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Salta – 2020
MÓDULO N° 1:
Nuevos escenarios y patrones culturales que impactan en
la escuela
Nuestras Infancias
Los niños son notablemente permeables a lo que se espera de ellos. Se forman y
conforman de acuerdo al concepto de infancia imperante en cada época y en cada
sociedad. Infancia nomina al conjunto de intervenciones institucionales que, actuando
sobre la materialidad biológica del hijo y su familia, producen lo que cada sociedad llama
“niño”. Los niños producidos bajo diferentes conceptos de infancia, difieren: los de hoy
son diferentes de los de principios del siglo XX, y éstos de los de la Edad Media.
El niño moderno -el de la época de Freud- fue concebido inocente, frágil, indefenso,
sin maldad, pecado ni sexualidad. Por ello era protegido de los desvíos que podrían
producirle los adultos.
El hecho de que recibiera tantos “cuidados” no implicaba que se lo considerara a él
en sí, importante. Su vida se organizó alrededor de lo que se creyó realmente sustancial:
su futuro. La familia y la escuela lo disciplinaban para que llegue a ser un “buen adulto”.
La literatura (“libros para niños”) y los juguetes (“didácticos”) fueron especialmente
diseñados con la idea de que contribuyan a su “buena formación”, respetando una estricta
división en edades de la vida que dominó todas las prácticas modernas. La separación
entre niño y adulto -inexistente en el Medioevo y que tiende a borrarse en la actualidad-
fue, en la modernidad, tajante. Ante todo eso, el niño se mostró dócil y maleable.
Esto ocurría en un ámbito familiar particularmente cerrado: la familia convencional
cuidaba a sus hijos con una amorosa devoción aislándolos del medio externo. Así el niño
asistía a una suerte de paradoja: ese estilo de crianza exacerbó el erotismo edípico, cuyas
consecuencias la misma familia debió prohibir. Lo cual fomentó que los conflictos
propios de la modernidad se expresaran a través de neurosis y síntomas floridos.
Lo cierto es que los niños actuales se apartan cada vez más de la concepción
moderna; pero ésta aún sigue -quizás por inercia- de algún modo vigente en la mente de
los padres y en la ideología de las instituciones. Contraste que forma la matriz de
numerosas conflictivas.
Nuestra época está decididamente marcada por la llamada revolución informática,
la caída del ideal de “progreso”, y una particular desvalorización del esfuerzo como ideal
y meta del aprendizaje. Tampoco se puede ya afirmar que el niño sea completamente
inocente, carente de sexualidad, dócil o maleable: más bien se resiste a ser considerado
como un “vacío a llenar por contenidos adultos”. El niño-héroe típico de los filmes
contemporáneos no es el niño obediente que sostiene los ideales abandonados por adultos
malvados como en El Pibe, de Chaplín (1921); sino que se libera de las ataduras que le
pretende imponer la sociedad “tradicional”, como en Mi pobre Angelito (1990). Las
prácticas y los juegos predilectos de los niños actuales, más allá de cualquier indicación
del adulto, son conectivos y no asociativos. Las promociones publicitadas de esos juegos
llegan directo a ellos, eludiendo los filtros que antes imponían las instituciones. La
división por edades que sancionaban qué es permitido, qué no y a qué edad; tampoco rige
como antes.
Una razón crucial de todo esto es que la familia actual es atravesada desde todos
sus frentes por los massmedia, aliados al impresionante desarrollo de la tecnología
informática. Éstos ocupan las vacantes que van dejando las instituciones que solían dirigir
la educación y la crianza, hoy caducas. La escuela tradicional, de recursos obsoletos, no
logra competir con lo que “ofrecen” los medios; su enseñanza -que sigue siendo clásica-
es tremendamente aburrida para el niño contemporáneo. Esto suele alterar la “capacidad
de atender” lo monótono, lineal y cronológico remanente de la pedagogía moderna.
Es como si se supiera que el desafío actual para conformar al eslabón “niño” en la
cadena, consiste mucho más en prepararse para enfrentar un futuro incierto, líquido,
novedoso y variable; que de confirmar un pasado sólido en el que se consolide el supuesto
“ser” de cada quién. Ser que -de existir- ya casi no entra en consideración. Por ello, por
ejemplo, los juguetes que otrora miniaturizaban un pasado estable, hoy anticipan un
futuro que no cesa de mostrarse cambiante, transformándose en obsoleto en pocos años.
Aún así, el discurso infantil que posiciona a los niños suponiendo en sus padres las
respuestas a sus interrogantes, se sigue sosteniendo, aunque los padres ya no sean los
detentores de todo el saber y se muestran pronto anticuados (son los niños los que suelen
enseñar a los adultos “cómo son en verdad las cosas” dominadas por esa tecnología). De
todas formas, los niños siguen siendo niños: juegan creativamente aunque accedan con
extraordinaria presteza, precisión e inventiva las herramientas conectivas, e incorporen -
como siempre lo han hecho- con gran habilidad las coordenadas del medio que habitan.
Pero, llegado el caso, también juegan con objetos mucho más simples, como siempre
jugaron los niños.
