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A partir de estas investigaciones se llegó y dedujo una pregunta ¿Las vivencias influyen en
el gusto de consumir carne humana, evidenciando por medio de test como la población de
Bogotá piensa en este tema e investigando Cambios psicológicos de la investigación?
Objetivos
General
Específico
Justificación
Se pueden encontrar tres pilares fundamentales que poseen una interacción con este
concepto como el tabú, la religión y las creencias. El canibalismo acompañado al hombre
desde la prehistoria hasta los días de hoy recorriendo cada uno de los continentes conocidos
por el hombre. Las religiones de algunas mitologías nos muestran que esto sea ya por un
conjunto de ideas o una forma de comportamiento propia de los antepasados, en donde se
repiten las experiencias y costumbres de estos.
El canibalismo es algo habitual entre los pueblos nativos aliados ya que se tomaba como
acto religioso tras la escaramuza, incluso antepasados llevaban consigo sal en las batallas
Para sanar a los enemigos muertos en la forma en que durase más tiempo la carne y
pudieran volver con ella a sus tierras y repartirla entre todos los miembros de la comunidad.
El canibalismo era una forma habitual de sostenerse alimentariamente sin ser aprobado y
los casos que suelen conversar se son Fuentes que se categorizar como parciales. En la
psicología el canibalismo se define como el resultado de impulsos agresivos no controlados
puede ser originado por un acto antisocial y por el deseo de dominación ante otro ser
humano.
El canibalismo es situado como un problema antropológico, ya que ha sido estudiado desde
muchas perspectivas que lo vinculan con diferentes temas: el canibalismo suele verse en
relación con el sacrificio y los rituales ya sean espiritual o satánicamente, con el
mantenimiento de la relación de unidad entre el grupo social y sus ancestros, , con el acceso
a proteínas y con el comportamiento agresivo de nuestra especie; la literatura antropológica
también ha hecho referencia a una práctica de dominación colonial, a problemas
psicológicos con una interacción analítica, a elaboraciones simbólicas, a prácticas y
funerarias, a conceptos y categorías fundamentales de diversas sociedades, o, simplemente,
de su existencia, entre otras cosas. Tampoco podemos olvidar que el canibalismo ha sido
usado, desde la invención del término, a finales del siglo XV, su supuesta práctica ha sido
atribuida a muchos pueblos a lo largo y ancho del planeta, hasta convertirse en un rasgo
característico e incuestionable de los “salvajes”, a semejanza de lo que había ocurrido con
la “antropofagia” de los “bárbaros” desde los tiempos de la prehistoria. Así, el canibalismo
se volvió un separador ontológico que diferenció a una humanidad verdadera y civilizada
de una humanidad inferior y caníbal que, para las nacientes potencias coloniales, podría ser
aniquilada, esclavizada o transformada en procura de su conversión a la “civilización”. Esto
no excluye que la mayoría de las sociedades indígenas, si no todas, también se reconozcan
como la verdadera o mejor humanidad, y se refieran a sus vecinos y enemigos como
caníbales; casi siempre, parafraseando a Clastres (1995), el caníbal es el Otro. Si bien es
cierto que muchos de los aspectos anteriormente descritos pueden mezclarse para señalar
direcciones importantes en procura de comprender el fenómeno, otros deben ser
descartados, puesto que conviene diferenciar analíticamente el canibalismo de la
antropofagia (aunque muchas veces se usen como sinónimos): en términos amplios, el
primero es comer a un congénere, mientras que el segundo es el mero acto de comer carne
humana como alimento. Esto destaca la importancia del canibalismo como práctica socio-
cultural y no como práctica alimenticia. A diferencia de la antropofagia, el canibalismo
implica una variedad de significados, prácticas y relaciones sociales,
El canibalismo es un tema que nos puede causar incomodidad o incluso terror a la hora de
hablar de eso y nos es raro ya que la idea de comerse a otro ser humano no es algo que la
gente está acostumbrada a escuchar, es por eso que veremos más a fondo sobre esta práctica
ya que después de todo hay una razón de ser y una historia de por medio, que quizá te haga
cambiar la forma de ver esta práctica. El canibalismo es la práctica de comer individuos de
la misma especie. Generalmente, se usa el termino para designar el acto en el que los seres
humanos devoran otros seres humanos, aunque lo correcto sería llamarlo Antropofagia
( “Antropo” de gente, “fagia” de comer)(Sagan, 1974). El término “caníbal” se popularizo a
partir del descubrimiento de américa, ya que Colón oyó de los primeros indígenas que
encontró que los pueblos caribes eran comedores de carne humana, y de la corrupción de
esta voz nació la palabra “caníbal”. Por ello, los comedores de carne humana de las
antiguas civilizaciones suelen denominarse antropófagos, mientras que los más cercanos en
el tiempo reciben el nombre de caníbales. La palabra “canibalismo” lleva aparejada una
idea de crueldad que repugna a cualquier sensibilidad. Golpea nuestra imaginación como
un tambor de la selva, evocando pesadillas de horror primigenio, de espantoso salvajismo,
de miembros mutilados y de sangrientos altares presididos por horribles ídolos paganos, se
considera el ultimo tabú, el definitivo, una práctica atroz que atenta contra las leyes de Dios
y la naturaleza y que por cualquier sociedad que se precie de ser civilizada. Los prejuicios
inculcados en el inconsciente colectivo durante siglos hacen que habitualmente asociemos
las practicas caníbales a una determinada área geográfica, e incluso a una raza en concreto.
Ello se debe a que, considerando un rasgo distintivo o atributo del salvajismo, el
canibalismo fue usado como justificación moral de la colonización y como un pretexto para
la codicia imperialista. Los caníbales comían carne humana por simple glotonería y metían
en la olla a todos los simpáticos exploradores y pacíficos misioneros que caían en sus
manos, incluso a sus propios padres, esposas e hijos.