamientos tuvieron lugar en forma
simultánea en diferentes localidades de la Argentina. Este hecho constituyó el corolario de
varios años de intensificación y profundización de los conflictos entre los sectores de la
heterogénea oposición antiperonista y el gobierno. En el presente artículo, se estudia ese
proceso desde la provincia de Corrientes, escenario de uno de los levantamientos. Se analizan,
en ese marco, las diversas prácticas de control político implementadas por el gobierno
peronista y las formas y estrategias de oposición intra y extrainstitucional de los diferentes
partidos actuantes en la provincia en ese momento. En forma paralela, se indaga sobre el lugar
de la Iglesia católica, una institución con una enorme influencia en la sociedad correntina, que
se convertiría en un aliado fundamental para el triunfo de los planes golpistas a partir de su
enfrentamiento con el gobierno. Por último, se evalúa la participación de las Fuerzas Armadas,
en especial, de la organización de la fallida sublevación en Curuzú Cuatiá

la llamada “revolución libertadora” fue una dictadura militar de tipo transitoria, originada en el
golpe de ESTADO que derroco al presidente Juan Domingo Peron entre el 16 y el 23 de
septiembre de 1955 día este último en que el jefe de la insurreccion juro con el titulo de
presidente, a la vez que disolvió el congreso. Al dis siguiente designo como <<vicepresidente>>
al almirante Isaac Rojas.

4°golpe militar de argentina (29 de marzo de 1962 –

El 29 de marzo de 1962, El
presidente Arturo Frondizi fue
derrocado por los militares.
Once días después de las
elecciones nacionales, ocasión
en la que los candidatos
del peronismo ganaron en diez
de las catorce provincias.
La junta militar estaba
integrada entonces por el
general Raúl Alejandro Poggi,
el
almirante Agustín Ricardo
Penas y el brigadier Cayo
Antonio Alsina. Los militares
exigieron horas antes que el
presidente renuncie, reclamo
que Frondizi rechazó
con su célebre frase: “No
renunciaré, no me suicidaré ni
me iré del país”. Ese
mismo 29 de marzo, a las siete
y media de la mañana el
presidente “custodiado”
por el jefe de la Casa Militar
fue trasladado en condición de
detenido a la Isla
Martín García, perpetrándose
así el cuarto golpe de Estado,
una lamentable saga
iniciada el 6 de septiembre de
1930 con el derrocamiento de
Hipólito Yrigoyen.
Como luego Frondizi se
encargaría muy bien de
recordar, a ambos les tocaría
compartir el destino de
presidiarios en la isla Martín
García.
Para evitar una posible vuelta
del Peronismo al poder, los
militares querían
la intervención de las
provincias y la cancelación de
dichas votaciones. Sin
embargo, Frondizi no siguió
dichos pedidos y fue derrocado.
Tuvo que pasar más de un año
y medio después para que en
1963 se produjera el
llamado a Elecciones y la
vuelta de la democracia con la
presidencia de Arturo Illia.
Lo importante de este
acontecimiento es recordar para
reflexionar acerca de
nuestro pasado y entender
cómo llegamos a tener el país
que tenemos a través de
la historia
El 29 de marzo de 1962, El
presidente Arturo Frondizi fue
derrocado por los militares.
Once días después de las
elecciones nacionales, ocasión
en la que los candidatos
del peronismo ganaron en diez
de las catorce provincias.
La junta militar estaba
integrada entonces por el
general Raúl Alejandro Poggi,
el
almirante Agustín Ricardo
Penas y el brigadier Cayo
Antonio Alsina. Los militares
exigieron horas antes que el
presidente renuncie, reclamo
que Frondizi rechazó
con su célebre frase: “No
renunciaré, no me suicidaré ni
me iré del país”. Ese
mismo 29 de marzo, a las siete
y media de la mañana el
presidente “custodiado”
por el jefe de la Casa Militar
fue trasladado en condición de
detenido a la Isla
Martín García, perpetrándose
así el cuarto golpe de Estado,
una lamentable saga
iniciada el 6 de septiembre de
1930 con el derrocamiento de
Hipólito Yrigoyen.
Como luego Frondizi se
encargaría muy bien de
recordar, a ambos les tocaría
compartir el destino de
presidiarios en la isla Martín
García.
Para evitar una posible vuelta
del Peronismo al poder, los
militares querían
la intervención de las
provincias y la cancelación de
dichas votaciones. Sin
embargo, Frondizi no siguió
dichos pedidos y fue derrocado.
Tuvo que pasar más de un año
y medio después para que en
1963 se produjera el
llamado a Elecciones y la
vuelta de la democracia con la
presidencia de Arturo Illia.
Lo importante de este
acontecimiento es recordar para
reflexionar acerca de
nuestro pasado y entender
cómo llegamos a tener el país
que tenemos a través de
la historia
El 29 de marzo de 1962, El
presidente Arturo Frondizi fue
derrocado por los militares.
Once días después de las
elecciones nacionales, ocasión
en la que los candidatos
del peronismo ganaron en diez
de las catorce provincias.
La junta militar estaba
integrada entonces por el
general Raúl Alejandro Poggi,
el
almirante Agustín Ricardo
Penas y el brigadier Cayo
Antonio Alsina. Los militares
exigieron horas antes que el
presidente renuncie, reclamo
que Frondizi rechazó
con su célebre frase: “No
renunciaré, no me suicidaré ni
me iré del país”. Ese
mismo 29 de marzo, a las siete
y media de la mañana el
presidente “custodiado”
por el jefe de la Casa Militar
fue trasladado en condición de
detenido a la Isla
Martín García, perpetrándose
así el cuarto golpe de Estado,
una lamentable saga
iniciada el 6 de septiembre de
1930 con el derrocamiento de
Hipólito Yrigoyen.
Como luego Frondizi se
encargaría muy bien de
recordar, a ambos les tocaría
compartir el destino de
presidiarios en la isla Martín
García.
Para evitar una posible vuelta
del Peronismo al poder, los
militares querían
la intervención de las
provincias y la cancelación de
dichas votaciones. Sin
embargo, Frondizi no siguió
dichos pedidos y fue derrocado.
Tuvo que pasar más de un año
y medio después para que en
1963 se produjera el
llamado a Elecciones y la
vuelta de la democracia con la
presidencia de Arturo Illia.
Lo importante de este
acontecimiento es recordar para
reflexionar acerca de
nuestro pasado y entender
cómo llegamos a tener el país
que tenemos a través de
la historia
El 29 de marzo de 1962, El
presidente Arturo Frondizi fue
derrocado por los militares.
Once días después de las
elecciones nacionales, ocasión
en la que los candidatos
del peronismo ganaron en diez
de las catorce provincias.
La junta militar estaba
integrada entonces por el
general Raúl Alejandro Poggi,
el
almirante Agustín Ricardo
Penas y el brigadier Cayo
Antonio Alsina. Los militares
exigieron horas antes que el
presidente renuncie, reclamo
que Frondizi rechazó
con su célebre frase: “No
renunciaré, no me suicidaré ni
me iré del país”. Ese
mismo 29 de marzo, a las siete
y media de la mañana el
presidente “custodiado”
por el jefe de la Casa Militar
fue trasladado en condición de
detenido a la Isla
Martín García, perpetrándose
así el cuarto golpe de Estado,
una lamentable saga
iniciada el 6 de septiembre de
1930 con el derrocamiento de
Hipólito Yrigoyen.
Como luego Frondizi se
encargaría muy bien de
recordar, a ambos les tocaría
compartir el destino de
presidiarios en la isla Martín
García.
Para evitar una posible vuelta
del Peronismo al poder, los
militares querían
la intervención de las
provincias y la cancelación de
dichas votaciones. Sin
embargo, Frondizi no siguió
dichos pedidos y fue derrocado.
Tuvo que pasar más de un año
y medio después para que en
1963 se produjera el
llamado a Elecciones y la
vuelta de la democracia con la
presidencia de Arturo Illia.
Lo importante de este
acontecimiento es recordar para
reflexionar acerca de
nuestro pasado y entender
cómo llegamos a tener el país
que tenemos a través de
la historia
El 29 de marzo de 1962, el presidente Arturo Frondizi fue derrocado por los militares. Once
días después de las elecciones nacionales, ocasión en la que los candidatos del peronismo
ganaron en diez de las catorce provincias.