Tres características cruciales de la denominada web 2.0 (el formato de Internet
2007), manifiestan con claridad el dramático cambio entre las producciones modernas -
incluso la de sus héroes solitarios más emulados- y las de la realidad informática actual:
a) el crecimiento, la efectividad y el mejoramiento de sus productos es función
homogénea y creciente del número de sus participantes que interactúan en las novedosas
redes sociales informáticas (las páginas wiki, los blogs, Myspace, fotologs, You Tube) y
en la popular y expandida invasión de graffitis callejeros; b) una suerte de requerimiento
ya implícito desde el origen de una producción informática, es la obsolitud preanunciada
de la misma; y, por último, c) se presenta hoy la posibilidad de vivir múltiples realidades
no contradictorias sino superpuestas que los medios y ofrecen (second life, el chat, etc.)
y que facilitan y/o promueven el “ser otro”. Esto último ya se venía anunciando a través
de los juegos que cunden entre los niños de hoy con “transformaciones” (el personaje se
transforma en otro, como Ben 10, Pockémones, Ranma ½) en lugar de “disfraces” (el
personaje es siempre el mismo, pero se disfraza de otro, como Batman, El Zorro,
Superman).
Frente a contrariedades, así como el niño moderno producía síntomas y neurosis, el
niño actual apela cada vez más a escindir en lugar de reprimir, a actuar más que a
representar, y prefiere definitivamente los flashes de presentaciones instantáneas y
alternantes a las narrativas lineales.
Ahora bien, ¿deberíamos sancionar esto como el fin de la infancia? ¿O, más bien
como la emergencia de otro tipo de infancia? No conviene caer en una tecnofilia o una
tecnofobia inaprensiva. Tal vez no estemos en condiciones de discernir costos y
beneficios en lo que está pasando. Los cambios asociados a esta revolución informática
recién comienzan, y en los aprontes no es fácil diferenciar un acontecimiento
transformador de la inminencia de una catástrofe. Quizás, para el mundo del 2040 las
producciones de significados subjetivos no sean tan útiles como lo son en un consultorio
o un atelier de hoy. Tal vez, en esa fecha ya haya caído el ideal moderno de “ser uno”:
los modos de ser, la subjetividad y el yo, tal vez estén más asociados a lo múltiple. Podría
ser que pronto suceda en todo quehacer lo que acontece ya en las áreas de producción
tecnológica, donde se intenta eliminar el error producido por lo que irónicamente se ha
llamado factor humano.
Nuestros esfuerzos deberían estar dirigidos, confiando en los niños, no a instigarlos
a que vivan su infancia como creemos que se debe vivir, sino a adelantarnos cuanto
podamos para entender la realidad en que ellos y nosotros vivimos. Como alguna vez dijo
Witgenstein, “el mundo es lo que ocurre, y lo peor sería considerar que lo que ocurre es
un error”.
Acompañar, no imponer
Enseñamos a los niños a ser honestos, educados y responsables. Pero, muchas
veces, olvidamos recordarles la importancia de sentirse seguros y confiados en sí
mismos.
Empoderar es ayudar a una persona a descubrir y a sentir su poder interior.
Los niños tienen la capacidad de desarrollarse y de desplegar todo su potencial
por sí mismos, no necesitan que nosotros hagamos “nada especial, nada concreto” para
que lo alcancen. Basta con proporcionarle todo lo que necesitan para satisfacer sus
necesidades básicas y físicas, crear un clima emocional saludable a su alrededor basado
en el amor y confianza en ellos.
Los niños se empoderan cuando los adultos permitimos que tomen sus propias
decisiones sobre los temas que realmente les incumben, cuando permitimos que se
equivoquen y que lo solucionen por sí mismos, cuando confiamos en su capacidad de
elección y de aprendizaje. Tan sólo con NO interponernos en el desarrollo del niño
estamos fomentando el empoderamiento.
Es importante que exploren, investiguen, y desarrollen su curiosidad y nuestro rol
como educadores es acompañarlos para que se descubran a sí mismos, para que busquen
sentirse bien con ellos mismos.
La Escuela, como pilar fundamental del proyecto nacional, enfrenta diversos
desafíos, que ponen en jaque las concepciones tradicionales que la sostienen como
institución. Observamos, entonces, que la institución escolar enfrenta un desafío tan
complejo como determinante que significa adaptarse a la nueva realidad social que la
atraviesa.
Ciertamente, todo lo dicho implica un importante cambio en la escuela que es difícil
que se produzca si la mentalidad de los docentes y de las propias familias no se modifica
a su vez. Pero estas transformaciones tienen lugar en la medida en que la institución
empieza de hecho a funcionar de otra manera. Las personas vamos habituándonos a lo
que antes nos resultaba extraño hasta que en un momento determinado lo que nos produce
extrañeza son precisamente nuestras conductas y costumbres anteriores. La
administración y los equipos directivos asumen una gran responsabilidad en promover
esta nueva cultura, pero a su vez dependen de que se produzca o no el encargo social de
educar a las nuevas generaciones en esta dirección.
La escuela es, claramente, una encrucijada sensible de las problemáticas que
perturban a la sociedad contemporánea. Por lo tanto, para comprender la institución
educativa resulta necesario considerar las relaciones entre escuela y sociedad más
extensa, una lectura de los contextos, de las condiciones de la época.
