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MENOS ANSIOSA, MÁS LIBRE

PRÁCTICA: APRENDER LA RESPIRACIÓN ABDOMINAL

LEE ANTES DE COMENZAR A PRACTICAR. 

Instrucciones: ¿Has visto alguna vez respirar a un bebé? Con cada respiración se mueve su
abdomen y no su pecho. Este es nuestro método natural de respiración, y con esta ayuda sugerida
aprenderás a utilizar la respiración abdominal, o respiración diafragmática, para relajar
naturalmente el cuerpo.
Si respiras con el pecho, haces respiraciones más cortas y más rápidas. Llevando el aire a la parte
más profunda de los pulmones, obtendrás diez veces más aire fresco con cada respiración. Será una
respiración más lenta y más larga, pero de tamaño normal. Sigue las preguntas que vienen a
continuación para modificar la respiración y obtener los beneficios de la respiración abdominal.

Pregunta 1. «¿Respiro con el pecho o con el abdomen?».


Para comprobar si respiras superficialmente o más profundamente, haz lo siguiente:
1. Siéntate en una silla, en una postura erguida pero cómoda.
2. Coloca una palma de la mano en el pecho y la otra en el vientre (por debajo de la caja torácica y
por encima del ombligo).
3. Haz varias respiraciones normales. ¿Qué mano o manos se mueven? Si no estás segura, míralo en
el espejo.
4. Si se mueve la mano de arriba, o las dos, eso significa que respiras con el pecho. Si se mueve la
mano que se encuentra debajo, estás realizando una respiración más profunda. 

Ahora que ya has descubierto cómo hacer correctamente la respiración abdominal, puedes sentarte o
recostarte en una posición cómoda, asegurándote de llevar a cabo los siguientes pasos: 

1. Al inhalar elevas el abdomen como si estuvieras inflando un globo.


2. Al exhalar el abdomen vuelve a la posición inicial. 

Repites este ejercicio durante 3 minutos, 3 veces a la semana.

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Ref. 50 Prácticas de Mindfulness para Estrés, Ansiedad y Depresión. 

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