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Turismo espacial y su huella en el medio ambiente

El “turismo espacial”, un desarrollo tecnológico humano más, que nos acerca al término de
una contaminada y efervescente vida. Una nueva forma de convertir experiencias únicas en
dinero trae consigo una huella de carbono y destrucción, la oportunidad de observar por unos
minutos el planeta desde una impresionante vista se convierte en una tentadora oferta, pero
¿Y las consecuencias?, ¿minutos de vida allí arriba merecen la destrucción de años del suelo en
donde vives?; El cuestionable desarrollo de una actividad de ocio que deja más que claro la
relativa marca de contaminación que propaga en un contexto en el que justamente
necesitamos reducir ese impacto negativo para asegurarnos seguir vivos, convierte una de las
experiencias más hermosas, en un catastrófico adelanto del apocalipsis, o es que, las 90
toneladas de dióxido de carbono emitidas por despegue son invisibles e impasibles. Si bien el
turismo espacial es muy joven aún y tiene su apertura a un reducido número de participantes,
¿se puede creer que afectará significativamente el medio ambiente? ¡Es un indiscutible sí en
mi opinión! A continuación, sustentaré mi respuesta.

Veamos de primera mano el aspecto físico, aquel que todos podemos percibir de la misma
manera y que impacta en mayor o menor medida a cualquiera en su rango de acción. La
contaminación no es un tema joven, ni reciente, la contaminación del planeta es una realidad,
es un tema que nos lleva ya varios años de la misma rutina de causas y consecuencias, de los
efectos que vivimos todos los días, el cambio climático, la degradación del ambiente, la
intoxicación de humanos, animales, plantas, y las diferentes especies que coexisten en el
planeta, bajo el agua, en la tierra y sobre el cielo. El turismo espacial está bajo un actor
principal: el transporte, el cuál utiliza un combustible para lograr su cometido, dicho
combustible según la revista MUY INTERESANTE puede ser sólido o líquido, el efervescente
combustible que utiliza este tipo de transporte para lograr su cometido deja tras su extinguida
chispa la marca de 60 a 90 toneladas de dióxido de carbono (Hernández, 2021) disperso por
cada despegue suborbital realizado, perfecto para agraviar la contaminación atmosférica y
matar a millones de seres que tienen la necesidad de respirar para vivir. Existe una opción que
utiliza el vapor de agua como combustible, resulta ser una gran idea hasta que el mismo
proceso químico que sucede da un mismo resultado con un efecto diferente, el efecto
invernadero y provocando consecuencias bajo el cambio climático, ¿se les hace conocida las
altas temperaturas, sequías, incendios forestales e inundaciones?, la inmensidad de casos
conocidos y publicados alrededor del globo. Agregarle más leña al fuego, ¿para qué?, es un
avance tecnológico, no lo niego, pero ¿acaso no es más racional y benefactor solucionar un
problema que empeorarlo?

Presentamos ya el aspecto físico, el aspecto del que todos son blanco y que pueden percibir
bajo sus cinco sentidos, sin embargo, siempre es necesario considerar un aspecto personal,
una perspectiva propia y una toma de acción que existe y se rige bajo efecto de la propia
conciencia. Bajo esta percepción clama su existencia el fenómeno conocido como “efecto
perspectiva”, aquel experimentado en un principio por los astronautas y ahora bajo el turismo
espacial es vivenciado por las personas que son protagonistas de esta experiencia, en la revista
CONSTRUIR UN MUNDO MEJOR bajo palabras del astrofísico Ian O´Neill este efecto causa que
los problemas y conflictos de los que somos protagonistas parezcan tan insignificantes y, lo
único que deseemos sea cuidar y proteger el diminuto punto azul pálido que se observa a lo
lejos, o en su defecto la superficie azulina que rosa el sol con sus rayos al estar en una
subórbita. Este maravilloso efecto si me permite decirlo, es una gran perspectiva psicológica,
un cambio radical en cuanto hablamos de punta y conciencia para con el planeta que
habitamos, aun así, ¿Es necesario destruir, o acabar con algo para al fin saber el valor
verdadero que tuvo? ¡No!, volvemos al inicio, minutos allí arriba no merecen la destrucción de
años acá abajo, en el presente, no es necesario pagar millones por un momento efervescente y
pasajero que te revela lo que es obvio, ¡El planeta está muriendo, y nosotros perecemos junto
a él! Eso que se rompe no vuelve a ser como era, al menos no de la noche a la mañana, un
movimiento social no es impuesto por un solo individuo, los grades movimiento los hace un
grupo de personas, pero si ese grupo de personas necesita dejar en agonía lo que se requiere
proteger ¿cómo se espera llegar al cambio tan anhelado, o la salvación tan esperada?

Para concluir reafirmo mi postura, el turismo espacial afectará significativamente al medio


ambiente, corrijo, ya lo está haciendo, y la intensidad con la que lo haga irá en aumento
conforme se vaya desarrollando y acogiendo. Este puede ser un llamado externo a volver a lo
que conocemos, la contaminación es una realidad que vivimos, normalizarla es un pecado y
explorar experiencias que intensifiquen el problema no es una gran decisión por parte de
quienes nos consideramos la vida inteligente superior en el globo.

Referencias

Salazar, M. (2020, 2 de agosto). El efecto perspectiva. Construir un mundo mejor.


https://www.construirunmundomejor.org/blog/page/10/

Muy interesante. (2019, 29 de octubre). ¿De qué están hechos los combustibles de las naves
espaciales? https://www.muyinteresante.com.mx/sociedad/de-que-esta-hecho-el-
combustible-de-las-naves-espaciales/

Hernández, J. (2021, 21 de julio). ¿Cuál es la huella ecológica del turismo espacial? The
conversation. https://theconversation.com/cual-es-la-huella-ecologica-del-turismo-
espacial-164824

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