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Ü Introducción
El consumo de alcohol está muy arraigado en los patrones culturales vigentes en nuestra sociedad, pertenece a la
familia farmacológica de depresores del sistema nervioso central. No obstante, en concentraciones bajas sus
efectos iniciales sobre la conducta son estimulantes, reducen la tensión y puede ser una herramienta útil para
enfrentarse a situaciones sociales.
El consumo de alcohol es la sustancia psicoactiva que acarrea mayor nº de problemas personales, sociales y
sanitarios en España. Ocupamos uno de los primeros lugares del mundo en el consumo de alcohol, con un fenómeno
nuevo en los jóvenes (abuso en fin de semana y borracheras). En nuestro medio, junto a una importante base socio-
cultural, están presentes los efectos fisiológicos, los factores psicológicos y de reforzamiento que facilitan continuar
consumiéndolo.
El síndrome de dependencia alcohólica, la dependencia al alcohol, el alcoholismo o la enfermedad alcohólica,
ha sido considerado como un trastorno progresivo. El consumo de bebidas alcohólicas se inicia en la adolescencia
y progresa lentamente, llegando a constituirse en un problema hacia la mitad o al final de los 20 años. Para llegar a
ser un adicto se requiere habitualmente un patrón de gran bebedor y muy reiterativo. Hoy hay excepciones en el
nuevo patrón del beber concentrado, o binge drinking, que puede acelerar la aparición de la dependencia del
alcohol en jóvenes. Sabemos que los alcohólicos pueden comenzar a serlo a una edad avanzada, sin haber tenido
previamente problemas de abuso o dependencia, dándose más este fenómeno en mujeres que en varones mayores,
cuando en edades tempranas es a la inversa.
Una exposición crónica al alcohol produce dependencia física. Cuando alguien ha estado bebiendo durante un
largo periodo de tiempo y deja de hacerlo de repente, el síndrome de abstinencia pude ser grave e incluso mortal.
Los trastornos de abstinencia se alivian instantáneamente con el alcohol, las benzodiacepinas o los barbitúricos. De
igual manera, el síndrome de abstinencia causado por la exposición crónica a las benzodiacepinas o a los
barbitúricos se alivia con el alcohol.
En el ámbito laboral, el consumo abusivo de alcohol acarrea accidentes, absentismo, menor rendimiento, cargas
sociales, suicidio, etc. Dentro de la problemática psiquiátrica y psicológica se han estudiado las repercusiones en las
relaciones familiares, el estrés, la personalidad previa del alcohólico, las clasificaciones del alcoholismo, los
diagnósticos duales, etc., además del tratamiento psicológico y psiquiátrico para que abandonen la bebida. Destacar
que la familia del alcohólico sufre directamente las graves consecuencias del alcoholismo, que se pueden graduar en
4 niveles: Desajuste familiar. Separación conyugal. Disgregación familiar. Degradación familiar.
Para calcular la cantidad de gramos consumidos diariamente o el “Número de Unidades de Bebida” (UBEs), sólo
hay que transformar cada cerveza o vaso de vino en 1 unidad, equivalente a 10 gr. y un vaso o copa de destilado en
2 unidades, equivalentes a 20 gr. Considerando las unidades de bebida estándar, se considera un consumo
prudencial 2 y 3 unidades día en mujeres y varones, respectivamente.
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Tema 8: Alcoholismo 2017
El criterio de intervención se sitúa a partir de 21 unidades/semana en la mujer y 35 unidades/semana en el varón.
El alcoholismo se da más frecuentemente en el varón. La mujer con problemas de alcohol comienza a beber
más tardíamente. Nota Positiva = en los últimos 50 años, en España, como en países tradicionalmente productores
de vino (Francia, Italia, Portugal y Grecia), se ha producido un descenso en la cantidad de alcohol puro per cápita.
Nota Negativa = surgimiento del botellón, genuina reciente creación española, y el consumo intensivo de alcohol.
2. Tipologías.
Se suele diferenciar el alcoholismo en primario y secundario:
o Primario: la persona presenta una etiopatogenia preferentemente ambiental, con un desarrollo tardío y lento
de su dependencia como colofón de una alcoholización progresiva.
o Secundario: la persona tendría una psicopatología de base que le predispone al alcoholismo, suele tener
una historia familiar de alcoholismo, inicia precozmente abusos de alcohol y desarrolla pronto su dependencia.
