Mushoku Tensei Jobless Reincarnation Volumen 04 Boyhood - Arco de Travesía (Light Novel)

Mushoku Tensei Jobless Reincarnation
Volumen 04 - Childhood – Voyage Arc [Light Novel]
Traducción al español: Jaden

Editor y Corrector: Aleksei
Editor De Imagen: Ahvarok
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INDICE
Capítulo I – Puerto Del Viento .............................................................................................. 9
Capítulo II – Conexiones Perdidas, La Precuela ................................................................ 24
Capítulo III – Conexiones Perdidas, La Secuela ................................................................ 39
Historia Paralela: Conexiones Perdidas, Historia Extra ...................................................... 58
Capítulo IV – El sabio A Bordo ........................................................................................... 73
Capítulo V – El Demonio En El Almacén ............................................................................ 84
Capítulo VI – Los Niños Beastfolk ...................................................................................... 95
Capítulo VII – Apartamento Gratis .................................................................................... 111
Capítulo VIII – Emergencia De Incendio ........................................................................... 125
Capítulo IX – Una Vida Lenta En El Pueblo De Doldia ..................................................... 143
Capítulo X – El Camino De La Espada Sagrada .............................................................. 159
Capítulo Extra – Guardián Fitz ......................................................................................... 177
Sobre El Autor .................................................................................................................. 197
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Capítulo I – Puerto Del Viento
Mi nombre es Rudeus Greyrat, y soy un chico guapo que acaba de celebrar mi undécimo
cumpleaños hace unos días. Como mago experto, he ganado notoriedad por mi habilidad para
usar la magia sin cantar hechizos y mi manera única de mezclar los diferentes elementos.
Hace un año, fui atrapado en un desastre mágico y teletransportado al continente

demoníaco. Mi ciudad natal estaba exactamente en el lado opuesto del mapa, en la región de
Fittoa, en el Reino de Asura, lo que significó que tuve que viajar al otro lado del mundo para
regresar.
Me convertí en un aventurero para ganar dinero mientras comenzaba el largo viaje de

regreso a casa. En el último año, me he abierto camino con éxito a través del Continente
Demoníaco.
◇◇◇
Puerto Del Viento, la única ciudad portuaria del Continente Demoníaco, era un paisaje con
colinas onduladas. Desde la entrada, tenías una vista panorámica de toda la ciudad. La
mayoría de las casas estaban hechas con barro y piedra en el estilo típico del continente, pero
había alguna que otra casa de madera aquí y allá. A las afueras de la ciudad estaba el puerto.
Allí, en vez de la entrada principal, era donde se desarrollaba la mayor parte del alboroto y
donde se instalaban los vendedores ambulantes.
Era una ciudad con un sabor único, diferente de las otras que había visto antes. Más allá
del puerto, frente a la ciudad, el mar se extendía inmenso y ancho. ¿Cuándo fue la última vez
que vi el océano? Probablemente cuando asistí a una escuela secundaria en la costa.
Este mundo era diferente al nuestro, pero el mar no lo era. Era el mismo azul, tenía el mismo
sonido de olas que chocaban, y pájaros que parecían gaviotas. Incluso había veleros. Era la
primera vez que ponía mis ojos en uno. Los veía de vez en cuando en las películas, pero al
ver la cosa real hecha de madera con sus velas de tela desplegadas, deslizándose a través
del agua, mi corazón palpitaba como si todavía fuera un niño.
Debe haber algún mecanismo en este mundo que permita a un barco navegar con viento
en contra. En realidad, considerando el mundo en el que estaba, tal vez se impulsaban a sí
mismos usando magia de viento.
"¡Mira!"
En el momento en que llegamos a la ciudad, la chica pelirroja que montaba el lagarto

conmigo saltó de repente. Su nombre era Eris Boreas Greyrat. Era la nieta de Sauros, el Señor
Feudal de la Región de Fittoa del Reino de Asura, y también mi alumna cuando trabajaba como
tutora en su casa. Cuando nos conocimos era feroz y malcriada, pero últimamente se había
vuelto más flexible, lo suficiente como para escuchar lo que la gente tenía que decir. La habían
teletransportado conmigo, y yo tenía que llevarla a casa a salvo.
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"¡Mira, Rudeus! ¡El océano!" Las palabras que salieron de sus labios estaban en lengua
fluida de Dios Demonio. Había enfatizado la importancia de hablarlo todo el tiempo; Ruijerd y
yo también hablábamos en la lengua de Dios Demonio tanto como fuera posible. Como
resultado, las habilidades lingüísticas de Eris habían aumentado dramáticamente últimamente.
Fue como sospechaba: La forma más rápida de mejorar en un idioma extranjero es utilizarlo
lo más a menudo posible. Es cierto que Eris no sabía leer ni escribir en el idioma. No era un
idioma tan difícil, pero tampoco era algo que se pudiera dominar en un año.
Por otro lado, no le había enseñado magia desde que llegó al continente demoníaco. Así
que no sólo no podía lanzar hechizos sin cantar, sino que probablemente también había
olvidado los cantos en sí mismos.
"¡Eris, espera! ¿Adónde vas a ir? ¡Ni siquiera hemos averiguado dónde vamos a pasar la
noche!"
Eris se detuvo cuando la llamé. Esta fue la tercera vez que tuvimos este intercambio desde
que llegamos al continente demoníaco. La primera vez, se perdió; la segunda, se peleó en una
esquina. No iba a tener un tercer incidente.
"¡Oh, sí! ¡Me perderé de nuevo si no nos decidimos por una posada primero!" Se dirigió
hacia nosotros, mirando constantemente por encima de su hombro hacia el mar.
Ahora que lo pienso, esta es probablemente la primera vez que veía algo así. Había algunos
ríos cerca de Fittoa, y aparentemente Sauros la llevó allí en sus días libres y la dejó jugar en
el agua. Tristemente, nunca fui con ellos, así que no tenía idea de cuánto sabía ella sobre los
cuerpos de agua.
"¿Podemos nadar?"
Incliné mi cabeza ante sus palabras. "¿Quieres nadar en el puerto?"
"¡Yo quiero!"
Podría haber querido esto por razones egoístas, pero era un deseo destinado a no
cumplirse. Es decir, porque en esta ecuación faltaba un componente importante.
"No tienes traje de baño, ¿verdad?" Le pregunté.
"¿Qué diablos es un traje de baño? ¡No necesito uno!"
Su respuesta fue tan chocante que no pude ocultar mi confusión. Qué diablos es un traje de
baño, no lo necesito, dijo ella. ¿Así que quería nadar totalmente desnuda...? No, de ninguna
manera, no puede ser. Lo más probable es que quisiera nadar en ropa interior. Me la imaginé
vestida con nada más que su ropa interior, con el agua derramándose sobre ella. La tela
húmeda se aferraba a su cuerpo, y a través del puro material podía ver el color de su piel, así
como las pequeñas protuberancias en su pecho.
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¿Por qué nunca me uní a ellos cuando ella fue a jugar en el agua en Fittoa? Sí, porque
estaba ocupado. Incluso en mis días libres estaba preocupado por algo. Aún así, debería haber
ido con ella al menos una vez.
No, no era el momento de pensar en eso. Necesitaba concentrarme en la ciudad justo antes
de mí. Vive el ahora. Así es, ¡vive en el ahora! ¡Woo-hoo, el océano!
"No, no deberías nadar en este océano." Una voz irrumpió por detrás como un cubo de agua
helada.
Cuando miré hacia atrás, Ruijerd estaba sentado allí con su cabeza calva y una cicatriz
extendida sobre su cara, como un yakuza. Su nombre completo era Ruijerd Superdia. Era un
demonio que amaba a los niños y se había encargado de escoltarnos desde el principio,
cuando estábamos tan perdidos que no lo sabíamos de arriba a abajo. Ahora que era calvo,
era imposible decir que tenía el infame cabello verde esmeralda de la raza Superd. En este
mundo, los demonios de cabello verde esmeralda eran considerados como un símbolo de
miedo. Ruijerd se había cortado el cabello por nosotros. Restaurar el honor al nombre de su
pueblo era sólo una forma de devolverle la deuda que tenía con él.
"Hay muchos monstruos ahí dentro."
Una joya roja incrustada en la frente de Ruijerd le proporcionó un sexto sentido. Actuaba
como un radar que podía detectar la presencia de cada criatura viva a varios cientos de metros
de su portador. Con una habilidad tan conveniente, era fácil pensar que podíamos enviar
rápidamente a todas esas criaturas en el océano, pero tal vez no era tan todopoderoso como
yo pensaba. Tal vez esas oscuras profundidades eran impenetrables.
Nah. Aún así, deberíamos poder nadar un rato, ¿no? Nadar en el puerto puede ser
demasiado peligroso, pero al menos podría usar magia de tierra en una playa cercana para
hacer nuestra propia piscina.
No.... todavía había una posibilidad de que pudiera ser peligroso. Había bestias con poderes
propios. Algunos de ellos podrían saltar mi barrera. Podría ser un encuentro sexy si fuera un
pulpo, pero si fuera un tiburón, estaríamos en una representación real de Tiburón.
Había pocas opciones. Probablemente lo mejor es renunciar a la idea de nadar en el

océano. No había nada más que pudiéramos hacer. "Esta vez no habrá baño de mar. Vamos
a buscar nuestra posada y luego al Gremio de Aventureros".
"Bien..." Eris parecía abatida.
Hmm. Todavía me interesaba mucho ver cuán tonificado estaba su cuerpo. No tuvimos
mucha oportunidad de ver el crecimiento del otro en el último año. Era difícil medir algo a través
de su ropa, pero tal vez si estuviéramos en la playa abierta, podría ver un poco más. Sí, así
es, deberíamos hacerlo.
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"Incluso si no podemos ir al agua, al menos podríamos jugar en la playa, ¿verdad?"
"¿La playa?"
"Hay algo llamado arena en el océano. En la orilla del agua, esa arena se extiende bastante
lejos", expliqué.
"¿Y qué parte de eso se supone que es divertida?" preguntó Eris.
"En la playa, puedes echarte agua y..."
"Rudeus, tienes esa mirada rara en tu cara otra vez."
"Ugh." Aparentemente, mis expresiones cambiaban demasiado fácilmente con mis

emociones.
Mientras trataba de limpiar la mirada lasciva de mi cara, Eris volteó sus ojos hacia el océano
y sonrió. "¡Pero suena interesante! ¡Hagámoslo después!" Ella felizmente se puso en marcha
y se elevó por el aire, regresando a la lagartija. Fue un salto increíble. Sólo el sonido de su
despegue me hizo saltar, fue como un golpeteo bajo. Ella realmente había tonificado sus
piernas y la parte inferior del cuerpo. Ahora mismo eso realmente complementaba su
complexión, pero me imagino que en el futuro se volverá aún más fornida y musculosa, y eso
me preocupó un poco.
◇◇◇
Una vez que nos decidimos por nuestra posada y abordamos nuestro lagarto, nos dirigimos
directamente al Gremio de Aventureros. Una diversa multitud de aventureros clamaba
alrededor del Gremio de Aventureros del Puerto Eólico. No era una visión desconocida, pero
parecía que había un número considerable de humanos presentes esta vez. Una vez que
cruzara al Continente Millis, sus números seguramente aumentarían exponencialmente.
Había una mirada incierta en la cara de Ruijerd cuando fui a ver el tablón de anuncios, como
siempre lo hacía. "Pensé que íbamos a cruzar el mar inmediatamente."
"Sólo estoy mirando. Escuché que puedes tener mejores ingresos en el Continente Millis".
Podrías tener mejores ingresos en el Continente Millis porque la moneda era diferente. La
moneda del Continente Millis se dividió en seis tipos: el dólar rey, el dólar general, las monedas
de oro, las monedas de plata, las grandes monedas de cobre y las monedas de cobre.
Comparando esto con la moneda más barata del continente demoníaco, que era la moneda
de piedra:
1 dólar de rey = 50.000 monedas de piedra

1 dólar general = 10.000 monedas de piedra
1 moneda de oro = 5.000 monedas de piedra
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1 moneda de plata = 1.000 monedas de piedra
1 moneda de cobre grande = 100 monedas de piedra
1 moneda de cobre pequeña = 10 monedas de piedra
Una misión de categoría B en el Continente de los Demonios te hizo ganar entre cinco y
diez monedas de hierro chatarra. Eso se convirtió en 150-200 monedas de piedra. Si las
misiones de Millis Continente B valieran, supongamos, cinco grandes monedas de cobre,
serían 1.500 monedas de piedra. Eso era diez veces más. Estábamos ganando más dinero en
el continente Millis.
Dicho esto, si tuviéramos tiempo para matar antes de que nuestra nave estuviera lista,
entonces probablemente tomaríamos uno de los trabajos aquí. En general, eso significaba
misiones de rango B. No sólo eran peligrosas las misiones de rango A y S, sino que la mayoría
de ellas tardaron más de una semana en completarse. Si queríamos un ingreso diario
consistente, entonces los trabajos de rango B eran nuestra mejor opción. También era la razón
por la que no tenía previsto elevar nuestro grupo al rango S, porque significaría que ya no
podríamos aceptar misiones de rango B.
De hecho, como grupo de rango A, de todos modos podrías llevar a cabo misiones de rango
S, así que al principio cuestioné la necesidad de tener un rango S en el sistema de clasificación
del grupo en absoluto. Cuando le pregunté a uno de los miembros del gremio, me dijeron que
había beneficios especiales si subías al rango S. No me entrometí más, pero adiviné que
significaba conseguir mayores descuentos por alojamiento, que se les asignaran trabajos de
mejor calidad en los gremios, o la seguridad de que harían la vista gorda ante el
comportamiento ilegal de algunos de los miembros de un grupo. Algo por el estilo.
Aquellos que más se beneficiaron de estos beneficios fueron principalmente los aventureros
que se sumergieron en los laberintos del calabozo. Nuestro grupo no tenía tales planes. Era
peligroso y llevó días terminar una aventura así. Nuestras misiones eran principalmente de
rango B, y no teníamos intención de pasar a rango S en un futuro cercano.
Eris, por supuesto, no estaba de acuerdo en ese punto.
Dejando a un lado las digresiones, éramos aventureros interesados principalmente en ganar

dinero, así que si ir al Continente Millis era la manera más rápida de hacerlo, abordar un barco
inmediatamente era lo mejor para nosotros.
"Por cierto, ¿de dónde salen los barcos?" Le pregunté.
"El puerto, por supuesto."
"Sí, ¿pero en qué parte del puerto?"
"Pregúntale a alguien", dijo Ruijerd.
"Sí, señor."
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Me mudé al mostrador. Detrás de ella había una mujer humana. De hecho, la mayoría del
personal tendía a ser femenino, y por alguna razón tendía a ser generosamente dotado,
probablemente con fines estéticos.
"Me gustaría ir al Continente Millis", le expliqué. "¿Sabes qué debo hacer para llegar allí?"
"Por favor, dirija esas preguntas al punto de control."
"¿Punto de control?"
"Una vez que subas a un barco, estarás más allá de las fronteras de nuestro país."
En otras palabras, el gremio no tenía jurisdicción sobre los viajes internacionales, por lo que
su personal no tenía la responsabilidad de guiarme en esos asuntos. Hm. En ese caso, era
hora de ir hacia el puesto de control. Entonces, justo cuando estaba a punto de pedir una
explicación más detallada....
"¡Hey, tú!"
Una fuerte voz resonó por toda la habitación. Cuando miré hacia atrás, Eris había golpeado
a un hombre. Parecía que nuestra ojiva nuclear se sentía particularmente explosiva hoy.
"¿A quién y dónde crees que estabas tocando?"
"¡Fue un accidente! ¿Quién diablos querría tocar un trasero como el tuyo?"
"¡No me importa si fue un accidente o no! ¡Tu disculpa no lo es!" Eris se había vuelto muy
hábil en la lengua demoníaca. Cuanto más mejor se ponía, más frecuentemente se metía en
peleas. Claramente no era tan bueno que ella supiera lo que la otra parte estaba diciendo
después de todo.
"¡Gahahahaha! ¿Qué es esto, una pelea?"
"¡Vamos, a por ellos!"
"¡Vamos, no dejes que un niño te patee el trasero!"
Las peleas entre los miembros del gremio eran tan comunes que el gremio ni siquiera se
molestó en involucrarse. De hecho, parte del personal incluso participó haciendo apuestas.
"¡Te aplastaré bajo mis pies!"
"Lo siento, admito la derrota. Por favor, déjame ir, no me agarres la pierna, ¡agáchate!"
Mientras yo estaba distraído, Eris había tirado al hombre al suelo. Últimamente, se había
convertido en una experta en poner a una persona contra la pared. Se rompería sin previo
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aviso y diezmaría a su oponente con una precisión increíble. En el tiempo que pasé
preguntándome por qué podría estar enojada, ya tenía el pie presionado firmemente en el
punto débil de su oponente. Esos aventureros de rango C no eran rivales para ella.
Siempre que sus peleas llegaban a un cierto punto, Ruijerd siempre intervenía. "Para", dijo.
"¡Déjame en paz, no voy a parar!"
"Ya ganaste", dijo Ruijerd. "Déjalo ir".
El mismo espectáculo de siempre. No pude detenerla. Sobre todo porque mi forma de

detenerla era abrazarla por detrás, en cuyo momento mi vida estaría en peligro.
Alguien gritó: "¡Un calvo y una pelirroja feroz...! ¿Podrían ser ustedes Dead End?"
El silencio cayó al otro lado del pasillo, y entonces:
"Dead End.... ¿Te refieres a ese demonio de la raza Superd...?"
"¡Idiota! El nombre del grupo. ¡Esas falsificaciones de las que todos los rumores han hablado
últimamente!"
"Yo también he oído rumores sobre algo real."
¿Oh?
"He oído que son brutales, pero no es un mal tipo de corazón."
"Así que es brutal, ¿pero es agradable? Vamos, eso es una contradicción."
"No, quiero decir que no todos son brutales."
El gremio cayó en murmullos silenciosos.
Esta fue la primera vez que experimentamos algo así. Aparentemente, nuestro grupo se
había hecho muy famoso. Supongo que no tuvimos que difundir el buen nombre de Ruijerd por
aquí después de todo, ¿eh?
"Son un grupo de primera con sólo tres personas, después de todo."
"Sí, eso es increíble. reales o no, tienen que ser ellos".
"Perra loca Eris y Perro guardián Ruijerd, ¿cierto?"
¡Los dos tenían apodos! Perra loca y perro guardian, ¿eh? Me preguntaba por qué eran
perros. Además, ¿qué clase de perro me convirtió eso? Traté de imaginarme esto por un
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minuto. Ciertamente no un perro de pelea. No había hecho nada lo suficientemente grande
como para ganar ese título, y tampoco parecía nada galante. El año pasado, yo había actuado
como líder del grupo. Así que tal vez un nombre más intelectual, como Perro Fiel.
"¡Entonces ese pequeño enano de allí debe ser el Maestro de la Perrera Ruijerd!"
"He oído que el Maestro de la Perrera es el más desagradable de todos."
"Sí, todo lo que ha hecho son cosas horribles."
¡¡¡Qué demonios!!!
No sólo el apodo era diferente de lo que había imaginado, ¡ni siquiera recordaban mi
nombre! No, espera, pero era verdad que usaba el nombre de Ruijerd todo el tiempo, ¿verdad?
Sin embargo, siempre que hacía algo bueno, proclamaba: "Soy Ruijerd del Dead End, y no lo
olvides". Mientras tanto, cada vez que hacía algo malo, me reía a carcajadas y decía: "Me
llamo Rudeus, bwahahahaha". Así que no deberían haber confundido a los dos, ¿verdad?
Hmm. Después de todo un año de laborioso trabajo, fue un poco chocante descubrir que la
gente recordaba el nombre de todos menos el mío. Oh bien. Parecía que tenía una imagen
negativa pegada a mí, pero al menos la gente no usaba mi nombre real. Además, el Maestro
de la Perrera no era un título tan malo. Me pregunto qué pensaría Eris de ello.
"Pero es muy pequeño."
"Apuesto a que también es pequeño ahí abajo, ya que es un niño y todo eso".
"¡Hey, hey! Empieza a llamarlo pequeño y él te soltará a sus perros".
"¡Gahahahaha!"
Antes de que me diera cuenta de lo que estaba pasando, todos se reían de mí por algo que
no tenía nada que ver. Lástima por ellos, sin embargo. Todavía estaba creciendo (y avanzando
muy bien), así que sí, podría ser poco más que un brote de bambú por ahora. Pero el día en
que se convertiría en un árbol magnífico y robusto no estaba lejos.
Ah, olvídate de eso. Si nos seguían tomando el pelo de esta manera, Eris volvería al modo
de rabia demoníaca....o eso creía yo. En vez de eso, siguió mirándome con las mejillas
enrojecidas de rojo brillante. Aww, que adorable.
"Eris, ¿qué pasa?"
"¡No es nada!"
Heh heh heh heh. Si estás tan interesada, ¿por qué no echas un vistazo mientras me ducho
esta noche? No te preocupes, se lo explicaré todo a Ruijerd. Si quieres, podemos entrar juntos.
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Por supuesto, una mano, una pierna, un cuerpo o incluso una lengua pueden resbalar en el
proceso....
De todos modos, basta de bromas. Era hora de que pasáramos al puesto de control. Me iría
de aquí con toda la dignidad que se espera de un "Maestro de la Perrera".
"¡Srta. Eris, Sr. Ruijerdoria! ¡Vamos a seguir nuestro camino!"
"¿Por qué arruinas mi nombre así...?"
"¡Hmph!"
Partimos con la atención de la mayoría de los miembros del gremio centrados en nosotros
tres.
◇◇◇
Llegamos al punto de control. Esta ciudad estaba situada en el Continente Demoníaco, pero
el barco en el que queríamos embarcarnos nos llevaría a la Tierra Santa de Millis. Si llevara
equipaje, tendría que pagar impuestos, y la entrada al país también costaría dinero. Esto era
para prevenir el crimen o simplemente una oportunidad para obtener ganancias. Dejando a un
lado mi curiosidad, pagaríamos si nos dijeran que tenemos que hacerlo.
"¿Cuánto nos costaría? Tenemos dos humanos y un demonio en nuestro grupo".
"Dos humanos serían cinco monedas de acero y hierro. ¿Qué tribu de demonios?"
"Superd".
El oficial del puesto de control sacudió su mirada hacia Ruijerd con un sobresalto. Cuando
se dieron cuenta de que era calvo, emitieron un fuerte suspiro, como si se hubieran dado
cuenta de que sólo se dirigían a nosotros. "Serán doscientas monedas de mineral verde para
el Superd."
"¿D-doscientos?" Ahora era mi turno de ser el que estaba en shock. "¿¡Por qué está tan
alto!?"
"Estoy seguro de que ya sabes la respuesta."
¡Por supuesto que lo sabía! Había viajado con Ruijerd el año pasado, ¿cómo no iba a
saberlo? Había tal desprecio hacia la tribu Superd que todos sus miembros fueron perseguidos
sin fundamento. Aún así, esta tarifa era demasiado alta.
"Pero, ¿por qué una suma tan imposiblemente alta?"
"No me preguntes a mí. Pregúntale a la persona que lo decidió".
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Seguí adelante. "Bueno, ¿por qué crees que es tan alto?"
"Bueno, para prevenir el terrorismo, estoy seguro, en caso de que alguien traiga uno como
esclavo y lo suelte en el continente Millis." Al menos, esa fue su interpretación. En otras
palabras, estaban tratando al Superd como si fueran una bomba de tiempo.
"Ustedes son esos tipos, Dead End, ¿verdad? El Superd falso. Cuando abordes,
comprobarán qué sub-raza eres. No te hagas el duro y desperdicies doscientas monedas
verdes aquí cuando te descubran de todos modos".
Las palabras de advertencia del funcionario fueron una bendición disfrazada. Esto
significaba que no podríamos fingir que Ruijerd era de la tribu Migurd porque nos descubrirían
de todos modos.
"Si mientes sobre tu tribu, no tienes que pagar una multa, ¿verdad?"
"Sólo el dinero que desperdiciaste mintiendo sobre ello en primer lugar." En otras palabras,
siempre y cuando pagáramos el dinero como él nos dijo, estaríamos bien. El poder del dinero
era impresionante.
◇◇◇
El sol ya se estaba poniendo cuando salimos del puesto de control. Decidimos volver a la
posada y comer. Se nos proporcionó la cocina marinera única de la ciudad portuaria. El plato
principal era del tamaño de un puño, cocido al vapor en vino de arroz con un toque de
mantequilla de ajo. Estaba delicioso, fácilmente lo mejor que había comido desde que llegamos
al Continente Demoníaco.
"¡Esto es tan bueno!" Eris dijo feliz mientras masticaba, sus mejillas llenas de comida.
En este último año había olvidado por completo los modales habituales del Reino Asura en
la mesa. Ella cortó su comida con el cuchillo en su mano derecha, luego la apuñaló y se la
puso directamente en la boca. Al menos no lo estaba metiendo con los puños, pero no tenía
nada de elegante y refinado. Edna, su tutora de etiqueta, seguramente se pondría a llorar si
pudiera ver a Eris ahora. Esto también era mi responsabilidad.
"Eris, ¡tus modales en la mesa son horribles!"
Munch, munch. "¿Quién diablos se preocupa por los modales?"
En comparación, los modales de Ruijerd eran mucho mejores, aunque tampoco tenían
elegancia para ellos. No usó su cuchillo en absoluto, pero usó su tenedor tanto para cortar la
comida como para comer. Deslizó su tenedor a través del pescado tan fácilmente como si fuera
mantequilla. Las habilidades de un experto, sin duda.
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"Bueno, me doy cuenta de que aún estamos en medio de nuestra comida, pero
comencemos nuestra reunión de estrategia."
"Rudeus, hablar durante una comida es de mala educación", dijo Eris, de repente llevando
la expresión de una dama de primera clase en su cara.
◇◇◇
Comenzamos nuestra reunión una vez que la comida había terminado y nuestras barrigas
estaban llenas.
"Nos va a costar doscientos minerales verdes cruzar el mar. Un precio ridículo".
"Lo siento. Es por mi culpa." La cara de Ruijerd se nubló.
Incluso yo nunca imaginé que costaría tanto. Francamente, había subestimado

completamente los costos. Pensé que hacer un poco de dinero en el camino nos permitiría
cruzar el océano fácilmente. En realidad, eran cinco monedas de plata para los humanos.
Incluso otras tribus de demonios pagarían una o dos monedas de mineral verde como mucho.
Sólo los honorarios de la tribu Superd eran anormalmente altos.
"Ahora, ahora, no digamos cosas así, papá."
"No soy tu padre."
"Lo sé", dije. "Era una broma."
Aparte de eso, doscientas monedas no eran una cantidad ordinaria de dinero. Incluso si
diéramos prioridad a los trabajos con clasificación S y A, nos llevaría años ahorrar tanto.
Parecía que el Continente Millis no quería que ningún Superd cruzara sus fronteras.
"Estamos en un aprieto. No podemos dejar atrás a Ruijerd".
Dejar atrás a Ruijerd sería la forma más rápida de hacer la travesía. Los dos éramos
aventureros bastante experimentados, así que podíamos continuar nuestro viaje incluso sin él.
Dicho esto, no tenía intención de hacerlo. Ruijerd iba a estar con nosotros hasta que nuestro
viaje terminara. Nuestra amistad era inquebrantable y eterna, después de todo. "Por supuesto
que no lo dejaremos atrás."
"¿Entonces qué vamos a hacer?"
"Tenemos... tres opciones", dije, mostrando el número correspondiente de dedos. Siempre

había tres opciones para todo. Una era avanzar, la otra era retroceder y la otra era quedarse
donde estábamos.
"Ah."
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"Increíble, ¿hay tres opciones?" preguntó Eris.
"¡Heh heh heh!" Me reí.
Ahora sólo espera, pensé. Aún no he pensado en todos ellos. Veamos....
"La primera opción es un ataque frontal: nos quedamos aquí, ganamos dinero y viajamos al
Continente Millis pagando la tarifa."
"Pero si hacemos eso..."
"Sí, llevará demasiado tiempo", estuve de acuerdo.
Si diéramos prioridad a ganar dinero, podríamos ahorrar la suma necesaria en el plazo de

un año. Sin embargo, no había garantía de que algo no le pasaría en algún momento, como
que nosotros perdiéramos nuestro monedero.
"La segunda opción: entramos en un laberinto y obtenemos un cristal mágico o un objeto

mágico. Esta sería una tarea laboriosa, pero podríamos conseguir el dinero que necesitamos
en una sola misión". Un cristal mágico tendría un precio muy alto. En cuanto a cuánto
exactamente, no podría decir, pero si se lo entregáramos al oficial en el puesto de control,
podría incluso dejar pasar a un Superd.
"¡Un laberinto! ¡Me gusta cómo suena eso! ¡Hagámoslo!"
"No." Ruijerd derribó ese plan inmediatamente.
"¿Por qué no?"
Ruijerd podía detectar fácilmente criaturas vivientes con su sexto sentido, pero las trampas
dentro de un laberinto eran probablemente un asunto diferente.
"Realmente quiero ir", dijo Eris, haciendo pucheros.
"Es una opción, pero preferiría no ir con ella."
Podríamos estar bien si procediéramos con precaución, pero como fui bastante descuidado
con mis pies, definitivamente daríamos un paso en falso fatal en algún momento. Parecía
prudente prestar atención a las palabras de Ruijerd en este caso.
"La tercera opción: encontrar un contrabandista en esta ciudad que pueda llevarnos."
"¿Un contrabandista? ¿Qué diablos es eso?"
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"Cuando se trata de las fronteras de un país, normalmente hay que pagar impuestos para
llevar las cosas de un lado a otro. Por eso nos dijeron que pagáramos una cuota. Si eres un
comerciante, lo más probable es que tengas que pagar impuestos sobre tus bienes, ¿verdad?"
"No lo sé, ¿y tú?"
"Sí, así es", respondí. De lo contrario, no tendría sentido cobrar una tarifa mayor basada en
la raza de la persona. "Y probablemente hay cosas que cuestan una cantidad insensata de
impuestos. Así que debería haber alguien aquí que haga ese trabajo por un precio más barato,
además de manipular mercancías ilegales". Bueno, tal vez no lo hubo. Pero si lo hubiera,
entonces seguramente podríamos hacer que nos llevaran al otro lado por un precio mucho
más bajo que doscientas monedas de mineral verde. Claramente algo estaba pasando con la
tarifa en el punto de control. Ese oficial nos dijo que no seríamos castigados, aunque
mintiéramos sobre la tribu de Ruijerd.
De todos modos, acababa de aprender por las malas que el camino más fácil era el que
estaba plagado de trampas. Así que aunque lo he incluido como una opción potencial, quería
evitar hacer algo ilegal si es posible. Por el momento, las tres opciones que se me habían
ocurrido eran:
El enfoque directo de ganar dinero y pagar la cuota
Ganar una fortuna buceando en un laberinto de calabozos.
Llegar a un acuerdo con un contrabandista
Ninguno de ellos era particularmente bueno. Oh, claro, había uno más. Podría vender a mi
báculo, Aqua Heartia. Tenía un enorme cristal mágico y era una obra maestra del Reino Asura.
Eso al menos ganaría suficiente dinero para que un miembro de la raza Superd cruzara el
océano.
Aparte de los pros y los contras, no quería venderlo si es posible. Era un regalo de
cumpleaños precioso de Eris, y yo estaba haciendo buen uso de él. Eris y Ruijerd seguramente
no estarían de acuerdo en que lo dejara ir tan fácilmente.
◇◇◇
Esa noche, un mensaje divino vino a mí.
El Dios-Hombre me dijo: "Compra algo de comida en un puesto de la calle y busca en los

callejones tú solo".
Suena como un verdadero dolor en el culo. Pero como no tengo otras opciones, intentaré
ser optimista y darle una oportunidad.
"¿Así que lo haces porque no tienes otra opción?"
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No, ya sé lo que va a pasar desde que dijiste las palabras "comida" y "callejón".
"¿Lo sabes?"
Sí, un bonito cliché, ¿verdad? Déjame adivinar, voy a encontrar a un niño hambriento que
se perdió. Y va a tener a un tipo raro intentando ligar con ella. ¿Cómo es eso?
"Tienes toda la razón. ¡Increíble!"
Entonces ese chico resulta ser el nieto del líder del Gremio de Tripulantes o algo así,
¿verdad?
"Heh heh heh heh. Guarda la sorpresa para mañana."
¿Qué sorpresa? No ha habido una sola sorpresa agradable en todo este tiempo. ¡Además,
amigo! ¿Qué diablos...? Ha pasado un año desde que hiciste esto. ¡Hasta pensé que no tendría
que volver a ver tu cara!
"Ah, verás, la última vez mi consejo no salió muy bien para ti, ¿verdad? Así que fue un poco
difícil para mí mostrarme de nuevo."
¡Huh! Así que el Dios-Hombre tiene un poco de vergüenza después de todo, supongo. Pero
no te hagas una idea equivocada, ¿de acuerdo? Ese fue mi error la última vez. Dicho esto,
¿cuál fue la decisión correcta que debí haber tomado?
"Bueno, si quieres usar el término 'correcto', eso es cosa tuya. La opción 'normal' habría
sido convertir a esa gente en los guardias, solidificando así tu amistad con Ruijerd."
¿Qué? ¿Me estás diciendo que la solución era así de simple?
"Así es. Nunca soñé que los convertirías en tus aliados y que te ganarías la atención de
esas pequeñas patatas fritas intrigantes del Gremio de Aventureros. Qué reloj tan entretenido
fue para mí".
Sí, y no me divertí lo más mínimo.
"Pero gracias a eso, lograste llegar tan lejos en un año."
Entonces, ¿estás diciendo que el fin justifica los medios?
"Los resultados lo significan todo."
Tch, eso no me gusta.
"No lo sabes, ¿eh? Bueno, eso depende de ti. De todos modos, pareces estar de mal humor,
así que me voy".
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¡Espera un segundo! Hay una cosa que quiero confirmar.
"¿Y eso es?"
Si no pienso demasiado en los consejos que me das, ¿significa que las cosas irán bien?
"Es más entretenido para mí si lo piensas mucho."
¡Ajá, así que eso es todo! Ese es tu juego. Ahora lo entiendo. Gracias por el consejo. La
próxima vez no será tan entretenido para ti.
"Heh heh. Yo también lo espero con ansias".
Sí, sí, sí, sí. Por supuesto que sí.
Mi conciencia se desvaneció cuando esas últimas palabras resonaron en mi cabeza.
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Capítulo II – Conexiones Perdidas, La Precuela
Al día siguiente, salí y cargué mis brazos con comida de uno de los puestos antes de vagar
por los callejones traseros por un rato. La comida estaba asada y ensartada. Había algunas
conchas parecidas a las que teníamos en Japón, un pez similar al jurel, y algunas otras
criaturas marinas que no pude identificar. El dueño del puesto no aclaró cuáles eran sus
mercancías, y los puestos de la calle tenían una variedad de ellas. Así que decidí comprar lo
que fuera más fácil de llevar.
La última vez que el Dios-Hombre me dio un consejo, pensé demasiado. Así como un
cocinero aficionado agrega demasiados ingredientes a un plato, pensar demasiado me había
aterrizado en un montón de mierda figurativa. Esta vez iba a seguir su consejo exactamente.
Seguí sus instrucciones sin pensar, compré la comida que me dijo que hiciera, y luego me abrí
camino sin pensar a través de cualquier evento que ocurriera en el callejón trasero. Esto era
un juego de rol. Lo que ocurriera de aquí en adelante sería completamente imprevisto. Yo no
pensaría demasiado; actuaría de la manera más simple posible. A ese idiota le gustaba el
entretenimiento. Contaba conmigo para que pensara las cosas de nuevo. Mientras yo no
hiciera eso, él no se entretendría.
Esos pensamientos me preocupaban mientras deambulaba sin rumbo durante varios

minutos antes de darme cuenta repentinamente de algo. "Espera, esto es exactamente lo que
espera, ¿no?"
¡Me habían engañado! Me guió con su impresionante charla suave y ahora estaba a punto
de hacer exactamente lo que él quería que hiciera. Cuando me di cuenta de eso, me cabreó.
Estaba bailando justo en la palma de su mano.
Recuerdo su intención original, me dije. Recuerda cómo te sentiste la primera vez que lo
viste. El Dios-Hombre no era alguien en quien pudiera confiar.
Muy bien, esta sería la última vez que haría lo que me dijo. Seguiría su consejo y vería cómo
salían las cosas esta vez, pero de ninguna manera le obedecería la próxima vez. No había
manera de que me convirtiera en su marioneta y dejara que me engañara. ¡Punto!
◇◇◇
Caminé por el callejón. Yo solo, por supuesto.
¿Por qué tenía que estar solo? Esa fue la parte clave de su consejo esta vez. Debe ser algo
que Ruijerd y Eris no aprobarían. No, no lo pienses demasiado, me dije. Si quieres pensar en
algo, entonces piensa en lo feliz que serás si resulta ser algo sexy.
Le había dicho a Ruijerd y a Eris que me quedaría solo todo el día. Era peligroso dejar a
Eris a su suerte, así que le confié a Ruijerd su protección. Tal vez los dos se fueron a ver la
playa ahora mismo.
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"Espera... ¿no es una cita?" En mi mente los vi a los dos juntos en la playa justo antes de
que sus siluetas desaparecieran a la sombra de una gran roca.
¡No, no, no, no! ¡No hay forma alguna! Sólo cálmate, ¿de acuerdo? Estamos hablando de
Eris y Ruijerd, ¿verdad? Esto no es una fantasía sexual. No es nada más que hacer de niñera.
Bebé. ¡Sentado!
Pero Ruijerd era muy fuerte después de todo, y Eris parecía respetarlo mucho. Últimamente
me había tratado como a un Maestro de la Perrera.
No, no, ¿por qué demonios estás entrando en pánico? Me reprendí a mí mismo. Respira
hondo, todo está bien. Sr. Ruijerd, no me la robaría, ¿verdad? No tengo nada de qué
preocuparme, ¿verdad? Cuando regrese, ustedes dos no se habrán acercado misteriosamente
el uno al otro, ¿verdad? Confío en ustedes, ¿de acuerdo?
En mi cabeza simulé una pelea entre Ruijerd y yo. No había forma de que pudiera ganar en
un combate a corta distancia. Si quería tratar con él, tenía que empezar
En mi cabeza simulé una pelea entre Ruijerd y yo. No había forma de que pudiera ganar en
un combate a corta distancia. Si quería tratar con él, necesitaba empezar en algún lugar fuera
de su rango de detección. Entonces tendría que usar agua para acabar con él. Se metió en el
camino de nuestra diversión junto al mar, después de todo. Lo atacaría con agua como
retribución por eso. Si produjera una gran cantidad de agua, podría arrastrarlo hasta el océano.
¡El fin! Podía flotar en el mar hasta ahogarse. ¡Mwahahaha!
Espera, no me malinterpretes. Confiaba en Ruijerd. Fue sólo que, bueno, ya sabes, ese
dicho. El amor es un campo de batalla, ¿verdad?
◇◇◇
Había silencio en los callejones traseros. Incluso las palabras "callejón trasero" evocaban la
imagen negativa de un grupo de personajes sin escrúpulos reunidos en un solo lugar. En
realidad, niños tiernos e inocentes como yo eran susceptibles de ser secuestrados por caminar
por un lugar como este. En este mundo, el secuestro era una de las formas más comunes de
delito para ganar dinero. Por supuesto, si alguien fuera tan estúpido como para secuestrarme,
le aplastaría los brazos y las piernas con el fin de sacarle la dirección, entonces me llevaría
todo lo de valor en sus casas antes de entregarlo finalmente a las autoridades.
"Heh heh heh heh. Niña, si vienes conmigo te daré suficiente comida para que te llenes".
Como en el momento justo, una voz se filtró a través de uno de los callejones. Rápidamente
me asomé en su dirección y vi a un hombre de aspecto sombrío tirando de la mano de una
niña que estaba desplomada contra el costado de un edificio.
Era fácil deducir lo que estaba pasando. Sin embargo, el que se mueva primero gana, así
que preparé mi equipo. Luego creé un cañón de piedra modificado con la velocidad y la
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potencia de un golpe de boxeador y lo apunté a la espalda del hombre. Me había vuelto bueno
limitando el poder de mis hechizos este año pasado.
"¡¡¡Yowch!!!"
Cuando miró por encima del hombro, disparé otra vez. Esta vez lo reforcé un poco.
"¡Gah!"
El hechizo golpeó su cara con un violento ruido sordo, donde se fragmentó y se derrumbó
en el suelo. El hombre trastabilló y tropezó antes de caer. Estaba seguro de que no estaba
muerto. Había hecho un buen trabajo restringiendo mi poder.
"¿Estás bien, jovencita?" Traté de verme lo más guay y sereno posible mientras me
acercaba a la chica que casi había sido secuestrada.
"S-sí..." Era joven y estaba vestida con un revelador traje de cuero negro: botas hasta la
rodilla, pantalones sexys y un top de tubo. La piel pálida en su clavícula, la cintura delgada, el
ombligo y los muslos estaban expuestos. Además de todo eso, tenía cuernos como de cabra
y cabello púrpura ondulado y voluminoso.
Con una sola mirada sabía que era una súcubo. Una joven en eso. No había duda de que
era más joven que yo. Tal vez esta era la forma en que el Hombre-Dios me recompensaba por
mi arduo trabajo. Tal vez tenía algo de sentido común después de todo.
No, espera, esto no era una súcubo. Por lo que yo sabía, no había súcubos entre las razas
demoníacas. Si no recuerdo mal, los súcubos habitaban el continente Begaritt. Paul tenía una
mirada inusualmente tensa cuando me dijo: "Nuestra raza no tiene ninguna oportunidad contra
ellas". Incluso yo sería impotente frente a una súcubo si realmente me encontrara con una.
Los súcubos eran el enemigo natural de la familia Greyrat.
Aparte de eso, no había monstruos en la ciudad. En otras palabras, no era una súcubo. Sólo
era una niña demoníaca con poca ropa.
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"Tú....tú ahí, ¿qué has...?" Estaba temblando como un ciervo. "Este hombre es... ¡es...!"
Tenía una mirada de total incredulidad en su cara. Una mirada de oh, Dios mío, señor, ¿qué
has hecho?
"Ah, lo siento. ¿Lo conocías?" pregunté, inclinando la cabeza. La mirada en la cara de ese
hombre de mediana edad no me dio la impresión de que conocía a este chico. Si tuviera que
describirlo, era más bien como el aspecto de un hombre que ya ha pasado la flor de la vida,
excitado por una niña pequeña. Míralo, su cara rubicunda se torció en una sonrisa a pesar de
que estaba inconsciente. No tenía ninguna duda de que él la llevaría a casa y le daría una
comida abundante y la metería en la cama, pero a cambio esperaría una noche larga y
calurosa.
"Me duele la barriga por el hambre… y este hombre me iba a dar de comer." Un estruendo
ruidoso y gorgoteante puntuó su frase, lo suficientemente fuerte como para que pudiera haber
sido la prefiguración de un terremoto. Cuando el ruido cesó, las rodillas de la niña se doblaron
y se dobló.
"¿Estás bien?" Me arrodillé y la levanté en mis brazos. No se estaba escapando. No me

malinterpreten, sin embargo, la única razón por la que estuve allí fue para seguir el consejo del
Dios-Hombre y salvarla. No era del mismo tipo que ese pervertido de hace un momento.
"Guh...urgh...han pasado trescientos años desde que reviví. Desmayarse en un lugar como
éste es inconcebible. Laplace no puede saber nada de esto".
Sentí como si me hubiera tropezado con el set de un mini-drama. ¿Era este atuendo en
realidad un cosplay o algo así?
"De todos modos, come esto y recupera un poco de tu fuerza." Le metí tres de los pinchos
fritos que le había comprado en la boca.
Munch, munch. En el momento en que entraron en su boca, sus ojos se abrieron y

permanecieron así mientras devoraba la carne en segundos. Luego me arrebató las otras
brochetas. Tenía un total de doce, pero en un chasquido de dedos ya se había comido diez de
ellas.
"¡Wh-whoa! ¡Delicioso! ¡Lo primero que he comido en un año y es tan sabroso!" La chica
parecía haberse recuperado. Saltó al aire desde su posición prona, haciendo una sola rotación
antes de aterrizar de pie. Ella estaba inesperadamente en forma.
"¿Un año? No sé cuáles son tus circunstancias, pero eso es un poco extremo". No era como
si fuera un isópodo gigante que podía vivir años sin comer y no morir de hambre.
"¿Hm? Bueno, no es como si hubiera contado la salida y la caída del sol, pero con lo vacío
que estaba mi estómago, debería ser un cálculo aproximado".
Uh-huh. Así que probablemente no había comido en dos días.
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"¡En cualquier caso, tú me salvaste! ¡Tú! ¡Puedo durar otro año más con esto!" La joven
finalmente se fijó en mí. Tenía los ojos desparejos, uno morado y otro verde. Esto tenía que
ser otro aspecto de su cosplay. No, los lentes de contacto de color no existían en este mundo,
así que tal vez ese era el color natural de sus ojos.
"¿Oh?" Su ojo derecho giró y se puso azul. ¡B-brusco! "¡Whoa! Whoa! ¿Qué te pasa? ¡Eres
horriblemente repugnante! ¿¡Qué es esto, qué es esto!? ¡hahahaha! Gritó con demasiada
emoción mientras me miraba a la cara.
Sí, no hace falta decir que fue un shock. Hacía mucho tiempo que no tenía a alguien que
me mirara a la cara y me llamara asqueroso. Pero yo pensaba lo mismo cuando la miraba. Así
que al menos estábamos a mano.
"¿Podría ser eso? Eras un gemelo en el vientre, pero el otro murió cuando naciste, ¿es
eso?"
...¿Eh? ¿De qué diablos estaba hablando? "No, no creo que haya pasado nada de eso."
"¿Estás seguro?"
"Sí."
"Pero tu piscina de maná es más grande que la de Laplace."
¿Mi qué era más grande que quién? No tenía ni idea de lo que estaba hablando. Desde su
extraña forma de hablar, hasta sus ojos raros, esta niña fue una gran decepción.
"¡A un lado, di tu nombre!"
"Rudeus Greyrat".
"¡Muy bien! ¡Soy Kishirika Kishirisu! ¡La gente me llama la Gran Emperadora del Mundo
Demoníaco!" Empujó con orgullo sus caderas hacia adelante con las manos apoyadas en la
cintura.
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Sus muslos aparecieron frente a mí tan repentinamente que saqué la lengua sin pensar.
"¡Aaaaaah! ¿¡Qué estás haciendo!? ¡Eso es asqueroso!" Volvió los dedos de los pies hacia
adentro y se frotó vigorosamente los muslos donde yo la había lamido, antes de mirarme
fijamente.
Aún así, ahora lo entiendo. La Gran Emperadora del Mundo Demoníaco, Kishirika Kishirisu,
era un nombre que había escuchado antes: la inmortal Emperadora Demoníaca que lideró a
los demonios en la Gran Guerra Humano-Demonio, sólo para encontrarse con una derrota
aplastante.
¿Era ella la verdadera? Después de todo, había venido aquí siguiendo el consejo del Dios-
Hombre. Había una posibilidad de que ella realmente fuera quien decía ser. Sin embargo,
¿cómo podría estar la verdadera cosa aquí en un callejón trasero de una ciudad al borde del
continente demoníaco, al borde de la muerte por inanición? No parecía probable, no importaba
cómo lo giraras.
Ah, eso es probablemente, me di cuenta. A los niños de este continente les encantaba fingir
que eran uno de los grandes héroes del pasado. La más popular de estas figuras era el Dios
Demonio Laplace. Eso fue nauseabundo para mí ya que sabía la verdad sobre él, pero era
popular. Aunque perdió la guerra, subyugó con éxito a todas las tribus del continente y dio a la
gente un lugar fijo al que llamar hogar, trayéndoles así la paz. Se le consideraba uno de los
mayores demonios de la historia. Los niños a menudo representaban sus historias, en
particular el episodio en el que luchaba con un Rey Demonio inmortal. Era el que había visto
muchas veces camino al Puerto del Viento.
Supuse que la Gran Emperadora del Mundo Demoníaco, Kishirika, era otra de las grandes
personas de la historia, pero nunca había visto a una niña que se hiciera pasar por ella antes.
Esta chica tenía que ser una apasionada fanática de la Gran Emperadora. Y no tenía amigos
con los que jugar, por eso estaba aquí sola en un callejón como este. Esa era la forma más
lógica de interpretar la situación.
Hm. Era solitaria, estar sola. No tenía otra opción, entonces. Tuve que seguirle el juego. "¡A-
ah, sí! ¡Qué grosero de mi parte, Su Majestad!" Respondí a su introducción con gran
exageración y me arrodillé como si fuera uno de sus criados.
"¿Oh? ¡Ooh, sí! ¡Muy bien, muy bien! ¡Esta es la reacción que he estado esperando! Los
jóvenes de hoy en día ya no tienen modales." Ella asintió con la cabeza, satisfecha.
Sí, lo sabía. Ella realmente quería a alguien con quien jugar.
"Qué tonto fui por no darme cuenta de que habías revivido. ¡Por favor, perdóname por mis
pobres modales!"
"Muy bien. Me salvaste la vida. Te concederé cualquier deseo que tengas, sólo uno."
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¿Su vida? Todo lo que hice fue darle algo de comida porque tenía hambre. "Um... ¡qué tal
una abundancia de riqueza!"
"¡Idiota! ¡Puedes ver que no tengo un centavo!"
¡Pero dijo que podía pedir cualquier cosa! No, espera, tal vez eso era parte del acto. Quizás
hubo algún episodio en el que alguien le pidió dinero a la Gran Emperadora sólo para que ella
respondiera que no tenía nada. "Muy bien, por favor, dame la mitad del mundo."
"¿¡Qué!? ¿La mitad del mundo, dices? ¡Eso es enorme! Aún así, eso es poco entusiasta.
¿Por qué sólo la mitad?"
"Oh, eso es porque no necesito a los hombres." Mierda, accidentalmente dejé que mis
verdaderos sentimientos se me escaparan. Eso no era algo que se suponía que debía oír.
"Ya veo, así que eso es todo. Puede que seas joven, pero eres lascivo. Aún así, mis
disculpas. Ni siquiera yo he logrado conquistar el mundo por mí misma".
Cierto, Kishirika había perdido todas las batallas por los demonios que lideraba. "Muy bien,
entonces estoy bien con tu cuerpo. Por favor, págame con tu cuerpo".
"¿Ohh? ¿Mi cuerpo? Que estés tan lleno de lujuria a tu edad me preocupa tu futuro".
"Ha ha ha, por supuesto que estoy bromeando..."
Mientras trataba de decirle que estaba bromeando, ella tomó sus pantalones sexys. "Oh,
bueno, supongo que no hay ayuda para ello. Es la primera vez desde que reviví, así que sé
amable conmigo, ¿de acuerdo?" Las mejillas de Kishirika ardían brillantes mientras lentamente
empezaba a bajarse los pantalones.
¿Eh? ¿En serio? Sólo lo decía en broma. No, ¡espera! Ahora era demasiado tarde para
decirle que sólo estaba bromeando. Tendría que observar como ella se revelaba, y luego
negarme diciendo que no era digno de Su Majestad.
"Ah, no, no debo hacer esto." Antes de que pudiera hacer eso, Kishirika se detuvo. "Ya tengo
un prometido. Lo siento mucho, pero no puedo hacer esto." La piel que había expuesto se
desvaneció cuando se subió los pantalones. Sentía como si hubiera estado jugando con mi
pobre y puro corazón.
De todos modos, era un no al dinero, no al mundo, y no a su cuerpo.
"Muy bien, entonces, ¿qué puedes hacer?" Le pregunté.
"¡Idiota! ¡Soy Kishirika, la Gran Emperadora del Mundo Demoníaco! ¡Es obvio lo que puedo
darte! ¡Ojos de demonio!"
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Así que eso fue todo. Bueno, no conocía bien la mitología heroica de este mundo. Ahora
que lo pienso, ¿no tenía Ghislaine también un ojo de demonio?
"Con'ojos de demonio', ¿te refieres a ojos que pueden ver la línea de la vida de una persona?
Una línea que, si se corta, ¿matará a la persona con absoluta certeza?"
"¡Qué horror! ¿¡Qué demonios es ese poder!? ¡No tengo nada tan aterrador como eso!"
Así que no era eso. El único otro tipo de ojo de demonio que conocía era el que convertía a
la persona que mirabas en piedra. Pensé que los ojos que disparaban rayos o láser no podían
ser considerados ojos de demonio.
"Para que codicies un poder tan peligroso... Dime, ¿le guardas tanto rencor a alguien?",
preguntó ella.
"No, en realidad no."
"Nada bueno viene de la venganza. Me han matado dos veces, pero no envidio a los que
me mataron ahora. Un rencor es una cadena que te agobia. Eso fue lo que inició la Gran
Guerra Humano-Demonio".
¡Me estaba regañando una niña! Oh, bueno, no es como si tuviera planes para apuntar a
algún vampiro en alguna parte y cortarlos en pedazos. "Para ser honesto, no sé mucho de ojos
de demonio", dije. "¿Qué tipos hay?"
"Como me he revivido recientemente, no poseo nada significativo, pero hay Ojos de Poder
Mágico, Ojos de Identificación, Ojos de Visión de Rayos X, Ojos de Visión a Distancia, Ojos de
Previsión y Ojos de Absorción.... Cosas así."
Eran sólo nombres. "¿Puedes explicarme qué hace cada uno de ellos?"
"¿Hm? ¿Quieres decir que no lo sabes? Honestamente, los jóvenes de hoy en día no
dedican suficiente tiempo a sus estudios..." A pesar de estas quejas, ella procedió a explicar.
"Primero, tienes Ojos de Poder Mágico. Con estos puedes ver maná directamente. Estos son
los más comunes. Una de cada diez mil personas posee uno de estos."
"Ah, el más popular entonces".
"Ojos de identificación. Puede utilizarlos para identificar objetos y sus detalles. Sin embargo,
sólo pueden darle información que yo conozca. Cualquier cosa que no sepa será desconocida".
"Lo entiendo. Como un diccionario, entonces."
Ella continuó. "Ojos de visión de rayos X. Estos ojos pueden ver directamente a través de
objetos como las paredes. No se puede ver a través de criaturas vivientes o lugares con alta
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concentración de maná. Pero podrías estar harto de ver a todas las chicas desnudas. Perfecto
para un pervertido como tú, ¿no?"
"Mientras no sólo esté viendo huesos", me quedé boquiabierto.
"Ojos de vista lejana. Estos pueden ver las cosas a una gran distancia. Sin embargo, es
difícil concentrarse en las cosas. Aunque puedes ver las cosas desde lejos, no puedes hacer
nada para influir en lo que está sucediendo, así que no te las recomendaría".
"No tiene sentido buscar si no puedes tocar", estuve de acuerdo.
"Ojos de previsión. Estos pueden ver las cosas que sucederán momentos antes. Estos
también son difíciles de enfocar, pero los recomendaría".
"A las compañías a las que les gusta estar un paso por delante les encantaría algo así."
"Ojos de Absorción. Estos ojos pueden consumir maná. Esto incluye el maná que usas, así
que no te lo recomiendo".
"Aguantar y repetir, ¿eh?"
Kishirika estaba muy bien informada. Debe haber aprendido todo esto en alguna parte. Tal
vez sus padres eran bien educados. O tal vez había un libro sobre todos los tipos de ojos de
demonio.
"Está bien, entonces tomaré dos para que mis dos ojos sean ojos de demonio."
"¿Quieres dos desde el principio?", preguntó. "Eres más codicioso de lo que pareces."
"Vamos, te daré otro pincho de carne".
Le mostré mis dos últimos pinchos y ella se los llevó con una amplia sonrisa. "¡Yaay! Nom,
nom...... Sabes, no me importa darte dos ojos de demonio, pero no te lo recomiendo".
"¿Por qué no?" Le pregunté.
"No querrás usarlos constantemente. La mayoría de la gente generalmente se cubre el ojo

