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vocacional
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Manual de asesoramiento y orientación
vocacional
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leyes, reproducir, registrar o transmitir esta publicación, íntegra o parcialmente, por cualquier sistema de
recuperación y por cualquier medio, sea mecánico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o por
cualquier otro, sin la autorización previa por escrito de Editorial Síntesis, S. A.
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ISBN: 978-84-995869-2-2
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Índice
Prólogo
Introducción
PARTE I
MARCO CONCEPTUAL DE LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL:
PRINCIPIOS, MODELOS, INSTRUMENTOS
2.1. Introducción
2.2. Aspectos educativos inherentes a la orientación
2.3. Objetivos de la orientación educativa
2.4. Objetivos de la orientación vocacional
2.5. Niveles de intervención en orientación vocacional
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2.5.1. Primer nivel: el aula, 2.5.2. Segundo nivel: el centro, 2.5.3. Tercer
nivel: el entorno
2.6. Instrumentos para la orientación
2.6.1. Los tests, 2.6.2. Las pruebas psicopedagógicas, 2.6.3. La
observación como instrumento para la orientación, 2.6.4. La entrevista
como instrumento para la orientación, 2.6.5. Materiales elaborados en
función de las necesidades
2.7. Cuadro-resumen de instrumentos para la orientación
3.1. Introducción
3.2. Deontología profesional en la orientación educativa
3.2.1. Profesionales de la orientación e ideología, 3.2.2. Profesionales
de la orientación y ética profesional
3.3. Modelos de orientación
3.3.1. Modelo clínico o counseling, 3.3.2. Modelo de servicios, 3.3.3.
Modelo de programas, 3.3.4. Modelo de consulta, 3.3.5. Modelo
tecnológico, 3.3.6. Modelo de intervención psicopedagógica
3.4. Comparación de modelos de orientación
3.5. Hacia un modelo ecléctico en orientación educativa
PARTE II
ORIENTACIÓN VOCACIONAL, CURRÍCULO Y TUTORÍA. EL
ASESORAMIENTO INDIVIDUALIZADO Y EL CONSEJO
ORIENTADOR
4. La tutoría
Juan Antonio Planas Domingo
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tutoría, 4.2.4. Definiciones de tutoría
4.3. Regulación legislativa de la tutoría
4.3.1. La tutoría en la Ley Orgánica de Educación, 4.3.2. Reglamento
orgánico de las escuelas de educación infantil y de los colegios de
educación primaria, 4.3.3. Reglamento orgánico de los institutos de
educación secundaria
4.4. Funciones y actividades del profesorado-tutor
4.4.1. Funciones del profesorado-tutor con relación al alumnado, 4.4.2.
Funciones del profesorado-tutor con respecto al profesorado, 4.4.3.
Funciones del profesorado-tutor con relación a las familias
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6.6. El consejo orientador dentro de los procesos de asesoramiento
psicopedagógico individualizado
PARTE III
OPORTUNIDADES Y RETOS PARA LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL.
LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
7.1. Introducción
7.2. Orientación vocacional y género
7.3. Asesoramiento y orientación vocacional para la igualdad de género
7.4. La orientación vocacional en el entorno rural y urbano
7.5. Interculturalidad y oportunidades
7.6. El asesoramiento y la orientación vocacional ante la interculturalidad
7.7. Orientación vocacional en la educación de personas adultas
7.7.1. Adultos sólo de edad, 7.7.2. Alumnado adulto
7.8. La suma de desigualdades
7.9. Conclusiones
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informes psicopedagógicos
PARTE IV
PROGRAMAS EDUCATIVOS Y ORIENTACIÓN VOCACIONAL
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10.3. La Orientación Vocacional en la Universidad
PARTE V
ORIENTACIÓN E INNOVACIÓN: EXPERIENCIAS Y RECURSOS.
EVALUAR PARA MEJORAR
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centro educativo de Secundaria
12.8. El uso de los portafolios como estrategia de autoevaluación personal y
profesional
12.9. Ejemplo de cuestionario de evaluación de programas de orientación
profesional (para el alumnado)
Conclusiones
Juan Antonio Planas Domingo
Anexos
Anexo I: Cuestionario de valoración del profesorado tutor
Anexo II: Modelo de cuestionario inicial para el alumnado
Anexo III: Ejemplo de programa de las sesiones semanales de tutoría grupal para
4º de ESO (curso 2011/2012)
Anexo IV: Modelo de dictamen de escolarización
Anexo V: Protocolo de acogida para nuevo alumnado
Anexo VI: Propuesta de implantación de un plan de refuerzo, orientación y apoyo
en un IES
Anexo VII: Modelo de informe psicopedagógico para escolarización externa en un
aula taller de un centro sociolaboral
Anexo VIII: Diseño y organización del Programa de Aprendizaje Básico
Anexo IX: Cuadro de programas y salidas educativas en la ESO
Bibliografía
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Prólogo
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En lengua inglesa se habla de vocational guidance para referirse a lo mismo que
en los países de lenguas románicas (principalmente Bélgica, Francia, Italia, Suiza y
España) se denomina orientación profesional. Se puede observar como en 1951 se crea
lo que hoy conocemos como AIOSP (Association Internationale d’Orientation Scolaire et
Professionnelle), que en el ámbito anglosajón se conoce como IAEVG (International
Association for Educational and Vocational Guidance).
En 1979 se crea la AEOEP (Asociación Española para la Orientación Escolar y
Profesional), como filial de la AIOSP en España. En los años ochenta, con la
constitución de las Comunidades Autónomas, se van creando delegaciones de la AEOEP
en cada una de ellas. Cuando en 1992 se crea el Título de Psicopedagogía y la plaza de
profesor de psicología y pedagogía en los institutos de secundaria, van proliferando las
asociaciones de orientación y psicopedagogía por toda la geografía española.
Estas asociaciones han sido integradas en la COPOE (Confederación de
Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España), cuyo acta fundacional es de
2005, aunque inició su andadura anteriormente (para más información véase
http://www.copoe.org/).Entre los especialistas en orientación es de dominio público que
ha jugado un papel esencial en la fundación de la COPOE y en su posterior desarrollo,
uno de los autores de este manual: Juan Antonio Planas Domingo.
Desde estas líneas quiero expresar mi reconocimiento por el trabajo que está
haciendo Juan Antonio Planas desde la COPOE, de cara a la difusión de la orientación,
tomando como principio aquello de “la unión hace la fuerza”. Es de justicia reconocer
que como presidente de la COPOE está en el lugar más apropiado para tener acceso a
una cantidad ingente de información que contribuye a difundir. Además es el presidente
de la AAP (Asociación Aragonesa de Psicopedagogía). También ha sido presidente del
comité organizador y miembro de comité científico de varios congresos nacionales e
internacionales sobre orientación. Es autor de varias obras relacionadas con la orientación
y la psicopedagogía. Pero, lo más importante, como Jefe del Departamento de
Orientación en el IES Tiempos Modernos de Zaragoza tiene una larga experiencia
práctica en orientación. Todo esto lo convierte en una persona idónea para ser autor de
una obra como esta. Pero J. A. Planas prefiere el trabajo en equipo y por esto es un
miembro más de los autores de este manual.
Ana Cobos Cedillo es otra autora del equipo. Es licenciada y doctora cum laude en
Ciencias de la Educación y trabaja como jefa del Departamento de Orientación del IES
Ben Gabirol de Málaga. Es la presidenta de AOSMA (Asociación de Orientadores y
Orientadoras de la provincia de Málaga) y vicepresidenta de FAPOAN (Federación de
Asociaciones de Profesionales de la Orientación de Andalucía). Máster en Política
Educativa y Consejera Europea en Asuntos de Multiculturalidad, ha participado en
numerosos eventos formativos y es tutora de prácticas del alumnado de Ciencias de la
Educación desde 1995. Imparte docencia en la Universidad de Málaga y colabora en
distintas publicaciones sobre orientación, así como en el periódico Escuela y tiene una
larga trayectoria en investigación educativa.
Ernesto Gutiérrez-Crespo Ortiz, otro de los autores, es licenciado en Psicología y
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en Pedagogía, jefe del Departamento de Orientación del Instituto de Formación
Profesional Superior “Elorrieta-Erreka Mari” de Bilbao; profesor del Máster de
Secundaria de la Universidad de Deusto y presidente de APSIDE (Asociación de
Psicopedagogía de Euskadi). Es experto en orientación educativa en la UPV (Universidad
del País Vasco) y Máster en Sexualidad Humana por la UNED.
Con el rico currículum vítae de los autores, del cual acabamos de hacer sucinta
referencia, queda justificada la idoneidad del equipo para abordar el libro que nos ocupa.
Este manual está compuesto de cinco partes, cada una de ellas con varios
capítulos. En las líneas siguientes se comentan algunos aspectos de la obra. No es la
intención presentar cada uno de los capítulos, sino sencillamente reflexionar sobre
algunos de los aspectos de su contenido.
En la primera parte se expone el marco conceptual de la orientación vocacional,
con sus principios, modelos, instrumentos e itinerarios.
La segunda parte del libro trata de la orientación vocacional, currículo, tutoría,
asesoramiento individualizado y el consejo orientador. Especial interés para la práctica
tienen los capítulos 4 y 5 sobre la Tutoría y el Plan de Acción Tutorial (PAT).
Las funciones y actividades de los profesionales de la tutoría y la orientación se
dirigen al alumnado, profesorado y familias. Este trípode es el que sustenta la efectividad
de la orientación. Esto queda claro en el capítulo tercero.
Son muy de agradecer las ejemplificaciones de Planes de Acción Tutorial que se
presentan, referidas a cuarto de la ESO; precisamente el curso clave de cara a la
orientación vocacional. Estos documentos son una guía para la elaboración y puesta en
práctica del PAT en los centros educativos.
La orientación y la tutoría pueden ser individuales o en grupo. Las primeras se
centran en la entrevista, donde las aportaciones del counseling constituyen el marco
teórico de referencia. En las intervenciones grupales se suele seguir el modelo de
programas.
La parte tercera del manual incluye la atención a la diversidad y las nuevas
tecnologías. En concreto, el capítulo siete es sobre la orientación vocacional para
diversos colectivos. No es habitual encontrar un capítulo de estas características en los
manuales de orientación. Esto constituye es un paso más hacia la escuela y la sociedad
inclusiva.
Las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ocupan un lugar
importante en la orientación. Hay muchos programas de orientación profesional a través
de Internet y CD. Lo cual requiere conocer los recursos y la mejor forma de utilizarlos.
La cuarta parte hace un recorrido por las distintas etapas y programas educativos en
relación a la orientación vocacional en cada una de ellas.
La quinta parte trata de la orientación y la innovación. En concreto el capítulo 11
incluye experiencias, recursos y programas de orientación vocacional. El capítulo 12
expone la evaluación de programas de orientación. La evaluación debe entenderse como
un aspecto constitutivo de la práctica orientadora. El lema es evaluar para mejorar.
A propósito de mejorar, estoy convencido de que este libro se ha escrito con la
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sana intención de contribuir a mejorar la práctica de la orientación. En el conjunto de la
obra hay suficientes elementos para que así sea. Esto es gracias a un trabajo en equipo,
que es como debe abordarse la orientación.
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Introducción. Una mirada a la educación
en España
“El Consejo Escolar del Estado considera que el problema más importante de nuestro
sistema educativo es la baja tasa de alumnos que acaban con éxito la enseñanza obligatoria, muy
alejada de los niveles de titulación de los países de la UE. Por ello, este Consejo insta a las
administraciones educativas a reforzar las tutoría y la orientación y seguir mejorando la atención
a la diversidad con programas en todos los centros que incluyan la disposición de los recursos
humanos y materiales necesarios para el alumnado con discapacidad, medidas de compensación
educativa y los Planes de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA). Asimismo, se debe garantizar
el conocimiento de la ejecución y la evaluación de esto planes. En general, todas las actividades
de refuerzo y apoyo requieren una planificación cuidada y “horas de docencia”, algunas de ellas
especializadas. El incremento de plantillas (ratio profesor/aula) es urgente, pues la realidad
actual es deficiente en los centros educativos. La incorporación de equipos de orientación en
número suficiente también es esencial”.
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Internacional de Evaluación de Estudiantes, el último dado a conocer en diciembre de
2010) sobre el rendimiento académico del alumnado de 15 años, que ponen de
manifiesto que los españoles superan la media europea de fracaso al no alcanzar los
niveles mínimos en lectura, en matemáticas y en cultura científica. Además, existe un
porcentaje significativamente menor de alumnado que alcanza un alto nivel de excelencia.
El fracaso escolar sigue manteniéndose en unas tasas elevadas, pues el 31% de la
población entre 18 y 24 años no ha completado la educación secundaria. El nivel de
comprensión lectora ha mejorado respecto a 2006, pero sigue por debajo de la media de
los países de la OCDE. España se sitúa en los 481 puntos, veinte más que en el último
estudio y por debajo de los 493 de la media de la OCDE. De este informe se desprende
que España tiene un porcentaje de repetidores superior a la media de los países de
nuestro entorno. Mientras que Finlandia presenta un 5%, el 36% de los alumnos
españoles que forman parte de la muestra ha repetido curso y continúan con un nivel
bajo. Por eso planteamos en distintos momentos de esta publicación cambios en la
metodología del profesorado y dotar a los centros educativos de mayor autonomía y
flexibilidad.
Volviendo a dichos informes, hay que destacar que la diferencia entre comunidades
es mínima, al suponer menos de 4 puntos. Las diferencias no se producen entre la
enseñanza pública y la concertada, sino dentro cada centro educativo y sobre todo por el
nivel socioeconómico y cultural de las familias.
Es decir, España, en cuanto a fracaso escolar, se sitúa 10 puntos porcentuales por
encima de la media europea y aunque se ha avanzado muchísimo con respecto a épocas
recientes, todavía queda mucho por hacer.
Los expertos que elaboran los informes PISA, con su coordinador Andreas
Schleicher a la cabeza, afirman que los países que mejores resultados obtienen son
aquellos que consideran al alumnado como el centro del proceso educativo y que vuelcan
todas las estrategias formativas para conseguir su éxito y su mejor integración en la
sociedad. Son aquellos que le dan un gran valor e importancia a la educación; que
animan, y en algunos casos incluso incentivan, la implicación de las familias en la vida
escolar de sus hijos. Se trata de aquellos países que dedican un notable volumen de
recursos públicos a la educación y que dan una gran importancia al papel de los docentes
y que confían en la autonomía de los centros.
Uno de los ejemplos más relevantes es Finlandia, uno de los países que más
destaca en todas las materias evaluadas. ¿Cuáles son las principales características del
sistema educativo finlandés?, ¿qué hacen ellos, qué no se hace en España y, por tanto,
qué se debería mejorar?
En Finlandia el sistema educativo goza de una alta consideración, su gasto
educativo es el 6,24% de su PIB; la escuela pública es muy mayoritaria; la institución
escolar se entiende como una comunidad de aprendizaje; existe una gran
descentralización administrativa que se complementa con una importante autonomía de
los centros; la ratio profesor/alumno es baja; existe un tratamiento de la diversidad por
intereses; se tiene un gran respeto hacia los docentes, éstos son seleccionados entre los
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que poseen mejor expediente académico y muestran mayores competencias emocionales,
los centros están dotados de enfermerías pediátricas, de psicólogos y trabajadores
sociales, se da una orientación escolar efectiva y tienen una importante red de bibliotecas
escolares.
Continuando con este análisis panorámico hay que hacer mención al que Eurostat
publicó en 2008 con el nombre “Youth Education Attainments Level”. Este documento
muestra el porcentaje de jóvenes entre 20 y 24 años que han logrado al menos el título
de secundaria superior. La media de los 27 países de la Unión Europea era del 77,9% y
el objetivo era llegar al 85% para 2010. Sin embargo, España se ha quedado en el 61,1%,
el peor dato desde 1995. Se destaca que el periodo de estancamiento en España ya dura
varios años, mientras que en el resto de Europa no para de crecer.
El informe de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico
(OCDE) “Mirada a la educación”, de 2009, pone de relieve que las inversiones en
educación en España en los últimos años no han seguido el ritmo de crecimiento de la
riqueza nacional. Según este informe, sólo el 43 % de la población comprendida en la
franja de edad de 25 a 64 años ha obtenido al menos el diploma de bachillerato frente a
la media del 66% del conjunto de la OCDE. Entre otros aspectos interesantes de este
informe, se subraya que menos del 10% de los trabajadores españoles ha seguido cursos
de formación. España sólo invierte el 4,1% de PIB, producto interior bruto (datos de
2011), en educación cuando la media de los países industrializados es del 6,1% con el
agravante que estas diferencias se mantienen desde hace muchos años.
La Unión Europea había marcado cinco objetivos educativos para 2010, que se
han visto incumplidos en gran medida:
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Estas circunstancias suponen que nuestro alumnado va a competir con sus compañeros
comunitarios y también pone de relieve la posibilidad de que haya más movilidad entre
profesorado y alumnado. Por tanto, nuestro sistema educativo deberá estar preparado
para esa permeabilidad.
Uno de los puntos más necesarios para mejorar la actual situación es, a nuestro
juicio, el desarrollo de programas de formación del profesorado sobre técnicas de
aprovechamiento del potencial del alumnado, así como técnicas de diagnóstico precoz de
dificultades, atención educativa y seguimiento de estudiantes en riesgo de abandono
temprano. Para ello habría que constituir más recursos de apoyo para docentes y otros
profesionales que intervienen en la atención educativa de estudiantes con bajo
rendimiento y con mayor potencial de riesgo de abandono escolar.
Pensamos que hay que aprovechar los centros de educación de personas adultas
para promover alternativas destinadas específicamente a jóvenes que abandonaron sin
ninguna cualificación y que quieren acceder a las titulaciones de ESO o post-obligatorias.
Es lo que se conoce en otros países europeos como “escuelas de segunda oportunidad”.
Hay que establecer los mecanismos para ofrecer al alumnado que no concluye la ESO la
posibilidad de recibir un informe del grado de adquisición de las competencias básicas.
Los problemas graves de la educación española están bien claros. Hay ya
diagnósticos fiables de sobra, nacionales e internacionales, y sus veredictos coinciden. Lo
más urgente por resolver son los malos resultados del alumnado al final de la ESO, lo que
provoca tres problemas: que más de un 31% fracasen, es decir, no consigan ni siquiera
este graduado (que es el mínimo), que dejen definitivamente los estudios después de los
16 años (abandono temprano) y que sea escaso el alumnado brillante (bajo nivel de
excelencia).
Según nuestra opinión, se ha perdido un tiempo muy importante en estos últimos
años enzarzados en debates ideológicos, que no educativos. Ninguno de los aspectos que
han desatado controversias en el terreno educativo en los últimos años tiene relevancia
para el desarrollo de los objetivos que se plantean en Europa. Ni la asignatura de
Educación para la Ciudadanía, ni la alternativa a la Religión, ni la enseñanza de la
Historia de España, o las controversias sobre la «vertebración del sistema educativo», en
la que está incluida la polémica del peso que se da en algunas comunidades a su lengua
oficial, son los problemas verdaderamente importantes. Éstos son fuegos de artificio que
nos han impedido ver con nitidez lo realmente preocupante.
Por todos estos motivos pensamos que es urgente tomar medidas educativas
contundentes. Estos son los apartados que está planteando actualmente el Ministerio de
Educación.
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– Flexibilidad: Hacer el sistema «mucho más flexible y más integral, que
interrelacione las etapas educativas».
– Personalización: Una enseñanza más individualizada.
– Prevención del fracaso y abandono: Luchar contra estos dos problemas. Incidir
en las causas y propuestas y hacer innovaciones en medidas educativas y
sociales.
– Escolarización temprana: Armonizar el sentido y las condiciones de la etapa de
tres a seis años para luchar contra el fracaso.
– Formación Profesional integral: Lograr «cualificaciones más específicas y
vinculadas a las demandas sociales» y que los centros estén vinculados al
desarrollo de los territorios.
– Modernización: Promover el aprendizaje a través de las nuevas tecnologías y
potenciar el de idiomas.
– Universidad internacional: Promover la agregación y la excelencia y definir un
modelo de financiación para ella.
– Apoyar la figura del profesorado: incentivar su formación permanente, y dotarle
de recursos para favorecer su labor.
“Los grandes retos a los que se enfrenta el mundo como el cambio climático, la lucha
contra la pobreza, la alimentación, el uso del agua o las migraciones exigen también situar a la
Educación en el centro del escenario”.
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PARTE I
Marco conceptual de la orientación
vocacional: principios, modelos, instrumentos
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1
Asesoramiento y orientación vocacional:
concepto y premisas básicas
Son muchas las definiciones que sobre orientación se han publicado, máxime
cuando se ha tratado la orientación dentro del contexto educativo, debido a la diversidad
de concepciones, amplitud de objetivos y disparidad de tareas que su ejercicio ha
supuesto. A este respecto, Miller (1971) dice que, ya en 1925, Payne había localizado
más de un centenar de definiciones de orientación, número que se ha multiplicado
exponencialmente en la actualidad. Si atendemos a algunas definiciones correspondientes
a autores clásicos en orientación, vemos cómo existen algunos matices.
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Figura 1.1. Conceptos clave que definen la orientación.
• Para María Luisa Rodríguez Moreno (1998: 11), la orientación es sobre todo
un proceso por el que las personas se sitúan en su contexto:
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“Orientar es fundamentalmente, guiar, conducir, indicar de manera procesual, para
ayudar a las personas a conocerse a sí mismas y a identificar el mundo que las rodea; es auxiliar
a un individuo a clarificar la esencia de su vida, a comprender que él es una unidad con
significado, capaz de y con derecho a usar de su libertad, de su dignidad personal, dentro de un
clima de igualdad de oportunidades y actuando en calidad de ciudadano responsable, tanto en su
actividad laboral, como en su tiempo libre”
“la ciencia que estudia el proceso y el resultado del aprendizaje afectivo del hombre, que
posibilita el desarrollo y el cambio constructivo de su personalidad”.
• Rafael Bisquerra (1996: 152) parte del término “ayuda” para referirse a la
orientación, como muchos otros autores, sólo que en este caso, califica la
orientación no como educativa, sino como psicopedagógica, y la define como
“un proceso de ayuda continuo a todas las personas, en todos sus aspectos, con objeto de
potenciar la prevención y el desarrollo humano a lo largo de toda la vida. Esta ayuda se realiza
mediante programas de intervención psicopedagógica, basados en principios científicos y
filosóficos”.
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“conjunto de intervenciones especializadas dirigidas a la optimización del nivel del logro global
(instructivo y personal) del proceso de enseñanza-aprendizaje”.
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1.2. La orientación vocacional dentro del marco de la orientación educativa
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Parece existir un consenso refrendado por distintos autores (Álvarez Rojo, 1994,
Repetto, 2002) en que los orígenes de la orientación se sitúan en los comienzos del siglo
XX en Estados Unidos. Su artífice fue Frank Parsons, ingeniero, que preocupado por las
desigualdades sociales, toma conciencia de la necesidad de implantar unos servicios de
orientación, fundando en 1905 el Breadwinnet Institute de Boston y el Boston Civic
House para asesorar a inmigrantes y jóvenes desempleados en Orientación Profesional,
ya que él había observado que existían carencias en este campo.
Más adelante, en 1908 fundó el Vocational Bureau, Oficina de Orientación
Vocacional, donde llevó a cabo personalmente procesos de orientación con jóvenes. La
institución creada por Parsons fue absorbida por la Universidad de Harvard, quien la
transformó en un Departamento de Orientación. De esta forma, se puso en marcha la
orientación en Estados Unidos, que quedó asociada a las clases más desfavorecidas, esto
es, la “Orientación Profesional como reforma social” (Repetto, 2002: 42).
Víctor Álvarez Rojo (1994: 20) señala que los factores más determinantes para el
surgimiento de la orientación vocacional son los siguientes: la industrialización, la
urbanización, la escolarización, la revolución científica y el desarrollo del sistema
capitalista de producción y organización del trabajo.
Una nueva sociedad industrializada, como la de comienzos del siglo XX, donde se
producen movimientos migratorios del campo a las ciudades, supone una nueva forma de
organización social, que conduce a una despersonalización, un anonimato (Álvarez Rojo,
1994), y por consiguiente a un cambio de rol educativo a las familias, que han de confiar
más aspectos de la educación de sus hijos e hijas al sistema educativo. Todo ello
desembocará en la universalización de la educación y la consiguiente democratización de
la misma.
El sustancial cambio que supuso la industrialización no sólo afectó a la ordenación
de la educación para las familias, sino que hizo necesaria la formación de jóvenes para
desempeñar nuevos puestos de trabajo propios de una nueva organización del empleo,
que vino desencadenada por el sistema capitalista de producción y las aportaciones de los
avances científicos al mismo.
Por su parte, Miller (1971) aúna en cinco los factores por los que se llegó a la
necesidad de crear servicios de orientación vocacional, estos son:
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Figura 1.2. Factores por los que se crean servicios de orientación según Miller.
31
Europa. Y en 1912, en Bruselas, Christiaens creó el primer Servicio de Orientación
Profesional europeo. Más adelante, en 1936, se aprueba la primera legislación sobre
organización y funcionamiento de las Oficinas de Orientación Escolar y Profesional.
Mientras que en Francia, a su vez, se crea en 1912 la primera Oficina de Información y
Orientación.
En el caso de Reino Unido, el comienzo de los servicios de orientación puede
situarse en 1909 con la creación de los Juvenile Advisory Comittes y con la
promulgación en 1910 de la Ley sobre Orientación Profesional, que otorga competencias
a las instituciones educativas en la inserción laboral. De esta forma, se va generando un
gran desarrollo de los servicios de orientación a lo largo de los años cincuenta y sesenta.
Finalmente, con la constitución de la Comunidad Económica Europea en 1957, a partir
de los años sesenta comienzan a desarrollarse normativas y actuaciones sobre orientación
en toda Europa.
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siguiente cronograma para conocer el proceso de sucesión de acontecimientos
antecedentes que fueron necesarios para llegar a la creación de los SOEV en 1977:
Fecha Acontecimiento
33
correspondientes centros.
34
1938 Ley de la Reforma de la Segunda Enseñanza, que no
aporta nada a la orientación.
35
Educativa
Asimismo, concreta este derecho en unos servicios que podemos considerar los
antecedentes directos de los actuales departamentos de orientación de los institutos:
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En 1972 se publica una disposición por la que se ordena la creación de servicios de
orientación en el Curso de Orientación Universitaria, COU. Nunca se llevó a la práctica.
En definitiva, la regulación del derecho a la orientación que la ley reconocía para las y los
estudiantes no tendría ninguna aplicación práctica hasta algunos años después, con la
aprobación en 1990 de la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE),
que apostó por la orientación dotando a casi todos los institutos españoles de un
departamento de orientación.
Sin embargo, la fecha clave que marca un punto de inflexión en el proceso de
implantación de la orientación en España es 1977, pues por orden de 30 de abril de 1977
(BOE del 13 de mayo) se crean con carácter experimental los Servicios Provinciales de
Orientación Escolar y Vocacional (SOEV).
Estos servicios dependían directamente de la Dirección General de Educación
Básica, concretamente del Servicio de Inspección Técnica del Ministerio de Educación y
Ciencia (Bisquerra, 1996). Se implantaron a razón de uno por provincia, se ubicaron en
la capital de cada una y se dotaron, en principio, de tres profesionales. Estos servicios
conciben la orientación como una actividad esencial del proceso educativo, que
contribuye al desarrollo integral del alumnado. Entre sus funciones estaban las siguientes:
dirigir o realizar la orientación escolar, personal y vocacional del alumnado, especialmente
en los momentos críticos de su escolaridad, y programar actividades de orientación.
Dentro de un marco histórico de un país con dificultades, pero con gran
dinamismo en la restauración de la democracia, va aumentando la sensibilidad de las
administraciones ante las posibilidades de los servicios de orientación en el sistema
educativo, de forma que se amplía el número de equipos de SOEV y se sectorizan.
En la década de los ochenta, con el establecimiento del Estado de las Autonomías
y el traspaso de competencias en materia de educación se va generando una gran
proliferación de servicios de orientación hasta que en la década de los noventa los
equipos fueron unificados a efectos organizativos y funcionales. Este es el punto de
partida del actual “asesoramiento y orientación vocacional”.
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Orientación educativa, Didáctica y Psicología de la Educación son tres disciplinas
teórico-prácticas que comparten el objetivo de estudiar las teorías y principios de los
procesos educativos, para diseñar intervenciones que lleven a la transformación y mejora
de los contextos educativos (Repetto, 2002), sin embargo, también entre ellas existen
diferencias. La Didáctica podría definirse como “el arte o la ciencia de la enseñanza”
(Repetto, 2002: 122) y la Psicología de la Educación centra su estudio en el aprendizaje
humano. Así, ambas disciplinas, dentro de las Ciencias de la Educación, aportan mucho a
la orientación y viceversa, aunque entre ellas sean muy distintas.
Ante estas definiciones diferenciales, vemos cómo existe una mayor claridad para
distinguir orientación de Didáctica y de Psicología de la Educación, que para diferenciar
el concepto de orientación del de educación.
De esta forma, con toda la precaución de no caer en el radicalismo (Repetto, 2002)
y llegar a confundir los dos términos, entendemos que la orientación forma parte de la
educación puesto que las finalidades de la orientación son educativas (Lázaro y Asensi,
1989).
En esta línea también se expresa el Ministerio de Educación y Ciencia (1990: 12)
cuando dice:
38
Si en la conceptualización de la orientación hemos destacado unas constantes claves que
aparecen en la mayoría de las definiciones de orientación, queremos también destacar los
principios del asesoramiento y de la orientación vocacional, entendidos como los que
están presentes y sustentan toda intervención en esta materia, son los principios que
vertebran la práctica.
De forma esquemática, presentamos estos principios en la siguiente figura:
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“La orientación educativa puede ser considerada como un factor cualitativo en los
procesos de innovación en la educación”.
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2
Bases para la intervención en orientación
educativa y vocacional
2.1. Introducción
41
Figura 2.1. Aspectos educativos inherentes a la orientación.
42
orientación vocacional es transferible a cualquier otra disciplina, por ello, los procesos de
orientación vocacional contribuyen al desarrollo de la competencia de aprender a
aprender.
Esta capacidad de aprender a aprender está íntimamente relacionada con el
desarrollo emocional del alumnado, quien a la vez que gana en autonomía y
responsabilidad, se reconoce en mayor madurez y autoestima.
En definitiva, la orientación vocacional es parte indisoluble de la actividad
educativa, aunque en ocasiones, en el pasado, se entendiera como un proceso al margen
del educativo, porque los fines de la orientación son siempre de carácter educativo. La
orientación forma parte del proceso educativo de cada persona como un recurso valioso
del sistema educativo, en cuanto a la personalización de los procesos educativos y el
ajuste de cada respuesta del sistema para la optimización del proceso educativo y de
desarrollo personal de cada estudiante.
43
Figura 2.2. Dimensiones de los objetivos de la orientación.
44
desde la construcción del propio proyecto profesional, en continua retroalimentación con
el proyecto personal y vital.
Por ello, la orientación vocacional está directamente relacionada con el proceso de
orientación personal que se realiza a lo largo de toda la vida y al que no solo se acude en
momentos críticos como cuando hay que tomar decisiones de cara a la elección de
carrera, por ejemplo.
De este modo, la orientación vocacional es la que se realiza en un contexto
educativo, en el que las personas se forman para crear su propio proyecto de vida, luego
los objetivos de la orientación vocacional son el conjunto de actuaciones realizadas con
todo el alumnado del centro para:
45
“Un modelo global de orientación educativa y de intervención psicopedagógica que
establece un continuo desde la acción tutorial del profesor con sus alumnos hasta la intervención
especializada de los psicólogos, pedagogos y trabajadores sociales encuadrados en los equipos
externos, pasando por la utilización de los distintos recursos y apoyos del centro escolar” (Coll,
1996: 39).
46
facilita que la orientación cubra aspectos más personales de la vida del alumnado,
haciendo posible esa educación más integral, que atiende a las tres facetas básicas de la
orientación: la académica, la profesional y la personal.
Este primer nivel de orientación desde la tutoría, además de ser el más cercano al
alumnado, es el más asequible pues llega a todos y además se prolonga en el tiempo que
dura la escolarización, pues a todo grupo, ya sea de etapas de educación obligatoria o no,
se le asigna desde el comienzo de cada curso un profesor-tutor. Ello permite adecuar la
atención a las peculiaridades de cada alumno y a sus necesidades concretas, lo que según
la implicación de cada uno de los tutores, puede dar lugar a actuaciones que mejoren en
gran medida la calidad del sistema educativo.
Aunque la tarea docente lleva aparejada una labor de orientación, es necesario que en los
centros se proporcione una infraestructura de apoyo y asesoramiento, para que el primer
nivel de la orientación se haga posible, como un derecho de todo el alumnado a recibir
ayuda para que su escolarización desarrolle al máximo sus potencialidades.
Para que sea real esta acción tutorial, el apoyo ha de venir de profesionales
cualificados, estos son los orientadores y orientadoras. Por ello, la administración
educativa española decidió crear en 1991 la especialidad de Psicología-Pedagogía dentro
de las del Cuerpo de Profesorado de Educación Secundaria, desde 2008 denominada
“Orientación Educativa”.
Este apoyo se materializa con la creación de los departamentos de orientación en
los centros de secundaria en casi todas las comunidades autónomas y en unidades de
orientación en educación infantil y primaria, como en el caso de las comunidades de
Galicia o Castilla-La Mancha.
Desde este nivel de intervención, también se hace accesible la ayuda a cada uno de
los alumnos del centro, pero con la criba que supone la tutoría como primer nivel. Por
tanto los casos individuales se corresponden con aquellos que sobrepasan en magnitud y
especificidad al tutor. Esto en cuanto al asesoramiento individualizado, que sí se realiza,
aunque la mayor dedicación se realice en torno a intervenciones grupales, basadas en
programas educativos y de prevención.
Este nivel de intervención supone también una especialización, pues el centro
cuenta en su plantilla con una persona cualificada para los casos más difíciles, que
además se encarga de coordinar la acción tutorial. Igualmente, se encarga de formar y
actualizar a los tutores, suponiendo un referente para la dinamización de las prácticas
educativas más innovadoras en el centro.
También en este nivel de intervención, la especialización es necesaria ante la cada
vez más amplia y variada oferta educativa, no sólo de estudios universitarios, sino de
Formación Profesional, Enseñanzas de Régimen Especial, más toda la oferta cada vez
47
mayor, proveniente de otras instituciones como la Formación Ocupacional, más todas las
posibilidades formativas que proponen las entidades privadas, como la preparación para
el acceso a las Fuerzas Armadas, por ejemplo.
En resumen, las tareas fundamentales que se realizan en el segundo nivel de
intervención en orientación son las siguientes:
48
En cuanto a la orientación vocacional, el trabajo de los equipos externos a los
centros se concentra en preparar el tránsito entre la educación primaria y la secundaria,
ordenando y traspasando la información sobre el alumnado, especialmente de quienes
precisarán medidas específicas de atención a la diversidad.
Tradicionalmente en la comunidad educativa, los tests han sido fuente de polémica, pues
forman parte de la tradición psicométrica, dentro de la Psicología clínica y se asocian
también al modelo clínico de orientación.
49
Figura 2.5. Instrumentos para la orientación según Sancho (1988).
50
desde el punto de vista más abstracto. El test puede aplicarse de forma individual y
colectiva. Consta de 60 matrices, de las que se ha quitado una parte. El sujeto elige una
entre seis u ocho opciones. Son cinco series de 12 matrices con dificultad creciente. Las
primeras requieren precisión discriminatoria, en las siguientes se necesita comparación de
analogías, permutación de elementos y alteración del modelo, así como otras relaciones
lógicas.
51
Figura 2.7. Test de Matrices Progresivas de Raven.
Además de estas pruebas, existen otras muchas como por ejemplo el Stanford-
Binet, el OTIS sencillo, el TONI-2, los tests de dominós, entre otros, para evaluar
capacidades cognitivas.
Otras pruebas, que recogemos en el cuadro-resumen del final de este apartado,
evalúan otro tipo de aspectos como son la personalidad, la adaptación social y familiar, la
ansiedad, así como las distintas aptitudes, aunque son pruebas con menor utilidad
cotidiana en orientación educativa y entrarían más dentro del campo de la Psicología
clínica o industrial.
La diferencia entre los tests y las pruebas psicopedagógicas es que estas últimas se
plantean en el contexto educativo con el objetivo de evaluar al alumnado para optimizar
el desarrollo escolar de cada alumno o alumna.
52
También ha existido polémica acerca de la conveniencia o no del uso de las
pruebas psicopedagógicas, cuando éstas son estandarizadas y no tienen en cuenta los
distintos contextos educativos. Desde nuestro punto de vista, estas pruebas facilitan
mucho el trabajo de evaluación psicopedagógica del alumnado ya que posibilitan que, en
muy poco tiempo, pueda accederse a cada grupo de alumnos, poniendo de relieve la
detección inicial de las dificultades. En cuanto a la contextualización de estas pruebas, es
una cuestión que recae en la interpretación de resultados que realiza cada profesional, de
ahí la importancia de que este tipo de instrumentos sea aplicado por los profesionales de
la orientación, quienes tienen la formación adecuada para interpretar adecuadamente
estas pruebas.
En cuanto a la conveniencia o no de aplicarlas, ocurre como con los tests, esto es,
todo dependerá del tratamiento que se le dé a los datos obtenidos y al servicio que
presten a la consecución de los objetivos de la orientación.
Una de las pruebas más utilizadas en orientación educativa es el BADYG, Batería
de Aptitudes Diferenciales y Generales. Es una batería de pruebas que puede aplicarse de
forma individual o grupal y que consta de nueve ejercicios que evalúan las capacidades
del alumno o alumna en torno a los factores que inciden más directamente en el
desarrollo escolar como son: razonamiento verbal, numérico y abstracto, memoria visual
y auditiva, entre otras.
La prueba está adaptada a varios niveles, de forma que puede evaluarse al
alumnado desde que comienza la lectoescritura en el nivel E, Elemental, hasta que llega a
la edad adulta, con el nivel S, superior. Es una de las pruebas más utilizada en la práctica
de la orientación, su autor es Carlos Yuste, y está editada por CEPE.
Otra prueba psicopedagógica de uso muy frecuente entre los profesionales de la
orientación es el Test de Aptitudes Escolares, de L.L. Thurstone y Th. G. Thurstone. Se
trata de una prueba de los años sesenta del siglo pasado, pero que sigue vigente porque
ha estado sometida a continuas actualizaciones. El Test de Aptitudes Escolares es una
prueba psicopedagógica que tiene como objetivo la evaluación de aptitudes básicas para
el aprendizaje escolar como son las aptitudes verbales, para el razonamiento y el cálculo.
