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¿ Son-amos?

Apuntes para pensar sobre música

“Aprender música leyendo teoría musical es


como hacer el amor por correo” Luciano Pavarotti.

Qué es la música? ¿Dónde suena? ¿Dónde sonaba para Beethoven? fue capaz de escribir
una de las obras más grandes del mundo sin poder oír una sola nota! Había cortado las
patas a su piano para oír las vibraciones y utilizaba una varilla de madera entre los
dientes conectada a la caja de resonancia del piano. De esta manera, las vibraciones eran
transferidas directamente a su mandíbula y podía sentir las notas musicales. .

En el estreno de su novena sinfonía, estaba completamente sordo. De hecho, se dice


que al terminar el concierto el pensó que los músicos habían dejado de tocar por algún
motivo, y se dio la vuelta y vio a toda la sala de pié aplaudiendo: El concierto había
finalizado

Así como ver no es lo mismo que mirar podríamos decir que oír no es lo mismo que
escuchar. Beethoven no oía pero si escuchaba…

“Familiar y extraña, una y diversa, concreta y abstracta, la música es un crisol de


contradicciones. ¿Dónde existe la música? Se pregunta Vladimir Jankelevitch. Es que la
música no existe en sí, sino únicamente mientras se la ejecuta o se la hace sonar. Al
igual que la vida, nuestra vida individual, que sólo existe mientras existimos.”(1)

Entonces ¿Cómo explicar el impacto qué la música nos propone? ¿Qué nombre hallar
para lo que le produce a mi cuerpo? El poder de la música nos desnuda, nos invade, nos
llena de sentimientos, nos eleva o nos angustia. Nuestros oídos no pueden ausentarse, el
sonido nos convoca impidiéndonos sustraernos a él y a la vez convoca en nuestro
interior un sinfín de emociones Ignora nuestra piel, no sabe de extranjeridades .En ella
no hay adentro ni afuera, entre lo más íntimo y lo más exterior se mueve en banda de
Moebius
Discurso hecho de sonidos hilvanados, de ritmo y de silencios, la música no es un
lenguaje articulado en palabras, constituye por el contrario toda una experiencia de lo
inefable.
Freud dice en Pulsiones y destinos de pulsión que” la «pulsión» nos aparece como un
concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, como un representante
{Repräsentant} psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y
alcanzan el alma, como una medida de la exigencia de trabajo que es impuesta a lo
anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal” (2) ¿Es la música una pulsión?
¿existe una pulsión “musicante” al decir de Didier Weill? (3) o ¿es un destino de la
pulsión? Por fuera de la articulación significante y más allá de las propias
interpretaciones, se podría decir provisionalmente que la música genera dos tipos de
estados anímicos: un estado de felicidad y otro de nostalgia. Según Víctor Hugo: la
paradoja de la nostalgia es la felicidad de estar triste ¿Qué extrañamos allá perdido en el
tiempo? ¿Será eso lo que lleva a Borges a decir que la música es la más bella de las
formas del tiempo?
Universalmente audible, la música es partícipe de una lengua intraducible, nos reenvía a
una experiencia mística y originaria donde la sonoridad y el ritmo prevalecían por sobre
el sentido. ¿Habrá alguna relación entre lo inconsciente y lo musical?
Frente a la música el oído se vuelve zona erógena y “las zonas erógenas están ligadas al
inconsciente, ya que allí es donde se anuda la presencia de lo viviente” (4)”El órgano de
la libido, la laminilla liga el inconsciente con la pulsión invocante” (5) Y la pulsión
invocante nos lleva en su recorrido circular al objeto que es la voz.
Voz cuya vertiente áfona nos mostrará la limitación de aquello que el significante no
puede atrapar en lo real, ya que no existe una correspondencia completa entre un
significante y un objeto.
Lacan en el Seminario de La Angustia dice: “Todo lo que el sujeto recibe del Otro a
través del lenguaje, la experiencia ordinaria es que lo recibe en forma vocal” (6) pero
“lo que liga el lenguaje a una sonoridad es algo más que una relación accidental” (7)
¿De qué nos habla? La voz que viene del Otro, medio por el cuál nos llega su deseo., es
la voz que no resuena en ningún vacío espacial sino en el vacío que es el vacío del Otro.
(De hecho es por eso que al escuchar nuestra propia voz grabada nos resulta tan ajena,
tan extraña, tan separada de nosotros mismos!) Es la voz lo que no se asimila sino que
se incorpora y hace pasar la memoria del vínculo social, el mandamiento y la que es
vehículo de las leyes no escritas Voz “en tanto que imperativa, en tanto reclama
obediencia o convicción. Es la voz que se sitúa al decir de Lacan, no respecto a la
música, sino respecto a la palabra” (8)
Con la música nos situamos en el terreno del arte, allí la pulsión en su recorrido de
aventura toma otro camino Uno de los cuatro destinos propuestos por Freud: el de la
sublimación, evitando así transitar el territorio de lo reprimido. Pero este hecho artístico
no se da sin la función del significante en el campo del lenguaje “Si bien es cierto que la
música puede callar o regular lo pulsional al marcar el silencio, esos intervalos apelan
de algún modo a un más allá del discurso que tocará el cuerpo” (9) “La sublimación es
un proceso que se relaciona con la libido objetal y consiste en que la pulsión se orienta
sobre un fin diferente y muy alejado de la satisfacción sexual. Lo más importante de ella
es el apartamiento de lo sexual.” (10)
Por otra parte, Freud en Inhibición, Síntoma y Angustia concluye diciendo “El viajero
que camina en la oscuridad rompe a cantar para engaña sus temores, más no por ello ve
más claro” ¿Por qué cantar le permitiría engañar sus temores? También Cervantes nos
dice “El que canta sus males espanta”. Es que al cantar se invoca una alteridad que no
está forcluida, cuando cantamos aparece con el Otro una relación transferencial que lo
postula como un buen entendedor oyente. (11)
Al cantar el sujeto deja de ser extranjero a este extranjero que es el Otro y allí la música
aparece como la mediadora En el canto el instrumento de su música es el mismo cuerpo
del cantante y además esto implica una relación con la voz muy diferente de aquella que
se sostiene con la palabra hablada “de lo que se trata en el canto es de hacerse voz
“buscando” el oído en el otro”(12) Según Ronald Barthes en su escrito “El grano de la
voz , lo obvio y lo obtuso” aclara que somos arrastrados por  “la voz que canta, ese
espacio tan preciso donde la lengua encuentra una voz y hace escuchar, a quien sabe
escucharla, lo que se puede llamar su “grano”: la voz no es la expiración, es la
materialización del cuerpo, que emana de la garganta, espacio donde el metal fónico
adquiere consistencia y se recorta”.(13)

