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Breve introducción a la vida cristiana (constitutivo ontológico; no funcional: p/ej: moder-

nidad, conocimiento; marxismo, praxis…). Persona


1. Llamada a la libertad. es Encuentro [Ratzinger. Introducción al cristianis-
Temas: persona, libertad, conciencia, ley moral, peca- mo].
do, bienaventuranza. 1.7. La persona participa de la luz (Hijo) y la fuerza (Es-
Apuntes con el Catecismo de la Iglesia Católica píritu) de Dios. Por las potencias del alma espiritual
(1703): razón para conocer y voluntad para amar
1.1. El autor comienza con un tema de antropología:
(1704), y por ellas es libre (1705). Mediante la razón
Dios llamada; vocación. Cuando el Catecismo trata (inteligencia) el hombre conoce la voz de Dios de ha-
el tema del hombre (CEC 355 ss) comienza indicando cer (voluntad) el bien y evitar el mal (conciencia).
que es “imagen de Dios” (356) porque *tiene la ca- Por eso la vida moral proclama la dignidad de la per-
pacidad de conocer y amar al creador, * ha sido sona humana (es donde se realiza la persona como
amado por sí mismo por Dios y * está llamado a par- dialogo-encuentro con Dios; 1706). El pecado hiere
ticipar de la vida divina, a la bienaventuranza. la naturaleza humana, que queda inclinada al mal y
1.2. Repite las dos afirmaciones fundamentales para de-
sujeta al error (1707). Cristo, por la Pascua, da la
finir su ser persona (357): *es capaz de conocerse, vida nueva en el Espíritu, restaurando la naturaleza
poseerse y darse libremente a los demás, y es *lla- humana (1708). Restaurado el dialogo, la fe nos
mado a una alianza con el creador. Finalmente indi- hace hijos en el Hijo, capaces de vivir como él
ca que el hombre es como un medio (sacramento?) (“Amen como yo”, Jn 13,14). Es en los sacramentos
entre el resto de la creación y Dios mismo (358): ser- donde se realiza éste intercambio (dialogo-encuen-
vir y amar a Dios, y ofrecerle la creación. En este tro) que nos hace hijos de Dios, capaces de obrar
sentido, la persona humana no es un fin en sí mis- rectamente practicando el bien en la caridad y la
mo, sino que ha sido creada por y para Dios, y por él santidad. Esta vida filial culmina en la plenitud de la
todo lo creado. Todo esto es de orden natural. gloria (1709).
1.3. En el orden de la gracia cita una frase (359) esclare-
cedora y excluyente del Concilio. “el misterio del
hombre sólo se esclarece a la luz del Verbo encarna- AURELIO FERNÁNDEZ. Moral Fundamental. 2015. Rialp
do” (GS 22,1) que es explicada por un Padre de la Nociones claves de la Moral Fundamental (Pg 50)
Iglesia sobre un texto de san Pablo (Rm 5; 1Cor 15):
Adán y Cristo, último Adán. Leer el texto y advertir El hecho de la libertad. La vida moral está asentada so-
cómo Jesucristo, que es posterior temporalmente a bre el dato de que el hombre es un ser libre. Sin la li-
Adán, es anterior a él y de él provienen el hombre bertad, las acciones humanas serían, ciertamente,
(Adán) el ser imagen de Dios. En la misma línea está «buenas» y «malas» en sí mismas y además podrían
Col 1,15. originar bienes y males sin cuento tanto al individuo
1.4. El catecismo termina hablando de todo el género como a la convivencia social, pero perderían la valora-
humano (360), fundamentando el carácter social del ción moral; es decir, no serían «morales», pues no se
hombre: unidad en su origen, en su naturaleza, su podrían imputar a la persona. En virtud de la libertad,
fin en el mundo, en la casa común, en el fin sobrena- el hombre es sujeto de deberes que debe cumplir y de
tural y en los medios para alcanzarlo. derechos que puede reclamar.