Esta prueba aporta la posibilidad de convertir las puntuaciones obtenidas en un valor de
inteligencia general a modo de CI. Puede aplicarse de forma individual o colectiva y a
alumnado que abarca desde tercero de educación primaria hasta la edad adulta. Es una
prueba editada por TEA Ediciones.
53
Figura 2.8. Manual del BADYG.
54
Figura 2.9. Portada del Test de Aptitudes Escolares.
55
profesionales en el mundo laboral.
Otra de las pruebas más utilizadas para trabajar en orientación académica y
profesional es el Test de Kuder, su autor es G. Frederic Kuder y es una de las pruebas
clásicas para la orientación profesional, basada en ítems, muy similar a la anteriormente
descrita.
Además de estas dos pruebas, entre las más utilizadas encontramos el Inventario
de Preferencias Profesionales, editado por TEA, cuya autora es María Victoria de la
Cruz, o los Cuestionarios de Preferencias Profesionales, cuyo autor es Carlos Yuste
Herranz.
El Cuestionario de Preferencias Profesionales es una prueba editada por CEPE y
resulta de mucha utilidad en la finalización de los estudios obligatorios, pues consta de un
cuestionario que se compone de dos partes: La primera planea la posibilidad de orientar
hacia estudios de bachillerato en cualquiera de sus modalidades y la segunda hacia los
ciclos formativos de grado medio de las distintas especialidades.
56
Además de estas pruebas que presentan un carácter evaluador, existen otros
materiales que pretenden la recuperación y el apoyo, por tanto, son aquellas que están
destinadas a trabajar con el alumnado que presenta dificultades de aprendizaje, por lo
que su empleo es más frecuente entre los profesionales de la Pedagogía Terapéutica.
“los incidentes que describen algún aspecto significativo del comportamiento del niño (…) el
registro de observaciones debe revelar la personalidad total del niño y no sólo un sector de ella”.
57
de estudio.
Los materiales elaborados en función de las necesidades son aquellos que confeccionan
los profesionales para resolver problemas de la práctica, bien porque no existen en el
mercado editorial o porque los que hay no satisfacen sus necesidades.
Entre estos materiales encontramos los cuestionarios personales, que son los que
elaboran los profesionales para conocer la situación sociofamiliar del alumnado y se
emplean sobre todo al comienzo del curso para la detección precoz de posibles
dificultades de origen familiar.
Otros materiales de elaboración propia son los que emplean las técnicas
sociométricas, con ellas se pretende conocer la integración social del alumnado en su
grupo-clase. Estas técnicas precisan de un cuestionario inicial para recoger la
58
información, el cuestionario sociométrico y el posterior tratamiento de los datos dará
lugar a las gráficas sociométricas, que de forma muy clara informan de la situación de
cada alumno o alumna en su grupo clase, esto es, del liderazgo, los olvidados, los
rechazados, los grupos afines en el plano afectivo o funcional, etc.
Además de estas técnicas, existen otros instrumentos como las fichas de registro,
los documentos informativos, la “autobiografía”, que también son empleados por los
profesionales de la orientación, cuyos criterios de elaboración y de valoración son
elaborados por los orientadores y orientadoras en función de sus necesidades.
A continuación exponemos una gráfica que pretende recoger de forma esquemática los
principales instrumentos para la orientación en función del aspecto que se pretenda
evaluar o trabajar:
59
Instrumento Aspecto
ADCA Asertividad
60
BACEP Competencia curricular
PROLEC-R Lectoescritura
PROLEC-SE Lectoescritura
TALE Lectoescritura
TECI Escritura
61
Sociometría Situación socio-escolar
62
3
Modelos de orientación educativa y
vocacional: una visión desde la deontología
profesional
3.1. Introducción
La orientación educativa, como rama de conocimiento, tiene una doble vertiente, una
teórica y otra práctica. Por un lado, necesita de unos referentes teóricos y
epistemológicos que le proporcionen los necesarios fundamentos para avanzar junto a
otras disciplinas científicas y retroalimentarse de ellas, es decir, la teoría.
Simultáneamente, no se entendería la orientación educativa como tal si no tuviera la
vertiente práctica que se lleva a cabo cada día en los centros escolares y entornos
socioeducativos.
Teoría y práctica en orientación educativa son inseparables, es más, no puede
entenderse la una sin la otra, puesto que ambas carecen de sentido si no se
complementan recíprocamente. ¿Cómo se trabajaría la orientación educativa en la
práctica si los y las profesionales no estuvieran actualizados en Psicopedagogía? Sin
teoría, ¿cómo orientar en trastornos para el aprendizaje, orientación familiar,
asesoramiento individualizado u orientación vocacional?
Sin embargo, la teoría que sustenta la práctica de la orientación educativa no está
al margen de tendencias e ideologías. La teoría sobre orientación educativa define
diferentes modos de trabajar más o menos acordes con determinadas filosofías o formas
de entender el conocimiento. El sistema educativo y la sociedad, en definitiva, están
influidos por la cosmovisión y la ética de las personas que conforman una comunidad
educativa y su entorno.
En este capítulo se tratarán algunos aspectos relacionados con la deontología
profesional en la orientación educativa y vocacional, así como los diferentes modelos
teórico-prácticos más frecuentes con que se trabaja en orientación educativa.
63
3.2. Deontología profesional en la orientación educativa
64
confidencialidad será negociado antes de llegar a la posición de elegir una
respuesta personal a tales límites e implicaciones. La revelación de
información confidencial necesita el permiso manifiesto de las personas
afectadas.
65
pensamiento puramente ideológico y político de los profesionales de la orientación, y por
otro, las implicaciones éticas de este pensamiento en el ejercicio profesional. Ambos
aspectos se analizarán a continuación.
“Entrevistadora: Tú eres una mujer que es orientadora, ¿si te hubieras dedicado otra cosa,
serías otra persona? quiero decir, ¿hasta qué punto este trabajo ha acondicionado a la persona
en tu forma de ver la vida, el mundo,? E13: Pues sí que lo ha condicionado, ha influido
muchísimo, si me hubiera dedicado a otra cosa sería otra persona, yo creo que sí, que me ha
influido muchísimo en mi forma de ver la vida, seguro” (E13).
66
3.2.2. Profesionales de la orientación y ética profesional
67
ante el sistema educativo proporcionando la mejor opción e informando de las
dificultades que conlleva esta elección no resulta sencillo, sobre todo cuando se trabaja
con determinados casos en que el alumnado puede interpretar que no se le valora
suficientemente o cuando sus expectativas no son coincidentes con las que tiene el
profesional o su familia.
También existe otro tipo de conflicto ético donde se ven implicados los
profesionales de la orientación, donde se puede ver involucrado el profesorado, si se le
propone favorecer al alumnado ante el sistema, para por ejemplo, premiar el esfuerzo a
lo largo del curso escolar por encima de sus resultados y calificaciones.
Los conflictos éticos de los profesionales de la orientación tienen lugar cuando los
intereses de un grupo confrontan con sus propios principios. En estas situaciones, los
orientadores intentan hacer valer su criterio, donde normalmente, prevalece siempre el
bienestar del alumnado, por encima de cualquier otro estamento de la comunidad
educativa, incluido el profesorado.
En resumen, siguiendo a la misma autora, los principios éticos que presiden el
trabajo de los orientadores en la práctica son los siguientes (Cobos 2010: 615):
68
Como se apuntó anteriormente, los modelos teórico-prácticos en orientación educativa se
sustentan en una filosofía de la educación, en una cosmovisión y principios éticos que
representan una opción dentro de las muchas posibilidades que existen de interpretar una
realidad educativa.
Optar por uno u otro modelo para trabajar en orientación implica tomar partido por
unas concepciones teórico-prácticas e incluso ideológicas que van a impregnar e incluso
determinar todas las actuaciones. De esta forma, para Solé (1998) los modelos son
marcos explicativos de la realidad que requieren un posicionamiento teórico-conceptual.
Un modelo ha de servir de marco de referencia para explicar el porqué y el cómo
aprenden las personas en situaciones educativas institucionalizadas (Pérez-Santamarina,
2006).
Bisquerra y Álvarez (1998) se refieren a los modelos de orientación
psicopedagógica como una representación que refleja el diseño, la estructura y los
componentes esenciales de un proceso de intervención en orientación, es decir, los
modelos de orientación sirven de guía para la acción.
Sobre los diferentes modelos de orientación se ha escrito mucho. Es, además, un
tema que ha sido objeto de estudio en muchas investigaciones, sin embargo, su calado en
la práctica es de tal calibre que es importante tratarlo y definir qué modelos de
orientación educativa existen y en qué situaciones debe darse primacía a uno sobre los
demás en beneficio de la eficacia de las actuaciones educativas. Los principales modelos
de intervención se exponen en la siguiente figura.
69
Figura 3.3. Modelos de orientación educativa.
70
3.3.2. Modelo de servicios
71
escucha y negociación.
72
Este modelo es compatible con otros, como el clínico, donde el profesional de la
orientación sí realiza la intervención directa con el alumno o alumna, y también con el
modelo de programas, pues también es posible que se realicen este tipo de actuaciones de
asesoramiento en un contexto donde se trabaja por programas.
73
Desde esta perspectiva, el orientador u orientadora es otro educador más que
contribuye a este propósito, sólo que desde una especialidad educativa que no es
docente, pero que es una especialidad más: la orientación educativa, desde donde
comparte responsabilidades con el resto de profesionales del centro educativo y su
contexto.
El modelo de intervención psicopedagógica, por tanto, implica la coordinación de la
comunidad educativa a la hora de definir las finalidades educativas y las características de
los procesos que se pretenden llevar a cabo. Este modelo supone trabajar por un
proyecto compartido y una cultura de reflexión, de cooperación y de trabajo en equipo.
El enfoque de intervención psicopedagógica parte de una concepción
constructivista del aprendizaje que considera que el aprendizaje se construye
socialmente, de forma que se intentarán favorecer procesos para que puedan elaborarse
significados personales sobre los elementos de la cultura del grupo al que se pertenece y
que éstos se incluyan en el currículo (Pérez Santamarina, 2006).
Desde esta perspectiva, el modelo de orientación de intervención psicopedagógica
adquiere una dimensión sistémica, pues toma sentido dentro de ese contexto de
relaciones. Genera, por tanto, una configuración del modelo de orientación preventiva
ante las dificultades y proactiva en las actuaciones ante las mismas.
Este es el modelo de orientación que más se ajusta a las últimas disposiciones de la
normativa educativa en todo el Estado español y a la práctica profesional. Además
permite la combinación de este modelo con algunas intervenciones propias de otros
modelos teóricoprácticos sobre orientación ya que el objetivo final de trabajar con el
modelo de intervención psicopedagógica es la optimización de los recursos puestos a
disposición de una comunidad educativa. En este sentido, el profesional de la orientación
es un recurso humano más de la comunidad educativa.
Expuestos todos los modelos de orientación que recogen los textos sobre orientación, es
conveniente presentar una comparación entre modelos que clarifique las diferencias entre
ellos, a modo de gráfico, para lo que hemos seguido a Elvira Pérez Santamarina (2006),
quien se ha basado en un cuadro tomado de Álvarez y Bisquerra (1996) (figura 3.5).
La comparación entre los modelos teórico-prácticos de orientación educativa puede
realizarse también utilizando como criterio unos ejes vertebradores que permitan su
análisis. Los posibles modelos pueden situarse en cualquier punto de un hiperespacio que
viene definido por los diversos ejes factoriales. Asimismo cada modelo ocupa un espacio
dentro de un continuo que va de un extremo al otro de los diversos ejes (figura 3.6).
El eje de intervención directa-indirecta compara los modelos teniendo presente el
criterio de la presencia y el contacto entre el profesional y las personas a quienes atiende.
La intervención será directa siempre que el orientador u orientadora está bis a bis con el
74
orientado o grupo. Por el contrario, la intervención será indirecta según la cual existe un
mediador que recoge las sugerencias del profesional de la orientación para ponerlas en
práctica. El profesorado es el mediador por experiencia. Esta intervención supone una
intervención más a nivel de institución que del destinatario último de ella. Entre otras
aplicaciones tenemos la consulta triádica, la consulta colaborativa y la orientación entre
iguales.
Figura 3.5. Cuadro de comparación de modelos de intervención según Álvarez y Bisquerra, 1996 p. 337, citado
por Pérez Santamarina, 2006.
75
En cuanto al eje de intervención individual-grupal, sirve de guía para comparar la
intervención en función del número de personas atendidas simultáneamente. En uno de
los extremos del eje, el individual, se encuentra la entrevista, y en el extremo opuesto
está la intervención en grupos.
El eje de intervención externa-interna se sitúa ante el criterio de si la intervención
se realiza por especialistas que forman parte de la estructura organizativa del centro. La
intervención es externa, si se realiza por orientadores que no participan de la cotidianidad
del centro, por ejemplo, la que tiene lugar cuando se pide la colaboración de
determinados equipos de orientación educativa especializados en determinados trastornos
o discapacidades. La intervención interna tiene lugar cuando los protagonistas de la
misma forman parte de una comunidad escolar a tiempo completo. En este sentido es de
destacar la diferencia en la eficacia de intervenciones que implican actuaciones sistémicas
en cuanto a la globalidad del centro. Cuando estas actuaciones tienen lugar por iniciativa
de un profesional de la orientación al que todos reconocen de su comunidad, son mucho
más eficaces que si se producen aisladamente por un profesional que no puede acudir a
diario a un centro como ocurre en las actuaciones desde los equipos de orientación
educativa, sin que las administraciones educativas se percaten de la importancia de
invertir más en orientación. A este respecto es conveniente recordar que la Unesco
recomienda que la ratio de alumnado por profesional de la orientación no exceda los
doscientos cincuenta alumnos y alumnas.
76
El eje de intervención reactiva-proactiva es el que está más relacionado con la
ideología profesional de cada orientador u orientadora. La intervención reactiva se centra
en las necesidades explícitas, se caracteriza por su carácter correctivo o remedial. La
atención a las dificultades de aprendizaje y de adaptación social, así como el tratamiento
de las necesidades educativas especiales, son situaciones habituales de intervención
reactiva. En el extremo opuesto del eje que las vertebra se sitúa la intervención proactiva,
más cercana a la prevención y el desarrollo, que se inicia antes de que se haya detectado
ningún tipo de problema. A pesar de que esta última intervención es la que más se acerca
a las tendencias actuales de las conclusiones de la investigación sobre orientación
educativa, la práctica en la cotidianidad y las premuras de las exigencias, cada vez más
apremiantes, para los orientadores y orientadoras hace que las actuaciones reactivas estén
siempre presentes en la práctica de la orientación, como algo inherente al trabajo a la vez
que imprevisible.
Con todo lo expuesto, este capítulo finaliza con una apuesta decidida de los autores por
un modelo de orientación educativa ecléctico, fundamentado en sus carreras
profesionales y la dilatada experiencia práctica compartida.
Las características del modelo por el que abogan los autores de esta obra son las
siguientes:
77
Figura 3.7. Características de un modelo ecléctico fundamentado en la práctica.
78
La orientación debe anticiparse a las dificultades y beneficiar a la comunidad
educativa desde la prevención y el desarrollo mediante actuaciones proactivas, como
anteriormente se destacaron, en asuntos tan importantes como la prevención del fracaso
escolar; del consumo de drogas o de los accidentes y a favor de la salud, las habilidades
sociales, autoconcepto positivo, autoestima, asertividad…
La orientación es una tarea profesional fundamentada en el conocimiento teórico
práctico, y como tal, precisa de una continua evaluación que rinda cuentas a la
comunidad educativa de su eficacia. Esta evaluación se realiza a través de un continuo
proceso de investigación que impregna todas las actuaciones profesionales de cada
orientador así como su pensamiento profesional. Desde esta perspectiva, la orientación
está en continua evolución y es una rama del conocimiento que se retroalimenta
continuamente de la práctica y de la reflexión sobre la misma compartida entre
profesionales y entornos socioeducativos.
79
PARTE II
Orientación vocacional, currículo y tutoría. El
asesoramiento individualizado y el consejo
orientador
80
4
La tutoría
81
competía a la tutoría tradicional, su actuación era muy limitada: aconsejar o
amonestar al alumno, informar a las familias en caso de problemas, y poco
más.
82
Sin embargo, existen mecanismos que pueden favorecer esta tarea, tales como la
coordinación entre los tutores del centro, el apoyo del departamento de orientación o del
equipo de orientación, su integración en el proyecto curricular, etc. Este puede ser uno de
los aspectos diferenciales de la nueva función tutorial, su carácter de trabajo coordinado
en equipo y con una planificación previa.
Es necesario destacar la contribución de la tutoría al desarrollo de las competencias
básicas, ya que la acción tutorial complementa el trabajo desarrollado en las áreas,
principalmente la competencia social y ciudadana, competencia para aprender a aprender
y autonomía e iniciativa personal.
Las ideas claves de la tutoría son las siguientes:
En relación con la orientación y la tutoría, es prescriptivo que en cada uno de los cursos
de las etapas de educación infantil, primaria, secundaria, ciclos formativos y bachillerato
exista un profesor-tutor por grupo. Fundamentalmente van a ser estos profesores los
responsables de la acción tutorial directa con el alumnado. Además de los profesores
83
tutores, hay otros profesionales encargados de colaborar con ellos en esta tarea: los
orientadores de los equipos de orientación educativa y psicopedagógica en primaria, de
los departamentos de orientación en secundaria y de ambas etapas en los centros
privados.
Actualmente en todos los institutos de educación secundaria del estado español hay
un departamento de orientación, que cuenta con un profesor especialista en orientación
educativa; profesorado de apoyo o de ámbito (socio-lingüístico, científico-técnico y
práctico); maestros especialistas en pedagogía terapéutica y profesores de educación
compensatoria. También puede haber profesores de formación y orientación laboral
(FOL) dependiendo de la comunidad autónoma, o profesores técnicos de servicios a la
comunidad. En algunos centros hay más de diez personas integrantes del departamento
de orientación mientras que en otros sólo está el especialista de orientación educativa.
A pesar de la importancia que se otorga a esta labor en toda la legislación y a la
evidente necesidad de orientación del alumnado, debido a la complejidad creciente del
sistema educativo y del mundo laboral, paradójicamente algunas comunidades autónomas
han eliminado la tutoría colectiva en el nuevo currículo del bachillerato.
La tutoría está dirigida al desarrollo integral y equilibrado de todas las capacidades del
alumnado, así como a su orientación personal, académica y profesional, y a facilitar su
relación con las demás personas y su inserción social.
En la tutoría confluyen todos los elementos personales de la acción educativa:
alumnado, profesorado, familias y orientadores, así como los elementos curriculares:
objetivos, competencias básicas, contenidos, metodología y evaluación.
La tutoría acompaña y se incorpora de manera integrada al propio proceso de
desarrollo del currículo y forma parte de la actividad docente. Para su planificación y
aplicación, los centros, con la implicación de todo el profesorado y con el asesoramiento
de los orientadores elaboran un plan de orientación y acción tutorial que incorporan al
proyecto curricular de etapa.
Cada grupo tiene su profesor-tutor que vela por la atención personalizada del
alumnado, por el seguimiento del grupo y por la coordinación de todos los docentes que
intervienen en la actividad pedagógica del mismo. Asimismo, mantiene el contacto con la
familia. Corresponde a los centros establecer los cauces de coordinación pedagógica con
las familias, para garantizar la coherencia educativa entre ambos. También se contemplan
tutorías especializadas, como las de acogida e integración del alumnado inmigrante.
Para un mejor desarrollo de la acción tutorial, se procura la continuidad del tutor
con el mismo grupo de alumnado a lo largo de cada ciclo de primaria y los dos primeros
cursos de secundaria.
84
4.2.3. Condiciones para la viabilidad de la tutoría
La función tutorial y la orientación son los componentes básicos que han de asegurar una
educación integral y personalizada del individuo. Para que esto sea posible la acción
tutorial y la orientación se han de diseñar y planificar por parte de todos los agentes
educativos; por tanto, no se puede dejar al libre albedrío voluntarista. Según Bisquerra
(1996: 12):
“Para ponerlo en práctica es necesario que la administración facilite las condiciones que
lo hagan viable, haciendo explícito el reconocimiento de la importancia de la acción tutorial”.
Uno de los principales cambios con respecto al anterior sistema educativo es que
ahora sí que se delimitan y se regulan los horarios, recursos humanos, temporalización,
entre otras condiciones que posibilitan la real efectividad de la acción tutorial. Asimismo,
existen otras condiciones facilitadoras para la acción tutorial:
85
4.2.4. Definiciones de tutoría
86
(Álvarez y Bisquerra. Manual de orientación y tutoría, 1996: 24)
87
sólo se hace referencia en el capítulo I. Fines y Principios:
“Artículo 45.
88
El funcionamiento de los institutos se regula por el Real Decreto 83/1996 de 26 de enero
(BOE de 21 de febrero de 1996). Este real decreto recoge algunos de los apartados que
mencionan la tutoría que son similares a los del reglamento de los centros de primaria.
Sin embargo, se encuentran aspectos diferenciales que se detallan a continuación:
2. En los institutos de educación secundaria habrá un tutor por cada grupo de alumnos. El
tutor será designado por el director, a propuesta del jefe de estudios, entre los
profesores que impartan docencia al grupo.
3. El jefe de estudios coordinará el trabajo de los tutores y mantendrá las reuniones
periódicas necesarias para el buen funcionamiento de la acción tutorial.
1. La junta de profesores de grupo estará constituida por todos los profesores que imparten
docencia a los alumnos del grupo y será coordinada por su tutor.
2. La junta de profesores se reunirá según lo establecido en la normativa sobre evaluación
y siempre que sea convocada por el jefe de estudios a propuesta, en su caso, del tutor
del grupo.
89
a) Llevar a cabo la evaluación y el seguimiento global de los alumnos del grupo
estableciendo las medidas necesarias para mejorar su aprendizaje, en los términos
establecidos por la legislación específica sobre evaluación.
c) Tratar coordinadamente los conflictos que surjan en el seno del grupo, estableciendo las
medidas adecuadas para resolverlos”.
Para desarrollar este apartado se atenderá a cada una de las funciones que la normativa
encomienda al profesorado-tutor, proponiendo en cada caso una serie de actividades y
medidas que facilitarán la tarea asignada:
Función: “Facilitar la integración del alumnado en su clase, en la dinámica del centro y fomentar el desarrollo
de actividades participativas”
90
– Se adecuará al ciclo o a la etapa la terminología empleada.
91
favoreciendo su autoestima, asertividad y autocontrol ante las dificultades que
se les presenten, esto es: enseñar a ser.
92
de promoción, contando con el apoyo del equipo de orientación
educativa o del departamento de orientación.
– Estrategias de apoyo:
93
8. Resoluciones de problemas.
9. Creatividad para favorecer el pensamiento creativo.
10. Razonamiento deductivo e inductivo.
11. La metacognición: control cognitivo.
Función: “Atender y, en lo posible, anticiparse a las dificultades de los alumnos, así como a sus necesidades
educativas específicas para proceder a la adecuación personal del currículo”
b) Analizar y valorar con los demás profesores las dificultades de cada uno de los
alumnos, buscando, si procede, el asesoramiento y apoyo necesario.
94
– Profesores de pedagogía terapéutica, audición y lenguaje o profesores de
ámbito.
– Profesores que han trabajado anteriormente con esos alumnos.
– Profesores que inciden en el nivel y ciclo.
– Otros profesionales: orientadores, médicos, trabajadores sociales.
Función: “Tomar decisiones sobre la promoción de un ciclo a otro o de una etapa a otra”
95
que necesitan orientaciones específicas. Se registrarán en la ficha de
tutoría.
96
– Estas habilidades sociales, aunque se tratarán en momentos grupales, se
trabajan en todas las áreas aprovechando cualquier proceso de
aprendizaje.
– El tutor pretende conseguir siempre un clima agradable, activo y alegre
que haga satisfactorio el trabajo y la solución de los conflictos, para ello:
se establecerán normas claras de funcionamiento (se pueden elaborar con
los alumnos), se creará un clima de confianza (responsabilidades en
derechos y deberes), se buscará un respeto intergrupos (trabajo, etnias,
sexo…) y se establecerán actividades complementarias (dentro y fuera
del aula).
Función: “Coordinar adecuadamente las programaciones con el grupo de alumnos, especialmente para aquellos
alumnos con necesidades educativas especiales“
97
c) Realizar el seguimiento y revisión de las mismas.
d) Contribuir en la programación de aula: objetivos, contenidos, metodología y
evaluación de las distintas áreas de otros especialistas.
Función: “Coordinar el proceso evaluador, así como la información acerca de cada alumno”
Función: “Posibilitar las líneas de acción común con el resto de los tutores”
98
– Revisión y coordinación de las programaciones de aula.
– Periodo: semanal o quincenal.
Función: “Mediar con conocimiento de causa en posibles situaciones de conflicto entre alumnos y profesores”
Función: ‘Fomentar y contribuir al establecimiento de unas relaciones adecuadas con los padres del alumnado”
a) Realizar una reunión al comienzo del curso para informarles sobre el plan
general de actuación:
99
– Explicar a las familias los objetivos educativos básicos de cada curso:
hábitos de trabajo, destrezas y habilidades, conocimiento curricular y
estilo de aprendizaje.
– Tratar con las familias las normas generales del centro.
– Exponer las características evolutivas del alumno de cada curso
relacionadas con los comportamientos y rendimiento educativo.
– Destacar la importancia de las relaciones escuela-familia.
– Facilitar el nombramiento de delegados de familias en cada grupo:
funciones a realizar.
– Explicitar las líneas de la acción tutorial: objetivos, actividades, horarios de
la misma de tutor y resto de profesores de nivel.
– Realizar una primera reunión en septiembre u octubre con presencia del
profesorado que incide en el curso, equipo directivo y de los servicios de
orientación.
a) Conseguir que las familias se impliquen con el trabajo personal de sus hijos.
100
– Organizando el tiempo de trabajo (diario y con el mismo horario).
– Normas delimitadas en la primera reunión de curso y a través de
entrevistas individuales.
b) Orientar para que las familias se impliquen en la estructuración del tiempo libre
y ocio de sus hijos:
Función: “Informar, asesorar y orientar a los padres en todo aquello que afecte a la educación de sus hijos”
a) Informar a los padres sobre las diferentes situaciones conflictivas que puedan
surgir en el grupo o a nivel individual.
101
compartidas.
– Informar, orientar e implicar en la toma de decisión al término de la etapa.
102
5
El Plan de acción tutorial
103
concretos. Es decir, todo profesor en el momento en que está interactuando
con el alumnado ya está ejerciendo la acción tutorial. No puede desdoblarse y
ejercer en unos momentos como tutor y en otros como docente.
– Se desarrolla de forma activa y dinámica. Con la interacción del alumnado y sus
familias debe adaptarse a las nuevas situaciones de aula y a las nuevas
exigencias de la sociedad.
– Debe estar planificada sistemáticamente. Al igual que cualquier otra materia,
hay que planificar las diversas actividades que se van a realizar tanto con los
alumnos como con el resto de la comunidad educativa. En ese sentido habrá
que reservar tiempos para realizar determinadas actividades burocráticas,
tales como cumplimentar los expedientes del alumnado, poner calificaciones,
realizar entrevistas con las familias, etc.
– Supone un proceso de aprendizaje. Ya que tanto la transmisión de valores como
de información es una forma también de ampliar el currículo de
conocimientos.
– Requiere la colaboración de todos los agentes educativos. Tanto a nivel de
centro: Servicios de Orientación, Equipo Directivo; como a nivel externo:
AMPA, Servicios sociales, Servicios Sanitarios y todos los recursos que
ofrece el entorno.
– Perspectiva interdisciplinar. Por cuanto además del profesor tutor, van a
intervenir otros profesores y agentes educativos y, por otro lado, se va a
llevar a cabo en algunos momentos en sesiones específicas de tutoría o en
sesiones informativas, pero en otros se plantearán actividades en las sesiones
de impartición de determinadas materias.
– Debe propiciar la autoorientación. La última finalidad es que el alumnado
adquiera las competencias y rudimentos necesarios para que él mismo sea
capaz de buscar determinada información, plantear las iniciativas más acordes
para sí o tomar decisiones maduras.
104
En la obra Orientación y tutoría, popularmente conocida como “Cajas Rojas” del
Ministerio de Educación, en su página 29 se dice:
Por otra parte, la acción de educar no se ejerce sólo en relación con el grupo
docente, ni tiene lugar exclusivamente dentro del aula. La personalización de los procesos
de enseñanza y aprendizaje, la atención individualizada a las necesidades educativas
específicas de cada alumno, la preocupación por las circunstancias personales, el apoyo
ante la toma de decisiones sobre el futuro, la conexión con la familia y con el entorno
productivo y cultural, y, en general, el trato particular que se establece entre profesorado
y alumnado contribuye a que las experiencias escolares y extraescolares puedan ser
integradas progresivamente.
Los cometidos anteriores forman parte de las tareas de cualquier profesor.
Compete a todo profesor del equipo docente y a la institución escolar en su conjunto el
logro de esos objetivos educativos. Es preciso superar la rutina académica que supone
dejación de funciones esencialmente educativas en ámbitos como el del aprendizaje
significativo, la orientación personalizada y la escuela como lugar de educación para la
igualdad y la convivencia.
En este apartado se van a desglosar una serie de objetivos y contenidos que debe realizar
todo profesor tutor en la actividad tutorial teniendo en cuenta las acciones grupales como
las acciones individuales.
En la figura siguiente se puede tener una visión panorámica de los siete objetivos
básicos de la acción tutorial que se desarrollan a continuación.
105
Figura 5.1. Objetivos de la acción tutorial.
106
educativa: profesorado, alumnado y familias, así como entre la comunidad
educativa y el entorno, asumiendo el papel de mediación y, si hace falta, de
negociación ante los conflictos que puedan plantearse.
7º. Favorecer los procesos de desarrollo de las capacidades de pensamiento, de
aprender a pensar y de aprender a aprender, con la enseñanza de estrategias y
procedimientos de aprendizaje. Contribuir a la mejora del desempeño
intelectual y consecuentemente a la mejora del rendimiento escolar y a la
competencia en situaciones sociales.
8º. Favorecer los procesos de madurez personal, de desarrollo de la propia
identidad y sistema de valores, y de la progresiva toma de decisiones a
medida que los alumnos han de ir adoptando opciones en su vida.
Sector Dificultad
107
Respecto al tutor: 2.1. Conceder los profesores más importancia a la
instrucción de los alumnos que a su educación.
108
Respecto al centro: 6.1. Falta de apoyo e interés por parte de la dirección.
A lo largo de varios años de experiencia por parte de los tres autores de este libro, tanto
como maestros y profesores tutores como orientadores hemos constatado una serie de
características personales que coadyuvan a la labor tutorial. Estas características se ven
corroboradas por una encuesta realizada a lo largo del curso 2010-2011 por parte de la
profesora tutora, Susana Lozano, del IES Tiempos Modernos de Zaragoza y aplicada a
varios grupos de alumnado de la ESO y Bachillerato. Es un instituto con más de 1.200
alumnos. Las conclusiones son extrapolables a la mayor parte de los centros educativos
de Educación Secundaria (este cuestionario se adjunta como anexo I al final del libro).
En ese sentido tanto el alumnado como las familias valoran positivamente las
capacidades emocionales del profesor tutor. Por ejemplo, la cercanía personal. El que
manifieste interés real por la situación personal y familiar de cada alumno va a servir para
una mayor implicación y mejor valoración de su tarea.
Otra característica importante es la expectativa de éxito de cada uno de sus
tutorandos. Tanto las expectativas favorables como desfavorables se perciben
inconscientemente por parte del alumnado. Ello no quiere decir que el rol del profesor
tutor deba ser el de una persona ilusa que transmita expectativas alejadas de la realidad.
Sin embargo, cuando se arroja excesivamente pronto la toalla, cuando se manifiesta
verbal o no verbalmente que ya no hay nada que hacer, el alumnado adopta también
posturas de indolencia y de escaso esfuerzo. Es un círculo vicioso del que es muy
complicado salir.
El alumnado y las familias valoran actitudes tales como la coherencia y la justicia.
Son muy sensibles a que haya un trato diferenciado con respecto a unos alumnos y otros.
De la misma manera, una de las características que más se cuestiona es cuando no hay
calificaciones ajustadas al esfuerzo de cada alumno. Aunque ello no quiere decir que se
prefiera a profesores tutores que califiquen excesivamente benévolamente.
El buen humor, la sonrisa y la afabilidad son aspectos que se tienen en cuenta por
parte de la mayoría del alumnado. Cuando se ha conseguido una autoridad moral, el
respeto de los alumnos y de sus familias es más sencillo mostrar una actitud relajada e
incluso de buen humor. El alumnado aprende más y mejor de aquellas personas con las
que se tienen lazos afectivos y sienten admiración.
109
Es importante manifestar disponibilidad para atender con prontitud una demanda
de entrevista personal tanto por parte del alumno como de su familia. La actitud de
flexibilidad para acomodarse, si es posible, a las necesidades de unos y otros es muy
importante. No siempre es posible atender con la necesaria urgencia a una familia en la
hora dedicada para ello. Se pueden aprovechar los recreos, otras sesiones, al finalizar o
antes de iniciar las clases. En ocasiones, si no se atienden inmediatamente llamadas a las
que no damos importancia, después puede ser demasiado tarde. Hemos conocido casos
excepcionales como intentos de suicidio, abusos sexuales, consultas sobre el uso de la
píldora del día después, etc. que no admitían una respuesta después de varios días o
semanas.
Finalmente, destacamos la necesidad de que los profesores tutores ejerzan el rol de
representantes de los alumnos y de sus intereses con respecto al resto de profesorado.
Ellos son los que conocen mejor las características personales y familiares de cada uno
de sus tutorandos. En algunos momentos, unas palabras de aliento, una ayuda temporal o
facilitar informaciones conjuntamente con el orientador del instituto o del equipo de
orientación puede paliar un problema o incluso hacer que desaparezca. Hemos
comprobado con excesiva frecuencia que hay momentos de situaciones personales,
familiares o sociales muy complicados. Si en ese momento tampoco reciben la ayuda y
comprensión del profesor tutor se pueden desencadenar esas actitudes que tan bien
conocemos como de desmotivación, desidia o incluso violencia.
Proponemos que a comienzos de cada curso el alumnado cumplimente un
cuestionario para recabar los datos personales. En el anexo 2 adjuntamos un modelo
basado en la experiencia del orientador del IES Miguel de Molinos de Zaragoza, Jesús
Ibáñez Bueno. Con esta información actualizada y con el expediente de cada alumno
recomendamos que se dedique el suficiente tiempo al comienzo de cada curso para tener
una visión más completa de todos los tutorandos.
110
2.1. ¿Incluye los objetivos generales para la tutoría?
2.2. ¿Incluye líneas de acción tutorial especificadas para cada curso/ciclo?
111
5.7. Contribución de la tutoría al desarrollo de las competencias básicas
112
Figura 5.2. Contribución de la tutoría a las CCBB.
113
centros a partir de la Ley Orgánica de Educación ha debido adaptarse a estas nuevas
necesidades.
Dependiendo de los ciclos (en educación infantil intervienen mucho menos tiempo
los profesores no tutores en el grupo) y de las características del curso (existencia de
alumnado con necesidades educativas especiales o de compensatoria) habrá más o menos
intervenciones de distintos profesores en el grupo aula.
Por ello, se hace necesaria una nueva concepción organizativa más flexible que la
rígida un grupo-clase por un profesor tutor. Por ejemplo, cuando un profesor especialista
entra en una clase el tutor puede dedicarse a otras tareas como por ejemplo apoyar a
otros alumnos de cursos diferentes, biblioteca, coordinación de ciclo o tareas propias del
equipo directivo.
Sería muy prolijo adentrarse en la complejidad de la confección de horarios
teniendo en cuenta la necesidad de dedicación a las tareas directivas, apoyos de pequeño
grupo, etc. Por ello, exclusivamente haremos referencia a la necesidad de la coordinación
de los distintos especialistas que intervienen en un grupo.
En cuanto a los tiempos formales para dedicarlos a tales coordinaciones están
establecidos en las horas de dedicación exclusiva del profesorado y consignadas como
tales en los estadillos que se envían a las respectivas direcciones provinciales.
Está contemplado en el plan general anual de todos los centros que existan dos
reuniones de ciclo mensuales como mínimo. Este debe ser el marco en donde debe
producirse la coordinación del profesorado que incide en el mismo grupo. La persona
encargada de dirigir tales reuniones es el profesor coordinador de ciclo.
En las circulares reguladoras de comienzo de curso emitidas por los servicios
provinciales de educación, se especifica que este plan general anual debe contener el plan
de apoyos y refuerzos, se deben exponer los criterios que se han aplicado al establecer
los grupos de apoyo/refuerzo y la organización concreta de cada grupo: alumnos
atendidos en cada grupo, curso de procedencia, tiempo semanal de atención, maestro
responsable, contenidos de trabajo. Los refuerzos/apoyos que se establezcan deben ser
eficaces, por lo que no pueden establecerse tiempos semanales muy reducidos y que su
seguimiento y revisión deben llevarse a la práctica con rigor y sistematicidad. Así mismo,
las familias de estos alumnos deben ser informadas de los mismos por los tutores.
Por otro lado, existen las reuniones de evaluación, como mínimo una trimestral,
para informar a las familias de la progresión del alumnado. El profesor tutor tiene la
competencia de dirigir estas reuniones y de recabar cuanta información sea pertinente.
Además de estas reuniones formales y tipificadas, es preciso dedicar mucho más
tiempo a la coordinación didáctica, intercambio de materiales, traspaso de información,
etc. Para ello se puede dedicar alguna sesión exclusiva semanal. Por otro lado, el
profesor tutor tiene la obligación de canalizar cuanta información se refiera a sus
alumnos, faltas, castigos de otros profesores o cualquier otra incidencia.
Es necesario reseñar igualmente la coordinación con el orientador. Por un lado, el
profesor debe facilitar información del alumnado que presenta necesidades educativas
especiales, así como éste le devuelve las orientaciones derivadas del informe
114
psicopedagógico.
En el caso de que sea preciso realizar adaptaciones curriculares, el profesor tutor
es quien tiene la responsabilidad de llevarlas a cabo con la colaboración del profesorado
de pedagogía terapéutica o de audición y lenguaje y del resto de profesorado especialista.
El orientador facilitará las orientaciones y colaborará para su elaboración.
115
6
El asesoramiento individualizado. El consejo
orientador
116
Figura 6.1. Formas de intervención en el asesoramiento psicopedagógico individualizado.
117
Por otro lado, el orientador tomará la iniciativa de entrevistar a un alumno cuando
se le haya solicitado este tipo de actuación por parte del equipo docente. Esta demanda
suele producirse tras las reuniones de equipos educativos, siendo también especialmente
frecuentes tras las sesiones de evaluación.
