Como bien se ha podido notar, en Estados Unidos es donde se empieza a

desarrollar las teorías cobre el currículo, donde, durante el proceso de

industrialización haremos mención en primera instancia de John Dewey. Ahora
bien, la propuesta de que plantea Dewey cabe aclarar, es una que nace como
critica a las ya existentes de su época que eran de carácter dominante, donde
buscaba un currículo más flexible y que no viera al sujeto como un objeto. Él
nota la importancia que debe haber entre en niño y la cultura del hombre
adulto que lo rodea, donde, dichos factores se tendrán que relacionar mediante
una instrucción que consiste, según explica Furlan, en “una reconstrucción
continua, que va de la experiencia siempre cambiante del niño a las verdades
organizadas… lo que el niño deberá ser, a través de ir reconstruyendo su
“personal” y “afectivo” mundo” (Furlan, 1986, pp. 259). Claramente Dewey
propone la idea de crear un currículo enfocado en lo que se deberá ser, es decir,
la clase de sujeto que se quiere formar para la sociedad adulta.

El siglo XIX se caracterizó mucho por el gran avance e impacto que tuvo
la industrialización de la época, durante ese periodo el taylorismo tuvo gran
impacto en diversos campos de la sociedad al grado de llegar al de la
enseñanza. Franklin Bobbitt fue uno de los pedagogos propone un plan de
estudios o currículo enfocado en los principios del taylorismo, donde, este
currículo se centrara en formación del individuo para “la ejecución de
actividades específicas”, estas actividades requerían que el sujeto adquiriera
“las habilidades, las actitudes, hábitos, apreciaciones y formas de
conocimientos” que exige la sociedad y, por tanto, que necesitan las individuos.
En resumidas cuentas, Bobbitt propone un currículo basado en delimitar y
particular aprendizajes para poder formar sujetos eficientes y eficaces para la
sociedad (Furlan, 1986, pp. 260).

*Tyler y Taba (1949 “Principios básicos del currículo”): Desperdicios/orden //

contradicción + calidad + instrucción *
 Posteriormente, en los años 70’ del siglo XX, podemos encontrar como el
currículo ya tiene “múltiples direcciones”, pero, podemos encontrar postulados
muy importante que desarrollan aún mas el currículo. Entre estos autores
mencionaremos a Eggleston y Giroux. En primera instancia, abordaremos a
Eggleston quien, como expone Furlan, explica como al currículo “le interesa la
presentación del conocimiento” y como se llevara a cabo este, es decir, la
manera de instrucción que se realizara para la aprehensión de tales
conocimientos en la escuela. Dicha aprehensión de conocimientos y de
experiencias de aprendizaje que se obtienen son las que la sociedad necesita y,
como esta se determina por la sociedad dicho currículo está sujeto a cambio
(Furlan, 1986, pp. 263). Asimismo, Henry Armand Giroux, mediante unas
preguntas claves, expone que características se deben de atender en el
currículo, tales como: tipo de contenido, como se llevara a cado dicho contenido,
como este contenido se relaciona con el sujeto y las sociedades y quienes pueden
acceder a dicho contenido. Giroux quiere exponer que, si se atienden
correctamente los puntos anteriores, es decir, si se hace una búsqueda para
desapegarse de la “racionalidad tecnocrática”, que ha dominado por mucho
tiempo, se llegara a la “elaboración de propuestas para desarrollar formas de
currículo más flexibles y humanas” (Furlan, 1986, pp. 264).