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“LA PROMESA”
TRABAJO DE CAMPO
DOCTRINA #2
PERTENECE A
AMANDA PAOLA ORTIZ G.
PROFESORA
ANCIANA ELENA BAJAÑA
Podríamos decir entonces que el término "morada" implica el concepto de hogar, un lugar íntimo y
querido en el que podremos tener comunión con el Padre. El Hijo, como heredero universal del Padre
quiere acoger en su hogar a sus discípulos, llevándolos a una relación de confianza y cercanía con el
Padre
Muchas moradas: La versión en inglés NKJV lo traduce como muchas mansiones, pero a la luz del
antiguo griego, es mejor traducido como “moradas.” El sustantivo mone (conectado con el verbo meno,
“quedarse” o “permanecer”) significa “un lugar donde quedarse,” A la luz de la naturaleza de Dios, es
mejor traducirlo como moradas. Es decir, que cualquiera que sea el lugar donde nos quedaremos en el
cielo, será tan glorioso como una mansión.
Jesús prometió que reuniría a su pueblo al final de la era. El enfoque completo del cielo es estar con
Jesús. El cielo es cielo no por las calles de oro, las puertas de perla, ni siquiera la presencia de ángeles. El
cielo es cielo porque Jesús está ahí.
Fornicarios
Idólatras
Adúlteros
Afeminados
Los que se echan con varones
Ladrones
Avaros
Borrachos
Maldicientes
Estafadores
4. ¿Con quienes se encontrará el creyente en el cielo?
Podremos ver a todos aquellos santos de los que nos hablan las Escrituras, también estarán nuestros seres
queridos que fueron creyentes y una innumerable multitud de creyentes de todos los tiempos. Por
ejemplo:
El hijo de David: El rey David tenía un hijo que murió en la infancia. Cuando el
pequeño murió, David dijo: «Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré
yo hacerle volver? Yo voy a él, más él no volverá a mí.» (2 Samuel 12:23). David sabía
que volvería a ver a su hijo en la presencia del Señor, y saber que se reuniría con el hijo
que amaba le dio consuelo en su duelo.
Abraham, Isaac y Jacob: Nuestro Señor dijo que muchos vendrán del este y del oeste y
se sentarán a la mesa «con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos» (Mateo
8:11). Abraham fue el padre de Isaac y el abuelo de Jacob, y en el cielo disfruta de la
compañía de su hijo y su nieto, mientras que Jacob disfruta de la compañía de su padre y
su abuelo.
Jesús y los discípulos: Jesús dijo a sus discípulos: » Y os digo que desde ahora no beberé
más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino
de mi Padre.» (Mateo 26:29). Los once, que compartieron la última cena con Jesús en la
tierra, comerán y beberán con él en el cielo. Pedro, Santiago, Juan y los demás serán
nombrados y conocidos en el cielo tan claramente como fueron nombrados y conocidos
en la tierra.