En este sentido, se asume que el análisis de las problemáticas de las instituciones
educativas, debe estar orientado por una actitud abierta, dialógica y crítica, atentos al
vínculo que se establece y a la interacción dinámica entre la escuela y la sociedad. Por lo
tanto, necesitamos superar un modo de pensar la escuela como ámbito cerrado, clausurado
o excluido del contexto. Necesitamos comprender, profundamente, lo que está pasando y
asumir decididamente la responsabilidad de incidir en la práctica. En consecuencia, es
necesario promover cambios desde las propias escuelas y de su comunidad de
pertenencia. El desafío, en alguna medida, es transformar a la escuela en una institución
autónoma, flexible, democrática, conectada con el entorno cercano y el mundo. Para ello
es conveniente transformar la cultura de las escuelas convirtiéndola en un eficaz escenario
de participación. Es vital que el conjunto de las expresiones de la vida escolar trasciendan
las relaciones meramente funcionales, administrativas y burocráticas estableciendo así
una verdadera comunicación humana y encuentro solidario. El desafío, en este sentido,
supone resignificar lugares o espacios físicos, roles, funciones, actividades, re-pensar la
práctica, detener la mirada en lo cotidiano de la escuela. Por lo tanto, la institución
educativa merece ser repensada, por el equipo que la configura y considerarla como un
importante espacio formativo para la participación, en el que se deben poner en juego
varias fuerzas: las palabras, las expectativas y todas las acciones de manera que operen
conjuntamente y construyan una cultura participativa, dialogal, inclusiva, solidaria,
respetuosa de la individualidad y atenta a la diversidad y de lo que sucede en nuestra
realidad actual.
La escuela debe transmitir conocimientos en función de la formación del nuevo
ciudadano, para responder a la crisis de la educación atravesada por la globalización, que
bajo sus características le demanda la reformulación de nuevos fines para enfrentar y
desafiar a la realidad social fracturada por políticas que la desbastan y sacrifican todos
los días.
ACTIVIDAD Nº 1:
ACTIVIDAD Nº 2:
1. ¿Qué creen que les hace falta a Ud. como docente para la aplicación de ESI?
2. ¿Se siente preparado en su rol como docente para emprender esta tarea? ¿Qué
cambios supone en las realidades institucionales de las escuelas?
3. ¿Es posible pensar una escuela sin educación sexual?
Buscar ejemplos en diarios, revistas, libros, páginas web, etc. Sobre los modelos
culturales que han imperado y los actuales (familias, infancias, concepción de hombres y
mujeres, otros). Reflexione sobre lo seleccionado
MÓDULO N° 2:
Desarrollo Psicosexual
“El término ‘sexualidad’ se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser
La sexualidad es:
Un derecho, que debe ser satisfecho desde la familia, la comunidad y las
instituciones.
Una responsabilidad de todos, que debe basarse en una información veraz y
objetiva y en el desarrollo de una actitud positiva y responsable, no en un conjunto
de normas sobre lo que se debe o no se debe hacer.
Favorecer el diálogo sobre sexualidad en la familia, escuela.
Un proceso de comunicación basado en el diálogo, la franqueza y el respeto
mutuo. Adaptado a cada edad y a los intereses de los niños, niñas y adolescentes.
Ayuda a conocerse, a ser responsables y a eliminar miedos y falsedades.
Dar respuestas sinceras a todas aquellas preguntas que realicen los niños, niñas
y adolescentes sobre sexualidad, relativas al cuerpo, sentimientos.
Contribuir a que acepten su cuerpo de forma positiva y que valoren la
capacidad de relación que este les brinda.
Para conocernos mejor y entender algunas cosas que ocurren con nuestro desarrollo físico
y emocional, también para contar con información que nos permita tomar decisiones
responsables y disfrutar de nuestra sexualidad.
Pensar la sexualidad como una manera de ser sujetos en un momento histórico particular,
es pensar sobre las relaciones entre personas, los estereotipos para el hombre y la mujer
en cada época, restrictivas, limitantes y empobrecedoras de la expansión de la
subjetividad.
ACTIVIDAD Nº 4:
Instancia Domiciliaria
La dimensión ética alude a los valores que adquirimos a través de nuestra crianza,
cultura y religión, y que son parte constitutiva de la sexualidad y las formas de vivirla.
Por ejemplo, valores como la solidaridad y cooperación, el amor, el respeto por uno
mismo y por los otros, el respeto por la diversidad y la no discriminación, el respeto
por la privacidad e intimidad propia y ajena, pueden traducirse en formas positivas
de vivir y ejercer nuestra sexualidad con relación a nosotros mismos y a los otros. La
constitución de vínculos positivos con uno mismo y con los demás, dados en el marco
de estos valores son cuestiones que deberían poder promoverse desde la escuela, sin
embargo no siempre se presentan como “contenidos sistemáticos” a trabajar desde la
misma. La forma en que nos vinculamos y nos relacionamos, está presente en la
cotidianeidad de las instituciones educativas, en el trato que nos dispensamos entre
adultos, entre adultos y niños y entre niños. Se visualiza en los recreos y en el aula.
Sin embargo, si vamos más atrás, la posibilidad de construir estos vínculos, se ponen
en juego desde muy pequeños y a partir de la posibilidad real de construir estos
vínculos con otros: familiares, amigos, compañeros, docentes. El modo en que ese
entramado se va configurando dará lugar a distintos tipos de vínculos. La posibilidad
de ir habilitando formas de relaciones positivas entre las personas a lo largo de toda
la vida permitirá poner en juego la dimensión afectiva. De modo que esta dimensión
constituye un entramado, difícil de comprender por fuera de otras dimensiones,
fundamentalmente la psicológica y la ética.
