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Artículo 146. Notificación: “La constitución del actor civil debe ser notificada al imputado y
al civilmente responsable.
En el caso de que el imputado no se encuentre individualizado, la notificación se le debe hacer
en cuanto se lo individualice”.
Cuando el damnificado directo se constituya en actor civil, se debe notificar inmediatamente al
imputado, y en el caso de que no esté individualizado, una vez que esto ocurra se deberá
notificar a éste imputado recientemente individualizado que hay un damnificado directo que se
ha constituido en actor civil y que le va a reclamar o bien la restitución de la cosa y/o
indemnización de daños patrimoniales o morales que le haya causado.
Artículo 143. Instancia y requisitos: “La constitución de actor civil puede hacerse
personalmente o por mandatario, mediante escrito que contenga, bajo sanción de
inadmisibilidad, los siguientes requisitos:
1) Las condiciones personales y el domicilio legal del accionante;
2) Nombre y domicilio del civilmente demandado;
3) La individualización de la causa;
4) Los motivos en que funda la acción;
5) La naturaleza del daño que se reclama y a qué título lo hace;
6) La pretensión de ser tenido por parte;
7) Su firma”.
Demanda y prueba.
Artículo 147. Demanda. Prueba: “El actor civil debe concretar su demanda, y ofrecer
prueba dentro de los cinco (5) días desde que se le comunica la acusación.
La demanda se formula por escrito y con las formalidades exigidas en el Código Procesal
Civil, Comercial y de Minería y debe ser notificada de inmediato al civilmente demandado. El
tribunal debe rechazar de oficio la demanda que no se ajuste a las formalidades establecidas,
expresando los defectos que contiene. No puede concretarse la demanda contra el civilmente
demandado que no ha sido citado o no interviene espontáneamente”.
El artículo menciona un caso específico (inciso 1) que es que se tendrá por desistido al actor
civil cuando no cite al civilmente responsable. (Ya vamos a ver porqué)
Como vimos en unidades anteriores, constituirse en querellante por ejemplo, y lo mismo para
el actor civil, no exime a estos sujetos del deber de declarar como testigos en la causa.
Entonces ¿por qué el Código diferencia “imputado de civilmente responsable”, y porqué en
algunos casos pide citación del civilmente responsable y respecto al imputado no? Porque,
habíamos dicho que la acción civil se va a ejercer contra el imputado (si son varios, contra
todos ellos, y contra todos los partícipes) pero también pueden haber civilmente responsables.
El CIVILMENTE RESPONSABLE no es el imputado, sino que es aquel sujeto que de
conformidad a la ley civil debe responder por el daño causado por el imputado en virtud del
delito que ha cometido. Estos son los casos que se ven en civil como la responsabilidad del
principal por el hecho del dependiente, la responsabilidad de los padres por el hecho de sus
hijos.
En esos casos, el civilmente responsable tiene que ser citado, a diferencia del imputado que no
tiene porqué ser citado para que proceda la acción civil contra él, ya que él ya está
interviniendo en el proceso en virtud del ejercicio de la acción penal. Pero el civilmente
responsable que no es parte en el proceso y que no está interviniendo debe ser citado por el
actor civil.
El civilmente responsable es aquel que “de acuerdo a la LEY” debe responder por el
imputado, es decir, debe responder por que la ley civil así lo determina. Ahora, si se tratara de
una acción civil que deriva no de la ley sino de un contrato (relación de tipo contractual), ya no
estamos hablando de civilmente responsable, sino del asegurador que debe ser citado en
garantía (Art. 157), cuya regulación es idéntica al del civilmente demandado.
¿Puede ocurrir que sea la misma persona el imputado y el civilmente demandado si el CCyC lo
establece? No. Porque el imputado será siempre el responsable directo del daño (es quien causó
el daño), en cambio el civilmente responsable es una persona que debería responder por el
imputado (sería responsable indirecto).
Entonces, al civilmente responsable hay que citarlo, y esta citación es una CARGA DEL
ACTOR CIVIL. Debe hacerlo durante la investigación penal preparatoria y hasta antes de su
clausura.