1.5. El CEC retoma los temas de antropología teológica La conciencia. El actuar ético del hombre es «medido»
en la parte moral (Tercera parte). El hombre creado y «juzgado» por la conciencia. Es «el núcleo más secre-
a imagen y semejanza de Dios (1701): *Adán ha sido to y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a
creado en vistas a Cristo, Último Adán (orden natu- solas con Dios» (GS, n. 16). Ahora, no es pasiva ante el
ral);* En Cristo, la imagen alterada por el pecado ha actuar de la persona, sino que alaba y reprende, aprue-
sido restaurada y ennoblecida (orden de la gracia). ba y condena... ; es decir, que al modo como la razón
1.6. El concepto de persona humana viene de la defini- elabora juicios teóricos sobre si algo es verdad o error,
ción de *los dogmas cristológico (una persona divina de modo semejante, la conciencia emite «juicios prác-
subsistente en dos naturalezas) y trinitario (un solo ticos» acerca de la bondad o malicia de un acto.
Dios subsistente en tres personas). El Dios de Jesu-
cristo es trino: diálogo, relación sustancial entre las La norma moral. El bien y el mal vienen determinados
personas del Padre y la persona del Hijo en la perso- por la norma o ley moral. En efecto, en todas las Éticas
na del Espíritu Santo. Jesucristo es la persona del se admite que existen unas leyes que orientan al hom-
Hijo con dos naturalezas (modos de obrar propio), bre acerca de lo que es bueno o es malo. A este respec-
humana y divina. *Dios crea al hombre y dialoga li- to, la Teología Moral tiene en cuenta los múltiples pre-
bremente con el: la persona humana (creada) es una ceptos morales que se contienen en la Biblia: desde el
realidad abierta y en relación con Dios; se constituye Decálogo hasta el mandamiento nuevo del amor. En
en persona humana en el diálogo con Dios (alteri- consecuencia, el cristiano debe orientar su conducta en
dad). *La fe es entonces el acto propio de la persona orden a cumplir esas normas morales que Dios dictó a
la humanidad. Pero, en ocasiones, parece que surgen
dificultades al momento de armonizar las exigencias de propio de la libertad, ni siquiera una parte de ella, sino
la libertad y de la conciencia respecto a lo determinado tan solo es signo de que el hombre es libre».
por las leyes morales. Libertad y responsabilidad. No son coincidentes, sin
embargo se implican, de forma que toda «libertad»
Las fuentes de la moralidad. En el actuar concreto del
debe ser «responsable». Y, al contrario, no cabe «res-
hombre confluyen diversos elementos, lo que constitu-
ponsabilidad» sin libertad, al modo como tampoco se
ye una dificultad cuando se emite el juicio práctico
puede hablar de una libertad irresponsable. Dijo Victor
acerca de la bondad o malicia de un acto. Se ha de te-
Frankl, libertad y responsabilidad deben ir juntas: «Yo
ner a la vista, simultáneamente, un triple criterio: la
estoy en contra del incondicionamiento (de la libertad).
objetividad de la acción que se realiza o se omite; el fin
Libertad no es palabra definitiva. La libertad puede de-
que persigue el sujeto al actuar y, finalmente, las con-
generar en libertinaje, cuando no es vivida con respon-
diciones en las que se lleva a cabo la acción o las cir-
sabilidad.» (El vacío existencial, 37). Incluye la fideli-
cunstancias en que se encuentra el sujeto.
dad: «La totalidad del hombre incluye la dimensión del
tiempo, y el "sí" del hombre implica trascender el mo-
LA LIBERTAD HUMANA (Pg 71) mento presente: en su totalidad, el "sí" significa "siem-
pre", constituye el espacio de la fidelidad [...]. Por con-
La existencia de la libertad. Además de justificar el siguiente, la libertad del "sí" es libertad para asumir
bien y el mal moral, hoy la teología moral enfrenta te- algo definitivo [...].La auténtica expresión de la libertad
ner que justificar la misma libertad humana ante quie- es la capacidad de optar por un don definitivo, en el
nes la niegan o distorsionan su significado. Aunque se que la libertad, dándose, se vuelve a encontrar plena-
la evoque continuamente, desde las ciencias humanas, mente a sí misma» (Benedicto X, Discurso 6-VI-2005).