La dimensión jurídica está fuertemente vinculada con los derechos humanos y con el
trabajo que desde la escuela se realiza para promoverlos y evitar situaciones que los
vulneren. Asimismo, define los modos en que la sexualidad se inscribe en normas y
leyes, tácitas o explícitas, determinando y regulando nuestra vida cotidiana,
ordenando, habilitando, prohibiendo, estableciendo lo que la sexualidad humana es
y/o puede ser, sus condiciones y alcances. Consideremos en esta dimensión, por
ejemplo, las recientes leyes que promueven importantes avances en el terreno de la
salud y de su cuidado, la educación sexual, los derechos de los/as adolescentes, la
igualdad de oportunidades entre varones y mujeres, la identidad de género y el
rechazo a todas formas de discriminación. Es importante comprender, que el
conjunto de leyes sancionadas que se vinculan con la sexualidad u otros temas, son
en general, el fruto de procesos históricos, políticos, y sociales. También son
producto de tensiones, de conquistas y de necesidades o derechos vulnerados de los
distintos sectores y grupos sociales. Desde este lugar los derechos no son
considerados como algo “naturalmente dado” sino que son producto de la acción de
los sujetos, sectores y grupos sociales. El trabajo sobre la comprensión de esos
procesos y la promoción de un sujeto con capacidad de intervenir activamente ante
la vulneración de derechos constituyen uno de los principales desafíos de la escuela
en vinculación con esta dimensión.
ACTIVIDAD Nº 5:
Instancia Domiciliaria
1. ¿Cómo considera Ud. que puede fortalecer su rol como educador en el ámbito de
incumbencia de ESI?
2. ¿Qué papel tienen los saberes previos sobre la sexualidad? ¿Cómo influyen en
su actitud docente?
3. ¿Qué transformación han sufrido los paradigmas en torno a la sexualidad?
ACTIVIDAD Nº 6:
Instancia Domiciliaria
A partir de todo lo trabajo en este módulo e labore una red conceptual con los conceptos
más importantes.
Red Conceptual: Es una Técnica que ayuda a comprender la idea de un texto y sus
relaciones con otras ideas. Es una imagen dinámica de significaciones conceptuales. Se
parece al mapa conceptual y suele confundirse con él, pero es otro tipo de distribución de
los conceptos, varía la forma de la realización.
Requisitos de la Red Conceptual: No es jerárquico. No existen niveles generales que
deriven en otros más específicos.
1. Se debe emplear un lenguaje concreto.
2. Se deben efectuar relaciones conceptuales.
3. Se deben trazar flechas para determinar las relaciones existentes entre las
significaciones conceptuales.
4. Resulta positivo que se dibuje varias veces (para clarificar los conceptos).
MÓDULO N° 3:
El Desarrollo de Competencias docentes para el dictado de
ESI
La Ley 26150 de Educación Sexual Integral, tiene, sin lugar a dudas, sus
fundamentos prácticos, históricos y desde luego políticos. No estaría menos justificado
considerarla también una respuesta tardía a las exigencias de un contexto cultural
particular, el nuestro. Pese a que aún haya sectores de la comunidad que se esfuerzan en
negarla, es un saber que empuja para ser integrada a la agenda educativa.
Esta Ley, a partir de la cual los docentes de nuestro país tienen la oportunidad y la
responsabilidad de enseñar educación sexual a niños, niñas y jóvenes, está pensada como
la puesta en marcha de un espacio sistemático de enseñanza y de aprendizaje que
promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas, en
relación al cuidado del cuerpo – del propio y el ajeno –, las relaciones interpersonales, el
ejercicio de la sexualidad y los derechos de niños y jóvenes. La propuesta promueve una
modalidad transversal, ya que porta los contenidos de distintas áreas y/o disciplinas,
debiendo encontrarse incluido en el proyecto de la escuela. ESI es como tal una obligación
del Estado Nacional y de los Estados Provinciales, a la vez que un derecho de los chicos
y chicas de todas las escuelas del país.
Y bien, así el estado de cosas, un revolucionario, pero necesario nuevo contenido
curricular, la educación sexual, intentando ganarse un lugar en un campo tan
controvertido y complejo como es el educativo. Y como todo lo nuevo que ingrese a
nuestras escuelas, sea en la forma que sea, promueve conflictos, malestares, crisis y
agreguemos entonces también, oportunidades (En el sentido de que crisis -del latín crisis,
a su vez del griego κρίσις- es definida como un estado temporal de trastorno y
desorganización, pero al mismo tiempo significa oportunidad de cambio en relación a un
estado anterior.
¿Qué son? Una primera definición interesante, aunque por supuesto no la única, es la que
tomaremos de Mónica Coronado (2009), que entiende las mismas como aquel conjunto
integrado y dinámico de saberes, habilidades, capacidades y destrezas, actitudes y valores
puestos en juego en la toma de decisiones, en la acción – en el desempeño concreto – del
sujeto en un determinado espacio (profesional, laboral etc.).
Implica tanto un saber, como una habilidad, motivación y destreza para actuar en
función de dicho conocimiento de una manera ajustada, reflexiva y creativa a la situación
o problema y el contexto… La competencia es, en definitiva, una construcción subjetiva,
por lo tanto, individual e intransferible, que pueden ser desarrolladas y perfeccionadas.
El concepto de competencias implica así mismo la integración de diversos órdenes
de conocimiento en la acción, el conocimiento epistemológico, el práctico, metodológico,
social y participativo-político (participar, organizar, asumir compromisos y aceptar
responsabilidades).
Se refiere así a la adquisición de destrezas para la vida social y ciudadana; a la
modernización del currículo (contenidos de aprendizaje, metodología, sistemas de
evaluación, materiales didácticos); a una formación más eficaz de los docentes; a una
mejor organización de instituciones escolares y a la gestión de sus directivos.
