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Seminario:
MOVIMIENTOS SOCIALES Y PROTESTA POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA
EL MOVIMIENTO PIQUETERO
INDICE.
Ítem Contenido Página
1.- Movimientos Sociales. Introducción.....................................................................3
1.1.- Subjetividad y Contingencia .........................................................................3
1.2.- Acción Colectiva y Movimiento Social ...........................................................4
2.- Aspectos Históricos de la Teoría de los Movimientos Sociales ...........................6
2.1.- Aspectos Generales......................................................................................6
2.2.- El problema de la definición del concepto de movimiento social .................7
2.3.- Los Repertorios o Formatos de la Acción Colectiva......................................7
2.4.- El análisis del comportamiento colectivo.......................................................9
2.5.- La Teoría de la Privación Relativa .............................................................. 10
2.6.- El Cambio de Paradigma ............................................................................11
2.7.- La Elección Racional y la Movilización de Recursos...................................12
2.8.- Construcción de la Identidad y Nuevos Movimientos Sociales. ..................13
2.9.- Diferencias y Criticas entre la Escuela Europea y Norteamericana. ...........15
3.- Protesta Social y Movimiento Social..................................................................16
4.- Argentina: Los Actores Sociales Principales ....................................................18
4.1.- Las Clases Dominantes en Argentina. ........................................................18
4.2.- Los Sectores Populares en Argentina. ................................................22
4.2.2. La descolectivacion del Movimiento Popular. .......................................24
4.2.3.- El quiebre del movimiento sindical Justicialista............................ 27
4.2.3.1.- La Central de Trabajadores Argentinos. ........................................28
4.2.3.2.- La Corriente Clasista y Combativa.................................................30
4.2.5.- Las redes clientelares y la cooptación............................................33
5.- El Movimiento Piquetero...................................................................................37
5.1.- Las condiciones de emergencia..................................................................37
5.2. El doble origen de las organizaciones de piqueteros ...................................38
5.3.- Las principales organizaciones de piqueteros. ...........................................39
5.4.- Las etapas en la trayectoria de la movilización ...........................................40
5.5.- La heterogeneidad de las bases sociales ...................................................41
5.6.- La construcción de la tradición de piqueteros. ............................................42
5.7.- Los repertorios de acción y su influencia sobre la identidad. ......................43
5.8.- La cooptación y la represión ......................................................................45
5.9. Los desafíos del movimiento piquetero. .......................................................46
6.- Bibliografía. .....................................................................................................48
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Desde el conocimiento científico, todo el devenir histórico solo puede ser contingente,
por lo tanto, su opuesto siempre sigue siendo posible. O, dicho de otra forma, lo fáctico -
lo que se cumple no elimina de la existencia a lo posible, aunque lo deje suspendido en
el tiempo.
Lo real es contingente pero determinado según razón suficiente. Los límites de lo real y
lo irreal se tejen con la trama inagotable y siempre nueva de la razón suficiente. Lo real
no es solo lo fáctico, sino también y en igual medida lo posible. Pero esto no significa en
ningún caso que en la contingencia esté ausente la determinación. Así categorías como
la libertad y la determinación se nos presentan como súbditos de un mismo reino.
El mundo humano, en tanto que realidad económica, política, social y cultural, es una
construcción esencialmente contingente, desprovista de necesidad. Esto no significa
solamente que todo el devenir humano pudo haber sido de otro modo, sino que nos
señala que en todo momento también puede ser de otro modo.
Todo evento que irrumpe desde el acontecer humano puede ser visto al menos, bajo un
doble prisma, el del acontecimiento y el de la acción. En tanto que acontecimiento
refiere a un hecho ocurrido, por lo tanto tendrá una ubicación en el tiempo y el espacio,
puede ser relatado, estudiado, medido y en rigor, explicado. Sin embargo, si la visión se
centra en el hecho particular del origen del evento, -el que irrumpe desde el mundo
humano-, refiere entonces a una acción, y por lo tanto remite a sujetos, a algo que
alguien hizo por algún motivo, y por lo tanto a través de su intervención, instala en el
mundo nuevas realidades que, deseadas o no, antes de la acción no estaban aun
presentes.
A partir de la crisis relativa del concepto de clase social para explicar la acción colectiva,
esto último, debido al surgimiento de fuerzas sociales que, aparecieron en el espacio
publico bajo formas de constitución no clasista y demandas innovadoras, surgió la
noción de movimiento social. Movimiento pacifista, feminista, ecologista, indígena etc.
Sin embargo, al poco tiempo esta noción también término siendo estrecha para dar
cuenta de toda la diversidad de acciones colectivas surgidas hasta el presente. 1
1 Sousa Santos Boaventura. Los nuevos movimientos sociales. OSAL sept 2001
5 de 49
Existen sin embargo una cantidad de formas de acción colectiva contemporánea, cuyos
protagonistas suelen asociarse y dejar de hacerlo en tiempos relativamente breves, sin
constituir necesariamente identidades continuas. Para explicar esta noción se ha
incorporado el concepto de protesta social. Según esta noción las protestas
considerarían la racionalidad estratégica como clave explicativa.