Cloninger (1987) indica, como características del alcoholismo:
Tipo I Tipo II
o Ambos sexos. o Predominaría en el sexo masculino.
o Elevada dependencia psíquica. o Heredable.
o Aparece en personas mayores de 25 años. o Predominio de dependencia física y
o Asociada a trastornos psiquiátricos (ansiedad y depresión). tolerancia.
o Tienen una personalidad pasivo-dependiente o ansiosa o Aparición precoz; asociado al trastorno
caracterizada por elevada evitación del castigo, elevada antisocial de la personalidad; y con
dependencia de la recompensa y baja búsqueda de novedades. personalidad antisocial.
Destaca el estudio de Moss, Chen y Yi (2007). Partiendo de 1.484 personas del estudio NESARC, todos con
dependencia del alcohol en el último año, y en una muestra norteamericana, derivan 5 tipos de alcohólicos:
Adulto Edad de comienzo temprana. Probabilidad: Baja de trastorno de personalidad antisocial y moderada
er
Joven de tener un familiar de 1 o 2º grado con dependencia del alcohol.
Funcional Mayores (+ 41 años), edad mayor de iniciación al consumo. Probabilidad: Baja de trastorno de
er
personalidad antisocial. Moderada de tener un familiar de 1 o 2º grado con dependencia del alcohol
y de tener depresión. Baja de tener un trastorno de ansiedad.
Familiar Edad (sobre 37 años), comienzo del consumo sobre los 17 años, comienzo de la dependencia del
Intermedio alcohol a los 32 años. Probabilidad: Moderada de tener un trastorno de personalidad antisocial.
er
Elevada de tener un familiar de 1 o 2º grado con dependencia del alcohol, tienen un % importante
de trastorno bipolar, TOC, TAG, consumo de cannabis, cocaína, siendo un 64% varones.
Joven Consumo temprano (15,5 años), y comienzo temprano de la dependencia (18,4 años). Probabilidad:
Antisocial Alta de tener un trastorno de personalidad antisocial, de tener dependencia del alcohol
intergeneracional, mayor de depresión, trastorno bipolar, fobia social, trastorno de personalidad
obsesivo-compulsivo, fumador regular, abuso o dependencia de cannabis, de las anfetaminas, y
consumo de cocaína y opiáceos, siendo el 76% varones.
Severo Mayores (37,8 años), comienzo temprano del consumo (15,9 años), comienzo tardío de la
Crónico dependencia del alcohol (29 años). Probabilidad: Alta de trastorno de personalidad antisocial, alto
er
nivel de familiar de 1 o 2º grado con dependencia del alcohol, y de tener a lo largo de la vida
depresión mayor, distimia, trastorno bipolar, TAG, fobia social, trastorno de pánico, fumador regular,
con trastornos por consumo de cannabis, cocaína, y opiáceos (siendo el 65% varones). Tiene mayor
nivel de divorciados, y bebe más días y mayor cantidad. Los que más acuden a tratamiento.
Relacionado con las tipologías está la historia natural del alcoholismo: la evolución del trastorno de dependencia
es variable de unos a otros individuos, tanto para la adquisición de la dependencia como para el surgimiento más
temprano o más tardío de distintos trastornos físicos y mentales. Sabemos que la evolución va a variar y que una
parte de estas personas irán empeorando y otras podrán dejar su consumo abusivo. Incluso en aquellos con riesgo
genético, el curso del consumo y los problemas derivados va a depender de factores genéticos y ambientales.
3. Epidemiología.
Los estudios epidemiológicos han constatado que en España (y en países de nuestro entorno) hay un alto consumo
de alcohol. La encuesta para la población general española de 15 a 64 años del año 2011 nos indica que las
sustancias psicoactivas más consumidas alguna vez, durante los últimos 12 meses, fueron el alcohol, con una
prevalencia del 76,6%, y el tabaco, con un 40,2%.
