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DESARROLLO

La doctrina social es el anuncio de fe que hace el Magisterio, ante las realidades


sociales donde la Iglesia nos brinda consejos e indicaciones para ser mejores
ciudadanos responsables. El único objetivo de la Iglesia es “ayudar al hombre en el
camino de salvación”. Esta es su única misión por la que la Iglesia tiene el derecho y el
deber de desarrollar una doctrina social que forme las conciencias de los hombres y les
ayude a vivir según el Evangelio donde recibe una ayuda de la Iglesia que acompaña a
los cristianos en esta tarea.

El magisterio social de la Iglesia es la expresión con la que la Iglesia se refiere a la


función y autoridad de enseñar que tiene el magisterio pontificio que están en
comunión con él, con el fin de mejorar las diferentes cuestiones sociales que afectan a
la comunidad pero también enseña a que cada persona es un ser en relación, nacido
para la comunión de la verdad y la caridad.

Se presentan tres objetivos relacionados entre sí, con el fin de dar lugar a la
reflexión sobre las cuestiones sociales y la conformación de diferentes documentos
que forman parte de la estructura de la Doctrina Social de la Iglesia, los mismos son la
dimensión teórica centrada en los principios éticos que van construyendo la
convivencia y el orden social, también conformado por la dimensión histórica que
tiene principios permanentes que generan ciertos criterios de juicio sobre las
situaciones, por último, la dimensión práctica que refleja los criterios y orientaciones
que surgen de las dichas dimensiones.

Llevando a la práctica estas tres dimensiones, que son importantes a la hora de


elaborar diferentes documentos que forman parte de los archivos de la DSI, siguiendo
así una metodología del ver, juzgar y actuar, que son importantes para el desarrollo de
la misma.

Donde es importante remarcar que a lo largo de la historia, se fueron escribiendo


diferentes encíclicas que se encargaron de explicar la doctrina social de la Iglesia. Las
encíclicas significa envolver en círculo, estas son cartas realizadas a lo largo de la
historia por los Papas, en las que se busca expandir problemáticas sociales para así
generar una nueva conciencia social sobre los temas abordados, generando el
cuestionamiento sobre lo instalado en la sociedad, busca cambiar la percepción para
así dejar de lado las apariencias. Existieron encíclicas escritas por diferentes Papas,
empezando con la Rerum Novarum (León XIII), siguiendo con la Laborem Exercens
(Juan Pablo II) y finalizando en la actualidad con la Laudato si y la Fratelli Tutti (Papa
Francisco).

FRATELLI TUTTI
Todas las realidades sociales, como la injusticia, desigualdad social, entre otras.
Inspiro a Francisco a escribir la encíclica Fratelli Tutti con la ilusión de llevar a la
sociedad a una fraternidad y amistad social sin importar las circunstancias. Esta
encíclica tiene como objetivo dirigirse a los hermanos y hermanas con el fin de
proponerles una nueva forma de vida con sabor a Evangelio, destacando un consejo
importante donde invita a un amor que va allá de lo geográfico, con estas palabras
expreso lo esencial de una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar
a cada persona más allá de la distancia que allá de por medio dejando de lado el
pensamiento indivualista que se tiene sino pensar y vivir en comunidad.

Por eso se propone analizar el primer capítulo de esta encíclica, que trata acerca de
diferentes temas que impiden la construcción de una nueva realidad social.

CAPITULO UNO: LAS SOMBRAS DE UN MUNDO CERRADO.

Durante décadas parecía que el mundo había aprendido de tantas guerras y


fracasos, mediante estos actos las sociedades se dirigen a diversas formas de
integración. Pero se encienden diferentes conflictos que se consideraban superados y
resurgen nuevos nacionalismos cerrados y agresivos.

En varios países penetra una idea de unidad en el pueblo y nación, creando nuevas
formas de egoísmo y de pérdida del sentido social enmascaradas bajo una supuesta
defensa de sus intereses nacionales. Es por eso que se propone que cada generación
ha de hacer suyas las luchas y los logros de las generaciones pasadas y llevarlas a
metas más altas aun.

Allí, se presenta la expresión “Abrirse al mundo”, esta ha sido adoptada por la


esfera económica. Esta se refiere a los intereses a los intereses de los poderes
económicos para invertir sin trabas ni complicaciones en todos los países, los conflictos
y el desinterés que hay de por medio son manejados por la economía global para
imponer un modelo de cultura.

“La sociedad cada vez más globalizada nos hace más cercanos, pero no más
hermanos” (Fratelli Tutti, 2020, p.10). Teniendo en cuenta a este hecho, la
característica que identifica a la actualidad es la ventaja que da la tecnología, en este
caso los medios de comunicación nos permite mantenernos unidos e informados
todos. También es importante destacar como el globalismo favorece la identidad de la
protección a sí mismos, pero la identidad de los pobres y débiles los hace más
vulnerables.

El mundo se encontraba atravesando una tragedia global como es la pandemia del


COVID-19, mediante este hecho despertó la conciencia de la comunidad donde el mal
de uno perjudica a todos. Con lo vivido como comunidad, se cayeron todos esos
estereotipos con los que disfrazábamos nuestros egos dejando al descubierto, una vez
más, esa bendita pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos;
esa pertenencia de hermanos.

El Papa Francisco propone volver a nuestra historia que nos identifica y sirve como
base para construir una nueva hermandad y fraternidad. En este capítulo, el Santo
Padre critica la creciente hostilidad online, viendo que esto beneficia las diferentes
formas de insultos y maltratos hasta destrozar la figura del otro. Es por ello, que nos
alimentamos de sueños de esplendor y grandeza dejando de lado la fraternidad.
Convirtiéndonos en presos de la virtualidad perdiendo el control de la realidad. El
dolor, la incertidumbre, el temor y la conciencia de los propios límites que despertó la
pandemia, hacen resonar el llamado a repensar nuestros estilos de vida.

Comparando con lo vivido en ese contexto de pandemia. La sociedad se vio


fuertemente afectada y expuesta, posicionando al estado como ignorante al no tener
solución para la enfermedad del COVID-19, dando así ninguna respuesta hacia la
sociedad sobre alguna cura. Ante la situación, la única solución de los gobernantes
para evitar los contagios fue el aislamiento social, preventivo y obligatorio, en el que
de primer momento se vio reforzada la fraternidad entre la población, pero esto
género en algunas naciones una notable exclusión, discriminación y selectividad a la
hora de realizar las vacunas, repartirlas y el uso que se les dio a las mismas, esto fue el
precursor de las situaciones de malestar y resentimiento entre las poblaciones, ya que
las vacunas no llegaban, estaban privados de su libertad y cargaban con el peso de
pérdidas familiares, mientras que personas cercanas al Estado, gozaban de su libertad
ya que fueron de los primeros en ser vacunados.

Se realizaron tratados en los que constaban las alianzas y acuerdos que respaldan a
las naciones involucradas en la fabricación y repartición de vacunas, pero dejando de
lado a países que no se encontraban capacitado a la hora de fabricar alguna vacuna,
negándoles la venta a dichos países. Ahí se ve, que hay otros parámetros de por medio
que se tienen en cuenta a la hora de la distribución de ellos. Este hecho, evidencia la
perdida de fraternidad que tiene que haber entre naciones.

Es por ello, que el sumo Pontífice, alude que ojala que esta crisis sanitaria nos haga
cambiar la forma de pensar, es decir, dejar de lado el “otros” y pensar en un
“nosotros”. Siendo así capaces de pensar y aprender de esta crisis como un modo de
unión entre todos descubriendo que realmente todos necesitamos de todos y nos
debemos los unos a los otros.

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