La citación es muy sencilla, contendrá los datos personales tanto del actor civil como del
civilmente demandado, el proceso en que se lo cita y el plazo para que comparezca que nunca
puede ser menor de 5 días.
Que una vez que formule la demanda pasará a ser civilmente demandado.
El civilmente demandado tendrá la posibilidad de contestar la demanda, reconvenir, oponer
excepciones, rigiéndose todo ello por el Código Procesal Civil y Comercial.
Artículo 150. Citación: “Las personas que según la ley civil responden por el imputado a
causa del daño que causa el delito pueden ser citadas para intervenir en el proceso penal a
solicitud de quien ejerce la acción civil”.
Artículo 151. Oportunidad y forma: “La citación que se puede hacer en cualquier estado de
la investigación penal preparatoria hasta su clausura, debe contener:
1) El nombre y domicilio del accionante y del civilmente demandado;
2) La indicación del proceso penal y el plazo en que debe comparecer el civilmente
demandado, el que nunca puede ser menor a cinco (5) días.
La resolución debe ser notificada al imputado y a su defensor”.
Artículo 152. Nulidad de la citación: “Es nula la citación, al civilmente demandado, cuando
adolece de omisiones o errores esenciales que perjudiquen su defensa, restringiéndole la
audiencia o la prueba.
La nulidad no influye en la marcha del proceso penal ni impide el ejercicio ulterior de la
acción civil ante la jurisdicción respectiva”.
Artículo 154. Caducidad: “El desistimiento del actor civil hace caducar la intervención del
civilmente demandado”.
Artículo 153. Intervención espontánea: “Cuando en el proceso penal se ejerza la acción
civil, la persona que es civilmente demandada tiene derecho a intervenir en el proceso penal.
Esta participación se debe solicitar, bajo pena de inadmisibilidad, en la forma y oportunidad
que prescribe el artículo 151, en cuanto es aplicable.
La decisión que acuerde la presentación espontánea debe ser notificada a las partes y sus
defensores”.
Artículo 155. Contestación de la demanda. Excepciones. Reconvención: “El civilmente
demandado debe comparecer, contestar la demanda y ofrecer prueba dentro de los diez (10)
días de notificado de la misma. En el mismo plazo puede oponer las excepciones y defensas
civiles que estime pertinentes y convenir.
La forma de todos estos actos, así como el trámite de las excepciones y la reconvención se
rigen por lo establecido en las respectivas disposiciones del Código Procesal Civil, Comercial
y de Minería. Los plazos en todos los casos son de tres (3) días.
La resolución de las excepciones puede, sin embargo, ser diferida por el tribunal para la
sentencia”.
Artículo 156. Rebeldía: “Se debe declarar la rebeldía del civilmente demandado, cuando no
comparece en el plazo de diez (10) días de notificado de la demanda. La rebeldía no suspende
el trámite, que continua como si el civilmente demandado estuviera presente.
Sólo se nombra defensor del rebelde al Defensor Oficial si se lo citó por edictos”.
Artículo 157. Derecho: “El actor civil, el imputado y el civilmente demandado, pueden pedir
la citación en garantía del asegurador”.
Artículo 158. Carácter: “La intervención del asegurador se rige por las normas que regulan
la del civilmente demandado, en cuanto son aplicables”.
Artículo 159. Oportunidad: “El actor civil, el imputado y el civilmente demandado deben
pedir la citación en garantía del asegurador en la oportunidad en que el civilmente
demandado debe comparecer, contestar la demanda y ofrecer pruebas”.
C) DEFENSORES Y MANDATARIOS
Sabemos que la defensa en juicio es una garantía constitucional consagrada en el art. 18 CN:
“Inviolabilidad de la defensa en juicio, de la persona y de sus derechos”. Si bien esa garantía
constitucional protege tanto lo que llamamos defensa técnica como defensa material, ambos
tipos de defensa son dos conceptos distintos.
Lo que se llama Defensa Material, son actos que realiza el imputado por sí mismo.