Asimismo, cada vez es más habitual que se demande asesoramiento
individualizado al orientador por parte del profesorado, tutores o componentes del equipo
directivo de un centro. Este tipo de consultas son las que presentan más dificultades en la
práctica.
Por todo ello, y teniendo en cuenta la naturaleza tan distinta de las demandas de
asesoramiento individualizado que llegan al orientador, según el sector de la comunidad
educativa del que se trate, merece la pena que se traten pormenorizadamente en sendos
subapartados.
De esta forma, para este sector del profesorado todo lo que proceda de la
Psicopedagogía, incluido el profesional de la orientación, no tiene ninguna credibilidad.
Este tipo de profesorado existe en los centros, aunque afortunadamente para la
comunidad educativa y la sociedad española es minoritario, si bien sus voces suenan con
fuerza por sus exabruptos, como en algunos artículos de prensa, en un grotesco alarde de
118
ignorancia.
No sólo las dificultades son tan extremas como en estos casos, lo peor son las
prácticas cotidianas, por las que:
“No tendría mucho sentido instalar, cuidar y potenciar un botiquín para curar heridas
mientras sigue funcionando impunemente la máquina que las produce. Sería mucho más
razonable que todas las fuerzas educativas de la institución se dedicasen a revisar, coordinar y
hacer funcionar todo el proyecto. El paradigma de la colegialidad ha de inspirar el proceso de
planificación, acción, evaluación y cambio de la comunidad educativa” (Santos, 1995: 270).
“Es bien conocida la falta de formación específica de los licenciados universitarios para
poderse dedicar a la enseñanza. Aparte de la existencia del Curso de Aptitud Pedagógica, que
comenzó a impartirse a mitad de los años setenta y es a todas luces insuficiente, los profesores de
secundaria no tienen más preparación para desempeñar su tarea docente que su propia
experiencia como alumnos. Y como la experiencia más próxima a ellos es la universitaria, no
parecerá sorprendente que sea el modelo universitario (el de la universidad que ellos vivieron) el
que intenten reproducir” (Sancho, 1988: 12).
Modelo que de nada sirve para alumnado sin cribar, en la etapa adolescente, que
cursa educación obligatoria, lo quiera o no. Para esta tarea, contar con especialistas en
Psicopedagogía en los centros resulta muy útil para el profesorado más comprometido,
que concibe al profesional de la orientación como un educador más, que puede asesorarle
y apoyarle y que realiza unas funciones complementarias a las docentes que convergen
en las mismas finalidades educativas. En palabras de Juana María Sancho:
“La cuestión más importante y delicada es que los profesores lleguen a ver al
119
psicopedagogo como un profesional más, con unas tareas específicas de intervención, que no
interfieren en su labor sino que la complementan. Eso sólo parece posible de lograr a través del
trabajo cotidiano y de la negociación profesional, mediante el respeto mutuo por la tarea
realizada y la búsqueda de áreas de colaboración que redunden en la mejora del centro”
(Sancho, 1988).
Figura 6.2. Temáticas que protagonizan el asesoramiento de los profesionales de la orientación al profesorado.
120
todos los grupos de un mismo nivel y que servirán de base para trabajar ese tema en
cursos posteriores. Por ejemplo, en un programa de educación sexual, el itinerario de
actividades en los cuatro niveles de la etapa de Secundaria obligatoria podría ser el
siguiente:
Nivel Actividad
Otro tipo de demandas muy frecuentes son las que se relacionan con el tratamiento
educativo de problemas concretos, especialmente relacionados con la convivencia o con
las necesidades educativas especiales. Para trabajar estos aspectos, el profesorado solicita
al orientador materiales adaptados o bien estrategias educativas para implementar
cambios que supongan mejoras en la dinámica del aula.
Como conclusión, es de destacar que, precisamente, en la complementariedad que
aporta la perspectiva global de un centro y del sistema educativo que tiene el orientador
es donde radica la riqueza de las aportaciones que puede hacer al asesoramiento
individualizado al profesorado.
121
centraremos más en la orientación individualizada del alumnado. Para éste, los
profesionales de la orientación son generalmente un referente positivo, pues el orientador
es:
“Una persona con la que se sienten seguros y pueden confiar las diversas situaciones que
se les plantean en su desarrollo evolutivo. A diferencia de los profesores, aquellos ‘no examinan’
a los alumnos, pueden reunirse con ellos en forma individual o en pequeños grupos y hacer un
seguimiento de su rendimiento escolar” (Sanz, 1995: 13).
122
el alumnado son variados. Por ejemplo, algunos están presididos por las inquietudes de
tipo académico, como la toma de decisión vocacional, aunque también se tocan
cuestiones de tipo más personal como las relativas a las crisis familiares, relaciones
personales o de pareja. De forma gráfica, los temas más frecuentes son:
123
crisis adolescente y los consiguientes conflictos generacionales, hasta problemas más
graves como separación de los progenitores, divorcio, precariedad económica o
fallecimiento.
También las cuestiones afectivo-sexuales son consultadas a los profesionales de la
orientación, por ejemplo, las dificultades de pareja, los problemas para definir la
identidad sexual, la auto-aceptación de la nueva apariencia física tras la pubertad o los
métodos anticonceptivos, pues se trata de asuntos que para los adolescentes son de
máxima importancia e inmediatez.
La inmediatez es un aspecto muy destacable en el trabajo con los adolescentes, ya
que es característica de esta etapa la vivencia presentista. Es decir, lo que en el momento
actual es percibido por el adolescente como un asunto de vital importancia, en pocas
horas es vivido con menor intensidad, es más, en ocasiones, parecen incluso haber
olvidado el problema que tanto les preocupaba. Por ello, es importante que en el
momento que se produzca el momento de mayor intensidad, la crisis, el profesional de la
orientación esté cercano al alumnado y demuestre su eficacia.
Las situaciones que hemos denominado “excepcionales” son aquellas que
consideramos así, no porque se den con poca frecuencia, sino porque tratan de temáticas
muy complejas, que no forman parte de la cotidianidad de la mayoría del alumnado,
afortunadamente. Se trata de problemáticas graves asociadas a casos como abandono o
desamparo, adopción, maltrato, abuso o violación, embarazo adolescente y aborto,
enfermedades graves como anorexia, bulimia o toxicomanías, u otras asociadas a la
prisión o a la marginalidad extrema. En casos tan graves como éstos, la intervención del
profesional de la orientación puede ser decisiva para la vida de un alumno y su entorno
familiar.
“para los padres, el orientador puede significar un magnífico papel de apoyo en proceso
educativo de sus hijos y alumnos” (Sanz, 1995: 13).
Este papel de apoyo debe estar reforzado por la implicación de las familias en el
proceso educativo de sus hijos, esto es, una espiral que comienza y termina en el
compromiso de las familias en la educación de sus hijos, para lo que puede valerse del
124
profesional de la orientación como un recurso del sistema educativo.
Figura 6.5. Proceso de implicación de las familias en el proceso educativo en coordinación con los profesionales
de la orientación.
125
6.2.4. Profesionales de la orientación y el asesoramiento a los equipos directivos de
los centros
“Existe una zona de poder pedagógico compartida por el equipo directivo y por los
responsables del departamento. Una competitividad más o menos irracional, una confusión mal
aclarada, unas tensiones interpersonales más o menos camufladas, producirán roces,
complicaciones y enfrentamientos. (…) De esta forma, las iniciativas que toma el departamento
pueden ser obstaculizadas, criticadas o, cuando menos, ignoradas. Los celos profesionales, pocas
veces confesados, pueden ser el origen de un conflicto de competencias mal asimilado. Si el
equipo directivo no tiene experiencia, si es autoritario y controlador puede ver con recelo la
acción autónoma del departamento” (Santos, 1995: 271).
“la intromisión del equipo directivo en la actividad del departamento pretendiendo marcar e
imponer la línea, controlar la actuación, domesticar los planteamientos e iniciativas” (Santos,
1995: 271).
126
otro, entre orientadores y directivos, no dan lugar a problemas cuando se trabaja en una
misma línea. Las dificultades surgen cuando hay diferentes modelos educativos que
responden a distintas concepciones ideológicas y educativas, lo que bien puede
subsanarse y negociarse cuando existe actitud de diálogo y de respeto, lo que no siempre
ocurre. En cualquiera de los casos, siguiendo al profesor Santos Guerra, en ambos casos:
“Harán mal en aceptar esas intromisiones, sea por miedo, sea por dejadez, sea en aras de
una paz que no sería más que la ausencia de conflicto. El director de un hospital no debe exigir
al cirujano que opere con una determinada técnica. El cirujano no debe aceptar indicaciones de
carácter profesional procedentes de la autoridad si las considera perjudiciales para los
pacientes” (Santos, 1995: 271).
Estas temáticas guardan relación con uno de los males endémicos del sistema
educativo español, la escasa formación psicopedagógica del profesorado de educación
secundaria y concretamente de cualificación específica para el desarrollo de funciones
directivas. Por ello, los profesionales de la orientación en los institutos pueden paliar estas
127
deficiencias.
El diseño de itinerarios educativos con la configuración de materias optativas y
asignación de contenidos a los módulos horarios destinados a talleres, proyectos, así
como otros de libre disposición para el centro puede marcar el desarrollo de
competencias básicas del alumnado de un centro, por ejemplo, de la importancia que se
dé al afianzamiento de competencias básicas como la lectoescritura, dependerá el
contenido que se corresponda con los talleres de los primeros cursos de secundaria.
Otro ejemplo de la importancia del diseño de itinerarios educativos es la oferta de
optativas que elija un centro en su etapa de bachillerato, pues podrán configurarse
currículos muy distintos si se trata de un centro de tradición de formación profesional
técnica, en que las materias optativas podrán relacionarse con la informática o
electrónica, o bien de un centro de tradición más academicista, donde se podrán ofertar
más materias de origen humanístico, como distintos tipos de literaturas, griego, etcétera.
Evidentemente, todo ello dependerá de los recursos con que cuente un centro. A
mayor número de grupos, la oferta de optativas también aumenta. Por otro lado, la
disponibilidad de profesorado es una baza importante para diseñar itinerarios, aunque
siempre hay que tomar partido por determinadas opciones que implican toda una filosofía
educativa, por ejemplo, si en un instituto de secundaria hay disponibilidad de horario de
un profesor de Latín, el centro puede optar por ofertar Griego en bachillerato, cultura
clásica en tercero o cuarto de secundaria o bien un taller de lectoescritura en primero o
segundo de secundaria. Esta decisión es competencia del equipo directivo de un centro y
en este caso el asesoramiento del orientador puede ser importante para reflexionar sobre
cuáles son las fortalezas y debilidades de una institución, por ejemplo, presentando un
estudio de intereses profesionales del alumnado que pretende hacer bachillerato o los
resultados de un estudio de competencia lectoescritora del alumnado al comenzar la
secundaria obligatoria.
En este último aspecto, cuando el alumnado comienza una nueva etapa, es decir,
cuando realiza el tránsito entre etapas, la coordinación de los profesionales de la
orientación de los centros implicados puede ser una fuente de información muy
importante para los equipos directivos de los centros, pues de este modo son
conocedores de las distintas realidades escolares. Por ejemplo, con la adecuada
coordinación entre un centro de primaria y su adscrito correspondiente de secundaria, se
pueden prever los agrupamientos y optar por los más adecuados que han demostrado ser
eficaces a lo largo de la primaria.
128
departamento de orientación para hacer consultas en relación a las relaciones sexuales o
para ampliar la información sobre métodos anticonceptivos. En otras ocasiones, con
ansiedad ante un posible embarazo, solicitan que les sea facilitado el procedimiento para
realizar un test de embarazo.
Este tipo de cuestiones, relacionadas con algo tan íntimo y personal como son las
relaciones sexuales, debe quedar en la confidencialidad del departamento, pues además,
atendiendo a la normativa española, un joven a partir de los trece años puede consentir el
mantenimiento de relaciones sexuales. Por ello, consideramos que no es necesario
ponerlo en conocimiento de su familia, máxime si el protagonista no lo desea. Tampoco
sería conveniente atendiendo a la posible confianza del resto del alumnado en el
departamento de orientación, quien sería conocedor del escaso valor que el profesional
da a la confidencialidad y probablemente, en el futuro, perdería las confidencias de otros
alumnos, quienes dejarían de buscar el asesoramiento del profesional, por el temor,
justificado y probado, de que no respetara la privacidad de sus asuntos más íntimos.
Sin embargo, la confidencialidad tiene un límite que siempre hay que respetar de
forma muy rigurosa, especialmente cuando se trata de la seguridad de las personas
implicadas. Por ejemplo, si en el contexto de una entrevista individualizada el profesional
es conocedor de la intención de suicidarse de un alumno, ha de poner este hecho
urgentemente en conocimiento de sus familiares para que organicen la estrategia
adecuada para prevenirlo.
Otra circunstancia que también hace que el profesional deba vulnerar la
confidencialidad es aquella que tiene lugar cuando en un contexto como el de
asesoramiento individualizado, se le hace conocedor de unos hechos que pueden ser
constitutivos de falta o delito. Por ejemplo, cuando el profesional de la orientación tiene
razones fundamentadas en la objetividad para creer que en un hogar se está produciendo
una situación de maltrato físico, psicológico o de abuso sexual. Gráficamente, las
circunstancias que precisan que se vulnere la confidencialidad en una situación de
asesoramiento individualizado con un profesional de la orientación se exponen en la
siguiente figura.
129
Figura 6.7. Momentos en que puede vulnerarse la confidencialidad en el asesoramiento individualizado.
130
que nadie le protege.
131
En definitiva, las técnicas más empleadas para el asesoramiento individualizado son
las que se recogen en la siguiente figura.
Es necesario destacar, como muy importante, que siempre que se lleve a cabo un
proceso de asesoramiento individualizado es absolutamente necesario tomar un registro
de las fechas, temas tratados y acuerdos adoptados. Registrar implica también un proceso
de reflexión para el profesional, que ordenará la actuación, pero sobre todo significa que,
cuando más adelante se necesite esa información, el registro estará disponible y el asunto
podrá retormarse o aportará la información pertinente en un momento posterior. Estos
registros han de llevarse con rigor, de forma que la información esté ordenada y que sea
de fácil acceso no sólo para quien ocupa el puesto de orientador en el momento presente,
sino para los profesionales venideros, pues no podemos perder de vista que la
información pertenece a la institución educativa y no a la persona que coyunturalmente
ocupa el puesto de orientador.
Asimismo, los registros rigurosos con los datos son de gran utilidad para los
profesionales de cara a la redacción de informes, así como para la justificación de
actuaciones realizadas de cara a posibles reclamaciones. Por ejemplo, si una familia dice
haber solicitado hace “muchos días” una entrevista con un orientador y que ésta no se ha
132
producido, supone un argumento contrastable objetivamente saber cuántas veces se ha
llamado por parte del profesional, en qué fechas y cómo se le comunicó esta demanda al
orientador.
Por tanto, los datos del asesoramiento no deben permanecer únicamente en la
memoria de las personas, sino en los registros de los profesionales, con el máximo rigor,
para beneficio de toda la comunidad educativa, lo que también redunda en la
profesionalidad de los orientadores.
133
orientación. Las actitudes a las que nos referimos son, entre otras, las siguientes:
Figura 6.9. Actitudes para crear un buen clima para el asesoramiento individualizado.
Estas actitudes son claves para el éxito del asesoramiento individual, y para ilustrar
con un ejemplo la importancia de las mismas, basta con imaginar cómo sería una
situación de asesoramiento individualizado si éstas no se dieran. De hecho, es habitual
encontrar en la memoria colectiva el recuerdo de la sensación que produjo la visita a un
profesional que miraba el reloj continuamente o que atendió el teléfono mientras
simulaba escuchar.
Por otro lado, la toma de notas durante la entrevista genera una sensación
inquietante en la persona que acude al orientador, pues no sabe qué se está escribiendo
exactamente y además, rompe la comunicación no verbal continuamente, impidiendo que
se genere el adecuado clima. Sin embargo, el registro de las intervenciones es
absolutamente necesario, por ello ha de realizarse siempre. El momento óptimo es
inmediatamente después de finalizar la situación de asesoramiento.
Todas estas actitudes, para resultar efectivas, deben tener un nexo común, el que
entendemos como “compromiso y profesionalidad”. Una de las claves es que estas
actitudes no resulten artificiales y fingidas, pues este hecho se detecta con facilidad en el
lenguaje no verbal que expresa el profesional; para evitar este hecho, es necesaria la
134
profesionalidad del orientador y que éste se sienta comprometido con su trabajo de modo
que considere que puede contribuir a la mejora de una situación problemática para una
persona y contribuir a su bienestar.
135
La pertinencia de cualquiera de estas conductas ha de ser valorada por el
profesional, si bien siempre hay que tener en cuenta que los límites de este acercamiento
son impuestos por la persona que acude al orientador y que el objetivo fundamental es el
bienestar de ésta.
Ante el llanto, la reacción más frecuente en nuestra sociedad es la de intentar
interrumpirlo con frases como ¡No llores!, y expresar ideas que minimicen el problema,
quitando importancia al mismo, con frases como ¡No te preocupes!, cuando ambas
interpelaciones no aportan nada a quien está preocupado y necesita llorar. El llanto es una
reacción humana muy adecuada a la expresión de emociones que ayuda a descargar la
ansiedad y que produce notables beneficios psico-fisiológicos. Por ello, si en una
situación de asesoramiento individualizado surge el llanto es necesario dejarlo fluir y no
cortarlo anticipadamente. En ese momento, el papel que debe jugar el orientador será el
de acompañamiento, escucha y transmisión de seguridad.
Llegado a este punto en el proceso de asesoramiento, cuando el problema ya se ha
manifestado es necesario dar un paso adelante en la solución del mismo, aspecto
fundamental por el que la persona ha acudido al profesional de la orientación. Para
resolver los problemas es fundamental situarse como profesional y asumir las propias
limitaciones, de forma que, si el caso abarca una parcela en la que el profesional no se
encuentra con formación sólida, pueda derivar a especialistas. Por el contrario, si la
solución está en su mano y su cualificación y experiencia le respaldan deberá abordarla.
Para abordar la solución de un problema es preciso analizar éste, esquematizarlo
incluso con papel y lápiz junto con la persona afectada, razonando conjuntamente. Es
necesario partir de actitudes positivas y no perder de vista el optimismo, así como pensar
que llegar a una solución es posible.
De este modo, en este análisis es necesario destacar cuáles son las fortalezas de las
personas para solucionar el problema e intentar que sea el propio afectado o afectada
quien asuma la solución como asequible, a la vez de que tome conciencia de sus
debilidades, las que probablemente le han llevado a la situación actual y debe
considerarlas como una amenaza que siempre tiene presente.
En definitiva, se trata de actuar, nunca mejor dicho, como orientador, como guía
para que la persona consultante sea la protagonista en la búsqueda de su camino. Una
guía que aporta seguridad, analiza una situación y la clarifica para que la persona
afectada llegue a la autoorientación y vaya dando pasos en uno de los más importantes
objetivos educativos: la autonomía.
En resumen, las fases del proceso de asesoramiento individualizado son las
siguientes:
136
Figura 6.10. Fases en el proceso de asesoramiento individualizado.
En la práctica, cada caso es tan diferente que podría decirse que es único, por ello,
a continuación se exponen algunas experiencias de asesoramiento individualizado de la
práctica de la orientación educativa.
137
Ley Orgánica de Educación de 3 de mayo de 2006 dice que el cuarto curso de la etapa
de Secundaria Obligatoria tendrá un carácter orientador, así como en el artículo 25.6.
En los centros, es una práctica habitual que se ofrezca este consejo orientador al
acabar cada uno de los cursos que da paso a un curso superior en que es necesario elegir
entre optativas. Los cursos en que se ofrece un consejo orientador son los siguientes:
• Sexto curso de educación primaria, curso en que finaliza una etapa que da
paso al tránsito a la secundaria, donde se ofertan distintas optativas y es
necesario que cada alumno reciba información sobre las materias en que
necesitará refuerzo o ampliación.
• En la educación secundaria obligatoria, donde se orienta sobre optativas.
• Último curso de la educación secundaria obligatoria, en el que es necesario y
prescriptivo ofrecer un consejo orientador al alumnado tras la escolarización
obligatoria, acerca del itinerario educativo más acorde con sus intereses,
capacidades y trayectoria escolar.
• Programa de cualificación profesional inicial, en estos cursos el consejo
orientador es muy pertinente ya que se trata de alumnado con una trayectoria
escolar marcada por el fracaso escolar. Un consejo orientador adecuado
puede ayudar en gran medida a que un alumno retome su itinerario educativo
en aras de una mejor cualificación profesional, por ejemplo, si se le orienta
hacia la realización de un ciclo formativo de grado medio.
• Primero de bachillerato, curso en que se han de tomar decisiones acerca de las
optativas posteriores, máxime teniendo en cuenta la diferente ponderación
que las materias del último curso de bachillerato tienen en la parte específica
de la prueba de acceso a la universidad.
• El último curso de bachillerato, momento clave para la orientación vocacional,
ya que se ha de tomar una decisión trascendente para la vida laboral y es el
campo profesional al que una persona pretende dedicarse.
138
139
PARTE III
Oportunidades y retos para la Orientación
Vocacional. La atención a la diversidad y las
nuevas tecnologías
140
7
Orientación vocacional y oportunidades
7.1. Introducción
141
7.2. Orientación vocacional y género
142
que ello ha de ser un objetivo educativo. Sin embargo, en el proceso de toma de
decisiones sobre la elección profesional, se siguen produciendo situaciones que relegan
las oportunidades de las alumnas a un segundo lugar, atendiendo únicamente a su género,
especialmente en lo relativo a las expectativas académicas y al liderazgo. Luego, ¿por qué
no se rompe el círculo? o, el maleficio, como lo llama Elena Simón (2008).
Los profesionales de la orientación no estamos al margen de este hecho. Con
mayor o menor evidencia es fácil encontrar entre los profesionales planteamientos
sexistas en el asesoramiento para la orientación vocacional. Por ello, el inicio para
trabajar por la igualdad de oportunidades en relación al género se sitúa en la toma de
conciencia de que el sexismo existe en el sistema educativo y por consiguiente, también
en el proceso de orientación, y con especial relevancia en la orientación vocacional.
Niños y niñas van configurando su identidad dentro de un proceso de construcción
social donde los modelos son también sexuados. De este modo, los estereotipos sociales
de oficios y profesiones tienen un importante papel en el desarrollo de la identidad
personal, profesional y de género, como si de un todo indivisible se tratara.
Del mismo modo que desde bebés se adjudican colores para las prendas o la
decoración de los dormitorios de niñas o de niños, desde todos los entornos en que se
desenvuelve un niño se van “asignando” expectativas profesionales diferentes si se trata
de niños o de niñas, en función de si son estudios o profesiones tradicionalmente
vinculadas a los chicos o a las chicas, futura ciudadanía de mujeres u hombres que
desarrollarán una ocupación profesional.
Todo este proceso de asimilación de identidad profesional asociada al género es
fácil de observar en el juego simbólico de niñas y niños en las edades correspondientes a
la educación infantil y que se va consolidando en los dos primeros ciclos de la educación
primaria.
En la preadolescencia, es decir, en los últimos cursos de la educación primaria, este
proceso de construcción de identidad de género se ve reforzado por la diferenciación
entre los géneros que se afianza en los procesos fisiológicos propios de la pubertad.
Por consiguiente, los jóvenes se van incorporando al sistema productivo desde
unos condicionantes sexuados, reproduciendo generación tras generación los mismos
patrones sociales y también para la división del trabajo en función del género.
De este modo, cada generación realiza esta reproducción en un porcentaje alto,
con la salvedad, también previsible, de una pequeña avanzadilla que abrirá el camino en
esa generación para profesiones tradicionalmente asociadas a un género, tanto para el
femenino como para el masculino. Un ejemplo de las profesiones que se han ido
abriendo en los últimos años a un género distinto han sido las fuerzas armadas, donde las
mujeres comenzaron a incorporarse en los años noventa y que en la actualidad, una
generación después, ya se ha consolidado a la vista de la sociedad, por lo que en
adelante, las niñas que pretendan dedicarse al mundo militar profesional tendrán abierto
el camino. También los hombres han encontrado un lugar en profesiones que les negaban
su participación como son las relacionadas con el hogar o con el cuidado de las personas,
es más, determinadas profesiones se acuñaron con el nombre femenino como “matrona”,
143
“azafata” o “modista”.
Todavía estos estereotipos marcan la práctica de la orientación educativa, de forma
que sigue siendo fácil encontrar que el alumnado, al finalizar su escolarización obligatoria
y manifestar sus intereses profesionales, se muestre más interesado por el campo
profesional técnico, si se trata de chicos, y expresen su deseo de trabajar en la
construcción, informática, ingeniería o seguridad. Sin embargo, las chicas tienen intereses
más vinculados al ámbito doméstico como la educación, la sanidad o la imagen personal.
La investigación realizada en Huelva por el equipo dirigido por Silvia Padilla (2005)
sobre las preferencias profesionales de las chicas al finalizar la secundaria, obtuvo como
resultados que las chicas prefieren los campos señalados anteriormente y tan sólo se
deciden por campos profesionales no tradicionalmente femeninos en la siguiente
proporción:
Ámbito 5.3%
científico
Tecnología 3.9%
Fuerzas 2.5 %
armadas
Deporte 6.0%
Ámbito 0.4%
mecánico-
manual
144
contrario, los chicos prefieren el ámbito público y dedicarse a profesiones relacionadas
con la seguridad o la tecnología.
Las causas de este hecho son diversas, pero todas responden al machismo todavía
muy presente, también en las sociedades desarrolladas del siglo XXI. Uno de los valores
que más se aprecia en las niñas es la sociabilidad, al igual que la expresión y
demostración pública de las emociones es mejor valorada en las niñas que en los niños.
Asimismo, cualidades asociadas a valores como la solidaridad, la capacidad de ayudar a
los demás, las habilidades sociales y saber resolver los conflictos mediante el diálogo son
aspectos en los que se incide más en la educación de las niñas.
Por consiguiente, aún en el siglo XXI las niñas siguen siendo socializadas para que
la prioridad de sus vidas sean las personas, especialmente las personas de su familia y
para que sus temas preferentes sean los asuntos domésticos, por eso sus intereses
profesionales se relacionan con estos aspectos aunque tengan lugar en el ámbito laboral.
Igualmente, la falta de repercusión social en los medios de comunicación de las
profesionales de la ciencia y de la tecnología hace que no se muestren los modelos
femeninos que ya existen en estos campos, pero que todavía permanecen al margen de la
vida cotidiana de las niñas y que éstas sigan reproduciendo los estereotipos tradicionales
por esta falta de información.
Figura 7.2. Distribución por géneros de las preferencias profesionales del alumnado de 1º de Bachillerato del IES
Ben Gabirol de Málaga, que cursó 4º de Secundaria en el curso 2008-2009.
145
Por otro lado, los modelos sociales sexistas contribuyen a que las niñas desarrollen
una baja autoestima (Simón, 2008) y por consiguiente hacen que el nivel de sus
aspiraciones sociales y profesionales baje y asuman los papeles secundarios como
propios en el reparto de poder y de la relevancia social.
También es de destacar que entre los proyectos de vida a largo plazo de muchas
niñas se encuentra la maternidad y por ello, desde muy jóvenes se sienten con esta
responsabilidad e incluso trazan un proyecto profesional que les permita compatibilizar el
trabajo con el remunerado con el doméstico (Gamboa y Marín, 2009).
Reconociendo que este fenómeno sigue ocurriendo en el siglo XXI, ¿cómo
podemos contribuir desde el asesoramiento psicopedagógico a la mejora de la igualdad de
oportunidades desde la perspectiva de género?
146
Figura 7.3. Proceso de orientación vocacional que atiende prioritariamente a variables académicas.
147
visible”.
Desde la administración educativa se promovieron algunas medidas, por ejemplo,
la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, dentro del marco que supuso el I
Plan de Igualdad entre hombres y mujeres de 2 de noviembre de 2005. Este plan
propuso la posibilidad de incentivar con doscientos euros que alumnos se matricularan en
ciclos formativos de formación profesional tradicionalmente femeninos y viceversa.
Dicho proyecto se materializó en la orden de 30 de marzo de 2006, “por la que se
establecen incentivos para fomentar una representación más equitativa del alumnado
en ciclos formativos con alto grado de inserción laboral y con desequilibrio en la
relación entre alumnos y alumnas en el curso escolar 2006-2007” (BOJA de 28 de abril
de 2006).
Dicho texto propone incentivar económicamente al alumnado distribuido de la
siguiente forma, según las familias profesionales y el género:
Fabricación mecánica
Madera y mueble
Figura 7.4. Familias profesionales que ofrecen incentivo económico al alumnado según el género.
148
actividades es poner de relieve la existencia de mujeres y de hombres en ámbitos
profesionales distintos de los tradicionales, destacando no sólo los y las más brillantes en
su carrera, sino la presencia de quienes trabajan en una cotidianidad anónima. Si no se
presta atención a este hecho, la intencionalidad del discurso coeducativo se vuelve en
contra, pues en muchas ocasiones, el mensaje que el alumnado recibe es que las mujeres
o los hombres que se salen de la norma preestablecida para la orientación profesional de
su género, son personas excepcionales, cuyo ejemplo, precisamente por percibirse de
forma tan extraordinaria, queda relegado al terreno de lo inalcanzable, especialmente para
la percepción del alumnado.
Los ejemplos de personas que pueden utilizarse son las profesionales que
desarrollan su trabajo en entornos próximos al alumnado, que además, son mucho más
numerosas, a la vez que son ejemplo de haber sabido compatibilizar su carrera
profesional con la dedicación a su familia y a un desarrollo armónico de su persona
atendiendo a todas las facetas fundamentales de la vida.
También en los centros, los responsables de los programas de coeducación pueden
facilitar las actividades para que el alumnado vaya superando estereotipos de género, no
sólo en relación a la elección profesional, sino también a todos los relacionados con la
convivencia.
En resumen, algunas de las actividades que se pueden poner en marcha desde los
servicios de orientación educativa son las que recoge el siguiente cuadro:
149
Figura 7.5. Actividades propuestas para prevenir el desequilibrio de género desde los servicios de orientación
educativa.
El sistema educativo responde a unos valores relacionados con un género, en este caso el
femenino, pero también a otros relacionados con el entorno geográfico, esto es, el
sistema educativo está más en sintonía con el sistema educativo urbano y con la clase
social y cultural que conocemos como “clase media”.
Aunque no tengamos conciencia de ello, el sistema educativo juega a favor de
valores que en muchas ocasiones sirven tanto para legitimar el orden social establecido,
como para hacer posible que éste se vea alterado. Es decir, la procedencia social del
alumnado va a ser determinante en el rendimiento académico de cada alumno, pues
sobre cada uno se proyectarán las expectativas de su familia para su proyecto de vida.
En cada uno de estos casos, el sistema educativo proporcionará la certificación de
que este fenómeno se ha producido, es decir, que cada uno sigue en su lugar social de
procedencia. Por ejemplo, en un entorno familiar donde no se valoran los méritos
académicos, lo más frecuente es encontrar que los niños presenten bajo rendimiento
escolar y que en muy pocos años, el sistema educativo “certifique” que ese alumno ha
fracasado académicamente y que, por consiguiente, abandone prematuramente su
escolarización. Así, una y otra vez, en cada generación, el sistema educativo contribuye a
la reproducción social.
Asimismo, el sistema educativo es uno de los mecanismos más importantes para
que se generen nuevas oportunidades para que el orden social se altere. Por ejemplo,
aquel alumno de origen sociocultural deprivado que, sin embargo se ajusta al sistema
educativo, obtiene éxito académico y por consiguiente una inserción laboral que mejora
sustancialmente el estatus socioeconómico de sus progenitores.
Puede apreciarse cómo el sistema educativo tiene una doble función, como si de
las dos caras de una misma moneda se tratara: por un lado proporciona oportunidades a
las personas para cambiar la tradición sociocultural de sagas familiares, y por el otro
150
justifica la reproducción social mediante la que una y otra vez, por ejemplo,
determinadas familias no abandonan la exclusión social.
En los entornos rurales este fenómeno es muy evidente. Aunque también existen
las oportunidades que proporciona el sistema educativo, reconocidas en los derechos de
la infancia, en la realidad, los kilómetros están de por medio.
Es frecuente encontrar alumnado de localidades rurales pequeñas que abandona los
estudios de forma prematura. En muchas ocasiones, este hecho se produce porque tras
años de sacrificio, llega un momento en que “no compensa”, por ejemplo, cambiar la
residencia o hacer un gran desembolso económico para que el hijo curse unos estudios en
cuya probabilidad de ser finalizados con éxito apenas se confía.
Por otro lado, la oferta educativa es escasa en muchas ocasiones y la distribución
de la oferta no es equilibrada según las zonas, por lo que las localidades más pobladas, es
decir, las urbanas, tienen más recursos, mayor oferta y por tanto, ofrecen bastantes más
y mejores oportunidades al alumnado que reside en ellas.
Ante ello, “poderoso caballero es don dinero” y las familias con mayores recursos
tendrán más oportunidades de paliar las dificultades propias del medio rural para la
elección profesional. Sin embargo, los servicios de orientación educativa y los
profesionales que son sus responsables, deben estar al tanto de este fenómeno para
intentar trabajar en la compensación de desigualdades. Una medida importante es el
conocimiento exhaustivo de las políticas sociales y de becas. Información que deberá
llegar al alumnado, de forma que se mantengan altas las expectativas académicas de los
chicos con menos recursos económicos de entornos rurales. Para lograr esta meta, uno
de los objetivos educativos es la motivación.
La motivación académica debe estar presente en todas las actuaciones que tengan
lugar en el centro escolar y tanto el profesorado como las familias del alumnado deben
plantearse un objetivo común, como es la adquisición de competencias de los jóvenes,
así como su cualificación profesional, llegando ésta a la optimización de las capacidades
de cada persona.
Una buena fórmula para trabajar la motivación por los aspectos académicos y
escolares son las “Escuelas de madres y padres”, también llamadas “Escuelas de
familias”. Estas actividades proporcionan oportunidades para atraer a las familias a los
centros, más allá de la entrevista reactiva a un hecho concreto y generalmente negativo
acaecido en relación a este alumno.
Las escuelas de familias generan verdaderas comunidades de aprendizaje en
ámbitos sociales que se extienden más allá del escolar (Cobos, 2007), por ello, gracias a
la coordinación de las familias y los centros podremos trabajar más la motivación del
alumnado, ayudar a difundir las técnicas de estudio para que las familias se impliquen
más y mejor en los aspectos académicos desde el hogar, dar a conocer la oferta educativa
de la zona e informar de las oportunidades económicas que ofrecen los organismos para
la realización de estudios fuera de la localidad del entorno familiar, como son las becas.
Aunque sobre todo y especialmente, el objetivo de las escuelas de familias será hacer
llegar la creencia de que el sistema educativo puede proporcionar muchas oportunidades
151
para el bienestar de su hijo.
En resumen, las actividades que se proponen para hacer posible la igualdad de
oportunidades en los entornos rurales, desde la orientación educativa, se exponen en la
figura 7.6 de la página siguiente.
Nuevamente, se trata de hacer visibles situaciones injustas de partida e involucrar a
las administraciones y entidades en el desarrollo de nuevas y mejores oportunidades en
los entornos más desfavorecidos. Para ello, los profesionales de la orientación y
educación tienen una posición privilegiada, pues conocen los mecanismos de la
administración educativa, forman parte de la misma y pueden hacer que la voz de los que
están más olvidados se oiga en los despachos de las grandes ciudades, donde siempre se
toman las decisiones.
Figura 7.6. Actividades para trabajar por la igualdad de oportunidades en el entorno rural.
152
también otras situaciones donde se ponen en juego las mismas variables de la
interculturalidad, aunque no todas ellas tienen su origen en los movimientos migratorios,
como ocurre por ejemplo cuando diferentes culturas se ven obligadas a convivir, como
en las zonas en que conviven diferentes etnias, como la gitana, común en España.
En apartados anteriores de este capítulo, se ha apuntado la idea de que género o
lugar de nacimiento generan una desigualdad ligada al nacimiento o al origen
sociofamiliar, esto es, a una situación estructural, como también ocurre en culturas
minoritarias instaladas en la cultura mayoritaria española como es la gitana. Sin embargo,
las migraciones están ligadas a una situación coyuntural, pues quienes emigran a medio o
largo plazo, adquirirán la nacionalidad del país de residencia, o bien, volverán a su lugar
de origen. Por ello, el concepto de inmigración está ligado a momentos transitorios de la
vida que no se prolongan en el tiempo de forma perenne.
Hablar de interculturalidad es hablar de cambio, que sobreviene de forma más o
menos esperada y que altera un orden estructural establecido. Por ello, la
interculturalidad se asocia al conflicto, pues como alteración es sinónimo de intercambios
y de mezcla, aunque a la vez se trata de una oportunidad para el enriquecimiento de
quienes están implicados en este proceso.
Atendiendo a las diferencias que aporta el alumnado que se ve implicado en
procesos de interculturalidad, puede hacerse la siguiente clasificación:
153
Dentro del fenómeno migratorio es necesario establecer una importante diferencia
entre el alumnado que conoce el lengua del país de acogida, del que la desconoce. De
este modo, entendemos que las lenguas unen o separan, pero a nadie dejan impasible. El
lenguaje es inherente a lo humano e imprescindible para su desarrollo; por ello, cuando
un niño acaba de llegar de otro país y se incorpora a un centro escolar, el proceso de
adaptación es tan amplio y complejo que bien pudiera anotar esa fecha como la del
comienzo de una nueva etapa de la vida.
Pero la educación para la interculturalidad abarca mucho más que el aprendizaje de
una nueva lengua, la del país de acogida. La interculturalidad implica la adaptación a una
nueva forma de vida, a nuevas costumbres, a otra cultura, es decir, a una nueva
cosmovisión. Sin embargo, las iniciativas ante este fenómeno por parte de la
administración educativa quedan en muchas ocasiones reducidas exclusivamente al
ámbito de lo lingüístico, de forma que únicamente destinan recursos para lo que en
algunas comunidades autónomas, como la andaluza, se ha denominado como “Aulas
temporales de adaptación lingüística”.
Estas aulas, denominadas también ATAL, consisten en unos espacios destinados a
la recepción y desarrollo del alumnado con escaso o nulo conocimiento de la lengua
castellana, donde se trabaja de forma intensiva la nueva lengua. Están a cargo de
profesorado con dedicación exclusiva a ellas, que en muchas ocasiones han de compartir
centros. Por tanto, el alumnado acude a ellas en un horario flexible, que estará en función
de la disponibilidad del profesorado y el nivel de partida de la lengua del alumnado.
