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SAN AGUSTÍN Ud.

1) DATOS BIOGRÁFICOS y CONTEXTO HISTÓRICO de SAN AGUSTÍN

●San Agustín vive en el llamado Bajo Imperio romano (siglos III – V), que se extendió desde
Diocleciano (284 – 305) hasta la disolución del Imperio Romano de Occidente en 476 d.C.

●Contexto histórico: El imperio romano (1) versus cristianismo (2): Inicialmente el cristianismo es
perseguido porque cuestiona el poder del emperador, sin embargo, a medida que pasa el tiempo va
adquiriendo más poder, hasta el punto de que se convertirá en religión oficial y se prohibirá cualquier
otra manifestación religiosa o pagana. (3)

●San Agustín es considerado uno de los Padres de la Iglesia (4), de ahí que pertenezca a la llamada
Patrística, en concreto a la latina. Además de la elaboración progresiva del dogma cristiano, la
patrística se ocupó sobre todo de la apología o defensa del cristianismo, primero frente a las religiones
paganas y luego frente a las herejías. Posteriormente, San Agustín se le dio el título de Doctor de la
Iglesia Y fue canonizado Santo.

●El centro cultural de la época se encontraba en Alejandría, junto a su biblioteca, la más célebre de la
antigüedad, en la que entraron en relación el pensamiento griego de la época helenística y el judío. Sin
embargo, ahora, la vida intelectual comienza a decaer, en occidente se empieza a perder la lengua griega
y la ciencia entra en retroceso, solo el derecho sigue encontrando un notable desarrollo y el pensamiento
filosófico es absorbido por la religión.

● En estos años, se produce una gran efervescencia religiosa: ya que en una sociedad que se hunde y se
busca la salvación personal en las religiones (surgen los eremitas y monjes). Cuando el cristianismo
1
Inicio: fundació n de Roma (752 a.c.). Fin: cuando el emperador Teodosio divide el imperio (395) entre sus
dos hijos: para Arcadio Occidente y para Honorio Oriente. El imperio de Occidente desaparecerá en el 476.

2
El cristianismo tuvo su origen en Judea (entonces provincia romana) a partir de la vida y predicació n de
Jesú s de Nazaret, quien afirmó ser hijo de Dios y fue aceptado por sus seguidores como el Mesías o Cristo.
.

3
En el siglo IV: Constantino legaliza la religió n cristiana mediante el Edicto de Milá n en 313. En el 380
Teodosio declara al cristianismo religió n oficial del imperio: la unió n entre la política y la religió n tendrá
graves consecuencias al convertir los asuntos teoló gicos en políticos y viceversa, creando problemas para la
estabilidad del Imperio. En el 395, se divide el imperio, en el 476, desaparece el imperio de occidente y en el
529, el emperador del imperio romano de oriente (Bizancio) cerró todas las escuelas filosó ficas griegas en
nombre del cristianismo.

4
Con el nombre de «Padres de la Iglesia» denomina la Iglesia cató lica a los teó logos y autores que
establecieron la doctrina cristiana con anterioridad al siglo VIII. Segú n el idioma que usen, hablamos de
patrística griega o latina.

1
comenzó a extenderse (siglo II), recurrió a la terminología y a los métodos que se usaban en la cultura
en la que estaba inmerso (greco-romana).

BIOGRAFÍA

●San Agustín nace en Tagaste (provincia romana de Numidia, Norte de África) en el 354 y muere en
Hipona en el 430 (ciudades romanas. Hoy Argelia). 76 años

●Familia: Su padre Patricio, era pagano y su madre Santa Mónica, cristiana.