del demonio con un parche. Si tienes dos ojos de demonio, no podrás ver nada".
"Ahh, ahora que lo mencionas, conozco a alguien que usa un parche para los ojos." Mi
maestra de espadas Ghislaine llevaba uno. Más tarde descubrí que no era porque había
perdido un ojo, sino porque tenía un ojo de demonio.
"Además, una persona que vive varios cientos de años puede ser capaz de controlar dos
ojos de demonio a la vez, pero un niño como tú perdería la cabeza intentándolo."
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¿Perder la cabeza? Así que usarlos tiene un impacto en tu cerebro. Aterrador. "Está bien,
entonces no hagamos dos después de todo."
"Eso es lo mejor. Bueno, ¿cuál será? Recomiendo el ojo de previsión."
Ojos de demonio, ¿eh? Si realmente fuera a obtener uno, ¿cuál preferiría tener? Pensé
mucho en cada uno de ellos, pero todos tenían sus usos. Un ojo para el poder mágico parecía
un desperdicio. Podría ser útil, pero, de nuevo, bastantes personas parecían tenerlos. Si iba a
tener uno, quería uno que se sintiera más único.
Realmente no necesitaba un ojo de identificación. No saber qué son las cosas no era un
gran inconveniente. Además, cualquier cosa que la Gran Emperadora Demoníaca no supiera
sería catalogada como desconocida, de todos modos. Podía imaginar que era inútil justo
cuando realmente lo necesitaba.
Yo tampoco necesitaba un Ojo de Visión de Rayos X. Me llevaría un tiempo hasta que

pudiera controlarlo adecuadamente, y me imaginé tener que ver a Ruijerd desnudo todo ese
tiempo.
El Ojo de la Vista Distante podría ser beneficioso, pero por el momento no tenía ningún
deseo de tenerlo. Ya podía adivinar lo que Ruijerd y Eris estaban haciendo sin un Ojo de Vista
Distante, pero si yo tuviera uno probablemente vería a Eris amenazando a alguien mientras
Ruijerd intentaba detenerla.
En cuanto al Ojo de Previsión, sin duda pude ver por qué lo recomendó. Era cierto que no
podía vencer a Eris o Ruijerd en un combate cuerpo a cuerpo ahora mismo. Las criaturas (y la
gente) de este mundo eran rápidas, después de todo. Ser capaz de ver el futuro, incluso por
unos segundos, sería una gran ventaja para mí.
El Ojo de la Absorción estaba completamente fuera de discusión. Eso acabaría con las
ventajas que tenía como mago. Aún así, era bueno saber que ese ojo de demonio existía. De
lo contrario, habría entrado en pánico si me hubiera encontrado con alguien que pudiera hacer
mi magia completamente ineficaz.
Bueno, no importaba cuál escogiera. Sólo estábamos jugando, de todos modos. "Muy bien,
dame el que me recomendaste, el Ojo de Previsión".
"¿Estás seguro? La mayoría de la gente ignora mis recomendaciones y escoge otra cosa
para sí mismos, diciendo: ¿Qué es lo bueno de poder ver unos momentos en el futuro?".
"Si puedes ver un segundo en el futuro, puedes controlar el mundo." Aún así, los
espadachines de este mundo eran rápidos. Puede que no sea capaz de vencerlos ni siquiera
con el poder de la previsión. Después de todo, estaba la Espada Larga de la Luz.
"No el Ojo de la Visión de Rayos X, ¿hm? ¿No a ver a todas las chicas desnudas que
quieras?"
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Esta niña no lo entendió, ¿verdad? Claro, podía ver el cuerpo desnudo de cualquier chica o
mujer hermosa que pasaba por la calle y probablemente me excitaría. Pero eso era todo. Me
hartaría de eso rápidamente. El proceso de imaginar que se desnudaban era lo que me
gustaba, de todos modos.
"Ya veo, ya veo. Muy bien, trae tu cara aquí."
"Está bien."
"¡Aquí va!" Suprimir. Me metió el dedo en el ojo derecho.
Una fuerte sacudida de dolor me atravesó. "¡Gyaaah!"
Instintivamente intenté retirarme, pero Kishirika me cogió. No podía moverme. Era más
fuerte de lo que esperaba.
Me duele, me duele, me duele, mi cerebro gritó. "¡Gaaaah! ¿¡Qué demonios estás haciendo,
mocosa!?"
"Oh, cállate. Eres un hombre, ¿no? ¡Aguanta un poco el dolor!" Me molió los dedos en la
cuenca de los ojos como si estuviera jugando con ellos, ¡y luego los sacó con un chasquido!
Me quedé completamente ciego en ese ojo.
"El iris del Ojo de la Previsión es un poco diferente a tu color normal, pero la gente no será
capaz de notar la diferencia desde lejos."
"¡Idiota de remate! Hay una diferencia entre lo que está bien y lo que no está bien hacer
cuando estás jugando".
"Soy la Gran Emperadora del Mundo Demoníaco. Yo no jugaría a hacerte un ojo de

demonio".
Maldita sea, mi ojo.... Mi ojo es... Aaaaah, espera, ¿qué? Me detuve confundido. Pude ver.
¿Todo parecía como si se hubiera duplicado...? ¿Qué diablos estaba pasando? Fue
nauseabundo.
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"Dependiendo de cómo se le suministre maná, debería ser capaz de hacerlo lo más delgado
posible. Bueno, haz lo mejor que puedas para aprender a usarlo".
"¿Eh? ¿Qué? ¿De qué estás hablando?"
"Digo que todo depende de ti." Kishirika parecía contenta consigo misma, no importaba lo
confusas que me dejasen sus palabras. Vi una imagen posterior de su asentimiento, y dentro
de esa imagen posterior había una sombra espesa. ¿Qué fue eso?
"Muy bien, así que puedes verlo después de todo. Bueno, entonces, me iré. Necesito buscar
en Badigadi. Agradezco mucho la comida".
Una vez que terminó de hablar, saltó por el aire y aterrizó en el techo de arriba con un ruido
sordo. "¡Que te vaya bien, Rudeus! ¡Bwahahahaha! Bwahahahahah-gah!"
Hubo un efecto doppler cuando ella se fue, el sonido de su alta risa desapareciendo
gradualmente. Lo escuché con asombro.
"Espera.... ¿Ella era la verdadera?"
Y así fue como obtuve el Ojo de Previsión.
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Capítulo III – Conexiones Perdidas, La Secuela
Un ojo demoníaco. La mayoría de la gente se sorprendería al recibir algo así tan
repentinamente. Por casualidad, ella estaba en ese callejón, y por casualidad, me lo dio a mí.
Fue un giro del destino, y mi mente no se había puesto al día con lo que estaba pasando.
Dejando eso a un lado, yo había hecho lo que el Dios-Hombre me había instruido. Así que
eso significaba que las cosas salieron exactamente como él quería. El pensamiento me hizo
querer arrancar el ojo y aplastarlo bajo los pies. Sin embargo, no lo hice porque me pareció
demasiado doloroso y aterrador.
De todos modos, regresé a la posada y maldije a mi propia ingenuidad. La gente que

caminaba por la ciudad se duplicaba. ¿Cuál era el futuro y cuál el pasado? Aunque lo supiera,
los movimientos de la gente eran impredecibles. Seguí juzgándolos mal con mis ojos y
tropezando con la gente.
"¡Tsk! ¡Cuidado por dónde caminas!"
Por la apariencia del hombre, supuse que era un matón de poca monta. Tenía una barba
voluminosa en la barbilla y una cicatriz en la cara. No tenía la impresión de que fuera un
aventurero, sino una de las muchas plagas que infestaban la ciudad.
"Sí, me disculpo. Mis ojos no son muy buenos".
"Tus ojos no son buenos, ¿eh? ¡Entonces camina a un lado de la carretera! La mayoría de
la gente de esta zona que no ve ni oye bien se disculpan cuando andan por ahí".
Sólo intentaba provocar una pelea. Sus amenazas eran intimidantes, pero me di cuenta de
que no estaba tan enfadado, sólo un poco irritado. "Tendré cuidado de ahora en adelante",
dije.
"¡Eso es, cuidado!"
No quería que las cosas se intensificaran más, así que me mordí la lengua y miré para otro
lado.
El matón escupió al suelo antes de irse. Luego se detuvo. "Tch....ah, así es", dijo. "Sólo
tengo una pregunta para ti. ¿Has visto a un borracho idiota caminando por aquí? Nunca
regresó ayer."
Lo vi justo cuando me miraba: una maceta que se rompía en la parte superior de su cabeza.
Lo que pasó después fue instantáneo. Canalizé maná con mi mano derecha y liberé la magia
del viento que lo sacó del camino.
"¡Gah!" Dio un salto mortal por el suelo, y luego se puso en pie en posición defensiva. Sacó
su espada y me apuntó con su punta. "Bastardo, ¿qué demonios...?"
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Fue entonces cuando la maceta se estrelló contra el suelo, rompiéndose. Ambos seguimos
su trayectoria hacia arriba. Una mujer de mediana edad nos miró con una mirada de
estupefacción en su cara. "¡Lo siento mucho! ¿Están bien ahí abajo?"
"¡Ah, sí, estamos bien!"
Se agachó de nuevo en la casa después de que le respondiera. La mirada del matón se

interpuso entre mí, el lugar donde había caído la maceta, y su posición actual. El tragó saliva.
"Umm... sobre ese tipo borracho, se desmayó en uno de los callejones. Probablemente tuvo
una pelea con alguien. De todos modos, me voy". Hablé lo más rápido posible antes de dar la
espalda a la escena. No quería involucrarme más con ese matón.
Este ojo parecía tener sus usos después de todo, aunque sería una molestia si causara
problemas como este constantemente. Decidí trabajar para dominarlo rápidamente.
◇◇◇
Regresé a la posada. Cuando les dije a Eris y Ruijerd que había conocido a la Gran
Emperadora del Mundo Demoníaco, ambos se quedaron atónitos.
"¿La Gran Emperadora del Mundo Demoníaco? No pensé que reviviría". Ruijerd tenía una
rara mirada de sorpresa en su cara.
"Y nunca soñé que me saldría algo como un ojo demoníaco tan de repente."
"Otorgar ojos de demonio es un poder que sólo posee la Gran Emperadora", explicó.
La Gran Emperadora del Mundo Demoníaco, Kishirika Kishirisu, también era conocida como
la Emperadora Demoníaca de la Resurrección. Otro nombre para ella era la Emperadora
Demoníaca de Ojos de Demonio. Aparentemente, no era tan hábil en el combate, pero con
doce ojos de demonio en su poder, había muchas cosas que podía ver que la mayoría no
podía. Su poder más temible era su capacidad de convertir el ojo de otra persona en un ojo
demoníaco. Fue a través de ese poder que ella otorgó ojos demoníacos a todos sus
seguidores, dándole el poder de gobernar sobre todas las tribus de demonios. Incluso hubo
quienes se convirtieron en sus seguidores sólo para poder obtener más poder.
"Me pregunto qué estaba haciendo en esta ciudad". Dije.
"¿Quién sabe? No tengo ni idea de lo que pasa por la mente de los Reyes Demonios o de
los Emperadores Demonios", dijo Ruijerd encogiéndose de hombros.
Cierto, pensé. Ni siquiera sabías las verdaderas intenciones del Dios Demonio al que
serviste durante tantos años, después de todo. No es que le dijera tanto, sabiendo que sólo lo
deprimiría.
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Eris, por otro lado, tenía los ojos llenos de estrellas sobre el título "Gran Emperadora del
Mundo Demoníaco". "Eso es increíble. ¡Yo también quiero conocerla!"
"¿En serio?"
Eris y Kishirika. ¿Qué tipo de conversación tendrían si se conocieran? Hasta yo tenía un

poco de curiosidad. Aunque parezca improbable, podrían encontrar puntos en común.
"Me pregunto si aún está en la ciudad."
"No estoy seguro", dije.
¿Quién sabe? Tal vez si volviera por los callejones mañana, la encontraría desmayada de
hambre otra vez. Se sentía como un chiste muy plausible, dado su carácter. Pero aún así, es
bastante improbable. Parecía que estaba buscando a alguien, así que probablemente ya se
había marchado. Era como si fuera una chica mágica guiada por la Ley de los Ciclos, o algo
así. "Estoy seguro de que ya se habrá ido de la ciudad".
"¿En serio? Es una lástima", dijo Eris. Probablemente iría a ver los callejones mañana de
todos modos, a pesar de lo que le dije.
"De todas formas, con eso dicho, me voy a esconder en la posada. Ustedes dos son libres
de irse por su cuenta".
Cada uno asintió con la cabeza.
◇◇◇
Me llevó una semana aprender a usar el ojo del demonio. En pocas palabras, no fue tan
difícil. Podrías controlar el ojo a través del maná. Era muy similar a la forma en que usaba la
magia sin cantar, que ya había hecho muchas veces antes. A través de Maná, podías controlar
lo que veías. Estaba confundido hasta que me di cuenta de que había dos tipos de enfoque.
Entonces las cosas se arreglaron rápidamente.
Uno de los tipos de enfoque controlaba la opacidad, como cambiar el tono de los cuadros
de diálogo en un juego erótico. Al principio, estaba al máximo, así que todo parecía doblado.
Hice la opacidad lo más baja posible. Al canalizar el maná en la parte interna de mi ojo, podría
debilitar mi capacidad de previsión lo suficiente como para ver el presente. Sin embargo, los
vislumbres del futuro fueron beneficiosos, así que ajusté la opacidad al punto exacto en el que
no distraía, sino que seguía siendo visible. Luego traté de mantenerlo así. Si perdiera el
enfoque por un segundo, la opacidad cambiaría. Pasaron tres días antes de que pudiera
mantenerlo consistente.
Lo siguiente fue la duración, o mejor dicho, la latencia. Podía cambiar lo lejos que podía ver
en el futuro canalizando el maná en la vanguardia de mis ojos. Lo más lejos que podía ver
normalmente era sólo un segundo, pero con el uso de maná podía ver dos o más segundos
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en el futuro. Las cosas se desdibujaron en dos o tres, como la rama de un árbol dividiéndose
y representando diferentes posibilidades.
Podía ver hasta tres o cuatro segundos con más maná, pero si trataba de ver hasta cinco
segundos por adelantado, la imagen se dividía y se hacía tan borrosa que me daba dolor de
cabeza. Esto es representativo de la cantidad de formas en que el futuro puede cambiar.
Además, cuanto más intentaste ver hacia el futuro, más afectaba a tu cerebro, aparentemente.
Kishirika incluso dijo que tener dos ojos de demonio te paralizaría. Quizás fue la influencia de
todos sus ojos de demonio lo que la hizo parecer una cabeza hueca.
Sin embargo, sabía que podía ver con seguridad un segundo en el futuro. Me tomó tres días
dominar esto, luego un día extra para aprender a controlar ambos factores a la vez. En total,
me llevó siete días aprender lo básico de cómo usar mi Ojo de Previsión.
◇◇◇
Mientras yo estaba ocupado canalizando maná en mi ojo y ordenándolo, ¡Haz mi voluntad,

Ojo de Previsión! Eris y Ruijerd iban a algún lugar juntos todos los días. Cuando regresaron,
Eris siempre estaba bañada en sudor mientras que Ruijerd parecía tan tranquilo como siempre,
sólo transpirando un poco más de lo habitual. Los dos estaban haciendo algo para mejorar ese
sudor. Y todos los días, ¡así de simple!
"Sólo por el bien de la mención, me gustaría preguntar. ¿Qué están haciendo ustedes dos?"
Eris estaba escurriendo un trapo empapado en sudor cuando le pregunté. Ella respondió:
"¡Eso es un secreto!" Parecía estar divirtiéndose de verdad.
¿Así que estaba haciendo algo en secreto que no podía decirme? Oh, ya entiendo. Una
pequeña delicia por la tarde, ¿eh? Supongo que mi única esperanza de acción era ahogarme
en el olor de ese trapo empapado de sudor que ella sostenía.
No se haga una idea equivocada, no estaba particularmente preocupado por eso.

Probablemente estaban saliendo y entrenando. Aunque su actitud podría haber sugerido lo
contrario, Eris era de las que trabajaban duro en secreto. Cuando estábamos en la región de
Fittoa, ella hacía lo mismo, entrenando frecuentemente con Ghislaine en sus días libres. En
ese entonces, cada vez que le preguntaba qué estaba haciendo, ella ponía esa misma sonrisa
demasiado confiada en su cara y decía: "¡Es un secreto!" Así que estaba seguro de que esta
vez también tenía que ser un entrenamiento.
Esa noche soñé con un hombre de treinta y cuatro años, encerrado en sí mismo,
pinchándome en la mejilla mientras me susurraba al oído: "A partir de ahora, tu apodo será
`patético perdedor'". Pensé que tenía que ser obra del Dios-Hombre. Ese bastardo era
realmente bueno para nada.
◇◇◇
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Una semana más tarde informé a Eris y Ruijerd sobre mi capacidad para controlar el Ojo de
Previsión. Cuando lo hice, Ruijerd me sugirió: "Entonces, ¿por qué no tienen una pelea tú y
Eris?" ¿Era para probar lo útil que era esta cosa en combate? ¿O fue para mostrarme los
resultados de su entrenamiento especial? Lograr ambas cosas a la vez sería un buen trato,
así que acepté.
Nos trasladamos a la playa. Ruijerd se quedó al margen para observar mientras tomábamos
posiciones opuestas, con las espadas en la mano.
"¿Realmente crees que puedes vencerme ahora sólo porque tienes ese ojo de demonio?"
Eris se sentía particularmente confiada hoy. Debe haber aprendido alguna técnica nueva o
algo la semana pasada.
Quería mantener esa sonrisa descarada en su cara. "No, está bien si pierdo. Sólo quiero
saber cuánto puedo ver en medio de la batalla con este ojo, eso es todo". Por eso no iba a
usar magia hoy. Yo también quería ver los frutos de mi propio trabajo. Ajusté mi ojo para poder
ver un segundo hacia el futuro y la lucha comenzó.
"Hmph, eso suena como algo que dirías, pero..."
Pude ver lo que iba a hacer mientras hablaba. De repente va a mover su puño izquierdo
hacia mí. Si no tuviera este ojo, no habría podido reaccionar a tiempo. Eris era natural cuando
se trataba de lanzar ataques preventivos.
"¡Ha!"
"¡Oho!" Pude esquivar su ataque. Contesté golpeando un lado de su cara.
Luego vino la siguiente visión. Eris ni siquiera se inmutará, sino que comenzará una
avalancha de ataques, con la espada en la mano derecha. Ese era el punto fuerte de Eris.
Podría encogerse de hombros ante cualquier número de ataques y lanzarse a una ofensiva.
Su parte inferior del cuerpo era tan fuerte que la mayoría de los ataques no la harían
tambalearse. De hecho, cuanto más daño recibía, más se cargaba su ira y más agresivos se
volvían sus ataques.
"¡Tah!"
"¡Está bien!" Le di un fuerte golpe en el antebrazo. Eris dejó caer la espada. Anteriormente,
habría considerado que la batalla había terminado en ese momento. Tirar tu espada significó
que perdiste, o al menos lo hizo cuando yo estaba entrenando bajo Ghislaine. Sin embargo,
pude ver con mis propios ojos que esto aún no había terminado.
Eris ya está entrando en su segunda línea de ataque.
En otras palabras, esta fue sólo una de sus fintas. Dejó caer la espada para que bajara la
guardia.
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Me dará un puñetazo en la barbilla con su puño izquierdo.
En otras palabras, dejó caer a propósito la espada para atraerme a una falsa sensación de
seguridad, para poder lanzarse a su estilo habitual de combate cuerpo a cuerpo: el especial
Golpe Boreas de Eris.
"¡Qué...!"
"Tus piernas están abiertas." Enganché mi pie alrededor del suyo, desequilibrándola. Su
puño se golpeó con el aire vacío y cayó al suelo.
Aún así, parecía que la batalla no había terminado.
Se va a agarrar con las manos, usar el rebote y la torsión para girar y agarrarse a mi pierna
derecha.
"Uh-uh." Di un paso atrás y al mismo tiempo bajé mis rodillas, inmovilizándola para que no
pudiera moverse.
Gracias a la forma en que contorsionó su cuerpo en un desesperado intento de morderme,

el cuerpo de Eris estaba todo retorcido. Un brazo estaba aplastado debajo de ella, mientras
que una de sus piernas estaba doblada hacia su trasero. Me preguntaba qué haría después,
pero todo lo que podía prever era más lucha.
"Es suficiente", gritó nuestro árbitro.
Eris se desmayó como si la energía le hubiera sido drenada.
¿Gané? ¿Realmente gané? Esta era la primera vez que vencía a Eris en combate cuerpo a
cuerpo y sin magia.
"Fallé, eh..." Eris tenía una mirada sorprendentemente tranquila en su cara cuando me miró.
Me bajé de ella. Se levantó lentamente y desempolvó la suciedad de su ropa.
Me va a dar un puñetazo.
La expresión de Eris se agrió cuando detuve su puño con mi mano. "¡Me voy a casa!",
declaró en voz alta. Sus hombros temblaban mientras se dirigía a la posada.
¿Realmente la hice enojar? Me preguntaba. No, no era eso. Probablemente la hice perder
algo de confianza. A ella siempre le ha resultado fácil ganarme hasta ahora. Ahora, de repente,
me había hecho más fuerte. Si yo estuviera en su lugar, probablemente también me habría
sentido celoso.
"Eris sigue siendo una niña", dijo Ruijerd mientras la veía marchar.
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"Eso es normal para su edad", le respondí antes de mirarlo.
Me miró a los ojos y asintió. "Buen trabajo".
"Cualquiera que tenga un ojo demoníaco puede hacer eso."
Me había puesto algo más en forma, pero había docenas de personas en este mundo con
una capacidad física similar. Cualquiera que tuviera un ojo demoníaco debería ser capaz de
hacer lo mismo.
"Un ojo demoníaco no es algo que una persona pueda dominar inmediatamente cuando lo
consigue."
"Oh, ¿en serio?"
"Había un Superd en mi compañía de batalla que tenía un ojo demoníaco. Lo vigilaba

constantemente y nunca logró controlarlo, ni siquiera hasta el día de su muerte. Eres raro por
ser capaz de controlarlo después de una semana".
Oh, de acuerdo. De acuerdo, sí. Sí, entendí lo que quería decir.
Bueno, trabajé muy duro en el control de mi flujo de maná, y dominé su uso en sólo una
semana. Así que yo era el único capaz de controlarlo tan rápido, ¿eh? Ya veo, ya veo.
¡Mwahahaha! "Tal vez hasta pueda ganarle, Al Sr.. Ruijerd."
"Si usas magia", estuvo de acuerdo.
"¿En combate cuerpo a cuerpo?"
"¿Quieres intentarlo?"
Decidí aceptar esa oferta. Para ser sincero, me estaba adelantando. "Sí, por favor."
Ruijerd dejó su lanza a un lado y adoptó una postura con las manos vacías. En otras
palabras, no necesitaba su arma contra un enano como yo. "Puedes usar magia si quieres",
dijo.
"No, si vamos a hacer esto, lo haremos con nuestras propias manos."
Antes de que terminara, una visión apareció ante mí. La palma de la mano de Ruijerd va a
venir directo hacia mí.
Pude verlo. Podía ver lo que iba a hacer y reaccionar ante ello.
"¡Oho!" Extendí la mano para detenerlo.
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Va a agarrar mi mano.
En el momento en que vi la visión, instintivamente tiré de mi mano hacia atrás. Al momento

siguiente, la visión se nubló.
Me va coger en la cara con el puño.
Ahora había dos visiones; en otras palabras, dos futuros potenciales separados. Uno en el
que me agarraba del brazo, y otro en el que me golpeaba el puño en la cara. ¿Qué estaba
pasando? La duda se agitó dentro de mí. Se suponía que mi visión no debía nublarse en un
plazo de un segundo.
"¡Whoa!" Doblé mi cuerpo hacia atrás, evadiendo por poco su ataque.
El puño de Ruijerd va a venir a mi cara.
Pude verlo. Podía verlo claramente. Pero mi cuerpo ya estaba contorsionado por esquivar
su último ataque. Incluso si pudiera ver lo que haría después, no podría moverme a tiempo
para evitarlo.
"¡Bwah!"
Su puño me pilló justo en el medio de mi cara. Mi cabeza golpeó la playa de arena mientras
caía al suelo. Me quedé tendido boca abajo.
Alcancé una mano para comprobar si había heridas. Estaba bien, ¿verdad? Esperaba que
no destrozara completamente mi hermosa cara. No tenía una cara de "pug", ¿verdad?
"¿Rendirse?"
Pude sentir que había terminado en el momento en que me preguntó eso. "Sí, admito la
derrota." Pensé que podría ganar cuando vi la primera visión, pero parecía que las cosas no
eran tan sencillas.
"Pero ahora lo entiendes, ¿verdad?"
Tomé la mano que me tendió y me levanté. "No, no lo sé. El futuro que vi se difuminó.
¿Cómo lo hiciste?"
"No tengo ni idea de lo que viste, pero decidí que si tratabas de defenderte con la mano, yo
lo agarraría, y si no lo hacías, yo golpearía. Eso fue todo lo que pasó por mi cabeza."
En otras palabras, mientras él pudiera adivinar lo que yo iba a hacer a continuación, podría
reaccionar ante ello. Había tal brecha en nuestros niveles de habilidad que, en última instancia,
mi capacidad para ver un segundo hacia el futuro no significaba nada. Parecido al shogi, se
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podría decir. Incluso si un novato podía ver un movimiento hacia adelante, no había forma de
que pudiera vencer a un maestro.
Los habitantes de este mundo eran, en un grado inusual, muy hábiles. Probablemente había
muchos otros que podían luchar como Ruijerd.
"Más importante aún, he luchado contra alguien con el mismo ojo demoníaco antes. Desde
entonces, he luchado con la suposición de que todos tienen la misma capacidad. Tú y yo
tenemos diferentes niveles de experiencia".
"Eso es verdad."
Así que utilizó su experiencia para combatir el Ojo de la Previsión. Quizás los estilos de
espada de este mundo también tenían formas de contrarrestar el poder de un ojo de demonio,
por ejemplo, el Estilo del Dios Espada de la Palabra Larga de Luz. Tengo la sensación de que
aunque pudieras verlo, no podrías esquivarlo.
"Parece que me he adelantado un poco."
Parecía que las debilidades del ojo demoniaco ya estaban establecidas desde hacía tiempo,
como encontrar una forma de bloquear la visión del poseedor, usar un escudo, atacar por
detrás, o incluso luchar en la oscuridad.
Aparte de todo eso, este ojo aún tenía su atractivo. Le gané a Eris, después de todo. El solo
hecho de pensar en las maneras en que podría usarlo de ahora en adelante hizo que mi
corazón latiera con fuerza. Había predicho todo lo que Eris haría. Un completo 180 de cómo
eran las cosas antes. En otras palabras, con la práctica, podría incluso ser capaz de predecir
los movimientos de Ruijerd.
Fue entonces cuando el ermitaño apareció con un zumbido dentro de mi cabeza, con su
cabeza calva y sus gafas de sol. "¡Ahora no tienes que ser golpeado todo el tiempo para ver
lo lejos que has llegado!", dijo.
Muy bien, entonces. Gracias, ermitaño amante de los pechos. Hmm. ¡Pensar en todas las
maneras en que podría usar este ojo realmente hizo que mi corazón se disparara!
◇◇◇
Cuando regresé a la posada, con una mirada de ensueño en mi cara, encontré a Eris posada
en la cama con sus rodillas abrazadas a su pecho. Oh, claro, me había olvidado de ella. Estaba
deprimida. Mientras tanto, mi ermitaño interior se había subido a su tortuga y había
desaparecido del lugar.
"Um, ¿Eris?"
"¿Qué es lo que quieres?"
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Después de nuestra batalla, Ruijerd me contó lo que los dos habían estado haciendo la
semana pasada. Aparentemente fue un entrenamiento especial, después de todo. No del tipo
pervertido, por supuesto. Para fortalecerse, Eris se había dedicado todos los días a la práctica
de la espada. Como resultado, ella había logrado vencerlo una vez.
Había vencido a Ruijerd una vez. Eso fue extraordinario. Probablemente nunca lo lograría
en toda mi vida. Aparentemente, Eris se puso muy arrogante por eso. Por eso Ruijerd me usó
para desinflar su ego.
En serio, ¿qué demonios? Fue su propio error y, sin embargo, ese aspirante a guerrero
amante de la política me hizo limpiar su desastre. Aún así, fue efectivo. Su ego se había
hinchado tanto después de reclamar la victoria contra un oponente al que nunca había vencido
antes (Ruijerd), sólo para ser pinchada al perder contra un oponente que nunca la había
derrotado antes (yo).
Dicho esto, no creí que esta era la forma correcta de manejarlo. Sabía lo que era finalmente
empezar a pensar: ¿Hey, tal vez le he cogido el truco a esto? sólo para probar lo contrario. Te
dejaba sintiéndote completamente miserable, como si todo lo que habías hecho hasta ahora
hubiera sido inútil.
Claro, tal vez le ayudó a enfriar su cabeza. Tal vez no cometería grandes errores ahora.
Pero Eris estaba probablemente en un período de rápido crecimiento. No creí que comprobar
su ego fuera la respuesta correcta. En vez de eso, era mejor dejarla correr tan alto para que
pudiera desarrollarse aún más rápido. Entonces podrías señalar sus defectos y corregirlos
después.
"Realmente te has vuelto muy fuerte, Eris."
"Está bien, no necesitas consolarme. Sabía que no podía vencerte, de todos modos."
Todavía irritable, sacó su labio inferior con una mueca.
¿Qué podía decirle? No tenía buenas frases para tiempos como este.
Ruijerd no había regresado a la habitación conmigo. Fue su culpa que su ego se le fuera de
las manos en primer lugar, así que deseé que él hiciera algo al respecto, aunque era cierto
que yo era el que realmente había reventado su burbuja.
Pero de nuevo, si pudiera consolarla adecuadamente, su medidor de afecto subiría

indudablemente. Ella se enamoraba de mí, y los dos nos abrazábamos cara a cara en un baile
de amor. Ruijerd debe haber asumido que eso era lo que pasaría, y por eso nos dejó en paz.
"No pierdas toda tu confianza por esto. Escuché que te las arreglaste para vencer a Ruijerd
una vez. Es increíble, ¿verdad?" Me senté a su lado mientras hablaba. Cuando lo hice, Eris
apoyó su cuerpo contra el mío. El dulce aroma de su sudor llenó mis fosas nasales. Era un
buen olor, pero tuve que contenerme. Necesitaba ser un caballero en esta situación.
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"Es trampa, Rudeus. Tienes un ojo demoníaco para ti mientras yo tenía que trabajar duro..."
Me quedé paralizado. Mi cabeza se entumeció instantáneamente. Mi lobo interior retrocedió

con su cola metida firmemente entre sus patas. No había nada que pudiera decir en respuesta.
Ella tenía razón. ¿Por qué me estaba poniendo tan feliz? Fue un engaño. Lo que hice fue
deshonesto. El poder del ojo demoníaco no era algo por lo que hubiera trabajado duro para
obtener. Cayó en mi regazo. Todo lo que hice fue comprar comida en algún puesto y vagar por
los callejones. Cierto, me había llevado una semana dominar sus poderes. Pero eso fue todo.
No había luchado en absoluto. ¿Qué demonios estaba haciendo yo usando ese poder y
actuando tan feliz de haber derrotado a Eris cuando ella pasó una semana entera trabajando
duro, empapada de sudor?
"Lo siento."
"No te disculpes".
Eris se quedó completamente en silencio después de eso. Pero no se alejó de mí.

Normalmente, mi corazón palpitaba por su olor o por el calor de su cuerpo, pero esta vez no
fue así. En vez de eso, me sentí avergonzado, como si su calor y el olor de su sudor me
estuvieran criticando. El aire se sentía pesado.
Tal vez era mejor para mí no usar el ojo demoníaco a menos que fuera absolutamente
necesario. Su practicidad podría dificultar mi crecimiento. Lo entendí después de pelear con
Ruijerd.
Ahora mismo, lo más importante no era pensar en cómo utilizar este ojo demoníaco. En
cambio, necesitaba perfeccionar mi capacidad de combate. Cierto, era mejor luchador cuando
usaba el ojo. Pero mis habilidades se estabilizarían si dependiera de eso. Confiar en un soporte
sólo podría atormentarme más tarde. Era peligroso. Casi me dejo llevar por los planes de ese
diablo traidor, el Dios-Hombre.
Decidí que sólo usaría mi ojo demoníaco como carta de triunfo final.
◇◇◇
Esa noche pasé un tiempo pensando por mí mismo.
En última instancia, aún no habíamos encontrado la manera de cruzar el océano. ¿Había

metido la pata en algún sitio? Seguí el consejo del Dios-Hombre lo suficientemente bien, pero
todo lo que había ganado era el ojo demoníaco.
¿Se suponía que esto ayudaría de alguna manera? ¿Como con las apuestas? Pero placeres
como el juego no existían aquí en el continente demoníaco. Si lo hicieron, probablemente fue
en forma de apuestas en peleas entre dos personas. Eso no me daría mucho dinero.
Podríamos usar a Ruijerd como gladiador y cobrar una cuota de participación de un hierro en
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bruto con un premio de cinco monedas de mineral verde, pero finalmente se quedaría sin
oponentes.
Hmm. No importaba cuánto lo pensara, no se me ocurría ninguna solución. Todavía

estábamos en la misma situación que antes de que me dieran el consejo el Dios-Hombre. En
cierto modo, habíamos perdido una semana. Desperdiciada una semana entera.
"Bien... supongo que debería venderlo". Decir las palabras en voz alta me ayudó a fortalecer
mi determinación.
Afortunadamente Ruijerd no estaba esta noche, y Eris ya estaba al borde de su cama con
el vientre colgando. Sería problemático si se resfriara, así que le puse una manta encima.
No había nadie que me detuviera. Seguramente la casa de empeño del callejón trasero aún
estaba abierta, ¿no? Después de todo, las tiendas que se ocupaban de objetos sospechosos
siempre estaban abiertas por la noche. Con mi bastón en una mano, dejé la posada.
Sólo llegué tres pasos afuera.
"¿Adónde vas tan tarde por la noche?"
Ruijerd se interpuso en mi camino. No había estado en la habitación, así que pensé que
estaba en otra parte. Claramente, estaba equivocado. Maldita sea, ¿qué intentaba hacer,
espiar a la gente? Tenía que engañarlo de alguna manera.
"Um, sólo iba a ir a pasármelo bien en uno de los burdeles."
"¿Y necesitas tu bastón para tener sexo con una mujer?"
"Uh....es un accesorio para el juego sexual."
Silencio. Sabía que eso no iba a ser suficiente.
"¿Piensas venderlo?"
"...Sí." Su objetivo era tan preciso que tenía que confesar.
"Te lo voy a preguntar de nuevo. ¿Vas a vender ese bastón?"
"Sí. Este bastón está hecho de materiales de muy buena calidad, así que debería venderse
por una buena suma."
"No estoy hablando de eso. ¿No es ese bastón importante para ti? Igual que este colgante".
Levantó el colgante de Roxy, colgado de su cuello.
"Sí, es igual de importante".
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"Si en el futuro ocurrieran problemas similares, ¿también venderías este colgante?"
Me detuve. "Si fuera necesario."
Respiró profundamente. Pensé que iba a gritar, aunque no era del tipo que levantaba la voz
a menos que tuviera algo que ver con los niños. No gritó. En vez de eso, exhaló un suspiro
mientras hablaba. "Nunca entregaría mi lanza, ni siquiera si me empujaran contra la pared."
"Eso es porque es un recuerdo de su hijo, ¿verdad?"
"No, porque es la encarnación del espíritu de un guerrero."
El espíritu de un guerrero, ¿eh? Eran palabras elegantes, pero no nos llevarían al otro lado
del océano.
Había una tristeza en los ojos de Ruijerd. "Dijiste que teníamos tres opciones antes."
"Lo hice", estuve de acuerdo.
"No recuerdo que vender tu bastón haya sido parte de ninguna de esas opciones."
"No lo fue".
Parecía que iba a reprocharme que le mintiera. No, nunca quise mentir. Vender mi equipo
era parte de la opción de ataque frontal.
"¿Aún no me he ganado tu confianza?"
"¿Confianza? Confío en ti", le dije.
"¿Entonces por qué no lo discute conmigo?"
Aparté la vista de la pregunta. Sabía que no aprobaría mi plan. Por eso no hablé con él
sobre eso. Quizás podrías decir que eso era una prueba de que no confiaba en él después de
todo.
"Creo que he llegado a entender el estado actual del mundo en el último año. Incluso si
completáramos misiones del gremio o fuéramos a bucear al calabozo, nunca podríamos
ahorrar doscientas monedas de mineral de hierro. Es demasiado dinero".
Ruijerd estaba siendo inusualmente realista en su discurso de esta noche. ¿Comió algo
raro?
"Ya lo sabías. Por eso se te ocurrió la opción de usar un contrabandista. No se me habría

ocurrido. Pero es la única manera de llegar al continente Millis. Tienes razón en eso. Entonces,
¿por qué estás tratando de vender a tu bastón?"
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Lo único que se me ocurrió fue una mejor opción, no la mejor opción. La mejor opción,
aquella en la que todo funcionaba a la perfección, era demasiado difícil y probablemente
acabaría en fracaso. Así que no sabía cuál era la solución correcta, al igual que en ningún otro
momento. Por eso tampoco estaba convencido de que usar a un contrabandista fuera la opción
correcta.
"Incluso si es la opción correcta, no tiene sentido si crea una fisura dentro de nuestro grupo",
dije.
"¿Así que crees que si dependemos de un contrabandista, eso creará una grieta?"
"Sí. Porque según tus valores, un contrabandista no es más que un criminal."
Contrabando.... Los esclavos estaban incluidos en la lista de mercancías que transportaban.

Además, uno de los crímenes más populares en este mundo era el secuestro. Los niños eran
fáciles de secuestrar. En pocas palabras, los contrabandistas eran cómplices del secuestro y
la venta de niños.
"Rudeus".
"¿Sí?"
"Es mi culpa que las cosas hayan llegado a esto. Si fueran sólo ustedes dos, no tendrían
que preocuparse por conseguir doscientas monedas de mineral verde".
Por otro lado, si no hubiera estado con ustedes, podríamos habernos encontrado con un
problema en el camino. Ruijerd nos había ayudado un sinnúmero de veces.
"Incluso si resuelves el problema vendiendo a tu bastón, mi orgullo no puede aceptarlo."
Su orgullo no cambió lo que había que hacer.
"Si vendo el bastón, conseguiré el dinero. Entonces podemos seguir las reglas, pagar y
cruzar el mar. Nadie tiene que arrepentirse. Nadie tiene que comprometer nada. Esa es la
manera más inteligente de hacer esto, ¿verdad?"
"Pero la vergüenza que sentiré porque tú la vendiste seguirá existiendo. A Eris también le
molestará. ¿No es esa la grieta que estabas hablando de evitar?"
Me quedé en silencio mientras Ruijerd me miraba directamente.
"Busca un contrabandista. Haré la vista gorda a sus crímenes." Tenía una mirada seria en
su cara. Probablemente había decidido no interferir aunque se encontrara con un niño
secuestrado, sólo para que yo no tuviera que vender a mi bastón. Todo fue por mi bien. Estaba
doblando sus propios principios y creencias por mí. Si su determinación era tan fuerte, no podía
discutir el punto con él.
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"Si, durante el viaje, ves una verdadera basura y no puedes contenerte, por favor, dímelo.
Al menos deberíamos ser capaces de ayudar a un niño".
Si Ruijerd se lo tomara tan en serio, entonces dejaría este plan, por muy inteligente que me
pareciera. Confiaríamos en un contrabandista para cruzar el mar. Pero esta vez no iba a
atender a otras personas. Si Ruijerd no pudiera contenerse, los traicionaríamos sin dudarlo y
ayudaríamos a quien lo necesitara. Usábamos a los criminales cuando era necesario y luego
los tirábamos a un lado.
"Muy bien, entonces empecemos a buscar a un contrabandista", le dije.
"Sí. Hagámoslo".
"Me temo que verás muchas cosas desagradables en el camino, pero superémoslo juntos."
"Lo mismo para ti."
Los dos intercambiamos un apretón de manos firme.
Soltamos las manos y estábamos a punto de regresar a dormir cuando la cara de Ruijerd
se puso rígida. De repente, preparó la lanza en sus manos. "¿¡Quién es!? ¡Qué negocios tienes
aquí!"
Temblé de sorpresa por lo repentino e intimidante que fueron sus acciones, y luego seguí
su mirada. Allí, en la oscuridad de un callejón, estaba la figura de un hombre solitario con una
media sonrisa en su cara barbuda. Tenía los brazos levantados como para demostrar que no
tenía malas intenciones. Una espada colgaba a su lado. Parecía como si hubiera salido de una
escena de combate en una película.
"Ooh, que miedo. Y yo que pensaba que todo lo que había oído sobre la raza Superd era
un montón de mierda, pero aquí estás, el verdadero". Llevaba una leve sonrisa mientras se
acercaba. Había visto a este tipo en alguna parte antes. "En primer lugar, ¿podrías guardar
esa arma de aspecto peligroso? No es que haya venido aquí buscando pelea. Te estaba
buscando para poder darte las gracias."
"¿A estas horas de la noche?"
"Un poco temprano para que estés en el país de los sueños, ¿no?"
Ah, ya me acordé. Este era el hombre con el que me había enredado anteriormente, el tipo
con el que me tropecé después de recibir mi Ojo de Previsión. Nunca soñé que vendría a
agradecerme en medio de la noche. Realmente era un matón.
"Me llevó un poco de tiempo encontrarte. Nadie sabía de ningún mago con mala vista. Pero
cuando oí los rumores sobre el Dead End, supe que eras tú. Tu túnica gris y tu habilidad para
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lanzar hechizos sin cantar nada, así como tu baja estatura como un hobbit, y esa forma
condescendiente y educada de hablar".
En realidad, no era un hobbit.
"Maestro de la perrera Ruijerd. Me ayudaste hace siete días. Y gracias a ti también encontré
a ese imbécil. Cuando lo encontré, le rompieron la barbilla y se desplomó en un callejón. Pobre
tonto. En el estado en que se encuentra, no podrá beber nada más que alcohol por un tiempo.
No es que haya bebido algo más, de todos modos."
¿En serio?
"No, sólo estaba bromeando. Al menos tengo un mago sanador entre mis amigos".
Bien. El hombre con el que me topé podría haber sido un viejo pervertido, pero al menos no
tenía la mandíbula abierta también.
"¿Así que por eso viniste a darme las gracias?"
"Eso, y por usar tu magia para apartarme del camino. Salvaste mi cabeza de ser golpeada."
"Así que eso es todo. Bueno, me alegra oírlo".
El hombre habló con extrema gravedad. "En mi trabajo, no hay nada peor que una deuda
de gratitud. No importa lo pequeño que sea, si no lo devuelves, al final te alcanzará, y es
posible que te quedes atrapado en una situación en la que tengas que traicionar a tus
camaradas. Por eso es mejor pagar y devolverlo rápidamente". Agitó la cabeza
dramáticamente y me señaló. "Estaba escuchando, Maestro de la Perrera, y usted está de
suerte. Resulta que te topaste con alguien que es miembro de una organización de
contrabando".
Ruijerd y yo nos miramos el uno al otro. ¿Este tipo era miembro de una organización de
contrabando? Qué desarrollo tan conveniente. Habría sospechado que mentía, pero también
estaba el consejo del Dios-Hombre. Tal vez el punto era que yo conocería a este hombre.
Mientras luchaba por tomar una decisión, el hombre pareció malinterpretar nuestro silencio
y extendió su palma hacia nosotros. "Dicho esto, no te hagas una idea equivocada. Te estoy
devolviendo un favor, pero contrabandear un Superd es un nivel completamente diferente. No
creo que mi vida valga doscientos minerales de oro verde".
Sin saber a qué se refería, miré hacia él y le animé a que continuara.
El hombre sólo sonrió. "Espero que Dead End sea bastante fuerte, así que tengo un favor.
¿Tienes ganas de escuchar?"
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¿Iba a devolver un favor, pero también quería uno propio? Eso me pareció un poco raro.
Por otra parte, me vio usando magia sin cantar. Su charla de pagar una deuda fue
probablemente sólo una tapadera; en realidad estaba buscando a alguien competente para
hacer un trabajo para él. Por eso apareció cuando escuchó nuestra conversación.
Ruijerd me miró. Negociar era mi trabajo, después de todo.
"Depende de los detalles de su solicitud."
"Nada demasiado difícil." Sin embargo, las condiciones que enumeró eran un poco
inesperadas. "Verá, tenemos que almacenar los productos de contrabando antes de
entregarlos, y luego tenemos que mantenerlos a salvo hasta que el reclamante venga a
recuperarlos. En un mes a partir de ahora, vamos a almacenar algunos, ejem, productos antes
de enviarlos. Quiero que liberes a esa gente. Si es posible, me gustaría que hicieras los
arreglos para que vuelvan a sus casas".
"¿No es esa la definición exacta de traicionar a tus amigos?"
"No, es por su propio bien. Hay uno mezclado entre esos bienes... bueno, esclavos, como
se les llamaría... que nos causaría problemas en el futuro. Venderlos nos daría una gran
fortuna, pero también nos atormentaría dentro de un año". Se encogió de hombros y continuó.
"Intenté decirles que no, pero no es como si fuéramos un grupo único y organizado. Estaba
buscando a alguien capaz y de labios cerrados que pudiera aplastar sus planes. Así que, ¿qué
te parece?"
Una vez más Ruijerd y yo intercambiamos miradas. No estábamos secuestrando, sino

salvando gente. Si ese fuera el caso, no veía el problema, pero...
"¿Por qué no puedes hacerlo? Con tu espada y tus habilidades, deberías ser capaz de
hacerlo, ¿verdad?"
"Así es. Puede que no lo parezca, pero soy el más fuerte entre mis amigos. Aún así, Sr.
Superd, no es que quiera traicionar a mis camaradas. Tengo que considerar lo que pasaría
después, ¿entiendes? Aunque los salvara, ya no tendría adónde ir, así que no tendría sentido.
Sólo porque seas el más fuerte no significa que llegues a la cima".
“…”
Por la mirada en la cara de Ruijerd, era difícil saber si entendía o no de dónde venía el
hombre. Parecía que lo entendía a un nivel lógico, pero no emocional.
"Rudeus, no me importa. Tú decides".
Ruijerd acababa de decir que cerraría un ojo a cualquier maldad. No importa cuán sórdido
fuera el hombre frente a nosotros, él obedecería si yo decidiera hacerlo.
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Lo consideré. Gran parte de esto era sospechoso. Aún así, esto era algo que sucedía como
resultado del consejo del Dios-Hombre. Aunque era cierto que no podía confiar en el dios
mismo, probablemente era mejor no pensar demasiado las cosas y seguir la corriente, como
la última vez.
Basándonos en lo que hemos oído, no estaríamos cometiendo ningún crimen. Había una
buena posibilidad de que la persona a la que estábamos ayudando fuera un monstruo horrible,
pero salvar a alguien seguía siendo salvar a alguien, independientemente de su carácter.
Además, nos vendría bien un contrabandista para cruzar el océano. Esto no era un mal trato
si podíamos cruzar sin cargos ni honorarios a cambio. Con todo eso, era fácil tomar una
decisión.
"Muy bien, lo haremos."
Ruijerd asintió y el hombre se rió. "Muy bien, entonces, confiaré en ti para que hagas un
buen trabajo. Me llamo Gallus Cleaner".
"Rudeus Greyrat".
Y así sucedió que intercambiamos nombres y decidimos tomar una misión de una
organización de contrabando.
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Historia Paralela: Conexiones Perdidas, Historia Extra
Roxy Migurdia, la mujer que era la maestra de Rudeus, terminó su viaje por mar en la ciudad
del Puerto del Viento en el Continente Demoníaco.
Se detuvo tan pronto como desembarcó. El paisaje de la ciudad del Puerto del Viento era
muy parecido al de la ciudad del norte de Millis, Puerto Zant. Incluso aquellos que lo miran por
primera vez se verían envueltos en un sentimiento de déjà vu.
Sin embargo, el déjà vu no fue la razón por la que Roxy se detuvo. Fue porque había una
clara diferencia en el aire aquí en comparación con el Continente Millis.
Ha pasado tanto tiempo, pensó. La nostalgia surgió de las profundidades de su pecho.