Aunque la asistencia al aula temporal de adaptación lingüística tiene su fundamento
en el aprendizaje de la lengua del país de acogida, el trabajo debe hacerse compatible con
otros objetivos de carácter más social, por lo que la tendencia de las actuaciones tendrá
en cuenta que siempre exista un vínculo con el grupo-clase de alumnado, pues el apoyo
afectivo del grupo de iguales es imprescindible para que se produzca la integración social
en el centro escolar. Este vínculo debe irse ampliando a medida que se avanza en el
conocimiento de la nueva lengua.
Conseguir el objetivo de la integración social y de la adaptación del alumno al
nuevo medio es una labor muy compleja. Dependerá de muchas variables, algunas de
ellas de difícil manejo.
154
Figura 7.8. Variables que influyen en la adaptación escolar del alumnado inmigrante.
Puede apreciarse que las variables que influyen son muy complejas, así como la
interacción que entre ellas se produce. A continuación se profundiza en cada una de ellas:
155
aproximen al conocimiento de las peculiaridades de cada cultura. Por
ejemplo, es comúnmente conocido que el alumnado procedente de China
tiene unas características de sociabilidad distintas, pues dan un gran valor a la
familia, al hogar y al trabajo, con lo que las relaciones con los y las iguales
son valoradas de forma muy distinta a la cultura mediterránea. De esta
forma, el ocio se verá afectado y el alumno tendrá más dificultades para
entablar amistades en la adolescencia.
• Entorno familiar: la familia es uno de los factores trascendentales para la
adaptación escolar del alumnado, también cuando se trata de alumnado
inmigrante. Junto a los condicionantes psico-afectivos de la familia, el valor
que la familia otorga al sistema educativo es la variable de mayor peso en la
adaptación del alumnado al sistema educativo. Para las familias de
inmigrantes el proceso es similar, aunque parten con el hándicap de tener que
superar un proceso de adaptación social. La experiencia nos muestra que
existen culturas donde se da mucho valor al sistema educativo, como hemos
constatado en alumnado procedente de algunos países latinoamericanos como
Argentina.
• Dificultad para aprender la lengua castellana: el alumnado inmigrante recién
llegado encuentra como primera barrera el idioma, pero no todas las lenguas
ofrecen las mismas dificultades para su aprendizaje, por ejemplo, las lenguas
de raíces comunes, como las románicas, entre las que se encuentra el
castellano, comparten origen con otras como el italiano, el francés o el
rumano, de ahí la facilidad con la que este alumnado aprende el castellano.
• Diferentes usos de la lengua: en muchas ocasiones parece que las barreras
relativas a las lenguas están solventadas cuando la lengua materna es la
misma, como en el caso del alumnado procedente de países
hispanoamericanos, sin embargo, el uso que de la misma se hace en cada
lugar determina sustancialmente el potencial de comunicación de la misma.
Diferente atribución a los significados, distintos giros, frases hechas o la
utilización del sentido figurado, acentos, ritmo del habla, etcétera, pueden
llegar a hacer que una misma lengua sea casi ininteligible cuando se usa de
forma hablada para una persona recién llegada. Es necesario tener en cuenta
este hecho en los centros para que los profesionales comprendan que es
necesario un período de adaptación también para la lengua, aunque se trate
de la misma lengua materna.
• Etnia: todas las personas construyen su identidad en un proceso social y
dinámico de interacción entre cada uno o una con las personas de su entorno.
De este modo, cada persona toma conciencia de ser poseedora de unas
características y las personas de su entorno también, así por ejemplo,
pertenecer a un grupo étnico confiere identidad, tanto la que es atribuida por
el entorno, como la que la persona, en interrelación con otras, se atribuye a sí
misma. Por ejemplo, cuando un niño de color del África subsahariana llega a
156
un centro, en muchas ocasiones puede encontrarse con que es uno de los
pocos o incluso el único alumno de raza negra del centro, de forma que no
pasa desapercibido en el contexto escolar y ello implica unos importantes
condicionantes para su adaptación.
• Prácticas religiosas: la pertenencia a un grupo social cuyo nexo es la religión
implica mucho más que el sentimiento íntimo que sobreviene de las
creencias, abarca un conjunto de prácticas religiosas que unen en torno a un
sentir común y que generan el sentimiento de pertenencia, que además es
compartido, por lo que se reafirma mucho más. En la sociedad española
actual existe un pensamiento único que distancia, incluso aparta, a quienes no
participan de las creencias mayoritarias, por lo que además, los colectivos
unidos por las prácticas religiosas van creando comunidad, o pequeñas
sociedades al margen de la mayoritaria, lo que no siempre conlleva la
marginalidad, pero sí cierto grado de segregacionismo o sectarismo. El
alumnado perteneciente a estos colectivos tiene también más dificultades en
su adaptación escolar, pues ha construido su socialización en entornos
distintos, donde por ejemplo, no puede comprenderse que se hagan
transfusiones sanguíneas, o se coman derivados de la carne porcina.
157
alumnado y por ende, de los centros educativos para colaborar en la adaptación del
alumnado inmigrante.
Otro de los aspectos importantes para trabajar desde los servicios de orientación de
cara al asesoramiento es la evaluación psicopedagógica, pues es importante conocer cuál
es el potencial cognitivo para establecer la adecuada respuesta curricular y en su caso, las
correspondientes medidas de atención a la diversidad. Tanto para el alumnado que tiene
dificultades para la comprensión del nuevo idioma, como para quienes conocen el
castellano y es su lengua materna es más adecuado utilizar pruebas donde puedan
obtenerse datos acerca de la capacidad cognitiva, sin que se vea afectada por
condicionantes del tipo cultural y/ o curricular. Una de las pruebas que permite llegar a
este dato es el Test de Matrices Progresivas de Raven, pues además de que hace posible
la aplicación individual en menos de una hora, la corrección no ocupa más de tres
minutos.
Otro recurso imprescindible para el asesoramiento al alumnado inmigrante es la
entrevista. En la entrevista pondremos en juego todos los recursos disponibles para
obtener el máximo de información, con la que organizar la escolarización de este
alumnado. No sólo nos resultarán valiosos los conocimientos adquiridos en la formación
como profesionales y los adquiridos por la experiencia, sino también aquellos que
procedan del ámbito personal.
Asimismo, para obtener el máximo de información será útil recabar información de
otras fuentes como el grupo-clase, el equipo educativo e incluso del entorno y sobre todo
de los mediadores culturales si están disponibles.
Para la orientación vocacional, será conveniente conocer cuáles son sus
expectativas, las de su familia, sus materias favoritas, sus aficiones, para componer la
situación de partida y poder trazar el itinerario en coordinación con el alumno, su equipo
educativo, el tutor y su familia. En el trazado de este proyecto académico y profesional,
la persona protagonista de tomar las decisiones ha de ser el propio alumno y las
funciones del orientador consistirán en conocer lo mejor posible al entorno sociofamiliar
del alumno, a proporcionar la máxima información de la oferta educativa, y sobre todo, a
facilitar que cada alumno tome por sí mismo su propia decisión, de la forma más libre,
con información y teniendo presente que de lo que se trata es de encontrar el camino
hacia la realización personal, y por consiguiente, hacia la felicidad.
Sin embargo, las mismas profesiones no tienen el mismo significado en todas las
culturas, por ejemplo, la tradición india encamina a que uno de los hijos varones se
dedique a la medicina, como símbolo para la familia de su progreso social de cara a su
entorno. Otro ejemplo es la desvalorización de estudios relacionados con la educación en
España, cuando son muy prestigiados en otras culturas como las nórdicas. Por todo ello,
a la hora de hacer orientación académica y profesional con el alumnado inmigrante,
hemos de tener información acerca del mundo de las profesiones en las distintas culturas.
En la figura 7.9 se sintetiza el conjunto de estrategias que podemos utilizar los
profesionales de la orientación para el asesoramiento y orientación vocacional del
alumnado inmigrante.
158
En cuanto al asesoramiento para la acción tutorial a los tutores y el resto de
profesorado implicado en la atención educativa para el alumnado inmigrante, podemos
plantear algunas estrategias. Una de ellas, bastante eficaz, es el nombramiento de un
alumno mentor, es decir, alguien que servirá de apoyo para la integración de este
alumnado recién llegado. Su implicación consistirá en sentarse junto a él en clase o en
compartir pareja o grupo en otro tipo de actividades y en otras instalaciones del centro;
asimismo, le ayudará a ir comprendiendo las materias, facilitándole la correspondiente
explicación para que pueda seguir la dinámica de la clase.
Figura 7.9. Estrategias para el asesoramiento y orientación vocacional para el alumnado inmigrante.
159
la sensación de seguridad necesaria para el alumno en ese contexto. También en las
tutorías, la llegada de un alumno inmigrante puede suponer una buena oportunidad para
abordar algunos contenidos en las tutorías como son las formas de vida de otras culturas,
dinámicas a través de las cuales podemos implicar a este alumnado y a sus familias en el
centro.
Todas estas estrategias precisan de la activación de los mecanismos de alerta de la
sensibilidad de los profesionales de la orientación y de la educación, quienes como
personas también son susceptibles de tener prejuicios. Para ello, es importante que los
profesionales de la educación tomen conciencia de estas creencias acerca de otras
culturas, amplíen la información sobre las mismas y no pierdan la referencia de la
autocrítica y de una constante actitud reflexiva para evitar o minimizar los efectos de los
prejuicios de los que los propios profesionales pueden ser víctimas y que dejarían huella
en las intervenciones profesionales, un auténtico reto personal.
Entre las personas adultas que se matriculan en las enseñanzas previstas para ellas, existe
un porcentaje importante de aquellos que apenas acaban de cumplir la mayoría de edad y
que eligen esta opción por la presión de su familia, en muchas ocasiones como alternativa
al desempleo, la falta de expectativas o la apatía generalizada.
Se trata de alumnado que lo único que tienen de personas adultas es la edad, pues
no se han emancipado, ni han trabajado nunca, en la mayoría de los casos, muchos de
ellos forman parte de lo que se ha dado en llamar la “generación ni-ni”, pues “ni
160
estudian, ni trabajan”, lo que supone aproximadamente el 15% de la población de entre
dieciséis a veinticuatro años. Este alumnado, normalmente arrastra un importante fracaso
escolar y está muy desmotivado, de ahí que haya alcanzado la mayoría de edad y sus
familias se propongan que han de ocuparlos en hacer algo productivo.
Ante la situación descrita, este alumnado, cuya principal característica es la escasa
motivación, tiene pocas posibilidades de finalizar con éxito los estudios y obtener el
graduado en educación secundaria, por el contrario, en un porcentaje superior al 60%
abandona los estudios antes de que finalice el curso (Cobos, 2006).
El proceso de orientación vocacional con este alumnado es básicamente el mismo
que para el resto de alumnado de la etapa de secundaria obligatoria, aunque el objetivo
fundamental es la motivación y la prevención del abandono. Del mismo modo que el
porcentaje de abandono es alto, también lo es el de titulación, una vez que el alumnado
ha conseguido adaptarse a la dinámica de trabajo del centro y superar la tentación del
abandono y del absentismo, que son las principales causas de fracaso en esta etapa.
Como puede comprobarse en la investigación realizada en Málaga por Cobos, 2006:
Figura 7.10. Porcentajes de graduados, abandonos y alumnado suspenso como resultados de la investigación de
Cobos, 2006 (I.E.S. Miguel Romero Esteo, Málaga).
161
7.7.2. Alumnado adulto
El alumnado adulto que se corresponde con los cánones clásicos es aquel que vuelve al
sistema educativo tras un período de tiempo, normalmente largo y significativo en su
vida. Se trata de alumnado que abandonó los estudios por motivos importantes que les
obligaron a priorizar sus actividades, quedando los estudios relegados a posiciones de
prioridad inferiores. De este modo, son frecuentes los casos en que dejaron de estudiar
para dedicarse a la familia o a buenas oportunidades en el terrero laboral, pues
encontraron trabajos remunerados con que poder hacer frente a su emancipación o a su
proyecto de vida.
Asimismo, también entre los estudiantes adultos encontramos quienes abandonaron
los estudios por encontrarse en un período de inmadurez y no habiendo valorado la
oportunidad que la formación supone en el mundo laboral, dejaron pasar la ocasión de
obtener la titulación en su día.
Sin embargo, existe un nexo común a todo este tipo de alumnado adulto y es la
motivación. Son alumnos que vuelven al sistema educativo porque la experiencia en el
mundo laboral les ha llevado a concienciarse de que la formación y la cualificación
profesional son imprescindibles en el empleo.
Este alumnado, con escasa formación inicial, es el sector más débil entre los
trabajadores y en los momentos de dificultades económicas y de aumento del desempleo,
son los que tienen peores perspectivas, pues con su escasa formación tienen dificultades
no sólo para conservar su empleo, sino para obtener uno nuevo, en caso de pérdida del
primero.
De este modo, es frecuente que personas que se encuentran en situación de
desempleo vuelvan a los centros educativos con la intención de conseguir el título de
graduado, bachillerato o de alguna de las especialidades de formación profesional.
Asimismo, entre el alumnado adulto es habitual que regresen al sistema educativo
para refrendar una formación que han obtenido en la práctica, con un título que acredite
su formación. De este modo, existe un gran número de matrículas para la formación
semipresencial o a distancia, entre el alumnado con estas características.
La motivación de este alumnado es un aspecto muy destacable y en algunos casos
es admirable. Muchos de ellos tienen que afrontar los estudios haciéndolos compatibles
con otras obligaciones, como el trabajo. Un trabajo que quieren abandonar por su dureza
o escasa remuneración, razón principal por la que acuden al sistema educativo.
Estos estudiantes además de las obligaciones laborales, tienen también otras
responsabilidades familiares, como el cuidado de hijos o personas ancianas o con
discapacidad del entorno familiar, especialmente en el caso de las mujeres, que también
suman la obligación de abordar las tareas domésticas.
Con ellos, el trabajo de asesoramiento por parte de los profesionales de la
orientación consiste en proporcionar un clima de cercanía afectiva donde se encuentren
valorados como adultos. Por otro lado, es imprescindible crear entornos de seguridad en
que cada alumno mantenga viva la esperanza en que podrá conseguir la titulación y que
162
el sacrificio que está haciendo le valdrá la pena.
Asimismo, la información que a éstos se les ofrezca ha de ser muy concreta,
actualizada y ajustada a sus posibilidades. A este respecto es muy necesario no perder de
vista que en la coyuntura socioeconómica y laboral que se encuentran, pueden verse muy
beneficiados si las decisiones que toman son las adecuadas, y para ello, la información ha
de ser muy exhaustiva, y esa es función de los responsables de la orientación en los
centros en que se encuentren, especialmente en los que se imparta la educación
secundaria de personas adultas.
Asimismo, por parte del profesorado es muy importante que se mantenga este
clima de confianza, y por ejemplo, se tengan en cuenta situaciones como los horarios
laborales o las situaciones familiares que impiden asistir a clase con regularidad. Para ello,
será imprescindible escuchar al alumnado y tomar conciencia de sus dificultades para
facilitarle en la medida de lo posible la asistencia, la realización de exámenes o la solución
a otras problemáticas que puedan producirse, para que actuando con flexibilidad se
encuentren los recursos que posibiliten que el alumnado consiga sus objetivos, el primero
de ellos que se evite el abandono del sistema educativo.
Otra de las dificultades más importantes que encuentra este alumnado que retoma
estudios después de un largo paréntesis temporal es el desfase curricular. En frecuentes
ocasiones, cuando el alumnado toma conciencia de ello, se produce el detonante que
definitivamente les hace abandonar los estudios. El alumnado aprecia el desfase
curricular que acarrea en dos momentos, primero cuando se incorpora a las clases y se
“mide” ante cada materia y toma conciencia de sus lagunas, y más adelante, cuando
comienza a recibir las calificaciones, de ahí que el mayor pico de abandono se produzca
tras las vacaciones de Navidad y tras recibir las calificaciones correspondientes a la
primera evaluación.
Para afrontar esta situación tan habitual en esta etapa, no sólo la normativa sobre
educación, sino los profesionales de la educación y de la orientación, basados en la
experiencia, se muestran favorables a la realización de pruebas iniciales donde evaluar el
nivel de partida de cada alumno en las competencias básicas y en las competencias
curriculares. Estas pruebas aportan mucha información para decidir la respuesta
educativa en cada caso.
Una de las respuestas educativas entre las posibles es el apoyo educativo, es decir,
la organización de talleres de refuerzo para el desarrollo de competencias básicas,
especialmente las que suponen más dificultades para el alumnado adulto como son las
materias de Inglés y Matemáticas.
163
Figura 7.11. Alumnado de secundaria de personas adultas en clase de refuerzo.
164
Es importante destacar que, en frecuentes ocasiones, algunas de las situaciones de
desigualdad que se han planteado por separado se dan simultáneamente en las personas.
Si los condicionantes de género tienen un importante peso en la orientación vocacional,
todavía se agrava más su influencia cuando en una cultura, por ejemplo, se atribuye
diferente valor a la mujer o al hombre y se considera que existen profesiones que sólo
son para mujeres y éstas coinciden con las de menor valoración social. Asimismo,
determinadas culturas, con sus costumbres familiares, condicionan el proyecto vital de
una persona, así como la coyuntura cultural, social y/ o económica de cada momento.
Por otro lado, cuanto más extremas son estas situaciones y más de las descritas se ven
implicadas simultáneamente, más compleja se hace la intervención educativa.
Sin embargo, a pesar de que existen notables diferencias entre todas las situaciones
de desigualdad de partida que hemos analizado, entre ellas puede encontrarse un hilo
conductor hacia la igualdad de oportunidades, y éste es el origen sociocultural y
económico de las familias.
Cuanto mejor sea la integración social de una familia a su entorno social, más
posibilidades de éxito tendrán las intervenciones educativas y el asesoramiento de los
profesionales de la orientación. Para el alumnado siempre supone una ventaja crecer en
un entorno familiar estructurado y estable, fundamentado en el respeto y los afectos. Nos
estamos refiriendo a la estabilidad afectiva, esto es, que cada niño tenga un referente de
seguridad en su entorno familiar, que cada niño sepa que se le quiere y respeta en su
entorno familiar más íntimo.
La seguridad afectiva y la estructuración estable de la cotidianidad son elementos
fundamentales para el desarrollo de personas equilibradas. Por ello, este equilibrio es
especialmente importante para compensar las situaciones cuyo origen es la desigualdad.
Nos referimos al orden en el hogar que se materializa en pequeños indicadores, como son
los rituales para la higiene diaria, la puntualidad, el equilibrio de la dieta alimenticia o la
organización del ocio. Todos estos aspectos denotan si una familia puede compensar o no
situaciones de desigualdad pues nos indican el grado de adaptación al sistema social y
como consecuencia de ello, a la adaptación escolar.
Otra de las piezas clave para trabajar por la igualdad de oportunidades es la
valoración que el entorno sociofamiliar hace del sistema educativo. Cuando la familia
considera que mediante la educación pueden mejorar las oportunidades de sus hijos, el
origen sociocultural no es tan determinante, pues el sistema educativo actúa en sentido
contrario, como agente transformador de una realidad social. Este hecho se dio de forma
muy generalizada en España. Gracias a las mejoras socioeconómicas del país en los años
sesenta, llegó el baby boom y fue posible el acceso a la educación de extractos sociales
que hasta ahora no habían accedido a la misma, especialmente a la Universidad en los
años ochenta. De este fenómeno se vieron muy beneficiadas las mujeres y las personas
protagonistas de los movimientos migratorios del campo a las ciudades. Luego la clave
para propiciar la transformación frente a la reproducción social en el sistema educativo
está en el mantenimiento de las expectativas académicas por parte de la familia con
independencia de su origen sociocultural.
165
Es más, concretando en qué consiste el mantenimiento de las expectativas
familiares sobre cada alumno, puede decirse que la investigación educativa pone de
manifiesto que es el nivel educativo de la madre el factor determinante del éxito
académico del alumno, según el estudio publicado en 2009 en el periódico Escuela, con
fecha de 1 de octubre. En la misma línea, un estudio realizado por la sección de
educación del sindicato Confederación General de Trabajadores en septiembre de 2009,
se concluye que “el abandono escolar es 17 puntos más alto cuando la madre sólo tiene
formación primaria que cuando es universitaria”.
Por otro lado, también es necesario atender a las características personales de cada
uno, pues variables como la sociabilidad, las capacidades o habilidades serán
determinantes para la integración y se sumarán a las citadas. Por ejemplo, las
posibilidades de que aumenten las oportunidades para una niña musulmana e inmigrante
dependerán mucho de las expectativas que sobre ella tenga su familia, a la vez que de su
rendimiento académico.
En resumen, los factores que hacen posible la superación de las desigualdades,
especialmente si las situaciones que originan la desigualdad se dan simultáneamente, son
las siguientes:
Figura 7.12. Factores que facilitan la superación de las desventajas para la igualdad de oportunidades.
7.9. Conclusiones
El sistema educativo parece dirigido hacia un prototipo de alumnado con las siguientes
166
características:
De este modo, todo alumnado que no se ajuste a todas estas características tiene
dificultades para adaptarse al sistema educativo y éste, por su propia inercia, termina
excluyéndole del mismo, a no ser que se trabaje contra esa mecanización irreflexiva.
Trabajar contra este mecanismo supone, en principio, tomar conciencia de que
estas situaciones de desigualdad se producen en los centros educativos y por tanto,
167
organizar una resistencia contra los mecanismos de exclusión que emplea el sistema
educativo y que son similares a los que el bandido Procusto utilizaba cuando secuestraba
viajeros y los estiraba o mutilaba para hacerlos coincidir con su lecho de hierro (Santos,
2003: 191), en palabras de Miguel Ángel Santos:
“Mucho me temo que la escuela sea el moderno lecho de Procusto en el que se tiende (por
la fuerza) a los escolares para acomodarlos al tamaño y a la forma de esa única cama que tiene
las mismas dimensiones para todos. El proceso rompe no sólo la lógica sino también la ética:
cada uno de los que la ocupan ha de acomodar su estatura a la longitud de esa particular cama,
en lugar de adaptar ésta a las dimensiones de cada ocupante”.
Existe un factor común a los todos los aspectos tratados en relación a la igualdad
de oportunidades y es que todos ellos ponen de manifiesto situaciones de partida injustas
para el adecuado desarrollo vocacional de determinadas personas en coyunturas
asimismo no igualitarias.
Por ello, siempre será necesario que los profesionales de la orientación y del
sistema educativo en su conjunto, mantengan una observación muy activa de los
contextos en que trabajan, para que reconozcan estas situaciones de injusticia. Aumentar
el nivel de alerta implica el abandono de prácticas educativas rutinarias y mecanizadas, es
más, significa adoptar una perspectiva investigadora y crítica dentro del contexto en que
se trabaja. Asimismo, esta actitud tendrá como consecuencia la activación de señales
indicadoras que advierten de que estas situaciones se están produciendo, para ser
sensibles y actuar con profesionalidad para el desarrollo de entornos más justos que
ofrezcan una mayor igualdad de oportunidades.
Por tanto, es necesario mantener muy viva la observación entre los profesionales,
así como la reflexión sobre la propia práctica. Para ello, es necesario poco a poco ir
asumiendo la capacidad de autocrítica entre los profesionales de la educación y de la
orientación. Es importante también estimular el trabajo en equipo para intercambiar
puntos de vista, compartir inquietudes, conocer otras prácticas y seguir actualizándose en
compañía de otros, en entornos colaborativos.
Todo ello pasa por ir adquiriendo una actitud de mayor compromiso de los
profesionales ante las situaciones de desventaja sociocultural del alumnado. Asimismo, es
preciso activar la imaginación e incluir mayores dosis de creatividad en la práctica
cotidiana para resolver nuevas problemáticas que sin duda irán apareciendo dentro de
este contexto socioeconómico que se mueve a más velocidad de la que las personas
pueden asimilar en muchas ocasiones.
168
8
La atención a la diversidad: alumnado con
necesidades educativas y evaluación
psicopedagógica
“Las Administraciones educativas dispondrán los medios necesarios para que todo el
alumnado alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional y los objetivos
establecidos con carácter general en la presente Ley”.
169
de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas específicas derivadas de
discapacidad o trastornos graves de conducta. Se especifica que la escolarización de este
alumnado se regirá por los principios de normalización e inclusión. La escolarización en
unidades o centros de educación especial, que podrá extenderse hasta los veintiún años,
sólo se llevará a cabo cuando las necesidades del alumnado no puedan ser atendidas en el
marco de las medidas de atención a la diversidad de los centros ordinarios.
El artículo 78 se refiere al alumnado con altas capacidades intelectuales y la
importancia de valorar de forma temprana sus necesidades. Se plantea la adopción de
planes de actuación adecuados a dichas necesidades.
La incorporación tardía del alumnado al sistema educativo español se trata en el
artículo 78. Se establece la garantía de que la escolarización de este alumnado se realice
atendiendo a sus circunstancias, conocimientos, edad e historial académico, de modo que
se pueda incorporar al curso más adecuado a sus características y conocimientos previos,
con los apoyos oportunos, y de esta forma continuar con aprovechamiento su educación.
170
• Corresponde asimismo a las administraciones educativas favorecer que el
alumnado con necesidades educativas especiales pueda continuar su
escolarización de manera adecuada en las enseñanzas postobligatorias.
• La cultura de la diversidad es hoy una realidad, que implica en el marco
escolar orientar y atender a la diversidad de necesidades educativas de todo el
alumnado en una escuela inclusiva. Esta perspectiva supera ampliamente lo
que venimos llamando la integración escolar del alumnado con necesidades
educativas especiales.
• Hay un amplio movimiento a favor de lo que se denomina una escuela para
todos, preocupada por su función social y educativa y que promueve la
inclusión de todo el alumnado independientemente de sus capacidades o sus
dificultades de aprendizaje, situación social y familiar, con dos grandes
finalidades: progresar hacia la autonomía personal y su integración social.
• Hay una que equivale a singularidad y que hay que potenciar y se deriva de
que cada alumno es singular, pues presenta sus propios valores culturales,
171
motivaciones, estilo de aprendizaje…
• En cambio hay otra diversidad como desigualdad que hay que combatir y
compensar que procede de las necesidades educativas especiales del
alumnado o de la desigualdad social, racial, sexista…
Según José M.ª Martín Patino, presidente de la Fundación, una adecuada atención
a la diversidad hace más complejo el normal funcionamiento de los centros educativos y
del sistema en su conjunto.
“Se requieren mayores recursos materiales y humanos, lo que incrementa los costes de la
educación y apunta que el fracaso escolar es un indicador básico para valorar las medidas de
atención a la diversidad: en España sólo el 88% de los alumnos de secundaria alcanza el título
que le corresponde por su edad, porcentaje que está por debajo del que se obtenía en 1995”.
172
En otro de los apartados dedicados al tema de la diversidad, el informe se hace eco
del fuerte crecimiento del número de alumnado detectado con sobredotación intelectual:
“En apenas siete años, entre los cursos 1998-1999 y 2004-2005, el número de estos
estudiantes se ha multiplicado por 2,5. Otro dato que destaca el estudio es que el sistema
educativo español escolariza hoy a más de medio millón de alumnos extranjeros en los niveles no
universitarios, lo que supone el 7,4% del alumnado. En este sentido, el porcentaje de
participación de los alumnos inmigrantes en los programas de garantía social ha pasado del
2,1% en el curso 1990/2000 al 11,4% en 2005-2008”.
Los centros educativos han de hacer frente a una creciente diversidad de alumnado
en las aulas, aunque la mayoría de los profesionales de la educación creen que no están
preparados para atender esa diversidad, pues ello exige estilos y métodos de enseñanza-
aprendizaje adaptados a las necesidades de cada uno de los alumnos. Por tanto, los
centros requieren de la autonomía necesaria, algo que no es posible sin visión directiva,
profesionalidad, formación actualizada y talento innovador. Es necesario plantear una
mejora en la atención a la diversidad que exige formar a todos los agentes educativos:
directivos, profesores y familias del alumnado.
Una educación inclusiva es un tipo de enseñanza no segregadora, cuyo objetivo no
es homogeneizar las diferencias, sino reconocerlas y construir el aula como una
comunidad de aprendizaje en la que cada persona se sienta apoyada, comprendida y
atendida según sus necesidades educativas y que a un tiempo participe y colabore con las
necesidades de los demás, en la medida en que pueda.
Y es que la atención a la diversidad en el caso del alumnado con dificultades de
aprendizaje requiere el análisis de las características que manifiestan, de las causas que
las producen y cómo se pueden identificar y superar, algo para lo que no todos los
docentes han sido formados.
Otra consideración que hay que destacar según otros informes de la OCDE es que
el alumnado con altas capacidades requiere también una educación específica para
desarrollar plenamente su personalidad, mientras que una respuesta insatisfactoria puede
abocarles al fracaso e incluso a problemas afectivos y de adaptación, con repercusiones
negativas en el comportamiento personal y social. La escuela no siempre está preparada
173
para satisfacer este tipo de demanda educativa, de hecho, los expertos que han elaborado
estos informes dicen que la atención a la capacidad media y alta, lejos de ser elitismo,
supone considerar un derecho de todo alumno a ser educado de acuerdo con sus
necesidades específicas.
Todo alumno que se encuentra en el tramo educativo obligatorio tiene derecho a recibir
una enseñanza adaptada que le permita progresar en función de sus capacidades y con
arreglo a sus necesidades, sean o no especiales.
174
• Planificar los refuerzos
• Trabajo cooperativo
• Trabajo individualizado
175
primordiales de cualquier profesional de la orientación ya sea en educación infantil,
primaria, en secundaria, educación especial o en educación de personas adultas.
Hay dos órdenes ministeriales que regulan la evaluación psicopedagógica. Una, de
fecha 14 de febrero sobre “Evaluación de los alumnos con necesidades educativas
especiales que cursan las enseñanzas de régimen general”. Y otra, sobre “El
procedimiento para la realización de la evaluación psicopedagógica y el dictamen de
escolarización y se establecen los criterios para la escolarización de alumnos con
n.e.e.”. Dado que los actuales dictámenes de escolarización y sus correspondientes
informes se basan en estas normas, se seguirán en el desarrollo de este apartado como
esquema fundamental.
Por otro lado, la normativa que está apareciendo como consecuencia de la
implantación de la Ley Orgánica de Educación sigue dando una importancia decisiva a la
evaluación psicopedagógica para incorporar al alumnado a un programa u otro. En
concreto cuando se habla de la incorporación a los programas de cualificación profesional
inicial o de la escolarización en programas de diversificación curricular (BOE de 22 de
agosto de 2007) es imprescindible la evaluación psicopedagógica por parte de un equipo
de orientación educativa y psicopedagógica o departamento de orientación.
Muchas de las decisiones que se deberán tener en cuenta para organizar las
medidas pedagógicas del plan de atención a la diversidad existente en los centros deberán
estar basadas en la identificación y valoración de las necesidades educativas del
alumnado.
Podemos hacer una síntesis de la definición de evaluación y de diagnóstico
psicopedagógico en la que se subrayan los siguientes aspectos: proceso en el que se
analiza la situación del alumno con dificultades en el marco del centro educativo, a fin de
proporcionar al profesorado orientaciones e instrumentos que permitan modificar el
conflicto manifestado.
El centro de desarrollo curricular del Ministerio de Educación y Ciencia hacía la
siguiente consideración:
176
propuesta curricular y al tipo de ayudas que aquéllos pueden precisar para progresar en el
desarrollo de las distintas capacidades”.
– Deficiencias psíquicas.
– Deficiencias motóricas
– Trastornos de personalidad
– Deficiencias sensoriales: auditivas o visuales
177
carácter dinámico de todo proceso de desarrollo.
Esta evaluación se basaba fundamentalmente en los tests como fuentes
informativas. El objetivo de estos instrumentos era el de clasificar y describir a los
sujetos según unos atributos para predecir su comportamiento y poder justificar la
intervención.
La información que proporcionaban la mayoría de estos tests tenía poca relación
con la ayuda que el centro educativo debía prestar al alumnado para guiar y estimular su
progreso. Por tanto, si los datos obtenidos no conectaban con los intereses del
profesorado y no satisfacían sus necesidades, difícilmente asumían en sus
programaciones las orientaciones propuestas.
Este tipo de evaluación ha servido más para clasificar al alumnado y para justificar
un determinado emplazamiento escolar que para la toma de decisiones relativas a la
ayuda que pudiera precisar.
178
– Incide de una manera más preventiva e institucional evitando que aparezcan
otros problemas.
– Analiza tanto las características personales del alumnado, como los factores
externos del contexto.
179
uno. El carácter interdisciplinar de la evaluación debe asegurarse en dos
ámbitos distintos. Por un lado, en la institución escolar, con los distintos
profesores; por otro, en el seno del propio equipo de orientación educativa y
psicopedagógica o el departamento de orientación, recurriendo a aquellos
profesionales cuya colaboración pueda ser necesaria de acuerdo con la
naturaleza del problema.
f) Los instrumentos utilizados deben ser revisados y reemplazados
progresivamente. Ello no significa que los instrumentos que habitualmente se
utilizan deban ser evitados en el futuro; al contrario, hay que tener en cuenta
la posible utilidad de cualquier instrumento si proporciona información fiable
y válida. La observación en el medio natural se revela como uno de los
procedimientos privilegiados para obtener información relevante. Otro
instrumento importante lo constituye la evaluación basada en el currículo, que
trata de utilizar el material a aprender como base para la evaluación.
Además de la observación y de la evaluación basándose en el currículo,
pueden citarse la entrevista y el análisis de los trabajos del alumnado.
Las pruebas psicopedagógicas son, pues, instrumentos para la
evaluación del alumnado que permiten obtener información pertinente,
siempre como complemento de la información obtenida por otras vías. En
cualquier caso, sólo resultan adecuadas aquellas que permiten obtener
información relevante para tomar decisiones sobre el proceso de enseñanza
y aprendizaje y siempre en relación con el currículo escolar.
g) Debe asegurarse que la información que se transmite a través de los
“informes” sea, por un lado, relevante para el centro y para las familias con
objeto de facilitar al alumnado la ayuda que necesita para progresar y, por
otro, que sea fácilmente asimilable por unos y otros.
180
este caso, el informe se reducirá a reseñar los apartados imprescindibles que
puedan realizarse en esas circunstancias. Se deberán señalar las adaptaciones
de acceso y remitir a un estudio extenso una vez iniciada la escolarización.
– Cuando un alumno ya escolarizado en un centro ordinario empieza a presentar
dificultades en su aprendizaje que no pueden ser resueltas por los medios
habituales: en ese caso se propondrá un proceso de evaluación que puede
prolongarse hasta los tres primeros meses para proponer de forma consistente
la modalidad de escolarización adecuada, las adaptaciones curriculares o
recomendaciones pertinentes. Es especialmente importante la tarea del
profesional de la orientación en caso de cambios en la modalidad de
escolarización tanto en el paso de la ordinaria a la de integración, o de ésta a
la de educación especial o viceversa.
– Cuando sea necesario tomar decisiones de cierta trascendencia en momentos
específicos del proceso de escolarización, y en particular, en el caso de
alumnado con necesidades educativas especiales, por ejemplo. Ante la
conveniencia o no de promocionar de ciclo o de etapa; o bien cuando se
plantea la conveniencia de proponer el acceso de algunos alumnos a
condiciones de escolarización más o menos restrictivas. También hay que
hacer esta consideración en los casos excepcionales de permanencia en la
etapa infantil o en el caso de flexibilizar el período de su escolarización por
sobredotación intelectual.
A) Demanda y derivación
181
demanda, se hace necesaria la aplicación de hojas de derivación. Son un instrumento que
sistematiza en una primera instancia los datos personales y los aspectos más interesantes
para iniciar el proceso de evaluación.
En ocasiones ocurre que son tantas las funciones que el orientador debe ejercer
simultáneamente que se hace necesario una priorización de las mismas. Por ello, no es
posible embarcarse en el complejo entramado de un proceso de evaluación
psicopedagógica, simplemente porque lo solicita un profesor. De este modo, una vez
valoradas las diversas hojas de derivación puede iniciarse la evaluación de los casos que
precisan más perentoriedad.
Por ese motivo es recomendable que la comisión de coordinación pedagógica, de
acuerdo con el profesional de la orientación, establezca un procedimiento racional de
detección de las necesidades educativas especiales. De esta forma se pueden evitar
demandas infundadas y posible alumnado con dificultades que pasa desapercibido.
B) La entrevista
182
Particularmente debido a la falta de tiempo, suele aprovecharse la primera
entrevista para explicar la situación, dar a conocer la información obtenida
hasta ese momento, explicar los procedimientos para obtener esa
información, dar algunas pautas y orientaciones, y a la vez recabar la
información que se precisa, tanto en la entrevista inicial como en la de
devolución. Después del proceso de evaluación y tratamiento, es conveniente
mantener una nueva entrevista para valorar la consecución de los objetivos y
los compromisos asumidos, lo que también se denomina entrevista de
seguimiento.
– La entrevista con el alumnado se hace generalmente fuera del aula, excepto en
educación infantil. Es importante anotar, además de los datos, su actitud ante
la entrevista. Se intentará obtener una visión amplia del niño mediante
preguntas relativas al conocimiento de sí mismo, de cómo percibe la vida en
el centro, en la familia y en su círculo social. Esta entrevista informal se suele
hacer aprovechando la cumplimentación de pruebas individuales.
C) La observación
183
– Actividades que realiza en el recreo.
– Actitud en el juego.
– Relación con los compañeros.
– Relación con los adultos.
– Normas y hábitos.
a) Material:
b) Orden y organización:
c) Escritura y grafismo:
184
– Características de las grafías: enlaces, tamaño, direccionalidad,
interlineado y trazo.
E) La exploración individual
Existen múltiples pruebas que recogen prácticamente todas las posibles variables a
estudiar. Habrá que usar unas u otras dependiendo de qué es lo que queremos verificar y
con qué intensidad. Sintetizando, se pueden agrupar en las siguientes: inteligencia,
lateralidad, psicomotricidad, organización perceptiva, rendimiento en lectura y escritura,
aptitudes escolares, aptitudes intelectuales, intereses profesionales, atención, relaciones
sociales, personalidad y autoconcepto.
185
áreas del currículo ordinario.
186
Aunque el punto de partida para evaluar el nivel de competencia
curricular son los objetivos y contenidos del ciclo inmediatamente
anterior al que está ubicado el alumno, en muchos casos habrá que ir
bajando a objetivos y contenidos de ciclos anteriores, para valorar lo
que es capaz de hacer y luego analizar la distancia existente respecto a
los aprendizajes que son básicos al de su grupo de referencia.
– Analizar el referente de evaluación: el siguiente paso es analizar si dicho
referente es suficiente para realizar una evaluación a fondo y precisa en
función de las dificultades que presenta el alumno. Es frecuente
encontrar en los centros situaciones en que los criterios de evaluación
establecidos para cada ciclo no sean suficientes para evaluar con
profundidad las dificultades del alumnado, por lo que será necesario
realizar o adecuar esos referentes de evaluación.
187
188
(1) Refuerzo educativo, adaptación curricular, permanencia ciclo/ curso, etc.
