Cazando El Fantasma Del Trauma: La Terapia De Procesamiento

Cognitivo Como Opción Más Eficaz Para TEPT Por Encima De

Farmacoterapia Y Demás Psicoterapias

Andry Juliana Delgado León - Andrés Gerardo Santos Cala

Programa de Psicología - Octavo Semestre

Universidad Autónoma de Bucaramanga

Floridablanca, Colombia. 20 de febrero de 2023

El trastorno de estrés postraumático (TEPT o PTSD, por sus siglas en inglés), se

desarrolla cuando, después de vivir un acontecimiento traumático como desastres naturales,

abuso sexual, agresión o accidentes graves, las reacciones que la persona desarrolló como

consecuencia de este evento no desaparecen después de determinado tiempo y, sí, empiezan a

afectar su día a día (VA, 2015).

Tanto en nuestro País como en el Mundo somos testigos de cómo, a menudo, se

presentan situaciones que podrían, potencialmente, desencadenar o ya han desencadenado un

trastorno de estrés postraumático en quienes han tenido que vivirlas: el conflicto armado, la

violencia en Colombia, derrumbes y deslizamientos de tierra o los más recientes terremotos

en Turquía y Siria son ejemplos de estas. A partir de esto, nos planteamos una serie de dudas:

¿Qué herramientas existen en el campo de la salud mental para ofrecer a una persona con

TEPT?, ¿Qué psicoterapias pueden usarse en un caso de TEPT? y ¿Cuál es la mejor de ellas?

A continuación, las revisaremos y expondremos por qué consideramos que la Terapia de

Procesamiento Cognitivo para TEPT es el tratamiento de primera elección para estas

situaciones.
 Cuando hablamos de las Psicoterapias, debemos dividirlas en dos generaciones

principales que se han desarrollado a lo largo del tiempo. Primeramente, en las terapias de

Primera Generación para el Trastorno de Estrés Postraumático, netamente conductuales,

destacan la Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares,

cuyo objetivo es lograr que la persona recuerde el trauma sin dolor o síntomas de TEPT

mediante el uso de movimientos oculares guiados por el terapeuta que estimulan de forma

bilateral el cerebro, proceso similar al que ocurre cuando dormimos, provocando que toda la

información se procese nuevamente (Mentsalud, 2022). Sin embargo, desventajas de esta

terapia son que puede causar efectos secundarios como fatiga, dolores de cabeza y mareos

después de cada sesión y malestar, problemas de memoria y depresión a largo plazo

(“Consulta 21 Psicólogos”, 2023), además, faltan estudios de calidad que comparen la

EMDR con otros tratamientos. Otra terapia muy usada en el tratamiento de TEPT es la

Terapia de Exposición Prolongada; Esta terapia se enfoca en ayudar al paciente a confrontar y

procesar el evento traumático de manera segura y controlada, a través de la exposición

repetida a los estímulos relacionados con el trauma. Esta técnica logra la reducción

significativa de los síntomas del TEPT, el aumento de la capacidad de afrontamiento y la

mejora de la calidad de vida del paciente. Sin embargo, la terapia de exposición prolongada

puede ser dolorosa y angustiante para el paciente, especialmente al principio del tratamiento.

Además, algunos pacientes pueden experimentar una intensificación temporal de los síntomas

del TEPT durante la terapia. (Foa, E. B., Keane, T. M., Friedman, M. J., & Cohen, J. A,

2019), efectos que no causan las terapias de segunda generación como la Terapia de

Procesamiento Cognitivo.

En las terapias de Segunda Generación, que unen principios y teorías tanto Cognitivas

como Conductuales, destaca la Terapia de Procesamiento Cognitivo, como la más eficaz

entre todas, y la Terapia Centrada en el Presente, esta última se enfoca en ayudar a los
pacientes a centrarse en el momento presente y aumentar su capacidad de regulación

emocional. Entre las ventajas de esta terapia está una menor tasa de abandono del tratamiento

y una mayor aceptabilidad por parte de los pacientes, sin embargo, una desventaja de la TCP

es que puede no resultar efectiva para tratar traumas complejos o prolongados. (Kearney et

al., 2013). Por otro lado, la TPC se enfoca en cambiar la forma en que el paciente piensa

acerca de su trauma y, por lo tanto, en la forma en que procesa su experiencia. El paciente

aprende a identificar y cambiar los pensamientos negativos y disfuncionales relacionados con

su experiencia traumática. Esto disminuye la intensidad de los síntomas de TEPT, incluyendo

la evitación, la hipervigilancia y la reexperimentación del trauma (Ehlers & Clark, 2000). A

pesar de que la TPC puede ser intensa y emocionalmente desafiante para los pacientes

especialmente en las primeras etapas del tratamiento (Monson et al., 2006), es la terapia con

mayor evidencia de éxito y estudios de calidad, por ejemplo, Monson et al. (2006) comparó la

TPC con la terapia de exposición prolongada (TEP) y encontró que aunque ambas terapias

fueron efectivas en la reducción de los síntomas del TEPT, la TPC produjo una mejoría más

rápida en los síntomas de ansiedad y depresión, Además, se ha demostrado que la TPC es

más efectiva que la TCP en la reducción de los síntomas del TEPT, incluso cuando se utiliza

en un formato de terapia breve (Hembree et al., 2003) y que sus efectos son

significativamente más duraderos. (Resick et al., 2012). Otro estudio, realizado por Resick et

al. (2017), comparó la TPC con la terapia centrada en el trauma (TCT) y encontró que la TPC

produjo una mejoría más rápida y duradera en los síntomas del TEPT, además la TPC ha

demostrado ser más efectiva en el tratamiento del TEPT que otras terapias de duración

similar (Bradley et al., 2005).