●Al comienzo del De la vida feliz, una de sus primeras obras (386), Agustín describe -valiéndose de la
alegoría del navegante que arriba al “puerto de la filosofía”- las etapas iniciales de su pensamiento

...A los 19 años leí en la escuela de retórica un libro de Cicerón llamado “Hortensio” y se llenó mi alma de tal deseo de la
filosofía que pensé dedicarme inmediatamente a ella. Pero no faltaron nieblas que entorpecieran mi navegación. [...] Pero
cuando fui creciendo salí de aquella niebla y me persuadí de que más valía creer a los que enseñan que a los que mandan; y
caí en la secta de unos hombres que veneraban la luz física como realidad suprema y divina que debe adorarse. [...] Más
tarde los abandoné y, fluctuando en medio de las olas, entregué a los académicos el timón de mi alma, indócil a todos los
vientos. Y entonces llegué aquí [Milán] y hallé el norte que había de guiarme. Porque conocí por los sermones de nuestro
sacerdote [Ambrosio] y por algunas conversaciones contigo, amigo Teodoro, que cuando se pretende concebir a Dios debe
rechazarse toda imagen corporal. y lo mismo digamos del alma que es una de las realidades más cercanas a Él. [...] Leí
algunos libros de Plotino [o Platón, según otros manuscritos], a quien eras tú también muy aficionado. [...] Ya ves, pues, en
qué filosofía navego como en un puerto. [...] Todavía no sé en qué parte de la tierra, que, sin duda, es la única dichosa,
internarme y pisar con mis pies. No piso aún terreno firme, pues vacilo y fluctúo en la cuestión del alma

●Estudio latín (no sabe griego) y aritmética en Tagaste, y retórica en Cartago.

●Descubre la filosofía mediante la lectura del “Hortensio” de Cicerón y decidió buscar la “sabiduría.”

●Busco la verdad primero en el cristianismo, pero la lectura de la Biblia le decepciono. Entonces ingreso
como “oyente” en el grupo maniqueo de Cartago. El maniqueísmo le resulto atractivo porque tenía el
aspecto de una doctrina más culta, y a la vez unía elementos cristianos y paganos, explicaba el mundo a
partir de dos principios: uno bueno y otro malo identificando el bien con la luz. Además, a un espíritu
como el suyo, atormentado por la lucha moral le ofrecía una respuesta al problema del mal: “Me parecía
que no éramos nosotros los que pecábamos, sino que era no sé que naturaleza extraña la que pecaba en
nosotros”, el alma buena del hombre, quedaba incontaminada.

●Vuelve a Tagaste en el año 374, allí enseño gramática y literatura latina por espacio de un año. Entonces
vuelve a Cartago donde abre una escuela de retórica y vive con su amante y su hijo Adeolato. Empieza a
descubrir dificultades intelectuales en el maniqueísmo y viaja a Roma donde abre otra escuela de
retórica.

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●A través de Cicerón, llega al escepticismo de la Academia nueva: “pensé que los filósofos académicos
habían sido los mas prudentes al afirmar que se debe dudar de todas las cosas, y que ninguna verdad
puede ser comprendida por el hombre”.

●Milán -situada estratégicamente en el cruce de caminos que pasaban por los Alpes- era la residencia de
la corte imperial y un centro brillante de cultura, donde se conocía bien a Platón y el neoplatonismo. La
figura más influyente era el obispo Ambrosio, cuyos sermones fascinaron a Agustín. Ambrosio, que
conocía bien a Plotino, Filón y Orígenes por que sabía griego. Practicaba una interpretación alegórica de
la Biblia, de este modo, Agustín pudo aceptar los escritos bíblicos, y ver “no la letra que mata, sino el
espíritu que da vida”.

●Conoció los escritos de Plotino, traducidos por Mario Victorino, filósofo neoplatónico convertido al
cristianismo (363 aprox.). En ellos descubrió algo nuevo: la concepción de Dios y el alma como
realidades inmateriales. Casi todos los filósofos antiguos habían sido materialistas, menos Platón y los
neoplatónicos.

●Finalmente, Agustín descubrió en San Pablo la afirmación de que sólo la gracia de Cristo puede salvar
al hombre. Esta doctrina, será uno de los pilares de su pensamiento y determinará su alejamiento
definitivo del maniqueísmo y su conversión al cristianismo.