Las teorías de los movimientos sociales han recibido su mayor impulso en los trabajos
de los teóricos europeos, mientras que las teorías de la protesta social han tenido su
mayor desarrollo en la sociología norteamericana.
Ciertamente se trata de enfoques surgidos desde realidades políticas, sociales e
históricas diferentes, así como de diferentes tradiciones intelectuales. - El pensamiento
europeo, estaría mas centrado en aspectos estructurales y mas ligado a la pregunta del
“porque” del movimiento mientras que el pensamiento norteamericano estaría mas
centrado en aspectos relacionados con la movilización de recursos y por lo tanto mas
interesado en responder el “como” de la acción colectiva -. En el presente trabajo nos
referiremos al movimiento social.
podrían por tanto ocupar ningún lugar en ella, por su situación no presentan ninguna
condición estructural que les permita una rutina continua, es mas, las rutinas de las
personas desempleadas tienden mas bien a divergir en la medida que se ven obligadas
a desarrollar estrategias individuales para sobrevivir. Sin embargo y contra toda
predicción estos se han atrincherados tras la identidad de piqueteros, y se han logrado
constituirse en un sujeto político, al decir de los expertos constituyen una suerte de
“anomalía sociológica” que ha logrado resistir por casi una década a la represión, la
cooptación gubernamental y los disensos internos. En el presente trabajo intentaremos
esclarecer algunos de los aspectos esenciales que habrían permitido la emergencia de
este movimiento.
Este reconocimiento seria reciente pues solo a partir de la década de 1960 el tema
de los movimientos sociales habría comenzado a ser abordado como un tema de
interés particular por parte de los especialistas arriba mencionados. La motivación
para abordar este campo desde un nuevo prisma particular, habría surgido a partir
de las oleadas de protestas surgidas en aquella década tanto en Europa como en
los Estados Unidos.
Tenemos en mente, las protestas del mayo francés y su extensión hacia otros
países de Europa occidental. La lucha de los movimientos negros en Estados
Unidos y las protestas a nivel mundial generadas por la guerra de Viet Nam, la
emergencia del movimiento de mujeres, estudiantiles etc. El elemento más
esencial de todas ellas seria que estas omitían e incluso se oponían a los dos
actores esenciales de la sociedad capitalista, encarnados a través de los
representantes del trabajo y el capital.
2
Manuel Pérez Ledesma. Cuando lleguen los movimientos del cólera. Letra N° 34 Otoño 1994. Madrid.
7 de 49
Desde Estados Unidos, Paúl Wilkinson los define como un esfuerzo colectivo
deliberado de promover cambios en alguna dirección y por cualquier medio, sin
excluir la violencia, la ilegalidad, la revolución o la retirada a una comunidad
utópica.
Desde Europa Melucci define los movimientos sociales desde tres dimensiones
analíticas, como una “forma de acción colectiva” Basada en la solidaridad. Que
conduce a un conflicto y Que rompe con los límites del sistema.
Las formas de acción de los movimientos tradicionales eran múltiples estas iban
desde las revueltas que consistían en captura de granos, motines de subsistencia,
destrucción de barreras de peaje, saqueos, incendios de archivos y hasta la
serenatas, sin embargo en ninguna de estas protestas se trato de combinar las
formas de acción en un desafió explicito frente a las autoridades establecidas.
Las formas de acción de los movimientos surgidos con los Estados nacionales
combinan diversas formas de acción en un desafió permanente con las autoridades
nacionales, lo que redundaría en una diferencia fundamental respecto del pasado.
Este cambio estaría relacionado al desarrollo del capitalismo y el Estado nacional,
a su vez los intereses de la gente se habrían desplazado desde la esfera local y la
búsqueda de protectores poderosos a los asuntos nacionales.
Según Tilly habría cuatro aspectos profundos que se manifiestan en cada acción
colectiva y que inciden en su repertorio. 3
3
Martín Armelino. Resistencia sin integración: protesta, propuesta y movimiento en la acción colectiva
sindical de los noventa. El caso de la CTA. Tomar la palabra. Prometeo Bs. Aires 2005
9 de 49
Los repertorios de acción colectiva cambian lentamente, por eso los actores
involucrados lo viven como un proceso obvio y natural. Hay cinco elementos que
intervienen en este paulatino cambio de un repertorio:
Los cambios de repertorio a través del tiempo surgen como consecuencia de tres
tipos de influencia:
Los fundadores de esta corriente de pensamiento a fines del siglo XIX serian
Gustave Le Bon y Gabriel Tarde. Los cuales oponían radicalmente las formas
habituales de comportamiento y actuación racional de los individuos aislados
guiados por sus intereses, frente a la irracionalidad y caída en la animalidad del
comportamiento de la multitud, fruto del contagio emocional y decidido a saltar por
encima de toda regla social.