– En el grupo clase
– En pequeño grupo
189
Por otro lado, es importante determinar el nivel de competencia curricular de un
alumno con necesidades educativas especiales cada vez que inicie un nuevo período
educativo, ciclo o etapa, para seguir ajustando las adaptaciones curriculares.
G) Estilo de aprendizaje
190
– Guías de reflexión.
– Cuestionarios.
191
192
9
La Orientación Vocacional y las Tecnologías de
la Información y la Comunicación
193
gobiernos por invertir en I+D constituye un claro reflejo de este hecho.
Rasgos que caracterizan a la sociedad de la información (Echeverría, 2008):
Artículo 23: “Adquirir una preparación básica en el campo de las tecnologías, especialmente
las de la información y la comunicación”.
Artículo 102: “Las Administraciones educativas promoverán la utilización de las tecnologías
de la información y la comunicación y la formación en lenguas extranjeras de todo el profesorado,
independientemente de su especialidad, estableciendo programas específicos de formación en este
ámbito. Igualmente, les corresponde fomentar programas de investigación e innovación”.
194
Respondiendo a este mandato legal, el Ministerio de Educación, en colaboración
con las comunidades autónomas, aprobó el Plan Escuela 2.0 que representaba el primer
programa global español de fomento de la Sociedad de la Información y la Comunicación
mediante la integración plena de las nuevas tecnologías en el sistema educativo.
Algunas de las características más significativas de este plan han sido las siguientes:
• Uso individualizado del ordenador dentro y fuera del aula, así como la
transformación de las aulas en aulas digitales.
• La transformación a lo largo de 4 años (2009-2012) de las clases tradicionales
de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de Secundaria en aulas digitales dotadas con
pizarras digitales y conexión inalámbrica a Internet. El profesorado dispondrá
de un ordenador portátil y cada alumno trabajará con un ordenador personal
muy ligero.
• La formación del profesorado tanto en los aspectos tecnológicos como en los
aspectos metodológicos y sociales de la integración de estos recursos en su
práctica docente cotidiana. El programa prevé actuaciones de formación de
especialistas en nuevas tecnologías de todos los centros docentes.
• Generar y facilitar el acceso al profesorado, alumnado y familias de materiales
digitales educativos ajustados a los diseños curriculares.
195
delimitan perfiles de preferencias vocacionales.
• Enfocados a delimitar el perfil ocupacional. Suelen consistir en un cuestionario
sobre ocupaciones y propuestas laborales que dan como resultado un grupo
de ocupaciones preferentes.
• Portales educativos y buscadores de información. Son bases de datos sobre
oportunidades laborales y de formación. A través de buscadores, y utilizando
palabras clave, permiten al usuario encontrar la información requerida.
Algunos de los más conocidos en España son Universia, Orienta (Portal de
orientación del MEC), Educared, Orientaweb, Educaweb, etc. También son
un recurso de gran interés y muy utilizado los portales educativos de las
diferentes Comunidades Autónomas.
• Juegos y simulaciones relacionados con el trabajo: permiten a los usuarios
explorar áreas de trabajo concretas de forma experimental. Con la tecnología
multimedia, estas simulaciones pueden ser interactivas y muy atractivas.
• Programas centrados en el proceso de toma de decisiones. Diseñados para
asesorar a la persona en los distintos pasos del proceso de toma de
decisiones. No obstante, el número de programas de este tipo que utilizan las
TIC como soporte básico es todavía reducido.
• Especializados en la búsqueda de empleo. Se focalizan en la formación en
habilidades específicas para la búsqueda de empleo: realización de
entrevistas, currículos y solicitudes de empleo.
9.2.1. Internet
Aunque no existe un acuerdo ente los diferentes autores sobre si el uso de las TIC
constituye un nuevo modelo de orientación (que vendría a denominarse “modelo
tecnológico”) o si es sólo un recurso psicopedagógico más, lo cierto es que el uso
sistemático de estas tecnologías está configurando lo que Pantoja y Campoy (2001) y
Pantoja (2004) denominan “eorientación”. En este concepto se engloban:
“el conjunto de iniciativas que persiguen explotar las posibilidades de la Orientación dentro del
espacio electrónico promovido por las redes telemáticas, con un predominio del procesamiento
digital de la información y del conocimiento” (Pantoja 2004: 148).
196
aportan información hasta otras páginas que permiten realizar un asesoramiento
personalizado online. Se puede encontrar también la posibilidad de planificar y trabajar
los pasos de la toma de decisiones, obtener información sobre los estudios y salidas
profesionales, ayuda para la búsqueda de empleo, asesoramiento personalizado, etc.
Con referencia a la orientación para la carrera a través de Internet, se identifican
cinco ámbitos en los que este recurso puede tener un papel relevante (Zárate, 2008):
CUADRO 9.1
Síntesis de las aplicaciones de Internet en el ámbito de la orientación profesional (adaptado de Barriocanal,
2007)
Aplicaciones Características
197
orientación y creados por orientadores y
orientadoras a título individual o por las
organizaciones profesionales.
Dentro de las nuevas tecnologías resulta especialmente relevante y útil para la orientación
profesional la informatización de la gestión de datos de los usuarios y usuarias.
Las ventajas de utilizar esta herramienta informática son evidentes (Climent,
2007):
198
• Permite actualizar los registros de datos académicos, formativos, laborales que
constituyan el perfil profesional de cada usuario y usuaria, en función de los
nuevos datos aportados por la persona.
• Posibilita, si así se desea, la realización de un histórico con las sesiones de
orientación realizadas y donde se anoten objetivos de trabajo,
procedimientos, técnicas utilizadas, tareas, compromisos… así como otras
cuestiones que resulten significativas para la persona usuaria en el transcurso
de cada sesión de orientación.
• Permite informar sobre acciones formativas, becas, ofertas de empleo y
demás recursos de interés a usuarios que cumplan los requisitos solicitados, y
se ajusten a sus intereses y posibilidades.
• Favorece la explotación estadística de los datos de utilización del servicio de
orientación, mediante los indicadores que interesen: edades de las personas
atendidas, sexo, demandas más frecuentes, etc. Existen bases de datos
estandarizadas en el mercado, aunque lo más conveniente sería diseñar el tipo
de registro de datos que se adecue a las peculiaridades de cada servicio o
departamento de orientación.
9.2.4. Chat
El chat es una herramienta de comunicación que permite conversar a tiempo real con una
199
o varias personas mediante mensajes escritos, utilizando Internet como soporte. A
diferencia del correo electrónico, el chat permite interactuar instantáneamente y por ello
puede ser de gran utilidad para realizar sesiones de orientación on line, acciones grupales
con usuarios y usuarias que no se encuentren en el mismo espacio físico e incluso para el
intercambio de conocimientos y experiencias entre profesionales de la orientación.
Otras herramientas de comunicación en Internet, similares al chat, son los foros de
discusión, de carácter asincrónico, o la mensajería que permite la conversación
simultánea entre varios interlocutores o interlocutoras.
9.2.5. SMS
La sigla SMS responde a Small Message Service (servicio de mensaje corto) disponible
en redes digitales GSM. Permite el envío y recepción de mensajes de texto entre
teléfonos móviles, o desde Internet o un centro de mensajes, al teléfono móvil. Las
ventajas sobre otros recursos tecnológicos de apoyo a la orientación y la búsqueda de
empleo son:
9.2.6. Videoconferencia
200
• La celebración de foros y encuentros disciplinares y multidisciplinares.
• El apoyo a la formación de profesionales y personas usuarias.
• La extensión de la orientación laboral a usuarios y usuarias que residen en
zonas en las que no existen físicamente estos servicios de orientación. No
obstante, la orientación a través de videoconferencia debe ser un medio y no
un fin. Por tanto, aunque nunca debiera sustituir a la relación entre la persona
orientadora y la usuaria, puede constituir un valioso recurso de apoyo al
proceso orientador “presencial”.
• La realización de acciones de orientación muy especializadas que no exigen
desplazamiento, respondiendo a demandas específicas de información o
asesoramiento que pueda realizar el usuario o usuaria.
• La superación de dificultades de movilidad de los usuarios y usuarias. La
referencia visual que aporta la videoconferencia, permitiendo a la persona
hablar y ver a la vez a su orientador, favorece la cercanía y el apoyo
emocional, a través de la retroalimentación que proporciona la imagen a
tiempo real.
• El asesoramiento de expertos profesionales de diversos sectores. Con ello, es
posible maximizar el impacto de la intervención orientadora, por ejemplo
mediante una videoconferencia grupal, en la que pueden participar los
usuarios o usuarias que lo deseen.
En los últimos años, las redes de contactos profesionales online se han convertido en un
instrumento fundamental para aprovechar al máximo las posibilidades de Internet como
herramienta de intercambio de conocimientos y experiencias con otros profesionales, o
bien, como una forma de invertir en la propia trayectoria profesional.
La estructura de las redes sociales permite un acceso sencillo por parte de
cualquier cibernauta y sin ningún coste. A cambio, debe llenar un formulario con datos
sobre su identidad. Ya dentro del sitio, a medida que el usuario o usuaria coloca
contenido generado por sí mismo (imágenes, audio, textos, vídeo) se conecta con otras
personas afines a sus gustos y personalidad, generando así información que es
almacenada en bases de datos.
Para definir esta realidad se utiliza el concepto “networking” que se puede traducir
como “gestión de la red de contactos”. Se calcula que una persona adulta tiene entre
1.500 y 3.000 contactos, aunque no recuerde a muchos de ellos: familiares, amigos,
conocidos de la vida social, excompañeros o compañeras de trabajo, antiguos profesores
o profesoras, viejas amistades escolares…
Cada vez más empresas recurren a esta herramienta para encontrar candidatos y
candidatas que se ajusten al perfil buscado. Se estima que casi un tercio de los puestos de
201
trabajo que se cubren al año en Europa tienen allí su origen. Las redes de “networking”
presentan, desde el punto de vista de la orientación y el desarrollo de la carrera
profesional, un alto interés. En redes cómo facebook, tuenti o my space, etc. al
inscribirse, se puede configurar el propio perfil a modo de currículum vítae y como web
personal, con la ventaja de poder ser visto por un número importante de personas y
potenciales empleadores.
Estas son las características de las redes de contactos profesionales por Internet y
su incidencia en la orientación vocacional:
Elementos que facilitan una presencia activa en las redes sociales y que favorecen
los contactos y el desarrollo profesional:
202
9.4. Nuevos roles y funciones del orientador u orientadora profesional, derivados
de la utilización de las TIC
Como se trata de una perspectiva reciente, los roles y funciones que propician las TIC
no están todavía bien definidas.
El empuje de las TIC es tan fuerte que está provocando una transformación de las
funciones no sólo del orientador u orientadora profesional sino de todos los educadores y
educadoras. Tanto el educador o educadora como el orientador u orientadora han dejado
de ser la principal fuente de conocimiento del alumnado. Su labor principal ya no es
trasmitir información sino favorecer en el alumnado las competencias necesarias para que
discrimine, estructure e interiorice la información de manera funcional, favoreciendo así
su crecimiento personal y profesional.
Para Pantoja (2004) el orientador u orientadora ha de ser capaz de desarrollar los
siguientes roles y funciones relacionados con las nuevas tecnologías:
CUADRO 9.2
Aplicaciones telemáticas de interés para la orientación vocacional y profesional (adaptado de Grañeras Pastrana
y Parras Laguna, 2008)
203
204
9.5.1. Recursos de apoyo en la red para profesionales de la orientación y alumnado
CUADRO 9.3
Denominaciones de sitios web para profesionales de la orientación y alumnado
205
206
9.5.2. Metabuscadores de empleo
207
Estos portales realizan un barrido entre las ofertas de trabajo aparecidas en muchas otras
páginas y portales de diferentes tipos dedicados al empleo, facilitando enormemente la
labor de la persona que lo busca, sea cual sea su perfil profesional.
CUADRO 9.4
Metabuscadores de ofertas de empleo
208
http:/empleo.donkiz.es Donkiz es un motor de búsqueda que
proporciona a los cibernautas un acceso
libre a ofertas de empleo provenientes de
miles de sitios web, especializados o
genéricos.
209
http://trabajo.mitula.com Servicio orientado a profesionales que
buscan trabajo fijo, temporal o puntual.
Ciertamente, como señala Zárate (2008), los programas de orientación basados en las
TIC resultan más atractivos en su utilización y, sin duda, Internet constituye un potente
medio de comunicación y de acceso a la información.
Evidentemente, las TIC permiten acceder a gran cantidad de información que sólo
puede ser de interés para las usuarias o usuarios en la medida en que sepan realizar una
adecuada selección de la misma. Tan nefasta puede ser una carencia de información
como un exceso de la misma.
Las TIC han de ser concebidas como una herramienta más para el desarrollo de la
labor orientadora. Una de sus grandes ventajas es que pueden liberar al profesional de la
orientación de aquellas tareas con un componente más repetitivo, tales como la difusión
210
de información, la mera aplicación de pruebas de diagnóstico, y otras. Esto le permite
concentrar sus esfuerzos en aquellos otros aspectos del proceso orientador que requieren
una implicación más directa y personal. Por tanto, las TIC podrán convertirse en un
eficaz colaborador pero nunca llegarán a ser un recurso exclusivo y excluyente de otras
intervenciones, que reemplace a los diferentes agentes de la orientación.
Por otro lado, los materiales multimedia interactivos, correctamente utilizados,
favorecen el proceso de autoorientación y la motivación y aprendizaje de las personas
usuarias. Las personas jóvenes suelen mantener la actividad y un alto grado de
implicación e iniciativa en el trabajo cuando trabajan con el ordenador. La versatilidad e
interactividad del ordenador y la posibilidad de dialogar con él les atrae y mantiene su
atención. Estos materiales pueden facilitar la comprensión de los aprendizajes al utilizar,
en muchas ocasiones, animaciones, simulaciones y gráficos.
Los programas informáticos de orientación potencian el conocimiento de uno
mismo, aportan información sobre el mundo del trabajo y de las ocupaciones y fomentan
la capacidad de planificación. Además este tipo de programas motivan a usuarios y
usuarias a implicarse en diversas actividades de exploración de la carrera, incluyendo la
discusión de sus planes con la familia y con los orientadores.
En cuanto a Internet, la ventaja más evidente de utilizar la red es, sin duda, la
capacidad de comunicación con un mayor número de personas, así como el hecho de ser
una comunicación instantánea. Esto posibilita que se pueda hacer partícipe de
determinadas informaciones y recursos a personas y lugares que por otros medios sería
imposible.
Se puede hablar de una gran ventaja de Internet en relación a cualquier otro medio,
en concreto, el número de personas que pueden participar en los procesos de
intervención con una menor inversión económica y de tiempo.
CUADRO 9.5
Síntesis de las ventajas e inconvenientes de las TIC aplicadas a la orientación (adaptado de Pantoja, 2004: 218)
211
Concluyendo, se puede señalar que las TIC e Internet son útiles para la
Orientación porque permiten:
Existen una serie de factores que generan incertidumbre sobre la generalización del uso
de las TIC . Entre otros, se puede mencionar la escasa formación inicial de los
profesionales de la orientación, con las consiguientes dificultades para su formación
permanente en este ámbito, la escasez de programas de garantías que utilicen estos
soportes y la precaria adecuación de los centros docentes para la utilización de estos
recursos.
Uno de los problemas más acuciantes para la Orientación por medio de las TIC tal
212
vez sea la falta de recursos tecnológicos adecuados y específicos para cada ámbito de la
Orientación. Entre los que existen en la actualidad, muchos han sido meritoriamente
diseñados y desarrollados por los propios orientadores y orientadoras, aunque como es
lógico, por ese motivo, carecen del atractivo y la calidad técnica necesaria para su
utilización con el alumnado.
La realización de recursos TIC ha consistido, en muchas ocasiones, en pasar a
formato informático los mismos materiales preexistentes en lápiz y papel.
No se puede obviar, sin embargo, que existen ciertas dificultades sobre la
utilización de las TIC en la Orientación (Martínez Clares, 2000):
213
1. La formación de los orientadores y orientadoras en las competencias básicas
que se derivan de la utilización de las TIC.
2. La calidad de los programas y servicios que se ofrecen. En muchas ocasiones,
resulta ciertamente dificultoso distinguir los recursos de calidad entre la
enorme cantidad de posibilidades que se ofertan.
3. En lo que se refiere a Internet, es preocupante que su gran crecimiento lleve
aparejado también el incremento de diferencias entre ricos y pobres, entre
aptos y no aptos.
4. La promoción de la investigación sobre el uso de estas tecnologías es un nuevo
desafío que no se debe, de ninguna manera, desdeñar.
Según Sanz (2005), previsiblemente estamos ante una nueva era para el
asesoramiento vocacional informático, con los siguientes frentes de innovación y mejora:
214
PARTE IV
Programas educativos y Orientación
Vocacional
215
10
La Orientación Vocacional en los distintos
itinerarios educativos
216
psicopedagógico elaborado por el equipo de orientación educativa y profesional.
De la misma manera es fundamental profundizar en la coordinación en las materias
de primaria y secundaria. Sucede con demasiada frecuencia que hay saltos y lagunas en
determinadas editoriales y programas. Al final, el propio alumnado es quien paga esta
falta de coordinación en demasiados casos.
217
Figura 10.1. Proceso de tránsito del alumnado de 6º de Primaria a Secundaria.
La Ley Orgánica de Educación plantea tres principios educativos básicos en los que hay
consenso: calidad, equidad y esfuerzo compartido. En este sentido, la atención a la
diversidad debe impregnar todo el sistema educativo: la educación infantil, la educación
primaria y la educación secundaria.
En la educación secundaria, tanto esta ley como los diseños curriculares de las
distintas comunidades autónomas señalan que dichos currículos deben adecuarse a las
características del alumnado y al ritmo y proceso de maduración de los mismos,
mediante la identificación de sus necesidades, la coordinación de los sectores que
intervienen en su atención, la puesta en marcha de medidas de apoyo educativas y el
desarrollo de un proyecto integrado de centro.
En todos los centros educativos es necesario desarrollar un Plan de Atención a la
Diversidad, PAD, con medidas generales y globales, pero también medidas específicas
para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo.
De una forma breve, los programas que se están desarrollando para atender a este
alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo son los siguientes:
218
origen, así como la simultaneidad de estas actividades con proyectos de
formación en centros en materia de convivencia y educación intercultural. En
el anexo V al final del libro se encuentra un modelo de Protocolo de Acogida
para este nuevo alumnado.
• Otras actuaciones relacionadas con la respuesta educativa al alumnado con
necesidades específicas de apoyo educativo son:
219
Implicaciones entre el concepto de inclusión y las competencias básicas:
220
Figura 10.3. Medidas de atención a la diversidad.
221
territorial y social en el que se vive.
El Plan PROA ofrece recursos a los centros educativos para que, junto con los
demás actores de la educación, trabajen en una doble dirección: contribuir a debilitar los
factores generadores de la desigualdad y garantizar la atención a los colectivos más
vulnerables para mejorar su formación y prevenir los riesgos de exclusión social. Se
persiguen tres objetivos estratégicos: lograr el acceso a una educación de calidad para
todos, enriquecer el entorno educativo e implicar a la comunidad local.
Fijando la atención exclusivamente en la educación secundaria obligatoria, se
exponen a continuación los dos programas para esta etapa, el programa de
acompañamiento escolar y el programa de apoyo y refuerzo en educación secundaria.
Este programa está destinado a mejorar las perspectivas escolares del alumnado
con dificultades. Se dirige principalmente a los niveles de 1º, 2º y 3º de educación
secundaria obligatoria que manifiestan: A) Deficiencias en el proceso de aprendizaje de
las áreas instrumentales básicas. B) Ausencia de hábitos de trabajo. C) Escasa
motivación por el estudio. D) Retraso en el proceso de maduración personal. E)
Dificultades para la integración en el grupo y en el centro.
Este programa procura apoyo y refuerzo organizado en horario extraescolar para la
adquisición de destrezas básicas, la mejora en el hábito lector y la incorporación plena al
ritmo de trabajo ordinario.
Sus objetivos son:
• Modalidad A
222
madurez y sentido de la responsabilidad, pero sobre todo por su capacidad para conectar
bien con el alumnado de entre 12 y 16 años, de forma que éstos los vean como
compañeros mayores que se preocupan por sus necesidades y no como profesores o
personal del colegio. En los casos en que no es posible contar con este perfil de
monitores se selecciona a otras personas cuya formación y madurez hace posible cumplir
con las finalidades del programa.
• Modalidad B
El acompañamiento y apoyo lo llevan a cabo varios profesores del propio centro que
contribuyen a reforzar los aprendizajes no alcanzados en clase y a revisar contenidos no
suficientemente aprendidos. Uno de los profesores participantes actúa también como
coordinador, al igual que en la modalidad A.
223
programas específicos de intervención con las familias.
Para cada uno de estos ámbitos se ofrecen distintas líneas de actuación que
comportan una asignación de recursos humanos y materiales determinados. De entre
ellas, deberá seleccionar al menos una de atención directa al alumnado (aunque sería
aconsejable por lo menos dos), otra relacionada con las familias y otra línea de actuación
en relación con su entorno. Las líneas de actuación previstas son:
Atención directa al alumnado:
– Transición Primaria-Secundaria
– Desarrollo de capacidades
– Refuerzo educativo complementario
– Biblioteca escolar
– Convivencia escolar
– Acompañamiento escolar
– Talleres de actividades extraescolares
– Absentismo escolar
224
10.2.2. Los Programas de Aprendizaje Básico, PAB
El Programa de Aprendizaje Básico tiene como finalidad que el alumnado, mediante una
metodología apropiada y una disposición de los contenidos adaptada a sus características
y necesidades, desarrollen las competencias básicas necesarias para su incorporación con
garantía de éxito a segundo o tercer curso de secundaria obligatoria.
Este programa, que se desarrolla en primero y segundo de educación secundaria
obligatoria, deberá facilitar la continuidad del alumnado en esta etapa educativa.
B) Evaluación psicopedagógica
225
departamento de orientación, en el caso de alumnado procedente de institutos
de educación secundaria, y del equipo de orientación educativa y
psicopedagógica, en el caso de alumnado procedente de primaria. En ambos
casos, contarán con la colaboración del profesorado que le ha impartido
enseñanzas en el curso de procedencia y especialmente con la del tutor.
• Dicha evaluación psicopedagógica debe entenderse como un proceso que
recoja información sobre, al menos, los siguientes aspectos:
226
los contenidos que se vayan a desarrollar en el grupo específico, tomando
como referencia las competencias básicas, las enseñanzas mínimas de cada
una de las materias para los cursos correspondientes y la relación entre ellas.
D) Diseño curricular
227
Aprendizaje Básico serán los objetivos generales de la etapa, las
competencias básicas y los criterios de evaluación establecidos para cada
materia que curse cada alumno, con las adaptaciones individuales que, en su
caso, se hayan decidido.
• La evaluación del aprendizaje del alumnado se realizará de forma diferenciada
en cada una de las materias, de acuerdo con lo establecido con carácter
general para la educación secundaria obligatoria y teniendo en cuenta la
especificidad del propio programa.
• La evaluación formativa a lo largo del proceso permitirá que el tutor
específico, al finalizar cada curso escolar, recogiendo las propuestas del
equipo docente y mediante una evaluación integradora de todas las materias
cursadas por el alumno, emita un consejo orientador sobre la opción más
adecuada para la continuidad de su proceso educativo.
• Dicho consejo orientador sobre el futuro académico y profesional del
alumnado tendrá carácter confidencial y no prescriptivo. En él se establecerán
las recomendaciones precisas y debidamente justificadas sobre la idoneidad
de que el alumno promocione al siguiente curso del programa, la repetición de
curso en el programa, su incorporación a un grupo ordinario o el
establecimiento de otras medidas educativas contempladas en el plan de
atención a la diversidad del centro.
• La promoción del alumnado que participe en el programa será acordada, una
vez finalizado el curso escolar, por su equipo docente, en colaboración con el
departamento de orientación. A propuesta del equipo docente, y siempre que
exista la posibilidad de que el alumno alcance los objetivos de la etapa, éste
podrá permanecer un año más en el programa. Los criterios de promoción
serán los establecidos con carácter general para la educación secundaria
obligatoria.
F) Profesorado
228
G) Organización del programa
229
programa. La tutoría con su grupo de referencia será impartida por el tutor
correspondiente.
• Para facilitar el proceso de tutoría y orientación a lo largo de todo el
programa, se favorecerá la continuidad del profesor tutor específico a lo largo
de los dos años de duración del mismo.
• Con el fin de realizar un seguimiento que permita regular adecuadamente el
proceso de enseñanza y aprendizaje de este alumnado, el equipo de
profesores que imparten materias específicas en cada grupo de aprendizaje se
reunirá como mínimo una vez al mes.
• Al término de 2º del PAB el Equipo de Profesores asesorado por el Dpto. de
Orientación valorará las salidas educativas más idóneas para cada alumno.
Podría permanecer un año más en 2º de la ESO para después pasar al
programa de diversificación curricular, podría promocionar a 3º de la ESO
ordinario, también podría cursar un PCPI si cumple con el requisito de la
edad y, finalmente podría cursar un aula taller en un centro sociolaboral.
• En el caso de que el alumno haya cumplido los 16 años también podría
incorporarse al mundo laboral (teniendo en cuenta las dificultades con que se
va a encontrar al no poseer una titulación básica). En ese sentido habría que
recomendar que podría simultanear el trabajo con la preparación de las
pruebas no escolarizadas para acceder a un ciclo formativo de grado medio,
cursar enseñanzas a distancia para obtener el título de graduado en E.
Secundaria o asistir presencialmente a un aula de adultos.
En el Anexo VIII al final del libro se puede ampliar la información sobre el diseño
y organización del Programa de Aprendizaje Básico.
230
etapa, sus objetivos son los mismos de la educación secundaria obligatoria.
Desde el curso 2009/2010 se pueden beneficiar alumnos procedentes de 2º curso
de secundaria que, habiendo repetido curso en 1º o 2º, no están en disposición de
promocionar a 3º. Por tanto, se adelanta la edad para acogerse a estos programas.
Hay una serie de requisitos que se deben cumplir. Existe la necesidad de una
evaluación psicopedagógica realizada por el departamento de orientación conjuntamente
con el profesorado que imparte clase en este programa. En este proceso, la familia del
alumnado debe firmar su consentimiento. De igual manera deberá ser aprobado por la
mayoría del equipo de profesorado (2/3, según los casos). El Servicio Técnico de
Inspección debe dar el visto bueno a la propuesta de escolarización en los programas de
diversificación.
El profesorado que imparte clase al alumnado de los programas de diversificación
curricular forma parte del cuerpo de secundaria, y la denominación de sus especialidades
es:
Asesoramiento vocacional para los alumnos que han cursado un programa de diversificación curricular
El alumnado que ha cursado este programa tiene las mismas opciones que cualquier
alumno o alumna que ha realizado el 3º o 4º curso de la ESO ordinario. Es decir, se le
abren todas las opciones de realizar un ciclo formativo, un bachillerato o integrarse en la
vida laboral. El título que se otorga cuando un alumno ha superado el programa de
diversificación curricular es el mismo que el de Graduado en ESO.
Ahora bien, dependiendo de la tipología del alumnado y de sus características
231
personales, familiares o sociales sí que es preciso ofrecerle una orientación vocacional
personalizada. No se puede abocar a determinados alumnos a un fracaso seguro si toman
una opción equivocada ya que la organización y exigencia de etapas no obligatorias son
diferentes.
En ese sentido no es recomendable que, en general, el alumnado que haya seguido
un programa de diversificación curricular se incorpore inmediatamente al mundo laboral.
Si no es posible que continúe en una etapa formal sería deseable que cursara alguna de
las muchas opciones que ofrece el sistema no formal tales como cursos del INAEM u
otras actividades de los centros de personas adultas.
Se implantan por primera vez en España a partir del curso 2009-2010. Constituyen una
oferta para jóvenes que no ha alcanzado el título de graduado en educación secundaria.
Sustituyen a los hasta ahora denominados programas de garantía social o programas de
inserción profesional (PIP).
Las características más importantes de estos programas son:
232
se refieren los apartados a) y b), una vez superados éstos. Estos
módulos tendrán carácter obligatorio para el alumnado que haya
accedido de forma excepcional con 15 años. Se organizarán en torno a
tres ámbitos: de comunicación, social y científico-tecnológico.
En cuanto a la orientación vocacional de los alumnos que han cursado algún PCPI
habrá que diferenciar si han obtenido simultáneamente el título de Graduado en
Secundaria o no. En todo caso sería recomendable, en caso de que no hayan logrado
dicho título aconsejar que lo obtuvieran presencialmente o a distancia a través de un
centro de personas adultas o bien realizar las pruebas no escolarizadas para acceder a los
ciclos formativos de grado medio. En el anexo IX que se incorpora al final del libro
aparecen todas las opciones vocacionales posibles.
233
En este apartado analizaremos algunos aspectos significativos que afectan a la orientación
vocacional de las personas con discapacidad y sobredotación intelectual.
234
Los agentes mínimos para el diseño, elaboración y puesta en práctica de un PTI
son:
235
entornos: familia, hogar, escuela y trabajo.
4º) Elaboración de acciones que permitan desarrollar las metas y objetivos
planificados anteriormente en cada uno de los entornos. Nuevamente, el
centro educativo convocará al equipo de tránsito para que conozca los
objetivos del PTI y participen en el diseño de acciones.
5º) Seguimiento del plan de tránsito: periódicamente (trimestralmente o al menos
anualmente) se realizarán reuniones de coordinación del equipo de tránsito
para verificar el grado de consecución de las acciones previstas y proceder a
los ajustes necesarios del PTI. El seguimiento se realizará los dos últimos
años de estancia del alumno en el centro, así como un año después de la
finalización de sus estudios.
• Autonomía personal
• Habilidades sociales e inserción comunitaria
• Orientación al trabajo
• Comunicación
Algunas de las características que suelen presentar con más frecuencia las personas
con superdotación intelectual son las siguientes:
236
• Obtienen en pruebas individuales de inteligencia puntuaciones
significativamente por encima de la media (por lo menos dos desviaciones
típicas).
• Presentan diferencias cognitivas cuantitativas en relación con las personas de
su misma edad y condición: son más rápidos procesando la información,
aprenden antes, tienen una gran memoria, mayor facilidad para automatizar
las destrezas y procedimientos mecánicos (lectura, escritura, cálculo…).
• Conectan e interrelacionan conceptos más eficazmente que otras personas de
su edad. Poseen y construyen esquemas complejos y organizados de
conocimiento, muestran más eficacia en el empleo de procesos
metacognitivos.
• Desarrollan su madurez de forma precoz y elevada en habilidades perceptivo-
motrices, atencionales, comunicativas y lingüísticas.
• Obtienen en pruebas de creatividad puntuaciones significativamente más
elevadas que la media. Abordan los problemas y conflictos desde diversos
puntos de vista aportando gran fluidez de ideas, originalidad en las soluciones,
alta elaboración de sus producciones y flexibilidad a la hora de elegir
procedimientos o mostrar opiniones y valorar las ajenas.
• Suelen mostrar un elevado interés hacia contenidos de aprendizaje de carácter
erudito, técnico o social. Dedican esfuerzos prolongados y mantenidos en
asimilarlos y profundizar en ellos llegando a especializarse en algún tema de
su interés.
• Tienden a responsabilizarse del propio éxito o fracaso (locus interno de
control) y muestran independencia y confianza en sus posibilidades.
• Muestran con frecuencia gran interés por la organización y manejo de los
grupos de trabajo y manifiestan tendencia al liderazgo.
1. Medidas ordinarias
2. Medidas extraordinarias
3. Medidas excepcionales
1. Medidas ordinarias
237
necesario atenderlas realizando algunas modificaciones y ajustes didácticos,
metodológicos y organizativos. Entre este tipo de medidas podrían contemplarse:
2. Medidas extraordinarias
Cuando las medidas anteriores resultan insuficientes para dar respuesta adecuada a
las necesidades del alumnado con sobredotación intelectual, se propone una adaptación
curricular individual (ACI).
Las adaptaciones de los elementos del proceso de enseñanza-aprendizaje habrá
que realizarlas de forma progresiva siguiendo para ello un criterio de menor a mayor
significatividad curricular. Teniendo en cuenta las necesidades educativas de este
alumnado, las potencialidades del contexto y las posibilidades de adaptación de los
diferentes elementos del currículo, habrá que decidir cuáles son las medidas más
adecuadas. Estas se tomarán en relación al qué, cómo y cuándo enseñar y al qué, cómo
y cuándo evaluar.
La adopción de medidas extraordinarias de adaptación curricular individual debe
estar fundamentada en los datos obtenidos a través de la oportuna evaluación
psicopedagógica.
3. Medidas excepcionales
238
Esta medida es un procedimiento administrativo excepcional regulado por ley que
solamente puede ser adoptado tras la correspondiente evaluación psicopedagógica y en
función de la emisión de los preceptivos informes.
La adopción de este tipo de medidas requiere un seguimiento periódico para
comprobar su adecuación y ajuste a las condiciones y necesidades del alumno/ a.
En cuanto a la orientación vocacional hay que tener en cuenta que este tipo de
alumnado suele contar con intereses vocacionales variados y amplios que dificultan la
toma de decisiones. Es fundamental que el profesional de la orientación conozca las
características individuales de la persona y adapte las técnicas de orientación más
convenientes a las necesidades e intereses de las personas con sobredotación intelectual.
A continuación se describen algunos aspectos a tener en cuenta de cara a la elección
vocacional de este alumnado.
239
insuficiente. Otro dato elocuente es que tan sólo un 27% de estudiantes termina en el
tiempo esperado. En general el alumnado precisa de 10 años para terminar las
titulaciones de 5 años.
Las cifras de abandono escolar en todas las etapas educativas ponen de manifiesto
que es necesario un cambio profundo en la metodología docente, en la orientación
educativa, en la formación inicial y permanente del profesorado, en los currículos
educativos y en los espacios y tiempos escolares.
Los criterios que establecen el nivel de calidad de la enseñanza hacen referencia a
que la educación ha de preparar para la vida, a través de un diseño curricular flexible,
que ofrezca una opcionalidad progresiva y que considere la necesidad de dar respuesta a
la diversidad de los alumnos. La escuela debe preparar a todos los alumnos para
desenvolverse en la vida. Para ello tiene como objetivo prioritario potenciar al máximo
todas sus capacidades para el desarrollo armónico e integral de la personalidad del
alumnado. Todo ello no es posible sin una potenciación real de la acción tutorial.
Desde la Comunidad Europea se incide en una práctica orientadora entroncada en
el proceso educativo, de forma que el alumno es un sujeto activo y la orientación se
concibe como un proceso continuo capaz de propiciar las condiciones para promover el
desarrollo personal y laboral de los agentes involucrados. Es un proceso que debe
plantear la necesidad de acciones conjuntas que permitan aunar el conocimiento y los
recursos necesarios para afrontar los retos de una eficiente acción orientadora dentro de
un planteamiento más ecológico y sistémico de trabajo.
Entonces, se nos impone la necesidad de conocer bien al educando, todo lo que él
es en cuanto ser que se forma. Pero también, y como profesionales de la educación,
debemos exigirnos un amplio y riguroso conocimiento del proceso de enseñanza y
aprendizaje. Conocer al alumno, y la globalidad de su proceso de enseñanza y
aprendizaje, nos conduce a establecer prácticas educativas capaces de favorecer y
potenciar sus distintos desarrollos, sean cognitivos, sociales, emocionales, etc.
Por otro lado, la actual sociedad del conocimiento se caracteriza por estar sometida
a cambios rápidos y constantes, a una oferta de información, de estímulos y
oportunidades muy abundante y variada, y a un uso generalizado de las TIC. En este
sentido, la variabilidad y la movilidad en el estado de las cosas puede causar ansiedad
tanto a jóvenes como a adultos porque, en muchas ocasiones, provocan una falta de
referente.
Hay que tener el objetivo estratégico que se fijó en Lisboa en el año 2000, y los
retos a los que tenemos que enfrentarnos, derivados de las exigencias de la sociedad del
conocimiento, una sociedad estructurada por las redes de la información. Este marco nos
insta a un nuevo modo de aprender y de enseñar ante las distintas competencias que se
necesitan para ser ciudadanos con plenos derechos. Ante esta nueva configuración del
aprender y del enseñar, alumnos y profesores debemos desempeñar diferentes funciones:
los profesores debemos guiar el proceso de enseñanza y aprendizaje para que los
estudiantes construyan y alcancen su propio conocimiento. De aquí la importancia de los
términos “orientación” y “tutoría”.
240
Como ya hemos visto en el capítulo 3, la acción tutorial tiene como propósito
mejorar el proceso educativo mediante acciones orientadas a facilitar la vida escolar de
los estudiantes. De manera que la tutoría es una acción eminentemente pedagógica, que
trata de favorecer las situaciones educativas para generar un modelo educativo capaz de
estimular los procesos de enseñanza y aprendizaje de cada uno de los alumnos de
manera individual y del grupo en general.
No cabe duda de que si la sociedad ha cambiado las tareas que el profesor debe
desempeñar, su papel será diferente, aunque el objetivo final sea el mismo: conducir al
alumno a su pleno desarrollo, encaminarle a la construcción de su proyecto de vida.
Para todo ello se hace necesario, como nos indica la UNESCO, mejorar la calidad
de la educación por medio de la diversificación de contenidos y métodos, promover la
experimentación, la innovación, la difusión y el uso compartido de información y de
buenas prácticas, y estimular un diálogo fluido sobre las políticas a seguir. Y esto sólo lo
conseguiremos desde la necesaria implicación de todos, desde el aprender los unos de los
otros.
Se sostiene y se hace hincapié en que el contexto escolar, como ámbito social,
debe ser una auténtica comunidad de aprendizaje, de comunicación, de interacción y
colaboración. De aquí la necesidad de coordinar las acciones de todos los participantes
para dirigirlas al fin deseado, una auténtica educación integral del alumno. Lejos quedan
aquellas enseñanzas individuales en las que sólo intervenía el profesor en su aula, con la
puerta cerrada, y en las que cada uno hacía lo que sabía o podía. Hoy, ante la
virtualización, nuestras prácticas son ventanas abiertas al mundo, desde donde
interactuamos, colaboramos y participamos. Hoy el trabajo educativo se constituye en
una tarea a hacer entre todos, en la que todos aprendemos y en la que todos tenemos el
deber de formarnos de manera continua y permanente. Este tipo de metodología en el
que tanto el alumnado como el profesorado y toda la comunidad educativa aporta
información se denomina aprendizaje colaborativo.