La complejidad de adquirir diferentes competencias radica en llevar los
conocimientos y su adaptabilidad a un plano de respuesta que haga frente a los cambios
sociales, y que trascienda la frontera de lo cognitivo para hacer intervenir las dimensiones
sociales, comunicativas y afectivas. Con esto se busca que los estudiantes se transformen
en ciudadanos activos y creativos frente a los diferentes desafíos que les esperan, y sean
solidarios y responsables con su entorno.
Las competencias, en cualquiera de sus formas y para sus diferentes fines, tienen la
intención de transformar la manera en que se enseña, se aprende y se evalúa. Todo esto,
con miras a lograr una educación mucho más integral y de calidad, que resulte pertinente
para dar respuesta a las diferentes situaciones que experimenta cada individuo.
• Se trata de capacidades, más que de contenidos, que han de desarrollarse con carácter
interdisciplinario y de manera progresiva para que las personas puedan comprender y
actuar de forma responsable en la realidad de la vida cotidiana.
• Requieren poner en marcha de manera integrada aquellos conocimientos adquiridos y
rasgos de personalidad que permiten resolver situaciones diversas.
• Incluyen tanto los saberes o conocimientos teóricos como las habilidades o
conocimientos prácticos o aplicativos, y también las actitudes o compromisos personales.
• Van más allá del “saber” y “saber hacer o aplicar” porque incluyen también el “saber
ser o estar”.
• Suponen la capacidad de usar funcionalmente los conocimientos y habilidades en
contextos diferentes e implican comprensión, reflexión y discernimiento.
• Resultan valiosos, ya que contribuyen a obtener resultados de alto valor personal o
social, pueden aplicarse a un amplio abanico de contextos y ámbitos relevantes y permiten
a las personas que las adquieran, superar con éxito exigencias complejas (DeSeCo 2002).
Las habilidades que pone en juego la educación emocional pueden agruparse en cuatro
dimensiones:
La conciencia de uno mismo: es la capacidad de reconocer un sentimiento en el
mismo momento en que aparece. Requiere estar atentos a nuestros estados de
ánimo y reacciones (pensamiento, respuestas fisiológicas, conductas
manifiestas...) y relacionarlas con los estímulos que las provocan. La expresión
voluntaria de diferentes emociones, su dramatización, es una forma de
aprenderlas.
La autorregulación: cuando tenemos conciencia de nuestras emociones tenemos
que aprender a controlarlas. No se trata de reprimirlas, ya que tienen una función,
sino de equilibrarlas. No tenemos que controlar que no aparezcan, sino controlar
el tiempo que estamos bajo su dominio. La capacidad de tranquilizarse uno mismo
es una habilidad vital fundamental y se adquiere como resultado de la acción
mediadora de los demás.
La motivación: es la fuerza del optimismo, imprescindible para conseguir metas
importantes. Está relacionada con diversos conceptos psicológicos como el
control de impulsos (capacidad de resistencia a la frustración, de aplazar la
gratificación), la inhibición de pensamientos negativos (para afrontar con éxito
retos vitales), el estilo de éxito y fracaso, la autoestima
La empatía: es la experimentación del estado emocional de otra persona; la
capacidad de captar los estados emocionales de los demás y reaccionar de forma
apropiada socialmente.
A partir del desarrollo de esta Dimensión, nos resulta importante reflexionar sobre
el Sistema de creencias, que es lo que opinamos sobre nosotros mismos, sobre los demás
y sobre la vida. Todo el conjunto de creencias es nuestro paradigma personal.
El paradigma nos sirve de lente para interpretar la realidad. Crea un filtro y en base
a éste tomamos decisiones, nos conducimos por el mundo y nos influye en cómo nos
sentimos y pensamos en todos los momentos del día.
Son los valores sobre las cuales hemos decidido inconsciente o conscientemente
vivir nuestra vida.
El proceso de incorporación de creencias es silencioso, generalmente no nos damos
cuenta del momento en que decidimos aceptar una creencia como propia.
Se produce en un instante donde se alinean varios aspectos como:
- la experiencia que acabas de vivir,
- una sentencia dicha por alguien emocionalmente importante para nosotros que tiñe la
experiencia con su propia interpretación
- que algo sucede en nuestro ser que le abre la puerta a esa creencia y la acepta.
Podríamos destacar que, las que provienen de nuestro sistema familiar y cultural,
desde nuestros ancestros hasta nuestros padres, son las más arraigadas y automatizadas.
Pero igualmente significativas son las que provienen de aquellas personas que vamos
conociendo y pasan a ser importantes para nosotros como maestros, amigos, parejas,
colegas hasta teorías.
Las creencias las vamos incorporando a lo largo de toda nuestra vida, no es un
proceso que sucede solo en la infancia.
Es un sistema siempre viviente ya que por un lado, como dijimos, vamos
incorporando creencias continuamente hasta que existamos, y por el otro es
importantísimo renovarlas, cambiarlas tanto sea por los aportes de la experiencia como
también desde una acción consciente y darnos la posibilidad de refutarlas, cuestionarlas
y usarlas cuando nos son beneficiosas.
¿Cómo gestionar las creencias?
Este es el primer paso hacia el cambio:
Identificar cuáles son las creencias de nuestro sistema y hacerlas conscientes.
Tener en cuenta que son sólo "una posible" interpretación de la realidad.
Conocer de dónde han venido, con qué experiencia y emociones están vinculadas y si
están enlazadas a otras creencias más profundas.