¿Cuándo fue la última vez que estuvo aquí? Debe haber sido hace unos quince años. Ahora
que lo pensó, se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado desde que empezó a envidiar a
los humanos y huyó de su aldea.
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Cuando aterrizó en el Continente Millis, en aquel entonces Millishion, y se comió los dulces
hechos por los humanos, se sorprendió de cómo podía existir en el mundo una comida tan
deliciosa. Decidió entonces que nunca más volvería a comer comida del continente
demoníaco, y que tampoco volvería.
Un poco ingenua, si se me permite decirlo, pensó ella.
En realidad, no había regresado desde que dejó el Continente de Millis para ir al Continente
Central, y ni siquiera había considerado regresar. Había tanto en el Continente Central. Todo
lo que veía allí era fresco y emocionante, y antes de que se diera cuenta ya vivía en el
Continente Central desde que estaba en el Continente Demoníaco.
En todo ese tiempo, el continente demoníaco nunca pasó por su mente. Ni siquiera cuando
se fue a excavar en los laberintos y se enfrentó a la muerte se detuvo a pensar en los padres
que había dejado atrás en el Continente Demoníaco.
A pesar de eso, ahora había regresado.
Nunca se sabe a dónde te llevará la vida, pensó ella.
"¡Roxy! ¡Nos vamos!"
Mientras estaba allí de pie, una mujer la llamó. Las orejas de la mujer se asomaban de una
melena de lujoso pelo dorado del color del pan recién horneado. Era una elfa, alta y delgada,
con una cintura pequeña y un trasero redondo y bonito. El corazón de Roxy se llenaba de
envidia cada vez que veía a la mujer desde lejos. No había nada que ella pudiera hacer al
respecto; así eran los elfos, pero aún así deseaba tener un cuerpo así. Y aunque sus bustos
eran similares, la mujer elfa era equilibrada y hermosa, mientras que Roxy parecía sencilla e
infantil.
"Sí, ya voy". Un suspiro se le escapó de los labios.
El nombre de esa magnífica mujer era Elinalise Dragonroad. Era una guerrera de los elfos,
una vanguardia en primera línea. Estaba equipada con un escudo y un estoc, que utilizaba
principalmente para los ataques de empuje. Sus habilidades eran tan magníficas como su
apariencia.
Un estoc no era un arma común entre los aventureros. En el Reino de Asura, fue usado por
los nobles durante los duelos, y en la región norte fue usado por los guerreros cuando estaban
completamente vestidos con armadura. El que poseía Elinalise era un objeto mágico
encontrado en las profundidades de un laberinto. Era más resistente que la mayoría de las
espadas y una simple onda podía crear un vacío de viento que podía cortar árboles a metros
de distancia. El broquel también era un objeto mágico con la capacidad de mitigar cualquier
ataque que recibiera.
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"O-ooh....tierra sólida, es tierra sólida..." Un anciano enano salió tambaleándose del barco
por detrás de Roxy. Su pesada armadura crujió y su sombría barba se balanceó mientras se
aferraba a su bastón, su cara fantasmagóricamente pálida.
Su nombre era Talhand. Formalmente, era conocido como Talhand de las Montañas Duras
y Grandes. Era más o menos de la estatura de Roxy, con más del doble de circunferencia.
Este hombre, con su sombría barba y su pesada armadura envuelta alrededor de todo su
cuerpo, era un mago.
¿Por qué un mago llevaba tanta armadura? Incluso Roxy lo cuestionó al principio. Pero los
pies de Talhand eran lentos, y su agilidad inexistente. Si una bestia lo atacaba, no tenía forma
de evadirlo. Sin embargo, con una armadura tan voluminosa protegiéndole, podía usar magia
justo en primera línea.
"¿Se encuentra bien, Sr. Talhand? ¿Debería curarte?"
"No, no es necesario." Movió la cabeza hacia adelante y hacia atrás y movió su cuerpo lento
hacia delante. Normalmente era un poco más ágil que esto, pero se había mareado y eso lo
había debilitado.
Elinalise se puso la mano en la cadera y se acostó. "¿En serio? Qué patético. Es sólo un
barco".
La cara de Talhand se puso roja de ira. "Tú.... ¿qué acabas de decir...?"
Estos dos se pelearon rápidamente, así que le tocó a Roxy intervenir. "Discutamos esto más
tarde, por favor. Srta. Elinalise, no tiene que hacer comentarios, sobre todo. Algunas personas
están predispuestas a marearse".
Roxy se había reunido con ellos en la ciudad del Puerto Este, en el Reino del Rey Dragón.
Los dos estaban peleando en el Gremio de Aventureros, y al principio, Roxy los ignoró. Sin
embargo, intervino cuando escuchó en medio de sus discusiones que estaban buscando a
personas que habían desaparecido de la Región de Fittoa, y que planeaban viajar al
Continente Demoníaco. Ninguno de los dos era bueno con la geografía del Continente
Demoníaco, y como resultado tenía opiniones contradictorias. Talhand argumentó que debían
ir al Continente Begaritt ya que conocían el estado de la tierra, o la parte norte del Continente
Central. Elinalise, por otro lado, dijo que todavía podían buscar gente aunque no supieran el
camino, y que siempre podían contratar a alguien una vez que llegaban. Y ahí estaba Roxy,
lidiando con su ansiedad sola, una nativa del continente demoníaco. Era casi como si estuviera
destinada a conocerlos.
Mientras su conversación continuaba, se enteró de que eran ex miembros del grupo de Paul
y Zenith. Se llamaban Colmillos de Lobo Negro. Roxy había oído hablar de ellos. Fueron uno
de los grupos más famosos de todo el Continente Central: un grupo desparejado lleno de
miembros con una o dos peculiaridades que alguna vez se hablaron en la ciudad. Subieron al
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rango de S-rank en unos pocos años y se disolvieron poco después, pero Roxy los recordaba
bien.
Sin embargo, nunca se había dado cuenta de que Paul y Zenith eran miembros de los
Colmillos del Lobo Negro. No podía ocultar su sorpresa. Y los dos estaban igual de
sorprendidos por ella. Después de todo, ella era Roxy Migurdia, conocida por la gente como
una maga de nivel Rey Agua, una joven de cabello azul que provenía del Continente de los
Demonios. Había entrado en la Universidad de Magia y en pocos años obtuvo el título de Mago
de nivel Rey Agua, luego atravesó un laberinto en las afueras del Reino Shirone que tenía
veinticinco niveles de profundidad. Después de eso, ella tomó su asiento como una de las
magas de la corte del Reino Shirone.
Un trovador cantó historias de sus primeras aventuras, convirtiéndolas en versos que

difundieron aún más su nombre. Era una historia sobre cómo una joven maga dejó su ciudad
natal, se encontró con tres aventureros novatos y viajó por el Continente Demoníaco antes de
partir hacia el Continente Millis. Su nombre no aparecía en la rima. Sin embargo, los
aventureros que conocían la canción reconocieron que era Roxy por su descripción.
Llamar a los tres (Roxy, Elinalise y Talhand) un grupo de almas gemelas habría sido una
exageración, pero era cierto que sus objetivos coincidían. Roxy se dirigía al continente
demoníaco para buscar a Rudeus, mientras que los otros dos estaban honrando la petición de
Paul de buscar a los miembros de su familia. Así que formaron un grupo y se dirigieron al
continente demoníaco.
Abordaron un barco con el continente Millis como primer destino. Allí, en la ciudad de Puerto
Oeste, utilizaron una enorme cantidad de dinero para comprar caballos Sleipnir y un carruaje.
Un gran gasto, pero poco problema dado el tamaño de sus bolsos.
Evitaron la santa capital de Millishion, ya que los otros dos no se llevaban muy bien con
Paul. Ambos también tenían una mala reputación entre sus respectivos parientes, por lo que
se mantuvieron alejados del asentamiento de la montaña Blue Wyrm donde residían los
enanos, así como del asentamiento de elfos en el Gran Bosque. En cambio, se dirigieron
directamente al Puerto Zant.
Según la pareja, la temporada de lluvias pronto llegaría al Gran Bosque, así que deberían
moverse rápido mientras pudieran. Pero con la forma en que obligaban a los caballos a
moverse constantemente, incluso de noche, parecía que no querían estar en el Continente
Millis ni un segundo más de lo necesario. Roxy asumió que la verdadera razón era que
simplemente no querían volver a casa.
Cualesquiera que fueran sus razones, llegaron al Continente Demoníaco en un tiempo

récord, por lo que Roxy no tuvo ninguna queja.
"Primero vayamos al Gremio de Aventureros", propuso Roxy, y los tres empezaron en esa
dirección. El gremio siempre era la primera parada para los aventureros.
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"¡Espero que sea un lugar bonito!"
Roxy puso cara a las palabras de Elinalise. La elfa puede haber parecido casta, pero ella
amaba a los hombres. Era difícil de imaginar con esa figura, pero probablemente había tenido
muchos hijos. Según ella, todo esto era parte de la maldición que se le había impuesto, pero
ella no actuó ni un poquito agraviada al respecto. De hecho, parecía que le gustaba. Roxy no
podía creerlo.
"Srta. Elinalise, no estamos buscando hombres."
"Ya lo sé."
No, no lo sabes, Roxy frunció el ceño. Puede que Elinalise no tuviera ningún problema con
su supuesta maldición, pero Roxy deseaba que pensara en el grupo con el que viajaba. Para
Elinalise estaba bien hacer lo que quisiera en su tiempo libre, pero esto era una emergencia.
Además, si se quedaba embarazada, sólo retrasaría aún más su viaje.
Me gustaría que te lo tomaras con calma, pensó Roxy.
"Tal vez deberías conseguirte uno o dos hombres y..."
"No puede hacer eso."
Quizás si me viera tan guapa como tú, Roxy pensó amargamente. Desafortunadamente,
ninguno de los hombres por los que Roxy se había interesado la veía como una mujer. Era
popular entre los niños, pero no tenia suerte cuando se trataba de hombres.
◇◇◇
El Gremio de Aventureros del Continente Demoníaco tenía una sensación única en

comparación con su contraparte en el Continente Central. Muchas razas diferentes fueron
emparejadas en grupos.
Cuando Roxy entró, se encontró con un grupo que eran claramente novatos. Tres chicos
jóvenes, todos vestidos con ropa de guerrero. Se le acercaron tímidamente.
"U-um, ¿podrías... formar un grupo con nosotros?"
Roxy sonrió irónicamente ante su súplica. "No, como puedes ver, ya estoy en un grupo."
Los tres sonrieron amargamente ante su negativa antes de retirarse. No era la primera vez
que la invitaban a un grupo de tres chicos jóvenes a unirse a un grupo así. El trovador le había
dicho que escribiría canciones sobre ella, pero ella nunca esperó llegar a ser tan famosa.
"Mira eso, Roxy. ¡Estás siendo invitada por unos buenos chicos después de todo!" Elinalise
le dio una palmadita en la cabeza.
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Esto ocurría a menudo. Roxy no se iba a molestar en responder a eso. No era una niña.
"Nuestros rangos están demasiado separados. No podíamos formar un grupo, de todos
modos." Roxy estaba actualmente en el rango A. Los chicos seducidos por la canción del
trovador eran, en promedio, sólo de rango D. Nunca se le había acercado nadie que estuviera
por encima del Rango B.
La primera vez que recibió una de esas invitaciones a un grupo, se jactó de que ella era la
protagonista de esas canciones, sólo para descubrir que en realidad no estaba nombrada en
ellas, por lo que se avergonzó a sí misma. Era un recuerdo que prefería olvidar.
Nunca imaginó que el trovador no reconocería su raza. En vez de eso, asumió erróneamente
que ella sólo tenía doce años y que en tan sólo dos años se había convertido en una de las
mejores. No sólo eso, sino que la versión actual de la canción estaba tan sobredramatizada
que decía que viajó por el continente demoníaco y se convirtió en una de las mejores en sólo
un año.
No te engañes, pensó Roxy. En realidad, le tomó unos cinco años ascender al Rango A.
Con el Continente Demoníaco como base de operaciones, ascendió al Rango B en tres años.
De ahí pasó dos años saltando de grupo en grupo. Sin embargo, esa fue una subida rápida.
Si comenzara de nuevo desde el Rango F, podría obtener un A-ranking en sólo un año, pero
un grupo de niños sin experiencia nunca podría lograrlo.
"Podrías haberlos convertido en hombres que se adaptaran a mis gustos. Qué lástima".
Las palabras de Elinalise desencadenaron un flashback a los tres aventureros noveles que
se le habían acercado por primera vez en ese entonces. Se llamaban a sí mismos la Pandilla
Rikarisu, tres jóvenes que la ayudaron después de que ella dejara la aldea de Migurd, cuando
no era más que una pueblerina de campo que no podía distinguir la izquierda de la derecha.
Uno de ellos era muy sarcástico, siempre inventando mentiras en el acto, pero muy bueno
para cuidar de la gente. A otro le encantaba maldecir a la gente y tenía una boca sucia, pero
también estaba muy decidido. El tercero fue increíblemente inteligente, y el que mantuvo al
grupo unido. Murió durante el viaje.
Su grupo se había disuelto cuando llegaron a Puerto del viento, pero ella se preguntó.
¿Estaban los otros dos todavía vivos y bien? Después de aventurarse en el Continente Central,
comprendió cuán severas eran las condiciones aquí en el Continente Demoníaco. Había una
alta probabilidad de que ya estuvieran muertos.
Nokopara y Blaze... Espero que todavía les vaya bien. Se encontró riendo cuando pensó
eso. Habían pasado veinte años. Los dos no tenían una vida particularmente larga, por lo que
podrían haberse retirado de la aventura hace mucho tiempo. La única que se había quedado
igual era ella.
Dejemos la nostalgia para otro momento, decidió ella, acortando su recuerdo. Estaba aquí
para encontrar a Rudeus o a su familia.
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"Muy bien, comencemos a reunir información", les propuso a los otros dos, y comenzó a
escanear el interior del gremio.
◇◇◇
A partir de la información que recogieron, descubrieron que Dead End estaba en esta
ciudad, parte de un nuevo y prometedor grupo de aventureros que rápidamente se habían
hecho un nombre por sí mismos.
Dead End. No había nadie en el Continente Demoníaco que no conociera ese nombre.
Incluso entre los Superd, se los consideraba particularmente peligrosos, bestias que se dirigían
principalmente a los niños. Cuando Roxy era sólo una niña, su madre a menudo la amenazaba
con ese nombre. "Si no te comportas, Dead End vendrá y te robará", siempre decía.
Regresaron a la posada. La cara de Roxy se agrió una vez que reunieron toda la información
que tenían sobre este "Dead End"
"Es un poco difícil de creer."
"¿Qué parte?"
"Es difícil creer que alguien en su sano juicio pretenda ser Dead End".
¿Qué tenía el Dead End que era tan aterrador? El hecho de que el grupo real existiera. Los
del Continente Central no lo sabían, pero el nombre definitivamente se refería a alguien de ahí
fuera. Por supuesto, Roxy nunca los había visto, pero todos los rumores que escuchó eran
aterradores. Eran las criaturas más aterradoras del continente demoníaco.
El Gremio de Aventureros nunca había puesto su nombre en una lista exacta, por miedo a
las represalias, pero si hubiera una petición de exterminio para esos demonios, definitivamente
estaría en el rango S. Era el tipo de trabajo que le daría a un aventurero un puesto en la
clasificación S al instante si lo completaba.
"Yo tampoco tengo ni idea", dijo Elinalise.
Según la información que ella había reunido, el hombre que decía estar con Dead End era
de piel clara, calvo y llevaba una lanza con él. También se decía que era muy guapo.
"Ya que dicen que es un tipo guapo, ¿por qué no lo invito a mi cama para obtener más
respuestas?"
Talhand escupía con empeño y desprecio. "Esa información es inútil."
Según lo que Talhand había reunido, Dead End era un grupo de tres personas. Se referían
a sí mismos respectivamente como Perra Loca Eris, Perro Guardián Ruijerd, y Maestro Perrera
Ruijerd. Los dos últimos eran hermanos. Perra Loca era pelirroja, el Perro Guardián era un
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palo de frijol, y el Maestro de la Perrera era un enano. El Perra Loca usaba una espada, el
Perro Guardián usaba una lanza, y el Maestro de la Perrera usaba un bastón que
aparentemente era un objeto mágico. No tenían una reputación particularmente buena.
"El Perra Loca pierde los estribos y el Maestro de la Perrera sólo ha hecho cosas horribles.
Aparentemente, el Perro Guardián no es un mal tipo. Ama a los niños, tiene un fuerte sentido
de la justicia y se niega a hacer la vista gorda al mal".
Esa es una evaluación muy extraña para la gente, pensó Roxy. Quizás el grupo había
empezado esos rumores por sí mismo. Si un grupo de malhechores hiciera algo bueno, se
extendería como un reguero de pólvora. Aparentemente, no sólo eran violentos, sino también
astutos.
"Un grupo peligroso. Asegurémonos de evitarlos".
"Sí", estuvo de acuerdo el enano. "No necesitamos llamar la atención del tipo equivocado
cuando se supone que estamos buscando gente."
"Muy bien, entonces pasemos a la agenda principal", dijo Roxy, redirigiendo la conversación.
Su propósito al dirigirse al Gremio de Aventureros no había sido recoger información sobre el
Dead End. "¿Hubo algún rumor sobre gente de la región de Fittoa?"
"Ni uno", dijo Talhand.
"No, no oí nada", dijo Elinalise.
Llegamos demasiado tarde, pensó Roxy.
El continente demoníaco no era el tipo de lugar blando al que uno podía sobrevivir siendo
teletransportado sin el equipo adecuado. Era una tierra donde simplemente sobrevivir un año
podía resultar difícil para los lugareños. Además, ya había pasado un año desde el
desplazamiento de la región de Fittoa. Los que fueron teletransportados podrían haber
perecido ya.
"Los que realmente estamos buscando son la familia de Paul."
"Así que Zenith, Lilia, Aisha y Rudeus."
Roxy había enseñado a Talhand y a Elinalise cómo identificar a cada uno de ellos. Aisha
era la única sobre la que era imprecisa, porque sólo sabía de ella a través de las cartas de
Rudeus.
"Bueno, Zenith debería estar bien", dijo Elinalise.
"No hay duda de eso."
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Los dos conocían a Zenith, así que no se preocuparon. Roxy, por otro lado, no sabía cuán
capaz era Zenith, pero confiaba en estos antiguos miembros de los Colmillos del Lobo Negro
que respondían por ella. Si Elinalise y Talhand pensaron que Zenith estaría bien, entonces
estaría bien.
"Rudeus también se destaca, así que deberíamos poder encontrarlo inmediatamente." Roxy
recordó el abrumador talento que su alumno de cinco años había demostrado. Seguramente
sería la comidilla de la ciudad sin importar a dónde fuera.
Zenith y Rudeus serían los más fáciles de encontrar si buscaran información. También
tuvieron la fuerza para sobrevivir en el Continente Demoníaco siempre y cuando aterrizaran
en algún lugar cercano a la civilización. Por eso priorizaron la búsqueda de información sobre
Lilia y Aisha desde el principio.
"Pongamos una fecha límite. Dos días para reunir tanta información sobre Lilia y Aisha como
podamos, y al tercer día nos preparamos para atacar otros asentamientos de la zona. ¿Suena
eso como un plan?"
"¿No es un poco pronto?"
Roxy agitó la cabeza ante las palabras de Elinalise. "Es muy probable que ya estén muertos,
y el continente demoníaco es grande. "Haremos un solo recorrido por las principales ciudades
y presentaremos solicitudes de personas desaparecidas a cada gremio a lo largo del camino".
El Reino de Asura cubriría los gastos incurridos en la búsqueda de residentes de la Región

de Fittoa. Siempre y cuando su grupo presentara solicitudes en cada gremio, la recompensa
por la finalización exitosa sería proporcionada por el Reino Asura, de modo que pudieran dejar
eso para que los aventureros lo persiguieran. No fue un proceso automatizado, porque el
gremio requería que alguien firmara un formulario de solicitud antes de poder publicarlo. Por
otro lado, si el gremio no enviaba esas solicitudes, entonces el Reino Asura no tenía razón
para pagarle al gremio.
Roxy se sintió genuinamente irritada por la atrocidad con la que el Reino Asura estaba
manejando un desastre tan generalizado. Era una gran potencia, así que pensó que deberían
tomar medidas más proactivas. En verdad, las únicas personas que realmente participaron en
los esfuerzos de búsqueda fueron Paul y los que estaban conectados con él. En otras palabras,
sólo los afectados por el desastre.
Parece que todo eso de que el círculo íntimo del Reino Asura era corrupto era más que un
rumor, pensó ella. Era el país con la historia más larga del mundo, por lo que aún perduraba a
pesar del deterioro de sus tradiciones y su poder.
"Muy bien, mañana nos ocuparemos de reunir información."
"¡De acuerdo, lo haré!"
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"Entendido".
Roxy no era de las que se demoran en las cosas. No importa dónde se quedara, nunca
perdía el tiempo. Siempre terminaba las cosas rápidamente y luego se ponía en marcha. Esa
parte de su personalidad apareció cuando ella le enseñó a Rudeus su técnica especial y luego
inmediatamente se puso en marcha de nuevo. Tomar decisiones rápidas era su fuerte, pero
también parte de la razón por la que Rudeus la veía como una cabeza hueca. Otros se lo
habían señalado, pero Roxy aún lo consideraba una fortaleza.
Por eso, el primer día se decidió a presentar una solicitud al gremio, buscar lo segundo y
partir el tercero. Un programa rápido y conciso para estar seguros. Si se hubieran quedado
una semana, los resultados podrían haber sido un poco diferentes.
La curiosidad de Roxy se apoderó de ella y fue a ver en qué andaba el Dead End. Su grupo
se destacó, así que fue fácil encontrarlos.
Una pareja estaba entrenando diligentemente en la playa. Tal como decía su información,
uno era un palo de frijol calvo mientras que la otra era una joven pelirroja. Ella empuñó su
espada en ambas manos con tal propósito, moviéndola a una temible velocidad mientras que
el hombre calvo detuvo los ataques con facilidad.
Su información decía que Dead End era un grupo de tres personas con una persona alta y
dos personas pequeñas. Parece que el pequeño Maestro de la Perrera no está con ellos,
pensó.
El Perro Guardián y Perra Loca continuaron su choque de alta velocidad de ataque contra
defensa. Quizás choque no era la palabra correcta, dado que el Perro Guardián simplemente
desvió los ataques de Perra Loca, pero las técnicas que usó estaban más allá del nivel de
Roxy.
Roxy los miraba desde lejos, mirando desde detrás de la sombra de una roca. Era casi como
si esto fuera béisbol profesional y ella era la hermana mayor de un lanzador que usaba bolas
de magia como su arma en la batalla.
Los dos eran fuertes, incluso para Roxy, que había viajado por todo el mundo como
aventurera. Esa no era la fuerza que se podía conseguir sólo con la técnica.
Podría ser bueno hacer contacto con ellos después de todo.
Tan pronto como ella pensó eso, el Perro Guardián miró por encima de su hombro.
¡Ah...!
Sentí como si sus ojos se hubieran encontrado. Su mirada era tan intensa que le daba a
Roxy una sensación de terror indescriptible. Suficiente para darle la ilusión de que era presa
de una cacería.
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Se escabulló apresuradamente.
◇◇◇
Ruijerd la sintió desde el principio. No estaba seguro de lo que ella quería, o si sólo estaba
mirando. Cuando él miró casualmente en su dirección, vio la cara de una chica que se asomaba
por detrás de una roca.
No, no una chica joven, se dio cuenta. Una mujer adulta de Migurd. No lo supo de un vistazo,
pero no había forma de engañar al tercer ojo de Ruijerd. No reconoció su presencia, y también
había más de un asentamiento Migurd.
Pensó que probablemente ella estaba mirando por curiosidad, pero cuando él miró hacia
atrás, ella se dio la vuelta y se fue corriendo a algún lado. Hm. ¿La asusté? Se preguntó.
Bajaba la guardia momentáneamente y Eris se tiraba al agua. Fue un ataque con poder
detrás.
"¡Guh!"
Después de intercambiar tres golpes, Eris golpeó a Ruijerd en el dorso de su mano y le hizo
soltar su espada.
"¡Sí! ¿¡Yo lo hice!? Lo hice, ¿verdad? ¡Yeaaaah!" Eris se alegró mucho con las dos manos.
Últimamente, sus habilidades estaban empezando a tomar forma. En el futuro seguramente

sería una buena espadachina, pero ahora mismo era joven. Si ahora pensaba demasiado en
sí misma, podría ser un desastre en su futuro. No había planeado dejarla ganar una pelea
durante un tiempo, pero esa chica Migurd le había llamado la atención y bajó la guardia por un
momento.
Ruijerd emitió un suspiro, lo suficientemente silencioso como para que Eris no lo escuchara.
◇◇◇
Roxy miró por encima de su hombro incontables veces mientras se apresuraba a volver a
la posada. Todo el tiempo, le preocupaba que la estuvieran siguiendo y que pudiera venir un
ataque. Si iba a luchar contra alguien de ese calibre, necesitaba preparar un cristal mágico.
Incluso podría necesitar un círculo mágico dibujado en un pergamino.
No parecía que iban a atacar sólo porque ella los había estado observando, pero si estaban
tan locos como para llamarse Dead End, Roxy quería estar preparada.
"¡Aah! ¡Sí! ¡Allí mismo! ¡Más fuerte, más fuerte!"
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Roxy se sintió exasperada cuando escuchó los gemidos detrás de la puerta de Elinalise. La
elfa ni siquiera se había molestado en reunir información; simplemente encontró a un hombre
que la llevara a la posada para que pudiera divertirse.
"¿En serio...?"
Roxy había oído hablar de la costumbre de Elinalise de traer hombres a su habitación desde
Talhand. Sin importar las circunstancias, Elinalise siempre se enamoraba de un hombre que
conocía y pasaba la noche con él. Eso incluyó su tiempo en el puerto de Zant. Según Talhand,
incluso lo hizo cuando estaban en las profundidades de un laberinto. La mujer no tenía
principios.
Al mismo tiempo, Roxy se sintió un poco aliviada. Se habría sentido indefensa si la hubieran
dejado sola. Mientras Elinalise estaba en la habitación vecina, podía prepararse para la batalla
y esperarla. Una vez que la elfa terminaba, Roxy la agarraba por la oreja y se dirigía a reanudar
la recolección de información. De esta manera, también podía vigilar a la elfa, matando dos
pájaros de un tiro.
Aunque dudo que llegaran hasta la posada, pensó Roxy, mientras entraba en su habitación
para llevar a cabo los preparativos de la batalla.
Las paredes no eran particularmente delgadas, pero aún así podía oír los gemidos de
Elinalise. Escucharlos puso a Roxy de un humor extraño.
No, pensó ella, y agarró su mano derecha con la izquierda justo cuando estaba llegando
reflexivamente al sur. Ella no tenía el lujo de tener tiempo para eso ahora mismo.
Han estado en ello durante mucho tiempo, pensó ella cuando pasaron tres horas. Roxy
había seguido esperando en silencio. El encuentro de Elinalise no parecía tener fin a la vista.
Es cierto que tampoco había indicios de que el Dead End fuera a lanzar ataques contra ellos.
Roxy se sintió como una idiota. No sólo no podía hacer lo que necesitaba, sino que tampoco
podía expresar su frustración con Elinalise por ser tan egoísta. Fue especialmente irritante ya
que, a diferencia de la elfa, Roxy mostraba autocontrol y se decía a sí misma que ahora no era
el momento de hacer cosas.
Cuando su ira alcanzó su punto álgido, Roxy finalmente derribó la puerta de Elinalise.
"¡Cuánto tiempo vas a seguir con esto! Se supone que deberíamos estar reunidos..."
"¡Oh, Dios mío! ¿Roxy? ¿Cuándo volviste?"
"Ah... ¿oh?"
Había cinco hombres en medio de la habitación.
"¿Te gustaría unirte?"
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Había un fuerte olor masculino. Todos los hombres tenían sonrisas vulgares, y Elinalise
estaba montada encima de uno de ellos, como si estuviera en medio del éxtasis. El hecho de
que hubiera múltiples personas, y de que todas estuvieran de acuerdo con esto, estaba más
allá de la comprensión de Roxy.
"Uh, qué..."
La escena ante ella era tan censurable que Roxy no pudo procesarla.
“¡Aaaaaaaaaaaaah!”
Roxy dio un grito inútil mientras salía de la habitación. Voló hacia la adyacente, se quedó
sin aliento y se agarró a su bastón.
"¡Oh, espíritus de las magníficas aguas, suplico al Príncipe del Trueno! ¡Con tu majestuosa
hoja de hielo, mata a mi enemigo! ¡Explosión de hielo!"
La posada quedó parcialmente destruida.
◇◇◇
Salieron de la ciudad al tercer día. Apenas habían conseguido reunir información después
de todo lo que había pasado, y se olvidaron de presentar una solicitud al gremio. También
destruyeron una posada, lo que les costó una cantidad considerable.
"Todo esto es culpa de la Srta. Elinalise."
"No puedes culparme. Estaba en un callejón trasero reuniendo información cuando vinieron
a mí con su apasionado atractivo".
"Aún así, había cinco... cinco personas, ¿sabes?" Roxy se opuso.
"Algún día lo entenderás. ¿Una fuerte y hermosa aventurera como yo siendo sometida y
tratada como un juguete sexual por cinco de esos matones? Ah, sólo de pensarlo es suficiente
para embarazarme."
"No quiero entender."
Cuando Roxy estaba en la Universidad de Magia, todavía era una niña y no entendía el
atractivo de tener un amante o estar casada. La primera vez que pensó en querer algo así fue
cuando vio lo íntimos que eran Paul y Zenith el uno con el otro. Fue entonces cuando
finalmente decidió que quería lo mismo para sí misma.
Aún así, ¿cómo? Se lo había preguntado en ese momento. Entonces recordó lo que le dijo
un conocido de la universidad. Ese conocido había encontrado a su marido en lo más profundo
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de un laberinto. Su lucha compartida y la forma en que la superaron condujeron a su
matrimonio.
Esto es todo, pensó Roxy. Si me sumerjo en un laberinto, debería poder encontrar una
pareja también.
Esa fantasía se hizo cada vez más grande dentro de su cabeza. De alguna manera se
encontraría con alguien alto, varonil y a la moda, un joven humano con un atractivo juvenil, en
las profundidades de un laberinto, y él la salvaría. Entonces los dos combinarían sus fuerzas
para escapar, y al hacerlo, su amor brotaría y florecería. El joven descubriría que uno de sus
amigos había muerto, y Roxy lo consolaría. Esa sería su primera noche juntos.
Cuando realmente viajó a un laberinto, esas fantasías se hicieron añicos rápidamente. Un

laberinto era un lugar duro, y los aventureros que entraban en él eran un grupo de gente dura.
La única persona de aspecto joven entre ellos era la propia Roxy.
En el quinto piso no había otros aventureros solos. En el décimo piso decidió que las cosas
eran lo suficientemente difíciles como para organizar un grupo, pero la gente se burlaba de
ella por su aspecto de niña y se reía de ella innumerables veces. Después de eso se puso
obstinada y siguió descendiendo a pie. Ah, la estupidez de la juventud. Estuvo a punto de morir
muchas veces, pero tuvo la suerte de escapar de sus garras. Ella nunca quiso repetir eso de
nuevo.
"Bueno, tienes que empezar por encontrar a tu primer hombre, de todos modos. ¿Qué les
parece? La próxima vez, podemos hacer ambas cosas..."
"Absolutamente no."
El sueño se hizo añicos. Aún así, se aferró a una esperanza. Tal vez era imposible para ella
encontrar un lugar en el fondo de un laberinto, pero aún así podía enamorarse de la manera
ordinaria y tener una boda ordinaria. Mientras tanto, no tenía ninguna intención de entregar su
cuerpo a un hombre cuyo nombre no conocía sólo porque Elinalise lo había conseguido.
"Además, no tengo tiempo para todo eso." Al menos, Roxy decidió que estaba mejor sola
mientras deambulaba por el continente demoníaco.
Así fue como Roxy dio su primer paso en falso y comenzó su aventura a través del
continente Demoníaco.
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Capítulo IV – El sabio A Bordo
Esa noche, el hombre asociado con la organización de contrabando, Gallus, se fue después
de decirnos que estaría en contacto. Nos vimos obligados a esperar quince días hasta que
envió a un hombre con más detalles sobre el trabajo.
Las mercancías de contrabando se alojarían temporalmente en un edificio en el que nos

infiltraríamos. Liberaríamos a los que habían sido secuestrados y los escoltaríamos de vuelta
a sus hogares. En cuanto a cómo lo haríamos, Gallus nos lo dejó a nosotros.
La información era vaga y el plan sonaba descuidado. Aún así, sólo éramos espadas de
alquiler. Todo lo que necesitábamos hacer era cumplir nuestra misión. Había cierto peligro, así
que decidimos que sólo Ruijerd y yo llevaríamos a cabo esta misión. Eris se quedaría en la
posada.
◇◇◇
Era medianoche el día de la operación. La luna no se veía por ninguna parte. El lugar en
cuestión era un muelle situado en el borde del puerto. Era espeluznantemente silencioso, el
único sonido era el eco de las olas del océano. Una sospechosa figura estaba junto a un
pequeño barco, una capucha bajada sobre su cabeza para ocultar sus ojos.
Si querías que alguien cruzara la frontera de contrabando, este era el tipo. Tal y como
habíamos acordado en nuestra reunión informativa de antemano, le entregué a Ruijerd. Según
las instrucciones, las manos de Ruijerd estaban encadenadas detrás de él.
Un contrabandista trataba a cualquiera que trataba como un esclavo. El transporte de

esclavos costaba cinco monedas de mineral verde en general, pero estábamos exentos. Sin
embargo, el hecho de que Gallus hubiera pagado por nosotros por adelantado no cambiaba la
forma en que nos estaban tratando. No nos trataban como mercenarios que Gallus había
contratado, sino como criminales que traficaban con esclavos.
"Muy bien, lo dejo en tus manos."
El contrabandista no dijo una palabra. Simplemente asintió, guió a Ruijerd al pequeño bote
y le puso un saco en la cabeza. El barco tenía un solo barquero, pero había muchos otros a
bordo con sacos sobre sus cabezas. A juzgar por sus alturas, ninguno de ellos era un niño.
Una vez que Ruijerd estaba a bordo, el contrabandista le dio una señal al barquero. Este
último, que estaba sentado a la cabeza de su pequeña nave, cantó un hechizo. El pequeño
barco despegó sin hacer ruido, deslizándose por el agua a través de la oscuridad de la noche.
No podía oír las palabras con claridad, pero parecía ser un hechizo de agua que creaba una
corriente que las impulsaba hacia adelante. Algo que yo también podría hacer.
El pequeño barco se dirigió hacia un barco mercante anclado en mar abierto, donde los
esclavos fueron trasladados para ser embarcados a primera hora de la mañana. Incluso desde
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su lugar en el barco más pequeño, Ruijerd siguió mirándome todo el tiempo. Sabía
exactamente dónde estaba, a pesar de la bolsa en su cabeza.
Al verlo, escuché "Goodbye, My Lover" (Adiós, mi amante) jugar en el fondo de mi mente.

¡No, espera, no! ¡No era mi amante! Y de todos modos, no fue un adiós porque esto era sólo
temporal.
Al día siguiente, vendí el lagarto que habíamos estado montando durante el año pasado. El
corcel nos había traído hasta aquí desde la ciudad de Rikarisu, y era lo suficientemente fiable
como para desear haber podido llevarlo a la Región de Fittoa con nosotros, pero nos habría
costado más traerlo en el barco. Además, podríamos usar caballos en el Continente Millis. Los
caballos de este mundo eran rápidos, y su resistencia estaba en un nivel completamente
diferente. Ya no necesitábamos montar en la lagartija.
Eris envolvió sus brazos alrededor del cuello del lagarto y le dio unas palmaditas. No
intercambiaron palabras, pero fue una triste despedida. La lagartija se había encariñado con
Eris. A menudo, durante nuestros viajes, le lamía la cabeza y le dejaba el pelo empapado de
babas.
No podíamos seguir llamándolo "lagarto" para siempre. Al menos deberíamos darle un

nombre. De acuerdo, de ahora en adelante tu nombre será Guella Ha, lo decidí. Guella Ha, un
hombre del mar que anhelaba más compañeros humanos.
"Este es realmente obediente. Debes haberla entrenado bien en tus viajes, ¿eh?" El
comerciante que manejaba lagartos quedó impresionado.
"Supongo que sí".
Ruijerd fue quien lo entrenó. No es que haya hecho algo especial, pero ciertamente hubo
una dinámica de sirviente-maestro entre él y Guella Ha. El lagarto debe haberse dado cuenta
de que era la persona más poderosa de nuestro grupo. Por otro lado, no me gustaba en
absoluto y me mordió varias veces.
Hm....sí, pensar en ello me ha cabreado.
"Ha ha ha, justo lo que esperaría del Maestro de la Perrera del Dead End. Eso añadirá algo
extra a este. La mayoría de la gente trata a estos tipos con demasiada dureza, y eso hace que
mi trabajo de reentrenamiento sea mucho más difícil". El comerciante era de la tribu Rugonia,
una raza de hombres con cabeza de lagarto. En el continente demoníaco, los hombres lagarto
entrenaron a los lagartos.
"Es natural tratar a tus compañeros con amabilidad cuando viajan juntos."
De nuevo, la canción "Goodbye My Lover" sonó en mi cabeza. En mi mano, tenía el dinero

que obtuvimos por vender a nuestro compañero. Se sintió como dinero sucio cuando lo pensé
de esa manera. Qué extraño.
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Dejémoslo con el nombre después de todo. Sólo me hace sentir apegado, decidí. Adiós
entonces, lagarto sin nombre. Nunca olvidaré lo que se siente al montar en ti.
"Wah..." Oí a Eris lloriquear.
Después de vender nuestro caballo, viajamos a pie para abordar nuestro barco.
"¡Rudeus! ¡Es una nave! ¡Es muy grande! Whoa! ¡Se está moviendo! ¿¡Qué es esto!?"
Desde el momento en que subió a bordo, Eris empezó a gritar de emoción. Quizás ya se había
olvidado de la lagartija. Su capacidad para recuperarse rápidamente fue una de sus fortalezas.
El barco tenía velas y estaba hecho de madera. Era un modelo totalmente nuevo que se
había terminado hace apenas un año. No sólo fue este su viaje inaugural, sino que también
fue un paso adelante al viajar hasta el Puerto de Zant.
"Pero este es un poco diferente al que vimos antes, ¿verdad?"
"¿Has visto un barco antes, Eris?" ¿No había dicho que era la primera vez que veía el
océano?
"¿De qué estás hablando? Tenías uno de estos en tu habitación, ¿recuerdas?"
Claro, recuerdo haber hecho uno de estos. Ese fue un buen recuerdo. En ese entonces,
quería trabajar en mi magia de la tierra, así que empecé a hacer cosas. Una vez que me di
cuenta de que podía venderlos, empecé a hacer figuras de Roxy a escala 1/10. Hacía tiempo
que no lo hacía. Ahora mismo, no sabíamos cuándo iba a necesitar usar mi maná, así que no
había hecho ningún entrenamiento que consumiera ese precioso recurso. El único
entrenamiento que hice fue físico, junto con Ruijerd y Eris. Realmente había estado
holgazaneando recientemente. Una vez que las cosas se calmaron, probablemente necesitaría
afinar mis habilidades de nuevo.
"Los hice usando mi imaginación, así que no es de extrañar que no fuera una réplica
perfecta", dije. Sin mencionar que se suponía que era un nuevo tipo de nave. En cuanto a qué
parte era nueva, no tenía ni idea.
"Es increíble, ¿no? que algo tan grande puede cruzar el océano." Eris estaba increíblemente
impresionada.
◇◇◇
Salimos del puerto tres días después.
Mientras estábamos a bordo, empecé a pensar. Un barco... un barco era un tesoro

escondido. Ahora que estábamos a bordo, tenía que haber una escena del evento. Había
jugado suficientes sims de citas como para poder decir que sin lugar a dudas.
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Por ejemplo, los delfines podrían saltar al costado del barco. La heroína lo veía y decía:
"¡Mira! ¡Increíble!" Y como respuesta diría: "Mis técnicas en la cama son aún más asombrosas".
Entonces ella decía: "¡Qué maravilla! ¡Hazme tuya!" Y yo le decía: "Vamos, nena, no podemos
hacer algo así aquí".
Sí, no, no fue suficiente... ¡Ah! ¡Eso es! ¡Cuando piensas en un barco, piensas en ser
atacado en el mar! Un pulpo, un calamar, una serpiente, piratas o un barco fantasma, algo así.
Uno de ellos nos atacaría y nos hundiría. Nos dejarían a la deriva, y luego quedaríamos
varados. Llegábamos a una isla desierta, donde la heroína y yo, sólo nosotros dos,
comenzábamos nuestras vidas juntos. Al principio, ella me odiaría, pero después de superar
numerosos obstáculos, poco a poco crecería menos tsun y más dere.
Además, sólo había una cosa que un hombre y una mujer varados en una isla desierta
podían hacer juntos. El intercambio de miradas, el calor febril... Dos jóvenes de sangre caliente,
sudando entre el eco de las olas del mar. Después, disfrutaremos juntos de la salida del sol.
Un paraíso sólo para nosotros dos.
Sobre el tema de un ataque de pulpo, el destino de la heroína ya estaba sellado. Ella sería
atacada por numerosos tentáculos, más de lo que uno pensaría que un pulpo de ocho patas
podría poseer, y la colgaría en el aire. Su cuerpo se retorcía como si estuviera en agonía. La
criatura la envolvía con sus tentáculos y se zambullía bajo su ropa. Fue el mayor espectáculo
de todos, uno que haría que la piscina de sudor en las palmas de las manos. Una visión de la
que no puedes apartar los ojos, ni por un segundo.
La realidad, sin embargo, era cruel.
Eris estaba sentada pálida en la cabina con un cubo delante de ella. Su emoción por su
primer viaje en barco se convirtió rápidamente en náuseas a mitad de camino. Me preguntaba
por qué estaba bien montada sobre una lagartija, pero de alguna manera no podía soportar un
barco.
Como alguien que nunca había experimentado mareo por movimiento, no podía
comprenderlo. Aunque había una cosa que podía decir. No importaba lo suave que fuera el
balanceo del barco, no parecía aliviar el sufrimiento de una persona que se mareaba.
Al cuarto día, apareció un pulpo. Al menos, eso es lo que asumí que era. Era de un
sorprendente color azul marino y extremadamente grande. Desafortunadamente, no logró
capturar a ninguna chica. En vez de eso, fue bruscamente expulsado por un grupo de
guardaespaldas de rango S.
No debería haber ninguna misión de escolta disponible. Si lo hubiera habido, lo habría hecho
enseguida. Le pregunté a un comerciante cercano, quien me informó que estas personas se
especializaban en escoltar barcos. El nombre de su grupo era Aqua Road. Aparentemente
tenían un contrato exclusivo con el Gremio de Navieros, y su trabajo principal era actuar como
escoltas marítimas. Como resultado, se especializaron en la eliminación de cualquiera de las
criaturas que pudieran aparecer en nuestra ruta.
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Después de todo, no habría una escena emocionante del evento del tentáculo. Qué lástima.
Dicho esto, había algo que extraer de esto. Me hice a un lado y los vi pelear, por si acaso
pasaba algo, así que vi la forma en que peleaban como un grupo.
Para ser honesto, resoplé de risa cuando vi por primera vez sus fortalezas individuales. El
espadachín que luchaba en su vanguardia era fuerte, pero no tanto como Ghislaine. El que
principalmente desvió los ataques del enemigo y llamó su atención también era un guerrero
fuerte, pero nada como Ruijerd. Su retaguardia era la que detuvo al pulpo, un mago que
seguramente era más débil que yo.
Estaba decepcionado. ¿Era realmente, así como se veía un grupo en la clasificación S?

