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I Especial para Ateneo---l

e sido invitado para hablar del una fecha que para muchos fue el
exilio. La invitación me llegó es- símbolo de la ignominia y de la os-
1. crita en inglés y yo no sé hablar curidad y de la derrota moral del
inglés. Hubo una época en que sí sabía o ser humano. Y aquí, dejando de
creía que sabía, en cualquier caso hubo lado Io significativo de la fecha, los
una época, cuando yo era adolescente, en mensajesocultos que el azar o ese
que creía que podía leer el inglés casi tan monstruo aún más salvaje que es
bien, o tan mal, como el español. Esa épo- la causalidad enviaba al poeta
ca desdichadamente ya pasó. No sé leer mexicano y por intermedio de éste
inglés. Por Io que pude entender de la carta me enviaba a mí, podemos hablar
creo que tenía que hablar sobre el exilio. o retomar el posible discurso del
La literatura y el exilio. Pero es muy posi- exilio o del destierro: el ministerio
ble que esté absolutamente equivocado, del Interior austríaco o la policía
Io cual, bien mirado, sería a la postre una austríaca o la Seguridad austríaca cursa Roberto Bolaño
ventaja, pues yo no creo en el exilio, so- una orden de expulsión y envía mediante
bre todo no creo en el exilio cuando esta esa orden a mi amigo Mario Santiago al cia el destierro temporal o hacia un exilio
palabra va junto a la palabra literatura. limbo, a la tierra de nadie, que en inglés cierto de cinco años, al cabo de los cuales
Para mí, creo que es conveniente decirlo se dice no man’s land, que francamente mi amigo puede, si así lo desea, pedir un
ya mismo, es un placer estar aquí con us- queda mejor que en español, pues en es- visado y volver a pisar las hermosas ca-
tedes, en la renombrada y famosa Viena. pañol tierra de nadie significa exactamen- lles de Viena. Si Mario Santiago hubiera
Para mí Viena tiene mucho que ver con la te eso, tierra yerma, tierra muerta, tierra sido un fanático de los festivales musica-
literatura y con la vida de algunas perso- en donde no hay nada, mientras que en les de Salzburgo, sin duda se habría mar-
nas muy cercanas a mí y que entendieron inglés se sobreentiende que sólo no hay chado de Austria con lágrimas en los ojos.
el exilio como en ocasiones Io entiendo yo hombres, pero animales o bichos o insec- Pero Mario nunca fue a Salzburgo. Se
mismo, es decir como vida o como actitud tos sí hay, Io que la hace más agradable, montó en el tren y no bajó hasta París y
ante la vida. En 1978 o tal vez en 1979 el no quiero decir muy agradable, pero infi- tras vivir unos meses en París tomó un
poeta mexicano Mario Santiago, de regre- nitamente más agradable que en la acep- avión rumbo a México y cuando llegó la
so de Israel, pasó unos días en esta ciu- ción española, aunque probablemente mi fecha fatídica o festiva, depende, de 1984,
dad. Según me contó él mismo, un día la percepción de ambos términos esté con- Mario siguió viviendo en México y escri-
policía Io detuvo y luego fue expulsado. En dicionada por mi ignorancia progresiva del biendo en México poemas que nadie que-
la orden de expulsión se le conminaba a inglés e incluso por mi ignorancia progre- ría publicar y que posiblemente están en-
no regresar a Austria hasta 1984, una fe- siva del español (el diccionario de la Real tre los mejores de la poesía mexicana de
cha que le parecía significativa y divertida Academia Española no registra el término finales del siglo XX, y tuvo accidentes y
a Mario y que hoy también me lo parece a tierra de nadie, cosa que no es de extra- viajó y se enamoró y tuvo hijos y vivió una
mí. George Orwell no sólo es uno de los ñar, o yo no he buscado bien). Pero Io cier- vida buena o mala, una vida en todo caso
escritores remarcables del siglo XX sino to es que a mi amigo mexicano Io expul- en los extramuros del poder mexicano, y
también y sobre todo y mayormente un san y Io ponen en la tierra de nadie. Yo en 1998 un automóvil Io atropelló en cir-
