Está en la página 1de 1

¡Urge vivir!

Y bueno, hoy voy a limpiar mi escritorio. Señores y Señoras; los medios de comunicación con sus noticias nos
tienen nadando en el centro del Océano Pacífico (166.241.000 kilómetros cuadrados) (...)
Y es que acaso, ¿no pueden informar otra cosa? Juzgue usted por los titulares y que tengo sobre el escritorio:
“ Ser trol en Costa Rica es muy rentable.”“Hombre jala con muñeca de trapo.”“OIJ asocia marihuana con suicidio
en jóvenes y trastornos mentales.” “Reportan 182 mil ticos con trastornos depresivos.” “Darán GPS a mujeres
para evitar femicidios.” “Ticos buscan amor y dinero por medio de agüizotes.” Sume a esto, las noticias de nues-
tros diputados y sus comisiones produciendo “niebla” para mantenernos entretenidos y alejados de la orilla de
ese “basto mar en que nos encontramos.”
Asesinatos, violaciones, accidentes de tránsito, Shakira, celebraciones y rezos a “santos”; y que no se me olvide
las noticias de “darle duro al gobierno” por parte de aquellos que se les acaba “el pastel”.

¿Será que alguien nos quiere “en el mar” en medio de la nada; para que al fin nos undamos y “se fini”?
Hay una noticia que llamó más mi atención: “Me puse a negociar con Dios”. La periodista Lucía Frei, de Multi-
medios tiene un tatuaje que se pintó a raíz de un accidente de tránsito: “Urge vivir”. Le hace recordar que Dios
le dio una segunda oportunidad de vida y que, por ende, debe disfrutar cada día como si fuera el último.
“Recuerdo que yo vi todo negro de un momento a otro y dije, ´Diosito, ¿estás llamando otra guerrera al cielo?´
(?)... Entonces me puse a negociar con Dios y le dije que me iba a portar bien, que no vuelvo a decir nada malo.”
(Creo que miserablemente va a fallarle a Dios, porque portarse bien y no decir nada malo siempre no es posible para
un ser humano...¿o acaso usted si puede?)

El punto es; ¡Urge vivir! Hacer que nuestras vidas cuenten, y para ello necesitamos un salvavidas que se nos
arroje “en ese mar” en que nos encontramos y darle propósito así a nuestras vidas.
Aquí el salvavidas: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.”
Efesios 2:1 ¿Puede visualizar ese momento? (...) Quizás no, porque el estar nadando tratando de sobrevivir “en
medio de la nada”, no le deja pensar en nada más. Gústele o no, cuentas le daremos a Dios por ello también.

Hago mía las palabras del salmista (y es que es un retrato de la mayoría de los que nos encontramos en la nada
y a punto de sucumbir); esperando le ayude como a mí, si su condicón es esa: “estando en medio de la nada”:
“Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas...Me rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las
angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado. Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Oh
Jehová, libra ahora mi alma... estaba yo postrado, y me salvó... Pues tú has librado mi alma de la muerte,
mis ojos de lágrimas y mis pies de resbalar. Andaré delante de Jehová en la tierra de los vivientes.”
Salmo 116:1-9
Mi oración (y la suya quizás, y sí, con variantes), fue más o menos así: “Señor aquí estoy en medio de la nada,
con un matrimonio con rumbo al fracaso; sí, muerto en mis delitos y pecados, suplico tu auxilio y tu perdón, mi
vida se está undiendo. Entiendo que Jesús me ofrece una nueva vida. Señor creo. Creo en Jesús y su obra en la
cruz por mí; le abro las puertas de mi corazón en este instante. Amén ¿Acaso no es la misma oración del salmis-
ta? (...)
Y desde entonces como el salmista: 1. Mi alma está libre de la muerte (separación eterna de Dios); la Biblia me
dice: ”El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” 1 Juan 5:12
2. Mis ojos de lágrimas (mi matrimonio seguro, mis hijos y nietos en un disfrute de todos los días; y con una
conciencia tranquila, a pesar de mis necedades humanas.
3. Mis pies van firmes; y ya no “sobre agua”. ¡Gracias Señor y por todas aquellas cosas de que me has librado!

Hernán Coto

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios...” Gálatas 2:20

También podría gustarte