Pensé que la mayoría de la gente en este mundo era bastante fuerte, pero esta gente no era
tan impresionante como me había imaginado.
Sin embargo, rápidamente llegué a una conclusión diferente. Eran un grupo de categoría S.
No debería haberme fijado en sus puntos fuertes individuales, sino en cómo trabajaban en
equipo. Aunque no eran tan fuertes, se las arreglaron para derrotar a ese pulpo enorme. A
pesar de no ser tan fuertes, obtuvieron una calificación de S. Eso era lo importante. Cada
persona cumplió su papel dentro del grupo, y así es como ejercía ese poder como grupo. Eso
era lo que significaba el trabajo en equipo. Eso era lo que faltaba en el Dead End.
Cada miembro del Dead End era poderoso. ¿Pero qué hay de nuestro trabajo en equipo?
El trabajo en equipo de Ruijerd fue excepcional, posiblemente porque él mismo había operado
en un escuadrón. Era hábil en las batallas de grupo. Incluso si Eris o yo cometimos un error,
podría cubrirnos. También era muy bueno atrayendo el aggro, manteniendo los ojos de la
bestia pegados a él todo el tiempo.
Ruijerd también era demasiado fuerte. En realidad, podía matar a nuestros oponentes por
su cuenta, pero nosotros le obligábamos a trabajar con un equipo durante la batalla. No lo
llamaría exactamente malo, pero no había duda de que distorsionaba las cosas. Pensé que
sabía lo que significaba luchar como equipo, pero eso era sólo en teoría. Conocer la teoría no
significa que puedas ponerla en práctica. Tenía el hábito de concentrarme en los enemigos
que venían hacia mí, y cuando nos superaban en número, confiaba demasiado en Ruijerd.
Eris era horrible. Escuchaba muy bien las directivas, pero cuando se trataba de una batalla
real, no podía hacer que su ritmo coincidiera con el nuestro. Estaba demasiado obsesionada
con el enemigo que tenía delante, y se lanzaba demasiado a la batalla. Cuanto más tiempo
duraba la pelea, menos escuchaba. Aunque la llamáramos, nunca nos cubriría a ninguno de
los dos, ni una sola vez.
Por supuesto, ni Ruijerd ni yo lo necesitábamos en primer lugar. Aún así, si esto seguía así
y Ruijerd nos dejaba por la razón que fuera, no estaba seguro de poder cubrirla
completamente. Aunque tenía un ojo demoníaco, sólo tenía dos manos. Sólo una mano para
protegerme y otra para proteger a Eris. En efecto, el alcance de una mano era limitado.
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"Rudeuuus..."
Mientras estaba ocupado con mis pensamientos, la pálida y enfermiza cara de Eris apareció
en cubierta. Se fue a la deriva, tambaleándose hasta el borde del barco, y vomitó por un
costado. En ese momento parecía que no quedaba nada en su estómago, excepto la bilis.
"Qué haces tú ahí arriba... cuando estoy sufriendo así..."
"Lo siento. El mar es tan hermoso."
"Eres tan malo... Waah..." Las lágrimas se acumularon en sus ojos mientras me abrazaba.
Su mareo era severo.
Día cinco. Eris estaba en la cabina y en el suelo como siempre, y yo la atendía

constantemente.
"U-urgh... me duele la cabeza.... Cúrame..."
"Está bien, está bien."
Me enteré por uno de los marineros que un poco de magia curativa podría aliviar su
sufrimiento. El mareo fue causado por un desequilibrio en el sistema nervioso autónomo. Echar
un hechizo de curación en su cabeza le traería un alivio temporal.
Al menos, así es como debería haber funcionado. No podía lanzarlo continuamente, y la

magia curativa no borraba todas las náuseas.
"Hey... ¿voy a... morir?"
"Me reiré de ti si te mueres de mareo".
"No..."
No había nadie más en la cabaña. El barco en sí era gigantesco, pero no había mucha gente
que viajara del Continente Demoníaco al Continente Millis. No estaba seguro si esto se debía
a que las tarifas de pasaje eran mucho más caras para los demonios que para los humanos,
o porque a los demonios les resultaba más fácil vivir en el Continente de los Demonios.
Eris y yo estábamos solos.
En esta habitación tranquila y poco iluminada, ella no tenía el poder de defenderse. Y allí
estaba yo a su lado, habiendo pasado los últimos cinco días viéndola debilitarse.
Al principio no había ningún problema con eso. Excepto la curación. Eso era un problema.
Para curarla, necesitaba tocarle la cabeza. Como necesitaba lanzar mi hechizo con bastante
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regularidad, ella usaba mi regazo como almohada mientras yo mantenía mis manos alrededor
de su cabeza, sanándola repetidamente.
Fue entonces cuando empecé a sentirme extraño. No, extraño era una palabra engañosa.
Para decirlo sin rodeos, estaba empezando a excitarme.
Sólo escúchame aquí. Estábamos en una cabina y Eris, que por lo general tenía una gran
fuerza de voluntad, de repente tenía los ojos nublados, respiraba erráticamente mientras me
llamaba con voz débil, rogándome. "Por favor, te lo ruego, por favor, sólo hazlo (cúrame)."
Mis controles internos de volumen ahogaron la palabra "sanar". Sonaba como si lo estuviera
pidiendo a gritos. Por supuesto, eso no era cierto. Eris era simplemente débil. Nunca me había
mareado, pero sabía que tenía que ser horrible.
No había nada inherentemente sexual en tocar a otra persona. Aún así, ella era mayor de
edad, y podía sentir el calor de su cuerpo. Eso solo era estimulante, incluso si el contacto no
era de naturaleza sexual. La emoción que producía era leve, pero hacer esto continuamente
durante un tiempo me causaría problemas.
Tocar, sin importar en qué parte de su cuerpo, seguía siendo conmovedor. Tocarnos
significaba que estábamos cerca. Estar cerca significaba que su cuerpo estaba a la vista. Su
frente, rota por el sudor frío, la nuca, el pecho, todo.
Eris era tan débil e indiferente. Normalmente, me golpearía si la tocara sin razón. Ahora
mismo, ella era como un pez en la tabla de cortar. Eso significaba que ella era básicamente
mía para que la tomara, ¿verdad?
Esos horribles sentimientos empezaron a arraigar dentro de mí. Estaba seguro de que no
se resistiría, aunque me quitara la ropa y me lanzara hacia ella. No, no podía resistirse a mí.
El mero pensamiento hizo que mi entrepierna se sintiera como Excalibur antes de que Arturo
se apoderara de ella. Y en mi cabeza Arthur gritaba. Me gritaba, diciéndome que Eris no podía
resistirse. Me dijo que nunca tendría otra oportunidad como ésta. Ahora era mi oportunidad de
perder la virginidad a la que había estado aferrada durante tanto tiempo.
Mi Merlín interior, sin embargo, me instó a resistir. Ya había tomado una decisión cuando
prometí esperar hasta los quince años. Dije que esperaría hasta que este viaje terminara.
Apoyé lo que decía Merlín, pero mi capacidad de resistencia estaba llegando a sus límites.
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¿Qué tal si pruebo las cosas sólo tocando sus senos? Estaba seguro de que serían suaves.
Y suave no era lo único que iban a ser. Eso es, los pechos derechos eran más que sólo
blandos. Había una firmeza en medio de toda esa suavidad. Un grial. El santo grial que mi
Arturo interior buscaba. ¿Qué pasaría si mi mano, mi Gawain, encontrara ese grial? La batalla
de Camlann.
Ahh, por supuesto, no era sólo el santo grial. El cuerpo de Eris cambiaba día a día,
especialmente su pecho. Estaba en plena pubertad. No estaba seguro si era genético, pero se
estaba desarrollando rápidamente de una manera que se parecía a su madre. Si se mantuviera
a este ritmo, se convertiría en una belleza voluptuosa.
Algunos hombres dirán: "Eh, creo que las más pequeñas están bien". Todo el mundo tenía
sus preferencias, pero podría decir que yo había estado allí en el momento en que usted
describiría los pechos de una mujer como "perfectos". Pude tomar sus pechos en mis manos
en este mismo momento, mientras aún eran pequeños.
Su respiración era errática. "¿Rudeus…?" Me miró con ansiedad. "¿Estás bien?"
Su voz me impactó. Una voz que normalmente era tan fuerte y contundente. Esta vez fue el
tono perfecto, suficiente para hacerme cosquillas en el pecho.
"Sí, estoy bien, lo prometo. No te preocupes."
"Si estás sufriendo, no tienes que esforzarte, ¿sabes?"
¿No tengo que forzarme? Así que, en otras palabras, ¿no tuve que negarme a mí mismo’?
¿Significaba eso que podía hacer lo que quisiera?
...Sólo bromeaba. Entendí lo que quería decir. Estaba preocupada por si mi maná resistiría,
ya que yo la estaba curando continuamente. Eso ya lo sabía; sabía que ella confiaba en mí.
Confiaba en que nunca usaría esta oportunidad para ponerle una mano encima. Yo no
traicionaría esa confianza. Rudeus Greyrat no traicionaría esa confianza. Esa era la manera
correcta de responder a la confianza de una persona.
De acuerdo, me dije, actuemos como una máquina. Una máquina. Yo era una máquina de
curar. Me convertiría en un robot sin sangre ni lágrimas. No vería nada, porque si viera su cara,
haría algo impulsivo. Con ese pensamiento en mente, decidí cerrar los ojos. Yo tampoco oiría
nada. Si escuchara su voz, haría algo imprudente. Así que yo también bloqueé mi audición.
Yo era un marginado silencioso y antisocial. Y como no tenía deseos terrenales, no podía

hacer nada impulsivo. Con eso en mente, cerré mi corazón. Sin embargo, todavía podía sentir
el calor de su cabeza y oler el olor de su cuerpo. Entre esas dos cosas, mi voluntad se rompió
instantáneamente. Sentí que mi cabeza se iba a desbordar.
Ah, no puedo hacer esto. Estoy en el límite de mi ingenio, pensé.
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"Eris, necesito ir al baño."
"Oh, así que eso es lo que estabas reteniendo. Bien... Nos vemos en un rato."
Se lo creía tan fácilmente. La miré de reojo antes de salir de la cabina. Me moví rápidamente.
Necesitaba un lugar desierto, y encontré un lugar lo suficientemente rápido. Allí tuve un
momento de suprema felicidad.
"Uf..."
Así de fácil, me sentí como un niño que se había transformado en sabio. Cuando cerré los
ojos el sentido se hizo más fuerte, como si hubiera llegado a la santidad, como una niña mágica
transformándose y obteniendo poderes aún mayores.
"Bien, he vuelto".
"Sí, bienvenido de nuevo..."
Regresé a la cabina con una mirada de iluminación en mi cara, como Bodhisattva, y me

convertí por fin en una máquina de curación.
◇◇◇
Eris volvió a su vida normal en el momento en que bajamos del barco. "¡No quiero volver a
montar otra vez en barco!"
"Sí, pero tendremos que hacerlo una última vez para llegar del Continente Millis al
Continente Central."
Parecía desanimada ante eso, y luego ansiosa mientras recordaba lo que había ocurrido en
el barco. "H-hey. Cuando eso suceda, ¿me curarás todo el tiempo de nuevo?"
"Claro, pero la próxima vez podría hacerte algo malo", dije con naturalidad.
"Ugh... ¿por qué dirías algo tan cruel?"
No era crueldad. Yo era el que sufría. Comprendí ahora cómo se sentía un perro, que comía
una deliciosa comida puesta ante él sólo para que no le diera un mordisco a la fuerza. Allí
estabas, con el estómago completamente vacío y con la comida que te llamaba, rogándote
que la devoraras, y no podías. Podías tragar tanta agua como quisieras para intentar satisfacer
temporalmente el dolor en tu vientre, pero era un esfuerzo inútil. La comida no desaparecería,
y tu estómago se volvería a sentir vacío muy pronto.
"Eres muy linda, Eris. Estoy intentando desesperadamente resistir la tentación de hacerte
algo".
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"Bien, supongo que si así es como tiene que ser. La próxima vez puedes tocarme, pero sólo
un poquito, ¿de acuerdo?" Su cara era de color rojo tomate brillante. Realmente era adorable.
Sin embargo, había demasiada distancia entre la inmensidad de mi deseo y lo "poco" que ella
ofrecía.
"Desafortunadamente, sólo un poquito" no va a ser suficiente. Por favor, esperemos hasta

que estés listo para que me sumerja y me salga con la mía".
Eris se quedó sin palabras. No quería que ella alimentara mis expectativas. Quería que me
dejara cumplir la promesa que le hice. Si la rompiera y le pusiera las manos encima, ambos
nos enfadaríamos después.
"De todos modos, vámonos".
"O-okay. Seguro." Eris se recuperó rápidamente y pronto se puso de buen humor cuando
empezamos a caminar hacia el pueblo.
El paisaje urbano que nos precedió no era muy diferente al de Puerto del Viento. Pero esto
era el Puerto de Zant, una ciudad en el extremo norte del Continente Millis. El Continente Millis.
Por fin estábamos aquí, pero aún nos quedaba un largo camino por recorrer.
"Rudeus, ¿qué pasa?"
"No, no es nada."
Es mejor olvidarnos de lo largo que sería nuestro viaje. Lo importante ahora mismo era salir
para la siguiente ciudad.
Antes de hacer eso, sin embargo, necesitábamos conseguir algo de dinero y comprar un
caballo. Y antes de eso, tuvimos que terminar nuestro trabajo actual. Ahora que habíamos
llegado tan lejos, era hora de ver que esta misión llegaba a su fin. Dicho esto, nuestro trabajo
no comenzó hasta el anochecer. Aún nos quedaba tiempo antes de eso. Entonces, ¿qué
hacer?
Ya habíamos intercambiado nuestro dinero en el continente demoníaco, así que no había

necesidad de visitar el Gremio de Aventureros. Decidí que nos buscaríamos una posada. Así
podríamos recuperarnos de nuestro agotador viaje en el barco. Nuestro trabajo llegó más
tarde. Ruijerd tendría que sufrir en sus incómodas condiciones de vida un poco más de tiempo,
pero... bueno, sólo tendría que aguantar.
Y así fue como llegamos al continente Millis.
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Capítulo V – El Demonio En El Almacén
El trazado de la ciudad del Puerto de Zant era similar al del Puerto del Viento. Había una
serie de colinas onduladas en su borde, y un puerto que era más animado que la propia ciudad.
El Gremio de Aventureros estaba igualmente más cerca del puerto que del centro de la ciudad.
Dicho esto, había algunos contrastes. Había muchos más edificios de madera de los que
había en Puerto del Viento. También fueron pintados en disturbios de color, quizás para
proteger el material del aire marino salado. Había árboles a lo largo de la carretera, y se podía
ver un bosque más allá del borde de la ciudad.
El verde estaba en todas partes. Era un fuerte contraste con el continente demoníaco, que
había sido todo blanco, gris y marrón. Un océano era todo lo que separaba a los dos
continentes y, sin embargo, eran como mundos diferentes.
Debería haberlo esperado, ya que este era el Continente Millis, pero la gente que vagaba
por las calles no era la extraña mezcla de diferentes tribus de demonios que había visto antes.
En vez de eso, había razas de bestias, elfos, enanos y hobbits de personas que se parecían
mucho a los humanos.
Antes de ir a buscar una posada, tuve que comprobar el estado de nuestras finanzas. En la
moneda del Continente Demoníaco, teníamos dos monedas de mineral verde, dieciocho de
hierro, cinco de chatarra y tres de piedra. Eso fue todo. Cuando lo cambiamos, recibimos tres
monedas de oro Millis, siete monedas de cobre grandes Millis, y dos monedas de cobre Millis.
Menos de lo que pensaba, pero sospeché que se debía a las comisiones de transacción. Si
hubiéramos usado un negocio de intercambio que no hubiera sido licenciado con el gremio,
seguramente habrían tomado más. Esto estaba todavía dentro de un rango aceptable.
"Deberíamos quedarnos en una posada cerca del gremio, ¿verdad?"
"Sí, necesitamos aceptar algunas misiones", estuvo de acuerdo Eris.
Eso dependía de cómo fueran las cosas esta noche. Suponiendo que todo saliera bien,
estaríamos trabajando en trabajos del gremio y, al mismo tiempo, difundiríamos el buen
nombre de Dead End. Hasta ahora, parecía que el nombre no era muy conocido aquí en el
continente Millis. El día en que ese nombre perdiera todas sus nefastas asociaciones podría
llegar pronto.
Con eso en mente, empezamos a buscar una posada cerca del gremio. Misteriosamente, a
todos los que tenían precios convenientes no les quedaban habitaciones. Esta fue la primera
vez que experimenté esto. Claro, nos habían rechazado antes porque una posada estaba llena,
pero nunca soñé que casi todos ellos estarían así.
¿Había algún tipo de festival o algo así? Cuando le pregunté, uno de los propietarios de la
posada me contestó: "La estación de las lluvias está a punto de llegar. Casi todas las buenas
posadas van a estar llenas".
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La estación de las lluvias era un fenómeno meteorológico propio de la Gran Selva, una lluvia
continua que duraba tres meses enteros. El diluvio hizo que el Gran Bosque, así como la
carretera, fueran intransitables. Como resultado, hubo muchos huéspedes que reservaron
largas estancias en las posadas.
La mayoría de la gente suele evitar quedarse atrapada en un lugar como este durante la
temporada de lluvias, pero aparentemente ciertos monstruos sólo aparecen durante este
tiempo, gracias a las lluvias que los arrastran hacia la ciudad. Los materiales cosechados de
esos monstruos se vendían por mucho dinero, así que muchos aventureros vinieron a la ciudad
y se quedaron durante esta temporada.
Cuando oí eso, decidí cambiar mis planes. Si pasáramos los próximos tres meses
trabajando diligentemente en efectivo aquí, podríamos ganar todos nuestros gastos para el
resto del viaje. También podríamos difundir el nombre de Ruijerd al mismo tiempo. Decidir un
plan de acción haría que el resto de nuestro viaje por el Continente de Millis fuera tranquilo y
relajante.
Dicho esto, no cuentes tus gallinas antes de que sean una cosa u otra, ¿verdad? No
teníamos mucho dinero, y tampoco podíamos encontrar una posada donde quedarnos. Los
únicos lugares con habitaciones abiertas estaban muy por encima de nuestro presupuesto, o
eran una mierda.
No podías pagar con dinero que no tenías, así que nos quedamos con una sola opción:
residir en un terreno poco agradable y quedarnos en lo que era, francamente, un albergue de
tugurios. Una noche fueron tres grandes monedas de cobre y no se ofrecieron otros servicios,
incluyendo comidas. Al menos era barato y decente si sólo lo usábamos para dormir. Nos
habíamos quedado en lugares mucho peores en el Continente Demoníaco. Aunque podría
valer la pena mudarse a otro lugar una vez que hayamos conseguido ahorrar algo de dinero.
"Hmm, supongo que no es tan malo!" Eris era hija de una familia noble, pero no tenía reparos
en el estado ruinoso del edificio ni en su falta de servicios.
De hecho, yo era el que tenía quejas. "Personalmente me gustaría un alojamiento más

agradable."
"Estás actuando como un bebé grande."
Por mucho que quisiera responder, "¿Ah, sí? Bueno, tú eres la única que puede hablar", no
pude. Con un recuerdo cuidadoso, recordé que esta joven y "noble" chica solía dormir
profundamente sobre un fardo de heno en un establo infestado de cucarachas que olía a
estiércol de caballo. Ella no era como yo. Todavía anhelaba el calor de una buena cama,
incluso después de haber reencarnado.
Decidí no "actuar como un bebé grande". Todo lo que podía hacer era usar magia para crear
un viento caliente que aniquilara cualquier ácaro del polvo, y luego limpiar rápidamente la
habitación. No era necesariamente un monstruo de la limpieza. Honestamente, me gustaba
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que las cosas fueran un poco desordenadas, pero a veces en posadas como estas, la gente
que se quedaba antes que nosotros olvidaba algunas de sus cosas. Podría quedar alguna
moneda debajo de la cama, o un pequeño anillo que se había caído de un armario. Podríamos
embolsarnos el dinero que encontráramos, pero a veces, si quedaba un anillo o algo similar,
podría haber una petición en el gremio. Podría darnos una recompensa en efectivo, sin
importar el rango de la solicitud. Típicamente este era un cambio pequeño, pero a veces podía
alcanzarte una suma considerable. Por eso limpié cuidadosamente la habitación.
Mientras tanto, Eris pidió prestado un paño para lavar la ropa. Entonces ella rápidamente
realizó el cuidado rutinario de su equipo. Para cuando ambos terminamos, el sol estaba
empezando a ponerse.
"Eris, ya es hora de que vayamos a recoger a Ruijerd." Inmediatamente recordé dónde

estaba nuestra posada. Los barrios bajos estaban cerca, lo que significaba que la seguridad
pública no era una garantía.
Una vez nos quedamos en una posada cerca de los barrios bajos. Un ladrón irrumpió en
nuestra habitación mientras estábamos fuera en un trabajo. Ruijerd había seguido las huellas
del ladrón y los había castigado severamente, pero los bienes que nos robaron ya habían sido
pasados a otra persona y nunca los recuperamos. Los artículos no eran particularmente
importantes para nosotros en ese momento.
Por lo tanto, no tenía planes de dejar nada precioso en esta habitación de hotel mientras
estábamos fuera. Aun así, parecía prudente adoptar algunas medidas de prevención del delito.
También me dio un buen pretexto para no traer a Eris conmigo.
"Eris, quédate aquí y vigila nuestro equipaje."
"¿Me vas a dejar aquí? ¿No puedo ir contigo?"
"No es así, es sólo que esta no es una zona segura por aquí."
"Está bien; no es como si nada de esto fuera particularmente importante."
Estaba conmocionado. Eris no se dio cuenta de la importancia de la prevención del crimen.

Estaríamos en problemas si nos robaran nuestros productos diarios, ya que no teníamos el
dinero para reemplazarlos. Tuve que aprovechar esta oportunidad para inculcar en ella la
importancia de protegerse de posibles ladrones.
"¿No lo entiendes? Alguien podría robar la ropa interior que acabas de lavar".
"¡La única persona que robaría algo así eres tú!"
Gruñía por dentro ante esa quemadura.
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...Pero sabes, Eris, nunca intenté robarte la ropa interior después de lavarla. Ni siquiera una
vez.
◇◇◇
Caminé por la ciudad de noche, solo. Eris tardó bastante tiempo en persuadirlo. Sin
embargo, la prevención del crimen era realmente importante.
Se nos ordenó que realizáramos nuestro trabajo de noche, pero nuestro empleador nunca
especificó la hora. En cualquier momento después de la puesta de sol estaba bien, siempre y
cuando rescatáramos a los cautivos. Éramos libres de operar en nuestro tiempo libre. Sin
embargo, con la temporada de lluvias casi sobre nosotros, los contrabandistas estarían
ansiosos por mover su barco lo más rápido posible, así que no podíamos perder el tiempo.
Actualmente, Ruijerd está siendo tratado como un esclavo. Ellos harían lo mínimo para
mantenerlo con vida, pero él podría haber soportado un trato duro. Seguramente no le habían
dado de comer nada decente. Probablemente tenía hambre. Y cuando la gente tenía hambre,
se enojaba. Por eso tenia que darme prisa.
Con la lanza de Ruijerd en una mano, me dirigí al muelle, y luego al muelle en el borde.
Había cuatro grandes almacenes de madera. Me metí dentro de la que dice "Almacén Tres".
Dentro había un hombre solo, limpiando en silencio. Tenía uno de los peinados más
comunes a principios de siglo, un mohawk. Me acerqué a él y le pregunté: "Eh, Steve. ¿Cómo
está Jane, ya sabes, la que vive en la playa?" Esa era nuestra contraseña.
Mohawk me miró con curiosidad. "Hey chico, ¿qué haces aquí?"
Mierda, ¿lo había entendido mal? No, no era eso, tal vez no me creyó porque era un niño.
"Estoy haciendo un recado para mi maestro. Estoy aquí para recoger algo de carga."
El hombre pareció entender una vez que dije eso. Él asintió en silencio y dijo: "Sígueme".
Luego se dirigió hacia el interior del almacén.
Lo seguí en silencio. En lo profundo del almacén había una caja de madera lo

suficientemente grande como para caber cinco personas. Mohawk sacó una antorcha de su
interior y la caja se movió. Un conjunto de escaleras apareció debajo de él, y Mohawk movió
su barbilla hacia ellos como si me dijera que bajara.
Cuando lo hice, me di cuenta de que estábamos en una cueva húmeda. Mohawk vino detrás
de mí con su antorcha encendida y siguió adelante. Lo seguí, con cuidado de donde puse mis
pies para no resbalar.
Seguimos caminando durante casi una hora. Finalmente, salimos de la cueva y nos
encontramos en medio del bosque. Aparentemente estábamos fuera de la ciudad ahora.
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Seguimos caminando hasta que nos encontramos con un gran edificio escondido entre hileras
de árboles. No parecía un almacén, sino la villa de un hombre rico.
Así que esta era su zona de espera.
"Estoy seguro de que ya lo sabes, pero es mejor que mantengas este lugar en secreto. Si
no..."
"Sí, lo sé." Di un firme asentimiento con la cabeza. Si se lo dijera a alguien, me perseguirían

y me matarían, ¿verdad? Gallus ya me lo había dicho en el Puerto del Viento. Habría sido
mejor que me hubieran hecho firmar con sangre en vez de con una promesa hecha con
palabras vacías. Entonces, ¿por qué no lo hicieron? Porque había razas que no tenían huellas
dactilares. Además, era probable que nadie quisiera comprometerse a escribir algo así. Sólo
dejaría evidencia de su maldad.
“…”
Mohawk llamó a la puerta principal. Bang, bang. Bang, bang. También debe haber una regla
sobre cómo llamar a la puerta.
Después de un rato, un hombre de pelo blanco con uniforme de mayordomo apareció por
dentro. Nos miró a los dos antes de decir secamente: "Entra".
Entramos, lo hicimos. Delante de nosotros, un conjunto de escaleras conducía al segundo

piso. A cada lado había otro conjunto que conducía al sótano. Había puertas a nuestra derecha
y a nuestra izquierda. Francamente, parecía el vestíbulo de una mansión. En un rincón,
algunos hombres de aspecto sombrío tenían los codos torcidos en una mesa redonda.
Empecé a sentirme nervioso.
Fue entonces cuando el mayordomo de pelo blanco me miró, con sospecha en los ojos
mientras preguntaba: "¿Y quién te remitió?".
"Ditz". Ese era el nombre que Gallus nos dijo que dijéramos.
"Él, ¿eh? Aún así, no esperaba que usara a un niño para esto. Es un hombre muy
cauteloso".
"Tal es la naturaleza de las mercancías que manejamos."
"Hm, en efecto. Tómalo rápido entonces. Es aterrador y está más allá de nuestro poder". El
mayordomo sacó un anillo de llaves de su bolsillo y se lo pasó a Mohawk. "Habitación 202."
Mohawk asintió en silencio y empezamos a caminar.
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Podía oír el chirrido del suelo bajo sus pies, así como el sonido de alguien gimiendo en algún
lugar del edificio. El olor de un animal que ocasionalmente pasaba por aquí. Fue entonces
cuando me di cuenta de que había una habitación adyacente al área principal con barras de
hierro a través de ella. Eché un vistazo dentro. En la tenue luz que se filtraba, podía ver un
círculo mágico en el suelo. Dentro de sus límites había una gran bestia que estaba encadenada
y desparramada. Estaba demasiado oscuro para estar seguro, pero nunca antes había visto
esa clase de criatura en el Continente Demoníaco. Debe haber sido algo nativo del continente
Millis.
¿Dónde estaban estos esclavos que habían sido llevados cautivos? Nos dijeron que los
liberáramos, pero no nos dijeron dónde estaban ubicados. Tal vez Ruijerd lo sepa.
Mohawk bajó unas escaleras situadas más adentro de la mansión. El mayordomo había
dicho la habitación 202, así que asumí que estaría arriba, pero parecía que estaba en el sótano.
"Así que está localizado bajo tierra, ¿eh?"
"El segundo piso es un maniquí para engañar a la gente".
Eso significaba que los artículos del segundo piso no importaban si alguien los encontraba.
Los bienes que eran altamente gravados o que de otra manera ganarían una sentencia dura
si fueran introducidos de contrabando se mantenían en el piso de abajo.
"Esto es todo." Mohawk se detuvo frente a una puerta con una placa que decía "202".
Cuando miré dentro, vi a Ruijerd con las manos esposadas detrás de la espalda, con ramitas
de pelo esmeralda empezando a aparecer en su cabeza. No fue ninguna sorpresa que
después de dejarlo así durante una semana, ahora pareciera como si tuviera musgo creciendo
en la parte superior de su cabeza.
"Gracias por su ayuda."
Mohawk asintió con la cabeza y tomó su puesto frente a la puerta principal. Un vigilante,
supongo. "No le quites los grilletes aquí. No hay nada que podamos hacer para detener a un
Superd si se sale de control aquí". Mohawk se veía un poco pálido mientras decía eso.
Parecía que el cabello color esmeralda, tan poco como había en la cabeza de Ruijerd, era
efectivo. Mohawk estaría aún más aterrorizado si le quitara las ataduras a Ruijerd y comenzara
a ordenarle. No, no había necesidad de hacer un acto como ese, sino que pretendía ser el
genio malvado y débil que controlaba al monstruo.
¿Dónde puse esa llave para sus grilletes? Busqué en el bolsillo de mi pecho, pero no lo
encontré en ninguna parte. Tal vez lo dejé en la posada. Era demasiado preocupante, así que
decidí usar mi magia. Cuando me acerqué a Ruijerd, noté una mirada sombría en su cara.
Sí, lo sabía. La gente se enoja cuando tiene hambre, pensé. Espera un poco más y te
traeremos algo de comer.
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"Rudeus, acerca tu oído," susurró Ruijerd.
"¿Qué pasa?"
Cuando apreté mi cara más cerca, Mohawk pareció entrar en pánico y dijo: "¡Hey! ¡Deja de
hacer eso! ¡Él te la morderá!"
No, no te preocupes. Es de Ruijerd de quien estamos hablando, me dejará ir con una

mordida de juego, pensé mientras me acercaba.
"Han secuestrado niños. Siete de ellos".
Más de lo que esperaba.
"Niños Beastfolk. Tomados en contra de su voluntad. Puedo oírlos llorar incluso desde aquí."
"Hm, ¿quizás son los que se supone que debemos rescatar?"
"No lo sé. Pero no parece que haya nadie más aquí".
Niños. Esclavos, supongo. Entre ellos estaba la persona que Gallus dijo que les causaría
problemas en el futuro. O tal vez fue otra persona, alguien importante.
"Vamos a salvarlos, por supuesto. ¿Verdad?"
"Bueno, ese es el trabajo que asumimos, después de todo", respondí.
De cualquier manera, podríamos revisar cada habitación para estar seguros. Sólo quedaba
un problema.
"Hay bastantes guardaespaldas por todo el edificio."
"Ya lo sé", dijo.
"¿Qué vamos a hacer con ellos?"
Aunque hablábamos de Ruijerd, le resultaría difícil pasar desapercibido y liberar a todos

esos esclavos.
"Mátalos a todos".
¡Miedo!
"Mátalos a todos, ¿eh?"
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"Secuestraron niños." Tenía una mirada de incredulidad en su cara. Como si lo hubiera
traicionado.
No fue como si hubiera expresado oposición. Gallus nunca especificó qué métodos
podíamos y no podíamos usar. A juzgar por la forma en que hablaba, probablemente asumió
que dejaría que Ruijerd los masacrara a todos. Pero originalmente había planeado liberarlo y
marcharme, luego infiltrarme sigilosamente y liberar a los cautivos. Parecía que mis planes
habían sido demasiado ingenuos. Matarlos a todos podría no reflejar honorablemente el
nombre de la tribu de Ruijerd, al menos en mi opinión, pero esta vez no teníamos elección.
"No dejes ni uno solo con vida."
No dije eso para ser despiadado o cruel. Una organización de contrabando pagaría a un
cliente que los había traicionado enviando asesinos que habían criado desde su nacimiento.
Lo único que esperaba a los traidores era una muerte despiadada.
No estaba seguro de lo que Gallus haría después de esto. Podría enviar asesinos tras
nosotros para mantener la boca cerrada. Mientras Ruijerd estuviera con nosotros, no teníamos
miedo de los asesinos, pero no podíamos dormir en paz. Tampoco había garantía de que
Ruijerd estuviera con nosotros todo el tiempo.
"Sí, déjamelo a mí".
Woot woot, justo la respuesta que esperaba, ¡Ruijerd! Esas fueron palabras reconfortantes.
"No dejaré a nadie con vida. Ni uno solo."
Aterrador. Una vena azul sobresalía de su frente. Últimamente pensé que se había calmado
un poco, pero hoy estaba sediento de sangre. ¿Qué habían hecho estos contrabandistas para
cabrearlo tanto?
"¿Puedo preguntar qué les hicieron a esos niños?"
"Lo sabrás cuando los veas."
Eso realmente no me dijo nada.
"No te preocupes. No tienes que ensuciarte las manos", dijo Ruijerd, malinterpretando mi
comportamiento.
Mi cuerpo se congeló y dije: "No". Sus palabras eran como una espina que me pinchaba el
corazón. "Yo... lo haré también."
Es cierto que en este último año, había evitado quitarle la vida a nadie. Maté bestias sin
cuestionar, incluso las que eran humanoides. Sin embargo, no cometí un asesinato. En parte
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porque no tenía necesidad, pero también había muchas razones para no hacerlo. Nunca antes
había sentido el impulso de matar a nadie.
Este mundo no perdonaba. Era un mundo donde la gente luchaba a diario en batallas de
vida o muerte. Eventualmente, tendría que matar a alguien. Esa era una situación que algún
día enfrentaría. Pensé que me había preparado mentalmente para eso, pero lo que había
hecho no era preparación mental. Todo lo que había hecho era reducir la fuerza de mi cañón
de piedra a un nivel en el que no era capaz de matar a nadie.
Al final, tuve reparos en quitarle la vida a alguien. Podría decir lo contrario si quisiera, pero
la verdad es que no quería cometer el tabú del asesinato. No me había preparado, no podía
prepararme. Ruijerd lo sintió. Por eso dijo específicamente lo que dijo. Me estaba cuidando.
"No pongas esa cara. Esas manos tuyas son para proteger a Eris".
Oh bien. Supuse que tenía razón. No tenía sentido obligarme a matar. Decidí dejarle el
trabajo a Ruijerd hoy. Si podía hacerlo por mi mismo, entonces era mejor confiárselo a él. Si
eso me convierte en un cobarde, entonces bien. Era mejor concentrarse en lo que era capaz
de hacer que en lo que no era.
"Muy bien entonces. Liberaré a los niños. ¿Sabes dónde están?"
"La puerta de al lado".
"Muy bien entonces. Trata de recoger los cadáveres. Quemémoslos todos después".
"Entendido".
Sin hablar más, le quité los grilletes. La puerta crujió mientras Ruijerd se levantaba
lentamente.
"¡Hey, tú! ¿¡Cómo diablos te quitaste los grilletes!?" Mohawk entró en pánico.
"No te preocupes. Escuchará lo que yo diga".
"¿Realmente?" Mohawk parecía un poco aliviado al oírme decir eso.
Le pasé la lanza de Ruijerd. "Aunque seguirá enloqueciendo de todos modos."
"¿Eh...?"
Mohawk fue la primera víctima. Ruijerd lo mató sin hacer ruido. Entonces, igual de
silencioso, corrió hacia las escaleras. Me moví en la dirección opuesta a la habitación donde
los niños estaban siendo retenidos.
"¡Gaaaaaah!"
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"¡Un S-Superd! ¡Se ha quitado los grilletes!"
"¡Mierda! ¡Está sosteniendo una lanza!"
"¡Es un demonio! Aaaaah, es un demonio, aaah!"
Los gritos de abajo empezaron justo cuando llegué a la puerta.
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Capítulo VI – Los Niños Beastfolk
La habitación estaba a oscuras. Entre las sombras había niños y niñas con miradas
nerviosas en sus rostros, con sus cuerpos retorciéndose. Había cuatro niñas y tres niños, siete
niños en total. Todos ellos tenían más o menos mi edad. Estaban todos desnudos, todos con
orejas de bestia o de elfo. Sus manos estaban atadas detrás de ellos, y todos ellos se
encogieron ante mí.
Qué vista más hermosa era, como una versión joven de Kannon, la Diosa de la Misericordia,
un Bodhisattva budista. Este era el Edén. No, quizás era el cielo. ¿Había llegado finalmente al
cielo? No, aún no había reencontrado al bebé verde.
No era el momento de emocionarse. Con una sola excepción, sus ojos estaban hinchados
por el llanto, y varios tenían moretones de color negro azulado en la cara. Mi cabeza se enfrió
inmediatamente. Estaban llorando y gritando, así que probablemente los golpearon por ser
ruidosos.
Lo mismo había pasado cuando Eris y yo fuimos secuestrados. En este mundo, los
secuestradores no mostraban preocupación por los niños que llevaban cautivos. Ruijerd debe
haber oído que los torturaban sin piedad desde su lugar en la habitación vecina. Por eso no
podía contenerse.
De un rápido vistazo, no parecía que hubieran sido abusados sexualmente. Tal vez porque
todavía eran jóvenes, o tal vez porque reduciría su valor de venta. Cualquiera que fuera la
razón, era la única misericordia en medio de esta desgracia.
Normalmente miraba a las chicas desnudas y mis ojos se dirigían inmediatamente a sus
pechos, pero ahora mismo, mi pervertido interior se había debilitado. Acababa de decidir
convertirme en ermitaño antes de desembarcar del barco, después de todo. Lamentablemente,
mi nueva profesión no había aumentado mi inteligencia en absoluto.
Tres de las niñas seguían sollozando y las lágrimas corrían por sus mejillas. Dos de los
muchachos me miraban con cara de terror.
El tercero estaba arrugado en el suelo, apenas respirando. Lo curé primero antes de quitarle
los grilletes de las muñecas. Su boca estaba tan amordazada que no podía quitársela. Sin otra
opción, tuve que quemarlo. Puede que se haya quemado un poco, pero pensé que podría
manejarlo. Hice lo mismo con los otros dos niños, curándolos y quitándoles las esposas.
"U-um... ¿quiénes son...?"
Las palabras fueron dichas en la lengua del Dios Bestia, así que me quedé un poco
sorprendido, pero al menos pude hablarlas. "Vine a salvarte. Ustedes tres, vayan a hacer de
vigías en la puerta. Si ve venir a alguien, dígamelo inmediatamente".
Los tres intercambiaron miradas nerviosas.
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"Son hombres, ¿verdad? Al menos puedes hacer eso, ¿no?"
Sus expresiones se endurecieron y asintieron, corriendo hacia la puerta. No había otro

significado para mis instrucciones. No era que quisiera que se apartaran para poder mirar a
las chicas sin interrupciones.
Ruijerd estaba causando un alboroto arriba, así que probablemente nadie vendría por aquí.
Aún así, no podíamos arriesgarnos. Antes de entrar en la habitación, había puesto mi ojo
demoníaco para mostrarme un segundo hacia el futuro, pero no podría ver nada si no mirara
detrás de mí.
Procedí a quitarle los grilletes a las chicas. Algunas estaban mejor dotadas que otras, pero
yo no discriminaba. Las admiraba de la misma manera que les quitaba las ataduras. Tampoco
las toqué más de lo necesario. Quería que pensaran en el Rudeus que tenían ante ellas como
un caballero.
También curé sus moretones. Era mi momento de disfrutar, es decir, de curar sus heridas.
Después de todo, tenías que tocar a alguien para curarlo. Así que no había otro significado
detrás. Sí, una de las chicas tenía moretones en el pecho, pero juro que no tenía motivos
ocultos.
Esta tenía una costilla rota. Eso no puede ser bueno.... Y a esta otra le rompieron el fémur.
Esos hombres realmente habían sido despiadados.
Las chicas se escondieron con las manos mientras se ponían de pie. Se quitaron las
mordazas ellas mismas. ¿Era mi imaginación, o la chica de voluntad fuerte con orejas de gato
me miraba fijamente?
"Gracias por... hic...salvarnos." La chica con orejas de perro me dio las gracias mientras
escondía tímidamente su cuerpo. Hablaba en la lengua del Dios Bestia, por supuesto.
"Sólo para estar seguros, todos pueden entenderme, ¿verdad?"
Cuando todos asintieron, respiré un suspiro de alivio. Aparentemente mi lengua de Dios

Bestia era comprensible.
Parecía que Ruijerd aún no había terminado, y yo no podía guiar a estos niños a través de
un matadero. Podría causarles más trauma, así que tal vez admiraría este paisaje por un poco
más de tiempo... o no. Probablemente debería preguntarles sobre lo que pasó.
"Si no le importa que pregunte, ¿por qué los trajeron a todos aquí?"
"¿Mew?"
Dirigí mi pregunta a la chica de orejas de gato, la que parecía más testaruda. Ella era la
única de las siete que no tenía un nuevo rastro de lágrimas en sus mejillas. En cambio, su
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cuerpo parecía ser el más golpeado, roto y magullado. No tan mal como lo que Eris había
experimentado, pero sus heridas seguían siendo las peores. El segundo peor fue el primer
chico al que ayudé, pero a diferencia de ese chico, ella todavía tenía una chispa de vida en
sus ojos.
Esta chica podría tener más fuerza de voluntad que Eris. No, probablemente era mayor de
lo que Eris era entonces. Si tuvieran la misma edad, Eris no habría perdido.
Bien, ¿por qué demonios me estaba volviendo tan competitivo?
"¡Estábamos jugando en el bosque cuando un hombre extraño nos agarró de repente, mew!"
Fue un shock para mi sistema. ¡Mew! ¡Su frase terminó en “mew”! ¡Un maullido de verdad!
Completamente diferente de la imitación de Eris. Esta chica era una auténtica beastfolk gatuna.
No fue sólo porque estaba hablando en la lengua de Dios Bestia. Definitivamente dijo "miau"
al final. Asombroso.
No. No podía distraerme. "¿Eso significa que todos ustedes fueron tomados en contra de
su voluntad?" Traté de calmar mis emociones y mantener la calma mientras preguntaba.
Las chicas asintieron con la cabeza. Bien. Si hubieran sido vendidos por padres que
luchaban, o si se hubieran vendido a sí mismos porque ya no tenían los medios para vivir,
entonces nuestros esfuerzos para liberarlos habrían sido en vano. Bien. Estábamos salvando
gente. Me alegré mucho de ello.
"Se acabó". Ruijerd había regresado. El color verde musgoso había desaparecido de su
cuero cabelludo, y un protector de frente estaba atado alrededor de su cabeza. Su ropa estaba
impecable. No había ni una sola gota de sangre en ellas. No esperaba menos.
"Buen trabajo. ¿Había otras personas cautivas?" Le pregunté.
"Ninguna".
"Entonces encontremos algo de ropa para esta gente. Se resfriarán si les dejamos así".
"Entendido", contestó Ruijerd.
"Bien, chicos", les dije. "Por favor, espera un poco más."
Nos separamos y empezamos a buscar ropa adecuada. No pudimos encontrar nada para
los niños. Sus ropas deben haber sido despojadas y descartadas cuando sus captores los
secuestraron. Pero, ¿para qué? No lo he entendido. Era un misterio para mí por qué dejaron
a estos niños desnudos. No tener ropa era un problema serio. Ni siquiera podríamos llevarlos
a una tienda de ropa si estuvieran desnudos.
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"¿Hm?" Miré por la ventana y vi una montaña de cadáveres. Cada uno de ellos tenía una
sola herida de arma blanca, ya sea en el corazón o en la garganta. Ver algo así me habría
aterrorizado hace mucho tiempo, pero esta vez fue tranquilizador. Aún así, no esperaba que
hubiera tantos. El olor de la sangre estaba espeso. Atraería a los monstruos.
Quememos esto rápidamente, pensé, y salgamos del edificio.
Me paré ante la olorosa montaña de cadáveres y creé una bola de fuego. Un radio de cinco
metros parecía apropiado para este uso. En la magia de fuego, el aumento del poder de un
hechizo también aumentó su tamaño por alguna razón. Sin embargo, no quería oler el hedor
de la carne quemada, así que decidí incinerarlos de una sola vez.
"¡Whoops!"
El fuego resultante fue claramente demasiado poderoso, porque se extendió

instantáneamente al edificio. Rápidamente me puse a hacer magia de agua para apagar las
llamas.
Eso estuvo cerca. Casi me convierto en un pirómano.
Mierda, tal vez debería haberles quitado la ropa primero, pensé. Probablemente apestaban
a sangre y me revuelven el estómago, pero todavía se podían usar después de lavarlas.
"Rudeus. Estoy acabado."
Mientras yo estaba preocupado con esos pensamientos, Ruijerd salió del edificio. Los niños
estaban todos con él, todos vestidos. Por vestidos, me refería a que todos llevaban una túnica
con plumas.
"¿Dónde encontraste esa ropa?"
"Corté las cortinas."
Oho. Eres muy inteligente, pensé. Una verdadera fuente de sabiduría.
◇◇◇
El siguiente objetivo de nuestra misión era devolver a los niños a sus hogares. Eso
significaba traerlos a la ciudad y guiarlos hacia sus padres.
Encendí las antorchas en la entrada principal del edificio e hice que cada uno de los niños
llevara una. Decidí tomar una ruta diferente de regreso. Sería problemático si otro
contrabandista nos encontrara, y esa ruta subterránea fue probablemente creada para proteger
a la gente de las bestias del bosque. No necesitábamos eso.
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"¡Muuuuuuuuuuuuuu!" La chica de orejas de gato gritó de repente. El ruido resonó en la
oscuridad que nos rodeaba.
"¿Qué pasa?" Le pregunté, deseando que no hiciera tanto ruido.
"¡Muuuuuuuuuuuuuuu! ¿¡Había un perro en ese edificio del que acabamos de salir!?" Se

aferró a la pierna de Ruijerd. Había una clara expresión de desesperación en su cara.
"Lo había".
"¿Por qué no lo rescataste?"
Así es, había un perro. Espera, ¿eso era un perro? Era jodidamente enorme.
"Ustedes eran lo primero".
Sus ojos reprochables se fijaron en Ruijerd.
Oh, vamos, pensé. Acabamos de salvarlos. No hay razón para que nos mires así. "Sólo para
que lo sepas, él es el que te salvó."
"Bueno, estoy agradecido por eso, miau. Pero..."
"Si estás agradecida, entonces deberías decir gracias."
Cuando dije eso, todos inclinaron sus cabezas ante él. Bien, pensé. Deberían estar más
agradecidos.
Esta podría haber sido una misión que nos dio un contrabandista de la organización que los
secuestró en primer lugar, pero también era cierto que Ruijerd estaba genuinamente
preocupado por ellos. Aunque también era cierto que pedíamos su gratitud cuando nunca nos
habían pedido que los salváramos.
"Regresaré y liberaré al perro. Ruijerd, lleva a estos chicos a la ciudad".
"Entendido. ¿Adónde debemos ir una vez que lleguemos allí?"
"Esperar en las afueras de la ciudad", le dije. Volví sobre mis pasos.
¿Adónde se supone que los llevaremos después de esto? Esa fue una pregunta difícil. Al
principio, pensé en traerlos al Gremio de Aventureros. Entonces podríamos hacer una petición
diciendo: "Tenemos a los niños bajo nuestra custodia; por favor, busquen a sus padres", y
confiar a los niños al gremio. Eso sería el final de todo.
Sin embargo, Gallus mismo dijo que la organización de contrabando no era un solo grupo.
Si nos moviéramos demasiado abiertamente, seríamos descubiertos. Considerando nuestras
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conversaciones, Gallus no podría ayudarnos si eso sucediera. Nuestra participación era mejor
no ser descubierta. Por nuestro bien y por el de él.
En ese caso... ¿y si dejamos a los niños con la guardia de la ciudad y huimos de la ciudad
lo más rápido posible? No, si los niños hablaran, nuestras identidades serían descubiertas.
Entonces la organización de contrabando lo averiguaría. Además, la temporada de lluvias
estaba a punto de llegar. Si dejábamos la ciudad, no teníamos adónde ir. Incluso podríamos
ser confundidos con secuestradores nosotros mismos.
Hmm. Esto era preocupante. Quizás no lo había considerado lo suficientemente a fondo.

Estaba seguro de que podíamos liberarlos, pero había pensado muy poco en lo que vendría
después. ¿Quizás deberíamos culpar a alguien más por el ataque? Sí, tal vez esa fue una
buena idea. Si yo escribiera "La Gran Emperadora del Mundo Demoníaco Kishirika estaba
aquí" en la pared, ellos podrían creerlo. Después de todo, Kishirika me dijo que confiara en ella
si necesitaba algo.
"Cielos". Había regresado al edificio, aún indeciso sobre el curso de acción.
◇◇◇
Encontré la habitación donde antes había visto el círculo mágico. Cuando entré, la bestia
me saludó con una mirada sospechosa en sus ojos. No movió la cola y no ladró. Estaba
letárgico.
"Definitivamente es un perro."
Era un cachorro encadenado dentro de ese círculo mágico. Se notaba que era un cachorro
de un vistazo, pero era enorme. Medía unos dos metros de altura. ¿Por qué todos los perros
y gatos de este mundo eran tan grandes?
Su pelo había aparecido blanco cuando lo miré por primera vez, pero al mirarlo más de
cerca, en realidad era plateado. Parecía brillar, pero probablemente se debió a la iluminación.
Un gran bebé plateado Shiba Inu, con una mirada refinada e inteligente en su cara.
"Voy a ayudarte..."
En el momento en que intenté entrar en el círculo mágico, me repelió. No es como un zap.

La sensación era difícil de explicar, pero era como si los receptores de dolor en mi cerebro
estuvieran siendo activados. Parecía que este círculo mágico era en realidad una barrera. Una
barrera consistía en un tipo de magia curativa, una construcción de la que yo no sabía nada.
"Hmm." Estudié los límites del círculo mágico. Emitía una luz blanca azulada que iluminaba
ligeramente la habitación. La luz que venía de ella significaba que el maná estaba circulando.
Si pudiera cortar la fuente de su energía, el círculo desaparecería. Roxy me enseñó eso. Era
el método por excelencia para eliminar las trampas mágicas.
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La fuente de energía... En otras palabras, un cristal mágico.
Sin embargo, por lo que pude ver, no se encontró ningún cristal de este tipo. No.... eso sólo
significaba que aún no lo había encontrado. ¿Dónde lo habían escondido? Probablemente bajo
tierra. ¿Quizás debería usar magia de la tierra para quitar el círculo? ¿Quién iba a saber lo que
pasaría si tratara de disipar por la fuerza un círculo mágico como este?
Hm, espera, pensé. Espera, espera, espera, espera. Pensemos en esto más simplemente.
¿Cómo planeaban sacar a este perro de ese círculo en primer lugar? No había habido un
mago entre los cadáveres que había visto. Tenía que haber una manera para que un
principiante pudiera quitar esta trampa.
Primero consideré dónde podría estar el cristal mágico. Pensé que tenía que ser bajo tierra.
Sin embargo, si estuviera bajo tierra, esos tipos no habrían podido sacarlo. Tenía que estar en
algún lugar donde pudieran extraerlo. Pero también tenía que estar en algún lugar donde
todavía pudiera echar maná en la trampa.
"Hm, ¿así que arriba en vez de abajo?"
Decidí revisar arriba. Fui a la habitación de arriba, donde encontré un círculo mágico más
pequeño y lo que parecía ser una linterna de madera. En él estaba lo que asumí que era un
cristal mágico.
Muy bien. Por suerte, pude encontrarlo con mi primera suposición.
Levanté cuidadosamente la linterna y el círculo mágico de abajo se disipó suavemente.

Cuando volví a la planta baja, vi que lo que rodeaba al perro había desaparecido por completo.
Parecía que los círculos superior e inferior habían sido unidos después de todo. Bien, bien,
bien.
"¡Grrr...!"
El perro me miró amenazadoramente y gruñó mientras me acercaba. Desde que tengo

memoria, nunca les gusté a los animales. Esto no era diferente.
Estudié la condición física del perro. Su gruñido seguía siendo algo poderoso, pero no tenía
la misma fuerza en su cuerpo. Parecía exhausto. Sin duda porque tenía hambre.
Aún así, esas cadenas eran sospechosas. Probablemente había algún significado para el
patrón grabado en ellos. Tal vez debería quitárselas. No, eso podría ser peligroso. Si esas
cadenas restringían su poder, en el momento en que las solté, podría atacarme. Podría curar
un pequeño mordisco, pero...
"¿Qué debo hacer para que no me muerdas?"
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Cuando le pregunté eso, el perro respondió: "¿Woof?" Me apuntó con la cabeza como si
entendiera las palabras.
Hm.
"Si no me muerdes, te quitaré el collar y te devolveré a tu amo. ¿Qué te parece?" Le hablé

en la lengua de Dios Bestia, y cuando lo hice, el perro dejó de gruñir y se extendió
silenciosamente en el suelo. Parecía que sí entendía. Estar en un mundo diferente era
conveniente después de todo. Podrías incluso hablar con los perros.
Traté de usar magia para cortar la cadena. Se rompió fácilmente. Una vez que lo hizo, el
poder regresó instantáneamente al cuerpo del perro. Inmediatamente se puso de pie e intentó
salir corriendo, pero yo lo detuve.
"Espera, espera, todavía tienes un collar encima."
Me miró y se acostó obedientemente una vez más.
Hice todo lo que pude para quitar el collar, pero no tenía cerradura. Si no había cerradura,
no había forma de abrirla. Eso fue raro. ¿Cómo pretendían eliminarlo? ¿O nunca tuvieron la
intención de hacerlo? Fue una batalla dura, pero logré encontrar un lugar en el cuello.
Aparentemente este era uno de esos collares que no podías quitarte una vez que se ponía.
"Te lo voy a quitar ahora, así que no te muevas." Cuidadosamente conjuré la magia de la
tierra en la pequeña coyuntura donde el cuello se unía, usando magia para forzar su apertura.
Hubo un estruendo, y finalmente se cayó.
"Allá vamos".
El cachorro agitó el cuello. "¡Woof!"
"¡Whoa!"
El perro enganchó sus patas delanteras a cualquiera de mis hombros, y su peso me derribó.
Me caí al suelo sin fuerzas y el perro empezó a babearme la cara.
"¡Woof!"
¡No puedes, cachorrito! ¡Tengo mujer y marido...!
Intenté quitarme la gran bola de pelo plateado, pero era demasiado pesado y, además,
suave y esponjoso. Suave y sedoso. Todo eso estaba muy bien, pero era pesado. Su peso
sobre mi pecho era suficiente para que mis huesos crujieran. Moverse parecía difícil. Renuncié
a la idea de no ser derrotado porque no había nada que pudiera hacer. En vez de eso, me
concentré en disfrutar de la sensación de su pelaje hasta que se aburrió de lamerme la cara.
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Y vaya que era esponjoso. O, como dicen los niños, "Esponjoso".
Para que seas así de suave... Oye, espera. Estás usando algún tipo de suavizante de telas,
¿no? Pensé, sólo para que otra voz en mi cabeza respondiera de la misma manera. Aww, pero
no estoy usando nada.
◇◇◇
"¡Bastardo! ¿¡Qué le has hecho a la Bestia Sagrada!?"
"¿Eh?"
Justo cuando la bola de pelo finalmente parecía satisfecha, una voz resonó. Todavía tendido
en el suelo, miré hacia arriba, preguntándome si uno de esos contrabandistas había logrado
sobrevivir.
Fui recibido por una piel color chocolate, orejas de bestia y una cola de tigre. ¿Ghislaine...?
No, no lo fue. Se veían similares, pero no era ella. La parte peluda y musculosa era la misma,
pero había algo un poco diferente. El mayor rasgo de Ghislaine estaba ausente. Era el pecho,
el de esta persona era plano. Esta persona tenía pectorales donde Ghislaine tenía el pecho
lleno. Era un hombre.
El hombre se llevó la mano a la boca, como si estuviera a punto de gritar.
¡Ah, mierda! Va a hacer algo. Tengo que correr. ¡Pero no puedo moverme!
"Perrito, muévete. ¡Necesito huir de este tipo!"
El perro se movió.
Me puse en pie y activé mi ojo de demonio. Podía ver lo que pasaría.
El hombre tiene la mano todavía apretada contra la boca.
Pensé que no iba a hacer nada, pero de repente rugió. "¡Graaaaaah!" El volumen era
abrumador. Era una voz muchas veces más aguda de lo que Eris jamás había producido. El
sonido se sentía como si tuviera masa. Mis tímpanos sonaron, y mi cerebro tembló.
Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, me había desmayado. No podía estar de

pie. Esto estuvo mal. Tenía que curarme, pero no podía mover las manos. ¿Qué demonios fue
esto, algún tipo de magia?
Mierda. Mierda, mierda, mierda, mierda. ¿No podía usar magia? Intenté canalizar mi maná,
pero... no sirve.
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El hombre me agarró por el cuello y me levantó en el aire. Me pusieron a la altura de la cara
fruncida de un hombre, con las cejas entrelazadas.
"Hm. Todavía es sólo un niño. No me atrevo a matarte".
Ah, parecía que estaba a salvo. Gracias a Dios. Me alegré de parecerme a un niño.
"Gyes, ¿qué pasa?"
Otro hombre apareció. Se parecía a Ghislaine, pero tenía el pelo blanco. Un hombre mayor.
"Padre. He sometido a uno de los contrabandistas."
"¿Un contrabandista? ¿No es un niño?"
"Pero estaba tratando de atacar a la Bestia Sagrada."
"Hm."
"Tenía una mirada obscena en su cara mientras lo acariciaba. Tal vez no tenga la edad que
aparenta".
N-no, te equivocas. Tengo doce años. Definitivamente no soy un hombre de cuarenta y

cinco años por dentro, protesté en mi cabeza.
"¡Woof!" Cuando la bestia ladró, Gyes y el otro hombre se arrodillaron ante ella.
"Me disculpo. Deberíamos habernos movido con más prisa, pero en vez de eso llegamos
tarde al rescate".
"¡Woof!"
"Pensar que este chico pondría sus manos sobre su santidad.... ¡Gah...!"
"¡Woof!"
"¿Qué? ¿No te molestó? ¡Qué benevolente...!"
Parecía que estaban teniendo una conversación, aunque el perro sólo decía "guau, guau,
guau" todo el tiempo.
"Gyes, encontré el olor de Tona en una habitación del sótano. Ella estuvo aquí. Eso es
cierto," dijo el viejo.
¿Quién era Tona? Por el contexto de su conversación, adiviné que era uno de los niños
beastfolk.
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"Llevemos a este joven al pueblo e interroguémoslo. Podría haberlos llevado a alguna parte.
Y una vez que lo hagamos hablar, saldremos de nuevo y buscaremos..."
"No hay tiempo. El último barco sale mañana."
Gyes rechinó los dientes.
"No tenemos más remedio que rendirnos. Considéralo lo suficientemente fortuito como para
que hayamos salvado a la Bestia Sagrada".
"¿Y qué haremos con esto?"
"Llévatelo a casa con nosotros. Puede que sea un niño, pero si trabajaba con esos
traficantes, tendrá que ser castigado".
Gyes asintió y ató mis manos detrás de mí con una cuerda. Luego me subió a su hombro.
El perro caminaba detrás de él, mirándome con preocupación.
No hay problema. No te preocupes. Estos tipos no parecen ser contrabandistas, me dije.