Ello supone nuevas formas de trabajo, nuevas actitudes, nuevas responsabilidades
que han de ser compartidas en un marco de reflexión y colaboración encaminado hacia la
consecución de líneas de intervención comunes, derivadas de la capacidad para
comprender y asumir una nueva escuela, en sus diferentes realidades, que atienda la
diversidad y que propicie una mayor calidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje y
una mayor conexión con su entorno. El centro escolar se convierte en una comunidad
que trabaja en la función tutorial y orientadora de manera comprometida, incorporando
tareas diversas aportadas desde los respectivos campos profesionales para una
comunidad de aprendizaje plural.
En ese sentido también habría que considerar el aprendizaje cooperativo en el que
los alumnos ayudan, colaboran, participan en el aprendizaje de otros alumnos, bajo la
tutela del profesor.
Con respecto a la modificación del proceso de enseñanza se desprenden
innovaciones que pueden significar grandes ventajas si se construyen ciertas precisiones
frente las metas esbozadas. Hay que entender esta necesidad de cambio como una
241
oportunidad. Aunque coincida esta necesaria transformación con exigencias de grupos
más reducidos y mayor número de profesores con la actual crisis económica. Así, los
planes de estudios propuestos tendrán en cuenta el tiempo total, no exclusivamente el
cursado –reducido ampliamente– que el estudiante dedica en el aprendizaje. La
deliberada intención de centrar la perspectiva en el estudiante, puede resultar de gran
provecho para repensar aquellas concepciones anquilosadas (como por ejemplo “las
clases magistrales”) que obstruyen la introducción de novedades más congruentes con las
expectativas y necesidades que el estado actual de la Universidad invoca.
Otro punto interesante que se extrae de las novedades de la reforma es el hincapié
en la técnica y el método (destrezas, habilidades, procedimientos) antes que en los
conocimientos en sí, lo cual representa un viraje en la tradicional transmisión de saberes.
Hasta cierto punto, esto constituye la oportunidad de generar el equilibrio necesario entre
la tensión “formación general / formación especializada”, pudiendo dosificar así los
defectos que provocan los extremos de tal disyuntiva. Si se piensa en el ritmo vertiginoso
del cambio que atraviesa la sociedad postindustrial.
Es necesario, pues, focalizar al método no sólo como vía de adecuación a las
versátiles demandas del mercado, sino principalmente entendido como exploración y
desarrollo para adquirir la capacidad de formulación creativa del cambio.
De igual manera es imprescindible mejorar la coordinación con los centros de E.
Secundaria tanto en la orientación como en el seguimiento de los alumnos. En ese sentido
se deberían incentivar experiencias de participación de profesores de E. Secundaria en la
Universidad, de éstos en el Bachillerato, de alumnos universitarios en los centros de E.
Secundaria e intercambios a todos los niveles.
242
PARTE V
Orientación e innovación: experiencias y
recursos. Evaluar para mejorar
243
11
Programas, recursos y experiencias de
orientacion vocacional
Diferentes trabajos e investigaciones han demostrado desde los años 70 la eficiencia del
modelo de orientación profesional por programas. Aunque las dificultades organizativas
en los centros educativos pueden complicar la aplicación del modelo de programas, sin
duda, constituyen el marco de referencia sobre el que debiera de pivotar la acción
orientadora.
Frente a otros modelos de intervención (clínico, de servicios, etc.) la intervención
por programas garantiza los principios de prevención, desarrollo e intervención social,
otorgando a la orientación profesional un carácter más formativo, social y laboral
(Álvarez González, 1998).
11.1.1. Fases
244
orientación profesional debe cumplir las siguiente características:
245
(asociaciones y colectivos sociales…) y sectores productivos de la zona.
11.1.2. Contenidos
246
Las técnicas e instrumentos que se utilizan para desarrollar el conocimiento
de sí mismo no tienen como objetivo decirle al alumno cómo es, sino favorecer
la autoorientación.
247
de tomar decisiones autónomas y responsables, basadas en el conocimiento de
sí mismo y en expectativas personales, así como en los requerimientos y
oportunidades que ofrece el mundo académico y laboral.
248
pedagógica sobre el plan de actividades de los departamentos de orientación
(B.O.M.E.C. de 13 de mayo 1996), se señala que el Plan de Orientación
Académica y Profesional deberá especificar las actuaciones prioritarias que
deben desarrollarse en el centro, indicando:
1. Los programas deben formar parte intrínseca de las programaciones del centro
educativo.
2. Sus destinatarios y destinatarias han de ser todo el alumnado y no únicamente
aquel que presenta dificultades.
3. Se desarrollarán de manera sistemática y continuada. No únicamente en
momentos circunstanciales u ocasionales.
4. Los programas tendrán al menos cuatro fases principales:
249
técnico en la planificación y desarrollo de los programas.
10. Se favorecerá la implicación de las familias, proporcionándoles información
sobre los programas de orientación, explicándoles los objetivos de los mismos
y ofreciéndoles pautas para colaborar en la decisión vocacional que deben
tomar sus hijos e hijas.
250
en particular.
2. El modelo de programas busca la implicación de los diferentes agentes de la
comunidad educativa (principalmente tutores y tutoras, profesorado, familias,
etc.). El tradicional individualismo docente, todavía vigente, especialmente en
Secundaria, constituye un obstáculo serio. En ocasiones, las labores de
orientación profesional son percibidas por el profesorado como una tarea
añadida que no les corresponde, derivando esas cuestiones al “especialista”
(orientador u orientadora).
3. La necesidad de coordinación de los diferentes agentes educativos que
desarrollan los programas de orientación (profesorado, tutores, orientadores,
etc.), exige una estructura organizativa (horas de coordinación, de
seguimiento y evaluación…) que no está garantizada en todos los centros
educativos.
4. La necesidad de contar con alumnado en el propio centro genera, en
ocasiones, que se favorezcan unas determinadas opciones académicas en
detrimento de otras. Por ejemplo, la tendencia de algunos centros a “animar”
a su alumnado de 4º de la ESO a realizar Bachillerato en el propio centro, en
detrimento de otras opciones que no oferta el centro, como la Formación
Profesional de grado medio.
5. La planificación y organización del modelo de programas resulta exigente tanto
en su diseño como en su aplicación y evaluación. Por ello es recomendable
que los programas formen parte del Plan Anual de Centro y sean aprobados
por el Claustro y el Órgano de Máxima Representación (Consejo Escolar),
como paso imprescindible para garantizar su desarrollo y puesta en práctica.
6. El rol del orientador u orientadora incide de manera muy significativa en el
éxito de los programas de orientación. Saber dinamizar los grupos de trabajo,
facilitar la ayuda necesaria en las diferentes fases del programa, motivar al
resto de agentes implicados,… son competencias profesionales que influyen
decisivamente en el éxito de los programas y que no siempre se poseen.
11.4.1. SAAVI
251
El SAAVI posibilita el asesoramiento vocacional individualizado del alumnado de
Bachillerato, mediante el uso del ordenador. El sistema favorece la autoorientación a
través de diferentes materiales que facilitan la toma de decisiones vocacionales, animando
al alumnado a acudir al orientador para recibir ayuda complementaria. La base teórica del
programa es el modelo cognitivo-conductual.
El SAAVI permite guiar al alumno en el proceso de toma de decisiones, en la
elección de optativas, así como en su desarrollo vocacional futuro. Para conseguir estas
metas el sistema establece siete secuencias sucesivas:
• Desarrollo vocacional
• Cognición vocacional
• Motivaciones vocacionales
• Indecisión vocacional
• Capacidades básicas para el estudio
• Cultura y conocimientos
• Toma de decisiones
252
en el aula e integrado en el currícu lo de secundaria. Permite al alumnado informarse de
las oportunidades futuras de estudio y trabajo que le ofrece el entorno, favoreciendo una
toma de decisión consciente y responsable.
El programa se fundamenta en el enfoque constructivista puesto que la tarea de
construcción y elaboración de la decisión vocacional requiere que el alumnado progrese
en su desarrollo vocacional, a partir de sus propias concepciones o ideas previas sobre el
tema.
TFPOL puede ser usado por cada alumno o alumna en el aula, con la mediación
del profesor o profesora, pero también de manera autónoma por cada adolescente en su
ordenador personal.
La estructuración de los contenidos toma como referencia el programa “Tu Futuro
Profesional” de Elvira Repetto (1999), en el que se ha basado y se distribuye en cuatro
bloques o módulos: autoconocimiento, toma de decisiones, exploración de la carrera,
planificación y búsqueda de la información.
• Autoconocimiento.
• Estructuras sociales, académicas, económicas y laborales.
• Itinerarios académicos y profesionales.
• Empleabilidad, tránsito entre el centro educativo y el mundo laboral; destrezas
para la adquisición de un puesto de trabajo.
• Toma de decisiones vocacionales.
253
Se presenta en formato CD-Rom y facilita que la persona usuaria pueda cuantificar
sus propios resultados, imprimiéndose su perfil y el Consejo Orientador. El programa
cuenta con una versión en lápiz y papel (cuadernos para el alumno, el tutor y el
orientador). Se puede completar en tres sesiones de 60 minutos cada una.
Se trata de uno de los programas más utilizados en España por los Departamentos de
Orientación. Está dirigido especialmente al alumnado de 4º de la ESO y Bachillerato y
ofrece información sectorizada por Comunidades Autónomas.
Entre las características principales del programa pueden destacarse los siguientes
aspectos:
Pantoja (2004) señala que este programa tiene como puntos fuertes su bajo coste
económico, su actualización anual y el hardward que precisa. Como puntos débiles, su
entorno austero, su mínima interactividad y las presentaciones basadas casi
exclusivamente en textos.
254
11.5. Programas y experiencias de acercamiento del alumnado al mundo laboral
11.5.1. “LaborESO“
Objetivos:
Características:
255
escolar.
– No recibe paga alguna por su trabajo.
– Debe obtener del empresario un informe satisfactorio al acabar dichas
prácticas.
– El empresario valora la experiencia de cada alumno o alumna por medio de
una ficha donde se recogen los datos sobre el trabajo realizado.
Fases de “LaborESO“:
256
• Aprenden a tomar decisiones en el campo profesional o académico.
• Mejora el nivel de responsabilidad del alumnado.
• Valoran la necesidad de una formación académica para la promoción
profesional.
• Favorece el enriquecimiento personal y de orientación profesional y
académica.
Más información:
257
• Un salario según convenio.
• Derecho a disfrutar de vacaciones remuneradas.
• Cotización para el desempleo y jubilación.
– La jornada anual permite que la persona pueda disfrutar del mismo periodo
vacacional del que disfruta en el centro educativo durante el periodo de
Semana Santa y Navidad, además de un mes en verano.
– No pueden realizarse horas extraordinarias, ni complementarias.
– No se realizan turnos de noche.
258
que el empleo tenga una relación directa con las enseñanzas correspondientes al ciclo
formativo.
1. Valoración de la experiencia:
La experiencia ha sido muy positiva, tanto para las empresas como para el propio
alumnado.
En el curso 2007/2008, cuatro centros de la comunidad autónoma vasca
participaron en esta experiencia, impartiéndose los siguientes ciclos formativos:
Instalaciones Electrotécnicas; Producción por Mecanizado; Desarrollo de Proyectos
Mecánicos; Mantenimiento de Equipo Industrial.
En el curso 20008/2009, la experiencia se desarrolló en seis centros educativos de
formación profesional que impartían las mismas familias profesionales anteriores.
Ventajas para el alumnado:
2. Inconvenientes:
– La duración del ciclo en esta modalidad es de tres cursos, uno más que en la
modalidad ordinaria.
– Supone un mayor esfuerzo: trabajar y estudiar a la vez.
– Cuenta con menos vacaciones que el alumnado que cursa un ciclo formativo
ordinario.
259
4. Inconvenientes:
1. Impulsar la inserción laboral de jóvenes con baja cualificación y, por tanto, con
riesgo de exclusión del mercado laboral, mejorando su capacitación
profesional.
2. Contribuir al crecimiento económico de Aragón, movilizando y poniendo a
disposición de las empresas jóvenes trabajadores y trabajadoras con potencial
de cualificación.
260
empresa, la formación y la tutoría.
Empresa y trabajador o trabajadora firman un “contrato para la formación” con
una duración mínima de seis meses prorrogables hasta un máximo de dos años.
Legalmente este tipo de contrato está destinado a jóvenes con baja cualificación y
edades, comprendidas entre dieciséis y veinte años.
La persona acude a su puesto de trabajo durante el 80% de la jornada laboral y allí
de sarrolla su labor bajo la supervisión de una persona asignada por la empresa. A
cambio, el joven percibe el 80% del salario fijado en el correspondiente convenio
colectivo. Esta retribución se completa por el Plan FIJA mediante una ayuda económica
para sufragar los gastos (desplazamientos, etc.) del joven trabajador o trabajadora.
Durante el 20% restante de la jornada asiste a un centro de formación acreditado. A tal
efecto, se constituyen grupos de alumnos formados por alrededor de quince jóvenes que
desempeñan un mismo oficio. Los horarios y la programación docente de dichos grupos
se elaboran compatibilizando en lo posible los intereses de las empresas contratantes y la
propia disponibilidad del alumnado.
La acción tutorial constituye un elemento clave para dotar de cohesión a los
procesos de formación e inserción laboral de la persona que participa en el programa.
Además de coordinar la formación ocupacional del estudiante en la empresa y en el aula,
a través de un trato personalizado, la persona encargada de la tutoría aconseja y asesora,
tanto a la empresa como al alumno o alumna que trabaja como aprendiz.
El Plan FIJA ha suscitado un considerable interés social, puesto que un total de
10.211 jóvenes habían acudido a informarse hasta el 31/12/09. Dicho número de
informaciones se ha traducido en 7.278 inscripciones de jóvenes que, cumpliendo los
requisitos exigidos por el contrato para la formación, han confirmado su interés por el
sistema dual de empleo-formación que facilita el Plan FIJA.
El plan está logrando ensalzar de nuevo la figura del “aprendiz” dentro de los
oficios tradicionales. Muestra de ello es que casi tres de cada cuatro jóvenes que
completan su contrato formativo a través de este plan acceden a continuación a un
empleo mejor en el oficio que han estado aprendiendo y, la mayoría de las veces, en la
misma empresa donde han estado contratados como aprendices.
261
la Formación Profesional y también a personas adultas no escolarizadas que desean
retomar sus estudios profesionales.
Las actividades desarrolladas dentro de este programa giran en torno a tres ámbitos
de intervención, cuyas características principales son:
CUADRO 11.1
Síntesis de actividades de “Contact Enterprise”
262
• Establecer una primera aproximación al mundo laboral.
• Descubrir un sector o área profesional a través de información sobre diversos
sectores y ocupaciones.
• Presentar centros de formación relacionados con el sector escogido.
• Promover el acceso a las alumnas a profesiones tradicionalmente ocupadas
por los hombres
• Sensibilizar al alumnado de la importancia de construir un proyecto
profesional.
Las visitas a empresas tienen como objetivo informar acerca de una determinada
profesión (que interese al alumnado), en el medio donde el trabajador lleva a cabo la
actividad, es decir la empresa. Estas visitas tienen una duración de 2-3 horas entre los
meses de noviembre y febrero, una vez finalizados los EIP. La OOFP será quien lleve a
cabo el contacto con la empresa y quien realice el control de asistencia durante la visita.
Las visitas a los centros de formación tienen como objetivo permitir a los
formadores y formadoras elaborar, con su alumnado, un proyecto de formación común,
a partir de las necesidades del grupo. La duración es de 2-3 horas, de noviembre a abril.
Los formadores y formadoras preparan previamente la visita deseada informando a
Contact-Enterprise y acompañando al alumnado en todo momento durante la
experiencia.
CUADRO 11.2
Desglose de la actividad 3
263
Para cada participante, se elabora un informe de resultados en el stage con el fin de
confirmar el interés por la actividad o en caso contrario, identificar otras posibles salidas.
Esta experiencia tiene como principales aspectos innovadores los siguientes:
264
12
La Evaluación de los programas de
Orientación Vocacional
265
Entre los objetivos de la evaluación de un programa de orientación en el ámbito
educativo, pueden señalarse los siguientes (Álvarez y Fernández, 1996):
• La falta de criterios con validez científica que permitan medir los cambios de
comportamiento generados tras la aplicación del programa de orientación. Se
requiere más investigación en este campo. Se trata posiblemente, de la
dificultad más importante. Como señalan Álvarez y Fernández (1996), el
problema estriba en cómo se buscan los definidores que permitan una
evaluación objetiva, cuyos resultados sean contrastables y válidos. Tampoco
hay una unanimidad científica en cuanto a los criterios que definen los logros
en orientación.
• La escasa conexión o integración de los programas de orientación con el
currículo ordinario.
• La insuficiencia horaria (con frecuencia los programas de orientación se
aplican en la hora de tutoría semanal).
• La escasa implicación de las familias. El programa de orientación debiera ser
aceptado e impulsado por toda la comunidad educativa y no únicamente por
el Departamento de Orientación. Ello exige una implicación activa de los
266
diferentes agentes; equipo directivo; tutores y tutoras; profesorado; alumnado
y familias.
• La interferencia de variables que inciden positiva o negativamente en el
alumnado y que son difícilmente controlables (presiones económicas,
responsabilidades familiares, etc.).
• Las resistencias de ciertos sectores del profesorado (incluso del orientador u
orientadora) a los procesos de evaluación, al entender erróneamente que esa
labor es propia de investigadores y no tanto del profesional que trabaja en el
aula. El orientador u orientadora necesita conocer la evaluación de los
programas de orientación profesional en los que interviene o coordina, para
tener elementos de juicio que fundamenten su labor profesional. La cultura
de la evaluación ha de impregnar al centro educativo en su conjunto, de
manera que no se perciba como un instrumento de control, sino como una
herramienta imprescindible para la mejora personal y profesional.
• Las dificultades de los orientadores y orientadoras de encontrar el apoyo
suficiente entre el profesorado y equipo directivo de los centros. No siempre
las labores de orientación son asumidas por el conjunto del profesorado como
intrínsecas a su rol docente.
• La escasa familiaridad de los y las profesionales de la orientación en el uso de
las técnicas de evaluación, especialmente cuantitativas.
• La imprecisión en la definición de los objetivos del programa de orientación
que dificulta el proceso de evaluación y la validez de sus resultados. Los
objetivos se han de definir en términos de cambio de conductas observable
en las personas.
• La dificultad para definir y generalizar posibles metas aplicables a todos los
programas de orientación profesional debido a los diferentes contextos
educativos en los que se aplican.
267
mínimos para ser evaluable así como la presencia y calidad de sus componentes más
significativos: objetivos, contenidos, actividades, etc.) y otro extrínseco (grado de
cumplimiento de las expectativas y necesidades detectadas en los usuarios y usuarias, a
corto o largo plazo).
Entre los criterios de valoración de los resultados, se pueden destacar los siguientes
(Rodríguez Espinar, 1993):
CUADRO 12.1
Parámetros de evaluación de resultados
268
Fuente: Rodríguez Espinar, coord. (1993).
• Autoconocimiento.
• Información sobre estudios y profesiones.
• Planificación y desarrollo del proceso de toma de decisiones.
• Calidad y cantidades las actividades propuestas.
• Técnicas y metodologías llevadas a cabo…
269
– Indicadores referidos al uso o utilización que se hace de los servicios por parte
de los agentes de orientación:
CUADRO 12.2
Principales modelos de evaluación de programas de orientación
270
2. Instalación: En esta fase se comparan las
características de la “instalación” del programa
(facilidades, medios, métodos, habilidades del
alumnado y cualificación del profesorado). Se
analizan las discrepancias detectadas.
2. Recogida de información.
Apartados de la evaluación:
271
1. Evaluación del contexto: se definen y analizan las
características del entorno en el que se desarrolla
el programa. Para determinar las necesidades y
prioridades de los usuarios y definir los
obstáculos o problemas que pueden impedir la
consecución de las metas y objetivos previstos.
Se valora si los objetivos del programa son
congruentes con las necesidades detectadas.
272
CUADRO 12.2 (Continuación)
273
familiariza con el programa a evaluar y su
contexto mediante una visión general del mismo.
274
Las fuentes de información de esas dos partes de la
evaluación, se engloban en dos categorías: cualitativa
(descriptiva) o cuantitativa.
Un programa de orientación debe entenderse como una acción conjunta, planificada, que
responde a unas necesidades, que busca el cumplimiento de unas metas u objetivos y que
275
se sustenta en un marco teórico riguroso.
Siguiendo el modelo que nos propone Álvarez (2009), se describen a continuación
las fases de un programa de orientación:
1. Los datos deben ser representativos del mundo real del alumnado,
del mundo profesional y de las tendencias del mercado de trabajo,
presentes y futuras.
2. La determinación de necesidades será siempre provisional y sujeta a
revisión permanente.
3. Se han de considerar las necesidades individuales (alumnado) pero
también las de la organización (escuela y comunidad).
276
mismo, han de definirse el resto de los componentes básicos de un programa,
que son los siguientes: los contenidos, las actividades, la metodología y las
estrategias de intervención, los recursos (personales, materiales y funcionales)
la temporalización, los criterios de evaluación y los costes del programa.
Se señalan a continuación las fases del proceso de evaluación (Rodríguez Espinar, 1993):
277
• Personas destinatarias o interesadas: ¿A quién va dirigida la evaluación?
278
CUADRO 12.3
Ejemplo de informe de evaluación de programas de orientación profesional
1. Portada: incluirá al menos denominación del programa, persona que realiza la evaluación (con su firma),
fecha y personas destinatarias.
2. Introducción-resumen: se reflejarán muy brevemente los aspectos centrales de la evaluación, incluyendo al
menos:
1. Objetivo y metodología.
2. Breve descripción del programa de orientación.
3. Los resultados principales, recomendaciones y sugerencias.
3. Descripción detallada del programa de orientación que se somete a evaluación que ha de incluir al menos:
4. Diseño de la evaluación. Es una síntesis de todas las fases del proceso de evaluación que ha de incluir al
menos:
5. Resultados de la evaluación: Deben figurar en forma ordenada de acuerdo con los aspectos seleccionados
para la evaluación y de la secuencia del análisis efectuado. Cada meta, objetivo o competencia evaluada se
acompañará de la evidencia de si fue o no conseguida.
6. Conclusiones y recomendaciones: Se presentan las conclusiones que se derivan de los resultados, y de
acuerdo con ellos, qué cambios se proponen en el programa, qué nuevas hipótesis pueden establecerse y
qué recomendaciones se pueden adelantar para futuras evaluaciones. Se deben identificar los puntos débiles
279
y fuertes del programa.
280
previstos. Se recogerá suficiente información para saber si el programa ha
logrado los objetivos previstos, y se plasmará en el informe de evaluación
anteriormente descrito.
1. Autoconocimiento.
2. Información y conocimiento de las opciones académicas y laborales.
3. Proceso de toma de decisiones para la planificación del propio proyecto
profesional.
4. Desarrollo de habilidades y actitudes de preparación para la vida activa.
Adquisición de valores, actitudes y competencias para encontrar, mantener y
promocionase en el empleo (exploración del mundo del trabajo).
CUADRO 12.4
Plantilla para la evaluación de programas de orientación profesional en Secundaria
281
3. Bases teóricas del programa: ¿Está identificado con claridad el marco conceptual y el modelo de orientación
en el que se inspira el programa?
4. Etapa educativa y alumnado a quien va dirigido el programa. ¿Se desarrolla en un momento puntual o
permite un abordaje longitudinal?
5. Implementación del programa: ¿El programa está integrado en el currículo? ¿Se aplica en un área o
asignatura concreta (tutoría, FOL, etc.?)? ¿Admite diversas opciones?
6. Agentes que intervienen en la aplicación del programa. ¿Posibilita la implicación de diferentes áreas o
asignaturas? ¿Está definida la estructura organizativa y de coordinación en el centro? ¿Favorece la
participación activa de las familias y de otros agentes externos al centro?
7. Recursos materiales que precisa: ¿Son ajustados a los objetivos y necesidades que se pretenden? ¿Están
claramente descritos y su coste es asumible por el centro?
8. Incidencia del programa en las áreas básicas de los programas de orientación profesional:
• identifique y reflexione sobre aspectos de su propia persona que tienen una influencia decisiva
en la elección vocacional: intereses, capacidades, actitudes, valores, competencias…?
• sea consciente de la incidencia de esos aspectos en la toma de decisiones vocacionales?
• sea capaz de hacer un balance de sus rasgos positivos y de sus posibles limitaciones o
aspectos a mejorar?
• tome conciencia de la incidencia del contexto familiar en su toma de decisiones vocacionales?
• conozca la imagen que tienen los demás de sí mismo (autoconcepto)?
• ejercite habilidades sociales para favorecer la comunicación con las demás personas y la
asertividad?
• reflexione sobre su trayectoria académica (calificaciones y materias en las que tiene mayor y
mejor rendimiento) y su incidencia en la elección vocacional?
• tenga una idea clara de los diferentes itinerarios académico-profesionales a los que puede
optar (requisitos de acceso; duración; salidas laborales, etc.)?
• sea capaz de identificar los sectores más significativos del mercado de trabajo y los posibles
sectores emergentes (yacimientos de empleo)?
• identifique y reflexione sobre sus expectativas laborales con realismo?
• conozca los requisitos, las ventajas e inconvenientes de las ocupaciones que le atraen?
• conozca diferentes fuentes de información que le permitan mejorar el conocimiento de las
diferentes opciones académicas y laborales?
• tome conciencia de sus valores personales en la elección vocacional y la satisfacción en el
trabajo?
282
asegurar una decisión vocacional adecuada?
• identifique las diferentes alternativas en situaciones concretas de toma de decisiones?
• realice una la reflexión personal sobre sus puntos fuertes y débiles, con respecto a los
requisitos de las diferentes opciones vocacionales?
• tome conciencia de la influencia de otras personas en la toma de decisiones personales?
• identifique y evalúe los aspectos positivos y negativos asociados a una decisión?
• reflexione adecuadamente, elimine opciones y decida?
• asuma un papel activo en su proceso de toma de decisiones vocacionales, con apoyo del
profesorado u otros agentes?
• interiorice el procedimiento de toma de decisiones para su aplicación en tomas de decisiones
futuras?
8.4. Preparación para la vida activa. Planificación y exploración del mundo del trabajo. Desarrollo
de actitudes positivas hacia el trabajo.
Globalmente, ¿el programa permite desarrollar habilidades y competencias necesarias para encontrar,
mantener y promocionarse en el empleo?
Concretamente, ¿el programa posibilita mediante diferentes actividades que el alumnado
• ¿La propuesta de actividades de los diferentes bloques y tareas resulta suficiente y equilibrada?
• ¿Favorecen la participación activa y autónoma del alumnado?
• ¿Se presentan de forma motivadora?
• ¿Resultan variadas desde el punto de vista metodológico?
• ¿Están suficientemente justificadas?
11. Temporalización:
283
• ¿El programa resulta equilibrado en la distribución de los tiempos y permite ser abordado de manera
adecuada en el ámbito educativo?
• ¿La temporalización de las actividades es la adecuada?
12. Evaluación:
• ¿El programa incorpora procedimientos adecuados y suficientes para la evaluación del mismo?
• ¿Posibilita la formulación de indicadores y criterios de evaluación claros y definidos?
• ¿Están suficientemente definidos los agentes de la evaluación?
• ¿Es un programa que puede adaptarse a la realidad del centro educativo?
284
gestión de la carrera.
Además del citado valor autoevaluativo también tiene utilidad para un tercero
(profesorado, empleador, etc.) que puede hacerse una idea de las actitudes, aptitudes y
competencias de esa persona.
El portafolio estimula la reflexión, la experimentación y el análisis sobre uno mismo
y sus propias competencias, actitudes, aptitudes, experiencias laborales, etc. Exige un alto
grado de sinceridad, capacidad de autoanálisis y constancia.
El uso de esta herramienta no está suficientemente extendido aún en los programas
de orientación profesional que se realizan en Secundaria. También como instrumento de
evaluación final, el portafolios permite conocer el grado de interiorización de los objetivos
del programa o actividad, sus puntos fuertes y débiles, desde el punto de vista
profesional. Esta herramienta, por tanto, pone el énfasis en la autonomía del alumnado
como protagonista de su propio proceso de orientación y aprendizaje.
Como señala Rodríguez Moreno (2002), a medida que se va realizando el trabajo
de recogida de datos, de redacción y de evaluación del portafolios, se van desarrollando
una serie de competencias transferibles a la vida laboral como: la aptitud para observar
objetiva y sistemáticamente, la habilidad para investigar y explorar, para abstraer,
cuestionar, analizar, deducir, comparar, generalizar,…
El portafolio también tiene un gran valor en lo que se denomina, “balance de
competencias”, dado que permite que el alumnado sea consciente de las competencias
requeridas para un futuro puesto de trabajo. De esta manera puede plantearse objetivos y
metas personales que le permiten mejorar su empleabilidad, impulsar su motivación de
logro y aprender a valorar con perspectiva y honestidad, sus logros y carencias
personales y profesionales.
El portafolios permite trabajar las siguientes aptitudes y habilidades con el
alumnado (Rodríguez Moreno, 2002):
– Aptitudes de autocompetencia:
285
– Habilidades para recoger información:
CUADRO 12.5
Ejemplos de estructuras y contenidos de portafolios en orientación profesional
• Ibarra y Sánchez (1999) proporcionan cuatro carpetas como estructura del portafolios, susceptibles de
adaptarse a las características del alumnado:
1. Cómo soy;
2. Explorando el entorno profesional;
3. Decidiendo;
4. Planificando y actuando.
• Moreno (2002) describe las características del portafolio auspiciado por la Asociación Americana de
Orientadores Escolares, denominado GET A LIFE: YOUR PERSONAL PLANNING PORTAFOLIO FOR
286
CAREER DEVELOPMENT.
1. Conocerte a ti mismo:
• Tu autoconcepto.
• Tus aspectos fuertes.
• Los aspectos que has de mejorar.
• Tus habilidades de relación interpersonal.
• Tus cualidades personales (responsabilidad; sociabilidad; integridad,…)
• Tus habilidades personales (autodirección; negociación; resolución de problemas, etc.
3. Mi aprendizaje:
• Mi estilo de aprendizaje.
• Mis habilidades intelectuales.
• Mi potencial de aprendizaje.
• Mi rendimiento académico.
• Mi trabajo escolar.
• ¿Necesito ayuda?
• Mis hábitos de trabajo.
• Yo, protagonista.
• Mi conocimiento del mundo del trabajo.
• Información profesional.
• Yo y el mundo laboral.
• Mis experiencias exploratorias.
• Mis opciones y alternativas.
• Los puntos claves de mi toma de decisiones.
• Mi plan para poner en práctica mi decisión.
• La formación que se requiere: etapas y caminos de mi decisión o decisiones (factores claves).
• Habilidades actuales y futuras para el empleo.
1. Una ficha personal para poder recopilar información y reflexiones relacionadas con los contenidos de la
sección correspondiente.
2. Ficha de competencias: recoge datos sobre el nivel de logro de las distintas competencias de cada sección, así
como actividades y experiencias que ha realizado para conseguir las competencias o destrezas que se van a
287
evaluar.
A través de este cuestionario queremos conocer tu opinión sobre el programa de orientación que se ha aplicado
en tu curso, para que puedan introducirse las mejoras que se consideren oportunas para próximas ediciones del
programa. Así mismo, deseamos conocer si el programa te ha ayudado en la toma decisiones sobre lo que deseas
hacer al finalizar la Secundaria. Responde, por favor, con sinceridad y seriedad. Muchas gracias.
A cada pregunta debes responder haciendo un círculo sobre un número (del 1 al 4), teniendo en cuenta
que cada número significa lo siguiente: 1. Nada; 2. Poco; 3. Bastante; 4. Mucho.
2. ¿El programa te ha ayudado a realizar una elección vocacional adecuada sobre lo que deseas hacer al finalizar la
secundaria?
1234
3. Valora las actividades realizadas a lo largo del programa, teniendo en cuenta si te han ayudado para:
288
1234
– Conocer diferentes estudios a los que puedes acceder (requisitos de entrada, características,
asignaturas, dificultad, salidas académico-profesionales…)
1234
– Realizar una toma de decisiones adecuada (pasos a seguir, alternativas, elección de alternativas,…).
1234
– Conocer mejor el mundo laboral (profesiones, características del mercado de trabajo, agencias de
colocación, modalidades de empleo, tipos de contrato…).
1234
4. Tras la aplicación del programa de orientación, ¿tienes claro lo que vas a realizar al finalizar la Secundaria?
Sí No
5. En caso afirmativo, ¿en qué grado han influido en tu decisión los aspectos siguientes:
6. Si todavía no has decidido tu próxima opción de estudios o profesional, señala las razones de ello y qué
necesitarías para poder ayudarte:
………………………………………………………………………………………………………………..
………………………………………………………………………………………………………………..
7. Si has optado por continuar estudiando, señala el nivel de conocimientos que tienes de la opción elegida:
289
8. Si has decidido trabajar o buscar trabajo, señala tu nivel de conocimientos sobre:
1234
10. Señala tu grado de satisfacción con los diferentes apartados del programa (se enuncian y puntúan):
1234
11. Señala los aspectos (actividades, metodologías, etc.) más positivos del programa de orientación, según tu
opinión:
………………………………………………………………………………………………………………..
………………………………………………………………………………………………………………..
290
12. Señala los aspectos a mejorar del programa y posibles sugerencias:
………………………………………………………………………………………………………………..
………………………………………………………………………………………………………………..
291
Conclusiones:
La importancia de la orientación para la
mejora del sistema educativo
Como hemos visto, en este manual se desgranan diversas propuestas para mejorar los
servicios de asesoramiento y orientación vocacional. La importancia de la orientación
para mejorar la calidad del sistema educativo queda fuera de toda duda. Los miembros
de los servicios de orientación ejercen un papel decisivo en la detección y tratamiento de
los problemas de aprendizaje, determinan la escolarización en los diversos programas
existentes: integración, compensatoria, diversificación curricular, de aprendizaje básico,
altas capacidades, etc.; orientan en las diversas salidas educativas y laborales, pueden
asesorar al profesorado en cuestiones metodológicas y organizativas; pueden incidir
directamente en las familias y son claves para el buen funcionamiento de los nuevos
programas educativos.
Las cifras de abandono escolar en todas las etapas educativas e incluso en la propia
Universidad indican que es necesario un cambio profundo en la metodología docente,
en la orientación educativa, en la formación inicial y permanente del profesorado,
en los currículos educativos y en los espacios y tiempos escolares. Este hecho pone
de relieve que la orientación académica a nivel de educación secundaria, bachillerato y
ciclos formativos es insuficiente y que el alumnado se deja seducir por la propaganda ya
que su nivel de autoconocimiento y de las exigencias de determinadas titulaciones es
claramente insuficiente. Nuestras autoridades educativas, y gestores en general, no son
todavía conscientes de la importancia real de la orientación y de la rentabilidad a corto y
medio plazo que supondría para el alumnado y para toda la sociedad.
Una de las premisas fundamentales para la mejora del sistema educativo español es
la formación del profesorado. El profesorado necesita formación inicial y permanente
adaptada a las nuevas necesidades. Todavía no se está realizando una formación
psicopedagógica de calidad que dé respuesta a los problemas que se encuentran nuestros
docentes en las aulas. No es lo mismo dar clase a un grupo homogéneo que a otro
292
heterogéneo, con diferentes capacidades y rendimiento, tanto por debajo como por
encima. Hay que asesorar al profesorado en cuanto a problemáticas que antes no existían
o se desconocían, como los alumnos disruptivos, la desmotivación, el déficit de atención,
la hiperactividad, las ludopatías, la anorexia, la bulimia, el ciberbullying o las adicciones.
También precisan formación en temas tales como: materiales específicos para trabajar en
esa diversidad, agrupamientos más flexibles, las nuevas tecnologías aplicadas a la
educación, evaluación, mejora de la tutoría, medidas para mejorar la convivencia en la
comunidad educativa, etc. Lo que está claro es que precisan de soluciones y experiencias
prácticas que ya se han puesto en marcha en los centros educativos.
Según el profesor Xavier Antich, España vive en este aspecto un retraso secular. El
modelo decimonónico de una formación académica en las materias y contenidos no va
acompañado de una capacitación pedagógica que permita la eficaz adecuación de estos
contenidos a las diversas fases del aprendizaje. Existen modelos de referencia sobre los
que se debe reflexionar: frente a las 6.400 horas de formación para el profesorado de
primaria en Finlandia (país que lidera los índices en los informes PISA), España apenas
bordea las 2.000. Frente a las 1.400 que debe cumplir un profesor de secundaria, España
se contenta con 130.
El anterior Ministro de Educación y expresidente de la CRUE, Ángel Gabilondo,
planteaba la necesidad de una formación pedagógico-psicológica seria en forma de
competencias docentes, para atender la compleja realidad de la situación de las aulas
contemporáneas.
“Es importante una formación rigurosa en psicología evolutiva y del aprendizaje, y que
ofrezca recursos didácticos motivadores y de atención a la diversidad”.
293
motivación.
Tanto el Ministerio de Educación como las distintas universidades y comunidades
autónomas deberían tener en cuenta a los orientadores para formar a los tutores de
prácticas (profesorado que ya está en ejercicio) y de igual manera al futuro profesorado
aspirante. Los orientadores, además de formación psicopedagógica y didáctica, disponen
de mayor flexibilidad horaria debido a las pocas horas lectivas asignadas. Si se potenciara
la presencia de dos o tres orientadores en los institutos y algunos más en los equipos de
orientación psicopedagógica, uno de ellos podría dedicarse a la formación de esos futuros
tutores y a colaborar en la formación de los profesores aspirantes.
Una de las posibles fórmulas que se proponen es destinar a los orientadores que
han aprobado las oposiciones en la última convocatoria de refuerzo a algún departamento
de orientación o equipo de orientación educativa y psicopedagógica, de tal manera que
durante un curso tendrían la ocasión de formarse en la compleja tarea de la orientación,
pero además permitiría que otro orientador destinara parte de su tiempo en la formación
del profesorado, tanto inicial como permanente, e incluso a la formación de los
profesores tutores de las prácticas.
Por otro lado, la educación emocional no se está teniendo en cuenta
suficientemente en la formación del profesorado, tal como mantienen especialistas como
Rafael Bisquerra o Carlos Hue. Tanto el alumnado como el profesorado deben tener una
sólida formación en este ámbito. Gran parte del malestar docente y de los problemas de
convivencia se deben a que no se están gestionando adecuadamente los conflictos tanto
personales como relacionales. Por ello, este tipo de formación sería preferible que la
impartiesen personas con formación y experiencia psicopedagógica.