hombre valiente y bueno. Así que a Mario, veo la escena así: unos funcionarios aus- cunstancias oscuras, un coche que se dio
en aquel año ya un tanto lejano de 1978 o tríacos timbran el pasaporte de Mario con a la fuga mientras Mario se daba a la muer-
79, le pareció divertido que Io expulsaran la señal indeleble de que no puede pisar te, tirado y solo en una calle nocturna de
de Austria con esa recomendación, como suelo austríaco hasta que se cumpla la uno de los barrios periféricos de México
si Austria Io hubiera castigado a no pisar fecha fatídica de Orwell y luego Io meten Distrito Federal, una ciudad que en algún
suelo austríaco hasta que pasaran seis en un tren y Io despachan, con un billete momento de su historia se asemejó al pa-
años y se cumpliera la fecha de la novela, gratis pagado por el estado austríaco, ha- raíso y que hoy se asemeja al infierno, pero
no un infierno cualquiera sino el infierno Sin salir de mi casa conozco el mundo, poema de Nicanor Parra, un poema que
especial de los hermanos Marx, el infierno dice el Tao Te King, e incluso así, sin salir me viene como anillo al dedo para hablar
de Guy Debord, el infierno de Sam uno de su propia casa, el exilio y el destie- de literatura e incluso de literatura chilena
Peckinpah, es decir un infierno singular en rro se hacen presentesdesde el primer mo- y exilio o destierro. El poema empieza ha-
grado extremo, y allí murió Mario, como mento. La literatura de Kafka, la más blando de los cuatro grandes poetas chi-
mueren los poetas, sumido en la incons- esclarecedora y terrible (y también la más lenos, una discusión eminentemente chi-
ciencia y sin papeles, motivo por el cual humilde) del siglo XX, así lo demuestra has- lena que la demás gente, es decir el 99,9,9
cuando llegó una ambulancia a buscar su ta la saciedad. Por supuesto, por el aire por ciento de críticos literarios del planeta
cuerpo roto nadie supo quién era y el ca- de Europa suena una cantinela y es la Tierra, ignoran con educación y un poco
dáver se pasó varios días en la morgue, cantinela del dolor de los exiliados, una de hastío. Hay quienes afirman que los
sin deudos que Io reclamaran, en una suer- música hecha de quejas y lamentaciones cuatro grandes poetas de Chile son
te de revelación final, en una suerte de y una nostalgia difícilmente inteligible. 'Se Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Vicente
epifanía negativa, quiero decir, como el puede tener nostalgia por la tierra en don- Huidobro y Pablo de Rokha, otros que son
negativo fotográfico de una epifanía, que de uno estuvo a punto de morir? ¿Se pue- Pablo Neruda, Nicanor Parra, Vicente
es también la crónica cotidiana de nues- de tener nostalgia de la pobreza, de la in- Huidobro y Gabriela Mistral, en fin, el or-
tros países. Y entre las muchas cosas que tolerancia, de la prepotencia, de la injusti- den varía según los interlocutores, pero
quedaron inconclusas, una de ellas fue el cia? La cantinela, entonada por latinoame- siempre son cuatro sillas y cinco poetas,
regreso a Viena, el regreso a Austria, esta ricanos y también por escritores de otras cuando Io más lógico y Io más sencillo se-
Austria que para mí, huelga decirlo, no es zonas depauperadas o traumatizadas in- ría hablar de los cinco grandes poetas de
la Austria de Haider sino la Austria de los siste en la nostalgia, en el regreso al país Chile y no de los cuatro grandes poetas
jóvenes que están contra Haider y que natal y a mí eso siempre me ha sonad6 a de Chile. Hasta que llegó el poema de
salen a la calle y Io hacen público, la Aus- mentira. Para el escritor de verdad su úni- Nicanor Parra, que dice así:
tria de Mario Santiago, poeta mexicano ex- ca patria es su biblioteca, una biblioteca
pulsado de Austria en 1978 e imposibilita- que puede estar en estanterías o dentro Los cuatro grandes poetas de Chile
do de regresar a Austria hasta 1984, es de su memoria. El político puede y debe Son tres
decir desterrado de Austria en el no man's sentir nostalgia, es difícil para un político Alonso de Ercilla y Rubén Darío.