Vinieron a rescatar a esos niños. Así que si hablo con ellos, lo entenderán. Sólo tengo que
esperar hasta que me dejen.
"Hm..." Cuando salimos, el anciano sacudió la nariz. "El olor persiste."
"¿Un olor? El hedor de la sangre es tan espeso que no puedo decirlo".
"Es débil, pero es el olor de Tona y los otros. Hay uno más también. El olor de ese demonio".
En el momento en que mencionó "ese demonio", la expresión de Gyes se endureció.

"¿Estás diciendo que ese demonio se llevó a Tona y a los otros?"
"Difícil de decir. Tal vez los salvó," sugirió el viejo.
"De ninguna manera. Eso no puede ser".
Parecía que se habían enterado del olor de Ruijerd.
"Gyes. Voy a seguir el rastro. Llévate al niño y a la Bestia Sagrada y regresa a la aldea".
"No, voy contigo", protestó Gyes.
"Tienes muy mal genio. Y puede que ese chico no sea uno de esos contrabandistas después
de todo, ¿sabes?" No es de extrañar que las palabras del anciano tuvieran sabiduría.
Así es, pensé. No soy contrabandista, así que déjame explicarte.
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"Aún así, no hay duda de que tocó a la Bestia Sagrada con sus sucias manos. Este chico
huele como un humano excitado. Por increíble que parezca, mostró signos de excitación
sexual hacia la Bestia Sagrada".
¿¡Qué!?
¡Absolutamente falso! Pensé. ¡No tengo ningún interés sexual en los perros! Chicas jóvenes,
sin embargo... ¡No! ¡Esa tampoco es una buena defensa!
"En ese caso, mételo en una celda. Pero no le pongas las manos encima hasta que vuelva
a casa".
"¡Sí, señor!"
El hombre mayor asintió con la cabeza antes de salir corriendo hacia la oscuridad del
bosque.
Mientras Gyes lo veía irse, me dijo: "Hmph, te ha salvado el pellejo."
Sí, realmente lo hizo.
"Entonces, Bestia Sagrada, corramos un poco. Estoy seguro de que debes estar exhausto,
pero..."
"¡Woof!"
"¡Eso es lo que pensé!"
Y así, envuelto sobre el hombro de Gyes, me llevaron a las profundidades del bosque.
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Ruijerd
Ruijerd estaba cerca de la ciudad, pero Rudeus aún no había regresado. ¿Estaba perdido?
No, habría usado magia para enviar una señal al cielo. ¿Significaba eso que había problemas
en su lugar? Ruijerd se había deshecho de hasta el último ser humano de ese edificio, pero
quizás Rudeus se había encontrado con refuerzos que aparecían desde un lugar diferente.
Probablemente debería volver y comprobarlo, sólo para estar seguros.
No. Rudeus no era un niño. Incluso si apareciese un enemigo, sería capaz de manejarlos.
Las defensas de Rudeus podían ser débiles, quizás porque era joven, pero no era tan ingenuo
como para bajar la guardia en territorio enemigo.
Además, ahora mismo no tenía que preocuparse por Eris. Si Rudeus usaba todos sus
poderes, no podía ser derrotado. El único problema era que estaba en conflicto por haberle
quitado la vida a una persona. Si limitaba demasiado sus poderes, las cosas podrían cambiar
para él. No.... no era tan tonto, seguramente.
Rudeus no necesitaba su preocupación. Aún así, Ruijerd estaba preocupado. Si seguía en

la ciudad con los niños de esta manera, tenía un mal presentimiento sobre lo que podría pasar.
Se había enfrentado a circunstancias similares muchas veces antes. Rescataba a los niños
de los mercaderes de esclavos e intentaba devolverlos a la ciudad, para luego ser confundido
con un secuestrador. Su cabeza estaba afeitada y la joya de su frente escondida, pero era
pobre en palabras. Si la guardia lo detenía para interrogarlo, no confiaba en su capacidad para
explicar lo que había ocurrido.
Seguramente los humanos de la ciudad se encargarían de todo si dejara a los niños allí,
¿verdad? No, Rudeus definitivamente tendría algunas palabras para él si lo hiciera.
"Miau, señor, siento lo de antes, miau."
Mientras se preocupaba, una de las chicas se acercó y le dio una palmadita en la pierna.
Los otros niños se veían igual de apenados. Casi sentí que eran ellos los que lo rescataban.
"Está bien."
Hacía mucho tiempo que no usaba la lengua de Dios Bestia. La última vez que lo usó fue...
¿Cuándo fue eso? No recordaba haberla usado mucho desde la guerra de Laplace.
"La Bestia Sagrada es un símbolo de nuestra tribu, miau, así que no podíamos dejarla atrás,
miau."
"Así que eso es todo. No lo sabía, pero aún así, me disculpo". Ella le sonrió a Ruijerd cuando
dijo eso. Le gustaba mucho que los niños no le tuvieran tanto miedo. "Hmm..."
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De repente, su tercer ojo sintió que alguien se acercaba rápidamente. Su velocidad era
increíble, y su aura era fuerte. Vinieron de la dirección del edificio que habían dejado atrás.
¿Fue uno de los aliados de los contrabandistas? Pero parecían demasiado hábiles para eso.
No podría ser, pensó. ¿Realmente derrotaron a Rudeus...?
"Retrocede". Hizo que los niños se cubrieran detrás de él mientras preparaba su lanza.
El vencedor sería el que golpeara primero. Los derribaba de un solo golpe.
O eso pensaba, pero el oponente de Ruijerd se detuvo a un paso de su alcance. Era un

hombre bestia, con un hacha gruesa en la mano. El hombre era claramente cauteloso al
adoptar su propia postura. Era un anciano, pero tenía un aire tranquilo, sereno y digno. El aire
de un guerrero. Pero Ruijerd lo mataría si estuviera aliado con esos bastardos de antes.
Alguien que dejó que algo así les pasara a los niños de su propia raza no era un verdadero
guerrero.
"¡Ah, abuelo, mew!" La chica del gato llamó al guerrero mayor y corrió hacia él.
"¡Tona! ¡Estás bien!"
El viejo guerrero dio la bienvenida a la chica en sus brazos, una mirada de alivio cruzando
su rostro. Ruijerd bajó su lanza. Aparentemente este hombre había venido a salvar a los niños.
Ruijerd se equivocó al dudar de él como guerrero; era claramente un hombre honorable.
La chica de orejas de perro también parecía conocerlo, y corrió hacia él.
"Tersena, tú también estás a salvo. Me alegro."
"Ese hombre de allí nos salvó."
El viejo guerrero guardó su espada. Luego se acercó a Ruijerd y se inclinó. Parecía que aún
desconfiaba de Ruijerd, pero era de esperar.
"Gracias por salvar a mi nieta".
"Claro".
"¿Cómo te llamas?"
"Ruijerd". Superdia, pensó añadir, pero dudó. Si el hombre supiera que es Superd, se
pondría en guardia.
"Ruijerd, ¿verdad? Soy Gustav Dedoldia. Te pagaré esta deuda sin falta. Primero, debo
devolver a estos niños a sus padres".
"Sí, deberías".
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"Pero es peligroso hacer que los niños caminen de noche. Quiero que me expliques
exactamente lo que pasó". Mientras decía eso, el anciano comenzó a caminar hacia el pueblo.
"Espera", dijo Ruijerd.
"¿Qué pasa?"
"¿Miraste dentro del edificio?"
"Lo hice. Un lugar deprimente que apestaba a sangre".
Ruijerd continuó con sus preguntas. "¿Y no había nadie allí?"
"Había uno. Un hombre en forma de niño. Parece que tenía una sonrisa pervertida mientras
acariciaba a la Bestia Sagrada".
Se dio cuenta de quién era inmediatamente. Rudeus. Así que el niño todavía tiene esa
sonrisa en la cara, pensó. "Ese es mi compañero", dijo Ruijerd.
"¡Oh, Dios mío!"
"¿No me digas que lo mataste?"
No importaba si fue un malentendido lo que lo causó. Si hubieran matado a Rudeus, Ruijerd

se vengaría. Sin embargo, primero vería a los niños con sus padres. Eris también. Así es....
Eris estaba sola ahora mismo. Eso le preocupaba.
"Hice que lo llevaran a nuestra aldea para que pudiéramos interrogarlo sobre la ubicación
de sus cómplices. Pero haré que lo liberen inmediatamente."
Rudeus, el idiota, había bajado la guardia. Ese chico.... Sus defensas siempre fueron
débiles, aunque su resistencia mental era alta. Por otra parte, Ruijerd no tenía espacio para
hablar, dado que su resistencia mental era de tercera clase en comparación.
"Rudeus es un guerrero. Si no planeas matarlo, no hay razón para apresurarse. Prioricemos

primero a los niños".
La gente beastfolk no torturaba como lo hacían los humanos. Como mucho, lo despojaban
de sus ropas y lo metían en una celda. Después de todo, Rudeus no tenía reparos en que la
gente lo viera desnudo. El otro día le dijo algo extraño a Ruijerd: "Si Eris trata de verme
mientras me ducho, no tienes que detenerla".
Además, había que preocuparse por Eris. Rudeus siempre confiaba la protección de Eris a
Ruijerd. Siempre se preocupó más por ella que por él mismo. Ruijerd estaba mejor
protegiéndola que persiguiendo a Rudeus.
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"Tengo mis razones para no exponer mi verdadera forma", dijo Ruijerd. "Me gustaría que
guiaras a los niños y encontraras a sus padres."
"Hm... está bien entonces." Gustav asintió, y Ruijerd se dirigió hacia la ciudad.
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Capítulo VII – Apartamento Gratis
Hola a todos. Mi nombre es Rudeus y solía estar encerrado.
Actualmente estoy revisando un apartamento nuevo y gratuito que es el tema de

conversación de la ciudad. Sin depósito de seguridad, sin pago de llave, sin alquiler. Un
espacio de una habitación completo con dos comidas y tiempo libre para una siesta. La cama
está hecha de paja infestada de insectos, lo cual es una desventaja, pero el precio es barato.
¡Después de todo, el alquiler es gratis!
El inodoro es un jarrón grande situado en la esquina de la habitación. Una vez que hayas
hecho tu trabajo y el frasco esté lleno de excrementos, tendrás que tirarlo en un agujero en el
lado opuesto de la habitación. No hay agua corriente, así que es un poco antihigiénico, pero
puedes arreglártelas con magia. ¡Si eres un mago como yo, que puede hacer agua caliente,
tus problemas están completamente resueltos!
Sólo hay dos comidas. Para la gente moderna, eso podría ser muy poco. Sin embargo, esta
comida es bastante increíble, la especialidad regional de frutas y verduras de una tierra
exuberante. Carne también. El condimento es ligero, sacando a relucir el sabor natural de los
ingredientes, lo cual es suficiente para hacer que cualquier persona acostumbrada a la vida en
el Continente Demoníaco golpee sus chuletas en el deleite.
Ahora, la característica principal del apartamento: su seguridad. Por favor, eche un vistazo
a estas barras de hierro duraderas. Puedes golpearlos todo lo que quieras, tirar de ellas todo
lo que quieras, pero no se mueven ni un centímetro. Su única debilidad es que pueden ser
abiertas con magia.
Seguramente no hay ningún ladrón vivo que mire estos barrotes y piense, ¡hey! ¡Creo que
quiero entrar ahí! Sin embargo, entrarán, porque este apartamento gratuito es una celda en la
cárcel.
◇◇◇
Colgado sobre la espalda de Gyes, continué mi viaje por el bosque. Incapaz de moverme,
no tuve más remedio que dejarme llevar. Mientras viajábamos por las sombras del bosque a
una velocidad vertiginosa, vi algo en el rabillo del ojo. Allí, entre la mancha de los árboles que
pasaban volando, había una mancha de pelo plateado siguiéndonos.
Aún era un cachorro, pero el perro tenía bastante resistencia. Habíamos estado en
movimiento durante dos o tres horas para entonces. El guerrero bestial conocido como Gyes
había estado corriendo durante mucho tiempo. Sólo se detuvo cuando finalmente llegamos a
dondequiera que estuviera.
"Sagrada Bestia, por favor, regresa a la casa."
"¡Woof!" La bola de pelo plateado ladró una vez antes de adentrarse en la oscuridad.
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Observé los alrededores con sólo usar mis ojos. Los árboles estaban muy agrupados y no
sentí a ninguna otra persona en las cercanías. Sin embargo, vi luces aquí y allá sobre nosotros
en los árboles. Gyes continuó caminando un rato, acercándose a uno de los árboles.
Conmigo todavía colgado sobre su hombro, enganchó sus manos en una escalera que yo
no podía ver y subió rápidamente. Parecía que me estaban llevando a las copas de los árboles.
Desde allí entramos en un edificio. No había nadie más presente. Era una cabaña desierta
hecha de madera. Ahí es donde Gyes me despojó de toda mi ropa.
¿Qué demonios me estaba haciendo? ¡Ni siquiera podía mover mi cuerpo!
Me levantó por el cuello y me arrojó dentro... como si fuera algo. Un momento después, oí
el crujido del hierro y un ruido cuando algo cayó. Entonces Gyes se fue, sin ninguna
explicación. Ni siquiera me interrogó.
Después de un tiempo, pude volver a mover mi cuerpo. Produje una pequeña llama en la
punta de mi dedo y la usé para revisar mis alrededores. Vi las barras duraderas y me di cuenta
de que esto era una celda. Me habían metido en una celda.
Eso estaba bien. A juzgar por la conversación que habían tenido, sabía que esto iba a pasar.
Me habían confundido con un contrabandista. Por eso no me entró el pánico. Este
malentendido se resolvería pronto. Aún así, ¿por qué la necesidad de desnudarme? Ahora que
lo pienso, esos niños también habían sido despojados de toda su ropa.
Tal vez esa era su costumbre aquí. Tal vez la gente beastfolk se sintió humillada por estar
completamente desnuda. Aunque sentirse avergonzado de estar desnudo no era una cualidad
exclusiva de su raza. Despojar a un cautivo para destruirlo mentalmente era una práctica desde
tiempos inmemoriales. Este puede haber sido un mundo de fantasía, pero incluso en mi libro
favorito, la mujer caballero fue relevada de sus ropas cuando fue tomada prisionera. Parecía
que todos los mundos tenían eso en común.
"Ahora bien..." Envuelto en la oscuridad, empecé a pensar.
Por ahora, me ahorraría hablar con ellos mañana. Incluso si no me creyeran, seguiría
estando bien. Al parecer, el hombre mayor había salido a buscar a Ruijerd, en cuyo caso ya
debería haberse encontrado con los niños. Ruijerd era una persona fácil de malinterpretar,
pero los niños no abandonarían al guerrero que había venido en su ayuda, seguramente. Los
niños regresarían sanos y salvos, y yo ya no sería confundido con un contrabandista.
El hecho de que yo no era contrabandista, sino que tenía una relación de trabajo complicada
con ellos, probablemente era mejor no decirlo. Ruijerd tampoco quería trabajar con los
contrabandistas, así que no diría nada que nos metiera en problemas. Por ahora, la principal
preocupación era mi propia seguridad. El guerrero mayor dijo que no me pusiera una mano
encima hasta su regreso. Eso significaba que estaba a salvo. Probablemente no me pondrían
ningún monstruo tentáculo... ¿cierto?
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De cualquier manera, sentí que finalmente había entendido el significado de las palabras de
Gallus. Si esto fuera lo que les iba a pasar, seguramente habrían tenido muchos problemas.
◇◇◇
Pasó un día entero mientras estaba ocupado pensando en esas cosas. El tiempo era
efímero. La mañana del día después de que me metieron en esta celda, apareció un guardia.
Era una mujer. Tenía la constitución de un guerrero, pero era más delgada que Ghislaine.
Aunque su pecho era igual de enorme.
Le dije: "Me han acusado falsamente, no he hecho nada". Continué explicando que yo no
estaba asociado con esa organización de contrabando, que por casualidad descubrí que esos
niños estaban detenidos en ese edificio y que, alimentados por una justa indignación, me puse
a liberarlos.
La mujer no escuchó ni una palabra de lo que dije. En vez de eso, llevó un cubo de agua a
mi celda y me la tiró sobre la cabeza mientras yo protestaba. Hacía mucho frío, y ahora parecía
una rata ahogada. La mujer entonces me miró como si yo no fuera más que basura.
"¡Pervertido...!"
Un escalofrío me atravesó. Allí estaba yo, desnudo, con esta hermosa anciana de orejas de
animal que me destrozaba con sus ojos. No sólo me había echado agua helada encima, sino
que también había abusado de mí verbalmente. Esto era lo que significaba derribar
psicológicamente a alguien.
Parecía que no tenían intención de seguir las órdenes del viejo guerrero. ¿Qué me pasaría
ahora...? ¡Ahh, Dios (Roxy), ¡dame tu protección! Y no, Dios-Hombre, ¡no me refiero a ti!
"¡Achoo!"
Bromas aparte, realmente quería algo de ropa. Por ahora, usaría el hechizo de fuego Arde
en el Lugar para mantenerme caliente para no coger un resfriado.
Día dos.
Ruijerd aún no había venido a rescatarme. Después de haberme quedado desnudo durante
dos días enteros, mi ansiedad comenzaba a aparecer de nuevo. Me preguntaba si le había
pasado algo a Ruijerd. ¿Terminó peleando con ese guerrero mayor? ¿O las cosas con Gallus
se complicaron? ¿O quizás algo le había pasado a Eris y él se estaba ocupando de eso?
Estaba ansioso. Increíblemente ansioso. Por eso estaba construyendo un plan de escape.
A primera hora de la tarde, una vez que terminé de comer, empecé a usar mi magia en silencio.
Mezclé fuego y viento, creando una corriente de aire caliente que golpeaba la habitación y
hacía que toda la zona fuera agradable y tostada. El guardia, ampliamente dotado, se quedó
dormido y comenzó a dormirse. Qué fácil.
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Abrí la puerta de la celda y verifiqué que no había nadie más mientras salía del edificio.
"Ooh..."
La visión que se extendió ante mí fue como algo sacado de un sueño. Había un
asentamiento construido sobre los árboles. Los edificios estaban colocados entre las copas de
los árboles, con andamios alrededor de cada árbol para dar espacio para caminar. También
había puentes que conectaban los árboles entre sí para que pudieras ir y venir sin tener que
subir y bajar escaleras.
Realmente no había nada en el suelo. Podía ver lo que parecía ser una simple choza y las
huellas de un campo, pero no parecían estar en uso. Aparentemente nadie vivía allí.
No había tanta gente. Podía ver algunas bestias por aquí y por allá, correteando por el
andamio. Si una persona cruzara un puente, entonces estaría totalmente expuesta a
cualquiera que estuviera debajo, y cualquiera que se moviera por debajo estaría
completamente expuesto a los de arriba.
Ahora mismo estaba, en todo el sentido de la palabra, totalmente expuesto. Sería difícil
escapar sin ser visto. Aunque si me atraparan, aún podría huir. Si no pensara en las
consecuencias, podría prender fuego a un árbol cercano y escapar al bosque en el caos
resultante.
Ah, el bosque. No sabía cómo salir. Gyes había corrido a toda velocidad durante mucho
tiempo, así que teníamos que estar a una distancia considerable de la ciudad. Aunque corriera
con todas mis fuerzas, yendo derecho a vuelo de pájaro, probablemente me llevaría unas seis
horas. Y estaba seguro de que me perdería en el camino.
Podría usar la magia de la tierra para construir una torre, dándome un alto punto de vista
desde el que mirar hacia afuera. Esa era una opción. Por supuesto, si hiciera algo que llamara
la atención, Gyes me seguiría de inmediato.
Todavía no sabía qué había detrás de esa magia que usó. Si no se me ocurre una forma de
contrarrestarla en una pelea, podría perder. Además, la próxima vez me cortará las piernas
para que no pueda correr. Quizás era mejor que esperara un poco más para que mis
circunstancias cambiaran.
Sólo habían pasado un par de días. Ese guerrero mayor aún no había regresado. Ruijerd
podría estar buscando a los padres de esos niños. No había necesidad de ser impaciente,
decidí, y regresé a mi celda.
Día tres.
La comida que trajo el guardia estaba deliciosa. Era como se esperaba, la tierra aquí era
tan rica en naturaleza. Era una diferencia notable con respecto al continente demoníaco. Las
comidas consistían en una sopa de pasto salvaje o trozos de carne a la parrilla que eran
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difíciles de digerir, pero ambas eran deliciosas. Quizás fue porque me había acostumbrado a
la comida del continente demoníaco. Si esta era la comida que le ofrecían a alguien en una
celda, entonces sin duda el resto del asentamiento estaba teniendo un festín.
Cuando halagué la comida, el guardia hizo un gesto con la cola y me trajo otra. Basado en
su reacción, probablemente fue ella quien lo hizo. Aunque todavía no me dijo ni una palabra,
como siempre.
Día cuatro.
Estaba aburrido. No había nada que hacer. Tal vez podría crear algo con mi magia, pero si
lo hiciera, me amordazarían o me vendarían las muñecas. Entonces realmente no habría nada
que pudiera hacer. No había razón para arriesgarme a perder la poca libertad que tenía.
Día cinco.
Hoy tengo un compañero de cuarto. Fue llevado por dos bestias a cada lado.
Inmediatamente lo arrojaron dentro, haciéndolo caer con una rápida patada a la retaguardia.
"¡Maldita sea! ¡Deberías tratarme mejor que eso!"
La gente beastfolk ignoró sus gritos y se fue.
El hombre se frotó suavemente el trasero, susurrando de dolor mientras giraba lentamente

su alrededor. Lo saludé en una pose de Buda reclinada, estirado de lado con la cabeza
apoyada en mi mano. "Bienvenido al destino final de la vida." Por supuesto, estaba
completamente desnudo.
El hombre me miró fijamente, estupefacto. Parecía un aventurero. Su ropa era toda negra,
con protectores de cuero en las articulaciones. Estaba desarmado, por supuesto. Tenía patillas
largas y una cara de mono como Lupin III. Llamarlo cara de mono no era una metáfora. Era un
demonio.
"¿Qué pasa, novato? ¿Ves algo que no funciona?" Le pregunté.
"N-no, no exactamente como yo lo describiría." Me miró confundido.
Vamos, me avergonzaré si me miras así, pensé.
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"Estás desnudo, pero actúas como si estuvieras muy orgulloso de ti mismo."
"Hey, novato, mejor cuida tu boca. Llevo aquí más tiempo que tú. Eso significa que soy el
maestro de esta celda, tu mayor. Muestra un poco de respeto", ordené.
"S-sí."
"¡Su respuesta debería ser 'sí, señor'!"
"Sí, señor."
¿Por qué, se preguntarán, estaba actuando tan orgulloso de mí mismo frente a alguien que
acababa de conocer por primera vez? Porque estaba aburrido, por supuesto.
"Desafortunadamente no hay alfombra para que te sientes, así que siéntate aquí en alguna
parte."
"Sí, señor".
"Ahora bien, novato. ¿Por qué te metieron aquí?" Traté de sonar duro cuando pregunté.
Esperaba que mi impertinencia, a pesar de ser más joven, pudiera enfurecerlo, pero él me
contestó con una expresión de estupor en su rostro: "Me pillaron tratando de estafarlos".
"Oho, ¿juegos de azar, no? ¿Restringido Piedra-Papel-Tijera? ¿Cruzamiento con marco de

acero?"
"¿Qué demonios es eso? No, dados."
"Dados, ¿eh?" Probablemente usó dados amañados que sólo aterrizaban en cuatro, cinco
o seis. "Un crimen aburrido por el que ser engañado."
"¿Y tú?", preguntó.
"Se nota con sólo mirar, ¿no? Indecencia pública".
"¿Qué demonios es eso?"
"Mientras estaba desnudo, puse mis brazos alrededor de un cachorro de color plateado, y
luego me arrojaron aquí", expliqué.
"¡Ah! Escuché los rumores. ¡Algún demonio sexual atacó a la Bestia Sagrada de Doldia!"
Alguien ahí fuera fue muy descarado con sus palabras. Para empezar, era una acusación
falsa. No es que ganaría algo reclamando tanto aquí.
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"Novato, si eres un hombre, entonces lo entiendes, ¿verdad? La lujuria que uno siente por
una criatura adorable".
"Ni idea". Sus ojos cambiaron, y ahora me miró con sospecha. Bueno, en realidad no habían
cambiado. Sus ojos habían sido así desde el principio.
"Así que, novato, ¿cómo te llamas?"
"Geese", contestó.
"¿Es usted un militar? ¿Comió más comidas como soldado que las que hay en el cielo?"
"¿Militar? No, sólo soy un aventurero, supongo. Lo he sido por un tiempo".
Geese. Veamos, sentí como si hubiera oído ese nombre antes. ¿Pero dónde? No podía
recordarlo. Parecía que había mucha gente con ese nombre, así que probablemente no era el
Geese que yo conocía.
"Soy Rudeus. Soy más joven que tú, pero aquí soy tu jefe".
"Sí, sí." Geese se encogió de hombros, se inclinó sobre donde estaba de pie y levantó la
cabeza. "¿Hm? Rudeus.... He oído ese nombre antes."
"Estoy seguro de que mucha gente tiene ese nombre."
"Probablemente tenga razón."
Ahora ambos estábamos haciendo la pose de Buda reclinado mientras nos enfrentamos,
aunque uno de nosotros estaba desnudo. ¿No fue un poco extraño, sin embargo? ¿Por qué
estaba yo, la persona más grande que ocupaba esta celda, desnudo mientras el novato todavía
estaba vestido? Extraño. Muy extraño en verdad.
"Hey, novato."
"¿Qué pasa, jefe?", preguntó.
"Ese chaleco tuyo parece cálido. Entrégamelo".
"¿Qué...?" Geese parecía disgustado cuando dijo: "Bien, aquí", y se quitó el chaleco antes
de arrojármelo. Tal vez era realmente bueno para cuidar de la gente, contrariamente a mi
impresión inicial.
"Ah, muchas gracias", dije, sonando muy educado.
"Para que puedas mostrar gratitud", observó.
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"Por supuesto. Llevo días haciéndolo al estilo libre. Por primera vez en mucho tiempo me
siento como una persona de nuevo."
"Jefe, no tiene que hablar tan elegantemente."
Así logré la apariencia de un mocoso con mocos recién salido del período Edo.
Nuestro guardia nos miró con una mirada hosca en su cara, pero no dijo nada.
"Ahora puedo sentir tu calor irradiando desde este chaleco."
"Hey, ¿no me digas que también te gustan los hombres?" Preguntó Geese.
"Por supuesto que no", le contesté. "Con las mujeres llegaré a los 40 años, pero a menos
que parezcas una mujer, no me interesan los hombres."
"Así que estás de acuerdo con que parezcan mujeres..." Geese me miró con incredulidad.
Pero si conociera a una mujer que fuera su tipo, una que extrajera su Excalibur como Arturo,
entonces se convertiría en un Merlín también. En el sentido sexual, por supuesto.
"Por cierto, novato, hay algo que quiero preguntarte."
"¿Qué pasa?"
"¿Dónde está este lugar?" Le pregunté.
"Una celda en el pueblo de Doldia, en el Gran Bosque".
"¿Y quién soy yo?"
"Rudeus. El pervertido desnudo que puso sus manos sobre un cachorro", respondió.
¡Pero ya no estaba desnudo! Además, era una acusación falsa. No era un pervertido.
"¿Y qué hace un demonio como tú en la aldea de Doldia, apostando tu vida?"
Geese explicó. "Ahh, bueno, uno de mis conocidos de hace mucho tiempo era un Doldia,
así que vine por si acaso podía conocerla."
"¿Lo hiciste?"
"No lo hice", dijo.
"Así que aunque no estaban aquí, ¿apostabas? ¿Estafado?" Seguí adelante.
"No pensé que me atraparían."
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Este tipo no tenía remedio. Pero tal vez no era inútil.
"Novato. ¿Qué más puedes hacer aparte de estafar?"
"Puedo hacer cualquier cosa", dijo.
"Oho, como si pudieras hacer un dragón con tu propia mano y derribar a alguien con él?"
"No, eso es imposible", respondió. "Apesto peleando".
"¿Podrías enfrentarte a cien mujeres a la vez?" Le pregunté.
"Uno es suficiente, dos como mucho."
Para mi última pregunta, bajé lo suficiente la voz para que el guardia no pudiera oírnos y
dijo: "¿Podrías llegar a la ciudad si salieras de aquí?
Se puso en pie, miró rápidamente al guardia, y luego se rascó la cabeza. Acercó su cara a
la mía y habló en un silencioso susurro. "¿Intentas huir?"
"Mi compañero no vendrá, así que sí."
"Ahh, sí, eso es... Bueno, eso apesta."
Hey tú, ya basta, pensé. Si lo pones así, haces que suene como si mis amigos me hubieran
abandonado.
Ruijerd nunca me dejaría así. Estaba seguro de que estaba buscando por todas partes a
los padres de esos niños ahora mismo. Eso, o algo había ocurrido y estaba en problemas. Tal
vez estaba esperando mi ayuda.
"Huye por tu cuenta entonces. No tiene nada que ver conmigo", dijo Geese.
Le expliqué: "No conozco el camino a la ciudad más cercana desde aquí".
"¿Entonces cómo llegaste aquí?"
"Salvé a unos niños que fueron secuestrados por contrabandistas", le dije.
"¿Los salvó?"
"Y mientras estábamos allí le quité el collar que le habían puesto a ese cachorro, y cuando
lo hice apareció de repente este bestia y me gritó. Luego no pude moverme más y me trajeron
aquí".
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Desconcertado, Geese volvió a rascarse la cabeza. Quizás no lo había explicado lo
suficientemente bien. "Ahh, así que eso es lo que pasó. ¿Fuiste falsamente acusado?"
"Exactamente."
"Ya veo. Sí, entonces por supuesto que querrías huir".
"Por eso me gustaría que me echaras una mano", le dije.
"No quiero", contestó. "Huye por tu cuenta si tanto lo deseas."
Podía decir todo lo que quisiera, pero eso no me ayudó a encontrar el camino. No sería cosa
de risa si me perdiera en el bosque en mi camino para ayudar a Ruijerd.
"Pero si es realmente una acusación falsa, deberías estar bien. Lo entenderán".
"Espero que tengas razón", le dije.
Desde mi punto de vista, Gyes no era de los que escuchan a la gente. Aunque era la verdad
que yo había ayudado a esos niños a escapar. Si volvían, entonces los cargos falsos contra
mí serían retirados.
"Entonces supongo que será mejor que espere un poco más".
"Sí, deberías", estuvo de acuerdo. "Huir no resuelve nada." Geese volvió a caer sobre su
costado.
Decidí esperar como él me sugirió. Afortunadamente, todavía me quedaban opciones. Si

llegara el caso, podría envolver toda esta área en un mar de llamas y escapar. Me sentí mal
por la tribu Doldia, pero fueron ellos los que me arrestaron por cargos falsos después de todo,
así que estábamos a mano.
Aun así, Ruijerd se estaba tomando su tiempo. Asumí que le estaba llevando tanto tiempo
encontrar a los padres de los niños, pero aún así, esto era demasiado.
Día seis.
Este apartamento era realmente cómodo para vivir. Se nos proporcionó comida. Estaba
equipado con buen aire acondicionado (aunque hecho por el hombre), y aunque al principio
me pareció aburrido porque no había nada que hacer, ahora tenía un compañero de
conversación.
La cama había sido infestada de insectos, pero gracias al aire caliente que creé con mi
magia, todos habían sido erradicados. El inodoro estaba en su habitual estado triste, pero era
un poco emocionante pensar en esa hermosa mujer de orejas de animal que limpiaba después
de mí.
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Aún así, me sentía ansioso por el hecho de que no recibía noticias. Había pasado casi una
semana desde que me trajeron aquí. ¿No se había retrasado Ruijerd? ¿No era normal suponer
que algo debió haber pasado? ¿Algún tipo de problema que Ruijerd no podría manejar por sí
mismo?
No tenía ni idea de la ayuda que sería si fuera. Quizás ya sería demasiado tarde. Aún así,
tenía que irme. Mañana. No, pasado mañana. Yo esperaría hasta pasado mañana.
Una vez que llegara ese día, reduciría esta aldea a un campo en llamas. O no, porque me
sentiría mal por hacer eso. En vez de eso, tomaría al guardia como mi prisionero y huiría.
Día siete.
Este fue mi último día viviendo en esta celda. En lo más profundo de mi mente estaba
elaborando cuidadosamente un plan, mientras que por fuera comía y dormía lentamente. No
podía mantener esto al día; la mentalidad de encerrado de mi vida anterior reaparecería.
Mañana, necesitaría mentalizarme.
"Yo, novato..." Llamé a Geese con mi habitual estilo de matón mientras me quedaba en el
suelo.
"¿Qué?"
"¿Es esta la única celda del pueblo?"
"¿Por qué preguntas eso?", contestó.
"Bueno, es sólo que normalmente no meten a dos personas en la misma celda sin razón,
¿verdad?" Razoné.
"Normalmente no usan esta celda. Los criminales suelen ser enviados a Puerto de Zant".
Enviado al puerto de Zant, ¿eh? ¿Entonces la Tribu Doldia sólo arrojó criminales especiales
a esta celda? Me confundieron con un contrabandista y también me acusaron falsamente de
tentativa de bestialidad en su Sagrada Bestia. Debe haber sido muy importante para el pueblo
tener un título tan especial. Eso me convirtió en un criminal aún más extraordinario.
Pero espera.
"¿Entonces por qué te pusieron aquí? Fuiste arrestado por estafa, ¿verdad?"
"No me preguntes a mí. Probablemente porque ocurrió en el pueblo y no fue gran cosa,
¿verdad?"
"¿Así que esa es la razón por la que?"
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"Esa es la razón", respondió.
Algo me pareció un poco raro. Me rasguñé el costado y luego el estómago. Mientras estaba
en ello, me rasguñé la espalda. Por alguna razón, me picaba. Tan pronto como me di cuenta
de eso, miré hacia abajo y vi que algo saltaba. Una sola pulga, saltando.
"¡Gaaah! Este chaleco, ¡tiene bichos saliendo de él!"
"¿Hm? Oh, sí, hace tiempo que no me la lavo", dijo Geese.
"¡Entonces lávalo!" Me la quité y la tiré. Se agitó mientras volaba, enviando bichos

esparcidos por el suelo. Inmediatamente los exterminé a todos con el calor de mi magia de
aire. ¡Malditas plagas...!
"Hey, te he estado viendo hacer eso por un tiempo. Seguro que es increíble. Pero, ¿cómo
lo haces?"
"El lanzamiento sin voz, usando magia sin un conjuro", expliqué.
"...Huh. Sin un conjuro. Eso es realmente increíble."
Sí, y ahora que estaba pensando en cómo esos insectos habían estado pululando dentro
de ese chaleco, de repente todo mi cuerpo se sintió extremadamente picante. Tendría que
curar cada mordisco uno por uno. Quizás fue porque no llevaba nada debajo del chaleco, pero
mi espalda parecía tener una cantidad ridícula de mordiscos. Así es, mi espalda. Justo donde
mi mano no podía llegar. ¡Gaah!
"Yo, novato".
"¿Qué?"
"Ven aquí y ráscame la espalda", ordené. "Pica como el infierno."
"Sí, sí."
Me senté con las piernas cruzadas y Geese subió por detrás de mí. Empezó a rascarse.
"Sí, ahí, justo ahí. Sí, eres muy bueno en esto".
"Te lo dije, ¿verdad?", dijo. "Puedo hacer cualquier cosa. Si quieres, puedo masajearte los
hombros también". Cuando Geese dijo eso, puso sus manos sobre mis hombros. Dang. Era
realmente bueno en esto.
Instintivamente enderecé mi espalda. "Ooh, eres realmente bueno. Eso se siente genial.
Ahh, la próxima vez ve un poco más abajo. Mm, sí, justo ahí... ¿hm?"
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Justo entonces me di cuenta de que algo estaba muy mal. Pero, ¿qué? Algo era diferente
de lo habitual. "Hey, novato..."
"¿Y ahora qué? ¿Quieres que baje más? ¿Quieres que te rasque el culo también?"
"No, ¿no sientes que algo es raro?"
"Sí, jefe, eres raro de la cabeza", respondió.
"¡Aparte de eso!" Me puse nervioso. Qué grosero.
"Bueno, sí... esa guardia no ha venido."
Sí, exactamente. Normalmente este sería el momento de nuestra comida del mediodía. Un
tiempo en el que comíamos nuestra deliciosa, deliciosa comida antes de poner nuestras manos
juntas en agradecimiento. Pero no teníamos reloj, así que era posible que me equivocara de
hora. Pero mi dolor de barriga parecía pensar que era la hora del almuerzo.
"Además, suena como si fuera bastante ruidoso afuera."
"¿De verdad?" Escuché atentamente y con seguridad, oí peleas a lo lejos. Pero también
sentí que podía ser mi imaginación.
"También está un poco caliente."
"Ahora que lo mencionas, es verdad, hoy hace mucho calor", me di cuenta.
"Además, ¿no hay un poco de humo aquí?"
"Ahora que lo mencionas..."
Él tenía razón. Un fino velo de humo gris se había filtrado. El humo entraba por el tragaluz
y la entrada principal.
"Novato, préstame tu hombro."
"Supongo que no tengo elección. Aquí tienes."
Geese me levantó sobre sus hombros, y desde la vista ligeramente más alta de la ventana
del tragaluz, miré hacia afuera.
El bosque estaba ardiendo.
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Capítulo VIII – Emergencia De Incendio
"¡Es un incendio!" Grité y salté de los hombros de Geese.
"¿Mmm? ¡Espera un momento!" Geese saltó al tragaluz y se asomó. "¡No estabas

bromeando! ¿¡Qué deberíamos hacer, jefe!?"
¿Qué estaba pasando? Aquí había estado planeando irme al día siguiente, y ahora si no
tomaba medidas, nos cocerían como a un par de pasteles.
"¡Nos vamos de aquí, por supuesto! ¡Y usaremos el caos para escapar!" Yo declaré.
"¿Pero cómo vamos a salir? La puerta está cerrada, ¿sabes?"
"No te preocupes", dije. "¡Eso no es un problema!" Me deslicé hacia la puerta y saqué la

llave que había escondido para abrirla.
"¡Whoa! ¿Cuándo tuviste tiempo de robar una llave?"
"Algo que preparé en caso de que algo así ocurriera, cuando empecé a planear mi fuga."
Geese dijo: "Ya veo, así que eres el tipo de criminal que espera a que todos se distraigan
por una crisis antes de atacar".
Qué grosero. No era como si hubiera robado algo. Acabo de hacer una copia del original,
eso es todo. En cualquier caso, metí la llave en la cerradura y la giré hasta que encajó al abrirse
la puerta. ¡Ahora para el desafío de escape de la prisión! "¡De acuerdo, vamos!"
"¡Sí!" Geese asintio.
La puerta se abrió y una ola de aire caliente nos abofeteó. Las llamas danzaban
violentamente mientras el fuego, brillante y feroz, devoraba el bosque con un hambre voraz.
Las casas en las copas de los árboles se hundieron, amenazando con derrumbarse.
"Esto es muy malo", murmuró Geese.
No bromees. Asentí de acuerdo.
Probablemente se le prohibió a la gente encender fuegos en este bosque, pero sin duda
algún sabelotodo decidió sentarse en la cama y fumar, causando así todo esto. No sabía quién
era, pero podríamos escapar gracias a él, así que no me iba a quejar.
"Bien, novato, ¿por dónde se va a Puerto de Zant?"
"¿Qué? ¿Cómo diablos voy a saberlo?", me gritó mientras miraba a su alrededor.
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"¿Qué quieres decir con que no lo sabes?" Le devolví el grito. "Dijiste que conocías el
camino, ¿no?"
"¡No cuando estamos rodeados de fuego por todos lados!"
Bueno, ahora que lo mencionó, tenía razón. Después de todo, la frase "cortina de humo" no
tendría ningún significado si se pudiera ver directamente a través del humo negro y las llamas
carmesí.
Entonces, ¿qué hacer? ¿Apagar las llamas? No, necesitábamos la confusión de las llamas
para escapar. Si los apagamos, nos encontrarían inmediatamente. Además de eso, podríamos
ser confundidos con pirómanos. ¿Qué tal si huimos temporalmente fuera del alcance del fuego
para buscar un camino de vuelta a la ciudad? Espera... ¿podríamos escapar sin apagar el
fuego?
"¿Qué vamos a hacer? ¡Se nos acaban las rutas de escape!"
¿Qué tan grande fue el fuego en primer lugar? Incluso si corríamos y corríamos, había una
posibilidad de que no pudiéramos escapar del área envuelta.
"¡Hey, jefe! ¡Mira!" Geese señaló.
Estaba señalando a un niño. Un niño pequeño, con orejas de gato. Se frotaba los ojos y
tosía mientras se tambaleaban en nuestra dirección, habiendo inhalado parte del humo. Cerca,
el follaje de un árbol estalló en llamas que crujieron cuando todo el asunto amenazaba con
derrumbarse. El niño miró el árbol, pero todo sucedió tan repentinamente que sólo podían
mirar, estupefacto.
"¡Cuidado!" Grité, instantáneamente soltando magia de viento para sacar el árbol del
camino.
El humo les había nublado la vista, pero el niño nos vio y se acercó. "Ayúdame... me..."
Los tomé en mis brazos y usé magia de agua para limpiarles los ojos. También tenían
algunas quemaduras ligeras en el cuerpo, así que usé magia curativa también. No estaba
seguro de lo que debía hacer, pero esperaba que eso ayudara al menos por ahora. ¿Qué
estaban haciendo aquí de todos modos? ¿Habían fracasado en escapar?
"No me digas que los aldeanos aún no han evacuado completamente".
"Definitivamente es posible", dijo Geese. "Los incendios son muy raros a medida que se
acerca la temporada de lluvias... ¡Whoa!"
Otro árbol se derrumbó. Una pequeña casa que había estado sobre nosotros también se
estaba derrumbando, esparciendo pedazos de llama como pólvora. Parecía que no se estaba
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haciendo ningún esfuerzo para apagar el fuego. Si me quedara, yo también estaría en peligro.
Aún así, no podía dejar a este niño atrás y huir.
"Está bien..." Ya tomé mi decisión. "Novato, ¿sabes dónde está el centro del pueblo?"
"Sí, sé dónde está... pero ¿qué vas a hacer?"
"¡Voy a hacerles un favor para que se sientan en deuda conmigo!"
Después de decir eso, Geese sonrió, juntó al niño en sus brazos y corrió. "Bien, entonces,
este es el camino. ¡Síganme!"
Me moví para seguir... pero luego recordé mi ropa. Puede que todavía estén escondidos en
esa pequeña cárcel. Rápidamente usé mi magia de agua para envolver el edificio en hielo
antes de seguir a Geese.
Las llamas aún no habían llegado al corazón de la aldea. Aún así, no esperaba lo que vi. La
gente Beastfolk intentaba huir. Estaban aterrorizados, gritando y llorando mientras corrían de
un lado a otro. Esa parte la esperaba, pero por alguna razón también había humanos en equipo
de batalla persiguiendo a la gente Beastfolk. Más lejos pude ver lo que parecían los guerreros
Beastfolk luchando con los humanos. Aún más lejos, vi a hombres de aspecto robusto que
llevaban a un niño debajo de los brazos, probablemente tratando de llevarlos a algún lado.
¿Qué fue esto? ¿Qué diablos estaba pasando?
Geese habló. "Hmm, pensé que algo sospechoso estaba pasando..."
"Novato, ¿sabes lo que está pasando?" Le pregunté.
"Justo lo que parece. Esos tipos están atacando a la gente Beastfolk".
Cierto. Eso es exactamente lo que parecía.
"Supongo que ellos son los que provocaron el incendio también", agregó Geese.
Así que atacaron prendiendo fuego. Casi como bandidos. Realmente había gente cruel ahí
fuera. Por otro lado, la gente Beastfolk me había encarcelado durante una semana cuando era
inocente de cualquier crimen. La gente decía que las maldiciones eran como las gallinas:
Volvían a casa para descansar.
"Aún así, esto es... un poco exagerado."
Los hombres arrastraban a las chicas. Un niño gritaba, llamando a su madre, que intentaba
perseguirla sólo para que la mataran. Los guerreros Beastfolk trataron de impedir el secuestro,
pero sus movimientos se vieron entorpecidos. El humo había obstaculizado su visión y sentido
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del olfato. Los humanos los abrumaron en número, y los Beastfolk se encontraron rodeados,
forzados a una amarga lucha. Terrible, realmente terrible.
"Así que... jefe."
"¿Qué pasa?"
"¿De qué lado vas a ayudar?"
Volví a mirar la escena. Otro guerrero beastfolk cayó. Hombres humanos entraron a la
fuerza en el edificio que el guerrero había estado protegiendo y salieron arrastrando a un niño
por el pelo.
Era obvio cuál era el lado de la justicia. ¿Pero cuál de ellos era malo para mí?
No tenía idea de quiénes eran estos humanos. Dado que estaban secuestrando niños, lo
más probable es que trabajaran con traficantes de esclavos o contrabandistas, a los que yo
tenía una deuda. Trajeron a Ruijerd al otro lado del mar para mí. Aunque lo compensamos
matando a todos en esa base, así que nos consideré a mano.
En comparación, la gente beastfolk me había encarcelado por un cargo falso. No

escucharon nada de lo que dije. Me desnudaron y me arrojaron agua fría y helada, y luego me
dejaron en mi celda. A nivel emocional, tuve una mala impresión de ellos.
Aún así. Aún así, esta escena antes que yo... fue nauseabunda.
"La gente beastfolk, por supuesto", dije finalmente.
"¡Haha! ¡Así se habla!" Geese dijo antes de levantar una espada del cadáver más cercano
y tomar una postura. "¡De acuerdo, déjame la primera línea a mí! "Puede que no sea muy
bueno con la espada, pero al menos puedo ser una pared para ti."
"Sí, cuento contigo para que me protejas", dije y levanté ambas manos al cielo.
Primero, tenía que apagar estas llamas. Usé Squall, un hechizo mágico de agua avanzado.
Canalizé maná en mi mano derecha, conjurando nubes grises en el cielo. Me aseguré de que
el alcance y el poder del hechizo fuera grande. No tenía ni idea de lo lejos que se había
extendido el fuego, pero probablemente podría apagar la mayor parte de él si expandiera mi
hechizo tanto como fuera posible. También aumenté la tasa de precipitación para que cayera
como un gran aguacero.
Manipulé las nubes tal y como aprendí a hacer al lanzar Cumulonimbus. Comprimí mi maná
hasta que se formó una nube, y luego hinché esa nube cada vez más grande sin dejar caer ni
una sola gota de lluvia. Nadie se fijó en mí de pie, con los brazos alzados hacia el cielo. Y
gracias al humo negro, tampoco se dieron cuenta de que las nubes crecían encima.
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"¡Está bien!" Una vez que las nubes fueran lo suficientemente grandes, liberé el control que
mi maná tenía sobre ellas.
"Whoa..." Geese miró reflexivamente hacia arriba cuando la lluvia comenzó a caer sobre
nosotros como una cascada.
Fue un diluvio que golpeó a todos. En segundos el área se inundó. Las llamas siseaban a
lo lejos mientras se disipaban. La gente miraba al cielo, algunos desconfiaban de las lluvias
repentinas. Pronto se dieron cuenta de que estaba de pie con las dos manos en alto. El humano
más cercano sacó su espada y empezó a correr hacia mí.
"¡Hey!, ¡qué vas a hacer, jefe, ya vienen!"
"¡Quagmire!" Mientras pronunciaba el nombre del hechizo, se abrió un foso fangoso debajo
de ellos. Incapaces de atravesarlo, los hombres perdieron el equilibrio y se desmayaron.
"¡cañón de piedra!" Emito el siguiente hechizo sin un momento de retraso, golpeándolos con
mi hechizo de tierra y noqueándolos. Un trozo de pastel. Estos tipos no eran nada especial.
"Ooh....eso fue increíble, ¡jefe!"
Ignoré los elogios de Geese y seguí adelante. Los humanos estaban aquí, allá y en todas
partes. Empecé por un lado y empecé a golpearlos con mi cañón de piedra. Yo continuaría con
este ataque gradual y luego recuperaría a los niños que habían sido secuestrados. Si Ruijerd
y Eris estuvieran aquí para perseguir a los matones, el trabajo habría ido mucho más rápido,
pero yo tenía que ser cauteloso ya que iba solo.
Bueno, no exactamente. Tenía a Geese conmigo. Aunque parecía bastante inútil en cuanto
a sus habilidades, así que no esperaba que fuera de mucha ayuda.
"¡Hey, hay un mago aquí! ¡Apagó el fuego!"
"¡Maldita sea! ¿¡Qué demonios!?"
"¡Mátalo! ¡Usa tus números y no le dejes hacer un lanzamiento!"
Cuando me distraje, los guerreros humanos vinieron a por mí, uno tras otro.
"¡cañón de piedra!" Giré mi mano hacia ellos y los golpeé con mi hechizo. Uno, dos, tres....
Oh mierda, no sólo tenían el liderazgo ahora, sino que su número era abrumador.
"¡Maldita sea! ¡Adelante, entonces! ¡No dejaré que le pongas una mano encima a mi jefe!"
Geese gritó valientemente, aunque poco a poco se iba retirando a un lado. Inútil.
¿Qué hay de mí? ¿Debería retroceder yo también? Me preguntaba.
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En ese mismo momento, una sombra marrón voló frente a mí. "¡No sé quién eres, pero
gracias por la ayuda!"
Habló en la lengua de Dios Bestia. Era un hombre bestia con la cola de un perro tupido que
ya tenía su espada desenvainada, y cortó a uno de los hombres que venía hacia nosotros. Su
único golpe cortó limpiamente y hizo volar la cabeza del humano.
"¡No seremos derrotados por tu tipo, ahora que la lluvia ha limpiado mi cara y mi nariz está
funcionando correctamente!"
Ooh, ¡cuán heroicamente dicho! Pero fue justo como él dijo: Todos los beastfolk de la zona
estaban regresando.
"¡Maldito mago! Por favor, ayúdanos a reunir a nuestros guerreros y a recuperar a nuestros
hijos".
"¡Lo tengo!"
El hombre bestia frente a mí parecía un poco sorprendido de que yo hubiera respondido en

