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ÉL REGRESO DE NUESTRO REY

Texto bib. Jn.14:1-3

INTRODUCCIÓN

2) Sé que en algún momento de la vida, Ud. Ha tenido la triste experiencia de decir adiós. Ya sea
para ir de vacaciones, trabajo o residencia. O a una relación de pareja. Nos sumergimos en un
mar de llantos.
En una ocasión, un padre y su hija se abrazaron momentos antes de separarse. Se anunciaba la
salida del vuelo que ella iba a tomar y junto a la puerta la escuché decir:
__Papá, nuestras vidas juntas ha sido suficiente, Tú me has dado siempre el amor que necesité.
__Hija, te deseo lo suficiente, respondió el padre. Se besaron y entendiendo ella, el sentimiento
de soledad y abandono le dijo: Papa volveré, y partió.
Él, caminó hacia donde yo estaba sentado. Se quedó ahí mirando por la ventana, pero sin mirar.
Era evidente que quería y necesitaba llorar.
Intenté no ser un intruso en su privacidad, pero él me preguntó:
__ ¿alguna vez dijo adiós sabiendo que será para siempre?
__-Sí, lo he hecho-, respondí.
Le pregunté: ¿por qué piensa que es un adiós para siempre? 
__Soy viejo y ella vive muy lejos y sinceramente, creo que su próximo viaje de regreso será para
mi funeral-, dijo.

3) La segunda carta de Pablo a Timoteo es una carta de despedida.

Pablo entendía que su muerte sucedería en cualquier momento. Pero no vemos amargura,
desesperación ni frustración en esta carta. Por el contrario, vemos a un hombre con esperanza:
“[…]

4) me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día (2
Tim. 4:8).

Él tenía la seguridad de que el Señor volvería y que él resucitaría ese día. Y además, agrega: “y
no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Tim. 4:8).

ANTES DE VENIR, ÉL PROMETIÓ VOLVER


5) Existen más de 300 textos en el Nuevo Testamento que hablan del regreso de Jesús. Pero lo
increíble es que existen otros textos que hablan de la segunda venida, anteriores a su venida
al mundo por primera vez. Son garantías de que él vendrá una segunda vez.

El testimonio de Job: Job 19:25, 26.

Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi
piel, en mi carne he de ver a Dios”.

Job confiaba que su inexplicable dolor familiar, personal, material, un día tendría fin. Su
“Redentor” vendría para solucionar todo el dolor de esta Tierra.

6) El testimonio de Enoc: Judas versículos 14 y 15

“[…] he aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y
dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de
todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él”.

Enoc tuvo una visión del “juicio”, del Dios que vendrá a hacer justicia.

7) El testimonio del salmista: Salmo 50:3-5

Vendrá nuestro Dios y no callará; fuego consumirá delante de él, y tempestad poderosa le
rodeará. Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis
santos, los que hicieron conmigo pacto con sacrificio”.

Ya el salmista pudo ver cómo será la ejecución del juicio, con “fuego”.

El testimonio de Isaías: Isaías 25:8, 9

8) “Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los
rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se dirá en
aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien
hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación”.

Isaías ve la destrucción de la “muerte”, pues no habrá más pecado después de la segunda venida
de Jesús.

El testimonio de Daniel: El profeta ve establecerse el “reino” eterno de Dios después que todos
los reinos de metal y barro pasaron. Daniel describe toda la historia del mundo en el segundo
capítulo de su libro.

9) Daniel 2:45 “…de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la
cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo
que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación”.
Lo increíble es que esas profecías fueron dadas antes que Jesús viniera por primera vez y se
extienden más allá de las profecías Mesiánicas que vimos en el primer tema de esta semana.

10) SI ÉL VINO, ES UNA SEÑAL DE QUE VOLVERÁ

Su encarnación y crucifixión son las principales evidencias que él vendrá en gloria y majestad
para ser considerado como siempre debería haber sido.

David declara en el Salmo 50:3 “Vendrá nuestro Dios”

11) “Hay más de 1.500 profecías sobre la segunda venida de Jesús registradas en la Biblia. Para
cada profecía sobre la primera venida de Jesús en el antiguo Testamento hay ocho que predicen
su segunda venida.