Los planteamientos realizados por parte de profesores con reconocido prestigio
como Joaquín Gairín Sallán o Mario Martín Bris parten de otorgar más relevancia a los
aspectos psicopedagógicos y a la experiencia práctica. Lo que es indudable es que un
asunto tan primordial para la mejora de la calidad del sistema educativo no puede caer en
el error de que el Máster de Formación del Profesorado perpetúe el modelo del anterior
CAP. Si la formación se convierte de nuevo en algo teórico alejado de la práctica diaria
se volverá a fracasar. No puede supeditarse este asunto a un reparto de poder entre los
distintos departamentos universitarios que incida de nuevo en conocimientos específicos
propios de la titulación de grado. El futuro profesorado precisará de experiencias directas
y ejemplificaciones concretas de la compleja tarea de enseñar tales como dinamizar un
aula, llevar a cabo una entrevista, motivar al alumnado o resolver conflictos en el aula. Es
difícil que personas que no están trabajando directamente en los colegios de infantil y
primaria o en los centros de educación secundaria puedan ofrecer en exclusiva esta
formación tan práctica.
La competencia emocional en los futuros profesores debe ser previa al resto de
competencias docentes o investigadoras. Si un profesor no tiene habilidades sociales y no
posee recursos para dinamizar un grupo, llevar a cabo una entrevista o resolver un
conflicto de convivencia, todo su bagaje intelectual y científico le va a servir de bien
poco. A nuestro parecer en la formación del profesorado debería primar sobre todo este
294
tipo de aspectos ya que en las titulaciones de grado de cualquier especialidad apenas se
tienen en cuenta estas competencias. Incluso abundando en este tipo de competencias, es
imprescindible que cualquier profesor tenga la suficiente madurez emocional para
dedicarse a esta compleja tarea de educar.
Otra cuestión fundamental para la mejora de nuestro sistema educativo es la
necesidad de una mayor flexibilidad y autonomía. Se está comprobando que el
sistema educativo español es excesivamente rígido y que las sucesivas reformas
legislativas palian determinadas problemáticas coyunturales cuando habría que dar
soluciones definitivas de tipo estructural, tal como ponen de manifiesto los informes de la
OCDE, Unesco y Unión Europea. Tanto las infraestructuras de una buena parte de los
centros educativos, más propias del siglo XIX que del XXI con aulas tipo para alumnado
homogéneo, como cuestiones relacionadas con la autonomía de los centros o la
promoción del alumnado deberían adaptarse a la realidad actual. Es necesaria, por tanto,
una nueva concepción de la escuela, más participativa por parte de las familias y del
alumnado, con espacios, tiempos y agrupamientos mucho más flexibles, donde haya unas
ratios que permitan impartir docencia con calidad y unos centros educativos menos
masificados.
Cuando hay tanta casuística individual las medidas educativas deben ser más
autónomas. Éstas deberían adaptarse según el criterio de los docentes asesorados por los
orientadores. Por ejemplo, el concepto de alumnado con necesidades educativas
especiales debe ser mucho más amplio y no restringirse al de alumnos del programa de
integración.
Es necesario avanzar mucho más en los agrupamientos flexibles. Todavía se
mantiene mayoritariamente el agrupamiento rígido del grupo-clase y un alumno
promociona o repite pero a otro grupo-clase. Dado que las capacidades y los
rendimientos no son armónicos en todas las áreas se precisan planteamientos más
abiertos que los actuales. Hay que ser más ambiciosos en los grupos de refuerzo, en los
desdobles y en las adaptaciones curriculares. Los países más vanguardistas en educación
han adoptado medidas muy interesantes como la permeabilidad en los agrupamientos
dependiendo de las áreas, grupos mucho más reducidos, fomento del uso de la biblioteca
de centro y de aula, formación de los padres, etc. El orientador debe ser uno de los
principales impulsores de medidas organizativas más imaginativas y adaptadas a la
realidad de cada centro. La escuela actual no tiene nada que ver con la de hace tan sólo
10 o 15 años. La sociedad española está cambiando con una rapidez inusitada y la
escuela debe dar respuesta a las nuevas necesidades de los alumnos y de la sociedad. El
propio Secretario de Estado de Educación, Mario Bedera, afirma que hay que cambiar
este sistema para dar más oportunidades a los jóvenes ya que tenemos el sistema más
exigente de Europa. En España, cuando un chico no se titula en la ESO, sólo obtiene el
de Primaria, es decir o todo o nada. En este sentido, en otros países a estos alumnos se
les certifican sus conocimientos. Por tanto el propio Ministerio está planteando algún tipo
de certificaciones para que cuando un chico vaya al mercado laboral tenga esas
certificaciones y no presente únicamente el título de Primaria.
295
Es necesario anticiparse a los problemas, tanto de tipo académico como de
convivencia. Para ello, habrá que implementar programas que impliquen a toda la
comunidad educativa. En ese sentido, los programas de aprendizaje básico, los
programas de refuerzo, apoyo y orientación y los agrupamientos flexibles deberían
extenderse a todos los centros educativos.
Es muy importante la intervención preventiva en educación porque cuando no se
hace a tiempo se aboca a un alumno durante muchos años a que fracase en la escuela y
después se le encamina hacia unas opciones que le cercenan tanto sus posibilidades
educativas como laborales. La apuesta es que un alumno tenga una atención
especializada desde el principio, si es en infantil mejor que en primaria. Si no se presta
esta atención especializada, el alumno tiene problemas de autoestima, cada vez tiene
menos perseverancia en su trabajo, la familia empieza a desmotivarse porque su hijo no
obtiene resultados positivos a pesar del esfuerzo y algunos profesores dejan de lado a
esos alumnos con más dificultades.
En ese sentido hay que favorecer la función tutorial con incentivos económicos
y profesionales, ofrecer tiempo semanal para tutorización individual del alumnado como
se hace con las familias, respetar una periodicidad mínima inexcusable de las reuniones
de tutores, valorar positivamente flexibilizar los currículos y modificar significativamente
la organización de los centros para prevenir los conflictos. Se ha constatado que los
currículos de resolución de conflictos y las prácticas de mediación son buenos recursos
para mejorar la convivencia de los centros.
Nuestros centros educativos son mucho más complejos que los de hace años, en el
sentido de que hay alumnado más diverso. Todos los alumnos están escolarizados desde
los 3 hasta los 16 años: los que tienen dificultades de aprendizaje, diferente capacidad,
motivación o intereses, y además hay un porcentaje de más del 12% de alumnado
extranjero, con lo cual la heterogeneidad del alumnado es mayor que nunca. Por otro
lado, la implantación de programas específicos tal como contempla la Ley Orgánica de
Educación: Programas de Aprendizaje Básico, los Planes de Refuerzo, Orientación y
Apoyo o los Programas de Cualificación Profesional Inicial, además de los ya existentes:
integración, compensatoria, altas capacidades, escolarización externa o diversificación
curricular hacen necesario que se diagnostique al alumnado susceptible de incorporarse a
estos programas. Y este papel está otorgado a los servicios de orientación.
Otro aspecto que ha de adecuarse a las exigencias de la sociedad actual es la
metodología didáctica. Cuando un alumno fracasa o debe repetir, se vuelve a
reproducir el mismo sistema docente que ya ha demostrado su fracaso. En el último
informe PISA de diciembre de 2010 se constata que los malos resultados de España
están muy condicionados por la tasa del 40% de repeticiones a la edad de 15 años.
Continúan primando las aptitudes cognitivas, y su evaluación con el modelo-examen,
frente a otros factores de tipo actitudinal y procedimental.
La financiación del sistema educativo es otro de los puntos clave. Los medios de
comunicación han informado reiteradamente de la excelente evolución de la economía
española hasta mediados de 2008. Por ejemplo, en el diario Financial Times del lunes 19
296
de febrero de 2007 se informaba de que España es el destino favorito para los europeos
que quieren trabajar fuera de su propio país, por encima de Gran Bretaña o Francia. Sin
embargo, esta evolución y transformación radical no ha llegado en la misma medida a la
educación.
Es flagrante la escasa inversión en educación, piedra de toque de todo sistema
educativo. En el año 2011, el porcentaje de gasto público en España respecto al PIB era
del 4,1%, por debajo de la media de la OCDE (5,7%). El gasto por estudiante era de
5.000 € al año un 9% inferior a la media de la OCDE, que es de 6.500 € en primaria y
secundaria. En la Unión Europea, España ocupa el antepenúltimo lugar en estos
parámetros. El horizonte para alcanzar estos niveles no puede establecerse para dentro de
varios años. El alumnado y sus familias con problemas educativos o personales no
pueden esperar tantos años.
Hay que abordar con seriedad y rigurosidad el abandono y el fracaso escolar. En
España, el fracaso escolar (28%) dobla la media europea (15,7%). Finalizan la ESO sólo
un 61,8%, frente al 76,7% de la media europea. La Unión Europea ha dado varios
toques de atención al Gobierno Español para que reduzca esa tasa de fracaso escolar y el
abandono prematuro del sistema escolar de una buena parte del alumnado. Es decir,
España se sitúa 15 puntos porcentuales por encima de la media europea, y aunque se ha
avanzado muchísimo con respecto a épocas recientes, aún queda mucho por hacer. Pero
hay más datos que están pasando desapercibidos a la comunidad educativa. Por ejemplo,
la tasa de repeditores. Según datos del propio Ministerio de Educación es del 15% al
término de la primaria y 42% en la secundaria obligatoria. Repiten más los chicos (48%)
que las chicas (36%) y los mayores porcentajes se dan en el sur, levante y las islas.
Para atenuar estas cifras, la atención a la diversidad debe ser mucho más
ambiciosa, debería contemplar actuaciones con los alumnos con alta capacidad
intelectual. España no se puede permitir el lujo, tal como ponen de manifiesto los
informes PISA y de la OCDE, de que el alumnado con mayor capacidad no obtenga
excelentes rendimientos académicos. El tratamiento educativo del alumnado inmigrante,
tanto los que conocen nuestro idioma como los que lo desconocen, debe ser mucho más
innovador, debe implicar a más especialistas –como los servicios sociales, o los servicios
de orientación– y no recaer exclusivamente en el profesorado. En todo caso el sistema
educativo debe garantizar una respuesta adecuada en el momento en que lo precisa un
alumno. En algunas ocasiones habrá que aplicar respuestas más flexibles que las que se
están dando actualmente con determinados alumnos que se encuentran incómodos
recibiendo una metodología no adaptada a sus intereses. Por ejemplo, se pueden
incentivar a los catorce años las aulas taller, y también los centros sociolaborales;
asimismo, se deberían potenciar los programas de cualificación profesional, que
supondrían una mejora en la convivencia en los centros educativos.
La hipótesis planteada en esta obra es que reforzando los servicios de
orientación se contribuiría a mejorar la actual panorámica del sistema educativo
español. A pesar del aumento de alumnado, de funciones y problemáticas, existen
prácticamente el mismo número de profesionales de la orientación que hace años.
297
También habría que considerar la orientación en educación de personas adultas, en la
educación no formal y en la universidad. Paradójicamente, tanto la Ley Orgánica de
Educación, LOE, como las Leyes Autonómicas no reflejan suficientemente la
importancia de la atención a la diversidad en general y de la orientación en particular.
El papel que asigna a los orientadores la citada LOE es imprescindible para que
funcionen determinados programas, por ejemplo, la evaluación psicopedagógica para
acceder a los programas de aprendizaje básico (PAB), programas de refuerzo, orientación
y apoyo (PROA), diversificación curricular o programas de cualificación profesional
inicial (PCPI). Es paradójico que, por un lado, se asignen cada vez más funciones y, por
otro, se escatimen recursos humanos y no se reconozca explícitamente nuestra labor.
Por otro lado, una parcela de intervención igualmente importante es el
asesoramiento a las familias, porque la sociedad es cada vez más compleja. Las familias
lo tienen mucho más difícil. En frecuente encontrar en nuestras aulas problemas como
celos, ansiedad, estrés, desobediencia, temores irracionales, agresividad verbal, violencia
física, trastorno negativista desafiante, etc. Con las exigencias laborales o con el aumento
de las familias monoparentales aparecen problemas desconocidos hasta ahora. Además,
hay que tener en cuenta que la sociedad es muy compleja con diversas y cambiantes
ofertas formativas y laborales. Por tanto, hacen falta profesionales preparados en esas
problemáticas tan específicas y con un profundo conocimiento de las necesidades
educativas y laborales de nuestra sociedad. Por todo esto, se hace necesario un buen
sistema de orientación desde la primera infancia hasta la madurez y hay que reivindicar
que se invierta en prevención y se potencie la orientación a lo largo de toda la vida.
La orientación ha evolucionado notablemente en los últimos años. Desde el modelo
más clínico y centrado en unos cuantos alumnos se ha pasado a un modelo más
sistémico que abarca toda la comunidad educativa y a lo largo de toda la escolaridad.
Conforme se alarga el período de escolaridad obligatoria y también aumenta el número
de personas que se forman a lo largo de la vida también aumenta el nivel de exigencia de
la orientación. En estos momentos las funciones de los orientadores han aumentado
notablemente. Se hacen intervenciones más globales centradas en el contexto escolar más
que en los alumnos considerados individualmente y también se incide mucho más en la
práctica docente y en el asesoramiento familiar.
El experto en orientación educativa Rafael Bisquerra, catedrático de Orientación de
la Universidad de Barcelona y prologuista de este manual, considera que la práctica de la
orientación debe ir, y de hecho va, más allá de las leyes propias de cada Comunidad
Autónoma. Este especialista tiene la sensación de que cada comunidad intenta legislar
para “ser diferentes a las demás”.
Se valora positivamente la diversidad. Pero ciertos excesos no son, precisamente,
positivos. Una práctica de la orientación bien fundamentada en un marco teórico sólido
probablemente no lleve a una práctica de la orientación diferente en cada Comunidad
Autónoma. Lo lógico sería que hubiese unos principios y modelos básicos comunes a las
diversas comunidades. Por ese motivo, uno de los objetivos de la Confederación de
organizaciones de orientación y psicopedagogía de España, COPOE y de los encuentros
298
de profesionales que se celebran anualmente es, además de la propuesta de un modelo
común, propuestas acerca de la construcción de los elementos comunes de los diversos
modelos.
De la misma manera que no se entendería que las matemáticas, o la física, o
cualquier contenido académico científico fuese diferente en las diversas comunidades, en
función del partido que gobierne, tampoco se entendería que eso pasase respecto a la
orientación. Si la orientación tiene una base científica, su práctica no debería ser muy
diferente en las distintas comunidades.
Tal como ya se están planteando en la mayor parte de los países de la Unión
Europea, hay que adaptar las funciones de los servicios de orientación a las necesidades
de la sociedad actual.
Las diversas comunidades autónomas han desarrollado modelos propios de
servicios de orientación con el denominador común de la necesidad de ampliar los
efectivos humanos y recursos psicopedagógicos conforme la comunidad educativa ha
conocido su existencia.
En estos momentos, nadie discute la importancia de que nuestro sistema educativo
cuente con profesionales que incidan directamente en los centros escolares asesorando al
profesorado, al alumnado y a sus familias, detectando las dificultades educativas de los
alumnos, colaborando en la formación del profesorado y contribuyendo a coordinar las
intervenciones de otros servicios educativos, sanitarios y sociales.
En un contexto en el que se pretende ofrecer un servicio de calidad se precisa
realizar una identificación de las competencias del orientador. La investigación para
identificar las competencias que se ponen en juego en las buenas prácticas de orientación
debe ser la base sobre la que se construya la formación inicial de los orientadores en el
EEES.
La orientación forma parte del proceso de ayuda para la inserción laboral. Desde la
educación secundaria el alumno debe construir su proyecto profesional o vital. Este es un
asunto frecuentemente olvidado en la orientación en educación secundaria. Es asumible
para el alumnado de educación secundaria. Debe ser un proceso abierto y de realización
personal y con vías de acercamiento hacia ámbitos profesionales. Hace falta una mayor
conexión con el mundo empresarial.
La orientación profesional se está sesgando exclusivamente hacia la información.
La orientación tiene un componente de valores que se transmiten al alumnado. Por tanto,
es preciso tener en cuenta la concepción de la orientación comprometida con
determinados valores.
Hay dos objetivos fundamentales para la orientación profesional: ayudar a crecer y
ayudar a decidir. Las decisiones que abren/cierran opciones vitales de los adolescentes
resultan críticas para su inserción laboral, su inserción social y su felicidad personal.
“Ayudar a decidir” implica las siguientes tareas: informar, animar en el diseño de un
proyecto vital, clarificar valores, asistir al proceso de decisión, favorecer la madurez en la
toma de decisiones.
Es necesario formar al alumnado en la toma de decisiones, haciendo que tomen
299
conciencia del componente de riesgo e inseguridad que conlleva. Desde la educación
secundaria, el alumnado debe construir su propio proyecto vital y profesional, concebido
como un proceso abierto con vistas a la propia realización. Se debe facilitar la
exploración del mundo laboral. Implicar a los estudiantes. Abrir vías de acercamiento a
los diferentes ámbitos profesionales a fin de comenzar a familiarizar al alumnado con el
mundo laboral.
El alumnado debe aprender a construir su proyecto profesional y vital. Por ello, se
hace necesario realizar procesos de reflexión sobre el papel que juega la orientación.
Orientar es capacitar para poder tomar decisiones afrontando las incertidumbres. Esto
exige imaginación por parte de quienes ejercen la orientación, apertura de miras y
capacidad de cuestionar y cuestionarse. La orientación es cada vez menos una tarea
técnica simple y cada vez más una responsabilidad comunitaria. El orientador es el agente
que facilita la interacción entre el sujeto y su entorno (sociolaboral) y la coordinación
entre los distintos agentes sociales que orientan. Más que en unos contenidos concretos,
la orientación es formativa en una actitud ante el mundo y hacia el papel que uno mismo
puede tener en el mundo. “Ayudar a crecer” significa orientar para saber vivir una vida
plena (competencia básica de la educación obligatoria), a través de una enseñanza que
ayude a aprender a pensar, ser persona, decidir, convivir y comportarse.
Hay que destacar varias propuestas para mejorar los servicios de orientación,
algunas de ellas ya recogidas en el II, III y IV Encuentro nacional de orientadores
celebrados en Mérida (diciembre de 2005), en Zaragoza (marzo de 2007), y en Burgos
(abril de 2008) respectivamente; en el I Congreso internacional de orientación y atención
a la diversidad, celebrado en Granada en junio de 2007, en las I Jornadas nacionales de
Orientación celebradas en abril de 2009 en Murcia y en el V Encuentro Nacional de
Orientadores celebrado en marzo de 2010 en Sevilla.
La orientación educativa de los servicios especializados debe abarcar todo el
proceso educativo y ser un referente de calidad en el sistema educativo.
Es preciso hacer realidad el derecho de los estudiantes a la orientación en todos los
tramos educativos (incluido el derecho a la orientación del alumnado con discapacidad).
Es conveniente crear un modelo en el que los profesionales de la orientación atiendan a
todo el alumnado con o sin necesidades educativas especiales, asesoren al profesorado y
orienten a las familias.
Se propone que cuando se dote de los recursos humanos suficientes, el rol del
mediador o profesional similar que interviene en los problemas de convivencia en los
centros educativos lo asuma el orientador correspondiente. Asimismo, es incomprensible
que se introduzca una nueva figura en el organigrama de los centros sin tener claro su
perfil cuando ya existen profesionales con la suficiente preparación.
Para poder desempeñar adecuadamente la gran heterogeneidad de funciones que
se nos asignan sería necesario ampliar significativamente el número de orientadores en
todas las etapas educativas.
Es necesaria la constitución de Centros de recursos de orientación (CRO) para
aglutinar recursos humanos y materiales específicos.
300
Se hace imprescindible mejorar la coordinación entre los servicios sanitarios,
sociales y educativos.
Habría que superar la presión de los resultados cuantitativos para avanzar en la
mejora y calidad de la orientación, integrando además en los servicios tradicionales de
orientación todos los recursos que en la actualidad ofrecen las tecnologías de la
información y la comunicación.
Es necesario destacar el elevado valor pedagógico de la labor orientadora en los
centros educativos. En relación con la convivencia en los centros educativos, el
orientador se muestra como promotor y dinamizador de los diversos planes de actuación.
El orientador debe asumir un mayor protagonismo en el proceso de realización y
desarrollo de los planes de convivencia, aportando sus conocimientos psicopedagógicos y
colaborando en el diagnóstico de la institución educativa y de su entorno, con objeto de
analizar adecuadamente la situación de cada centro concreto.
Sintetizando, las características de la sociedad actual hacen más relevante que
nunca la necesidad de ampliar el ámbito de la práctica orientadora:
301
académica y profesional, sino que debe implicarle activamente, como agente
principal, en todas y cada una de las fases del proceso.
g) El orientador debería intervenir más en el asesoramiento al proceso de
enseñanzaaprendizaje (didáctica, metodología…). Más allá del asesoramiento
para la programación y coordinación de la tutoría lectiva, no está generalizado
el trabajo sistemático con equipos docentes en aspectos tales como el
asesoramiento de decisiones curriculares (programación de contenidos,
metodologías docentes, evaluación de los aprendizajes) o de otros procesos
de centro (planes de autoevaluación y de mejora, planes de formación e
innovación docente, etc.). En este sentido, la formación permanente de los
orientadores y orientadoras es un objetivo importante.
h) Habrá que hacer un esfuerzo de coordinación entre las distintas instituciones
relacionadas con la orientación, lo que contribuiría a la racionalización de los
esfuerzos. Es preciso implicarse con las diferentes instituciones comunitarias
en la intervención para el desarrollo y el cambio, tanto personal de los
estudiantes, como social del entorno circundante.
i) Necesidad de una ratio orientador/alumnos. Una propuesta adecuada sería
aceptar el criterio recomendado por la UNESCO (un orientador por cada 250
alumnos).
“Las personas realmente preocupadas por la educación, que somos muchas, siempre hemos
deseado que los temas educativos ocupen el centro del debate social y político, porque estamos
convencidas de que, en una importante medida, lo que somos y, sobre todo, lo que podemos ser
como personas, como ciudadanos y ciudadanas y como país, lo somos y lo seremos en función del
sistema educativo por el que transitamos desde nuestra infancia. Pero nuestro interés por que la
educación pase al primer plano de la agenda política nada tiene que ver con el protagonismo
que ha tomado la educación durante la tramitación parlamentaria de la Ley Orgánica de
Educación. A nuestro modo de ver, que España presente unos datos manifiestamente mejorables
se debe a una combinación de viejos y nuevos problemas, que amenaza con ser explosiva: la
progresiva pérdida de valor de la educación como mecanismo de movilidad social; la escasa
importancia que la sociedad y los poderes públicos le otorgan a la educación; el sistema de
valores imperante que se transmite a través de los medios de comunicación; una insuficiente
financiación que se ha convertido en endémica; la cada vez menor implicación de las familias en
el proceso formativo de sus hijos; la baja consideración que se tiene de la labor que realizan los
docentes y el escaso apoyo que se les presta en su actividad en el aula; los limitados recursos de
los que disponen los centros y su encorsetada capacidad de gestión; la ausencia de estrategias
para afrontar la heterogeneidad del alumnado y los fenómenos recientes como el de la
escolarización de hijos e hijas de inmigrantes; etc.”
302
Si algo debería quedar claro es la necesidad de abordar los problemas reales del
sistema de enseñanza con la vocación desinteresada de encontrar las soluciones más
eficaces desde la colaboración. Para que esto fuese medianamente posible es necesario
buscar referencias difícilmente cuestionables, que nos ofrezcan un lugar en que todos se
reconozcan porque gocen de una autoridad moral, institucional y científica indiscutible.
Existen, cuando menos, dos referencias que reúnen las condiciones antes citadas y
que, de haber recurrido a ellas, nos habrían permitido conducir la polémica educativa por
derroteros más edificantes. La primera sería la “Declaración conjunta en favor de la
educación” que suscribió un amplio y heterogéneo grupo de organizaciones
representativas de la comunidad educativa en el año 1997. La segunda referencia son los
“informes de la OCDE”. La valía y utilidad de estos informes radica en que nos señalan,
sin elementos contaminantes, las pautas que deberían seguirse.
La otra gran aportación del citado documento es su contenido. En él se encuentra
el denominador común en el que se reconocen organizaciones tan plurales como las que
lo suscribieron y que en esencia queda reflejado en el siguiente párrafo:
“Hemos preferido destacar, por bien de la educación, aquellos objetivos básicos que, en
un planteamiento equilibrado, nos unen en su defensa: la aplicación de la igualdad de
oportunidades en el acceso a los bienes de la educación; la extensión de la educación básica,
obligatoria y gratuita hasta los dieciséis años; la integración del alumnado en la educación
básica; la mejora de la educación secundaria; la transformación de la formación profesional: el
desarrollo profesional de los/las docentes, el reconocimiento de la importancia de su trabajo y el
compromiso en promover su valoración social; la consideración del centro escolar como eje
fundamental del sistema educativo; el carácter básico de la educación como servicio público y
de interés social, que integra tanto a la enseñanza pública como a la enseñanza concertada, con
su actual equilibrio en el respeto a los derechos constitucionales; el apoyo a la participación de
los distintos sectores que constituyen la comunidad educativa; finalmente, la programación
general y la ordenación territorial de la educación dentro de la unidad básica del sistema
educativo. Para responder a todas las exigencias que se derivan de este acuerdo es necesario que
el gobierno y las comunidades autónomas garanticen la financiación que se precisa”
(Declaración conjunta).
Para terminar este trabajo, hay que remitir al preámbulo del documento:
“Propuestas para un pacto social y político por la educación” aparecidas en febrero de
2010 a instancias del Ministerio de Educación una vez consultadas las comunidades
autónomas.
“La educación está presente a lo largo de todo el ciclo vital de las personas. Nada hay tan
persistente, ninguna otra cuestión está tan imbricada en la vida de los seres humanos. Estamos,
por tanto, ante un bien público que a todos nos concierne, que es de todos y para todos. De la
calidad de este bien dependen, en gran medida, el presente y el futuro de nuestro país y a todos
nos corresponde preservarlo y mejorarlo. Para responder a los nuevos retos de la sociedad del
siglo XXI, a los nuevos retos de la sociedad del conocimiento, es imprescindible modernizar
nuestro sistema educativo, que nos fijemos unos objetivos específicos para esta década que
respondan a las necesidades que tienen tanto los jóvenes en edad escolar como la población
303
adulta para disponer de los instrumentos necesarios para su desarrollo personal y profesional.
Diversos estudios internacionales indican que en las sociedades desarrolladas, en el horizonte de
los años 2020-2025, sólo el 15% de los empleos serán para personas sin ninguna cualificación.
Es decir, si nos referimos a los niveles de nuestro sistema educativo será necesario que el 85%
tengan una formación equivalente a formación profesional de grado medio o bachillerato”.
304
educativo.
305
Anexos
306
ANEXO I
307
308
309
310
311
ANEXO II
Departamento de Orientación
CUESTIONARIO PERSONAL
Esta información es confidencial para el Departamento de Orientación y la Tutora o Tutor del alumnado.
Es importante que respondas con sinceridad a las preguntas que se plantean en este cuestionario.
Si consideras que alguna de ellas no es pertinente, puedes dejar sin responder dicha pregunta
ENTORNO FAMILIAR
312
……………………………………………………………………………………….
Estás interesado en BECAS: ……………¿Hay dificultades económicas en tu familia que impidan tus estudios?
…….. ¿De qué tipo?…………………………………………………………………………………………….
¿Dispones de una habitación adecuada para el estudio? ….. ¿Dónde estudias habitualmente?………
¿Escuchas desde allí la televisión, música, o cualquier cosa que distraiga tu atención? …………………
¿Tienes establecido un sistema de normas para el estudio? ………………….. ¿Te lo imponen o tú
mismo te organizas?
…………………………………………………………………………………………………………
¿Tienes un horario fijo de estudio? …………. ¿A qué horas sueles estudiar? …………………………………
Dispongo de los siguientes apoyos a nivel familiar: (Señala los que tengas)
313
HISTORIA MÉDICA
DATOS ACADÉMICOS
314
¿Has repetido algún curso? ……………. ¿Cuál?
………………………………………………………………………
¿Tienes alguna asignatura pendiente?
………………………………………………………………………………….
¿En qué asignaturas has tenido dificultades alguna vez (NM o Insf )?………………………………………..
He recibido apoyo psicológico o refuerzo educativo por dificultades de:
Estoy o he estado en un programa de: Integración ; Compensatoria ; PAB (Programa de Aprendizaje Básico)
;Taller de Matemáticas o Lengua ; Diversificación .
315
ESTILO DE APRENDIZAJE
En mi clase yo me siento: A gusto Aislado Rechazado Integrado y considerado Siento que no cuentan conmigo
Cuando te mandan un trabajo:
Prefieres que te den muchas indicaciones y normas claras para hacerlo
Prefieres organizar tú el trabajo y seguir tus propios planteamientos
En los exámenes: Rindes al máximo Te pones nervioso y rindes menos de lo que sabes
316
ANEXO III
Ejemplo de programa de las sesiones semanales de tutoría
grupal
para 4₀ de ESO (curso 2011/2012)
317
318
319
ANEXO IV
L.R.P. presenta una pérdida binaural auditiva ligera (su nivel de audición es de un 39% según informe del
Colegio para niños Sordos La Purísima de Zaragoza), Trastorno por déficit de atención con actividad paroxística
generalizada (informe del Servicio de Neurofisiología del Hospital Miguel Servet de esta misma ciudad),
dificultades intelectuales de carácter leve (según criterios del DSM IV–R) y como consecuencia de todo ello
dificultades de aprendizaje.
Presenta labilidad atencional, pasividad, rendimiento con grandes altibajos y falta de concentración. Ver su
estilo de aprendizaje en el informe psicopedagógico.
320
3. Orientaciones sobre la propuesta curricular
Para el curso académico 2010-2011, debe realizar actividades adaptadas a su nivel de partida:
Es preciso que L.R.P. esté situado cerca de la pizarra y del profesor en el grupo clase. Se considera
oportuno que reciba apoyos dentro del aula y también fuera del aula en pequeño grupo para trabajar
fundamentalmente la atención y la discriminación fonética. Se aconseja que algún compañero le ayude en
determinadas tareas siguiendo el aprendizaje cooperativo.
Se considera oportuna la distribución de refuerzos pedagógicos por parte de su profesor tutor, profesora
de Audición y Lenguaje y profesorado de apoyo. Precisa de material psicopedagógico especializado para trabajar
tanto el área de lenguaje, el área de Idioma Extranjero como el área de las matemáticas. Para ello se recomiendan
materiales adaptados de la Editorial EOS, editorial CEPE y editorial ICCE que se facilitan al profesorado. El resto
de las áreas puede cursarlas sin adaptaciones curriculares significativas.
– Respecto a los objetivos: priorizar aquellos relacionados con la mejora de la atención y hábitos de
trabajo.
– Respecto a los contenidos: centrarse en los de tipo procedimental y actitudinal, trabajando los
conceptos básicos, el razonamiento así como nociones matemáticas básicas.
– Respecto a la metodología: L.R.P. necesita una atención y un seguimiento individualizado de sus
tareas. También necesita unas pautas muy claras a nivel organizativo.
– En lo referente a los criterios de evaluación: dar prioridad a los relacionados con los objetivos y
contenidos indicados.
Tanto los profesores como la familia deberemos adaptarnos al ritmo de trabajo y a la capacidad de Jorge.
En los momentos en que su nivel atencional decaiga habrá que planificar actividades más lúdicas o manipulativas.
Al comienzo sólo se recomienda que se le vayan dando pocas instrucciones y tareas muy concretas. Con
el tiempo se irán ampliando en intensidad y duración.
321
5. Propuesta de escolarización
Dadas las necesidades educativas especiales de L.R.P., consideramos conveniente que se modifique su
escolarización pasando de una modalidad ordinaria a la de integración por discapacidad sensorial dentro del
mismo centro. A la vez se considera oportuno que L.R.P. ejerza su derecho a permanecer un año más en el
primer ciclo de Ed. Primaria.
Firmado:
Orientador del EOEP
322
ANEXO V
Justificación
El protocolo de acogida es un documento base para la recepción de nuevo alumnado que se incorpora después de
iniciado el curso a nuestro instituto. Está basado en el protocolo de acogida de alumnado inmigrante del CAREI
(Centro Aragonés de Recursos para la Interculturalidad).
La experiencia de estos últimos años nos indica que, a lo largo del curso, se van incorporando nuevos
alumnos: en unos casos por traslado de residencia; en otros, por proceder de un país extranjero; a veces por no
estar escolarizados; en otras ocasiones, por cambio de centro, etc. El hecho es que se debe tener acceso a una
serie de procedimientos que permitan actuar rápidamente y tomar decisiones ante la llegada de este alumnado.
Hay que tener en cuenta, sobre todo, la posibilidad de que llegue alumnado con un nivel curricular diferente
al del curso que les correspondería por su edad. Hasta que se consiga la información del centro del que proceden,
debemos tomar decisiones rápidas para escolarizarlo de la forma más adecuada. Por eso, hay que hacer una
evaluación inicial para determinar si tienen necesidades educativas especiales que hagan conveniente escolarizarlos
en los programas de integración, de compensatoria, de diversificación curricular o de garantía social. En
definitiva se trata de averiguar si tienen retraso escolar o un nivel curricular adecuado.
Debemos evitar que la incorporación del alumnado se convierta en una rutina administrativa alejada de la
peculiaridad del propio alumnado.
El Protocolo de Acogida debe suponer implicaciones tanto para el alumnado que se incorpora como para el
resto de la comunidad educativa. Se trata, pues, de definir como objetivo del Plan de Acogida la integración plural
de todos los escolares en su contexto sociocultural. El objetivo último es integrar al alumno no sólo en el aula,
sino en la dinámica escolar.
1. Acogida y matriculación
Cuando llega al Centro una familia a solicitar plaza para su hijo, son atendidos por una administrativa de secretaría
que les informa de los documentos necesarios que han de traer para formalizar la matrícula.
323
El mismo día que la familia acude al centro a formalizar la matrícula, un miembro del equipo directivo les
informará del funcionamiento del centro y hará entrega de los documentos que contienen la información básica
relacionada con el IES Ejemplar: Proyecto Educativo del centro y Guía del Estudiante RRI.
Los aspectos sobre los que debe informar son:
– Horario del centro. Horario normal del alumno/ a. Horario específico durante el primer periodo de
“adaptación” si lo hubiese.
– Lugares de entrada y salida del alumnado.
– Visita al centro, instalaciones, y las clases o espacios donde su hijo va a trabajar, aula, gimnasio,
recreo, biblioteca, aula de informática…
– Material escolar necesario.
– Normas de funcionamiento del IES
– Información sobre las funciones, actividades de la Asociación de Padres y Madres del Centro.
– Funciones del tutor.
– Control de asistencia.
3. Evaluación inicial
El departamento de orientación en coordinación con los departamentos didácticos implicados diseñarán pruebas
de evaluación psicopedagógica, social y curricular.
Cuando llegue un nuevo alumno el profesorado de área aplicará las pruebas de evaluación inicial elaboradas
por su propio departamento para conocer el nivel de partida.
Si se supone que tiene necesidades educativas especiales, la profesora técnica de servicios a la comunidad
o el orientador le pasarán pruebas de evaluación inicial sobre el nivel de competencia curricular (matemáticas y
lengua) y de tipo social. En este caso, todavía no se le adscribirá inmediatamente a alguna clase. El resultado de
esta evaluación inicial se comunicará a la jefatura de estudios a efectos de su adscripción a un grupo determinado,
para determinar los apoyos psicopedagógicos y también para concretar su material escolar.
En principio el alumno recién llegado se le adscribe al nivel que le corresponda por el curso que está matriculado
o, en su defecto, en el que legalmente le corresponda.
Para determinar el grupo se tendrá en cuenta:
– La opinión del profesorado del centro de procedencia, informes psicopedagógicos o sociales si los
hay.
– Resultados de las pruebas de evaluación inicial.
– Número de alumnado de NEE de cada grupo del mismo nivel.
– Número de alumnado extranjero de cada grupo del mismo nivel.
– Número de alumnado con problemas de conducta.
– Número de alumnado con dificultades de aprendizaje.
– Número de matrícula.
– Número de optativas.
324
5. Entrevista entre el profesor tutor y la familia
El profesorado tutor mantendrá una entrevista con la familia para obtener información relativa al alumno en
cuanto sea posible para informar de las características del grupo clase. El tutor/ a informará a los padres sobre:
A su vez, el tutor procurará obtener toda la información que se considere relevante sobre el alumno,
referente a:
– Historial familiar.
– Escolarización recibida.
– Posibles dificultades del alumno.
– Y otras informaciones para completar el protocolo de observaciones.
En el caso de un alumno con necesidades educativas especiales la entrevista con la familia se hará en
coordinación con la profesora técnica de servicios a la comunidad.
1. Una vez recopilada toda la información sobre el nuevo alumno, un miembro del equipo directivo
informará al profesor tutor de sus características más relevantes y se incorporará en el SGD.
2. El día de incorporación del nuevo alumno/a será presentado por algún representante del equipo
directivo del centro y el tutor al grupo clase.
3. El tutor explicará al grupo clase la llegada de un nuevo compañero. Indicará su nombre, centro y
lugar de procedencia. Puede ser interesante que esto sea visualizado en algún mapa.
4. Se designarán a dos alumnos para que durante un periodo inicial (dos o tres semanas) “tutoricen” al
nuevo compañero. Se sentarán a su lado en clase, le acompañarán al recreo y procurarán que de
alguna manera el nuevo alumno se sienta aceptado. No obstante se potenciará la cooperación
buscando la implicación del grupo clase en su proceso de adaptación.
5. Se le explicarán las normas de convivencia del centro y las de funcionamiento de la clase.
6. Se favorecerá la comunicación entre todos los alumnos propiciando el trabajo en pequeños grupos y
las actividades de dinámica de grupos dentro del plan de acción tutorial.
7. Se procurará que el nuevo alumno participe lo más posible de las responsabilidades del grupo,
hábitos, normas…
8. Se dará a conocer su horario y la ubicación de las aulas.
9. El tutor ha de convertirse en el referente del nuevo alumno, de manera que sepa que puede acudir
325
siempre a él, cuando tenga alguna duda o dificultad.
En el caso de alumnado con necesidades educativas especiales del programa de educación compensatoria
o de integración, la tutoría será “compartida” con algún profesor del departamento de orientación para facilitar
que el alumnado lo localice rápidamente en un espacio fijo.
7. Organización y planificación del currículo para alumnado con desconocimiento del castellano
Se ha de hacer una evaluación inicial de conocimientos previos diseñado por parte del departamento de lengua y
aplicado por profesorado de ese departamento y/ o el profesorado técnico de servicios a la comunidad.
Por otro lado habrá que comprobar:
Una vez que hemos finalizado esta evaluación previa si el alumno tiene necesidades educativas especiales,
podremos organizar su currículo, teniendo en cuenta que es posible participar en las clases de Educación Física,
Música, Plástica, aula de Informática… aunque en principio tenga problemas de comunicación.
Para el alumnado que necesite apoyo lingüístico organizaremos los apoyos psicopedagógicos, los objetivos
serían:
De cara a favorecer la integración de nuevo alumnado dentro del aula es conveniente contemplar diversos
aspectos:
– Tratar con la más absoluta normalidad e igualdad a este alumnado, haciendo que participen lo más
326
posible en las responsabilidades de grupo.