La junta militar estaba integrada entonces por el general Raúl Alejandro Poggi, el almirante
Agustín Ricardo Penas y el brigadier Cayo Antoni Alsina. Los militares exigieron horas antes que
el presidente renuncie, reclamo que Frondizi rechazo con su celebre fase: “No renunciare, no
me suicidare ni me iré del país”. Ese mismo 29 marzo, a las 7:30 am de la mañana el presidente
“custodiado” por el jefe de la Casa Militar fue trasladado en condiciones de detenido a la Isla
Martin García, perpetrándose así el cuarto golpe de Estado, una lamentable saga iniciada el 6
de septiembre de 1930 con el derrocamiento de Hipólito Yrigoyen. Como luego Frondizi se
encargaría muy bien de recordar, a ambos les tocaría compartir el destino de presidiarios en
las Isla Martin García.
Para evitar una posible vuelta de Peronismo al poder, los militares quería la intervención de las
provincias y la cancelación de dichas votaciones. Sin embargo, Frondizi no siguió dichos
pedidos y fue derrocado.

Tuvo que pasar mas de un año y medio de pues para que en 1963 se produjera el llamado a
elecciones y la vuelta de la democracia con la presidencia de Arturo Illia.

Lo importante de este acontencimiento es recordar para reflexionar acerca de nuestro pasado


y entender cómo llegamos a tener el país que tenemos a través de la historia.

5° Golpe Militar de Argentina (

El 28 de junio de 1966, el gobierno de Illia cayó –según se ha dicho- como una fruta madura. El
general Julio Alsogaray, de grandes contactos con la diplomacia norteamericana, desalojó
personalmente al presidente de la Casa Rosada, tras un tenso careo en los despachos. Apenas
alguna manifestación en Córdoba intentó detener lo inminente. Illia no era el hombre fuerte
que buscaban los sectores del poder, alguien que pudiera encarar una profunda
transformación. Detrás suyo había emergido el general Juan Carlos Onganía.

Semanas después del golpe, desde la revista  Extra, el periodista Mariano Grondona alegaba:
“Detrás de Onganía queda la nada. (…) Onganía hace rato que probó su eficiencia. La de su
autoridad. La del mando. Si organizó el Ejército (…) ¿por qué no puede encauzar el país? Puede
y debe. Lo hará”. Tres años más tarde, también Onganía saldría eyectado de la Casa Rosada.

En un nuevo aniversario del derrocamiento de un presidente electo por el voto popular,


recordamos la escena que tuvo lugar en el despacho de la Casa Rosada, cuando Illia enfrentó,
prácticamente en soledad, el desalojo militar.

Aparte

Se produjo en el contexto de la guerra fría donde EE.UU. luchaba para que los países latino
americano no siguiera el ejemplo de cuba o china, y optaran en una política comunista por eso
EE.UU. apoyaba el golpe

DurANTE SU MANDATO

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