land del ancho mundo y a quien, por Io medrar en el extranjero. El trabajador no
demás, Austria y México y Estados Uni- puede ni debe sentir nostalgia: sus manos Como ustedes saben, Alonso de Ercilla
dos y la felizmente extinta Unión Soviética son su patria. ¿Entonces quién entona fue un soldado español, noble y bizarro,
y Chile y China le traían sin cuidado, entre esta espantosa cantinela? Las primeras que participó en las guerras coloniales
otras cosas porque no creía en países y veces que la oí pensé que eran los maso- contra los araucanos y que de vuelta en
las Únicas fronteras que respetaba eran quistas. Si estás preso en una cárcel de su Castilla natal escribió La Araucana, que
las fronteras de los sueños, las fronteras Thailandia y eres suizo, es normal que para los chilenos es el libro fundacional de
temblorosas del amor y del desamor, las desees cumplir tu condena en una cárcel nuestro país y que para los amantes de la
fronteras del valor y el miedo, las fronte- de Suiza. Lo contrario, es decir que seas poesía y de la historia es un libro magnífi-
ras doradas de la ética. Y con esto tengo un thailandés preso en Suiza y sin embar- co, lleno de arrojo y lleno de generosidad.
la impresión de que he dicho todo lo que go desees cumplir el resto de tu condena Rubén Darío, como ustedes también sa-
tenía que decir sobre literatura y exilio o en una cárcel de Thailandia, no es normal, ben, y si no lo saben no importa -es tanto
sobre literatura y destierro, pero la carta a menos que esa nostalgia anormal esté Io que todos ignoramos incluso de noso-
que recibí, que era larga y prolija, ponía dictada por la soledad. La soledad sí que tros mismos-, fue el creador del modernis-
especial énfasis en que debía hablar du- es capaz de generar deseos que no se mo y uno de los poetas más importantes
rante veinte minutos, algo que ustedes se- corresponden con el sentido común o con de la lengua española en el siglo XX, pro-
guramente no me agradecerán y que para la realidad. Pero yo estaba hablando de bablemente el más importante, nacido en
mí se puede convertir en un suplicio, so- escritores, es decir estaba hablando de mí, Nicaragua en 1867 y muerto en Nicara-
bre todo porque no estoy seguro de haber y allí sí que puedo decir que mi patria es gua en 1916, que llegó a Chile a finales
traducido correctamente esa misiva ende- mi hijo y mi biblioteca. Una biblioteca mo- del siglo XIX y en donde tuvo buenos ami-
moniada, y además porque siempre he desta que he perdido en dos ocasiones, gos y mejores lecturas pero en donde tam-
creído que los mejores discursos son los con motivo de dos traslados radicales y de- bién fue tratado como un indio o como un
discursos breves. Literatura y exilio son, sastrosos y que he rehecho con pacien- cabecita negra por una clase dominante
creo, las dos caras de la misma moneda, cia. Y llegado a este punto, al punto de la chilena que siempre se ha vanagloriado
nuestro destino puesto en manos del azar. biblioteca, no puedo sino acordarme de un de pertenecer al cien por ciento a la raza
blanca. Así que cuando Parra dice que los entra a trabajar en una farmacia como
mejores poetas chilenos son Ercilla y Da- aprendiz, a la tierna pero ya no inocente jUo&urío de chile
río, que pasaron por Chile y que tuvieron edad de dieciocho años, también está op- la nueva novela de
experiencias fuertes en Chile (Alonso de tando (y optando de forma natural) por el Roberto Bolaño
Ercilla en la guerra y Darío en las escara- destierro, pues entrar a trabajar en una far-
muzas de salón) y que escribieron en Chi- macia a los dieciocho años es una forma
le o sobre Chile, y en la lengua común que de destierro, así como la drogadicción es
es el español, pues dice la verdad y no otra forma de destierro, y el incesto otra
sólo zanja la ya aburrida cuestión de los más, como bien sabían los clásicos grie-
cuatro grandes sino que abre nuevas gos. En fin, tenemos a Rubén Darío y te-
interrogantes, nuevos caminos, además nemos a Alonso de Ercilla, que son los
de ser su poema o artefacto, que es como cuatro grandes poetas chilenos, y tenemos
Parra denomina a estos textos cortos, una lo primero que nos enseña el poema de
versión o diversión de aquellos versos de Parra, es decir, que no tenemos ni a Darío
Huidobro que dicen así: ni a Ercilla, que no podemos apropiarnos
de ellos, sólo leerlos, que ya es bastante.
