Está en la página 1de 1

Carta para...

(ya sabes que sigue)


Hace mucho no sentía la necesidad de escribirte como lo hago hoy, siempre intento
cambiar tus estados de ánimo, sacar sonrisas en tu perfecta carita y llenarte de
amor, así que esto no es diferente.
Hoy viene a mi mente un día que viví a tu lado, el cual te contare a continuación
desde mi visión y así entenderás un poco de porque lo hago.
Hace unos años atrás recuerdo sentirme nerviosa pues aquel día haríamos un pequeño
viaje a uno de mis lugares de paz en la tierra, confieso que no sabía qué usar,
probé toda mi ropa y nada me gustaba, me temblaban las piernas... pues iba de viaje
con mi más grande amor, recuerdo irnos súper encartados, tú te veías perfecto en
mochos blancos, camisa azul y tus gafas que me hacían morir de celos cuando te
miraban otras niñas, llenos de maletas llegamos a aquel lugar, que con el pasar de
cada minuto para mi se hacía más perfecto, de tu mano todo era perfecto.
Llego la noche y con ella empezaste a cantarme canciones que movían mi corazón de
niña al lado de una fogata, puedo decir que se me olvidaba hasta mi nombre con solo
mirarte mover con un palito pequeño la fogata para que no se apagara y después muy
juntitos irnos a nuestra pequeña carpa para ver Madagascar y... (lo sé falle) me
quede dormida, pero dato curioso y que tú no sabes es... en mitad de la noche
desperté, casi no podía verte por la oscuridad pero era como si te percibiera,
respiré profundo y empecé a hablarle a Dios de ti, a rogarle que esa noche fuera
eterna, pues tú eras paz pura, mis miedos y preocupaciones no estaban, y mirándote
nuevamente me quede dormida.
Al otro día fue igual de perfecto, recuerdo sentir pena de mirarte y que te dieras
cuenta, lo hacía en momentos específicos y solo pensaba “Diossss mioooo que hice yo
para mereces a este hombre” y de a poco me fue enredando más y mas en tu magia, esa
esencia pura que tienes que calma tormentas y huracanes.
Te cuento esto por dos razones:
1. Quería simplemente recordarte un lindo momento.
2. Hoy puedo decir que no era el lugar, ni el momento el cual me daba paz,
ya ese gigantesco lago se queda corto al hablar de paz comparado con un ser de
sonrisa perfecta, eras tú, tú con tu paciencia, tú con tu magia, tú con tu amor,
generas una paz más grande que la de ese lago.
3. Después de que leas la razón dos entenderás todo, en caso de que no
seré más explícita, hoy el mundo necesita tu paz, tu familia aún más, cuando
sientas ansiedad solo teletranspórtate con tu mente a un lugar como el que te acabo
de contar, imagínate a ti con tu ukelele frente a una fogata... y dile adiós a la
ansiedad, pues tú Luis Felipe Cortazar eres más gigante que ese lugar.
Desde el 2017 hemos vencido miedos, angustia, depresiones, desilusiones, engaños,
falta de confianza, lesiones, enfermedades, rupturas familiares, separaciones,
distancia.... infinidad de cosas y un virus feito no será distinto.
PDT: lo único que quiero hacer cuando la cuarentena se quite y todo vuelva a la
normalidad es abrazarte con tanta fuerza, meter mi carita en tu cuello y respirar
profundo para quedarme con tu olor unos segundos, ese es mi mayor deseo.
Te amo con cada pequeña partecita de mi.

También podría gustarte