la lengua del Dios Bestia, pero asintió vigorosamente y aulló a lo lejos. Varias bestias más
saltaron de los árboles o de los matorrales para unirse a nosotros. Otros que habían derrotado
a sus enemigos corrieron hacia nosotros a gatas.
"Gunther, Gilbad, vengan conmigo. Vamos a trabajar con este mago para rescatar a los
niños. El resto de ustedes, protejan esta área."
"¡Woo!" Todos asintieron y se dispersaron. También me moví, perdiendo de vista al guerrero

que había aparecido por primera vez ante mí. Geese me siguió.
Los guerreros corrían en gran parte hacia delante ininterrumpidamente, levantando

ocasionalmente sus narices para olfatear el aire. Si nos encontrábamos con un humano en el
camino, rápidamente lo eliminaban.
Fue entonces cuando oímos un grito agudo que sonaba como un perro.
En la inspección, encontramos a una persona bestia siendo acorralada por tres humanos.
Los humanos parecían disfrutar de su ventaja numérica injusta, como los gatos atormentando
a un ratón. Eso también significaba que su guardia estaba baja.
Inmediatamente dejé a uno inconsciente con un cañón de piedra. El guerrero que había
estado corriendo a mi lado saltó hacia delante y atacó a uno de los otros. El último humano,
asustado por el hecho de que sus camaradas hubieran sido asesinados tan repentinamente,
fue asesinado por la misma persona bestia a la que habían estado torturando.
"¡Laklana! ¿¡Estás bien!?"
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"¡Sí, Guerrero Gimbal! ¡Me salvaste!" La persona bestia que había sido acorralada era una
mujer. Una guerrera femenina. Estaba cubierta de heridas gracias a su lucha.
Estaba a punto de lanzar un hechizo de curación sobre ella cuando de repente me di cuenta
de que la reconocía.
Ella también se asustó cuando me miró. "¡Gimbal! Este chico es-"
"No nuestro enemigo. Ha evocado la lluvia hace un momento. Está vestido un poco raro,
pero nos está ayudando".
"¿Qué?", exclamó.
Su confusión no fue sólo porque sólo un chaleco de piel cubría mi cuerpo desnudo (o más
bien medio desnudo). La conocía. Apenas me enteré de su nombre, pero conocía sus amplios
pechos y sus hábiles manos de cocinera. Ella era la que había custodiado nuestra celda.
Miró entre Gimbal y yo, su cara pálida. Probablemente se acordó de su maltrato hacia mí y
se dio cuenta del error que había cometido.
No te preocupes. Realmente no te lo reprocho, pensé. La gente a veces malinterpreta y

comete errores. ¡Soy Rudeus, el iluminado y compasivo!
Aparte de eso, ella necesitaba que yo la curara un poco.
Parecía conflictiva cuando la curé, preguntándose qué debía hacer, si debía disculparse o
no.
Antes de que pudiera terminar de curarla, Gimbal gritó: "Laklana, ¡debes regresar y proteger
a la Bestia Sagrada!"
"¡Muy bien...!" No dio las gracias. Aunque parecía que tenía algo que quería decir, incluso
cuando siguió las órdenes de Gimbal y huyó.
Nuestra búsqueda continuó. Dejamos el pueblo y entramos en el bosque. En este punto,

uno de los guerreros me dejó cabalgar sobre sus espaldas porque era demasiado lento. Desde
esa posición, me convertí en una máquina de lanzamiento de cañón de piedra.
Equipo de hombro: Rudeus.
Un equipo que, al encontrarse con un enemigo, desviará cualquier ataque mediante el uso
del Ojo de Previsión, y también derribará automáticamente a los enemigos.
Concedido, solo puse suficiente poder para dejar inconscientes a esos hombres, pero la
gente bestia podía dar el golpe final necesario por mi.
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"¡Ése es el último!"
El último humano se detuvo en el momento en que lo alcanzamos, soltando su carga para

poder desenvainar su espada. El cargamento era un joven con una bolsa sobre la cabeza y
las manos atadas detrás de él. A juzgar por su caída al suelo, es probable que ya estuviera
inconsciente. El hombre se arrodilló a su lado y puso una espada en el cuello del niño. Un
rehén, ¿eh?
"¡Grrrr....!" Gimbal y los demás gruñeron y rodearon al guerrero, manteniendo su distancia.
El hombre parecía imperturbable mientras escudriñaba la escena, hasta que sus ojos
finalmente se posaron sobre mí. "Maestro de la perrera, ¿qué demonios está haciendo aquí?"
Reconocí su cara barbuda. Gallus. El hombre que contrabandeó a Ruijerd a través del mar
para mí, el que nos confió un trabajo. El que trabajaba para esa organización de contrabando.
"Bueno, han pasado muchas cosas... y usted, señor Gallus, ¿por qué está aquí?"
"¿Por qué? Este fue mi plan desde el principio."
Gimbal y los demás miraron entre nosotros, preguntándose si éramos conocidos o

camaradas.
No quería hablar de esto aquí, pero tampoco podía callarme. "¿Qué quieres decir con eso?"
Gallus empeñó y escupió. "No hay necesidad de que te lo diga."
Bueno, eso era cierto. Pero esto fue un poco extraño. "Tú eres el que nos pidió que
salváramos a los niños bestias. Dijiste que si no, te causaría problemas en el futuro. Pero aquí
los estás secuestrando... ¿cuáles son exactamente tus intenciones?"
Gallus sonrió y miró a su alrededor. A pesar de que tenía tres guerreros beastfolk, yo mismo,
y Geese rodeándole, todavía parecía relajado. "Sí, los mocosos eran una cosa, pero si también
secuestraban a la Bestia Sagrada de Doldia, eso nos metería en problemas."
Aparentemente ese cachorro era el problema. Ojalá lo hubiera dicho desde el principio. Al
menos podría haberme dicho que soltara al perro.
"Pensé que teníamos un buen plan. Lo cronometramos bien y filtramos información a la

banda de guerreros de Doldia para que se encontraran. Luego, mientras el Superd los
masacraba a todos, entrábamos a hurtadillas, atacábamos su asentamiento y robábamos el
resto de sus hijos".
“…”
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"Sería demasiado tarde para cuando sus guerreros se dieran cuenta de que había un ataque
contra la aldea. Una vez que llegara la temporada de lluvias, serían incapaces de hacer un
movimiento y tendrían que llorar hasta quedarse dormidos por la noche, ya que no podrían
venir a por nosotros".
Durante la temporada de lluvias, la mayoría de la gente no podía salir de la aldea. Los

contrabandistas deben haber pensado que podrían cortar a sus perseguidores si lo hacían en
el momento justo.
"Seguro que haces las cosas de una manera muy indirecta", le dije.
"Te lo dije, no somos una organización unida. No puedo dejar que mis camaradas se me
adelanten".
Qué vulgar. Liberaba a los esclavos de sus camaradas y luego vendía los suyos. Él vería
una gran ganancia mientras que ellos no obtendrían ni un centavo. Su rango se elevaría
mientras que el de sus camaradas fracasados se hundiría. Después de sembrar
cuidadosamente sus semillas, Gallus cosecharía las recompensas.
"¿Sabía usted, Maestro Perrera? Estos mocosos Doldia se venden a un precio

excepcionalmente alto. Alguna familia noble pervertida en el Reino de Asura los adora y esos
tipos pagarán mucho por ellos".
Ah, sí. Creo que sé de qué familia hablaba.
"No fue exactamente como lo planeamos, pero tu Superd mantuvo a la banda guerrera de
Doldia atada en el puerto de Zant. Entonces, ¿por qué estás aquí?"
"Arruiné las cosas y me atraparon."
"Oh, sí, entonces, ¿por qué no te unes a mí?"
Ante esas palabras, Gimbal me miró fijamente. Parecía entender hasta cierto punto la
lengua de los hombres, y me miró con recelo. Realmente deseaba que no hiciera eso.
"Señor Gallus... Lo siento, pero cuando rescato niños, no soy el Maestro de la Perrera
Ruijerd. Soy Ruijerd de la tribu Superd. Y Ruijerd nunca perdona a los que venden niños como
esclavos".
"Así que a Dead End le gusta fingir que está del lado de la justicia, ¿eh?"
"Eso es lo que me gustaría que la gente creyera."
Las negociaciones habían fracasado.
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Gallus mantuvo su espada entrenada en el cuello del niño mientras estaba de pie. Miró a su
alrededor a Gimbal y a sus hombres, que intentaban rodear a Gallus, y se rió. "Ya veo... Bueno,
Maestro Perrera, has cometido un error."
Literalmente acabo de decirte que no soy el Maestro de la Perrera, soy Ruijerd, bromeé en
mi cabeza.
Dos de los hombres de Gimbal se deslizaron detrás de Gallus, furtivos como gatos,
acercándose sigilosamente a él.
"Cinco de ustedes no son suficientes para derrotarme."
Los tres saltaron sobre él casi instantáneamente. Por detrás y a la derecha vino el guerrero
A, que acuchillaba; y a la izquierda, el guerrero B entró, intentando rescatar al niño. Gimbal
usó ese golpe para atacar a Gallus desde el frente.
Contra estas ágiles bestias, Gallus se movió casi perezosamente. Primero lanzó al niño en
Gimbal. Gimbal cogió al niño en sus brazos mientras el Guerrero B, que ya había perdido su
objetivo, se tambaleaba durante una fracción de segundo. Fue en ese momento, aprovechando
el impulso que había ganado al descartar al niño, cuando Gallus giró y mató al Guerrero A. Su
espada era una espada larga común, que usó para desviar el ataque en dirección contraria
antes de enterrarlo en el pecho del Guerrero A.
Liberó su espada mientras retrocedía hacia el Guerrero B justo cuando este último perdió
su ataque. En ese momento, el Guerrero B y Gimbal estaban en línea directa frente a Gallus,
y los brazos de Gimbal estaban preocupados por el niño que había recuperado, así que no
podía moverse. De la nada, Gallus desenvainó una espada corta con su mano izquierda y la
clavó profundamente en el pecho del Guerrero B. Luego usó el cuerpo del guerrero como
escudo y atacó directamente a Gimbal.
Gimbal deslizó al niño bajo el brazo e intentó interceptar a Gallus, pero ya era demasiado
tarde. Gallus lanzó su ataque entre el hueco de las piernas de su escudo, atravesando a
Gimbal. Cuando Gimbal dejó caer al niño y empezó a desmayarse, Gallus cortó
instantáneamente su espada en el cuello de su oponente.
Rápido, preciso y en segundos. Ni siquiera tuve la oportunidad de ayudar. Mientras yo

miraba atónito, los guerreros beastfolk derramaron sangre de sus bocas antes de derrumbarse
donde estaban.
¿Lo dices en serio? Pensé con incredulidad.
"H-hey, jefe, esto es malo. Ese es el Estilo Dios del Norte, justo ahí. Y también al estilo de
Atofé. Sin trucos inteligentes, sólo un estilo de lucha crudo que viene de la experiencia de
enfrentarse a múltiples oponentes en la batalla".
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Gallus reaccionó al pánico en la voz de Geese con una risa. "Ya sabes lo que haces, hombre
mono. Así es, soy el Limpiador, el San del Norte Gallus". Para cuando Gallus dijo eso, ya tenía
a su rehén en sus manos.
Esto estuvo mal. No creí que fuera tan fuerte como Ruijerd, pero en ese rango,
probablemente era más de lo que yo podía manejar. ¿Cuánto podría luchar contra él con mi
Ojo de Previsión?
"Muy interesante, ¿no? El Estilo Dios del Norte incluso tiene una táctica para pelear mientras
se usa un rehén."
Recordé cómo mi padre en este mundo, Paul, solía desacreditar el Estilo del Dios del Norte.
Ahora tenía sentido. Podría entender por qué alguien odiaría un estilo que tenía tácticas de
batalla como ésta. Fue una vergüenza. Verdaderamente sucio. Quería que peleara limpio.
"Bueno, adelante, Maestro de la Perrera. ¿O eres un cobarde que ha perdido el estómago

por ello, así que ahora me dejarás ir?"
Ninguna crítica mental cambiaría nuestras circunstancias. ¿Quizás debería dejarlo ir? No
era como Ruijerd. No tenía un sentido de la justicia tan fuerte que arriesgaría mi vida para
salvar a niños que ni siquiera conocía. Lo único por lo que valía la pena arriesgar mi vida era
por Eris.
"¿Qué, así que realmente no vas a venir a por mí? De acuerdo, entonces, está bien. Nos
hace un favor a los dos."
En contraste, Gallus parecía desconfiar de mí. Tal vez me había visto usar magia para
detener los incendios forestales. También le había enseñado que podía usar la magia sin
cantar. Podría venir a por mí en el momento en que viera algún indicio de que iba a lanzar
algo.
No importaba cuán grande fuera la estimación de Gallus de mis habilidades, no había nada
que pudiera hacer ahora mismo. Aunque usara mi Ojo de Previsión, derrotar a un maestro
espadachín como Gallus sin dañar al rehén era probablemente imposible. Si atacarlo
significaba la pérdida de mi preciosa vida, entonces no tenía más remedio que dejarlo ir.
"Muy bien", empezó a decir Gallus. "Nos vemos entonces, Maestro de la Perrera. Si nos
volvemos a encontrar en algún lugar..."
"¡RAAAAAH!"
En ese momento, justo cuando bajaba la guardia y subía a su rehén a sus brazos, un borrón
blanco atacó a Gallus desde un costado. Le mordió en la mano que empuñaba la espada.
"¡Gaaaah! ¿¡Qué es esto!?"
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Un perro. Ese enorme Shiba Inu blanco había saltado repentinamente de los arbustos y
hundido sus colmillos en Gallus.
Me moví reflexivamente, usando magia para crear una onda expansiva entre Gallus y el
rehén.
"¿¡Guh!?"
Esto creó un retroceso que los obligó a separarse. La Bestia Sagrada también se distanció
en el momento del impacto.
Gallus recuperó su espada y se giró hacia mí. "¡Maldita sea, Maestro de la Perrera! ¡Sabía
que vendrías a por mí!" Sus ojos ardían de odio, como si yo hubiese sido el que había lanzado
el ataque inicial. "¡Es como decían los rumores! Realmente sueltas a tus perros contra la gente.
¡Qué truco tan sucio!"
¿Qué clase de rumor era ese? No, dejando eso de lado, lo más importante era que en
realidad estaba tratando de ayudar a Gallus.
"¡Grrrr...!" La Bestia Sagrada estaba lista para la batalla. Antes de que me diera cuenta,
había llegado a mi lado, adoptando una postura de apoyo con el cuerpo agachado.
"Heh heh, justo lo que esperaría de ti, jefe. Cuida mis cenizas por mí después de que
muera." El novato, Geese, se colocó un poco delante de mí, tímidamente con la espada
preparada.
Gallus no dejó caer la guardia ni un instante mientras se ponía de pie frente a mí. Parecía
que no podía echarme atrás ahora aunque quisiera. Oh bien. Decidí que haría que la gente
beastfolk se sintiera en deuda conmigo, así que, ¿por qué no llevarlo hasta el final?
"Lo siento, Gallus. Pero Ruijerd, del Dead End, no puede ser el malo".
Las palabras sonaban bastante heroicas, pero mi situación no era la ideal. Actualmente
éramos tres contra uno, pero también lo eran los guerreros beastfolk, que sin duda parecían
más fuertes que nuestro grupo actual, y todos fueron masacrados al instante. Ahora mismo
Gallus no tenía su rehén, pero todo lo que teníamos era un grupo poco fiable de tres: el novato,
el cachorro y yo. Me gustaría mucho que Ruijerd estuviera entre nosotros, pero... No, esta fue
una buena oportunidad para mí de practicar.
"Jefe... dame un poco de tiempo."
Justo cuando me estaba preparando mentalmente, el novato me susurró. ¿Tenía algún tipo
de plan?
"Como es un espadachín del estilo Dios del Norte, creo que tengo algo que le hará tropezar."
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"...De acuerdo." Salí justo enfrente de él. ¿Entonces esto significaba que me iba a enfrentar
directamente con un espadachín de Nivel Santo? Mierda, mi corazón latía con furia. Cálmate,
sólo cálmate, me dije.
"¡Woof!" Como para infundirme valor, la bola de pelo a mi lado ladró.
"¡Graaah!" Y como si fuera una respuesta, Gallus se lanzó del suelo. Corrió hacia nosotros,
y la Bestia Sagrada corrió a su encuentro.
Va a cortar y lanzar un ataque a la Bestia Sagrada desde abajo. Pude verlo. Si usara mi
cañón de piedra... No, la Bestia Sagrada estaba en mi línea de trayectoria. Necesitaba usar un
hechizo diferente. ¿Qué utilizar? El novato me dijo que llamara su atención, así que...
"¡Explosión!"
"¡Gaaah!"
Justo cuando la Bestia Sagrada saltó sobre Gallus, le hice una pequeña explosión delante
de sus ojos.
"¡No lo suficiente!" Gallus condujo todo el peso de su cuerpo al suelo y rodó. Se las arregló
para salir de debajo de la Bestia Sagrada, y después de un rodaje, comenzó a pararse....
Justo cuando empieza a pararse, me va a cortar desde abajo.
"¡Ha!"
Retrocedí para evadir el ataque. Eso estuvo cerca. Si no tuviera el Ojo de Previsión, habría
muerto instantáneamente.
"Tsk, ¡así que vas a evitar eso!" Gritó Gallus mientras volvía a correr hacia delante,
golpeando con su espada en el aire.
Me va a cortar el abdomen de lado, y luego usará ese impulso para una tajada de regreso.
Si pudiera verlo, podría esquivarlo. Era más rápido que Eris, pero no tenía ese ritmo único
de ella que era tan difícil de leer. No había ninguna oportunidad para que yo lanzara un
contraataque, pero vi a la Bestia Sagrada regresando a la periferia de mi visión, para que
pudiera venir a morder a Gallus por detrás.
Va a cambiar repentinamente su mano empuñando la espada, luego retorcerá su cuerpo y

saltará hacia arriba.
Por un momento no entendí eso. No entendía lo que significaban los movimientos de Gallus.
"¡Gah...!"
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Por reflejo, di un paso al costado en lugar de dar un paso atrás. Para cuando me di cuenta
de lo que estaba pasando, su espada corta me atacó desde arriba y me atravesó la parte
superior del pie. Incluso a través del intenso dolor que me atravesó el cuerpo, pude ver lo que
iba a pasar después.
Gallus está blandiendo su espada, listo para balancearse.
Mi cerebro se dio cuenta lentamente de lo que había pasado. Era su pie, me había lanzado
esa espada corta con su pie. Lo más probable es que sea un ataque incorporado a su bota.
Ser capaz de ver el futuro no me ayudaba en absoluto con un oponente como este. ¡Debería
haberlo sabido mejor!
"¡Se acabó, Maestro de la Perrera!"
"¡Graaah!" La Bestia Sagrada saltó y hundió sus dientes en el hombro de Gallus.
"¡Gwah! ¡Pequeño...!"
"¡Yelp!" El cachorro gritó al ser volteado, estrellándose contra un árbol.
En el retraso de ese momento, canalizé maná en mi mano y lancé un cañón de piedra.
"¡Tsk!"
Mi hechizo voló hacia él a toda velocidad, pero Gallus lo partió en dos en el aire. Chispas
surgieron de la hoja cuando se liberó de la mano de Gallus. Bien, ahora podría usar esta
oportunidad para arrancar la espada corta de mi—
Gallus va a recoger la espada a sus pies, y eso será el final.
Oh no. Fue entonces cuando me di cuenta de que en algún momento había logrado
respaldarme en el lugar donde estaban los cuerpos de esos hombres bestias. La espada a sus
pies les pertenecía. Él me trajo hasta aquí.
"Te dije que era el final. ¡Deje de luchar, Maestro de la Perrera!"
Canalizé maná entre mis dos manos, apostando mis últimas esperanzas en esto. El tiempo
parece que se ralentizó. Gallus adoptó una postura con su espada bajada hacia sus caderas,
a punto de desencadenar su ataque. Aunque desatara una onda expansiva para poner
distancia entre nosotros, ya era demasiado tarde. En lugar de usar cañón de piedra con
anterioridad, hubiera sido mejor arrancarme el cuchillo del pie o usar la onda expansiva en ese
momento. Hice el movimiento equivocado.
"¡Un original al estilo de Dios del Norte, Crying Bomb!" En ese momento, oí la voz del novato
gritar desde detrás de mí. De repente algo voló sobre mi cabeza: ¿un bolso negro? Y al hacerlo,
mi visión de Gallus se nubló.
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Gallus se moverá para cortar la bolsa llena de polvo por la mitad, pero luego dudará y cubrirá
su cara con ambos brazos.
La bolsa se puso contra la cara de Gallus. Una sustancia parecida a la ceniza explotó de
ella. Algo para cegarlo, supongo. Pero desafortunadamente, falló... ¡Espera, no, estaba abierto!
En ese momento terminé mi hechizo y desencadené una ardiente explosión en el espacio

entre nosotros. Mi cuerpo fue lanzado hacia atrás a una velocidad ridícula. Por sólo una
fracción de segundo, mi conciencia me abandonó.
Soporté el dolor que destrozó mi cuerpo y mi pie por igual y me obligó a retroceder. La herida
de mi pie estaba....bien. Aparentemente el impacto había liberado el cuchillo. Todos mis dedos
estaban intactos. Podría usar magia curativa para recuperarme de esto. Para ser honesto, me
dolió lo suficiente como para no poder caminar, pero no era el momento de quejarme.
Necesitaba pararme ahora mismo y luchar. La batalla aún no había terminado.
"¿Eh...?"
Gallus ya estaba en el suelo, acostado boca arriba. Su cuerpo ni siquiera se movió.
"...Woo-hoo! ¡Lo logramos!" Cuando miré de reojo, vi a Geese con su puño en el aire. "En
el momento en que esos tipos del Estilo Dios del Norte escuchan el nombre de 'Crying Bomb',
siempre usan ambas manos para cubrirse la cara."
No tenía idea de lo que eso significaba, pero aparentemente aquellos entrenados en el Estilo
Dios del Norte tenían un hábito extraño. En cualquier caso, me acerqué a Gallus con gran
cautela.
"¡Oiga, jefe, tenga cuidado!"
Tal como me aconsejó el novato, mantuve la guardia alta mientras observaba a nuestro
oponente inconsciente. Cogí su espada, que se le había caído cerca, y la tiré. Cuando lo hice,
la Bestia Sagrada saltó al aire y cogió la espada en su boca antes de regresar a mí, la cola
meneando vigorosamente.
Sí, sí, eres un buen chico, pensé. Pero juguemos al frisbee en otro momento, ¿de acuerdo?
"Novato, toma esto." Le di unas palmaditas en la cabeza al cachorro antes de pasarle la

espada a Geese. Entonces cogí un palo y empecé a pinchar a Gallus con él.
No se movió. Incluso pinchando alrededor de sus ojos no se inmutó. Le até las manos y las
piernas y le puse una mordaza en la boca, pero sus ojos permanecieron cerrados. Parecía que
estaba completamente inconsciente.
"Ganamos". Cuando las palabras salieron de mi boca, la Bestia Sagrada gimió y Geese,
que había quitado la bolsa de la cabeza del rehén, se rió. ¿Habíamos ganado realmente?
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Todavía me estaba calentando en el resplandor de la victoria cuando el niño rehén se despertó
y comenzó a sollozar. Poco después de eso, los guerreros beastfolk finalmente llegaron.
◇◇◇
Este había sido un caso único de secuestro. Se trataba de una operación a gran escala que
la organización de contrabando había tramado. Planeaban robar la Bestia Sagrada, la deidad
guardiana de Doldia. Sus motivaciones exactas no estaban claras, pero aparentemente mucha
gente deseaba a la Sagrada Bestia por lo especial que era.
Dicho esto, incluso el simple hecho de secuestrar a la Bestia sería un reto. Asumiendo que
lo consiguieran, la gente beastfolk, con su avanzado sentido del olfato, se pondría a la caza de
los contrabandistas y recapturarían inmediatamente a la Bestia. Por eso la organización
ejecutó su plan durante la temporada de lluvias.
La temporada de lluvias duró tres meses. Cada asentamiento se ocupaba de los

preparativos, y los guerreros de cada aldea tenían las manos atadas. Dicho esto, era imposible
navegar en medio de la temporada de lluvias. Así que justo antes de que las lluvias
comenzaran, robarían la Bestia y se la llevarían al Continente Demoníaco. De esa manera
podían salirse con la suya fácilmente y los guerreros no podían dar seguimiento.
La gente beastfolk estaba, por supuesto, vigilante. Durante los preparativos para la
temporada de lluvias, se prohibió a los niños salir al exterior e incluso los adultos se mostraron
cautelosos. No hace falta decir que la Bestia Sagrada también estaba bien protegida durante
ese tiempo. La organización también tuvo esto en cuenta.
Primero emplearon a todos los secuestradores de la zona y luego esperaron pacientemente.

Cuando llegó el momento adecuado, atacaron cada aldea y secuestraron simultáneamente a
mujeres y niños. Fue entonces cuando los guerreros entraron en pánico. La organización había
contratado intencionadamente a esas personas para reducir los secuestros durante el año para
que las tribus de bestias bajaran la guardia. Luego, de un solo golpe, los contrabandistas
secuestraron a mujeres y niños de varios asentamientos.
También enviaron grupos de fuerzas armadas que habían preparado para atacar esas
aldeas, pero dejaron intacta la aldea de la tribu Doldia. Como esto significaba que los guerreros
de Doldia estaban desocupados, los otros pueblos exigieron ayuda. Los Doldia tuvieron que
dividir sus fuerzas para entregar ayuda a los diversos asentamientos.
Como resultado, los defensores de la aldea de los Doldia se quedaron cortos de personal.
Fue entonces cuando la organización de contrabando utilizó sus fuerzas de élite para atacar.
Lograron secuestrar no sólo a la nieta del jefe de la tribu, sino también a la Bestia Sagrada.
Fue una táctica de ataque relámpago en la que fuerzas menores distrajeron a otros
asentamientos mientras la fuerza principal lograba su verdadero objetivo.
El ataque de las fuerzas armadas, el secuestro de niños, el secuestro de la Bestia Sagrada...

Con todo eso, no importaba lo excepcionales que fueran los guerreros beastfolk si no había
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suficientes. El jefe de la tribu, Gustav, decidió abandonar a los niños. Reunió a sus guerreros
y reforzó las defensas de la aldea, y luego comenzó a buscar a la Bestia Sagrada. La Bestia
era un símbolo importante para su pueblo.
Les pareció pura suerte que descubrieran la zona de retención de los contrabandistas.
Consiguieron una pista sólida, y marcharon sobre el edificio en cuestión. Por ahora, ignoremos
que la fuente de esta información era una fuerza separada encabezada por Gallus.
Aquí fue donde comenzó la historia que yo no conocía: una historia de lo que Ruijerd hizo
en la semana intermedia cuando me dejó en esa celda.
Aparentemente Ruijerd se enfadó abiertamente con los contrabandistas cuando se enteró

de lo que había llevado a todo esto. Propuso atacar su nave antes de que partiera del puerto.
Gustav, sin embargo, desaprobaba. "No sabemos en qué barco están los niños, y ellos saben
cómo suprimir nuestro sentido del olfato."
Ahí es exactamente donde Ruijerd entró en escena. Con orgullo dijo que podía usar el cristal
de su frente para buscarlos. En cuanto a Eris, no participó porque se había encargado de
cuidar a los niños. Con una gran sonrisa en la cara, debo añadir. Esa era ciertamente la sangre
Greyrat en juego.
De todos modos, el ataque de Ruijerd tuvo éxito. Trágicamente para los contrabandistas,
descubrió su barco y los capturó sólo después de golpearlos a todos hasta la muerte. Los niños
salieron arrastrándose de las profundidades del barco. Había al menos cincuenta de ellos.
Todos fueron salvados y fue un final feliz, ¡yay! ...No.
Los funcionarios del Puerto de Zant afirmaron que fue un ataque en el último viaje desde
ese puerto antes de que comenzara la temporada de lluvias. Había mercancías importantes
almacenadas en esa nave y atacarla era un delito grave.
Gustav, por supuesto, protestó por ello. El secuestro y la esclavitud de la gente beastfolk
era un crimen para el País Sagrado de Millis y para los líderes tribales del Gran Bosque. Ser
castigados por dejar de hacerlo en sus propias costas parecía extraño, dijo. Eso sólo indignó
a los funcionarios del puerto de Zant. Insistieron en que deberían haber sido informados con
antelación. Pero acababan de someter a los contrabandistas en el momento justo. No tuvieron
tiempo de explicar nada. Además, hubo cincuenta víctimas. Ni cinco, ni diez, ¡cincuenta niños!
Uno o dos fueron secuestrados en cada asentamiento. Los oficiales del puerto de Zant no
habían notado nada de eso. De hecho, algunos de los funcionarios habían aceptado sobornos
para fingir que no sabían nada.
Eso fue una violación del tratado. Si se deja como está, crearía una enorme fisura en la
relación entre la gente de beastfolk y el País Sagrado de Millis. En el peor de los casos, se
produciría una guerra. Así de horrible se volvió la conversación. A la orden de Gustav, los
guerreros fueron llamados a Puerto de Zant y se pararon a la entrada de la ciudad en un punto
muerto con su guarnición.
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Al final, el puerto de Zant dio marcha atrás. Pagaron a la gente beastfolk una gran suma en
compensación. Las negociaciones tardaron una semana en concluir y los niños tuvieron que
ser devueltos a sus padres. Por eso me dejaron una semana en esa celda, para que me
ocupara al final.
Bueno, no como si hubiera otra opción. De hecho, me pareció increíble que lograran eso en
sólo una semana.
Ahí es donde Gallus se aprovechó de la situación. Las defensas del pueblo de Doldia se
debilitaron cuando Gyes llamó a su grupo de guerreros al puerto de Zant. Acompañado por
sus tropas, Gallus irrumpió en el asentamiento. Hizo esto por la razón exacta que mencionó
antes. Él y los camaradas en los que confiaba secuestrarían a los niños, y luego él sería el que
obtendría ganancias.
Gallus se enfocó en el período justo antes de que comenzara la temporada de lluvias. Se

preparó para ello amenazando al líder de los constructores de barcos para que le construyera
en secreto un solo barco. Debe haber estado planeando esto por un tiempo. Las cosas no
habían sucedido exactamente como él anticipaba, pero lo suficientemente cerca como para
que pudiera actuar. Lamentablemente para él, sus ambiciones no se cumplieron. Al final, su
plan fracasó y fue entregado a los funcionarios del puerto de Zant. Así se resolvió el asunto, y
tuvimos nuestro final feliz.
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Capítulo IX – Una Vida Lenta En El Pueblo De Doldia
Fuimos recibidos en la aldea de Doldia como héroes por salvar a los niños y proteger la
aldea contra el ataque de Gallus. Querían que pasáramos la temporada de lluvias viviendo con
ellos.
Gyes también se disculpó oficialmente conmigo por ignorar las órdenes, desnudarme y
arrojarme a una celda. Y también por el agua fría y helada que me arrojaron. Resultó que la
forma única de doblegarse de la gente beastfolk era acostarse boca arriba con el estómago
expuesto. Al principio pensé que se estaba burlando de mí, pero todos los presentes se lo
tomaban muy en serio. Lo único en mi mente eran los celos mientras miraba su peludo y
musculoso paquete de seis, así que acepté apresuradamente la disculpa.
Eris, sin embargo, no lo hizo. Ella se enojó cuando se enteró de lo que yo había pasado y
le entregó un puñetazo Boreas a la barriga expuesta de Gyes antes de verter agua sobre su
cabeza. Una vez que parecía una rata ahogada, ella le miró y le dijo: "Ahora estamos a mano".
Eris nunca dejaba de impresionarme.
◇◇◇
Por el momento, estábamos en la casa de Gustav. Era la más grande de la aldea, bien por
encima del suelo entre los árboles. De tres pisos de alto y construido de madera, parecía que
se derrumbaría instantáneamente en un terremoto, pero era lo suficientemente resistente como
para que un adulto corriendo por dentro no causara ni un solo temblor.
Éramos ocho aquí: Eris, Ruijerd y yo, así como el líder de la tribu Doldia Gustav y su hijo
Gyes, el líder de los guerreros. Una de las chicas que rescaté de los contrabandistas, Minitona,
la hija de Gyes, también estaba presente. Su hija mayor, Linianna, aparentemente estaba
estudiando en otro país. Y luego había otra chica que habíamos rescatado que era de la tribu
Adoldia: la hija del líder de la tribu Adoldia, Tersena. Era una chica de orejas de perro que
estaba muy bien desarrollada para su edad. Ella había estado planeando regresar a casa, pero
eso se interrumpió cuando comenzó la temporada de lluvias, y pasaría los próximos tres meses
aquí.
Las chicas hablaban animadamente, con gestos y maullidos, de cómo casi habían sido
secuestradas. "Estoy tan contenta de no haber sido secuestrada. Escuché que hay una familia
noble, enferma y retorcida en Asura que sólo está sexualmente interesada en la gente
beastfolk. Quién sabe qué me habría pasado."
Gallus también habló de cómo cierta familia noble pagaba especialmente bien por los
beastfolk con sangre de Doldia. Los que eran fáciles de entrenar, al parecer, se vendían a los
precios más altos.
"No hay lugar entre los nobles de Asuran para ese tipo de escoria!" Y ahí estaba Eris,
hablando como si esta conversación no tuviera nada que ver con ella o su familia, aunque era
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muy probable que dicha familia noble tuviera un cierto nombre de rústico. Uno que empezó
con la letra G.
Nunca pregunté de dónde venían las doncellas de la casa de Eris, pero quizás algunas de
ellas habían sido secuestradas. El abuelo de Eris, Sauros, era un buen hombre, pero su visión
del mundo tenía aspectos extraños. Bueno, yo mantendría la boca cerrada. Algunas cosas es
mejor no decirlas.
Eris pareció recordar algo porque de repente les mostró el anillo en su dedo. "Por cierto,
¿conoces a Ghislaine? Este anillo de aquí le pertenece." Eris no conocía la lengua del Dios
Bestia, así que ella les hablaba en ellos en la lengua humana. De los presentes, los únicos que
podíamos entender el idioma aparte de Ruijerd y yo éramos Gustav y Gyes.
"¿Ghislaine…?" La cara de Gyes se arrugó. "¿Ella.... sigue viva?"
"¿Eh?"
Su voz se llenó de asco. Escupió las palabras como si le hubieran dejado un sabor amargo
en la lengua. "Ella es una mancha en nuestra tribu."
Ese fue sólo el comienzo de Gyes golpeando a Ghislaine. Habló en la lengua de los hombres
para que Eris pudiera entenderlo. Su voz estaba llena de emoción y no era apta para un
hermano mayor que hablaba de su hermana menor, mientras hablaba sin parar sobre el error
que cometió Ghislaine como persona.
Fue difícil para mí escucharlo todo, ya que Ghislaine me había salvado la vida. Parecía que
había hecho cosas realmente despreciables en la aldea, pero aún así, todo esto sucedió
cuando era una niña. La Ghislaine que conocí era torpe, pero trabajadora. Había cambiado,
se había reajustado como persona. No merecía que se hablara así de ella. Era una instructora
de espadas muy respetable y una aprendiz consumada de magia.
Así que, pensé, ¿cómo debería decir esto amablemente...? Basta ya con eso.
"Ese anillo también, era algo que nuestra madre le dio para que dejara de volverse loca sin
razón. No es que haya servido de algo. Ella era una inútil destructiva".
"Tú..." Empecé a decir.
"¡Oh, cállate! ¿¡Qué sabes de Ghislaine!?" Eris me interrumpió, gritando con una voz lo
suficientemente fuerte como para dividir la casa en dos. Los otros quedaron atónitos por su
arrebato. Después de todo, sólo Gyes y Gustav podían entender el idioma.
Temía que Eris se volviera violento. Pero en vez de eso, parecía frustrada, con lágrimas en
los ojos. Movió sus manos en puños temblorosos, pero no los movió.
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"¡Ghislaine es increíble! ¡Increíblemente asombrosa! ¡Si pides ayuda, ella vendrá
inmediatamente! ¡Es súper rápida! ¡Y súper fuerte!" Las palabras que Eris probablemente ni
siquiera estaba pensando en derramar de su boca. A pesar de que los otros no entendían lo
que ella decía, el dolor en su voz transmitía el significado lo suficientemente bien. Y también
expresaba mis emociones.
"Ghislaine es... hic... guh... no alguien a quien puedas simplemente... hic..." Eris intentó lo
mejor que pudo para no golpear a nadie, incluso a través de sus lágrimas.
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Así es, no podía golpear a Gyes aquí. Ghislaine había sido violenta durante su estancia en
esta aldea. Si Eris moviera el puño, Gyes podría decir: "¿Ves? Son dos guisantes en una
vaina".
Cuando miré a Gyes, parecía confundido. "No, no puedo.... Esto es increíble. Ghislaine...
¿es respetada? Esto no puede..."
Viendo eso, aplasté mi ira. "Detengamos esta conversación aquí", sugerí, poniendo mis
brazos alrededor de los hombros de Eris.
Eris me miró con incredulidad. "¿Por qué... Rudeus, odias... a Ghislaine?"
"No, a mí también me gusta Ghislaine. La persona que conocemos y la que ellos conocen
pueden compartir el mismo nombre, pero ella es una persona diferente". Miré a Gyes. Incluso
él reconsideraría su postura si se encontrara con Ghislaine ahora. El tiempo cambiaba a la
gente. Lo sabía de primera mano.
"...Bien." Eris no parecía satisfecha, pero al menos parecía aliviada por lo que le dije.
"Espera, ¿es Ghislaine una persona tan increíble ahora?"
"La respeto, al menos."
Mis palabras llevaron a Gyes a una profunda contemplación. Considerando lo que le

habíamos oído decir, debe haber pasado mucho entre él y Ghislaine. Hervía de ira por la mera
mención de ella. Estar emparentado por sangre lo empeoró.
"Entonces, ¿podrías disculparte con nosotros?"
"...mis disculpas."
La atmósfera se volvió un poco incómoda después de eso. Quizás porque era la segunda
vez que obligábamos a Gyes a disculparse ese día.
En cuanto a Ghislaine, me había olvidado completamente de ella el año pasado, pero

probablemente también había sido desplazada durante el incidente. Me preguntaba dónde
estaba y qué estaba haciendo. Conociéndola, pensé que probablemente nos estaba buscando
a Eris y a mí. Era frustrante que no pudiéramos reunir ninguna información durante nuestro
tiempo en el puerto de Zant.
◇◇◇
Pasó una semana. La lluvia continuó cayendo todo el tiempo. Nos dieron una casa vacía en
el pueblo y pasamos nuestro tiempo allí. Nos dieron comida sin importar si contribuíamos o no,
ya que se nos consideraba héroes del Gran Bosque, a pesar de que la aldea estaba en una
situación desesperada después de los daños causados por el incendio.
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La tierra se inundó, y el caos estalló cuando un niño cayó al agua. La gente estaba muy
sorprendida pero agradecida cuando usé mi magia para salvarlo. Pensé que tal vez debería
usar mi magia para volar las nubes de lluvia, pero me di por vencido rápidamente. Roxy lo dijo
ella misma: Manipular el clima no fue una buena idea. Si obligara a que dejara de llover, algo
horrible podría pasar en el bosque.
Para ser honesto, sólo quería que se apurara y se detuviera para que pudiéramos seguir
adelante. Pero se suponía que se detendría después de tres meses. Tuve que aguantar hasta
entonces.
Estaba lloviendo cuando decidí dar un paseo por el pueblo. Dado que se trataba de un
pueblo, no había ningún armero, ni posada de ningún tipo. En su mayor parte se trataba de
viviendas y almacenes privados, o cuarteles de guardia para sus guerreros. Todo esto fue
construido sobre los árboles.
¡Este pueblo era de verdad, en 3-D! Realmente fascinante. Mi corazón palpitaba de emoción
al andar por ahí. Había un punto en el que no se le permitía seguir adelante. Aparentemente
había un lugar especial más allá de ese punto. No tenía intención de entrometerme.
Durante mi caminata, encontré un sendero que se cruzaba en dos niveles. Esperé en la de

abajo con la esperanza de que una chica pasara por encima de mí, pero era Geese quien lo
cruzaba.
"¡Yo, novato! Así que tú también saliste, ¿eh?"
Parecía feliz y me saludó con la mano. También había recibido amnistía por sus
contribuciones cuando la aldea estaba en problemas. "Sí. Nunca lo vuelvas a hacer, dijeron.
Imbéciles, todos ellos. Por supuesto que lo haré de nuevo".
"¡Hola a todos! ¿Escuchaste eso? ¡Este tipo no ha aprendido la lección!"
"¡Hey ahora! Vamos, ya basta. No puedo huir ahora mismo, no hasta que termine la
temporada de lluvias".
En otras palabras, estaba planeando repetir su error. Honestamente, qué caso tan inútil.
"Además, permíteme devolverte el chaleco."
"Te dije que dejaras de ser tan educado. Sólo toma el chaleco", dijo.
"¿Estás seguro?"
"Todavía hace frío en esta temporada."
Aún así, al menos no parecía un tipo totalmente malo. La forma en que era amable y sin
embargo no comprometido me recordaba a Paul. Paul... me preguntaba si le iba bien.
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◇◇◇
Pasaron dos semanas, y la lluvia no paraba.
Me enteré de que los Doldia tenían su propia magia secreta. Les permitía encontrar
enemigos usando un aullido de gran alcance, y con sus voces especiales, podían hacer que
sus oponentes perdieran su sentido del equilibrio. La forma en que Gyes me paralizó con su
voz fue uno de esos tipos de magia. Por lo que escuché, parecía ser una magia que
manipulaba el sonido.
Cuando le dije a Gustav "Me encantaría que me enseñaras", aceptó de corazón.

Desafortunadamente, no importa cuántas veces me lo haya demostrado, no podía imitarlo
perfectamente. Parecía que la magia dependía de las cuerdas vocales únicas de los Doldia.
Por supuesto que sí, pensé amargamente. Con toda probabilidad no podría usar la mayor
parte de la magia única que poseían las tribus individuales. Parecía injusto que la gente
beastfolk y otras razas pudieran usar la magia humana tan fácilmente. Sabía que el elemento
clave era canalizar el maná en mi voz, pero no importaba cómo lo hiciera, el resultado siempre
era mediocre. Lo mejor que pude hacer fue hacer que mi oponente se estremeciera por un
momento. Después de todo, parecía que yo no sería un Wagan.
En ese sentido, Gustav estaba bastante sorprendido de cómo usaba la magia sin cantar.
"¿Las escuelas de magia de hoy en día también enseñan eso?"
"Es porque mi maestra me enseñó muy bien", le expliqué, alabando a Roxy sin razón
aparente.
"¿Oh? ¿Y de dónde es tu maestra?"
"La tribu Migurd, de la Región Biegoya del Continente Demoníaco. Su magia.... creo que
aprendió de la Academia de Magia?"
Cuando le dije a Gustav que yo también planeaba ir a la Academia de Magia, se sintió

impresionado y dijo: "Wow, ya estás en ese nivel y aún así estás motivado para mejorar?". Eso
me hizo sentir bien.
◇◇◇
Pasaron tres semanas.
En este pueblo también aparecieron monstruos. Uno de ellos era un trotamundos, surfeando
rápidamente sobre el agua, sólo para saltar repentinamente y atacar. Otra era como una
serpiente de agua que se deslizaba a lo largo de los árboles. La aldea estaba custodiada por
su banda de guerreros, pero sus impresionantes narices y sus voces sonoras no sirvieron de
nada bajo la lluvia, por lo que a menudo los monstruos se escabullían de su atenta mirada e
infestaban la aldea.
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Mientras Eris y yo caminábamos, uno de los niños de la familia beastfolk casi es arrebatado
por un reptil parecido a un camaleón justo antes que nosotros. Inmediatamente lo derribé con
mi cañón de piedra, y el niño movió adorablemente la cola y me dio las gracias.
Era extrañamente popular entre los niños de esta aldea, sin duda porque yo era el héroe
que los salvó en su momento de necesidad. Ocasionalmente se me acercaban y me lamían la
mejilla o me mostraban la colección de bellotas que habían recogido antes de que llegara la
temporada de lluvias. Prácticamente era una celebridad.
Eris, en una verdadera muestra de la infamia de su familia, no pudo contener su emoción

cuando vio una reunión tan grande de tantos niños adorables con orejas y colas. Molestaba a
los niños respirando erráticamente mientras les daba palmaditas en la cabeza y tocaba sus
colas.
No era posible quedarse de brazos cruzados mientras criaturas tan adorables eran atacadas
por monstruos. Por eso propuse que Ruijerd ayudara con las defensas de la aldea, pero se
opuso a la idea.
"Los guerreros de aquí se enorgullecen de su papel en la aldea", dijo. Proteger esta aldea
era su deber. Mientras no solicitaran la ayuda de un forastero, no era asunto nuestro
entrometernos. Esa era la creencia de Ruijerd, de todos modos. No lo entendí en absoluto.
"¿Pero no es la seguridad de los niños más importante que eso?"
Ruijerd se detuvo y pensó durante unos segundos antes de girarse hacia Gyes para pedirle
su opinión.
Gyes dio la bienvenida a la idea. "Oh, Maestro Ruijerd, ¿nos va a prestar su ayuda? ¡Eso
sería de gran ayuda!" El incidente del secuestro había reducido drásticamente el número de
sus guerreros. Así que Gyes ofreció compensar a Ruijerd por su ayuda en nombre del grupo
guerrero.
Así fue como todos los monstruos de la aldea fueron exterminados. Ruijerd los encontraría
y yo usaría mi magia para derrotarlos. Recuperábamos sus cuerpos, los despojábamos de
materiales útiles y se los vendíamos a Gyes. Fue un ciclo beneficioso.
Ruijerd tenía razón en una cosa. Los guerreros de la aldea nos desaprobaron al principio.
No fue hasta que aniquilamos despiadadamente a cualquier monstruo que entró en la aldea y
se dieron cuenta de que la temporada de lluvias pasaría sin ninguna baja que finalmente
estallaron en sonrisas.
"Pensé que su tribu tenía más orgullo que esto. Es vergonzoso, confiar la protección de su
pueblo a otra raza." Ruijerd era el único al que le molestaba esto. Parecía que la gente
beastfolk de hace varios cientos de años era muy diferente de sus homólogos modernos.
◇◇◇
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Pasó un mes.
La fuerza del aguacero parecía estar disminuyendo, pero probablemente era sólo mi
imaginación. Eris, Minitona y Tersena se estaban haciendo amigas rápidamente. Parecía que
les gustaba viajar juntos a pesar de la lluvia. Me preguntaba qué estaban haciendo.
Resulta que Eris les estaba enseñando la lengua humana. Sí, ya me has oído. Eris estaba
enseñando un idioma a otras personas! Este no era el momento ni el lugar para irrumpir e
intentar ayudarla; sólo destruiría su imagen. Después de todo, yo era un hombre que sabía
leer la conversación.
Esta fue la primera vez que Eris tuvo amigas de su edad. Me enorgulleció verla llevarse tan
bien con las chicas. El pelo rojo, las orejas de gato, las orejas de perro.... Verlos a todos
retozándose alegremente fue más que suficiente para mí.
Aunque Eris debería tener cuidado de no abrazarlas así sin pensar. Podrían malinterpretar
sus intenciones, como hicieron conmigo. De hecho, el Sr. Gyes estaba mirando. ¿Cómo se
sentiría como padre al ver a Eris con las fosas nasales abiertas y abrazando a su hija?
"Ah, Lady Eris, le agradezco que se lleve tan bien con mi hija."
¿Qué diablos...? ¡Esta fue una reacción totalmente diferente a la que él me dio! Debería
haber sido capaz de oler la emoción que irradia Eris ahora mismo, así que ¿por qué no lo hizo?
Esa era la diferencia entre hombres y mujeres, supongo. Sí, tenía que ser eso. Por supuesto
que lo era.
"Por cierto, siento mucho lo de Ghislaine. No nos hemos visto en mucho tiempo, así que
quizás la he malinterpretado. Parece que mi hermana menor ha crecido un poco durante su
tiempo en el mundo." Inclinó la cabeza. Parecía que había llegado a un acuerdo con eso en el
último mes. Eso estuvo bien.
"Por supuesto que sí. ¡Ella es la Rey Espada Ghislaine! ¿Y sabes qué más? Ghislaine
también puede usar magia ahora", se jactó Eris.
"Hahaha, ¿Ghislaine usando magia? Lady Eris, sus bromas son muy hábiles".
"En serio", insistió Eris. "Rudeus le enseñó lectura, aritmética y magia."
"¿Lord Rudeus hizo...?"
Después de eso, Eris empezó a jactarse ferozmente de Ghislaine y de mí. Habló de mis
lecciones en la región de Fittoa. Empezó con lo mal que ella y Ghislaine habían aprendido, y
lo mucho que me respetaba por seguir con las dos y enseñarles todo el camino hasta el final.
Me dio vergüenza escucharlo.
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Gyes dijo lo impresionado que estaba una y otra vez, y cuando finalmente los tres se
separaron, se acercó a la caja de madera en la que me había escondido para escuchar a
escondidas. "Dime, ¿qué hace un profesor respetable en un lugar como éste?"
"Observar a la gente es un pasatiempo mío", tartamudeé.
"Ah, sí, parece un pasatiempo muy noble. Por cierto, ¿cómo le enseñaste a Ghislaine a
leer?"
"Nada especial, en realidad. Lo hice de la manera normal".
"¿De la forma normal...? No puedo imaginarlo", dijo Gyes.
"Cuando era aventurera, pasó por muchas dificultades porque no tenía educación. Tiene
sentido que no puedas imaginártelo".
"Así que esa es la historia. Cuando era pequeña, mi hermana nunca era feliz a menos que
pudiera golpear a alguien cuando le sucedía algo que no le gustaba".
A juzgar por lo que decía, Ghislaine sonaba como si fuera igual a Eris cuando era una niña
pequeña. Específicamente, las partes en las que se peleaba con la gente y que, por ser fuerte,
pocos podían detenerla. Gyes debe haberse quemado por ese fuego muchas veces. No era
un buen hermano mayor si era mucho más débil que su hermana pequeña.
Hablando de hermanos mayores, yo también lo era. Me preguntaba si a Norn y Aisha les