En la Tercera Generación de terapias, destaca la terapia de Aceptación y

Compromiso, La TAC se basa en la aceptación de los pensamientos y sentimientos negativos

y en la identificación de los valores personales para crear un compromiso con un cambio de

comportamiento efectivo, a diferencia de otras terapias que buscan reducir o eliminar los

síntomas del TEPT, la TAC se enfoca en mejorar la calidad de vida del paciente y en la

adopción de conductas más adaptativas (Bohlmeijer, Prenger, Taal, & Cuijpers, 2010), sin

embargo, esta terapia requiere una gran inversión de tiempo, y tiene disponibilidad limitada

al ser una terapia nueva, además, Múltiples estudios han demostrado que la TPC es más

efectiva que la TAC para el tratamiento del TEPT. Por ejemplo, en un estudio comparativo de

la TPC y la TAC, se encontró que la TPC fue más efectiva en la reducción de los síntomas

del TEPT y en la mejoría de la calidad de vida de los pacientes (Resick et al., 2017). Otro

estudio encontró que la TPC es más efectiva para reducir los síntomas del TEPT y mejorar la

adaptación social en comparación con la TAC (Sripada et al., 2019). Otro estudio de 2020

comparó la TPC con la Terapia de Aceptación y Compromiso (TAC) y encontró que la TPC

era más efectiva en la reducción de los síntomas de TEPT y en la mejora de la sintomatología

depresiva (Lange et al., 2020), adicionalmente, Sripada et al., 2019 encontraron que la TPC

es más efectiva para reducir los síntomas del TEPT y mejorar la adaptación social en

comparación con la TAC.

Por último, otra forma en la que puede tratarse el Trastorno por Estrés Postraumático

es con farmacoterapia, los Antidepresivos, la Prazosina y la Trazodona son los que se utilizan

con mayor frecuencia, la principal ventaja de estos es que el paciente no tiene porqué

enfrentarse directa o activamente a los síntomas del trastorno, por su parte, los

Antidepresivos como la Venlafaxina o los inhibidores selectivos de la recaptación de

serotonina, al ayudar a las células cerebrales a enviar y recibir información por canales y

conexiones que pudieron verse dañadas a causa de la situación traumática, mejora los

síntomas del TEPT, reduce la frecuencia y vivacidad de los Flashbacks y las pesadillas y

disminuye significativamente la Ansiedad que estos le puedan provocar (Oleas & Zúñiga;

2014) pero, como desventaja, el uso de estos tiene efectos variables sobre el sueño, pudiendo
provocar desde insomnio hasta hipersomnia, además de potencialmente poder provocar

dolores de cabeza frecuentes, náuseas, disminución del impulso sexual, y fatiga (VA, 2015).

La Prazosina, por su parte, al ser un bloqueador Alfa capaz de limitar la entrada de

adrenalina al cerebro, es capaz de reducir las pesadillas y mejorar significativamente la

calidad del sueño, sin embargo, puede causar vértigo o mareo (Streed, 2012). Otro

medicamento similar, parte de los antidepresivos moduladores de serotonina y utilizado para

el TEPT es la Trazodona, la cual permite mejorar la calidad de sueño sin el inconveniente de

provocar hipersomnia o dolores de cabeza, sin embargo, puede empeorar el estado de ánimo

y, en comparación con los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, el efecto

sobre los síntomas del TEPT es menor y su principal uso está en aliviar los trastornos del

sueño desencadenados por el TEPT (Muñoz Cortés & Lozano Cortés, 2009).

Además de esto, el primer inconveniente con la Farmacoterapia para tratar Trastorno

de Estrés Postraumático es que, aunque alivian los síntomas principales del estrés

postraumático, no lo intervienen directamente, por lo que su efecto, a pesar de ser inmediato,

no es duradero y deben estarse tomando de manera indefinida, incluso, por toda la vida si el

trastorno no remite y no se aborda desde Psicoterapia.

A pesar de que ninguna terapia es totalmente efectiva para todas las personas en

general, sostenemos que la Terapia de Procesamiento Cognitivo, por su naturaleza de ayudar

a la persona a identificar y cambiar los pensamientos negativos y disfuncionales relacionados

con su experiencia traumática, es la mejor opción y de primera elección frente a otras

terapias, además, es la terapia basada en evidencia con mayor cantidad de estudios que

respaldan su eficacia y efectividad incluso por encima de terapias de tercera generación como

la Terapia de Aceptación y Compromiso, además, pese a que también pueda provocar

malestar en las primeras sesiones, este es significativamente más manejable que el que podría

provocar la Terapia de Exposición Prolongada, no hay riesgo de sufrir los efectos secundarios
que podría provocar la Terapia de Desensibilización por Movimientos Oculares, su efecto es

mucho más duradero que el de la Terapia Centrada en el Presente y, puesto que reduce los

síntomas del TEPT, permitirá que el tratamiento farmacológico sea apropiadamente retirado.

Sin embargo, con el surgimiento de nuevas tecnologías y la nueva recopilación de

evidencia por parte de la APA, es más que probable que las mencionadas en este texto, y

muchas otras y nuevas terapias, consigan mayor evidencia científica que las respalden y

modifiquen concepciones que tenemos de ellas actualmente, esto hace indispensable el

mantenerse actualizado en estos cambios y da pie para realizar nuevas tesis al respecto.
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