Básicamente estos actos de defensa material son cuando se abstiene de declarar, sin que ese
silencio pueda ser interpretado como presunción de culpabilidad, o a la inversa, cuando ejerce
su derecho a ser oído y declara. Aquí está ejerciendo el imputado un acto de defensa material.
Este acto de declarar que en el código viejo se llama Declaración indagatoria, hoy con el
Código nuevo es una declaración que el imputado puede hacer o no en el marco de una
audiencia que se denomina Audiencia de Formalización de Investigación penal preparatoria.
Si elige declarar y si elige ampliar esa declaración, está ejerciendo un acto de defensa material.
Actos de defensa material que no deben confundirse con actos de defensa técnica. En esta
unidad vemos la DEFENSA TECNICA.
La defensa técnica es un conjunto de actividades que llevará a cabo un asesor jurídico que
puede ser el abogado de confianza del imputado o un defensor oficial, y que va a ejercer una
serie de actos según el Código Procesal lo faculte, lo obligue o le prohíba realizar.
Este asesor jurídico asiste al imputado desde el punto de vista del ordenamiento jurídico
aplicable al caso particular que se está dando en el proceso penal y debe tener dos requisitos
básicos:
Título de abogado
Matrícula
El Código determina específicamente el momento a partir del cual el imputado debe contar con
defensor y hasta cuándo (art. 160). Tiene durante todo ese tiempo derecho a nombrar uno, dos
o más defensores que considere conveniente.
Artículo 160. Derecho de elección: “Desde la primera actuación del proceso penal y hasta la
completa ejecución de la sentencia que se dicte (cualquiera sea la sentencia: absolutoria o
condenatoria), el imputado tiene derecho a designar libremente uno o más defensores.
Si no lo hace, el representante del Ministerio Público Fiscal debe solicitar que se le nombre
un defensor público, o bien el juez proceder a hacer el nombramiento. En todo caso, la
designación del defensor debe tener lugar antes de la realización de la primera audiencia a
la que es citado el imputado (nunca puede comparecer el imputado a una audiencia sin
defensor).
Si el imputado se encuentra privado de la libertad, cualquier persona de su confianza puede
proponer la designación de un defensor, lo que debe ser puesto en conocimiento de aquél
inmediatamente para su ratificación.
Mientras tanto se debe dar intervención al Defensor Público, que debe ser informado
inmediatamente de la imputación.
El imputado puede designar defensor aún si esta incomunicado y por cualquier medio.
Si el imputado se prefiere defender personalmente, el juez lo puede autorizar cuando ello no
perjudique la eficacia de la defensa y no obste a la normal sustanciación del proceso penal;
de lo contrario le debe designar un defensor público; bajo sanción de nulidad de los actos en
los cuales la ley acuerda al defensor la facultad de asistir.
En cualquier caso, la actuación de un defensor no inhibe el derecho del imputado a formular
planteamientos y alegaciones por sí mismo.
La designación del defensor hecha por el imputado importa, salvo manifestación expresa en
contrario, el otorgamiento de mandato para representarlo en la acción civil, el cual subsiste
mientras no sea revocado.
En ningún caso el imputado puede ser representado por apoderado”.
Esta defensa técnica que el Código regula es necesaria y obligatoria durante todo el proceso
penal (durante la investigación penal preparatoria lógicamente; durante el debate, el defensor
técnico debe asistir al imputado siempre en todo momento ininterrumpidamente, cualquiera
sea la situación procesal que revista, sea que espere el juicio en libertad, sea que esté con
prisión preventiva). En la etapa de ejecución de sentencia (sea absolutoria o condenatoria) se
debe contar con asistencia técnica, sobre todo si ha sido una sentencia condenatoria, por
ejemplo para solicitar cualquier beneficio carcelario como una libertad condicional. Cualquiera
sea el tipo de proceso se debe contar con defensa técnica, es decir si es un Juicio por Jurado, si
es Procedimiento Especial de Flagrancia, si se trata de un menor. Esto es así porque lo que se
quiere lograr es lo que se denomina “PARIDAD DE ARMAS”, ésta tiende a buscar que haya
un equilibrio entre las partes, salvaguardando la igualdad entre las partes. Entonces si el Juez y
el Fiscal para tener esos cargos como requisitos deben tener formación jurídica (son ambos
abogados), el imputado debe contar entonces con esta asistencia de carácter técnico-jurídico.