Saber qué funcionalidad tienen en nuestras vidas y el grado de poder que le hemos
otorgado.
Revisar nuestros lazos de lealtad con el sistema.
Retomar la propia responsabilidad sobre lo que generamos en nuestra vida para que, a
toda costa, sean "la verdad".
Nosotros somos los protagonistas, los hacedores y es nuestra decisión cuál creencia usar
y cuáles no y hacerlas funcionar a nuestro favor.
Dimensión Interpersonal:
La práctica docente se fundamenta en las relaciones de los actores que intervienen
en el quehacer educativo: alumnos, docentes, directores, madres y padres de familia. Estas
relaciones son complejas, pues los distintos actores educativos poseen una gran
diversidad de características, metas, intereses concepciones, creencias, etc. La manera en
que estas relaciones se entretejen, constituyendo un ambiente de trabajo, representa el
clima institucional que cada día se va construyendo dentro del establecimiento educativo.
El análisis de esta dimensión supone una reflexión sobre el clima institucional, los
espacios de participación interna y los estilos de comunicación; los tipos de conflictos que
emergen y los modos de resolverlos, el tipo de convivencia de la escuela y el grado de
satisfacción de los distintos actores respecto a las relaciones que mantienen.
En la Inteligencia Intrapersonal se trata de percibir y comprender a otras personas,
descubriendo sus virtudes y defectos, así como los motores que los impulsan, creando con
ellas un grado máximo de mutuo entendimiento. Las habilidades que se desenvuelven
son, básicamente, las aptitudes para interactuar, percibir, relacionar y comunicar. Se basa
en el desarrollo de dos grandes tipos de capacidades, la empatía y la capacidad de manejar
las relaciones interpersonales.
La empatía es el conjunto de capacidades que nos permiten reconocer y entender
las emociones de los demás, sus motivaciones y las razones que explican su
comportamiento. Supone que entramos en el mundo del otro y vemos las cosas desde su
punto de vista, sentimos sus sentimientos y oímos lo que el otro oye. La capacidad de
ponerse en el lugar del otro no quiere decir que compartamos sus opiniones, ni que
estemos de acuerdo con su manera de interpretar la realidad. La empatía no supone
tampoco simpatía. La simpatía implica una valoración positiva del otro, mientras que la
empatía no presupone valoración alguna del otro.
Para poder entender al otro, para poder entrar en su mundo tenemos que aprender a
ponernos en su lugar, aprender a pensar como él. Por tanto la empatía presupone
trascender mi propio mundo, mi propia manera de ver las cosas para poder entender al
otro.
Una de las habilidades básicas para lograrlo es saber escuchar. La mayoría de
nosotros, cuando hablamos con otros le prestamos más atención a nuestras propias
reacciones que a lo que nos dicen, escuchamos pensando en lo que vamos a decir nosotros
a continuación o pensando en que tipo de experiencias propias podemos aportar.
Aprender a escuchar supone enfocar toda nuestra atención hacia el otro, dejar de
pensar en lo que queremos decir o en lo que nosotros haríamos.
Las personas con gran capacidad de empatía son capaces de sincronizar su lenguaje
no - verbal al de su interlocutor. No sólo eso, también son capaces de 'leer' las indicaciones
no - verbales que reciben del otro con gran precisión. Los cambios en los tonos de voz,
los gestos, los movimientos que realizamos, proporcionan gran cantidad de información.
La capacidad de manejar las relaciones interpersonales: Cuando entendemos al
otro, su manera de pensar, sus motivaciones y sus sentimientos podemos elegir la manera
más adecuada de presentarle nuestro mensaje. La misma cosa se puede decir de muchas
maneras. Saber elegir la manera adecuada y el momento justo es la marca del gran
comunicador.
La capacidad de comunicarnos es la que nos permite pertenecer a grupos, negociar
y establecer relaciones interpersonales satisfactorias. Desarrollar la capacidad de ser
asertivos
La empatía y la capacidad de manejar las relaciones interpersonales son cualidades
imprescindibles en un aula, por eso no es de extrañar que la docencia sea una de las
profesiones donde la inteligencia interpersonal se deba cultivar con mayor intensidad.
Dimensión social:
La dimensión social de la práctica docente refiere al conjunto de relaciones que
cada docente percibe y expresa su tarea como agente educativo cuyos destinatarios son
diversos sectores sociales.
Además de esto, se relaciona con la demanda social hacia el quehacer docente, con
el contexto socio-histórico y político, con las variables geográficas y culturas particulares.
Implica la reflexión sobre el sentido del quehacer docente, en el momento histórico en
que vive y desde su entorno de desempeño. También, es necesario reflexionar sobre las
propias expectativas y las que recaen en la figura del maestro, junto con las presiones
desde el sistema y las familias. Es necesario, asimismo, reflexionar sobre la forma que en
el aula se expresa la distribución desigual de oportunidades, buscando alternativas de
manejo diferentes a las tradicionales.
Dimensión Profesional:
Es necesario fortalecer la capacitación profesional con aportes multidisciplinarios
que tiendan al pleno afianzamiento de su personalidad y aptitudes profesionales.
El reto de los docentes es recuperar en el imaginario social la representación de
autoridad pedagógica, y eso debe lograrlo testimoniando efectivamente su competencia
en su tarea.