●En 386, poco después de su conversión religiosa, se retira a Casiciaco, cerca de Milán, con un grupo de
amigos. De las conversaciones de entonces proceden sus primeras obras filosóficas. En 387 es bautizado
en Milán por San Ambrosio y en el 388 regresa a África.

●Del 388 al 391 Agustín permanece en Tagaste, donde funda un monasterio. En el 389 muere su hijo.

●En 391 se traslada a Hipona, también en Numidia, donde será consagrado obispo en 396. Allí morirá en
430. poco antes de que la ciudad fuera tomada e incendiada por los vándalos. Una sentencia de Plotino
le consoló del hundimiento del Imperio: “No es grande el hombre que se asombra del derrumbamiento
de los muros y de la muerte de los mortales”.

●En esta larga etapa, el obispo Agustín demuestra una enorme fecundidad como escritor. El desastre del
Imperio le sugiere su obra más amplia: “La ciudad de Dios”. Escribe un tratado “Sobre la Trinidad”
(400-416), una de las cumbres de la teología cristina occidental, y “Las Confesiones” -obra maestra de
análisis autobiográfico-. En total escribió 232 libros, 500 sermones y 217 cartas. Además, dedicó una
actividad continua a la lucha contra las «herejías» (pelagianos, donatistas...)

●La filosofía de Agustín de Hipona es una continua búsqueda hacia lo más interior de sí mismo y hacia lo
más elevado de la realidad: “Quiero conocer a Dios y el alma”. Coincide así con la dirección del
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pensamiento neoplatónico por lo que su doctrina será una síntesis de cristianismo y neoplatonismo.
Según dirá más tarde Tomás de Aquino, Agustín representa el esfuerzo por «seguir a los platónicos lo
más lejos que permitía la fe católica».

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2) FE y RAZÓN: “CREER para ENTENDER”

La relación entre la Fe y la Razón a lo largo de la Edad Media pasa por diferentes momentos.

a) Al principio, filósofos como Tertuliano, defenderán que la razón no tiene nada que aportar al
cristianismo, por lo que con la fe le basta.

b) Más tarde, filósofos como San Agustín defenderán que no hay por qué distinguir entre los
conocimientos de la razón y de la fe, sino que son dos elementos complementarios, por medio de los
cuales se llega al conocimiento de la verdad. Existe una única verdad que se manifiesta tanto por la fe
como por la razón.

●San Agustín no es un filósofo en sentido estricto, si entendemos por filósofo un pensador que se
limita al ámbito de lo que puede ser conocido por medios exclusivamente racionales, sin recurrir a
la fe. Por ello, no se preocupo en trazar fronteras entre la Fe y la Razón, sino que consideró que
ambas, conjunta y solidariamente, tienen como misión el esclarecimiento de la verdad, que como
creyente no podía ser otra que la verdad cristiana. Para San Agustín, el objetivo es la comprensión
de la verdad cristiana y para ello Razón y la Fe colaboran del siguiente modo:
1. En un principio, la Razón ayuda al ser humano a alcanzar la Fe.
2. Posteriormente, la Fe orienta e ilumina a la Razón.
3. Finalmente, la Razón contribuirá al esclarecimiento de los contenidos de la Fe.

●Por tanto, para San Agustín existe una sola verdad que se manifiesta tanto en la fe como en la
razón, de ahí que defienda la mutua colaboración entre la Fe y la Razón, resumida en su frase:
“Intellige ut credas, crede ut intelligas” (Entender para creer, creer para entender).