Por eso es necesario, obligatorio e ininterrumpidamente que el imputado debe contar con un
defensor técnico. Y tan necesario es garantizar esta igualdad que en el caso de que el imputado
no pueda pagar un defensor de su confianza el Estado le debe proveer uno a través del defensor
oficial.
Ahora, acá hay algo muy importante y es que esta paridad de armas e igualdad entre las partes
no se cumple solamente con designar un defensor al imputado, no es una cuestión de un
trámite formal, sino que es necesario además que el defensor técnico ejerza una defensa real,
cierta y efectiva. Esto lo ha dicho la CSJN en una cantidad impresionante de fallos en las que
se ha entendido que la garantía de la defensa en juicio no se cumple únicamente con el trámite
formal de designar a un defensor técnico, sea oficial o particular, sino que la garantía de
defensa en juicio implica una defensa técnica eficaz; por eso el defensor que acepta el cargo
tiene que ejercer una defensa real, cierta y efectiva. Hay numerosos casos en los que no
obstante haber contado con defensor oficial o incluso defensor particular, el imputado ha visto
vulnerada su garantía de defensa en juicio, porque los defensores o bien tenían prolongados
lapsos de inactividad, o bien cometían no de forma aislada sino de forma muy sistemática,
errores o se comportaban negligentemente dejando vencer plazos, o no interponiendo recursos.
De hecho la Corte en estos casos ha dispuesto sustituciones. Esto ha sido antes del sistema
acusatorio, pero se entiende que estando comprometida una garantía constitucional es posible
que los jueces de control de garantía y los Tribunales procedan a esta tipo de sustituciones o
reemplazos de los defensores que no ejercen de manera eficaz la defensa.
El imputado puede incluso designar defensor técnico estando privado de su libertad, estando
incomunicado, y por cualquier medio. Por lo general lo que ocurre es que cuando el imputado
está privado de su libertad una persona de confianza propone la designación de un defensor,
esto inmediatamente se le notifica, se le comunica al imputado a los fines de ratificar esa
designación o bien elegir otro, es totalmente libre en esa elección, y siempre en el caso de que
no pueda o no quiera o se dilate esa designación, se suple designando al defensor oficial para
que actúe en todo momento, poniéndose a éste inmediatamente en conocimiento de la
imputación, de la causa, de todas las actuaciones.
Hay casos en los que el imputado puede optar por defenderse personalmente, son los casos en
los que el imputado es abogado. Incluso hay jurisprudencia en otras provincias, donde los
jueces han admitido que haya imputados con título de escribano que se defiendan
personalmente, es decir sin necesidad de nombrar un defensor. En tales casos, la defensa
personal solo puede ser admitida cuando no perjudique el normal desarrollo del proceso, o
cuando no implique que el propio imputado no va a contar con una buena defensa, es decir con
una defensa técnica eficaz, eso lo debe evaluar el Juez de Control de Garantías o Tribunal
según la etapa de que se trata. Pero se puede autorizar al imputado-abogado defenderse
personalmente en tanto y en cuanto eso no afecte ni la normal sustanciación del proceso ni la
defensa técnica eficaz.
Si el Juez o Tribunal estiman que defenderse personalmente implica obstaculizar el proceso o
se advierte que no hay una defensa técnica eficaz, deben solicitarle al imputado que nombre un
defensor o bien designarle un defensor oficial, porque si no lo hace, todos aquellos actos en los
que hubiese intervenido el imputado defendiéndose personalmente, y habiendo sido advertido,
tales actos serán nulos, porque va a ver una violación de la defensa en juicio.