– Intentar darle la mayor seguridad posible, haciéndole participar en aquellas actividades o situaciones
en las que sabemos mejor pueda desenvolverse.
– Favorecer su ritmo de trabajo, procurando que haga el mayor número de actividades semejantes a
las del resto del grupo.
– Favorecer la comunicación entre todo el alumnado, propiciando más actividades concretas de
comunicación.
– Preparar actividades que posibiliten que la atención a la diversidad no suponga un hándicap a la hora
de conseguir las metas propuestas.
– Prever actividades lo suficientemente flexibles para que puedan ser compatibles con diferentes
niveles de competencia curricular.
– Siempre que las actividades de lecto-escritura no puedan ser adaptadas a este alumnado, se les
preparará trabajo individual a partir de propuestas y materiales elaborados por el equipo de ciclo y
compensatoria u orientación.
– Procurar que la ambientación de la clase sea acogedora y motivadora para el nuevo alumno, así
como pequeños detalles en carteles o murales de clase, como frases de bienvenida en su idioma
de referencia, o fotografías que muestren aspectos de su cultura de origen.
– Es importante que en las áreas que sea factible un mínimo seguimiento disponga del mismo material
que el resto de compañeros de clase.
– Prestar especial atención, con evaluación implícita incluida, siempre que el alumno/ a realiza un
trabajo diferente al que están haciendo el resto de sus compañeros/as.
También es importante que preparemos al alumnado para las actividades o situaciones que puedan resultar
novedosas como salidas o actividades extraescolares.
Hemos de abordar las situaciones en que pueden darse situaciones de rechazo o menosprecio en el centro.
327
ANEXO VI
1. Justificación
En el instituto Ejemplar (nombre ficticio) hay un porcentaje considerable de alumnado que no está diagnosticado
de necesidades educativas especiales dentro del programa de integración o de compensatoria y que en cada
evaluación suspende un elevado número de áreas.
Este alumnado suele estar desmotivado y en algunos casos presenta conductas disruptivas porque se
quedan descolgados del grupo. El departamento de orientación del IES Ejemplar piensa que es necesario actuar
con este alumnado ya que suelen tener unos niveles de competencia curricular por debajo del curso en que se
encuentran y unos hábitos de estudio y trabajo muy deficientes. De modo que se propone trabajar
específicamente con este alumnado en grupos reducidos para completar las carencias en materias instrumentales
y revisar contenidos no suficientemente aprendidos.
Es de destacar que se cuenta con la experiencia exitosa en este curso de los cursos de técnicas de estudio,
ya que aun a pesar de ser en horario vespertino, impartido por una persona ajena al centro y que suponía un coste
económico, se han realizado cuatro de ellos. Lo que quiere decir que hay una demanda concreta y una necesidad
por parte de las familias. Por otro lado, el Ministerio de Educación y la propia LOE incentiva este tipo de acciones
y ha impulsado experimentalmente los Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo en colaboración con las
comunidades autónomas en algunos centros de primaria y secundaria.
2. Destinatarios
Fundamentalmente sería alumnado de 1º y 2º de la ESO que tiene graves problemas de aprendizaje y suspende
varias asignaturas en cada evaluación. Será imprescindible que las familias se impliquen también en este programa
garantizando la asistencia de este alumnado al centro.
Las dificultades y problemas de aprendizaje que se manifiestan en: a) deficiencias en el proceso de
aprendizaje de las áreas instrumentales básicas, b) ausencia de hábitos de trabajo, c) escasez de motivación por el
estudio, d) retraso en el proceso de maduración personal y e) pobre integración en el grupo y en el centro.
328
Potenciar el aprendizaje y el rendimiento escolar de estos alumnos mediante:
Para el próximo curso proponemos que lo lleven a cabo profesorado del departamento de orientación. En los
siguientes proponemos que se impliquen también de otros departamentos.
Los profesores implicados son: X (jefe del departamento) que hará las funciones de coordinación, Y
(profesora de Pedagogía Terapéutica), Z (profesor de Pedagogía Terapéutica) y W (profesora de apoyo al área
práctica) que serán los encargados de impartir docencia directa con los alumnos y M (Trabajadora Social), que
será la encargada de aplicar programas de habilidades sociales.
El profesorado implicado no percibiría remuneración económica alguna. Cada uno de ellos se encargaría
de tutorizar un grupo. Tal como plantea el propio Ministerio estas horas computarían como horas lectivas. Se
propone consensuar con los interesados disminuir el horario docente lectivo de la mañana dos días a la semana
las últimas o primeras sesiones (o bien una mañana entera).
El profesorado tendría como horas lectivas cada uno una tarde de 16 a 19 horas. Se podría arbitrar la
fórmula de 110 horas lectivas por la mañana y tres horas lectivas por la tarde.
El apoyo y refuerzo estará organizado en horario extraescolar para el alumnado. Se prolongaría de octubre a
mayo. El alumnado sería propuesto por los equipos docentes en sesiones de evaluación, también de los
departamentos de Lengua y Matemáticas o a través de los informes que llegan de los colegios de primaria.
Este alumnado se seleccionará sobre todo por sus carencias curriculares en las materias instrumentales de
lengua y matemáticas y porque haya suspendido varias áreas en el curso anterior.
Fundamentalmente estas sesiones de apoyo servirán para trabajar en las lagunas curriculares que presentan
estos alumnos y, si es el caso, en reforzar lo que están trabajando en el curso solventando sus dudas o aclarando
conceptos.
Se proponen seis agrupamientos, en cada uno de ellos habría de entre 6 a 10 alumnos (no tienen por qué
ser los mismos durante todo el curso). En principio este programa será exclusivamente para los alumnos de 1º y
2º de la ESO.
Es preciso que las familias se comprometan a la asistencia regular de los alumnos durante el periodo que se
establezca. Para ello se les informará de este tipo de actividad por parte de algún miembro del departamento de
orientación y se les pedirá el compromiso por escrito.
Se podría articular en las siguientes modalidades para facilitar la asistencia del alumnado en varias
opciones:
329
2. MARTES DE 16 A 17,30 HORAS
3. JUEVES DE 16 A 17,30 HORAS
4. LUNES DE 17,30 A 19 HORAS
5. MARTES DE 17,30 A 19 HORAS
6. JUEVES DE 17,30 A 19 HORAS
El alumnado podría asistir a una o dos sesiones de hora y media en distintos días dependiendo del tipo de
problemática.
330
ANEXO VII
Este modelo es similar al informe para incorporar a un alumno al Programa de Aprendizaje Básico o al Programa
de Diversificación Curricular.
ALUMNO: X
FECHA DE NACIMIENTO: 30 –10-1995
DOMICILIO:
LOCALIDAD:
TELÉFONO:
CENTRO ESCOLAR: IES CINEASTA SEGUNDO DE CHOMÓN Curso: 2º ESO
NOMBRE DEL CENTRO SOLICITADO: AULA TALLER DEL CSL CIUDAD JARDÍN. ESPE-
CIALIDAD: MULTIPROFESIONAL
FECHA DEL INFORME: Zaragoza, 22 de mayo de 2010
INFORME PSICOPEDAGÓGICO
1. Historia escolar
El alumno X cursó la etapa de Educación Primaria en el C.P. Pestalozzi, 1º curso y en el C.P. La Rosaleda de
Teruel el resto de la etapa.
Las calificaciones fueron de “progresa adecuadamente” en todas las áreas de 1º y 2º ciclo; en el 3er ciclo
331
“necesita mejorar” en Matemáticas.
Presentaba problemas de comportamiento y falta de atención. En el informe de primaria se señala que el
alumno fue considerado con trastorno de hiperactividad con déficit de atención.
La colaboración familiar en esta etapa fue escasa.
Etapa de Educación Secundaria: Se incorporó a este IES al iniciar esta etapa. Su comportamiento desde
el inicio ha sido inadecuado. Ha tenido numerosos partes de incidencias y la familia no asiste a las citaciones de la
tutora ni colaboraba con el profesorado.
Obtuvo las siguientes calificaciones: en 1º “insuficiente“ en todas las áreas excepto en Educación Física y
Educación Artística; en 2º de ESO, cursado por primera vez, “insuficiente” en todas las áreas. No se presentó a
las pruebas extraordinarias de recuperación de Junio. Actualmente está repitiendo 2º de la ESO.
También tiene varios hermanos de padre, con los que está manteniendo contacto recientemente. Esta
relación no es adecuada, la madre usa este argumento como amenaza cuando riñe a su hijo.
Actualmente, el grupo familiar lo componen la madre, su compañero, una hija de ambos de 11 años y el alumno
X. El alumno ha expresado el agrado que siente cuando está la familia reunida, su madre, sus hermanos, el padre
de éstos y sus sobrinos, incluso le gustaría que el hermano que convive con él pasara más tiempo en casa. La
relación de la madre hacia el hijo es muy agresiva verbalmente, con gritos y amenazas. La firmeza de la madre
ante las normas es variable, pero cuando las impone, el alumno las cumple. La madre manifiesta este curso una
gran preocupación y cansancio ante la situación de su hijo, ya que presenta conductas cada vez más negativas.
El curso pasado por las tardes el alumno X asistía al Centro de Tiempo Libre “Alborada” y entrenaba a fútbol. En
el Centro de Tiempo Libre recibía apoyo escolar, realizaba actividades lúdicas y era un centro donde acudía la
madre y se mostraba receptiva a las orientaciones que se le aportaban tanto en lo referente a su persona como en
las de la educación de su hijo.
En el presente curso no ha llegado a formalizar matrícula, ni la madre se ha personado en ningún
momento, aun así, dada la grave situación del alumno se le ha permitido acudir, pero sólo ha asistido alguna tarde.
El alumno suele emplear las tardes en estar en la calle con grupos de chicos de mayor edad.
El alumno X es un chico sociable, se relaciona con facilidad pero no llega a mantener una relación más
estrecha con ningún compañero ni de su edad ni más mayor.
332
2.4. Situación económica familiar
La familia se mantiene económicamente con los ingresos del trabajo de la madre y de su compañero.
La relación con el centro escolar no es positiva, ha acudido a escasas reuniones de las numerosas citaciones que
se le han hecho, su actitud generalmente es de justificación de las actitudes del hijo, culpabilizando de su situación
a cualquier agente exterior. En este curso, se han mantenido varios contactos telefónicos y ha asistido a dos
reuniones al centro, en estas entrevistas ha reconocido que la situación de su hijo es muy preocupante.
La situación del alumno X ha sido presentada al Servicio de Protección a la Infancia de la DGA por considerar el
centro educativo que es de alto riesgo. Debido a una falta cometida tiene contactos con el Equipo de Medio
Abierto de Fiscalía de Menores.
Como se deduce de la información recogida a lo largo de este informe, el alumno presenta graves problemas de
adaptación al centro.
Pertenece al programa de compensatoria del IES. Sus necesidades educativas especiales son las siguientes:
Por todo ello y para dar respuesta a las necesidades educativas especiales del alumno, proponemos la
modalidad de escolarización externa en un aula taller del Centro Sociolaboral Multiprofesional, en el marco de la
orden del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón de 25-6-2001
333
Orientador Trabajadora social del IES
del IES
En general, ha resultado costoso realizar la valoración de la competencia curricular del alumno, dada su escasa
colaboración y su falta de interés por todo lo relacionado con el currículo escolar.
El alumno pertenece al programa de educación compensatoria del IES, cursando en este grupo las áreas de
Matemáticas, Lengua, Ciencias Sociales e Inglés. Su nivel de competencia curricular está situado
aproximadamente en 4º de Educación Primaria.
El alumno X comprende bien todos los mensajes orales de las distintas situaciones de comunicación. Su
expresión oral es buena cuando se le pide que explique hechos, experiencias o que relate algo leído previamente;
utiliza el vocabulario adecuado y claro. Esta capacidad ha sido mostrada en muy pocas ocasiones ya que su
lenguaje espontáneo es inadecuado, no tanto por no saber sino por no querer, y utiliza multitud de muletillas,
tacos, etc.
Su lectura es fluida, tiene en cuenta los signos de puntuación y la entonación es adecuada a los diferentes
textos. Su nivel de comprensión es bueno, es capaz de resumir un texto.
Escribe frases y pequeños textos con una grafía clara y en general no tiene faltas de ortografía.
En cuanto a conceptos gramaticales, no ha sido posible evaluarlos dado que se ha negado a trabajar en
todas las ocasiones.
Lee, escribe y ordena números naturales de más de siete cifras. Realiza correctamente operaciones de
suma, resta y multiplicación con números naturales y con decimales.
334
Sabe hacer divisiones por varias cifras y operaciones combinadas con números enteros.
No sabe realizar operaciones de potenciación y raíces cuadradas como están haciendo algunos de sus
compañeros.
Resuelve problemas sencillos de la vida cotidiana, expresando de forma oral la operación que hay que
realizar, pero se ha negado a resolverlos por escrito en todas las ocasiones.
1.2.3. Medidas
Confunde unidades con magnitudes, por ejemplo longitud con superficie. Probablemente todas estas
carencias en los aprendizajes se deben a su falta de interés y atención más que a dificultades de capacidad de
comprensión.
En las áreas que cursa con el grupo ordinario apenas trabaja. Tanto en la 1ª evaluación como en la 2ª ha
suspendido todas las asignaturas. En donde muestra más interés es en las clases de Educación Física, Educación
Artística, Música y Tecnología.
El alumno X es capaz de realizar las tareas de forma pausada y reflexiva, con buena letra y presentación. Cuando
un tema le interesa presta atención y participa de forma adecuada. Esto sólo se ha dado en contadas ocasiones.
Manifiesta su interés en realizar otro tipo de aprendizajes, en un aula taller.
Es en este capítulo en donde se puede hacer una valoración más cualitativa, ya que el alumno manifiesta tal
cantidad de contradicciones que es difícil explicar a primera vista a qué se deben.
Ficticio es un alumno con comportamiento disruptivo en la dinámica escolar ya que no suele estar callado,
habla continuamente a sus compañeros, se distrae en las explicaciones, juguetea con pequeños objetos, hay que
repetirle varias veces lo mismo.
Sus hábitos de trabajo son muy escasos. Pierde enseguida la concentración, es un niño muy desorganizado
y no tiene un mínimo de atención. Estas tres cuestiones inciden muy directamente en su escaso rendimiento
escolar.
Relacionado con su forma de trabajo, cuando entiende la actividad y está motivado la hace pronto y bien.
Sin embargo tiene poca constancia, enseguida se cansa y pierde la concentración y la calidad en su producción.
Para que realice sus tareas necesita constantemente de impulsos externos y de un refuerzo suplementario.
Es un alumno muy inmaduro, inquieto, movido, difícil, que le cuesta trabajar de manera continuada, y se
esfuerza poco. Por este motivo no pasa desapercibido y se advierten muy pronto sus dificultades educativas.
Tiene escasas expectativas de logro. Se esfuerza poco porque piensa que va a ser incapaz de realizar
correctamente la tarea. Hemos constatado que ante cualquier tipo de actividad suele preguntar varias veces qué es
lo que tiene que realizar, así como que suele decir que es muy difícil. Ello nos permite inferir que posee un
autoconcepto bajo.
335
Cuando no sabe resolver alguna cuestión demanda ayuda. Se empieza a mover, cambiando de postura, a
coger todo tipo de objetos que tenga cerca y a perder la concentración en la tarea que esté realizando. Posee
escasa autonomía de trabajo.
Hay indicios de que le importa mucho la pertenencia al grupo de sus iguales, queriendo ser el centro de
atención. Por eso suele intervenir en clase.
No tiene una estrategia mínima de resolución de tareas. Actúa por ensayo y error, de manera impulsiva, sin
una reflexión previa.
Tal vez su manera de ser impulsiva, y de no prestar mucha atención, unida a sus dificultades en la
orientación espacial y temporal hace que todavía posea más dificultades en áreas como la lectoescritura. Su nivel
de lectura mecánica debería conllevar mejor nivel de lectura comprensiva. Responde muy bien al refuerzo
positivo.
La mayoría de las veces no atiende a las instrucciones que se dan en clase, ni realiza las tareas propuestas.
Presenta constantemente conductas disruptivas, tanto dentro del aula como fuera de ella. Mejora un poco su
comportamiento cuando realiza actividades de tipo manipulativo.
Los comportamientos inadecuados han sido muy disruptivos tanto el curso pasado como éste, éstos suelen
ser los siguientes: sale del aula durante la clase sin permiso, pasa clases enteras levantándose de la silla y sin
obedecer ni atender a ninguna explicación del profesor, se esconde detrás de los armarios del aula, se pone de pie
encima de la mesa, falta al respeto a los adultos, incluido el equipo directivo, utilizando expresiones como “¡Qué
asco me das!”; chilla, molesta a los compañeros o da patadas a la mesa.
Debido a su comportamiento, tanto el curso pasado como éste, se han tenido que aplicar frecuentemente
medidas correctoras del Reglamento de Régimen Interno, sancionándole con la supresión de la asistencia al
centro, en un total de 24 días en distintos momentos del curso.
336
ANEXO VIII
1.1.Generalidades
337
Este programa se desarrolla en 1º y 2º de la ESO.
El Programa de Aprendizaje Básico tiene por finalidad que el alumnado que así lo precise, mediante una
metodología y unos contenidos adaptados a sus características y necesidades, adquiera las competencias básicas
para incorporarse al 2º o 3º curso de Educación Secundaria Obligatoria.
Las características generales de este programa son:
Suele ser muy frecuente que este tipo de alumnado tenga dificultades para centrar la atención y mantener el
interés durante periodos largos de tiempo, por lo tanto será interesante organizar las materias en secuencias
didácticas de breve duración, acabando siempre con una tarea final que servirá para que el alumnado compruebe
la aplicación práctica de lo que ha aprendido y además para poder evaluar la utilidad y aprovechamiento de la
secuencia.
Se trabajará de forma globalizada e intentando que las actividades sean lo más manipulativas posible.
Se facilitará la interacción entre el alumnado como fuente de aprendizaje, por medio de tareas y trabajos en
pequeños grupos, pero siempre dando una libertad al ritmo de trabajo de cada alumno. En este aspecto se
favorecerán las puestas en común y las exposiciones en las que el propio alumnado explique al resto lo que ha
aprendido, favoreciendo así la capacidad comunicativa.
Sin embargo se primarán las actividades individuales que requieran y potencien la reflexión personal y
permitan al alumnado desarrollar técnicas de trabajo intelectual, con el fin de que adquiera cierta autonomía.
Considerando que prácticamente la totalidad de estos alumnos tienen dificultades lectoescritoras, todo el
profesorado trabajará específicamente la competencia lingüística en todas las áreas, sobre todo la comprensión
lectora.
338
En relación directa con las características de este programa, que es una medida de atención a la diversidad
del alumnado a lo largo de la enseñanza obligatoria, hemos de llevar hasta sus máximas posibilidades las
directrices emanadas de la LOE, en todo aquello que hace referencia a la funcionalidad y la significatividad de los
contenidos, así como también considerar al alumno como protagonista y elemento activo de su propio proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Partiendo de los informes del Equipo Pedagógico y de la Evaluación Psicopedagógica realizados a cada
alumno o alumna con anterioridad al inicio del programa, será preciso dar una enseñanza adaptada a cada uno de
los alumnos, cuestión que vendrá favorecida por tratarse de un grupo con un máximo de quince alumnos.
Una vez establecidas las características del grupo y de los alumnos individualmente, se llevarán a cabo
actividades diversificadas que permitan a cada alumno entroncar sus nuevos conocimientos con los previos para
ir desarrollando progresivamente sus capacidades y así alcanzar los objetivos previstos. Es lógico que haya un
diferente grado de consecución de objetivos dependiendo de las posibilidades de cada uno.
Es previsible que tengan serias lagunas conceptuales, por ello nuestro trabajo fundamental debe estar
enfocado a la mejora constante de los procedimientos y actitudes intentando que sean progresivamente más
autónomos en la realización de sus aprendizajes.
Está programada una reunión mensual con el fin de realizar un seguimiento que permita regular adecuadamente el
proceso de enseñanza y aprendizaje de este alumnado.
Trimestralmente está prevista una reunión con el equipo docente, la Jefa de Estudios de la ESO, la
Profesora de Servicios a la Comunidad y el jefe del Dpto. de Orientación para revisar la marcha del programa, la
evaluación de los alumnos y las previsiones para el próximo curso.
Con el fin de realizar un seguimiento para regular adecuadamente el proceso de enseñanza y aprendizaje de
este alumnado, el equipo de profesores que imparten clase en cada grupo se reunirá una vez al mes. La
información al alumnado y a sus familias acerca de su proceso de aprendizaje se realizará, de forma general,
conforme a lo establecido en la normativa vigente sobre la evaluación en la Educación Secundaria Obligatoria.
Todo el alumnado que se incorpora a este programa seguirá los cauces normativos pertinentes, es decir, precisan
de un informe psicopedagógico emitido por el EOEP correspondiente si es el caso de primaria o del Dpto. de
Orientación si es de secundaria con la firma de autorización por parte de la familia. En todos los casos el
alumnado deberá tener menos de 16 años.
En la evaluación inicial se valorará, y en su caso se propondrá al Servicio de Inspección, la posibilidad de
incorporar nuevos alumnos a este programa y también la posibilidad de salida de algún alumno a criterio del
Equipo de Profesores, Jefatura de Estudios y Dpto. de Orientación con el informe pertinente.
Criterios que deben cumplir los alumnos escolarizados en este programa:
339
– Actitud irreflexiva acerca de su propio proceso de aprendizaje
– Problemas serios en las capacidades básicas
– Baja autoestima
– Hábitos de trabajo inadecuados
– Alumnos con buena actitud pero con dificultades de aprendizaje.
– Asistencia regular
5. Criterios para el agrupamiento del alumnado, la organización de los espacios, horarios y recursos
materiales
Con carácter general, los alumnos que sigan el programa de PAB estarán agrupados en un grupo específico para
cursar las materias de lengua, matemáticas, lengua extranjera, geografía y naturales, y el resto de áreas estarán
junto con el resto del alumnado de su curso de referencia integrados en grupos ordinarios.
5.3. Horarios
El aula específica de los dos grupos de PAB debería estar provista del equipo audiovisual necesario. En cada una
de las dos aulas de PAB se cuenta con los siguientes recursos:
– Documentos de diversa índole (textos, fotografías, mapas, gráficos) que se trabajarán con
actividades propuestas por el profesor
340
– Documentos en DVD
En este IES se favorece que el nº de profesores que interviene en el programa sea lo más reducido posible.
También se ha contando siempre con que los profesores que imparten materias específicas cojan estos grupos de
manera voluntaria, así mismo se procura que dichos profesores sean definitivos en el centro para que haya
continuidad en este programa y unas líneas de trabajo claramente definidas.
En el curso actual las materias de lengua y ciencias sociales en 1º están impartidas por una maestra
definitiva en el centro y en 2º por parte de un profesor de E. Secundaria también con destino definitivo, que
además en ambos casos son los tutores y llevan varios años impartiendo clases en el PAB. Asimismo matemáticas
y ciencias de la naturaleza son impartidas tanto en 1º como en 2º por parte de dos profesoras de E. Secundaria.
Lengua Extranjera también es impartida por dos profesores definitivos en el centro (en 1º es un maestro y en 2º
una profesora de E. Secundaria).
Los alumnos matriculados en el Programa promocionan automáticamente del 1er año al 2º.
No obstante si algún alumno no alcanzase, a juicio del equipo educativo correspondiente, el nivel de
desarrollo y aprendizaje de las capacidades sobre la base de la consecución de los objetivos del curso, se le podrá
orientar hacia otros niveles educativos apropiados a su edad y capacidades.
En los Programas de Aprendizaje Básico, cuando un alumno tenga materias pendientes de cursos
anteriores y estas coincidan con las materias incluidas en los ámbitos específicos del mismo, la recuperación de
tales materias tendrá lugar a través del propio programa (Orden de 26 de noviembre de 2007, del Departamento
de Educación, Cultura y Deporte, sobre la evaluación en Educación secundaria).
La evaluación del alumnado que curse el Programa de Aprendizaje Básico tendrá como referentes fundamentales
las competencias básicas y los objetivos de la Educación secundaria obligatoria, así como los criterios de
evaluación específicos del conjunto de los dos cursos que componen el programa.
Los alumnos que cursen el Programa de Aprendizaje Básico obtendrán el título de Graduado en Educación
Secundaria Obligatoria si superan todos los ámbitos y materias que integran el programa. Asimismo, podrán
obtener dicho título aquellos que, habiendo superado los ámbitos, tengan evaluación negativa en una o dos
materias, y excepcionalmente en tres, siempre que a juicio del equipo docente hayan alcanzado, al finalizar el
programa, las competencias básicas y los objetivos de la etapa.
Dada la estructura específica de este programa, sólo se podrá permanecer un año más en el mismo en el
341
segundo de los cursos que lo componen, y siempre que el alumnado no esté en condiciones de obtener el título de
Graduado en Educación Secundaria Obligatoria y cumpla los requisitos de edad establecidos en el artículo 2.2 de
la Orden de 9 de mayo de 2007, por la que se aprueba el currículo de la Educación secundaria obligatoria.
En caso de no obtener el título, y al igual que el resto del alumnado de la etapa, el alumno recibirá al
término del programa un certificado de escolaridad expedido por el centro en el que constarán los años cursados
y las calificaciones obtenidas en las distintas materias y ámbitos, así como su correspondiente consejo orientador
(Resolución de 4 de junio de 2007, de la Dirección General de Política Educativa, por la que se dispone la
organización del Programa de Aprendizaje Básico).
7. Criterios de evaluación para los alumnos que cursen el Programa de Aprendizaje Básico
Los referentes para la evaluación del alumnado que siga este programa son los objetivos generales de la etapa, las
competencias básicas y los criterios de evaluación establecidos para cada materia.
Para evaluar a cada alumno de este programa, además de las pruebas objetivas, se tendrá en cuenta la
actitud en la clase y la realización de tareas escolares.
En la programación de cada materia hay un apartado explícito para el PAB en donde están reflejados los
criterios de evaluación.
8. Directrices para la aplicación de los criterios de incorporación de este alumnado a un curso ordinario o
establecimiento de otras medidas educativas
Al finalizar cada curso escolar, dentro del PAB, el Equipo Docente decidirá sobre la promoción o no de cada
alumno según los criterios de promoción establecidos con carácter general para la ESO. Si bien el Equipo
Docente en colaboración con el Dpto. de Orientación puede decidir entre estas alternativas en el caso de 1º:
Y en el caso de 2º de PAB:
342
Teniendo en cuenta las reuniones realizadas por el Equipo de profesores que imparten materias en el PAB, se
realizará la valoración del funcionamiento del programa y, en su caso, propuestas de modificación.
Las programaciones didácticas específicas del PAB están recogidas en las programaciones de los Departamentos
Didácticos correspondientes y se enviarán al Servicio de Inspección dentro de la Programación General Anual al
comienzo de cada curso.
Se intentará que los profesores que impartan varias materias específicas en el PAB tengan clase con dichos
alumnos todos los días de la semana.
Para facilitar el desarrollo curricular se intentará hacer bloques de dos sesiones seguidas impartidas por el
mismo profesor. Para facilitar la globalización, la interdisciplinariedad y la adaptación metodológica al grupo.
Asimismo siempre que sea posible se procurará que no haya periodo de recreo entre las dos sesiones contiguas.
En la medida de lo posible, se intentará que profesores especialistas impartan varias materias para lograr
que los alumnos tengan menos profesorado y mayor globalidad.
343
ANEXO IX
Cuadro de programas y salidas educativas en la ESO
2010/2011
344
345
346
347
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350
351
352
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362
Índice
Portada 2
Créditos 7
Índice 8
Prólogo 15
Introducción 19
PARTE I: MARCO CONCEPTUAL DE LA ORIENTACIÓN
24
VOCACIONAL: PRINCIPIOS, MODELOS, INSTRUMENTOS
1. Asesoramiento y orientación vocacional: concepto y premisas básicas 25
1.1. Estatuto epistemológico de la orientación educativa 25
1.2. La orientación vocacional dentro del marco de la orientación
29
educativa..
1.3. Orígenes y trayectoria de la orientación vocacional en el contexto
29
internacional
1.4. Orígenes y trayectoria de la orientación vocacional en el sistema
32
educativo español
1.5. Orientación y educación 37
1.6. Principios del asesoramiento y de la orientación vocacional 38
2. Bases para la intervención en orientación educativa y vocacional 41
2.1. Introducción 41
2.2. Aspectos educativos inherentes a la orientación 41
2.3. Objetivos de la orientación educativa 43
2.4. Objetivos de la orientación vocacional 44
2.5. Niveles de intervención en orientación vocacional 45
2.5.1. Primer nivel: el aula, 46
2.5.2. Segundo nivel: el centro, 47
2.5.3. Tercer nivel: el entorno, 48
2.6. Instrumentos para la orientación 49
2.6.1. Los tests, 49
2.6.2. Las pruebas psicopedagógicas, 52
2.6.3. La observación como instrumento para la orientación, 57
2.6.4. La entrevista como instrumento para la orientación, 58
2.6.5. Materiales elaborados en función de las necesidades 58
363
2.7. Cuadro-resumen de instrumentos para la orientación 59
3. Modelos de orientación educativa y vocacional: una visión desde la
63
deontología profesional
3.1. Introducción 63
3.2. Deontología profesional en la orientación educativa 64
3.2.1. Profesionales de la orientación e ideología, 66
3.2.2. Profesionales de la orientación y ética profesional 67
3.3. Modelos de orientación 68
3.3.1. Modelo clínico o counseling, 70
3.3.2. Modelo de servicios, 71
3.3.3. Modelo de programas, 71
3.3.4. Modelo de consulta, 72
3.3.5. Modelo tecnológico, 73
3.3.6. Modelo de intervención psicopedagógica, 73
3.4. Comparación de modelos de orientación 74
3.5. Hacia un modelo ecléctico en orientación educativa 77
PARTE II: ORIENTACIÓN VOCACIONAL, CURRÍCULO Y
TUTORÍA. EL ASESORAMIENTO INDIVIDUALIZADO Y EL 80
CONSEJO ORIENTADOR
4. La tutoría 81
4.1. La tutoría: principios básicos 81
4.2. La tutoría como elemento de la función docente 83
4.2.1. La importancia de la tutoría en nuestro sistema educativo, 83
4.2.2. Características de la tutoría, 84
4.2.3. Condiciones para la viabilidad de la tutoría, 85
4.2.4. Definiciones de tutoría 86
4.3. Regulación legislativa de la tutoría 87
4.3.1. La tutoría en la Ley Orgánica de Educación, 87
4.3.2. Reglamento orgánico de las escuelas de educación infantil y de los
88
colegios de educación primaria,
4.3.3. Reglamento orgánico de los institutos de educación secundaria 88
4.4. Funciones y actividades del profesorado-tutor 90
4.4.1. Funciones del profesorado-tutor con relación al alumnado, 90
4.4.2. Funciones del profesorado-tutor con respecto al profesorado, 97
4.4.3. Funciones del profesorado-tutor con relación a las familias 99
5. El Plan de acción tutorial 103
364
5.1. Características de la acción tutorial 103
5.2. El plan de acción tutorial 104
5.3. Objetivos y contenidos de la acción tutorial 105
5.4. Dificultades para la realización tutorial 107
5.5. Características positivas del profesor tutor 109
5.6. Guía para la elaboración y revisión del plan de acción tutorial 110
5.7. Contribución de la tutoría al desarrollo de las competencias básicas 112
5.8. Coordinación del profesor tutor con otros profesionales 113
6. El asesoramiento individualizado. El consejo orientador 116
6.1. Concepto de asesoramiento individualizado 116
6.2. El asesoramiento individualizado ante demandas concretas de personas
117
de la comunidad educativa
6.2.1. Profesionales de la orientación y las demandas de asesoramiento
118
individualizado por parte del profesorado,
6.2.2. Profesionales de la orientación y alumnado, 121
6.2.3. Profesionales de la orientación y el asesoramiento a las familias del
124
alumnado,
6.2.4. Profesionales de la orientación y el asesoramiento a los equipos
126
directivos de los centros
6.3. La confidencialidad en el asesoramiento individualizado 128
6.4. Técnicas e instrumentos para el asesoramiento individualizado 131
6.5. Proceso de asesoramiento individualizado 133
6.5.1. El clima de trabajo en el proceso de asesoramiento individualizado, 133
6.5.2. Fases en el proceso de asesoramiento individualizado 135
6.6. El consejo orientador dentro de los procesos de asesoramiento
137
psicopedagógico individualizado
PARTE III: OPORTUNIDADES Y RETOS PARA LA
ORIENTACIÓN VOCACIONAL. LA ATENCIÓN A LA 140
DIVERSIDAD Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
7. Orientación Vocacional y oportunidades 141
7.1. Introducción 141
7.2. Orientación vocacional y género 142
7.3. Asesoramiento y orientación vocacional para la igualdad de género 146
7.4. La orientación vocacional en el entorno rural y urbano 150
7.5. Interculturalidad y oportunidades 152
7.6. El asesoramiento y la orientación vocacional ante la interculturalidad 157
365
7.7. Orientación vocacional en la educación de personas adultas 160
7.7.1. Adultos sólo de edad 160
7.7.2. Alumnado adulto 162
7.8. La suma de desigualdades 164
7.9. Conclusiones 166
8. La atención a la diversidad: alumnado con necesidades educativas y
169
evaluación psicopedagógica
8.1. Regulación legislativa de la atención a la diversidad 169
8.2. La atención a la diversidad en el sistema educativo español 170
8.3. Necesidad de mejorar la atención a la diversidad en España 172
8.4. Estrategias metodológicas de atención a la diversidad 174
8.5. La evaluación psicopedagógica 175
8.5.1. Características y definición, 175
8.5.2. Enfoque anterior de la evaluación psicopedagógica, 177
8.5.3. Características de la evaluación psicopedagógica, 178
8.5.4. Exigencias derivadas del nuevo marco conceptual de la evaluación
179
psicopedagógica,
8.5.5. Cuándo debe realizarse la evaluación psicopedagógica, 180
8.5.6. Elementos de la evaluación psicopedagógica, 181
9. La Orientación Vocacional y las Tecnologías de la Información y la
193
Comunicación
9.1. La orientación Vocacional en la sociedad de la información 193
9.1.1. Rasgos que definen la sociedad de la información y su incidencia
193
en la orientación: las TIC en el contexto educativo español
9.2. Recursos tecnológicos y su aplicabilidad para la Orientación Vocacional 195
9.2.1. Internet, 196
9.2.2. Bases de datos, 198
9.2.3. Correo electrónico, 199
9.2.4. Chat, 199
9.2.5. SMS, 200
9.3. Redes sociales y orientación vocacional 201
9.4. Nuevos roles y funciones del orientador u orientadora profesional,
203
derivados de la utilización de las TIC
9.5. Algunas aplicaciones telemáticas de interés para la orientación
203
vocacional y profesional
9.5.1. Recursos de apoyo en la red para profesionales de la orientación y
205
alumnado,
366
9.5.2. Metabuscadores de empleo 207
9.6. Ventajas, dificultades y retos de la utilización de las TIC en la
210
Orientación Vocacional
9.6.1. Ventajas e inconvenientes, 210
9.6.2. Retos de futuro, 212
PARTE IV: PROGRAMAS EDUCATIVOS Y ORIENTACIÓN
215
VOCACIONAL
10. La Orientación Vocacional en los distintos itinerarios educativos 216
10.1. El tránsito entre la Educación Primaria y Secundaria 216
10.2. Los programas institucionales de atención a la diversidad en
218
educación secundaria
10.2.1. Los programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo, PROA, 221
10.2.2. Los Programas de Aprendizaje Básico, PAB, 225
10.2.3. Los programas de diversificación curricular, 230
10.2.4. Los programas de cualificación profesional inicial, 232
10.2.5. Orientación vocacional del alumnado con necesidades educativas
233
especiales,
10.3. La Orientación Vocacional en la Universidad 239
PARTE V: ORIENTACIÓN E INNOVACIÓN: EXPERIENCIAS Y
243
RECURSOS. EVALUAR PARA MEJORAR
11. Programas, recursos y experiencias de orientación vocacional 244
11.1. Diseño y ejecución de Programas de Orientación Vocacional 244
11.1.1. Fases, 244
11.1.2. Contenidos, 246
11.2. Implantación de programas y estrategias organizativas 248
11.3. Ventajas y dificultades en la aplicación del modelo de orientación
250
vocacional por programas en el ámbito educativo
11.4. Análisis de algunos programas multimedia más significativos de
251
orientación vocacional
11.4.1. SAAVI, 251
11.4.2. Programa: “Tu futuro profesional online” (TFPOL), 252
11.4.4. Programa Orienta, 254
11.5. Programas y experiencias de acercamiento del alumnado al mundo
255
laboral
11.5.1. “LaborEso”, 255
11.5.2. Programa “Ikasi eta Lan”, 257
367
11.6. Programas y experiencias de orientación vocacional en colaboración 260
con instituciones externas a los centros educativos
11.6.1. Plan FIJA, 260
11.6.2. “Contact enterprise”: acercamiento de estudiantes al mundo
261
laboral (Ginebra- Suiza),
12. La Evaluación de los programas de Orientación Vocacional 265
12.1. La importancia de la evaluación 265
12.2. Criterios para valorar el éxito de los programas de orientación
267
profesional
12.3. Modelos de evaluación de programas 270
12.4. Proceso de elaboración, desarrollo y evaluación de un programa de
275
orientación profesional en el ámbito educativo
12.5. Fases del proceso de evaluación de un programa de orientación 277
12.6. Vinculación entre las etapas de un programa de orientación y las
280
modalidades de evaluación
12.7. Plantilla para la evaluación de un programa de orientación profesional
281
en un centro educativo de Secundaria
12.8. El uso de los portafolios como estrategia de autoevaluación personal y
284
profesional
12.9. Ejemplo de cuestionario de evaluación de programas de orientación
288
profesional (para el alumnado)
Conclusiones 292
Anexos 306
Anexo I: Cuestionario de valoración del profesorado tutor 307
Anexo II: Modelo de cuestionario inicial para el alumnado 312
Anexo III: Ejemplo de programa de las sesiones semanales de tutoría grupal para
317
4º de ESO (curso 2011/2012)
Anexo IV: Modelo de dictamen de escolarización 320
Anexo V: Protocolo de acogida para nuevo alumnado 323
Anexo VI: Propuesta de implantación de un plan de refuerzo, orientación y
328
apoyo en un IES
Anexo VII: Modelo de informe psicopedagógico para escolarización externa en
331
un aula taller de un centro sociolaboral
Anexo VIII: Diseño y organización del Programa de Aprendizaje Básico 337
Anexo IX: Cuadro de programas y salidas educativas en la ESO 344
Bibliografía 359
368
369