De estas mismas pautas, aunque de un modo más refinado habría también partido
la Escuela de Chicago del comportamiento humano, el propio Talcott Parsons
incluía a la rebeldía de los movimientos de izquierda entre las formas de conducta
4
Raúl Zibechi. Genealogía de la Revuelta. Pag 128 Letra Libre Bs Aires 2003.
10 de 49
Un giro fundamental dentro de esta tradición habría sido introducido por Neil
Smeler a principios de la década de 1960 al introducir, (en una clara analogía con
los procesos químicos) el examen de los determinantes sociales de la protesta.
Para esto elabora una secuencia de análisis en las que se incluyen: - La
conductividad estructural que permite o inhibe los tipos de comportamiento- las
tensiones estructurales generadas por los intereses en conflicto. Las creencias
generalizadas a partir de las cuales se dimensionan los agravios. – Los factores
precipitantes que disparan la acción. Los grupos coordinados como fuente de
recursos y liderazgo y finalmente el control social como la respuesta de las
autoridades y las fuerzas del orden. Smeler no rompe con la tradición anterior pues
en su concepto, las creencias colectivas estarían permeadas por elementos en los
que predominan los componentes irracionales.
No se trata entonces de una relación directa con la miseria o pobreza, sino más
bien en la percepción de un desequilibrio, que al traducirse como una injusticia,
predispondría a la acción social. Pero debido a que los individuos consideran que
la privación forma parte del orden natural, el estallido de la protesta dependería de
dos variables complementarias <la intensidad de los sentimientos de privación y
las dimensiones del grupo afectado>.
5
Ted Gurr. Why Men Rebel. Princeton University Press 1971
11 de 49
La crítica a todas estas teorías que ponían el acento sea en las determinantes
estructurales, sea en la teoría de la privación, se centra en señalar la ausencia de
un elemento clave, <la organización>, según Barrington Moore estas no logran
explicar el camino que lleva del descontento a la rebelión. Shorter y Tilly señalan
que la organización es un factor imprescindible para explicar el descontento
individual, ya que de lo contrario, los desgraciados se limitaran a auto
compadecerse de forma pasiva sin hacer nada para intentar salir de tal situación.
También John D. McCarthy y Mayer N. Zald estructuran su crítica por el olvido de
las cuestiones fundamentales, la movilización, la fabrica del descontento, las
elecciones tácticas y la infraestructura de la sociedad y de los movimientos que
resultaban necesarios para conseguir el éxito.
6
George Rude. La multitud en la historia. Disturbios populares Francia e Inglaterra 1730-1848. Siglo XXI
Madrid 1998.
7
E. Hobsbawm . Rebeldes Primitivos. Ariel Barcelona 1983
8
George Lefebvre. El Gran Miedo de 1789. Rumor y violencia. Paidós Barcelona 1986
12 de 49
Mc Carthy y Zald introducen una ruptura con todas las tesis anteriores al afirmar
que no es la privación ni el malestar social lo que origina los movimientos sociales,
pues siempre hay motivos de queja, lo que se requiere es la disposición de
recursos y oportunidades. Seria entonces la prosperidad lo que facilita la aparición
y el auge de los movimientos sociales. Organización y prosperidad son los nuevos
ingredientes. Mc Carthy y Zald tienen en mente un movimiento estructurado
definido como organización profesional del movimiento social.
Sobre el nivel y el tipo de organización requerido, profundizan Luther Gerlach y
William Gamson, estos concluyen en la necesidad de organizaciones
centralizadas, con una jerarquía definida y una clara división del trabajo. Esto
acercaba a su vez al problema de la tendencia a la institucionalización y la
oligarquización de los movimientos sociales basados en la experiencia de la social
democracia alemana desarrollados por Robert Michels y el estudio sobre los
movimientos de pobres durante las décadas de 1930 1960 desarrollados por Piven
y Cloward.
Sydney Tarrow 11 rebate estos argumentos indicando que estos fenómenos se
producen no como consecuencia del afán de los organizadores por aumentar su
influencia sino porque ha desaparecido el potencial disponible para la movilización.
También pueden producirse en condiciones de gran competencia entre las
organizaciones, durante los <ciclos de protesta> derivados del afán de conseguir
apoyos restándola de los grupos competidores, esto los llevaría a radicalizar sus
tácticas en perjuicio del conjunto del movimiento.