iba bien. Quería escribirles una carta, pero se me olvidó. Una vez que dejaba de llover, nos
dirigíamos a la capital del País Santo de Millis, y allí le enviaría una carta a Buena Village. Si
hubiera enviado uno del Continente Demoníaco probablemente no lo habría logrado, pero
seguramente no tendría problemas si lo enviara desde Millis.
"Por cierto, Maestro Rudeus."
"¿Sí?"
"¿Cuánto tiempo planeas quedarte dentro de esa caja de madera?"
Hasta que vinieran aquí a cambiarse, por supuesto. Era casi de noche, después de todo.
Ahora mismo iban a jugar en el agua, pero después tendrían que cambiarse a la ropa de dormir.
"Olfatea, olfatea... Puedo oler la excitación sexual en ti."
"¿¡Qué!? De ninguna manera; eso es absurdo. ¿Quizás en alguna parte hay una cierta chica
amante de los beastfolk que se ve extasiada ahora que se ha liberado?"
Mientras intentaba hacerme el tonto, la ceja de Gyes se movió. "Maestro Rudeus. Estoy
agradecido por lo que hiciste antes. También me disculpo, incluso ahora, por haberte
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malinterpretado." Su tono cambió repentinamente. "Pero si le pones la mano encima a mi hija,
será una historia completamente diferente. Si no sales de esa caja ahora mismo, voy a tirarla
a las aguas".
Lo decía en serio. No lo dudé. Salté de esa caja en un instante, a la misma velocidad que
uno de esos piratas de Tomy Pop-up.
"Soy un protector de este pueblo. No quiero tener que decirte esto, pero... contrólate un
poco".
"Sí, señor."
Sí, bueno, me dejé llevar un poco. Eso lo admitiré
◇◇◇
Pasó un mes y medio.
Ruijerd y Gustav se llevaban como una casa en llamas. Ruijerd visitaba con frecuencia la
casa de Dedoldia, y los dos bebían juntos e intercambiaban cuentos de su pasado. Las
historias estaban llenas de sangre, pero en realidad eran muy interesantes de escuchar. Casi
como escuchar a un ex-miembro de una pandilla de motociclistas exagerar sobre lo malvado
que era en sus días de juventud. Excepto las cosas que Ruijerd y Gustav decían
probablemente pasaron.
Gracias a esas conversaciones, comprendí mejor a la gente beastfolk. "Beastfolk" era un

término genérico para las tribus que vivían en el Gran Bosque. Hubo muchos que se originaron
aquí pero cruzaron al Continente de los Demonios y llegaron a ser referidos como demonios.
Una característica externa de estas tribus era que una parte de su cuerpo conservaba una
apariencia animal. Cada tribu también tenía uno de los cinco sentidos mejorados. En un sentido
amplio, Nokopara y Blaze también formaron parte de la gente beastfolk.
Los Doldia eran particularmente especiales entre las tribus de la gente beastfolk. Sólo una
tribu mantuvo la paz del bosque mientras protegía a la Bestia Sagrada. Esa era la Doldia.
Luego estaban la Dedoldia felina y la Adoldia canina. Esas fueron las dos familias primarias
que se dividieron en una docena de familias filiales. En otras palabras, la realeza del Gran
Bosque. Aunque no estaban haciendo mucho para merecer el título, eran ellos los que
liderarían cuando surgiera la necesidad.
También había duendes y hobbits que vivían en el Gran Bosque. Estaban concentrados en
la parte norte del bosque, por lo que no tenían mucho contacto con la gente beastfolk. Sin
embargo, todas las tribus se reunían una vez al año y participaban en una fiesta cerca del Gran
Árbol Sagrado. Según Gustav, aunque sus tribus tenían diferencias, todos vivían como amigos
en el Gran Bosque.
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En cuanto a los enanos, no vivían en el Gran Bosque, sino más al sur, al pie de las Montañas
Wyrm azul. Los dragones azules volaron a través del mundo y sólo regresaron a la cordillera
para anidar cuando estaban poniendo huevos o criando a sus crías, como aves migratorias.
Sin embargo, a diferencia de las aves migratorias, sólo regresan una vez cada diez años.
Desde tiempos inmemoriales, los hombres y las bestias han pasado por la guerra y la
amistad entre ellos. Una guerra, que en realidad era más bien una pequeña competición, tuvo
lugar hace apenas cincuenta años. Gustav nos contó historias de su participación, y de cómo
la banda de guerreros más fuerte beastfolk derribó a un grupo de soldados humanos que se
habían adentrado en el bosque. Fue bastante dramático, pero escuchar cómo se desarrollaron
las cosas desde el punto de vista de la gente beastfolk fue bastante fresco y entretenido.
Para contrarrestar esto, Ruijerd sacó su carta de triunfo, la historia del Clan Superd durante
la Guerra de Laplace. Los dos intercambiaron bromas como si estuvieran compitiendo, pero
dado que ambos eran viejos, se convirtió más o menos en un sermón sobre los buenos
tiempos.
"Los guerreros de hoy en día son una completa desgracia."
"Entiendo perfectamente lo que quiere decir, Maestro Ruijerd. Muchos de ellos son frágiles
y débiles".
"Exactamente", dijo Ruijerd. "Los hombres de mi juventud eran duros y fuertes."
Espíritus literalmente afines. Este podría haber sido un mundo diferente al mío, pero la
camaradería de los ancianos era la misma.
"Tienes toda la razón. Gyes puede guiar a los guerreros ahora, pero carece de juicio. Es
bueno dirigiendo a la gente, pero si pudiera evaluar mejor las situaciones, entonces el Maestro
Rudeus no habría pasado por todo eso", dijo Gustav.
Ruijerd no estaba de acuerdo. "No, Rudeus es un guerrero. Debería haber comprendido que
si bajaba la guardia en territorio enemigo, corría el riesgo de ser capturado y mantenido cautivo.
Sin embargo, aún así bajó la guardia. Si se hubiera tomado las cosas en serio, habría podido
superar a alguien como Gyes. Ese fue su propio fracaso".
Ouch. Por muy cierto que fuera, eso dolió. Ruijerd tenía fe en mí, por eso me permitió ir solo.
Sin embargo, me atraparon tan fácilmente. En cierto modo, traicioné su confianza.
"Pero, Maestro Ruijerd, ¿no es eso un poco cruel? A tu camarada le pasó algo terrible".
"Como guerrero, debes asumir la responsabilidad de tus propias batallas. Además, Rudeus
pudo haber escapado por su cuenta en cualquier momento. Aprecio que confíe en mí como su
compañero, pero no es un niño. Un guerrero no obliga a sus camaradas a una posición difícil
dejándose atrapar".
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Chico, Ruijerd, seguro que estás borracho, pensé. Tal vez podrías escapar por tu cuenta si
te atrapan, pero trata de no esperar demasiado de mí. Mis poderes no son ilimitados, ¿de
acuerdo?
◇◇◇
Pasaron dos meses.
Siempre que estaba en mi cuarto, la Bestia Sagrada venía corriendo. La bestia vivía más
profundamente en el pueblo junto a las flores y las mariposas, pero una vez al día, durante su
paseo, vagaba libremente por el pueblo. Su ruta favorita (y actual) era donde yo estaba.
"Vaya, pero si es la Bestia Sagrada. ¿Qué haces aquí con un adicto al sexo como yo?"
"¡Ruff!"
"La vida es un desastre, ¿eh?"
"¡Ruff!"
Esa no fue una gran respuesta.
No estaba seguro si la Bestia Sagrada era macho o hembra, pero de cualquier manera se
sentó a mi lado. En ese momento tenía en mis manos los inicios de una figurita. Parecía que
pasaría algún tiempo antes de que dejara de llover, así que decidí intentar hacer una.
Fue modelada según Ruijerd. Te estarás preguntando por qué lo elegí, pero piénsalo. Los
Superd eran mocosos sin rostro. La gente temblaba de miedo cuando veía el pelo verde, pero
no había color en la figura que hice. Era sólo una figura de piedra completamente gris ceniza.
Quizás si fuera lo suficientemente impresionante, la gente podría llegar a aceptarlo más.
Primero fue la silueta. El cabello sería lo último.
"Guau". La Bestia Sagrada apretó su cuerpo contra mi muslo y apoyó su cabeza sobre mi
rodilla. Estaba desconcertado, dado que nunca antes se me había acercado un animal de esta
manera.
"¿Arf?" Me miró las manos como si fuera a preguntarme qué estaba haciendo. El cachorro
estaba bastante tranquilo a pesar de su corta edad.
Finalmente decidí acariciarle el cuello. "No tengo nada más que hacer, así que estoy
creando algo."
"Guau". La bestia me lamió la mano y movió la cola. Claramente no me odiaba. Todavía

estaba lloviendo afuera, así que probablemente tampoco tenía nada más que hacer.
Probablemente anhelaba algo de emoción.
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"¿Quieres jugar?"
"¡Woof!"
Así que los dos nos enfrentamos y nos peleamos. Conseguí disfrutar de su suave y
esponjoso pelaje, y la Bestia Sagrada recibió una cantidad moderada de ejercicio. Una
situación en la que todos ganan.
Knock, knock. Alguien golpeaba la puerta mientras jugábamos.
"¿Hm? Entra".
"Discúlpeme". Una mujer vestida de guerrera entró. Fue Laklana. Era una de las encargadas
de la Sagrada Bestia, y venía a buscarla cuando se acercaba el final de su paseo.
"Encantado de volver a verte."
"Usted también, Maestro Rudeus. Además, en esa época antes de..." Cada vez que me
veía, Laklana se disculpaba por la vez que me tiraba agua fría y helada. La primera disculpa
había sido más que suficiente. "Aparte de eso, ¿podrías dejar de estar tan apegado a la Bestia
Sagrada?"
"¿De qué estás hablando? Sólo me estoy divirtiendo jugando con él".
¿Qué, fue otra falsa acusación? Realmente no se arrepintió de nada, ¿verdad? Si ella no
tenía cuidado con sus palabras, la próxima vez ella sería la que estaría desnuda en una celda
de la cárcel y yo sería el que vertiría el agua.
"Pero puedo oler tu excitación."
"... No es por la razón que estás pensando."
La verdadera razón era porque cada vez que ella venía e inclinaba la cabeza, mi pervertido
interior comenzaba a susurrar: "Eh, señorita, si pudieras resolver esto con un simple
arrepentimiento, no tendríamos que llamar a la policía, ¿no es así? Si realmente quieres
resolver esto, sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad? Llevémoslo al dormitorio juntos".
"La Bestia Sagrada es extremadamente preciosa para los Doldia. Sé que lo salvaste del
daño, pero desarrollar sentimientos por ello es..."
"Excepto que no tengo ningún sentimiento por ello."
La Bestia Sagrada era un tipo de bestia mágica que nacía una vez cada pocos cientos de
años. No tenía un nombre propio. Desde tiempos inmemoriales, sólo apareció cuando el
mundo se enfrentó a una crisis, y cuando se convirtió en adulto, se ponía al lado de un héroe,
usando su gran poder para salvar al mundo.
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Así fue la leyenda, de todos modos. Por eso la Bestia Sagrada fue criada con tanto cuidado,
en lo profundo de la Aldea Doldia, en un área restringida donde había un gran árbol al que
llamaban el Árbol Sagrado. Así que, por supuesto, había vivido una vida protegida. Tenían
cuidado de no exponer al cachorro al mundo exterior, del que sabía muy poco. Sin embargo,
seguía siendo un perro, así que le dieron tiempo para dar un paseo una vez al día.
Aparentemente, pasarían otros cien años antes de que la Bestia Sagrada alcanzara la edad
adulta. Si las historias fueran ciertas, el mundo se encontraría con la calamidad entonces.
Mientras tanto, Laklana supervisaba la protección de la Bestia Sagrada. En cuanto al Árbol
Sagrado, estaba situado más allá del camino bloqueado que había visitado anteriormente.
"¿Podría ser que.... Lord Rudeus es el héroe?"
"¡Woof!" El cachorro dio un ladrido.
La expresión de Laklana se convirtió en asombro. "¿¡Qué!? ¿Qué estás diciendo?"
¿Hm? ¿De qué estaba hablando?
"¡Arf!"
"Ya veo entonces, pero-"
"¡Woof!"
"...lo entiendo."
¿Por qué diablos le hablas a este perro como si estuvieras teniendo una conversación
normal? Pensé. Podía oírlo ladrar. Esa definitivamente no era la lengua del Dios Bestia. ¿Cómo
lo estaba entendiendo? ¿Estaba usando un traductor nativo?
"La Bestia Sagrada dijo que tú no eres el elegido."
"Me lo imaginaba." Aunque deseaba que lo explicara.
"Pero parece que la Bestia Sagrada te está muy agradecida".
"Me dejaron en esa celda todo el tiempo, así que pensé que se había olvidado de mí."
"¡Woof!"
"Lamentable, dijo la Bestia Sagrada, pero nos pidió que te diéramos comida deliciosa.
Maestro Rudeus, disfrutó de la comida que le dimos, ¿no?"
Ciertamente. La comida al menos era muy buena. También recibí segundas cuando las
pedí. Pensé que era extraño para una cárcel. ¿Así que la Bestia Sagrada lo había arreglado
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para mí? Usar la comida como una forma de gratitud sonaba exactamente como algo que haría
un perro.
"Aunque si fueras a hacer eso, hubiera preferido que me soltaras de mi celda, al menos."
"¡Woof!" (O aparentemente, "¿Qué es una celda?")
"Un lugar donde encierras a la gente mala", le expliqué.
"¡Arf! ('Pero también estoy encerrado.')"
Continuamos un poco más tarde, conversando con Laklana como nuestra intérprete.
Parecía que la Bestia Sagrada no sabía todos los detalles de lo que había pasado. Eso incluía
no ser consciente del olor a excitación que Gyes decía que se me estaba desprendiendo, o
por qué Gyes me había puesto bajo custodia. Tampoco parecía saber mucho sobre el
significado de su secuestro, más allá de que fue una experiencia aterradora. En otras palabras,
era sólo un niño. No estaba bien exigirle reparaciones a un niño, así que me di por vencido.
"Viví más cómodamente gracias a ti, así que gracias." Ante mi gratitud, movió la cola y me
lamió la cara.
Heh heh, seguro que eres muy guapo, pensé mientras le acariciaba el cuello, sólo para que
me empujaran al suelo. Aah, no puedes! ¡No donde la gente pueda vernos...!
"Maestro Rudeus, esta es la forma en que la Bestia Sagrada muestra respeto. ¿Podrías,
por favor, tratar de contener tu afecto?"
"Estás malinterpretando, lo que estás oliendo es mi excitación por tu culpa."
"¿¡Eh!?"
"Eso fue grosero de mi parte; no lo tengas en cuenta." Mierda, mierda. Dejé que se me
escaparan mis verdaderos sentimientos.
"Ejem... Bestia Sagrada, es hora de que volvamos al Árbol Sagrado."
"¡Woof!"
La bestia se giró obedientemente para irse, tal y como se le había dicho, y se fue sin una
sola queja. Esto se convirtió en algo cotidiano. Pero mantengamos en secreto que unos días
después, Laklana se enojó muchísimo conmigo cuando traté de enseñarle a la Bestia Sagrada
cómo sacudirla.
Así de fácil, sin que ocurriera nada terriblemente accidentado, pasaron tres meses y dejó
de llover.
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Capítulo X – El Camino De La Espada Sagrada
La víspera antes de dejar el pueblo de Doldia, Eris y Minitona tuvieron una pelea. No hace
falta decirlo, estoy seguro, pero Eris ganó fácilmente. Por supuesto que lo hizo. Después de
todo, pudo seguir el entrenamiento de Ruijerd. Cuando la otra persona era más joven y no
tenía entrenamiento, apenas era un oponente. Era más como si el fuerte intimidara al débil.
Pensé que al menos debería avisar a Eris sobre esto. Sabía que ella era ese tipo de persona,
pero pronto tendría catorce años. Aunque técnicamente todavía era una niña, a los catorce
años era lo suficientemente mayor como para no poder golpear a otra persona
indiscriminadamente. ¿Pero cómo iba a decirlo?
Nunca antes había detenido una de las peleas de Eris. Normalmente dejé Ruijerd para
ocuparme de ella y de sus disputas en el Gremio de Aventureros. Entonces, ¿qué podría decir
en este momento? ¿Debería decirle que los aventureros y las chicas del pueblo son cosas
diferentes?
"N-no, es culpa de Tona", dijo Tersena en protesta.
Según ella, ahora que la temporada de lluvias había terminado, Eris había dicho que iba a
dejar la aldea y Minitona trató de detenerla. Eris se alegró de que Minitona quisiera que se
quedara, pero explicó por qué tenía que continuar su viaje, señalando que la petición de
Minitona era egoísta. Normalmente era al revés con Eris.
Siguieron hablando durante un rato después de eso. Al principio los dos estaban tranquilos,
pero su disputa pronto se acaloró. Minitona comenzó a lanzar insultos. Entre ellas había cosas
sobre Ghislaine y sobre mí. Eris parecía molesta, pero lo soportó todo y respondió con calma.
Al final, Minitona lanzó el primer puñetazo. Ella fue la que intentó pelearse con Eris. Eso
requirió mucho coraje. Le di apoyo para eso. Definitivamente era algo que no podía hacer. Eris
no se echó atrás. Como era de esperar, golpeó despiadadamente a Minitona.
"Eris".
"¿¡Qué!?"
Me detuve para reconsiderar la situación. En primer lugar, Minitona debería haber sabido
que perdería la pelea, pero aún así se calentó y empezó a lanzar insultos. Incluso después de
haber sido pulverizada por Eris, no se echó atrás. El mejor de los adultos se rompió fácilmente
al enfrentarse a Eris. Minitona tenía que ser de voluntad fuerte.
"Te reprimiste, ¿verdad?" Le pregunté a Eris.
"Por supuesto que sí", dijo ella, alejándose de mí. En el pasado, Eris nunca habría tenido
piedad de alguien que le enseñara los dientes, ni siquiera siendo un niño. Lo sabía
especialmente bien.
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"Normalmente serías más mezquina con las cosas, ¿no?"
"Sí, bueno, es mi amiga".
Cuando la miré, Eris parecía avergonzada, con los labios llenos de pucheros.
Hm. Parece que se arrepintió de haber golpeado a Minitona al menos un poco. Eso es algo
que nunca había visto antes. En tres meses, tal vez se había convertido en un poco más adulta.
Estaba madurando sin que me diera cuenta. En ese caso, sólo había una cosa que decir.
"Será mejor que hagas las paces con ella antes de que nos vayamos mañana."
"...no quiero."
Sigues siendo una niña, ¿eh?
◇◇◇
Estábamos ocupados preparando nuestra partida el último día, así que no me reuní con la
Sagrada Bestia. En vez de eso, recibí dos visitas en medio de la noche.
"¡Ah!" vino un pequeño grito acompañado de un fuerte estruendo.
Esos dos sonidos fueron suficientes para despertarme. Me levanté, consciente de lo mucho
que había bajado la guardia últimamente, y me puse a buscar el equipo que estaba a mi lado.
El aura de nuestro intruso era demasiado patética para ser un ladrón. Ruijerd lo habría notado
mucho antes de llegar tan lejos. Eso hizo que el silencio del intruso fuera aún más extraño.
"¡Tersena, trata de estar un poco más callada, miau!"
Dejé mi bastón. Así que por eso Ruijerd no dijo nada.
"Lo siento, Tona, pero está oscuro."
"Si entrecierras los ojos lo suficiente puedes ver, miau... ¡Ah!"
Otro sonido punzante y agudo.
"Tona, ¿estás bien?"
"Owie, mew..."
Quizás los dos estaban tratando de susurrar, pero sus voces eran lo suficientemente fuertes
como para que yo pudiera escucharles claramente. ¿Cuál era su objetivo? ¿Dinero? ¿Fama?
¿O apuntaban a mi cuerpo?
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Bromeaba, por supuesto. Sabía que era Eris.
"Ah, aquí, miau?"
"Olfatea, olfatea... No, no parece ser ella."
"No te preocupes por eso, mew. Probablemente estén durmiendo".
Las chicas se detuvieron frente a mi puerta y oí un clic cuando entraron. Cuidadosamente

se asomaron y miraron a su alrededor, sólo para mirarme a los ojos mientras me sentaba en
mi cama.
"¡Muuuuuuuuuuuuuuu...!"
"¿Qué pasa, Tona? ¡Ah....!"
Fueron Minitona y Tersena. Cada uno llevaba un vestido de cuero delgado con un hueco en
la parte de atrás donde se asomaban sus colas que se meneaban. Esta ropa de dormir era
peculiar de la gente beastfolk, y era verdaderamente adorable.
Hablé tan bajo como pude. "¿Qué haces aquí tan tarde por la noche? La habitación de Eris
está al lado".
"Lo siento, mew..." Tona se disculpó y empezó a cerrar la puerta antes de detenerse
repentinamente. "Así es, aún no te lo he agradecido, miau."
¿Eh, T-Tona?
Minitona habló como si acabara de recordar y se deslizó dentro de la habitación. Tersena la

siguió tímidamente.
"Gracias por salvarnos, mew. Me dijeron que podía haber muerto si no me hubieras curado,
miau".
Eso era probablemente cierto. Sus heridas eran muy graves. Al menos lo suficientemente
grave como para que yo estuviera bastante traumatizada en su lugar. Pensé que su actitud
indomable era impresionante.
"No hay problema", dije.
"Gracias a ti, yo tampoco tengo cicatrices, miau." Enrolló el dobladillo de su vestido,

mostrando sus piernas desnudas. Estaba lo suficientemente oscuro como para no ver lo que
había entre las dos. Dama Kishirika, ¿por qué no tenías ojos de demonio que pudiesen ver en
la oscuridad?
"¡Tona, eso es impropio...!"
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"No es que no lo haya visto antes, así que está bien, miau."
"Pero el tío Gyes dijo que los hombres tienen una larga temporada de apareamiento, así
que si no te acercas a ellos con precaución puedes ser atacado."
¿Una larga temporada de apareamiento? Eso fue una grosería. No es que estuviera mal.
"Además, si se excita al mirar mi cuerpo, entonces es una buena manera de darle las
gracias.... ¿¡miau!? ¡Hace frío!"
"¡Eso es porque sigues sosteniendo tu vestido!"
En ese momento, ni siquiera estaba concentrado en las piernas de Minitona. Un sudor frío
corría por mi espalda mientras enrollaba mis dedos alrededor del bastón que debería haber
estado acostado a mi lado. Una viciosa y asesina intención salió de la habitación vecina.
"A-ejem. Aceptaré tu gratitud. Eris está en la habitación de al lado de la mía, así que
adelante".
Así es, no importaba si era una niña. No debería haber mostrado su cuerpo de esa manera.
Causaría verdaderos problemas si fuera asaltado por un anciano enfermo que intenta jugar al
doctor, después de todo.
"De acuerdo. Pero de verdad, gracias, miau."
"Gracias", dijo Tersena. Las dos se inclinaron y salieron de la habitación.
Después de unos instantes, crucé la habitación de puntillas y puse la oreja contra la pared.
Podía oír la voz hosca de Eris en la habitación vecina mientras decía: "¿Qué quieres?"
La imaginaba en su postura habitual, con los brazos cruzados sobre el pecho. Las voces de
Minitona y Tersena eran un poco difíciles de escuchar. O tal vez la voz de Eris era demasiado
fuerte. Escuché con ansiedad, pero la voz de Eris se fue calmando poco a poco. Parecía que
las cosas iban a estar bien. Aliviado, regresé a mi cama.
Las tres chicas pasaron toda la noche hablando. En cuanto a lo que hablaron, no tenía ni
idea. Minitona y Tersena estaban lejos de ser maestros de la lengua humana. Eris había
aprendido un poco de la lengua de la Bestia, pero no lo suficiente como para mantener una
conversación. Me preocupaba si realmente habían resuelto las cosas o no, pero cuando llegó
el momento de separarse al día siguiente, Eris cogió la mano de Minitona y se llenó los ojos
de lágrimas cuando se abrazaron. Parecía que eran capaces de hacer las paces después de
todo. Estaba contento.
◇◇◇
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El Camino de la Espada Sagrada era un camino que atravesaba el Gran Bosque. Construido
hace mucho tiempo por la Santa Patria de Millis, estaba repleto de maná. A pesar de que el
área alrededor de ella se inundó, la carretera permaneció seca e intacta. Aparentemente
ningún monstruo pondría un pie en él. Nosotros tres estaríamos usando el carruaje tirado por
caballos que habíamos recibido de la tribu Doldia para viajar por ese camino, hacia el sur.
La gente beastfolk preparó todo lo que pudimos necesitar para nuestro viaje. El carruaje, el
caballo, el dinero para el viaje y los suministros. Podríamos ir directamente a la capital de Millis
sin tener que volver al puerto de Zant.
¡Era hora de salir! O al menos eso se suponía, cuando por alguna razón un hombre con
cara de mono se nos acercó.
"Oh viejo, este es el momento perfecto. Estaba pensando en regresar a Millis. Déjenme
cabalgar con ustedes", dijo Geese, arrastrándose sin vergüenza dentro de la casa.
"Oh, eres tú, Geese."
"¿Tú también vienes?"
Los otros dos no parecían tan molestos por su apariencia como yo. Cuando les pregunté si
lo conocían, su respuesta mostró que poco a poco se había ido acostumbrando a ellos sin que
me diera cuenta. Esto incluyó acercarse a Eris, Minitona y Tersena, y compartir anécdotas
divertidas. También se había unido a Gustav y Ruijerd durante sus charlas, donde Geese
ajustó sus modales para adaptarse al tono de la conversación. Realmente era un hablador
suave y hábil en la manipulación. Se las arregló para congraciarse con ambas sin que yo me
diera cuenta de nada. Y ambos le habían dado la bienvenida tan fácilmente. ¿Qué, me estaban
engañando con Geese?
"¡Muy bien, entonces, vámonos!" Ruijerd declaró mientras el carruaje se ponía en

movimiento.
Nos despedimos de la gente beastfolk que se reunió para despedirnos. Fue un poco
conmovedor ver a Eris con lágrimas en los ojos mientras miraba a Minitona y a los demás.
Aún así, algo pesado pesaba sobre mi corazón, y fue por culpa de Geese. Si quería
acompañarnos, debería haberlo dicho en primer lugar. No había necesidad de que actuara de
forma tan sospechosa y se escabullera a mis espaldas. No lo habría rechazado si me lo hubiera
pedido. Después de que comimos la misma comida y nos quitamos las pulgas, sentimos que
nos distanciábamos.
"Hey, hey, jefe. No me mires así. Somos amigos, ¿verdad?"
Geese debe haber notado la mirada de descontento que sin duda tenía cuando nos
sentamos en el carruaje y nos lanzamos por el camino a una velocidad impresionante. Me
sonrió y se acercó a mi oreja.
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"Puede que no lo parezca, pero confío en mis habilidades como cocinero, ya lo verás."
Tenía una cara encantadora, y tampoco era un mal tipo. Aún así, desde el incidente con
Gallus, tuve la sensación de que había algo más oscuro detrás de todo eso.
"Rudeus".
"¿Sí, Sr. Ruijerd?"
"¿A quién le importa si va con nosotros?", dijo.
"¡Maestro Ruijerd!" exclamó Geese. "¡Sabía que lo entenderías! Eso confirma lo que ya
pensaba de ti. ¡Realmente eres un hombre entre los hombres!"
"¿Está seguro de esto, Sr. Ruijerd?" Le pregunté. "Este hombre es uno de esos criminales
que tanto odias."
"A mí no me parece tan malo."
No tenía idea de cuál era la métrica de Ruijerd para medir eso. Geese estuvo bien, pero la
doble moral de Ruijerd era mala. No, tal vez todo esto fue el resultado de la suave charla de
Geese con él. El mono bastardo seguro que había hecho un buen trabajo.
"Heh heh. Yo apuesto, pero creo que nunca he hecho nada realmente despreciable a otra
persona. Maestro Ruijerd, tiene buen ojo para la gente."
Francamente, tenía una deuda con este hombre. Me dio su chaleco cuando tenía frío, y
también me ayudó durante la pelea con Gallus. No estaba seguro de lo que estaba planeando,
pero no tenía razón para rechazarlo. Sólo estaba un poco irritado por sus métodos indirectos,
eso es todo.
"No me importa si vienes con nosotros, novato. ¿Pero estás seguro de que no tienes miedo
de un Superd?" Hablé lo suficientemente fuerte para que Ruijerd pudiera oír. Aún no estaba
seguro de si sabía que Ruijerd era un Superd, pero si participaba en sus festividades de bebida,
puede que se enterara. No quería que se enterara más tarde y se quejara de lo aterrador que
era estar con un Superd.
"Por supuesto. ¿Pensaste que no lo estaría? Soy un demonio, después de todo. He oído
hablar de lo aterradores que son los Superd desde que era un niño".
"Oh, ¿en serio? Sabes, Ruijerd puede que no lo parezca ahora mismo, pero es un Superd."
Cuando Geese escuchó eso, entrecerró los ojos. "Eso es diferente. Me salvó la vida."
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Curioso de lo que eso significaba, miré a Ruijerd, pero sólo agitó la cabeza como si no
tuviera idea de lo que decía Geese. Como mínimo, no fue algo que hubiera ocurrido en los
últimos tres meses.
"Supongo que no te acuerdas, ¿eh? Bueno, fue hace treinta años, después de todo".
Geese entonces se lanzó a una explicación. Fue una historia épica que incluyó un encuentro
inicial, una despedida, un clímax y una escena de amor. Cuando un héroe increíblemente
guapo y duro dijo que iba a emprender un viaje, cientos de mujeres le suplicaron que no fuera.
Partió de su ciudad natal a pesar de sus apegos persistentes a ella y encontró una belleza
misteriosa cuando llegó a su destino.
Para resumir lo que de otra manera sería una larga historia, cuando Geese todavía era un
aventurero novato, Ruijerd intervino para salvarlo cuando fue atacado y casi asesinado por un
monstruo.
"Bueno, fue hace treinta años. No siento que le deba nada por ello", dijo Geese. La tribu
Superd daba miedo, pero Ruijerd era diferente, dijo el novato con cara de mono riendo.
Ruijerd se relajó cuando escuchó eso. Sentí como si entendiera el significado de la palabra
karma después de escuchar esa historia. Bien por ti, Ruijerd, pensé.
"Bueno, espero que me dejes quedarme contigo por un tiempo, Senpai~☆"
Y así fue como Dead End ganó un nuevo integrante con la forma de un cara de mono -
Espera, ya no era un nuevo integrante. Sólo se quedaba con nosotros hasta que llegamos a la
siguiente ciudad, me recordé. Geese afirmaba que era jinxed - cuando estaba en un grupo de
cuatro personas, algo terrible sucedió. No tenía palabras sobre cómo se las arregló para que
lo metieran en una celda conmigo a pesar de haber evitado a propósito ese maleficio. En
cualquier caso, estaba bien que no se uniera a nuestro grupo.
Así fue como comenzamos nuestro viaje con un viajero adicional que nos acompañó.
◇◇◇
El carruaje nos llevó por un camino sin escalas que atraviesa el Gran Bosque. Era realmente
un camino recto, un camino que se extendía ininterrumpidamente en el horizonte, continuando
hasta la capital del país santo. No había ni un solo monstruo, y el agua se drenaba del camino.
Sospechaba de cómo había llegado a ser ese camino, pero Geese me lo explicó. Esta
carretera fue creada por el Santo Millis, el fundador de la fe Millis, la mayor denominación
religiosa del mundo. Con un solo golpe de su espada, el santo Millis cortó las montañas y los
bosques por la mitad, dividiendo en dos a un rey demonio en el continente demoníaco. El
camino fue llamado el Camino de la Espada Sagrada con esa historia en mente.
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Por mucho que quisiera descartar escépticamente la historia, el maná del santo Millis aún
permanecía. El hecho de que no hayamos encontrado ningún monstruo hasta ahora es una
prueba de ello. El carruaje tampoco se había atascado en el barro. Estábamos navegando sin
problemas. Fue nada menos que un milagro.
Ahora podía entender por qué su religión tenía tanto poder. Al mismo tiempo, temía el
posible impacto negativo que podría tener mucho maná en el cuerpo. Mana era una cosa útil,
pero una abundancia de ella podría ser aterradora. También podría hacer cosas terribles, como
convertir a los animales en monstruos y transportar a los niños del Continente Central al
Continente Demoníaco. Aunque en este caso, no ser atacado por monstruos nos facilitó el
viaje.
Había intervalos fijos a lo largo de la carretera donde se podía acampar. Fue allí donde
pasamos las noches. Ruijerd cazaba algo en el bosque para cenar, así que no nos faltaba
comida. De vez en cuando venían beastfolk de un asentamiento cercano a vender sus
productos, pero no necesitábamos más alimentos.
También había una gran abundancia de plantas, como se espera de un bosque. Flores que
se podían usar como especias crecían en abundancia al borde de la carretera. Utilicé lo que
aprendí de la Enciclopedia de Plantas que leí cuando era niño, y reuní algunos ingredientes
para sazonar nuestra comida. No era un cocinero muy hábil, pero había mejorado un poco en
el último año, aunque sólo iba de terrible a menos horrible.
El Gran Bosque proporcionó ingredientes de mucha más calidad que el Continente

Demoníaco. No sólo en términos de bestias, sino también de animales normales. Los conejos
y jabalíes sabían deliciosos asados sin condimentos, pero eso no era suficiente para mí. Ya
que teníamos los ingredientes fácilmente disponibles, quería comer más platos deliciosos. Yo
era codicioso como siempre en mi búsqueda de la buena comida.
Ahí fue donde Geese entró en escena. Tal como había profesado, era un maestro en la
cocina al aire libre. Era como una brujería la forma en que tomaba las nueces y la hierba
silvestre que yo recolectaba y las convertía en condimentos, inyectando los sabores más
deliciosos en nuestra comida.
"Te lo dije. ¡Puedo hacer cualquier cosa!"
Tampoco fue una fanfarronería vacía. La carne estaba realmente deliciosa.
"¡Increíble, abrázame!" Le abracé con mis brazos sin pensarlo bien. A Geese le daba asco.
Me dio asco. Nuestros sentimientos eran mutuos.
◇◇◇
"Estoy aburrido", murmuró Eris mientras preparábamos nuestra comida diaria como de
costumbre.
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Colector de ingredientes: Ruijerd
Productor de Fuego y Agua: Yo
Cocinero: Geese
Nuestra tarea era tan importante que Eris no tenía nada que hacer excepto recoger leña,
pero lo hizo con la suficiente rapidez. Como tal, estaba aburrida.
Al principio Eris entrenaba en silencio con su espada. Después de que Ghislaine y yo la

forzáramos a hacer ejercicios repetitivos, ella pudo seguir blandiendo su espada durante horas.
Pero eso no significa que le pareciera divertido.
Actualmente Ruijerd estaba cazando, Geese estaba hirviendo sopa, y yo me había decidido
a seguir trabajando en mi figurita. Esta figura de Ruijerd de tamaño 1/10 estaba tardando
bastante en completarse, pero estaba seguro de que podría venderla. Le añadiría opciones
para aumentar su valor también. Usando esta figura, le mostraría a la gente que el Superd no
debía ser atacado y que en vez de eso podía hacerse amigo.
Aparte de eso, Eris estaba encontrando su aburrimiento inmanejable.
"¡Hey, Geese!"
"¿Qué pasa, señorita? La comida no está lista todavía." Tomó un sorbo de la sopa antes de
mirarla a ella.
Eris estaba de pie en su postura habitual, con los brazos cruzados y las piernas separadas.
"¡Enséñame a cocinar!"
"Yo paso". Su respuesta fue instantánea. Geese regresó a la cocina como si su

conversación nunca hubiera ocurrido.
Eris pareció estupefacta por un momento, pero se recuperó rápidamente y gritó: "¿Por qué
no?"
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"Porque no quiero."
"Entonces, ¿por qué no?"
Geese dejó escapar un gran suspiro. "Está bien, señorita. Un espadachín sólo necesita
pensar en pelear. Cocinar es una pérdida de tiempo. Todo lo que tienes que hacer es comer".
Se trataba de un hombre cuyas habilidades culinarias iban más allá de su mentalidad de

"sólo comer". Podría abrir su propio restaurante. No era tan bueno como para hacer que se le
cayera la mandíbula a un cierto rey gourmet y le saliera un rayo de luz de la boca, pero al
menos era lo suficientemente bueno como para que su restaurante fuera moderadamente
popular en su vecindario.
"Pero, si pudiera cocinar... um...bueno, ya sabes, ¿verdad?" Dudó en explicármelo, mirando

hacia mí.
¿Qué pasa, Eris? ¿Qué quieres decir? Adelante, dilo, yo la incité interiormente.
"No, ni idea". Geese estaba siendo fría con ella. No estaba seguro de por qué, pero estaba
siendo inusualmente duro. No era así hacia Ruijerd o hacia mí, pero siempre sonaba distante
cuando interactuaba con Eris. "Eres hábil con la espada, ¿no? No necesitas saber cocinar".
"Pero..."
"Ser capaz de luchar es algo maravilloso, ¿sabes? Si quieres vivir en este mundo, no hay
nada más esencial que eso. No desperdicies tu talento".
La cara de Eris se volvió hosca, pero no intentó golpear a Geese. Había algo extrañamente
persuasivo en lo que dijo.
"Esa es mi razón oficial." Geese asintió y dejó de agitar la olla. Entonces empezó a llenar
los cuencos de piedra que yo había hecho. "Mira, decidí que nunca más le enseñaría a alguien
a cocinar."
Geese había estado antes en un grupo de buceadores en una mazmorra. Era un grupo de
seis personas, un grupo no cualificado que, a diferencia de Geese, sólo tenía un papel que
cumplir. En ese momento, Geese tenía el hábito de quejarse: "¿De verdad que no pueden
hacer otra cosa?". Su grupo no era convencional, pero sí efectivo para hacer las cosas.
Sin embargo, un día, una mujer del grupo se acercó a Geese y le dijo que quería aprender
a cocinar. Quería ir tras uno de los hombres del grupo. Es evidente que el dicho "el camino al
corazón de un hombre es a través de su estómago" también existía en este mundo. Geese
respondió con "Claro, supongo, ¿por qué no?" y empezó a enseñarle.
No estaba claro si la cocina tenía algo que ver con lo que sucedió después, pero la mujer
se reunió con el hombre y los dos se casaron más tarde. Luego se fueron del grupo y se fueron
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a algún lado. Eso estuvo bien, dijo Geese. Hubo una pelea cuando los dos se fueron, pero su
partida no fue un problema.
Fue lo que pasó después lo que fue horrible. Cuando las dos personas más importantes se
fueron, el grupo se desmoronó. Se convirtió en un torbellino de disputas y apatía, hasta el
punto de que ya no podían emprender misiones y pronto se disolvieron por completo.
Sin embargo, Geese era un hombre que podía hacer cualquier cosa. No tenía talento para
la espada o la magia, pero podía hacer todo lo demás. Por eso pensó que encontraría un nuevo
grupo inmediatamente. Pero ese esfuerzo resultó ser un fracaso abrumador. En ese momento,
era un aventurero algo conocido, pero ninguno de los grupos lo recogía.
Geese podía hacer cualquier cosa. Cualquier cosa que cualquier otro aventurero pudiera
hacer. Ese era el problema, en otras palabras. Otras personas también podían hacer las cosas
que él podía hacer. Si un grupo tuviera un alto rango, dividiría esas tareas serviles entre sus
propios miembros.
Fue entonces cuando Geese se dio cuenta de que el único lugar al que pertenecía era el
grupo en el que estaba antes. Sólo era quien era porque todos eran inexpertos. Después de
eso, Geese terminó prematuramente su carrera como aventurero. Ahora vivía del juego.
"Y por eso me niego a enseñar a cocinar a las mujeres."
Otro maleficio que añadir a su nombre. Aunque si me preguntas, las "maldiciones" de Geese
eran un montón de basura. No vi ningún problema en que le enseñara a cocinar. Esta sopa
estaba deliciosa. Un sorbo y empezó a sonar música de jazz en tu boca. Era suficientemente
buena como para que yo también quisiera que me enseñara, así que me metí a ayudar.
"Entiendo que te pasó algo terrible, novato, pero esa mujer a la que ayudaste a encontrar
su felicidad, ¿no es así?" Le pregunté, con el matiz añadido de ¿Por qué no le enseñas a Eris?
Geese agitó la cabeza. "No sé si lo hizo o no. Nunca la vi después de eso." Luego soltó una
risa de autodesprecio. "Pero el hombre no resultó feliz."
Tal vez esa fue la razón de la mala suerte, entonces. No pude decir nada después de eso,
no después de ver la mirada deprimida en la cara de Geese. La sopa, que debería haber sido
deliciosa, de repente ya no sabía tan bien.
Me preguntaba cuánto tiempo pasaría antes de que Ruijerd regresara.
◇◇◇
Un día encontré un curioso monumento de piedra en la carretera donde nos detuvimos a

descansar. Llegó hasta mis rodillas y tenía un extraño patrón en la cara. Un solo carácter fue
inscrito allí, con siete motivos a su alrededor. Estaba bastante seguro de que el carácter era la
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palabra "siete" en la lengua de Dios Combatiente. En cuanto a los otros patrones, sentí que
podría haberlos visto antes.
Decidí preguntarle a Geese. "Hey, novato, ¿qué es este monumento?"
Miró y asintió en reconocimiento. "Esos son los Siete Grandes Poderes".
"¿Los Siete Grandes Poderes?" Me hice eco.
"Se refiere a la gente más fuerte del mundo, siete guerreros."
La historia cuenta que cuando terminó la segunda guerra entre humanos y demonios, a una
persona conocida como el Dios de la Técnica se le ocurrió ese nombre. En esa época, el Dios
de la Técnica era considerado una de las personas más fuertes del mundo. Seleccionaron a
siete personas (incluidas ellas mismas) y las declararon las más fuertes del mundo. Este
monumento fue una forma de inmortalizar quiénes eran esas personas.
"Creo que el Maestro Ruijerd sabe más al respecto. ¡Maestro Ruijerd!"
Geese gritó y Ruijerd, que había estado entrenando cerca con Eris, se acercó. Eris cayó al
suelo con las piernas y los brazos abiertos, tratando de estabilizar su respiración.
"Los Siete Grandes Poderes, ¿eh? Me trae recuerdos". Sus ojos se entrecerraron mientras
examinaba el monumento.
"¿Así que sabes de esto?" Le pregunté.
"Entrené duro cuando era joven para que un día uno de los 'Siete Grandes Poderes' me
tomara como estudiante." Ruijerd miró a la distancia mientras hablaba. Muy, muy lejos....
Espera, ¿qué tan atrás en el pasado estaba mirando?
"¿Qué es ese patrón?"
"Estos son los motivos para cada individuo. Están señalando los siete nombres actuales".
Ruijerd hizo un gesto a cada uno y me dijo sus nombres.
Los siete actuales eran (por orden de jerarquía):
Número Uno - Dios de la Técnica

Número Dos - Dios Dragón
Número Tres - Dios Combatiente
Número Cuatro - Dios Demonio
Número Cinco - Dios de la Muerte
Número Seis - Dios Espada
Número Siete - Dios Norte
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"Pero nunca antes había oído hablar de los Siete Grandes Poderes". Dije.
"El título era bien conocido hasta la Guerra de Laplace."
"¿Por qué se ha caído de uso?"
Ruijerd lo explicó. "La guerra de Laplace trajo grandes cambios. La mitad de los que están
en la lista desaparecieron".
Aparentemente, con la excepción del Dios de la Técnica, los Siete Grandes Poderes habían
participado en la Guerra de Laplace. Entre ellos, tres fueron asesinados, uno desapareció y
otro fue sellado. El único que logró salir de una pieza en ese momento fue el Dios Dragón.
Después de varios cientos de años, con los que se encontraban en los puntos de cambio de
fondo por los más fuertes, la frase quedó fuera de uso. Actualmente, se desconoce el paradero
de los cuatro de arriba.
DIOS DE LA TÉCNICA: Desaparecido
DIOS DRAGÓN: Desaparecido
DIOS COMBATIENTE: Desaparecido
DIOS DEMONIO: Sellado lejos
No fue un gran sistema de clasificación cuando los que confirmaron ser los más fuertes
estaban ausentes. Por eso el título de 'Siete Grandes Poderes' cayó fuera de uso y se
desvaneció de los recuerdos de la gente... o eso parecía. Por cierto, la razón por la que el Dios
Demonio no había sido eliminado de esta clasificación no era porque no estaba muerto;
simplemente había sido sellado.
"Me pregunto cuánta gente de esa época sigue viva".
"Quién sabe", dijo Ruijerd. "Incluso hace cuatrocientos años, la gente dudaba de que el Dios
de la Técnica existiera realmente."
"¿Por qué el Dios de la Técnica creó esta lista en primer lugar?" Le pregunté.
"Difícil de decir. Se decía que lo crearon para poder encontrar gente capaz de derrotarlos,
pero no lo sé".
Casi como el Ranking Fukamichi.
"Bueno, este monumento es bastante antiguo, así que tal vez las clasificaciones reales han
cambiado de todos modos", murmuré.
Geese agitó la cabeza. "Oí que ese monumento cambia por sí mismo a través de la magia."
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"¿Eh? ¿En serio, sí? ¿Qué clase de magia?"
"Como si lo supiera."
Así que aparentemente el monumento actualiza el ranking por sí solo. Me preguntaba cómo
lo hizo. Todavía había tanta magia en este mundo con la que no estaba familiarizado. Me
preguntaba si podría aprender más sobre esos tipos de magia yendo a la Universidad.
Aparte de eso, los Siete Grandes Poderes, ¿eh? Y yo que pensaba que el mundo ya tenía
suficientes personas ridículamente fuertes. Parecía que no podía seguir el ritmo de los
mejores. No es que yo quisiera ser uno de los más fuertes del mundo, en particular. De hecho,
decidí que era mejor no preocuparme por eso.
Nos llevó un mes salir del Gran Bosque. Pero eso fue todo, sólo un mes y estábamos fuera.
Era un camino completamente recto sin un solo monstruo. Por eso pudimos dedicar todo
nuestro tiempo a viajar.
Esa fue una razón, al menos. El otro fue porque nuestros caballos eran muy eficientes. Los
caballos de este mundo tenían una cantidad insensata de resistencia. Podían correr durante
diez horas en un día sin descansar, y al día siguiente lo hacían de forma indiferente. Tal vez
estaban usando algún tipo de magia, pero de cualquier manera salimos suavemente del
bosque.
En cuanto a los accidentes, el único que tuvimos durante nuestro viaje fue cuando me
salieron hemorroides. Por supuesto que no se lo dije a nadie, y lo curé en secreto con magia
curativa.
Eris pasó su tiempo de pie encima del carruaje, afirmando que era parte de su
entrenamiento. Le dije que parara porque era peligroso, pero ella sólo me respondió que no lo
era, que era para entrenar el equilibrio. Traté de hacer lo mismo, pero al día siguiente mis
piernas y mis caderas temblaban de dolor. Me dio un nuevo respeto por Eris.
Justo después de las Montañas Wyrm Azul, había una estación de descanso en una
pequeña ciudad a la entrada de un valle. Lo dirigían los enanos. No había ningún Gremio de
Aventureros. Era famosa por ser una ciudad de herreros con armeros y artilleros alineados uno
al lado del otro.
Geese me dijo que las espadas vendidas aquí eran baratas y de buena calidad. Eris parecía
melancólica, pero no teníamos el dinero extra para gastar en nada. Además, sin duda costaría
bastante dinero llevar un Superd con nosotros de Millis al Continente Central. Convencí a Eris
de que no comprara algo porque no podíamos permitirnos gastos innecesarios. La espada que
estaba usando ahora mismo no era mala, de todos modos.
Aún así, era un hombre. No importaba la edad que tuviera internamente, ver espadas
resistentes y armaduras alineadas de esa manera aún hacía que mi corazón se acelerara,
aunque mi edad (y apariencia) parecía importarle a un vendedor que se reía de mí, diciéndome:
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"No creo que esto te quede bien, chico". Se sorprendió al enterarse después de que yo estaba
en un rango intermedio en el Estilo Dios Espada. Bueno, no teníamos el dinero de todos
modos, así que sólo estaba mirando.
Según Geese, aquí es donde el camino se bifurca. Si se toma el camino de montaña hacia
el este, se encuentra una gran ciudad enana. Al noreste estaban los elfos y al noroeste la vasta
tierra que habitaban los hobbits. Quizás la falta de un Gremio de Aventureros en esta ciudad
fue un problema de ubicación.
Además, al parecer, si entrabas en las montañas había una fuente termal. ¡Una fuente
termal! Eso fue algo que me llamó la atención.
"¿Qué demonios es una 'fuente termal'?" Preguntó Eris.
"El agua caliente sale de la montaña", le expliqué. "Se siente muy bien bañarse en ella."
"¿Sí? Eso suena interesante. Pero Rudeus, ¿no es la primera vez que vienes aquí? ¿Por
qué lo sabes?"
"Lo leí en un libro."
¿Estaba escrito en la guía de Vagando por el Mundo? De alguna manera sentí que no lo
era. Aún así, una fuente termal. Eso sonaba bien. Aunque seguramente este mundo no tenía
yukata. Aún así, imaginando a Eris con su cabello mojado y su piel de melocotón,
espaciándose mientras se sumergía en el agua tibia....
No, probablemente no era una instalación mixta. Quiero decir, ¿verdad? Pero por si acaso
era una instalación mixta, entonces, ¿qué tan increíble sería? Ahora realmente quería echarle
un vistazo.
Mientras yo estaba ocupado debatiendo el tema en mi cabeza, Geese dio a conocer su

oposición. "La temporada de lluvias acaba de terminar, así que ahora mismo es un desastre
en las montañas." Nos llevaría demasiado tiempo llegar hasta allí, ya que no estábamos
acostumbrados a atravesar las montañas.
Y entonces, dejé el viaje a las aguas termales. Qué fastidio.
◇◇◇
El Camino de la Espada Sagrada se extendía a través de las montañas del Wyrm Azul. Su
sendero dividía la cordillera en dos, creando un espacio lo suficientemente ancho como para
que dos carruajes tirados por caballos pudieran pasar el uno por el otro. Era un barranco, pero
gracias a la protección divina del Santo Millis, las rocas rara vez caían desde arriba. Si este
camino no existiera, habríamos tenido que tomar un camino más indirecto viajando hacia el
norte.
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Aunque los dragones azules eran un encuentro raro en las montañas, todavía había muchos
monstruos. Intentar pasar a través de la cordillera presentaba un peligro considerable. En su
lugar, Millis había creado un atajo directo a través del cual los monstruos no aparecerían. Pude
ver por qué este santo había sido tan alabado.
Logramos atravesar el valle en tres días, completando nuestro largo y arduo viaje fuera del
Gran Bosque. Directamente desde allí estaba el País Sagrado de Millis. Finalmente habíamos
regresado al dominio de los hombres, un hecho que hizo que mi corazón diera un salto
mientras continuaba mi viaje.
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Capítulo Extra – Guardián Fitz
Para cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, estaba en el aire.
"¿¡Eh!?"
El viento se tragó instantáneamente su grito de incredulidad.
Estaba increíblemente alto. Podía sentir que caía rápidamente. La fuerza del viento
dificultaba la respiración. Estaba atravesando las nubes, y el miedo lo atravesaba.
"¡Eek!"
Podía oírlo, un grito desde lo profundo de su garganta. Era su llanto, pero sonaba tan
distante que parecía como si alguien más gritara. El grito le aseguró que era una realidad. No
sabía por qué, pero estaba en el aire y se estaba cayendo.
"¡Ah... ah!"
Tenía que hacer algo. Tenía que hacer algo o iba a morir. Sí, morir. No había duda de que
moriría. Si te caíste de un lugar lo suficientemente alto, te morías. Él lo sabía. También sabía
que el suelo se estaba acercando rápidamente.
"¡Waaaaaaaah!"
Sucumbió al miedo y desató todo su maná. Era el viento. Estaba soltando viento. Sentí como
si lo golpeara desde abajo. ¿Quién le enseñó que un pájaro monta el viento para volar en el
cielo? No podía recordar.
La velocidad de su caída disminuyó momentáneamente, y luego rápidamente regresó a su

ritmo anterior. La magia del viento no iba a cortarlo. Las aves pueden haber montado el viento
para volar en el cielo, pero no importa cuánto viento pongas debajo de los humanos, no podrían
volar. Alguien le enseñó eso. ¿Quién? Tampoco podía recordar eso.
¿Qué se suponía que debía hacer en una situación como ésta? Su maestro le había dicho
algo. Su maestro le enseñó muchas cosas. ¿Qué fue lo que dijo su maestro?
Piensa, piensa, Se dijo asi mismo.
Su profesor dijo algo sobre... ¿cómo volar? Así es, sobre cómo era imposible. No podías
volar, los humanos no podían volar. Tenías que usar algo para volar. Su profesor había
intentado volar antes. Lo intenté, fallé y puse algo en el suelo, algo blando sobre el que caer.
¡Eso fue todo! Algo para suavizar la caída. Algo suave. Algo suave para envolverse. ¿Pero
qué tan suave se suponía que debía ser? ¿Cómo se supone que iba a lograrlo?
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No lo sé, no lo sé, no lo sé. Gritó en su cabeza. ¿¡Qué hago, qué hago, qué hago!?
Conjuró agua y trató de envolverla alrededor de sí mismo. No ha funcionado. Se dispersó

inmediatamente. Invocó el viento y trató de impulsarse de nuevo. Fracasó. Eso no iba a
funcionar. Él conjuró la tierra....pero no estaba seguro de cómo usarla! ¿Él conjuró fuego y...
el viento... agua? ¿La Tierra? ¡Él no lo sabía! Simplemente ya no lo sabía.
"¡Aaah!"
Cayó de cabeza.
◇◇◇
"¡Waaaaah!" Un niño de cabello plateado gritó mientras sacudía su cuerpo de la cama.