Es importante que el educador no sólo sepa qué enseñar y cómo hacerlo, sino que
se preocupe de conocerse a sí mismo y entenderse como un instrumento que construye y
transforma el conocimiento de forma activa. El auto-conocimiento es importante en la
medida en que la construcción del conocimiento de los alumnos se apoya en el educador,
en su acción y en su práctica como profesional. Un educador que reflexiona, se auto-
evalúa, que se conoce y que adapta su práctica de una manera más personalizada y
contextualizada será, sin duda, un profesional eficaz y más adaptado a su función,
trasmitirá a su alumnado más seguridad, menos incertidumbre y por lo tanto el
conocimiento se adquirirá de una forma más deseada con más ilusión. Epstein, en Ralha-
Simões, (1995) apuntan que la forma en que cada individuo se describe, predice y
gestiona su experiencia profesional, así como los significados que le atribuye a sus
experiencias, depende de la esencia de su auto-conocimiento. De hecho, el auto-
conocimiento es un proceso en el cual el sujeto organiza la información desde el exterior,
con el fin de utilizarla de manera eficaz en la interacción con un mundo complejo,
contradictorio y cambiante, manteniendo al mismo tiempo la identidad y la autoestima.
Elaborar una viñeta (con tres o cuatro cuadros y dibujos) en la que pueda plasmar una
situación donde se pongan en evidencia sus competencias y habilidades para dictar ESI
ACTIVIDAD Nº 8:
Instancia Domiciliaria
1- Responder el siguiente cuestionario que contempla cualidades personales, con las que
podemos o no contar:
2- —- Soy el tipo de persona a quien vienen para contarme cosas o pedirme consejo otras
personas en mi trabajo o en el barrio donde vivo.
3- —- Prefiero los deportes que se practican en grupo, como el fútbol o el voleibol a los
deportes solitarios como la natación o las carreras de fondo.
4- —- Cuando tengo algún problema, lo más frecuente es que busque a otra persona para
contárselo y pedirle ayuda antes, que tratar de resolverlo por mí mismo.
5- —- Tengo por lo menos tres amigos íntimos.
6- —- Prefiero los pasatiempos sociales como antes que las recreaciones solitarias como
los juegos de computadora o los juegos de carta solitarios.
7- —- Disfruto el desafío de enseñar a otra persona, o grupos de personas, las cosas que
sé hacer.
8- —- Me considero un líder (u otros me han dicho que lo soy).
9- —- Me siento cómodo en medio de una multitud.
10- —- Me gusta participar en las actividades sociales que están relacionadas con mi
trabajo, iglesia o comunidad.
11- —- Prefiero pasar la noche en una fiesta animada antes que quedarme solo en casa.
12- Otras fortalezas interpersonales:
13- —–
14- —–
15- —- De manera regular paso tiempo solo meditando, reflexionando o pensando en
cosas importantes.
16- —- He asistido a sesiones de terapia o seminarios de crecimiento personal para
aprender más sobre mí mismo.
18- —- Tengo un hobby o interés personal que por lo general no comparto con otros.
19- —- Tengo algunas metas importantes para mi vida sobre las que pienso de manera
regular.
20- —- Tengo una visión realista de mis fuerzas y de mis debilidades (apoyado en las
reacciones de otros)
21- —- Preferiría pasar un fin de semana solo en una cabaña en el bosque antes que en
un balneario de moda rodeado de mucha gente.
22- —- Considero que poseo una voluntad fuerte y una mente independiente.
23- —- Llevo un diario personal donde registro las cosas que suceden en mi vida
Coincidimos con lo que postula Imbernón, F. (2007), cuando dice que para educar
se necesita de un colectivo.
Así, se torna indispensable pasar del trabajo individual al trabajo en conjunto y
colaborativo, como así también abandonar formaciones personalistas y tener en cuenta al
grupo, a la comunidad y al contexto donde ella se ubica. Apuntamos, como tutores de
docentes en formación, a brindar espacios que potencien el desarrollo de procesos
autónomos en el trabajo docente, pero en los que se privilegie el compartir experiencias,
ideas, metodologías, procesos. Creemos importante dar lugar a las emociones en el
equipo, y no suscitar el velo de las mismas, respetarse y confrontarse para construir
alternativas en forma conjunta. Emociones que también resultan fundamentales a la hora
del trabajo con los estudiantes, en relación a ocupar lugares de referencia, límites y
autoridad, en tanto esta última ya no se encuentra garantizada de antemano como en
épocas anteriores sino que debe ser producto de un posicionamiento.
Finalmente, los equipos de docentes y directivos relatan un recorrido que se
fortalece a medida que reflexionan sobre él y ajustan contenidos y metodologías en
función de sus propósitos formativos y las demandas del contexto. Sostener acciones a lo
largo del tiempo permite profundizar los procesos, pero una condición para ello es la
apertura y reflexividad, el monitoreo constante de las prácticas. Eso permite superar
prejuicios y pudores y que los/as docentes ganen confianza para abordar aquellos temas
que más los/as desafían. El hecho de sostener las prácticas pedagógicas aporta también la
posibilidad de buscar nuevos recursos para trabajar ESI y desarrollar la creatividad
docente para imaginar metodologías participativas con el alumnado.
El docente debe establecer puentes con otras instituciones del medio (centro de
salud, biblioteca, escuela, policía, municipalidad) a fin de desarrollar procesos de trabajo
que enriquezcan el proceso de enseñanza-aprendizaje, en lo que hace a la “educación
sexual”.
COMUNIDAD EDUCATIVA
La Comunidad Educativa está formada por el conjunto del profesorado, los padres
y madres, los alumnos y alumnas y personal de administración y servicios. Todos ellos
deben compartir un objetivo común: educar.