El regreso de Jesús se menciona una vez cada cinco versículos en el Nuevo Testamento (Mark
Finley, Estudiando juntos, p. 26).

12) La biblia nos dice que:

(PDT) "Después de morir, Jesús pasó cuarenta días con los apóstoles. Les dio pruebas muy
ciertas de que estaba vivo y les habló del reino de Dios." (Hechos 1:3)

Después de su resurrección, se demoró por un tiempo en la tierra, a fin de que sus discípulos
pudiesen familiarizarse con él en su cuerpo resucitado y glorioso. Ahora estaba listo para la
despedida.

Había demostrado el hecho de que era un Salvador vivo. Sus discípulos no necesitaban ya
asociarle en sus pensamientos con la tumba. Podían pensar en él como glorificado delante del
universo celestial.

13) ¨Con los once discípulos, Jesús se dirigió a la montaña. Mientras pasaban por la puerta de
Jerusalén, muchos ojos se fijaron, admirados en este pequeño grupo conducido por Uno que unas
semanas antes había sido condenado y crucificado por los príncipes.

HABÍA llegado el tiempo en que Cristo había de ascender al trono de su Padre. Como lugar de
su ascensión, 14) Jesús eligió el sitio con tanta frecuencia santificado por su presencia mientras
moraba entre los hombres, el monte de los olivos.

Los discípulos no sabían que era su última entrevista con su Maestro. Jesús dedicó el tiempo a
conversar con ellos. Al acercarse a Getsemaní, se detuvo, a fin de que pudiesen recordar las
lecciones que les había dado la noche de su gran agonía.
15) Volvió a mirar la vid por medio de la cual había representado la unión de su iglesia consigo
y con el Padre; volvió a repetir las verdades que había revelado entonces.

En todo su derredor había recuerdos de su amor no correspondido. Aun los discípulos que tan
caros eran a su corazón, le habían cubierto de oprobio y abandonado en la hora de su
humillación.

Cristo había estado en el mundo durante treinta y tres años; había soportado sus escarnios,
insultos y burlas; había sido rechazado y crucificado.

Al llegar al monte de las Olivas, Jesús condujo al grupo a través de la cumbre, hasta llegar cerca
de Betania. Allí se detuvo y los discípulos le rodearon. Rayos de luz parecían irradiar de su
semblante mientras los miraba con amor. No los reprendió por sus faltas y fracasos; las últimas
palabras que oyeron de los labios del Señor fueron palabras de la más profunda ternura.

16) Con las manos extendidas para bendecirlos, como si quisiera asegurarles su cuidado
protector, ascendió lentamente de entre ellos, atraído hacia el cielo por un poder más fuerte que
cualquier atracción terrenal.

Y mientras él subía, 17) los discípulos, llenos de reverente asombro y esforzando la vista,
miraban para alcanzar la última vislumbre de su Salvador que ascendía.

Una nube de gloria le ocultó de su vista; y llegaron hasta ellos las palabras: "He aquí, yo estoy
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo," mientras la nube formada por un carro de
ángeles le recibía. Al mismo tiempo, flotaban hasta ellos los más dulces y gozosos acordes del
coro celestial.

Mientras los discípulos estaban todavía mirando hacia arriba, se dirigieron a ellos unas voces que
parecían como la música más melodiosa.

18) Se dieron vuelta, y vieron a dos ángeles en forma de hombres que les hablaron diciendo:
"Varones Galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado desde
vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo." (Hechos 1:11).

Estos ángeles pertenecían al grupo que había estado esperando en una nube resplandeciente para
escoltar a Jesús hasta su hogar celestial. Eran los más exaltados de la hueste angélica, los dos que
habían ido a la tumba en ocasión de la resurrección de Cristo y habían estado con él durante toda
su vida en la tierra.