Sin perjuicio de ello, aun cuando el imputado designe defensor, nada le impide ejercer o
formular argumentaciones o peticiones por sí mismo. Esto se ve mucho en la etapa de
ejecución donde ya está condenados, y éstos cuentan con defensa técnica pero sin embargo
muchas veces eligen ellos mismo hacer peticiones o presentaciones, sin revocar a los
defensores que tienen, pero hay un manejo más personal de ciertas cosas, donde lo hacen
directamente ante el Juez.
Cuando un imputado designa a un defensor, esa designación implica que ese defensor que lo va
a defender en el área penal, lo va a representar en materia civil para el caso de que se ejerza la
acción civil.
El Código aclara en la parte final del art. 160 que “en ningún caso el imputado puede ser
representado por apoderado”, ¿qué significa esto? Que el imputado en el proceso penal va a
ser representado por su defensor técnico, no por un apoderado, porque en realidad la
representación del imputado nunca puede ser plena o absoluta, tampoco tiene las características
que tiene en otros ámbitos como el civil o el laboral, porque el proceso penal requiere mucho
de la presencia personal del imputado sobre todo en la parte de debate.
Artículo 161. Nombramiento: “El nombramiento del defensor no está sujeto a ninguna
formalidad. El imputado puede designar los defensores que considere convenientes, pero no
puede ser defendido simultáneamente por más de dos (2) defensores en las audiencias orales o
en un mismo acto. Si intervienen varios defensores, la notificación practicada a uno de ellos
tiene validez respecto de todos, y la sustitución del uno por el otro, no altera trámites ni
plazos.
En todos los casos el defensor tiene derecho a conocer las actuaciones realizadas, antes de la
aceptación del cargo, salvo los supuestos en los que procede la reserva del legajo. Tiene tres
(3) días para aceptar el cargo, bajo apercibimiento de tener el nombramiento por no
efectuado. Una vez aceptado el cargo debe constituir domicilio procesal.
El ejercicio del cargo de defensor es obligatorio para quien lo acepte. La aceptación es
obligatoria para el abogado de la matrícula cuando se lo nombre de oficio en sustitución del
Defensor Oficial. En ambos supuestos, se pueden exceptuar del nombramiento por una razón
atendible.
Para el ejercicio de sus funciones, los defensores son admitidos de inmediato y sin ningún
trámite, por la policía o fuerza de seguridad interviniente, el representante del Ministerio
Público Fiscal o el juez, según el caso”.
Artículo 162. Nombramiento posterior
“Durante el transcurso del proceso penal, el imputado puede designar nuevo defensor, pero el
anterior no puede ser separado ni puede renunciar a la defensa hasta que el nuevo designado
acepte el cargo.
La designación del defensor de oficio no perjudica el derecho del imputado a elegir
ulteriormente otro de su confianza; pero el nombramiento no se considera operado hasta que
el designado acepte el cargo y fije domicilio”.
El nombramiento de un defensor (sea el de confianza o el oficial) no está sujeto a formalidad
alguna, esto es en virtud del principio de simplicidad y de la desinformalización propio del
acusatorio; ni la propuesta de un defensor ni la designación que se hace una vez que el
imputado ratifica ese defensor y el Juez lo acepta, nada de eso tiene ningún tipo de formalidad,
se hace a través de una resolución de mero trámite en la que se dice “Téngase por designado
al defensor tal…, tal designación es consentida y ratificada por el imputado tal…”
No hay límite tampoco en la cantidad de abogados defensores que pueda tener el imputado. Sí
hay límite en el modo de actuación, esto es que si han designado a varios defensores, éstos no
pueden defender al imputado simultáneamente en una cantidad mayor de dos en las audiencias
orales o en un acto particular.
Cuando sean varios los defensores, el Código dispone que la notificación a uno de ellos es
válida respecto de todos, y las sustituciones de los abogados unos por otros, no puede alterar ni
suspender plazos o trámites en el proceso penal (es una cuestión de organización que debe ser
ajena al proceso penal, el que de ninguna forma se puede obstaculizar).
Antes de aceptar el cargo de defensor, éste tiene derecho a solicitar la revisión de las
actuaciones, para conocer qué caso penal está asumiendo. Salvo el caso de reserva del legajo,
se le debe dar a conocer a ese abogado que todavía no acepta el cargo, todas las actuaciones, se
le debe permitir que las conozca.