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Tema 8: Alcoholismo 2017
En cuanto al consumo de sustancias entre los estudiantes de 14 a 18 años que cursaban la ESO, en la encuesta de
2012, un 74% había consumido alcohol en los 30 días previos a la encuesta, y un 29,7% tabaco. A estas sustancias,
le sigue el cannabis, con una prevalencia del 16,1%, y la cocaína con un 1,5%. Además, en los adolescentes el
12,5% fuma tabaco y el 2,7% consume alcohol, igual que otro 2,7% consume cannabis; un 0,9% toma hipnosedantes
diariamente. Quizás lo más destacado es que el Nº de borracheras se ha incrementado de modo acusado en
jóvenes, lo que constituye un grave problema de salud pública (botellón).
España ocupa el puesto 8º en el ranking de consumo mundial de alcohol.
Ü Modelos Explicativos
Existen varias teorías de las conductas adictivas, que se pueden agrupar en 6 generales:
1. médico/ biológicas 4. de personalidad
2. psicodinámicas 5. sociales
3. de aprendizaje 6. comprehensivas (modelo biopsicosocial).
Hasta la década de los años 80, la explicación de las conductas adictivas se fundamentaba de modo importante en el
modelo moral y en el modelo biológico: para éste la persona dependía de una sustancia química, siendo tal
dependencia causada por su dependencia física debido a factores de predisposición bilógicos o genéticos.
En contraposición al modelo moral y biológico ha surgido el modelo conductual o modelo basado inicialmente en
la teoría del aprendizaje, que considera a las conductas adictivas como un patrón de hábito que se ha adquirido
(los principios que explican el hábito se deben usar para erradicarlo). El modelo permite conocer y explicar la
conducta a través del análisis funcional (estudio de antecedentes, organismo, conducta y consecuencias).
De entre las psicológicas, la que más se ha desarrollado en el campo del alcoholismo, y la que se utiliza para
explicarlo, es la Teoría del Aprendizaje Social (Bandura), que permite integrar tanto los factores individuales como
los sociales. El modelo conductual se apoya de modo importante en la psicología del aprendizaje y en los
componentes cognitivos de la conducta.
o Asume que toda conducta de beber, desde la abstinencia, el beber social normal y el abuso del alcohol, se basa
en principios similares de aprendizaje, cognición y reforzamiento.
o Rechaza la existencia en la persona de factores fijos, como pueden ser una personalidad predisponente o
factores intra-psíquicos: la conducta de beber se adquiere y mantiene por modelado, refuerzo social, efectos
anticipatorios del alcohol, experiencia directa de los efectos del alcohol como refuerzos o castigos y dependencia
física. Algunos determinantes situacionales importantes son los eventos vitales estresantes, trabajo, familiares,
redes sociales y apoyo social que tiene el individuo. Considera que estos factores varían a lo largo del tiempo e
igualmente varía su influencia de uno a otro individuo.
La Teoría Cognitiva-Social (nombre actual de la teoría del aprendizaje social) parte de que:
1) La conducta adictiva está mediada por las cogniciones, compuestas de expectativas que son creencias sobre los
efectos de la conducta de consumo
2) Las cogniciones están acumuladas a través de la interacción social, por una parte, y a través de las experiencias
con los efectos farmacológicos directos e interpersonales indirectos de la conducta de consumo, por el otro.
3) Los determinantes principales del consumo son los significados funcionales unidos a la conducta de consumo en
combinación con la eficacia esperada de conductas alternativas.
4) Los hábitos de consumo se desarrollan, ya que cada episodio de consumo puede exacerbar posteriormente la
formación del hábito, por el incremento del estrés y por limitar las opciones de conducta alternativas.
5) La recuperación depende del desarrollo de habilidades de afrontamiento alternativas.
Los efectos del consumo de alcohol varían en las personas, y son una función compleja de diversas influencias
psicosociales, como son:
o La historia de aprendizaje social de la persona.
o Sus cogniciones, tales como sus expectativas o creencias sobre los efectos del alcohol.
o La situación física y social en la que el beber ocurre.
Abram y Niaura, consideran que la teoría del aprendizaje social se asienta en 9 principios básicos:
1) El aprendizaje de beber es una pauta integral en el desarrollo psicológico y en la socialización en una cultura.
2) Distintos factores de predisposición pueden interactuar con la influencia de los agentes de socialización y con las
situaciones cara a determinar los patrones iniciales de consumo de alcohol.
3) Las experiencias directas con el alcohol se ven incrementadas en importancia conforme el desarrollo y
experimentación con el alcohol continúa.
Ü Evaluación.