Para que una institución funcione como una auténtica Comunidad Educativa, es
necesario que todos sus miembros quieran trabajar solidariamente, compartiendo el
objetivo de lograr una mejora en la calidad de la educación en su ámbito concreto de
actuación. Sin esa voluntad compartida, no existe propiamente una Comunidad
Educativa.
Las comunidades educativas debemos asumir el desafío de educar la sexualidad con la
seguridad y la certeza de que, según el sistema jurídico argentino, la educación debe
impartirse con pleno respeto y subsidiariamente al rol protagónico de la familia en su
derecho y deber indelegables de primera educadora de los hijos (Código Civil, Art. 264),
tal como afirman las normas de nuestra nación.
En continuidad con estas normas, el Programa Nacional de Educación Sexual
Integral reconoce la necesidad de respetar la libertad de conciencia y pensamiento, tanto
de las personas como de los establecimientos educacionales y sus proyectos educativos.
Se cree importante que los educadores seamos respetuosos de los derechos de las familias
y conscientes de nuestros propios derechos.
Se considera también que los proyectos que las comunidades educativas
implementen, tanto en el ámbito de las escuelas de gestión estatal como de gestión
privada, deben contribuir al fortalecimiento del valor de la vida humana desde la
concepción hasta la muerte natural. Estos son los principios que sostiene la Constitución
Nacional (Declaración Internacional de Derechos Humanos, Convención Americana
sobre Derechos Humanos La ley 26.206 de Educación Nacional promueve a la familia
como el agente primario y natural de educación: “La familia es agente primario y natural
de educación.” (Art. 128, inc. a); “Derecho de los padres a que sus hijos reciban una
educación integral.” (Art. 8 y 11, inc. b); “Derecho a que sus hijos sean respetados en su
libertad de conciencia.” (Art. 126, inc. b); “Derecho de los padres a elegir una institución
educativa cuyo ideario responda a sus convicciones filosóficas, éticas y religiosas.” (Art.
128, inc. c). En este sentido, recordemos que el Art. 5 de la Ley 26.150 afirma que “cada
comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional,
la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su
ideario institucional y a las convicciones de sus miembros”. Pacto de San José de Costa
Rica , Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos), y en el sistema jurídico argentino (Código
Civil Argentino, Ley 26.206 de Educación Nacional, entre otras). La ley ampara la
promoción de estos valores, por lo que, como ciudadanos y docentes, tenemos
responsabilidad de fomentarlos, en beneficio de toda la sociedad.
ACTIVIDAD Nº 9:
Instancia Domiciliaria
ACTIVIDAD Nº 10:
Instancia Domiciliaria
Imaginar «lo posible» en cada escenario significa saber con qué contamos y qué
nos falta para darle viabilidad a la propuesta de trabajo de ESI que queremos desarrollar;
significa poder identificar facilitadores y obstaculizadores, construir un mapa de actores
institucionales que nos permitan visualizar las distintas relaciones de poder que se ponen
en juego en ese escenario; significa también encontrar distintas estrategias que permitan
sortear las dificultades y encontrar la mejor manera de alcanzar lo que nos proponemos.
La idea consiste en tener una mirada estratégica que nos permita orientar nuestras
acciones para ir generando las condiciones que nos permitan comenzar, continuar o
profundizar el proceso de implementación de la ESI.
ACTIVIDAD Nº 11 :
Instancia Domiciliaria
Realice una red conceptual de dos de las lecturas del Módulo que Ud. considere más
importantes, teniendo en cuenta lo siguiente:
Síntesis: se define como ―composición de un todo por la reunión de sus partes‖. La
síntesis de un texto conduce a su interpretación holística. Esto es, a tener una idea cabal
del texto como un todo y se integran las ideas favoreciendo a la comprensión. Al escribir
una síntesis, tenemos en cuenta los aportes del material bibliográfico de referencia y un
estilo propio de escritura.
MÓDULO 1:
Nuevos escenarios y patrones culturales que impactan en la escuela.……………..……2
Nuevos modelos de familia…………………………………………………………………..3
Educar para la igualdad…...………………………………………………………………….6
Nuestras Infancias………………………...………………………………………………… 8
Acercamiento a la ESI…………………………………………..………………………… 15
Actividad Evaluativa Integradora…...……………………………………………………...18
MÓDULO 2:
Desarrollo Psicosexual....……………..………………………………………………...…19
Concepto de Sexualidad……………………………………………………………………21
La sexualidad y sus múltiples dimensiones ………………………………………………. 22
Desarrollo sexual en la construcción de la identidad……………………………………… 30
Actividad Evaluativa Integradora…...………………………………………………..…….32
MÓDULO 3:
El Desarrollo de Competencias docentes para el dictado de ESI……………………... 33
Competencias Docentes…………………………...………………………………………. 36
Dimensión Personal………………………..……………………………………………… 38
Dimensión Interpersonal……………...…………………………………………………… 41
Dimensión social………………...………………………………………………………… 42
Dimensión Profesional……………...……………………………………………………... 43
Actividad Evaluativa Integradora…...……………..……………………………………….47
MÓDULO 4:
La Escuela, Las Familias y la Comunidad en su relación con ESI………………….... 48
Trabajo Intersectorial e Interinstitucional………..………………………………………... 52
Actividad Evaluativa Integradora…...…………..………………………………………….54
Bibliografía………...……………………………………………………………………….55