Así, se ofrece entonces “a aquel que escucha exactamente lo que el individuo que habla
no dice: la trama inconsciente, su cuerpo como espacio discurso.”(14)

La música constituye un hacer distinto El significante da el ingreso al traumatismo, la


melodía a su salida ¡Consuelo hipócrita el de la música! que bajo su poder permite
olvidar la “dimensión traumática de otro ausente en la cita”!Es que el verdadero
traumatismo no es la ausencia de la madre, sino la ausencia en la madre Y la música
consuela , con cada nota algo del tiempo inmemorial se hace presente y se renueva
creando un ritmo donde apoyarse La música tiene ese lugar de Otro , pone en juego
nuestro deseo y dice el deseo. Lengua familiar y extranjera a la vez detiene el tiempo y
nos atrapa en la memoria de lo que olvida.

Entonces, en tanto imposible de sustraernos a ellos, en tanto nuestros oídos no pueden


ausentarse y en tanto nos convocan manejándonos a su antojo me pregunto: al
escucharlos, al ejecutarlos, los sonidos musicales ¿son amos?

Lic. Liliana Nora Fernández de Pozzi

Bibliografía

(1) “El silencio de la música”, Valentina Marulanda, Kalhatos, Rev. Cultural.


(2) “Pulsiones y destino de pulsión”, Freud Sigmund, Obras Completas.

(3) “El objeto del Arte” Incidencias freudianas, Alain Didier-Weill, Ed.Nueva
Visión.

(4) Seminario 11, clase 15, Jacques Lacan Paidos

(5) Idem.

(6) Seminario 10, clase 21, Jacques Lacan Paidos

(7) Idem.
(8) Idem.

(9) “Musica y psicoanálisis:Encuentros y desencuentros con el objeto a,


Mercedes Iglesias, Nueva Escuela Lacaniana del campo freudiano.

(10) Introduccion al Narcicismo, Freud Sigmund, Obras Completas.

(11) “Cuando la voz se presta a la pasión”, Diana Voronovsky

(12) Idem.
(13) “De la voz de la música: el grano y el resto”, Maria Lidia Arraes Alencar.

(14) Idem.-

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