1. Evaluación Psicológica.
La evaluación del consumo de alcohol debe considerarse desde una perspectiva multidimensional. La historia de
dependencia alcohólica de un individuo es función de una interrelación de factores biológicos, psicológicos y
ambientales. Igualmente debemos utilizar instrumentos de screening y escalas psicométricas para evaluar otros
posibles problemas asociados al consumo como ansiedad, depresión, ajuste marital, locus de control, etc. Igualmente
es útil conocer en qué estadio de cambio está el sujeto.
Es relevante evaluar la presencia de otros trastornos que pueden estar asociados con la dependencia en el momento
de la evaluación, así como la existencia de trastornos mentales y de abuso de sustancias en el pasado. Entre los
trastornos más frecuentemente asociados:
a) Varones: personalidad antisocial, otros trastornos por abuso de sustancias, trastorno depresivo mayor,
agorafobia y fobia social;
b) Mujeres, trastorno depresivo mayor, agorafobia, otros trastornos por abuso de sustancias y personalidad
antisocial.
También hay que evaluar otros trastornos mentales y de abuso de sustancias que hayan padecido en el pasado.
Muchas personas con alcoholismo tienen déficits cognitivos, especialmente en las áreas del razonamiento abstracto,
memoria y solución de problemas.
Junto a todo lo anterior hay que evaluar su grado de motivación y los recursos de que dispone. Cuando en el
tratamiento también participa la pareja hay que evaluar su papel en relación al individuo y a su conducta de beber.
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2. La Entrevista Conductual y la Entrevista Motivacional.
La entrevista es el primer contacto que suele ser indirecto (esposa, hijos, otros familiares, amigos, etc.). De ahí el que
sea necesario darles estrategias adecuadas para que convenzan a la persona de que acuda a tratamiento o que
acuda a una entrevista de evaluación, con vista a que acepte llevarlo a cabo.
El objetivo de la entrevista conductual: obtener aquella información relevante que nos va a permitir conocer el
problema de la persona, las causas del mismo y poder planificar un adecuado plan de tratamiento.
Lo que conseguimos con esta entrevista es conocer los elementos antecedentes de la conducta, un análisis
minucioso de la misma, las variables del organismo que se relacionan con ella, y los consecuentes que produce. Es
er
de gran relevancia el 1 contacto entre el cliente y el terapeuta.
Aquella información que nos va a resultar más relevante obtener se refiere a la definición clara, objetiva y evaluable
de la conducta problema. Se da gran relevancia a la conducta más inmediata (realizada en la última semana o
mes), junto a la historia de esa conducta problema. También cómo influye ese problema en otras esferas de la
vida. Con ello podremos conocer la conducta por la que viene a tratamiento y los problemas que acarrea esa y otras
conductas. También nos permite saber el nivel de gravedad de la adicción así como su repercusión a nivel biológico.
Un aspecto importante en la parte final de la entrevista es conocer hasta qué punto la persona está dispuesta a
cambiar. Tiene relación con la relevancia que tiene para esa persona su conducta, cómo le influye en su contexto
más inmediato, qué nivel de satisfacción y reforzamiento obtiene, grado de dependencia, historia de aprendizaje, etc.
Tanto en el alcoholismo como en otra conducta adictiva éste es un elemento central para poder comenzar el
tratamiento, para que se mantenga y para que podamos obtener buenos resultados a corto, medio y largo plazo.
En los últimos años se ha ido generalizando la entrevista motivacional. La motivación para el cambio es un
aspecto fundamental que hay que plantear desde el primer momento. En las personas dependientes del alcohol, un
hecho habitual es que en la primera entrevista una parte de ellos no reconozca el problema. Si no tenemos un cliente
motivado el tratamiento va a ser inútil. La entrevista motivacional permite abordar la cuestión de la falta de motivación
en aquellos sujetos en las fases de pre-contemplación o contemplación.
Aspectos más relevantes de la Entrevista Motivacional
Cuando la persona lleva varias semanas haciéndolo es probable que haya automatizado la habilidad de auto-registrar
y la adherencia se mantendrá. Cuando lo cumplimenta unos días sí y otros no, cuando tiene muchos episodios de
pérdida de control, cuando da excusas para no cubrirlo, es claro que la adherencia no es buena, y quizás haya que
valorar volver a la fase anterior de incrementar la motivación para el cambio.