Los cuatro puntos cardinales La segunda enseñanza del poema de Pa-
Son tres rra es que el nacionalismo es nefasto y cae
El sur y el norte. por su propio peso, no sé si se entenderá
el término caer por su propio peso, imagi- Nocturno de Chile, la nueva novela
Los versos de Huidobro son muy bue- naos una estatua hecha de mierda que se de Roberto Bolaño, es una pequeña obra
nos y a mí me gustan mucho, son versos hunde lentamente en el desierto, bueno, maestra con una prosa altamente depu-
rada y con un ritmo sostenido a Io largo
aéreos, como buena parte de la poesía de eso es caer por su propio peso. Y la terce-
de sus 150 páginas. En ella, Bolaño vuel-
Huidobro, pero la versiónldiversión de ra enseñanza del poema de Parra es que ve al tema de los escritores y sus me-
Parra me gusta más, es como un artefac- probablemente nuestros dos mejores poe- diocridades, al presentarnos la calami-
to explosivo puesto allí para que los chile- tas, los dos mejores poetas chilenos fue- dad de Sebastián Urrutia Lacroix, crítico
nos abramos los ojos y nos dejemos de ron un español y un nicaragüense que literario, pésimo poeta, sacerdote vincu-
tonterías, es un poema que indaga en la pasaron por esas tierras australes, uno lado al Opus Dei y que ejerce como pro-
cuarta dimensión, tal como pretendía como soldado y persona de gran curiosi- fesor de marxismo del general Pinochet,
Huidobro, pero en una cuarta dimensión dad intelectual, el otro como emigrante, quien se presenta sobre un estado de
sitio, la tortura, la envidia y la muerte
de la conciencia ciudadana, y aunque a como un joven sin dinero pero dispuesto
sobre Chile. Un escalofriante dictador
primera vista parece un chiste, y además a labrarse un nombre, ambos sin ninguna que derrama sombras de una manera in-
es un chiste, al segundo vistazo se nos intención de quedarse, ambos sin ningu- finita.
revela como una declaración de los dere- na intención de convertirse en los más Otros personajes deambulan por la
chos humanos. Es un poema que, al me- grandes poetas chilenos, simplemente dos novelacomo parte de una trama no exen-
nos a los compungidos y atareados chile- personas, dos viajeros. Y con esto creo ta de humor, que el escritor ha organiza-
nos, nos dice la verdad, es decir que nues- que queda claro Io que pienso sobre lite- do cuidadosamente. En ella destellan el
tros cuatro grandes poetas son Ercilla y ratura y exilio o sobre literatura y destie- escritor alemán Jünger; las pinceladas
sobre Neruda, y dan sombras el viejo crí-
Darío, el primero muerto en su Castilla rro.
tico literario Farewell y su contrapunteo
natal en 1594, tras una vida de viajero im- permanentey entre alabanzas, con el cura
penitente (fue paje de Felipe II y viajó por Sebastián; los señores Oido y Odeim,
Europa y luego combatió en Chile a las misteriosos y ambiguos; y la narraciónde
Órdenes de Alderete y en Perú a las órde- la vida de la escritora María Canales, en
nes de García Hurtado de Mendoza), el cuya casa ocurren grandes fiestas para Io
segundo muerto en su Nicaragua natal tras más selecto de la intelectualidad chilena
haber vivido prácticamentetoda su vida en que permaneció en el país durante el gol-
pe, mientras su marido, un gringo vincula-
el extranjero, en 1916, dos años después
do a los cuerpos represivos de la dictadu-
de la muerte de Trakl, ocurrida en 1914. Y ra, tortura en el sótano a Io más selecto
ahora que he tocado a Trakl permítanme de la oposición.
una digresión pues se me ocurre pensar Una novela, pues, imprescindible.
que cuando éste abandona los estudios y E.R.

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