atendiendo a sus condicionamientos psicológicos y so-
ciales, se niega o minimiza su existencia… Aunque la La libertad y la gracia. Dada la condición del hombre,
existencia de la libertad es un hecho de la experiencia… herido por el pecado original, el cristiano necesita de la
Sentido y definición de la libertad. A diferencia de los gracia de Dios para hacer un uso siempre adecuado de
demás seres, la capacidad de decidirse a actuar o de la libertad. No obstante, la cooperación de la gracia no
abstenerse, de determinarse por algo o resolver por lo determina la libertad, sino que representa no solo una
opuesto, incluso de crear situaciones nuevas, es lo que ayuda para ejercerla racionalmente, sino para dirigir
cabe entender como «libertad». Es la capacidad inte- sus actos al fin último sobrenatural. Asimismo, la gracia
rior de la persona, mediante la cual la voluntad puede facilita superar la ignorancia y vencer las pasiones, que
optar entre querer o no querer, determinarse por dis- son los grandes obstáculos para actuar libremente,
tintas posibilidades o decidirse por su contrario. conforme al querer de Dios.
Limitaciones de la libertad. La limitación de la libertad
Mérito, gracia y libertad. «El mérito del hombre ante
viene determinada por la propia estructura de la perso-
Dios en la vida cristiana proviene de que Dios ha dis-
na, que es un ser esencialmente finito, por lo que la li-
bertad está sometida a ese mismo límite de finitud. puesto libremente asociar al hombre a la obra de la
Libertad. Verdad. Bien. Para que el hombre actúe li- gracia. La acción paternal de Dios es lo primero, en
bremente, se requiere que «Conozca» lo que realmen- cuanto que Él impulsa, y el libre obrar del hombre es lo
te va a ejecutar o, su contrario, lo que pretende omitir segundo en cuanto que éste colabora, de suerte que
o elegir. La razón es que la propia estructura de la li- los méritos de las obras buenas deben atribuirse a la
bertad -en cuanto es «acción humana»- supone que el gracia de Dios en primer lugar, y al fiel, seguidamente.
sujeto conoce la naturaleza del acto que realiza; más Por otra parte, el mérito del hombre recae también en
aún, que es consciente de la bondad o malicia del acto Dios, pues sus acciones proceden, en Cristo, de las gra-
que pretende llevar a cabo. Pero la «verdad» es la lec- cias prevenientes y de los auxilios del Espíritu Santo»
tura de la realidad. El hombre no crea la realidad, sino (CEC, 2008).
que la «Conoce». Por eso «Conocer» no es «opinar» La libertad perfecciona el ser de la persona. E una la-
(en mi opinión), ni «parecer» (a mí me parece), ni si-
bor costosa, pues, además del amor a la verdad y del
quiera es «pensar» (yo pienso). Y, cuando esto se cum-
dominio de los instintos, requiere un ejercicio continuo
ple, son imposibles y se anulan los «subjetivismos rela-
tivistas». de obras buenas, de forma que la voluntad adquiera
Libertad y bien. Si se niega la libertad para hacer el cierta espontaneidad en el cumplimiento del deber: es
mal, parece que se la limita o quita la condición libre la llamada «libertad moral», o sea la que se perfeccio-
del hombre. Sin embargo, la libertad debe ejercitarse na con el ejercicio de las virtudes, pues crece o dismi-
para el bien, dado que así se respeta el ser de la. Su nuye según se quiera el bien o se adhiera al mal. La li-
ejercicio no puede lesionar lo que el hombre es, dado bertad moral debe traspasar el deseo «de poder ha-
que la libertad es para perfeccionarse como persona. cer» a la determinación del «deber hacer». Y más que
Este es el origen del dicho clásico: «Hacer el mal no es la «libertad de», es decir sentirse libre de ciertas limita-
ciones, deberá ocuparse en la «libertad para», o sea la
libertad «para hacer el bien». En definitiva, todo ello se
reduce a amar la propia libertad y amar los mandatos
que se deben cumplir. «Cuanto alguien ama de verdad,
disfruta de mayor libertad» (San Agustín).

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