●Las circunstancias históricas y culturales contribuyeron a que en la filosofía de San Agustín no se


distinguiese lo dado por la Fe y lo dado por la Razón. El cristianismo se presentó como un sistema
de doctrinas (= conjunto de afirmaciones a cerca de Dios, del Ser humano y del Mundo) que en
algunos aspectos resultaba equiparable a las afirmaciones de ciertos filósofos y en otros resultaba
incompatible. Los pensadores cristianos consideraron que su misión era hacer racionales las
afirmaciones cristianas sin preocuparse de delimitar cuáles de éstas pertenecían al ámbito de la fe
(aquellas que hacen referencia a Dios) y cuáles al de la razón (las referentes al ser humano y al
mundo). Además, la filosofía neoplatónica que tanto influyó en el pensamiento de San Agustín,
consideró siempre que el entendimiento puede conocer la realidad divina y el resto de las realidades
inmateriales. Sólo será posible trazar los límites de la Razón cuando se parta de la convicción de
que el conocimiento se construye a partir de las realidades sensibles (lo que puedo conocer por
alguno de los sentidos).

c) Al final de la Edad Media, habrá filósofos que defenderán la separación de ambas formas de
conocer. Para Averroes o Guillermo de Occam, la razón y la fe pertenecen a dominios distintos, cada
uno tiene su propio campo de actuación, por lo que no tienen que ver entre sí.

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2-FE y RAZÓN: “CREER para ENTENDER”

FE ● Al principio de la Edad Media: La razón no tiene nada


RAZÓN que aportar al cristianismo. Tertuliano

San Agustín:

● En un principio, la Razón ayuda al ser humano a alcanzar


FE ⮀ RAZÓN
la Fe.
Hay una zona de
intersección entre ● Posteriormente, la Fe orienta e ilumina a la Razón.
ambas
● Finalmente, la Razón contribuirá al esclarecimiento de
los contenidos de la Fe.

● Averroes: hay contradicción entre fe y razón.


● FE

● Ockam: Fe y Razón son fuentes de conocimiento


● RAZÓN
distintas, no tienen nada que ver entre sí.

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3) FELICIDAD y POSESIÓN de DIOS

● Para San Agustín, al igual que para los griegos, el fin de la conducta humana es encontrar la felicidad
(ética eudemonista), y esa felicidad se encuentra en la Verdad. San Agustín busca la verdad como una
necesidad existencial, ya que cree que la verdad aporta al ser humano la verdadera felicidad. Solamente
el sabio es feliz, porque es el que puede conocer la verdad, y nadie es feliz si no desea poseer la verdad.
El que no ha encontrado la verdad no puede llamarse feliz.

● Pero, ¿Cómo es esa verdad que busca? Tiene que ser una verdad que trascienda las verdades
particulares, esa verdad no puede cambiar y ha de ser un bien permanente. Los seres humanos somos
mutables y finitos, solamente podemos encontrar la felicidad en la posesión de lo que es más que
nosotros, en la posesión de un objeto inmutable: "El anhelo de Dios es, pues, el deseo de beatitud
(felicidad), el logro de Dios es la beatitud (felicidad) misma", es decir, la felicidad. Pero a San Agustín
no solo le preocupa encontrar la verdad autentica, sino además encontrar la verdad que satisficiera el
corazón humano. La ética de san Agustín es también una ética del amor; es la voluntad lo que lleva al
ser humano hacia Dios.

● Para San Agustín el ser humano busca la Felicidad, y esa felicidad solo puede estar en algo que perdure,
para no perder la felicidad. Lo único que no cambia y permanece es la verdad, y esa verdad para San
Agustín, es Dios. Felicidad = Verdad = Dios.

● San Agustín critica a los escépticos o académicos, pues no tienen razón y se contradicen en su mismo
escepticismo, ellos dicen que no existe la verdad, y por eso dudan, pero esta ya es una afirmación o
verdad para ellos, luego, se contradicen. Ademas, el que duda, sabe al menos que duda y de eso está
seguro, luego ya hay algo de lo que no puede dudar. Lo cual demuestra que el escepticismo radical es
imposible.

● Uno de los temas que aborda en su obra “Sobre la vida feliz” es la capacidad del ser humano de
encontrar la verdad → contra los académicos (escépticos).

→ Siente la necesidad de mostrar, contra la doctrina de los académicos = escépticos, que el ser humano
es capaz de alcanzar la verdad y que puede adquirir la sabiduría.