9
E. P. Thompson. Tradición, Revuelta y Conciencia de Clase. Critica Barcelona 1984
10
Roland Mousnier. Furores Campesinos. Siglo XXI
11 Sydney Tarrow. El poder en movimiento. Mov. sociales y acción colectiva. Alianza Madrid 1997
13 de 49
En opinión de McAdam, McCarthy y Zald poco importaría que uno este dispuesto
desde el punto de vista psicológico e ideológico a participar si no cuenta con el
vehículo que pueda lanzarle a la actividad de protesta. Entienden por vehículo la
existencia de organizaciones, el contacto con ellas, la participación y creación de
una identidad de activista y la disponibilidad biográfica. Excesivamente centrada en
los aspectos de la acción colectiva esta visión dejaba de lado otros recursos
externos al movimiento mismo, tales como serian la estructura de las
oportunidades políticas, abordadas mas tarde por Charles Tilly. 12
12
Charles Tilly. The politics of Collective Violence . Cambridge 2003.
14 de 49
Los estudios llevaron a una única conclusión, las nuevas clases medias en rápido
crecimiento como consecuencia del desarrollo del capitalismo eran las que
suministraban la base social de esos movimientos.
Claus Offe13 distinguió tres núcleos básicos, los radicales de clase media,
definidos por un alto nivel de conocimientos, seguridad económica y empleo en el
sector de servicios. Grupos des mercantilizados como amas de casa, estudiantes,
desempleados y pensionados. Vieja clase media como tenderos, campesinos y
artesanos. Estas alianzas englobaban a cualquier elemento menos a los de las
clases principales y sus objetivos eran mucho más generales y universalistas y en
otras ocasiones mucho más concretos que las reivindicaciones tradicionales de
corte clasista.
13 Claus Offe. Contradicciones del estado del bienestar. Alianza Madrid 1990
14
Ulrich Beck. La Sociedad del Riesgo.
15 de 49
Una dimensión más operativa de este enfoque puede ser fijado a través de las tres
categorías siguientes: 15
Los teóricos europeos han considerado que las identidades colectivas, es decir, los
ingredientes culturales compartidos por los miembros de los movimientos
representan el factor fundamental de la permanencia en los mismos. 16 Los teóricos
15
German Pérez. Pálido Fuego: Hannah Arendt y la declinación de la figura del trabajador en las sociedades
contemporáneas. Tomar la Palabra. Prometeo Bs. Aires 2005.
16 Evers Tillman. Identidad el lado oculto de los nuevos mov. Sociales. Novos Estudos CEBRAP
1984
16 de 49
Una segunda critica seria que la teoría americana arroja por la borda las causas
últimas de la movilización con el argumento de que los motivos de queja son
permanentes y solo cambian los recursos disponibles.
Existiría al parecer, un nexo analítico entre protesta y movimiento 17, este podría
articularse a partir del concepto de reticidad de Tilly, si bien el limite entre
interacción social y participación social en un movimiento puede estar siempre bajo
discusión, sin embargo seria indudable que siempre habría alguna clase de
interacción social antes de una acción de protesta. Esta interacción previa
constituiría una variable importante en el estudio de este tipo acciones. Asimismo
muchas otras variables deben ser tomadas en cuenta, los intereses de los agentes,
la clase de organización, las condiciones de oportunidad, la demanda y la manera
en que ella se establece, las posibilidades de negociación, así como también la
construcción de alianzas.
17
Federico L. Schuster. Las protestas sociales y el estudio de la acción colectiva. Tomar la palabra Prometeo
Bs. Aires 2005.
17 de 49
Sin embargo si se considera por una parte que una acción de protesta no es
solamente una manera de hacer visible un movimiento, sino también la creación de
una novedad, un quiebre, y una ruptura con las series de interacciones sociales
que existían antes de ella. Y si por otra parte, se considera también que los
acontecimientos de movilización social se vinculan entre sí de manera muy diversa,
de modo que, aunque que cada protesta pueda ser estudiada e individualizada
según sus características particulares; sin embargo estas adquirirían un sentido en
la medida en que se encuentran emparentadas con otras acciones de protesta. Y
aunque dicha familiaridad sea de por si discontinua permite comprender, en cada
caso, la dimensión de su inscripción publica y de su impacto político en general.
Así una protesta remite a otras acciones de protesta mostrando rasgos comunes y
particularidades que son la base a partir de la cual pueden construirse
interpretativamente redes de protesta. El concepto de red establecería un triángulo
explicativo en conjunción con los de protesta y movimiento. El concepto de red
permitiría establecer los primeros trazos analíticos de lo que en algún momento
podría ser llamado movimiento. La red seria la constatación empírica de la
existencia de un tejido invisible pero real entre acciones de protesta en principio
diversas y esta constatación puede permitir enfocar la mirada hacia la potencial
conformación de un movimiento. En este sentido la red constituiría el eslabón
perdido entre protesta y movimiento.
La identidad de los trabajadores ciertamente tiene que ver con una larga serie de
condiciones y rutinas sociales, la migración que los condujo a la ciudad, el trabajo
conjunto en condiciones semejantes, en el compartir las mismas expectativas y
condiciones de vida, así como en muchos otros aspectos. Es posible establecer
una conexión fuerte entre sus condiciones de vida y la aparición del movimiento
político. Pero esto podemos hacerlo solamente cuando el movimiento ya existe, en
el sentido de que alguien ya está actuando para su existencia.