El mismo Jesús que había andado, hablado y orado con ellos; que había quebrado el pan con
ellos; que había estado con ellos en sus barcos sobre el lago; y que ese mismo día había subido
con ellos hasta la cumbre del monte de las Olivas, el mismo Jesús había ido a participar del trono
de su Padre. Y los ángeles les habían asegurado que este mismo Jesús a quien habían visto subir
al cielo, vendría otra vez como había ascendido. por eso un día dijo:
19) Vendrá "con las nubes, y todo ojo le verá."(Apoc. 1:7). Ojos de amor, ojos de odio, ojos de
burla, ojos de lloro, ojos de alegría. Todo ojo lo vera.
20) Su venida ser a tan visible como el relámpago que vemos atravesar por el cielo. (Mt. 24:27).
Su venida será vista por todos
Como un resplandor de gloria extendido a través de los cielos, nuestro redentor regresará a la
tierra, viajando por entre las constelaciones de los mundos infinitos.
21) El creador de las esferas celestes regresara como Conquistador, acompañado por todos los
ángeles del cielo. (Mt. 25:31)
Cuantos son? Apoc. 5:11
Y miré, y oí voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los animales,
y de los ancianos; y la multitud de ellos era millones de millones.

Cristo vendrá en su propia gloria, en la gloria del Padre, y en la gloria de los santos ángeles.
Millones de millones y millares de millares de ángeles. . . lo escoltarán en su camino. En lugar de
la corona de espinas, él llevará una corona de gloria: una corona dentro de una corona. En lugar
de ese antiguo manto de púrpura, estará vestido con un ropaje del blanco más puro, tanto que
"ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos" (Mar. 9: 3). Y en su vestido y en su
muslo habrá escrito un nombre: "Rey de reyes y Señor de señores" (Apoc. 19; 16).
Todo el cielo se vaciará de ángeles, mientras los santos lo estén esperando, mirando hacia el
cielo, como lo hicieron los galileos cuando ascendió desde el monte de los Olivos.
22) Que espectáculo! Rasgando las constelaciones por los caminos del espacio infinito.
Viene para cumplir la promesa que hizo a sus discípulos:
23) NO se turbe vuestro corazón; vendré otra vez.
El apóstol Pablo describe su venida en estas positivas y emocionantes palabras:
24) "El mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá
del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero."(1 Tes. 4:16)
Es entonces cuando resucitan nuestros seres amados, y se encontraran con nosotros y con nuestro
Señor.
Cristo no se olvida de los que duermen.
25) Dara a cada uno su recompensa.
26) Seremos transformados.
27) la muerte será vencida.
28) También el Seol
29) La muerte será el último enemigo en ser vencido.
30) Pensemos por un momento, en lo que será para aquellos que rehusaron creer y prepararse
para la venida de nuestro Dios y Señor. Momentos de terror, de muerte de extinción.
Pero para el creyente, para todo aquel que hizo de Cristo de rey y señor, su salvador, no habrá
temor.
No hay que sentir temor. Después de todo lo que Cristo hizo por nosotros tenemos que confiar en
él. “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna;
y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida” ( Juan 5:24). En otras palabras será
salvo cuando Cristo vuelva.

CONCLUSIÓN

Al mirar hacia el pasado encontramos salvación en la cruz de Cristo. Allí nos concedió la
justificación de nuestros pecados.

Al mirar el presente y ver lo que hace por nosotros en el Santuario celestial encuentro
santificación, pues él nos da poder para vencer el pecado. Ya no somos más prisioneros, siervos,
esclavos del mal. (Lucas 4:18).

Al mirar hacia el futuro cuando Jesús regrese tendremos la glorificación. Viviremos la gloria
eterna que él ya preparó para cada uno de los que “aman su venida”.

31) Hoy es el día de tu decisión. Día donde puedes escoger una nueva dirección en tu vida. Día
de decisiones eternas.

32) Jesús te llama hoy, una vez más, su deseo es salvarte, regalarte esa vida eterna que gana para
ti y para mí en la cruz del calvario. Vida que han abrazado millones de creyentes a través de los
siglos.

33) Habrá indecisión en tu mente?

Te invito a aceptar a Jesús como tu Salvador personal, y juntos prepararnos para recibirle en
aquel día y decir junto a todos los redimidos:

34) He aquí, este es nuestro Dios…

35) Respondes tú al llamado de Dios?

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