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En este trabajo se analizara y se reflexionara sobre un tema elegido. Estos textos son
expositivos, porque el autor menciona las características principales del tema y son
argumentativos, porque el autor explicita su postura y la defiende con
argumentaciones.
Sobre el tipo de preguntas que una introducción debe responder al escribirse, tenemos
algunas como:
“¿Qué o cuál es el tema a tratar?”: La introducción debe contar al lector sobre qué
se trata el tema general;
“¿Para qué o porque se hace el trabajo?” Indica la importancia del artículo para la
vida del lector;
Empezar a escribir sin estar muy seguro de lo que estás diciendo o de cómo lo vas a
concluir, es el error número uno. Es muy útil hacer mapas mentales pero podes
prepararte y organizar la información antes de enfrentarte a la hoja en blanco, para
que tengas el tema bien claro en la mente.
3- Ve de lo general a lo particular
Una vez hayas creado tu mapa mental, dale estructura a la información usando la
técnica de la “pirámide invertida”. Consiste en formular el tema principal en la
introducción y desarrollarlo a través de ideas secundarias en el cuerpo de texto, es
importante que en lo posible menciones allí o en el título la palabra clave (o al menos
un sinónimo).
4- Breve pero llamativa
La introducción cumple el papel de “abrebocas”: debe dejarte con ganas de más. Así
que no te desgastes dando explicaciones desde el principio, simplemente resume el
tema sin profundizar en los detalles. En general se aconseja que la introducción
corresponda máximo a ¼ del total del artículo. Es decir que si tu artículo tiene 4
Carillas de desarrollo, la introducción ser como máximo 1 carilla.
Consejos:
Escoger un abordaje: deben tener claro cuál es su o sus ejes para abordar el
tema, ya que tendrá que escribirlo de manera explícita en el texto.
Otras veces no se coloca una coma (,) sino que simplemente se coloca la
información que se desea transmitir.