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4. Cuestionarios de Evaluación del consumo de Alcohol o variables relacionadas.
Siguiendo a Becoña y cols., los principales cuestionarios para la evaluación del consumo y variables relacionadas:
Evaluación General del Alcoholismo 4 preguntas de respuesta dicotómica, que ha mostrado amplia
Crónico especificidad y un valor predictivo del 93%.
Test de Identificación de Trastornos por el 10 ítems con 4 alternativas de respuesta que evalúa la presencia de
Uso de Alcohol consumos de riesgo de alcohol y la sospecha de dependencia.
Cuestionario Breve para Alcohólicos Evalúa la presencia de síntomas físicos, pensamientos sobre el
consumo de alcohol, posibles antecedentes de la ingesta y
consecuencias de la misma. No evalúa la frecuencia de consumo.
Interrogatorio Sistematizado de Consumos Detección precoz en Atención Primaria. 3 preguntas del tipo cantidad-
Alcohólicos frecuencia para evaluar los consumos de alcohol teniendo en cuenta
patrones regulares como irregulares de consumo semanal.
Test de Alcoholismo de Múnich Instrumento que sirve para hacer diagnóstico diferencial y para
confirmar las sospechas de alcoholismo. 2 partes: MALT-O (parte
objetiva) y MALT-S (parte subjetiva).
Obsessive Compulsive Drinking Sscale 14 preguntas que se agrupan en torno a la preocupación por la bebida y
consumo.
Perfil Global del Bebedor 3 módulos: variables de identificación, patrón y conductas relacionadas
con el consumo de alcohol y motivaciones hacia el tratamiento y
expectativas ante el resultado de la terapia
Inventario de Situaciones de Bebida 100 ítems que recogen situaciones de alto riesgo clasificadas en las
dimensiones del modelo de prevención de recaídas clásico de Marlatt y
Gordon: determinantes intrapersonales e interpersonales. Se obtiene
un perfil que indica situaciones de alto riesgo que indican una mayor
inseguridad para hacerles frente.
Escala de Evaluación del Cambio de la 32 ítems que proporciona puntuaciones en 4 escalas que se
Universidad de Rhode Island (URICA) corresponden con los estadios de cambios: pre-contemplación,
contemplación, acción y mantenimiento.
Cuestionario Preparación para el Cambio 12 ítems y en él se describen 3 estadios motivacionales, cada uno de 4
ítems. En la versión española se han señalado dificultades de
comprensión.
Junto a los instrumentos anteriores también podemos utilizar (según los casos) cuestionarios para evaluar la
personalidad, déficits cognitivos, inteligencia, trastornos de personalidad, etc.
5. Evaluación del funcionamiento Físico y Social.
El consumo de alcohol tiene con frecuencia consecuencias negativas en otros ámbitos del individuo, tales como la
salud física, el ámbito familiar, laboral, económico, problemas con la justicia, etc. Con la evaluación obtenemos una
valoración global del individuo, que permite establecer un pronóstico de qué se puede hacer, cómo y cuándo. De este
modo, la evaluación se convierte en un punto esencial de todo el proceso terapéutico al permitir definir y ajustar el
mejor tratamiento interdisciplinar para cada caso.
6. Pruebas Biológicas.
Existen varios índices para evaluar el nivel y gravedad del consumo de alcohol. Entre los marcadores biológicos en
plasma se utiliza: GGT, GOT o AST, GPT o ALT, VMC, el colesterol HDL, los triglicéridos, el acido úrico y el cociente
GOT/GPT < 1, entre los importantes. También se puede detectar el nivel de alcohol en aliento y saliva.
7. Evaluación Conductual, Análisis Funcional, Formulación del caso y Plan de Tratamiento.
El Objetivo de la Evaluación Conductual es: disponer de aquella información del individuo y de su problema que
nos permita realizar el análisis funcional, la formulación del caso y plantear el plan de tratamiento.