18
El primer intento de cambiar el régimen de acumulación se produce durante el gobierno de Isabel Perón
(1975) a través del Rodrigazo se pretendía una devaluación del 100% y la elevación de las tarifas de los
servicios públicos hasta en un 200%, fue abortado por las manifestaciones populares y la movilización de la
CGT. El segundo intento comienza con el golpe de estado de 1976, el que logra echar las bases para la
refundación socio económico del país. Liberación de importaciones, desindustrializacion, retiro del Estado
20 de 49
19
Maristella Svampa. La Sociedad Excluyente. Taurus Bs. Aires 2005.
20
Atilio Boron Tras el Buho d e Minerva FCE. Bs Aires 2000. Ver análisis de discurso de Alfonsin en Parque
Norte en 1985.
21 de 49
21
Maristella Svampa. La Sociedad Excluyente. Taurus Bs. Aires 2005.
23 de 49
22
Aldo Ferrer. La Economía Argentina. Pág. 310. FCE. Bs. Aires 2005
23Estas medidas eran: 1) disciplina fiscal; 2) priorización de! gasto público en áreas de alto retorno económico; 3) reforma
tributaria; 4) tasas positivas de interés fijadas por el mercado; 5) tipos de cambio competitivos y liberalización financiera;
6) políticas comerciales liberales; 7) apertura a la inversión extranjera; 8) privatizaciones; 9) desregulación amplia; 10)
protección a la propiedad privada De ese periodo son la venta de Entel, las Petroquímicas, canales d e Televisión
y la concesión de peajes en rutas nacionales.
25 de 49
Una tercera ola, tiene lugar en 1995, a raíz del "efecto Tequila", que abrió
una nueva etapa de crisis económica y desempleo. Para 1994 la tasa de
desempleo y subempleo alcanzaban al 30 % de la población activa, 25 la
nueva crisis terminaría por acelerar el proceso de expulsión del mercado de
trabajo y el aumento de la inestabilidad laboral.
Una cuarta ola sobreviene en el 2001 2002, De la Rua hereda una situación
critica y un modelo definitivamente agotado, no tiene vocación ni voluntad
para cambiar el rumbo, se dispara el tipo de cambio y los precios y el
desempleo quedan fuera de control. La pobreza aumenta vertiginosamente
alcanzando en octubre del 2002 al 57 % de la población, más del 40 %
están bajo la línea de indigencia.
24
Marina Farinetti. Violencia y risa contra la política en el Santiagueñazo. Tomar la Palabra. Prometeo Bs.
Aires 2005.
25
Aldo Ferrer. La Economía Argentina. Pág. 322. FCE. Bs. Aires 2005
26
M. Svampa. S Pereyra. Entre la ruta y el barrio. Bs. Aires 2003.
26 de 49
27
Laura Golbert. ¿Derecho a la inclusión o paz social? Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados. CEPAL.
Serie Políticas sociales N° 84 Santiago Chile Abril 2004.
28
Maristela Svampa,. Movimientos Sociales en la Argentina de Hoy. Piquetes y Asambleas. Tres estudios de
caso. Dic 2002. Inés Gonzáles Bombal (compiladora).. Nuevos movimientos sociales y ONGs en la Argentina
de la crisis. Cedes. Bs. Aires 2003.
29
Raul Zibecchi . Genealogía de la protesta. Letra Libre Bs. Aires 2003.
27 de 49
30
MTD. Aníbal Veron. Darío y Maxi dignidad piquetera. Ediciones 26 de Junio. Argentina 2003.
28 de 49
El tercer grupo lo constituyó la CTA que, desde sus comienzos, resistió e impugnó
el régimen social de acumulación consolidado durante los noventa y trató de
apartarse del PJ.
Surgió a fines de 1992 como "Congreso de los Trabajadores Argentinos", Integrado
por gremios liderados por los empleados estatales (ATE) y los docentes de
(CTERA). Estos gremios fueron perjudicados fuertemente por las transformaciones
en curso
31
Martín Armeliano. Resistencia sin integración. Pág. 284 . Tomar la palabra. Prometeo. Bs. Aires 2005
32
Raul Zibechi . La genealogía de la revuelta. Letra libre Bs Aires 2003.
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La CCC no es una central sindical, sino que se auto propone como una
corriente político-sindical, que trabaja con programa propio en el seno de los
distintos gremios y centrales. Esta corriente reivindica la tradición clasista de
los años 60 y 70,
La CCC cuenta con tres ramas: la sindical, que fue creada en 1994; la de
jubilados, inicialmente conducida por Raúl Castells hasta 2001, fecha en que
se apartó y fundó su propio movimiento y una tercera, la de desocupados
creada en 1988
Durante los años 90, Jujuy fue una de las provincias más afectadas en
términos de crisis financiera e inestabilidad política: así, entre 1990 y 1994
hubo cinco gobernadores, ninguno de los cuales pudo terminar su mandato
constitucional. El Frente de Gremios Estatales, en el cual convergen SEOM y
ATE, lideró el proceso de oposición a la política provincial,
A estos procesos hay que sumar las consecuencias que tuvieron los
cambios que afectan los procesos de redefinición de la subjetividad en las
sociedades contemporáneas en la socialización de las clases populares, y
la expansión de las industrias culturales y en la medida en que esas
industrias fueron portadoras de nuevos modelos de subjetivación que no
estarían anclados en la relación con el trabajo ni en la conciencia política
peronista, sino más bien en la pura identificación con nuevas pautas de
consumo.
La experiencia de los jóvenes, que constituyen el 70 % de las bases del
movimiento piquetero, pone de manifiesto, con mayor radicalidad, la desa-
parición de los marcos sociales y culturales que definían al mundo de los
trabajadores urbanos. Ingresan a la vida laboral o mas bien dicho a la edad
laboral, en medio de la emergencia de nuevos procesos, profundamente
marcados por la desregulación social, la inestabilidad y la ausencia de
expectativas de vida, así como por la gran difusión de las nuevas subculturas
juveniles, producto de la globalización de las industrias culturales y la in-
fluencia de los medios masivos de comunicación.
33
Maristella Svampa. La Sociedad Excluyente. Taurus Bs. Aires 2005.
33 de 49
local (una elite de gestores), respecto de los vecinos y los villeros; por otro
lado, promovió una nueva figura de mediador, el "militante social" de los
barrios. Esta nueva división del trabajo terminó por ampliar y reproducir los
efectos desmovilizadores, así, mientras que el trabajo específicamente
político quedaba en manos de "los profesionales", instalados en el
municipio, la acción del nuevo "militante social", de carácter asistencial,
quedaba inserta en el territorio.
La política de focalización "desde arriba", fue acompañada también por una
"re centralización" de la ayuda social, como lo ejemplifican los ATN (aportes
del tesoro nacional) discrecionalmente distribuidos desde las oficinas del
Ministerio del Interior a las diferentes provincias y el Fondo de Reparación
Histórica del Conurbano Bonaerense (FRHCB).
34
Maristella Svampa. La Sociedad Excluyente. Pág. 186. Taurus Bs. Aires 2005.
35 de 49
En 1992 fue creado el FRHCB, (fondo de reparación histórica del cono urbano)
dada la insuficiencia de los recursos de coparticipación federal para afrontar
las necesidades del Conurbano, Estos fondos, controlados por un ente
autónomo, dependiente directamente del gobernador, (Duhalde) se destinaron a la
realización de obras públicas.
Durante este período, el FRHCB se convirtió en el principal productor de
intervenciones sociales en la Región Metropolitana de Buenos Aires, con un
fuerte impacto sobre las condiciones de vida de los sectores populares, así
como sobre la reorganización de las relaciones políticas, tanto en el ámbito
provincial como en el municipal.
Desde el punto de vista político, el FRHCB permitió a Duhalde afianzar su
liderazgo a partir del disciplinamiento y la reorganización de las relaciones
políticas en la provincia. La personalización y monopolización del gasto
social contribuyó también a cimentar su popularidad y sobre todo, a impulsar
la de su esposa, Hilda Duhalde, quien a partir de 1993 y desde el Congreso
Provincial de la Mujer, fue asumiendo competencias en el área de
programas sociales del ente, a cargo de las relaciones con las
organizaciones intermedias,
Sin duda, estos esfuerzos tuvieron su corolario a mediados de los 90, con la
creación de una red de "manzaneras" (Plan Vida), que produjo una
reorganización de la política en función del mediador barrial.
35
Laura Golbert. ¿Derecho a la inclusión o paz social? Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados. CEPAL.
Serie Políticas sociales N° 84 Santiago Chile Abril 2004.
36 de 49
Año 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002
Beneficiarios 40 63 82 130 118 106 86 92 1403
Fuente Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social Pág. 22, 2003. Año
2002 Plan Jefas y Jefes de Hogar.
36
Laura Golbert. ¿Derecho a la inclusión o paz social? Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados. CEPAL.
Serie Políticas sociales N° 84 Santiago Chile Abril 2004.
37 de 49
La única política sistemática llevada adelante por todos los gobiernos para hacer
frente a la progresiva crisis de empleo fue el lanzamiento, en 1996, del Plan
38 de 49
Trabajar, (este era en cierto sentido similar a los planes FOSIS, pues requería de la
presentación de proyectos de mejoramiento barrial por parte de municipios u ONG
que tuvieran "relevancia social", apuntando a mejorar la calidad de vida de la
población. Se exigía una contraprestación que tenía una duración de hasta seis
meses con posibilidades limitadas de renovación. Los ámbitos locales eran los que
co-financiaban con recursos propios la puesta en marcha de los proyectos). y
posteriormente el Plan Jefes de Hogar. En ambos casos se trata de una solución
precaria pues no constituyen ni un seguro de desempleo, ni una política asistencial
ni de reinserción laboral, sino todas a la vez.
Estos planes fueron el núcleo que estructuró la política de contención del
gobierno, convirtiéndose, con el correr de los años, en el centro de la negociación
con las organizaciones para poner fin a los cortes de ruta. Así, de un volumen de
200.000 beneficiarios en octubre de 1997 esa cifra había aumentado á 1.300.000
en octubre de 2002 a 1. 500.000 personas. En el 2005 pero sólo el 10%- de estos
planes es directamente controlada por las organizaciones piqueteras.
Desde sus orígenes mismos el movimiento piquetero nunca fue uno ni homogéneo,
pues esta conformado por diferentes tradiciones organizativas y corrientes político-
ideológicas. El proceso de conformación del movimiento piquetero, reconoce dos
afluentes fundamentales:
En primer lugar, reenvía a las acciones de cortes de ruta y levantamientos popu-
lares registrados en el interior del país a partir de 1996. Estos se vinculan al
colapso de las economías regionales y a la privatización acelerada de las
empresas del Estado realizada en los años noventa;
39 de 49
Los conflictos generados en el interior del país dieron lugar a una nueva identidad -
los piqueteros-, un nuevo formato de protesta -el corte de ruta-, una nueva
modalidad organizativa -la asamblea- y un nuevo tipo de demanda -los planes
sociales- quedaron asociados, originando una importante transformación en los
repertorios de movilización de la sociedad Argentina.
Sin embargo, fue la acción colectiva que tuvo por epicentro algunas regiones del
Gran Buenos Aires la que contribuyó de manera decisiva al desarrollo de los
modelos de organización, a escala nacional, así como también a la producción de
los nuevos modelos de militancia, asociados íntimamente al trabajo en los barrios.
En primer lugar, las formas de organización de los piqueteros reconocen una fuerte
influencia sindical, marcada ya sea por la intervención directa de sindicatos en la
organización de desocupados -como es el caso de la Federación de Tierra y
Vivienda (FTV), ligada a la CTA- o, simplemente, por la presencia de referentes
que han tenido una trayectoria de militancia sindical.
En segundo lugar, los partidos políticos de izquierda que han aportado sus
estructuras a los movimientos marcan la presencia de otra lógica distinta de
organización. Así, el Polo Obrero (dependiente del Partido Obrero, de raíz
trotskista), Barrios de Pie (partido Patria Libre, suerte de populismo de izquierda),
Movimiento Territorial de Liberación (Partido Comunista Argentino) o el Movimiento
Teresa Vive (ligado al trotskista Movimiento Socialista de los Trabajadores)
representan ejemplos paradigmáticos en los cuales la organización de
desocupados es subsidiaria de sus orientaciones políticas. Aquí, la política en
sentido institucional y electoral aparece como un objetivo claro a ser alcanzado.
37
Sydney Tarrow. El poder en movimiento Pág. 59. Alianza 1997 Cáp. 1.
38
M.Svampa S. Pereyra. Entre la ruta y el barrio. Cap. 2 parte 1
40 de 49
que han mantenido una desvinculación total con las lógicas sindical y partidaria.
Aquí, como ejemplos pueden citarse a los distintos Movimientos de Trabajadores
Desocupados (MTD) Aníbal Verón y ahora también el frente Darío Santillán o,
incluso, a los diferentes movimientos de desocupados que se conformaron en el
interior del país -como la emblemática Unión de Trabajadores Desocupados (UTD)
de General Mosconi en Salta- y que decidieron no integrar ninguna de las grandes
corrientes de nivel nacional.
Una tercera etapa se puede considerar abierta a partir de los inicios del gobierno
Kirchtner por la formación de un bloque piquetero oficialista dentro del cual el mas
importante seria el FTV disminuido por las escisiones generadas tanto por el estilo
personalista d e su referente máximo D´Elia así como también por su definición
oficialista. Un punto importante en esta etapa seria el Código Contravencional de la
ciudad de Bs. Aires del 2004, y el giro de la política del gobierno respecto de la
judializacion y agravamiento de las figuras penales. También concurren a esta
nueva situación la campaña mediática desatada contra las movilizaciones lo que
estaría generando un consenso negativo contra los grupos piqueteros. Con todo
los piqueteros logran aun mantener su preeminencia política, pero en una
coyuntura en que el “observador imparcial” de la opinión publica se le torna cada
mas adverso.
aquellos que no han tenido nunca acceso al empleo y que disponen de enseñanza
primaria incompleta.
En tercer lugar, hay que tener en cuenta que los jóvenes constituyen una parte
importante de las bases sociales de las organizaciones. En un fuerte contexto de
crisis económica y desinstitucionalización, los jóvenes son el objeto de una triple
exclusión: la mayor parte de ellos han tenido escaso contacto con las instituciones
educativas y políticas, sufren frecuentemente el acoso y, en el límite, la represión
de las fuerzas de seguridad; por último, la mayoría no registra experiencia laboral
alguna. 39
En segundo lugar, se encuentran precisamente esas acciones que son los cortes
de ruta -los piquetes-;
Ese relato es el que da sentido a los acontecimientos que recorren toda la historia
piquetera y que finalmente explica el surgimiento de las organizaciones de
desocupados como una consecuencia de la desestructuración productiva del país.
39
MTD Anibal Veron. Dario y Maxi Dignidad Piquetera. Ediciones 26 de Junio. Argentina 2003
43 de 49
El repertorio de acciones.
Por otro lado, la experiencia piquetera se construye al interior de un espacio en el
cual se ha ido definiendo un repertorio común de acción. Este repertorio estaría
constituido por los elementos siguientes:
Se trataría de un ciclo político que se abrió entonces en las lejanas localidades del
sur, en la ruta nacional 22, con una única consigna -"¡Que venga Sapag!"_(el
Gobernador) y que, de alguna manera, se cerró en Plaza de Mayo y en el
Congreso Nacional, con el "¡Que se vayan todos!"
40
M Svampa, S. Pereyra. La política de los movimientos piqueteros. Tomar la palabra Prometeo Bs. Aires
2005.
44 de 49
Una vez que las organizaciones lograron el control directo de los planes sociales,
1999, la contra prestación exigida (4 horas diarias de trabajo) se orientó entonces
al trabajo comunitario en los barrios. A partir de ello, los planes comenzaron a ser
considerados en discusiones en las que se abordo un problema fundamental,¿qué
se entiende en este contexto por trabajo digno y genuino? Sin duda, la respuesta a
esta gran pregunta fue poniendo al descubierto, desde otro punto de vista, las
grandes diferencias que en términos estratégicos recorren a las organizaciones de
piqueteros.41
41
De las conversaciones tenidas personalmente por el autor , con en el FST de La Rioja durante Febrero del
2006 con piqueteros de mando medio del Cono sur de Bs. Aires, resta la impresión de que por trabajo genuino
entienden en gran medida la vuelta al trabajo industrial del antiguo paradigma destruido a partir de 1976.
45 de 49
La inclusión de los planes en las lógicas de construcción política fue menos una
decisión de las organizaciones que la presión de las bases frente a los contextos
de urgencia y necesidad. Sin embargo, la aceptación de los planes supuso que en
cada una de las organizaciones se dieran debates y se decidiera respecto de sus
formas organizativas, de las inscripciones territoriales y, fundamentalmente, de la
manera en que se te formulaba la noción de trabajo. Pero, para la mayor parte, la
fuerte herencia de la sociedad salarial marca todavía la concepción del trabajo
genuino y el horizonte de su reconstrucción.
Tal como lo indicamos en capítulos anteriores, las relaciones que han mantenido
los gobiernos con los movimientos piqueteros han consistido en la combinación de
estrategias, que alternan la negociación, y la cooptación, con dosis importantes de
represión. Los mecanismos de negociación fueron institucionalizándose a través de
la distribución de paquetes de planes sociales y ayuda alimentaría y más
recientemente, de herramientas y subsidios para los proyectos productivos. La
negociación, a su vez, fue acompañada por el endurecimiento del contexto
represivo y por una sostenida política de judicialización del conflicto social, a la
fecha hay 4.000 procesamientos, a lo largo del país.
Las nuevas protestas han planteado un conflicto de derechos (entre e! derecho a
peticionar y el derecho a circular). En este sentido, el Poder Judicial ha venido
desarrollando una política de rechazo de las nuevas formas de protesta,
estableciendo juicios muy cuestionables y pronunciándose sin mayor reflexión en
favor de! derecho de libre circulación
El bloque ligado a los partidos de izquierda impulsó una lectura del gobierno de
Kirchner en términos de continuidad con los anteriores. Las dificultades para
reconocer el cierre de la situación anterior y el cambio de oportunidades políticas
condujeron a que dichas organizaciones levantaran la estrategia de la movilización
callejera como eje prioritario de la construcción y concientización política, las
consecuencias a mediano plazo han sido negativas tanto en términos de capacidad
de presión como de movilización.
42
MTD Aníbal Veron. Darío y Maxi dignidad piquetera. Obra citada.
43
Maristella Svampa. La sociedad excluyente. Taurus. Bs. Aires 2005.
44
M Svampa, S. Pereyra. La política de los movimientos piqueteros. Tomar la palabra Prometeo Bs. Aires
2005.
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45
Estas tres ultimas iniciativas fueron mencionadas por una participante de piqueteros en uno de los grupos
del ámbito de expulsión social del FST de febrero 2006 en La Rioja
48 de 49
6.- Bibliografía.
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1994. Madrid.
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en las sociedades contemporáneas. Tomar la Palabra. Prometeo Bs. Aires 2005.
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2003.
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