Tiene 3 días para aceptar el cargo una vez que se lo ha nombrado, bajo apercibimiento de tener
ese nombramiento por no efectuado. Cuando acepta el cargo tiene que constituir domicilio
procesal.
El ejercicio de las funciones inherentes a ese cargo (una vez aceptado) es obligatorio. Tiene
que haber un ejercicio de la defensa técnica real, cierto y efectivo. Y este ejercicio de la
defensa, en tanto sea dentro de los límites lícitos no puede ser obstaculizado ni impedido, ni
interrumpido, por el Juez, ni por el representante del MPF, tampoco por las fuerzas de
seguridad. Tiene que ser un ejercicio libre, amplio, real, cierto y efectivo.
Puede ocurrir que durante el transcurso del proceso penal, el imputado desee cambiar de
abogado, o bien designado un defensor oficial quiera luego designar uno de su confianza o a la
inversa, puede hacerlo libremente las veces que quiera durante todo el proceso penal, siempre
teniendo en cuenta que esos nuevos nombramientos que haga el imputado no se tienen por
operados hasta tanto los nuevos defensores no acepten el cargo y fijen domicilio.
En la audiencia debe estar presente el defensor, el nuevo y el anterior que queda revocado.
Hay una discusión que se da en cómo se debe comportar el defensor del imputado en el
proceso penal:
Posición extrema: entienden que el defensor del imputado no puede ser un representante
de los intereses exclusivos del imputado sino que antes que nada es un auxiliar de la
justicia, entonces se dice, se entiende que el defensor no puede patrocinar la
delincuencia sino que tiene que estar comprometido con el derecho y la justicia. Este
concepto de que el defensor es un auxiliar de la justicia, tiene un sesgo inquisitorial,
propio del sistema inquisitorio porque implicaría que el defensor del imputado tenga
más deberes para con el Estado (Poder Judicial) que con su propio cliente (individuo
sometido a un proceso penal).
Otra posición extrema, inversa a la anterior, dice que el defensor del imputado debe
estar totalmente sujeto y sometido a las instrucciones de su cliente.
Posición Intermedia –prevalece- (están más de acuerdo con lo que se espera de un
proceso penal de tipo acusatorio): entienden que, si bien el defensor no es un auxiliar de
la justicia, es en definitiva un operador del sistema de administración de justicia, ya que
trabaja, opera en él. Es real que debe respetar a rajatablas los intereses del imputado y
defenderlos, pero siempre dentro de lo admitido legalmente, evitando incurrir en abusos
de derechos. O sea, el defensor del imputado no está comprometido, no tiene un deber
de colaborar con la búsqueda de la verdad procesal, pero tampoco puede obstaculizar
permanentemente la búsqueda de esa verdad.
Hay que tener en cuenta que todas las partes del proceso y esto también lo comprende al
defensor del imputado, tienen el deber de actuar con buena procesal.
Artículo 163. Defensor común: “La defensa de varios imputados puede ser confiada a un
defensor común siempre que no existe incompatibilidad, si ésta es advertida, el tribunal debe
proveer, aún de oficio, a las sustituciones necesarias”.
Puede ocurrir que varios imputados le confíen la defensa a un único defensor, esto está
permitido en tanto y en cuanto no haya incompatibilidades (dice el Código), si las hay, el Juez
o el Tribunal según la etapa del proceso en la que estemos debe proceder de oficio (una de las
pocas cosas que de oficio pueden hacer los jueces) a las sustituciones o reemplazos necesarios
que corresponda. ¿Qué es esto? Es cuando varios imputados que han participado de un mismo
hecho le confían la defensa a un único defensor, pero con el transcurso del proceso empiezan a
surgir lo que se llama “intereses en conflicto”, cuando esto ocurre el Juez o Tribunal que lo
advierta deberá proceder a solicitarle a aquellos imputados de quienes surgen estos intereses en
conflicto, que nombren a otro defensor, porque está en juego una garantía constitucional.
