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Lee atentamente el texto titulado “¿Salud o libertad? ¿Pueden estar estos derechos en conflicto? Pag.156.157
¿Salud o libertad? ¿Pueden estos derechos estar en conflicto?
En la historia inicial, vemos que la Ley N.° 30021, Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes, aprobada el año 2013, restringe la
libertad de las y los estudiantes para decidir qué van a consumir; al mismo tiempo, contribuye a que todo el estudiantado pueda alimentarse de forma saludable.
El Estado considera que lidiar contra la mala alimentación implica ir más allá de solo respetar la buena voluntad individual de las personas. Por ello, considera
fundamental propiciar espacios formativos para cultivar, desde temprana edad, el valor de una alimentación saludable.
Por un lado, el espacio formativo más importante, a largo plazo, es la institución educativa. En esta podemos empezar por sensibilizar a las y los estudiantes
respecto a la importancia de consumir alimentos saludables. Pero también resulta formativo que cada niña, niño, adolescente y persona adulta pueda reconocer
fácilmente las propiedades nocivas de los alimentos empaquetados o procesados que consumen.
Estas disposiciones permitirían que las ciudadanas y ciudadanos podamos estar más atentos en lo que respecta a gestionar nuestra propia salud. Si bien los
cambios no son inmediatos en materia de salud pública, lo cierto es que los beneficios podrían apreciarse a largo plazo: por lo menos en unos cinco años.
¿El Estado debería regular el consumo de alimentos?
En una sociedad democrática suelen convivir posiciones distintas respecto a estos temas: algunos creen que el Estado
debe intervenir más para lidiar con situaciones de desigualdad social, mientras que otras personas consideran que debería
intervenir menos para favorecer iniciativas privadas. Si consideramos que el rol del Estado es garantizar los derechos que
permiten la calidad de vida de las personas, entonces el Estado sí puede y debe intervenir:
¿qué derechos debe garantizar el Estado con mayor o menor énfasis? ¿Esto justifica que pueda intervenir de tal
forma que se pueda limitar la libertad de las personas o de las empresas?
Esto va más allá de simples preferencias, pues, como vimos, están en juego derechos que, en muchas personas, se expresan como principios éticos. Por
ejemplo, hay quienes defienden el siguiente principio: “Nada ni nadie debe vulnerar mi derecho a tomar decisiones, pues eso restringe mi libertad individual”.
En cambio, otras personas podrían regirse por el siguiente principio: “Nada ni nadie debe impedir que se acceda a una vida saludable, pues ella es
fundamental para garantizar la dignidad y bienestar de las personas”. Estos principios o máximas morales no tienen que ser necesariamente principios
contradictorios, pero frente a esta ley se ven claramente contrapuestos y, por ello, podemos afirmar que producen un conflicto ético. Observemos algunos
enunciados de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en algún sentido respaldan ambas posiciones:
En diálogo con tus familiares, elabora propuestas de medidas preventivas para lograr una
Tu reto final será: vida saludable, relacionadas con el consumo de alimentos. Redáctalas en una hoja en físico
y preséntalas a los integrantes de tu familia y a tus amistades.