→ El escepticismo arruina en su misma raíz todo esfuerzo humano por vivir en la verdad, ya que se
“buscar sin nunca encontrar”. Se busca siempre con la esperanza de encontrar la verdad y solo
cuando ésta es hallada, se puede ser sabio o comenzar a serlo. ¿Cómo voy a buscar algo que no
existe?

Agustín, no busca la verdad en el exterior, sino en el interior del ser humano: “no salgas de tu
interior hacia afuera, vuelve a él, porque la verdad se encuentra en lo intimo del hombre”.

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“SOBRE la VIDA FELIZ”

●San Agustín escribe esta obra en Casiciaco (cerca de Milán) en la finca de su amigo Verecundo a
donde se retira para descansar y prepararse para su próximo bautismo (386 → 33 años → allí celebra su
cumpleaños).

●Durante esos 6/7 meses se dedica a las labores administrativas de la finca y a escribir 4 libros.

●“De la Vida Feliz” se presenta como un “banquete espiritual” ofrecido por San Agustin con motivo de
su cumpleaños a quienes le acompañan: su madre (Monica), su hijo (Adeolato), su hermano (Navigio),
sus discípulos (Trigecio y Licencio) y sus primos (Lastidiano y Rustico).

●Temas principales.
oCapacidad del ser humano de encontrar la verdad → contra los académicos (escépticos).
o¿En que consiste la vida feliz?
→ No podía quedarse solo con la afirmación de que el ser humano es capaz de encontrar la
verdad, necesitaba profundizar sobre dónde se encuentra esa verdad y cómo llegar a ella, pues
en su posesión va a consistir la vida feliz.
→ Para San Agustín en la fe cristiana se encuentra la verdad.

●En el capítulo 2 de “De la Vida Feliz” la idea central es que "todos queremos ser felices", y que la
felicidad consiste en poseer lo que se desea, siempre que lo que se desea sea un bien eterno e
inmutable; y como el bien eterno e inmutable por excelencia es Dios, la verdadera felicidad consistirá
en poseer a Dios. Se dirá también que quien es feliz es, al mismo tiempo, sabio, pues posee un bien
que ni la fortuna ni las adversidades le pueden arrebatar, por lo que en su ánimo no hay inquietud ni
temor.

LA FELICIDAD y EL DESEO

Se cuenta una historia que, aunque las crónicas no la recogen, es sumamente significativa. Alejandro Magno (que
seguramente vivió siempre en niveles muy altos de ansiedad y que le obligaban a esa necesidad compulsiva de
conquistar y someter) se encontró con Diógenes antes de partir de viaje para la conquista de la India. Fue un
encuentro muy interesante. El orgulloso Alejandro se sorprendió al ver a aquel hombrecillo desnudo y que vivía en
un tonel; pero lo que aun le asombró muchísimo más fue el comprobar la paz exultante y contagiosa del sabio
ermitaño, sus ojos claros, su imperturbado carácter, su quietud profunda.

Alejandro quiso conocer su secreto y Diógenes le dijo:

- No hay mucho que hacer señor, más bien consiste en hacer poco; en estar; en ser. Yo no ambiciono, no corro, no
me precipito. Estoy en mí mismo, sin apegos, sin codicia ¡y estoy tan bien, tan a gusto y tan sereno!

- Te envidio, amigo -repuso Alejandro-. No es mi caso. Yo estoy tenso, angustiado, me precipito en mil conquistas,
difícilmente logro dormir, apenas disfruto de un instante de paz. Me pregunto si no debería dejarlo todo y
aprender a ser como tú, a parar, a detenerme, a remansarme.
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- Tal te sugiero -aseveró Diogenes- Ya has conquistado demasiado, señor. ¿Hasta dónde quieres llegar? ¿Hasta
cuando quieres seguir?

Alejandro se quedo pensativo. Ese hombre, sin disponer de nada material, era mucho más rico y por supuesto,
más afortunado que él.