Dentro del Análisis Funcional de la conducta el elemento central es: la respuesta o respuestas que analizamos, en
este caso la conducta de consumo de alcohol. Las respuestas se analizan teniendo en cuenta distintas dimensiones,
que interaccionan. La dimensión motora se caracteriza por la pauta específica de consumo de alcohol y la conducta
de búsqueda. El sistema cognitivo de la respuesta abarca la conducta verbal (interna y externa), así como la
representación de imágenes. Otro componente se refiere a los estímulos consecuentes de las respuestas que harán
que la probabilidad de su aparición aumente (refuerzos) o disminuya (castigos). En uno u otro caso puede ser debido,
bien a las consecuencias externas, o bien a las respuestas del propio organismo. Ej.: cuando la dependencia del
alcohol está en su fase inicial, las consecuencias son de tipo positivo (sabor agradable del alcohol, euforia, bienestar,
(!) etc. -> reforzamiento positivo). A medida que se va consolidando el hábito las consecuencias negativas son más
destacables (problemas familiares, enfermedades, pérdida de trabajo, etc.). También se da el reforzamiento negativo
por consumir alcohol para evitar los efectos del síndrome de abstinencia, que desaparece con dicho consumo.
La Formulación del Caso va a facilitar diseñar el tratamiento. Al conocer las variables que mantienen el problema se
hace más fácil el diseño de los componentes terapéuticos para cada aspecto del problema que tiene que ser
cambiado. Ello también nos facilita el modo de realizar la intervención, empezando por lo más inmediato y urgente.
Actualmente, en el tratamiento psicológico de la dependencia del alcohol pueden diferenciarse 2 grandes bloques de
intervenciones: las dirigidas a la abstinencia y las dirigidas a entrenar en un modo controlado (beber controlado).
1. Tratamientos orientados a la Abstinencia.
Las revisiones más recientes, sobre la eficacia de los tratamientos psicológicos para el alcoholismo, indican que los
tratamientos que han mostrado ser útiles para el tratamiento del alcoholismo son:
o Terapia motivacional. o Terapia aversiva.
o EHS / Entrenamiento autocontrol. o Prevención de la recaída.
o Aproximación de reforzamiento comunitario. o Terapia cognitiva.
o Terapia marital conductual. o Entrenamiento en manejo del estrés.
(!) Los estadios de cambio del alcoholismo presentan un modelo tridimensional (estadios, procesos y niveles de cambi
o)
Tema 8: Alcoholismo 2017
La mayoría de la gente no cambia una conducta crónica siguiendo un patrón de cambio lineal, desde el estadio de
pre-contemplación al de mantenimiento. El cambio a través de los estadios implica un patrón de espiral. La
recaída es un evento fruto de la interrupción de fase de acción o mantenimiento, provocando un movimiento cíclico
hacia atrás, a los estadios iniciales. En conductas adictivas, el patrón predominante de cambio ya se ha comprobado
que es cíclico, siendo la recaída un fenómeno sumamente frecuente.
1.2. Motivación para el Cambio: La Entrevista Motivacional.
Uno de los avances más recientes en el campo del alcoholismo es conseguir una buena motivación para el cambio, o
en caso de que sea insuficiente, incrementar esa motivación para que sea posible un tratamiento adecuado.
En la práctica clínica este es un aspecto fundamental que hay que plantear desde el primer momento en que el
cliente entra en consulta para hacerle la entrevista clínica. En las personas dependientes del alcohol un hecho
habitual es que en la primera entrevista una parte de ellos no reconozca el problema, considera que bebe lo “normal”
y por ello no vea razón para dejar de beber (o ni siquiera para reducir su consumo).
1.3. Otras Técnicas Motivacionales: Auto-Observación de la Conducta y Contratos Conductuales.
Un primer paso dentro del tratamiento, es la realización del auto-registro del consumo de alcohol:
o Función 1: que la persona observe su conducta, la conozca mejor y ello facilite poner en marcha mecanismos de
control del consumo tanto por él mismo, como mediante la sugerencia del terapeuta.
o Función 2: reconstruir la situación de bebida que se ha producido en el día anterior o en días previos. Si la
persona pierde totalmente el control va a ser difícil que lo realice. Por ello, hay que dotar de las estrategias
adecuadas de control para hacer frente a la situación de bebida, si nuestro objetivo es el autocontrol de la
conducta, o incidir en dejar totalmente de beber, si nuestro objetivo es la abstinencia total.
La adherencia se mantendrá y el registro se automatizará cuando lleve varias semanas haciéndolo. Cuando lo
cumplimenta unos días sí y otros no, cuando tiene muchos episodios de pérdida de control, cuando da excusas para
no cubrirlo, la adherencia no es buena, y quizás haya que valorar volver a la fase anterior de incrementar la
motivación para el cambio.