Estaba en algún lugar alrededor de la edad de diez años, y sus rasgos juveniles estaban
contorsionados por el miedo.
"Hah, hah, hah, hah..." Respiró con dificultad y empezó a acariciar su cuerpo. Sus manos
agarraron puñados de cabello plateado, lo suficientemente duro como para arrancarlos. Estaba
comprobando si su cuerpo aún estaba entero.
"...Ah? ¿Eh?" Cuando miró a su alrededor, se dio cuenta de que ya no estaba en el cielo.
Estaba en una cama blanda. "Hah..." El joven se cubrió la cara con las manos y respiró aliviado.
"Hey, Fitz, ¿estás bien?" Una voz le gritó desde arriba. Otro niño estaba colgado boca abajo,
mirando a Fitz desde la cama de arriba. Este otro niño estaba en la cúspide de la edad adulta.
Era lo suficientemente guapo como para cautivar a cualquier persona que lo mirara, o eso
decía. Su nombre era Luke. "Estabas haciendo mucho ruido mientras dormías. ¿Tuviste ese
sueño otra vez?"
"Oh, sí...." El chico, conocido como Fitz, asintió vagamente en respuesta. De repente se dio
cuenta de que su área de la entrepierna se sentía extraña. Curiosamente, miró hacia abajo y
se dio cuenta de que estaba húmeda. Cuando investigó, descubrió que había empapado no
sólo la parte inferior de su ropa de dormir, sino también las sábanas debajo de él. Podía ver el
vapor que salía de ellos.
"¡Ah...!" Conmocionado, Fitz trató de levantar las sábanas para esconder el desorden de
Luke, pero ya era demasiado tarde. Luke vio el accidente de Fitz con el ceño fruncido.
"Wah....waah..." Fitz se veía lastimoso, con lágrimas en los ojos, mientras miraba a Luke.
"Lo siento... lo siento..."
"No te disculpes conmigo." Luke se bajó de su cama y suspiró mientras se rascaba la

cabeza. "Nadie te va a culpar."
"Pero, pero ya soy lo suficientemente mayor... y sin embargo, sigo... sigo mojándome así..."
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"No eres el único que tuvo una experiencia aterradora ese día." Luke se encogió de hombros
mientras lo decía, pero tenía una mirada seria en su cara. Su tono era totalmente sincero.
"Además, hay muchos tipos aquí que ensucian sus sábanas por la noche. Las criadas están
acostumbradas. Ahora date prisa, cámbiate y entrega tus camisas a la persona encargada de
lavarlas. Lady Ariel nos está esperando". Una vez que Luke terminó de hablar, salió de la
habitación.
Fitz enjugó sus lágrimas y se arrastró fuera de la cama, cogiendo sus gafas de sol de la
mesa cercana y deslizándolas sobre su cara.
◇◇◇
Fitz fue víctima del incidente que diezmó la región de Fittoa. Fue transportado en el aire, a
cien metros sobre el nivel del suelo. Como cualquier otro, Fitz no era una excepción a la ley de
la gravedad, así que cayó.
Lo único inusual en él era que era mago. No cualquier mago, tampoco. Puede que sólo
tuviera diez años, pero tenía un maestro excepcional y era al menos de nivel intermedio en
todas las escuelas de magia, avanzado en varias, y podía lanzar hechizos sin cantar.
Luchó como estaba en el aire. Antes de llegar al suelo, logró frenar la velocidad de su caída
y milagrosamente sólo se rompió las dos piernas cuando aterrizó (más bien se estrelló). Su
maná estaba completamente agotado y cayó inconsciente.
Fitz se despertó para descubrir que había perdido todo. Su ciudad natal, su casa, su familia.
Aún era tan joven, y en un instante se convirtió en un vagabundo. No tenía adónde ir y nadie
en quien confiar, excepto la mujer a la que había visto, Ariel Anemoi Asura. Ella vio la forma
en que Fitz ejercía libremente la magia sin ningún encantamiento, así que lo empleó. Después
de eso, Fitz comenzó su vida en el palacio real como guardián de la segunda princesa.
"Mmmmhhh.... Oh, Luke y Fitz, buenos días."
Su trabajo como guardián comenzó con Ariel. La despertaba a una hora específica cada
mañana. Normalmente este sería el trabajo de una dama de compañía, pero Ariel había
enfrentado tantos intentos de asesinato desde que era una niña que el deber ahora recaía en
uno de sus tutores, ya fuera Luke o Fitz. A Fitz sólo se le confió la tarea una vez que Ariel supo
que era un residente de fuera del palacio y que no estaba involucrado con ninguno de los
nobles que ella consideraba enemigos.1
"Buenos días, Lady Ariel."
Despertarse más tarde que la princesa era suficiente para justificar un duro castigo. O al
menos eso se suponía, pero Fitz se había despertado después de Ariel varias veces y nunca
fue disciplinado.
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"Es una linda mañana, ¿no? Luke, ¿cuáles son los planes para hoy?" Ariel estiró su cuerpo
y se deslizó de la cama, tomando asiento en su puesto de maquillaje. Fitz se paró detrás de
ella para lavarse la cara y peinarse.
"Después del desayuno tienes una reunión con los señores Datian y Klein para hablar de..."
Mientras Luke trazaba tranquilamente su itinerario, Fitz hizo un trabajo rápido y cuidadoso para
desenredar su cabello. "Por la tarde tendrás una reunión con Lord Pilemon, y luego la cena
será..."
"¿'Lord Pilemon'? Como si no lo conocieras. Luke, ese es tu padre, ¿no?"
"Me han dicho que mantenga separados los negocios y los asuntos privados."
Una vez que Fitz terminó de peinarse, Ariel se levantó de su asiento y levantó los brazos a
la altura de los hombros. Fitz inmediatamente se puso a desvestirla. Normalmente, cambiar la
ropa de la princesa sería un trabajo para una de sus damas de honor, pero esta era otra
costumbre que había estado practicando desde que era niña.
Fitz se sintió nervioso mientras quitaba las hermosas sedas que estaban envueltas
alrededor de la piel blanca y vibrante de Ariel, cambiándolas por ropa que una dama de
compañía había preparado de antemano. La ropa era compleja, con una estructura extraña
que Fitz ni siquiera sabía cómo ponerse. Sin embargo, se las arregló para deslizarlo
enérgicamente sobre su cuerpo.
Ni siquiera estaba seguro de cómo vestir a la gente cuando le asignaron el trabajo por
primera vez. Pero se había vuelto muy hábil en eso. Incluso un patán como Fitz podría
aprender después de ser forzado a hacer lo mismo una y otra vez.
"Fitz… has estropeado uno de los botones."
"¿Eh? Ah, sí, lo siento." En ese momento se distrajo y la princesa señaló su error. Fitz se
apresuró a intentar arreglarlo, pero no estaba seguro de qué botón se había deslizado. Con
ropa como ésta, si se estropeaba un solo paso del proceso, era imposible saber por dónde
empezar a arreglarlo.
"¿Qué pasa?" preguntó la princesa. "Si no te das prisa y me vistes, podría resfriarme."
"¡Sí, tienes razón, por favor, espera un momento!"
"¿O quieres ver mi cuerpo?" Ariel se burló.
"¡N-no!"
Su cara se tornó de un rojo brillante con pánico mientras negaba la acusación de ella. Ariel
se rió. A ella le gustaba lo inocente que era, hasta el punto de que a menudo se metía con él
de esta manera.
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"Creo que te ves hermosa." Luke siempre fue el que saltaba a ayudar durante tales
interacciones. Sonrió y señaló el ojal que Fitz estaba buscando.
"Dios mío, Luke, ¿significa eso que te estás enamorando de tu maestra?" Ariel arrulló. "Si
es así, eso equivale a blasfemia. No podrás escapar del castigo por eso."
"Qué aterrador. ¿De qué tipo de castigo estamos hablando?"
"Del tipo en el que confisco todos tus bocadillos para hoy", dijo.
"Oh Dios. Bueno, eso es bastante severo. Pero si eso es lo que mi maestra desea, que así
sea".
Mientras los dos continuaban su interacción, Fitz finalmente terminó con su ropa. Ariel dio
una vuelta para confirmar que no había imperfecciones en su ropa, y luego asintió con
satisfacción.
"Buen trabajo. Ahora, vamos a comer".
"¡Sí, milady!"
Luke siguió a Ariel mientras salía. Fitz se movió para seguirla, pero se detuvo abruptamente
para echar un vistazo a su reflejo en el espejo de su maquillaje. Mostraba a un joven de mirada
sombría, con gafas de sol sobre los ojos. Se quedó allí y se retorció un mechón de pelo blanco
corto alrededor de uno de sus dedos. Sólo duró un momento. Se dio la vuelta y siguió a Ariel.
◇◇◇
Los nobles fueron muy críticos con el joven guardián Fitz después de su abrupta aparición
en el palacio real.
"Pero hay tantos entre el gremio de magos que nacieron en familias más nobles..."
Su familia y sus antecedentes eran completos misterios. Lo único que la gente sabía de él
era su raza y el color de su cabello. Por sus modales y forma de hablar, estaba claro que no
era noble. A pesar de ello, Ariel lo había designado como su nuevo tutor. Ella le dio equipo de
calidad de guardián y lo mantuvo a su lado constantemente. Un trato tan especial no hizo más
que inflamar la desaprobación de los nobles.
"¿No se puede hacer algo con esas gafas de sol al menos?"
"Estoy de acuerdo. Es casi como si el chico ni siquiera entendiera el concepto de respeto."
Siempre llevaba gafas de sol. En la corte imperial, esconder tu cara sin propósito era
considerado descortés.
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Sin embargo, las palabras de los nobles estaban mal informadas. Ariel había recibido
permiso del propio rey para las gafas de sol. De hecho, las gafas de sol eran un elemento
mágico que podía sentir cuando Ariel estaba en problemas, sin importar dónde estuviera el
usuario. El artículo se consideró necesario después de su "incidente" anterior, por lo que el rey
lo permitió.
"Gracias a esas gafas de sol, las doncellas del palacio imperial siguen gritando con voces
tan agudas."
"Sí, he oído cómo les da tanta felicidad ver a Fitz y Luke caminando juntos."
"De hecho, nada parece hacerles más felices que ver a un mujeriego como Luke entrando
tan valientemente para ocuparse del chico."
"Están corrompiendo la moral de la corte imperial."
"No es que el tribunal tuviera ninguno en particular."
Hahaha, los nobles se rieron.
Fitz siempre seguía a Ariel, y se notaba que el chico era guapo bajo esas gafas de sol. Así
que verlo a él, Ariel y Luke animaron a muchos a soñar con fantasías salvajes.
"Me doy cuenta de que ambos son chicos, pero hay algo raro."
"¿Oh? ¿Qué es extraño?"
"Luke profesa, sin dudarlo, que ama a las mujeres y odia a los hombres, pero está siendo
inusualmente amable con ese chico."
"Ahh, ya veo lo que quieres decir. Eso es verdad."
"Sí, pero no tiene nada de extraño. Estoy seguro de que significa que Luke también ha
llegado a entender la belleza de los hombres, ¿no?"
"Sin duda, ¡ha ha ha!"
La homosexualidad no se consideraba inusual para los nobles de Asuran. Había quienes

tenían preferencias sexuales mucho más extrañas, por lo que los chicos que se enamoraron
de otros chicos guapos no merecían ninguna sorpresa.
"¿Pero dónde en el mundo encontró la princesa a ese chico?"
"¿Quién lo dice? Pero para la Princesa Ariel ofrecer tal apoyo me hace preguntarme. Quizá
sea el hijo ilegítimo de algún noble de alto rango".
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"Oh, ¿entonces tienes una idea de dónde es él?"
"Ciertamente. Hace algunos años fui a visitar a mi primo en la región de Fittoa. Ese primo
había asistido a la ceremonia de cumpleaños de la nieta de 10 años de Lord Sauros".
"Oh, nieta de Lord Sauros... ¿Te refieres a la princesa mono pelirroja de los Boreas?"
"Sí, la que tiene la reputación de ir a la escuela y golpear a otros niños de su edad. La que
descuidó tanto sus estudios que ni siquiera podía saludar a la gente adecuadamente. Esa
princesa mono".
"¿Y qué tiene que ver eso con esto?"
"Sí, bueno, según la historia de mi primo, esa princesa mono había cambiado bastante. Ella
saludaba a la gente educadamente, se comportaba como una dama y bailaba
magníficamente".
"Estoy seguro de que los rumores han sido adornados. Quizás es sólo que la princesa mono
no se comportó como un mono por una vez?"
"No, esto fue diferente. Según mi primo, cuando saludó al señor, Sauros se jactó de ello".
"¿Sobre qué?"
"Que el que le había enseñado a su nieta era un niño dos años más joven que ella."
"Oh... la edad sí encaja."
"El Señor lo alabó tanto que mi primo empezó a sospechar y hasta me preguntó: '¿Este
chico es pariente tuyo?'".
"Oh, Dios mío."
"Por supuesto que el Señor no dijo mucho, pero oí que tampoco lo negó rotundamente."
"Así que esa es la historia. ¿Podría ser ese impresionante joven el niño que Ariel reclamó
como su tutor?"
"Podría ser."
"Esa es la razón por la que el chico tiene tanta etiqueta a pesar de ser un plebeyo."
Fue entonces cuando otro noble pensó en voz alta: "¿Pero es realmente así de fuerte?"
Según Ariel, Fitz era lo suficientemente ágil como para avergonzar a los caballeros en
formación de la corte. También era muy versado en lectura, escritura y aritmética, y tenía un
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conocimiento más íntimo de la magia que el que tenían incluso los profesores de la Universidad
de la Magia. Sin mencionar que podía usar magia de nivel avanzado sin ningún encantamiento,
¡con sólo diez años de edad!
"Tiene que ser un montón de tonterías".
"Sin embargo, después de lo que la Princesa Ariel ha pasado, es difícil de creer que
mantenga a alguien que no sea fuerte a su lado."
"Hmm, ¿por qué no lo vemos por nosotros mismos? Quítale la máscara a ese chico y véalo
por lo que realmente es..."
"Yo no aconsejaría eso. Si realmente es tan poderoso, sólo te estarás causando problemas
a ti mismo".
"Cierto. Sin embargo, como es un guardián, al menos me gustaría que aprendiera algunas
de las tradiciones de la corte".
"De acuerdo. Ya he tenido suficiente de que sea un vulgar pueblerino".
Así fue como los nobles criticaron a Fitz, chismorreando maliciosamente sobre él mientras
miraban, sin ninguna intención de actuar en sus hostilidades. Afortunadamente, eso era
exactamente lo que Ariel esperaba que hicieran.
◇◇◇
"Entonces, ¿haremos que el hijo de Lord Tink entre en el Gremio de Caballeros?"
"Sí, es hábil en aritmética. Que entre en el gremio y aprenda de primera mano del contador
del gremio".
Fue a primera hora de la tarde. Ariel se reunía con el padre de Luke, Pilemon Notos Greyrat.
Pilemon encabezó la lista de seguidores de Ariel. Aunque tenía mal juicio, era un joven que
actuaba como el Señor de Lieja de la Región de Milbotts. Cada vez que surgía algo, él la
visitaba para discutir el futuro.
Ariel no tenía muchos partidarios. Aún no era adulta, y aunque era popular entre el público
en general, no gozaba del mismo nivel de aclamación entre los nobles. Por eso, en la
actualidad, están sentando las bases con ellos.
Los poderosos nobles de alto rango que apoyaron al primer o segundo príncipe no los
traicionaron simplemente para apoyar a Ariel. Ya habían establecido sus posiciones dentro de
sus facciones.
Por eso Pilemon sugirió capturar a los votantes indecisos. Esto significaba ganarse a nobles
del campo que no se involucraban en las disputas políticas del continente, así como a nobles
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de rango medio y bajo que no tenían mucho poder. Entonces Pilemón usaría su poder para
nombrarlos como funcionarios del gobierno, colocando a aquellos que eran excepcionales en
posiciones más bajas (aunque importantes).
La suya era una estrategia para el futuro, para dentro de diez o veinte años. Dentro de una
década, los que apoyaron a Ariel gracias al trabajo de Pilemon estarían en varios puestos clave
(aunque no estuvieran en la cima) y le darían un gran apoyo.
"El Gremio de Caballeros, el Gremio de Magos, la Guardia Imperial, y la Guardia de la

Ciudad... Para estos, hemos sentado las bases para todas las posiciones clave."
"Es demasiado pronto para decir si las semillas que plantamos darán fruto. Es posible que
alguien vea nuestro plan y lo saque de raíz".
Primero, trabajaron para suprimir la fuerza militar y hacerla suya. En esta era de paz, los
soldados y caballeros no eran tan valorados como antes. Su trabajo consistía en eliminar
monstruos y ladrones, a lo sumo. Se podría decir que no tenían poder político, por lo que las
otras facciones no trataron de obtener su apoyo. Aún así, si algo sucediera, los militares serían
los que tomarían acción.
El Reino Asura no había visto una guerra civil en mucho tiempo. Mientras no quedaran
pruebas sólidas, incluso el asesinato en la corte era permisible. En consecuencia, los nobles
habían olvidado el poder de los militares. Ariel y Pilemón, por otro lado, trabajaron primero y
ante todo para obtener el apoyo de los militares.
"Es desconcertante tener que tomar medidas tan torpes como ésta."
"Ciertamente." Pilemon era el jefe de la familia Notos Greyrat, pero era más joven que los
otros Greyrats y no tenía mucho en cuanto a popularidad o monedas.
Ariel era similar. Formaba parte de la familia real, por lo que podía usar el dinero libremente,
pero de un vistazo quedó claro que había una gran diferencia entre ella y los demás candidatos.
Su única ventaja era su popularidad entre la gente, y la popularidad se desvanecía
rápidamente. Los otros príncipes no ayudaron mucho a cambiar los corazones de la gente. La
popularidad era demasiado voluble para usarla como eje.
Pero, ¿con quién peleaba y con qué propósito?
"Pero Su Alteza, un camino sólido y firme es el más rápido."
"Sí, por supuesto. Eso ya lo sé. Obtener la corona requiere que uno tome el camino
tortuoso".
Fue porque Ariel había decidido convertirse en la reina. Había comenzado el camino que la
llevaría al trono.
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Mientras que los de la corte se centraban en Fitz, Ariel trabajaba en segundo plano para
fortalecer sus lazos con los influyentes nobles que la apoyaban, librando silenciosamente su
propia guerra política.
Se puso el manto de la aterrorizada princesa, tratando frenéticamente de protegerse. Era

como una capa de invisibilidad que escondía los dientes de su león mientras avanzaba. Tal
como su difunto ex tutor, Derek Redbat, había deseado de ella.
“…”
Dos personas estaban de guardia mientras Pilemón y Ariel trabajaban en asuntos de

personal. Luke y Fitz observaron en silencio, sin involucrarse en la conversación.
Si un mercader o aventurero con buen ojo viera el equipo que llevaban los dos, se quedarían
boquiabiertos. Ambos estaban completamente adornados con objetos mágicos. Fitz y Luke
llevaban botas de velocidad que les permitían correr al doble de la velocidad normal, una capa
ignífuga que los mantenía a una temperatura corporal constante sin dejar que el calor pasara
a través de ella, y guantes de abrigo que reducían a la mitad cualquier impacto en la palma de
la mano del portador. Además, a la cintura de Luke había una espada de corte de acero que
podía atravesar fácilmente un escudo de acero.
Desde las armas hasta la armadura, el equipo era perfecto. Ariel las había obtenido todas
después de su incidente anterior. Sólo la varita que sostenía Fitz era diferente. Era una
pequeña vara, del mismo tipo que se le dio a un aprendiz que apenas empezaba a aprender
magia. Esto no era ni un objeto mágico ni un implemento mágico.
"Bien, Lord Pilemon, gracias por su tiempo."
"Sí. Y la princesa Ariel, esta podría ser la apertura perfecta para que alguien descubra lo
que estamos planeando, así que asegúrate de no dejarles ningún hueco."
"Ciertamente."
Mientras Luke y Fitz los protegían, Ariel y Pilemón concluyeron su reunión. Ambos parecían
satisfechos cuando cruzaron la habitación y se dirigieron a la puerta. En respuesta, Luke igualó
el ritmo de Ariel y se puso en línea directamente detrás de ella. Fitz era un poco más lento,
pero siguió el ejemplo de Luke.
"Luke, asegúrate de proteger a su señoría."
"Ha ha ha."
Pilemón dejó a su hijo con ese mensaje antes de despedirse. Mientras veía a su padre irse,
Luke se inclinó como lo exigía la costumbre.
"Uf... eso llevó un poco de tiempo. Comamos, ¿de acuerdo?"
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"Sí, princesa". Luke tocó la campana para llamar a los sirvientes. Sonó tres veces. Cuando
apareció una dama de compañía, le ordenó que preparara la comida y luego regresó a su lugar
detrás de Ariel.
Fitz observó toda la interacción con gran interés. "¿Hay algún tipo de sistema con esa
campana? Como si, ¿tienes que llamar un cierto número de veces para pedir comida?"
"Por supuesto que no. Es sólo una campana normal", dijo Luke con exasperación.
Fitz sacó los labios con una mueca y asintió. "Ah, está bien. Supongo que eso tiene sentido."
Últimamente, Fitz le hacía a Luke preguntas como ésa todo el tiempo, incluyendo algunas
sobre los modales a la hora de comer y la etiqueta de los saludos. El propio Fitz tenía poco
más que un vago conocimiento de esas cosas, por lo que otros nobles se reían a su costa a
cada paso. Cada vez, se llenaba de vergüenza y luego le preguntaba a Luke la etiqueta
apropiada para poder hacerlo perfectamente la próxima vez.
"Hee hee." Ariel se rió de su conversación. "Fitz, por fin has empezado a acostumbrarte a
la etiqueta de la corte últimamente, ¿no?"
"En absoluto. Tengo un largo camino por recorrer."
"Ver lo duro que trabajas puede calentar el corazón de cualquiera."
"No estoy tan seguro. Los otros nobles parecen odiarme, al menos". Fitz frunció los labios
en otra mueca y se volvió para mirar a Luke. Este último miró hacia otro lado como si el asunto
no tuviera nada que ver con él.
"Los chismes de la chusma no son nada de lo que preocuparse. Me gustas", dijo la princesa.
"...Gracias." Fitz no parecía muy contento, pero inclinó la cabeza ante Ariel. "Por otra parte,
princesa, ¿ya has encontrado a mi familia o a mi maestro?"
Ariel agitó la cabeza débilmente. "No..."
Fitz había accedido a convertirse en el guardián de Ariel con algunas condiciones propias.
La primera era que ella perdonaría su crimen de entrar en el palacio sin autorización. Fitz había
aparecido repentinamente el día del incidente del desplazamiento. Aunque no fue por su propia
voluntad, había entrado en el terreno sin permiso, lo que era un delito punible de acuerdo con
las leyes del Reino Asura. A discreción de Ariel, se le ahorró la disciplina, aunque eso
seguramente hubiera sucedido de todos modos, dado que él le salvó la vida en el proceso.
La otra condición era que buscara a los amigos y familiares de los que él había sido
separado. Dado que el incidente ocurrió en la región de Fittoa, el señor feudal de esa región
(Boreas) debería haber supervisado esta tarea. Pero la familia Boreas había perdido toda su
tierra y la gente bajo su mando junto con ella.
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Los nobles que consideraban a la familia Boreas como sus enemigos vieron una oportunidad
perfecta y lanzaron su ataque con entusiasmo. Era todo lo que la familia podía hacer para
tratar de preservar su posición. No se dieron el lujo de buscar residentes desaparecidos.
Habían organizado algo parecido a un grupo de búsqueda, más o menos, pero era poco más
que para mostrar. Así que Ariel usó su dinero de bolsillo para reunir un equipo y les ordenó
que buscaran.
Por cierto, el ministro de alto rango Darío, que apoyó al primer príncipe, más tarde tomaría
a la familia Boreas bajo su protección e invertiría en un grupo de búsqueda. Un grupo de
búsqueda que aumentaría de tamaño, pero... Bueno, esa es una historia para otro momento.
Con esas dos condiciones, Fitz se convirtió en el guardián y protector de Ariel.
"No sé el paradero de tu familia. Como sabes, han sido esparcidos por todo el mundo."
"Sí....lo entiendo." La cara de Fitz se derrumbó, lo suficiente para que cualquiera que lo viera
sintiera lástima por él.
Ariel lo notó y tenía una rara mirada de angustia en su rostro. "Fitz… me disculpo. Ahora
mismo no tengo mucho poder".
"No, no habría sido capaz de hacer nada por mí mismo, así que estoy agradecido por lo que
has hecho."
La expresión de Ariel se volvió pensativa al ver la valiente respuesta de Fitz. Entonces, de

repente, ella aplaudió. "¡Así es! Fitz, ven a mi habitación esta noche."
"¿¡Eh!?" Su repentina propuesta provocó un grito inusualmente fuerte de Fitz.
"He oído que has tenido pesadillas últimamente, haciendo mucho ruido mientras dormías.
Si duermes al lado de alguien, eso podría aliviar un poco el problema, ¿no?"
"Pero yo sólo soy tu guardaespaldas, un campesino, y tú eres una princesa... ¡Luke, por
favor, di algo!"
Cuando la conversación se dirigió repentinamente a Luke, él mostró una sonrisa primitiva y

apropiada y dijo: "¿Por qué no aceptar su oferta? Piensa en ello como una recompensa".
"¿Una recompensa...?"
"Bueno, estoy seguro de que despertará algunos rumores extraños, pero deberías estar
bien. Has soportado sus chismes hasta ahora después de todo, ¿verdad?"
Fitz no tenía aliados aquí. Una vez que se dio cuenta de eso, suspiró.
◇◇◇
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Mientras Ariel y Pilemón conspiraban entre sí, en algún otro lugar del palacio imperial, otra
conspiración estaba tomando forma.
"¿Cómo se ven los movimientos recientes de Ariel?"
Dos hombres conversaban en una habitación. Uno de ellos era un joven de pelo rubio y
suave, de unos veinte años de edad. En una mano tenía una copa de vino hecha de vidrio
Begaritt, que contenía vino fresco de la región de Milbotts.
El otro hombre era un hombre corpulento que parecía tener más de cincuenta años. Una
niña semidesnuda estaba sentada en su regazo, y su mano estaba estirada hacia su trasero.
"Un poco sospechoso, diría yo." Su voz era fría y sus ojos ardían de lujuria mientras miraba a
la chica. Se sonrojó y miró hacia abajo mientras le frotaba el trasero.
Al joven no pareció importarle. Sólo disfrutaba el sabor de su vino, batiendo el líquido dentro
de su vaso. "Eso no me dice nada."
"He recibido informes de que ha insertado a sus propios hombres en el Gremio de

Caballeros y en la Guardia Imperial."
"El Gremio de Caballeros y la Guardia Imperial? Maldita sea esa Ariel. ¿Tiene la intención
de dar un golpe de estado?"
El hombre mayor metió la mano en las bragas de la chica y sacudió la cabeza. "Imposible.
No es tan impaciente. Estoy seguro de que sólo pretende aumentar sus aliados".
"Pero el Gremio de Caballeros y la Guardia Imperial no tienen ninguna influencia política."
"Sí, por supuesto. Pero hay mucha gente común entre el Gremio de Caballeros y la Guardia
Imperial. Esa es la gente con la que la Princesa Ariel puede trabajar más fácilmente. Estoy
seguro de que eso es sólo el comienzo de sus planes".
"Hm..."
El hombre mayor continuó: "Además, no es como si tuviera su propio ejército privado".
El hombre más joven empezó a pensar. El Gremio de Caballeros y la Guardia Imperial no

tenían poder político. El Reino Asura tenía sin duda la mayor fuerza militar de todas las
naciones, pero la mitad de sus soldados eran gente común. Los de arriba eran nobles y
seguidores suyos, así que no sería fácil reemplazarlos.
Aún así, el gremio y la guardia serían los primeros en moverse si algo sucediera en la capital
imperial. Si los capitanes y comandantes fueran reemplazados por personas que apoyaran a
Ariel, entonces los soldados y caballeros bajo su mando también se aliarían con ella, ya que
ella era más popular. En ese caso, no podía descartar la posibilidad de un golpe de estado.
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"Eso fue un punto ciego para mí. Parece que mi hermana menor es muy inteligente." Había
admiración en su voz mientras hablaba.
El gordo resopló de risa mientras jugaba con el cuerpo de la niña. "Eso es absurdo. Es sólo
un acto desesperado, estoy seguro." Una sonrisa curvó sus labios cuando los callados gemidos
de la niña comenzaron a crecer. "Sin embargo, por desesperado que sea, es un buen
movimiento. Pensé que el neófito de Notos no era más que una rata solapada, pero parece
que tiene algo de visión después de todo".
"¿Qué debemos hacer?", preguntó el joven.
El hombre gordo sacó su mano del cuerpo de la chica. Sumergió la punta de su dedo en un
vaso de vino y le metió el dedo, goteando líquido púrpura, en la boca. La chica no intentó
detenerlo, sino que simplemente lo lamió. "No hay nada que hacer", dijo. "Los he visto en
silencio el año pasado. Si van a ser enemigos de Su Majestad, Príncipe Grabel, entonces
naturalmente debemos deshacernos de ellos".
"¿Por qué medios?"
El hombre gordo se llevó el dedo, que la joven había estado lamiendo, a los labios y se
arremolinó con la lengua a su alrededor. "En vez de arrancar las flores, vamos a deshacernos
del que siembra las semillas."
"Muy bien, Darius. Te lo dejo a ti".
"Como ordenes, mi príncipe."
El primer príncipe Grabel y el ministro de alto rango Darío se asemejaban a un par de

funcionarios corruptos del período Edo mientras conspiraban en el aislamiento de una
habitación privada. La única persona que escuchó su charla fue la esclava descansando sobre
el regazo de Darío. Y esa chica resultó ser...
◇◇◇
Era tarde en la noche, un momento para que todos descansaran en sus camas, cuando Fitz
llegó a las habitaciones de Ariel. El vapor le salía visiblemente de la cara.
"Princesa Ariel, estoy aquí como me pediste."
Antes de que llegara, las damas de honor de Ariel le habían llevado al baño, manchado su
cuerpo con aceites perfumados y lo habían transformado en ropa de noche de alta calidad
tejida con un tejido suave.
"Me alegro de que hayas venido. Ya puedes irte", le dijo a sus dos damas de honor. Cada
una se inclinó antes de salir por la puerta. De repente, Fitz y Ariel estaban solos en su
habitación poco iluminada. "¿Qué pasa? Ven aquí y siéntate a mi lado".
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"D-De acuerdo". Fitz hizo lo que se le dijo, hundiéndose nervioso junto a la princesa.
Ariel movió su cuerpo más cerca del de él.
Fitz movió su cuerpo más lejos. Entonces, un poco asustado, levantó su mano para
quedarse con ella. "Uh, um… solo estamos durmiendo juntos, ¿verdad?"
"Sí, por supuesto."
"Um… uh... dices eso, pero tienes una mirada de miedo en tus ojos."
Ariel se acercó gradualmente de lado, y Fitz se apresuró a poner más distancia entre ellos.
"No hay nada aterrador en esto. Es verdad, me emociona el aspecto brillante de tu piel, pero
está bien. No voy a hacer nada. Ahora, acuéstate en la cama".
"No, da miedo. ¡Me estás asustando, princesa!"
"No hay nada que temer", le respondió Ariel arrullada.
"No, estoy diciendo.... estoy, ya sabes. Lo sabes, ¿verdad? Que en realidad estoy..."
"Lo sé", dijo ella. "Por supuesto que lo sé."
Por fin había acorralado a Fitz en el borde mismo de la cama. Ariel puso su mano en su
hombro y lo forzó contra el colchón. "Por eso me gustaría que tú también aprendieras más
sobre mí."
Fitz cerró los ojos como si fuera virgen. Era demasiado para él, así que accedió, confiando
su cuerpo a su mano. Después de todo, Fitz no tenía parientes a los que acudir, así que no
podía ir en contra de los deseos de Ariel.
"Era una broma. Me detendré aquí", dijo la princesa. Ella se alejó de él y se sentó a su lado,
tumbada de espaldas.
Sorprendido por esto, Fitz giró la cabeza y sus ojos se encontraron. "Um..."
"Te lo dije, ¿no? Que sólo vamos a dormir juntos. ¿Te estás haciendo una idea equivocada?
¿Pensaste que te obligaría?"
Fitz se puso de rojo brillante hasta las orejas. Ariel se rió cuando lo vio. "Es verdad, ver la
cara que pones ahora me da ganas de hacerlo, pero hoy me voy a dormir a tu lado." Ella
levantó la vista y exhaló.
Fitz seguía confundido, inseguro de lo que debía hacer. Su cuerpo se volvió rígido.
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Por un momento, el silencio cayó entre ellos. La que finalmente lo rompió fue Ariel. "Yo
también", dijo ella. "Yo también he estado soñando."
"¿Soñando?"
"Sí, sobre ese día. Sobre Derek siendo asesinado por ese monstruo, y que se vuelve contra
mí para devorarme después. Esa pesadilla". Fitz miró la cara de Ariel otra vez. Su habitual
sonrisa suave había desaparecido, dejando una expresión en blanco y transparente. "Tengo
ese sueño todo el tiempo. Lucho mientras duermo y finalmente me despierto una vez que ha
terminado. Lleva días así".
"¿Para ti también?" preguntó Fitz.
"Sí." Ariel asintió con la cabeza y apretó su mano contra la de ella. Sus dedos eran delicados
y delgados, tanto que parecía que podían romperse en cualquier momento. Sin embargo, la
fuerza de su agarre le aseguró que estaba llena de vida. "Fitz, no puedo entender tu dolor,
pero no fuiste el único que experimentó dolor ese día. Si lo estás pasando mal, puedes
apoyarte en alguien".
"Gracias..."
"Por eso no dudé en apoyarme en ti. Tal vez si duermo junto a la persona que me salvó ese
día, entonces ya no tendré esa pesadilla".
Esas palabras fueron extrañamente relajantes para Fitz. Era como si ella supiera que él no
había podido relajarse desde el incidente del desplazamiento. Se dio cuenta de que él luchaba
por ganarse su aprobación, fanfarroneando para que ella no pensara que él era inútil,
trabajando duro para que ella no lo despidiera sin más.
"Ahora entiendo..."
Nada de eso era necesario. Ariel seguramente lo habría mantenido a su lado aunque no
pudiera usar magia, porque era alguien que podía entender su dolor.
"¿Princesa Ariel?"
"¿Qué pasa?"
"Voy a hacer lo mejor que pueda como tu tutor", dijo.
"Es una buena actitud. Pero por el momento, espero que lo hagas en mis sueños". Ella se
rió.
Como si se sintiera animado por su risa, Fitz también sintió que una sonrisa se elevaba a
sus labios. Fue la primera vez desde el incidente de hace un año.
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"Muy bien, entonces vamos a dormir."
"Sí, princesa. Buenas noches."
Ariel mantuvo sus dedos alrededor de la mano de Fitz mientras cerraba los ojos.
Fitz también cerró los ojos, anticipando la comodidad del sueño. Pero entonces, justo
cuando estaba a punto de abandonar su conciencia, se dio cuenta de algo.
"¿Eh...?"
Había una presencia en la habitación. Hace unos momentos, los únicos que había sentido
eran los suyos y los de Ariel, pero había alguien de pie junto a la cama. Una chica joven. Estaba
flotando junto a su cama con poca ropa que apenas ocultaba sus regiones más bajas, y en su
mano llevaba un gran cuchillo.
La chica se movió en el momento en que los ojos de Fitz se encontraron con los suyos. Se
arrojó sobre Ariel en un intento de ataque.
Fitz se dio cuenta de que era una asesina, pero antes de que pudiera gritar nada, su cuerpo
ya se estaba moviendo. En el mismo instante en que saltó para proteger el cuerpo de la
princesa, extendió ambas manos hacia la niña y liberó su magia. "Ráfaga de aire".
"¡Gah!" La magia, que había sido lanzada sin conjuros, golpeó directamente a la niña,
tirándola lejos de donde estaba Ariel.
"¿Qué está pasando?", gritó la princesa.
"¡Princesa! ¡Es un asesino! ¡Por favor, ponte detrás de mí! Luke, ¡es un ataque enemigo!"
La voz de Fitz resonó. El cuarto de los guardianes estaba justo al lado del de la princesa, así
que Luke debería venir rápidamente.
"Uf..."
El asesino se levantó. Sus ojos se dirigieron hacia Fitz y Ariel, revoloteando entre los dos
antes de fijarse finalmente en Fitz. Parecía que planeaba acabar con el guardaespaldas antes
de tratar con su objetivo.
Encontrándose en el lado receptor de la mirada del intruso, Fitz se rebajó a una postura de
batalla. Seguía vestido con su ropa de cama sin una sola pieza de su extravagante equipo,
pero eso no disminuía su espíritu de lucha.
"...Hssh!" El asesino corrió hacia delante, dirigiéndose directamente hacia Fitz.
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Fitz giró ambas palmas hacia afuera y desató su magia. "¡ha!" No había forma del maná que
fluía de sus manos. El sonido de una explosión fue acompañado por el estallido de la cama
del dosel, dejando un agujero en la pared.
Esto era un hechizo de nivel avanzado, Sonic Boom. No había muchos que pudieran
enfrentar una explosión como esa y vivir. Sin embargo, el asesino aún estaba vivo. Hizo
parecer que corría hacia él antes de saltar a un lado. Una finta. Ya fuera intencional o casual,
el asesino había evitado el ataque de Fitz. Entonces ella azotó con su cuchillo en el aire. Voló
directo hacia Ariel.
Fitz extendió instantáneamente su mano en el aire como para tratar de atraparlo. Por
supuesto, coger un cuchillo volando por el aire no fue tarea fácil. Afortunadamente, cogió las
puntas de sus dedos, cortando su piel e interrumpiendo su trayectoria.
Habiendo fracasado en su técnica de ejecución, la asesina se dedicó a la defensa, casi

como un gato tratando de mantener su distancia.
"¡Ah...!"
En segundos fue enviada volando por el aire por la segunda ronda de magia de Fitz. El
impacto directo cortó las cuatro extremidades de la asesina, y fue dejada tambaleándose por
el aire, cayendo por el agujero de la pared hacia la oscuridad de la noche.
"Hah...hah...hah..."
El repentino cambio de defensa a ataque dejó a Fitz sin aliento mientras miraba el agujero.
Era una noche sin luna, así que estaba excepcionalmente oscuro. No podía estar seguro de lo
que veía abajo, pero la asesina había sufrido esa caída con las extremidades cortadas. No
había forma de que siguiera viva.
"Uf..."
La sensación de que había matado a alguien no se había asimilado aún.
"Oh....Princesa Ariel, ¿estás bien?" Se apresuró a volver a la habitación para confirmar que
ella estaba a salvo. A mitad de camino, sus piernas se convirtieron en fideos. "¿H-huh?" Las
puntas de los dedos de sus pies se entumecieron y se derrumbó en el acto, su cuerpo cediendo
por debajo de él.
¡Veneno...! Ya era demasiado tarde para cuando se dio cuenta, y todo su cuerpo empezó a
temblar cuando su conciencia se oscureció. ¡Magia de desintoxicación...! Si Fitz hubiera sido
un mago ordinario, o si no hubiera podido ejecutar su hechizo sin cantar, entonces
probablemente habría muerto instantáneamente.
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Incluso cuando su conciencia estaba consumida por la oscuridad, se las arregló para lanzar
la magia de la desintoxicación. Luego miró a su alrededor. Ariel estaba a salvo, y aunque había
llegado tarde, Luke también estaba allí.
"¡Luke, el asesino! ¡Fitz lo derrotó, pero ha sido envenenado! ¡Llame al médico

inmediatamente! Y la Guardia Imperial. Creo que el cuerpo del asesino se cayó abajo."
"¡Entendido!" Luke asintió con la cabeza y bajó corriendo las escaleras mientras llamaba al
guardia.
Fitz miró, aún sintiéndose débil, y sólo perdió el conocimiento una vez que Luke estaba fuera
de la vista.
◇◇◇
Así, el intento de asesinato de Ariel había terminado.
Fitz había sido infectado por el veneno, pero el corte en su dedo era tan pequeño que sólo
un poquito entró en su sistema. Gracias a su rápida respuesta en el uso de la magia de la
desintoxicación, escapó por poco con su vida y no hubo efectos persistentes del veneno.
Cuando regresó al palacio, las impresiones de los nobles sobre Fitz habían cambiado. Fue
por el asesino al que había derrotado ese día. Sus restos habían caído en el patio, donde los
encontró el guardia. Fue identificada como una famosa asesina que había estado trabajando
en el Reino Asura durante los últimos diez años, conocida como el Cuervo del Ojo de la Noche.
Varios nobles habían sido víctimas de su espada antes. El hecho de que Fitz la hubiera
derrotado demostró que su fuerza era genuina. Como utilizaba el lanzamiento sin voz y no
hablaba mucho, fue apodado "Silencioso Fitz", y reconocido por todos los nobles como digno
de su posición como guardián de Ariel.
Con eso, el asunto se resolvió y la paz prosperó alrededor de Ariel... o eso parecía. Ninguna
historia ha cerrado sus cortinas tan fácilmente. A partir de ese día, más asesinos aparecieron
para reclamar la vida de Ariel, un ataque tras otro.
Cada uno de ellos fue desplazado por las capaces manos de Fitz, pero nunca se detuvieron
y nunca se identificó a ningún culpable. El Gremio de Caballeros llevó a cabo sus
investigaciones, pero alguien les estaba presionando, dejando los casos sin resolver.
Ariel estaba mentalmente acorralada y agotada por el hecho de que, aunque podía estar
relativamente segura de quién estaba enviando a estos asesinos, no podía sacar a la luz su
identidad. Como resultado, Pilemon determinó que era demasiado arriesgado para ella
quedarse y propuso un plan para que abandonara el país bajo el pretexto de estudiar en el
extranjero. Pero esa es una historia para otro día.
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◇◇◇
El Guardián Fitz había perdido a sus seres queridos en el incidente del desplazamiento, lo
que le afectó toda su vida. Aunque no fue por su propia voluntad, se vio arrastrado a las
profundidades de la sangrienta batalla política del Reino Asura.
Sin embargo, había una cosa buena. Después del día del intento de asesinato de Ariel, dejó
de tener pesadillas: las que le enviaron volando por los aires, luchando inútilmente hasta que
se estrelló contra el suelo. Eso, al menos, podría haber correspondido a su única misericordia.
Todavía queda algún tiempo en nuestra historia antes de que los destinos de este joven y
Rudeus Greyrat se entrecrucen.
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Sobre El Autor
Rifujin na Magonote
Reside en la Prefectura de Gifu. Le encantan los juegos de lucha y las galletas de crema.
Inspirados por otros trabajos publicados en el sitio web Let's Become Novelists, crearon la
novela web Mushoku Tensei. Instantáneamente obtuvieron el apoyo de los lectores y se
convirtieron en el número uno en la clasificación combinada de popularidad del sitio durante el
primer año de su publicación.
"No me importa si fallo en el proceso, siempre y cuando tenga algo de experiencia", dijo el
autor con una sonrisa.
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Mushoku Tensei Jobless Reincarnation – Volumen 04
Por Rifujin Na Magonote
Publicado por primera vez en Japón en 2014 por KADOKAWA CORPORATION, Tokio.
Derechos de traducción al inglés acordados con KADOKAWA CORPORATION, Tokio.
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en ninguna forma sin el
permiso escrito de los titulares de los derechos de autor. Esto es una obra de ficción. Los
nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o se
utilizan de manera ficticia. Cualquier parecido con eventos reales, locales o personas, vivas o
muertas, es una coincidencia total.
Seven Seas y el logotipo de Seven Seas son marcas comerciales de Seven Seas
Entertainment, LLC. Todos los derechos reservados.
Todos los derechos reservados. De conformidad con la Ley de derechos de autor de los
Estados Unidos de 1976, el escanear, cargar y compartir electrónicamente cualquier parte de
este libro sin el permiso del editor es la piratería ilegal y el robo del autor propiedad intelectual.
Primera edición True Flame Project Agosto de 2018
TFP es un sello de True Flame Project S.A de C.V. El nombre y el logotipo de TF Project
son marcas comerciales
Página 198

Mushoku Tensei Jobless Reincarnation Volumen 04 Boyhood - Arco de Travesía (Light Novel)

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Mushoku Tensei Jobless Reincarnation Volumen 04 Boyhood - Arco de Travesía (Light Novel)

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Mushoku Tensei Jobless Reincarnation

Volumen 04 - Childhood – Voyage Arc [Light Novel]

Traducción al español: Jaden

Pagina de Facebook: True Flames Project

Hace un año, fui atrapado en un desastre mágico y teletransportado al continente

Me convertí en un aventurero para ganar dinero mientras comenzaba el largo viaje de

En el momento en que llegamos a la ciudad, la chica pelirroja que montaba el lagarto

Incliné mi cabeza ante sus palabras. "¿Quieres nadar en el puerto?"

"No tienes traje de baño, ¿verdad?" Le pregunté.

"¿Qué diablos es un traje de baño? ¡No necesito uno!"

"Hay muchos monstruos ahí dentro."

Había pocas opciones. Probablemente lo mejor es renunciar a la idea de nadar en el

"Bien..." Eris parecía abatida.

"¿Y qué parte de eso se supone que es divertida?" preguntó Eris.

"En la playa, puedes echarte agua y..."

"Rudeus, tienes esa mirada rara en tu cara otra vez."

"Ugh." Aparentemente, mis expresiones cambiaban demasiado fácilmente con mis

1 dólar de rey = 50.000 monedas de piedra

Eris, por supuesto, no estaba de acuerdo en ese punto.

Dejando a un lado las digresiones, éramos aventureros interesados principalmente en ganar

"Por cierto, ¿de dónde salen los barcos?" Le pregunté.

"El puerto, por supuesto."

"Sí, ¿pero en qué parte del puerto?"

"Pregúntale a alguien", dijo Ruijerd.

"Por favor, dirija esas preguntas al punto de control."

"¿A quién y dónde crees que estabas tocando?"

"¡Fue un accidente! ¿Quién diablos querría tocar un trasero como el tuyo?"

"¡Gahahahaha! ¿Qué es esto, una pelea?"

"¡Vamos, a por ellos!"

"¡Vamos, no dejes que un niño te patee el trasero!"

"¡Te aplastaré bajo mis pies!"

"¡Déjame en paz, no voy a parar!"

"Ya ganaste", dijo Ruijerd. "Déjalo ir".

El mismo espectáculo de siempre. No pude detenerla. Sobre todo porque mi forma de

El silencio cayó al otro lado del pasillo, y entonces:

"Dead End.... ¿Te refieres a ese demonio de la raza Superd...?"

"Yo también he oído rumores sobre algo real."

"He oído que son brutales, pero no es un mal tipo de corazón."

"Así que es brutal, ¿pero es agradable? Vamos, eso es una contradicción."

"No, quiero decir que no todos son brutales."

El gremio cayó en murmullos silenciosos.

"Son un grupo de primera con sólo tres personas, después de todo."

"Sí, eso es increíble. reales o no, tienen que ser ellos".

"Perra loca Eris y Perro guardián Ruijerd, ¿cierto?"

"He oído que el Maestro de la Perrera es el más desagradable de todos."

"Sí, todo lo que ha hecho son cosas horribles."

"Pero es muy pequeño."

"¡Hey, hey! Empieza a llamarlo pequeño y él te soltará a sus perros".

"Eris, ¿qué pasa?"

"¡Srta. Eris, Sr. Ruijerdoria! ¡Vamos a seguir nuestro camino!"

"¿Por qué arruinas mi nombre así...?"

"¿Cuánto nos costaría? Tenemos dos humanos y un demonio en nuestro grupo".

"Estoy seguro de que ya sabes la respuesta."

"Pero, ¿por qué una suma tan imposiblemente alta?"

"No me preguntes a mí. Pregúntale a la persona que lo decidió".

"Eris, ¡tus modales en la mesa son horribles!"

Munch, munch. "¿Quién diablos se preocupa por los modales?"

"Nos va a costar doscientos minerales verdes cruzar el mar. Un precio ridículo".

"Lo siento. Es por mi culpa." La cara de Ruijerd se nubló.

Incluso yo nunca imaginé que costaría tanto. Francamente, había subestimado

"Ahora, ahora, no digamos cosas así, papá."

"No soy tu padre."

"Lo sé", dije. "Era una broma."