- Me queda la India -dijo Alejandro-. La India es mi reto. Te prometo, amigo mío, que tras conquistar la India
regresaré a tu lado y compartiré tu sabiduría .

- Quieres el mundo, Alejandro -declaró Diogenes-. ¡No, incluso el mundo no te bastará!, ¿Que harás cuando hayas
conquistado la Tierra entera?

Las preguntas del sabio quedaron en el aire. Alejandro emprendió viaje a la India. La conquista no resultó lo
afortunada que él hubiera querido y sus mismos hombres le pidieron abandonar el subcontinente. Poco tiempo
después, el hombre más poderoso de la tierra hallaba la muerte. Había vivido sin paz. También poco después
moría Diógenes. El no había conquistado el mundo, pero se había conquistado a sí mismo.

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4) LA EXISTENCIA de DIOS y las IDEAS EJEMPLARES

●El tema que más ocupa a San Agustín es el tema de Dios. Su filosofía es predominantemente una
teología, siendo Dios no sólo la verdad a la que aspira el conocimiento sino el fin al que tiende la vida
del ser humano.

●San Agustín no se preocupa de elaborar pruebas sistemáticas de la existencia de Dios, aunque


propone diversos argumentos que ponen de manifiesto su existencia, haciéndolo con esa intención:

- Orden en el universo: El orden del universo lo ha creado Dios. A partir del orden observable en el
mundo, concluyen la existencia de un ser supremo ordenador.

- Consenso: Como mucha gente ha creído en Dios, será que existe. No es posible que tanta gente esté
equivocada. Recalca la universalidad de la creencia en dioses por parte de todos los pueblos
conocidos.

- Ideas ejemplares: las verdades o Ideas inmutables y eternas (ideas ejemplares), no las ha podido
crear un ser mutable, sino alguien las ha creado en mí. Las ideas que yo encuentro en mi interior,
que son inmutables, no las he podido crear yo, sino alguien inmutable; ese ser es Dios. Por lo tanto,
Dios existe.

Las esencias de todas las cosas creadas se encontraban en la mente de Dios como ejemplares o
modelos de las cosas. Es el llamado ejemplarismo, que se complementa con la teoría (de origen
estoico) de las rationes seminales. Los seres materiales se componen de materia y forma, pero no
todos han sido creados en acto desde el principio del mundo. En el momento de la creación Dios
depositó en la materia una especie de semillas, las rationes seminales, que, dadas las
circunstancias necesarias, germinarían, dando lugar a la aparición de nuevos seres que se irían
desarrollando con posterioridad al momento de la creación. En el acto de la creación Dios crea,
pues, unos seres en acto y otros en potencia, como rationes seminales, por lo que todos los seres
naturales habrían sido creados desde el principio del mundo, aunque no todos existirían en acto
desde el principio.

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5) LA LIBERTAD y EL PROBLEMA del MAL

> LA LIBERTAD:

●El intelectualismo moral socrático llevo a atribuir el origen del mal a la ignorancia, por lo que, si
hacíamos el mal, no éramos malos o habíamos hecho una mala elección, sino que éramos ignorantes.
Sin embargo, cristianismo evidencia el drama de la “libertad individual”, somos libres para actuar,
nosotros los que podemos elegir entre hacer el bien o el mal.

●A diferencia de los griegos, el cristianismo aporta la idea del ser humano libre, además esto es crucial
para aceptar o no el mensaje de Cristo; por tanto, somos libres para salvarnos, si creo en Dios, o
condenarnos, si no somos creyentes.

●La libertad se halla doblemente condicionada:


1. Por la corrupción de la naturaleza (debido al pecado original) que lo inclina hacia el mal.
2. Por la fuerza de la gracia que lo empuja hacia el bien.