En algunas personas resulta de gran utilidad el uso de contratos conductuales para facilitar mantenerlos en
tratamiento. Cuando se pueden utilizar, son un importante elemento motivacional para el cambio a corto plazo.
2. Fases y Técnicas de Tratamiento para dejar de beber.
Una vez realizada una adecuada evaluación de su problema de bebida, como de otros problemas asociados,
decidimos cuál es el objetivo que desea lograr: si la abstinencia o el beber controlado. La mayoría de las personas,
se adecuan mayoritariamente a programas de abstinencia, dado que su nivel de deterioro suele ser importante.
Una vez que la persona acepta participar en el tratamiento, éste va a pasar por varias fases: desintoxicación,
deshabituación, tratamiento en grupo cuando es necesario, terapia marital cuando es necesario, intervención en otros
problemas psicopatológicos asociados, prevención de la recaída y mantenimiento y seguimiento.
Si elige el tratamiento es necesario dejar de beber. Una vez abstemio, si bebía cantidades
importantes va a sufrir síndrome de abstinencia del alcohol, que produce en casos acusados
desde temblores hasta delirium tremens, alucinosis aguda, amnesias parciales, etc.
Puede ser necesario un internamiento de 1 o 2 semanas para la desintoxicación, aunque lo
Fase de más habitual es hacerla ambulatoriamente, siendo muy importante que tenga el apoyo de
desintoxicación algún familiar para superar los primeros días, tanto por la necesidad de desintoxicación física
como por la necesidad de superar el craving o fuerte deseo de beber.
Importante sugerir a la persona que beba abundantes líquidos, que esté en un ambiente
ocupado pero al mismo tiempo relajado, sin situaciones de ansiedad o que le puedan
producir conflictos o problemas.
Fase de
deshabituación El riesgo de recaída es importante días o semanas después de dejar de beber: con
psicológica. frecuencia se le añade, por parte del profesional correspondiente, disulfiram o la cianamida
cálcica, u otros fármacos como la naltrexona o el acamprosato.
“Aplicación técnicas
En esta fase aplicaremos todas aquellas técnicas de tratamiento psicológico necesarias, en
psicológicas
función del análisis funcional del problema que hayamos realizado con anterioridad.
específicas”
Cuando es posible formar un grupo de alcohólicos, y cuando la persona lo acepta, puede
resultar de gran ayuda para muchos de ellos. Un grupo con una orientación cognitivo-
Tratamiento en
conductual se va a centrar en conocer mejor el problema de dependencia del alcohol,
Grupo
elementos que lo causan, qué puede llevar a la recaída y aprender y practicar distintas
estrategias relacionadas con la abstinencia, habilidades sociales, afrontamiento, etc.
Ü Perspectivas de Tratamiento.
1. La Expansión de las Intervenciones Breves y las Intervenciones Motivacionales.
Uno de los “descubrimientos” más importantes que nos ha revelado la investigación sobre la eficacia de distintas
intervenciones terapéuticas en el campo del alcoholismo ha sido que el consejo motivacional, de bajo contacto, y
llevado a cabo casi siempre por el médico de atención primaria: impacto enorme en el tratamiento del alcoholismo, al
haberse mostrado este tipo de intervención tanto eficaz como barata y fácil de realizar.
Las intervenciones motivacionales (por los profesionales de las adicciones o por los médicos de atención primaria) se
van generalizando cada vez más. Una parte de las personas con dependencia del alcohol dejan de beber por ellos
mismos, una intervención motivacional contribuiría a ello.
2. El Emparejamiento (matching) del sujeto al Tratamiento Óptimo.
En los últimos 20 años un tema que ha cobrado una importancia enorme en el campo del alcoholismo es el
emparejamiento, o matching, de cada sujeto dependiente del alcohol o con problemas de alcohol a la alternativa
terapéutica que mejor se le ajusta para superar dicho problema.
Hasta ahora se han realizado 3 grandes estudios para contestar esta cuestión: los proyectos MATH, COMBINE y
UKATT. No se cumplieron las hipótesis, pero en el proyecto MATCH se llegaron a las siguientes conclusiones: