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Procuración General de la Nación

culpa que debe destruir.


Agregó que, analizando las constancias de la
inspección ocular, cabe concluir que el impacto se produjo
a
escasos un metro del inicio del cruce, lo que destruye el
principio de la prioridad de paso del que circula por la
derecha,
que sólo funciona cuando ambos vehículos inician el
cruce simultáneamente, por lo que cabe concluir que el
camión
recién iniciaba el cruce cuando el motociclista se hallaba
en
la mitad de su calzada, por lo que la preferencia de paso
sólo
juega cuando el que circula por la derecha ha precedido en
el
ingreso al cruce o llega simultáneamente, pero no cuan do
el de
la izquierda llega primero o se halla más adelante en el
cruce
de las arterias.
Finalmente puso de relieve que se debe
atender a la circunstancia de que el sistema de frenos no
funcionó, existiendo dudas sobre si la falla se produjo por
consecuencia del accidente ya que no existe probanza alguna
al
respecto y ello abona la conclusión de que no puede ha
blarse
de culpa de la víctima, sino por el contrario del de
mandado,
quien no adoptó las precauciones necesarias para evitar el
siniestro, lo que genera su responsabilidad en la
producción
del hecho luctuoso y debe soportar la responsabi lidad
civil
emergente, que hace extensiva a la Municipalidad de la
Banda.
- II -
Contra dicha decisión se interpuso recur so
extraordinario, que denegado dio lugar a esta presentación
Entiende el apelante que existió arbitrariedad
en la decisión del Superior Tribunal local, porque se
excedió en su competencia, al tratar cuestiones de hecho
generando
de tal manera una nueva instancia, que violenta nor mas
procesales locales, así como por hacer una interpretación
errónea y forzada del art. 1103 del Código Civil.
Agrega que el a quo, respecto de la aplicación
de la norma del Código Civil en juego, incurre en
arbitrariedad
en su interpretación, ya que a través del análi sis
efectuado descalificó no sólo la sentencia civil sino
también
la penal, creando una modificación de la cosa juzga da,
razón
por la cual el agravio surge porque la sentencia contradice
lo
ya resuelto por la Cámara del Crimen, generando un
verdadero
escándalo jurídico, ya que un mismo hecho es analizado por
tribunales diferentes que llegan a conclusiones
contradictorias.
Señala que para evitar estas situaciones
absurdas es que el Código Civil ha previsto, en el artículo
1101, supeditar el dictado de la sentencia civil al previo
pronunciamiento de la jurisdicción penal, de igual manera
que
el artículo 1103 establece que, después de la absolución
del
acusado, no se podrá alegar en el juicio civil la
existencia
del hecho principal sobre el cual ésta recayó, no siendo
materia
de discusión y objeción del recurso que pueda existir
una condena civil independientemente de la penal, pero que
ello no puede significar de ningún modo que en sede civil
se
pueda revisar la existencia del hecho principal como lo ha
hecho la sentencia que es recurrida.
L. 48. XXXV.
RECURSO DE HECHO
Ledesma viuda de Hoyos, Analía c/ Giménez,
Francisco Rosario y otros.

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de tránsito, que únicamente ha existido culpa de la
víctima,
que el camión ya había cruzado la mitad de la calzada, que
la
moto embistió al camión y que, por ende, no se puede luego
decir en la sentencia civil todo lo contrario. Agrega,
asimismo,
que la arbitrariedad de la sentencia consiste en que
para llegar a la conclusión descalificatoria de la
sentencia
criminal el fuero civil pasa a analizar los hechos, y que
de
una absolución total del demandado en la causa penal, pasa
a
ser culpable absoluto desconociendo probanzas de la causa
criminal, como el croquis del accidente, los peritajes, la
testimonial, de donde surge que la motocicleta embistió al
camión casi en el medio y desconectó su circuito de frenos,
a
lo que agrega que las faltas atribuidas al conductor del
camión
no tienen relación de causalidad con el accidente. Objeta,
por último, por arbitrariedad las conclusiones respecto de
la indemnización otorgada que incluye rubros absurdos por
su
entidad.
- III -
Si bien los agravios del recurrente atinentes
a la admisión de la demanda y descalificación de la
sentencia del tribunal de segunda instancia remiten al
examen
de extremos de hecho, prueba y de derecho común y procesal,
ajenos en principio a su revisión por vía del recurso
extraordinario,
en razón de ser materia propia de los jueces de
la causa, ello no impide que se habilite la vía excepcional
cuando, como en el caso, concurren razones suficientes para
que conducen a la aplicación de la doctrina de V. E. sobre
la
arbitrariedad de sentencia.
Así lo pienso, en tanto se advierte que el
fallo del Tribunal Superior local, a los fines de descali
ficar
el decisorio del órgano judicial apelado, procede a revisar
el
hecho principal que da lugar a la demanda, con abandono
palmario del presupuesto legislativo consagrado en el
artículo
1103 del Código Civil, que tiene como fin evitar que se
produzca el doble juzgamiento y el posible escándalo
jurídico
que se pueda derivar de ello, sin perjuicio de la violación
del principio de la cosa juzgada y consecuentemente la
afectación de los principios constitucionales de seguridad
jurídica y de prestación debida del servicio de justicia.
Cabe, asimismo, destacar que la sentencia
recurrida incurre en contradicción al pretender fundar la
admisión de la demanda en la teoría del riesgo objetivo y
concluir afirmando la responsabilidad por culpa exclusiva
del
demandado, resultado al que arriba, por lo demás, sin que
medie en el proceso civil producción de prueba suficiente
como
para probar los extremos que invoca que, por el contra rio,
se
hallaban acreditados en las pruebas producidas en sede
penal,
que fueron agregadas como elemento de juicio en la causa
civil.
Por otro lado, las afirmaciones del tribunal
en torno a cómo sucedió el hecho principal, que es la
razón y fundamento de la petición de indemnización, no se
condicen con lo que surge de las mencionadas probanzas, más
allá de que su apreciación resulta contradictoria con las

ARTÍCULO 7º.- En los casos de bienes recibidos por


herencia, legado o donación, las disposiciones del artículo
4º de la ley serán de aplicación cualquiera fuera la fecha
en que se hubiera producido la incorporación de dichos
bienes al patrimonio del contribuyente.

El valor impositivo en tales supuestos será el que resulte


de aplicar las normas referidas a la determinación del
costo computable, para el caso de venta de bienes,
establecidas en los artículos 56 a 69 de la ley, según
corresponda, considerándose como fecha de incorporación al
patrimonio, en su caso, a la de la declaratoria de
herederos o a la de la declaración de validez del
testamento que cumpla la misma finalidad o a la de la
tradición del bien donado. Cuando se verifique el supuesto
del segundo párrafo del artículo 4o de la ley, para la
valuación a la fecha allí indicada se aplicarán las
siguientes disposiciones:

1. Valor de plaza de bienes ubicados en el país:

a) Inmuebles: no podrá ser inferior al que surja de la


constancia emitida por un corredor público u otro
profesional matriculado cuyo título lo habilita a emitirla,
pudiendo suplirse por la elaborada por una entidad bancaria
perteneciente al Estado Nacional o Provincial, o de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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