Si hubiese intereses contrapuestos y el juez no procede de oficio a pedirle a los imputados que
designen un nuevo defensor, todos esos actos en los que esos imputados han participado con
ese defensor común no obstante existir intereses contrapuestos, serán inválidos y
específicamente NULOS por haberse violado la garantía de defensa en juicio
(Aclaración: cuando vemos que el Juez hace algo de oficio es porque está comprometida una
garantía constitucional que hay que salvaguardar).
Artículo 164. Abogado sustituto: “El defensor del imputado puede, con su consentimiento,
designar un abogado sustituto para que intervenga en determinados actos si tiene algún
impedimento atendible. El abogado sustituyente asume las obligaciones del defensor y no tiene
derecho a prórroga de plazos o audiencias”.
Abandono: se da cuando hay una inactividad prolongada del defensor pese a que se lo insta a
que actúe. Cuando no se utilizan herramientas defensivas en casos de trascendencia, por
ejemplo hay oportunidad de interponer recursos y no lo hace, lo mismo cuando está la
oportunidad de ofrecer prueba y no lo hace, lo cual ocasiona consecuencias graves para el
imputado; cuando no asiste a las audiencias. En tales casos se entiende que hay abandono y
corresponde apartarlo de la causa, nombrar al defensor oficial u otro de confianza del imputado
sin perjuicio de las sanciones y lo que pueda ocurrir en el Tribunal de disciplina del Foro de
abogados.
Artículo 165. Abandono: “En ningún caso el defensor del imputado puede abandonar la
defensa y dejar a su cliente sin asistencia letrada. Si así lo hace, se debe proveer a su
inmediata sustitución por el Defensor Oficial y no se lo puede nombrar de nuevo en la misma
causa. Cuando el abandono ocurre poco antes o durante el debate, el nuevo defensor puede
solicitar una prórroga máxima de cinco (5) días para la audiencia. El debate no se puede
volver a suspender por la misma causa, aun cuando el tribunal conceda la intervención de
otro defensor particular, lo que no excluye la participación del Defensor Oficial.
El abandono constituye falta grave y obliga al que incurre en él a pagar las costas de la
sustitución, sin perjuicio de otras sanciones”.
Artículo 166. Sanciones: “El incumplimiento injustificado de las obligaciones por parte de los
defensores de los imputados puede ser sancionado con multa de hasta diez (10) veces el
salario mínimo del escalafón judicial, además de la separación de la causa.
Todas las sanciones, inclusive las de abandono, son recurribles, conforme las disposiciones de
la Ley Orgánica de Tribunales. Al quedar firmes deben ser comunicadas al Tribunal de
Disciplina del Foro de Abogados. Si se trata de funcionarios judiciales, la comunicación se
debe cursar a la Corte de Justicia y al Fiscal General de la Corte de Justicia”.
Artículo 167. Renuncia: “El defensor del imputado puede renunciar al ejercicio de la
defensa. En este caso el tribunal debe proveer de inmediato a su sustitución haciéndole
conocer la situación al imputado. La renuncia no se considera operada hasta que el designado
acepte el cargo y constituya domicilio procesal”.
Asimismo, aquel abogado que no quiera ejercer el cargo de defensor siempre puede renunciar,
lo hace por escrito, y una vez que el Juez o Tribunal (depende de la etapa) toma conocimiento
de la renuncia tiene que comunicarlo inmediatamente al imputado, para que éste designe un
nuevo defensor; y este nuevo defensor no se lo tendrá como tal hasta tanto no acepte el cargo y
constituya domicilio (siempre ésta es la regla general).
Los Jueces cada vez que reciban un escrito de renuncia de un abogado defensor, tanto la
procedencia, como motivos y la aceptación de la renuncia tiene que ser valorada por el Juez
con criterio muy amplio, es decir no se le debe colocar obstáculos al defensor para que pueda
renunciar, porque se podría afectar la garantía de la defensa en juicio, el Juez debe SIEMPRE
aceptar la renuncia del defensor.-
(Hasta acá clase)