●Por tanto, el ser humano se debate entre dos fuerzas ante las cuales no es del todo libre. Según San
Agustín, la voluntad tiende hacia la felicidad, siendo Dios el único objeto adecuado para la felicidad
humana. Sin embargo, el ser humano, debido a la corrupción de su naturaleza por el pecado original,
carece de la visión adecuada de Dios para dirigirse a Él. Por ello es necesaria la “gracia” de Dios, para
que no nos apartemos del auténtico objeto de la felicidad, Dios.

> NATURALEZA DEL MAL:

●Este problema del mal preocupo profundamente a San Agustín en su juventud, quien trató de hallar la
solución primero en el maniqueísmo y después en la filosofía de Plotino, según la cual el mal no es algo
real, algo positivo, sino privación, una carencia.

●Para explicar el mal, San Agustín empieza por diferencias dos tipos de males:
1. Mal físico: Desastres naturales, tragedias, enfermedades….
Todas las criaturas han sido creadas por Dios a su imagen y semejanza, reciben su ser de Dios, por lo
que no pueden ser malas, son buenas. Pero su bondad es limitada. El límite del Bien está en la
materia que constituye sus seres. El mal no proviene de Dios, Él no es responsable. El mal es
ausencia de ser, privación; se deben a la imperfección de los mismos.
2. Mal Moral: El causado por el ser humano con su comportamiento injusto. Es fruto del mal uso que el
ser humano hace de su libertad. El origen del mismo está en la naturaleza del ser humano corrompida
por el pecado original que lo sacó de su estado de gracia y lo hizo capaz de pecar. Dios no es
responsable del mal moral.
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●En conclusión, Dios no es el responsable del mal que hay en el mundo.

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6) FILOSOFÍA de la HISTORIA.

●San Agustín expone sus reflexiones sobre la sociedad y la política en su obra La ciudad de Dios. Esta
obra la escribió a raíz de la caída de Roma, ya que los paganos habían culpado a los cristianos de tal
desastre, argumentando que el abandono de los dioses tradicionales en favor del cristianismo,
convertido desde hacía tiempo en la religión del imperio, había sido la causa de la pérdida del poder de
Roma y de su posterior destrucción.

●Esta obra es el primer tratado de Filosofía de la Historia que se conoce. En él, San Agustín hace una
interpretación del sentido de la historia de Occidente manteniendo un sentido lineal de la historia, Dios
es principio y fin (alfa y omega), frente a la visión cíclica griega.

●Explica la historia como el resultado de la lucha de dos ciudades, la del Bien y la del Mal, la de Dios y
la terrenal, la de la luz y la de las tinieblas. La ciudad de Dios la componen cuantos siguen su palabra,
los creyentes; la terrenal, los que no creen. Esa lucha continuará hasta el final de los tiempos, en que la
ciudad de Dios triunfará sobre la terrenal, apoyándose San Agustín en los textos sagrados del
Apocalipsis para defender su postura.

●Cuando San Agustín habla de civitas, se refiere a los seres humanos, no a la ciudad en si. La sociedad y
la historia son connaturales al ser humano, y producto de su libertad. La sociedad debe edificarse sobre
las virtudes tradicionales, siendo la justicia la más importante. A estas virtudes cardinales deben unirse
las teologales, siendo el amor o la caridad la más importante. Cuando los seres humanos trabajamos
estas virtudes, construimos la Civitas Dei, o Ciudad de Dios, cuyo bien común radica en la paz; cuando
se dejan llevar del egoísmo o de las bajas pasiones como la adquisición desordenada de riquezas, inician
períodos de corrupción, ruina y decadencia, construyen la ciudad terrenal, de la que se podrá salir de
nuevo con el cultivo de las virtudes cristianas. La lucha entre las dos ciudades seguirá hasta el fin de los
tiempos.

Ciudad de Dios Los hombres que aman a Dios por encima de todas las
(Ciudadanos de cielo) cosas.

Ciudad Terrena Los que se aman a sí mismos y sitúan su felicidad en los


(Ciudadanos del mundo) bienes mundanos, despreciando el amor de Dios.

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